Disipadores Sismicos en Edificaciones en Colombia PDF

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MATERIALIZACIÓN TECNOLÓGICA IV

DISIPADORES SÍSMICOS EN EDIFICACIONES EN COLOMBIA

ING. CARLOS ROSERO

ESTUDIANTE
NATALIA CAICEDO CASTRO

UNIVERSIDAD DE NARIÑO
FACULTAD DE ARTES
PROGRAMA DE ARQUITECTURA
SAN JUAN DE PASTO
02/04/20
DISIPADORES SÍSMICOS EN EDIFICACIONES EN COLOMBIA

Más del 85% de la población colombiana se localiza en zona de convergencia de


placas tectónicas, expuesta a una amenaza sísmica entre intermedia y alta. Es
sabido que el colapso de las construcciones durante y después de un sismo es la
mayor causa de víctimas, disturbios sociales y pérdidas económicas. De aquí que
es indispensable diseñar y construir las edificaciones para que resistan eventos
sísmicos grandes sin colapsar y eventos sísmicos recurrentes sin daños en la
estructura y daños mínimos o nulos en los elementos no estructurales.

El Gobierno controla la calidad de las edificaciones por medio de las Normas


Colombianas de Construcciones Sismo Resistentes. Las técnicas convencionales
estipuladas por la reglamentación actual para mitigar y controlar la respuesta de una
edificación ante un evento sísmico se basan en la combinación de resistencia,
rigidez y capacidad de disipación de energía en el rango inelástico de la estructura,
tomando como condición su ductilidad.

En otros países, las técnicas convencionales de disipación de energía se han


complementado con sistemas adicionales a los componentes estructurales de la
edificación, los cuales modifican las características dinámicas de la estructura,
controlando o disipando parte de la energía impuesta por el sismo. El uso de estas
técnicas de control de respuesta sísmica tiene como objetivo reducir la demanda
sísmica de la propia estructura controlando su deformación y, por lo tanto, su daño.
Debido a las ventajas que presenta esta metodología frente a la convencional y a la
necesidad inminente de difundir el conocimiento en el medio colombiano, se
considera de gran importancia realizar una revisión de los conceptos básicos de
funcionamiento de estas técnicas.

Modelo matemático

Se utiliza un modelo matemático basado en la mecánica newtoniana. Toda


estructura responde dinámicamente ante la acción de cargas o deformaciones,
generando fuerzas inerciales iguales a su masa por la aceleración. Para cargas o
deformaciones aplicadas de una manera lenta, que es el caso de cargas muertas y
vivas no dinámicas, las fuerzas inerciales pueden despreciarse, lo que hace posible
un análisis estático de la estructura. Esta simplificación no es válida cuando la
estructura se somete a cargas dinámicas o deformaciones rápidas como las
causadas por viento, sismo, y vivas, dinámicas o con impacto, casos en los cuales
las fuerzas inerciales no son despreciables y se hace necesario un análisis
dinámico.
Sistema de un grado de libertad
El modelo consta de una masa concentrada m
soportada por un elemento de rigidez k, con un
coeficiente de amortiguamiento viscoso c propio
del sistema. El sistema se somete a una carga
sísmica caracterizada por un desplazamiento del
suelo xg(t) y una carga P(t) que puede ser o no
dependiente del tiempo. La respuesta del sistema
consiste en determinar el desplazamiento de la
masa en cualquier instante con respecto a su
posición inicial general, xt(t). Este parámetro se
calcula en función del desplazamiento del terreno y del desplazamiento de la masa
con respecto a su base:

Para estas condiciones, la ecuación de equilibrio dinámico se escribe como:

Donde:
m representa la fuerza inercial de la masa de la edificación.
c es el amortiguamiento inherente del sistema.
kx es la fuerza elástica del sistema.

