INSTITUTO TECNOLOGICO DE CERRO
AZUL
ALUMNO: Gustavo Santos Bautista
MATERIA: Mantenimiento En Áreas Verdes.
CATEDRATICO: Ing. Rolando Gómez Mendo.
CARRERA: Ingeniería Electromecánica.
TRABAJO: Presentación de Unidades.
Semestre: Enero-Junio.
Tema 1: Tesoros de la Naturaleza.
Introducción
La busca de tesoros ocultos bajo la tierra, ha sido siempre un
motivo de especial interés para que muchas personas se
hayan preocupado de ellos, efectuando trabajos para
descubrirlos. Algunos, solamente con simples datos que los
han creído serios, han gastado fuertes sumas de dinero
realizando estos trabajos sin sacar ningún provecho; y otros,
la mayoría, aventurando, los persiguen constantemente sin
valerse de conocimientos ni de ningún medio adecuado para
ubicarlos, por lo tanto, sin probabilidades de acierto. A estos
últimos los fracasos no los desiluáonan tan pronto, las
pérdidas de tiempo y sacrificios, tampoco, y siguen largo
tiempo manteniendo la idea hasta que al fin terminan con un
falso convencimiento de que estas cosas no tienen ninguna
importancia para que merezcan dedicarle atención.
Generalmente, la existencia de estos tesoros se discute entre
personas que jamás han descubierto nada, que jamás han
leído ni observado nada significativo alrededor de esta
materia, y que no tienen ni la menor idea cómo empezar un
trabajo con un máximum de expectativas. Naturalmente, en
estas condiciones se llega a un fin negativo, sin haber tenido
antes su indispensable principio, porque no se puede tomar
como principio sólo una simple idea de las cosas; ¡no!, desde
luego no hay efecto sin causa, hay que 'estar basado en algo
más concreto, en algo que tenga relación directa con el fin
que se persigue, es necesario tener un concepto más claro
para todo esto a fin de tener más probabilidades de éxito. De
que esto es indispensable, no hay más que observar por
donde quiera que vaya la persona poniendo el ojo y el sentido
en todo lo que existe, se encontrará invariablemente con las
layes inmutables de la Naturaleza, algunas por sí solas
complicadas, pero solucionables.
1.1 Conceptos y diferencias entre renovables y
no renovables.
Los recursos renovables son aquellos recursos naturales
que se regeneran en un intervalo de tiempo igual o
menor al de su consumo. Este tipo de recursos se caracteriza
por ser fácilmente regenerable, ya sea por procesos naturales
o por acción humana, existiendo en una cantidad
prácticamente indefinida.
Los recursos no renovables, en cambio, son aquellos
recursos naturales cuya regeneración se da a un ritmo mucho
más lento que su consumo, por lo que su cantidad es
limitada. Debido a ello, estos recursos son agotables.
Ambos tipos de recursos son utilizados generalmente en la
producción de diferentes tipos de energía, presentando cada
uno ventajas y desventajas particulares.
Recursos renovables Recursos no renovables
Son los recursos naturales
que pueden renovarse al Son los recursos naturales
ritmo de su consumo, que no se pueden
encontrándose en una regenerar al mismo ritmo
cantidad potencialmente que su consumo,
Definición ilimitada. agotándose con el tiempo.
Caracterís Son de rápida Se regeneran
ticas regeneración. lentamente.
Recursos renovables Recursos no renovables
Es posible que se Su cantidad es
encuentren en gran limitada.
cantidad.
Todos estos recursos
De fácil explotación y se encuentran en
procesamiento. nuestro planeta.
Generan mucha
energía a costo
relativamente bajo.
Son amigables con el
En caso necesario,
medio ambiente.
son de fácil
Requieren mínima extracción y
intervención humana. manufactura.
Pueden llegar a ser Se encuentran en
Ventajas ilimitados. buena cantidad.
Causan un impacto
negativo al ambiente.
En caso de agotarse,
es imposible
regenerarlos.
El costo de inversión
Están disponibles en
inicial es elevado.
algunas regiones y
Impredecibles. no en otras.
Generación de Su interdependencia
energía es limitada puede crear
Desventaj con la tecnología conflictos
as actual. geoeconómicos.
Ejemplos El sol, viento, mareas, Carbón.
energía geotérmica.
Gas natural
Recursos renovables Recursos no renovables
(metano).
Agua.
Petróleo y derivados.
Biomasa y
biocombustibles Carbón mineral.
(etanol).
Diferentes minerales
Producción y metales.
agropecuaria.
Algunos depósitos
Algunos bosques subterráneos de
madereros. agua.
