Alteraciones Del Desarrollo Infantil. Un Caso de TEA
Alteraciones Del Desarrollo Infantil. Un Caso de TEA
Alteraciones Del Desarrollo Infantil. Un Caso de TEA
CASO PRÁCTICO
• Centro concertado
• Entorno rural
• Único en la zona
• 22 niños con diferente grado de afectación cognitiva, sensorial y motora.
• Profesionales: 5 PT, 1 AL, 1 fisioterapeuta, 2 auxiliares educadores, 1 orientadora y 1
trabajador social.
1. Historia Escolar:
• Inicio escolaridad en el CP a los 3 años.
• Presenta grandes dificultades de adaptación
• En P4 inicia en noviembre cuando se incorpora el AE.
• Al poco tiempo recibe diagnóstico de S. X-Frágil.
• Evaluación y dictamen: Escolarización con modalidad combinada de tes días de CO y
dos en el CEE (inicia en febrero del mismo curso)
• En P5 se modifica la combinada a 1 día de CO y 4 de CEE.
• Las dificultades económicas hacen que la asistencia sea muy intermitente y se
modifica en diciembre y se implanta a tiempo completo el CEE.
• Llanto constante en aula.
Inicio la escolarización sin diagnóstico, pero con sospecha, debido a la gran dificultad
de adaptación y a la separación de la madre. • Lloros constantes, falta de intención
comunicativa, falta de interés por el entorno. • Sin presencia de lenguaje ni balbuceos. •
Los profesionales sanitaros no encontraban causa a los llantos. • Es derivado a Salud
Mental que le pauta Risperdal para la hiperactividad e Impulsividad. • No conciliaba
sueño y se mostraba activo e irritable. • Respondió positivo al tto, conciliaba sueño y se
mostraba tranquilo.
8. Hipótesis explicativas:
Podemos sospechar sobre un niño que tiene Trastorno del desarrollo intelectual que debemos
descarta administrando las pruebas evaluativas correspondientes como el AVD para encontrar
las limitaciones de la conducta adaptativa y una escala del desarrollo para su edad de 4 años, el
bayley-III está recomendada para niños hasta 42 meses, pero si se sospecha que hay una
discapacidad es posible administrarla, si no, otra escala que es la del WPSS también nos puede
aportar información.
Por otra parte, dada la conducta que presenta como problemas de lenguaje expresivo y receptivo
(expresivo menor que el receptivo, pero ambos afectados), problemas adaptativos como control
de esfínteres; falta de interés comunicativa y problemas para relacionarse con su entorno;
dificultad para los cambios cuando entra o sale del autobús o del colegio, interés manifiesto por
algún objeto específico y también cierto tipo de espacios. Es probable que la sintomatología de
M corresponda a un perfil de un niño con Trastorno del Espectro Autista. Se deberán realizar las
pruebas correspondientes para descartar esta opción la causa fuera otra.
Otra opción es que el niño tenga conductas disruptivas pero, a mi parecer, es debido a causa de
otra afección y no por el mal comportamiento en sí. Lo que sí es cierto es que no se explica por
la etapa evolutiva en la que se encuentra (por su edad debería haber pasado la fase de las
rabietas), su frecuencia es exagerada, persiste en el tiempo de manera estable, aunque en
algunos momento se ha visto alguna mejora pero luego a regresado), afecta negativamente en la
persona que lo muestra e interfiere en otras esferas de su vida; está definido con criterios de
valoración
Un posible resultado sería que descartaríamos el Trastorno por el Espectro Autista pero si habría
discapacidad intelectual en las áreas de lenguaje, y además con una conducta disruptiva. Así que
abordaremos el caso con la perspectiva de la atención temprana
Objetivos:
El objetivo principal es mejorar la calidad de vida de M. Para ello debemos establecer una
relación positiva; facilitar momentos placenteros; conocer las cosas que le gusta; y por último,
conforme vaya ganando autonomía y habilidades, pedir un mayor nivel de exigencia.
Por ello tenemos que atender a sus necesidades y darles una respuesta: