Bruce Lee El Vacio y La Forma
Bruce Lee El Vacio y La Forma
Bruce Lee El Vacio y La Forma
Bruce Lee
Selección, traducción y presentación de
Iván García
El vacío y la forma, Bruce Lee - Dagas del Sur
1ra edición - Florencio Varela 2016
96 p 14 x 10 cm.
Diseño de tapa
e interior: Juan Nicolás Santillán/ Yamil Morato
[email protected]
Dagas del sur
Presentación
1
Desconozco por qué aquel libro sobre el jeet kune do
fue titulado de un modo que podría traducirse como el
“camino del camino del puño interceptor” (Tao of Jeet
Kune Do). Supongo que hubo un afán efectista, merca-
dológico por parte de los editores, dado el prestigio que
tiene la palabra tao a partir de Confucio y Lao Tsé –el
supuesto autor del Tao Te King, que en palabras de Lee
es “el evangelio del taoísmo”. Por otro lado, como el jeet
La idea principal de Lee está precisamente en
subrayar la importancia de no ceñirnos a un es-
tilo, apostarnos en “la fortaleza de nuestras
propias ideas” o asumir una actitud rígida que
impida responder a la variabilidad que ofrece
un contrario, sino internarnos en las evolucio-
nes de esa forma sin forma, en el descubrimien-
to de una forma que el jeet kune do va
descubriendo a través de nosotros mismos: “El
jeet kune do es un arte que no se fundamenta
en técnicas o doctrinas. Es simplemente como
tú eres”. En el pensamiento de Lee, no hay
maestros a seguir, ni estilos cristalizados, ni mé-
todos, ni doctrinas, sólo el camino de nuestro
2
Considero que en Lee no existe aquella tendencia hege-
liana de “matar al padre” o al maestro. ¿Matar a Ip Man
(su célebre maestro de wing-chun)? ¿Matar lo más vivo?
¿Matar para afirmarse? De ninguna manera… En sus
apuntes se plantea algo más abierto y sereno: la necesi-
dad de no cristalizar el estilo o el pensamiento de un
maestro, para ceder dócilmente al curso natural de la
forma hacia el vacío y del vacío hacia la forma.
camino del decir. 3 Me pareció que sus frases
nacían como los movimientos de un arte mar-
cial, y que como tales también respondían al
dictado de la respiración, la ensoñación, lo
muscular, la energía conducida y el silencio. No
en vano, el poeta y judoca brasileño Paulo Le-
minski solía decir que en su poesía no buscaba
“el tallereo, es decir, trabajar y trabajar en algo
hasta que ese algo quede bonito, no… es hacer
un movimiento de tal forma fiel a un movi-
miento interior que salga con la precisión de un
golpe de karate”. Para Lee, como para Lemins-
ki, la ejecución verbal o corporal no se alimenta
de movimientos asertivos (vacíos en el sentido
3
La idea no es tan disparatada, pues en el zen de Dogen,
el monje que fundó el soto en Japón en el siglo XIII (y
que tuvo influencia en Lee), la mente y la palabra son
educadas a través de la respiración, es decir, del ejercicio
de respiración que se cultiva durante la meditación sen-
tada.
más llano), sino vivos y precisos, ya que “un
movimiento asertivo es observado desde afuera
por el intelecto y un movimiento no asertivo se
activa desde la luz interior”. En otras palabras,
lejos del titubeo y la asertividad, el crecimiento
lleva a una profunda afirmación de vida y len-
guaje.
Como traductor, muchas veces me repetí las
líneas de estos escritos, intentando recibirlas
con mi propia respiración, sueño, carne, ener-
gía y silencio, y con la esperanza de que el resul-
tado al menos se acercara a la caligrafía eficaz
que realiza el cuerpo de un artemarcialista ver-
dadero. Después de todo, las palabras de Lee
también debían atravesar un vacío vivo, ese in-
terregno propio de toda traducción, antes de
aparecer en nuestra lengua. El resultado de esa
travesía es este libro.
Iván García
El vacío y la forma
1
No busques ni huyas.
49
El ahora es creativo
52
El ahora es inventivo
53
1. El deseo de victoria.
2. El deseo de recurrir a la habilidad técnica.
3. El deseo de mostrar todo lo que has
aprendido.
4. El deseo de atemorizar al enemigo.
5. El deseo de jugar un rol pasivo.
6. El deseo de liberarte de toda enfermedad
que te aqueje.
70