La Ordenación de La Mujer, ¿Si o No, Pr. Esteban Borh

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SECRETS ¿9 * '

U N SEALED
LA ORDENACION OE LA MUJER ¿Si o V a ?
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Fresno, California 93727

559-264-2300

888-738-1412 (solo para llamadas dentro de E E . UU.)

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Las citas bíblicas provienen de la versión Reina-Valera 1960, a menos


que se indique lo contrario.

Diseño de la tapa; Jennifer Arruda, Intelligent Design, Ltd.

Diseño del interior: Greg Solie, Altamont Graphics

ISBN 978-1-63452-761-3

Note: Para facilitarla identificación de referencias clave, se ha utilizado


la negrita en lugar de la cursiva. Este énfasis es obra del autor y la única
excepción está marcada claramente en el texto.
LA ORDENACION

DE¿SíLAoMUJER
A Jo?
Prefacio (viene de la contratapa)

El libro que tiene en sus manos no es escandaloso ni machista. Por lo


contrario, es el producto de una investigación cuidadosa y esmerada,
combinada por una delineation de los hechos respecto dei tema total de
la ordenación de la mujer al ministerio evangélico. Aunque el tópico sin
duda despierta emociones, la apelación del ensayo del pastor Esteban
Bohr es producto de un razonamiento mesurado y de alto nivel.

Cuando se le pida a usted que exprese su opinión, ojalá tenga el valor de


un miembro del pueblo remanente: hombres y mujeres que no sean
comprados ni vendidos, que en lo más recóndito de su alma son veraces
y honestos, que no teman llamar al pecado por su nombre, que se
pondrán de parte del bien aunque se desplomen los cielos (ver Elena G .
de White, La educación, p. 54). Alabado sea Dios por hombres y mujeres
como estos: ¡hombres y mujeres como usted! Sin peros ni ambages deseo
colocarme con el pastor Bohr y usted de parte del valor santificado.

Jerry A . Stevens
Ex editor, A d v e n t is t s A ff ir m
A utor, V ic a r iu s F ilii D e i
Fairfield Giade, Tennessee

Introducción

El tema de la ordenación de ¡a mujer, que parecía estar en cuidado


intensivo durante ios últimos años, ha brotado una vez más a la
superficie, y ¡con más fuerza que nunca! En los últimos meses por lo
menos tres Comités Ejecutivos a nivel de Unión y uno a nivel de
Asociación han votado para autorizar la ordenación de mujeres pastoras
y otorgarles credenciales ministeriales, sujeto a la aprobación de
reuniones plenarias (la Unión Central [Mid-America], la Unión del
Pacífico, la Unión de Columbia y la Asociación del Sureste de
California), A pesar de varias apelaciones recientes de la Asociación
General a que no actuasen independientemente, la Unión de Columbia el
29 de julio, 2012, votó unánimemente para autorizar la ordenación “ sin
consideración de género” . Esto se hizo en la misma presencia del pastor
Ted N. C . Wilson, presidente de la Asociación General, quien apeló a los
delegados a que abandonaran la moción, y predijo que de lo contrario, un
movimiento unilateral tal “conducirá a la fragmentación y desunión entre
colegas” . También advirtió a los asambleístas que habría “ muchas
consecuencias graves” si votaban “ afirmativamente” .

Por su parte, la Unión del Sur, aunque a favor de la idea de ordenar a las
mujeres, emitió una declaración oficial de que hará tal cosa únicamente
cuando la iglesia mundial la autorice en un congreso quinquenal. En las
palabras exactas de la declaración: “ Esto lo haremos solo en armonía con
la Iglesia Adventista del Séptimo Día mundial, según las acciones
tomadas durante una sesión de negocios del Congreso de la Asociación
General” (29 de marzo, 2012).

Después de muchos años de estudio y discusión sobre este tema, no hay


nada nuevo a descubrirse. Personalmente he leído una gran cantidad de
libros y artículos, algunos a favor y otros en contra. Se han tenido
reuniones, se han escrito libros, se han tomado votos; y me pregunto
seriamente si habrá alguna luz nueva sobre este tema en la Biblia o el
Espíritu de Profecía. La evidencia ha sido examinada y reexaminada,
cocinada y recocinada. La amplia mayoría de los delegados a dos
Congresos de la Asociación General (en Indianapolis y Utretcht) han
rechazado la ordenación de la mujer al ministerio, pero el tema no parece
morir.

Pero aunque no hay argumentos teológicos nuevos, los proponentes de la


ordenación de la mujer están proponiendo métodos nuevos para aprobar
la ordenación de la mujer en algunos círculos denominacionales, en
oposición a los votos convincentes a su contra de parte de la iglesia
mundial.

Un poco de historia
Quizá venga bien hacer un poco de historia. Como muchos conocen, la
División Norteamericana (de aquí en adelante D N A ) elevó un pedido a
favor de la ordenación de la mujer a dos Congresos de la Asociación
General (Indianápolis en L990, y Utretch, L995). Ambas veces la moción
fue derrotada con un amplio margen de votos (1.173 a 377 en
Indianápolis, y 1481 a 673 en Utretcht). Muchos delegados de la D N A
quedaron molestos con estas negaciones. Y o asistí personalmente al
Congreso de la Asociación General de Indianápolis y escuché a alguien
en el pasillo que decía que Norteamérica debía quitarles ios subsidios
financieros al campo mundial en venganza. Escuché a un delegado que
dijo; “ Si quieren nuestro dinero, que apoyen nuestra agenda” .

Cinco años más tarde en Utretcht, dos teólogos de primer nivel, el Dr. P.
Gerard Damsteegt (en contra), y el Dr. Raoul Dederen (a favor)
presentaron las dos posiciones de la controversia, y el pedido de la
División Norteamericana fue firmemente rechazado de nuevo. Yo creo
que la D N A advirtió en ese momento que era inútil llevar el asunto a otro
Congreso de la Asociación General, porque la Iglesia Adventista del
Séptimo Día estaba creciendo con mucha fuerza en los países en
desarrollo, y seguramente la moción sería rechazada otra vez. La
respuesta de algunas Asociaciones en ia D N A fue ignorar el voto de ia
iglesia mundial y ordenar de todas maneras a mujeres como pastoras,
aunque sin concederles credenciales ministeriales.

£1 cambio a la póliza E 60

En 2009, el Comité Ejecutivo de la División Norteamericana votó


hacerle un cambio sutil pero importante ai libro de pólizas que
reglamenta el funcionamiento de la iglesia mundial. La póliza E 60
originalmente decía:

E 60 Presidente de Asociación/Misión

“ Dado que el presidente de una Asociación/Misión dirige el ministerio en


ia Asociación/Misión y es el pastor principal, o supervisor de todas las
iglesias, debe ser un ministro ordenado” .

El comité ejecutivo de la D N A cambió una sola palabra, pero el cambio


era muy significativo:

E 60 Presidente de Asociación/Misión
“ Dado que el presidente de una Asociación/Misión dirige el ministerio en
la Asociación/Misión y es el pastor principal, o supervisor de todas las
iglesias, debe ser un ministro ordenado/comisionado” .

El cambio de póliza ahora hacía posible que las mujeres pudieran ser
presidentes de Asociación, una función que previamente pertenecía
únicamente a pastores ordenados con una credencial ministerial. El
Comité Ejecutivo de la DN A reafirmó este cambio en 2010 y 2011.

Pero surgió un problema. La oficina legal de la Asociación General les


informó a los miembros de! Comité Ejecutivo el 3 de enero, 2012, que
ellos no tenían la autoridad legal para establecer pólizas en desacuerdo
con la Constitución Modelo de la Asociación General o el Libro de
Reglamentos de la Asociación General (CerteraI Conference Working
Policy), porque las Divisiones no tienen asambleas legales o distritos
electorales (constituencies). En efecto, cada División es parte de la
estructura déla Asociación General, y como tal sus electores son los
delegados de todo el campo mundial. En resumen, para poder hacer el
cambio, ¡la D N A necesitaba el apoyo del campo mundial!

Como resultado, la D N A se vio obligada a retractar el cambio. La


administración de la División aceptó la responsabilidad por no haber
investigado suficientemente las implicaciones constitucionales
relacionadas con su decisión. A l traer el asunto a la sala en 2010 y 2011,
lo habían hecho basados en la suposición de que la DNA tenía un
electorado separado y distinto del electorado de la Asociación General.
Desafortunadamente, estaban equivocados y pidieron disculpas por ei
descuido. Sin embargo, vale la pena notar que la disculpa no fue por la
intención de nombrar un presidente de Asociación del género femenino,
sin por no haber seguido la estipulación constitucional que les prohibía
hacer lo que hicieron.

El 6 de febrero, ei pastor Dan Jackson, presidente de la D N A , envió una


carta fechada el 31 de enero a sus electores explicándoles que la D N A no
tenía la autoridad para hacer el cambio efectuado desde 2009. Entre otras
cosas, el pastor Jackson hizo la siguiente declaración en su carta:

“ Refiriéndome específicamente a algunas de ias preocupaciones que se


nos han expresado en las discusiones recientes, afirmamos
vigorosamente c|ue ni la administración de la DNA ni el Comité
Ejecutivo de la D N A [N A D C O M por sus siglas en inglés] se han
‘rebelado’ contra voto alguno de la Asociación General, ni esa ha sido su
intención” .

Esta declaración es dudosa porque por el solo hecho de cambiar ia


fraseología, la D N A estaba intentando subrepticiamente eludir las
decisiones que la iglesia mundial había tomado en dos congresos de la
Asociación General.

En la segunda mitad de su carta, el pastor Jackson sugería que la DNA


podía aprender varias lecciones de esta experiencia, Uno no tiene que
leer entre líneas esta frase para entender que la D N A está determinada a
salirse con la suya en este asunto. Entre las estrategias futuras que el
pastor Jackson sugiere al electorado de la D N A se encuentra:

“También debemos desarrollar métodos intencionales de preparar y


apoyar a mujeres que puedan tomar cargos ejecutivos de liderazgo
dentro de nuestras Asociaciones” .

Una nueva estrategia

No tardó mucho tiempo para que estos métodos intencionales produjeran


fruto. Ahora que los proponentes de la ordenación de la mujer sabían que
no podrían lograr nada a nivel de División, decidieron ejercer sus
esfuerzos a nivel de Unión y Asociación. Los proponentes de la
ordenación de la mujer sabía que las Uniones y Asociaciones sí tienen
electorados locales, de manera que decidieron trabajar a esos niveles para
aprobar la ordenación de mujeres pastores y otorgarles credenciales
ministeriales. Con una credencial ministerial, las mujeres entonces
podrían llegar a ser presidentes de Asociación y pastores en todo el
sentido de la palabra.

Puede verse este nuevo método intencional de eludir ei voto de la


iglesia mundial en las decisiones recientes de la Unión del Pacífico. La
Unión ha citado una sesión especial de sus electores para el 19 de agosto,
2012, para tratarei tema de la ordenación de la mujer. Pareciera que
habrá muy poca discusión teológica, porque la reunión está programada
para comenzar a la 1:00 y concluir a las 5:00 p.m.
El 22 de mayo, 2012, el secretario de mi Asociación me remitió un
documento de la Unión del Pacífico que explicaba la intención de la
sesión (el documento entero se publicó más tarde en la revista Pacific
Union Recorder, junio 2012, pp. 4, 5). El título del documento es: “ El
comité de la Unión cita una sesión especial de sus electores para
autorizar la ordenación sin tener el cuenta el sexo” . Se compone de tres
partes: El preámbulo aprobado por el Comité de la Unión, una moción
principal y el proceso a seguirse.

Vale la pena notar que la Unión no cita esta sesión para decidir si debe
ordenar a las mujeres. El documento revela de varias maneras que el
resultado deseado de !a sesión ya se ha decidido. El título del documento
no dice que los electores decidirán si se lian de ordenar a las mujeres.
Afirma claramente que tiene la intención de aprobar la ordenación de la
mujer.

Además, el preámbulo repite los mismos argumentos gastados que se han


utilizado en el pasado a favor de la ordenación de la mujer, argumentos
tales como:

• Tanto los hombres como las mujeres predican el mensaje de Dios.

• Debemos actuar en justicia y amor hacia las mujeres,

• En Cristo no hay varón ni hembra.

