Unidad 4 Carpeta de Trabajo 6 Psico
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Simón Rodríguez fue quien levantó su voz ante la concepción que consideraba inútil la educación de los
pobres, los desamparados, los indios, los negros. Educador venezolano que creó la escuela popular en
América Latina.
Rodríguez consideraba que la solución era educar ciudadanos productores y desarrollar la industria y el
comercio, motivando esas actividades con políticas proteccionistas.
Simón Rodríguez tenía una concepción profundamente democrática. Había aprendido en la obra de Rousseau
que el individuo que vive en sociedad se halla e relación con sus conciudadanos y se debe al bien común.
Rodríguez fundó escuelas en casi todos los países andinos, siempre destinadas a los pobres.
Mariano Moreno introdujo en las escuelas el Contrato Social de Jean Jacques Rousseau y difundió las ideas
rrevolucionarias en La Gazeta.
Bernardo de Monteagudo, Juan José Castelli y Juan Ignacio Gorriti contribuyen a la concepción de educación
popular de la época.
José Gervasio de Artigas, el caudillo uruguayo, creó escuelitas rurales, introdujo el método Lancaster, que
permitía enseñar simultáneamente a grupos de alumnos.
Artigas introdujo una de las más avanzadas tecnologías de la época: la imprenta, para la enseñanza de la
lectoescritura.
Facundo Quiroga propició una educación subordinada a la iglesia Católica y a la sociedad conservadora.
Hay que destacar a Juana Manso quien lleva adelante una lucha para reivindicar el lugar social y político de la
mujer.
Hay que unir esta historia a la de Juana Azurduy y Juana Manuela Gorriti. Llevan adelante la experiencia de
los jardines de infantes.
Otro educador para destacar es el uruguayo José Pedro Varela quien deja asentada las bases del sistema
educativo de su país. En su obra "La educación del pueblo" no utiliza el apelativo "popular o común".
La educación del pueblo durante la segunda mitad del siglo XIX fue subordinada a la construcción de la
NAción dominada por la oligarquía porteña. Sarmiento, que representaba a los sectores más lúcidos, describió
la situación como el enfrentamiento entre Rivadavia (civilización) y Quiroga (barbarie), entre Buenos Aires y el
desierto. Sostenía que era una lucha impotente entre la inteligencia y la materia, entre la civilización europea y
la barbarie indígena.
Sarmiento describe los oficios populares y da cuenta de la sabiduría que encierran, pero los reduce a
ingenuas disposiciones que hubieran hecho historia, de no haber sido rebasadas por una sociedad culta y
superior.
Los caudillos propiciaban la fundación de escuelas o el mejoramiento de las antiguas "escuelas del Rey"
transformadas en "escuelas de la Patria".
La propuesta más avanzada de la época fue la educación primaria obligatoria, gratuita y laica, que quedaría
establecida por la ley 1420 de 1884 para todas las escuelas nacionales, lo cual excluyó a los establecimientos
dependientes de las provincias.
En las propuestas anarquistas, socialistas y liberales radicalizadas del siglo XX persistió la idea sarmientina
de "educación popular" lo cual obturó las posibilidades de fortalecer una corriente democrática de docentes
que actuó desde principios del siglo XX en el interior del sistema educativo.
Joaquín V. González se encuentra estimulado por su interés de articular entre la vieja cultura quechua-incaica,
el Cristianismo y las instituciones de la República. En su obra
"Mis montañas" queda el testimonio de la articulación entre la educación colonial y la escolarización moderna.
Las ideas de "Escuela nueva o Escuela activa" llegaron a nuestro país a través de inmigrantes. También las
maestras norteamericanas que se instalaron en Argentina, como parte del programa de Sarmiento, con ideas
modernas.
George Stearns, primer Director de Estudios de la Escuela Normal de Paraná y Mary O' Graham, rectora de la
Escuela Normal N° 1 de La Plata, tenían conocimientos de didáctica y de psicología de la niñez,
experimentaban modalidades de vinculación con alumnos y colegas que pretendían erradicar el autoritarismo
y creían en el poder de la educación popular para producir cambios morales y sociales que consideraban
indispensables.
En Brasil se desarrolla la "Escola Ativa" o "Escola Proggresiva" que tiene como antecedente la acción del
educador Rui Barbosa.
Las comunidades educativas de la época compartían dos discusiones: el carácter reproductor o progresista
del sistema escolar y los efectos positivos o negativos de la vinculación del sistema escolar moderno con el
mundo productivo. Ambas suponían un sistema escolar público.
En la pedagogía de izquierda de algunos países latinoamericanos tuvo influencia la escuela nueva o activa.