1.2 Uso racional de los recursos.
El uso racional se puede definir como la manera en que
administramos el consumo de los recursos naturales que
hay; en ocasiones la gente consume más de lo que necesita,
como es el agua, usamos demasiada y no tenemos un cuidado
adecuado de ella, consumimos más de lo que en promedio
utilizaríamos al día.
1.3 La piel de la tierra.
¿Qué es la Piel de la Tierra?
En los núcleos endógenos de desarrollo agrícola, la
endogeneidad sale desde adentro del suelo. Por dentro y para
adentro, implica sustentar las propiedades bioquímicas,
biofísicas y físico químicas, que se van dando a lo largo de la
formación de la bioestructura o mantillo del suelo, lo que el
amigo Burbano llama "La Piel de la Tierra".
Generalmente este pedazo de piel del suelo tiene unas
características particulares: es un suelo grumoso, suelto,
oloroso, brillante, profundo y de color oscuro. Se puede
afirmar que cuando un suelo es más oscuro, mayor será la
cantidad de humus (restos y transformación permanente de
materia orgánica por la acción de los bichitos o
microorganismos u otros seres vivos) que se mezclan con el
componente mineral del tipo de suelo que contenga. Este
pedazo de suelo, representa al suelo franco, el cual tiene un
equilibrio de aproximadamente entre un 45 a 50% de arena;
20 a 25% de arcilla y limo, y el resto de materia orgánica.
Las características de un suelo van a depender de su roca
madre, la topografía del suelo, el clima de la zona, la actividad
biológica y el tiempo durante el que todos estos factores
interactúen. De modo que en suelos maduros no podemos
determinar con exactitud si tal o cual característica viene
determinada por uno u otro factor.
1.4 Nuestra huella en el suelo.
La huella ecológica también se llama mochila ecológica. Es el
efecto que tienen nuestros hábitos y costumbres en el medio
ambiente; así podemos definir si una actividad es sostenible o
no. Mide el terreno que necesitamos para producir y para
asimilar los desechos que esa actividad genera. Es difícil
conocer nuestra huella; pero sí podemos saber cómo
reducirla.
Todas las fases de producción generan huella. Podemos
diferenciar entre cuatro tipos de huellas: la de suelo, la
hídrica, la de carbono y la de materiales, que sirven para
calcular la extensión de terreno, el consumo de agua, las
emisiones de gases de efecto invernadero la cantidad de
materiales que intervienen en todas las fases de producción.
Nos comemos el planeta. Consumimos más recursos y
producimos más residuos que la biocapacidad del planeta de
asimilarlos. La humanidad está consumiendo una cantidad de
recursos naturales equivalente a 1,6 planetas. De seguir así,
en 2020 se necesitarían 1,75 planetas, y 2,5 planetas en
2050. Según los datos oficiales de Global Footprint Network,
en España necesitamos en 2017 tres veces los recursos
disponibles dentro de nuestro territorio (3,7 hectáreas) por
persona.
Tema 2: Nuestros Deberes Ambientales.
Introducción
Este es un conjunto de normas jurídicas que buscan regular
las relaciones de las personas con la naturaleza, los seres
vivos y los recursos naturales. El objetivo final de dichas
normas es proteger al ambiente, evitar la contaminación y
preservar tanto la biodiversidad como los recursos naturales.
Para esta área del Derecho, un medio ambiente saludable
es esencial para la vida humana, por lo que
buscará protegerlo de acciones que lo afecten.
Esta especialidad surge a mediados del siglo XX y se
encuentra en pleno desarrollo. A medida en que se conocen
nuevos aspectos sobre el impacto del ser humano en el
ambiente y se prueban diferentes sistemas de gestión de los
recursos, se diseñan nuevas normas jurídicas que integran
esta especialidad.
La legislación local contempla la protección ambiental desde
el Constituyente de 1917, en su artículo 27. De hecho, a
medida en que pasa el tiempo se crean nuevas ordenanzas
que permiten ampliar el marco jurídico local en torno al
ambiente.
De acuerdo a tratados firmados por el país, los estados locales
deben comprometerse a preservar, proteger y mejorar el
medio ambiente, por tratarse este de un bien público.
De acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
de México, en 2018 los niveles de ozono alcanzaron un 80%
más de los parámetros normales, causando así cerca de
20.000 muertes por motivos de contaminación. La calidad del
aire, la mala gestión de los residuos, los problemas con la
organización del transporte y un uso poco consciente de los
recursos naturales locales han llevado a México a posicionarse
en un estado de crisis ambiental. A tal punto, que diversos
ránkings lo califican como uno de los países más
contaminados de Latinoamérica. Como especialidad y opción
formativa, el Derecho Ambiental cuenta con las herramientas
necesarias para revertir esta situación. Para ello, se hace
necesario que los profesionales del Derecho opten por
especializarse en el área y así constituir una fuerza
profesional cualificada para tomar en sus manos el futuro
ambiental del país.