• Las diferencias entre hombres y mujeres no deben dividirnos.

• La cofundadora de la iglesia fue una mujer, y hay mujeres ilenas del


Espíritu Santo en la iglesia.

Como veremos en este trabajo, todas estas declaraciones son verdaderas,


pero no tienen nada que ver con la ordenación de la mujer.

Aunque pareciera que no se presentarán nuevos argumentos teológicos


en el Congreso de !a Unión del Pacífico (porque no hay ninguno), la
Unión del Pacífico utilizará un nuevo método intencional (para emplear
las palabras del pastor Dan Jackson). El documento enviado por la Unión
subraya el hecho de que la Póliza de Trabajo de la D N A (N A D Working
Policy) le asigna a las Uniones la autoridad y la responsabilidad
definitivas para tomar decisiones respecto de la ordenación:

“ La Iglesia Adventista del Séptimo Día le ¿isigna a las Uniones la


autoridad y la responsabilidad definitivas para tomar decisiones respecto
de la ordenación” (N A D Working Policy L45 05 3, Concilio de
Primavera 2012, Informe 116-12G).

Esto es cierto. Pero la pregunta clave es: ¿Debiera la “ autoridad


definitiva” de la Unión estar en armonía con la iglesia mundial? ¿Cuál
autoridad debiera imponerse? A l ejercer su autoridad y responsabilidad,
¿debe la Unión local atenerse a las decisiones de la iglesia mundial, o
debe la iglesia mundial adaptarse a las decisiones independientes de la
Unión local?

En el documento, la Unión Asociación dei Pacífico admite abiertamente


que según la Asociación General, cada Unión debe operar según los
parámetros votados por la iglesia mundial:

“ Ha de entenderse que el ejercicio de autoridad y responsabilidad se


efectúa en el contexto de la creencia, valores y reglamentos de la iglesia
entera. Ninguna entidad está autorizada para ejercer su autoridad y
responsabilidad de una manera que sea contraria a los intereses de la
iglesia entera y sus actividades en el cumplimiento de su misión” .

El documento de la Unión reconoce y admite que hay una tensión entre


la decisión de la iglesia mundial sobre el tema de la ordenación y la
“ autoridad y responsabilidad definitivas” que intentan ejercer en
contradicción al voto de la iglesia mundial.

La pregunta es: ¿Cómo intenta la Unión del Pacífico solucionar esta


tensión (en realidad, contradicción) entre los votos de la iglesia mundial
y su intención de aprobarla ordenación de la mujer? La respuesta es que
citan un documento preparado a comienzos de año por la Asociación
General y distribuido en la Sesión de Primavera de la Asociación
General. Una parte del documento, que nunca fue votado por ia iglesia
mundial, afirma que:

“ Esperar que cada entidad de la iglesia mundial luzca y funcione


exactamente igual que toda otra entidad de su tipo puede en sí mismo
convertirse en un impedimento para su misión”

Pero el documento también declara que la adaptación local de los


reglamentos y procedimientos no debiera dividir a la iglesia:

“ Debe haber lugar para reconocer la necesidad de una legitimidad de


adaptación local de pólizas y procedimientos que facilite la misión sin
disminuir la identidad, la armonía y unidad mundiales de la iglesia” .

No importa cómo se lo mire, esta decisión de la Unión del Pacífico sigue


estando en conflicto con los votos de la iglesia mundial en dos
Congresos de la Asociación General. Consecuentemente, el método
intencional de la Unión del Pacífico elimina la necesidad de cambiarla
fraseología de la Póliza E 60 de “ ordenado” a “ordenado/comisionado”
porque las mujeres ya no serán comisionadas sino ordenadas. Al ordenar
a las mujeres y darles una credencial ministerial, están en armonía con la
E 60, pero en desarmonia con la voluntad de la iglesia mundial. En pocas
palabras, todavía se trata de un método subrepticio de rebelarse contra las
decisiones de la iglesia mundial.

En el número de julio de la revista Pacific Union Recorder (pp, 3-19),


aparecieron varios artículos en apoyo de la ordenación de las mujeres
como pastores. Los artículos revelaron claramente que la Unión ha
determ inado influir sobre los delegados para que voten a favor de un
cambio en los reglamentos constitucionales de la Unión que permita la
ordenación de la mujer. No se incluyó ni siquiera un artículo a favor de
la posición contraria. Además, en un intento obvio por influir sobre el
considerable voto hispano en la Unión, se tradujeron los artículos al
español. En mis 17 años en la Unión del Pacífico, nunca he visto
artículos de fondo en español en la revista.

El número de julio de la revista Columbia Union Visitor reflejaba una


tendencia similar pero aun más fuerte a favor de la ordenación de la
mujer. El título que aparecía en una franja en la tapa era "Analicemos los
temas: Por qué estamos abogando por la ordenación de la mujer”
(Weighing the Issues: Why W e’re Advocating for Women’ s Ordination).
¡Aquí la intención no estaba oculta! Es claro que la Unión de Columbia
estaba determinada a aprobar la ordenación de la mujer en su sesión
especial de electores del 29 de julio, y sus dirigentes harían todo lo
posible por adelantado para que el voto se inclinara en su dirección. Al
igual que la Pacific Union Recorder, el número de julio de la revista
Visitor no dio lugar a ninguna opinión contraria. Esto es completamente
injusto. Las Uniones, por medio de sus revistas mensuales, tienen acceso
a cada miembro de su territorio. Aquellos que se oponen a la ordenación
de la mujer enfrentan una gran desventaja en la diseminación de su
posición en el asunto. Las Uniones debieran recordar que los miembros
que se oponen a la ordenación de la mujer también devuelven el diezmo.
¿Será justo que no se represente su punto de vista cuando ellos apoyan
fielmente a la Unión con sus finanzas? Además, ¿desde cuándo se espera
que los electores apoyen ciegamente la agenda de los líderes de la
Unión? ¿Tendrá este proceso el carácter democrático que Dios tenía en
mente para su iglesia?

Este apoyo desequilibrado de la ordenación de la mujer por las Uniones


del Pacífico y Columbia evoca la publicación del libro Women in
Ministry (Mujeres en el ministerio) porei Seminario Teológico de la
Universidad Andrews justo después del voto abrumador contra la
ordenación de la mujer en Utretcht. Este libro, distribuido a los líderes de
iglesia en todo el mundo y presentado como la posición oficial del
Seminario, no incluía siquiera un capítulo contra la ordenación de la
mujer, aunque había profesores dei Seminario opuestos a la práctica (lea
el recuento documentado de la publicación de Women in Ministry en
Prove AU Things [Examinadlo todo], pp. 17-44).

¿Por qué existe esta nueva presión en algunos círculos de la iglesia para
ordenar a las mujeres al ministerio evangélico? ¿Se debent a un mandato
de la Biblia o el Espíritu de Profecía o la razón se encuentra en otro
lugar? Los proponentes de la ordenación dicen que se trata de un asunto
de ministerio, igualdad y habilidad o capacidad. Pero ¿será así? ¿Será
que los que se oponen a la ordenación de la mujer como pastor
simplemente son de mente cerrada, gente prejuiciosa y divisiva? ¿Será
que en realidad se oponen a las mujeres en el ministerio? ¿Creerán en
realidad que las mujeres son inferiores a los hombres y que tienen
habilidades o capacidades inferiores que les impedirían servir como
pastores ordenados?

No se intenta impedir el ministerio de la mujer

Según mis propias investigaciones, permítame compartir con usted tres


cosas que en toda sinceridad N O son parte de la controversia actual
(aunque los proponentes de la ordenación de la mujer quisieran hacemos
creer lo contrario):

En primer lugar, los proponentes de ia ordenación de la mujer


frecuentemente sugieren que uno de los temas centrales de la
controversia es si las mujeres pueden participar en el ministerio.
Sugieren que si usted no cree en la ordenación de la mujer, entonces
tampoco cree en el ministerio de la mujer.

Lste argumento es falso. Por mucho que los proponentes de la


ordenación de la mujer deseen que pensemos tal cosa, la controversia no
tiene que ver con si las mujeres pueden o deben involucrarse en el
ministerio.

Recientemente mi presidente de Asociación me envió un documento


investigado y compilado hace varios años por Bert Haloviak, y que
comprueba sin lugar a dudas que las mujeres han sido muy activas en el
ministerio a lo largo de la historia de Ja Iglesia Adventista del Séptimo
Día. ¿Quién podría disputarla cantidad masiva de evidencia que el
documento provee? La evidencia en este documento revela
abrumadoramente que las mujeres han participado en el ministerio de
muchas maneras. Entre otras cosas, han dado estudias bíblicos,
ministrado a los pobres, predicado a favor del reavivamiento, servido
como evangelistas, maestras y colportoras. Sin embargo, el documento
no liega a demostrar que ninguna mujer (con la única excepción de Elena
White, quien recibió una credencial ministerial honorífica pero nunca fue
ungida como pastora) ha sido jamás ordenada como pastora ni recibido
una credencial ministerial.

No hace falta decir que tanto los hombres como las mujeres debieran
ministraro servir a Cristo y para Cristo, Así que el asunto fundamental
no es si las mujeres deben participar en ministerio. Los proponentes de ia
ordenación de la mujer han creado un magnífico “ hombre de paja” . Su
argumento es más o menos esto: “ Si usted no cree que las mujeres deben
ser ordenadas como pastores y recibir una credencial ministerial,
entonces usted no cree que las mujeres debieran participar en el
ministerio” .

En enero de este año, ei pastor titular de una de nuestras iglesias de


institución más grandes, quien también es profesor adjunto de
predicación y en mi opinión uno de los oradores más elocuentes y
talentosos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, predicó un sermón
titulado “Acerca del perfume, las lágrimas y viejos gruñones” . Este
mensaje ejemplifica y esparce el concepto equivocado de que si uno no
cree en ia ordenación de la mujer, entonces usted no cree que la mujer
deba ocuparse en el ministerio. El predicador alude a María, la hermana
de Lázaro, como la pieza maestra de su argumento.

En una ejecución magistral de retórica, cuenta ia historia de cómo María


ungió los pies de Jesús entre las protestas de un grupo de viejos gruñones
(Mat. 26:6-13; Mar. 14:3-9; Luc, 7:36-47; Juan 12:1-7). Al contar ei
relato, el predicador insinúa repetidamente que los hombres objetaron a
las acciones de María porque ella era una mujer. En otras palabras,
repetidamente sugiere que los ancianos gruñones objetaron al ministerio
de María a favor de Jesús debido a su sexo. En su estilo inimitable, el
predicador describe la escena elocuentemente:

“ Aquí se encuentra esta mujer. Ha entrado calladamente en un mundo de


hombres, le ha traído a Cristo su propia expresión de amor y devoción,
cuando de repente es notada por su expresión fuera de lugar, y cierto
hombre se aferra a su acción y declara que se trata de un gasto mal
encaminado de esfuerzo y un empleo equivocado de devoción. Y basta
con que un hombre protestara, para que pronto otros hombres, para
probar sus credenciales de varón, se unan al ataque hasta expulsar a esta
mujer de su círculo; hasta que otro Hombre interrumpe y dice: “ Dejadla.
Dejadla” (ver Mar. 26:6).

El predicador entonces prosigue a recordarnos que la María que ungió


los pies y la cabeza de Jesús es ia misma María cuya hermana Marta se
quejó porque no la estaba ayudando en la cocina. El predicador cita a
Marta cuando le dice a Jesús:

“ Oye, Jesús. Estás dejando que María se siente con todos estos
hombres, mientras yo trabajo en la cocina. ¿No podrías ordenarle que
regrese a la cocina conmigo?

El predicador pregunta entonces:

“ ¿Cómo le respondió Jesús a Marta?” Sarcásticamente declara que Jesús


le dijo a María: “ María, Marta tiene razón. Debes recordar tu lugar en
este mundo. No es aquí con todos los hombres y yo; es en la cocina
donde debes estar. Ve, corre” .