Técnicas de control de respuesta sísmica en el balance de energía

Las técnicas de control de respuesta sísmica, tanto las convencionales como las
novedosas, tienen como objetivo aumentar la participación de los términos ESp,
energía disipada por histéresis propia de la estructura, y Ep, energía disipada por
dispositivos adicionales. Debido al balance de energía, en la medida en que se
aumente el término Ep, la disipación de energía por histéresis de la estructura
disminuye y la participación de los componentes estructurales es menor, el nivel de
daño en la estructura se reduce y se concentra en los dispositivos adicionales, que
son elementos totalmente identificados y fáciles de reemplazar.

Otra forma de disminuir la disipación de energía por histéresis de la estructura,


término ESp, consiste en modificar la energía de entrada al sistema, término E1.
Algunos sistemas de control de respuesta sísmica trabajan en este aspecto y se
conocen con el término de aislamiento basal.
Clasificación de las técnicas de control de respuesta sísmica

Las técnicas de control de respuesta sísmica se pueden clasificar según la forma


como el sistema maneja la energía impuesta por el sismo, su absorción y disipación.
Se conocen como sistemas de disipación de energía aquellos que aportan al
término Ep en el balance de energía y se conocen como sistemas aisladores los
que se enfocan a disminuir la energía de entrada al sistema estructural, término EI.

1. Sistemas de aislamiento sísmico

En el sistema de aislamiento sísmico en


la base se instalan dispositivos,
generalmente en el nivel más bajo del
edificio, con el fin de que absorban, de
forma parcial, la energía impuesta por el
sismo antes de que sea transmitida a la
superestructura. Entre los dispositivos
empleados en la técnica de aislamiento
sísmico en la base se cuenta con los aisladores flexibles y los aisladores de
fricción deslizantes o basculantes, combinados con amortiguadores.

El trabajo de esta combinación de los aisladores como elementos flexibles


que trabajan en el rango elástico y los amortiguadores como elementos
rígidos con comportamiento elasto-plástico hace que la energía sísmica se
atenúe, antes de ser transmitida a la superestructura, haciendo que la
energía total, para balancear por amortiguamiento propio del sistema,
energía elástica y energía cinética sea menor.

Aislador de caucho natural

Aislador de fricción

Amortiguadores metálicos
2. Sistemas de efecto de masa

Consiste en adicionar una masa al


edificio para que vibre con la misma
frecuencia natural de vibración de la
estructura. "Si la frecuencia del
absorbedor adherido a la estructura
coincide con la frecuencia de
excitación, entonces la masa del
sistema principal permanece quieta, y el absorbedor genera en todo instante
sobre la estructura fuerzas iguales y contrarias a la excitación" (Frahm,
1909).

En los disipadores de masa sincronizada, la masa se adhiere a la estructura


por medio de resortes y amortiguadores que inducen fuerzas contrarias a la
excitación, reduciendo los movimientos y desplazamientos impuestos por el
sismo.

3. Sistemas de control pasivo con disipación de energía

Los sistemas de control pasivo con disipación


de energía se clasifican en cuatro categorías:
histeréticos, de fluidos, viscoelásticos y de
fricción. Por lo general, se instalan en riostras
diagonales dentro de los pórticos de la
estructura o como complemento al sistema de
aislamiento sísmico en la base, entre la fundación y la plataforma de
aislamiento.

Los disipadores metálicos, histeréticos, basados en deformación plástica,


debido a su homogeneidad, se convierten en un tipo de disipador de fácil
caracterización mecánica. Algunos de los disipadores metálicos de acero
usados en el mundo son las placas a flexión, los amortiguadores torsionales
de barras, los anillos amortiguadores de fluencia y las riostras metálicas.
Otra clase de disipador histerético la forman las riostras metálicas,
constituidas por un elemento rigidizador que contiene un dispositivo disipador
compuesto por un núcleo de acero, restringido lateralmente al pandeo por
medio de un material de confinamiento, y un tubo metálico externo. El núcleo
de acero soporta las fuerzas transmitidas por la riostra, dándose la disipación
de energía por fluencia, al verse sometido ya sea a efectos de flexión,
cortante o deformación axial, dependiendo de la forma geométrica de la
riostra y de su instalación en los pórticos.