2.1 Instituciones ambientales
Las organizaciones ambientales son instituciones que buscan
estudiar, monitorear o proteger el medio ambiente del mal
uso o la degradación que implica el accionar humano. Las
actividades de estas entidades pueden ir desde realizar
campañas informativas sobre temas ecológicos hasta invertir
cientos de millones de dólares para apoyar la consecución de
proyectos económicos sustentables.
¿QUE ES UNA ONG?
Una ONG como su nombre indica: Organización no
gubernamental, no depende de gobierno alguno y por ende
será decisión de sus miembros si quieren o no optar por
personalidad jurídica, los Estados y defensores jurídicos han
querido crear una matriz de opinión induciendo a su registro,
lo cual contradice su propia naturaleza como ONG.
2.2 Nuestra participación.
a Participación Social es la intervención de los ciudadanos en
la toma de decisiones respecto al manejo de recursos,
programas y actividades que impactan en el desarrollo de la
comunidad. La Participación Social es un legítimo derecho de
los ciudadanos y no una concesión de las instituciones. Sin
embargo, para que la participación social se facilite, se
requiere de un marco legal y mecanismos democráticos que
propicien las condiciones para que las personas, comunidades
o grupos organizados hagan llegar su voz y sus propuestas a
los diferentes niveles de gobierno. Por ejemplo, la
Participación Social en la Educación requiere de colaboración,
sistemática y organizada, de actores sociales como padres de
familia y representantes de asociaciones, maestros,
directivos, exalumnos y miembros de la comunidad
interesados en trabajar para mejorar los procesos educativos
y el centro escolar. En este sentido, la participación se enfoca
en las decisiones que competen a la organización e
instrumentación de los servicios educativos. Y quizá también
participar en la planeación, el seguimiento y evaluación de las
acciones educativas a fin de optimizar la calidad del servicio.
La participación social debe ser explícita, definida en temas
como servicios de salud, apoyo comunitario, contienda
política, cultura, deporte, promoción de empleo, etc. En
cualquier tema o línea de participación social se requiere
transparencia en la información y rendición de cuentas, pues
se trata de asuntos colectivos y aunque no determinan la
participación, sí permiten la construcción de la calidad vida
que se busca. Sin embargo, sufrimos inseguridad, pobreza,
desorden urbano, desempleo, mala educación y servicios de
salud que son efectos cuyas causas son la opacidad,
corrupción, injusticias, impunidad, autoritarismo y ciudadanos
permisivos. La acción decidida y comprometida de la
ciudadanía en los asuntos públicos contribuye a la
concertación de voces y esfuerzos de los agentes vinculados
-en diferentes niveles y alrededor de diversas tareas-, con las
acciones que impactan la vida en común y cotidiana de la
ciudad. La ciudad necesita un diseño que aumente su
atractivo y desarrolle de la manera más completa posible sus
capacidades y valores estéticos. La ciudad debe implementar
y mantener una infraestructura básica que permita la
movilidad de las personas y mercancías, y que además sea
compatible con el medio ambiente.
2.2.1 En nuestro entorno
En momentos como el actual, donde se requieren cambios a
nivel global y acciones a todos los niveles, es necesario
capacitar a las comunidades a través de la Educación
Ambiental para fomentar su participación en lo local,
propiciando y diseñando estrategias propias de crecimiento
que permitan un verdadero desarrollo local.
Es importante saber que Los problemas
ambientales presentes en las comunidades sólo pueden ser
afrontados y mitigados desde la gestión ambiental, pero
esta gestión no es posible sin el
conocimiento del sistema ambiental local, sus sinergias,
limitaciones, potencialidades.
Este conocimiento debe estar presente en los gestores a nivel
de políticas públicas, pero también es necesario que los
diversos actores comunitarios sean capacitados en
participación ciudadana, marco teórico ambiental, estrategias
y metodologías de abordaje de lo ambiental para que de ese
modo, estos actores sean partícipes activos en el diseño de
sus escenarios futuros, orientándolos hacia un verdadero
crecimiento, que permita a esas comunidades desarrollarse
de modo sustentable.
Es necesario trabajar un sólido marco conceptual respecto a
qué es el ambiente, como se encuentra conformado, cual es
el sitio que ocupa lo humano en este sistema de relaciones,
las actitudes y modos de conducirnos como sociedad, las
causas profundas de los problemas ambientales, la injusticia
social que generan, entre otras cuestiones básicas, para
comprender entonces de que trata lo ambiental, que se busca
con la incorporación de ese pensamiento, de esa mirada.