Cuando escuché que el pastor utilizó la narración del ungimiento en su


sermón, decidí leer los relatos paralelos en los Evangelios y el capítulo
correspondiente en ElDeseado de todas las gentes, (pp. 501
ver si yo había entendido mal, porque nunca se me había ocurrido que se
tratara de una pugna entre hombre y mujer. Después de leer línea por
línea, no pude encontrar siquiera un indicio de que la controversia girara
en torno al sexo de las personas. Los relatos en los Evangelios
claramente muestran que Simón estaba malhumorado porque él creía que
María era una pecadora. Y Judas y los discípulos objetaron porque según
ellos, ella había malgastado bastante dinero que podría haberse utilizado
mejor.
Y respecto del episodio entre Marta y Maria, solo Lucas registra el
incidente (Luc, 10:39-42), y ni siguiera sugiera que la queja de Marta
tenía algo que ver con que María estuviese sentada con los hombres.
Tampoco Elena de White siquiera sugiere que este relato tuviera algo
que ver con el sexo de las personas. Marta simplemente se quejó de que
María no la estaba ayudando con la preparación de la comida. Es obvio
que el predicador ha inventado una polémica sobre el sexo donde no
había tal cosa.

Como maestro de predicación, el pastor debiera saber que lo que hizo


estuvo mal. Los predicadores tienen el derecho de dar vida a una historia
por la manera en que la relatan, ;pero no deben tomarse el atrevimiento
de añadirle ai texto elementos que no contiene! El predicador puede
argumentar que Jesús varias veces en el relato del ungimiento se refirió a
María como “ esta mujer” , y que de esa manera contrastaba entre ella y
los hombres presentes. Pero un estudio cuidadoso del pasaje revela que el
contraste más bien se encuentra entre esta mujer pecadora y otras
mujeres de mejor reputación. Simón el fariseo claramente se refiere a
esto cuando dijo:

“ Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le


toca, que es pecadora” (Luc. 7:39).

El uso de apodos o epítetos nunca es bueno; más bien ofende, separa y


empeora situaciones que de por sí ya son malas. Este predicador insinúa
que todo aquel que objeta a las mujeres en el ministerio (en realidad a ta
ordenación de la mujer) es un viejo gruñón. Y o personalmente conozco a
muchos hombres que se oponen a la ordenación de la mujer, y
definitivamente no son viejos gruñones, sino cristianos bondadosos y
llenos de amor.

El pastor prosigue su sermón mostrando en los Evangelios que Jesús


ejerció su ministerio a favor de las mujeres y que las incluyó en el
mismo. Nos recuerda que hubo tres mujeres al pie de la cruz
mencionadas por nombre, y que hubo allí muchas otras mujeres. Y se nos
dice que estas mujeres servían o ministraban a Jesús. En las palabras del
predicador, “ Jesús personalmente y públicamente recibió el ministerio de
todas estas mujeres” . Vez tras vez repite las palabras de Jesús: “ Dejadla;
dejadla” . Así sugiere que no solo se debe impedir que las mujeres sirvan,
sino que tampoco debiera impedirse que sean ordenadas y reciban una
credencial ministerial.

¿Y cuál fue la conclusión final del pastor? Podemos explicarla con el


siguiente silogismo:

• María era una mujer.

• María ministró a Jesús.

• Por lo tamo las mujeres tienen el mismo rol que los hombres en el
ministerio, y deben ser ordenadas y recibir una credencial ministerial.
¿Existe una gigantesca brecha en la lógica del pastar, o será que no capté
algo? Es claro que la conclusión no sigue lógicamente las premisas
mayores o menores. La única conclusión lógica que puede derivarse de
las premisas mayores y menores del predicador es que “ las mujeres
debieran ministrar [servir] a Jesús” .

La historia de la mujer que ungió los pies de Jesús no tiene


absolutamente relación alguna con la ordenación ni con el rol de las
mujeres en el ministerio. Enseña únicamente que las mujeres debieran
involucrarse en el ministerio. Toda mujer debiera ministrara Jesús y
para él, pero esto no significa que las mujeres deban ser ordenadas como
ministros evangélicos. ¡Esta conclusión requiere un saito en la lógica tan
ancho como el Gran Cañón del Colorado! ¡Se trata obviamente de una
apelación especial a favor de una causa que el predicador apoya
apasionadamente!

El predicador concluye e! relato del ungimiento con una pregunta


importante: “ Esto nos pone a pensar: ¿Cómo reaccionaría Jesús hoy ante
una iglesia que ha abierto sus oportunidades de ministerio a todos
excepto las mujeres?”

Pareciera que para este pastor el tema detrás del relato del ungimiento no
es el ministerio, sino la ordenación al ministerio evangélico. El
simplemente utilizó la historia del ministerio de María en favor de Jesús
como un trampolín para abogar por la ordenación de la mujer al
ministerio. En su opinión, la Iglesia Adventista del Séptimo Día les
prohíbe a las mujeres que sirvan en el ministerio al negarles la
ordenación. La pregunta que debe hacerse es esta: Si Jesús, como el
pastor sugiere, se oponía a las costumbres de sus días y deseaba incluir a
las mujeres en el ministerio, por qué seleccionó u ordenó a doce hombres
como apóstoles para que fueran los fundadores de la iglesia evangélica?
¿Por qué no escogió por lo menos a una de las mujeres que le servían?
LPor qué no elegir a María? ¡El caso es que ella le sirvió (le ministró) en
tanto que sus discípulos varones se comportaban como viejos gruñones!

Y la última parte del sermón no mejoró las cosas. El predicador emplea


el relato de Cornelio en Hechos 10 y 11 para apuntalar su argumento a
favor de la ordenación de la mujer. Para abreviar la historia, cuando los
líderes en Jerusalén oyeron que Cornelio y sus dos compañeros gentiles
habían sido bautizados y habían recibido el don del Espíritu Santo, así
como los judíos, quedaron perplejos; de manera que Pedro les tuvo que
explicar:

“ Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que
hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a
Dios? Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios,
diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios
arrepentimiento para vida!” (Hech. 11:17, 18).

A partir de ahí, el predicador pega otro salto gigantesco en su lógica. Va


más o menos así:
• Los judíos tenían prejuicios contra los gentiles y creían que éstos no
podían ser salvos y recibir el Espíritu Santo.

• Dios quitó la barrera entre los judíos y los gentiles al darles a los
gentiles salvación y el mismo don del Espíritu Santo que había dado a los
judíos.

• Por lo tanto, Dios ha quitado las distinciones de funciones entro los


hombres y las mujeres en la iglesia, porque Dios les ha dado a ambos el
mismo don.

Nuevamente pregunto: ¿Será que la conclusión sigue lógicamente las


premisas? ¡Obviamente no! ¿Será que el tema de Hechos 10 y 11 es la
distinción entre funciones en la iglesia? ¿Trata acaso del tema de los
sexos? ¿Tiene algo que ver con la ordenación de ios pastores? El
contexto indica claramente que el tema no era la distinción entre
funciones en la iglesia, ni los sexos. El tema era si los judíos y los
gentiles tienen el mismo acceso a la salvación y al don del Espíritu
Santo. Esto se ve claramente cuando se nos dice que los líderes en
Jerusalén estaban sorprendidos de “ que también a los gentiles ha dado
Dios arrepentimiento para vida” .

Los proponentes de la ordenación de la mujer interpretan


chapuceramente también el texto de Gálatas 3:28. Ignoran el contexto
inmediata y el amplio, apelan equivocadamente al sacerdocio de todos
los creyentes y dicen que el texto enseña que ya no ha distinciones de
función entre los sexos. Pero el contexto claramente revela que el tema
es el igual acceso a la salvación en Cristo, no la abolición de las
distinciones entre los sexos para aquellos que ostentan un cargo en la
iglesia.

El predicador intenta cerrar su argumento basado en Hechos 10 y 11 con


una cita clave de Hechos de los apóstoles, p, 115:

“A sí, sin discusión, los prejuicios fueron quebrantados, se abandonó el


espíritu exclusivista establecido por la costumbre secular, y quedó
expedito el camino para la proclamación del Evangelio a los gentiles” .

Y o decidí leer el capítulo completo donde aparece esta cita. Es


interesante que el capítulo comience con la descripción de la resurrección
de Dorcas, una mujer sanLa. ¿Se atrevería alguien a decir que Dorcas no
sirvió en el ministerio en la iglesia y para la iglesia? Sin embargo, no hay
registro de que ella haya sido ordenada, o que haya servido corno pastora
o líder de alguna iglesia. Ella no aspiraba a lo que algunos consideran
una posición más elevada de autoridad; ¡simplemente ministraba a los
santos sin demandar ningún estatus especial!

Vez tras vez en este capítulo Elena White subraya que el tema en Hechos
10 y 11 era el acceso a la salvación y al don del Espíritu Santo,
disponible para Los gentiles como para los judíos. En ningún momento
ella extiende el principio para enseñar que debido a que tanto los
hombres como las mujeres reciben el don del Espíritu Santo, ambos
debieran jugar los mismos papeles en la iglesia. Nuevamente se distingue
la falacia del argumento del predicador. El dice básicamente que si los
hombres y las mujeres reciben el mismo Espíritu, entonces sus funciones
en la iglesia debían ser las mismas. Su análisis es acertado a meditts. Es
cierto que los dones de la salvación y el Espíritu Santo son dados a todos
(hombres y mujeres, judíos y gentiles, esclavos y libres) los que están
verdaderamente convertidos a Jesús; pero esto no significa que porque
todos tengan el mismo don, todos tengan el mismo llamamiento y
función en la iglesia.

El predicador entonces sugiere que la lluvia tardía no caerá hasta que las
mujeres sean ordenadas al ministerio evangélico. En una frase capciosa
declara; “ El muro tiene que caer antes que el Espíritu pueda descender” .
Esto ignora el hecho de que Pedro y los apóstoles recibieron la plenitud
del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés varios años antes de la
historia de Hechos 10 y 11. ¿Tuvo Dios que esperar que el muro de
división entre los judíos y los gentiles cayera para el Espíritu pudiera
descender en “ ricas corrientes” sobre los discípulos en el Día de
Pentecostés? La verdad es que la plenitud del Espíritu descendió sobre
los apóstoles varios años antes que cayera el muro entre los judíos y los
gentiles.

Un detalle final: El pastor entiende que la frase “ se abandonó espíritu


exclusivista establecido por la costumbre secular” se aplica no solo a las
distinciones éticas entre judíos y gentiles, sino también a las distinciones
de función entre hombres y mujeres. En su estimación, las distinciones
de función entre hombres y mujeres en la iglesia hoy son simplemente un
remanente del “ espíritu exclusivista establecido por la costumbre
secular”, en lugar de un arreglo establecido por Dios mismo. Otro
erudito incluso sugiere que la razón por la que Jesús no eligió a una
mujer apóstol es porque “ él no quería trastornar el tejido de la cultura
judía” . El erudito entonces especula que Jesús “ apuntó hacia la futura
ordenación de la mujer por medio de la manera revolucionaria en que
trataba a las mujeres” .

¿Tendrá razón? ¿Será que la distinción de funciones entre hombres y


mujeres en la iglesia es simplemente una reliquia transmitida como una
costumbre desde la era prejuiciada de los patriarcas? ¿Será que Jesús
verdaderamente estaba apuntando hacia la ordenación de la mujer por
la manera revolucionaria en que trataba a las mujeres en contraste con las
costumbres de sus días? ¿Será que Jesús ordenó a doce apóstoles
varones simplemente para evitar conflictos con la cultura judía de sus
días?

La pura verdad es que Jesús fue en contra de las costumbres de sus días
en la manera en que trataba a todos los marginados por la sociedad: los
niños, los samaritanos, los gentiles, los publicanos, los pecadores, las
prostitutas, los pródigos, los leprosos, etc. ¿Será que el trato
revolucionario de Jesús hacia estas personas estaba apuntando a su
ordenación? ¡Responder afirmativamente a esta pregunta es totalmente
absurdo! El hecho es que Jesús actuaba de un modo revolucionario en la
manera en que trataba a la gente en general. ¡Cuando él trataba a las
mujeres con la dignidad y el respeto que merecen ni le asomaba a la
mente la idea de la ordenación!

Nuevamente regreso a la pregunta: ¿Será que la distinción relacionada


con el papel de los hombres y las mujeres en la iglesia es una reliquia
pasada de unos a otros como una costumbre proveniente de un pasado
lleno de prejuicios? ¿Qué dice la Biblia?

