De La Segregacion Cultural A La Inclusion Productiva

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Universidad de Chile

Facultad de Filosofía y Humanidades

Departamento de Ciencias Históricas


Seminario de Grado: Historia Social de Chile Contemporánea
Profesor: Gabriel Salazar Vergara

Tesis para optar al grado de Licenciado en Historia

De la segregación cultural, a la inclusión productiva:


Migración haitiana en Chile, el caso de la Población
La Victoria (2006-2016).

Alumno: Sebastián Follert Bravo

1
Agradecimientos

El camino que hoy finalizo, no lo he realizado solo. Los valles y montes que he debido
cruzar, lo he hecho en acompañamiento de personas que me han entregado su apoyo, sus
consejos, que me han escuchado con paciencia, y han sabido aconsejarme con sabiduría
ante mis constantes preguntas e inquietudes.

Quiero agradecer en primer lugar a mi familia, quienes me han apoyado en esta larga
senda incondicionalmente. A mi madre y amiga, Consuelo, por siempre estar ahí,
entregándome su apoyo, escuchándome, procurando que nada en esta vida me faltase. A
Allan, mi padre y amigo, quien siempre estuvo atento a mis avances y procesos. A mis dos
abuelos, Ana y Polo, por aguantarme y por haberme criado día tras día, sin descanso. A
Milady, mi bisabuela, y a Patricio mi abuelo, mi familia paterna, por haberme facilitado
todo lo necesario para obtener el financiamiento estatal, sin el cual no podría haber
terminado este proceso. A mi familia y primos de El Tambo y San Vicente de Tagua-Tagua,
quienes siempre estuvieron pendientes de mi avance.

A mis amistades de la vida que estuvieron presentes en este proceso; Daniel, Patricio,
Rodrigo, María, Valentina, José, Nicole, Leandro, quienes siempre se han tomado el
tiempo de escuchar mis inquietudes, y entregarme sus valiosos y sabios consejos.

A mis amigos que forjé en este camino; Patricio, Danilo, Sindy, compañeros fundamentales
de la vida y de este arduo proceso, quienes me han acompañado en las distintas etapas de
este camino. Y al profesor Ulises Cárcamo, quien voluntaria, y desinteresadamente, ha
prestado las mayores de las ayudas para la finalización de este proceso y la continuación
en la senda docente.

Quiero agradecer igualmente, a la hermosa familia que me abrió las puertas de la


maravillosa población, que es La Victoria. Sin su cariño y recibimiento, esta investigación
no habría visto la luz.

A los entrevistados, a quienes han decidido formar parte de este estudio, y han
protagonizado este proceso.

Sebastián Follert Bravo

2
3
4
Índice

Problematización introductoria...……………………………………………..…Página 7

a) Identidad migrante; construcción social de los sujetos..................................Página 8

b) Chile: país de migrantes…………………………………………………….Página 12

c) Transformaciones en el paradigma inmigratorio nacional………………....Página 19

d) Historia del tiempo presente………………………………………………...Página 24

e) Cierre………………………………………………………………………..Página 26

I.-Marco jurídico migratorio en Chile……………………………………..……Página 30

1.1.- Orígenes del marco jurídico actual: Decreto Ley 1094……………….…...Página 30

1.2.- Instituciones legislativas y visados………………………………………....Página 31

1.3.- Visa sujeta a contrato……………………………………..………………..Página 32

1.4.- Reformas…………………………………………...….................................Página 34

1.5.- Segregación sociolaboral…………………………………………………..Página 38

1.6.- Vacíos legales…………………………………………………………….…Página 39

1.7.- Conclusiones………………………………………………………………...Página 43

II.- Caracterización de la migración haitiana en Chile..……….………..……...Página 45

2.1.- Haitianos y haitianas en Chile; evolución de su crecimiento demográfico..Página 45

2.2.- Balance de género…………………………………………………………..Página 47

2.3.- Clasificación etárea…………………………………………………….......Página 48

2.4.- Localización geográfica…………………………………………………....Página 49

5
2.5.- Región Metropolitana: foco de la migración haitiana……………………..Página 50

2.6.- Nivel educacional……………………………………………………...........Página 51

2.7.- Caracterización socioeconómica…………………………………………...Página 54

2.8.- Ocupación laboral……………………………………………………….....Página 57

2.9.- Vivienda…………………………………………………………………….Página 58

2.10.- Conclusiones………………………………………………………………Página 60

2.11.- Peruanos en Chile……………………………………….……………………….Página 67

2.12.-Colombianos en Chile…………………………………………………………….Página 68

2.13.- Bolivianos en Chile……………………………………………………………….Página 69

2.14.- Cuadros comparativos…………………………………………………….Página 71

III.- El migrante haitiano: historias de migración.…………..………………....Página 78

3.1.- Infancia haitiana en Chile……………………………………………….....Página 78

3.2.- Adultos: la otra cara de la moneda…………...……………………………Página 86

3.3.- Interpretación testimonial……………………………………………….….Página 94

IV.- Racismo e inmigración..……………………………………...………….…Página 103

4.1.- Racismo: una mirada histórica……………………………………...…….Página 104

4.2.- Inmigración y racismo……………………………...……………………..Página 111

4.3.- El migrante haitiano y la barrera del racismo…………………….......….Página 115

V.- La Comunidad haitiana de la Población La Victoria…………..…….…...Página 121

5.1.- La comunidad católica……………………………………………….……Página 122

5.2.- Pobladoras………………………………………………….………….….Página 127

6
5.3.- Los haitianos y haitianas de La Victoria………………………………....Página 137

5.4.- Conclusiones……………………………………………………………...Página 146

Conclusiones…………………………………………………………………….Página 150

a) Conclusiones de la investigación…………………………………………...Página 150


b) La historicidad de los sujetos: haitianos y haitianas en Chile…..………....Página 161
c) Inclusión social versus inclusión productiva……………………………….Página 163

Bibliografía ……………………………………………………………...………Página 167

Anexos ………………………………………………………………………… ..Página 173

7
Problematización introductoria

a) Identidad migrante; construcción social de los sujetos

“Un verdadero migrante sufre, tradicionalmente, un triple trastorno: pierde su lugar,


entra en el ámbito de una lengua extranjera y se encuentra rodeado de seres cuyos
códigos de conducta social son muy diferentes y, en ocasiones, hasta ofensivos,
respecto de los propios. Y esto es lo que hace de los migrantes unas figuras tan
importantes, porque las raíces, la lengua y las normas sociales son tres de los
componentes más importantes para la definición del ser humano. El migrante, a
quien le son negados los tres, se ve obligado a encontrar nuevas maneras de
describirse a sí mismo, nuevas maneras de ser humano.” Ermanno vitale.

Múltiples necesidades son las que han llevado a los sujetos a escoger la vía de la
emigración. A lo largo de la Historia, el fenómeno migratorio ha sido motivado por
diferentes causas, y pueden reconocerse en numerosos períodos históricos, como lo fue el
Poblamiento Americano durante la Prehistoria, en que, según la teoría, contingentes
humanos se desplazaron desde África y Asia hacia América en búsqueda de alimentos,
atravesando el Estrecho de Bering por el norte, dando origen a lo que se ha denominado
como el poblamiento de América. También podemos reconocer la migración por motivos
de dominación entre grupos humanos, como fue el caso de la expansión del Imperio
Mongol, por Europa y Asia, o el caso de los colonos pedagogos, o mitimaes del Imperio
Inca que representaban la cultura, leyes, organización social y economía del imperio en los
nuevos territorios conquistados, mientras que los habitantes originarios eran desplazados
hacia el centro del imperio con fines educativos. Sin ir más lejos, la colonización de
América implicó un voluminoso fenómeno migratorio de origen hispano principalmente, e
inglés en el norte, instalando un verdadero orden social que perduró por siglos en América,
en que se produjo un lento pero basal trasvasije identitario, social y cultural hispano en
América. Más recientemente, el avance tecnológico y la magnitud de los enfrentamientos
bélicos de comienzos el siglo XX, implicaron un masivo desplazamiento de personas que
escaparon de los conflictos armados, como la Primera y Segunda Guerra Mundial,
recibiendo la categoría internacional de refugiados. Similar situación es la que viven los
exiliados, que, por representar la oposición política, han debido emigrar al extranjero de

8
manera forzosa o “voluntaria”. Casos como aquellos reconocemos en Chile, en que miles
de chilenos vieron es este camino una vía hacia la libertad. De ahí las grandes
concentraciones de chilenos en el exterior en países como Suecia, o Australia, principales
colonias chilenas en el extranjero. De este modo, a lo largo de la Historia, hemos podido
reconocer el fenómeno de la migración en diversos episodios, representando diferentes
necesidades y diferentes aspectos.

Lo que une a todos estos motivos, intenciones, necesidades u objetivos, es la


reconstrucción identitaria que los migrantes deben afrontar en sus nuevos contextos de
desenvolvimiento. Se encuentran en una situación problemática. Con la experiencia
migratoria, se ponen en juego aristas sustanciales de la experiencia de vida de las personas;
el desarraigo, el distanciamiento, la ruptura, el sentar nuevas bases, la inclusión en un
nuevo cuerpo social. Son matices propios que todo y toda migrante deben afrontar en este
proceso, generando en ocasiones verdaderos conflictos identitarios.

Generalmente, los y las migrantes que se desenvuelven en un orden sociocultural


ajeno, se identifican como sujetos constantemente fuera de lugar. Cualquier detalle de la
conducta del migrante como su acento, o alguna palabra en idioma extranjero, su color de
piel, rasgos, etc., lo delatan continuamente como diferente, como un elemento ajeno a esta
sociedad, generando en su inconsciente una sensación de distanciamiento o cercamiento
cultural en torno a sí mismo. El camino hacia la inclusión social de los sujetos conlleva un
recorrido no exento de barreras, y su superación implica un trabajo del o la individuo como
de la sociedad receptora.

Sin embargo, en contextos migratorios, la respuesta social del cuerpo receptor no es


la más óptima para la inclusión de los sujetos migrantes. En muchos casos, con la
inmigración, se refuerza la formación de la identidad nacional. Aquello surge como una
reacción a la presencia de elementos culturales externos que “desafían” la uniformidad
identitaria nacional ante la presencia de un “otro” desconocido, que no pertenece a ese
territorio que lo recibe. Nos encontramos en una etapa de confrontación para el migrante,
en tanto, por una parte, teniendo en cuenta la distancia, el arraigamiento y la pertenencia a
otro orden social y cultural, retoman, reavivan y expresan las aristas que lo conforman
individual y colectivamente como “otro” en la nueva sociedad. O bien, por el contrario,

9
existen casos de rechazo a todo que tenga que ver con su pasado. Desde cualquier punto de
vista, aquellas reacciones experimentadas por los y las sujetos migrantes dan cuenta de un
conflicto personal identitario.

En este sentido, ¿Qué identidad forjaría el sujeto migrante en Chile? ¿Podremos


hablar de identidades transnacionales? ¿Qué aristas implica la reconstrucción identitaria de
los sujetos migrantes?

Teniendo en cuenta las relaciones de poder establecidas entre los grupos dominante
y no dominante, se requiere identificar qué aspectos de dicha relación de dominación
determinan y caracterizan la redefinición identitaria de los y las sujetos migrantes. En la
Historia actual, podemos reconocer como ejemplo de dicha relación de poder los tipos de
trabajos que se ven obligados a aceptar los y las migrantes, la segregación social en barrios
o guetos migrantes, la escasez o dificultad de acceso a los servicios comunitarios, etc.1
“Además de cambios descritos, el propio proceso de adaptación puede generar estrés
aculturativo, definido como un desajuste entre las demandas del nuevo entorno y las
capacidades y recursos de la persona migrante. Este estrés puede derivarse de las distintas
situaciones a las que debe hacer frente la persona que migra, como por ejemplo el
aprendizaje de una nueva lengua, nuevas costumbres y normas culturales, cambios en los
roles sociales, familiares y labores o dificultades a la hora de encontrar empleo.”2

De esta manera, cuando dos grupos sociales y culturales diferentes entran en


contacto, se desencadena un proceso de adaptación psicosocial de dichos grupos, más
conocido como proceso de aculturación, que puede darse a nivel individual, como cambios
valóricos o conductuales, o a nivel colectivo, es decir, en las instituciones, estructuras
sociales, prácticas culturales, etc. En este sentido, la aculturación debe entenderse como un
proceso de largo plazo, en que participan activamente ambos grupos –dominante y no
dominante- pero la mayor presión se ejerce desde el dominante al dominado, el cual es
quien generalmente presenta los más notables indicios de reconstrucción identitaria. Esta

1
CALDERÓN, M. Reconstrucción de identidades en personas inmersas en procesos migratorios. Tesis para
optar al grado de Máster de Estudios Avanzados en Cerebro y Conducta. Universidad de Sevilla, 2013. Página
7
2
COLLAZOS, F et al. Estrés aculturativo y salud mental en la población inmigrante. Papeles del Psicólogo,
2008. Disponible en: [http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77829307]

10
situación, dependería de la preferencia de los y las migrantes por escoger una de las dos
más importantes alternativas. La primera de ellas, es el grado de mantenimiento de la
herencia cultural que los migrantes han traído consigo, y la segunda, es la preferencia de los
y las migrantes de entablar contacto con el grupo dominante, reflejando un interés por
adquirir las costumbres y conductas de la sociedad receptora.3

A partir de esta bidimensionalidad, al grupo dominante y el minoritario se le


presentan diferentes caminos. En primer lugar, de lado de los inmigrantes, podemos
reconocer la integración, entendida como el proceso en que los sujetos mantienen
sustancialmente su herencia cultural, pero a la vez entablan una relación social dialógica
abierta con el grupo dominante receptor. En menor grado, se reconoce la asimilación.
Aquella condición en la que los sujetos migrantes dejan de lado su herencia cultural y optan
por reemplazarla por las nuevas pautas de la sociedad receptora. La separación, en que los y
las migrantes optan por rechazar cualquier tipo de relación o contacto con el grupo social
autóctono, y finalmente la marginación, que implica el rechazo a entablar un contacto con
la cultura dominante, la cual, a la vez, coarta sus canales expresivos culturales propios. 4
Desde el punto de vista de los dominantes, la multiculturalidad surge como una vía
alternativa, esta vez, entendida no sólo como la aceptación de culturas diferentes, sino que
en un sentido más amplio, que reconozca la construcción identitaria propia del “otro”,
respetando sus valores culturales y sociales, dentro de un territorio que presenta la
constante combinación y retroalimentación entre las culturas que comprenden el cuerpo
social que fraguan, en que el concepto de igualdad permita eliminar cualquier pretensión o
noción supremacía cultural, social y económica, dando paso llano hacia una expresión
multicultural que plantee la preservación de todas las culturas, sin imponer una identidad
nacional mayoritaria homogeneizante. 5 El melting pot o Crisol Racial, en que los

3
CALDERÓN, M. Reconstrucción de identidades en personas inmersas en procesos migratorios. Tesis para
optar al grado de Máster de Estudios Avanzados en Cerebro y Conducta. Universidad de Sevilla, 2013.
4
BERRY, J. Mutual attitudes among immigrants and ethnocultural groups in Canada. International Journal
of Intercultural Relations, 2006. Cita extraída en: CALDERÓN, M. Reconstrucción de identidades en personas
inmersas en procesos migratorios. Tesis para optar al grado de Máster de Estudios Avanzados en Cerebro y
Conducta. Universidad de Sevilla, 2013.
5
ESPINA, C & MEDEL, F. Estudio de caso: Enseñar Historia y Ciencias Sociales en contextos multiculturales.
Exploración desde la perspectiva de la enseñanza. Tesis Para Optar Al Grado De Licenciado En Educación.
Tesis Para Optar al Título De Profesor/a De Enseñanza Media En Historia y Ciencias Sociales. Universidad
Academia de Humanismo Cristiano, Santiago 2010. Página 24

11
dominantes piensan que los inmigrantes deben abandonar sus costumbres y adoptar los de
la sociedad receptora. La segregación, en que el grupo dominante fuerza el no contacto con
la cultura dominante a pesar de permitirle conservar su cultura, o por último, la exclusión,
que implica el rechazo a la cultura migrante y a la adopción de la cultura de los
dominantes.6

Ante estas disyuntivas, ¿Qué camino tomará la sociedad chilena en la


reconstrucción identitaria de los y las sujetos migrantes? ¿Históricamente, hemos como
sociedad incluido culturalmente a las y los sujetos migrantes? ¿En qué ocasiones? ¿Somos
una sociedad auténticamente multicultural?

b) Chile: país de migrantes

Chile es un país de migrantes, su Historia así lo demuestra, al igual que su presente


(histórico). En su devenir como nación independiente, los conglomerados extranjeros han
presentado diferentes campos y niveles de participación en la vida nacional. Los primeros
los reconocemos durante la primera mitad del siglo XIX, participando activamente en la
gestación del nuevo orden nacional, cuya vanguardia, la aristocracia criolla, les recibió
conformes y con los brazos abiertos.7 En este contexto inicial, el fenómeno inmigratorio
hacia Chile se construyó ante la referencia del aporte de ilustres personajes; el alemán
Bernardo Philippi, el francés Claudio Gay, el polaco Ignacio Domeyko y el empresario
británico John Thomas North, dentro de los principales, quienes han figurado como los
grandes inmigrantes en la Historia de Chile 8.

En una primera instancia, siguiendo la Historiografía tradicional, hacia la primera y


segunda década del siglo XIX, los conglomerados extranjeros en Chile se adosaron con
cierta facilidad a la matriz productiva nacional, permitiendo su conformación como parte de
la élite artesanal en Chile, y como destacados comerciantes del mercado interior. Aquél fue
el caso de artesanos especializados, que se distinguían del artesanado local por su

6
CALDERÓN, M. Reconstrucción de identidades en personas inmersas en procesos migratorios. Tesis para
optar al grado de Máster de Estudios Avanzados en Cerebro y Conducta. Universidad de Sevilla, 2013.
7
MAZZEI, L. Inmigración y clase media en Chile. Proposiciones N° 24, Santiago, SUR, 1994.
8
CANO, V & SOFFIA, M. Los estudios sobre migración internacional en Chile: apuntes y comentarios para una
agenda de investigación actualizada. Revista Papeles de Población. Santiago, 2009. Disponible en:
[http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252009000300007]

12
especialización y refinamiento, alcanzando una posición socioeconómica de mayor
prosperidad. Este conglomerado de artesanos extranjeros provino de países como Francia,
Alemania o Italia, y se concentraron principalmente en Santiago, y el pujante puerto de
Valparaíso. 9 Junto con ellos, la llegada de comerciantes ingleses y norteamericanos al
puerto, propulsó el desarrollo económico de la burguesía mercantil chilena 10 , ocupando
cargos como representantes de casas comerciales europeas, y más adelante estableciendo
sus propios negocios, por medio de los cuales desarrollaron un progresivo acoplamiento al
tejido urbano y socioeconómico, transfiriendo consecuentemente parte de sus aspectos
culturales al nuevo escenario que los acoge, reconocible a simple vista en algunos barrios
de los cerros de Valparaíso, como el Cerro Alegre, o el Cerro Concepción, que destacan por
su estilo arquitectónico europeo.

Superada la primera mitad del siglo XIX, podemos reconocer en Chile una nueva
oleada migrante que arribó al país, pero esta vez patrocinada por el propio Estado chileno, y
con un objetivo claro; ampliar la presencia del Estado hacia zonas desocupadas del
territorio y “civilizar” los sectores de alta presencia indígena en el sur del país, con el fin
último de disponer de esas tierras no explotadas, y sus recursos para la producción
económica nacional. Esta inmigración fue bien vista por las élites nacionales, en tanto
llegaban a Chile nuevas y modernas técnicas de producción, en manos de “honestos” y
“responsables” inmigrantes. Las características de los nuevos inmigrantes alemanes, marcó
una preferencia abierta a la colonización del territorio con población de origen germánico,
produciendo por ejemplo la desestimación de colonizar con población española, en tanto se
había configurado una imagen de pueblo poco laborioso y rebelde.11 A partir de entonces,
se promovió la colonización de regiones como la Araucanía por migrantes de origen suizo y
alemán, que, condicionados por las crisis que se vivían en Europa, como la Primavera de
los Pueblos en 1848, o la crisis económica durante 1873, llegaron a Chile con la venia del
Estado.

9
SALAZAR, G & PINTO, J. Historia Contemporánea de Chile II: Actores, identidad y movimientos. Editorial
LOM, Santiago 1999. Página 77.
10
CAVIERES, E. Comercio chileno y comerciantes ingleses, 1820-1880. Un ciclo de historia económica.
Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso 1988.
11
Op. cit.

13
A finales del siglo XIX, y comienzos del siglo XX, nuevos flujos migratorios
ingresan al país, esta vez sin el patrocinio del Estado, sin embargo, igualmente fueron bien
recibidos por la élite local, desempeñando labores de agricultores y artesanos,
principalmente. En este mismo sentido, posteriormente podemos nombrar las
nacionalidades europeas que emigraron tras las sucesivas convulsiones en Europa hasta la
Segunda Guerra Mundial, como la judía, que encuentra precedentes desde tiempos
coloniales hacia Chile y América, pero que desde la década de 1880, con la progresiva
desintegración del Imperio Turco Otomano, hasta 1930 con la persecución nazi, podemos
reconocer un desarrollo migratorio sustancial. Del mismo modo, reconocemos el caso de la
inmigración croata, impulsada por el desarrollo de los conflictos balcánicos, o la
inmigración española, impulsada por las Guerras Carlistas, o la Guerra Civil Española de la
II República.

Importante ejemplo de esta migración no patrocinada, es el caso de la inmigración


árabe que tuvo lugar en Chile desde la segunda mitad del siglo XIX. Respecto esta
nacionalidad, o cultura, no existía una concepción similar en el imaginario colectivo
chileno respecto los “honorables” y “destacados” inmigrantes europeos que les
antecedieron, tampoco contaban con la experiencia de un fenómeno migratorio histórico
hacia Chile que pudiera servirles de expediente empírico, o que le permitieran adosarse a
redes establecidas. Por otro lado, el islam, se presentaba como una religión muy distinta a la
católica predominante o la protestante europea, al igual que estilo de vida oriental en
general ¿Qué especialidades revistieron al fenómeno inmigratorio árabe? Durante el siglo
XIX, y XX, tras la desintegración del Imperio Turco Otomano, numerosas familias
palestinas, libanesas y sirias vieron en Chile una oportunidad para abandonar el Cercano
Oriente. “Los emigrantes de Europa y Asia eligieron preferentemente como destino el
continente americano, ya que ofrecía mejores condiciones para la inmigraci6n externa
debido a su baja densidad de poblaci6n y a la necesidad de hombres emprendedores,
capaces de contribuir a1 proceso de desarrollo y de ayudar a consolidar la formación de los
estados americanos.12”.

12
AGAR, L. El mundo árabe y América Latina. Ediciones UNSECO 1997. Página 284.

14
Las fuentes censales estiman el total de la población árabe entre 1885 y 1940 entre
8.000 y 10.000 migrantes. La mayoría de ellos no tenían un oficio especializado, o no
contaban con las redes para establecerse económicamente. “El desarraigo dentro de la
sociedad chilena les indujo a dedicarse a una actividad independiente, sin exigencia de
contactos sociales, los cuales únicamente podrían adquirir con el tiempo. El comercio, en su
más simple expresión, fue la respuesta a estas inquietudes. El pequeño comercio, o
comercio al por menor, no presentaba grandes complicaciones, pues no requería de gran
preparación letrada, no necesitaba de mucho capital ni de empleados, como tampoco de una
gran infraestructura. Tenía, además, la ventaja de ser una actividad económica conocida y
practicada por ellos con anterioridad 13”

Con el paso del tiempo, los comerciantes ambulantes palestinos aspiraron a


establecerse. Así como los españoles a italianos se focalizaron en ramas del comercio como
la panadería, ferretería y el almacén, los palestinos se caracterizaron por la típica paquetería
árabe, convirtiéndose en un elemento propio de los barrios de las ciudades. La nueva
condición de comerciantes establecidos les permitió brindar ayuda y redes a sus
connacionales recién llegados, “Ya hacia finales de 1917 los inmigrantes Árabes estaban
dedicados en gran proporción a este tipo de comercio, al punto que se les identificaba con
dicha labor […] En 1940 la gran mayoría de la población árabe residente en Santiago
estaba asociada a labores comerciales: un 49% se encontraba en ‘varios ramos del
comercio’, un 18% en ‘tiendas y paqueterías’ y un 19% en ‘industrias’. Aquellos que
todavía se dedicaban a la venta ambulante constituían solo un 4%, los profesionales un 3%
y otras actividades un 7%.”14

Así, durante 1940 y 1970, la colonia migrante árabe aumentó su participación en la


industria nacional, alcanzando el 22%. Incluso, hasta la actualidad, los árabes se han
constituido como eminencias de la producción textil industrial y su comercio en Chile. Sin
embargo, más allá de la creciente inclusión productiva en la vida económica nacional,
socialmente implicó una serie de barreras. “Los inmigrantes árabes tuvieron que soportar
una actitud de rechazo, que se prolongó durante mucho tiempo. Fueron objeto de

13
Idem. Página 295.
14
Idem. Página 298-299

15
acusaciones con implicaciones socioculturales y económicas. El prejuicio generalizado en
su contra, producto del desconocimiento que de ellos se tenía, dificultó doblemente sus
primeros años de permanencia. Esta situación trascendió a los inmigrantes, afectando
también a hijos y nietos, aunque a estos últimos en menor escala. Una forma de desprecio
fue denominarlos peyorativamente ‘turcos’”. 15
El posterior éxito socioeconómico
experimentado por los comerciantes de origen árabe, también constituyó una fuente de
malestar en parte de la sociedad chilena. Sin embargo, los migrantes árabes han mostrado
una abierta tendencia al integracionismo, dando pruebas de su adaptabilidad, teniendo en
cuenta que provienen del modelo cultural oriental, muy diferente al de occidente.

“Con este planteamiento, no resulta extraño que hicieran suyos rasgos propios de
nuestra nacionalidad. Se habituaron a imágenes, olores, sabores y formas del nuevo
entorno. E incluso, en un tiempo relativamente breve, apareció en ellos un sentimiento
profundo hacia la patria de adopción. La consecuencia de este anhelo de integración supuso
la pérdida de parte de su herencia cultural, ejemplificada, principalmente, en el desuso del
idioma árabe, lo cual significó también un progresivo desconocimiento de su pasado”

Al respecto, el caso de la inmigración árabe a Chile se ubica en un contexto


tradicional histórico intermedio. Por un lado, su venida no fue financiada por el Estado, ni
se les brindó subvenciones o apoyo para su establecimiento, tampoco formó parte de la
gestación identitaria nacional, ni posteriormente su cultura fue incluida en ella, sino que
debieron progresivamente abandonarla para incluirse en la sociedad a través de un
dificultoso proceso, lleno de barreras culturales, sobrellevando en bastas ocasiones el
rechazo, el desprecio y la desconfianza de parte de la sociedad. Sin embargo, por otro lado,
los migrantes árabes alcanzaron una notable inclusión en la matriz productiva chilena,
especializándose en aspectos como el comercio ambulante y establecido más adelante, y la
industria nacional, como también en el campo de la literatura, o los deportes, entre otros.

Como hemos podido constatar en esta breve revisión del panorama inmigratorio
nacional del siglo XIX y comienzos del XX, podemos aseverar que los conglomerados
inmigrantes en Chile recién mencionados, han alcanzado beneficiosas posiciones en el

15
Idem.

16
contexto socioeconómico chileno, impulsando la incipiente economía mercantil chilena
decimonónica y del siglo XX. Sin embargo, creemos necesario estudiar el análisis
propuesto por el historiador Gilberto Harris, quien ofrece una mirada desatendida por los
historiadores respecto el fenómeno inmigratorio nacional.

“[…] la trascendencia, en términos cualitativos, de la inmigración extranjera es algo


que nadie puede discutir, y también es cierto que muchos de los que arribaron fueron gente
laboriosa, honrada, sobria y cumplidora: mas, la afirmación de que los europeos en Chile
‘no se cuentan, se pesan’, es una burda exageración […] más preocupante es que mucha
información documental sea desechada a la hora de hacer apología, y que otros, que son lo
más, aún no den a la tarea de compulsar la frondosa información archivística que guardan
nuestros repositorios.”16

Respecto a la tradicional concepción de la inmigración hacia Chile (europea, blanca,


laboriosa, industrializada, moderna, ejemplificadora, aceptada), Harris, anuncia su objetivo
de desbaratar dicha concepción tradicional y generalizadora que se ha fraguado en torno
fenómeno inmigratorio en Chile durante el siglo XIX, y comienzos del XX, la cual,
historiadores y estudiosos del tema han perpetuado y trasvasijado hacia el imaginario
colectivo. Para ello, devela una serie de fuentes que confieren una idea alejada de la
concepción tradicional respecto la inmigración proveniente del viejo mundo. Historias, o
datos que desfiguran la ensalzada gesta y aporte de las colonias migrantes en Chile.

“Alejándonos de una literatura que está marcada por los silencios, lugares comunes,
errores de bulto […] los mejores papeles revelan que ya en 1820 […] los extranjeros
avecindados en Santiago se ocupaban de abrir tiendas de menudeo […] que en 1827 en
Vicuña, los 45 extranjeros censados –españoles, italianos e ingleses- desempeñaban con
cortas excepciones los oficios de jornaleros y labradores […] que en 1830 algunos
extranjeros asilados que carecían de ‘toda ocupación con que pudieran ganar el sustento y
en ese estado de vagos que se hallan…’ […] que en 1844 contingentes británicos
provenientes de New South Wales, ‘muy pobres y desarropados’, llevaba una vida llena de
privaciones en Valparaíso, y que una sociedad de damas se preocupaba de proporcionarles

16
HARRIS, G. Emigrantes e inmigrantes en Chile, 1810-1915: nuevos aportes y notas revisionistas.
Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, 2001. Página 143

17
vestimenta a mujeres y niños […] que un número nada despreciable de colonos alemanes
eran peones o labradores y que sus mujeres e hijas se desempeñaron en un comienzo como
domésticas de familias chilenas en el sur; que Vicente Pérez Rosales tachó de ‘viciosos e
inútiles’ a algunos de los teutones que colonizaban Llanquihue […] que en 1858 grupos de
alemanes pobres de (sic) desempeñaban como ‘musiqueros’ en lugares públicos de
Valparaíso […] que entre 1861 y 1880 fueron detenidos por delitos en Valparaíso un total
de 1.887 extranjeros, estadística liderada por ingleses, norteamericanos, italianos,
argentinos, alemanes y franceses […] que en 1876 muchos europeos mendigaban por las
calles de Santiago, ; que en 1880, nuevamente en la capital, grupos de británicos
limosneaban y lavaban sus harapos en lugares públicos a vista y paciencia de todos […]
que en 1885 la Sociedad Española de Beneficencia ocupábase de la sepultación de paisanos
que fallecían en completa indigencia […] hacia 1910, a propósito del tema de proxonetas y
prostitutas extranjeras […] 20 mujeres francesas y polacas ejercían en Santiago la
prostitución, cifra que se ensanchó a unas 50 para septiembre de 1912 […]17”

A decir verdad, tomando en cuenta el trabajo de archivo expuesto por Harris, la


difundida idea de que los colonos europeos asentados en Chile pertenecen a prestigiosas
familias, que han forjado grandes empresas, industrias, o que han realizado notables e
innumerables aportes a la modernización y la economía, favoreciéndola y dinamizándola,
es sencillamente una generalización. La Historiografía se ha enfocado en examinar los altos
conglomerados mercantiles extranjeros, sin embargo, ha hecho vista gorda al bajo pueblo
europeo que arribó a Chile en esa época. Entre ellos se cuentan varios aventureros, que
errantes por el mundo, han decidido probar suerte en Chile, algunas veces con éxito, otras
sin alcanzarlo. Figuran también los deudores, aquellos inmigrantes que con el objetivo de
establecerse en el mercado, o simplemente sobrevivir, han recurrido a los préstamos y las
deudas, sin poder solventarlas. Los marineros desertores también suman en la lista, los
fugados de los buques ingleses, o norteamericanos que deambulaban por América, y
repudiaban aquél estilo de vida, se lanzaban a los puertos como Valparaíso a actividades de
de contrabando o comercio ambulante. Suman los proxenetas, los ladrones, los estafadores,
las prostitutas y un largo etc. Todo este lado “B”, ha sido desechado por el estudio

17
Idem. Páginas 145 a 155

18
historiográfico en general, focalizándose en las “gloriosas huestes” extranjeras. No obstante
ello, el fenómeno migratorio ha experimentado notables variaciones en su devenir durante
el último cuarto del siglo XX y comienzos del XXI. Ya no son conglomerados de origen
europeo los que se asientan con fuerza en Chile, representados y garantizados por notables
personajes que tuvieron una participación destacada en el país. En la actualidad, los nuevos
flujos migratorios en Chile, principalmente de origen latino, no han despertado la
curiosidad, benevolencia y admiración que los colonos europeos lograron en la aristocracia
gobernante, en la clase política o en el cuerpo social. Es más, se han interesado y
alborotado por el “lumpen” que arriba con los nuevos flujos migrantes país, profiriendo
similares generalizaciones como “son todos delincuentes” “son narcotraficantes” “son
estafadores”. De esta manera, asistimos a un nuevo episodio histórico de generalización de
los contingentes inmigrantes, pero de manera inversa, estigmatizándolos por
excepcionalidades, es decir, la visión social en torno a este nuevo fenómeno se ha
concentrado en los aspectos negativos, la antípoda del pretérito, en que se reconocía a los
migrantes por los “notables” aportes que realizaron a Chile. ¿Damos ese tipo de
reconocimiento a los actuales inmigrantes?

c) Transformaciones en el paradigma inmigratorio nacional

Como pudimos observar, los principales flujos migratorios de los siglos XIX y siglo
XX, provinieron del viejo mundo. Sin embargo, el fenómeno inmigratorio en Chile, ha
experimentó transformaciones avanzado el último cuarto del siglo XX. “Considerando los
inmigrantes en Chile por continente, entre 1907 y 1970 predominó la inmigración europea
y solo a partir del censo de 1982 se observa un cambio en la procedencia del movimiento
migratorio, pasando a predominar los extranjeros nacidos en Sudamérica.”18

En Chile, desde la década de los 80, el Estado se vio envuelto en una coyuntura de
diversas mutaciones, pues la Dictadura ya se había afianzado tras siete años de gobierno.
Estas transformaciones se materializaron en una serie campos; institucional, legal, político,
cultural, económico, etc. Dentro de este último, las reformas neoliberales impulsadas
18
Organización de Estados Americanos. Síntesis histórica de la migración internacional en Chile. Sistema
Continuo de Reportes sobre Migración Internacional en las Américas. 2014. Disponible en:
[http://www.migracionoea.org/index.php/es/sicremi-es/17-sicremi/publicacion-2011/paises-es/85-chile-1-
sintesis-historica-de-la-migracion-internacional-en-chile.html]

19
durante esta época, permitieron una constante inserción y participación de Chile en el
concierto internacional de la globalización, lo cual, ha repercutido consecuentemente en la
estructura institucional del Estado, cuyas nuevas bases permitieron exigua, pero legalmente
la entrada de un creciente flujo financiero proveniente de los mercados internacionales.
Esta clase de reformas, cabe señalar, se enmarcan durante la segunda década de la
Dictadura cívico-militar, las cuales surgen de Decretos con Fuerza de Ley emanados directa
y únicamente desde la cúpula de poder estatal, por lo tanto, esta reorganización
institucional y económica en vías al neoliberalismo y mercado internacional, fueron
llevadas a cabo a espaldas de la sociedad civil. Fue el primer proyecto neoliberal puesto en
marcha en la Historia mundial, ejecutado bajo fuego de cañón por la clase política militar
chilena.

Dichas reformas financieras y sociales, resultaron en la desestructuración del


aparato estatal y la reducción del compromiso social del Estado para con la sociedad civil,
es decir, se manipuló la maquinaria estatal en vista de acabar con todo resabio de Estado de
Bienestar y reducir el papel de este último al mínimo como mero observador o guardián del
nuevo sistema que se instauraba, el resto quedaba en manos de los grandes mercados
financieros que al ritmo de los vaivenes internacionales definían el destino del pueblo
chileno.

Este nuevo escenario internacional posicionó a Chile en el primer eslabón de la


economía globalizada neoliberal y en el último de distribución, es decir, Chile dentro del
concierto internacional económico ocupó un rol extractivo o primario que lo relegó por otro
lado al último eslabón de la distribución internacional, esto gracias a la incapacidad de la
industria chilena de producir sus propios medios de producción, concentrándose en el
consumo e importación de bienes y servicios producidos en el exterior 19.

La interconexión mercantil y el crecimiento exponencial de la demanda


internacional de bienes y servicios propulsaron en Chile un despegue económico
proliferado por el acople de nuevos mercados foráneos, los cuales aprovecharon las escasas
trabas legales establecidas para la entrada de capitales privados provenientes del extranjero.

19
LINS, G. Postimperialismo. Cultura y política en el mundo contemporáneo. Gedisa Editorial, Barcelona,
2003, página 70.

20
De tal modo, la revolución capitalista de la economía chilena trajo consigo el crecimiento
de la misma y la expansión del mercado laboral y del poder de consumo y endeudamiento
de la población20.

Conjuntamente, la estabilidad política chilena de la década de los 90, confirió a


Chile un carácter de país estable tanto económicamente, como política, lo que lo posicionó
como destino propicio para la potencial población migrante de países vecinos. Esto se vio
directamente influido por la aplicación de políticas antiinmigratorias adoptadas por los
países del primer mundo, espacio que se constituyó como el principal foco de atracción
histórico para el migrante, por lo tanto ante dicha condición, nuevos países se perfilaron
como potencial alternativa migratoria. Este fue el caso de Chile, que comenzó a erigirse
como un país receptor de grupos migrantes, los cuales principalmente provienen de la
región latinoamericana, esto ya que la afinidad cultural latina; tanto la lengua como la
Historia, entre otros, sumada a la menor distancia de traslado en comparación a países del
primer mundo, y en pos de un costo de vida menos gravoso, han contribuido para escoger a
Chile como destino migratorio.

Respecto al crecimiento y estabilidad alcanzada por la estructura económica chilena


“es importante notar que la aceleración del ritmo de crecimiento económico y las
transformaciones estructurales ocurridas en décadas recientes en Chile y el extranjero,
crean nuevas necesidades de mano de obra y calificaciones laborales, elevando la demanda
de trabajo migrante 21 ”. Es decir, la dinamización alcanzada por el sistema neoliberal
chileno, en el marco de la Globalización, propulsó la expansión de la economía y la
ampliación de la oferta laboral, requiriendo de mano de obra migrante que cubriera dicha
oferta en crecimiento. Estos aspectos hicieron de Chile un destino propicio para migrar,
sobre todo para la migración de origen latino, en tanto reúne condiciones esenciales para
erigirse como alternativa migratoria, como la pertenencia a una misma región geográfica,
hablar el español, la apertura de las fronteras, la “recuperación” de la estabilidad política
durante los 90, y el crecimiento de la economía. De esta manera, Chile, desde los años 90

20
MOULIÁN, T. Chile actual: Anatomía de un mito. Editorial LOM, tercera edición Santiago 2002.
21
SOLIMANO, A. Incorporación laboral de los migrantes en la Región Metropolitana de Chile. Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) Santiago, 2012. Página 63

21
experimentado un creciente flujo inmigratorio, provenientes principalmente desde América
Latina.22

En este renovado y explosivo contexto inmigratorio en Chile, irrumpe una reciente y


voluminosa corriente migratoria de la cual no se cuenta con precedentes ni casos análogos.
El caso de la migración haitiana hacia Sudamérica, y Chile, es un fenómeno de reciente
data, sin embargo, cuenta con un vasto recorrido histórico hacia los principales focos de
atracción migratoria, que han sido Canadá, Estados Unidos y Francia, -dentro de los primer
mundistas- y hacia la vecina República Dominicana. Con el establecimiento de políticas
antiinmigratorias como el cierre de fronteras para población migrante de origen haitiano, se
da inicio a una transformación del paradigma migratorio haitiano, encontrando nuevos
focos migratorios hacia países de América del Sur, como lo fue Brasil en una primera
instancia, y Chile más tarde. Los migrantes haitianos han identificado en Brasil y Chile
nuevos destinos con promesas de bienestar económico, estabilidad, seguridad y
posibilidades reales de ingreso regular. “Esta promesa de futuro ha ido poco a poco
insertándose en campos nuevos, en circuitos de expectativas para miles de migrantes que
antes miraban a Estados Unidos, Canadá, Francia o España como destinos posibles.” 23

Cabe preguntarnos: ¿Qué especialidad reviste el fenómeno migratorio haitiano? En


primer lugar, su reciente data de mediados de la primera década del siglo XXI, que se vio
intensificada hacia inicios de la segunda década. Durante los años 2014 y 2015, el flujo
migrante de origen haitiano alcanzó una cifra de crecimiento de concesión de visados en un
144%, ocupando el segundo lugar tras Venezuela (192%). Un fenómeno similar puede
apreciarse al estudiar la evolución de las permanencias definitivas, las cuales entre el
mismo lapso temporal, experimentaron un crecimiento de un 377%, superando a la
venezolana (153%)24. Incluso, durante 2017, la cifra superó a la alcanzada en 2016, al 26 de
julio de 2017, “44.289 ciudadanos del país caribeño arribaron a suelo nacional, comparado

22
BORQUEZ, V & SALVO, J. Comunidad y asociatividad migrante en Santiago de chile 1990-2014. Informe de
tesis para optar al grado de Licenciado en Historia. Universidad de Chile, Santiago, 2014. Página 25
23
VILLANUEVA, A. Construcción del relato biográfico y proyecciones de vida. Versiones de la migración
haitiana en Santiago de Chile. CLACSO, Buenos Aires. Página 23
24
ALONSO, C. (15 de Marzo de 2017) Censo 2017: Gobierno estima que población extranjera llegaría a las
600 mil personas. Disponible en: [http://www.pulso.cl/economia-dinero/censo-2017-gobierno-estima-
poblacion-extranjera-llegaria-las-600-mil-personas/]

22
con los 43.898 que lo hicieron el año pasado […] Por el contrario, sólo 1.294 de éstos
emigraron. 25 ” En otras palabras, la voluminosidad del flujo migrante haitiano crece de
manera sostenida durante la presente década.

Actualmente, de las principales colonias migrantes en Chile, la haitiana, es la única


no hispanohablante, siendo el kriyol su herramienta comunicativa primigenia. Esto supone
superar una barrera impuesta de facto, en tanto en su mayoría arriban al país sin hablar
español.

En el aspecto económico, el flujo haitiano se caracteriza por su rápida inclusión en


la matriz económica chilena, ocupando los escalafones más bajos de la escala sociolaboral
en Chile -como analizaremos con detalle-. Su presencia cobra importancia en labores de
empleados, de vendedores, bencineros, aseadores, jardineros, obreros de la construcción,
etc. Incluso, esta matriz productiva les niega ocupar otro papel que un proletario del siglo
XXI, e tanto aquellos que cuentan con estudios de enseñanza superior, se ven impedidos de
ejercer su profesión ya que no existe la posibilidad de convalidar los títulos obtenidos en
Haití, debiendo optar obligadamente a desempeñar labores que no requieran calificaciones
de enseñanza superior.

Respecto las condiciones sociales en que se desarrollan en Chile, demuestran una


latente precariedad socioeconómica. Frecuentes son los estudios o reportajes que develan el
hacinamiento en que haitianas y haitianos viven, y los desfigurados precios que deben
pagar por ellas, como también la negación de sus derechos básicos, la imposición de
medidas legales focalizadas a la comunidad haitiana, el frecuente racismo que viven en sus
ambiente de trabajo, en sus barrios, las estafas, etc. A primera vista, en el campo social, la
comunidad haitiana se encuentra débilmente inserta. En este mismo punto, la Historia de
Chile no registra una migración masiva de culturas afrocaribeñas. Al respecto, como cuerpo
social, la relación con culturas de dicho origen es muy escasa, lo que supondría un nuevo
escenario de convivencia sociocultural. Como sociedad, ¿Qué tipo de inclusión entregamos
a los migrantes haitianos? ¿Es el racismo un elemento de dominación presente en la

25
LARA, E. (2 de Agosto de 2017) A julio de 2017: inmigración haitiana a Chile superó la registrada en 2016.
Radio Cooperativa. Disponible en: [http://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2017/08/02/a-julio-
de-2017-inmigracion-haitiana-a-chile-supero-la-registrada-en-2016.shtml]

23
sociedad chilena? ¿Dónde encuentra sus orígenes? Sin duda alguna, en el presente, nos
encontramos en una coyuntura social inflexiva. La sociedad chilena debe posicionarse ante
el escenario multicultural que se instaura progresivamente en Chile durante el siglo XXI.
¿Qué camino tomará la sociedad chilena? La senda multiculturalista, como ya la hemos
definido. O bien ¿Adoptaremos la senda del fortalecimiento de la identidad nacional, de la
segregación socioeconómica, cultural y racial? Es una de las disyuntivas que mayor
latencia han adquirido en el tiempo reciente. Como potenciales licenciados en Historia,
cabe preguntarnos ¿Cuál es la relevancia histórica de estudiar el tiempo presente?

d) Historia del tiempo presente

»El erudito que no muestra gusto por mirar a su alrededor, ni a los hombres, ni a las
cosas, ni a los acontecimientos [...] se comportaría sabiamente renunciando al
nombre de historiador» Marc Bloch.

Sin lugar a dudas, el estudio de la Historia reciente suscitó controversias para la


Historiografía, en tanto supuso un notable salto cualitativo en su quehacer. Desde la
Segunda Guerra Mundial, las reflexiones en torno al presente proliferaron en varios
historiadores de Europa de occidente, materializándose en la constitución de instituciones
especializadas en ese campo historiográfico, -Institutos de Historia Contemporánea o del
tiempo presente- a pesar de las constantes objeciones que ha recibido su desarrollo,
amparadas en su falta de perspectiva histórica, la imposibilidad de ofrecer una visión de
conjunto de los problemas, escasez de fuentes, incapacidad de identificar ciclos, etc., que
impiden realizar una teorización histórica. Sin embargo, “La ampliación del ámbito
temporal histórico hasta nuestros días supera el tema de la objetividad, reconociendo que
toda interacción humana es subjetiva y toda relación es, como ha señalado Starobinski,
entre el sujeto y el objeto –o el texto y el intérprete-. En efecto, la historia del tiempo
presente se reconoce como una “historia en construcción”, una historia “en caliente” en la
que el sujeto se interfiere con el conocimiento, el actor con la acción histórica y la memoria
con la interpretación26” Respecto la carencia de fuentes y su acuciosidad, Fazio es enfático
en demostrar que “tampoco este es un rasgo distintivo de esta historia, porque para el

26
CUESTA, J. La historia del tiempo presente: estado de la cuestión. Universidad de Salamanca. Página 228
Disponible en: [http://revistas.usal.es/index.php/0213-2087/article/view/5714]

24
presente se dispone de una tan amplia gama de fuentes (Internet, fotografías, videos,
prensa, oralidad, etc.) , que el documento de archivo ha perdido su anterior monopolio. En
realidad, es una historia que se confecciona a partir de otro tipo de fuentes y con otro tipo
de procedimientos.27”

En este campo, el historiador puede jugar un rol trascendental en cuanto se


constituye como un observador que puede proporcionar legibilidad social a los
acontecimientos, identificar continuidades o discontinuidades históricas, situado entre lo
estructural y coyuntural. En este sentido, las fuentes para la investigación histórica del
tiempo presente son rescatadas principalmente de los sujetos mismos en su accionar
histórico, o de los testigos de los acontecimientos, produciéndose una revalorización de la
Historia Oral como fuente central para la investigación del presente, sobre todo para
aquellos historiadores que “investigan sobre grupos sociales marginados del poder, de la
cultura oficial, y de la expresión escrita. 28”, como lo es el caso de los sujetos migrantes
haitianos. A este respecto, el estudio de la Historia del presente tiene una doble virtud, a
saber: “de una parte, la reapropiación de un campo histórico, de una tradición antigua que
había sido abandonada, de otra, la capacidad de engendrar una dialéctica o, más aún, una
dialógica con el pasado.” En el plano científico, aquello implica una resignificación del
acontecimiento histórico tras el largo rechazo que la Historiografía le ha concedido.