2.2.2 Contra la contaminación.
El problema de la contaminación es uno de los primeros que
nos suele venir a la mente cuando pensamos en la
situación del mundo, puesto que la contaminación ambiental
hoy no conoce fronteras y afecta a todo el planeta. Eso lo
expresó muy claramente el ex presidente de la República
Checa, Vaclav Havel, hablando de Chernobyl: "una
radioactividad que ignora fronteras nacionales nos recuerda
que vivimos - por primera vez en la historia- en una
civilización interconectada que envuelve el planeta. Cualquier
cosa que ocurra en un lugar puede, para bien o para mal,
afectarnos a todos".
La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas percibimos ese
carácter global del problema de la contaminación; por eso nos
referimos a ella como uno de los principales problemas del
planeta. Pero conviene hacer un esfuerzo por concretar y
abordar de una forma más precisa las distintas formas de
contaminación, sus consecuencias y las formas de evitarla,
combatirla y de proceder a la recuperación ambiental.
2.2.3 Uso y manejo de los residuos.
La producción y el consumo de bienes y servicios generan
inevitablemente algún tipo de residuos. Éstos pueden ser
sólidos (ya sea de naturaleza orgánica o inorgánica), líquidos
(que incluyen a los que se vierten disueltos como parte de las
aguas residuales) y los que escapan en forma de gases. Todos
ellos, en función de su composición, tasa de generación y
manejo pueden tener efectos muy diversos en la población y
el ambiente. En algunos casos, sus efectos pueden ser graves,
sobre todo cuando involucran compuestos tóxicos que se
manejan de manera inadecuada o se vierten de manera
accidental (ver el recuadro Consecuencias ambientales y en la
salud de la disposición inadecuada de los residuos sólidos
urbanos).
La importancia del tema de la generación y manejo de los
residuos no involucra sólo los efectos ambientales y de salud
pública derivados de su generación y manejo. También está
implícito, desde otro ángulo, el uso de los recursos naturales.
La gestión integral de los residuos, además de procurar
reducir su generación y conseguir su adecuada disposición
final, también puede dar como resultado colateral la
reducción, tanto de la extracción de recursos (evitando su
agotamiento), como de energía y agua que se utilizan para
producirlos, así como la disminución de la emisión de gases
de efecto invernadero. Todo ello se acompaña de importantes
beneficios económicos, sociales y ambientales.
Los residuos se definen formalmente como los materiales o
productos que se desechan ya sea en estado sólido,
semisólido, líquido o gaseoso, que se contienen en recipientes
o depósitos, y que necesitan estar sujetos a tratamiento o
disposición final con base en lo dispuesto en la Ley General
para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR;
DOF, 2003). Se clasifican de acuerdo a sus características y
orígenes en tres grupos: residuos sólidos urbanos (RSU),
residuos de manejo especial (RME) y residuos peligrosos (RP).
Tema 3: Programa de Reforestación.
Introducción.
México es uno de los países con mayor diversidad biológica y
posee una gran riqueza forestal: cuenta con más especies de
pinos, magueyes, cactus y encinos que ningún otro país. Es
una riqueza que tiene su origen en la gran diversidad de
climas y en el relieve montañoso de buena parte del territorio
nacional. La variedad en recursos forestales coloca a México
entre los diez primeros países del mundo por su biodiversidad.
Aún así, nuestro país enfrenta procesos crecientes de
deforestación, pérdida y degradación de los ecosistemas,
generalmente relacionados con los avances de las fronteras
agrícola y pecuaria. A través de los años la demanda de
terrenos para agricultura, ganadería, desarrollos urbanos y
turísticos ha destruido totalmente o degradado grandes
superficies forestales, hoy convertidas en inmensos
problemas ecológicos. Como consecuencia de estos procesos
de degradación, existen grandes áreas en las que los
disturbios han sido tan intensos y recurrentes que se ha
eliminado de manera total cualquier posibilidad de que la
vegetación recupere su estado original por medios naturales
y, por lo mismo, es necesario intervenir para facilitar la
estabilización de las condiciones actuales del ambiente y
promover su mejoramiento a través de diversas prácticas y
actividades entre las que sobresalen la forestación, la
reforestación y las prácticas de conservación de suelos
3.1 Técnicas de reforestación.
Es urgente la necesidad de la reforestación del planeta, la tala
indiscriminada de los bosques naturales, que absorben y
retienen el carbono procedente del CO 2 atmosférico en su
estructura viva, combinado con el enorme vertido de CO 2 a la
atmósfera producto del desarrollo humano, ponen en peligro
la estabilidad térmica del planeta debido al efecto
invernadero y con ello, la existencia de la vida misma en él.
Es tarea de todos mantener y aumentar la población de
árboles en el mundo, si se adquiere conciencia de ello,
estaremos cooperando para lograr la existencia de las
generaciones futuras. En muchos países, los gobiernos han
implementado proyectos de reforestación que han tenido
éxito en mayor o menor grado y con ello la recuperación de
muchas hectáreas de bosques que habían desaparecido por la
tala indiscriminada.