¿Quién escogió a doce hombres para que fueran los fundadores de Ja


iglesia del Antiguo Testamento, cuando había por lo menos una mujer
que podría haber sido elegida (Dina)? ¿Quién especificó, antes que se
estableciera el sacerdocio de la casa de Aarón, que el primogénito varón
debía ser ei sacerdote del hogar? (ver Deseado de todas las p.
35). ¿Quién estableció un sistema de sacerdotes varones en Israel (en
una cultura en que las sacerdotisas era algo común en las naciones
circundantes? ¿Quién estableció un sistema de levitas varones en Israel
para que sirvieran junto a los sacerdotes? ¿Quién ordenó
intencional mente a doce apóstoles varones cuando había mujeres capaces
en el ministerio que también podrían haber sido elegidas?

¿Quién escogió colocar los nombres de doce varones en las puertas de la


Nueva Jerusalén y doce varones en los cimientos de la ciudad? ¿Quién
inspiró al apóstol Pablo (quien comenzó su ministerio inmediatamente
después de la inclusión de los gentiles en Hechos 10 y 11) a enseñar que
los obispos y ios ancianos debían ser del sexo masculino? ¿Fueron estas
decisiones guiadas por ‘la s costumbres de los tiempos” o fue Dios quien
las estableció? El apóstol Pablo es claro como el cristal en afirmar que
fueron establecidas por Dios:

“ Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola


mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a
sus hijos en sujeción con toda honestidad” (1 Tim. 2:2-4).

“ Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y


establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que
fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes
que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario
que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no
soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonesta, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio,
justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha
sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y
convencer a los que contradicen” [note que los adjetivos son del género
masculino) (Tito 1:5-9).

Cuando Leo estos pasajes en los escritos de Pablo tengo que preguntarme:
¿Acaso el apóstol Pablo no recibió el mensaje de Pedro de que “la
exclusividad establecida por la costumbre de la época” había sido
abandonada, y que ahora tanto los hombres jóvenes como las mujeres
jóvenes debían ser ordenados al ministerio sin importar su sexo?

¿Aportará algo a la discusión sobre este tema que algunos eruditos


notables de la iglesia tuerzan las Escrituras y obliguen a Pablo a decir
que la expresión “ marido de una mujer” en realidad significa que los
obispos y ancianos “ debieran ser files a su cónyuge” , eliminando así la
distinción del género? Ninguna traducción o paráfrasis que he consultado
vierte 1 Timoteo 3:2 de esta manera. Las versiones que he consultado
traducen “ marido de una mujer” o “ fiel a su esposa” , lo que mantiene la
distinción de género. Este intento por neutralizar el género masculino de
los obispos y ancianos es una de esas “ interpretaciones privadas” que el
apóstol Pablo condenó en sus escritos.

Algunos argumentan que las distinciones basadas en el sexo en ocasión


de la elección de los líderes de la iglesia fueron prescritas en el Antiguo
Testamento, pero que en e! Nuevo Testamento esta distinción fue
sustituida por el sacerdocio de todos los creyentes. ¿Será que fue así?

“ Los mismos principios de piedad y justicia que debían guiar a los


gobernantes del pueblo de Dios en el tiempo de Moisés y de David,
habían de seguir también aquellos a quienes se les encomendó la
vigilancia de la recién organizada iglesia de Dios en la dispensación
evangélica. En la obra de poner en orden las cosas en todas las iglesias, y
de consagrar hombres capaces para que actuaran como oficiales, ios
apóstoles mantenían las altas nonnas de dirección bosquejadas en los
escritos del Antiguo Testamento. Sostenían que aquel que es llamado a
ocupar un puesto de gran responsabilidad en la iglesia, debe ser ‘sin
crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador
del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias; sino hospedador,
amador de lo bueno, templado, justo, santo, continente; retenedor de la
fiel palabra que es conforme a la doctrina: para que también pueda
exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradijeren’ . Tito
1:7-9" (Los hechos de los apóstoles, p. 78).

En relación a estos pasajes en las epístolas a Timoteo y Tito, el


predicador elocuente que ya mencionamos explica que si nos basamos en
estos pasajes para insistir que el obispo o el anciano debe ser un hombre,
lógicamente procede que también debemos insistir que el obispo o el
anciano nunca debería divorciarse y volverse a casar, porque Pablo dice
que debe ser “ marido de una mujer” . Y también debiéramos insistir en
que tenga hijos, porque Pablo dice que debe tener “ sus hijos en
sujeción” . Pero, ¿será este argumento de reductio ad absurdum válido?
Según lo entienden la mayoría de los eruditos, el apóstol Pablo
simplemente dice que el hombre debe ser monógamo. De paso, en
Latinoamérica, generalmente no se ordena a pastores solteros al
ministerio y no se les da la credencial ministerial hasta que se casen,
porque Pablo especifica que cada uno debe ser marido de una mujer.

En cuanto al requisito de que tengan hijos, ¡no es mala idea! Así era
cuando yo vivía de niño en Latinoamérica. Y todavía hay algunas
iglesias t]ue hasta el día de hoy no ordenan a ancianos sin hijos, porque
en su opinión (basada en los pasajes de Pablo), cuando un hombre dirige
bien su propia casa, da evidencia de que está calificado para ser un buen
dirigente de la casa de Dios, la iglesia.

No se trata de un asunto de igualdad

En segundo lugar, por mucho que los proponentes de la ordenación de la


mujer quieran que pensemos que este es el caso, la controversia no tiene
que ver conque si los hombres y las mujeres son iguales. El hecho de que
las mujeres no sean ordenadas al ministerio no significa que sean
inferiores a los hombres. Los que nos oponemos a la ordenación de la
mujer nunca negaríamos que los hombres y las mujeres son iguales ante
Dios por creación y por redención. Pero la igualdad ontológica no es lo
mismo t ue la identidad derivada de la función. En otras palabras, la
igualdad no significa que los hombres y mujeres deban cumplir papeles
idénticos en la iglesia.

Permítame ilustrar: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son


ontológicamente iguales (como Seres), pero cada uno de ellos tiene una
función o papel en el plan de salvación. ¿Es el Hijo inferior al Padre
porque su función de siervo lo llevó a morir en la cruz? ¿Será el Espíritu
Santo inferior al Hijo porque su ministerio consista en hacer eficaz la
obra de Cristo? ¡Por supuesto que no! Son iguales como seres, pero
cumplen diferentes funciones o papeles ministeriales.

Algunos han intentada comparar la lucha por la ordenación de la mujer


con la lucha por los derechos civiles de los 1960 por la igualdad racial.
Arguyen que la sujeción de la mujer a la dirección del varón en la iglesia
es una supresión de sus derechos de igualdad con los hombres y que
equivale a la discriminación. Pero cuando se la analiza con cuidado, esta
comparación cae por su propio peso.

La ordenación al ministerio evangélico no es un derecho, sino un 1


Iamamiento que Dios no hace a todas sus criaturas, Es verdad que la
igualdad racial y entre los sexos son derechos inalienables que el Creador
ha otorgado a todas sus criaturas. Pero según hemos notado, la
ordenación pastoral no es uno de esos derechos inalienables que el
Creador haya otorgado a las mujeres. AI contrario, en la Biblia Dios ha
reservado consistentemente la ordenación pastoral para los hombres. Los
derechos humanos básicos son diferentes a las distinciones de función en
la iglesia, porque los derechos pertenecen a todos los seres humanos,
pero las funciones en la iglesia son según el llamamiento de Dios y no
son inherentes a todos. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por su
naturaleza, tienes los mismos derechos, pero ¡esto no significa que sus
funciones son idénticas en la administración del universo!

No es un asunto de habilidad
En tercer lugar, el conflicto no gira en torno de la habilidad o capacidad
para cumplir una función. Y o creo que algunas mujeres que podrían
ejercer el trabajo ministerial tan bien (y en algunos casos mejor) que los
hombres que han sido ordenados como pastores.

Y o he escuchado sermones poderosos de algunas damas. Tengo a varias


mujeres en mi congregación que consuelan a los enfermos, proveen
consejos extraordinarios, son colporteras de éxito y expertas en dar
estudios bíblicos. Algunas que son excelentes maestras de Escuela
Sabática. Durante muchos años mi jefe del comité de finanzas en la
Iglesia Central de Fresno era una mujer, y era la persona más eficiente en
esta función que yo he conocido en mi trabajo. Desde sus comienzos, y
hasta recientemente, el presidente de Secrets Unsealed (Secretos
revelados) era una dama muy capaz. La directora de mercadeo de Secrets
Unsealed es más capaz que muchos de los hombres que conozco.

Pero ninguna de estas mujeres se ha quejado o se siente despreciada o


discriminada porque no lia sido ordenada como anciano de iglesia. En la
Iglesia Central de Fresno tenemos 18 ancianos, y todos son hombres. ¿Se
quejan las mujeres y se sienten victimas de discriminación por esto? ¡Yo
no he oído una queja en 16 años! Tratamos a las mujeres con dignidad y
respeto, y proveemos amplias oportunidades para que ministren, y se
muestran perfectamente satisfechas y felices al servir al Señor en la
función para la cuál las ha llamado. Es notorio que Elena G . de White
llegó a decir que, aunque los hombres y las mujeres son iguales, las
mujeres pueden efectuar una obra con las familias que los hombres no
pueden hacer, y pueden alcanzar ciertos corazones que serían imposibles
de alcanzar para un hombre:

“ El Señor tiene una obra para las mujeres así como para los hombres.
Ellas pueden ocupar sus lugares en la obra del Señor en esta crisis, y él
puede obrar por su medio. Si están imbuidas del sentido de su deber, y
trabajan bajo la influencia del Espíritu Santo, tendrán justamente el
dominio propio que se necesita para este tiempo. El Salvador reflejará,
sobre estas mujeres abnegadas, la luz de su rostro, y Ies dará un poder
que exceda al de ios hombres. Ellas pueden hacer en el seno de las
familias una obra que los hombres no pueden realizar, una obra que
alcanza hasta la vida íntima. Pueden llegar cerca de los corazones de las
personas a quienes los hombres no pueden alcanzar. Se necesita su
trabajo” (El evangelisnw, p. 340).

¿Entonces cuál es el tema central de este asunto? El tema clave es si Dios


ha llamado a las mujeres a ocupar la posición de pastores ordenados. En
otras palabras, el verdadero meollo del debate actual no guarda relación
alguna con el ministerio, ni la igualdad o habilidad, sino con el rol o
función a la cual Dios ha llamado al hombre y a la mujer.

¿Se trata de una actitud de prejuicio y fanatismo?

Desafortunadamente, a aquellos como yo que nos oponemos a la


ordenación de la mujer al ministerio pastoral a menudo se nos tilda de
estar en contra de las mujeres, de oscurantistas y divisivos. ¡Algunos
incluso nos consideran el enemigo!

Pero esto no pasa de ser una caricatura. Es un hecho innegable que el


hombre y la mujer fueron creados como iguales desde el principio, pero
las funciones que habían de desempeñar eran diferentes. El hombre sería
el padre y la mujer la madre. Sus funciones fueron claramente definidas
y complementarias. Ni el hombre ni la mujer podía ocupar el papel ni la
posición del otro sin estropear el plan de Dios. Dicho de otra manera,
aunque el hombre y ia mujer fueron creados ontológicaniente iguales,
coram Deo (a la vista de Dios), fueron creados para complementarse uno
al otro. Es decir, que lo que le faltaba al hombre habría de ser suplido por
la mujer, y lo que le faltaba a la mujer habría de ser suplido por el
hombre. Si ambos tenían la misma función o rol, ¿por qué entonces Eva
fue creada para ser ayuda idónea del hombre? Quizá esta es la razón por
la que Elena de White consistentemente destacaba que el pastor y su
esposa debían formar un equipo en el ministerio— no porque tenían la
misma función o porque ambos debían ser ordenados— sino porque
complementaban entre sí los dones recibidos de Dios. El hombre habría
de ser la cabeza, y la mujer habría de cumplir la función de apoyo.

El caso de China

Un amigo que favorece la ordenación de la mujer y que se les entreguen


credenciales, en cierta ocasión me dijo: “¿Qué puede hacerse en países
del mundo como China, donde las circunstancias requieren que las
mujeres asuman el liderazgo porque no hay hombres disponibles?” Mi
respuesta fue corta y al punto: “ No estamos en China” .

