La Ordenación de La Mujer, ¿Si o No, Pr. Esteban Borh
La Ordenación de La Mujer, ¿Si o No, Pr. Esteban Borh
La Ordenación de La Mujer, ¿Si o No, Pr. Esteban Borh
U N SEALED
LA ORDENACION OE LA MUJER ¿Si o V a ?
Derechos reservados © 2015 Secrets Unsealed
559-264-2300
ISBN 978-1-63452-761-3
DE¿SíLAoMUJER
A Jo?
Prefacio (viene de la contratapa)
Jerry A . Stevens
Ex editor, A d v e n t is t s A ff ir m
A utor, V ic a r iu s F ilii D e i
Fairfield Giade, Tennessee
Introducción
Por su parte, la Unión del Sur, aunque a favor de la idea de ordenar a las
mujeres, emitió una declaración oficial de que hará tal cosa únicamente
cuando la iglesia mundial la autorice en un congreso quinquenal. En las
palabras exactas de la declaración: “ Esto lo haremos solo en armonía con
la Iglesia Adventista del Séptimo Día mundial, según las acciones
tomadas durante una sesión de negocios del Congreso de la Asociación
General” (29 de marzo, 2012).
Un poco de historia
Quizá venga bien hacer un poco de historia. Como muchos conocen, la
División Norteamericana (de aquí en adelante D N A ) elevó un pedido a
favor de la ordenación de la mujer a dos Congresos de la Asociación
General (Indianápolis en L990, y Utretch, L995). Ambas veces la moción
fue derrotada con un amplio margen de votos (1.173 a 377 en
Indianápolis, y 1481 a 673 en Utretcht). Muchos delegados de la D N A
quedaron molestos con estas negaciones. Y o asistí personalmente al
Congreso de la Asociación General de Indianápolis y escuché a alguien
en el pasillo que decía que Norteamérica debía quitarles ios subsidios
financieros al campo mundial en venganza. Escuché a un delegado que
dijo; “ Si quieren nuestro dinero, que apoyen nuestra agenda” .
Cinco años más tarde en Utretcht, dos teólogos de primer nivel, el Dr. P.
Gerard Damsteegt (en contra), y el Dr. Raoul Dederen (a favor)
presentaron las dos posiciones de la controversia, y el pedido de la
División Norteamericana fue firmemente rechazado de nuevo. Yo creo
que la D N A advirtió en ese momento que era inútil llevar el asunto a otro
Congreso de la Asociación General, porque la Iglesia Adventista del
Séptimo Día estaba creciendo con mucha fuerza en los países en
desarrollo, y seguramente la moción sería rechazada otra vez. La
respuesta de algunas Asociaciones en ia D N A fue ignorar el voto de ia
iglesia mundial y ordenar de todas maneras a mujeres como pastoras,
aunque sin concederles credenciales ministeriales.
£1 cambio a la póliza E 60
E 60 Presidente de Asociación/Misión
E 60 Presidente de Asociación/Misión
“ Dado que el presidente de una Asociación/Misión dirige el ministerio en
la Asociación/Misión y es el pastor principal, o supervisor de todas las
iglesias, debe ser un ministro ordenado/comisionado” .
El cambio de póliza ahora hacía posible que las mujeres pudieran ser
presidentes de Asociación, una función que previamente pertenecía
únicamente a pastores ordenados con una credencial ministerial. El
Comité Ejecutivo de la DN A reafirmó este cambio en 2010 y 2011.
Vale la pena notar que la Unión no cita esta sesión para decidir si debe
ordenar a las mujeres. El documento revela de varias maneras que el
resultado deseado de !a sesión ya se ha decidido. El título del documento
no dice que los electores decidirán si se lian de ordenar a las mujeres.
Afirma claramente que tiene la intención de aprobar la ordenación de la
mujer.
¿Por qué existe esta nueva presión en algunos círculos de la iglesia para
ordenar a las mujeres al ministerio evangélico? ¿Se debent a un mandato
de la Biblia o el Espíritu de Profecía o la razón se encuentra en otro
lugar? Los proponentes de la ordenación dicen que se trata de un asunto
de ministerio, igualdad y habilidad o capacidad. Pero ¿será así? ¿Será
que los que se oponen a la ordenación de la mujer como pastor
simplemente son de mente cerrada, gente prejuiciosa y divisiva? ¿Será
que en realidad se oponen a las mujeres en el ministerio? ¿Creerán en
realidad que las mujeres son inferiores a los hombres y que tienen
habilidades o capacidades inferiores que les impedirían servir como
pastores ordenados?
