4-. Privatización Contaminación y Sequía

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PRIVATIZACIÓN, CONTAMINACIÓN Y SEQUÍA

JP Cifuentes Palma
[email protected]

Nuestro país es una tierra privilegiada por la calidad y cantidad de variedad de


ecosistema y recursos naturales renovables y no que transitan en la larga y angosta
franja territorial. En el caso del agua, cuenta con una de las mayores reservas a nivel
mundial como son los Campos de Hielo Norte y Sur en la zona austral del país. Sin
embargo, esta abundancia queda en entredicho si la volcamos en la zona norte, en
donde la disponibilidad de recursos hídricos es menos de 500 m3/habitante/año,
comparado con la zona sur en donde existen zonas de gran abundancia, con niveles
que superan los 160.000 m3/habitante/año.
El año pasado, por ejemplo, la falta de agua ha llevado a firmar el decreto de
escasez en setenta y seis comunas del país, lo que significa que los habitantes de la
zona pueden acceder al agua sin tener los derechos. Hay una escasez tremenda en
comunas de la V Región como lo son La Ligua y Petorca sumado a la presencia de agua,
repleta de minerales tóxicos para el ser humano en el agua potable de la zona norte
van generando que poco a poco la situación se vaya tornando crítica en torno a este
recurso tan requerido para nuestra sobrevivencia.
El agua es lo fundamental para la existencia de la vida y, en el caso del ser
humano, su cotidianeidad gira en torno a este recurso natural. Nuestra composición
biológica está predominada por el agua y nuestras necesidades de sobrevivencia van
generando que sin la hidratación el ser humano no podría existir. El uso del agua se
amplifica en torno a la agricultura, ganadería, la industria minera, pesquera y otras
variables convirtiendo a este recurso en un factor que generará futuros conflictos
internacionales debido a la escasez que existe a nivel mundial.
Las zonas desérticas van avanzando producto del cambio climático. Vemos con
tristeza como los deshielos son pan de cada día consumiendo a los glaciares y
generando una ruptura gigantesca en el continente antártico que en cualquier
momento puede desencadenar en cambios irreparables para la humanidad. Sin
embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, no existe una conciencia sobre la
relevancia de cuidar el agua, de mantener los canales, ríos y afluentes despejados de
agentes contaminantes.
Según el Instituto de Biodiversidad e Ecología de Chile, más de 400 mil
habitantes no tienen acceso al agua potable en donde el problema radica en el mal uso
de los ecosistemas a lo largo del territorio nacional, los cuales "son degradados,
maltratados y de esa manera pierden esa capacidad de almacenar agua". La presencia
de camiones aljibes en zonas extremas no puede ser la solución para dar respuesta a
las necesidades de nuestros compatriotas.
Alejándonos de la sequía y de la contaminación, hay un tercer factor que incide
en la proliferación de una necesidad de hablar sobre el agua en nuestro país y se
relaciona con la privatización de este recurso. Así, nuestro país es el único en el mundo
que tiene aguas privatizadas. El Código de Aguas de 1981, impuesto bajo dictadura
militar, separó los derechos de agua con los derechos de tierra considerando el agua
como una mercancía más. El Código de Aguas establece un propietario con derechos
de uso, donde éste puede arrendar, comprar y vender los derechos como cualquier
otra propiedad. Los particulares tendrían derecho al agua de forma gratuita y
perpetua. En este sentido, la mayor parte de los derechos de agua para uso consuntivo
están en manos del sector exportador, principalmente agricultura, industria de
commodities y minería.
Estamos en tiempos críticos. Desde el gobierno para la celebración del día
internacional del agua que se celebró el pasado viernes 22 de marzo surgió la campaña
“Dúchate en 3 minutos”, una iniciativa que buscaba generar conciencia sobre no
explotar deliberadamente este recurso tan preciado. Sin embargo, no es suficiente
esta campaña que incentiva a la población nacional a generar los resguardos
necesarios frente al consumo del agua cuando las diversas industrias de exportación
abusan de dicho consumo, contaminan los afluentes con un daño irreparable muchas
veces al ecosistema que le circunscribe y siga persistiendo la privatización como un
bien establecido.
Nuestra misión como ciudadanos es mantenernos informados e ir generando
una conciencia colectiva sobre el cuidado del agua. En este sentido, el año pasado se
estrenó el documental “SECOS” del director Galut Alarcón y la actriz Chamila Rodríguez
que da cuenta de la crisis y privatización del agua en nuestro país, poniendo de
manifiesto que el agua dulce está en manos de privados de la mega minería, la agro
exportación, las hidroeléctricas y las forestales (Pueden ver el documental en este link
http://secos.tv/). Por otra parte, un informe delWorldResourceInstitute, indica que la
escasez de agua irá en aumento y para el año 2040 existirán países que tendrán que
importar agua potable para su población entre los cuales se encuentra nuestro país.
Entonces, es necesario tomar el toro por las astas y conversar seriamente sobre este
tema pues las amenazas que enfrenta el agua en nuestro país son diversas a tan nivel
que mientras legislamos en la privatización puede ser que la naturaleza nos castigue a
través de largos años de sequía o una vez más, nuestra irresponsabilidad de
contaminar sin medidas sea el motivo por el cual tendremos que luchar por el agua.

JP Cifuentes Palma
Escritor chileno, profesor de lenguaje y columnista en la Revista Pudú que
publicó los poemarios “Dile a Jesús que tenemos hambre” (2016), “Dios castiga
pero no a palos” (2016), “A oscuras grité tu nombre en el muro de Berlín” (2016),
Destrucciones a las 11 AM (2018); las novelas breves “El Ataud” (2017) y “El
último que muera que apague la luz” (2017). Este año ha publicado el libro de
cuentos de terror “La supervivencia del caos”.

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