El hecho de que en China existan circunstancias atenuantes no significa


que debemos ordenar a mujeres y darles credenciales ministeriales en los
Estados Unidos y otros países donde no existe el mismo problema. ¿Está
mal que las mujeres tomen los cargos de liderazgo cuando no hay
hombres que los asuman? ¡Por supuesto que no! Dioses práctico y toma
en cuenta las circunstancias. Pero el problema en Norteamérica es que
los proponentes de la ordenación de la mujer han intentado que la
excepción se transforme en la regla.

Además, el problema en China es mucho más complejo que simplemente


una carencia de hombres que asuman cargos ministeriales. La situación
en China es única y excepcional. Un comunicado de paite de los
presidentes de las trece divisiones y los administradores de la Asociación
General (un grupo de 40 líderes) explica el caso insólito de China:

“ La información de que una cantidad de mujeres sirven como pastores


ordenados en China ha sido citada como justificación para que las
Uniones en otras partes procedan de igual manera. Se ha alegado que la
División del Norte de Asia-Pacífico reconoce estas ordenaciones y por lo
tanto ha establecido un precedente para otorgarla ordenación ministerial
a las mujeres. Sin embargo, estas ordenaciones no fueron autorizadas
ni conducidas según los reglamentos de la iglesia. Tampoco estas
ordenaciones han sido aprobadas ní han sido reconocidas o
respaldadas por la División del Norte de Asia-Pacífico. La Iglesia
Adventista del Séptimo Día no tiene una estructura oficialmente
reconocida en China que sea comparable a otras áreas del mundo. Los
reglamentos del gobierno no permiten la injerencia externa en los
asuntos eclesiásticos dentro de China. La práctica de la ordenación
ministerial de las mujeres en China es reconocida como una realidad que
ha surgido en China y que se encuentra más allá de la influencia de la
estructura mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día” .

Usar la situación en China como el modelo de la ordenación en


Norteamérica es absurdo. Denota un intento desesperado de parte de los
proponentes de la ordenación de la mujer de encontrar a toda costa algún
tipo de evidencia a favor de la ordenación de la mujer. Los casos
excepcionales son exactamente eso: casos excepcionales. Las Uniones de
Columbia y Pacífico no se encuentran “ más allá de la influencia de !a
estructura mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo D ía” como es el
caso de China. Comparar la ordenación en China, donde existen
circunstancias atenuantes, a la ordenación en los Estados Unidos, donde
tales circunstancias no existen, ¡es como comparar manzanas y naranjas!

Hay ejemplos en la Biblia en que Dios permitió en circunstancias


atenuantes lo que él mismo había prohibido. Jesús le aseguró al ladrón en
la cruz que estaría en el reino, aunque la Biblia claramente declara que
“ el que cree y es bautizado, será salvo” (Mar. 16:16). ¿Significa esto que
el bautismo ya no es necesario porque el ladrón fue salvo sin ser
bautizado? David comió el pan de la proposición cuando Dios había
dicho explícit¿tmente que solo los sacerdotes podían comerlo. ¿Significó
esto que todos los israelitas ahora podían hacer un festín con los panes
del santuario?

Un historia sorprendente

Creo que hay un relato bíblico que ilustra lo que está ocurriendo en el
presente en nuestra iglesia respecto de la ordenación de la mujer, y no es
un incidente hermoso. Se trata del recuento de la rebelión de Coré.

Coré era miembro de la tribu de Leví, pero no era miembro de la casa de


Aarón. Los levitas habían sido llamados por Dios a efectuar un
ministerio y servicio importantes en el santuario para el bien de la
congregación, y eran ordenados (note que exisLía la ordenación para
distintas funciones, lo que explica la única cita de Elena G . de White
acerca de ordenar mujeres) para su función por medio de la imposición
de manos:

“ Y cuando hayas acercado a los levitas delante de Jehová, pondrán los


hijos de Israel sus manos sobre los levitas” (Núm. 8:10).
Los levitas cumplían funciones muy importantes en la iglesia de sus días.
Proveían la música para el servicio dei santuario, tanto instrumental
como coral. Recogían los diezmos de Israel, estaban encargados del arca
del pacto, levantaban y bajaban la tienda del tabernáculo y eran sus
custodios, mataban los animales y enseñaban la ley al pueblo.
¡Obviamente no eran tareas de poca monta!

Pero aunque eran ordenados para su servicio como levitas, no eran


llamados a ministrar como sacerdotes ante el Señor porque él no Jos
había designado para tal tarea, ¿Se trataba acaso de una “ costumbre de
sus tiempos” establecida por los hombres, o era algo establecido por
Dios?

Coré no estaba satisfecho con ser un levita coatita. ¡Él quería ser
sacerdote! Él aspiraba a lo que él consideraba nna posición más elevada
de autoridad. En esencia, aspiraba a un cargo en el ministerio para el cual
Dios no lo había Mamado. Tenía una pasión absorbente y un impulso
implacable para llegar a ser un sacerdote, ¡y estaba dispuesto a salirse
con la suya sin importar qué o quién se interponía en su camino!

Elena de White explica que Coré llegó a sentirse “ desconforme de su


cargo y aspiraba a la dignidad del sacerdocio. El otorgamiento a Aarón
y a su familia del oficio sacerdotal, que había sido ejercido anteriormente
por el primogénito de cada familia, había provocado celos y desafecto”
(Patriarcas y profetas, p. 417).

Coré susurró su descontento a otros, y pronto 250 líderes influyentes de


la congregación se unieron a Coré contra Moisés y Aarón, los líderes que
Dios había escogido para pastorear a Israel, Estos 250 príncipes no eran
personas comunes. Según Keil y Delitzch “ Estos hombres eran...
cabezas de tribus, o de grandes divisiones de las tribus,... miembros del
concilio de la nación que administraba ios asuntos de la congregación” .
En otras palabras, tenían cargos administrativos de autoridad en Israel, y
sin embargo se rebelaron contra el líder que Dios había escogido. ¿Estará
ocurriendo algo similar hoy día al hombre que fue elegido en el último
Congreso de la Asociación General para liderar al pueblo de Dios?

Números ]6:2, 3 describe la actitud de estos líderes y sus argumentos:

“ Y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de ios


hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones
de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta
ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y
en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros
sobre la congregación de Jehová?”

Este fue su argumento a favor de lo que ellos concebían como el


sacerdocio de todos los creyentes. Quizá los rebeldes incluso emplearon
Éxodo 19:6 para apuntalar su argumento de que toda la nación tenía el
derecho de ejercer el cargo de sacerdote. Argüían que Dios mismo le
había dicho a Israel cuando hizo el pacto con ellos en el Monte Sinai que
Id nación entera habría de ser un “ reino de sacerdotes” para alcanzar al
mundo con las buenas nuevas de un Salvador que vendría.

Pero pregunto: ¿Acaso la existencia de un sacerdocio ordenado elegido


de la casa de Aarón por Dios anulaba el hecho de que la nación entera
también debía ejercer una función sacerdotal al compartir el Evangelio
con el mundo? ¿Qué Israel fuera una nación sacerdotal lo daba a todo
israelita el derecho de ser ordenado como sacerdote y servir como líder
espiritual de la nación? ¡Por supuesto que no! La idea del sacerdocio de
todos los creyentes no aparece por primera vez en el Nuevo Testamento.
Éxodo 19:6 dice claramente que ya se encontraba profundamente
incrustado en el llamamiento de Dios a la nación entera de Israel a que
ministrara el evangelio al mundo. El profeta evangélico Isaías habló de
esta misión con abundante claridad cuando declaró bajo los electos de la
inspiración:

“ Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob,
y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las
naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra” (Isaías
49:6, referente a los aspectos mes ¡añicos y generales).

Según Coré y sus compañeros de conspiración, el arreglo que solo


permitía que los varones de la casa de Aarón sirvieran como sacerdotes
era injusto, inmisericorde y discriminatorio. ¡Ellos demandaban igualdad
y justicia! “ Todos ellos lia congregación] son santos” dijeron. “ Iodos
estamos en un nivel igual, ¿por qué habrá de gobernar Moisés sobre
nosotros, y por qué Aaron y su familia han de ser los únicos a quienes se
les permite actuar como sacerdotes?”

Elena G . de White explica que “ como resultado de un propósito


obstinado de derrocar la autoridad de los jefes nombrados por Dios
mismo, se tramó una conspiración de hondas raíces1’ (Patriarcasy
profetas, p. 417).

Por haber reclutado a tantos líderes influyentes, “ se creyeron capaces de


efectuar un cambio radical en el gobierno, y de mejoraren gran manera
la administración de Moisés y Aarón" (Pnfriarcas y profetas, p. 419).

El próximo paso fue el de esparcir el descontento entre el pueblo, y


desafortunadamente, la mayoría se puso de lado de los rebeldes. ¡Si se
hubiese tenido un congreso electoral, la mayoría en la congregación
hubiesen apoyado a Coré! Se nos dice que “ gran paite de la congregación
se puso abiertamente de parte de Coré” (Ibíd., p. 423).

Ahora el campamento estaba dividido, y aquellos que deseaban cambiar


los arreglos de Dios respecto a cargos en el ministerio causaron esta
división. Coré y sus simpatizantes argüyeron que la división había sido
causada por aquellos que insistían en discriminar contra ellos.

Finalmente Moisés tuvo que confrontar a los líderes que aspiraban a un


cargo para el cual Dios no los había llamado. Les dijo:
“ ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación
de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del
tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para
ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos
de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo
tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es,
para que contra él murmuréis?” (Números 16:9-11).

Varias preguntas vienen ahora a la mente:

* ¿Había llamado Dios (e incluso ordenado) a Coré y sus compañeros de


conspiración para servir en ministerio al pueblo de Dios? La respuesta
es sí. ¡Pero su función era la de servir como levitas, no como sacerdotes!

* ¿Consideraba Dios a Coré y sus seguidores socios iguales con los


sacerdotes en su ministerio a la congregación? Otra vez, sí. Los levitas
no eran inferiores a los sacerdotes; simplemente habían sido llamados a
cumplir una función diferente en el ministerio.

* ¿Podrían Coré y sus compañeros de conspiración haber desempeñado


un trabajo tan excelente como el de los sacerdotes? En otras palabras,
¿tenían ellos la habilidad o capacidad para ejercer el sacerdocio? Creo
que podrían haber aprendido a desempeñar una labor tan buena como la
de aquellos que eran sacerdotes en aquel tiempo. Lo que los descalificaba
no era su falta de habilidad, sino que no habían sido llamados para esa
función particular.

En los días de Coré, ¿estuvo el problema relacionado con el ministerio, la


igualdad o la habilidad de las personas? No. Ante Dios, tamo ios levitas
como los sacerdotes eran llamados al ministerio, ambos grupos eran
iguales ante sus ojos, y ambos grupos tenían habilidades; pero Dios había
llamado a un grupo para que fueran sacerdotes, y al otro para que fueran
levitas. El punto clave era el llamamiento, no el ministerio, Ja igualdad o
la habilidad.

¿Como se sentía Dios acerca de aquellos que deseaban ser sacerdotes


aunque él no los había llamado a desempeñar ese cargo? ¿Acaso lo
permitió? Usted sabe la respuesta a esa pregunta. Cuando estos levitas
llegaron con sus incensarios en la mano y con la firme intención de servir
como sacerdotes ante Dios, el Señor hizo que se abriera la tierra y se ios
tragara. Es sorprendente que incluso después de esto, la congregación
todavía se encontraba del bando de los rebeldes, y cuando se quejaron
contra Moisés y Aarón, una plaga mató a 14.700 de ellos y solo se
detuvo por la intercesión de Aarón.

Este concepto de Dios no es muy popular en nuestros días. El mundo


religioso prefiere lo que yo llamaría “ una percepción higiénica de Dios” .
Aparentemente ignoramos los pasajes donde Dios muestra preferencias y
donde espera que se hagan las cosas de la manera que él ha especificado:
relatos tales como los de Acán, Uza, el rey Saúl, Jeroboam y Ananias y
Zafira. Y destacamos tínicamente aquellos en que Dios muestra
aceptación, inclusión y se io percibe de “mente amplia” . ¡Esto nos
permite hacer lo que queremos y reclamar la bendición de Dios de todas
maneras!