Los disipadores viscoelásticos no sólo se han utilizado contra los sismos, sino
también para el control de vibraciones inducidas por viento. Los materiales
viscoelásticos son generalmente polímeros que, al ser deformados por
cortante, ofrecen capacidad de disipación de energía. Se muestra el
esquema de estos dispositivos en los que la disipación tiene lugar cuando
existe desplazamiento relativo entre las placas de acero externas y el material
viscoelástico interno.

Los disipadores de fluidos viscosos se basan en la respuesta elástica de un


líquido viscoso. Uno de los amortiguadores viscosos de mayor uso es el
dispositivo compuesto por un pistón inmerso en un fluido viscoelástico. Al
generarse un desplazamiento interno del pistón, el fluido es forzado a pasar
por un grupo de pequeños orificios, lo que da como resultado disipación de
energía. Este dispositivo es muy eficiente, puesto que cubre un amplio rango
de frecuencias, así que sirve para un mayor rango de sismos.
Los disipadores de fricción trabajan por la fricción generada entre dos
miembros mientras uno desliza contra el otro, disipando la energía sísmica
por calor. El diseñador debe conocer el nivel de fuerza exacto en que se
rompe la estática y comienza el deslizamiento entre las dos placas, tanto para
sismos pequeños como para grandes.

4. Sistema de control activo e híbrido

En los sistemas de control activo,


se utilizan dispositivos que
responden según las
solicitaciones impuestas por el
sismo, activándose por medio de
una fuente externa de energía.
Entre los dispositivos utilizados
en esta técnica se cuenta con
sistemas de efecto de masa y
sistemas de control pasivo de disipación de energía.

Influencia de los dispositivos de control pasivo en una estructura

Oviedo y Kitamura (2005) muestran la influencia del uso


de las riostras metálicas como disipadores en un
modelo analítico inelástico correspondiente a una
edificación de pórticos de hormigón armado, diseñada y
construida en Colombia.

Para este estudio se consideraron las riostras como


parte integral de la estructura, por lo tanto su
participación en la ecuación de energía está dada
dentro del término ES, el cual a su vez contiene los
términos ESs, energía elástica del sistema, y ESp,
energía disipada por efectos histeréticos de
deformación plástica y daño de los elementos estructurales y, en este caso, de las
riostras como parte de la estructura.

En las siguientes figuras se grafica la energía total del sistema como una suma de
energías en función del tiempo de respuesta del edificio.

Comparando las figuras se aprecia la contribución de las riostras en la disipación de


energía. En el modelo con riostras, el término Es muestra una mayor participación
dentro de la respuesta global de la estructura. En ambos modelos se analiza el
mismo edificio, por lo tanto, la diferencia en el término Es se debe a la acción de las
riostras que dan protección a los elementos de la estructura. Se observa que,
aunque en el edificio con riostras la energía de entrada es mayor, la energía cinética
decrece con mayor rapidez que en el edificio sin riostras, la energía de
amortiguamiento inherente y la energía elástica y plástica de la estructura se
conservan y la diferencia de energía es asumida por la disipación en las riostras.

En este modelo son evidentes las ventajas del uso de los dispositivos
disipadores de energía en edificaciones. Algunas de ellas son:

• Reducción de la demanda sísmica en la estructura principal


• Concentración del daño en puntos y elementos identificados
• Fáciles de sustituir después de un evento sísmico significativo
• Aumento de la rigidez de la edificación, lo que trae consigo la protección a
los elementos no estructurales como muros y acabados.

