Principios Limitadores
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EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Principio fundamental en el Derecho penal moderno: Constituye un elemento
estructural y esencial para el Estado de Derecho. Es el límite formal por excelencia del
ius puniendi estatal. Forma parte de los axiomas del garantísmo penal y es uno de los
principios fundamentales de la política criminal.
Es una de las características esenciales del Derecho penal como instrumento de control
social formal es, precisamente, su alto grado de formalización.
Roxin; el Estado de Derecho no sólo debe proteger al individuo mediante el Derecho
penal sino también del Derecho penal.
Los principios limitadores del ius puniendi estatal en el estado democrático son:
Principio de humanidad. Principio de culpabilidad. Principio de proporcionalidad.
Principio de resocialización. Principio non bis in idem.
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1. PRINCIPIO DE HUMANIDAD
El mandato del Art. 1 de la CPR (todas las personas nacen libres e iguales en dignidad
y derechos) se extiende a todos los hombres. No sólo a los hombres buenos y
honorables, sino también a los delincuentes. Por ello, las penas jamás pueden ser
humillantes, degradantes, flagelantes, estigmatisantes, crueles o denigrantes.
La sola imposición de la pena, es por si un mal severo a quien la padece, por lo cual
debe procurar denigrar lo menos posible al individuo. (ver el problema del fin de la
pena).
El principio de humanidad se vincula con el de lesividad, porque la pena debe ser
proporcionada a la gravedad o intensidad de la lesión inferida al BJP. Mientras más
grave la lesión y mas relevante sea el BJP, mayor a de ser la pena; mientras menor sea
el daño al BJP, menor a de ser el castigo.
En la legislación nacional no hay normas expresas sobre este punto. Se puede inferir
(Art. 1º, 69 CP)
Es evidente que nuestro sistema penal tiene mucho que avanzar en esta materia.
CONTENIDO
Forman parte del principio de humanidad o de dignidad de la persona: La exclusión de
la responsabilidad objetiva o exigencia de dolo o culpa; La responsabilidad por el hecho
o exclusión del Derecho penal de autor; La exclusión de toda intervención punitiva que
pretenda incidir sobre el fuero interno de los individuos y no la mera adecuación de la
conducta externa.
Con la inclusión de estos principios queda de manifiesto la importancia que el principio
de humanidad tiene: En la configuración del concepto de culpabilidad; En el
establecimiento de la prohibición de imponer sanciones penales a supuestos en que la
realización del presupuesto de la misma es inevitable.
Desde la política criminal el principio de humanidad se ha convertido en el pensamiento
rector de la ejecución penal. Sus efectos se deben expresar en todas las relaciones
humanas que surjan del DP, en su más amplio significado, deben expresarse en: La
solidaridad social recíproca; la responsabilidad social para con los reincidentes; la libre
disposición hacia la ayuda y la asistencia sociales, y la decidida voluntad de recuperar a
los delincuentes condenados.
Las consecuencias del Ppio. de Humanidad deben reflejarse también en el proceso
penal, en la abolición de determinados tipos de pena y en la ejecución de las penas
privativas de libertad; En la abolición de la tortura como medio de averiguación de la
verdad y a la de cualquier otro medio que prive al acusado de la libre determinación de
su voluntad (lavado de cerebro, detector de mentiras, suero de la verdad, etc.) Abolición
de la pena de muerte, no sirve más que otras penas para proteger a la comunidad, ni
permite ningún tipo de acción resocializadora sobre el delincuente, ni es necesaria para
garantizar la paz social.
Armonizar la dignidad de la persona y la potestad del Estado a través del aumento del
uso -cuando sea posible- de los contactos del condenado con el exterior, la proscripción
de las penas inútiles y el fortalecimiento de las medidas alternativas.
2. PRINCIPIO DE CULPABILIDAD
Para atribuir a una persona la lesión de un BJP no basta con constatar que dicha lesión
ha tenido como causa, en términos físicos o naturales, la actividad de esa persona. El
simple hecho de que podamos afirmar que una conducta objetivamente ha causado un
resultado contrario a la norma penal, no es suficiente para hacer merecedor al sujeto de
una reacción penal. La causalidad natural es un requisito básico para atribuir a una
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3. PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
Beccaria determinó, de forma general, su sentido y alcance; “no sólo es interés común
que no se comentan delitos, sino que sean menos frecuentes proporcionalmente al daño
que causan en la sociedad. Así pues, más fuertes deben ser los motivos que retraigan a
los hombres de los delitos a medida que son contrarios al orden público, y a medida de
los estímulos que los inducen a cometerlos. Debe por esto haber una proporción entre
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los delitos y las penas”. “Para que toda pena no sea violencia de uno o de muchos contra
un particular ciudadano, debe esencialmente ser pública, pronta, necesaria, la más
pequeña de las posibles en las circunstancias actuales, proporcionada a los delitos,
dictada por las leyes”.