Un acto de rebelión
Con todo respeto, deseo declarar que yo creo que las decisiones tomadas
por la Unión Central (Mid-America), la Unión del Pacífico, la Unión de
Columbia y la Asociación del Sureste de California (entre otros) son un
acto de rebelión contra la iglesia mundial. La iglesia mundial claramente
ha negado el pedido de ordenar a pastoras ai ministerio y otorgarles
credencial ministerial en dos Congresos de la Asociación General. Elena
de White claramente nos advirtió que cuando los delegados de la iglesia
mundial se reúnen para votar sobre un asunto, la decisión debe ser
respetada por todos:

“ Cuando en una sesión de la Asociación General se expresa el juicio de


ios hermanos congregados de todas partes del campo, la
independencia y el juicio particulares no deben sostenerse con terquedad,
sino entregarse. Nunca debe un obrero tener por virtud el persistiren una
actitud independiente contra la decisión de! cuerpo general... Dios
ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas
partes de la tierra, cuando están reunidos en el congreso de la
Asociación General” ( Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 208, 209).

En un intento de disminuir la autoridad de las decisiones de la


Asociación General (y la confiabilidad de Elena de White al af irmar que
ella se contradijo a sí misma), algunos han tomado fuera de contexto la
siguiente cita de 1898:

“ Han pasado algunos años desde que he considerado a la Asociación


General como la voz de Dios (Manuscript Releases 17:216, 1898).

Y a Elena de White había escrito en 1896:

“ La voz de Battle Creek, que ha sido considerada como autoridad para


aconsejar cómo debiera hacerse la obra, ya no es la voz de Dios”
(Manuscript Releases 17:185, 1896).

El contexto histórico indica que estas declaraciones se hicieron cuando


un puñado de hombres en Battle Creek manejaba minuciosamente la obra
en el campo y ejercían un control dictatorial sobre cada decisión de la
iglesia. Elena de White se refirió a esta estructura de poder centralizado
en términos de “ realeza” . Acerca de esto declara:

“ Dios no ha establecido realeza alguna en la Iglesia Adventista del


Séptimo Día para controlar todo el cuerpo, o para controlar algún ramo
de la obra. No ha dispuesto que la carga de la dirección descanse sobre
unos pocos hombres. Las responsabilidades están distribuidas entre un
gran número de hombres competentes” (Tesí/mo/iios para la t.
8, p. 247).

En su sermón de introducción al Congreso de la Asociación General ei 2


de abril) 1901, Elena G . de White lanzó una solemne apelación a que se
distribuyera el poder de tomar decisiones en la iglesia a un grupo mucho
mayor:

“Ahora quiero decir, Dios no ha colocado ninguna realeza en nuestras


filas para controlar esta u otra rama de la obra. La obra ha sido
grandemente restringida por los esfuerzos para controlarla en cada
aspecto... Ha de haber una renovación, una reorganización; se deben
introducir un poder y una fuerza en los comités que son necesarias”
(General Conference Bulletin [Boletín de la Asociación General], 3 de
abril, 1901, pp. 25, 26).

En el Congreso de la Asociación General de 1901 se tomaron muchas


decisiones que corrigieron el problema de la “ realeza” en la iglesia.
Elena de White quedó complacida por estas decisiones y señaló que se
había ganado una victoria. El Congreso de la Asociación General de
1903 efectuó otras correcciones para ampliar la facultad de tomar
decisiones en la iglesia y hacerla más representativa. Estos cambios
positivos en 1901 y 1903 llevaron a Elena de White a escribir lo
siguiente en 1909:

“ Se me ha indicado muchas veces que ningún hombre debe renunciar a


su juicio para ser dominado por el de cualquier otro hombre. Nunca debe
considerarse que la mente de un hombre o la de unos pocos hombres se
basta en sabiduría y poder para controlar la obra y decir qué planes deben
seguirse. Pero cuando en una sesión de la Asociación General se expresa
el juicio de los hermanos congregados de todas partes del campo, la
independencia y el juicio particulares no deben sostenerse con terquedad,
sino entregarse. Nunca dehe un obrero tener por virtud el persistiren una
actitud independiente contra la decisión del cuerpo general... Dios
ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas
partes de la tierra, cuando están reunidos en el congreso de la Asociación
General” (Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 208, 209).

La Unión Alemana del Norte


Después que la Unión Alemana del Norte votó el 23 de abril, 2012
aprobar la ordenación de la mujer (por un voto de 160-47), el presidente
Klaus van Treeck hizo la siguiente declaración un tanto enigmática:

“ No queríamos abrir la puerta ni animar a otros a oponerse a los


reglamentos de la iglesia mundial, ni a unirse a nosotros en
desobediencia civil. Discutimos el asunto en el contexto de nuestra
propia cultura y le pedimos a la iglesia mundial que comprendiera
nuestra situación y decisión. Respetamos a nuestros hermanos y
hermanas en cualquier área de nuestra iglesia mundial. Nos sentimos
profundamente relacionados con ellos en el amor de Jesús y en la unidad
y misión de la iglesia” (Boletín de la División Euroafricana, 9 de mayo,
2012 ).

¿Cómo puede considerarse respetuosa una decisión que contradice la


voluntad de la iglesia mundial? ¿No es la decisión de la Unión Alemana
del Norte una clara contradicción del consejo de Elena G . de White sobre
que deben respetarse las decisiones de la iglesia mundial en un Congreso
de la Asociación General? Es muy revelador que el presidente
abiertamente admitiera que la decisión de su Unión se oponía a los
reglamentos de la iglesia mundial y que constituía una “ desobediencia
civil” . El artículo en el boletín admitía libremente que todos los
delegados al Congreso de la Asociación General “ sabían que un voto
positivo llevaría a un choque con la Póliza de la Asociación General” .
Al menos la Unión Alemana del Norte fue honesta al notar un choque
entre la Póliza vigente de la iglesia mundial y su decisión de aprobar la
ordenación de la mujer. Por su parte, la D N A , en un estilo común del
posmodernismo, intenta reconciliar dos posiciones opuestas al declarar
que meramente existe una tensión entre ambas.

El presidente también declaró que los “ delegados deseaban expresarle al


liderazgo mundial de la Iglesia Adventista que el tema de la igualdad de
los pastores de género femenino y masculino no es una opción, y les
solicitaban que no consideraran este voto como un acto de deslealtad
hacia la iglesia mundial” .

Estoy perplejo. ¿Cóm o podría no considerarse un acto de deslealtad


hacía la iglesia mundial un voto para ordenar a las mujeres contrario a la
voluntad de este organismo? ¿Deberá ia iglesia mundial someterse a la
voluntad de las Uniones que actúan independientemente del cuerpo?

Usted puede estar seguro de que si la iglesia mundial hubiera aprobado la


ordenación de la mujer en un Congreso de la Asociación General,
¡aquellos que están a favor ahora estarían diciendo que debe respetarse la
voz de la Asociación General en congreso! Pero cuando el voto se opone
a sus deseos, ¡entonces buscan una manera de soslayar las decisiones de
la multitud de consejeros!

La Asociación General dispensa un consejo dotado de


autoridad
Después que la Unión Alemana del Norte había votado en su sesión
electoral ia aprobación de la ordenación de la mujer y las Uniones del
Pacífico y Columbia habían anunciado su intención de hacer lo mismo en
el futuro inmediato, los presidentes de las trece Divisiones del mundo
(quienes también son vicepresidentes de la Asociación General, y los
administradores máximos de la Asociación General (funcionarios de los
departamentos de la presidencia, secretariado y tesorería) por consenso
unánime publicaron un comunicado (divulgado el 29 de junio, 2012,
desde la sede de la Asociación General en Silver Spring, Maryland), para
disuadir vigorosamente a las Uniones de actuar independientemente del
cuerpo mundial en el asunto de la ordenación de la mujer (ver el
comunicado completo al final de este artículo). Se apeló a las Uniones a
que esperaran hasta que el Comité Ejecutivo de la Asociación General
decída en 2014 si colocar este tema en la agenda del Congreso de la
Asociación General de 2015 en San Antonio, Texas.

La Unión de Columbia ha decidido seguir adelante con sus planes de


ordenar a las mujeres. Si la Unión del Pacífico decide seguir sus pasos,
ambas estarán en rebelión con la voluntad de ia iglesia mundial
expresada en dos Congresos de la Asociación General, ¡y también
estarán en contra del consejo de sus cuarenta líderes máximos!
Desafortunadamente, el comunicado de los líderes de la Asociación
General fue publicado después que el asunto había hecho explosión,
¡quizá demasiado Larde!

Una olla de grillos

Permítame preguntarle: ¿Qué pasaría si en el futuro el comité ejecutivo


de una Asociación o Unión votara cambiar la creencia fundamental que
dice que ei mundo fue creado en seis días literales de 24 horas (que no es
una proposición irreal en base a lo que ha ocurrido últimamente en
ciertas instituciones denom¡nacionales)? Estoy seguro que habría un
clamor de protesta del campo mundial que diría más o menos lo
siguiente: “ Esta decisión no solo se opone a la Escritura y al Espíritu de
Profecía, sino que también se opone a las creencias fundamentales
votadas por la iglesia mundial en un Congreso de la Asociación
General” . La respuesta del comité de !a Asociación podría ser:

“ No estamos de acuerdo con la iglesia mundial en este asunto, tal como


ocurrió con la ordenación de la mujer. Creemos que esta creencia
fundamental es un obstáculo para alcanzar la mente secular y por lo tanto
es un obstáculo para el cumplimiento de nuestra misión. ¿Por qué
habríamos de respetar el voto de la iglesia mundial acerca de los
orígenes?”

Las decisiones tomadas por las Asociaciones locales y las Uniones contra
la voluntad de la iglesia mundial abren de par en par las puertas hacia el
congregae ional ¡sitio y ponen en peligro la unidad de la iglesia mundial.
¡Esto es precisamente lo que Satanás desea!

Pero demos un paso más. ¿Qué pasaría si una Unión o Asociación


decidiera ordenar a pastores homosexuales al ministerio evangélico?
Usted quizá piense que esta es una idea descabellada. ¿Será? La historia
pasada revela que el próximo paso que han dado las denominaciones que
lan ordenado a las mujeres en nombre de la justicia y la igualdad (como
en el caso de los presbiterianos y episcopales) ha sido ei de ordenara
pastores homosexuales.

En base al precedente que se ha establecido, ¿qué prevendría que la


Asociación o Unión tome un voto para ordenar a pastores homosexuales?
A l rebelarse contra los votos ele la iglesia mundial sobre el tema de la
ordenación de la mujer, estas organizaciones denom¡nacionales han
destapado una verdadera olla de grillos que resquebrajará y dividirá a la
iglesia.

Quizá usted piense: “ Pastor Bohr, usted está imaginando cosas. Ninguna
entidad denominacional votaría jamás para ordenar a un pastor
homosexual que se encuentre en una relación matrimonial con otra
persona del mismo sexo” . A esto respondo que ya hay individuos en la
iglesia que abogan precisamente por esto.

En el pasado reciente recibí una petición por correo electrónico firmada


por 200 adventistas de trasfondos diversos que solicitan a la iglesia que
reconozca y apruebe las relaciones comprometidas entre personas del
mismo sexo. El pedido fue firmado por médicos, maestros, estudiantes,
ingenieros, terapistas físicos, enfermeras, abogados, agentes de bienes
raíces, técnicos de computadoras, editores del cine, escritores,
psicólogos, pastores, arquitectos, terapistas matrimoniales, músicos, etc.
El documento comenzaba con las palabras: “Una apelación solemne a
nuestros compañeros en la fe de la Iglesia Adventista del Séptimo D ía” .
En parte, incluía lo que sigue:

“ La evidencia científica actual apoya nuestra convicción de que, al igual


que ocurre con los heterosexuales, la orientación homosexual es
ceterminada antes del nacimiento o poco tiempo después, por una mezcla
de factores biológicos y ambientales que escapan al control del
individuo. Describir a las personas que se encuentran atraídas por el
mismo sexo como pecaminosas, contradice no solo la ciencia, sino los
principios escritúrales de la verdad, la justicia y la compasión [las
mismas palabras empleadas por los proponentes de la ordenación de la
mujer para defender su posiciónl enseñados y demostrados por Jesús” .