Pero la reforestación no solo debe verse como la simple
recuperación de los árboles perdidos, la visión de este asunto
debe ser mas completa como se desprende del artículo
escrito por el Ingeniero Eric R Barrientos para este portal.
No hay que ser el dueño de grandes extensiones de tierra
para cooperar en este propósito, pueden sembrarse árboles
ornamentales o frutales en los patios, aceras, jardines y hasta
en macetas, los que pondrán su granito de arena en la
salvación de la estabilidad térmica tan necesaria.
En este artículo trataremos de exponer las técnicas básicas
que le permitirán lograr con éxito la generación de plántulas
que podrán utilizarse para la reforestación de áreas
despobladas.
Consideraciones generales
Aunque desforestar es muy fácil y productivo, la reforestación
en un proceso complicado, lento, lleno de escollos y en
muchas ocasiones conducen al fracaso, no obstante, si no se
intenta, jamás se logrará. En este proceso intervienen
muchos factores que deben ser considerados a la hora de
escoger los tipos y variedades de árboles a sembrar. Algunos
de estos factores son:
Clima: El clima es un factor decisivo en la selección del tipo
de árbol, evidentemente no podrán sembrarse árboles de
zonas tropicales en climas fríos porque inevitablemente
perecerán, en las heladas.
Régimen de lluvias: Cada árbol está adaptado para vivir
entre ciertos límites de humedad y si son sembrados en zonas
de régimen diferente pueden perecer o desarrollarse muy
pobremente.
Naturaleza del terreno: Aunque hay especies arbóreas que
se adaptan a cualquier terreno, otras solo se desarrollan en
determinados tipos, por ejemplo calcáreos, arcillosos etc.
Altura: En general, cada especie de árbol puede vivir con
éxito hasta cierta altura sobre el nivel del mar, sembrados a
altitudes mayores puede hacer que no sobreviva.
Exposición solar: Este factor es muy importante, muchas
veces el fracaso en la reforestación de áreas en las que se
han invertido recursos y tiempo no han tenido éxito, porque
las plántulas sembradas han estado sometidas a demasiada
sombra producto de la competencia de otras especies de
reproducción natural y mas rápido crecimiento, o a excesivo
sol en las etapas tempranas de su vida.
Árboles concomitantes: Algunas especies de árboles deben
ser dominantes en el medio donde viven, por lo que es
importante que las otras especies concomitantes sean de talla
menor.
Densidad de la población: Es sumamente importante
utilizar una distancia adecuada entre los árboles sembrados
para que entre ellos no compitan por el sol y los nutrientes de
manera que perjudiquen su crecimiento. Es común sembrar
las plántulas pequeñas a una densidad elevada y luego ir
haciendo aclareos sistemáticos para garantizar la distancia
adecuada según el crecimiento. En algunos casos la siembra
de ciertos árboles debe hacerse de manera esporádica e
intercalada con otros tipos de árboles para evitar el
surgimiento y proliferación de enfermedades producidas por
insectos, virus, u hongos.
Profundidad del suelo: Cada especie tiene sus
requerimientos de profundidad del suelo en dependencia de
su sistema radicular, si se siembran en suelos con menores
profundidades el crecimiento será pobre.
Fertilidad: Este aspecto es sumamente importante, hay
especies que se adaptan a suelos pobre y erosionados pero
otras solo crecerán en suelos fértiles.
Factores de riesgo
Aun cuando se han tenido en cuenta todos los factores
involucrados, incluyendo las experiencias locales exitosas,
hay ciertos factores de riesgo que pueden influir en el
establecimiento del plantío que son impredecibles y que hay
que tener previsto si se quiere más seguridad en el éxito final.
Algunas son:
Huracanes: Los huracanes son impredecibles y pueden a su
paso, destruir toda la plantación, un modo de palear esta
situación es la utilización de variedades de rápido crecimiento
y resistentes a los vientos fuertes sembrados en fila en los
bordes de la plantación para que sirvan de cortinas rompe
vientos.
Inestabilidad climática: Aunque en promedio, las lluvias de
una zona sean adecuadas para la supervivencia y desarrollo
de cierta especie de árboles, siempre existe la posibilidad de
años especialmente secos que pueden matar las plantas,
especialmente cuando aún son jóvenes. La posibilidad de
contar con riego alternativo durante las etapas tempranas de
desarrollo puede resolver este problema, pero
desgraciadamente los costos del sistema lo hacen
económicamente insostenible para las grandes y medianas
plantaciones.