Se sumó la lectura del Poema Pedagógico del ruso Antón Makarenko, quien llevó adelante una tarea de
educación de los niños y adolescentes abandonados en el campo.
En la Argentina, la izquierda era tradicionalmente liberal, sarmientina, laica y antiperonista. En los años 1960 y
1970 siguió la línea cubana, rechazando a la pedagogía de la liberación. Después de la dictadura, muchos
pedagogos, dirigentes sindicales docentes y educadores argentinos, viajaron a Cuba para asistir a los
Congresos anuales de educación.
Esas discusiones afectaron aspectos didácticos como el uso de la "palabra generadora" de la propuesta de
Freire.
Pedagogía de la liberación
En la Argentina, la pedagogía de la liberación se desarrolló menos y más tardíamente que en el resto de los
países de América Latina.
Desarrolla una metodología que otorga un lugar importante a la palabra del alumno para el normalismo y para
la burocracia de los sistemas escolares. No es fácil el cambio de posiciones de los sujetos educando-dirigido y
educador-dirigente.
Recién después de la última dictadura la pedagogía de liberación tuvo influencia entre los docentes
argentinos.
La experiencia de alfabetización de Paulo Freire había nacido como emergente de las políticas desarrollistas
de Brasil a comienzos de la década de 1960. Época con avance del campo democrático y socialista.
Formación de nuevos sujetos político-educacionales.
Nunca debe olvidarse que su origen estuvo en una disputa por la hegemonía de la educación del pueblo.
Una de las discusiones más fuertes de la izquierda latinoamericana respecto a la obra de Freire había sido su
uso de la categoría "pueblo" en lugar de "clase social"
Hoy, los educadores cubanos se encuentran frente al reto de sostener el único sistema educativo
latinoamericano que ha sido capaz de cubrir con una educación de calidad al conjunto de la población durante
tres generaciones, en el marco del proceso de conexión del país con el mercado, con los medios de
comunicación y con la tecnología capitalista.
Iván Illich se hizo famoso por su producción a favor de la desescolarización, que consideraba el proceso
idóneo para revolucionar la sociedad opresora. El más difundido de sus textos fue " La escuela, esa vieja y
gorda vaca sagrada".
Freire nunca atacó a la escuela, sino que dirigió su crítica a la relación pedagógica entre educadores y
educandos de una manera más general. Freire insistió en la necesidad de enseñar, en la valorización del
docente y sus propuestas se dirigieron a la educación de los analfabetos y los adultos.
La obra de Paulo Freire está compuesta por elementos que provienen de tendencias teóricas y políticas muy
distintas, pero se articulan para solucionar el problema de la educación-comunicación entre el educador,
proveniente de la "cultura dominante" y el educando despojado de esa cultura, pero portador de la misma.
Hablar de "método freireano" es un error, excepto que se esté refiriendo a su estrategia de enseñanza en la
lectoescritura para adultos.
La concepción freireana descubrió la importancia del encuentro pedagógico comunicacional entre educador y
educando.
La primera obra de Freire "La educación como práctica de la libertad" (escrito durante el exilio, saliendo de
prisión). Busca interpretar, al otro, en el momento del diálogo, usando el diálogo como metodología y como
espacio de encuentro entre educando y educador, es uno de los elementos fundamentales de la concepción
freireana.
Freire quería interpretar el tránsito que definía su época, comprendiendo " el misterio de los cambios" sin ser
"un juguete de ellos".
Luego de la segunda Guerra Mundial se llevó adelante un proceso de modernización haciendo crecer la
economía del país e industrializándolo, con base en el modelo desarrollista de la época.
El tránsito al cual se refiere Freire es la modernización y el problema que señala su relación con la
democracia.
"Esperanza" fue la última palabra que Freire ligó a su discurso pedagógico comunicacional. Esperanza como
elemento constitutivo de los sujetos y como meta. Alcanzar la esperanza a un mundo desesperanzado.
-Es posible la concepción de nuevos sujetos educadores y educandos, ya que son política e históricamente
constituidos:
BOLIVIA CHILE COLOMBIA CUBA ECUADOR ESPAÑA MÉXICO PANAMA PARAGUAY PERÚ VENEZUELA
Adriana Puiggrós
Cuatro corrientes críticas agruparon a los educadores y políticos de centro-izquierda y de izquierda, a quienes,
en el lenguaje de aquella época, podríamos clasificar como “desarrollistas” y “revolucionarios”. Las izquierdas
francesas, inglesa y norteamericana encabezaron un movimiento fuerte en medios académicos: el
reproductivismo. Sus ideas tuvieron una importante difusión en universidades iberoamericanas y caribeñas,
especialmente, al extenderse las maestrías destinadas a la formación postgraduada de los docentes.