No hace falta decir que tanto los hombres como las mujeres debieran
ministraro servir a Cristo y para Cristo, Así que el asunto fundamental
no es si las mujeres deben participar en ministerio. Los proponentes de ia
ordenación de la mujer han creado un magnífico “ hombre de paja” . Su
argumento es más o menos esto: “ Si usted no cree que las mujeres deben
ser ordenadas como pastores y recibir una credencial ministerial,
entonces usted no cree que las mujeres debieran participar en el
ministerio” .
“ Oye, Jesús. Estás dejando que María se siente con todos estos
hombres, mientras yo trabajo en la cocina. ¿No podrías ordenarle que
regrese a la cocina conmigo?
• Por lo tamo las mujeres tienen el mismo rol que los hombres en el
ministerio, y deben ser ordenadas y recibir una credencial ministerial.
¿Existe una gigantesca brecha en la lógica del pastar, o será que no capté
algo? Es claro que la conclusión no sigue lógicamente las premisas
mayores o menores. La única conclusión lógica que puede derivarse de
las premisas mayores y menores del predicador es que “ las mujeres
debieran ministrar [servir] a Jesús” .
Pareciera que para este pastor el tema detrás del relato del ungimiento no
es el ministerio, sino la ordenación al ministerio evangélico. El
simplemente utilizó la historia del ministerio de María en favor de Jesús
como un trampolín para abogar por la ordenación de la mujer al
ministerio. En su opinión, la Iglesia Adventista del Séptimo Día les
prohíbe a las mujeres que sirvan en el ministerio al negarles la
ordenación. La pregunta que debe hacerse es esta: Si Jesús, como el
pastor sugiere, se oponía a las costumbres de sus días y deseaba incluir a
las mujeres en el ministerio, por qué seleccionó u ordenó a doce hombres
como apóstoles para que fueran los fundadores de la iglesia evangélica?
¿Por qué no escogió por lo menos a una de las mujeres que le servían?
LPor qué no elegir a María? ¡El caso es que ella le sirvió (le ministró) en
tanto que sus discípulos varones se comportaban como viejos gruñones!
“ Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que
hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a
Dios? Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios,
diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios
arrepentimiento para vida!” (Hech. 11:17, 18).
• Dios quitó la barrera entre los judíos y los gentiles al darles a los
gentiles salvación y el mismo don del Espíritu Santo que había dado a los
judíos.
Vez tras vez en este capítulo Elena White subraya que el tema en Hechos
10 y 11 era el acceso a la salvación y al don del Espíritu Santo,
disponible para Los gentiles como para los judíos. En ningún momento
ella extiende el principio para enseñar que debido a que tanto los
hombres como las mujeres reciben el don del Espíritu Santo, ambos
debieran jugar los mismos papeles en la iglesia. Nuevamente se distingue
la falacia del argumento del predicador. El dice básicamente que si los
hombres y las mujeres reciben el mismo Espíritu, entonces sus funciones
en la iglesia debían ser las mismas. Su análisis es acertado a meditts. Es
cierto que los dones de la salvación y el Espíritu Santo son dados a todos
(hombres y mujeres, judíos y gentiles, esclavos y libres) los que están
verdaderamente convertidos a Jesús; pero esto no significa que porque
todos tengan el mismo don, todos tengan el mismo llamamiento y
función en la iglesia.
El predicador entonces sugiere que la lluvia tardía no caerá hasta que las
mujeres sean ordenadas al ministerio evangélico. En una frase capciosa
declara; “ El muro tiene que caer antes que el Espíritu pueda descender” .
Esto ignora el hecho de que Pedro y los apóstoles recibieron la plenitud
del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés varios años antes de la
historia de Hechos 10 y 11. ¿Tuvo Dios que esperar que el muro de
división entre los judíos y los gentiles cayera para el Espíritu pudiera
descender en “ ricas corrientes” sobre los discípulos en el Día de
Pentecostés? La verdad es que la plenitud del Espíritu descendió sobre
los apóstoles varios años antes que cayera el muro entre los judíos y los
gentiles.
La pura verdad es que Jesús fue en contra de las costumbres de sus días
en la manera en que trataba a todos los marginados por la sociedad: los
niños, los samaritanos, los gentiles, los publicanos, los pecadores, las
prostitutas, los pródigos, los leprosos, etc. ¿Será que el trato
revolucionario de Jesús hacia estas personas estaba apuntando a su
ordenación? ¡Responder afirmativamente a esta pregunta es totalmente
absurdo! El hecho es que Jesús actuaba de un modo revolucionario en la
manera en que trataba a la gente en general. ¡Cuando él trataba a las
mujeres con la dignidad y el respeto que merecen ni le asomaba a la
mente la idea de la ordenación!