Cabe preguntarnos ¿Forma parte el fenómeno migratorio actual en Chile del área
investigativa de la Historiografía nacional? ¿O ha cedido el estudio del tiempo presente, y
con ello el estudio del fenómeno migratorio, a las Ciencias Sociales, como la Sociología, la
Antropología o el Periodismo? ¿Pueden los historiadores estudiar el presente?

No cabe duda alguna. La Historia, la Historiografía y los historiadores, como


investigadores, tienen las facultades para remitirse a la investigación de estos recovecos de
la Historia, tienen algo que aportar, una visión histórica, que vincule lógicamente el pasado
histórico con el presente, y que permita realizar proyecciones lo más próximas a la realidad,
siempre en contacto con los sujetos en su accionar histórico.

27
FAZIO, H. La historia del tiempo presente: historiografía, problemas y métodos. Universidad de Los Andes,
Bogotá, 2010. Página 139.
28
Op. cit página 236

25
¿Tienen los haitianos y haitianas voz en la Historiografía chilena?

e) Cierre

En la siguiente investigación, como hemos señalado, nos enfocaremos en investigar


de manera general la nueva oleada migratoria que ha llegado a Chile proveniente desde
Haití, enfocándonos principalmente en el tipo de inclusión que la sociedad chilena les ha
brindado, y por otro lado, en su modalidad comunitaria e histórica, es decir, interiorizarnos
y comprender la comunidad haitiana que se ha establecido desde hace aproximadamente 5
años en la Población La Victoria, reconociendo formas de organización entre haitianos y
haitianas residentes, identificando mediante testimonios la relación que existe entre vecinos
de ambas nacionalidades y los matices y características de las que se revisten, dando cuenta
de la existencia o no de un sentimiento de pertenencia a este lugar, ya sea participación en
conjunto en actividades con los pobladores, conocimiento de la Historia del lugar y sus
celebraciones, u otros tipos de vínculos que nos permitan comprender globalmente de qué
manera la comunidad haitiana de la Población La Victoria se desarrolla en dicho espacio,
para finalmente poder responder a nuestro problema ¿Son los haitianos y haitianas en Chile
sujetos históricos? ¿Qué tipo de inclusión ofrece Chile a los migrantes haitianos?

Para poder cumplir con nuestro objetivo general, hemos de contextualizar y abordar
de forma completa el proceso migratorio Haití-Chile que se ha desarrollado con fuerza la
última década, por lo tanto, previamente nos remitiremos a aspectos que se consideran
fundamentales para comprender este proceso socio-cultural a cabalidad.

En primer lugar, comenzaremos por estudiar el marco jurídico migracional actual,


en otras palabras, reconocer los procedimientos legales para viajar y establecerse en el país,
esto implica estudiar la Ley Migratoria (1975) vigente, reconociendo su origen y su esencia
mediante un análisis crítico que nos permita comprenderla. Se estudiarán los tipos de
visados existentes a los cuales los extranjeros pueden optar, haciendo énfasis en los visados
de permanencias definitivas y las condiciones que estipulan, puesto que son los visados que
nuestros sujetos requieren. Asimismo reconoceremos los requisitos para desempeñar
labores remuneradas en Chile y las condiciones de trabajar bajo contrato.
Consiguientemente, nos remitiremos a los retoques experimentados por esta ley el último

26
tiempo, los cuales se han aplicado dada la urgencia de redefinir los preceptos prescritos, en
tanto no se adecúan a la envergadura y dimensiones que comprende en la actualidad el
proceso migratorio hacia Chile. Finalmente, buscaremos focalizar en cómo este entramado
jurídico migratorio se erige específicamente ante nuestros sujetos de estudio, los haitianos y
haitianas. ¿Cómo afrontan la ley migratoria? ¿Es igual para todas las nacionalidades?
Identificaremos además los vacíos que esta ley incluye, y cómo dichas debilidades se
constituyen en prácticas que ponen en riesgo su seguridad social y permanencia en el país.

En segundo lugar, dedicaremos un capítulo de esta investigación para caracterizar


de manera general la población haitiana en Chile, para posteriormente compararla
estadísticamente con otras tres importantes nacionalidades latinoamericanas en Chile;
peruana, colombiana y boliviana. Para esto, nos enfocaremos en investigar temas como la
distribución geográfica de la población haitiana en el país, su evolución porcentual, y su
balance de género. A su vez, reconoceremos los grupos etáreos que componen este flujo
inmigratorio, el nivel educacional que poseen y aspectos nivel socioeconómico, como su
situación de vivienda y división por quintiles. Posteriormente, compararemos las
características de la población haitiana con las otras nacionalidades, concluyendo con la
producción de cuadros comparativos que ilustren sus similitudes, divergencias y
especialidades. En fin, una parte de análisis, gráficos y estadísticas que nos permiten
caracterizar a nivel general el fenómeno migrante haitiano en Chile.

En tercer lugar, nos abocaremos al estudio de los testimonios de la infancia y, la


adultez haitiana migrante en Chile. La recolección de sus testimonios se obtuvo de la
realización de entrevistas orientadas a reconocer aspectos individuales de cada sujeto
individual, sus puntos en común, su presente, su proyecto, los motivos de realizar este largo
viaje. Contamos con el testimonio de seis niños haitianos y haitianas, y de cuatro personas
adultas, que nos permitieron reconocer diferentes vertientes en sus devenires migrantes. En
este capítulo podremos interiorizarnos en las motivaciones y desmotivaciones de nuestros
sujetos, sus expectativas, su realidad, pasatiempos, costumbres, opiniones, apreciaciones,
comparaciones, etc. Es decir, se intentará ofrecer parte de la vida, pasado y presente y
también proyectos del futuro de nuestros entrevistados. Se considera este como uno de los

27
espacios más importantes de este trabajo por la importancia que reviste el testimonio y la
Historia personal de nuestro sujeto social.

En cuarto lugar, el tema a tratar será la relación establecida entre dos conceptos de
importancia transversal en este estudio, a saber: Migración y racismo, y cómo la
conjugación de ambos se ha hecho presente en Chile desde algunos siglos atrás. En un
comienzo, se ofrecerán definiciones e interpretaciones del concepto de racismo; sus facetas
históricas, y los matices y renovaciones que este ha experimentado. Continuando, se
focalizaremos en el caso del racismo en Chile y su historicidad como fenómeno, analizando
sus orígenes, y la difusión de pensamientos raciales a comienzos del siglo XX, a fin de
demostrar que el pensamiento racial en Chile no es cuestión de dos o tres décadas atrás.
Consiguientemente, abordaremos el concepto de inmigración, pero desde el enfoque que
actualmente se le concede; “el problema de la inmigración” ¿Por qué se plantea la
inmigración como un problema? ¿Por qué la sociedad o las “autoridades” lo perciben como
tal, o por qué no existen las medidas necesarias para su afrontar este fenómeno? ¿Son la
segregación y la no aceptación del “otro” variables del proceso migratorio actual?
Finalmente, abordaremos ambos conceptos, racismo e inmigración, aplicándolos al caso de
nuestros sujetos de estudio, los y las migrantes de Haití en Chile.

En quinto lugar, finalizaremos esta investigación sobre la comunidad haitiana en


Chile, centrándonos en el tema angular de nuestra investigación, que es comprender y
analizar bajo su modalidad comunitaria a la población haitiana residente en la Población La
Victoria. Para cumplir este objetivo, se realizó un trabajo de terreno que consistió en el
registro de testimonios de diferentes estamentos que componen la población La Victoria.
En primer lugar, los protagonistas de este estudio; los haitianos y haitianas residentes en la
población La Victoria. Ellos testimoniaron su historia en la población La Victoria,
enfatizando en su desenvolvimiento en ella, conocimiento, sentimiento de pertenencia,
participación, impresiones, organizaciones entre haitianos, y entre haitianos y chilenos. Es
decir, entrevistas que nos permitan reconocer el tipo de vínculo y profundidad que los
haitianos y haitianas han establecido con su barrio, tomando en cuenta el especial
sentimiento de pertenencia de los pobladores “antiguos” de este sector.

28
Por eso, testimonios de vecinos de la población, o de la histórica Comunidad
Cristiana de Base victoriana, son de vital importancia para generarnos un panorama general
y próximo del contexto social y comunitario en la Población La Victoria. A partir de las
líneas de trabajo expuestas anteriormente, se pretende entregar una visión integradora y
general del fenómeno migratorio haitiano en Chile.

29
Capítulo I: Marco jurídico migratorio en Chile

En el primer capítulo de esta investigación, abordaremos el marco jurídico de los


procesos migratorios llevados a cabo en nuestro país, entendiendo como el marco jurídico
aquellas disposiciones legales que reglamentan la entrada, salida y permanencia de
extranjeros en Chile. Se estudiará y analizará el origen y la aplicación de la Ley de
Migraciones promulgada en 1975, piedra angular del proceso migratorio actual. Se
estudiará algunas adaptaciones hechas a la ley durante el siglo XXI, y las instituciones
encargadas de velar con el cumplimiento de ella. Finalmente, analizaremos cómo el
migrante haitiano y la migrante haitiana hacen frente a este marco legal; qué pasos deben
seguir, cumplimiento de requisitos especiales, y los vacíos legales que esta ley presenta.

1.1.- Orígenes del marco jurídico actual: Decreto Ley 1094

Durante la primera mitad de la década del 70, en Dictadura, encontramos los


orígenes del marco jurídico migracional chileno. La ley que rige los procesos migratorios
en la actualidad, proviene del Decreto Ley 1094. Como afirma el profesor del Instituto de
Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Rolando Poblete Melis, “La normativa es del
año 75, hecha en dictadura, en el marco de la doctrina de la seguridad nacional y, por tanto,
es restrictiva al ingreso de extranjeros. Más bien lo que hace es instalar la sospecha al
extranjero, desde ahí una serie de trabas administrativas para dificultar la llegada de
personas de otra nacionalidad al país. No dialoga con las convenciones de Derechos
Humanos que Chile ha ratificado.29”

La ley actual cuenta con 41 años de vigencia, es decir, cuatro décadas durante las
cuales Chile experimentó una infinidad de mutaciones sociopolíticas, culturales y
económicas que lo alejan del contexto en que fue impuesta. Con todo, y a pesar de los
sucesivos gobiernos tras la Dictadura, esta ley permanece en su esencia, inerte. Los
expertos hoy en día, ante la voluminosa irrupción migracional, recalcan en la necesidad de
adoptar una nueva ley que se acomode a la coyuntura migrante actual. “Esto es un

29
FUENTES, R. (25 de septiembre de 2016) La dura realidad de la migración haitiana en Chile.DiarioUchile.
En: [http://radio.uchile.cl/2016/09/25/la-dura-realidad-de-los-migrantes-haitianos-en-chile/]

30
problema de la normativa actual, pues tiene rigideces que no se hacen cargo de los formatos
migratorios a los que estamos expuestos […] sería necesario una nueva ley que pueda
ayudar a los extranjeros que están desempleados o en situación irregular en el país, para así
encontrar trabajo.30”

De acuerdo a la opinión de los expertos en materia migratoria, la ley no cuenta con


los mecanismos necesarios para hacer frente a la actual coyuntura migracional que existe en
Chile, recalcando en el contexto de tensión y represión social en que fue establecida. Hasta
el momento, como veremos, la ley se limita a ejercer un control afanoso de los ingresos y
salidas del país, dejando de lado aspectos tan importantes relacionados con la migración,
como lo son la vivienda, el acceso a la educación, la salud, y la normativa laboral. Este
último considerado como eje angular de la ley, en tanto define su esencia: una ley que
permite el ingreso de extranjeros al país, en tanto le reporte alguna utilidad, desde
plataformas como el trabajo, y la producción, mediante las cuales, regularizar su situación
migratoria y pertenecer a esta sociedad. En conclusión, la Ley de Migración hace vista
gorda a una serie de variables que inciden y caracterizan lo que es el fenómeno migratorio
actual; descontrol, desinformación, ineficiencia y precarización.

1.2.- Instituciones legislativas y visados

Respecto al cumplimiento de esta ley, en Chile existen tres instituciones encargadas


del control fronterizo y del otorgamiento de permisos de estadía y residencia. La primera de
ellas, es el Ministerio de Relaciones Exteriores que entrega las visas consulares, es decir,
otorga los permisos de turismo y visas de residencia temporal que los extranjeros han
solicitado a los consulados de Chile en el mundo.

En segundo lugar, la institución migratoria encargada de llevar registro y controlar


las entradas y salidas de personas del país, nacionales o extranjeras, es la Policía De
Investigaciones de Chile.

La última, y más importante institución a cargo, es el Departamento de Extranjería e


Inmigración (DEM), dependiente del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Al DEM

30
Llegada de haitianos a Chile crece 731% en los últimos tres años. (4 de agosto de 2016) En:
[http://www.t13.cl/noticia/nacional/llegada-haitianos-chile-crece-731-ultimos-tres-anos]

31
le compete recoger las solicitudes de residencia de los migrantes que ya han hecho ingreso
al país y establecer la validez de aquella solicitud; aceptar o rechazar. Los permisos que
otorga corresponden a los tres tipos de visas existentes; estudiantes 31 o temporarias32 (como
la polémica visa “sujeta a contrato”), y solicitudes de permanencia definitiva. También le
compete la investigación de nacionalidades, el análisis de solicitudes de cartas de
nacionalización (firmado por el Ministro del Interior) y la dictaminación en caso de
expulsión de los migrantes que cometan infracciones a la Ley de Extranjería 33.

1.3.- Visa sujeta a contrato

Uno de los ejes principales de la Ley Migratoria chilena, es la visa “sujeta a


contrato”. Esta visa establece que, en primer lugar, el permiso de residencia habilita la
realización de actividades remuneradas exclusivamente con el empleador con quien se ha
suscrito el contrato. Esta primera premisa, deriva a los y las migrantes a una situación de
vulnerabilidad por varios motivos, en primer lugar, al condicionar la residencia temporal a
un contrato de trabajo con solo un empleador. En segundo lugar, abre la posibilidad de
abusos patronales, y debilita los derechos y condiciones de trabajo de los migrantes, ya que
este puede pasar a formar parte de un mercado laboral paralelo, precario y carente de
derechos. Por otro lado, la cláusula que obliga al empleador a pagar el pasaje de retorno al
país de origen al trabajador y su familia cuando concluye la relación laboral, desincentiva la
contratación de mano de obra extranjera. La imposibilidad legal de contratar a migrantes
por lapsos menores a los seis meses, es indicado como un factor que podría provocar que
ciertos sectores de la economía contraten inmigrantes en situación irregular, como la
agricultura, por ejemplo, campo productivo que requiere altos contingentes de mano de

31
La visa de estudiante es el permiso de residencia que habilita a su titular a estudiar en establecimientos de
enseñanza reconocidos por el Estado. Permite que el titular cambie de institución educacional sin la
obligación de solicitar un nuevo permiso de residencia. Este tipo de visa no autoriza a su titular a realizar
actividades remuneradas. La duración de la visa depende de la duración de la carrera del estudiante. Esta
visa permite optar a la residencia definitiva una vez acabados los estudios acreditados.
32
La visación de residencia temporaria se otorga a aquellos extranjeros que acrediten tener vínculos de
familia o intereses en el país y cuya residencia se estime útil y conveniente. En términos generales permite
realizar en Chile cualquier actividad, sin más limitaciones que las establecidas por las leyes. Se expide por un
período máximo de un año, renovable hasta completar dos años, al término del cual el extranjero deberá
solicitar la Permanencia Definitiva o abandonar el país.
33
ROJAS, N. & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 6.

32
obra durante las temporadas, pero que mantiene en condición al inmigrante de plena
vulnerabilidad.34

De la mano con ello, otro dificultante de la inserción laboral migrante reconocible


en Chile es la desinformación existente. Los encargados de la elaboración y entrega de la
información para la contratación de trabajadores migrantes proviene principalmente de
instituciones gubernamentales: Dirección del Trabajo, el DEM, municipalidades y
organismos internacionales. No obstante, la llegada de dicha información a los migrantes
que se aprestan a encontrar trabajo, o bien hacia los empleadores que pretenden
contratarlos, no se transmite mediante canales efectivos.

“De la insuficiencia de información vienen los abusos… Yo diría que casi el 99%
de los empleadores desconocen la ley” 35 (Entrevistado de la sociedad civil).

“Desconozco la ley migratoria y no sé dónde conseguir información. Estamos


necesitando mano de obra y llegan muchos extranjeros que se quieren emplear, pero están
sin documentos, entonces nos surgen las dudas: ‘¿Los tomamos o no los tomamos? ¿Nos
pasará algo no nos pasará nada?’ (Entrevistado del sector privado/servicios) 36”

Asimismo, el migrante en Chile desconoce la normativa legal laboral respecto


condiciones y derechos, requisitos de permanencia, convenios de seguridad social
internacionales, acceso a la vivienda, a la salud, educación, posibilidad de crear cuentas
bancarias y otros similares37. Desde el aspecto laboral, la desinformación y la ausencia de
procesos protocolares desde los empleadores, o el mismo Estado para la contratación de
mano de obra migrante, sumado a la ausencia de canales informativos de Chile en Haití (en
nuestro caso puntual) para los futuros migrantes, ha provocado numerosas dificultades para
la incorporación laboral de los sujetos. Esta situación de vulnerabilidad de los migrantes
haitianos y haitianas, por una parte, e irregularidad, por el lado del funcionamiento de la

34
NORIEGA, N. El empleo de inmigrantes extranjeros en la agricultura: Un desafío para la coyuntura y el
debate en la reforma migratoria. Revista SUR, 2016 Disponible en:
[http://www.revistasur.cl/revistasur.cl/2016/02/el-empleo-de-inmigrantes-extranjeros-en-la-agricultura-un-
desafio-para-la-coyuntura-y-el-debate-en-la-reforma-migratoria/]
35
ROJAS, N. & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 6.
36
Idem. Página 38.
37
Ver capítulo 3

33
ley, deja a la deriva a nuestros sujetos, que como la gran mayoría, ingresan al país en
calidad de turistas con el objetivo de conseguir un contrato, proceso en el cual deben
enfrentarse a esta serie de barreras. Privados de aquello, deben acudir a otros canales de
sobrevivencia mientras regularizan su situación en búsqueda de un empleo, dedicándose a
actividades de comercio informal, como lo es el comercio ambulante, que a pesar de estar
penado por la ley actual, se les presenta como una de las pocas alternativas suplementarias
mientras regularizan su permanencia en el país. De ahí la gran presencia de haitianos y
haitianas vendiendo sus productos en las calles de Santiago, como la Alameda, atentos y
atentas a la aparición de algún policía que quite sus medios de sobrevivencia.

1.4.- Reformas

Por las dificultades que la ley ha presentado a los contingentes inmigratorios, en


2015, se creó junto a otros 15 nuevos tipos de permiso, la visa “por motivos laborales”, que
modificó la visa sujeta a contrato en aspectos como la eliminación de la “cláusula de viaje”
que obligaba al empleador a hacerse cargo del regreso del empleado, y la autorización de
cambio de empleador sin perder el permiso de residencia. Según la normativa, los nuevos
visados son prorrogables por un año más (2 en total), de los cuales una vez cumplidos,
pueden solicitar la permanencia definitiva en el país. A saber:

1. Extranjero con vínculo con chileno(a)

2. Hijo(a) de extranjero transeúnte

3. Vínculo con familiar con permanencia definitiva

4. Ex residente

5. Religiosos

6. Jubilados y rentistas

7. Inversionistas y comerciantes

8. Profesionales y más de un contrato

9. Profesionales y técnicos de nivel superior

34
10. Personas con dos o más contratos de trabajo

11. Remunerado en el exterior

12. Periodista o profesionales de medios de comunicación

13. Embarazadas y tratamiento médico

14. Ciudadanos del MERCOSUR

15. Por motivos laborales

16. Unión Civil38

En la misma línea que las últimas modificaciones hechas a la ley, para disminuir
algunas trabas a la inserción de la población migrante, durante los Gobiernos de Michelle
Bachellet, se realizaron nuevos ajustes al Decreto Ley para entrar en consonancia con las
convenciones internacionales a las que Chile se ha suscrito. El año 2008, se promulga el
Instructivo Presidencial N°9 39 que atribuye el derecho a los migrantes de acceder al sistema
público de salud y acceso al sistema escolar de los hijos de migrantes en Chile. El año
2015, en el marco de una oleada migratoria explosiva, se publica el Instructivo Presidencial
N°540 que compromete a Chile a acoger a los migrantes que decidan viajar, respetando las
normativas internacionales en vistas a una mejor inclusión de los cada vez más y más
migrantes. El instructivo define los lineamientos e instrucciones para la Política Migratoria
y coordina a los órganos del Estado para la creación de un Sistema Nacional de
Migraciones41. Siguiendo esta misma línea, el año 2015 se proclama la formulación de la

38
ROJAS, N & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 7.
39
Secretaría General de la Presidencia. Instructivo Presidencial n°9: Imparte Instrucciones sobre la ”Política
Nacional Migratoria”. Santiago de Chile. 2015.Disponible en:
[http://transparenciaactiva.presidencia.cl/Otros%20Antecedentes/16.-%20Inst.%20N%C2%BA%209.pdf]
40
Secretaría General de la Presidencia. Instructivo Presidencial n°5: Lineamientos e Instrucciones para la
Política Nacional Migratoria. Santiago de Chile. 2015.Disponible en:
[http://transparenciaactiva.presidencia.cl/Otros%20Antecedentes/Inst.%20Pres.%20N%C2%BA5.pdf]
41
Este documento estipula los lineamientos a seguir por el Estado y delega órganos y servicios del gobierno
a que encausen sus planes, programas y proyectos hacia el establecimiento de un Sistema Nacional de
Migración

35
Política Nacional Migratoria 42, el Consejo Técnico de Política Migratoria 43 y el Consejo
Consultivo de Migraciones44 , instituciones que se orientan a <reformar> la tetragenaria ley
migratoria elaborada en Dictadura45.

Dentro de este mismo marco reformativo, teniendo en cuenta que la mayoría de los
migrantes que ingresan a Chile lo hacen en primera instancia en calidad de turistas, y una
vez al interior solicitan los permisos de residencia, la legislación chilena ha permitido la
modificación de status de los migrantes al interior del país; si un migrante en calidad de
turista acoge una oferta laboral y contrato de trabajo, puede optar a la solicitud de una “visa
sujeta a contrato 46 ” o bien la visa por “motivos laborales 47 ” promulgada el año 2015,
permitiendo de este modo iniciar un proceso de regularización mediante el empleo. No
obstante, sorprende el retraso con que se han implementado dichas modificaciones a la Ley.
Además de estas reformas, el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del
Interior ha llevado adelante una serie de reajustes administrativos que garanticen los
derechos de todos los migrantes en Chile, a saber:

“1. Cambio en el criterio para determinar si una persona es hijo de extranjero


transeúnte. Ahora se comprende que los hijos de migrantes residentes en Chile son
chilenos, con independencia de la situación migratoria de sus padres.

42
El Consejo de Política Migratoria se constituye por nueve ministerios. Con el objetivo de responder de
manera integral al fenómeno de las migraciones y entregar una respuesta eficaz de parte del Estado.
43
El Consejo Técnico de Política Migratoria, tiene como objetivo proponer una agenda temática y
suministrar herramientas técnicas locales para el funcionamiento del Consejo Política Migratoria.
44
El Consejo Consultivo de Política Migratoria es un órgano de tipo consultivo, cuyo objetivo institucionalizar
el análisis y la discusión de la sociedad civil respecto de las migraciones.
45
ROJAS, N & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 8.
46
Esta visa requiere de la existencia de una contratación previa que cumpla con ciertas cláusulas especiales.
Para su otorgamiento, se exige al empleador costear el pasaje de regreso al país de origen para el trabajador
y su familia una vez ya acabada la relación laboral (cláusula de viaje) y establece que el trabajador debe
completar dos años como titular de visa sujeta a contrato para solicitar un permiso de permanencia
definitiva. En caso de cambio de empleador se debe solicitar una nueva visa con el nuevo empleador en un
plazo máximo de 30 días para no quedar en situación migratoria irregular. Estas cláusulas, por un lado, la
obtención de un contrato y, por otro, posicionan al migrante en situación de vulnerabilidad, teniendo que
soportar potenciales abusos por parte del empleador con tal de cumplir los dos años que la ley establece
para solicitar la residencia definitiva.
47
Para evitar toda clase de abusos que pudiese suscitar la visa sujeta a contrato, el año 2015 se crea la visa
por motivos laborales. Elimina la cláusula de viaje y permite el cambio de empleador sin perder el permiso
de residencia.

36
2. Se ha incentivado a la regularidad de todos los niños mediante el programa
‘Escuela somos todos’ que promueve y ayuda a la realización de las gestiones necesarias
para que todos los niños y niñas que asisten a las escuelas sean regularizados.

3. Se ha favorecido el acceso a la vivienda, entre otras cosas, mediante un subsidio


al arriendo y posibilitando que cualquier migrante con permanencia definitiva pueda
postular a los subsidios de vivienda estatales en igual condición que los nacionales.

4. Exención de multas a niños, niñas y adolescentes. Se comprende que los hijos


menores de edad de padres extranjeros no son responsables de su situación migratoria, por
lo que se ha eliminado el pago de multas para ellos.

5. El acceso a salud se ha visto favorecido por un convenio entre el DEM y el Fondo


Nacional de Salud (FONASA), que establece que cuando los migrantes tienen visa en
trámite, pueden obtener un carnet de FONASA que les permita acceder a las atenciones de
salud en el sistema público.

6. Creación de una visa por motivos laborales. Esta visa, como se explicó
anteriormente, elimina la cláusula de viaje y da la posibilidad de cambiar de empleador sin
perder el permiso de residencia.

7. Reconocimiento de uniones civiles. Desde 2015 se reconocen las uniones civiles


llevadas a cabo en Chile o en el extranjero sin distinción del sexo de los contrayentes (en
parejas heterosexuales o de un mismo sexo) para la obtención de visas temporarias.

8. Modificaciones al reglamento de extranjería, entre las que podemos encontrar: a)


que todas las visas a niños, niñas y adolescente tendrán un valor de US$15, b) que no se
hará cobro de visa a las personas víctimas de trata, c) que se otorgará permiso de trabajo a
procesados mientras se encuentren en proceso judicial y d) que la Policía de
Investigaciones ya no podrá retener documentos a los extranjeros.48”

Adicionalmente, se ha avanzado en la promulgación de un Anteproyecto de Ley de


Migraciones. Para dicha elaboración, participaron agentes de la sociedad civil con 8

48
ROJAS, N & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 9

37
encuentros consultivos durante 2014, recogiendo manifestaciones de estos grupos respecto
prioridades legislativas, temores, nueva institucionalidad y temas de índole migratoria. Este
proyecto prevé la instauración de una nueva institucionalidad acorde a la realidad
migratoria en el Chile de hoy. El objetivo es fomentar una política migratoria nacional que
descanse en la intersectorialidad, con la participación activa de los ministerios del Consejo
de política Migratoria, proponiendo nuevos tipos de visados que aporten a la coyuntura. Sus
principales principios de propuesta son: Derechos Humanos, inclusión, no discriminación,
información y transparencia, regularidad, trata de personas y tráfico lícito de migrantes, no
criminalización y migración segura 49.

No obstante las propuestas y las modificaciones hechas a la ley, estas no revierten


su funcionalidad, en tanto no generan cambios sustantivos en su estructura, sino que se
orientan a “maquillarla” para conferirle un aspecto más humanizado. Inclusive, estas se
reformas se han discutido en torno a datos exiguos, ya que el fenómeno migratorio no se ha
estudiado con la profundidad adecuada desde el año 2002 (considerando como fallido el
CENSO de 2012), en tanto los datos recogidos para el estudio migratorio en Chile
provienen desde el CENSO, el DEM, y de la encuesta CASEN. Por lo tanto, en Chile no
existen registros continuos de población desde hace 14 años, no pudiendo contar con datos
certeros de la evolución de la población migrante en Chile. Esto nos sitúa en un contexto
débil para discutir eficaces reformas que permitan superar las falencias que persisten, o para
prescripción de una nueva ley.

1.5.- Segregación sociolaboral

Continuando con nuestro sujeto de estudio, hemos podido constatar que existe en el
imaginario colectivo la idea de que la población haitiana ocupa las posiciones inferiores en
la escala sociolaboral chilena, es decir, que son relegados a las labores menos deseadas,
reconocidas por los bajos salarios percibidos, precarización de las condiciones laborales,
estancamiento profesional, permanente inestabilidad laboral y de renta, la alta rotación de
trabajadores, y el escaso prestigio social que revisten (realidad que comprobaremos
cuantitativamente en el siguiente apartado). Esta segmentación de la ocupación laboral,

49
Ídem.

38
debe sus causales al crecimiento del mercado laboral, y la consiguiente alza de demanda de
mano de obra, en tanto asistimos a una agudización de la alta tasa de rechazo hacia estas
labores por la población nativa, y la creciente movilidad ocupacional femenina y de los
jóvenes autóctonos50,

“ […] esta segmentación termina consolidando la idea de que los migrantes hacen
las tareas que los nacionales chilenos no quieren hacer, dado que ya no les son rentables, ni
atractivas, ni valoradas, y así se empiezan a cubrir esos nichos con los migrantes […] La
migración femenina, en especial aquella destinada al cuidado y el servicio doméstico, junto
con traer connotaciones positivas al facilitar la inserción de la mujer nativa en el mercado
laboral, refuerza al mismo tiempo la precariedad laboral histórica que ha caracterizado a
esas ocupaciones ante la omisión del Estado en normativas reguladores y políticas
protectoras.51”

De acuerdo a la aplicación de la Ley de Migraciones, ante las falencias que presenta,


reproduce y valida la concepción racista e histórica construida en el imaginario colectivo
respecto el trabajo desempeñado por los migrantes, como el menos valorado por la sociedad
chilena. Esta concepción social, se nutre de las ineficiencias que la Ley y el Estado
presentan en este tema, ya que no ofrece canales a los extranjeros para obtener mejores y
empleos más seguros. Inclusive, no reconoce ni valida títulos universitarios obtenidos en
Haití, obligando a los profesionales a desempeñarse en esta clase de labores.

1.6.- Vacíos legales

Podemos expresar, que la normativa vigente se presenta ante el migrante haitiano


como una barrera semipermeable, en cuanto permite la entrada de flujos migratorios bajo
ciertos requerimientos y condiciones (permitiendo su “inclusión” social por medio de la vía
laboral), sin embargo, sortear dichas estipulaciones legalmente, muchas veces no es
posible. Conscientes las autoridades legislativas del crecimiento exponencial que ha
experimentado la inmigración haitiana, se han dispuesto nuevas medidas en 2012, -aunque

50
SOLIMANO, A. Incorporación laboral de los migrantes en la Región Metropolitana de Chile. Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) Santiago, 2012. Página 14.
51
MARTÍNEZ, J. El encanto de los Datos: Sociodemografía de la Inmigración en Chile según el Censo de 2002.
Cooperación Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Santiago, 2003.

39
discriminatorias por la focalización nacional a la que se orientan- que permiten el acceso de
los migrantes haitianos en el país; la posesión de un pasaje de ida y vuelta, una Carta de
Invitación, en donde el haitiano o haitiana demuestran haber sido invitados por familiares o
conocidos, quienes se harán cargo de su estadía de 3 meses en Chile, y la acreditación de
US$1000 para su mantención, produciendo una tasa de rechazo de entradas del 53% ese
mismo año52. Como consignan las estadísticas, de los 41.065 haitianos ingresados en Chile
los últimos tres años y primer semestre de 2016, 4.404 han vuelto a su país de origen una
vez acabada la visa turista. Esto quiere decir que solo el 11% ha abandonado Chile
cumplido el plazo, por lo tanto, el 89% 53 restante que ha sido visado como turista ha
cambiado de categoría a “irregular” por haber permanecido en el país y por haber
presuntamente desarrollado actividades remuneradas sin permiso.

Pero las irregularidades no se quedan ahí. El ascendente flujo migracional haitiano


ha despertado ambiciones en algunos grupos dada la nueva coyuntura social en el país. De
acuerdo a la normativa legal no oficializada, la obtención de una carta de invitación se ha
convertido en la principal vía utilizada por dominicanos y haitianos al momento de ingresar
a Chile, “desde el 2012 se identifica la imposición de una institucionalidad migratoria
informal para la población haitiana, a la cual se le comienza a exigir, sin estipularse
oficialmente, una carta de invitación y 1.000 dólares a la hora de ingreso […] dando pie a
un ‘mercado de cartas de invitación’ 54 ” Con ello, han proliferado ciertos individuos y
grupos que ven en este proceso migratorio, con todas sus implicancias –sociopolíticas,
económicas y culturales-, una fuente ilegal de lucro muy productiva. Así lo confirma
Brunet Britus, haitiano, que ante las constantes salidas de sus compatriotas a Sudamérica,
comenzaron a alertar a la comunidad sobre irregularidades en el proceso de migración.
“‘Hay personas que nos venden las cartas de invitación, que sirven para entrar a su país. O

52
ROJAS, N & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 16
53
Llegada de haitianos a Chile crece 731% en los últimos tres años. (4 de agosto de 2016) En:
[http://www.t13.cl/noticia/nacional/llegada-haitianos-chile-crece-731-ultimos-tres-anos]
54
ROJAS, N & SILVA, C. Boletín Informativo Departamento de Extranjería y Migración N°1: Migración
Haitiana en Chile. Departamento de Extranjería e Inmigración. Santiago (2016), página 9.

40
nos venden los contratos de trabajo, que son necesarios para que se queden a vivir en su
país’ 55“.

Otra vía no legal de la cual disponen los migrantes haitianos para obtener visas
temporales en Chile -con derecho a ejercer actividades remuneradas legalmente- es la
obtención de contratos laborales falsos. Ya hemos comentado la importancia de la posesión
de un contrato laboral para la población migrante, puesto que la acreditación de éste
proporciona al migrante el derecho a establecerse durante un año en el país con la
posibilidad de renovar dicha condición una vez expirado el plazo y aspirar en última
instancia a la residencia definitiva. Es decir, se erige como la vía de regularización más
efectiva y segura, en tanto que, como mencionamos anteriormente, la inclusión de
inmigrantes haitianos en Chile se realiza principalmente desde el plano productivo y
funcional. Esta vía de obtención de la residencia temporal, se presenta como una alternativa
rápida para la población migrante, puesto que permite la entrada al país en una condición
más estable que aquel migrante que presenta una carta de invitación para su ingreso en
calidad de turista.

“El masivo arribo de extranjeros al país, además, abrió la puerta para un nuevo
delito: la venta de falsos contratos de trabajo. La Plaza de Armas es epicentro de este
desconocido mercado negro. Uno de estos documentos, que facilita la obtención de
residencia temporal y definitiva para un extranjero, puede costar entre $ 50 mil y $ 120 mil.
Pero no solo chilenos participan de este ilícito. También hay peruanos, argentinos,
colombianos e, incluso, haitianos, quienes vieron esta irregularidad una oportunidad de
obtener ingresos extra. Quienes venden estos documentos se mueven con cautela cerca de
la Catedral Metropolitana. Ofrecen sus productos sólo a extranjeros o a quienes llegan por
una recomendación. Pese a esta barrera, no es difícil conseguir una copia de contratos
falsos, como el que emitió Héctor Rodríguez, ciudadano argentino, que presuntamente
contrató de forma ficticia a la haitiana M.E.C. como auxiliar de aseo, trabajo por el cual,
según el documento, le pagaría $ 257.500. O los documentos que presuntamente elaboró

55
LABRÍN, S. Fiscalía indaga presunto tráfico de migrantes haitianos en aeropuerto. (20 de noviembre de
2016) Diario La Tercera. Disponible en: [http://www.latercera.com/noticia/fiscalia-indaga-presunto-trafico-
migrantes-haitianos-aeropuerto/]

41
Sonya Reyes para dar trabajo como temporeros a J.F.D. y a R.A., ambos haitianos, que
pagaron $ 50 mil por obtener contratos que le permitirían obtener la residencia. 56”

Como lo asevera dicha cita, la circulación en el mercado informal de documentos


para migrantes, ha proliferado en el país como efecto o consecuencia de la expansión del
mercado y el aumento de la oferta de empleos, convirtiéndose en una práctica común, de
conocimiento masivo y de fácil accesibilidad, y por lo demás rentable, ya que aminora las
trabas legales que se imponen a los migrantes. Como señala el párroco de la iglesia San
Saturnino de barrio Yungay, “Lo que he visto en estas últimas semanas es que lo
vendedores de contratos falsos no apuntan a quienes están desesperados y sin trabajo, sino
que a los que recién se están bajando del avión. Entonces, la capacidad de reaccionar y
aconsejar es cada vez menor57”, junto con ello, tampoco existen entidades institucionales
que prevengan ni informen debidamente a la población migrante que arriba a Chile respecto
dichas prácticas. Estas vías alternativas ilegales actúan como un arma de doble filo para la
población migrante. En primer lugar, los recién ingresados, aparentemente en condiciones
regulares, realmente no gozan de dicha condición, sino más bien, se encuentran en una
situación de vulnerabilidad e irregularidad legal, pues al no existir un contrato fidedigno, el
migrante corre el riesgo de ser descubierto en posesión de contrato falso y por lo tanto
multado y, dependiendo de la gravedad del asunto, deportado. En segundo lugar, el contrato
ficticio conlleva en ocasiones al ejercicio laboral de manera informal, dando pie a casos de
abusos laborales por parte del empleador, a la dificultad del acceso al sistema de salud
mediante vías establecidas por contrato –ISAPRES, FONASA- y por sobre todo, se pone en
riesgo la chance de una vida de expectativas a la que han decidido abocarse fuera de sus
tierras.

No exiguo lo anterior, actualmente, a nivel judicial se indaga un posible tráfico


ilegal de migrantes haitianos en el Aeropuerto Internacional. El 30 de agosto de 2016, luego
de recibir una denuncia de la PDI que da cuenta del aumento del flujo de haitianos en busca
de residencia en Chile, el Ministerio Público abrió una causa judicial reservada para la
investigación de supuestas aerolíneas que han lucrado con el transporte de masivos

56
Idem.
57
Idem.

42
contingentes migrantes, cuyo objetivo es la sanción de quienes faciliten o promuevan la
entrada ilegal de extranjeros en el país. La compañía investigada, Latin American Airways
(LAW), inició sus actividades en el Aeropuerto el 28 de enero de 2016 y actualmente
mantiene trámites para obtener su propia certificación. Los cuatro aviones con que opera,
realizan vuelos semanales a Lima, Punta Cana y Puerto Príncipe. El hecho de investigar a
esta compañía radica esencialmente en la breve trayectoria en el país, las rutas de viaje –las
cuales proporcionan la mayoría de migrantes al día de hoy- y el alza del flujo migrante
haitiano y dominicano. No obstante, llama la atención el empecinamiento judicial
solamente contra esta línea, ya que “habiendo otras tres líneas aéreas que atienden dicho
mercado, como son Avianca, Copa y Latam, donde sólo un 25% de los haitianos que
llegaron a Chile durante el primer semestre de este año lo hicieron a través nuestro 58”.

Sea cierto el hecho o no de la trata de personas, el punto de importancia en este


asunto es la mirada lucrativa de individuos o empresas que se aprestan a enriquecerse con
la necesidad y la coyuntura migratoria, beneficiándose de los contingentes migratorios
haitianos que sin tener un “salvavidas” previamente, recurren a la opción más rentable que
se les presente.

1.7.- Conclusiones

Fundadamente, la ley 1094 del año 1975, -que si bien ha sido reformada los últimos
años en consonancia al presente- vislumbra serias deficiencias para los contingentes
migratorios el día de hoy. La no adopción de protocolos migracionales asociados a
convenciones de Derechos Humanos, la ausencia de estudios acuciosos por parte del Estado
respecto de la nueva coyuntura migrante, las dificultades presentes en el ámbito de la
incorporación laboral, que a la vez se erige como la principal vía de regularización y primer
eslabón de la inclusión social en pos de la productividad del país, sumado a la serie de
vacíos legales para la entrada y obtención de residencias –que ha incentivado la
proliferación de sujetos y organizaciones ilegales para su suministro- son parte de las
deficiencias que la Ley de Extranjería presenta para la nueva corriente migratoria en Chile.
Junto con ello, la imposición de medidas legales no oficializadas hacia la población haitiana

58
Idem.

43
y dominicana, dan cuenta de una racialización de la ley migratoria, en tanto establece
mayores controles y requisitos para caribeños afrodescendientes.

La promulgación de una nueva ley que se ajuste a la multiculturalidad actual en


Chile, se presenta como un desafío para las instituciones atingentes al caso; la reciente data,
el gran flujo y la inexperiencia respecto al nuevo escenario sociocultural en Chile requiere
de estudios cualitativos profundos orientados tanto a la inclusión sociocultural del migrante,
a la correcta inserción laboral y la garantización de premisas sociales básicas para los
nuevos integrantes de la sociedad.

44
Capítulo II: Caracterización de la migración haitiana en Chile

En el siguiente capítulo, abordaremos la migración haitiana en Chile de manera


global, es decir, enfatizando en campos que representan su condición como fenómeno, a
saber: mediante datos estadísticos recabados principalmente del Departamento de
Extranjería y Migración, se dará cuenta de la migración haitiana a nivel general. Esto
incluye determinar en una primera instancia la cantidad de haitianos que deciden migrar a
Chile, es decir, analizar estudios estadísticos institucionales que demuestren la envergadura
cuantitativa del fenómeno migratorio haitiano. Los datos recogidos representan
específicamente a migrantes haitianos que han obtenido su permanencia definitiva entre los
años 2006 y 2014, por lo tanto, los datos estudiados fueron recogidos de los migrantes
haitianos en condiciones regulares y definitivas, no obstante ello, dichos datos pueden
ofrecernos una visión aproximada y proyectada respecto al fenómeno en sí. Luego, se
estudiará el balance de género (hombre/mujer) de las haitianas y haitianos en Chile,
pasando por temas como la condición social de la población haitiana, su nivel educacional,
vivienda, rangos etáreos o su emplazamiento geográfico en Chile. También se reconocerán
y caracterizarán los distintos flujos u oleadas migratorias que los haitianos y haitianas
conforman al abandonar el país, esto según parámetros económicos y socioculturales de la
población migrante. Finalmente, compararemos a través de la estadística el comportamiento
y evolución de tres importantes colonias migrantes en Chile (colombiana, boliviana y
peruana), a modo de ofrecer mediante la construcción de cuadros comparativos las
especialidades de estas colonias en comparación a la haitiana. En resumidas cuentas, se
dará una visión general del fenómeno migratorio haitiano en Chile mediante el estudio de
áreas que nos ofrezcan una versión multilateral de su condición.

2.1.- Haitianos y haitianas en Chile; evolución de su crecimiento demográfico

El año 2014, el Departamento de Extranjería y Migración llevó a cabo un estudio


que entregó una estimación de la población total migrante en Chile en 410.988 personas, de

45
las cuales, 1.649 corresponderían a haitianos 59 con permanencia definitiva, es decir aquellos
haitianos y haitianas que han regularizado su situación migrante. Como ya hemos
mencionado, los datos que analizaremos más adelante fueron recogidos de un margen muy
pequeño de lo que significa el fenómeno migratorio actual, en tanto la mayor parte de este
fenómeno la constituyen haitianos recién llegados, o bien en condiciones irregulares, esto
dado la no existencia de estudios recientes que profundicen en aspectos como estos sobre
las demás condiciones migrantes (sin permanencia definitiva).

60

La tendencia del otorgamiento de residencias definitivas a la población haitiana en


Chile experimenta un alza constante a lo largo de los años a excepción de dos períodos; el
año 2010, que devela una baja de 56 a 48 visas respecto al año anterior (8 menos), y el año
2012, disminuyendo desde 238 permisos a 157 (81 menos). Este último año es emblemático
para la población haitiana y dominicana, puesto que es el año de implantación de nuevos

59
Departamento de Extranjería y Migración. Anuario Estadístico Nacional de la Migración en Chile 2005-
2014. Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Santiago, 2016. Disponible en:
[http://www.extranjeria.gob.cl/media/2016/09/boletin-1.pdf]
60
ROJAS, N & SILVA, C. Boletín Informativo n°1: Migración Haitiana en Chile. Departamento de Extranjería y
Migración. Santiago. Septiembre de 2016.

46
requisitos para estas nacionalidades, como la obligación de presentar cartas de invitación y
US$1000 al momento de hacer ingreso a Chile, que provocó el masivo reembarque de
migrantes por la carencia de dichos requisitos. Por lo tanto, podría atribuirse dicha
disminución de permisos definitivos al endurecimiento de las políticas migratorias hacia la
población, específicamente, de Haití y República Dominicana, las cuales perfectamente
podrían tildarse de racistas en tanto se imponen a dos nacionalidades del Caribe y de piel
negra.

Previamente a dicha imposición, el mayor porcentaje de crecimiento observado data


en 2011 respecto a 2010, con un aumento de 196 permisos, es decir, se observa un aumento
de la población haitiana en condiciones regulares en un 396%. El segundo mayor
crecimiento porcentual se fecha en 2014 respecto a 2013, con un crecimiento de 162%, lo
que significa un aumento de 472 permisos respecto al año 2012. Por último, el período
2014-2015 expresa un aumento de 470 permisos más. Esto quiere decir que la radicación de
la colonia migrante haitiana ha experimentado un crecimiento sostenido en Chile, pero no
de manera explosiva como ha sucedido con la colonia colombiana, que ha cobrado
inusitado protagonismo, como veremos al final de este capítulo.

2.2.- Balance de género

El caso de Haití es diferente a la tendencia de los demás países. En términos de


distribución por género, el caso haitiano demuestra que la mayor parte de la población
haitiana en Chile es de género masculino. Como indica el siguiente gráfico, de acuerdo a
las permanencias definitivas otorgadas a la población haitiana entre 2006 y 2015, un 68%
corresponde a personas de género masculino, mientras que el 32% corresponde a mujeres,
por lo que el caso haitiano se presenta como aislado en tanto las demás colonias migrantes
en Chile son principalmente femeninas 61.

61
ROJAS, N & SILVA, C. La migración en Chile: breve reporte y caracterización. Informe OBIMID. Madrid,
2016. Página 19

47
62

2.3.- Clasificación etárea

Respecto a las residencias definitivas entregadas a los haitianos y haitianas en Chile


durante 2006 y 2015, estas corresponden igualmente en su mayoría a población en edad
propicia para su desenvolvimiento laboral (86% aproximado), concentrándose en los rangos
que van desde los 15 años a los 44, representando el 81.4% de los permisos otorgados, lo
que quiere decir que la población migrante haitiana que llega al país es en su mayoría
población joven y que los ha constituido como una no despreciable fuerza laboral.
Situación que se acomoda perfectamente al tipo de inclusión (mediante el trabajo) que la
sociedad chilena le ofrece.

