Si el amor fuera Matemáticas
Hoy no puedo abrazarte,
no sólo porque hay una gran distancia entre nosotros
sino porque ya no estamos juntos
juntos como la luna y el sol en su transición de día y noche
juntos como el mar y los delfines en su búsqueda innata de libertad
Dejamos de ser dos para uno
para convertirnos en uno para dos
porque aún separados te quiero
pero también se que no sientes lo mismo
Que ganas de sumar y restar, porque para eso soy bueno
sumar amor y restar distancia
multiplicarlo con perdón
y dividir el rencor
elevar al cuadrado tu sonrisa
y sacar la raíz cuadrada de nuestro mutuo sufrimiento
integrar aquellas cosas que fueron bellas
y derivar las decisiones erradas
expandir al infinito nuestros corazones
hasta dejar el limite de nuestra razón tender a cero
Que ganas amor, de potenciar tus ojos enamorados
y expandirlos a través de una ecuación exponencial
Con un poco de lógica podría demostrarte lo que quieras...
Que ganas amor de que fuera matemáticas... aunque no lo sea...
Nuestro amor matemático,
se resuelve en ecuación:
sin querer, cálculo errático,
la X dio "mi corazón".
Sumando nuestra amistad,
restando las asperezas,
al cubo elevada está
mi atracción por tu entereza.
Multiplico tu belleza
con tu bondad cuadrada,
divido por "- franqueza"
y la integro en mi arrogancia.
Nuestro amor matemático,
se resuelve en ecuación:
sin querer, cálculo errático,
la Y dio "tu corazón".
La suma de mi desparpajo
fraccionada en cuatro partes:
tres cuartos para tu cuerpo
y un "cuarto" para tu "arte".
Ahora todo se iguala:
sumamos las variables,
(X + Y) señala
nuestro amor incalculable.
Declaración matemática
Niña, me postro a tus pies
para pintar la pasión
que abrasa mi corazón
como dos y una son tres.
Escucha mi amor vehemente,
pues des que te he conocido
continuamente ha crecido
en progresión ascendente.
Que me quieras solicito
y ésta no mires esquiva:
si es mi verdad negativa
mi cariño es infinito.
Multiplica mini, etcétera,
dijo Dios al padre Adán,
y yo quiero ese refrán
seguir al pie de la letra.
Mas no fundo mi porfía
en una incógnita unión
que es regla de aligación
o de falsa compañía.
No a fe, y en buen testimonio
del fin que mi amor barrunta
quiero la regla conjunta
que se llama matrimonio.
Si no sumo grandes bienes
tengo un caudal de razones;
piensa que no hay proporciones
cual la que en tu mano tienes.
Y si bien no da la ciencia
para pavos ni perdices,
ni tengo bienes raíces
ni he de elevarme a potencia.
Sabré, aunque el mundo lo note
prestar a interés compuesto,
y solamente con esto
multiplicaré tu dote.
Espero respuesta el martes.
Madrid, tantos... sin errata.
Tuyo,
Pascasio.
Postdata:
Si me desprecias me partes.
Poesía numérica
Porque no faltan beli.....3
que a estafar acostumbra..2
hacen con estos cuita.....2
el oficio de los bui......3
¡Cuántos chalecos fia.....2
y pantalones medi.........2
que luego han sido pedi...2
y nunca han sido paga.....2
Es dura verdad, no arras..3
a decir que en ambos mun..2
hierven rencores profun...2
en contra de nuestros sas……3
Vienen a nuestros merca...2
baratísimos vesti.........2
por los franceses vendi...2
y por nosotros compra.....2
Minuto cero
Desde el minuto cero
supe que ese primer beso
tendría una segunda oportunidad,
lo que se ve por el tercer ojo va más allá
del cuarto oscuro donde yacemos
mezclando el quinto elemento
y ese sexto mandamiento que pecamos
rizando el rizo del séptimo arte sin descansar.
Creí que eras la octava maravilla,
la novena de Beethoven,
el décimo premiado de la lotería
y yo... el último mohicano.
Un náufrago en la tempestad
bregando contra viento y marea
tu cuerpo a la deriva mi puerto en alta mar.
Adocenado en la felicidad
ahora soy un ser ordenado,
mi caos, perfectamente alineado,
matemáticamente... perfecto.
Poesía matemática
En las muchas hojas
Del libro de matemáticas
Un Cociente se enamoró
Un día dolorosamente
De una Incógnita.
La vio con su mirada innumerable
y la vio desde el ápice a la base:
Una figura impar;
ojos de robot, boca de trapecio,
cuerpo rectangular, senos esferoides.
Hizo de la suya una vida
paralela a la de ella,
hasta que se encontraron
en el infinito.
”¿Quién eres tú?”, indagó ella
con ansia radical.
”Pero puedes llamarme hipotenusa.”
Y de hablar descubrieron que eran
(lo que en aritmética corresponde a las almas hermanas)
primos entre sí.
Y así se amaron
al cuadrado de la velocidad de la luz,
en una sexta potencia
trazando,
al sabor del momento
y de la pasión,
rectas, curvas, círculos y líneas sinusoidales
en los jardines de la cuarta dimensión.
Escandalizaron a los ortodoxos de las formas euclidianas
y a los exegetas del Universo infinito.
Rompieron convenciones newtonianas y pitagóricas.
Y en fin resolvieron casarse,
constituir un hogar,
más que un hogar, una perpendicular.
Invitaron como padrinos
al Polígono y a la Bisectriz.
E hicieron planos y ecuaciones y diagramas para el futuro
soñando con una felicidad
integral y diferencial.
Y se casaron y tuvieron una secante y tres conos
muy graciosillos
Y fueron felices
hasta aquel día
en que todo se vuelve al fin
monotonía.
Fue entonces cuando surgió
El Máximo Común Divisor.
Ofreciéndole, a ella,
una grandeza absoluta
y la redujo a un denominador común.
Él, Cociente, percibió
Que con ella no formaba un todo,
una unidad.
Era un triángulo, llamado amoroso.
De ese problema él era una fracción
la más ordinaria.
Pero fue entonces cuando Einstein descubrió la Relatividad
Y todo lo que era espurio pasó a ser
moralidad
Como en cualquier sociedad.