El principio de proporcionalidad implica: Que la gravedad de la pena o de las M. de S.
debe hallarse en relación con la gravedad del hecho cometido o de la peligrosidad del
sujeto, respectivamente.
Ello quiere decir: Que las penas deben ser proporcionadas a la entidad del delito
cometido, o Que éstos no pueden ser reprimidos con penas más graves que la propia
entidad del daño causado por el delito.
Se trata, con expresiones propias del análisis económico del Derecho, de no aplicar un
precio excesivo para obtener un beneficio inferior; si lo que se quiere es obtener un
máximo de libertad, no se deben establecer penas que resulten desproporcionadas con la
gravedad de la conducta.
Respecto del legislador penal y la determinación en abstracto de la pena, el Ppio.
Implica la consideración: del fin de protección de la norma penal; del principio del
respeto de la dignidad de la persona.
Esto significa que el legislador penal deberá tener siempre presente, a la hora de
establecer el quantum de la pena, tanto el bien jurídico de que se trate como la idea de
que la amenaza penal ha de mantenerse dentro de los límites de la racionalidad, que no
suponga un instrumento de manipulación a través del amedrentamiento de la persona.
4. PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN
PRESUPUESTOS:
Aún siendo el preferente no es el único fin de la pena, ya que la retención y custodia en
la prisión, así como el resto de fines punitivos, también tienen su presencia; No es un
derecho subjetivo, sino un principio programático que ha de orientar toda la política
penal y penitenciaria; Su alcance no debe limitarse sólo a las penas privativas de
libertad sino también al resto de penas. No debe limitarse al momento de la ejecución
sino también a los de previsión legal y de determinación judicial de la pena.
Cambio en el sentido del fin resocializador; hoy se entiende en términos garantísticos.
No es la imposición de un determinado esquema de valores u orden social. Es la
creación de las bases para la autorrealización o auto-desarrollo libre del individuo o, al
menos, la remoción de las condiciones que impiden que el sujeto vea empeorado, a
consecuencia de la intervención penal, su estado de socialización.
Es una finalidad a la que el DP debe tender.
La resocialización debe enlazarse con el Ppio. de humanidad; ambos deben tender a
suprimir o atenuar la nocividad de la prisión. La humanización de la ejecución penal
(DDHH del recluso) supone un apoyo indirecto al mantenimiento del orden social o
seguridad. Lo que realmente atenta contra la seguridad estatal y el orden social es,
precisamente, la deshumanización e indignidad que se refleja en la masificación e
ineficientes condiciones de salubridad o higiene de las cárceles.
evolucionado hacia algo más sustancial; La prohibición del doble castigo a un mismo
sujeto por idénticos hechos que respondan a un idéntico planteamiento normativo.
Contenido tradicional; no castigar a un mismo sujeto dos o más veces por un mismo
hecho. Manifestaciones del principio o prohibiciones: Un mismo delito no puede recibir
más de una pena; Una misma agravante no puede ser apreciada más de una vez, (Arts.
391 n°1 - 12 n° 1-5), y Un mismo hecho no se puede castigar al mismo tiempo con pena
criminal y sanción administrativa.
De esta forma, por su contenido, el principio non bis in idem tiene directa relación con
el principio de legalidad. Para poder ser aplicado, se exige una triple identidad entre
sujeto, hecho y fundamento. Así, será relevante en la problemática concursal, en la
concurrencia de pena y medida de seguridad o pena y sanción administrativa, y en la
problemática de la reincidencia. Esto es, en general, en el tema de la duplicidad de las
sanciones. Lo que impide el ne bis in idem es que “autoridades del mismo orden, a
través de procedimientos distintos, sancionen repetidamente la misma conducta”.
La duplicidad de sanciones originadas en un mismo hecho es válida cuando: Siendo
legales, dichas sanciones son impuestas por autoridades de distinto orden que, por esta
razón, contemplan el hecho desde perspectivas distintas y con distinto fundamento. Ej,
ilícito penal e infracción administrativa o laboral.
Existe una relación de supremacía especial de la administración; una relación de
sujeción especial a la adm. por parte del SP. Siempre que el interés jurídicamente
protegido sea distinto entre ambas sanciones y que la sanción adm. sea proporcionada a
dicha protección. Ej. Carabineros, Notarios, funcionarios públicos en general.