62
ROJAS, N & SILVA, C. Boletín Informativo n°1: Migración Haitiana en Chile. Departamento de Extranjería y
Migración. Santiago. Septiembre de 2016. Página 5.

48
63

2.4.- Localización geográfica

Respecto la localización de la colonia migrante haitiana en Chile, la Región


Metropolitana se ha perfilado casi unánimemente como el sector predilecto para su
emplazamiento; la Región Metropolitana aparece como el principal núcleo de dicha
comunidad, representando el 97,6% de las permanencias definitivas otorgadas en Chile. Le
sigue la región de Coquimbo con un 0,8% y la Región de Valparaíso con el 0,6%64, como
observaremos en el siguiente gráfico.

63
Idem.
64
Idem.

49
Permanencias definitivas

97,6% 0,8%
0,6%
Región Metropolitana Región de Valparaíso Región de Coquimbo

Fuente: elaboración propia

2.5.- Región Metropolitana: foco de la migración haitiana

De acuerdo a ello, la Policía de Investigaciones arrojó un estudio el año 2008 en el


cual se identifican los principales sectores de emplazamiento de los migrantes haitianos en
la región. El estudio considera 38 comunas, destacando como la principal comuna receptora
de familias haitianas Quilicura, que registra la autorización de 527 visas definitivas. Detrás
de ella, le sigue Estación Central con 252 visas. Más atrás la comuna de Santiago con 105.
Luego la comuna de Recoleta con 88 visas y la de Independencia con 60. Dentro de las
comunas que albergan haitianos en un grado medio, aparecen San Bernardo con 50, Maipú
con 44, y Pedro Aguirre Cerda con 21. Por lo tanto, de acuerdo a los datos analizados, se
deduce que los migrantes de origen haitiano escogen comunas de estratos sociales medios-
medios y medio-bajos para su emplazamiento debido principalmente al menor costo que
representan dichas comunas en materia de vivienda respecto otras.

50
65

2.6.- Nivel educacional

Otro punto de relevancia para el estudio de la migración haitiana en Chile es el nivel


educacional de quienes componen dicho flujo migratorio. Como mencionamos en el
capítulo anterior, Haití es uno de los países con el cual Chile a la fecha no posee convenio
de validación de estudios, realidad que dificulta la correcta integración tanto de
adolescentes estudiantes como de adultos que posean estudios superiores. A continuación,

65
Reporte n° 5: Análisis de Situación Migratoria de Extranjero de Nacionalidad Haitiana. Policía de
Investigaciones de Chile. Julio de 2012. Página 8.

51
el gráfico nos muestra la distribución de los migrantes según nivel educacional, de acuerdo
al otorgamiento de permanencias definitivas.

Según el gráfico expuesto anteriormente, en su mayoría, no existen datos certeros


respecto al nivel educacional de la población migrante haitiana en Chile, puesto que la
categoría de “sin información” es la que abarca más migrantes. Destaca además, que la
mayoría de la población realmente estudiada de origen haitiano ha realizado sus estudios de
Educación Básica y Educación Media, siendo por lo tanto los haitianos y haitianas “sin
educación”, con “educación pre-básica”, “técnica” y “universitaria” la minoría de la colonia
haitiana en Chile, considerando que el amplio vacío de información respecto al nivel
educacional de los haitianos y haitianas nos limita a remitirnos a datos recogidos muy
escasos. Sin embargo, otro gráfico elaborado por el DEM basado en la encuesta Casen de
2013, arroja cifras según las cuales puede apreciarse la concentración de altos contingentes
de migrantes con estudios universitarios en la Región Metropolitana, como la población
haitiana (15,4%), boliviana (39,1%), la colombiana (23,7%) y argentina (21,5%) que nos
permiten deducir que existe un porcentaje no menor de migrantes con un alto promedio de
años de estudio en Chile. Observemos el siguiente gráfico donde se aprecian los datos de la
la Región Metropolitana.

52
66

El cuadro anterior, demuestra por ejemplo como en la Región Metropolitana de las


7 comunidades extranjeras residentes, a excepción de solo dos, Perú y República
Dominicana, superan exhaustivamente a la población chilena con estudios superiores en la
Región, evidenciando que, al menos, la Región Metropolitana, no sólo se presenta como un
destino para ejercer un trabajo u oficio, sino que también se presenta como un polo de
atracción para migrantes que posean estudios superiores y puedan desempeñar su profesión.

66
ROJAS, N & SILVA, C. La Migración en Chile: Breve Reporte y Caracterización. Informe OBIMID.
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana. Madrid, 2016

53
2.7.- Caracterización socioeconómica

Como bien sabemos, en la actualidad Haití actúa como un polo de repulsión


migrante, es decir, constantemente flujos migratorios abandonan el país, principalmente por
la inestabilidad político-económica que se vive por años. Al respecto, cabe preguntarnos
acertadamente qué parte del flujo migratorio total saliente de Haití es el que se radica en
Chile, y más específicamente en la Región Metropolitana (foco principal), pues bien, Chile
se ha posicionado como una opción migratoria para los haitianos desde no ha mucho
tiempo. Por lo tanto, analizaremos las características socioeconómicas de los migrantes
haitianos y haitianas en Chile y los demás destinos que consideran al migrar.

En base a un estudio realizado por el Departamento de Extranjería y Migración en


septiembre de 2016, mediante entrevistas a migrantes se ha reconocido al menos tres flujos
migratorios característicos emergentes de Haití, a saber: se reconoce un flujo denominado
como A, que engloba a migrantes de mayor capital cultural, social y económico, que
dispone de redes de apoyo presentes en el país de destino, como Estados Unidos, Canadá y
Francia, países que desde larga data han sido los destinos preferidos por los migrantes
haitianos principalmente por la cercanía al país, por la afinidad lingüística (el creole es un
dialecto de origen nativo y francés) y por ser países del primer mundo, con todo lo que ello
reviste para sus habitantes. Por otro lado, se reconoce un flujo B de migrantes, que
presentan algunas carencias de las cualidades del flujo migratorio A; si bien no cumplen
con los requisitos ni poseen los recursos para aspirar a desenvolverse en países del primer
mundo, pretenden alcanzar la misma calidad de vida buscando alternativas menos
exclusivas, como por ejemplo Brasil y Chile, que en ocasiones se presentan como una etapa
intermedia en su viaje al primer mundo. Finalmente, se reconoce un perfil C, mucho más
precarizado que los flujos A y B, cuya expectativa consiste básicamente en mejorar su
calidad de vida, proceso relacionado históricamente a la migración hacia las plantaciones
de azúcar en República Dominicana en búsqueda de ofertas laborales. En la actualidad,
Chile se presenta como un polo de atracción tanto para los flujos B como C, sin embargo,
el de mayor relevancia es el flujo B. Como consigna el estudio, dichos flujos representan el
sector intermedio de la población migrante de Haití que durante varios años tuvo a Brasil
como su destino principal gracias a una mayor afinidad cultural con la población local, sin

54
embargo, teniendo en cuenta la crisis política que vive el Brasil, han preferido reorientar su
mira hacia Chile. Mientras, el flujo C, minoritario y principalmente de origen rural,
conscientes de la exclusión vivida por sus pares en República Dominicana, determinan
decididamente radicarse en Chile sin escala previa. A continuación, un gráfico explicativo
de lo dicho anteriormente67.

68

67
ROJAS, N & SILVA, C. Boletín Informativo n°1: Migración Haitiana en Chile. Departamento de Extranjería y
Migración. Santiago. Septiembre de 2016. Página 9.
68
Idem.

55
Como pudimos observar, el flujo migrante haitiano que decide radicarse en Chile va
desde los estratos medios de Haití (B) a los estratos sociales bajos (C). Estas conclusiones,
se respaldan de otro estudio realizado por el DEM, en que investiga la división por quintiles
de los y las migrantes haitianas con permanencia definitiva en Chile. De los datos
expresados, en su mayoría, un 51,9% pertenece al quintil número II, lo que significa que el
promedio del ingreso familiar fluctúa entre $74.970 y los $125.558 por persona. Le sigue al
quintil II el quintil IV, con un 31,3% de los migrantes que viven con un ingreso familiar de
$193.105 hasta $352.743. Por otro lado, el tercer quintil representa al 12,2% con un
ingreso familiar per cápita que varía desde los $125.559 a los $193.104, le sigue el quintil I
que representa al 4,6% de la población total, recibiendo un ingreso entre los $0 y $74.969.
Por último, el quintil V que representa al 0,0% de la población haitiana. De acuerdo a los
datos, se deduce que más de la mitad de la colonia haitiana residente en Chile (con
permanencias definitivas) pertenece al quintil II, es decir, pertenece a la clase media baja, y
un 0% al quintil V, clase media alta, o alta. Y ese análisis se concreta remitiéndonos a los
datos del Ministerio del Interior, que entrega cifras de haitianos con permanencia definitiva,
sin embargo, si pudiéramos contar con los datos de haitianos en situación irregular o con
visas de turistas, la pauperización socioeconómica se estima sería mayor. Por lo tanto,
podríamos suponer acertadamente, que en su mayoría la comunidad haitiana en Chile
pertenece a la clase media baja, y baja, y ese 31,3% de los que pertenecen al quintil IV,
sería por lo tanto mucho menor en la práctica. 69

69

56
2.8.- Ocupación laboral

De acuerdo a la ocupación de los migrantes haitianos en Chile, la Policia de


Investigaciones desarrolló un estudio que da cuenta a nivel general de la situación haitiana
en el país. Dentro de los datos expuestos, uno de los más interesantes, es el catastro de
labores que ejercen en Chile los haitianos. El estudio realizado se apoya en el espacio
muestral que las visas sujetas a contrato (entre el 1 de enero de 2009 y 31 de diciembre de
2011) le ofrecen (1375 en total.

70

70
Policía de Investigaciones de Chile. Reporte n° 5: Análisis de Situación Migratoria de Extranjero de
Nacionalidad Haitiana. Julio de 2012. Página 11.

57
Del análisis del gráfico, se puede comprobar la tesis previamente expuesta sobre la
ocupación de los migrantes de los puestos más bajos de la escala sociolaboral de Chile. En
primer lugar, el trabajo realizado por la mayoría de la colonia migrante haitiana en Chile es
el oficio de “empleado” con 661 registos, destacando principalmente en bencineras,
recolectores de basura, regadores, aseadores, mantenimiento de la vía pública, comercio
ambulante, etc. En segundo lugar, la categoría que más haitianos desarrollan es la de
“estudiante”, que incluye principalmente a los hijos de las familias que arriban al país, con
102 estudiantes. En tercer lugar, aparece la categoría de “dueña de casa”, con una cifra de
79 personas (mujeres). En cuarto lugar se posiciona la categoría de “obrero”, con 76
registros, mientras que el quinto lugar se lo llevan las “asesoras del hogar”, con 70
personas. En oposición a dichas ocupaciones, las labores de “empresario (1),
“profesionales” (17), “laboratorista” (1), “artista o artesano” (2), que en este caso vendrían
a representar lo más alto de la escala sociolaboral que demanda la comunidad haitiana en
Chile, son puestos ocupados por el mínimo porcentaje de la población haitiana,
confirmando entonces que las labores ejercidas por los haitianos son las menos preciadas
socialmente en Chile. En términos generales, los profesionales de origen haitiano padecen
el fenómeno de descalificación laboral o de desaprovechamiento de sus estudios debido a
que no se reconoce su formación, social ni formalmente, debido a la carencia de procesos
de convalidación de estudios medios, ya que quienes cursaban estudios universitarios en
Haití, en Chile se le exige solamente demostrar estudios de enseñanza media. Por otro lado,
la barrera idiomática, resulta ser una desventaja de proporciones tanto para la búsqueda de
trabajo, que suele ser desorientada e informal, como para el resguardo de sus derechos
frente a los abusos laborales que describen en las entrevistas. 71 Otro aspecto relevante, y no
menos problemático de la población haitiana en Chile es el acceso a la vivienda.

2.9.- Vivienda

Las investigaciones realizadas develan el frecuente hacinamiento que las familias


haitianas soportan en sus casas y las malas condiciones a las que deben afrontar. “Muchos
dicen sentir una fuerte estigmatización en relación a sus condiciones de vida, se quejan del

71
ROJAS, N & SILVA, C. Boletín Informativo n°1: Migración Haitiana en Chile. Departamento de Extranjería y
Migración. Santiago. Septiembre de 2016. Página 11.

58
complejo acceso a la vivienda y denuncian abusos por parte de propietarios que, guiados
por el prejuicio de que son ‘pobres’, les ofrecen lugares claramente indignos 72 ”y,
considerando que en su mayoría los haitianos en Chile provienen del flujo B, la realidad en
cuanto a materia de vivienda que viven en Chile, dista mucho de la calidad de vivienda que
poseían en Haití (como observaremos en el capítulo siguiente). Por lo tanto, la precariedad
habitacional que experimentan los migrantes en la capital, sugiere la necesidad de comparar
la realidad de acuerdo a las nacionalidades a fin de determinar los más afectados.

73

De acuerdo a la tabla, la población haitiana es la que mayor grado de hacinamiento


presenta (52,8% del total), seguido por la colonia peruana (39,3% del total). Por su parte,

72
Idem
73
ROJAS, N & SILVA, C. La Migración en Chile: Breve Reporte y Caracterización. Informe OBIMID.
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana. Madrid, 2016. Página 39.

59
los haitianos hacinados experimentan en su mayoría un hacinamiento en su grado medio-
alto (48,3%), mientras que los peruanos presentan el mayor hacinamiento crítico (19,1%).
Es, por lo tanto, el problema de la vivienda uno de los aspectos más críticos de la colonia
migrante haitiana en Santiago, ya que, como se ha constatado anteriormente, las
condiciones de vivienda que presentan en Chile son precarias, y como veremos en el
próximo capítulo, se ha recrudecido su situación de vivienda en comparación con Haití.
Relatan pagar arriendos caros a cambio de condiciones deplorables. Dicha condición refleja
la precariedad en cuanto a materia de Derechos Humanos y Seguridad Social que presenta
la Ley Migratoria del año 1975, ya que los migrantes allegados no encuentran condiciones
óptimas para su óptimo desarrollo social.

2.10.- Colonia haitiana en Chile en perspectiva comparada

En este apartado, realizaremos un análisis estadístico comparativo entre la colonia


migrante de origen haitiano en Chile, y otras tres importantes colonias migrantes de origen
latino, a saber: la colonia peruana, boliviana y colombiana, con el objetivo de realizar
cuadros comparativos que nos permitan un análisis más preciso. En primer lugar, nos
enfocaremos en analizar la evolución experimentada por dichas colonias en tres aspectos:
permanencias definitivas, visas temporales, y solicitudes de visas, dando cuenta de la
evolución que han experimentado y de sus principales características. En segundo lugar,
analizaremos diferentes características de estas cuatro colonias, como su localización
geográfica, nivel etáreo, balance de género, nivel socioeconómico, vivienda y ocupación
laboral.

En el período comprendido entre 2005 y 2016, en Chile se otorgaron 324.932


permanencias definitivas a migrantes principalmente de origen latino, destacando ocho
colonias latinas dentro de las diez principales en Chile. De estas, la comunidad que recibió
más permisos fue la peruana, con 123.401, equivalente a un 38% de las personas. En un
segundo orden de prevalencia figuran Bolivia, con 43.708 permisos (13,5%) y Colombia,
con 42.063 permisos (13%), como indica el siguiente gráfico.

60
Personas con Permanencia Definitiva entre 2005 y 2016 según país de origen.

74

Al respecto, Haití figura en noveno lugar entre las principales colonias con
permanencia definitiva, lo que puede otorgarse a la reciente data del fenómeno migratorio
Chile-Haití, en tanto no se ha gestado un proceso a gran escala de regularización a largo
plazo. Por otro lado, Perú y Bolivia, principales colonias migrantes desde los años 90, se
posicionan en las dos primeras ubicaciones, sin embargo, podemos apreciar como la
colonia migrante colombiana, más contemporánea a la boliviana y peruana, experimenta un
crecimiento sostenido en esta materia, alcanzando una estrecha diferencia con la boliviana,
que ocupa el segundo puesto. A continuación se observa un gráfico explicativorespecto la
evolución que ha experimentado la entrega de permanencias definitivas en Chile durante
2010 y 2016.

74
Departamento de Extranjería y Migración. Población migrante en Chile. Ministerio del Interior y Seguridad
Pública. Santiago, 2017. Disponible en:
[http://www.extranjeria.gob.cl/media/2017/09/RM_PoblacionMigranteChile.pdf]

61
75

De acuerdo al gráfico, se observa un crecimiento sostenido en materia de entrega de


permanencias a estas cinco nacionalidades, a excepción de la colonia boliviana, que
experimentó un notable descenso en 2016 respecto 2015, cediendo ese año el segundo lugar
a la colonia colombiana en permanencias definitivas, alcanzando las 12.155 permanencias,
muy cercana a las 13.368 entregadas a la colonia migrante peruana, que a lo largo de la
década de los 90 y durante el siglo XXI, ha ocupado el primer lugar indiscutido en esta
materia. Por otro lado, Haití experimentó un notable crecimiento desde 2010 – a excepción
de 2012 como ya hemos explicado- hasta 2016, año en que alcanzó la cifra de 3.646
permanencias, creciendo en un no menor 7.192%. Mismo fenómeno ocurre con la colonia
venezolana, que alcanzó 3.699 permanencias hacia 2016.

Otra de las aristas que nos permiten comprender de manera general el fenómeno
inmigratorio en Chile, es el análisis obtenido de las visas temporales otorgadas. Esto quiere

75
Idem. Página 8.

62
decir, migración de corto plazo. Se trata de aquellas visas que otorgan un permiso de
residencia generalmente de uno o dos años que, luego de transcurrido el plazo de vigencia,
las personas que decidan permanecer en el país en un proyecto migratorio de mediano o
largo plazo, pueden solicitar una permanencia definitiva. Entre 2010 y 2016, fueron
entregadas 864.457 visas a migrantes. En dicho período, el otorgamiento de este tipo de
visado experimentó un crecimiento de más de un 100%, doblando la cifra de 2010 respecto
2016.

76

En cuanto a las nacionalidades que han optado por el visado a mediano plazo en este
período, fueron otorgadas principalmente a peruanos, seguido por colombianos, y
bolivianos. Más atrás, en cuarto lugar, aparece Haití, como podemos observar en el
siguiente gráfico.

76
Idem. Página 13.

63
77

De acuerdo a las permenencias temporales, Perú continúa ocupando su tradicional


primer lugar en materia de visados. Por otro lado, en este campo la colonia boliviana cedió
su histórico segundo lugar a la pujante colonia colombiana, que superó por 0,7 puntos
porcentuales a la boliviana. Mucho más adelante que en permanencias definitivas, en el
cuarto lugar figura la colonia haitiana, alcanzando el 5,8% de las visas entregadas en este
período, es decir, los haitianos y haitianas en Chile han alcanzado un proceso intermedio
de regularización de su condición migrante, en tanto tienen una participación considerable
en materia de visados temporales, no así en permanencias definitivas, sin embargo, esta
información permite proyectar un ascenso de solicitudes de permanencias definitivas de la
colonia haitiana.

Otra arista que nos permite analizar la evolución del fenómeno migratorio en Chile,
es el análisis de la migración más reciente; aquella que por primera vez solicita visas

77
Idem. Página 14.

64
temporales. La migración reciente se caracteriza por ser protagonizada por aquellos
migrantes que ingresan al país en calidad de turistas, y una vez vencido el permiso de 90
días, solicitan una visa por primera vez. Puede existir más de una solicitud de visa en un
año, si es que una persona entró más de una vez como turista al país y por cada entrada
solicitó una visa. Se observa que en el período reciente (2015-2016) se registran un total de
275.090 solicitudes de visas correspondientes a 273.257 personas. El año 2016, se
solicitaron 165.656 visas, lo que equivale a un aumento del 51,4% en relación al año 2015
(109.434).78

La principal nacionalidad en solicitar visas entre 2015 y 2016, nuevamente lo ocupa


la peruana, representando el 21,2% del total. Detrás le sigue la colombiana, con un 17,7%,
y la haitiana, con un 16%. Le siguen los venezolanos, con un 14,7%, y bolivianos, con un
13,3%. La suma de permisos otorgados a estas cinco nacionalidades, completan más del
80% de las personas que solicitaron visa por primera vez en Chile en este período bianual,
lo que da cuenta de un incipiente crecimiento de estas colonias migrantes en Chile, que se
caracterizan por iniciar su proceso de regularización desde su etapa inicial, en condición de
79
turistas.

78
Idem. Página 15.
79
Idem. Página 21.

65
Por otro lado, remitiéndonos a la evolución experimentada por las solicitudes de
permisos en el período 2015-2016, podemos reconocer especiales características. En primer
lugar, el mayor crecimiento experimentado por las colonias corresponde a la haitiana, la
cual de contar con 8.419 solicitudes en 2015, pasó a 35.277 solicitudes en 2016, lo que da
cuenta de un alza 26.858 visas en tan solo un año, es decir, un crecimiento de 319%. Más
atrás, Colombia fue la tercera en experimentar un mayor crecimiento, con el aumento de
8.216 visas. Perú por su parte, ocupa el quinto lugar en este período, ya que en esta ocasión
experimentó un alza menor, aumentando en 1.332 solicitudes. Por otro lado, el caso de la
colonia boliviana es contrario a los analizados, en tanto ha sufrido una baja en 2016
respecto 2015, decreciendo en 2.026 solicitudes, lo que da cuenta que la colonia migrante
boliviana en Chile no se ha renovado al mismo nivel de las demás colonias que han
protagonizado el boom migratorio, como Haití, Colombia, Perú y Venezuela.

80

80
Idem. Página 22.

66
Una vez que hemos analizado comparativamente la evolución de las cuatro colonias
migrantes escogidas -de acuerdo a las solicitudes de permanencias, visas y permisos-, nos
remitiremos a aspectos tales como balance de género, emplazamiento geográfico, división
en quintiles, nivel de hacinamiento y rango etareo de las cuatro colonias migrantes en
Chile.

2.11.- Peruanos en Chile

De acuerdo a la información entregada por el DEM, la colonia migrante peruana en


Chile, se ha asentado principalmente en la Región Metropolitana, concentrando en dicha
región hacia 2014 el 74,8% de la comunidad total, siguiéndole la Región de Tarapacá con
un 10,8%81. Hacia 2015, las principales comunas de residencia fueron Santiago centro con
el 19,2% y Antofagasta con el 7,4%.82

Respecto el balance de género de la comunidad peruana, hacia 2014 un 43,3%


pertenenecía al género masculino, y el otro 56,7% al género femenino. Preponderancia
femenina que se condice con la mayoría de las colonias migrantes en Chile, como
observaremos. En cuanto al nivel etáreo, a la misma fecha, el principal de la comunidad es
el que fluctúa entre los 20 a los 35 años, representando el 50,4% de las visas otorgadas, y le
sigue el grupo entre los 36 y 50 años, con un 24,1% del total, es decir, es una colonia
migrante joven y en edad laboral. En cuanto a su desenvolvimiento laboral, figuran en
primer lugar la categoría de empleados, con 30.936 personas, y empleado doméstico con
23.718 personas.83

En cuanto la división por quintiles de la comunidad peruana con permanencia


definitiva, el 31,8% de los residentes en la Región Metropolitana (mayor zona de

81
Departamento de Extranjería y Migración. Anuario Estadístico Nacional de la Migración en Chile 2005-
2014. Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Santiago, 2016. Disponible en:
[http://www.extranjeria.gob.cl/media/2016/02/Anuario-Estad%C3%ADstico-Nacional-Migraci%C3%B3n-en-
Chile-2005-2014.pdf]
82
Departamento de Extranjería y Migración. Estadísticas Migratorias del Departamento de Extranjería y
Migración. 2015. Disponible en:
[http://www.extranjeria.gob.cl/media/2017/07/AnuarioEstadisticoNacionalDEM2015.pdf]
83
Op cit.

67
concentración peruana en Chile), pertenecen al quintil IV. Por otro lado, el segundo quintil
más representativo es el II, incluyendo al 23,3% del total. 84

Respecto el nivel de hacinamiento que los migrantes peruanos sobrellevan en Chile,


el 39,2% de la comunidad peruana presenta algún tipo de hacinamiento. En un en grado
medio bajo, presenta un 15,4%, en su grado medio alto un 4,7%, y hacinamiento crítico un
19,1%, destacando como la colonia migrante que mayor grado de hacinamiento crítico
presenta, y ocupando el segundo lugar a nivel general, detrás de Haití. 85

2.12.- Colombianos en Chile

De acuerdo al Departamento de Extranjería y Migración, la colonia migrante de


origen colombiano se ha asentado en Chile principalmente en dos regiones; la
Metropolitana, que alberga hacia 2014 al 61% de la población, y en segundo lugar, figura la
Región de Antofagasta con el 12,4%86. En 2015, las principales comunas de concentración
fueron Antofagasta con un 23,9% y Santiago con 16,6%.87

En cuanto al balance de género de la comunidad colombiana, hasta el año 2014 se


consolidaba como una de las mayores migraciones femeninas en Chile con un 58,8% de
mujeres, y 41,2% de hombres, respetando el paradigma migratorio femenino. En cuanto al
principal grupo etáreo que pertenece la mayoría de esta colonia, predomina el grupo de los
20 a 35 años, con un 50,1%, y el de los 36 a 50 años, con el 25,1% del total. Es decir, al
igual que el Perú y Haití, la colonia colombiana en Chile se compone por flujos migratorios
jóvenes, y en edad laboral, desempeñando labores como empleados, (10.621 personas), y
estudiantes 3.182, principalmente.88

Respecto a la división por quintiles de la colonia colombiana con permanencias


definitivas que residen en la Región Metropolitana (principal foco de concentración),

84
ROJAS, N & SILVA, C. La Migración en Chile: Breve Reporte y Caracterización. Informe OBIMID.
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana. Madrid, 2016
85
Idem
86
Departamento de Extranjería y Migración. Anuario Estadístico Nacional de la Migración en Chile 2005-
2014. Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Santiago, 2016.
87
Departamento de Extranjería y Migración. Estadísticas Migratorias del Departamento de Extranjería y
Migración. 2015.
88
Op cit.

68
podemos observar que destaca el quintil V, con el 38,1%, y el quintil IV con el 35%, del
total (según permanencias definitivas), lo que da cuenta de una colonia que se ha
fuertemente establecido y económicamente arraigado, en tanto los dos quintiles más
representativos de esta comunidad son los más altos, superando a la poblacion autóctona
residente en la región, que se concentran en un 18,2% y 15,0% respectivamente. 89

En cuanto al grado de hacinamiento que presenta la colonia colombiana en Chile,


pudimos observar que esta ocupa el tercer lugar general del estudio, en tanto un 15,5%
presenta un nivel de hacinamiento medio bajo, un 10% hacinamiento medio alto, y un 5,7%
hacinamiento crítico, determinando que un no despreciable 30% de la colonia colombiana
se encuentra en situación de hacinamiento.90

2.13.- Bolivianos en Chile

La colonia migrante boliviana en Chile, a diferencia de las que hemos estudiado


anteriormente, se ubica principalmente en la Región de Antofagasta, concentrando un
32,7% de la población, y otro 23,2% en la Región de Tarapacá. 91 Hacia 2015, las
principales comunas de concentración fueron Calama con un 24;9%, y en segundo lugar
Antofagasta con un 14,9% de las preferencias.92 La colonia boliviana en Chile se diferencia
de las demás ya que se localiza principalmente en las tres regiones fronterizas, abarcando
dicho territorio el 74,6% del total de bolivianos en Chile. A este fenómeno se le conoce
como migración circular, esto es, la migración temporal –origen, destino, origen- que se da
de manera libre, siendo este tipo de migración reconocida hoy en día como migración de
tipo laboral. 93

En cuanto al balance de género, la colonia boliviana no rompe el paradigma


migratorio femenino, representando este género el 54,5%, y los hombres el 45,5% del total.
Respecto el grupo etáreo preponderante destaca el que abarca desde los 20 a 35 años, con el

89
ROJAS, N & SILVA, C. La Migración en Chile: Breve Reporte y Caracterización. Informe OBIMID.
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana. Madrid, 2016
90
Idem.
91
Departamento de Extranjería y Migración. Anuario Estadístico Nacional de la Migración en Chile 2005-
2014. Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Santiago, 2016.
92
Departamento de Extranjería y Migración. Estadísticas Migratorias del Departamento de Extranjería y
Migración. 2015.
93
Op cit.

69
50,9%, y en segundo lugar, el de los 36 a 50 años, con el 19,8% del total. Es decir, la
colonia migrante boliviana en Chile se caracteriza por comprender principalmente flujos
migratorios jóvenes y en edad laboral. En cuanto a su desenvolvimiento ocupacional, las
categorías que mayor población abarcan son las de empleado, con 11.234 personas, y
estudiantes con 3.347 personas. 94

Sobre la división por quintiles de la colonia boliviana residente en la Región de


Antofagasta, podemos observar que los quintiles predominantes son el quintil II, con el
37,8%, y en segundo lugar el quintil I, con el 27,8% del total, lo que da cuenta que la
colonia migrante boliviana residente en la Región de Antofagasta padece una condición
general precarizada en tanto el 65,6% de la población pertenece a los primeros dos
quintiles, ocupando la posición socioeconómica más baja respecto las otras colonias
analizadas. Sin embargo, en la Región Metropolitana, ocurre un fenómeno contrario. En
esta región, el principal quintil es el V, con un 53,5% de los bolivianos, mientras que el
quintil I, abarca un 0,0%. Por otro lado, se reconoce un 39,1% de bolivianos con estudios
universitarios y un 13,4 con estudios técnicos. Mientras que Antofagasta (principal núcleo
boliviano en Chile) concentra al 2,2% de los bolivianos con títulos técnicos y un 1,7% de
universitarios. De lo anterior, se concluye que el grueso del flujo boliviano demuestra
condiciones socioeconómicas precarias, en oposición a la comunidad elitista que reside en
la Región metropolitana. 95

Respecto el grado de hacinamiento que la colonia boliviana en Chile sobrelleva, en


su nivel medio bajo, representa un 11,3%, en el grado medio alto, un 5,7%, y en
hacinamieno crítico un 10,7%, permaneciendo un 27,7% total de población boliviana bajo
la linea del hacinamiento, ocupando el cuarto lugar de los más hacinados de este estudio.96

94
Departamento de Extranjería y Migración. Anuario Estadístico Nacional de la Migración en Chile 2005-
2014. Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Santiago, 2016.
95
ROJAS, N & SILVA, C. La Migración en Chile: Breve Reporte y Caracterización. Informe OBIMID.
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana. Madrid, 2016.
96
ROJAS, N & SILVA, C. La Migración en Chile: Breve Reporte y Caracterización. Informe OBIMID.
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana. Madrid, 2016

70
2.14.- Cuadros comparativos

De la información analizada, conviene realizar una serie cuadros comparativos que


nos ilustren las características de las colonias migrantes en Chile que hemos escogido, la
colonia haitiana, colombiana, boliviana y peruana. A continuación, podemos apreciar un
primer cuadro que nos ilustra la realidad porcentual de estas colonias en tres aspectos,
otorgamiento de permanencias definitivas, otorgamiento de permanencias temporales, y
solicitudes de permisos, con su posición relativa respecto las demás colonias.

País Permanencias Permanencias Solicitudes de


definitivas (2005- temporales (2005- permisos (2005-
2016) 2016) 2016)
Haití 2% (9°) 5,8% (4°) 16% (3°)
Perú 38% (1°) 27,5% (1°) 21,2% (1°)
Bolivia 13,5% (2°) 17,1% (3°) 13,3% (5°)
Colombia 13% (3°) 17,8% (2°) 17,7% (2°)

Esta información es de relevancia, en cuanto nos da cuenta de las relaciones que las
colonias migrantes establecen con Chile para su radicación. Percibimos que la comunidad
peruana ha conservado la hegemonía en los tres tipos de visados, mientras que la colonia
haitiana destaca en solicitudes de visas temporales, ocupando el cuarto lugar entre las
principales diez colonias, y el tercero en materia de solicitudes, es decir, una participación
mucho más activa en tipos de permisos temporales y recientes, que en permanencias
definitivas, lo que nos permite dilucidar que la migración haitiana en Chile ha gestado un
proceso de radicación en Chile, que se encuentra en una etapa inicial-media, en tanto
alcanzan notable protagonismo en materia de renovación de permisos y de solicitud de
permisos por primera vez, pudiendo comprobar la tesis que los migrantes haitianos
regularizan su estatus migratorio desde su condición de turistas, para posteriormente
acceder a visas temporales y residencias definitivas. Destaca también el alza sostenida que
experimentó la colonia colombiana, que, ante la progresiva desvanecencia de la colonia
boliviana, ha cedido el segundo lugar en visados, y solicitud de permisos, encontrándose

71
solamente por detrás en peranencias definitivas por tan solo 0,5 puntos porcentuales, lo que
da cuenta de un progresivo protagonismo que esa nacionalidad adquiere en Chile.

En cuanto a la localización geográfica de estas colonias, pudimos apreciar lo


siguiente:

País Regiones Comunas


Haití Metropolitana (97,6%) Quilicura (37,6%)
Coquimbo (0,8%) Estación Central (16%)
Perú Metropolitana (71%) Santiago (19,2%)
Antofagasta (10,8%) Antofagasta (7,4%)
Bolivia Antofagasta (45,1%) Calama (24,9%)
Tarapacá (19,8%) Antofagasta (14,9%)
Colombia Metropolitana (61%) Antofagasta ( 23,9%)
Antofagasta (12,4%) Santiago (16,6%)

Existe una marcada tendencia de los migrantes de estas colonias por establecerse en
la Región Metropolitana. Este es el caso de la colonia haitiana, que se concentra casi en su
totalidad en la Región Metropolitana (97,6%), principalmente en las comunas de Quilicura
y Estación Central. Lo mismo sucede con la colonia peruana, que se concentra en un 71%
en la Región Metropolitana, y en la de Antofagasta en segundo lugar (10,8%), ubicándose
principalmente en las comunas de Santiago y Antofagasta. En el caso de la colonia
colombiana, esta se establece en un 61% en la Región Metropolitana, y otro 12,4% en la
Región de Antofagasta, principalmente en las comunas de Antofagasta y Santiago. Por otro
lado, Bolivia, rompiendo la tendencia, radica a sus nacionales principalmente en la Región
de Antofagasta, con un 45,1%, y en la Región de Tarapacá con un 19,8%, concentrándose
en comunas de la Región de Antofagasta como Antofagasta y Calama.

72
En materia de balance de género, pudimos distinguir que:

País Género femenino Género masculino


Haití 32% 68%
Perú 56,7% 43,3%
Bolivia 54,5% 45,5%
Colombia 58,8% 41,2%

Al igual que la tendencia inmigratoria nacional, las colonias demuestran ser


principalmente femeninas. Quienes rompen este paradigma, son los migrantes haitianos,
que en un 68% representan una migración principalmente masculina.

Respecto su división por quintiles en los principales núcleos de concentración:

País Quintiles
Haití (R. Metropolitana) II  51,9%
III  20,8%
Perú (R. Metropolitana) IV  31,8%
II  23,3%
Bolivia (R. de Antofagasta) II  37,8%
I 27,8%
Colombia (R. Metropolitana) V 38,1%
IV 35%

Pudimos reconocer que el grupo más precarizado lo conforma la colonia boliviana


que se residente en la Región de Antofagasta, quienes pertenecen en un 65,5% a los
quintiles I y II. El caso opuesto podemos evidenciarlo en la colonia colombiana establecida
en la Región Metropolitana, quienes en un 73,1% pertenecen a los más altos quintiles; V y
IV. En el caso de la colonia peruana, esta parece diseminarse equitativamente entre los
cinco quintiles, destacando el II y IV. Haití por su parte, se concentra en quintiles de nivel

73
medio, agrupando al 72,7% de la colonia migrante en la Región Metropolitana entre los
quintiles II y III.

Respecto el nivel de hacinamiento de las colonias en Chile, podemos apreciar lo


siguiente:

País Medio bajo Medio alto Crítico Total


Haití 0,0% 48,3% 4,5% 52,8%
Perú 15,4% 4,7% 19,1% 39,2%
Bolivia 11,3% 5,7% 10,7% 27,7%
Colombia 15,5% 10% 5,7% 31,2%

La colonia que mayor grado de hacinamiento sobrelleva es la colonia haitiana, que


en su totalidad presenta un porcentaje de hacinamiento del 52,8%, es decir, más de la mitad
de la comunidad residente en la Región Metropolitana presenta índices de hacinamiento
medio alto y crítico. De cerca le sigue la colonia peruana, con un 39,2% total de
hacinamiento, destacando el alto grado de hacinamiento crítico que padecen, con un 19,1%
de la población. No muy lejos se encuentra la comunidad colombiana, que en su totalidad
agrupa a un 31,2% de colombianos hacinados en la Región Metropolitana. Por otro lado, la
comunidad boliviana presenta el menor grado de hacinamiento de estas cuatro, con un no
despreciable 27,2% de la población hacinada.

74
Sobre los principales grupos etáreos, podemos observar que:

País Grupos
Haití 15 a 29 años (35%)
30 a 44 años (46,4%)97
Perú 20 a 35 años (50,4%)
36 a 50 años (24,1%)
Bolivia 20 a 35 años (50,9%)
36 a 50 años (19,8%)
Colombia 20 a 35 años (50,1%)
36 a 50 años (25,1%)

Principalmente pertenecen a grupos etáreos jóvenes, ubicados entre los 15 años de


edad, y los 50 años, es decir, población económicamente activa, y en edad laboral, lo que se
condice con los proyectos que los migrantes traen consigo a Chile: encontrar un trabajo, y
mejorar su calidad de vida en este país. Al respecto, la colonia que mayor población en
edad laboral presenta, es la haitiana con un 81,4% del total, seguida por la colombiana con
un 75,2%. En cuanto a su desenvolvimiento ocupacional en Chile, pudimos constatar que:

País Ocupación
Haití Empleados (661)
No registra (141)
Perú Empleados (30.936)
Empleado doméstico (23.718)
Bolivia Empleados (11.234)
Estudiantes (3.347)
Colombia Empleados (10.621)
Estudiantes (3.182)

97
El estudio en que nos hemos basado para elaborar este cuadro no incluye a la colonia haitiana, por lo que
los datos ocupados para esta colonia provienen del Boletín Informativo n°1: Migración Haitiana en Chile del
Departamento de Extranjería y Migración.

75
Principalmente, los migrantes pertenecientes a estas colonias se desempeñan en su
mayoría como empleados, obteniendo el primer lugar indiscutido en las ocupaciones que
estas colonias presentan. La segunda principal ocupación que pudimos detectar es la de
estudiantes, como sucede en los casos de las colonias colombiana y boliviana, lo que da
cuenta de la presencia de un grupo no menor de jóvenes estudiantes que han migrado, y se
han inserto en el sistema educativo nacional. Por otro lado, en el caso de la migración
peruana, reconocemos la labor de empleado o empleada doméstica, lo que reafirma la
concepción fuertemente arraigada en el imaginario nacional de “las nanas peruanas”.

2.15.- Conclusiones

A modo de balance general, en este capítulo se analizó el colectivo migrante


haitiano en Chile. Se estudió desde la evolución del otorgamiento de visas, pudiendo
observarse un alza constante en su radicación Sobre la composición de género, pudimos
comprobar que esta es principalmente masculina. En cuanto al nivel educacional de los
migrantes haitianos, se reconoce una cantidad no menor de profesionales y técnicos, sin
embargo, pudimos corroborar que las técnicas de recolección de datos de algunos estudios
no son eficaces en tanto en su mayoría no existe información al respecto. Por otro lado, se
abordaron temas más específicos como su emplazamiento en Chile, el cual se producido
principalemente en la Región Metropolitana y en comunas de nivel socioeconómico medio
y medio bajo. Se reconocieron también los tres principales flujos migratorios provenientes
de Haití, junto con su caracterización socioeconómica por medio de la división por
quintiles, reconociendo que la mayoría de los migrantes haitianos con permanencias
definitivas pertenecen a los quintiles II y III. Respecto a su ocupación laboral, pudimos
comprobar que ocupan generalmente aquellos puestos menos valorados en la escala
sociolaboral chilena, lo que se ve intensificado por la no convalidación de estudios
profesionales obtenidos en Haití. Respecto el acceso a la vivienda identificamos el alto
porcentaje de hacinamiento que las familias haitianas deben sobrellevar, y como veremos
en el siguiente capítulo, de acuerdo a sus testimonios han experimentado u recrudecimiento
de su situación de vivienda en Chile en comparción a Haití. Son variables que sumadas e
interrelacionadas, nos proporcionan una idea global y amplia de la colonia haitiana en
Chile, una aproximación estadística pero necesaria, que fuera de dudas nos aproxima a su

76
realidad. Con todo, urge la necesidad de cambiar las técnicas de recoleccion de datos, y
también de una ampliación del espectro del estudio de la colonia migrante haitiana, ya que
los datos con los que el Ministerio del Interior realiza este tipo de informes, son de
haitianos y haitianas en situación regular, que si bien nos pueden ofrecer una aproximación
del fenómeno, no nos permite comprenderlo a cabalidad en tanto que la mayoría de
haitianos y haitianas en Chile se encuentran, en el mejor de los casos, con visas de turistas,
o visa de contrato anual. Y en el peor de los casos como es la irregularidad, situación que
nos distancia de la realidad material e inmaterial del grueso de nuestros sujetos de estudio.

Finalmente, elaboramos un apartado destinado a comparar la colonia haitiana con


las otras tres principales colonias migrantes radicadas en Chile, a saber: la colonia peruana,
boliviana y colombiana. A partir de aquello, pudimos realizar comparaciones a través de
diferentes aspectos, reconociendo singularidades en la colonia haitiana, tales como la
preponderancia de un flujo migratorio masculino, ser la principal colonia migrante en Chile
en solicitar permisos de corto plazo, como las visas temporales, la presencia del más alto
porcentaje de hacinamiento en Chile, y el flujo migratorio más joven de los analizados.

77
Capítulo III: El migrante haitiano: historias de migración

Parte fundamental de este trabajo es conocer en profundidad nuestro sujeto de


estudio, conocer su vida, conocer su Historia. En este capítulo, mediante la realización de
entrevistas semi-estructuradas se hará registro de las historias migratorias de nuestros
entrevistados; su travesía antes de venir a Chile, sus motivos de viaje, la barrera lingüística,
sus expectativas a concretar, la realidad en que se desenvuelven, tanto en Chile como en
Haití. Se abordará la situación laboral de los sujetos; tipo de trabajo, condiciones laborales,
uso y distribución del sueldo. Se hará registro del acceso a los servicios sociales que brinda
el Estado; derecho a la vivienda, acceso a la educación, principalmente. Se indagará en el
comportamiento de la sociedad chilena hacia los sujetos migrantes a través de la
interpretación de la “imagen” que se han creado de esta. Consultaremos respecto su visión
sobre el país, qué les gusta de Chile y que cosas no. Se ahondará en sus proyectos futuros;
radicarse permanentemente en Chile, viajar más adelante a otro país que ofrezca mejores
condiciones, o regresar a Haití, etc. Se intentará conceder una visión amplia de las historias
personales de los migrantes venidos a Chile, un recorrido de su vida, de su travesía, del
largo camino que queda por caminar. Al concluir este capítulo, se construirá una visión
globalizadora -a partir de los elementos que lo permitan- de las entrevistas obtenidas de los
niños y niñas haitianas en Chile, al igual que con los adultos, esto, en torno los puntos en
común de sus historias de vida.

3.1.- Infancia haitiana en Chile

Los primeros en conceder sus historias de vida fueron niños y niñas pertenecientes
al colegio particular Amor de Dios. El colegio Amor de Dios se ubica en Avenida Uno
#2988, comuna de Los Cerrillos, y fue escogido por las peculiaridades que presenta. En
primer lugar, el establecimiento es dirigido por una congregación de religiosas españolas en
torno al legado del Padre Jerónimo Usera. A pesar de ser un establecimiento de
dependencia privada, la misión de éste es la inclusión total de cualquier de alumno o
alumna sin importar situación académica ni social, siendo un colegio de matrícula gratuita y
jornada completa. En segundo lugar, el colegio recibe a alumnos de diez nacionalidades

78
distintas; peruanos, bolivianos, chinos, haitianos, dominicanos, colombianos, ecuatorianos
entre los más representativos. Dicha situación da cuenta de la multiculturalidad existente en
el establecimiento, partiendo desde “arriba” por las madres españolas, y en su base con el
estudiantado. La comunidad del colegio, entusiasta e interesada en el estudio, permitieron
la realización de las entrevistas en su interior. Para llevar a cabo dichas entrevistas, se
procedió a conversar con estudiantes voluntarios entre los 11 a 14 años, todos de
nacionalidad haitiana, dispuestos en dos grupos, cada uno de 3 integrantes, a modo de que
se produjera una conversación más fluida y retroalimentada entre los entrevistados. De los
seis niños entrevistados, una lleva 4 años en Chile, tres llevan 2 años, uno llegó el año 2015
y el último el 2016. De ellos, 3 residen en Pedro Aguirre Cerda, 1 en Lo Espejo, 1 en Cerro
Navia y otro en Los Cerrillos, comunas de nivel socioeconómico medio y medio-bajo.

A los estudiantes se le realizó las mismas preguntas a cada uno, las cuales
respondían por turno, uno por uno, con intervenciones de sus compañeros que compartían o
complementaban respuestas de quien respondía. La primera pregunta realizada a los
estudiantes fue su experiencia al enfrentarse a un país con un idioma diferente al suyo,
cómo han debido vadear dicha valla a temprana edad. De los seis estudiantes entrevistados,
dos señalan ya haber conocido el idioma, ya que previamente habían migrado al país vecino
de República Dominicana.

“Para mí fue fácil aprender el español chileno, porque antes yo vivía en República
Dominicana, me fue fácil. El idioma chileno no me gusta tanto, hablan muy rápido, no se
entiende cuando hablan.98”

“Para mi aprender español fue fácil, venía de República, no me costó.99”

Para estos estudiantes, la barrera idiomática en Chile fue casi inexistente, puesto que
ya habían aprendido el idioma previamente. Por otro lado, los demás estudiantes no
contaban con la misma suerte, y debieron sortear la barrera idiomática.

“Me cuesta tanto, todavía no lo domino, fue difícil porque cuando hablo con alguien
y no le entiendo nada… cuando llegué a Chile pensé que jamás hablaría español.100”

98
Wendie. Entrevista por: Sebastián Follert Bravo. Colegio Amor de Dios. 7 de diciembre de 2016
99
Jonathan. Entrevista por: Sebastián Follert Bravo. Colegio Amor de Dios. 7 de diciembre de 2016

79
“Aprender español fue un poco difícil porque no sabía nada, mi tío empezó a
enseñarme y después, veo tele mucho y así empecé a comprender más, en el colegio
igual.101”

“Llegue a Chile este año, yo venía desde Haití. Aprendí leyendo algunas cosas, y en
la escuela español.102”

“Difícil… todavía me cuesta a veces.103”

A continuación, se consultó a los estudiantes respecto su impresión y experiencia en


el establecimiento escolar, teniendo presente que en la escolaridad, el colegio es el lugar
donde los estudiantes pasan al menos un tercio de un día completo por al menos 10 meses
al año, siendo este espacio parte fundamental de su enseñanza y crecimiento, ya que gran
parte de la vida social de los niños se desarrolla diariamente en su interior.