Illich habla acerca de un mundo tecnificado, en el cual el trabajo humano perdería su valor, y grandes masas
estarían desocupadas. Consideraba a América Latina una sociedad feudal y adhería a la teoría del dualismo
sociocultural, que suponía la existencia de dos sociedades divorciadas entre sí en la región. Sostenía que la
situación sería grave porque sus países pasarían de la era de la agricultura primitiva a la era del jet.
Illich siguió desmontando el aparato escolar, así como el sistema público de salud y promoviendo la
sustitución de los profesionales en educación por activistas culturales que se desplegaran en un campo
pedagógico informal. El autor veía que la opresión social constituía la cultura.
Disentimos de la visión dicotómica de la realidad, del concepto de ideología equiparado a “falsa conciencia”,
de la reducción del papel de la escuela a una mecánica reproducción de un programa ideológico dado. Esas
posiciones, según nuestra opinión, negaban la complejidad del proceso de transmisión de los saberes y el
papel del sujeto pedagógico en la enseñanza y el aprendizaje.
3 La polémica Freire-Illich
Illich y Freire compartían los fundamentos humanistas cristianos de su sufrimiento por la sociedad enajenada.
Fue Paulo Freire quien aportó la crítica que más rédito ha dejado, con vistas a producir alternativas al modelo
de vínculo pedagógico instalado por la modernidad latinoamericana.
Al otorgarles valor a los saberes adquiridos por el educando en su medio cultural, ubica la relación educativa
fuera del laberinto teórico que presenta el reproductivismo, cuando reduce la educación a la imposición de la
cultura dominante. Freire redobla su valorización positiva de la educación y la vincula con la prospectiva:
enseñando y aprendiendo pueden adquirirse saberes que permiten imaginar y construir futuros.
Freire nunca atacó la escuela, sino que dirigió su crítica a la relación pedagógica entre educadores y
educandos de una manera más general, es decir, con categorías aplicables no solamente a los docentes y a
los alumnos escolares, sino a todos los sujetos sociales vinculados mediante la educación. Freire insistió en la
necesidad de enseñar y en la valorización del docente, en propuestas que se dirigieron a la educación de los
analfabetos y de los adultos.
Las comunidades educativas progresistas de la época compartían al menos dos temas de discusión: el
carácter reproductor o progresista de la institución educativa y los efectos positivos o negativos de la
vinculación del sistema escolar moderno con el mundo productivo. Ambas discusiones suponían la existencia
de la educación pública e imaginaban a la enseñanza privada tan sólo como un complemento. Se debatía
sobre la base de alternativas que mejoraran las relaciones entre la educación formal y la sociedad, pero
dando por supuesto que la población llegaría pronto a estar mayoritariamente escolarizada, para bien o para
mal, según las interpretaciones.
5-Tradición y transformación
Freire pronuncia la frase en un contexto autocrítico, en el cual se esfuerza por desdecir a quienes pretenden
que su teoría adjudica un papel omnipotente a la educación. Reflexiona que esta última es producto de la
sociedad, y por esa razón se adecua a sus valores y es usada para preservar los poderes establecidos. Así,
se requiere una transformación social profunda para que se transforme radicalmente la educación. Pero una
vez asentada esta advertencia, Freire habilita al educador a transgredir las reglas de la educación dominante,
para ser partícipe del cambio social, descubriendo, en cada situación histórica en particular, las tareas que
puede realizar. “En la historia hacemos lo históricamente posible y no lo que desearíamos hacer”, dice. La
transgresión, sin embargo, no se hará “poniendo el acento en el análisis de los métodos y las técnicas
mismas, sino en el carácter político de la educación, de la cual surge naturalmente la imposibilidad de que sea
neutral”. Illich interpreta la mencionada frase de otra manera. Se refiere a la crítica de Freire al aspecto
conservador de la educación, pero no se detiene en la potencialidad político-pedagógica que el brasileño
sigue sosteniendo. Lo que Illich dice que Freire —cinco años atrás habría afirmado es que la educación
mantiene lo que transforma, es decir que es siempre reproductora, lo cual es una interpretación errónea del
discurso del brasileño. En la misma disertación, Illich recuerda su distanciamiento de Everett Reimer, en gran
medida inspirador de su libro Desescolarización porque Reimer rechazó la afirmación de Illich sobre la
inevitable naturaleza de "mercancía" del '"rendimiento de la educación", surgida más del impacto de un
sistema sobre las personas que de la interacción de las personas que se reconocen mutuamente como
independientes.