Unidos a nuestra familia adventista del séptimo día, tomamos en serio la


conducción que Dios nos ha brindado por medio de la Biblia. Sin
embargo, hemos estudiado cuidadosamente esos textos bíblicos que
tradicionalmente han sido interpretados como una prohibición de las
actividades sexuales entre personas del mismo sexo, y nos unimos con
los eruditos que han encontrado que no se refieren a la homosexualidad
según la entendemos hoy día” .

“ Creemos que el mismo Jesús que dijo que ‘el sábado fue hecho para el
hombre, y no el hombre para el sábado’ hoy día diría respecto de este
asunto, ‘el matrimonio fue hecho para los seres humanos, no los seres
humanos para el matrimonio’ . Creemos que Dios quiere que los
homosexuales, al igual que los heterosexuales, disfruten las múltiples
bendiciones de una relación monógama comprometida— el
compañerismo, el apoyo mutuo, una comprensión mayor del amor de
Dios, y la intimidad emocional y sexual— necesidades que él colocó en
todos nosotros cuando nos creó” .

Estoy convencido, pero desearía estar equivocado, que en el futuro no


muy distante se presente el argumento:

“ Debemos brindar ios mismos derechos en el ministerio pastoral a


aquellos que se encuentran en una relación amorosa con una persona del
mismo sexo” .

Quizá usted argumente: “ Pero, pastor Bohr, esto contradice abiertamente


las Escrituras” . “ Eso no es así”, le dirían los que apoyan las relaciones
comprometidas entre personas del mismo sexo. Ellos proponen que la
Biblia no prohíbe matrimonios amantes, comprometidos entre personas
del mismo sexo. ¡Afirman que la Biblia solo prohíbe relaciones
homosexuales ilícitas fuera de una relación amante y comprometida!

Recomendaciones prácticas

¿Qué podemos hacer como miembros de iglesia en esta hora de crisis


cuando Satanás ejerce sus mejores esfuerzos para destruir la unidad de la
iglesia?

Ore, ore, ore:

Este es el momento de humillarnos ¿inte Dios y preguntarle cuál es su


voluntad en este asunto. La sociedad y la cultura pueden intentar
presionarnos para que hagamos ciertas cosas, pero la pregunta que
debemos hacemos es: ¿Qué dice Dios sobre este asunto, y cuál es su
voluntad? Debemos orar fervientemente: “ Sea hecha tu voluntad, en el
cielo como también en la tierra” . También debemos orar por la unidad
del pueblo de Dios, pero siempre sobre la platafonna de la verdad. Y por
favor ore por el pastor Ted Wilson, quien seguramente enfrenta presiones
abrumadoras de toda dirección. Ore para que el Señor le dé salud,
sabiduría y valor para enfrentar este asunto con la inviolable
determinación de ponerse del lado de lo que es correcto aunque se
desplomen los cielos.

Estudie, estudie, estudie

Hay varios mitos que htm sido divulgados por los proponentes de la
ordenación de la mujer. Entre éstos se encuentran:

• Elena G . de White fue ordenada en algún momento entre 188S y 1887.

• En 1881, ia Asociación General aprobó la ordenación de la mujer.

• En 1895, Elena White impulsó la ordenación de las mujeres al


ministerio pastoral.

Para obtener respuestas claras y persuasivas sobre estos y otro mitos,


consulte Prove AU Things, pp. 273-312.

Tenemos el deber y la responsabilidad de estudiar estos asuntos por


nosotros mismos para comprobar qué es lo correcto. No podemos dejar
esta tarea en manos de los teólogos ni ios administradores; es un tema
demasiado importante. Debemos entenderlos temas si hemos de
conversar inteligentemente sobre ellos. Las buenas decisiones se basan
en una información confiable.

Si usted desea obtener un cuadro más completo de los asuntos


principales en el debate sobre la ordenación de la mujer, primero lea
Women in Ministry, publicado porei Seminario de la Universidad
Andrews, y que está a favor de la ordenación de la mujer. Lea
cuidadosamente los argumentos y compárelos con la Palabra de Dios.
Entonces lea la respuesta a los argumentos de Women in Ministry en el
libro Prove All Things,disponible en Secrets Unsealed. Esto le d
conocimiento equilibrado de los argumentos principales y los contra
argumentos que se utilizan a favor y en contra de la ordenación de la
mujer.

Hable, hable, hable;

Pero no solo es un momento para orar y estudiar. Es momento de actuar.


Creo que hay tres tipos de actitudes en los miembros cuando se trata el
asunto de la ordenación de la mujer. Un grupo es militante en su apoyo.
Otro se opone fuertemente. En el centro hay un grupo que mantiene
silencio sobre el asunto por dos razones.

En primer lugar, no han estudiado personalmente los temas y por lo tanto


no perciben su importancia. En segundo lugar, aunque puedan tener
ciertos temores respecto de la ordenación de la mujer, desean mantener la
paz en la iglesia, y para evitar conflictos se mantienen callados. Pero
debemos cuidarnos de no gritar "¡Paz, paz!” cuando no hay paz.
Debemos despertamos y con bondad y firmeza hablar sobre estos asuntos
a nivel de la iglesia local, a nivel de Asociación, Unión y también de
División. Hable con sus pastores y administradores, y exprese su opinión
bien informada sobre el asunto, pero hágalo amablemente. Recuerde, al
hablar contra la ordenación de la mujer usted no se está rebelando contra
la iglesia, sino ¡reafirmando las decisiones de toda la iglesia mundial!

Dios tomará cuenta si mantenemos silencio en este momento de crisis. El


Espíritu de Profecía nos advierte tal cosa en palabras contundentes:

“ Si Dios aborrece un pecado más que otro, del cual su pueblo es


culpable, es el de no hacer nada en caso de una emergencia. La
indiferencia y la neutralidad en una crisis religiosa son consideradas por
Dios como un grave delito, igual al peor tipo de hostilidad contra Dios”
(Testimonios para ¡a iglesia, t. 3, p. 311.

Un Comunicado de la
Asociación General
en Dos Partes

Apelación ü la Unidad

Respecto de la ordenación, los líderes adventistas hacen un llamado para


que se siga un proceso ordenado1

Informe de Mark Kcl Iner/Mundo Ac/veníisfo

Los líderes mundiales de la Iglesia Adventista han enviado un muy


inusual “ llamado a la unidad” a las unidades administrativas regionales
de la iglesia que han tomado o están pensando tomar acciones
independientes en relación con la ordenación de las mujeres al ministerio
evangélico. El pedido forma parte de una declaración emitida hoy en
respuesta a los votos de varias uniones asociaciones, entre ellas, dos de
Norteamérica.

Las Uniones Asociaciones, los elementos constitutivos clave de la


Asociación General de ia iglesia mundial, han indicado ya sea su
disposición a ordenar a las mujeres, o a llevar a cabo acciones
independientes que permitan esas ordenaciones en sus territorios. Por el
momento, la Iglesia Adventista no ordena las mujeres al ministerio, de
acuerdo con votos en los Congresos de la Asociación General de 1990 y
1995 sobre la cuestión cuando el tema fue un punto de agenda de los
delegados internacionales a esas instancias.

El llamado fue preparado y aceptado unánimemente por consenso por ios


directivos de la Asociación General, un grupo de cuarenta líderes de la
iglesia, que incluyen los trece presidentes de división que también son
vicepresidentes de la Asociación General,

El documento comienza mencionando las recientes propuestas o votos de


campos locales, recordando a las Uniones Asociaciones y a la feligresía
en general que el tema de la ordenación en general está siendo estudiado
por la familia adventista mundial, esperándose resultados para 2014. Una
vez que se reciban esos resultados, expresa el documento, la Junta
Directiva de la Asociación General, la autoridad interina más elevada
entre los congresos internacionales quinquenales de la denominación,
decidirá si hacer recomendaciones adicionales sobre e! tema de la
ordenación al 60° Congreso de la Asociación General en San Antonio
(Texas, Estados Unidos), en julio de 2015.

Hasta entonces, cualquier medida “ para cambiar o modificar las prácticas


de ordenación es mundial y necesita una decisión del cuerpo mundial” ,
expreso el documento.

“ Que una Unión introduzca una práctica de ordenación al ministerio


diferente es vista por el resto de la iglesia como una disposición a dejar
de lado la decisión de la iglesia mundial y proceder en otra dirección” ,
escribieron Jas líderes adventistas. “Tales acciones, tomadas en el
momento mismo en que la iglesia mundial está dedicada al estudio y la
discusión del tema, se adelantan al proceso y a cualquier decisión que
pueda tomarse a partir de este’'.

Los líderes señalaron el enfoque colaborativo en las decisiones clave que


ha caracterizado a la organización adventista desde sus comienzos en
1863, hace ya casi ciento cincuenta años: “ La esencia de la unidad del
funcionamiento organizacional de la Iglesia Adventista es el compromiso
mutuo de todas las organizaciones de una toma colectiva de decisiones
en cuestiones que afectan a toda la familia, y la aceptación de esas
decisiones como la autoridad de la iglesia. La acción de cualquier Unión
que persiga un curso diferente de acción representa un rechazo de este
valor clave de la vida de la denominación".

Al mismo tiempo, destacó el llamado, “ los directivos de la Asociación


General aceptan de buena gana e invitan a las Uniones para que
participen del estudio mundial sobre la ordenación. Este estudio será el
más amplio y abarcador que la iglesia lleve a cabo sobre el tema. En el
pasado, estos estudios fueron llevados a cabo por comisiones. Esta es la
primera vez que un estudio sobre la ordenación al ministerio involucra a
toda la iglesia de sus trece divisiones” .

Los líderes reconocen que la cuestión de la ordenación de la mujer ha


sido un tema de profunda preocupación para muchos dentro del
movimiento. “Reconocemos que en nuestra familia global existen
convicciones sumamente divergentes respecto de la ordenación de la
mujer al ministerio. También reconocemos que el paso del tiempo sin
hallar resolución a las tensiones que provoca esta cuestión puede dar
lugar a Ja frustración y la erosión de la confianza de que pueda hallarse
una oportuna y mutualmente satisfactoria resolución” .

A pesar de ello, los líderes mundiales de la Iglesia Adventista dijeron que


“ hacen un sincero llamado” a las uniones involucradas para que:

1. Obren en armonía con Jas decisiones de la iglesia mundial;

2. Eviten cualquier acción independiente que sea contraria a las


decisiones tomadas por el cuerpo mundial de la iglesia en 1990 y 1995;

3. Comuniquen a los entes que dependen de ellos las implicaciones de


las acciones independientes por la salud de la denominación en general;

4. Participen de manera activa en la discusión mundial establecida en


relación con la práctica de la ordenación, cuyas conclusiones serán
informadas en 2014 y 2015.

Según datos del 31 de diciembre de 2010, la Iglesia Adventista tenía 60


uniones con estatus de asociación y 59 uniones con estatus de misión. La
iglesia Adventista fue organizada en una Asociación General en 1863, y
ahora posee 17 millones de miembros bautizados y se encuentra activa
en 209 países y territorios del mundo. Se estima que unos treinta
millones de personas asisten cada semana a la iglesia.

Una apelación a la unidad respecto de la


práctica de la ordenación pastoral"

Desde el comienzo de 2012, varias UnionesJ>han registrado votos que


expresan apoyo o compromiso a favor de la ordenación de la mujer al
ministerio. I.a Iglesia Adventista del Séptimo Día alrededor del mundo
está ocupada actualmente en un estudio de la teología de la ordenación y
sus implicaciones. Este estudio debe completarse antes del Concilio
Anual de 2014 del Comité Ejecutivo de la Asociación General. En ese
momento, el Comité Ejecutivo determinará el informe que se dará en ei
Congreso de la Asociación General de 2015 además de si habrá alguna
recomendación nueva que los delegados al Congreso habrán de
considerar.