“Bueno, me tratan bien, bueno mis compañeros, es bueno, y mis profesores es


bueno igual, me tratan bien, si yo no entiendo nada, me explica bien, como me enseña
cómo puedo hacerlo y eso. Me encanta.104”

“Me gusta la escuela porque es buena y el año pasado cuando llegue me ayudaron a
hacer las cosas, comprenderlas.105”

“Me gusta la escuela, me gusta la gente… son amables…106”

“Bueno a mí me gusta la escuela porque aquí yo aprendo con mis compañeros y


también cosas más (sic) de Chile. 107”

“Me gusta el colegio… lo paso bien, aprendo…”108

100
Bilouvenie. Entrevista por: Sebastián Follert Bravo. Colegio Amor de Dios. 7 de diciembre de 2016
101
Jerry. Entrevista realizada por: Sebastián Follert Bravo. Colegio Amor de Dios. 7 de diciembre de 2016.
102
Mikenlove. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Colegio Amor de Dios. 7 de diciembre de
2016.
103
Yuliza. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Colegio Amor de Dios. 7 de diciembre de 2016.
104
Bilouvenie.
105
Jerry
106
Mikenlove
107
Jonathan
108
Yuliza

80
“Bueno, estaba en un primer colegio, uuf., de ese colegio no voy a tener ningún
recuerdo de él. Los niños ordinarios, los profesores: ahí. Pero en este colegio, aquí mismo,
si hay que tener muchos recuerdos, son unos amores, los compañeros, la profe, directora,
inspectora, todos son un amor, en cualquier parte que vaya voy a decir que estuve en un
colegio muy bien, y es un colegio que vale la pena. 109”

La siguiente pregunta fue “¿cómo compararía Chile y Haití?” La pregunta dejó


pensantes a los alumnos por un momento, hasta que se resolvieron a contestar:

“Eso es difícil, bueno hay diferencias de idioma, diferencias de como, como se


portan los niños, del colegio. La vida es muy diferente, porque… no sé cómo decirte…
Haití no se parece a Chile. Allá en Haití hay insectos, animales, y cuando sales de la casa,
hay bichos. Hay violencia.110”

“Me gusta más la comida de Haití, pero igual me gusta la chilena. Allá no hay tanto
frío como acá. Hacía mucho frío, eso era nuevo para mí. 111”

“No todos los haitianos tienen la misma cantidad de comida que comen los chilenos,
hay diferentes colores, todo país tienes sus colores. Haití no se parece a Chile. Lo que no
me gusta de los haitianos es que se matan entre ellos mismos, se matan entre hermano,
papá, familia, se matan entre todos, hay mucha violencia. Los presidentes son malos… este
país tiene mucha como se llama…tecnología.112”

“Allá en la República los niños juegan afuera, aquí los niños se quedan con los
aparatos electrónicos, en la calle no hay nadie. 113”

“Hace mucho frio aquí. La gente en Chile dice mucho garabato. Aquí la gente vive
toda junta. 114”

“Mmm, Chile es frío, la comida diferente. Es más tranquilo que Haití”115

109
Wendie.
110
Bilouvenie
111
Jerry
112
Wendie
113
Jonathan
114
Mickenlove

81
Otro de los puntos importantes de esta entrevista, es conocer la proyección que
tienen los niños y niñas de su futuro en Chile, ¿Les gustaría permanecer en el país?;
¿Piensan en nuevos rumbos para el futuro? ¿Son los niños haitianos viajeros constituidos?
Los estudiantes entrevistados arrojaron diferentes respuestas. Observemos:

“No pienso quedarme en Chile, puedo irme lejos, como a trabajar a Canadá, hacer
muchas cosas en otros países, me gusta viajar, quiero ser como ella (indica a su
compañera), doctora. Me gustaría volver a Haití pero no estar mucho tiempo ahí, no
vivir.116”

“Me gustaría quedarme en Chile, estudiar y ganarme un titulo, viajar a muchos


países, a conocer mi familia… me gustaría visitar a mi familia, y después volverme.117”

“Voy a ir a visitar a Haití, a visitarlo como diez meses y volver. Trabajar acá y
ayudar a mi familia en Haití. Me gustaría irme a otro país, aprender inglés e irme a Estados
Unidos... viajar a todo el mundo.118”

“Quiero un gran rato acá, hasta que sea grande, y volver a mi país, y después ir a
otro país, a Estados Unidos a estar un tiempo como visita para ver cómo es.119”

“Quiero volver a vivir a Haití, con mi familia.120”

“No lo sé. Mis padres decidirán. Me gustaría estudiar, y viajar mucho.121”

En relación a su ambiente de desenvolvimiento en Haití, los estudiantes recuerdan


nostálgicamente su antiguo barrio u hogar. Para percibir una visión comparativa de la niñez
en ambos países, se les consultó: ¿Dónde se han sentido más libres?

“ (allá) Era más libre. Si lo pasaba mejor, porque conozco más personas. Aquí hay
mucho trabajo, pero no hay casa linda, en República no hay trabajo, pero hay casa linda y

115
Yuliza
116
Bilouvenie
117
Wendie
118
Jerry
119
Jonathan
120
Mikenlove
121
Yuliza

82
barata, me gustaría volver. Vivo aquí con mi mamá, mi casa es pequeña… la de República
era gigante, el patio, el salón, las habitaciones… pero no había trabajo.122”

“Sí (era más libre), en mi país, hay como trescientos, hay muchas personas que
trabajan y se quedan en la casa, hacen lo que querían, jugar, comer.123”

“Mi barrio (en Haití) era bueno, el de acá más o menos. Hacía más cosas, era más
entretenido.124”

“Allá en Haití jugaban los niños siempre, mis amigas, mis primos, todos. Ahora no
tengo tantos amigos, no conozco tanto afuera. Extraño estar con ellos ahora.125”

“Bueno allá jugaba mucho. Salíamos a la calle siempre, harto tiempo. Ahora no me
aburro tanto con juegos en el colegio y amigos. Allá lo pasaba mejor. 126”

“ (en) Haití hacía cosas con mis compañeros, con mis amigos. Aquí niños chilenos
no conversan, no salen. Lo pasaba mucho mejor allá.127”

La sociedad haitiana se caracteriza por presentar un rasgo fuertemente confesional.


La mayoría de ellos en Chile profesa la religión protestante, y en menor grado, la católica.
Los días domingos, es común observar en la Población La Victoria y en los demás núcleos
en que se concentran, grandes grupos de haitianos vestidos formalmente dirigirse a sus
espacios que ocupan como iglesias. Para los adultos, asistir a misa se considera
generalmente como un deber, por lo que dicha ceremonia es de carácter serio y educativo,
en cuanto el pastor predica las buenas acciones y repudia las malas. A los niños se les
preguntó si iban a misa y como perciben dicha ceremonia.

“Si participo de la iglesia, creo en dios, soy evangélica. Me gusta más o menos,
porque cuando estoy es aburrido… ahí van haitianos, o sea un día hay haitianos y otro día
hay chilenos. Allá en Haití iba a la iglesia con mi abuela.128”

122
Jonathan
123
Mikenlove
124
Jerry
125
Bilouvenie
126
Wendy
127
Yuliza

83
“Voy a misa de los chilenos, y soy evangélica. No me gusta ir, mis papás me
llevan. 129”

“Si voy a la iglesia, voy con mi familia, me gusta ir… es más o menos entretenido,
pero me gusta. Hacemos cosas como rezar, cosas de la Biblia.130”

“Sí, voy a una iglesia solo de haitianos. Me gusta ir porque esa es la casa de dios,
ahí oramos y cantamos.131”

“Sí, voy con mis padres. En República (Dominicana) también132”

“Cuando estuvo mi papá (iba), pero ahora ni siquiera tengo ganas de levantarme ni
ir a misa… hice mi primera comunión, soy católica, igual que las hermanas. 133”

Respecto a su sensación al abandonar Haití, los entrevistados fueron categóricos en


expresar su tristeza al dejar sus tierras. Dentro de ese mismo campo, se les preguntó si
mantienen contacto con su gente en Haití, y de qué forma.

“Me sentí mal po, dejar mi colegio, profesor, amigos, mi tía, mi primo, mi
hermano… fue triste. Les hablo por Facebook, ‘msn’, Wathsapp, tengo todo! Así ya no
extraño tanto…134”

“Fue difícil dejar Haití, porque tengo toda mi familia ahí, abuela, papa, hermanos…
los extraño para jugar, porque estoy solo, no tengo amigos… sí (converso), por Whatsapp y
teléfono, hablamos todos los días, nos mandamos fotos y videos 135”

“(fue) Triste, porque deje mi familia allá, mi abuela, mi tía, y a mis primas. Los
extraño… (me comunico) Por videollamadas, celular y Facebook, de vez en cuando 136”

128
Bilouvenie
129
Yuliza
130
Jerry
131
Mikenlove
132
Jonathan
133
Wendie
134
Bilouviene
135
Jerry
136
Jonathan

84
“Fue difícil, porque tengo mi abuela, mis tíos y muchas personas, y familia. Me
sentí mal, cuando llegué me sentí mejor… (me comunico) por el Wathsapp, teléfono,
Facebook, Instagram.137”

“Pena me dio. No los veo y los extraño todos los días. Sí, hablamos por el celular,
Facebook, fotos. Siempre.138”

“Bueno, cuando me fui de Haití primero a República (Dominicana) triste, muy


triste. Pero estaban más cerca de nosotros. Ahora, uuf, lejos. Conversamos siempre con mis
abuelos por internet y teléfono.139”

Por otro lado, con el objetivo de recibir respuestas propias de su percepción y


subjetividad, en cuanto a la generalidad que la pregunta representa, fueron consultados
cómo los recibe Chile:

“Más o menos, porque hay gente que me gusta y hay gente que no me gusta. Porque
yo soy de otro país y me molestan a veces.140“

“Más o menos por algunas personas… por algunos que son racistas, que discriminan
a uno por el color de piel y por la nacionalidad, hay gente que ha sido mala.141”

“Bien, porque no me hace daño, no me pega y me gusta, me gustó venir a Chile. Me


quiero casar con Chile. Hay algunos que me caen mal, y les gusta molestar. Pero hay
algunos que me caen bien y son amigos.142”

“Bien, sí, me siento cómoda.143”

“Mmm… con los brazos abiertos.144”

“Chile me recibe con un fuerte abrazo! Al igual que el colegio.145”

137
Mikenlove
138
Yuliza
139
Wendy
140
Mikenlove
141
Jonathan
142
Jerry
143
Yuliza
144
Bilouvenie

85
Consecuentemente con lo anterior, finalmente se les preguntó a los niños y niñas
sobre su propia visión de ellos en esta sociedad. Se les preguntó si se sentían diferentes a la
gente de este país.

“Mmm bueno no, no me siento diferente146”

“No, no veo diferencia147”

“No po, somos todos iguales148”

“No.149”

“Somos niños todos!150”

“Nada151.”

De los testimonios expuestos anteriormente, los niños y niñas fueron claros al


señalar que no se sienten diferentes a los demás niños en Chile. Las diferencias físicas y
culturales no constituyen elementos que representen en el imaginario de los niños una
alteridad con la “infancia chilena”, en tanto no reconocen su piel, su idioma, y sus
costumbres como constituyentes de alteridad.

3.2.- Adultos: la otra cara de la moneda

Por otro lado, la población adulta haitiana residente en Chile nos ofrece otra versión
de lo que ha sido migrar. Pues, son los adultos quienes han traído a sus niños consigo en lo
que ha sido la búsqueda de un mejor vivir. Ellos nos muestran, tal vez, la parte más cruda
de lo que significa migrar, pues han sido los que, por cualquier motivo que hayan
esgrimido, han decidido dejar su tierra miles de kilómetros atrás, para buscar nuevos
caminos en un país lejano, frío y diferente, donde ni siquiera comprenden el idioma que se
habla, que los relega a una condición de migrante muchas veces mal vista por la sociedad, a

145
Wendie
146
Jerry
147
Yuliza
148
Wendie
149
Jonathan
150
Bilouvenie
151
Mikenlove

86
viviendas precarias, y trabajos que la gente en Chile evita. ¿Quiénes son estos sujetos que
han decidido cambiar su horizonte y venirse a este país? ¿Qué motivos los trae por acá?
¿Son felices?

Se recogió el testimonio de 4 adultos haitianos, mediante entrevistas semi-


estructuradas. Los adultos que entregaron su testimonio fueron voluntarios entrevistados en
la calle y lugares de trabajo. Ellos aceptaron contar parte de su historia de vida para este
estudio.

De los entrevistados, todos coinciden en un arribo reciente a Chile, 2 llegaron hace


dos meses, 1 hace siete meses, y 1 hace seis meses, de 30, 23, 22 y 30 años
respectivamente. De los entrevistados, 2 residen en la comuna de Peñalolén, 1 en Estación
Central y otro en la comuna de Los Cerrillos. 2 de ellos trabajan en la construcción del
campus Juan Gómez Millas, 1 como regador de áreas verdes de la Municipalidad de Ñuñoa,
y otro arreglando señaléticas y pintando calles. La primera pregunta realizada fue: “¿Por
qué decidieron migrar a Chile?”. A lo que contestaron:

“Hace sietes meses, tomé el avión de República Dominicana, en Santo Domingo a


Chile, y la PDI me mmm ¿back?... devolvieron! Porque no compré pasaje de vuelta.
Cuando regresé tuve que comprar dos pasajes más… Y traer 1000 dólares más y una carta
de invitación para poder quedarme. Me vine de Haití por la crisis política de allá, violencia,
cosa mala. Poco trabajo. Aquí hay sí mucho trabajo, pero no gusta (sic) a mí. 152”

“Bueno, yo llegué a Chile hace 6 meses. Me vine de Haití, porque bueno, la


económica (sic) allá esta mala, mala uff. No hay pega, no, cuesta mucho, no alcanza para
vivir.153”

“Me fui de Haití hace 6 meses, hay poca pega, yo me vine a trabajar, para mantener
a mi familia, yo estoy con mi primo (lo presenta). La situación mala allá… Chile es un
buen país, pero frío!154”

152
Samuel. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Ñuñoa. Septiembre de 2017
153
Félix. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Ñuñoa. Septiembre de 2017
154
Sandy. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Ñuñoa. Septiembre de 2017

87
“Yo venía acá porque hay un país que se habla allá, y es Chile, la gente la iba bien
allá. País bueno, tranquilo, así que me vine. 155”

Respecto a su proyecto en Chile, es decir, su futuro en el país, los comentarios


fueron:

“Yo quiero estar en Chile algunos años, estudiar tal vez, pero no vivir por siempre,
volver a Haití, sí, mi familia está ahí, mi madre me pregunta por qué me vine, ella no
quería.156”

“Yo aquí, bueno, me vine a buscar un trabajo, algo para vivir mejor. Yo soy
profesor de inglés. Trabajaba allá en colegio. Acá trabajo arreglando señalética, pintando
calles... No se parecen los empleos. Gustaría a mí, usar mi profesión en Chile. Me gustaría,
no sé, vivir algunos años aquí, depende mucho, verdaderamente no lo tengo decidido, pero
de momento acá en Chile.”157

“Bueno en mi opinión, yo me vine porque estoy trabajando por la plata, después


para hacerme una casa, allá en Haití. Yo tengo pensado ir y volver de chile y Haití, pasarme
unos cinco años acá y regresar a Haití por algún tiempo, y volver de nuevo aquí. Ir y
volver.158”

“Me gustaría ir y volver, no sé cada cuanto tiempo, yo no sé si me gustara quedarme


para siempre en un lugar. No tengo planes fijo. 159”

Como hemos podido observar a lo largo de este estudio, la mayoría de los haitianos
y haitianas en Chile han venido por mejores condiciones de vida, teniendo como primer y
principal objetivo encontrar un trabajo que les permita sobrevivir. Existen testimonios de
otros haitianos y haitianas que dan cuenta de situaciones de abuso o malestar en sus lugares
de trabajo. Por eso consultamos: ¿Cómo califica su ambiente laboral?

155
Joseph. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Ñuñoa. Septiembre de 2017
156
Samuel
157
Félix
158
Sandy
159
Joseph

88
“Bueno para mí, no me gusta mi trabajo, pero es tranquilo, riego el pasto, jardines,
tengo compañeros haitianos también, el sueldo es muy malo eso sí, y me queda lejos.
Trabajo 6 días a la semana.160”

“Bueno como te dije yo en Haití era profesor de inglés, me gustaría a mí volver a


trabajar de eso, aquí los chilenos, algunos, se aprovechan de ti porque eres haitiano, porque
no sabemos las cosas, o no entendemos bien. Los compañeros chilenos a veces te dicen
cosas, o se ríen de ti. Trabajo de lunes a sábado.”

“Mmm, el sueldo es bajo, apenas alcanza para vivir acá, y para enviar a mi familia
en Haití, me gustaría ganar más. Trabajo seis días a la semana.”

“Mi trabajo, mmm sí, me gusta. Yo trabajo desde lunes a sábado”

Por otro lado, se consultó a los entrevistados por el uso de sueldo: ¿Envía parte de
su sueldo al extranjero? las respuestas fueron las siguientes:

“Bueno, yo acá envío más o menos el 30% de mi sueldo para allá en Haití. El resto
el arriendo, comida, transporte, todo lo demás.161”

“Yo no envío dinero a ella, no necesita, ella me ofrece. Acá pagan poco y arriendo
es caro, muy caro, se aprovechan po! $300.000 la casa para 4. Caro! Lo otro comida y se
hace poco.162”

“Yo mando $100.000, $200.000, depende, eso allá es poco, allá es caro, no alcanza
para tanto. Allá la moneda es el Gourde. Pago arriendo con eso.163“

“Envío como $150.000 más o menos. Con lo otro el arriendo ($70.000) y para
cocinar. 164”

160
Samuel
161
Félix
162
Samuel
163
Sandy
164
Joseph

89
Como pudimos observar en las entrevistas a los niños y niñas, ellos experimentaron
un recrudecimiento en materia de calidad de vivienda. Al respecto, ¿Han atravesado los
adultos por los mismos obstáculos en su estadía en Chile?

“Aquí la casa es chica uushh, muy chica, y caro, caro. Allá en Haití la casa era
grande, harto espacio, barato, bonita… la extraño 165”

“Acá la casa, mm chica, y cara… allá casa linda, espacio harto, muy cómodo. Acá
casa son feas166”

“Mi casa era igual, muy bonita, el material es de madera, allá de eeehm, como se
llama? De cemento. Acá mal hecho, (Muestra su lugar de descanso en la construcción del
Campus Juan Gómez Millas) como esto, mira, tiene hoyo. [Su primo me acerca su celular y
me muestra una foto] ‘así son las casas en Haití’ dice, mostrando una casa blanca de
material sólido.”167

“Mi casa es bueno, más o menos, yo pago $70.000 mensual. Normal, por una pieza.
Allá tengo casa con mi mamá, muy grande, y bonito!168”

A continuación, se consultó a los haitianos cómo fue el enfrentarse a la barrera


idiomática. Este es, para algunos, un idioma desconocido, que los ha llevado a constituirse
como la mayor comunidad no hispanohablante residente en Chile. Dicha situación, de
alguna u otra forma los condiciona, puesto que al enfrentarse a una sociedad diferente, el
idioma actúa como el medio de sociabilización, por lo tanto, no conocer la lengua dificulta
su inclusión, sociabilización con los chilenos, conocimiento de las leyes, contratos y un
sinfín de variables más. Veamos cómo les resultó sortear dicha barrera:

“El español, uuush, cuesta. Chilenos hablan mal, muy rápido, mucho garabato,
ordinarios… no me gusta eso. Pero haitianos buenos para todo idioma, nos va bien 169.”

165
Samuel
166
Félix
167
Sandy
168
Josep
169
Sandy

90
“No para mí el español fue fácil, no costó mucho, además saber otro idioma ayuda a
comprender ¿No? Fue rápido170”

“Nadie me enseñó, aprendí hablando, me costó, yo casi no entiendo nada a algunos


chilenos. En el trabajo, en la calle, así aprendo.”171

“Yo aprendo el español así como conversando contigo, como por ejemplo tú me
dices (indica mi mochila) ‘bulto’, y yo te digo ‘¿Qué es?’ Así, preguntando, ¿Me
entiendes?”172

Otro tema que de extrema relevancia para este estudio y los entrevistados es la
familia. El estar lejos de los seres queridos es un punto que marca la pauta de los migrantes
en su trayecto. Con ella dejan su origen, su infancia, gran parte de su Historia, comidas,
amistades, fraternidad, conversaciones, en fin, abandonan el núcleo en que se criaron y
toman sus pertenencias para buscar otro camino mejor, pero lejos de su origen. ¿Mantiene
contacto con su familia, de qué formas?

“Acá tengo un hermano, vivo con él. Me comunico siempre con Haití, llamando y
whatsapp. Extraño a mi gente, mucho…”173

“Acá en Chile, estoy con mi primo, pero mi familia toda está allá, en Haití. Nos
comunicamos siempre por el Facebook, o por el wathsapp, todos los días.”174

“Aaah, yo con mi familia hablo siempre po, el whatsapp, el facebook, por teléfono
igual. Hay contacto, siempre. Tengo a mi mamá, mis primos, hermanos. Yo solo acá en
Chile. Extraño, si ufff, pero hay que ser fuerte, no? Buscar una mejor vida, ya sabes.”175

“Yo con mi familia si me comunico siempre, internet, facebook, instagram, todo, de


todo, y siempre. Sí, oosh, los extraño, me dan ganas de volver. Tengo a mis hermanos en
Estados Unidos y familiares también. Yo no fui porque era muy caro, muy difícil.”176

170
Félix
171
Sandy
172
Joseph
173
Joseph
174
Sandy
175
Félix

91
Respecto la relación nuestros entrevistados han adoptado con la comunidad haitiana
en Chile, quisimos cómo se desenvuelven entre pares, si existen lazos de amistad, de ayuda,
de identificación.

“Con la gente haitiana, sí, sí hablo, con los que viven cerca conversamos siempre, a
veces nos ayudamos.”177

“Aquí con los haitianos, sí, si hay relación. Nos saludamos, conversamos, es parte
de tu país acá, lejos. Nos ayudamos, si, muy bien todo.”178

“En mi lugar de trabajo son todos mis amigos, en mi pieza vivo con mi amigo,
nunca tiene problema. Tenemos cooperación, ayuda. En mi casa yo me uno con haitianos,
no sé el corazón de los otros, pero tengo amigos.”179

“Con los demás haitianos nos reunimos, nos ayudamos, somos amigos, allá en la
casa, en el trabajo, la iglesia… 180”

En Haití, la religión de la principal de la población se divide entre la “vaudou”, la


protestante y católica. Y como parte importante de sus vidas, tanto en Chile como en Haití,
la devoción por la iglesia se constituye como un elemento fundamental de la vida de los
haitianos en Chile. Quisimos indagar sobre sus experiencias:

“Sí, yo soy protestante, creo en dios… allá en Haití iba a la iglesia, pero mmm acá
no, no tengo la ropa además… hay que ir muy bien allá! 181”

“Yo soy evangélico, como le llaman. Voy a la iglesia acá en chile, van haitianos y
chilenos. Allá también asistía, todos los domingos con mi familia, nos arreglamos y
partimos juntos allá, siempre era así. Creyente, muy creyente. 182”

176
Samuel
177
Samuel
178
Félix
179
Sandy
180
Joseph
181
Samuel
182
Félix

92
“El domingo voy a la iglesia, soy evangélico, cristiano, voy aquí en Peñalolén a la
iglesia, haitianos con chilenos. Allá en Haití igual iba. Siempre.183”

“Yo voy a la iglesia, en Peñalolén, mismo que Sandy, evangélico. Me visto bien
para ir. Allá también iba a la iglesia.”184

Dentro de las preguntas más abiertas o libres realizadas a los entrevistados, una de
ellas fue “¿Qué les gusta o no les gusta de Chile?”

“De chile me gustan las plazas, todo bien verde, pero el frio aaghh, no, no gusta a
mí, Haití país con calor, aquí el invierno, ussh, frío, frío.”185

“Me gusta el país, porque es muy tranquilo, aquí no falta el respeto a uno, tienen
disciplina. Allá hay gente que falta el respeto a uno. Chile me recibe bien.”186

“Me gustan los chilenos, tienen mucho cariño por los haitianos. Tiene muchas
calles, plazas también. Bonito. Hay mucho juego para los niños.”187

“Mmm el calor ooosh, aquí el sol más fuerte que Haití, quema!! Y el frío, ooosh,
peor! Eso sí que no, me gusta el clima de Haití, lo extraño, y las comidas también!”188

Parte importante es conocer la idea que nuestros entrevistados se han generado de la


sociedad chilena en su estadía reciente, a lo que respondieron:

“En chile mm gente buena sí, y mala también. Hay racistas, otros que miran mal a ti
por ser negro o no saber el español, pero más gente buena onda si po, más buenos
momentos que mal.”189

“Hay gente buena onda y mala onda. Hay gente que se aprovecha de otras personas.
Hay gente que paga más que otras, es discriminación, eso no me gusta, unos pagan 300,
otros 200 por igual trabajo, más encima no conozco la ley (laboral) chilena.”190

183
Sandy
184
Joseph
185
Félix
186
Joseph
187
Sandy
188
Samuel
189
Samuel

93
“Acá en chile, nunca un chileno me ha tratado mal, siempre buena relación, nada
mal.”191

“La gente en Chile es buena, yo nunca encontrar una que decirme algo malo.”192

La última pregunta realizada a los entrevistados, fue el uso de sus tiempos libres en
Chile.

“Tenemos un equipo de fútbol y entrenamos, tenemos partido contra los de


Quilicura pronto, los domingos se entrena, súper bien.”193

“El sábado día libre, domingo voy a la iglesia. Yo descanso, ando tranquilo,
converso.”194

“Yo tengo el sábado para mi, para descansar.”195

“El día sábado hay que hacer pololitos (sic) de la casa, cocinar tranquilo, ir a la
feria, descansar. Domingo a la iglesia.”196

3.3.- Interpretación testimonial

Luego de analizar los testimonios recogidos de nuestros entrevistados, a


continuación se interpretarán dos perfiles migrantes; migrante haitiano niño/a y migrante
haitiano adulto.

A través del reflejo del testimonio entregado por los niños y niñas entrevistados,
podemos percibir en primera instancia, que ellos y ellas son mucho más expresivos que los
adultos al momento de responder a las preguntas realizadas; la extensión de algunas
respuestas, y la inclusión de sentimientos y expresiones en sus relatos, dan cuenta de un
mayor dominio del español chileno, por lo tanto de una mayor aplicación este y de cierta
extroversión, destacando en algunos casos la experiencia previa con el idioma en países de

190
Félix
191
Sandy
192
Joseph
193
Samuel
194
Félix
195
Sandy
196
Joseph

94
habla hispana como República Dominicana, país que formó desde temprano parte en el
itinerario migratorio de algunos, confiriendo mayor adaptabilidad y socialización para ellos
en la actualidad. Por otro lado, los demás estudiantes han aprendido el español en el colegio
y en su vida cotidiana, superando mediante esas vías la primera y principal valla que se
impone de facto a la inclusión de los haitianos y haitianas, la diferencia idiomática.

Tras su arribo a Chile, las familias de los niños se establecieron en Santiago, todos
en comunas de nivel socioeconómico medio y medio bajo, y del sector poniente de la
capital. Por esto mismo, los estudiantes han escogido un colegio gratuito y del cuadrante
poniente. En su establecimiento educativo, los niños han gozado de apoyo,
acompañamiento, y han forjado amistades entre niños y niñas haitianas y haitianos y de
otras nacionalidades. En el establecimiento, que se particulariza por su contexto
multicultural, y el potenciamiento de dicha condición, los niños se forman educativa y
socialmente día a día, destacando el papel desempeñado por la institución en su adaptación
a la sociedad chilena. Dentro de su proceso de inclusión, los niños han logrado identificar
las diferencias que separan a Chile de Haití, dentro de ellas puede mencionarse la
“tecnologización” de Chile y su sociedad, el clima frío que se contrapone al haitiano, la
vida más tranquila y ordenada, con más alimentos y con menor violencia, que les permite
plantearse un futuro en este país; estudio y trabajo, son las principales ideas que tienen en
su mente para desarrollar en Chile, pues son conscientes de las dificultades que existen para
trabajar y estudiar en Haití. Describen a Haití como un país más pobre que Chile,
relacionándolo a temas tan básicos como la comida, que en Chile es más abundante que en
Haití.

Reconocen igualmente el problema de la violencia, entre familias, de parte del


gobierno. También señalan las diferencias climatológicas entre países. Como bien sabemos,
el clima de Haití es tropical, y las temperaturas de invierno no tienen la misma crudeza que
en Chile, lo que impactó a los y las estudiantes. Siguiendo esto mismo, recuerdan la
presencia de animales e insectos propios de la fauna de Haití que no existen en Chile. Es
decir, los niños y niñas reconocen grandes diferencias entre ambos países en diversos
aspectos; sociales, climatológicos, alimenticios, de la fauna, etc.

95
Otro de los cambios experimentados en su infancia migratoria, ha sido la separación
de sus antiguas amistades y otros niños y niñas, y la progresiva “pérdida de libertad” que
los niños y niñas reconocen. En este sentido, podemos constatar que el concepto de libertad
que los niños poseen, respecta a la calidad del desenvolvimiento social con sus pares y
familias, el cual en Haití desarrollaban en niveles más altos por las relaciones afectivas que
forjaron durante su infancia. Consecuentemente, dichos aspectos en Santiago se han visto
disminuidos, otorgando los y las entrevistadas una visión de pérdida o carencia en Chile de
aquellos aspectos que desarrollaban normalmente en Haití, como lo son por ejemplo las
amistades, la sociabilización con sus pares, jugar en las calles, etc. Ello se tradujo en un
comienzo en una estadía introvertida, sin amigos, sin cercanos. Identifican igualmente las
diferencias de la infancia haitiana y chilena, reconociendo que los niños chilenos están
mayor tiempo en sus casas, y son muy apegados a artefactos electrónicos. Aquello llama la
atención de los niños y niñas haitianas que vivieron una infancia inicial menos
tecnologizada y por lo tanto más humanizada, en que los juegos entre niños y niñas en la
calle era la principal entretención del día.

Este mismo sentimiento de añoranza, se reconoce al momento en que se refieren a


su familia en Haití, con quienes entablan contacto permanentemente a través de las redes
sociales, que les permiten estar más “cerca” de sus familiares pero de manera virtual,
conjugando dos conceptos como son los de familia y virtualidad. Otra variable que los une
con su natal Haití es la religión, que se profesa fuertemente en la isla. Niños con sus padres,
asisten con regularidad a las ceremonias religiosas, constituyéndose la iglesia como un
espacio común tanto en Haití como en Chile. A la vez, este se espacio se perfila como un
medio de sociabilización con la porción religiosa de la sociedad chilena con quienes
comparten periódicamente, independiente si disfrutan de dicha práctica o no. Finalmente,
los niños y niñas haitianas reconocen haber sido discriminados por estigmas raciales y por
su condición de extranjeros en algunas ocasiones, de lo que se puede deducir que la actitud
racista (inconsciente y replicada de los mayores) está presente también en los niños de
Chile. No obstante ello, igualmente reconocen haber vivido experiencias gratas con la
sociedad chilena.

96
Su corta Historia reciente, les ha llevado a conservar arraigadamente en su
imaginario la idea de ser viajeros por el mundo, pues, pretenden volver a Haití y a Chile
constantemente, y en algunos casos, buscar otros horizontes que les sean más favorables
que Chile y Haití una vez estabilizados y definidos, como los países del primer mundo. Sin
duda, muchas de estas ideas respecto su futuro son adquiridas o preconcebidas a partir de la
adultez migrante haitiana, que tiene una tradición migratoria que se ha arraigado en el
imaginario colectivo.

Como pudimos ver, la infancia en Chile de los niños y niñas encuentra


contradicciones respecto la que vivían en Haití. Poseen expectativas para su futuro en este
país para desarrollarse y conseguir estabilidad. Sin embargo, los niños revelan que han
atravesado situaciones complejas: han sufrido burlas en ocasiones por ser de otro país, por
tener la piel de otro color. Inclusive, ya son conscientes del racismo existente en Chile. Sin
embargo, dichos casos, no les son lo suficientemente significativos como para entregar una
visión completamente negativa de su vida en Chile, por otro lado, algunos señalan haber
sido bien recibidos, sin “peros”

De modo general, los niños entrevistados consideran regularmente buena su vida en


Chile, y se adaptan a la sociedad chilena en la cotidianeidad. Sin mayor opción que acatar
el traslado por sus familias al extranjero, los niños son migrantes pasivos hasta que deben
de insertarse en la nueva sociedad, ofreciéndonos una mirada enriquecedora y distinta de lo
que significa ser un niño o niña migrante haitiano en este país, constituyéndose como
incipientes sujetos históricos de esta nueva sociedad multicultural.

Por otro lado, analizando los testimonios entregados por los adultos migrantes
haitianos, podemos reconocer que: En primera instancia, comparando las conversaciones
mantenidas con los estudiantes, los adultos haitianos entrevistados se muestran
introvertidos; atentos, silentes, de respuestas cortas, pero precisas, se aprecia una menor
fluidez de sus frases en español, eso coincide con la corta estadía que llevaban en Chile al
momento de la entrevista; dos llegados hace dos meses, uno hace siete, y otro hace seis
meses, es decir, comparten una entre sí una estadía muy reciente, al igual que sus edades,
30, 23 22 y 28 años de edad, dan cuenta de trabajadores jóvenes que buscan nuevas y

97
mejores oportunidades, de manera volitiva, pues han de emigrar solos y por su propia
cuenta, entregando una visión alterna a la de los niños y niñas.

Los motivos esgrimidos para venir a Chile, representados en los testimonios, dan
cuenta de una situación común y extendida en la sociedad haitiana, en tanto podemos
advertir que las principales causas migratorias hacia Chile son las mismas, a saber: en
primer lugar, los entrevistados son enfáticos en reconocer la existencia de una grave crisis
política en Haití, la cual ha derivado en escenarios de violencia, inestabilidad y desorden
imperante. En concomitancia con la crisis política de Haití, otros factores se concatenan
con ello, como lo es la pauperización económica del país, la carestía, y el consecuente
masivo desempleo de la población económicamente activa, por lo tanto, la búsqueda de
nuevas oportunidades laborales que les provea de mayor renta, y una vida más pacífica, son
parte de la piedra angular del éxodo haitiano hacia Chile, en tanto este último cuenta con un
mercado creciente que requiere de la ampliación de la mano de obra en diversos campos
laborales, como la agricultura, la construcción. Chile aparece como el destino electo por los
migrantes haitianos, ya que la imagen que se ha creado en el imaginario social haitiano es
la de un país económicamente fuerte, ordenado, estable, que ofrece oportunidades, las
cuales muchos de sus compatriotas han decidido alcanzar. Estos fueron los principales
motivos aducidos para llegar a Chile.

Una vez arribados, nuestros entrevistados se han radicado en comunas y sectores de


ellas de estratos socioeconómicos medios, y medios-bajos; dos en Peñalolén, uno en
Estación Central, y uno en Los Cerrillos. La elección de estas comunas para vivir, radica
principalmente en el bajo presupuesto con el que cuentan los y las migrantes al momento de
establecerse, encontrando en estas partes de Santiago arriendos de piezas o casas
relativamente más baratas. En este aspecto existe diferencias en los testimonios, en cuanto
algunos creen muy elevados los precios de arriendo, mientras otros lo encuentran normal o
aceptable, tal vez porque sus arrendatarios no buscan enriquecerse por medio de su
perjuicio. Sin embargo, donde no existen discrepancias, es en la calidad y extensión de las
casas que tenían en Haití. Llegar a Chile a arrendar una pieza, o una casa con familias
numerosas, significó un cambio radical en su vida cotidiana, experimentando una reducción
de su espacio de desenvolvimiento en el hogar y una pauperización material de sus

98
viviendas, y por último, el adoptar la nueva condición de propietarios por la de
arrendatarios.197 Por este motivo, su nueva vida en Chile resulta dificultosa.

Otro motivo, fue la barrera idiomática que debieron enfrentar una vez llegados a
Chile. A excepción de uno de los entrevistados, quien estudió Pedagogía en Inglés en Haití,
y por tanto maneja conocimientos de idiomas extranjeros, los demás entrevistados
presentaron ciertas dificultades en el manejo del español una vez llegados a Chile. La
rapidez, modismos, muletillas y otros, hicieron de este español chileno una valla derribable
en su proceso de inserción en Chile, ya que pese al escaso tiempo vivido en el país, al
momento de las entrevistas, éstos manejaban el idioma al nivel de mantener una
conversación en que el mensaje puede ser recibido y entregado de manera satisfactoria.
Señalan haber aprendido el idioma en la cotidianeidad, en el trabajo, en la calle,
conversando. A través del día a día, en la práctica y en la necesidad.

Respecto de su proyecto en Chile, éste parece tener bases muy definidas, pero sus
proyecciones parecen algo difusas por el momento por su reciente estadía, en tanto aun
descubren y ponen sobre la balanza el significado de esta nueva realidad migrante. Al
parecer, en primera instancia de allegados, Chile no les ofrece las condiciones que le
faciliten una vida que les agrade, o garantice un buen vivir en su totalidad. Lo que se
deduce con certeza, es que han abandonado su país de manera urgente y rápida para llegar a
Chile, y, una vez aquí, las condiciones los han llevado a especular sobre su futuro, pues el
proyecto no es claro

Principalmente, los y las migrantes han decidido venir a Chile para buscar un mejor
vivir, un trabajo seguro, que les provea una renta mejor a las alcanzables en Haití, para con
ello poder regresar a Haití y nuevamente a Chile con cierta periodicidad, a fin de mantener
el contacto con sus familias y ayudar económicamente. Respecto su desenvolvimiento
laboral, los entrevistados señalan demostrar inconformidad con su trabajo. Tenemos el caso
de Félix, profesor de inglés, quien no puede desempeñar su profesión por no poder

197
Denuncian que arriendos a haitianos pueden llegar a $400.000. (16 de enero de 2017) En:
[http://www.24horas.cl/noticiarios/reportajes24/reportajes-24-denuncian-que-arriendos-a-haitianos-
pueden-llegar-a-400-mil-2262846]

99
convalidar su título de docente, denunciando malas prácticas de sus compañeros de labores.
Por otro lado, Samuel y Sandy piensan que su sueldo es muy bajo para el costo de
mantenimiento que conlleva su estadía en Chile. Solamente Joseph demuestra cierta
conformidad con su trabajo. Todos los entrevistados señalan trabajar más de cinco días a la
semana, lo que da cuenta de una sobrecarga laboral que no cumple con las expectativas de
los entrevistados.

En este mismo sentido, todos los entrevistados, a excepción de uno, envían remesas
al extranjero con el fin de ayudar a sus familias a atravesar las dificultades que sobrellevan.
Independientemente de las cifras esgrimidas por cada uno, las remesas enviadas a Haití
parten desde el 30% del sueldo ganado en Chile. Como señalamos, la claridad respecto el
proyecto en Chile de los migrantes haitianos entrevistados parecen difusos, en tanto no
tienen claridad de su futuro, barajando alternativas como regresar a Haití, quedarse en
Chile, establecerse en otro país, estudiar, traer a parte de la familia, etc. No existe una
definición concreta, por lo tanto es un proyecto abierto, indefinido, que se fraguará con los
pasares de cada individuo.

Lo que es horizontalmente común a los migrantes haitianos y haitianas, y de todas


las edades, es la separación de sus seres queridos, amigos y familiares. Aspecto
condicionante y fundamental de todo proceso migratorio cualquiera sea el destino o motivo.
Cómo ya analizamos dicha realidad, nos enfocaremos en reconocer los aspectos en común
de los entrevistados. Por una parte, algunos planean traer a su familia consigo, otros ya
tiene parte de ella aquí, otros, simplemente no lo planean o tienen diferentes objetivos, sin
embargo, todos coinciden en la constante comunicación establecida con sus familiares. Las
redes sociales, se han puesto al servicio de las familias separadas, siendo este el medio
principal de contacto, cuyo fenómeno anteriormente calificamos como familia virtual.

Ante la separación y carencia emocional experimentada por los viajeros migrantes,


éstos, se han reunido entre compatriotas en el extranjero, pues, el sentimiento de lejanía y
desprendimiento, es común a los y las haitianas en Chile, lo que los ha llevado a
identificarse como similares, y a entablar relaciones de ayuda y cooperación con los demás
haitianos, miembros de familia, o no. Espacios de socialización entre pares, identificamos
el ambiente laboral, el barrio, la calle o la iglesia.

100
Esta última reviste gran importancia para los haitianos adultos. Pues, como
mencionamos, la sociedad haitiana presenta una faceta fuertemente confesional, por lo
tanto, la religión se constituye como uno de los elementos más extendidos en su cultura.
Así lo reconocen también los entrevistados, a excepción de Samuel, quien no gustaba de
asistir en Haití a la iglesia, quien por lo tanto en Chile no asiste. Los demás, afirman que la
iglesia y la religión son partes importantes de su vida cotidiana, asistiendo todos los
domingos a modo de deber, pues, como pudios ver, no consideran el día domingo un día
libre, sino un día de iglesia. Además de constituirse como elemento cultural potente, la
iglesia, se erige como un espacio de socialización con, por un lado, la comunidad haitiana
que asiste a dicha iglesia, y por otro, con la sociedad chilena protestante, en este caso, que
igualmente asisten a dicha iglesia. Por estas razones; culturales, sociales, además de las
relaciones de ayuda y cooperación entabladas en la iglesia, es que este espacio se constituye
como uno de los más importantes de la comunidad haitiana en Chile.

Por otro lado, remitiéndonos a temas más livianos y menos complejos, al ser
consultados por sus tiempos libres, los entrevistados reconocen el día sábado como su día
de esparcimiento (para quienes no lo trabajan) puesto que el día domingo es día de iglesia.
Para Samuel, esto es una excepción, posiblemente es uno de los pocos haitianos que dedica
su único día libre a practicar fútbol con otros haitianos en la comuna de Quilicura. Los
demás, señalan descansar, comprar alimentos, hacer trabajos pequeños, cocinar. Es decir
actividades hogareñas o de descanso, no así de esparcimiento o entretención, de lo que
podemos deducir, que el migrante haitiano llega a Chile con una mentalidad trabajadora, o
laboral, enfocada, sin ramales que maticen su condición primera de trabajador.

Finalmente, sobre sus percepciones en torno a las chilenas y chilenos, las respuestas
que obtuvimos fueron diferentes, en cuanto algunos reconocen episodios de discriminación,
aprovechamiento o burla. Otros, reconocen y admiran la tranquilidad y respeto de la gente
en el país. Pues, no existe un veredicto que permita definir a totalidad las experiencias con
chilenos que los haitianos y haitianas han vivido, pues parece que los malos o buenos
momentos forman parte de un azar que no siguen conductos teóricos ni estadísticos. Los
demás, no se han enfrentado a algún escenario como este. Samuel comenta que en
ocasiones ha sentido discriminación por su color de piel, o por no dominar el idioma; en

101
esta situación, nos enfrentamos casos de racismo biológico y racismo cultural 198 , que
analizaremos con detención en el siguiente capítulo: Racismo e inmigración.

198
Ver siguiente capítulo

102
Capítulo IV: Racismo e inmigración en Chile

Racismo e inmigración, dos conceptos presentes en varios capítulos de la Historia


de la humanidad que parecen acoplarse casi por naturaleza en la sociedades cosmopolitas.
Lejos de entablar un nexo positivo, la desconfianza por el “otro”, el desconocimiento y el
recelo, entre tantas otras, han originado fuertes disputas histórico-sociales en torno a estos
dos conceptos. El pensamiento racial que parece emerger fortalecido de la mano con la
migración, no responde a meras situaciones coyunturales o acontecimientos aislados, sino
que trasciende y se hereda tras varios siglos de Historia, otorgándole dicho transcurso
matices y variantes propias de su tiempo histórico. No obstante, dichas variantes no han
trastocado la esencia sustantiva de este pensamiento.

El caso de Chile no es la excepción a la regla, pues, a lo largo de su Historia, hemos


podido constatar numerosos episodios de racismo, segregación y discriminación, desde
tiempos coloniales con la subordinación de los pueblos aborígenes y el pueblo mestizo,
hasta el siglo XXI, camuflado entre los conceptos de xenofobia, segregación, intolerancia,
discriminación, etc., que marcan una tendencia que nos permite caracterizar la naturaleza
de la sociedad chilena en general; la desconfianza por el extranjero, la sospecha, la idea de
que un elemento ajeno, lejano, ha venido a instalarse donde no pertenece, y donde
aprovecha por igual los beneficios de una tierra la cual no le corresponde. Tales
percepciones y sentimientos, no solo les son adjudicados a los extranjeros, -que en su
mayoría deciden radicarse en Chile por trabajo- sino que, en igual grado de
irresponsabilidad, dichos prejuicios raciales han sido propinados por parte de la sociedad
chilena a los pueblos originarios del país, percibiéndolos como ignorantes, flojos, atrasados
y otros calificativos que, antiguos pero influyentes, -ni menos irresponsables- historiadores
han perpetrado en la Historiografía y trasvasijado hacia parte del imaginario social. Y no
tan solo los historiadores, sino que el Estado mismo ha sido en parte gestor de dicho
sentimiento, comenzando por la “caza” autorizada de indígenas en la Patagonia, la guerra
de La “Pacificación” de la Araucanía, y de forma más contemporánea y continua, la
criminalización de las reivindicaciones de la Nación Mapuche -so pretexto que en La

103
Araucanía existe una guerra interna-, aplicando el Estado el uso de la fuerza excesiva, y la
rigurosidad legal máxima al aplicar la controvertida Ley Antiterrorista.

Antes de comenzar a examinar y desarrollar el racismo en Chile y su relación con la


inmigración, partiremos por aproximarnos conceptualmente a la corriente racista,
estudiando su origen, y sus variantes posteriores.

4.1.- Racismo: una mirada histórica

Definir el concepto de racismo es una tarea un tanto difícil por los debates
ideológicos que se producen en torno a este, y también por la mutabilidad de su carácter, el
cual se relaciona estrechamente con el acontecer histórico en el que se presente. En primer
lugar, comenzando por la formulación del “Racismo Científico”199 durante el siglo XIX,
que postula la diferenciación y jerarquización de la humanidad en razas, por un lado las
superiores, por el otro las inferiores, se “fundamenta” en las diferencias biológicas
hereditarias entre sociedades, las cuales se traducirían en diferencias morales, de capacidad,
razonamiento, etc. En este sentido, dicha diferencia representa una base para la
categorización, jerarquización, el rechazo y la discriminación, e incluso en algunos
contextos históricos pasando por la explotación y hasta el exterminio de aquellas razas
consideradas inferiores. Es así, como a lo largo del siglo XIX, nuevas teorías surgen al
respecto. Ejemplo importante de ello es el Ensayo sobre la igualdad de las razas humanas,
escrito por Arthur Gobineau, en cuya obra reconoce una superioridad racial de los países
nórdicos respecto las demás, proponiendo el rechazo de cualquier tipo de “mezcla racial”
por la supuesta degeneración que la raza experimentaría.200 Esta concepción racial de la
humanidad, podemos reconocerla en el contexto histórico el siglo XIX y comienzos del
XX, en el marco del proceso imperialista que las potencias europeas llevaron a cabo, el
cual, no acabaría por completo hasta la segunda mitad de siglo, con el proceso de
descolonización.