Surgimiento inesperado de plagas: En ciertos casos,
plagas de insectos u hongos cuya población estaba
equilibrada en la zona, pueden verse favorecidas por la
variedad del árbol sembrado, y comienza una reproducción
desmedida que puede afectar notablemente la plantación. El
uso de pesticidas puede resolver la situación.
Lo mismo puede suceder con algunas enfermedades virales
cuya solución en muchos casos se limita a cortar sin
excepción grandes áreas aledañas al brote para evitar su
propagación.
Recolección y manejo de las semillas
En algunos casos la reforestación puede hacerse con el uso de
la reproducción vegetativa a través de estacas, no obstante,
la gran mayoría de los árboles se reproducen por semillas. Los
problemas asociados con las semillas deciden en algunos
casos si el árbol escogido podrá sembrase o no.
Recolección
El principal problema de las semillas es su disponibilidad, ya
que en la mayor parte de los casos no se pueden conseguir
comercialmente y su recolección está rodeada de
inconvenientes motivados porque muchas especies forestales
no producen semillas útiles todos los años, y otras, lo hacen
de manera intermitente en diferentes épocas del año, por lo
que se requiere de una constante vigilancia de los ejemplares
productivos.
Una vez localizado un ejemplar con buena semilla deben
recolectarse y limpiarse en la mayor cantidad posible, lo que
no siempre es posible dada la altura del árbol.
Para la limpieza de las semillas se utilizan diferentes técnicas
en dependencia de la naturaleza del fruto y del tamaño de la
semilla. En la mayor parte de los casos las semillas deben ser
secadas para poder ser almacenadas el tiempo necesario
hasta el plantado, algunas semillas conocidas como
recalcitrantes perecen durante el secado por lo que tendrán
que ser plantadas inmediatamente después de la recolección.
Una vez secas, las semillas podrán ser almacenadas por breve
tiempo en refrigeración a 4o C en contenedores sellados,
excepto las semillas de testa muy dura que pueden
permanecer meses y hasta años almacenadas.
Preparación de las semillas
Las semillas de la mayor parte de las especies arbóreas
podrán ser plantadas sin tratamiento alguno, sin embargo las
semillas de testa muy dura generalmente hay que someterlas
a un tratamiento previo al plantado para garantizar una
germinación homogénea, de lo contrario esta será errática y
lenta, con la pérdida de muchas semillas.
Las técnicas de tratamiento están dirigidas a abrir la capa
dura e impermeable que rodea la semilla para facilitar su
humificación interior. Entre las técnicas de tratamiento están:
Abrasión: Se raspan las semillas con algún material abrasivo
hasta romper en una zona la testa dura.
Rajado: Se rompe o raja la corteza dura de la semilla.
Acidificación: Se sumergen por tiempo breve en ácido
concentrado para eliminar la testa dura.
Inmersión en agua hirviente: Se hace una inmersión breve
en agua hirviendo para romper la testa.
Permanencia en agua tibia: Las semillas se sumergen en
agua tibia durante algunas horas hasta más de un día.
Plantado de las semillas
La mayoría de las semillas nacerán sobre la superficie del
suelo húmedo, pero para protegerlas de la desecación
generalmente se colocan cubiertas de materia orgánica como
hojas o desechos vegetales menudos en descomposición,
arena o tierra, también se cubren con algún medio artificial.
La profundidad idónea parece ser la de 1 a 2 cm, y el uso de
materia orgánica o arena dan mejores resultados que el suelo.
Es conveniente esterilizar el medio que se usará como
elemento de cubierta de las semillas para reducir la
proliferación de hongos que en muchos casos producen la
muerte del elemento germinante.
Este plantado de semillas puede hacerse en bandejas o
semilleros de donde emergerán las plántulas que serán
trasplantadas al recipiente donde crecerán hasta la altura y
edad de trasplante definitivo al terreno, o bien directamente a
los recipientes o bolsas usando varias semillas y eliminando
después del germinado las más débiles para dejar la más
robusta.
Prácticas de vivero
El recipiente donde crecerán las plántulas hasta el tiempo de
siembra definitiva en el terreno generalmente son bolsas
plásticas rellenas con una mezcla de tierra, arena y material
orgánico como estiércol o musgo. También pueden usarse
macetas plásticas o de papel prensado grandes, cuando las
posturas están destinadas a la venta.
La utilización de trozos gruesos y cortos de bambú ha tenido
éxito en variedades de rápido crecimiento, en ellos la
duración del recipiente aunque poca, es suficiente para que la
postura alcance el tamaño de siembra, la que se hace con
todo y el recipiente de bambú.
Para algunas variedades de árboles, las plántulas permanecen
en la bandeja usada como semillero hasta el tamaño final, de
donde son arrancadas y luego sometidas al podado de las
raíces antes del plantado final a raiz desnuda. De este método
se pueden obtener tres tipos de posturas:
A.- Plántulas sin podar o con la parte superior del follaje
podado.