Modelos analíticos

El concepto moderno de diseño dice que "para que una estructura esté bien
diseñada, debe tener un número limitado de miembros que requieren ductilidad y el
mecanismo de falla debe estar claramente definido" (Wilson, 2000).
De acuerdo con esto, para el diseño de edificaciones que utilicen sistemas de
control de respuesta sísmica no convencionales debe contarse con un modelo de
análisis que tenga en cuenta la respuesta dinámica inelástica, con el tiempo, del
sistema estructural, compuesto por disipadores y estructura; de esta manera el
mecanismo de falla queda claramente definido.

Se debe tener control sobre el momento en que empiezan a actuar los dispositivos,
ya sea que estos trabajen en forma proporcional a la velocidad o al desplazamiento
de la estructura, y la forma en que va respondiendo la edificación a lo largo del
sismo.

Compendio sobre los sistemas de control sísmico

La comprensión del concepto físico de conservación de energía es básica para el


planteamiento de innovaciones en cualquier sistema estructural. Los tres tipos de
elementos que forman los sistemas vibratorios son: elementos de inercia, que
almacenan y liberan energía cinética y están asociados con la aceleración del
sistema; elementos de rigidez, que almacenan y liberan energía potencial y están
asociados con la deformación o desplazamientos; y elementos de disipación, que
representan la pérdida de energía en el sistema y están asociados con la velocidad
y desplazamiento. La energía de respuesta de estos elementos iguala la energía
externa provocada por una excitación del sistema por fuerzas y momentos externos,
o por alteraciones externas provenientes de desplazamientos iniciales prescritos o
de velocidades iniciales.

Los sistemas de control de respuesta sísmica trabajan la disipación de energía por


medio de amortiguamiento viscoso, fricción seca, fricción interna en los materiales,
calor, sonido, amortiguamiento material o sólido o histerético, o amortiguamiento de
fluido, y disminución de la energía de excitación con aisladores.

Una de las recomendaciones para un buen diseño estructural consiste en minimizar


la energía mecánica en la estructura, que se compone de la energía cinética y la
energía potencial o de deformación. Para una estructura completamente rígida, la
energía cinética es máxima y la energía potencial o deformación es cero. Por otro
lado, para un sistema ideal, completamente aislado en la base, se tendrá cero de
energía cinética y cero de energía potencial o de deformación. Si la energía de
deformación es cero, la estructura no tendría forma de fallar (Wilson, 2000). Con
este razonamiento simple, se confirma la validez del uso de los sistemas de control
de respuesta sísmica en el diseño de edificaciones.
Ventajas

• reducción de fuerzas cortantes, aceleraciones y derivas en cada nivel


• reducción de daños en elementos estructurales y no estructurales
• espacios más grandes y limpios, implementación y uso de nuevos materiales
para elementos no estructurales, confort y seguridad a los usuarios.

Conclusiones

El uso de los sistemas no convencionales de control de respuesta sísmica es cada


vez más común en el mundo y constituye una técnica imprescindible en las
edificaciones modernas.

Aunque la implantación de estas técnicas puede implicar un costo inicial mayor, el


beneficio y la economía se cumplen en el momento de un sismo. La estructura
complementada con un sistema de control de respuesta sísmica no sufrirá los daños
que sufre una estructura convencional, en la que el costo de la rehabilitación es
excesivamente alto o, en el peor de los casos, su demolición es inevitable.
Considerando el gran número de edificios en el mundo que han sido construidos
utilizando estas técnicas, se puede concluir que se está frente a una tecnología del
presente y del futuro, que no puede dejarse pasar de largo.

Algunos de estos dispositivos son fáciles de construir y se podría implementar su


tecnología en el país, sin embargo, se debe tener cuidado a la hora de caracterizar
sus propiedades dinámicas y mecánicas, indispensables para llevar a cabo un
diseño estructural seguro. Esta caracterización implica la realización de ensayos de
los dispositivos y de las edificaciones con los dispositivos para tener criterios
confiables para el diseño.

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