199
PEDEMONTE, N, AMODE, N & VÁSQUEZ, J. Racismo y matrices de “inclusión” de la migración haitiana en
Chile: elementos conceptuales y contextuales para la discusión. Polis, Revista Latinoamericana, Volumen 14
n° 42. 2015
200
MARÍN, J. Las “razas” biogenéticamente, no existen, pero el racismo sí, como ideología. Revista Diálogo
Educacional, Pontificia Universidade Católica do Paraná, Brasil. 2003. Página 2.

104
Ejemplo de dicho pensamiento, podemos reconocer en Chile durante los primeros
años del siglo XX, en tanto corrientes de tipo racista se predicaban en altas esferas de la
sociedad chilena. Uno de los exponentes de este pensamiento es Nicolás Palacios, médico y
político de la época de ideas nacionalistas, quien hubiera publicado un libro titulado como
La raza chilena.

“El descubridor y conquistador del nuevo mundo vino de España, pero su patria de
origen era la costa del mar Báltico, especialmente el sur de Suecia […] eran los
descendientes directos de aquellos bárbaros rubios, guerreros y conquistadores […] eran
esos, los Godos, prototipo de la raza teutónica, germánica o nórdica, que conservaron casi
del todo pura su casta […] gracias a las leyes que, por varios siglos, prohibieron sus
matrimonios con las razas conquistadas […] puedo asegurar que a lo sumo el diez por
ciento de ellos presentan signos de mestizaje con la raza autóctona de España […] el resto
es de pura sangre teutona, como Pedro de Valdivia, cuyo retrato es conocido.”201

En dicho extracto, el autor deja una visión que busca mostrarse asertiva en cuanto a
la composición biológica o genética de los primeros conquistadores de Chile y América.
Destaca la fisiología rubia o caucásica de los soldados allegados, propia de la Europa del
Norte, cuyos rasgos genéticos, gracias a leyes que impidieron una mezcla de tipo “racial”,
han conservado casi intactos los – para el autor- destacables rasgos que los primeros
colonos han exportado a Sudamérica; rubios, germanos, homogéneos. Dicha interpretación
del autor puede fácil y abiertamente catalogarse de aduladora del gen europeo, denotando
orgullo por la radicación de personas de dicha “biología” y por la posterior mezcla racial
con el gen araucano como veremos a continuación.

“Efectivamente los Godos y los Araucanos, tan diferentes en su aspecto físico,


poseían ambos, con la misma nitidez y fijeza todos los rasgos característicos de lo que los
entendidos llaman sicología varonil o patriarcal, en la que el criterio del hombre prima en
absoluto sobre el de la mujer en todas las esferas de la actividad mental […] Los
conquistadores notaron esa semejanza de los Araucanos con ellos desde los primeros

201
PALACIOS, N. La raza chilena: libro escrito por un chileno y para los chilenos. Editorial chilena 1918
(segunda edición), Santiago. Página 35. Disponible en
[http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/mc0018474.pdf]

105
momentos […] El inmortal Ercilla sintetizó en su poema la admiración que esta raza
cobriza y bárbara del nuevo mundo hacía nacer en el alma de aquellos insignes
conquistadores. Eran pues, dos razas de corazón y de cerebro semejantes las que en su
choque de dos siglos, con una epopeya por epitalamio, dieron el ser al roto chileno. De allí
la uniformidad de sus pensamientos.”202

No siendo suficiente el pensamiento patriarcal que expone el autor en su obra,


calificando al hombre como superior en todas las esferas de la actividad mental sobre la
mujer, Palacios advierte del riesgo de la mezcla de la raza chilena, que aunque disímil en su
composición, la considera homogénea en su semblante psicológico. El IV capítulo de su
obra lo titula como “Funestos resultados de la mezcla de razas distintas. No debe traerse
colonos de raza latina a Chile”

“Mis […] estudios de biología me permiten atribuir a esos proyectos toda la


gravedad que encierran, y prever las funestísimas consecuencias que su realización
acarrearía inevitablemente para el porvenir de nuestra raza […] Las cruzas de dos razas de
sicologías diversas, no hablo de distintos grados de cultura, traen asimismo el desequilibrio
[…] carecen esos mestizos de lo que se llama control cerebral y constituyen la carga social
de los apasionados, de los impulsivos, de los atávicos, de los instintos pervertidos, de los
degenerados morales de toda especie con lo que no es dable formar sociedad alguna. Esto
justifica la observación de la sabiduría popular, que considera al zambo más malo que el
negro fino.”203

El problema de la mezcla racial para Palacios le urgió fuertemente durante su época,


puesto que, según sus estudios de médico que lo sustentarían, la mezcla de dos “razas”
diferentes entre sí, como lo es la raza chilena –godo más araucano- y la latina, generarían
un tremendo desequilibrio social debido a la esencia “nerviosa” incompatible de los latinos
con los chilenos.

Como pudimos ver, Palacios, profundamente influenciado por el darwinismo social,


consideraba que el pueblo chileno pertenecía a una raza superior. Sus tesis racistas fueron

202
Idem. Página 38.
203
Idem. Páginas 40-41

106
más adelante tomadas por el historiador Francisco Encina, e influenciaron a los jóvenes que
estudiaron sus postulados. Años más adelante, la tesis del origen godo-araucano del “roto
chileno” fue posteriormente utilizada por intelectuales criollos adheridos al nacional-
socialismo, en la que posicionaron al pueblo chileno como parte de una raza superior.
Ejemplo contextual-contemporáneo de dicha “superioridad”, fue el triunfo de los ejércitos
chilenos durante la Guerra del Pacífico, hecho que moldeó el futuro de la relación Chile-
Perú-Bolivia, de inestabilidad histórica indubitable, marcada por la tensión y el
enfrentamiento, el cual, no se remitió a las altas esferas políticas, sino que decantó hacia las
capas sociales de los países contendores. Dicha dialéctica inestable y enconada, ha
persistido ya por más de un siglo, y hoy en día puede observarse cómo dichas fracturas
recalan en la discriminación desde la sociedad chilena hacia los migrantes de origen
peruano o boliviano.

Volviendo a la teoría racial, podemos afirmar que esta se presenta no como una
simple actitud propia de los racistas, sino que va más allá de sus mecanismos de expresión
psicosociales, Balibar lo define de la siguiente manera:

“[un] verdadero “fenómeno social total”, [que] se inscribe en prácticas (formas de


violencia, de desprecio, de intolerancia, de humillación, de explotación), discursos y
representaciones que son otros tantos desarrollos intelectuales del fantasma de
profilaxis o de segregación (necesidad de purificar el cuerpo social, de preservar la
identidad del “yo”, del “nosotros”, ante cualquier perspectiva de promiscuidad, de
mestizaje, de invasión), y que se articulan en torno a estigmas de la alteridad
(apellido, color de la piel, prácticas religiosas).”204

En la actualidad, aludir al tema de la raza desde la perspectiva científica


(diferenciación biológica jerarquizante) es tema muy cuestionado por los sustentos
obsoletos y carentes de fundamentación en que se basa. Por su parte, las teorías raciales y
sus métodos históricos, como los procesos de colonización, los genocidios o limpiezas
étnicas, son aristas que ese fenómeno ha expresado históricamente. No obstante, el
cuestionamiento del racismo científico y el rechazo social a dicha corriente de pensamiento,

204
BALIBAR, E. & WALLERSTEIN, I. Raza, nación y clase.
Fundación IEPALA (Instituto de Estudios Políticos para América Latina y África) Madrid, 1991. Página 32.

107
no han acabado con el racismo, en tanto que aún persiste en forma de segregación social y
de exclusión cultural. Pues el racismo como pensamiento –como mencionamos en un
comienzo- se ha adaptado a los vaivenes históricos en que se sitúa, supliendo en la
actualidad por ejemplo categorías biológicas por categoría culturales. De este modo, se
constituye un nuevo tipo de racismo, el neorracismo, o racismo cultural. Según Balibar205
es:

“un racismo cuyo tema dominante no es la herencia biológica, sino la


irreductibilidad de las diferencias culturales; un racismo que, a primera vista, no postula la
superioridad de determinados grupos o pueblos respecto a otros, sino ‘simplemente’ la
nocividad de la desaparición de las fronteras, la incompatibilidad de las formas de vida y de
las tradiciones.”206

De esta manera, el neorracismo se construye en torno a la diferenciación del otro, a


“estigmas de alteridad” no típicamente biologicistas, sino que matizados y algo más
disimulados, ya que se expresan por medio de conceptos como el de “etnia” o inclusive
“migración”. Sin embargo, a pesar de experimentar modificaciones respecto a su lenguaje o
discurso, la esencia racial de dicho pensamiento permanece incólume, en tanto que éste, ya
no desde la biología, sino desde el campo de la cultura, rechaza las diferencias culturales
entre grupos sociales, “justificando” formas de expresión despectivas, la desconfianza hacia
los “otros”, la exclusión sociocultural, laboral, etc., todo en el seno de sociedades
cosmopolitas que se definen como “igualitarias” y progresistas207.

“Ambos fatalismos sociales (racismo biologista y determinismo culturalista)


coinciden [...] en su visión anticonvencionalista y falsamente natural del orden comunitario,
pero también en otro punto importante: su fobia al mestizaje. Los racistas y los
hiperculturalistas proclaman siempre como ideal de la colectividad bien nacida el

205
PEDEMONTE, N, AMODE, N & VÁSQUEZ, J. Racismo y matrices de “inclusión” de la migración haitiana en
Chile: elementos conceptuales y contextuales para la discusión. Polis, Revista Latinoamericana, Volumen 14
n° 42. 2015. Página 226.
206
BALIBAR, E. & WALLERSTEIN, I. Raza, nación y clase. Fundación IEPALA (Instituto de Estudios Políticos
para América Latina y África) Madrid, 1991. Página 37.
207
Op. cit.

108
mantenimiento de la prístina pureza o su recuperación caso de que –como suele pasar– se
haya perdido.”208

En esta nueva dinámica emergente del racismo, cuyo producto conocemos como
racismo cultural, Frantz Fanon, eminente filósofo de la descolonización y el racismo, nos
ofrece su mirada respecto a la evolución del racimo biológico al racismo cultural, desde la
óptica del colonialismo:

“Se ha afirmado en un comienzo la existencia de grupos humanos sin cultura;


después, de culturas jerarquizadas; finalmente, la noción de relatividad cultural […] La
doctrina de la jerarquía cultural no es, pues, más que una modalidad de la jerarquización
sistematizada […] (lo cierto es que) La aparición del racismo no es fundamentalmente
determinante. El racismo no es un todo sino un elemento más visible, más cotidiano –para
decirlo de una vez-, en ciertos momentos, más grosero de una estructura dada […] (pues) Si
la cultura es el conjunto de comportamientos motores y mentales nacido del encuentro del
hombre con la naturaleza y con su semejante, se debe decir que el racismo es
verdaderamente un elemento cultural […] (por eso mismo) El racismo no ha podido
esclerosarse. Le ha sido preciso renovarse, matizarse, cambiar de fisonomía, […] este
racismo (biológico) que se quiere racional, individual, determinado, genotípico y
fenotípico, se transforma en racismo cultural, […] (por lo tanto) El racismo, como lo hemos
visto, no es más que un elemento de un conjunto más vasto: el de la opresión sistemática de
un pueblo.”209

Como mencionaba Fanon, el racismo no es un hecho per sé, en cuanto no se expresa


independiente o como un hecho social aislado, sino que al contrario, forma parte del
eslabón de una larga cadena colonialista que domina y oprime las culturas, constituyéndose
el racismo como una de las expresiones concretas más fuertes de dicha dominación,
orientada a la destrucción de los valores culturales y formas de existencia. Y es que el paso
del racismo biológico al cultural obedece a la sistematización de prácticas imperialistas,
como por ejemplo Fanon menciona:
208
SAVATER, F. (1993), La heterofobia como enfermedad moral. Revista Vuelta, volumen 17, n° 205. México,
1993. Página 24
209
FANON, F. Por la Revolución Africana. Editorial Fondo de Cultura Económica. México, 1965. Páginas 38,
39, 40

109
“El racismo vulgar en su forma biológica corresponde al periodo de explotación
brutal de los brazos y las piernas del hombre. La perfección de los medios de producción
provoca fatalmente el camuflaje de las técnicas de explotación del hombre, y por
consiguiente, de las formas de racismo.”210

En este sentido, al igual que Frantz Fanon, Immanuel Wallerstein coincide en el


acoplamiento del racismo y capitalismo, pues en el actual contexto económico neoliberal,
dichas prácticas se ensamblan funcionalmente al sistema económico globalizado. El
racismo actúa como un tamiz de la oferta laboral existente, en cuanto este propicia la
división sociolaboral de la escala de trabajos, en tanto que, sistémicamente permite el
ingreso de migrantes o grupos étnicos a los empleos más bajos de dicha escala,
constituyéndose así el neorracismo como una alternativa flexible y maleable para la
economía capitalista, ya que desecha y coopta trabajadores en los empleos menos
“prestigiosos”.

Como menciona Wallerstein:

“Este tipo de sistema –un racismo constante en la forma y en el veneno, aunque un


tanto flexible en sus fronteras– hace sumamente bien tres cosas. En primer lugar, permite
ampliar o contraer, según las necesidades del momento, el número de individuos
disponibles para los cometidos económicos peor pagados y menos gratificantes en un
ámbito espacio-temporal concreto. Por otra parte, hace nacer y recrea permanentemente
comunidades sociales que en realidad socializan a sus hijos para que puedan desempeñar, a
su vez, las funciones que les corresponden (aunque, desde luego, les inculcan también
formas de resistencia). Por último, ofrece una base no meritocrática para justificar la
desigualdad.”211

Como pudimos constatar, el racismo, de orígenes históricos remotos, ha


experimentado variaciones como corriente del pensamiento, en cuanto se ha adaptado a la
coyuntura histórica en que se reconozca. Lo mismo ha ocurrido en el caso de Chile a lo

210
Idem. Página 43.
211
BALIBAR, E. & WALLERSTEIN, I. Raza, nación y clase. Fundación IEPALA (Instituto de Estudios Políticos
para América Latina y África) Madrid, 1991. Página 56.

110
largo de su Historia, comenzando en el período colonial con la jerarquización en castas y la
depuración de la mano de obra mestiza e indígena. También en tiempos de la formación de
la República, silenciando la voz del bajo pueblo en la construcción de esta nueva identidad
chilena, perpetuando la aristocracia criolla la subordinación de los pueblos indígenas y
mestizos. Más adelante, en los tiempos del primer centenario de la Independencia, con la
ocupación de las zonas arrebatadas a Perú y Bolivia y con el consecuente proceso de
chilenización y represión que se llevó a cabo, y durante el siglo XXI en la nueva coyuntura
migratoria en que nos encontramos. Con todo, el racismo, en cualquiera de sus variantes, se
ha hecho presente, adecuando su semblante. No obstante ello, sus nuevos derroteros,
dígase: neorracismo, determinismo cultural o racismo cotidiano (aquél que se expresa de
manera sutil, conocido también como “micro racismo”), no presentan una ruptura con su
matriz originaria, sino que mediante nuevas vías o discursos plantean un racismo matizado
verbalmente menos confrontacional, pero inmutable en su esencia.

4.2.- Inmigración y racismo

Una vez que hemos definido el racismo y sus formas, realizaremos un análisis, con
elementos para la discusión, de lo que se denomina actualmente como el “problema” de la
inmigración, y la relación que contrae con el racismo. Para comenzar, dicha relación se
abordará partiendo desde la premisa de que en Chile, los actuales flujos migratorios de
origen latino y caribeño configuran un “problema” en el imaginario social chileno, no así
los migrantes de origen europeo o norteamericano. Como mencionamos, a partir de los
años 90, y sobretodo entrado el siglo XXI, la inmigración en Chile ha experimentado
cambios profundos, reconociéndose una intensificación de las oleadas migratorias;
peruanos y bolivianos mayoritariamente en una primera época (90’), y entrado el siglo
XXI, migrantes de origen caribeño, como es el caso de los migrantes dominicanos y
haitianos, provocando el desplazamiento del estudio de las Ciencias Sociales hacia estos
últimos sujetos por las novedades que presenta dicho fenómeno. Dicho nuevo interés, se
acopla al cambio en el patrón migratorio chileno, actualmente sur-sur, que quiere decir que
Chile se enmarca dentro de los patrones migratorios regionales, caracterizada por la
inmigración fronteriza y de países latinos.

111
Los nuevos estudios de las Ciencias Sociales se han concentrado en investigar las
barreras materiales, económicas, administrativas, legales, públicas y simbólicas y culturales
que se le presentan a los migrantes en Chile. Estas últimas dos categorías -en forma de
estereotipos y generalizaciones-, son las que construyen en el imaginario colectivo la
noción del “otro”, o del extranjero ante la sociedad. Sobre este punto de abordar la
inmigración, se identifican dos dificultades epistemológicas 212:

En primer lugar, los estudios de la migración en Chile han puesto la lupa en la


migración como “problema” per sé, mientras que aquello que constituye a la migración
como problema en el imaginario social chileno no ha sido objeto de estudio. Por lo tanto,
antes de estudiar al fenómeno migratorio por sí mismo, como un fenómeno sociológico,
conviene revisar las raíces de este fenómeno que ha inserto a grupos no nacionales en una
condición social generalmente relegada, que obstruye su desenvolvimiento como ser
humano en cualquier parte.

En segundo lugar, reconocemos como dificultad la no historicidad de los estudios de


migración y racismo en Chile, y la incidencia de dicho pensamiento en la construcción de la
identidad chilena y su imaginario. Hoy en día, los estudios que han estudiado la exclusión
de los inmigrantes, a menudo lo identifican como un problema de xenofobia, o también de
discriminación. En algunos casos, se ha identificado también como racismo, pero como
sinónimos de ambos conceptos, perdiendo de este modo el racismo su esencia histórica, su
condición de categoría analítica propia, o su especificidad, supeditándose a categorías
ahistóricas como son la xenofobia y la discriminación.

De acuerdo a la construcción en el imaginario social de la migración como


problema, podemos identificar que el inmigrante del siglo XXI que decide establecerse en
Chile, se inserta en una economía global-neoliberal, cuya labor de facto en dicho engranaje
es la ocupación de los trabajos más precarizados que el sistema le ofrece, sin embargo, más
allá de su vinculación económica, lo que configura la idea del migrante en Chile es su

212
CORREA, J. La Inmigración como “problema” o el resurgir de la raza. Racismo general, racismo cotidiano y
su papel en la conformación de la Nación. En: TIJOUX, M. (Editora) Racismo en Chile: La piel como marca de
la inmigración. Editorial Universitaria. Santiago, 2016. Página 37.

112
relación que mantiene con el orden nacional 213 , como señala Sayad, en las sociedades
contemporáneas, los fenómenos migratorios se relacionan con el orden nacional a partir de
la construcción histórica de lo “nacional” y de la inmigración como la presencia en lo
“nacional” de “no nacionales”, comprometiendo dicha relación, diferencias culturales,
sociales o económicas, inclusive diferentes órdenes políticos.

“ […] el hecho de no ser “nacional” del orden nacional, en el cual la inmigración


lleva a vivir y no vivir (debido a la emigración) […] es estar privado y privarse del derecho
más fundamental, el derecho del nacional, el derecho a tener derechos, el derecho de
pertenecer a un cuerpo político, de tener un lugar, una residencia, una verdadera
legitimidad, es decir, el derecho de poder dar sentido y razón a su acción, a sus palabras, a
su existencia; es el derecho de poder tener una historia, un pasado y un futuro y la
posibilidad de apropiarse de ese pasado y ese futuro, la posibilidad de dominar esa
historia.”214

De acuerdo a lo comentado por Sayad, podemos afirmar que el migrante es incluido


a la matriz económica neoliberal del proceso migratorio, asimilándolo al orden nacional,
pero desde una condición de “no nacional”, que, a través de la subyugación a trabajos
precarizados y la segregación social, la exclusión política y el rechazo cultural, son
relegados hacia los márgenes de la sociedad en que se insertan. En consecuencia, la no
inclusión política de facto del migrante, y el ser excluido de iure por la sociedad a la que
llega, actuarían como base de otros tipos de exclusiones o tipos de segregación. Por lo
tanto, la figura que aflora del migrante, lo hace desde la distinción entre nacional y no
nacional, que toma forma en la idea de un sujeto que cuetiona patrones culturales, sociales,
económicos o estéticos de la sociedad a la que arriban. Dicha “amenaza”, provocaría la
desconfianza y la delimitación de lo “nacional” en oposición a lo extranjero, erigiendo una
barrera para los migrantes que, como pudimos ver, se les impone en la cotidianeidad. No
obstante ello, vale establecer la diferencia que actualmente la sociedad concibe de los
“migrantes” y los “extranjeros”. Cargada de prejuicios y despectividad, la expresión

213
SAYAD, A. Estado, nación e inmigración: el orden nacional ante el desafío de la inmigración. Apuntes de
investigación, n° 13. 2008. Disponible en:
[http://www.apuntescecyp.com.ar/index.php/apuntes/article/viewFile/122/107]
214
Idem. Página 105.

113
“migrante” es la que engloba al otro, al raro, a la amenaza, al que quita oportunidades a los
nacionales, mientras que en la idea de “extranjeros”, se identifica generalmente al turista
del primer mundo, al empresario, al europeo, al estadounidense, etc., gente que proviene de
países que son económica, tecnológica y culturalmente considerados superiores por la
sociedad chilena. El inmigrante demuestra una condición social, el extranjero un status
jurídico. “Ser inmigrante implica la inscripción corporal de estigmas vinculados a la
diferencia negada de la raza/nación/género/clase, y un proceso de naturalización en que
características físicas y culturales inmodificables se traspasan por generaciones, marcando a
quien ha inmigrado y a sus familias a través del tiempo.215”

Reconocida la historicidad del racismo en Chile, y reconocido como matriz de la


discriminación y la xenofobia que los migrantes sufren, podemos aseverar que el racismo
del siglo XXI resale a la superficie fortalecido, como una reacción a la llegada de flujos
migrantes, excluyéndolos de iure en el orden político nacional, marginándolos (o
incluyéndolos) en torno a la idea de mano de obra barata funcional. En este contexto, dicha
reacción social pierde su relación con el racismo vulgar o biológico para, como mencionaba
Fanon, actuar bajo la clasificación y jerarquización de las diferentes culturas de acuerdo al
rol que ocupan en la sociedad.

Por lo tanto, en el caso de Chile, como otros países de América Latina, el racismo se
basa en un ideal de blancura, representado en el antiguo hombre blanco europeo y su rol
dominante en la Historia (blanco de piel y accionar). En torno a dichos ideales, se definió el
Estado-nación como una entidad cultural delimitada y políticamente autónoma,
configurando este discurso racial parte fundamental de la “chilenidad” o del imaginario
social de “ser chileno”. Dado el carácter histórico de dicho pensamiento y de la
constitución de lo nacional mediante la imposición de márgenes socioculturales, junto con
el círculo vicioso generado en torno a la transmisión de los estigmas de “alteridad” a las
nuevas generaciones migrantes, y sobre todo ante la naturalización del racismo cotidiano,
podemos hablar de un fenómeno denominado como racialización de las relaciones de

215
CORREA, J. La Inmigración como “problema” o el resurgir de la raza. Racismo general, racismo cotidiano y
su papel en la conformación de la Nación. En: TIJOUX, M. (Editora) Racismo en Chile: La piel como marca de
la inmigración. Editorial Universitaria. Santiago, 2016. Página 40.

114
clase,216 en cuanto se entienden como un proceso histórico en que dichas relaciones se
originan y establecen en base a la carga social de ser migrantes, y por supuesto a la carga
material que implica dicha condición (no “extranjero”), como lo es la ocupación de los
escaños más bajos de la escala sociolaboral, o la precarización socioeconómica que deben
sobrellevar en Chile.

Como se ha analizado, la relación entre racismo y el “problema” de la inmigración


reside principalmente en la negación de los nacionales a la integración política de los
sujetos migrantes, partiendo por este aspecto que sería trampolín para otros tipos de
segregación, como cultural o social. Pues, “lo nacional”, como sabemos, en oposición a la
alteridad, ha ocupado un rol histórico de trascendental importancia en la constitución de lo
que es la República, ya sea tanto económica, política y culturalmente, es decir, definir qué
es lo chileno, y lo que no. Y bien, ¿Cómo o quienes definen “lo chileno” y lo “no chileno”?
Dicha comunidad imaginada de lo chileno fue definida y moldeada por primera vez por la
aristocracia criolla que asumía el rol de forjar la incipiente República. De ahí provendrían
las raíces del “otro”, de lo “no chileno” actuales, y que más tarde se remodelaría,
expresándose en la actualidad en la xenofobia, o la discriminación.

En última instancia, para concluir este capítulo sobre racismo e inmigración,


estudiaremos mediante el análisis de testimonios representativos del migrante, cómo ambos
conceptos se sitúan en el contexto migratorio haitiano en Chile.

4.3.- El migrante haitiano y la barrera del racismo

A lo largo de las entrevistas realizadas en el capitulo anterior “Migrante haitiano:


testimonios migratorios”, y de otras investigaciones que han recogido testimonios de
migrantes, los conceptos de racismo y discriminación aparecen con claridad en sus
testimonios, y como veremos, también en diferentes aspectos de la realidad, siendo dichos
episodios parte de la cotidianeidad de un migrante haitiano en Chile. En primer lugar,
encontramos un caso en que podemos reconocer cómo desde la acción estatal, el racismo y
la inmigración se acoplan. Remitiéndonos al capítulo número uno de esta investigación

216
MARGULIS, M & URRESTI M. La segregación negada. Cultura y discriminación social. Editorial BIblos.
Buenos Aires, 1999.

115
“Marco jurídico migratorio en Chile”, como principal estigma racial (en tanto todo tipo de
discriminación o xenofobia proviene de una matriz históricamente racista) de las
“autoridades” migratorias, es la condición obligatoria de cumplir con tres requisitos para la
admisión temporal de migrantes haitianos y dominicanos (ambos afrocaribeños) desde el
año 2012, a saber:

1) Traer consigo una carta de invitación de algún familiar o conocido que testifique
conocer al solicitante, y ayudarle en lo que significa su instalación provisoria (de 3 meses)
en Chile. Como se mencionó en el primer capítulo, este tipo de requisitos ha abierto un
mercado informal de venta de cartas de invitación a migrantes que no posean contactos ni
familiares en Chile, lo que en muchas ocasiones ha terminado en estafas o beneficencia de
los vendedores.

2) En segundo lugar, solicitar a los migrantes presentar al momento del arribo al


aeropuerto de Santiago la posesión de dos pasajes de avión –ida y vuelta- en el que la
vuelta no exceda el plazo de 90 días que otorga la visa temporal en Chile. Existen casos de,
que por causas de desconocimiento, varios migrantes haitianos han sido devueltos por no
presentar dicho pasaje de regreso, siendo reembarcados a Haití a la brevedad. Así lo
mencionó Samuel (22 años, Puerto Príncipe) “Hace sietes meses, tomé el avión de
República Dominicana, en Santo Domingo a Chile, y la PDI me mmm ¿back?...
devolvieron! Porque no compré pasaje de vuelta. Cuando regresé tuve que comprar dos
pasajes más…217” como vemos, dicho tipo de medidas, que por lo demás son extraoficiales,
es decir, no legales, son únicamente impuestas, a dos. Para unos medidas precautivas, para
otros, racismo.

3) Finalmente, la imposición de requisitos obligatorios para migrantes de estas


nacionalidades, se suma la posesión de US$1000 al momento de ingresar al país. Con dicho
monto, el migrante con visa de turista acredita (que no puede realizar actividades
remuneradas de ningún tipo) su mantención durante los tres meses que dura su visa
temporaria, es decir, con $218.000 por mes. La no tenencia de dicha cantidad de dinero es
causal de reembarque inmediato.

217
Samuel. Entrevista por: Sebastián Follert Bravo. Ñuñoa, Villa Los Jardines. 20 de enero de 2017

116
Si consideramos esos tres requisitos impuestos extralegalmente, y focalizados a dos
nacionalidades; haitiana y dominicana, ambas en su mayoría de piel negra, estaríamos en
presencia, sin necesidad de evaluar exhaustivamente dichas medidas, de un fenómeno que
podríamos denominar racismo de Estado, en cuanto la “institución suprema” establece
normas especiales, siempre restrictivas, y no a todas las nacionalidades por igual. ¿Acaso a
los estadounidenses se les solicita presentar un pasaje de regreso para entrar en Chile?

Otro campo en que se vislumbra el racismo y la discriminación en la sociedad


chilena, es en los ambientes laborales en que los migrantes haitianos se desenvuelven.
Algunas prácticas de este tipo van desde los insultos, hasta la desvalorización de las faenas
productivas por su nacionalidad.

“como lo relata un joven originario de Gonaives que trabaja en una gasolinera: ‘un
día un cliente me dijo ‘negro sucio’ mientras cargaba bencina. Me dijo ‘perro negro’ ”
(hombre, 26 años, Estación Central, Gonaives).” 218 “muchas veces cuando uno va a un
espacio, tienden a atender a un chileno antes que a un extranjero, más aún si uno es de color
de piel distinto” (hombre, 33 años, Pudahuel, Puerto Príncipe.”219

Este de tipo de evidencias denotan perfectamente el fenómeno de neorracismo, o


racismo cotidiano que los migrantes haitianos en Chile enfrentan día a día. Comentarios
ofensivos o preferencias por los autóctonos, crean una barrera para la adecuada inserción de
estos sujetos, originando una espiral de tipo racista, -disfrazado de discriminación a secas-
tan cotidiana que se transforma como un elemento común y permanente de la vida de los
haitianos en Chile.

En este sentido, otros entrevistados indican que han sufrido abusos laborales de
parte de sus contratistas, práctica que se reconoce de manera más común de lo que
pareciera.

218
PEDEMONTE, N, AMODE, N & VÁSQUEZ, J. Racismo y matrices de “inclusión” de la migración haitiana en
Chile: elementos conceptuales y contextuales para la discusión. Polis, Revista Latinoamericana, Volumen 14
n° 42. 2015. Página 229.
219
Idem.

117
“Hay gente buena onda y mala onda. Hay gente que se aprovecha de otras personas.
Hay gente que paga más que otras, es discriminación, eso no me gusta, unos pagan 300,
otros 200 por igual trabajo, más encima no conozco la ley (laboral) chilena.”220

“ ‘en el último trabajo tuve una dificultad en el sueldo, no me querían pagar. Eso fue
también por la comunicación, porque todavía no hablo bien español, es difícil por eso poco
tiempo después lo deje. Después me di cuenta que eso fue por la discriminación, razón por
la cual lo dejé, ellos me hicieron trabajar mucho más que los chilenos casi todo lo hago yo
hice mucho más de lo que tengo que hacer en mi espacio de trabajo. No les hacían hacerlo
a los chilenos pero me hacían hacerlo a mí, entonces fue que dije “es porque soy haitiano
que me lo hacen hacer”, es un abuso eso’ (hombre, 33 años, Quilicura, Puerto Príncipe).”221

“ ‘En el trabajo siempre lo mismo, los chilenos pueden hablar un montón, disfrutar,
y el jefe no les molesta, a mí sí. (…) no me tratan mal pero siento que me tratan diferente,
ya sea el jefe o los colegas’ (hombre, 29 años, San Bernardo, Cabaret).”222

Es principalmente durante las jornadas laborales donde los haitianos se relacionan


con mayor frecuencia con la sociedad chilena, existiendo casos en que las relaciones
laborales presentan favoritismo hacia los chilenos, en detrimento de los trabajadores y
trabajadoras haitianas. Dichas diferencias se enarbolan, tal vez inconscientemente de parte
de los ejecutores, sobre una base puramente racial, que es la barrera de la piel oscura que y
la del idioma, que dan paso a una serie de abusos y situaciones similares.

Este tipo de discriminación (racismo cultural), también es asociado a una supuesta


inferioridad intelectual y material de los migrantes haitianos en Chile, siendo calificados en
algunos casos por los chilenos como “tontos” por no hablar el idioma, o derechamente de
pobres por la crisis política y económica que existe en Haití.

“haitiano en Chile, es ser pobre, según el chileno, por falta de información”


(hombre, 33 años, Pudahuel, Puerto Príncipe).”223

220
Félix. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Ñuñoa, Villa Los Jardines. 25 de enero de 2017
221
PEDEMONTE, N, AMODE, N & VÁSQUEZ, J. Racismo y matrices de “inclusión” de la migración haitiana en
Chile: elementos conceptuales y contextuales para la discusión. Polis, Revista Latinoamericana, Volumen 14
n° 42. 2015. Página 230.
222
Idem.

118
“ ‘No me siento cómodo porque uno de los problemas que tengo con los chilenos es
cuando alguien no puede hablar o no tiene un nivel avanzado de español, ellos piensan qué
ignorante o tonto, que ha salido de una familia pobre, miserable aunque pase dos años y
medio en el trabajo, sinceramente no me siento cómodo y aunque hablo y río con los
chilenos, realmente no hay feeling’. (hombre, 27 años, Quilicura, Puerto Príncipe).”224

“ ‘Bueno, sí existe la discriminación acá, además en todos los países existe la


discriminación. A veces me ven en el mercado [Feria de Lo Valledor] y me preguntan si
soy haitiano y me dicen algo para que me sienta mal, pero no me molesta porque todo lo
que puede un chileno lo puedo también. Puedo comprar con crédito como un chileno’
(hombre, 42 años, Lo Espejo, Gonaives).”225

Existen numerosos testimonios de migrantes haitianos que dan cuenta de episodios


de discriminación en su vida cotidiana. La sociedad chilena, económicamente neoliberal,
promueve por una parte la inclusión en el engranaje económico del sujeto migrante, en
tanto lo releva a las labores menos prestigiosas y peor pagadas de la escala sociolaboral
chilena, teniendo un rol clave al ocupar las vacantes rechazadas por los chilenos, es decir, la
inclusión de dichos sujetos al sistema económico chileno es sumamente funcional. Pero por
otra parte, en oposición a la inclusión económica, asistimos a la “exclusión social” que
propicia la sociedad chilena. En oposición a una sociedad que los incluya desde matrices
sociales y culturales. El sólo hecho de relacionarse con sujetos de piel oscura, que se
comunican en un idioma desconocido, (en un país donde la migración de piel oscura es un
fenómeno nuevo) ha dado pié a numerosos casos de discriminación en distintos ámbitos;
laborales, legales, sociales, etc. Es decir, encontramos una relación de dos elementos
opuestos que reposan sobre una misma base, que es la migración, sobre la cual se enfrentan
ambos cauces contrarios; la inclusión económica versus la exclusión social. Por todo lo
anterior, podemos concluir que el carácter racista de la sociedad chilena es histórico, ya que
ha sido un componente permanente desde que Chile es Chile; durante la Colonia, durante la
“consolidación” de la República, durante el Primer Centenario, y la Transición. Llegando
hasta la segunda década del siglo XXI, si bien con distintos matices y ribetes que en sus

223
íbid. Página 231.
224
Idem.
225
íbid. Página 232.

119
diferentes épocas pasadas, la esencia racial de este es innegable, y se constituye como la
barrera más difícil de sortear para un haitiano, o para cualquier otro extranjero que haya
arribado con motivos laborales, de mejorar su vida, porque la respuesta social que Chile ha
entregado a dichos sujetos, más allá de los volubles discursos de inclusión de políticos o
activistas, raya en la decadencia moral de esta sociedad racista, amante de lo blanco, lo
europeo, lo norteamericano; las “razas” “ejemplificadoras.

120
Capítulo V: La Comunidad Haitiana de la Población La Victoria

Se ha focalizado nuestro estudio en la población La Victoria por las especiales


características que este espacio presenta. Su origen se remonta hacia 1957 tras la primera
toma de terrenos realizada en América Latina, de la cual, los marginados del Cordón de la
Miseria del Zanjón de la Aguada, hicieron suyo el fundo colindante de La Feria, y lo
constituyeron como el nuevo entorno en el cual alcanzar un buen vivir. Esta toma, fue
apoyada y dirigida por militantes del Partido Comunista, lo que significó un auténtico caso
de organización entre pobladores y militantes, en tanto construyeron redes de trabajo y
organización desconocidas para la época. Su complejo origen, junto con la organización,
reconocimiento, redes y el enrevesado papel que jugó durante la Dictadura, y luego en la
Transición, han contribuido en la generación de una especial identidad victoriana que se ha
constituido durante sesenta años, y que continúa formándose durante el siglo XXI.

Carnavales, conmemoraciones, sitios patrimónicos, la Parroquia, fiestas,


aniversarios, etc., son algunas de las actividades que los pobladores realizan periódicamente
o algunos de los espacios en que se desenvuelven, espacios que ellos mismos ocuparon e
hicieron suyos, no solo por la urbanización que realizaron de manera independiente, sino
por la apropiación cultural, política, social e identitaria que se ha realizado, y que continúa
gestándose día a día. Dentro de este proceso continuo de formación identitaria y
sociopolítica, podemos reconocer un nuevo elemento sin tipo de precedente alguno en la
población. A partir de la segunda década del siglo XXI, La Victoria se ha constituido como
un polo de atracción de población migrante. Dicho fenómeno migratorio incluye varias
nacionalidades, como la dominicana, colombiana o peruana, sin embargo, respecto el caso
haitiano, pudimos constatar que, a lo largo de la Historia de la población, nunca había
acontecido un fenómeno similar, principalmente por la voluminosidad del fenómeno, la
diferencia idiomática y pigmentaria. ¿De qué manera esta identidad victoriana se relaciona
con este nuevo elemento cultural?

121
Para adentrarnos en este fenómeno migratorio local, hemos de remitirnos a analizar
el testimonio de, a nuestro juicio, los tres principales e históricos estamentos victorianos, a
saber: la comunidad católica, los y las pobladoras, y los y las haitianas de La Victoria.

5.1.- La Comunidad católica

La importancia que ha jugado la comunidad católica en la Historia de La Victoria es


reconocida por la comunidad misma, y por los estudiosos de la Población. A lo largo de su
Historia se ha podido constatar la fuerte presencia de un estamento que se ha integrado y
desenvuelto a lo largo de las décadas con las y los pobladores. Desde los primeros días tras
la toma de terrenos, en el campamento no tardaron en presentarse representantes de la
iglesia, seguidores de una vida religiosa orientada como una herramienta de apoyo y
progreso los más necesitados226. No eran representantes de la cúpula de poder, ni de la
jerarquía eclesiástica, eran sacerdotes o comunidades dispuestas a entregar una mano de
ayuda a los pobladores que se organizaron para tener su casa propia.

Como hemos dicho, la comunidad católica de la población ha compartido con los


pobladores durante décadas, y la actualidad no es la excepción. Evidentemente, el rótulo de
las actividades, trabajos y objetivos han variado con el transcurso de los años, ya que como
podremos ver, la cooperación entregada por la comunidad católica se adecúa a las
necesidades que presente la comunidad victoriana en cada contexto. En la actualidad, uno
de los temas de mayor contingencia y evolución en la población es la migración, tanto
Dominicana como Haitiana. Sin embargo, la presencia haitiana es la que predomina sobre
las demás colonias migrantes en el sector. Dada su contingencia, y conocidas las
dificultades de inclusión que han experimentado en su mayoría las y los migrantes haitianos
en Chile, la comunidad católica de la Población La Victoria puso sus medios,
conocimientos, contactos, energías y recursos a disposición de la comunidad haitiana que se
establece y crece rápidamente en la Población.

Para conocer de más cerca el trabajo llevado a cabo por la comunidad católica con
los y las migrantes haitianas, se ha entrevistado a una importante representante de la

226
GARCÉS, M. Tomando su sitio: el movimiento de pobladores de Santiago 1957-1970. Editorial LOM (2002).
Página 135.

122
comunidad religiosa. Donata Cairo desde su juventud perteneció a la Congregación de las
Hermanitas de Jesús, en Italia, donde nació. La vocación religiosa la condujo por distintos
parajes en que su colaboración fue requerida, en como Francia por ejemplo, laburando de
obrera textil. Dentro de su nutrido bagaje de desprendimiento y cooperación, llegó a Chile
el año 1990, movida por las necesidades que los trabajadores temporeros presentaban para
ese entonces en el Valle de Copiapó; resguardo de los derechos laborales, participación
sindical, trabajos alternativos a la recolección en meses de cultivo, por mencionar algunos.
Pues como el compromiso lo exige, como así también la necesidad de los más desposeídos,
Donata Cairo tomó en 2010 un nuevo rumbo. Tanto la congregación, como la comunidad
de pobladores de La Victoria requerían ahora de su trabajo (la Congregación está presente
en la Población desde 1959). En la actualidad, Donata permanece en la Población, y su
labor consiste en un constante trabajo con la comunidad pobladora en múltiples ámbitos.
Uno de ellos, dentro de los más recientes y de mayor envergadura: la comunidad migrante
en la Población.

“Imitar a Jesús durante sus 30 años en Nazareth; un hombre de trabajo, oración y


amistad con más pobres. Esa es nuestra inspiración. Nosotros compartimos la vida con la
gente de acuerdo a la necesidad local. Nos insertamos de acuerdo a la necesidad local. En
Copiapó me tocó con los obreros, hermanitas con pisqueros, acá con los pobladores. La
realidad te pone de cierta manera, nosotros somos testigos de Jesús, después de la realidad,
ahí vemos lo que hacemos, lo importante es la relación de calidad con el otro. De acuerdo a
la necesidad que surja, nosotros ahí estamos. En la parroquia desarrollamos la vida
parroquial. No estamos ‘a cargo de’, estamos dentro, somos levadura en la masa. Estamos
en la Junta de Vecinos, no pertenecemos a la directiva, pero participamos en las actividades
de la Población, la Semana de Andrés (Jarlán), muy famosa en la población, la ayudamos a
organizar, depende de la necesidad del lugar. Siempre estamos dentro de la vida de la
población, nos relacionamos de par a par, trabajamos juntos, los apoyamos. Los vecinos
nos visitan, siempre vamos, siempre estamos. Pertenecemos a la población. Somos parte de
ella. 227”

227
Donata Cairo. Entrevista por: Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 13 de septiembre de 2017.

123
En el fragmento anterior de la entrevista, la hermana Donata Cairo da cuenta de la
filosofía que inspira el trabajo de la Congregación de las Hermanitas de Jesús; convivencia
entre y con los pobres, apoyo a la clase obrera, participación activa, cooperación logística,
afectiva, etc. Puede aseverarse por lo tanto, que el trabajo realizado por las Hermanitas con
la comunidad católica de la población y los pobladores a nivel general, ha consistido en una
relación de acompañamiento, ayuda, apoyo y de participación. Ejemplos como aquellos,
consecuentemente han fortalecido la relación entablada con la comunidad pobladora a lo
largo de las décadas, lo que da cuenta de una mimetización y ensamblaje que perduran
hasta el día de hoy, por supuesto con los matices propios de cada contexto histórico. Por
ello mismo, el tema de la migración ha suscitado la ideación de vías o alternativas que
sirvan de ayuda para la comunidad haitiana.

“Nos gustaría que existiera una pastoral migrante llevada por ellos mismos. Es
complejo, no hablan idioma, no son constantes. Hemos reflexionado ¿Cómo darles una
mano? Hemos visto su realidad, están expuestos a como les ponen el dedo en la boca como
quieren, hemos dicho: ¿Qué podemos ofrecerles? Démosle una herramienta, un servicio al
migrante. Nunca pensamos que habría tanta respuesta de parte de ellos, la mejor de las
hipótesis 10, 12, (integrantes) algo simple, y no ha sido así, porque tenemos clases a veces
con 80 estudiantes, de diferentes edades y niveles, hay algunos que no saben nada, y no está
al nivel de otro que quiere un preuniversitario. Entonces, el primer año ha sido un profesor
jubilado que sabía francés, y todo el año dio un curso de castellano, el año 2015, cuando
comienza. Ahí hicimos esa reflexión y dijimos, ‘tú no puedes hacer clases con 80
estudiantes’. Se hizo igual porque son gente buena, quitada de bulla. Luego intentamos
involucrar a la Municipalidad, para que contratara a un profesor, pues involucra mucho
tiempo mantener el curso. Hicimos una reunión con la Municipalidad y nos prometieron
mar y tierra. El profesor se ilusionó y pensamos que si se podía hacer. Fue la última y
primera reunión. Quedamos flojos, porque era mucho, y voluntario, y como parroquia no
hay para pagar (al profesor voluntario), el servicio lo da por amor a dios. A veces le
pagamos la micro, pero ha sido todo. A fin de año la Muni (sic) tomó contacto con

124
nosotros, que habían hecho el proyecto todo en 3 semanas, pero desistimos, porque querían
de nuestro tiempo completo (como comunidad católica).228”

Como da cuenta Donata, la comunidad católica de La Población La Victoria buscó


alternativas que sirvieran de ayuda para la comunidad haitiana establecida. Los recursos
disponibles eran exiguos, sin embargo, gracias a la cooperación de un profesor voluntario,
pudo iniciarse el primer curso de castellano el año 2015, que contó con una asistencia de
aproximadamente 80 estudiantes. Por supuesto las condiciones de la docencia no eran las
óptimas, por eso mismo, realizaron gestiones con la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda
para que apoyara la implementación de un proyecto de ayuda a migrantes, que contara con
mayores recursos y trabajadores. Mientras tanto, el taller seguía con su numeroso curso de
alumnos, quienes vieron en esta oportunidad de aprender castellano una vía fundamental
para su adecuada inclusión. No obstante ello, la respuesta de la Municipalidad tardó meses
en llegar, y las condiciones para la implementación del proyecto no fueron discutidas con
los gestores de esta iniciativa, ni tampoco podían cumplirse, por lo tanto el taller continuó
en base a la autogestión.

“En el policlínico actualmente hay 2 interpretes. Contrataron 2 intérpretes, por


medio de la Municipalidad. Nosotros hemos puesto el tema sobre el tapete, luego ellos
aparecieron, y lo hicieron como quisieron. Se ha creado una cierta sensibilidad en torno al
tema. El 2016 el profesor se retiró por sobrecarga. Así que tomamos contacto con el
Colegio de la Alianza Francesa, y los colegas que hablan francés comenzaron a ayudar en
las clases, y luego sus alumnos. Actualmente nuestro proyecto consiste en profesionalizar el
servicio; seguridad social, laboral, jurídica. Bolsa de trabajo, microproyectos con ellos,
sobre asesoría jurídica algo hay, un abogado que viene 2 veces al mes a hacer asesoría
jurídica con los haitianos.229”

Como menciona Donata, las gestiones realizadas inicialmente con la Municipalidad,


a pesar de no haber llegado a un acuerdo, contribuyeron a dar visibilidad al tema, ya que la
Municipalidad previamente no había gestionado iniciativas de ayuda para la población
haitiana. En la actualidad, el taller es realizado por miembros del Colegio de La Alianza

228
Donata Cairo
229
Donata Cairo

125
Francesa, conformado por profesores, como también estudiantes que imparten cursos de
castellano en diferentes niveles para los haitianos y las haitianas que requieran de él. Dada
la importancia de esta iniciativa, y la focalización migrante del servicio comunitario, es que
se ha decidido ampliar el servicio ofrecido por la comunidad católica, en tanto que las
necesidades de los y las migrantes son múltiples. Para ello se discute actualmente los
procedimientos para la aplicación de las nuevas aristas del servicio; bolsa de trabajo,
microproyectos cooperativos, asesoría jurídica, seguridad social, laboral, etc. Lo que da
cuenta de la constante renovación y adecuación de la comunidad católica victoriana a las
necesidades que presenta la comunidad victoriana en sí.