Cuando Leo estos pasajes en los escritos de Pablo tengo que preguntarme:
¿Acaso el apóstol Pablo no recibió el mensaje de Pedro de que “la
exclusividad establecida por la costumbre de la época” había sido
abandonada, y que ahora tanto los hombres jóvenes como las mujeres
jóvenes debían ser ordenados al ministerio sin importar su sexo?
En cuanto al requisito de que tengan hijos, ¡no es mala idea! Así era
cuando yo vivía de niño en Latinoamérica. Y todavía hay algunas
iglesias t]ue hasta el día de hoy no ordenan a ancianos sin hijos, porque
en su opinión (basada en los pasajes de Pablo), cuando un hombre dirige
bien su propia casa, da evidencia de que está calificado para ser un buen
dirigente de la casa de Dios, la iglesia.
No es un asunto de habilidad
En tercer lugar, el conflicto no gira en torno de la habilidad o capacidad
para cumplir una función. Y o creo que algunas mujeres que podrían
ejercer el trabajo ministerial tan bien (y en algunos casos mejor) que los
hombres que han sido ordenados como pastores.
“ El Señor tiene una obra para las mujeres así como para los hombres.
Ellas pueden ocupar sus lugares en la obra del Señor en esta crisis, y él
puede obrar por su medio. Si están imbuidas del sentido de su deber, y
trabajan bajo la influencia del Espíritu Santo, tendrán justamente el
dominio propio que se necesita para este tiempo. El Salvador reflejará,
sobre estas mujeres abnegadas, la luz de su rostro, y Ies dará un poder
que exceda al de ios hombres. Ellas pueden hacer en el seno de las
familias una obra que los hombres no pueden realizar, una obra que
alcanza hasta la vida íntima. Pueden llegar cerca de los corazones de las
personas a quienes los hombres no pueden alcanzar. Se necesita su
trabajo” (El evangelisnw, p. 340).
El caso de China
Un historia sorprendente
Creo que hay un relato bíblico que ilustra lo que está ocurriendo en el
presente en nuestra iglesia respecto de la ordenación de la mujer, y no es
un incidente hermoso. Se trata del recuento de la rebelión de Coré.
Coré no estaba satisfecho con ser un levita coatita. ¡Él quería ser
sacerdote! Él aspiraba a lo que él consideraba nna posición más elevada
de autoridad. En esencia, aspiraba a un cargo en el ministerio para el cual
Dios no lo había Mamado. Tenía una pasión absorbente y un impulso
implacable para llegar a ser un sacerdote, ¡y estaba dispuesto a salirse
con la suya sin importar qué o quién se interponía en su camino!
“ Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob,
y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las
naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra” (Isaías
49:6, referente a los aspectos mes ¡añicos y generales).
Un acto de rebelión
Con todo respeto, deseo declarar que yo creo que las decisiones tomadas
por la Unión Central (Mid-America), la Unión del Pacífico, la Unión de
Columbia y la Asociación del Sureste de California (entre otros) son un
acto de rebelión contra la iglesia mundial. La iglesia mundial claramente
ha negado el pedido de ordenar a pastoras ai ministerio y otorgarles
credencial ministerial en dos Congresos de la Asociación General. Elena
de White claramente nos advirtió que cuando los delegados de la iglesia
mundial se reúnen para votar sobre un asunto, la decisión debe ser
respetada por todos:
Las decisiones tomadas por las Asociaciones locales y las Uniones contra
la voluntad de la iglesia mundial abren de par en par las puertas hacia el
congregae ional ¡sitio y ponen en peligro la unidad de la iglesia mundial.
¡Esto es precisamente lo que Satanás desea!
Quizá usted piense: “ Pastor Bohr, usted está imaginando cosas. Ninguna
entidad denominacional votaría jamás para ordenar a un pastor
homosexual que se encuentre en una relación matrimonial con otra
persona del mismo sexo” . A esto respondo que ya hay individuos en la
iglesia que abogan precisamente por esto.
“ Creemos que el mismo Jesús que dijo que ‘el sábado fue hecho para el
hombre, y no el hombre para el sábado’ hoy día diría respecto de este
asunto, ‘el matrimonio fue hecho para los seres humanos, no los seres
humanos para el matrimonio’ . Creemos que Dios quiere que los
homosexuales, al igual que los heterosexuales, disfruten las múltiples
bendiciones de una relación monógama comprometida— el
compañerismo, el apoyo mutuo, una comprensión mayor del amor de
Dios, y la intimidad emocional y sexual— necesidades que él colocó en
todos nosotros cuando nos creó” .
Recomendaciones prácticas
Hay varios mitos que htm sido divulgados por los proponentes de la
ordenación de la mujer. Entre éstos se encuentran:
Un Comunicado de la
Asociación General
en Dos Partes
Apelación ü la Unidad
S E C R E T S
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