La reacción del normalismo escolar fue defensiva respecto a la enseñanza tradicional; hasta ahora son
insuficientes los docentes latinoamericanos que manejan Internet o saben introducir un buen programa de
televisión en las actividades curriculares. La escolarización de la población de nuestros países creció, pero el
poder de las escuelas quedó relativizado, perdiendo calidad y aumentando la insuficiencia de sus enseñanzas
frente a un mundo en el cual se producían cambios muy profundos. La inequidad ha crecido peligrosamente.
El caso donde se pueden observar con mayor claridad los efectos de ese fenómeno es Argentina, pues
habiendo conservado el segundo lugar en la región (después de Uruguay) en todos los indicadores educativos
durante muchas décadas, hoy es un país con alto deterioro educativo. La inequidad se nota comparando las
regiones, los sectores urbano y rural, los grupos sociales, las etnias y, aunque con claros signos de mejoría,
todavía los géneros.
En Argentina, el gobierno de Carlos Saúl Menem trató de cumplir con las directivas del Banco Mundial en
materia de política educativa, como lo hicieron casi todos los países latinoamericanos y caribeños. Entre las
medidas que se les recomendaron deben destacarse:
• Reducir la inversión pública en educación y lograr la máxima eficiencia de los programas estatales
residuales.
• Volcar los programas residuales hacia aquellos sectores de la población en los cuales la inversión resulte
más redituable en el corto plazo, en relación con el control social.
• Proporcionar sólo paquetes de información elemental a los sectores que van quedando rezagados dentro del
espacio público.
En síntesis, el escenario de la discusión ha cambiado, los sujetos son distintos, aunque muchos de ellos
conserven los mismos nombres; los discursos han trastocado sus términos.
Los sistemas educativos latinoamericanos están sufriendo las consecuencias de la globalización, que es
producto del avance civilizatorio, del afán del hombre por comunicarse, conocer el mundo y el universo y
compartir los saberes que permiten mejorar la calidad de vida.
Las migraciones dentro de los países y entre los países se han multiplicado, así como del campo a la ciudad.
Sólo que la gente, a diferencia de los períodos de expansión industrial, emigra a los gran- des centros urbanos
de la región buscando acceso a los servicios y a algún trabajo eventual, con escasísimas posibilidades de
conseguir puestos estables en el sector industrial. En torno a Buenos Aires, Rosario y Santiago de Chile han
crecido las poblaciones de lenguas aborígenes y la población de habla portuguesa. En esas ciudades el sujeto
pedagógico se ha vuelto más complejo y tiene mayores dificultades para ingresar, permanecer y graduarse en
las escuelas públicas tradicionales.
El multiculturalismo ha despertado el interés de los intelectuales, pero no siempre atendiendo a las relaciones
de poder que se establecen entre la cultura dominante y las culturas emergentes o subordinadas.
Las experiencias alternativas de cada época, consideradas como conjunto, expresan vanguardias,
movimientos contraculturales, disidencias, tensiones, oposiciones, y dicen mucho sobre la sociedad a la cual,
quieran o no, pertenecen; muchas llevan una carga simbólica importante. Por otro lado, pueden valer por su
creación específica, por lo que aporten a los sujetos concretos que participan de ellas, independientemente de
su posibilidad de replicación o transferencia a otro tiempo o lugar. Finalmente, una de las virtudes de muchas
propuestas alternativas es su carga de imaginación y su capacidad productiva de innovaciones. Un ejemplo
interesante de alternativas de organización económico-social y pedagógica es el movimiento de recuperación
de empresas que se incrementó en Argentina a partir de la quiebra económica que llevó al país al default en el
año 2002. Esa situación fue producto de una década de políticas neoliberales subordinadas a la estrategia del
Fondo Monetario Internacional. La parte más significativa del parque industrial fue barrida por la entrada
masiva de productos del exterior, y se perdió la masa crítica de recursos humanos, infraestructura, saberes
del trabajo, etc., descomponiéndose la cadena productiva. La desocupación y la miseria se instalaron como
fenómenos estructurales. En esa situación surgieron varias formas de organización de los trabajadores para
recuperar su empleo: cooperativas, nacionalización de empresas y su entrega a los obreros para la gestión
colectiva, agrupaciones de trabajadores dependientes de partidos políticos de izquierda que tomaron por la
fuerza plantas laborales, emprendimientos de sindicatos, etc.
Inventamos o erramos
Simón Rodríguez
Había que reformular la escuela, salvar a los alumnos de la escuela y llevarlos a otro espacio, al aire libre.
Para todos: negros, mujeres, pobres, de la cárcel, los chicos q no sirven…a esos voy a transformar en hombre
distintos,
FALTAAAA