Respecto a la integración de la comunidad haitiana con la comunidad católica,


señala:

“[…] Yo vi una acogida muy pero muy grande. Hasta ha habido gente que se los ha
llevado a su casa, hasta que encuentren casa. Los han ayudado a encontrar trabajo, otros les
han dado ropas. Una acogida muy linda. La mayoría aquí son evangélicos (haitianos y
haitianas), en las misas ves 8 o 10 personas, pero ellos son libres de venir, la iglesia
evangélica los obliga a participar en ella, porque en Haití les han facilitado el dinero para
viajar hasta aquí, y tienen que devolverlo una vez acá, y participar en la iglesia. O sea los
encadenan. Aquí no, son libres de ir y venir.”230

Donata recalca la armoniosa recepción brindada por la comunidad católica a los


migrantes, lo que da cuenta de un compromiso adoptado por esta comunidad histórica de la
población, con esta nueva comunidad haitiana que se integra progresivamente a la
comunidad victoriana, gran comunidad que vive gracias a las que la conforman. A partir del
testimonio proporcionado por la hermana Donata Cairo, pudimos aproximarnos en primer
lugar a la filosofía de la comunidad católica de la Población La Victoria, orientada al
trabajo mancomunado y de “par a par” con los pobladores (todos) y al trabajo concreto que
se realiza en conjunto con la comunidad haitiana residente en la Población. Es importante
conocer el rol social que ha jugado la comunidad católica victoriana, ya que lo ha llevado a
cabo a lo largo de las seis décadas de Historia de la Población, es decir, desde sus orígenes

230
Donata Cairo

126
la comunidad católica ha desempeñado una labor comunitaria para y con los pobladores. Y
los haitianos y haitianas no han sido la excepción, en tanto muchos de los esfuerzos y
recursos humanos y económicos de la comunidad católica son destinados para colaborar en
la inclusión de esta comunidad.

5.2.- Pobladoras

Otro de los estamentos “victorianos” al recurrimos para investigar la comunidad


haitiana en la población, fueron los antiguos pobladores de La Victoria. Para entregar una
versión lo posiblemente más representativa, se recogió el testimonio de 4 pobladoras. En
primer lugar, la primera pobladora en concedernos su testimonio fue Paola. Ella es
trabajadora, y desde su nacimiento, hace 44 años que reside en la población. En segundo
lugar, nos confirió su versión Constanza, estudiante de enseñanza media que desde su
nacimiento, hace 18 años reside en la población. En tercer lugar, el testimonio de Domitila,
fundadora de la Población La Victoria, y residente por 60 años y finalmente, Jessica,
almacenera del barrio, nacida y residente toda su vida en la población por 45 años, también
nos entregará su experiencia. El objetivo de esta sección, es entregar una perspectiva
imaginaria de la comunidad victoriana respecto la presencia, inclusión y las relaciones que
han surgido entre los nuevos vecinos y los antiguos vecinos de la población, lo que
consideramos fundamental, ya que los antiguos pobladores son los que han abierto su
comunidad, de facto o voluntariamente, a los migrantes que han arribado, y han
presenciado desde su posición como receptores, la evolución y los matices que caracterizan
a este fenómeno migratorio local, como por ejemplo su autenticidad.

La primera pregunta realizada a las pobladoras fue: ¿Desde cuándo ha percibido la


presencia de haitianos y haitianas en la Población?

“Hace como 3 años atrás, o sea así como 2 o 3 así como poco, pero ahora, yo creo
que hay más haitianos que victorianos. Ha crecido la presencia mucho, mucho. La mayoría
(de los pobladores chilenos) se pone a arrendar las casas de atrás, para hacer negocios.231”

231
Paola. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 28 de Octubre de 2017.

127
“Del año pasado que los he visto, han llegado más, muchos más, uno camina y se
encuentra a un haitiano en la calle siempre.”232

“Uuhh, ¿Más o menos cuanto?, como un año debe ser, es que empezó de a poco,
pero ahora ya estamos llenos po.”233

“Dos, tres cuatro… cinco años! Ha aumentado mucho con los años.”234

De los testimonios expresados, las pobladoras señalan percibir con fuerza la


presencia de la comunidad haitiana al menos desde hace 2 o 3 años, sin embargo, los
primeros haitianos y haitianas en llegar a la población, lo han hecho desde
aproximadamente 5 años atrás. En lo que todas coinciden, ha sido en el rápido crecimiento
que ha experimentado la colonia haitiana en la población desde que llegaron las primeras
familias hasta el presente, destacando la permanente y voluminosa presencia en las calles
de la población.

Respecto las características de este fenómeno, se les consultó a las entrevistadas si


han presenciado a lo largo de sus vidas en la población algún caso migratorio similar al
haitiano en la Historia del lugar.

“Hubo un tiempo en que cuando era chica había un boom de franceses aquí en la
Población, por la cuestión de política. Los franceses eran unos pocos no más, como por la
parte turística. Hay peruanos, hay de todo, pero lo que más se ven son haitianos,
colombianos también, pero menos.235”

“Yo antes he visto peruanos, pero encuentro que hay más haitianos ahora, no se
compara.”236

“Sí, llegaron algunos pocos peruanos, muy poca cantidad. En estos momentos hay
muchos haitianos, muchos, ponte una cantidad que seamos mil aquí, y haitianos deben
haber 400. Aquí en la esquina hay 7 al tiro. Mayoritariamente haitianos.”237

232
Constanza. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 28 de Octubre de 2017.
233
Domitila. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 28 de Octubre de 2017.
234
Jessica. Entrevista realizada por Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 28 de Octubre de 2017.
235
Paola.
236
Constanza.

128
“Los peruanos llegaron y se fueron al tiro, su estilo de vida era muy diferente al de
nosotros y no tuvieron cabida en la población, eran muy parranderos. Aquí en La Victoria
por lo menos hay muchos más haitianos. Yo creo que hay como 5 haitianos por un
victoriano.”238

Respecto la ocurrencia de un fenómeno migratorio similar en la población, las


pobladoras señalan conocer o haber conocido otras comunidades extranjeras en La Victoria,
sin embargo, son tajantes en determinar que la presencia de la comunidad haitiana ha
superado cualquiera otra que se haya establecido previamente en el sector. Efectivamente
existe una presencia no menor de peruanos colombianos y dominicanos, principalmente,
pero su volumen es notablemente inferior al de la comunidad haitiana residente en la
Población La Victoria, demostrando la unicidad del caso haitiano en lo que es la turbulenta
Historia de la población.

El objetivo de la siguiente pregunta, es obtener una impresión cotidiana de las


pobladoras respecto la presencia haitiana en la población. ¿Cómo percibe en su
cotidianeidad la presencia de haitianos y haitianas en la población?

“Los veo en la calle, cuando voy a dejar a mi hija (al colegio), están tempranito en
la calle, en las ferias ahí hay vendedores y ayudantes, la misma gente de acá los contrata, el
consultorio siempre también hay muchos. Los días domingos ellos tienen su misa, salen
bien vestidos, los hombres con terno y corbata, las mujeres con vestidos, falda.”239

“Yo los veo vendiendo en la feria, o vendiendo esas bebidas energéticas, o super8 ,
hay uno que se metió en las drogas y me da pena por él. Los he visto yendo a la iglesia,
como que sacan su mejor ropa, los veo comprando en los almacenes también, en todas,
todas partes.”240

“Bueno aquí son muy pocos los que están afuera, se ven en la calle pocos, eso sí, si
tu vay a La Vega [Lo Valledor], está lleno lleno lleno, porque yo creo que les han dado
mucho trabajo, en todos los puestos donde compro huevos son todos haitianos, los cajeros,

237
Domitila.
238
Jessica.
239
Paola.
240
Constanza.

129
todo. Yo creo que en la vega trabajan las ¾ partes haitianos. Ellos van a la iglesia
evangélica, muchos, yo creo que ellos, su religión, la llevan mejor que la católica, porque
van muy limpios a la iglesia, van con corbata, bien presentados, no como el chileno que va
como está parao.”241

“Los veo aquí en el almacén, son mi mejor clientela. Los veo también en la iglesia,
en las calles, en la feria, ellos venden en la feria si po, como que les gusta trabajar
independiente, les gusta el regateo, siempre pagan menos, son así por su cultura.”242

En cuanto la impresión y presencia cotidiana de los y las haitianas en la población,


las pobladoras los perciben diariamente en las calles del sector en las esquinas, en los
almacenes, y en las varias ferias que hay cerca, inclusive en La Vega Lo Valledor, ubicada
a escasos metros de La Victoria. Y no tan solo como compradores de artículos, sino que
también como vendedores, pues algunos de ellos han conseguido establecerse laboralmente
mediante la obtención de un puesto en ferias de la población. Otros varios más, como
ayudantes de vendedores de la feria, o como muchos de los coleros. Así, la feria se
constituye como un espacio en que la comunidad haitiana cobra un cierto protagonismo, en
primer lugar por su alta presencia, en segundo lugar, por las actividades y funciones que
desempeñan (productivas), y en tercer lugar, por su labor en la proporción de productos que
requiere la comunidad local, en este caso, la victoriana. Por lo tanto, podemos afirmar que
la feria se erige como un espacio en que el haitiano y la haitiana son protagonistas, y que a
la vez permite el desarrollo de la convivencia entre las comunidades de la población La
Victoria.

Sin lugar a dudas, otro espacio de apropiación y protagonismo haitiano en la


población, son las iglesias. Como consignan nuestras entrevistadas, uno de los principales
núcleos de concentración haitiana son estos espacios. Los fines de semana, las pobladoras
relatan verlos a gran parte de ellos yendo a sus lugares de culto con mucha solemnidad,
pues la asistencia a la iglesia, al igual que en Haití, es parte fundamental de la cultura
haitiana, y ellos realizan esta práctica con mucho protocolo. De este modo, el espacio de la
iglesia se torna tan importante como la feria para la comunidad haitiana. Obviamente los

241
Domitila.
242
Jessica.

130
fines con los que asisten a dichos lugares son muy diferentes, pero a la postre, ambos se
constituyen como espacios en la población de notable presencia haitiana, que permite por
una parte la reunión y convivencia entre haitianos y haitianas, como así también la
convivencia con los pobladores chilenos que asisten a las ceremonias, y con pobladores de
otras nacionalidades.

A pesar de que las pobladoras no señalaron concretamente los jardines infantiles, o


salas cunas (pero sí indirectamente más adelante), en estos espacios también se percibe
fuertemente la presencia de la comunidad haitiana, por una parte por los apoderados que
llevan a sus hijos, y por los niños y niñas que acceden al sistema de educación. En este
espacio, se produce la convivencia entre niños y niñas haitianas con niños y niñas chilenas,
en tanto que diariamente, y por varias horas, los escolares reciben la educación formal
chilena, y se relacionan con sus pares desde pequeños, libres de prejuicios y sesgos
sociales, generando un espacio que desde temprana edad se preocupa de armonizar la
convivencia y derribar los estigmas de la alteridad que la sociedad adulta reproduce
cotidianamente. También se les suele ver en el consultorio de la población, el cual, debido a
la creciente necesidad de entablar canales comunicativos efectivos, ha debido contratar a
dos intérpretes que colaboren con el servicio público y con la salud de los pacientes
haitianos y haitianas.

El siguiente tema consultado, pretende dar cuenta de la participación de haitianos y


haitianas en actividades organizadas por los pobladores de la población, con el objetivo de
establecer el nivel inclusión que presentan.

“Este año hubo participación de los haitianos, como que están recién poniendo estas
cosas, primera vez que hubo un taller de haitianos, tengo entendido que tienen un taller para
hablar español. El año pasado yo vi algunos haitianos en el aniversario y los carnavales, no
sé este año, yo creo que este año ahora van a haber más participantes.”243

243
Paola.

131
“He visto haitianos participar en carnavales, en las obras de teatro ahora, aaah, y en
el parque hacen como campeonatos de fútbol y se ponen a jugar a la pelota, de básquetbol,
todo deportivo. En el consultorio se les ve mucho, mucho, mucho.”244

“Bueno, mira ahora en el almuerzo había un negrito chico llevando platos para las
mesas, ponele tú 12 años en el almuerzo de los fundadores. Los he visto participar en
algunos carnavales, pero yo creo que este año va a haber más, porque han aumentado
mucho.”245

“Participan en el carnaval nocturno, pero siempre sectoriados, todavía no se genera


la integración entre blancos y negros, andan apiñados. Hay algunas mujeres blancas casadas
con negros, pero no lo contrario. Yo los veo organizarse como comunidad en la iglesia,
tienen su facebook, el consultorio lleno po.”246

De acuerdo a las visiones de las entrevistadas, podemos deducir que existe una
cierta participación de la comunidad haitiana en las actividades de la población, pero su
presencia no se ha masificado. Se percibe la participación de algunos haitianos y haitianas
en los carnavales y actividades de aniversario de la población, o en el parque Andrè Jarlan,
realizando actividades deportivas, pero hasta el momento no puede hablarse de un acople
masivo o de una inclusión generalizada de la comunidad haitiana de La Victoria con la
comunidad de pobladores antiguos de La Victoria. Sin embargo, dejan la vía abierta hacia
el futuro sobre una mayor participación de la comunidad haitiana en las actividades de la
población, pues ellos sí son considerados pobladores miembros de la comunidad, como
veremos a continuación:

Para dar cuenta de la recepción, cercanía y apertura de la comunidad victoriana


hacia la comunidad haitiana y su nivel de aceptación, se consultó a las pobladoras: ¿Usted
considera a los haitianos y haitianas “victorianos o victorianas”?

244
Constanza.
245
Domitila.
246
Jessica

132
“Yo creo que sí son parte de la comunidad victoriana, ellos son de acá, y tienen
muchos niños haitianos, “el nuevo Chile”, se ha visto harta gente con guagua y ellos tienen
muchos niños, son los futuros chilenos que vamos a tener.”247

“Si yo considero que son parte de la población, porque ya viven aquí, y aquí
recibimos a todos.”248

“Si, yo creo que ya lo son. Yo creo porque los jardines infantiles, hay muchos, hay
10 niños haitianos y 4 chilenos. Entonces por eso te digo que se les da mucho espacio, o
preferencia. Un día me dijeron a mí que hay que traer cosas para ayudar a los niños
haitianos. Hay vendedores en la feria de acá muchos, incluso les han dado puestos ya, y a
otros chilenos no se lo han dado.”249

“Es súper difícil, porque no consideramos ni a los chilenos victorianos, a nadie si no


naciste aquí po, si no naciste en La Victoria no se es victoriano, así de tajante es. Se
reconocen como pobladores del lugar, pero no victorianos como tal. Eso pasa con todo,
hasta con los chilenos.”250

Las pobladoras, en su totalidad, perciben a la comunidad haitiana como victoriana, a


excepción de Jessica, quien realiza la diferencia entre ser pobladora, y ser victoriano o
victoriana, haciendo hincapié en que la calidad de victoriano o victoriana se adquiere
únicamente mediante el nacimiento en la población, no obstante ello, los reconoce como
pobladores de la población. Sin embargo, dicha diferenciación no es dogmática, y pues las
otras 3 pobladoras entrevistadas, consideran a la comunidad haitiana de la Población La
Victoria como “victoriana”, en tanto su presencia se ha arraigado en el sector, como
también su proyección al futuro, por ejemplo cuando identifican a la gran cantidad de niños
haitianos residentes como “el nuevo Chile”, en tanto que esos niños y niñas, encarnarán en
la población o en cualquier otro lugar del país, parte de lo que ha sido un fenómeno
migratorio histórico, constituyéndose como la segunda generación de este caso.

247
Paola.
248
Constanza
249
Domitila.
250
Jessica.

133
Consecuentemente con la pregunta anterior, se consultó a las pobladoras respecto a
la proyección de la presencia haitiana en la población, se les preguntó: ¿Cree que perdurará
la presencia haitiana en la Población?

“Va a crecer aquí la comunidad, algunos tienen oportunidad de surgir. Aquí es un


lugar único, los victorianos siempre queremos estar aquí, tú puedes estar en la calle a las 3
de la mañana, no te pasa nada, o sea hay riesgo, pero me siento muy segura, tú ves que
todos están aquí en la calle los domingos o los veranos, pero en otros lados, todos
encerrados, no comparten, la gente se saluda.”251

“Yo creo que con el tiempo van a haber haitianos también, y muchos más, porque
como ahora vienen llegando tantos, encuentro que van a llegar muchos más porque vienen
a buscar una mejor vida aquí.”252

“Y pienso que va a aumentar mucho, eso va a ser seguro po, cuantas embarazadas,
cuantas, muchas. Cada día llegan más, gente que habla dice que todos los días llega un
avión con haitianos lleno. La otra vez dieron la estadística de cuantos habían y eran
muchos, muchos. Yo pensé: ‘esos niñitos que van a nacer…’ ”253

“Sí, de hecho yo creo que nos vamos a mezclar en un par de años más vamos a ser
todos carmelitos. El haitiano ya fue aceptado por la comunidad, porque es buen vecino,
porque respeta tus costumbres, se adaptan a las normas. Por ejemplo, ellos creen mucho en
la santería, pero aquí no la aplican. Ellos se encomiendan allá a sus espíritus, y pagan
después su manda. Cuando no pasa, se enferman.”254

Por unanimidad, las pobladoras consideran que la presencia de la comunidad


haitiana en la población perdurará y también crecerá. Pues, algunas creen que la población
los ha recibido bien, y les ha brindado oportunidades para surgir, y ellos las han
aprovechado para establecerse. En relación a la pregunta anterior, nuevamente se perciben
comentarios sobre la presencia de gran cantidad de niños de origen haitiano, y de los que
están por nacer, de los cuales algunos serán chilenos-haitianos, es decir, productos

251
Paola.
252
Constanza.
253
Domitila.
254
Jessica.

134
exclusivos de un fenómeno migratorio y cultural histórico que no encuentra precedentes. Se
reconoce la proyección de la comunidad a través de esta arista, que es el mestizaje, que ya
se percibe de manera tenue, sin embargo estiman que comenzará a expresarse con mayor
fortaleza.

De acuerdo a la presencia de haitianos y haitianas, y la proyección de esta,


recurrimos a un tema importante a lo largo de esta tesis: el racismo. Por este motivo, se
consultó a nuestras entrevistadas respecto su apreciación del racismo en la población.

“Sí, sobre todo en los jóvenes, en los niños, los niños de 10 a 16 años. He visto que
los insultan y les dicen “negro culiao”, ellos no hacen nada, se quedan callados, aun no se
defienden. A mí me provocó rabia, yo lo defendí y le grité cosas. Esos son los padres, son
racistas, eso viene de la casa. Aquí hace falta un poco de educación y cultura, porque ellos
no la practican en la casa, los niños repiten lo que dicen sus padres, y ellos son los
culpables, eso generó un odio, no ayuda para la convivencia.”255

“De hecho ayer, cundo venía camino pa’ la casa, en [Avenida] Panamericana ahí
había una señora vendiendo super8, y un loco del taxi le empezó a molestar, a decir ‘negra’
así como cosas súper racistas y a mí me dio rabia porque como iba dentro del colectivo no
pude hacer nada. A mí me parece mal, porque no tienen educación las personas racistas,
debería terminar eso. Hay racismo en todo po, aquí se vive harto la discriminación
igual.”256

“No aquí no, no he visto eso. Nadie les dice nada, o sea nunca he escuchado.
Escuché sí que un haitiano asaltó a una señora, pero no sé si es verdad o es mentira, no
sé.”257

“Siii po, pero yo no creo que es parte del poblador, yo creo que es mala
administración del Gobierno, porque la gente tiende a cuestionar, hay un cierto miedo sobre
los haitianos, que nos quitarán todo, pero es ignorancia no más.”258

255
Paola.
256
Constanza.
257
Domitila.
258
Jessica.

135
Tres pobladoras por unanimidad reconocen y rechazan la existencia de racismo al
interior de la población para con la comunidad haitiana residente. El desconocimiento, el
miedo, y la falta de educación, han influido en expresiones de violencia y rechazo de parte
de algunos pobladores de La Victoria. No obstante, Domitila, fundadora de la población,
residente desde hace 60 años, ha emitido opiniones diferentes de las demás entrevistadas.
Ella por ejemplo, no ha percibido episodios de racismo, que las otras 3 pobladoras han
observado con frecuencia. Tal vez por su edad, ve desde un prisma diferente lo que ha sido
el proceso migratorio que La Victoria ha experimentado, otorgándole un cariz de avanzada
haitiana y retroceso chileno, el cual percibe con desconfianza e injusticia. A pesar de que
ella no ha percibido hechos de racismo en la población, las demás pobladoras son tajantes
en reconocerlo y rechazarlo. Con estos testimonios, podemos reconocer que aún falta
mucho trabajo por realizar en materias de inclusión, ya sea desde la cúpula estatal, o
gubernamental, y en los espacios locales, como lo es La Victoria, pues como hemos podido
constatar en testimonios anteriores, la presencia de la comunidad haitiana ha crecido
mucho, y estiman las pobladoras que perdurará en el tiempo, es decir, han llegado para
quedarse, ¿Será la proyección del racismo en la población directamente proporcional a la
presencia de la comunidad haitiana en su interior? Es una respuesta a la que aun no
podemos ofrecer una respuesta. Sin embargo, avanzar contra la discriminación racial y la
xenofobia es la base para lograr una correcta inclusión de los migrantes en Chile, sea cual
sea su país de origen.

Finalmente, se consultó a nuestras pobladoras entrevistadas respecto su impresión


personal de la comunidad haitiana que ha llegado a vivir a la Población La Victoria.

“Yo como los veo humildes, tímidos, pero no sé si el día de mañana esa timidez que
tienen podrían cambiarla, se sienten inseguros ahora.”259

"Yo los encuentro tímidos y trabajadores, se sacan la cresta trabajando, son callados.
Hay algunos que son súper sociables, siempre te saludan, son amables. Dicen bonjour.”260

259
Paola.
260
Constanza.

136
“Son bastante silenciosos, nunca se ven, aparte si de el teléfono, tú no los ves
haciendo otra cosa. Yo creo que son bien tranquilos, yo creo que es la más alterada es la
mujer.”261

“Buena onda, tienen perso, son humildes, hablan fuerte, hablan muy fuerte y es
matriarcado ah, manda la mujer, que no digan lo contrario, será porque la mujer tiene más
posibilidad de encontrar el trabajo aquí, la mujer pega el grito fuerte. Por eso trabajan todas.
Yo he visto haitianos surgiendo, el Milosky, ese es pillo, comerciantes, y surgen, tú los ves
en sus motos eléctricas y sus celulares, cosas que en su país no podían tener, siempre tienen
la nostalgia de volver a Haití. 262”

La impresión de las pobladoras respecto los haitianos y haitianas residentes en la


población es similar la una de la otra. Recalcan en la timidez de los haitianos y haitianas,
recalcan su silencio, así como también su esfuerzo, y su mentalidad trabajadora. Resaltan su
humildad, y simpatía, y 2 de nuestras entrevistadas, de acuerdo a su testimonio, consideran
que es la mujer haitiana es la de mayor carácter, la que saca la voz, la que rompe con esa
imagen de haitianos silenciosos y bajo perfil. Sin embargo, una de nuestras entrevistadas
deja una pregunta abierta ¿Seguirán siendo tímidos con el pasar del tiempo? Es una duda
válida, pero abre un pequeño derrotero de desconfianza en el futuro, no obstante ello, la
imagen percibida por las pobladoras es similar y positiva.

5.3.- Los haitianos y haitianas de La Victoria

Una vez que hemos conocido el pensamiento de los pobladores sobre el fenómeno
migratorio haitiano en la población, el siguiente y principal paso es remitirnos a nuestro
protagonista y sujeto de estudio: el poblador haitiano de la Población La Victoria.
Nuevamente nos adentramos en la población, para obtener el testimonio de tres haitianos
residentes. El objetivo de las entrevistas realizadas, consiste en intentar determinar
diferentes aspectos de lo que ha significado vivir y desenvolverse en la comunidad de la
Población La Victoria, como lo es la participación en actividades organizadas por la
comunidad, su proyecto de vida en la población, su conocimiento de la Historia del lugar,

261
Domitila.
262
Jessica

137
las relaciones sociales establecidas, etc. Aspectos que nos permitan deducir un nivel de
cohesión, arraigamiento, inclusión, sociabilización, conocimiento y participación de la
comunidad haitiana al interior de la Población La Victoria.

Para determinar dichas aristas, se procedió a la recolección de testimonios


proporcionados por voluntarios que decidieron participar de este estudio. En primer lugar,
nos concedió su testimonio Wilfirid de 38 años de edad, residente en la población por 3
años. En segundo lugar, nos entregó su versión Blasito, residente en La Victoria desde hace
2 años, y de 36 años de edad. Por último, Paul, llegado a Chile hace casi un año, reside en
la Población hace 4 meses.

Para este estudio, es de gran importancia determinar en qué condiciones y de qué


forma nuestros entrevistados han llegado a vivir a La Victoria, es por eso que es
fundamental conocer el recorrido efectuado por nuestros entrevistados antes su arribo a la
población. ¿Cómo llegó a vivir a la Población La Victoria? ¿Con quienes vive?

“Yo llegue directamente a La Victoria. Tenía un amigo que vivía en La Victoria y


después hablaba de Chile y después me lo recomendó. El no me hablaba directamente de
La Victoria, me hablaba de Chile. Como Chile un país, una persona puede estudiar, después
tiene una vida, más o menos mejor, que no es todo. Yo vivo aquí con mi hermana y mis dos
hermanos. Arrendamos dos piezas. En esa casa vivimos solamente nosotros con una familia
chilena.”263

“Bueno, yo soy una persona que vivía en República Dominicana, eeh, tengo siete
años viviendo en República Dominicana, yo soy una persona que trabajar en partir de
comunidad haitiano en República sobre pastoral haitiano en República. Yo llegué ahí para
estudiar diácono permanente, como yo tengo mi hermano, que está en Chile y después, mi
hermano manda a mí a Chile, y cuando yo llego a Chile, yo seguir hacer las mismas cosas
que yo hacía en República Dominicana, trabajar en pastoral haitiano en iglesia católica,
pero nosotros no estamos en nuestro país, pero tengo que buscar trabajo para vivir, para

263
Wilfrid. Entrevista realizada por: Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 19 de noviembre de 2017.

138
arrendar, para comer. La cosa se ha vuelto muy difícil por los inmigrantes haitianos. Yo
llegue inmediatamente a La Victoria. Somos tres hermanos, y vivimos juntos.”264

“Bueno, yo viví en Haití, pero yo tengo amigo mío, manda a mí a Chile, pero me
voy a Chile. Cuando llego a Chile, yo pasa unos meses no trabajo, después me voy a San
Antonio al campo a buscar trabajando. Yo trabajando con un patrón, pero con lechugas,
pero después de 6 meses yo tengo papel ahora, carné. Después me vine a Santiago,
trabajando en calle Brasil, Blasito me ayudo a mi cuando venía de San Antonio, como
ahora tengo carné, ahora yo arriendo aquí hace 4 meses. Vivo solo en una pieza, con una
familia chilena.”265

De nuestros 3 entrevistados, dos llevan un tiempo considerable residiendo en la


población, y han llegado directamente a La Victoria en su estadía en Chile. Blasito, como
muchos entrevistados, migró hacia República Dominicana en una primera instancia, lo que
le permitió sortear la barrera idiomática a su llegada. Por otro lado, Paul, tuvo un camino de
mayor incertidumbre en su arribo, pues debió trabajar de manera ilegal en el demandante
rubro de la agricultura en San Antonio hasta que pudo obtener su carné de identidad y
buscar nuevas labores y nuevo hogar. De los 3 entrevistados, todos indican haber llegado a
La Victoria por recomendación de sus pares, quienes habían vivido previamente en La
Victoria. De este modo, podemos deducir que en su mayoría las familias que han llegado a
la población, ha sido mediante el conocimiento de experiencias de otros haitianos en La
Victoria. Y es de este modo, tomando el caso de Wilfrid y Blasito, como familias
disgregadas por la migración comienzan a reunirse por goteo en este barrio, siendo en este
caso sus nuevos hogares unas de las cientos de piezas que han empezado a construirse en la
población, conviviendo de esta manera familias haitianas con familias chilenas por medio
del concepto de arriendo.

En segundo lugar, con el objetivo de determinar el grado de acoplamiento entre los


nuevos y antiguos vecinos y vecinas, e identificar el nivel de incidencia haitiana en las
actividades organizadas en la población, se preguntó a nuestros entrevistados ¿Participa en
las actividades organizadas por la comunidad de la población? ¿Cuáles?

264
Blasito. Entrevista realizada por: Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 19 de noviembre de 2017.
265
Paul. Entrevista realizada por: Sebastián Follert Bravo. Población La Victoria. 19 de noviembre de 2017.

139
“Sí, yo trabajo en ¿Cómo puedo decir eso? En la pastoral de los haitianos, a la
parroquia y a otra parte en el templo culto en Lo Espejo. En primera vez, empiezo un curso
de castellano con casi 20 personas, de poco a poco sube, llegó un poco de 50, a 60 alumnos,
todos son haitianos. A mí me sirvió ese curso, eso ayuda a los haitianos, a seguir adelante, a
buscar el trabajo, para defender como extranjeros que no sabe hablar español, a veces los
haitianos no pueden encontrar trabajo, porque ellos no pueden hablar, no pueden entender.
Yo siempre voy, cuando tengo tiempo. Siempre participo a la actividad de la comunidad, y
por eso todas las personas de la comunidad me conocen famoso en la población, porque soy
una persona sencilla, voy a la iglesia, participo en el coro, y también el grupo social de la
parroquia, participo y después no peleo con nadie, no habla fuerte con nadie, la parte
adonde yo vivo soy una persona que quiere mucho.”266

“No más yo participo en la marcha cuando se celebra muerte del padre Andrés, yo
participo en la actividad de esto, se realiza una marcha y yo participo de ella. Ahí
acompañamos el grupo de la Iglesia, nosotros somos los primeros en participar. Si hay
algún haitianos, yo mismo ayudo a haitianos para encontrar trabajo, para mis compatriotas,
eso siempre yo encuentre alguien que está en situación muy difícil, lo que sea y tengo, no
tengo, pero yo puede ayudar ellos.”267

“Yo participo solo de la iglesia los días domingo.”268

Antes que todo, nuestros 3 entrevistados, a su llegada a la Población La Victoria, se


han aferrado a la ayuda proporcionada por la parroquia que funciona al interior de la
población. Un ejemplo consistente de ello, es la participación activa que han desempeñado
en el taller de español realizado en la parroquia, o las asesorías que la parroquia ha prestado
en materia de asuntos legales y laborales. Una vez se han beneficiado sustancialmente de
los servicios ofrecidos por la comunidad católica, ellos han devuelto la mano a sus
compatriotas mediante el acompañamiento y asesoramiento en materias laborales y legales,
pues son conscientes de las dificultades que se presentan a los y las recién llegados. Es por

266
Wilfrid
267
Blasito
268
Paul

140
tal motivo, que su participación en actividades de la comunidad victoriana se concentra
principalmente en aquellas de índole católica, y también las conmemorativas.

En tercer lugar, consultamos a nuestros entrevistados respecto las relaciones


establecidas y la bienvenida que han dado los antiguos vecinos a los nuevos, con el objetivo
de discernir el grado de aceptación que la comunidad victoriana ha expresado hacia la
comunidad haitiana en su llegada.

“No puedo decir que me he llevado bien con todos, porque en todo país hay gente
buena y mala. Por ejemplo en la iglesia toda la persona son muy bueno, pero afuera no
todos son así, a ver, aquí algunas personas pueden ser racistas con usted, y en verdad todos
somos humanos, tenemos misma sangre, somos toda gente. Yo siento que he sido bien
recibido, algunos malos, pero eso no importa.”269

“Bueno, con los chilenos de acá, como estamos en territorio de Chile, como somos
extranjeros, tenemos que aceptar cualquier cosa difícil, lo que es bueno lo que es malo. Hay
buenos, y hay malos, no podemos poner a todos por igual. Por ejemplo los dueños de casa
que arriendan casa, que saben nuestra situación, se aprovechan de los haitiano, esa una
situación muy difícil, la persona que tiene vivienda para arrendar, se aprovecha de los
extranjeros. Alguien que tiene alguna pieza en malas condiciones, pero te pide como
150.000 por una persona, eh, o si no, 200 por dos personas y esa es una pieza chica, con
malas condiciones, cualquier cosa, pero mal condiciones y te piden mucha plata por
ejemplo. Tiene que acostumbrar, que aceptarlo.”270

“A mí me parece más o menos La Victoria porque una parte buena porque ha


encontrado personas que recibieron buenos, otra parte mala, la persona que aprovechan de
los haitianos para arrendar la casa, toda la cosa, como esas cosas así.”271

Es un punto en común en el testimonio de nuestros entrevistados, que durante su


estadía en la población, han debido afrontar situaciones que se les han presentado como
adversas. Inclusive, han adoptado una clase de resignación ante estos acontecimientos, que

269
Wilfrid
270
Blasito
271
Paul

141
los ha obligado a aceptar dichas malas prácticas en tanto forman parte de los “no
nacionales”, como lo son por ejemplo los comentarios ofensivos y despectivos, u otros
aspectos también de relevancia como lo es el aprovechamiento de parte de arrendadores
que ven en este fenómeno migratorio una oportunidad para generar lucro a costas de los
haitianos y haitianas que necesitan de un techo, el cual, a pesar de ser elevado en costo,
presenta deficiencias y una notable disociación precio/comodidad. De este modo, podemos
afirmar, que el recibimiento que la comunidad victoriana hay propinado a la comunidad
haitiana que llega, no ha sido óptimo completamente, sin embargo, con todo, son
conscientes de que aquellas experiencias desagradables son de una fracción de la
comunidad victoriana, en tanto reconocen que ha habido personas que les han dado un
grato recibimiento y les han brindado de su ayuda.

Posteriormente, para saber el nivel de conocimiento de la Historia de la población, y


secundariamente también su nivel de arraigamiento, considerando que la población se ha
construido y modelado en base a una nutrida experiencia histórica, y por ende sociopolítica,
consultamos a nuestros entrevistados: ¿Qué conoce de la Historia de la Población La
Victoria?

“Para mí que desde llegue a Chile no sabía nada de la Población de La victoria, pero
de día en día, un amigo que se llama Marcelo me contó algunas cosas. El vivía un tiempo
con el padre Jarlan, y el estaba, estaba con él durante un mes, dos meses, vivo juntos. Eso,
él me explicaba cómo está la Historia. Yo siempre busco conocer más de La Victoria, creo
en mi La Victoria como una comuna más especial, más sufrida, no sé si hay otra como esta,
pero La Victoria como yo sé como comuna especial en Chile. Porque la Historia decía que
es La Victoria tiene un cura, luchan siempre siempre por el pueblo de La Victoria. Ellos
dieron su vida por La Victoria. Eso es bueno, luchar por el más pobre por una comuna que
quiere sacar adelante.”272

“Aquí adentro de La Victoria siempre había muchísimo actividad, que es lo que me


interesa a mí, no como en el centro, no había actividad, cada actividad que dan en su propia
persona, pero en La Victoria por ejemplo la semana pasada, actividad carnavales en la

272
Wilfrid

142
calle, que la persona está satisfecho de actividad, yo me siento contento por esto, porque es
zona bien, como te dice, bien característica. Antes todos hablan de La Victoria como sitio
peligroso, ahora puedo decir que La Victoria es tranquilo, realizan cultos, nunca veo una
persona se mataron a la calle, no eso. Yo llevo dos años aquí y nunca pasa nada. Nadie va a
venir a asaltarte ni eso. De la Historia, bueno, no se mucho en verdad, pero como yo soy
extranjero pero no sabe lo que pasa antes, cuando llegué puedo decir, pero de lo otro nada,
jaja, pero conozco algo sobre mis compatriotas, eso.”273

“Yo la verdad no conozco mucho sobre la Historia de la población.”274

Solamente uno de nuestros entrevistados señala conocer información respecto la


Historia de la población. Nuevamente su perspectiva histórica se enmarca dentro de lo que
es su participación en la parroquia, y a partir de dicho aspecto, fue conociendo
paulatinamente la Historia de su vecindario, reconociendo en la Población la Victoria, una
comunidad de mucho esfuerzo, tanto en el pasado como en el presente. Por su parte,
Blasito, señala no conocer el pasado de La Victoria, sin embargo, reconoce aspectos
históricos de la población en su relato, como lo es la constante organización de actividades
entre vecinos, aspecto que en su vivir en Chile, no ha encontrado similar en alguna otra
parte. Otro aspecto que reconoce, es el estigma social que se ha desarrollado en parte del
imaginario colectivo santiaguino, el cual se dispone a derribar instantáneamente indicando
que la población no es un lugar peligroso, y que sus calles no están al servicio de la
violencia, sino al de las actividades y organizaciones. Finalmente, Paul, reconoce no saber
de la Historia de la población, lo cual tiene lógica, en tanto solamente reside hace 4 meses.
De estos tres testimonios, podemos indicar, que nuestros entrevistados se encuentran en una
fase inicial en lo que respecta a su interiorización con el barrio. En esta ocasión, pudimos
contar con el testimonio de 2 haitianos que llevan un tiempo no menor como vecinos; 2 y 3
años. Sin embargo, existe una porción muy grande de la comunidad haitiana que son de
arribo reciente, como es el caso de Paul, quien, lógicamente, no tiene mucho conocimiento
respecto la Historia del lugar. Sin embargo, todos ellos, son indiscutiblemente los mejores
conocedores y forjadores de la Historia reciente de la Población La Victoria, del nuevo

273
Blasito
274
Paul

143
capítulo que abren en su biografía ¿Y quién más que ellos? Si son los protagonistas de este
nuevo proceso.

Respecto la comunidad haitiana que reside en la población, con el objetivo de saber


su grado de cohesión, y también su nivel organizacional como connacionales en el
extranjero, se preguntó a nuestros entrevistados: ¿Mantiene algún tipo de relación los
demás haitianos residentes en la población?

“En mi tiempo libre solamente dar el servicio a la parroquia, estudiar y ayudar el


momento libre que no fui a mi trabajo, ayudar a los haitianos, cualquier religión, yo
ayudarlos a hacer el trámite de su documento, a extranjería a alguna que no habla nada, casi
nada, pero yo ayudar a hacer su trámite de su documento. Y las personas también que viene
a Chile no puede trabajar, porque no tiene documento papel al día, y ayudo como para dar
un apoyo, de alimento, la manera que yo pueda. Son gente de acá, de la población. Todos
los extranjeros son humanos. Y con ellos que es protestante, católico, jehová, somos juntos.
No había peleas, tengo que hablar con todos, hablar con todos, y con eso puedo familiar
con todos esos protestantes. No hay diferencia.”275

“Bueno, yo tengo a mi amigo, mis conocidos y vivo con mi hermano, todos mis
patriotas haitianos, yo los veo, pero no conozco la situación de ellos, yo he escuchado que
ellos han pasado una vida muy difícil en Chile, como no encuentran trabajo, no tienen
documento, no tienes posibilidad para arrendar, pasan hambre, duermen en la calle, yo lo
escucho mientras hablan de esto. Yo trabajo con la parroquia Nuestra Señora de La
Victoria. Yo encargo con mi hermano de eh pastoral haitiano. Participan más o menos
como, eeeh, cuando celebran la misa vienen 10 personas, cada primer domingo hay misa
por haitianos en francés por los haitianos, y vienen más o menos 40 o 50 personas. Antes
cuando mi hermano que vive en La Victoria trabaja en el taller, y todavía funciona el
curso.”276

275
Wilfrid
276
Blasito

144
“Con mis amigos haitianos, siempre salimos juntos, cuando tenemos tiempo,
compartimos. Yo participo de la iglesia católica con los demás haitianos.”277

Nuestros entrevistados señalan relacionarse cotidianamente con sus connacionales


haitianos en la población, pues, se identifican como pares, parte de un mismo proceso, con
similares pesares, y en un mismo país. Es de esta forma que los haitianos más antiguos,
como Wilfrid, y como Blasito, a partir de su experiencia, han prestado su ayuda a los
haitianos que se han visto a la deriva en su devenir en Chile, tal cual como ellos la han
recibido en sus comienzos, ahora la regresan. Por otro lado, fuera del ámbito de la
solidaridad, nuestros 3 entrevistados señalan haber entablado amistades con sus
compatriotas, independientemente de la religión que ellos profesen. Otro aspecto de
cooperación y forjamiento de lazos, es la convivencia que puertas adentro realizan
cotidianamente, pues muchos de ellos, aunque no se refleje en estos casos, han debido
convivir con familias haitianas que no conocían previamente, y que, dadas las necesidades,
han debido convivir para superar la adversidad, la cual, tal vez solos, haya sido mucho más
compleja.

Finalmente, nuestros entrevistados nos ofrecieron su testimonio respecto su futuro


en la Población La Victoria. ¿Cuál es vuestro proyecto en la población?

“No puedo decirle que va a pasar mañana. En la tarde que va a pasar, no sé,
solamente dios sabe todas las cosas. Yo puedo irme de La Victoria a cualquier parte de
Chile, pero yo siempre me gustaría volver a La Victoria, siempre regresaría aquí por todo lo
que me ha dado. Yo de La Victoria tengo, quiero tener un recuerdo, parte de la población
me hizo aceptar con mucho cariño, no puedo decir que todos, pero la parte que yo conozco
es cariñoso para mí.”278

“Si me gusta, tengo dos años y nunca pasa nada, yo vivo tranquilito no molesta a
nadie, no puedo decir que no. Me gustaría permanecer, siempre porque es un sitio que me
gusta.”279

277
Paul
278
Wilfrid
279
Blasito

145
“Me gustaría seguir en Chile, y también en la población, aunque no lo es toda
buena. Es diferente La Victoria a mi casa de Haití, Chile, no puedo decir solo La Victoria.
Hay muchas casas, piezas. En mi país nadie va a vivir de a varios. Hay piezas malas, malas
condiciones, arriendan a los extranjeros. Una pieza chica sin espacio, para poner camas, no
puede hacer nada adentro y muy caro, y pone como a cuatro personas. […] Seguir aquí, y
progresar.”280

Paul, Blasito y Wilfrid, nuestros entrevistados, comentan que dentro de sus planes,
por el momento, está permanecer en la población a pesar de que reconocen haber vivido
circunstancias que se les han presentado como adversas. Esta premisa, nos da cuenta,
pensamos, de un arraigamiento inicial de nuestros entrevistados a lo que es la población, y
su vida cotidiana en ella. Un comentario que nos lo demuestra, es la determinación con que
se expresa Wilfrid, quien plantea, que en caso de cambiar de domicilio, regresaría por
siempre a la población, pues se siente muy agradecido de la ayuda que algunos le han
conferido desinteresadamente y pues se ha constituido este espacio como su primer gran
episodio del largo camino que aun les resta por recorrer.

Analizados los testimonios de nuestros entrevistados, los cuales abarcan a nuestro


juicio los 3 estamentos más importantes y representativos que conforman la comunidad
victoriana, a continuación, a modo de cierre de este capítulo, entregaremos una visión
ampliada de la constitución y desenvolvimiento de la comunidad haitiana residente en la
Población La Victoria.

5.4.- Conclusiones

La comunidad haitiana que se ha radicado en la Población La Victoria, data de un


tiempo reciente, en tanto que sus primeros avistamientos en el sector corresponden al
menos a cinco años atrás, de los cuales, lo últimos dos, se ha producido una llegada masiva
de haitianos y haitianas a la población, pudiéndose observar, de acuerdo al testimonio
entregado por las pobladoras entrevistadas, en casi todos los espacios comunes que
constituyen el territorio de la población. Su participación en ellos es diferenciada, en tanto
que su protagonismo como sujetos, se concentra en al menos dos espacios, como lo son las

280
Paul

146
varias ferias del sector, en que participan como vendedores, ayudantes o compradores,
formando parte así de la cadena social, comercial y emprendedora que surge de las entrañas
de la población. Otro espacio de indiscutida relevancia para la comunidad haitiana, y de
marcada presencia y participación, son las varias iglesias que funcionan cotidianamente en
La Victoria. Como hemos dicho, la variable religiosa para la comunidad haitiana, tanto en
su país de origen, como en Chile, se constituye como una de las principales plataformas de
participación, reunión, y sociabilización tanto de haitianos entre sí, como de chilenos y
haitianos en su conjunto. Así lo demostró Donata, religiosa de la comunidad católica, que
de acuerdo a su testimonio, como religiosos se han debido adaptar a las necesidades que a
la a la comunidad victoriana se le presenten. Así fue el caso de los y las haitianas que
comenzaron a emplazarse en la población, pues la iglesia católica local, abrió sus puertas a
los migrantes ofreciendo servicios que les son de imperiosa necesidad, como lo es el taller
de español que se realiza todas las semanas, las colectas de ropas y enseres, el recibimiento
temporal en algunas casas de los miembros de la comunidad religiosa, y los proyectos de
ayuda que se forjan ante la necesidad y explosivo arribo que se produce en la población;
bolsas de trabajo, asistencia judicial, obtención de documentos, etc. Es por eso que una
facción de este conglomerado participa de manera activa en la comunidad católica. Por otro
lado, otra facción no menor de la comunidad haitiana de La Victoria, participa de las
numerosas iglesias protestantes, constituyéndose estos espacios igualmente como
trascendentales para la comunidad haitiana, en tanto realizan sus cultos que practicaron en
Haití, y practican las sociabilización entre connacionales y chilenos. De este modo, las
iglesias, independientemente de la religión que representen, se han constituido en La
Victoria como verdaderos espacios de desenvolvimiento, presencia y protagonismo
haitiano.

Con todo el apoyo prestado por estas instituciones, que en la adversa realidad se
torna insuficiente, en tanto la precariedad y necesidades de nuestros sujetos son profundas y
vitales, la solidaridad y caridad de parte de algunos pobladores ante la inacción del Estado
se torna exigua. Los y las migrantes provenientes de Haití han debido afrontar además,
otras situaciones que se les han presentado como adversas, pero esta vez haremos hincapié
en las acontecidas en la propia Población La Victoria. A través de los testimonios
expresados por las pobladoras entrevistadas, y también por nuestros entrevistados haitianos,

147
podemos afirmar que unos de los mayores problemas que debe enfrentar la comunidad
haitiana al interior de la población es el racismo. Dicha situación ha recrudecido sin lugar a
dudas el proceso de inclusión que los haitianos y haitianas han comenzado en este país.
Gritos, insultos, denigraciones, dentro de otros, son las vallas que han hecho a nuestros
entrevistados decir: “hay gente buena, pero también lo hay mala” (en la población). Y no
tan solo aquello, sino que se ha generado un negocio lucrativo en torno a este fenómeno
migratorio, como lo es la reciente pero difundida práctica de algunos antiguos vecinos de
realizar ampliaciones en sus viviendas, con el fin de crear nuevos hogares potencialmente
arrendables a las familias que han llegado a asentarse. El punto adverso de esta situación
son los elevados precios que piden por el arriendo de dichas subdivisiones, debiendo los y
las haitianas, sin mayor opción contra la espada y la pared, aceptar dichos acuerdos
forzosamente.