B.- Plántulas a las que se han quitado todas las hojas.
C.- Tocones de plántulas que han sido cortadas por el tronco.
El método escogido para la forma de crear las posturas en el
vivero dependerá de las características de resistencia a las
perturbaciones durante el trasplante que soporte la especie y
el grado de humedad en el terreno donde serán plantadas.
La utilización de posturas de raíz desnuda y estacas vivas
siempre tendrá menores costos de manipulación y trasporte
debido al peso y volumen que la siembra desde macetas, pero
su supervivencia será siempre menor.
Plantado final
En la práctica existen tres métodos mas generalizados para el
establecimiento de la plantación de acuerdo a las condiciones
existentes:
Plantado en coronas
Este método se puede usar en zonas de pastizales o malezas
que quieran convertirse en rodales arbóreos. Consiste en
labrar un círculo aclarado a machete o azadón (corona) dentro
del pastizal de aproximadamente 1 metro de diámetro en
cuyo centro se siembra la postura. Los desechos del aclarado
generalmente se dejan dentro de la corona. Si hay maleza
alta alrededor de la corona se poda para evitar el sombreado
excesivo de la plántula.
Las malas yerbas se controlan dentro de la corona a medida
de la necesidad con el uso del machete o el azadón, así como
también la altura de las malezas inter-coronas para mantener
el soleado de la plántula.
Cuando las plantas han alcanzado suficiente altura (unos dos
metros) y se han vuelto dominantes se suspende el
desyerbado excepto aquel que sea necesario para combatir
las enredaderas.
Este método es bastante efectivo pero tiene el inconveniente
de la utilización de abundante mano de obra.
Una variante más productiva de este método consiste en
practicar las coronas en campos de cultivo, aquí las coronas
son desyerbadas junto con las siembras hasta que el
crecimiento de los árboles sombreen demasiado el terreno
como para proseguir con el cultivo. Una vez establecida la
plantación se escoge un nuevo lugar para repetir el proceso.
Plantado bajo cubierta
Este método es efectivo para sustituir rodales de arbustos o
árboles de poco valor por plantaciones de los árboles
deseados y consiste en la siembra de las posturas hasta su
establecimiento bajo la cubierta arbórea aclarada si es muy
densa, luego se va suprimiendo el estrato superior en
diferentes etapas de aclareo para mantener el soleado
adecuado de las plántulas sembradas. El rodal natural puede
aprovecharse, si es rentable, en los diferentes cortes, o puede
envenenarse o anillarse (pelar una parte del tronco) para
producir su muerte en caso contrario.
La especie plantada debe tener cierta tolerancia a la sombra y
el aclareo no puede descuidarse.
Plantado en linea
Este método, adecuado para especies poco tolerantes, se usa
para sustituir un bosque de bajo valor con la especie
escogida. Consiste en hacer unas trochas desmontadas y
paralelas de entre 2 y 5 metros de ancho dentro del bosque
original, separadas entre ellas unos 10- 20 metros según el
porte de los futuros árboles.
En estas trochas se limpian y labran coronas a una distancia
de unos 3 metros donde se siembran las posturas.
A medida que la plantación crece, el rodal circundante se va
eliminando reteniendo cualquier árbol de valor presente, el
resultado final será un rodal mixto constituido por una mezcla
árboles plantados y árboles de gran valor regenerados de
manera natural.
3.2 Cultivando un jardín.
a jardinería es una práctica a la que los seres humanos
hemos recurrido desde hace milenios (las primeras evidencias
de ‘horticultura ornamental’ datan del 1500 a. C.). En diversas
culturas alrededor del mundo, y a lo largo de la historia, la
jardinería ha desempeñado un significativo rol
sociocultural, e incluso a través de ella se ha dado vida a
algunas de las más exquisitas manifestaciones culturales.
Pero, ¿qué hay de los efectos psicológicos y
emocionales en torno a esta práctica?
Un creciente número de estudios coinciden en señalar que
cultivar un jardín implica beneficios sustanciales para nuestra
salud física y mental. A continuación, mencionaré algunas
de las bondades comprobadas de esta actividad, con la
esperanza de recordarnos que al cultivar un jardín también
nos cultivamos, innegablemente, a nosotros mismos.
Investigadores de la Universidad de Texas
entrevistaron a 298 personas mayores, solicitándoles que
determinaran sus niveles de gozo y optimismo. Al analizar los
datos en busca de patrones o indicadores constantes, notaron
que aquellas personas que practicaban recurrentemente las
‘artes del jardín’ manifestaban significativamente una mayor
satisfacción con sus vidas (lo cual nos lleva a proponer: más
jardinería y menos Prozac).