Lógicamente, pensamos que dichas prácticas de la comunidad victoriana “antigua”,


para con la “nueva”, han ralentizado de manera considerable la variable comunitaria e
inclusiva que los haitianos han alcanzado a desarrollar. Dicha obstrucción, puede
relacionarse con la limitada participación que se ha constatado de los haitianos y haitianas
en actividades realizadas en conjunto con los pobladores, a excepción de aquellas que
impliquen la participación activa de la comunidad religiosa a la que pertenezcan. Pues, más
allá de esta plataforma de participación y acogida, no se ha podido constatar una notable
participación por compromiso o por recreación en otras manifestaciones propias de la
población, ya sea carnavales, conmemoraciones políticas, históricas, obras de teatro, shows,
y una serie de ejemplos que son característicos de la población. No obstante ello, pensamos,
al igual que las pobladoras entrevistadas, su presencia en dichas actividades debería
masificarse con el tiempo, pues nos encontramos en una fase inicial de este proceso de
inclusión y arraigamiento, sin embargo, las segundas generaciones de haitianos y haitianas,
y otras menores de chilenos-haitianos, ya se vislumbran en el barrio y en los varios jardines
infantiles del sector. Y son aquellos niños y niñas, de acuerdo al testimonio entregado por
nuestras entrevistadas, la continuación de este proceso, pero desde un escenario más
favorable que el de la adultez, en tanto los niños desde su infancia y crecimiento han
construido en su imaginario lo que es vivir en la Población La Victoria, sin haber
experimentado un choque de realidades tan crudo como sus padres.

148
Sin embargo, fuera de la adversidad, y las vallas que quedan por saltar en el camino
hacia la inclusión real y auténtica, debemos hacer hincapié en la importancia histórica que
este fenómeno migratorio y proceso de inclusión ha significado para la biografía de La
Victoria. El hecho es que, a pesar de que nuestros entrevistados haitianos declaren ser “no
conocedores” de la Historia de la población, o bien no participen en actividades sociales o
conmemorativas en conjunto con los pobladores antiguos, lo que es hasta cierto punto
lógico, en tanto su estadía es reciente, su tiempo libre escaso, las necesidades múltiples, y
los medios escasos, nuestros sujetos en su devenir consciente y volitivo, de apropiación de
su pasado, presente y futuro, el hecho es que estos sujetos han abierto un nuevo capítulo de
la alborotada Historia de la Población La Victoria, en tanto por primera vez se produce un
fenómeno sociocultural análogo en la población, ya sea por su envergadura o su
componente cultural. Lo paradójico de esta reflexión, es que a pesar de que nuestros
entrevistados no conocen la trayectoria histórica de la población, podemos afirmar que son
los mejores conocedores, y por excelencia de este nuevo proceso histórico que se gesta
tanto a nivel nacional, como local en La Victoria, ya que son ellos los protagonistas de este
fenómeno, y han encarnado las numerosas dificultades que la vicisitud de su periplo les ha
puesto en frente. Con todo lo anterior, y a pesar de identificar cierta disgregación, y una
fase de arraigamiento inicial de la comunidad haitiana en el sector, estos sujetos han escrito
un capítulo que consideramos único en los 60 años de vida de la Población La Victoria, del
cual son los únicos protagonistas y expertos indiscutibles, más que cualquier otro
investigador de las Ciencias Sociales o de la Historia misma.

Estimamos que, a pesar del factor racial que se presenta a los y las haitianas en la
población de parte de los vecinos antiguos, una facción no desconsiderable de la comunidad
victoriana, como pudimos reconocer con claridad en los testimonios de Donata y las
pobladoras Constanza y Paola, estima que es justa y necesaria la inclusión social y cultural
de los sujetos haitianos y haitianas de La Victoria, sin embargo, proyectan las bases de este
proceso a un futuro más cercano que lejano, en que el potencial mestizaje y bagaje social de
la comunidad cobre un dinamismo de tipo inclusivo, libre de prejuicios raciales y sociales
que en esta etapa inicial del fenómeno se ha observado con cierta fuerza.

149
Conclusiones.

a) Conclusiones de la investigación

Luego de realizar esta investigación sobre los diversos aspectos y matices que el
fenómeno migratorio haitiano ha representado para ellos y para Chile, enfocándonos en
aspectos tales como la ley migratoria, las estadísticas y datos cuantitativos, las historias de
vida de los sujetos migrantes, la historicidad del racismo en Chile y sus aristas, y la
comunidad haitiana que se ha establecido en la Población La Victoria, podemos concluir
que:

1.- El marco jurídico migratorio existente en Chile, que data del año 1975, a pesar
de haber sufrido modificaciones de los gobiernos de la Transición a la Democracia durante
la primera y segunda década del siglo XXI, estas se presentan como exiguas en tanto no se
adecúan a la envergadura y dificultades que el proceso migratorio presenta en la actualidad.
Como pudimos observar, la legislación migratoria chilena se limita a principalmente
controlar y registrar la entrada y salida de extranjeros del país y otorgar los diferentes tipos
de visas. De acuerdo a la coyuntura migratoria actual en Chile, según los expertos y nuestro
sujeto de estudio, la normativa vigente no da abasto a la envergadura del fenómeno, en
tanto no establece canales efectivos de comunicación con la población migrante, no dialoga
con las instancias internacionales de Derechos Humanos, no establece convenios de
convalidación de estudios, no favorece el acceso a la vivienda. Tampoco crea canales
informativos respecto la ley laboral chilena, pues como hemos podido constatar, tanto
desde la vereda de los empleadores como los empleados, “de la falta de información vienen
los abusos”. Y es precisamente desde el campo laboral –que se erige como el más
importante para los migrantes haitianos-, que la ley presenta insuficiencias para nuestro
sujeto de estudio. De acuerdo a las categorías para hacer ingreso a nuestro país, la n° 15
“por motivos laborales”, es sin duda la que abarca a la mayor cantidad de haitianos y
haitianas en Chile, sin embargo, al momento de su arribo, no pueden declarar abiertamente
sus intenciones de desempeñarse laboralmente en el país, solamente aquellos casos aislados
que hayan firmado un contrato laboral con empleador chileno en Haití. Por su parte, la
inmensa mayoría, debe hacer ingreso como turista por tres meses, dentro de los cuales debe
firmar un contrato de trabajo para extender su visa por un año. Pero en tanto, si no

150
encuentra trabajo bajo contrato en esos tres meses, debe hacer abandono del país, de otro
modo, su condición migrante sería de irregular. Es por ello que, ante la dificultad de
encontrar trabajos en un lapso de tres meses, muchos de ellos y ellas han debido sobrevivir
y resistir en el intertanto realizando labores “ilegales”, como lo es el comercio ambulante, o
como coleros en la ferias, principalmente. El punto es: ¿Qué otras alternativas de
regularización para la población migrante haitiana se vislumbran? Para la mayoría ninguna
otra, es decir, la alternativa que el marco jurídico ofrece a nuestro sujeto de estudio, es su
regularización mediante la vía laboral, es decir, su regularización en tanto sus labores sean
funcionales a la economía del país, y le reporte algún beneficio. Con esto, podemos afirmar
que la ley de 1975 se adecua perfectamente por un lado a la coyuntura económica
neoliberal de Chile, en tanto acepta y luego integra a migrantes en este orden nacional por
medio de la vía productiva, mientras que por otro lado, los excluye en materia de Derechos
Humanos, vivienda, escolaridad, canales informativos, etc.

No exiguo lo anterior, podemos afirmar que la ley es racista, o representa lo que


hemos denominado como racismo de Estado. El hecho de establecer requisitos y
normativas focalizadas a la futura colonia migrante haitiana, y también dominicana, y no
así a migrantes europeos, norteamericanos u oceánicos, da cuenta del estigma que la ley
ampara, pues ¿Existen casos de devoluciones de ciudadanos estadounidenses por no
acreditar US$1.000, ó por no ingresar al país con pasaje de ida y vuelta? ¿Se conocen casos
de exigencias de cartas de invitación a turistas europeos para ingresar a Chile? ¿Por qué no
figuran como sospechosos? ¿Es el Decreto 1094 una ley transversalmente igualitaria? Las
preguntas se responden por si solas. Sin lugar a dudas, lo hemos dicho nosotros, como los
expertos, y los haitianos y haitianas desde su experiencia: la ley migratoria de la Dictadura
debe ser modificada a la brevedad.

2.- Respecto a la caracterización general del fenómeno migratorio haitiano en Chile,


en base a documentos gubernamentales y datos estadísticos, pudimos concluir que: Desde
que existe registro de la primera permanencia definitiva otorgada a un ciudadano o
ciudadana haitiana en 2006, su evolución hasta el presente ha sido en constante
crecimiento, a excepción del 2012, año en que se adoptan por primera vez disposiciones
legales especiales para con los migrantes de origen haitiano y dominicano –que

151
anteriormente denominamos como ejemplo de racismo estatal-, sin embargo, durante los
años posteriores a dicha aplicación, el número de otorgamiento de visas definitivas
continuó creciendo, contando un total de 1.649 hacia 2014. A partir de estas permanencias
definitivas y de estudios de carácter gubernamental, pudimos obtener una aproximación del
fenómeno a nivel general, sin embargo recalcamos en la necesidad urgente de realizar
estudios sobre la colonia haitiana en Chile a partir de datos que incluyan no solo
permanencias definitivas, sino que abarquen en su totalidad a la colonia migrante para
obtener datos más certeros, y a partir de ellos, elaborar soluciones y medidas en la materia.

Respecto a la distribución por género de la colonia migrante haitiana en Chile,


pudimos reconocer que, ésta en su mayoría es una oleada migratoria masculina, con un
68% de hombres y un 32% de mujeres, a diferencia de las demás colonias migrantes en
Chile, que son principalmente femeninas, como comparamos en el caso de la boliviana.
Respecto al tramo etáreo, podemos aseverar que es además una oleada migratoria joven, en
tanto el 99,5% de los migrantes se encuentra entre los 0 y 59 años de edad.
Consecuentemente, podemos reafirmar que la colonia migrante haitiana ha venido a Chile
con la intención de trabajar, ya que un 86% de los migrantes se encuentra en edad de
trabajo (15 a 60 años). En cuanto a su emplazamiento en Chile, existe un sector que
muestra notablemente una preferencia para su radicación, que es la Región Metropolitana,
que cuenta con el 97,6% del total. Le siguen muy por detrás la Región de Coquimbo
(0,8%), y Valparaíso (0,6%). En lo que respecta a escolaridad haitiana en la Región
Metropolitana, esta presenta un mayor avance respecto la población chilena en áreas
representativas como lo son la enseñanza media, con 46,8% del total, mientras que los
chilenos representan un 33,1%, y la enseñanza superior, 15,4% versus un 10,7%, de lo que
se desprende que la región se erige igualmente como un polo de atracción de migrantes
profesionales y con estudios de secundaria.

Por otro lado, remitiéndonos a los aspectos socioeconómicos de nuestro sujeto de


estudio, del éxodo masivo haitiano general, pudimos reconocer 3 flujos migratorios
diferenciados; el flujo A, que representa el éxodo de las clases sociales más acomodadas de
Haití, de mayor capital cultural, y con redes establecidas en países del primer mundo, como
lo son Francia, Canadá y Estados Unidos. Se reconoce un flujo B, compuesto por migrantes

152
de clase media y con similares expectativas de vida que el A, pero que no dispone del
mismo capital material que ellos. Este flujo se ha concentrado principalmente en Brasil, y
posteriormente en Chile ante la inestabilidad política y económica que sufre el Brasil. Se
reconoce por último un tercer flujo, identificado como C, que representa a las clases bajas
de Haití, que históricamente han migrado a la vecina República Dominicana a trabajar en la
caña de azúcar, pero que cansados de los pesares sufridos en aquel país, han visto en Chile
una alternativa viable. Con esto, podemos concluir que los migrantes haitianos residentes
en Chile representan a las clases medias y bajas haitianas. Por otro lado, respecto a los
trabajos desempeñados por los haitianas y haitianos en Chile, podemos confirmar que
aquellos puestos son los que la población chilena ha dejado vacantes, en tanto rechazan
realizar los trabajos menos valorados en la escala sociolaboral, desempeñando en su
mayoría labores de empleados, obreros y asesoras del hogar, o bien, simplemente no
registran ocupación. Finalmente, uno de los problemas más visibles, y que afecta a gran
parte de la colonia migrante haitiana, es el hacinamiento. Ante la masiva llegada de
haitianos y haitianas, sujetos han visto en este fenómeno una oportunidad para lucrar, y ha
sido uno de estos aspectos el sobre arriendo de piezas u hogares para ellos. En este sentido,
dicha práctica, que no escapa a las demás colonias migrantes, se ha presentado como una
grave dificultad para su correcta inserción en la sociedad. De los datos recabados, pudimos
observar que un 52,8% de la comunidad haitiana se encuentra entre los niveles de
hacinamiento medio alto, y alto. En pocas palabras, más de la mitad de los haitianos y
haitianas en Chile viven en condiciones de hacinamiento. ¿Qué rol cumple el Estado
chileno en materias como esta? De momento solo desalojos. De acuerdo a los datos
estudiados, podemos inferir que la realidad que estos datos reflejarían si se abarcara no solo
a los migrantes con permanencia, sería mucho más cruda, por eso mismo, es de urgencia
contar con datos certeros y fidedignos de la condición real de todas las colonias migrantes,
cualquiera sea su condición legal.

3.- Parte fundamental de esta investigación consistió en el análisis de testimonios de


nuestros sujetos de estudio; 6 niños y 4 adultos nos entregaron sus versiones de su
participación de este fenómeno migratorio. Pudimos concluir que: Los motivos esgrimidos
por nuestros sujetos de estudio para venir a Chile en búsqueda de mejores expectativas de
vida presentan todos puntos en común, en tanto señalan la crisis económica que se vive en

153
Haití, y la crisis política, las cuales se materializan en el desempleo, violencia, inestabilidad
y carencia económica. Gracias a las misiones de paz realizadas por Chile en Haití, los
habitantes de la isla concibieron a Chile como un país organizado, próspero que ha ofrecido
parte de sus recursos para ayudarlos. Sumado al testimonio de sus primeros compatriotas
radicados en Chile, han visto en este país una alternativa migratoria plausible para ellos.
Por eso mismo, el principal motivo esgrimido al venir a Chile es el trabajo, su objetivo es
claro. Trabajar en Chile para tener una vida mejor en muchos aspectos. Por lo que
podríamos afirmar que la mentalidad con la que ellos llegan a Chile es de trabajo.
Apoyándonos en sus testimonios, pudimos concluir que en su mayoría trabajan 6 de los 7
días de la semana, y que su día libre lo descansan, o bien van a la iglesia. Actividades de
tipo recreativo no pudimos conocer, salvo Samuel, el adulto más joven que los días
domingo juega fútbol en su barrio de Estación Central con otros haitianos. Los demás solo
iglesia y trabajo.

La primera barrera que nuestro sujeto de estudio debió enfrentar, fue la idiomática,
en tanto no dominan el español, y el dialecto chileno se presenta un tanto complejo, sin
embargo, en sus espacios de desenvolvimiento cotidiano, estos fueron practicándolo día
tras día, hasta alcanzar un nivel que permite una comunicación efectiva. Por otro lado, parte
no menor de nuestros entrevistados ya hablaban el español al momento de su arribo en
tanto previamente habían migrado hacia República Dominicana buscando un mejor vivir, lo
que les facilitó enormemente su realidad.

En su búsqueda de techo, como pudimos constatar previamente, la colonia haitiana


ha escogido comunas de estratos medios, y medios bajos para vivir, ya que los costos por
concepto de arriendo son menores que otras comunas más acomodadas, de las que destacan
entre nuestros entrevistados: Pedro Aguirre Cerda, Estación Central, Peñalolén y Cerrillos,
principalmente. En relación a la calidad de las viviendas utilizadas en Chile, esta deja
mucho que desear, pues han experimentado un recrudecimiento de su situación de vivienda
respecto Haití, accediendo en Chile a espacios pequeños, en los cuales debe compartir con
más gente, de materiales no siempre confiables, y de precios que superan ostentosamente su
nivel de calidad, esto dentro del marco de desarrollo de un mercado de arriendo a precios
indiscriminados para los migrantes que no tienen muchas opciones. Los datos conocidos

154
anteriormente se condicen con las historias de nuestros entrevistados, en tanto estos indican
que sobre el 50% de la comunidad haitiana en Chile vive bajo el hacinamiento.

Respecto los espacios de sociabilización en que nuestros entrevistados señalaron


desenvolverse, podemos reconocer tres principales: en primer lugar, la iglesia surge como
un espacio de notable importancia para la comunidad haitiana residente, en tanto, al igual
como en Haití, en Chile continúan practicando sus cultos sin interrupciones. Principalmente
son protestantes y católicos los llegados a Chile, y sagradamente, los días domingos asisten
a las misas en sus iglesias respectivas con mucha solemnidad. De nuestros entrevistados,
todos asisten, a excepción de Samuel. En el interior de la iglesia, además de realizar sus
votos, sociabilizan con la comunidad haitiana religiosa que asiste a la iglesia, y también con
la porción religiosa chilena que asiste a dichas iglesias. Otro de los espacios de
sociabilización haitiana que pudimos reconocer, en este caso sólo de los adultos, es el lugar
de trabajo. En este espacio, día a día, los y las migrantes se desenvuelven laboral y
socialmente con sus pares, pues como hemos dicho con anterioridad, la mentalidad de los
migrantes haitianos en Chile es de trabajo, y además de ello, mediante esta actividad
regularizan y definen su situación como migrantes. En esta actividad, nuestros
entrevistados señalan haber aprendido el español, compartir con sus compañeros
connacionales (en algunos casos) y con sus compañeros chilenos, además de ganar su
sustento en Chile, y para sus familias en Haití. En el caso de la infancia haitiana, un espacio
de vital importancia que representa para su desarrollo, sociabilización, aprendizaje e
inclusión es el sistema escolar. En él, durante 5 días a la semana comparten con sus
compañeros chilenos, connacionales, y al igual que ellos, también con extranjeros.
Desarrollan el dominio del idioma, se introducen en la Historia del país, aprenden de sus
compañeros y de acuerdo a los testimonios, comparten activamente con sus pares.

En su decisión de emigrar, nuestros sujetos de estudio han debido conllevar la


separación de sus familiares y seres queridos que han permanecido en Haití. Para hacer
dicha separación más amena, nuestros entrevistados se han valido de las redes sociales que
les han permitido establecer contacto con sus familiares a través de la distancia. A este tipo
de convivencia y forma de compartir, hemos denominado a lo largo de este estudio como
familia virtual, en tanto las relaciones afectivas mantenidas con sus cercanos, se realiza a

155
través de estas plataformas y a la distancia. Existe en el imaginario de varios la idea de traer
consigo a sus familias, como algunos ya lo han hecho, sin embargo, muchos no tienen
claridad respecto a su futuro en Chile, pues de acuerdo a sus testimonios, no existe claridad
respecto su proyecto, solamente tienen la claridad de su corto plazo, que es trabajar y tener
una casa y los medios necesarios para vivir en condiciones mejores que en las que se
encuentran. Unos plantean la posibilidad de regresar a Haití, traer a sus familias, estudiar,
encontrar un mejor trabajo, migrar a otro país, etc. Lo que une a todas estas ideas, es que
son supuestos, y que de acuerdo al curso que tome el presente de cada uno en Chile, podrán
ser cumplidas o no. A partir de aquello, podemos reconocer transversalmente tanto en la
infancia como la adultez haitiana en Chile la arraigada concepción de su estatus de viajeros,
en tanto algunos ya han migrado previamente antes de Chile, otros plantean ir y regresar
constantemente de Haití a Chile, u otros que ven la posibilidad de en un futuro desplazarse
hacia países del primer mundo.

Respecto las diferencias que nuestros entrevistados perciben entre Chile y Haití, la
que resale con mayor frecuencia es la diferencia climática, en tanto el clima haitiano es
tropical y el chileno mediterráneo, siendo el invierno para ellos una etapa muy difícil del
año por la falta de costumbre a las bajas temperaturas. Lo mismo sucede con la
alimentación, a la cual han debido adaptarse, sin embargo, en algunos casos, también han
extendido sus preparaciones hacia la población chilena. Aspectos como el empleo, la
tranquilidad, las plazas y parques, la ausencia de insectos, constituyen a Chile como un país
diferente, puesto que dichos aspectos en Haití no se avistan con igual frecuencia. Un
aspecto interesante que pudimos constatar en la infancia haitiana, es la pérdida de libertad
que han experimentado, en tanto identifican ese concepto con el nivel de calidad de su
recreación. En Chile, han experimentado lo que es desenvolverse en una sociedad más
tecnologizada, ya que sus pares chilenos ocupan gran parte de su tiempo libre en juegos
electrónicos. En oposición a su infancia en Haití, éstos se recreaban en las calles de sus
barrios con todos sus amigos, sin depender de artefactos tecnológicos para su recreo.

Finalmente, un aspecto de fundamental relevancia, es el racismo que nuestros


entrevistados han sufrido de manera transversal a su condición de niños y niñas y adultos y
adultas. Lo han vivido en las calles, lugares de trabajo, hogares, colegios, y un largo

156
etcétera. Y es que nuestros entrevistados no han podido señalar que la sociedad chilena los
ha recibido de manera grata, pues, además de las dificultades materiales que presentan,
sumado a la barrera cultural existente, el racimo se ha impuesto cual Muro de Berlín para la
inclusión de nuestros sujetos de estudio. Porque es así, la sociedad chilena es racista, y
discrimina a los migrantes de origen haitiano por su color de piel, por su idioma, por su
condición material. Los perciben con desconfianza, como si hubieran venido a quitar
oportunidades a los chilenos, como si vinieran a beneficiarse de una tierra la cual no les
pertenece, a un orden nacional ajeno, y por eso, “deben de saberlo”. Queda mucho trabajo
por delante como sociedad, ya que necesitamos deconstruirnos y reconstruirnos libres de
prejuicios, tolerantes, abiertos, incluso amistosos. Debemos como sociedad valorar la
multiculturalidad, aceptar a los diferentes, y enriquecernos en un proceso de convivencia
que nos permita crecer individual y colectivamente. Queda mucho por hacer todavía.

4.- Respecto al racismo, y su historicidad como corriente del pensamiento, pudimos


concluir que este se reconoce en Chile desde que se ha configurado la idea de Chile como
nación y territorio. Desde el período de la Colonia, posteriormente la Independencia y la
Organización de la República, también a inicios del siglo XX y en el siglo XXI, en el
presente, hemos podido demostrar que en la Historia de Chile, el racismo ha estado
presente por los siglos, experimentado ciertas acomodaciones en tanto su forma de
expresión se adapta al contexto histórico en que se presente. Desde la Colonia hasta
comienzos del siglo XX con el pensamiento de Palacios, somos testigos de un racismo
profundamente biológico, en tanto la genética y aspectos físicos fueron pretexto para
realizar una jerarquía de razas en torno a sus capacidades, rechazando incluso la “mezcla
racial”. De acuerdo a lo expresado por Fanon, el paso del racismo biológico al cultural
obedece a la sistematización de prácticas imperialistas: “El racismo vulgar en su forma
biológica corresponde al periodo de explotación brutal de los brazos y las piernas del
hombre. La perfección de los medios de producción provoca fatalmente el camuflaje de las
técnicas de explotación del hombre, y por consiguiente, de las formas de racismo” dicha
continuidad se ajusta perfectamente al caso de Chile, en tanto su apertura mercantil
internacional ha traído consigo grandes contingentes migratorios que fueron incluidos en la
matriz productiva nacional. En este contexto, las características del racismo cultural según
Balibar y Wallerstein, son de “un racismo cuyo tema dominante no es la herencia biológica,

157
sino la irreductibilidad de las diferencias culturales; un racismo que, a primera vista, no
postula la superioridad de determinados grupos o pueblos respecto a otros, sino
‘simplemente’ la nocividad de la desaparición de las fronteras, la incompatibilidad de las
formas de vida y de las tradiciones.” Con todo, a pesar de que el racismo biológico ha
experimentado un retroceso respecto al cultural, no podemos decir que este haya
desaparecido por completo en Chile, en tanto uno de los principales aspectos por los que
discriminan a nuestros sujetos de estudio es el color de su piel.

En el caso de la inmigración, el sentimiento racial parece verse fortalecido con el


fenómeno migratorio, partiendo de la concepción global en el imaginario social que
subyace a este fenómeno como “problema”, y que pudimos constatar, se genera
principalmente por la negación de los nacionales a la integración política de los migrantes o
no nacionales, abriendo paso consecuentemente, a otros tipos de segregación, como lo es la
cultural y social. Y es que como mencionamos anteriormente, la idea de lo nacional, en
oposición a la alteridad, ha ocupado un rol histórico de trascendental importancia para la
construcción de la idea de “lo chileno” y lo “no chileno”, sin embargo, éstos grupos no
nacionales han sido asimilados a través de la siempre inclusiva matriz productiva
económica neoliberal por medio de la subyugación a trabajos precarizados. Así lo han
atestiguado nuestros entrevistados, que han experimentado la discriminación y xenofobia
en todos los aspectos habidos y por haber. Y que, contra la creencia popular, dichas formas
ahistóricas de expresión y rechazo actuales hacia la población migrante, no son propias de
los años 90 con la llegada de las primeras oleadas migratorias latinas, sino que son la punta
del iceberg racial que ha enfriado nuestra Historia desde que Chile existe como tal.

5.- Sobre la comunidad haitiana radicada en la Población La Victoria, a través del


análisis de testimonios de haitianos, pobladores y de la comunidad religiosa, podemos
concluir que: la comunidad que reside actualmente en la población, data desde al menos 5
años atrás, de los cuales, los últimos 2 años su presencia se ha incrementado
considerablemente, pudiendo ser percibidos por la comunidad en “todos” los espacios que
componen la población, de ellos, podemos notar protagonismo haitiano en tres; las ferias
locales, las escuelas, y las iglesias, católica o protestantes. Así lo consignan sus
testimonios, como el de Donata Cairo, religiosa de la comunidad católica de la población,

158
quienes como comunidad han abierto su espacio no tan solo para consumar el culto
católico, sino que también para la realización de servicios benéficos para con la comunidad
haitiana, como lo es el taller de español, la asesoría jurídica, la bolsa de empleos, etc., en
tanto nuestros sujetos deben de afrontar la adversidad desde diversos campos, como lo es el
material, el laboral y sociocultural. Ejemplo de este último ha sido la gran barrera del
racismo que los antiguos pobladores han construido ante los recién llegados, recrudeciendo
y ralentizando de esta manera el largo y empedrado proceso de inclusión que haitianos y
haitianas día tras día llevan a cabo. Además de los insultos, gritos, comentarios y prácticas
raciales, han debido someterse a la lucrativa práctica adoptada por una facción de la
comunidad victoriana chilena, que se ha concentrado en ampliar sus viviendas, para así
ofrecer hogares de arriendo para los allegados y allegadas, a precios elevados que no se
condicen con la calidad material ni espacial de sus techos, compartiendo en estas
condiciones con más familias el mismo espacio.

Con asidero, pensamos que dichas prácticas de la comunidad victoriana chilena,


hacia la comunidad victoriana haitiana, han determinado consecuentemente la poca
participación, o participación sectorizada de los haitianos y haitianas de la población en las
múltiples actividades que como comunidad victoriana se efectúan periódicamente, más allá
de aquellas que impliquen una participación directa de la comunidad religiosa. Sin
embargo, basándonos en el testimonio entregado por las pobladoras entrevistadas, la
participación de haitianos y haitianas en las actividades desarrolladas por la comunidad,
debiera acrecentarse con el avance de los años, pues como planteamos, la comunidad
haitiana victoriana, se encuentra en una fase inicial de arraigamiento en la población. No
obstante ello, remitiéndonos a los testimonios de nuestras pobladoras, coincidimos
abiertamente con ellas en tanto las segundas generaciones haitianas en la población, es
decir, la infancia haitiana victoriana, jugaría un papel trascendental en materias de
inclusión, arraigo y participación, ya que desde la infancia, se construye una plataforma de
convivencia socialmente menos adversa, en tanto la infancia cuenta con un imaginario libre
de prejuicios sociales, ni de clase, por lo que planteamos que la actual infancia haitiana en
conjunto con la chilena, llevarán las riendas en un futuro cercano de este proceso de
convivencia, arraigo e identificación barrial.

159
Pero más allá de las vallas sociales, culturales y económicas que a nuestros sujetos
se les han impuesto, debemos hacer hincapié en el importante rol histórico que haitianos y
haitianas han desempeñado en la Historia de Chile, como en la Historia de la Población La
Victoria. Apoyándonos nuevamente en el testimonio de las pobladoras, que consideran
como fenómeno único a la migración haitiana, en tanto que a lo largo de los 60 años de
vida la población no se ha percibido un fenómeno de tipo migratorio y cultural con la
envergadura que presenta el haitiano, los nuevos vecinos de la población han abierto un
nuevo capítulo de la turbulenta y emblemática Historia de La Victoria. Inclusive, con todas
las barreras que han debido superar, o que se encuentran superando, pensamos lógicamente
que, en primer lugar, estas obstruyen su participación en actividades comunitarias, y
consecuentemente, perpetúan la sensación de desarraigo, y el desconocimiento de la rica
Historia de su barrio. Sin embargo, podemos dar por sentado, que tal vez de manera
inconsciente, los haitianos y haitianas son los protagonistas indiscutidos, mejores
conocedores y escritores de este nuevo capítulo de la Historia reciente de Chile y de la
Población La Victoria. Esto, sin ser investigadores ni expertos en Historia, en tanto han
encarnado las vicisitudes que este proceso les ha impuesto, siendo de este modo,
indiscutidamente los mejores entendidos de las nuevas páginas que la Historia reciente
contiene en materia cultural. Sin lugar a dudas, es un capítulo de la Historia que recién se
ha abierto, pero que se irá construyendo rápidamente al transcurso del tiempo.

Al respecto, pudimos constatar que la “comunidad victoriana antigua” no ofrece una


postura unificada respecto el fenómeno haitiano, pues en entre nuestras entrevistadas,
pudimos reconocer entusiasmo en una inclusión sociocultural de estos sujetos a la
comunidad, que se podría evidenciar en la participación de actividades en común
(pobladores nuevos y antiguos) y el cese de conductas raciales. Es decir, la luchadora
identidad victoriana, que se ha caracterizado por atravesar situaciones crudas y peligrosas
en su gestación, acepta y reconoce como victorianos a los nuevos vecinos que han llegado.
Sin embargo, no podemos hacer vista gorda al racismo que impera en algunas ocasiones. Al
respecto, estimamos que la facción reticente a la inclusión de la comunidad haitiana debiera
experimentar un proceso de adaptación (que ya se ha iniciado), el cual se vería
intensificado con el devenir de los años, y el potencial mestizaje chileno-haitiano que ya ha
dado sus primeros atisbos en la población. En este sentido, postulamos que la reticencia a la

160
comunidad haitiana de parte de algunos pobladores se debilitará con el recambio
generacional y el desarrollo de un proceso de convivencia sociocultural empírico no exento
de dificultades, que terminaría por decantar en un contexto de convivencia, cooperación e
inclusión social y cultural que se desarrollará inevitablemente de manera transitoria y no
espontánea.

b) La historicidad de los sujetos: haitianos y haitianas en Chile

Cabe preguntarnos: ¿Quiénes hacen la Historia? ¿En qué radica la historicidad de


los sujetos sociales? ¿Son los haitianos y haitianas sujetos populares? De acuerdo a la
Nueva Historia Social, son sujetos históricos aquellos individuos que tienen consciencia de
sí mismos, tanto individual como colectiva, que a partir del reconocimiento de sus
experiencias macro que los unen -pobreza, violencia, inestabilidad política, empleo,
reconocimiento político-, han desarrollado una identidad, pero una identidad indefinida,
que constantemente está reformulándose a partir de la experiencia acumulada por sus
compañeros en su base, pero que se modifica también a partir de la percepción que tienen
las élites, o las instituciones, como la iglesia, el Estado y los medios de comunicación, de lo
que podemos concluir que los sujetos populares no son, sino que constantemente “están
siendo”. El desarrollo de esta consciencia, los conmina volitivamente a influir sobre su yo y
su “circunstancia”, asegurando por medio de sus actos, la protección y extensión de su
libertad, y de sus aspiraciones como personas, gestando por medio de su accionar histórico,
la configuración de un proyecto social e histórico que sea capaz de transformar la vida
social en la que se encuentra inserto.281

De acuerdo a la teoría, podemos abiertamente responder: Sí, los haitianos y


haitianas en Chile son sujetos históricos. En primer lugar porque, se han identificado como
pares mediante el reconocimiento de necesidades colectivas bien concretas. En este caso,
podemos mencionar la inestabilidad política y económica en Haití, que los ha conminado a
incidir en su contexto, en su presente, su realidad, en tanto se les presenta como adversa. En
este aspecto, los migrantes y las migrantes haitianas han decidido cambiar su presente
mediante la migración, en este caso, hacia Chile. ¿Por qué hacia Chile? La experiencia

281
PINTO, J. & SALAZAR, G. Historia Contemporánea de Chile II. Editorial LOM (1999).

161
transmitida por sus connacionales que han migrado en una primera instancia hacia Chile,
les ha conferido una idea sobre este proyecto, el cual, poco a poco comenzó a esparcirse por
los sujetos haitianos, identificando como puntapié inicial de este proyecto la imagen de
seguridad y estabilidad conferida por las tropas en las Misiones de Paz de la ONU en Haití.
De este modo, de la masa migrante puede reconocerse al sujeto cobrando un papel histórico
protagónico, reivindicando su historicidad y reconociendo su capacidad de tomar
consciencia y accionar sobre la adversidad a la que históricamente han sido sometidos, y en
virtud de la cual se habrían movilizado. Justamente, tras la primera fase de identificación y
reconocimiento entre pares, le sucede la ideación de un proyecto histórico que le resulte
beneficioso, y por último la aplicación de este proyecto. Los haitianos en Chile, podemos
aseverar, se encuentran en esta fase de aplicación del proyecto. Sin duda alguna, desde que
se han reconocido haitianos y haitianas como sujetos en un mismo contexto, y han ideado
un proyecto, y lo han aplicado, fuera de cualquier duda, éstos han ido construyéndose
paulatinamente, diferenciándose desde su identificación hasta la ejecución de su proyecto
propio. Y continúan reformulándose, en tanto en la aplicación de su proyecto se les han
presentado adversidades a las que deben sobreponerse, como lo ha sido el racismo, el no
manejo del idioma, la segregación social, laboral, la no inclusión, que les ha conferido
nuevas experiencias como sujetos populares que se constituyen días tras día, es decir, son
pasado, presente y futuro.

Y más allá de la definición teórica en la que nos hemos basado, si nos remitimos a
los hechos concretos acontecidos en Chile, podemos reafirmar la premisa de la historicidad
haitiana. En el caso de la Historia de Chile, esta se enmarca dentro de un proceso
migratorio histórico libre de analogías, dentro del cual una oleada migratoria masiva de
origen caribeño y no hispanohablantes ha llegado en masa. Verdaderamente, el caso de la
migración haitiana en Chile se presenta como único en su Historia por todas las variables e
indicadores que hemos señalado con anterioridad. Por ello, podemos aseverar que los
sujetos populares de origen haitiano han abierto un nuevo capítulo de la Historia reciente de
Chile.

Remitiéndonos por otro lado a la Historia local, en este caso, la Población La


Victoria, en esta, en sus 60 años de Historia, no se ha podido constatar episodios

162
migratorios que puedan ser comparados con las características que la comunidad haitiana
presenta. Sin embargo, el hecho de que no haya ocurrido un fenómeno similar, no le otorga
la categoría de histórico a este proceso, sino que el hecho de que sujetos históricos
conscientes y bajo su propia voluntad han decidido arraigarse en este sector, que
coincidentemente, ha surgido de un proceso similar de constitución de sujetos históricos
(pobladores) que han llegado a este lugar de Santiago con un proyecto histórico y social
constituido y orientado a cambiar el transcurso de sus vidas hacia un panorama favorable.
Reviste de historicidad a este fenómeno el impacto cultural que ha generado en la
población, la adaptación de sus espacios; iglesias, viviendas, consultorios, ferias. La
aceptación o el rechazo de los vecinos antiguos, la convivencia chileno-haitiana que se
produce en su interior, la sociabilización y abrumadora presencia que han alterado para
algunos para bien o para otros para mal las estructuras sociales de la comunidad victoriana.
Es por eso, que con toda confianza podemos aseverar que la comunidad haitiana, además de
haber escrito un episodio de la Historia reciente de Chile, ha escrito un nuevo capítulo de la
emblemática Población La Victoria.

Con todo lo anterior ¿Tienen los sujetos populares de origen haitiano voz en la
Historiografía chilena? De momento, no. Y desde esta investigación, comenzaremos ese
lento proceso de representar este nuevo sujeto histórico en la Historiografía nacional.
Hacemos, igualmente, un llamado a los historiadores adscritos a la Nueva Historia Social a
reconocer dentro de su manto a este nuevo sujeto histórico que ha venido a Chile para
quedarse, y para, desde la Historia chilena reciente, ser parte del presente y futuro histórico
de este país.

c) Inclusión social versus inclusión productiva

“El racismo vulgar en su forma biológica corresponde al periodo de explotación


brutal de los brazos y las piernas del hombre. La perfección de los medios de
producción provoca fatalmente el camuflaje de las técnicas de explotación del
hombre, y por consiguiente, de las formas de racismo.” Frantz Fanon

A partir de cada uno de los apartados de esta investigación, hemos intentado


responder a una de las principales interrogantes que este estudio propone, que es determinar

163
qué tipo de inclusión confiere la sociedad chilena y el Estado, hacia los migrantes de origen
haitiano. ¿Una real inclusión cultural o social, fundada en el respeto y la valoración de los
nuevos elementos que se insertan en la sociedad, reconociendo la importancia de
constituirse como una sociedad multicultural e igualitaria? ¿O como sociedad hemos
relegado a los haitianos y haitianas a los márgenes sociales, políticos, culturales y
económicos?

La verdad es que el racismo en Chile, históricamente, se ha constituido como un


elemento de dominación hacia los grupos migrantes post transformación del paradigma
migratorio que se han insertado en la sociedad chilena, expresándose por diversos canales,
siempre adecuados a su contexto histórico. En el contexto de la globalización, y en el
escenario neoliberal que reina a nivel mundial, el racismo y la inmigración se han acoplado
formando un verdadero paradigma socialproductivo, el cual, se caracteriza por una eficaz y
abierta inclusión laboral y productiva de los migrantes, destinados a las labores menos
prestigiosas y peor pagadas, que los autóctonos rechazan, por medio de las cuales, pueden
optar por una regularización y estabilización de su estatus de migrante, como lo establece el
Marco Jurídico Migratorio recientemente estudiado.

Es decir, el racismo, más allá de sus expresiones estatales –como la instauración de


requisitos focalizados a migrantes haitianos y haitianas-, culturales –como la
discriminación, la xenofobia, la inferiorización-, sociales –hacinamiento, segregación
barrial, escasez de servicios comunitarios-, económicos –desdén por la pobreza, sueldos
bajos, y la cesantía-, expresan marcadamente también una arista productiva, que
paradójicamente, es la que genuinamente incluye de manera abierta a los migrantes
haitianos y haitianas. Cómo dijimos anteriormente,

“Este tipo de sistema –un racismo constante en la forma y en el veneno, aunque un


tanto flexible en sus fronteras– hace sumamente bien tres cosas. En primer lugar,
permite ampliar o contraer, según las necesidades del momento, el número de
individuos disponibles para los cometidos económicos peor pagados y menos
gratificantes en un ámbito espacio-temporal concreto. Por otra parte, hace nacer y
recrea permanentemente comunidades sociales que en realidad socializan a sus hijos
para que puedan desempeñar, a su vez, las funciones que les corresponden (aunque,

164
desde luego, les inculcan también formas de resistencia). Por último, ofrece una
base no meritocrática para justificar la desigualdad.282”

En otras palabras, la economía neoliberal nacional, se sirve del fenómeno


migratorio, para llenar los vacíos en que parte de la sociedad autóctona rechaza
desenvolverse, como las labores menos prestigiosas en la escala sociolaboral, resultándole
este fenómeno migratorio histórico sumamente funcional.

Pues bien, como sociedad chilena ¿Qué inclusión brindamos a los haitianos y
haitianas? En la actualidad, principalmente, la sociedad chilena no ofrece rasgos de
multiculturalidad, como la hemos definido anteriormente, sino más bien presenta una
multiculturalidad en un aspecto pasivo, remitiéndose a reconocer la presencia de nuevas
culturas en su seno, pero ¿Son realmente respetados, valorados y reconocidos los aportes
sociales y culturales de los migrantes, más allá del aporte a la matriz productiva nacional?

A lo largo de los cinco capítulos de esta investigación, hemos podido evidenciar


cómo el racismo, ya sea cultural o biológico, expresado en la xenofobia, intolerancia o
segregación sociocultural, se ha reconstruido e impuesto como una barrera para la correcta
inclusión social de los sujetos. No podemos hablar de la sociedad en su totalidad, sin
embargo, quienes reproducen y perpetúan las concepciones raciales y segregadoras,
pertenecen al grueso del cuerpo social, que han afianzado en su imaginario “la construcción
mítica de la idea de nación (que) ha ido siempre acompañada de afirmaciones taxativas
sobre la homogeneidad racial, cultural y religiosa de nuestra población. 283”, reconocibles
con fuerza a comienzos del siglo XX con la obra de Nicolás Palacios.

Como sociedad, aún tenemos mucho trabajo por delante en materia inclusiva con los
migrantes. La sociedad chilena, ante el explosivo panorama migratorio experimentado
durante el siglo XXI, ha adoptado una postura, en su mayoría, de rechazo a la llegada de
migrantes a Chile. Lo que no es menor, en tanto, como hemos mencionado con

282
BALIBAR, E. & WALLERSTEIN, I. Raza, nación y clase. Fundación IEPALA (Instituto de Estudios Políticos
para América Latina y África) Madrid, 1991. Página 56.
283
CÁRDENAS, M. «Y verás cómo quieren en Chile...»: Un estudio sobre el prejuicio hacia los inmigrantes
bolivianos por parte de los jóvenes chilenos. Universidad Católica del Norte, Antofagasta, 2006. Disponible
en: [http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22362006000100006]

165
anterioridad, nos encontramos en un contexto social inflexivo, ya que como sociedad,
debemos reformular el tipo de matriz inclusiva que entregamos hacia los y las migrantes,
promoviendo el desplazo desde una inclusión productiva hacia una inclusión sociocultural
genuina. Pues en pocas décadas más, serán las identidades mestizas, o transnacionales,
frutos autóctonos de este fenómeno migratorio, que llevarán en su seno una identidad
binacional, como la chileno-haitiana. La pregunta queda abierta ¿Seremos capaces como
sociedad de incluir genuinamente, y no reproducir y perpetuar los estigmas raciales e
identitarios que socialmente nos han caracterizado de forma histórica con las futuros
contingentes migratorios y las nuevas identidades chileno-haitianas (o cualquiera otra
nacionalidad)?

166
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Histórico Nacional 2014. Disponible en:
[http://www.dibam.cl/Recursos/Contenidos/Museo%20Hist%C3%B3rico%20Nacional/arc
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FUENTES, R. (25 de septiembre de 2016) La dura realidad de la migración haitiana en


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LARA, E. (2 de Agosto de 2017) A julio de 2017: inmigración haitiana a Chile superó la


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Chile. Sistema Continuo de Reportes sobre Migración Internacional en las Américas. 2014.

171
Disponible en [http://www.migracionoea.org/index.php/es/sicremi-es/17-
sicremi/publicacion-2011/paises-es/85-chile-1-sintesis-historica-de-la-migracion-
internacional-en-chile.html]

172
Anexos

Entrevistas Capítulo III; infancia haitiana

Wendie.
P1: ¿Cómo fue el aprendizaje del español?
“Para mí fue fácil aprender el español chileno, porque antes yo vivía en República
Dominicana, me fue fácil. El idioma chileno no me gusta tanto, hablan muy rápido, no se
entiende cuando hablan
P2: ¿Cómo los ha recibido su establecimiento escolar?
“Bueno, estaba en un primer colegio, uuf., de ese colegio no voy a tener ningún recuerdo de
él. Los niños ordinarios, los profesores: ahí. Pero en este colegio, aquí mismo, si hay que
tener muchos recuerdos, son unos amores, los compañeros, la profe, directora, inspectora,
todos son un amor, en cualquier parte que vaya voy a decir que estuve en un colegio muy
bien, y es un colegio que vale la pena.”
P3: ¿Cómo compararía Chile y Haití?

“No todos los haitianos tienen la misma cantidad de comida que comen los chilenos, hay
diferentes colores, todo país tienes sus colores. Haití no se parece a Chile. Lo que no me
gusta de los haitianos es que se matan entre ellos mismos, se matan entre hermano, papá,
familia, se matan entre todos, hay mucha violencia. Los presidentes son malos… este país
tiene mucha como se llama…tecnología.”
P4: ¿Les gustaría permanecer en el país?
“Me gustaría quedarme en Chile, estudiar y ganarme un titulo, viajar a muchos países, a
conocer mi familia… me gustaría visitar a mi familia, y después volverme.”

P5: ¿Dónde se han sentido más libres?


“Bueno allá jugaba mucho. Salíamos a la calle siempre, harto tiempo. Ahora no me aburro
tanto con juegos en el colegio y amigos. Allá lo pasaba mejor.”
P6: ¿Practica la religión en Chile?

“Cuando estuvo mi papá (iba), pero ahora ni siquiera tengo ganas de levantarme ni ir a
misa… hice mi primera comunión, soy católica, igual que las hermanas.””
P7 y P8: ¿Qué sensación experimentaron al dejar Haití? ¿Mantienen comunicación con sus
familias?
“Bueno, cuando me fui de Haití primero a República (Dominicana) triste, muy triste. Pero
estaban más cerca de nosotros. Ahora, uuf, lejos. Conversamos siempre con mis abuelos
por internet y teléfono”

173
P9: ¿Cómo sienten que los recibe Chile?
“Chile me recibe con un fuerte abrazo! Al igual que el colegio.”

P10: ¿Se sienten diferentes a los niños y niñas Chilenas?


“No po, somos todos iguales”

Jonathan
P1: ¿Cómo fue el aprendizaje del español?
“Para mí fue fácil aprender el español chileno, porque antes yo vivía en República
Dominicana, me fue fácil. El idioma chileno no me gusta tanto, hablan muy rápido, no se
entiende cuando hablan.”
P2: ¿Cómo los ha recibido su establecimiento escolar?

“Bueno a mí me gusta la escuela porque aquí yo aprendo con mis compañeros y también
cosas más (sic) de Chile.”
P3: ¿Cómo compararía Chile y Haití?
“Allá en la República los niños juegan afuera, aquí los niños se quedan con los aparatos
electrónicos, en la calle no hay nadie.”
P4: ¿Les gustaría permanecer en el país?
“Quiero un gran rato acá, hasta que sea grande, y volver a mi país, y después ir a otro país,
a Estados Unidos a estar un tiempo como visita para ver cómo es.”
P5: ¿Dónde se han sentido más libres?
“(allá) Era más libre. Si lo pasaba mejor, porque conozco más personas. Aquí hay mucho
trabajo, pero no hay casa linda, en República no hay trabajo, pero hay casa linda y barata,
me gustaría volver. Vivo aquí con mi mamá, mi casa es pequeña… la de República era
gigante, el patio, el salón, las habitaciones… pero no había trabajo.”
P6: ¿Practica la religión en Chile?
“Sí, voy con mis padres. En República (Dominicana) también.”
P7 y P8: ¿Qué sensación experimentaron al dejar Haití? ¿Mantienen comunicación con sus
familias?
“(fue) Triste, porque deje mi familia allá, mi abuela, mi tía, y a mis primas. Los extraño…
(me comunico) Por videollamadas, celular y Facebook, de vez en cuando”
P9: ¿Cómo sienten que los recibe Chile?

174
“Más o menos por algunas personas… por algunos que son racistas, que discriminan a uno
por el color de piel y por la nacionalidad, hay gente que ha sido mala.”
P10: ¿Se sienten diferentes a los niños y niñas Chilenas?
“No.”

Bilouvenie

P1: ¿Cómo fue el aprendizaje del español?


“Me cuesta tanto, todavía no lo domino, fue difícil porque cuando hablo con alguien y no le
entiendo nada… cuando llegué a Chile pensé que jamás hablaría español.”
P2: ¿Cómo los ha recibido su establecimiento escolar?

“Bueno, me tratan bien, bueno mis compañeros, es bueno, y mis profesores es bueno igual,
me tratan bien, si yo no entiendo nada, me explica bien, como me enseña cómo puedo
hacerlo y eso. Me encanta.”
P3: ¿Cómo compararía Chile y Haití?
“Eso es difícil, bueno hay diferencias de idioma, diferencias de como, como se portan los
niños, del colegio. La vida es muy diferente, porque… no sé cómo decirte… Haití no se
parece a Chile. Allá en Haití hay insectos, animales, y cuando sales de la casa, hay bichos.
Hay violencia.”

P4: ¿Les gustaría permanecer en el país?


“No pienso quedarme en Chile, puedo irme lejos, como a trabajar a Canadá, hacer muchas
cosas en otros países, me gusta viajar, quiero ser como ella (indica a su compañera),
doctora. Me gustaría volver a Haití pero no estar mucho tiempo ahí, no vivir.”
P5: ¿Dónde se han sentido más libres?
“Allá en Haití jugaban los niños siempre, mis amigas, mis primos, todos. Ahora no tengo
tantos amigos, no conozco tanto afuera. Extraño estar con ellos ahora.”
P6: ¿Practica la religión en Chile?
“Si participo de la iglesia, creo en dios, soy evangélica. Me gusta más o menos, porque
cuando estoy es aburrido… ahí van haitianos, o sea un día hay haitianos y otro día hay
chilenos. Allá en Haití iba a la iglesia con mi abuela.”
P7 y P8: ¿Qué sensación experimentaron al dejar Haití? ¿Mantienen comunicación con sus
familias?

175
“Me sentí mal po, dejar mi colegio, profesor, amigos, mi tía, mi primo, mi hermano… fue
triste. Les hablo por Facebook, ‘msn’, Wathsapp, tengo todo! Así ya no extraño tanto…”
P9: ¿Cómo sienten que los recibe Chile?
“Mmm… con los brazos abiertos.”
P10: ¿Se sienten diferentes a los niños y niñas Chilenas?
“Somos niños todos!”

Jerry

P1: ¿Cómo fue el aprendizaje del español?


“Aprender español fue un poco difícil porque no sabía nada, mi tío empezó a enseñarme y
después, veo tele mucho y así empecé a comprender más, en el colegio igual.”
P2: ¿Cómo los ha recibido su establecimiento escolar?
“Me gusta la escuela porque es buena y el año pasado cuando llegue me ayudaron a hacer
las cosas, comprenderlas.”

P3: ¿Cómo compararía Chile y Haití?


“Me gusta más la comida de Haití, pero igual me gusta la chilena. Allá no hay tanto frío
como acá. Hacía mucho frío, eso era nuevo para mí.”
P4: ¿Les gustaría permanecer en el país?

“Voy a ir a visitar a Haití, a visitarlo como diez meses y volver. Trabajar acá y ayudar a mi
familia en Haití. Me gustaría irme a otro país, aprender inglés e irme a Estados Unidos...
viajar a todo el mundo.”
P5: ¿Dónde se han sentido más libres?
“Mi barrio (en Haití) era bueno, el de acá más o menos. Hacía más cosas, era más
entretenido.”

P6: ¿Practica la religión en Chile?


“Si voy a la iglesia, voy con mi familia, me gusta ir… es más o menos entretenido, pero me
gusta. Hacemos cosas como rezar, cosas de la Biblia.”
P7 yP8: ¿Qué sensación experimentaron al dejar Haití? ¿Mantienen comunicación con sus
familias?

176
“Fue difícil dejar Haití, porque tengo toda mi familia ahí, abuela, papa, hermanos… los
extraño para jugar, porque estoy solo, no tengo amigos… sí (converso), por Whatsapp y
teléfono, hablamos todos los días, nos mandamos fotos y videos.”
P9: ¿Cómo sienten que los recibe Chile?

“Bien, porque no me hace daño, no me pega y me gusta, me gustó venir a Chile. Me quiero
casar con Chile. Hay algunos que me caen mal, y les gusta molestar. Pero hay algunos que
me caen bien y son amigos.”
P10: ¿Se sienten diferentes a los niños y niñas Chilenas?
“Mmm bueno no, no me siento diferente

Mikenlove

P1: ¿Cómo fue el aprendizaje del español?

“Llegue a Chile este año, yo venía desde Haití. Aprendí leyendo algunas cosas, y en la
escuela español.”
P2: ¿Cómo los ha recibido su establecimiento escolar?
“Me gusta la escuela, me gusta la gente… son amables…”

P3: ¿Cómo compararía Chile y Haití?


“Hace mucho frio aquí. La gente en Chile dice mucho garabato. Aquí la gente vive toda
junta.”
P4: ¿Les gustaría permanecer en el país?

“Quiero volver a vivir a Haití, con mi familia.”


P5: ¿Dónde se han sentido más libres?
“Sí (era más libre), en mi país, hay como trescientos, hay muchas personas que trabajan y
se quedan en la casa, hacen lo que querían, jugar, comer.”

P6: ¿Practica la religión en Chile?


“Voy a misa de los chilenos, y soy evangélica. No me gusta ir, mis papás me llevan.”
P7 y P8: ¿Qué sensación experimentaron al dejar Haití? ¿Mantienen comunicación con sus
familias?

177
“Fue difícil, porque tengo mi abuela, mis tíos y muchas personas, y familia. Me sentí mal,
cuando llegué me sentí mejor… (me comunico) por el Wathsapp, teléfono, Facebook,
Instagram.”
P9: ¿Cómo sienten que los recibe Chile?

“Más o menos, porque hay gente que me gusta y hay gente que no me gusta. Porque yo soy
de otro país y me molestan a veces.”
P10: ¿Se sienten diferentes a los niños y niñas Chilenas?
“No, no veo diferencia”

Yuliza

P1: ¿Cómo fue el aprendizaje del español?


“Difícil… todavía me cuesta a veces.”
P2: ¿Cómo los ha recibido su establecimiento escolar?
“Me gusta el colegio… lo paso bien, aprendo…”

P3: ¿Cómo compararía Chile y Haití?


“Mmm, Chile es frío, la comida diferente. Es más tranquilo que Haití.”
P4: ¿Les gustaría permanecer en el país?
“No lo sé. Mis padres decidirán. Me gustaría estudiar, y viajar mucho.”
P5: ¿Dónde se han sentido más libres?
“(en) Haití hacía cosas con mis compañeros, con mis amigos. Aquí niños chilenos no
conversan, no salen. Lo pasaba mucho mejor allá.”
P6: ¿Practica la religión en Chile?
“Sí, voy a una iglesia solo de haitianos. Me gusta ir porque esa es la casa de dios, ahí
oramos y cantamos.”
P7 y P8: ¿Qué sensación experimentaron al dejar Haití? ¿Mantienen comunicación con sus
familias?

“Pena me dio. No los veo y los extraño todos los días. Sí, hablamos por el celular,
Facebook, fotos. Siempre.”
P9: ¿Cómo sienten que los recibe Chile?

178
“Bien, sí, me siento cómoda.”
P10: ¿Se sienten diferentes a los niños y niñas Chilenas?

“Nada.”

Entrevistas Capítulo III; adultez haitiana

Samuel
P1: ¿Por qué decidió migrar a Chile?
“Hace sietes meses, tomé el avión de República Dominicana, en Santo Domingo a Chile, y
la PDI me mmm ¿back?... devolvieron! Porque no compré pasaje de vuelta. Cuando regresé
tuve que comprar dos pasajes más… Y traer 1000 dólares más y una carta de invitación
para poder quedarme. Me vine de Haití por la crisis política de allá, violencia, cosa mala.
Poco trabajo. Aquí hay sí mucho trabajo, pero no gusta (sic) a mí.”
P2: ¿Cuál es su proyecto en Chile?

“Yo quiero estar en Chile algunos años, estudiar tal vez, pero no vivir por siempre, volver a
Haití, sí, mi familia está ahí, mi madre me pregunta por qué me vine, ella no quería.”
P3: ¿Cómo califica su ambiente laboral?
“Bueno para mí, no me gusta mi trabajo, pero es tranquilo, riego el pasto, jardines, tengo
compañeros haitianos también, el sueldo es muy malo eso sí, y me queda lejos. Trabajo 6
días a la semana.”

P4: ¿Envía parte de su sueldo al extranjero?


“Yo no envío dinero a ella, no necesita, ella me ofrece. Acá pagan poco y arriendo es caro,
muy caro, se aprovechan po! $300.000 la casa para 4. Caro! Lo otro comida y se hace
poco.”
P5: ¿Cómo compararía su vivienda en Chile respecto Haití?“Aquí la casa es chica uushh,
muy chica, y caro, caro. Allá en Haití la casa era grande, harto espacio, barato, bonita… la
extraño.”
P6: ¿Cómo se enfrentó la barrera del español?
“El español, uuush, cuesta. Chilenos hablan mal, muy rápido, mucho garabato, ordinarios…
no me gusta eso. Pero haitianos buenos para todo idioma, nos va bien.”
P7: ¿Mantiene contacto con su familia, de qué forma?
“Yo con mi familia si me comunico siempre, internet, facebook, instagram, todo, de todo, y
siempre. Sí, oosh, los extraño, me dan ganas de volver. Tengo a mis hermanos en Estados
Unidos y familiares también. Yo no fui porque era muy caro, muy difícil.”

179
P8: ¿Qué relación tiene con los demás haitianos en Chile?
“Con la gente haitiana, sí, sí hablo, con los que viven cerca conversamos siempre, a veces
nos ayudamos.”
P9: ¿Practica la religión en Chile?
“Sí, yo soy protestante, creo en dios… allá en Haití iba a la iglesia, pero mmm acá no, no
tengo la ropa además… hay que ir muy bien allá!”
P10: ¿Qué les gusta o no les gusta de Chile?
Mmm el calor, ooosh, aquí el sol más fuerte que Haití, quema!! Y el frío, ooosh, peor! Eso
sí que no, me gusta el clima de Haití, lo extraño, y las comidas también!
P11: ¿Qué percepción tiene de los chilenos y chilenas?
“En chile mm gente buena sí, y mala también. Hay racistas, otros que miran mal a ti por ser
negro o no saber el español, pero más gente buena onda si po, más buenos momentos que
mal.”
P12: ¿Qué realiza en sus tiempo libres?
“Tenemos un equipo de fútbol y entrenamos, tenemos partido contra los de Quilicura
pronto, los domingos se entrena, súper bien.”

Félix

P1: ¿Por qué decidió migrar a Chile?


“Bueno, yo llegué a Chile hace 6 meses. Me vine de Haití, porque bueno, la económica
(sic) allá esta mala, mala uff. No hay pega, no, cuesta mucho, no alcanza.”
P2: ¿Cuál es su proyecto en Chile?
“Yo aquí, bueno, me vine a buscar un trabajo, algo para vivir mejor. Yo soy profesor de
inglés. Trabajaba allá en colegio. Acá trabajo arreglando señalética, pintando calles... No se
parecen los empleos. Gustaría a mí, usar mi profesión en Chile. Me gustaría, no sé, vivir
algunos años aquí, depende mucho, verdaderamente no lo tengo decidido, pero de momento
acá en Chile.”
P3: ¿Cómo califica su ambiente laboral?

“Bueno como te dije yo en Haití era profesor de inglés, me gustaría a mí volver a trabajar
de eso, aquí los chilenos, algunos, se aprovechan de ti porque eres haitiano, porque no
sabemos las cosas, o no entendemos bien. Los compañeros chilenos a veces te dicen cosas,
o se ríen de ti. Trabajo de lunes a sábado.”

180
P4: ¿Envía parte de su sueldo al extranjero?
“Bueno, yo acá envío más o menos el 30% de mi sueldo para allá en Haití. El resto el
arriendo, comida, transporte, todo lo demás.”
P5: ¿Cómo compararía su vivienda en Chile respecto Haití?
“Acá la casa, mm chica, y cara… allá casa linda, espacio harto, muy cómodo. Acá casa son
feas.”
P6: ¿Cómo se enfrentó a la barrera del español?
“No para mí el español fue fácil, no costó mucho, además saber otro idioma ayuda a
comprender ¿No? Fue rápido.”
P7: ¿Mantiene contacto con su familia, de qué forma?
“Aaah, yo con mi familia hablo siempre po, el whatsapp, el facebook, por teléfono igual.
Hay contacto, siempre. Tengo a mi mamá, mis primos, hermanos. Yo solo acá en Chile.
Extraño, si ufff, pero hay que ser fuerte, no? Buscar una mejor vida, ya sabes.”
P8: ¿Qué relación tiene con los demás haitianos en Chile?
“Aquí con los haitianos, sí, si hay relación. Nos saludamos, conversamos, es parte de tu
país acá, lejos. Nos ayudamos, si, muy bien todo.”
P9: ¿Practica la religión en Chile?
“Yo soy evangélico, como le llaman. Voy a la iglesia acá en chile, van haitianos y chilenos.
Allá también asistía, todos los domingos con mi familia, nos arreglamos y partimos juntos
allá, siempre era así. Creyente, muy creyente.”
P10: ¿Qué les gusta o no les gusta de Chile?
“De chile me gustan las plazas, todo bien verde, pero el frio aaghh, no, no gusta a mí, Haití
país con calor, aquí el invierno, ussh, frío, frío.”
P11: ¿Qué percepción tiene de los chilenos y chilenas?
“Hay gente buena onda y mala onda. Hay gente que se aprovecha de otras personas. Hay
gente que paga más que otras, es discriminación, eso no me gusta, unos pagan 300, otros
200 por igual trabajo, más encima no conozco la ley (laboral) chilena.”
P12: ¿Qué realiza en sus tiempo libres?
“El sábado día libre, domingo voy a la iglesia. Yo descanso, ando tranquilo, converso.”

181
Sandy

P1: ¿Por qué decidieron migrar a Chile?


“Me fui de Haití hace 6 meses, hay poca pega, yo me vine a trabajar, para mantener a mi
familia, yo estoy con mi primo (lo presenta). La situación mala allá… Chile es un buen
país, pero frío!”
P2: ¿Cuál es su proyecto en Chile?
“Bueno en mi opinión, yo me vine porque estoy trabajando por la plata, después para
hacerme una casa, allá en Haití. Yo tengo pensado ir y volver de chile y Haití, pasarme
unos cinco años acá y regresar a Haití por algún tiempo, y volver de nuevo aquí. Ir y
volver.”

P3: ¿Cómo califica su ambiente laboral?


“Mmm, el sueldo es bajo, apenas alcanza para vivir acá, y para enviar a mi familia en Haití,
me gustaría ganar más. Trabajo seis días a la semana.”
P4: ¿Envía parte de su sueldo al extranjero?

“Yo mando $100.000, $200.000, depende, eso allá es poco, allá es caro, no alcanza para
tanto. Allá la moneda es el Gourde. Pago arriendo con eso acá. “
P5: ¿Cómo compararía su vivienda en Chile respecto Haití?
“Mi casa es bueno, más o menos, yo pago $70.000 mensual. Normal, por una pieza. Allá
tengo casa con mi mamá, muy grande, y bonito!”
P6: ¿Cómo se enfrentó al español?
“Nadie me enseñó, aprendí hablando, me costó, yo casi no entiendo nada a algunos
chilenos. En el trabajo, en la calle, así aprendo.”
P7: ¿Mantiene contacto con su familia, de qué forma?
“Acá en Chile, estoy con mi primo, pero mi familia toda está allá, en Haití. Nos
comunicamos siempre por el Facebook, o por el wathsapp, todos los días.”
P8: ¿Qué relación tiene con los demás haitianos en Chile?
“En mi lugar de trabajo son todos mis amigos, en mi pieza vivo con mi amigo, nunca tiene
problema. Tenemos cooperación, ayuda. En mi casa yo me uno con haitianos, no sé el
corazón de los otros, pero tengo amigos.”
P9: ¿Practica la religión en Chile?
“El domingo voy a la iglesia, soy evangélico, cristiano, voy aquí en Peñalolén a la iglesia,
haitianos con chilenos. Allá en Haití igual iba. Siempre.”

182
P10: ¿Qué les gusta o no les gusta de Chile?
“Me gustan los chilenos, tienen mucho cariño por los haitianos. Tiene muchas calles, plazas
también. Bonito. Hay mucho juego para los niños.”
P11: ¿Qué percepción tiene de los chilenos y chilenas?
“Acá en chile, nunca un chileno me ha tratado mal, siempre buena relación, nada mal.”
P12: ¿Qué realiza en sus tiempo libres?

“Yo tengo el sábado para mi, para descansar.”

Joseph

P1: ¿Por qué decidió migrar a Chile?


“Yo venía acá porque hay un país que se habla allá, y es Chile, la gente la iba bien allá. País
bueno, tranquilo, así que me vine.”
P2: ¿Cuál es su proyecto en Chile?
“Me gustaría ir y volver, no sé cada cuanto tiempo, yo no sé si me gustara quedarme para
siempre en un lugar. No tengo planes fijo.”
P3: ¿Cómo califica su ambiente laboral?
“Mi trabajo, mmm sí, me gusta. Yo trabajo desde lunes a sábado”
P4: ¿Envía parte de su sueldo al extranjero?
“Envío como $150.000 más o menos. Con lo otro el arriendo ($70.000) y para cocinar.”
P5: ¿Cómo compararía su vivienda en Chile respecto Haití?

“Mi casa era igual, muy bonita, el material es de madera, allá de eeehm, como se llama? De
cemento. Acá mal hecho, (Muestra su lugar de descanso en la construcción del Campus
Juan Gómez Millas) como esto, mira, tiene hoyo. [Su primo me acerca su celular y me
muestra una foto] ‘así son las casas en Haití’ dice, mostrando una casa blanca de material
sólido.”
P6: ¿Cómo se enfrentó al español?
“Yo aprendo el español así como conversando contigo, como por ejemplo tú me dices
(indica mi mochila) ‘bulto’, y yo te digo ‘¿Qué es?’ Así, preguntando, ¿Me entiendes?”

P7: ¿Mantiene contacto con su familia, de qué forma?

183
“Acá tengo un hermano, vivo con él. Me comunico siempre con Haití, llamando y
whatsapp. Extraño a mi gente, mucho…”
P8: ¿Qué relación tiene con los demás haitianos en Chile?
“Con los demás haitianos nos reunimos, nos ayudamos, somos amigos, allá en la casa, en el
trabajo, la iglesia…”
P9: ¿Practica la religión en Chile?
“Yo voy a la iglesia, en Peñalolén, mismo que Sandy, evangélico. Me visto bien para ir.
Allá también iba a la iglesia.”

P10: ¿Qué les gusta o no les gusta de Chile?


“Me gusta el país, porque es muy tranquilo, aquí no falta el respeto a uno, tienen disciplina.
Allá hay gente que falta el respeto a uno. Chile me recibe bien.”
P11: ¿Qué percepción tiene de los chilenos y chilenas?
“La gente en Chile es buena, yo nunca encontrar una que decirme algo malo.”

P12: ¿Qué realiza en sus tiempo libres?


“El día sábado hay que hacer pololitos (sic) de la casa, cocinar tranquilo, ir a la feria,
descansar. Domingo a la iglesia.”

Entrevistas Capítulo V
Comunidad católica de La Victoria

Donata Cairo
P1: ¿Cuál es el objetivo de su trabajo en la población?
“Imitar a Jesús durante sus 30 años en Nazareth; un hombre de trabajo, oración y amistad
con más pobres. Esa es nuestra inspiración. Nosotros compartimos la vida con la gente de
acuerdo a la necesidad local. Nos insertamos de acuerdo a la necesidad local. En Copiapó
me tocó con los obreros, hermanitas con pisqueros, acá con los pobladores. La realidad te
pone de cierta manera, nosotros somos testigos de Jesús, después de la realidad, ahí vemos
lo que hacemos, lo importante es la relación de calidad con el otro. De acuerdo a la
necesidad que surja, nosotros ahí estamos. En la parroquia desarrollamos la vida parroquial.
No estamos ‘a cargo de’, estamos dentro, somos levadura en la masa. Estamos en la Junta
de Vecinos, no pertenecemos a la directiva, pero participamos en las actividades de la
Población, la Semana de Andrés (Jarlán), muy famosa en la población, la ayudamos a
organizar, depende de la necesidad del lugar. Siempre estamos dentro de la vida de la
población, nos relacionamos de par a par, trabajamos juntos, los apoyamos. Los vecinos
nos visitan, siempre vamos, siempre estamos. Pertenecemos a la población. Somos parte de
ella.”

184
P2: Como comunidad católica ¿Qué acciones han tomado respecto la migración haitiana en
La Victoria?
“Nos gustaría que existiera una pastoral migrante llevada por ellos mismos. Es complejo,
no hablan idioma, no son constantes. Hemos reflexionado ¿Cómo darles una mano? Hemos
visto su realidad, están expuestos a como les ponen el dedo en la boca como quieren, hemos
dicho: ¿Qué podemos ofrecerles? Démosle una herramienta, un servicio al migrante. Nunca
pensamos que habría tanta respuesta de parte de ellos, la mejor de las hipótesis 10, 12,
(integrantes) algo simple, y no ha sido así, porque tenemos clases a veces con 80
estudiantes, de diferentes edades y niveles, hay algunos que no saben nada, y no está al
nivel de otro que quiere un preuniversitario. Entonces, el primer año ha sido un profesor
jubilado que sabía francés, y todo el año dio un curso de castellano, el año 2015, cuando
comienza. Ahí hicimos esa reflexión y dijimos, ‘tú no puedes hacer clases con 80
estudiantes’. Se hizo igual porque son gente buena, quitada de bulla. Luego intentamos
involucrar a la Municipalidad, para que contratara a un profesor, pues involucra mucho
tiempo mantener el curso. Hicimos una reunión con la Municipalidad y nos prometieron
mar y tierra. El profesor se ilusionó y pensamos que si se podía hacer. Fue la última y
primera reunión. Quedamos flojos, porque era mucho, y voluntario, y como parroquia no
hay para pagar (al profesor voluntario), el servicio lo da por amor a dios. A veces le
pagamos la micro, pero ha sido todo. A fin de año la Muni (sic) tomó contacto con
nosotros, que habían hecho el proyecto todo en 3 semanas, pero desistimos, porque querían
de nuestro tiempo completo (como comunidad católica). “En el policlínico actualmente hay
2 interpretes. Contrataron 2 intérpretes, por medio de la Municipalidad. Nosotros hemos
puesto el tema sobre el tapete, luego ellos aparecieron, y lo hicieron como quisieron. Se ha
creado una cierta sensibilidad en torno al tema. El 2016 el profesor se retiró por sobrecarga.
Así que tomamos contacto con el Colegio de la Alianza Francesa, y los colegas que hablan
francés comenzaron a ayudar en las clases, y luego sus alumnos. Actualmente nuestro
proyecto consiste en profesionalizar el servicio; seguridad social, laboral, jurídica. Bolsa de
trabajo, microproyectos con ellos, sobre asesoría jurídica algo hay, un abogado que viene 2
veces al mes a hacer asesoría jurídica con los haitianos
P4: ¿Cómo ha sido el recibimiento de parte de los pobladores hacia los migrantes de Haití?
Bueno, yo puedo hablar desde la comunidad católica, porque eso es lo que sé. Yo vi una
acogida muy pero muy grande. Hasta ha habido gente que se los ha llevado a su casa, hasta
que encuentren casa. Los han ayudado a encontrar trabajo, otros les han dado ropas. Una
acogida muy linda. La mayoría aquí son evangélicos (haitianos y haitianas), en las misas
ves 8 o 10 personas, pero ellos son libres de venir, la iglesia evangélica los obliga a
participar en ella, porque en Haití les han facilitado el dinero para viajar hasta aquí, y tienen
que devolverlo una vez acá, y participar en la iglesia. O sea los encadenan. Aquí no, son
libres de ir y venir.”

185
Pobladoras

Paola

P1: ¿Desde cuándo ha percibido la presencia de haitianos y haitianas en la Población?


“Hace como 3 años atrás, o sea así como 2 o 3 así como poco, pero ahora, yo creo que hay
más haitianos que victorianos. Ha crecido la presencia mucho, mucho. La mayoría (de los
pobladores chilenos) se pone a arrendar las casas de atrás, para hacer negocios.”
P2: ¿Ha presenciado un fenómeno migratorio similar en la población?
“Hubo un tiempo en que cuando era chica había un boom de franceses aquí en la Población,
por la cuestión de política. Los franceses eran unos pocos no más, como por la parte
turística. Hay peruanos, hay de todo, pero lo que más se ven son haitianos, colombianos
también, pero menos.”
P3: ¿Cómo percibe en su cotidianeidad la presencia de haitianos y haitianas en la
población?
“Los veo en la calle, cuando voy a dejar a mi hija (al colegio), están tempranito en la calle,
en las ferias ahí hay vendedores y ayudantes, la misma gente de acá los contrata, el
consultorio siempre también hay muchos. Los días domingos ellos tienen su misa, salen
bien vestidos, los hombres con terno y corbata, las mujeres con vestidos, falda.”
P4: ¿Ha notado la participación de haitianos y haitianas en actividades de la población?
“Este año hubo participación de los haitianos, como que están recién poniendo estas cosas,
primera vez que hubo un taller de haitianos, tengo entendido que tienen un taller para
hablar español. El año pasado yo vi algunos haitianos en el aniversario y los carnavales, no
sé este año, yo creo que este año ahora van a haber más participantes.”
P5: ¿Usted considera a los haitianos y haitianas “victorianos o victorianas”?
“Yo creo que sí son parte de la comunidad victoriana, ellos son de acá, y tienen muchos
niños haitianos, “el nuevo Chile”, se ha visto harta gente con guagua y ellos tienen muchos
niños, son los futuros chilenos que vamos a tener.”
P6: ¿Cree que perdurará la presencia haitiana en la Población?
“Va a crecer aquí la comunidad, algunos tienen oportunidad de surgir. Aquí es un lugar
único, los victorianos siempre queremos estar aquí, tú puedes estar en la calle a las 3 de la
mañana, no te pasa nada, o sea hay riesgo, pero me siento muy segura, tú ves que todos
están aquí en la calle los domingos o los veranos, pero en otros lados, todos encerrados, no
comparten, la gente se saluda.”

P7: ¿Ha presenciado escenas de racismo de parte de los pobladores hacia los haitianos?

186
“Sí, sobre todo en los jóvenes, en los niños, los niños de 10 a 16 años. He visto que los
insultan y les dicen “negro culiao”, ellos no hacen nada, se quedan callados, aun no se
defienden. A mí me provocó rabia, yo lo defendí y le grité cosas. Esos son los padres, son
racistas, eso viene de la casa. Aquí hace falta un poco de educación y cultura, porque ellos
no la practican en la casa, los niños repiten lo que dicen sus padres, y ellos son los
culpables, eso generó un odio, no ayuda para la convivencia.”
P8: ¿Qué impresión tiene de los y las haitianas residentes en La Victoria?
“Yo como los veo humildes, tímidos, pero no sé si el día de mañana esa timidez que tienen
podrían cambiarla, se sienten inseguros ahora.”

Constanza

P1: ¿Desde cuándo ha percibido la presencia de haitianos y haitianas en la Población?


“Del año pasado que los he visto, han llegado más, muchos más, uno camina y se encuentra
a un haitiano en la calle siempre.”
P2: ¿Ha presenciado un fenómeno migratorio similar en la población?
“Yo antes he visto peruanos, pero encuentro que hay más haitianos ahora, no se compara.”
P3: ¿Cómo percibe en su cotidianeidad la presencia de haitianos y haitianas en la
población?
“Yo los veo vendiendo en la feria, o vendiendo esas bebidas energéticas, o super8 , hay uno
que se metió en las drogas y me da pena por él. Los he visto yendo a la iglesia, como que
sacan su mejor ropa, los veo comprando en los almacenes también, en todas, todas partes.”
P4: ¿Ha notado la participación de haitianos y haitianas en actividades de la población?
“He visto haitianos participar en carnavales, en las obras de teatro ahora, aaah, y en el
parque hacen como campeonatos de fútbol y se ponen a jugar a la pelota, de básquetbol,
todo deportivo. En el consultorio se les ve mucho, mucho, mucho.”
P5: ¿Usted considera a los haitianos y haitianas “victorianos o victorianas”?

“Si yo considero que son parte de la población, porque ya viven aquí, y aquí recibimos a
todos.”
P6: ¿Cree que perdurará la presencia haitiana en la Población?
“Yo creo que con el tiempo van a haber haitianos también, y muchos más, porque como
ahora vienen llegando tantos, encuentro que van a llegar muchos más porque vienen a
buscar una mejor vida aquí.”

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P7: ¿Ha presenciado escenas de racismo de parte de los pobladores hacia los haitianos?
“De hecho ayer, cundo venía camino pa’ la casa, en [Avenida] Panamericana ahí había una
señora vendiendo super8, y un loco del taxi le empezó a molestar, a decir ‘negra’ así como
cosas súper racistas y a mí me dio rabia porque como iba dentro del colectivo no pude
hacer nada. A mí me parece mal, porque no tienen educación las personas racistas, debería
terminar eso. Hay racismo en todo po, aquí se vive harto la discriminación igual.”

P8: ¿Qué impresión tiene de los y las haitianas residentes en La Victoria?


"Yo los encuentro tímidos y trabajadores, se sacan la cresta trabajando, son callados. Hay
algunos que son súper sociables, siempre te saludan, son amables. Dicen bonjour.”

Domitila

P1: ¿Desde cuándo ha percibido la presencia de haitianos y haitianas en la Población?


“Uuhh, ¿Más o menos cuanto?, como un año debe ser, es que empezó de a poco, pero ahora
ya estamos llenos po.”
P2: ¿Ha presenciado un fenómeno migratorio similar en la población?

“Sí, llegaron algunos pocos peruanos, muy poca cantidad. En estos momentos hay muchos
haitianos, muchos, ponte una cantidad que seamos mil aquí, y haitianos deben haber 400.
Aquí en la esquina hay 7 al tiro. Mayoritariamente haitianos.”
P3: ¿Cómo percibe en su cotidianeidad la presencia de haitianos y haitianas en la
población?
“Bueno aquí son muy pocos los que están afuera, se ven en la calle pocos, eso sí, si tu vay a
La Vega [Lo Valledor], está lleno lleno lleno, porque yo creo que les han dado mucho
trabajo, en todos los puestos donde compro huevos son todos haitianos, los cajeros, todo.
Yo creo que en la vega trabajan las ¾ partes haitianos. Ellos van a la iglesia evangélica,
muchos, yo creo que ellos, su religión, la llevan mejor que la católica, porque van muy
limpios a la iglesia, van con corbata, bien presentados, no como el chileno que va como
está parao.”

P4: ¿Ha notado la participación de haitianos y haitianas en actividades de la población?


“Bueno, mira ahora en el almuerzo había un negrito chico llevando platos para las mesas,
ponele tú 12 años en el almuerzo de los fundadores. Los he visto participar en algunos
carnavales, pero yo creo que este año va a haber más, porque han aumentado mucho.”
P5: ¿Usted considera a los haitianos y haitianas “victorianos o victorianas”?
“Participan en el carnaval nocturno, pero siempre sectoriados, todavía no se genera la
integración entre blancos y negros, andan apiñados. Hay algunas mujeres blancas casadas

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con negros, pero no lo contrario. Yo los veo organizarse como comunidad en la iglesia,
tienen su facebook, el consultorio lleno po.”
P6: ¿Cree que perdurará la presencia haitiana en la Población?
“Y pienso que va a aumentar mucho, eso va a ser seguro po, cuantas embarazadas, cuantas,
muchas. Cada día llegan más, gente que habla dice que todos los días llega un avión con
haitianos lleno. La otra vez dieron la estadística de cuantos habían y eran muchos, muchos.
Yo pensé: ‘esos niñitos que van a nacer…’ ”
P7: ¿Ha presenciado escenas de racismo de parte de los pobladores hacia los haitianos?
“No aquí no, no he visto eso. Nadie les dice nada, o sea nunca he escuchado. Escuché sí
que un haitiano asaltó a una señora, pero no sé si es verdad o es mentira, no sé.”
P8: ¿Qué impresión tiene de los y las haitianas residentes en La Victoria?

“Son bastante silenciosos, nunca se ven, aparte si de el teléfono, tú no los ves haciendo otra
cosa. Yo creo que son bien tranquilos, yo creo que es la más alterada es la mujer.”

Jessica

P1: ¿Desde cuándo ha percibido la presencia de haitianos y haitianas en la Población?


“Dos, tres cuatro… cinco años! Ha aumentado mucho con los años.”
P2: ¿Ha presenciado un fenómeno migratorio similar en la población?
“Los peruanos llegaron y se fueron al tiro, su estilo de vida era muy diferente al de nosotros
y no tuvieron cabida en la población, eran muy parranderos. Aquí en La Victoria por lo
menos hay muchos más haitianos. Yo creo que hay como 5 haitianos por un victoriano.”
P3: ¿Cómo percibe en su cotidianeidad la presencia de haitianos y haitianas en la
población?
“Los veo aquí en el almacén, son mi mejor clientela. Los veo también en la iglesia, en las
calles, en la feria, ellos venden en la feria si po, como que les gusta trabajar independiente,
les gusta el regateo, siempre pagan menos, son así por su cultura.”
P4: ¿Ha notado la participación de haitianos y haitianas en actividades de la población?
“Participan en el carnaval nocturno, pero siempre sectoriados, todavía no se genera la
integración entre blancos y negros, andan apiñados. Hay algunas mujeres blancas casadas
con negros, pero no lo contrario. Yo los veo organizarse como comunidad en la iglesia,
tienen su facebook, el consultorio lleno po
P5: ¿Usted considera a los haitianos y haitianas “victorianos o victorianas”?

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Es súper difícil, porque no consideramos ni a los chilenos victorianos, a nadie si no naciste
aquí po, si no naciste en La Victoria no se es victoriano, así de tajante es. Se reconocen
como pobladores del lugar, pero no victorianos como tal. Eso pasa con todo, hasta con los
chilenos
P6: ¿Cree que perdurará la presencia haitiana en la Población?
“Sí, de hecho yo creo que nos vamos a mezclar en un par de años más vamos a ser todos
carmelitos. El haitiano ya fue aceptado por la comunidad, porque es buen vecino, porque
respeta tus costumbres, se adaptan a las normas. Por ejemplo, ellos creen mucho en la
santería, pero aquí no la aplican. Ellos se encomiendan allá a sus espíritus, y pagan después
su manda. Cuando no pasa, se enferman
P7: ¿Ha presenciado escenas de racismo de parte de los pobladores hacia los haitianos?
“Siii po, pero yo no creo que es parte del poblador, yo creo que es mala administración del
Gobierno, porque la gente tiende a cuestionar, hay un cierto miedo sobre los haitianos, que
nos quitarán todo, pero es ignorancia no más.”
P8: ¿Qué impresión tiene de los y las haitianas residentes en La Victoria?

“Buena onda, tienen perso, son humildes, hablan fuerte, hablan muy fuerte y es
matriarcado ah, manda la mujer, que no digan lo contrario, será porque la mujer tiene más
posibilidad de encontrar el trabajo aquí, la mujer pega el grito fuerte. Por eso trabajan todas.
Yo he visto haitianos surgiendo, el Milosky, ese es pillo, comerciantes, y surgen, tú los ves
en sus motos eléctricas y sus celulares, cosas que en su país no podían tener, siempre tienen
la nostalgia de volver a Haití.”

Los haitianos y haitianas de La Victoria

Wilfrid

P1: ¿Cómo llegó a vivir a la Población La Victoria? ¿Con quienes vive?


“Yo llegue directamente a La Victoria. Tenía un amigo que vivía en La Victoria y después
hablaba de Chile y después me lo recomendó. El no me hablaba directamente de La
Victoria, me hablaba de Chile. Como chile un país, una persona puede estudiar, después
tiene una vida, más o menos mejor, que no es todo. Yo vivo aquí con mi hermana y mis dos
hermanos. Arrendamos dos piezas. En esa casa vivimos solamente nosotros con una familia
chilena.”
P2: ¿Participa en las actividades organizadas por la comunidad de la población? ¿Cuáles?
“Sí, yo trabajo en ¿Cómo puedo decir eso? En la pastoral de los haitianos, a la parroquia y a
otra parte en el templo culto en Lo Espejo. En primera vez, empiezo un curso de castellano
con casi 20 personas, de poco a poco sube, llegó un poco de 50, a 60 alumnos, todos son

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haitianos. A mí me sirvió ese curso, eso ayuda a los haitianos, a seguir adelante, a buscar el
trabajo, para defender como extranjeros que no sabe hablar español, a veces los haitianos
no pueden encontrar trabajo, porque ellos no pueden hablar, no pueden entender. Yo
siempre voy, cuando tengo tiempo. Siempre participo a la actividad de la comunidad, y por
eso todas las personas de la comunidad me conocen famoso en la población, porque soy
una persona sencilla, voy a la iglesia, participo en el coro, y también el grupo social de la
parroquia, participo y después no peleo con nadie, no habla fuerte con nadie, la parte
adonde yo vivo soy una persona que quiere mucho. “
P3: ¿Cómo piensan los ha recibido la comunidad victoriana?
“No puedo decir que me he llevado bien con todos, porque en todo país hay gente buena y
mala. Por ejemplo en la iglesia toda la persona son muy bueno, pero afuera no todos son
así, a ver, aquí algunas personas pueden ser racistas con usted, y en verdad todos somos
humanos, tenemos misma sangre, somos toda gente. Yo siento que he sido bien recibido,
algunos malos, pero eso no importa.”
P4:¿ Qué conoce de la Historia de la Población La Victoria?
“Para mí que desde llegue a Chile no sabía nada de la Población de La victoria, pero de día
en día, un amigo que se llama Marcelo me contó algunas cosas. El vivía un tiempo con el
padre Jarlan, y el estaba, estaba con él durante un mes, dos meses, vivo juntos. Eso, él me
explicaba cómo está la Historia. Yo siempre busco conocer más de La Victoria, creo en mi
La Victoria como una comuna más especial, más sufrida, no sé si hay otra como esta, pero
La Victoria como yo sé como comuna especial en Chile. Porque la Historia decía que es La
Victoria tiene un cura, luchan siempre siempre por el pueblo de La Victoria. Ellos dieron su
vida por La Victoria. Eso es bueno, luchar por el más pobre por una comuna que quiere
sacar adelante.”
P5: ¿Mantiene algún tipo de relación con los demás haitianos residentes en la población?

“En mi tiempo libre solamente dar el servicio a la parroquia, estudiar y ayudar el momento
libre que no fui a mi trabajo, ayudar a los haitianos, cualquier religión, yo ayudarlos a hacer
el trámite de su documento, a extranjería a alguna que no habla nada, casi nada, pero yo
ayudar a hacer su trámite de su documento. Y las personas también que viene a Chile no
puede trabajar, porque no tiene documento papel al día, y ayudo como para dar un apoyo,
de alimento, la manera que yo pueda. Son gente de acá, de la población. Todos los
extranjeros son humanos. Y con ellos que es protestante, católico, jehová, somos juntos. No
había peleas, tengo que hablar con todos, hablar con todos, y con eso puedo familiar con
todos esos protestantes. No hay diferencia.”
P6: ¿Cuál es vuestro proyecto en la población?
“No puedo decirle que va a pasar mañana. En la tarde que va a pasar, no sé, solamente dios
sabe todas las cosas. Yo puedo irme de La Victoria a cualquier parte de Chile, pero yo
siempre me gustaría volver a La Victoria, siempre regresaría aquí por todo lo que me ha
dado. Yo de La Victoria tengo quiero tener un recuerdo, parte de la población me hizo

191
aceptar con mucho cariño, no puedo decir que todos, pero la parte que yo conozco es
cariñoso para mí.”

Blasito

P1: ¿Cómo llegó a vivir a la Población La Victoria? ¿Con quienes vive?

“Bueno, yo soy una persona que vivía en República Dominicana, eeh, tengo siete años
viviendo en República Dominicana, yo soy una persona que trabajar en partir de comunidad
haitiano en República sobre pastoral haitiano en República. Yo llegué ahí para estudiar
diácono permanente, como yo tengo mi hermano, que está en Chile y después, mi hermano
manda a mí a Chile, y cuando yo llego a Chile, yo seguir hacer las mismas cosas que yo
hacía en República Dominicana, trabajar en pastoral haitiano en iglesia católica, pero
nosotros no estamos en nuestro país, pero tengo que buscar trabajo para vivir, para
arrendar, para comer. La cosa se ha vuelto muy difícil por los inmigrantes haitianos. Yo
llegue inmediatamente a La Victoria. Somos tres hermanos, y vivimos juntos.

P2: ¿Participa en las actividades organizadas por la comunidad de la población? ¿Cuáles?


“No más yo participo en la marcha cuando se celebra muerte del padre Andrés, yo participo
en la actividad de esto, se realiza una marcha y yo participo de ella. Ahí acompañamos el
grupo de la Iglesia, nosotros somos los primeros en participar. Si hay algún haitianos, yo
mismo ayudo a haitianos para encontrar trabajo, para mis compatriotas, eso siempre yo
encuentre alguien que está en situación muy difícil, lo que sea y tengo, no tengo, pero yo
puede ayudar ellos.”
P3: ¿Cómo piensan los ha recibido la comunidad victoriana?

“Bueno, con los chilenos de acá, como estamos en territorio de Chile, como somos
extranjeros, tenemos que aceptar cualquier cosa difícil, lo que es bueno lo que es malo. Hay
buenos, y hay malos, no podemos poner a todos por igual. Por ejemplo los dueños de casa
que arriendan casa, que saben nuestra situación, se aprovechan de los haitiano, esa una
situación muy difícil, la persona que tiene vivienda para arrendar, se aprovecha de los
extranjeros. Alguien que tiene alguna pieza en malas condiciones, pero te pide como
150.000 por una persona, eh, o si no, 200 por dos personas y esa es una pieza chica, con
malas condiciones, cualquier cosa, pero mal condiciones y te piden mucha plata por
ejemplo. Tiene que acostumbrar, que aceptarlo.”
P4:¿ Qué conoce de la Historia de la Población La Victoria?
“Aquí adentro de La Victoria siempre había muchísimo actividad, que es lo que me interesa
a mí, no como en el centro, no había actividad, cada actividad que dan en su propia
persona, pero en La Victoria por ejemplo la semana pasada, actividad carnavales en la
calle, que la persona está satisfecho de actividad, yo me siento contento por esto, porque es
zona bien, como te dice, bien característica. Antes todos hablan de La Victoria como sitio

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peligroso, ahora puedo decir que La Victoria es tranquilo, realizan cultos, nunca veo una
persona se mataron a la calle, no eso. Yo llevo dos años aquí y nunca pasa nada. Nadie va a
venir a asaltarte ni eso. De la Historia, bueno, no se mucho en verdad, pero como yo soy
extranjero pero no sabe lo que pasa antes, cuando llegué puedo decir, pero de lo otro nada,
jaja, pero conozco algo sobre mis compatriotas, eso.”
P5: ¿Mantiene algún tipo de relación con los demás haitianos residentes en la población?

Bueno, yo tengo a mi amigo, mis conocidos y vivo con mi hermano, todos mis patriotas
haitianos, yo los veo, pero no conozco la situación de ellos, yo he escuchado que ellos han
pasado una vida muy difícil en Chile, como no encuentran trabajo, no tienen documento, no
tienes posibilidad para arrendar, pasan hambre, duermen en la calle, yo lo escucho mientras
hablan de esto. Yo trabajo con la parroquia Nuestra Señora de La Victoria. Yo encargo con
mi hermano de eh pastoral haitiano. Participan más o menos como, eeeh, cuando celebran
la misa vienen 10 personas, cada primer domingo hay misa por haitianos en francés por los
haitianos, y vienen más o menos 40 o 50 personas. Antes cuando mi hermano que vive en
La Victoria trabaja en el taller, y todavía funciona el curso.”

P6: ¿Cuál es vuestro proyecto en la población?


“Si me gusta, tengo dos años y nunca pasa nada, yo vivo tranquilito no molesta a nadie, no
puedo decir que no. Me gustaría permanecer, siempre porque es un sitio que me gusta.”

Paul

P1: ¿Cómo llegó a vivir a la Población La Victoria? ¿Con quienes vive?


“Bueno, yo viví en Haití, pero yo tengo amigo mío, manda a mí a chile, pero me voy a
Chile. Cuando llego a Chile, yo pasa unos meses no trabajo, después me voy a San Antonio
al campo a buscar trabajando. Yo trabajando con un patrón, pero con lechugas, pero
después de 6 meses yo tengo papel ahora, carné. Después me vine a Santiago, trabajando en
calle Brasil, Blasito me ayudo a mi cuando venía de San Antonio, como ahora tengo carné,
ahora yo arriendo aquí hace 4 meses. Vivo solo en una pieza, con una familia chilena.”
P2: ¿Participa en las actividades organizadas por la comunidad de la población? ¿Cuáles?
“Yo participo solo de la iglesia los días domingo.”
P3: ¿Cómo piensan los ha recibido la comunidad victoriana?
“A mí me parece más o menos La Victoria porque una parte buena porque ha encontrado
personas que recibieron buenos, otra parte mala, la persona que aprovechan de los haitianos
para arrendar la casa, toda la cosa, como esas cosas así.”
P4: ¿ Qué conoce de la Historia de la Población La Victoria?

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“Yo la verdad no conozco mucho sobre la Historia de la población.”
P5: ¿Mantiene algún tipo de relación con los demás haitianos residentes en la población?

“Con mis amigos haitianos, siempre salimos juntos, cuando tenemos tiempo, compartimos.
Yo participo de la iglesia católica con los demás haitianos.”
P6: ¿Cuál es vuestro proyecto en la población?
“Me gustaría seguir en Chile, y también en la población, aunque no lo es toda buena. Es
diferente La Victoria a mi casa de Haití, Chile, no puedo decir solo La Victoria. Hay
muchas casas, piezas. En mi país nadie va a vivir de a varios. Hay piezas malas, malas
condiciones, arriendan a los extranjeros. Una pieza chica sin espacio, para poner camas, no
puede hacer nada adentro y muy caro, y pone como a cuatro personas. La verdad somos
país pobre pero un país que tiene mucha riqueza. Allá arriendan por años, no por meses.
Aquí yo vivo solo. Arriendo una pieza, a una familia chilena. Seguir aquí, y progresar…”

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