Un estudio realizado en 2011 en Holanda, citado en un
artículo de CNN Health, determinó que con sólo media
hora dedicada a cultivar un jardín puedes reducir
significativamente tus niveles de cortisol (la hormona
producida por el estrés). Por otro lado, se ha asociado esta
práctica con un modelo de meditación activa (lo cual nos
remite a la exquisitez de los jardineros zen).
En el mismo artículo se cita otra investigación en la que,
continuando con esta línea, un grupo de investigadores
noruegos creó un grupo piloto con individuos a quienes se les
había diagnosticado depresión, problemas constantes en su
estado de ánimo o desorden bipolar. Los pacientes
participaron durante 3 meses en un taller de jardinería que
incluía 6 horas semanales de esta práctica. Al terminar el
taller, la mitad de los participantes reportó
importantes mejorías, tendencia que continuó durante los
siguientes 3 meses.
Los efectos positivos de la jardinería para nuestra mente y
nuestro cuerpo –aparentemente 45 minutos de trabajar en
el jardín te permiten quemar las mismas calorías que
30 minutos de ejercicio aeróbico– han motivado la
creación de “terapias horticulturales”, corriente que desde
hace al menos 4 décadas ha venido perfeccionándose y hoy
arroja loables resultados para sus practicantes.
Vale la pena aclarar que la jardinería no sólo nos reconecta
con el estado primario –gracias a acciones como meter las
manos en la tierra, contemplar el desdoblamiento de los
ritmos naturales y afinar nuestra sensorialidad por medio de
estímulos aromáticos o táctiles– sino que también conlleva
una experiencia altamente estética, la cual demanda
sutileza, creatividad y mucha paciencia. En pocas
palabras, al hablar de jardinería estamos describiendo una
actividad que, como pocas otras, se relaciona con un
micromundo repleto de virtudes: contemplación, creatividad,
templanza, inspiración y, por qué no, autonomía.
3.3 Elaboración de composta.
Para elaborar una composta es necesaria la utilización de
compuestos de origen orgánico, los cuales podemos enlistar
como sigue: Desechos Vegetales: hojas secas, chapón,
desperdicio de podas, lirio acuático, vegetación que se
acumula a la orilla de los ríos, desperdicios de frutas de los
mercados de abastos, desperdicios de cocina de las casas,
desperdicios de cosechas, etc. Los desechos vegetales se
recomiendan que sean el ingrediente principal de la
composta, (de 50 a 70% en volumen), pero mientras más
variedad de materiales vegetales, mejor la diversidad y
asimilabilidad de los nutrientes.
Desechos vegetales de árboles: viruta, aserrín, cartón, corteza
de árboles que se obtienen en los aserraderos, etc. Por tener
una relación carbono/nitrógeno demasiado alto (hasta 200/1),
es recomendable solo en pequeñas cantidades, máximo un
10% del volumen y debe complementarse con materiales que
contengan una relación carbono/nitrógeno muy baja como
desechos de cultivos de leguminosas, harina de sangre,
harina de pescado o gallinaza. Abonos y orines de cualquier
especie, vacas, borregos, chivos, gallinas, conejos, etc. De
preferencia no utilizar defeques humanos, requiere de un
tratamiento térmico especial para asegurarse la inocuidad de
la composta y contienen sal en exceso.
También es necesario la utilización de tierra, aunque nunca en
más de un 10% del volumen total de la composta, ésta
permite la formación del complejo humus-arcilla. Se puede
utilizar también, cenizas volcánicas, también conocida como
arena de construcción, nuevamente no más de un 10%, así
como cenizas de cultivos, por ejemplo, de cachaza de caña.
En las zonas pesqueras, también es recomendable el uso de
desechos de pescado y huesos de pescados, así como huesos
de animales de rastro, los cuales deben pasar de preferencia
por un proceso de quemado en fogata. Estos huesos,
aportarán una gran cantidad de calcio y fósforo. Otro
componente probable, es la sangre seca de cualquier animal
como un aporte importante de nitrógeno. Otros ingredientes
que pueden contribuir a enriquecer la composta son la roca
fosfórica, la cal, carbón, melaza, etc.… Un componente
adicional que acelera el proceso de composteo, es el uso de
inoculante o esporas de los hongos que trabajan en el proceso
de descomposición. Una vez que se ha elaborado una
composta, puede utilizarse un poco de la misma composta
para inocular una nueva composta. Y, por último, un
componente indispensable, el agua, sin la cual no podrían
vivir todos los seres vivos que existen en la composta. Lo que
no se debe utilizar es vidrio, plástico, piedras, carne, metales,
químicos, malezas con semillas, etc. Algo es seguro, mientras
mayor sea la cantidad de ingredientes que se utilicen en la
composta, mayor será la diversidad de los nutrientes y en
este sentido mejor la composta.