A la luz de este estudio actual y los votos de varias Uniones, los


dirigentes de la Asociación General, incluyendo a los presidentes de las
trece Divisiones mundiales, han comunicado unánimemente una
apelación a la unidad respecto de la práctica de la ordenación pastoral.
La apelación invita a: (1) la unidad en el respecto a un voto de la iglesia
global (i.e. las decisiones sobre la ordenación de los Congresos de 1990 y
1995); (2) que el comité ejecutivo de cada Unión analice cuidadosamente
los efectos de largo alcance de seguir un curso de acción contrario a las
decisiones de la Asociación General en congreso; y (3) que cada Unión
participe en el estudio actual sobre la teología de la ordenación y sus
implicaciones.

1. El respeto a una decisión global de la iglesia

La iglesia a nivel mundial reconoce a la Asociación General en congreso


como la autoridad eclesiástica más elevada para los adventistas del
séptimo día. Las decisiones de los Congresos de 1990^ y 1995(> respecto
de otorgarla ordenación ministerial a las mujeres representa la voz actual
de la Iglesia sobre este asunto. Los votos de ciertas Uniones indican su
deseo de establecer una fuente alternativa de autoridad ante un asunto
que ya manifiesta la autoridad de la iglesia mundial.

Según se entiende en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la


ordenación al ministerio evangélico es una ordenación para servira la
iglesia global, Mo existe provisión alguna para una ordenación a!
ministerio válida en cierto territorio únicamente.' Por lo tanto, la
decisión para cambiar o modificarla práctica de la ordenación es una
decisión global, y requiere una decisión del cuerpo mundial.

Que una Unión decida cambiar su práctica de la ordenación pastoral


uniJateralmeme, es visto por el resto de la iglesia como la disposición a
descartar una decisión de la iglesia mundial y proceder en otra dirección.
Tales votos, tomados en el mismo momento en que la iglesia mundial
está dedicada aun estudio y discusión del asunto, es adelantarse al
proceso y cualquier decisión que pueda tomarse. Esto crea una confusión
general, malos entendidos y también una erosión de confianza, y también
alimenta la duda de si estas Uniones están actuando en buena fe como
miembros de la familia mundial.

Algunos que quisieran animar a las Uniones a proceder con la


ordenación pastoral de la mujer, destacan pasajes escogidos de un
documento del Comité Ejecutivo de la Asociación General.9 Estos
individuos señalan que estas declaraciones indican que una Unión tiene
ia autoridad decisiva en asuntos relacionados con la ordenación pastoral.
La intención del documento del que se extraen estas declaraciones es
destacar la condición de interconexión de la estructura denominacional
adventista. La autoridad y responsabilidad confiada a toda entidad de la
iglesia es ejercida dentro del contexto de las creencias, valores y pólizas
de la iglesia entera. Ser parte de Iglesia Adventista del Séptimo Día
obliga a cada organización a pensar y actuar por el bien del todo, y a
rechazar un espíritu de autonomía y autodeterminación.

2. Los efectos de seguir un curso independiente de acción


demanera unilateral

El significado de un procedimiento de parte de una Unión contrario a una


decisión de la iglesia global no se limita a la acción específica en juego
(en este caso la ordenación); sino que afecta el mismo corazón de cómo
funciona esta iglesia como una familia global. La esencia de la unidad en
el funcionamiento organizacional de los adventistas del séptimo día es el
compromiso común de todas las organizaciones a una toma colectiva de
decisiones en los asuntos que afectan a toda la familia, y la aceptación de
tales decisiones como la autoridad de la iglesia. La decisión de cualquier
Unión de seguir un curso diferente de acción representa un rechazo de
este valor clave en la vida de la denominación. A menos que se mantenga
este valor {la toma colectiva de decisiones y la aceptación de tales
decisiones como la autoridad de la iglesia), todos los otros valores que
contribuyen a la unidad son gravemente debilitados.

Para algunos, el que una entidad exprese su disensión razonada de una


decisión global de la iglesia podría parecer un curso legítimo de acción.
Sin embargo, las implicaciones de actuar de una manera contraria a una
decisión global de la iglesia no se limitan a la sola entidad. Toda
organización que contemple un curso de acción contrario a una decisión
de ia iglesia global debe preguntarse: “ Estamos dispuestos a establecer y
recomendar esta forma de participación en la vida de ia iglesia a otras
entidades?" “ ¿Cómo enfrentaremos la situación si una organización de
nuestro territorio decide discontinuar su participación en uno o más
asuntos en los que está en desacuerdo con la familia mayor de
organizaciones?” Los reglamentos aceptados colectivamente benefician a
ia iglesia entera e impiden que se fragmente en unidades independientes,
motivadas localmente. Son el ref lejo de la voluntad del cuerpo guiada
por el Espíritu y permiten que cada entidad se preocupe por el bien de
todo el cuerpo de Cristo.

3. La participación en el estudio actual de la ordenación y


sus implicaciones
Los dirigentes de la Asociación General acogen e invitan la participación
de las Uniones en el estudio global de la ordenación. Este estudio será el
más abarcador y cuidadoso que la iglesia haya efectuado sobre el tema.
Los estudios anteriores han sido efectuados por comisiones. Esta es la
primera vez que un estudio de la ordenación ministerial involucra a toda
la iglesia en las trece Divisiones.

Se lia pedido a ios comités de Investigación Bíblica de cada División que


conduzcan un estudio sobre Ja teología de la ordenación y sus
implicaciones. Además, durante 2012, el comité administrativo de la
Asociación General nombrará un Comité para el Estudio de la Teología
de la Ordenación, con representantes de todas las Divisiones, para
supervisar y facilitar el proceso global de discusión y preparar info mi es
para presentar al Comité Ejecutivo de la Asociación General. El
Congreso Anual de 2014 determinará si elevará una recomendación al
Congreso de la Asociación General de 2015. Se ha prestado atención
cuidadosa para asegurarse que el proceso de estudio y educación sea
efectuado con imparcialidad y esmero para examinar la teología de la
ordenación y sus implicaciones prácticas.

Se invita a todas las Uniones a someter su convicción como parte del


diálogo global sobre este asunto. Deben escucharse las voces de todas las
Uniones. Esta es la oportunidad para que las Uniones compartan su
posición sobre la ordenación pastoral, y las razones que la sustentan.
Hacer tal cosa asegurará que la iglesia mundial pueda entender
claramente las varias perspectivas.

La apelación enviada por los funcionarios de la Asociación General a


cieñas Uniones también refleja el mensaje de este grupo de líderes de la
iglesia a otras Uniones que puedan estar considerando pasos similares
respecto de la práctica de la ordenación ministerial. Tal comunicado
concluye diciendo: “Hemos compartido con ustedes nuestras
preocupaciones profundas sobre el curso de acción que ustedes han
elegido. Advertimos que existen convicciones que difieren
marcadamente respecto de la ordenación de la mujer en nuestra familia
global. También advertimos que el paso del tiempo sin que se alivien las
tensiones sobre este asunto puede producir frustración y la erosión de la
confianza en que pueda encontrarse una solución rápida y satisfactoria
para las partes involucradas.

“ Por lo tanto apelamos a ustedes con toda seriedad a que:


1. Su Unión continúe funcionando en armonía con tas decisiones
globales y los procesos globales para la toma de decisiones dentro de la
iglesia.

2. Que su Unión se abstenga de tomar cualquier voto para implementar la


práctica de la ordenación ministerial contraria a los votos de los
Congresos Mundiales de 1990 y 1995, basta el momento en que la iglesia
decida de otro modo.

3. Que la feligresía de la Unión sea informada de las implicaciones para


la iglesia entera en caso de que se decida un curso de acción de oposición
deliberada a una decisión de la iglesia entera.

4. Que la Unión participe activamente en la discusión global sobre la


manera en que la iglesia concibe y practica la ordenación. Las
contribuciones de la Unión a este análisis pueden ser remitidas al Comité
de Estudio de la Teología de la Ordenación formado por cada División.

Cracias por su disposición a recibir y reflexionar sobre estas cosas. Nos


unimos a ustedes diligentemente y en oración en el deseo de conocer la
voluntad, la bendición y la conducción de Dios en este y otros asuntos
que afectan nuestra vida conjunta como iglesia y nuestros esfuerzos
colectivos para adelantar su reino.
1 http://new5.aciventist.org/es/archive/artides/2Q12/06/29/on-ordination-
questions-adventist-leadership-appeals-for-orderly-process/

2 Adventist Report, 15 de julio, 2012.


<www.adventistreport.conn/20i2/07/appeal-for-unity-in-respect-to.html>

3 El 31 de diciembre de 2010, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tenía 60


Uniones con estatus de Asociación y 59 Uniones con estatus de Misión.

4 El grupo de 40 directivos incluyó a funcionarios de la presidencia,


secretariado y tesorería de la Asociación General, además de los presidentes
de las Divisiones, quienes, además de ser presidentes de sus Divisiones, son
vicepresidentes de la Asociación General.

5 El Congreso de la Asociación General de 1990 aprobó que se les diera a


las mujeres una participación amplia en todas las actividades de la iglesia,
incluyendo la ganancia de almas y los deberes pastorales, pero “ en vista del
posible riesgo de desunión, disensión y desviación de la misión de la
iglesia” el Congreso también aprobó la recomendación del Concilio Anual
de que no se autorizara la ordenación de las mujeres al ministerio
evangélico.

6 El voto del Congreso de la Asociación General de 1995 negó el pedido de


la División Norteamericana para que se adoptaran las siguientes normas
sobre la ordenación: “ La Asociación General confiere a cada División el
derecho a autorizar la ordenación de individuos dentro de su territorio en
armonía con los reglamentos establecidos. Además, donde las circunstancias
no lo hacen imprudente, una División puede autorizar la ordenación de
individuos calificados sin tomaren cuenta el sexo. En las Divisiones en que
el Comité Ejecutivo de la División toma votos específicos que aprueban la
ordenación de la mujer al ministerio evangélico, podrá ordenarse a mujeres
para que sirvan en tales Divisiones".

7 A veces se ha citado la información de que hay varias mujeres que fungen


como pastores ordenados en China como justificación para que otras
Uniones procedan de un modo similar. Se ha alegado que la División del
Norte de Asia-Pacífico reconoce estas ordenaciones y ha establecido por lo
tanto un precedente para la otorgación de brindar la ordenación ministerial a
las mujeres. Sin embargo, estas ordenaciones no fueron autorizadas ni
conducidas según los reglamentos de la iglesia. Tampoco han sido
aprobadas ni reconocidas o respaldadas por la División del Norte de Asia-
Pacífico. La iglesia Adventista del Séptimo Día no tiene una estructura
organizada oficialmente en China comparable a la que existe en otras partes
del mundo. Los reglamentos del gobierno no permiten la injerencia de
extranjeros en los asuntos de las iglesias dentro de China. Esta práctica de la
ordenación ministerial de las mujeres en China es tomada como una realidad
surgida en China que escapa a la influencia de la estructura mundial de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día.

8 “ The General Conference and its Divisions,” |La Asociación General y


sus Divisiones), General Conference Executive Committee [Comité
ejecutivo de la Asociación General, abril, 2012,
SECRETS
UNSEALED
5949 E. Clinton Avenue
Fresno, CA 93727
559-264-2300
888-REV-1412 I 888-738-1412
(solo para llamadas dentro de EE. UU.)
Email: [email protected] | www.SecretsUnsealed.org
youtube.com/secretsunsealed | facebook.com/secretsunsealed
poder por encima de lodo lo demás. Puede parecer auela iglesia esta por caer,
pero no caerá. Ella permanece en pie. mientras los pecadores que hav en Sion son
tamizados, mientras la paja es separada del trigo precioso. Es una prueba terrible, y
sin embargo tiene que ocurrir... Los miembros del pueblo remanente que puritican
sus almas mediante la obediencia a la verdad, se fortalecen en el proceso probatorio
y manifiestan la belleza de la santidad en medio de la apostasia circundante."
Mensajes Seiecies. lomo 2. po. 436.437 (Carta 55. Diciembre 8.1986 escrta por Elena While a G. I Boiter

yS.N. Hasten desde Easel Suiza)

Apreciado miembro de la Iglesia Adventista,


¿te asustan un tanto las palabras de la inspiración que acabas de leer? Si has estado
prestando atención últimamente, has podido ver que durante los últimos años ha
estado creciendo sigilosa y persistentemente un movimiento que ahora ha
alcanzado proporciones gigantescas en la Division Norteamericana y mas alla. Este
movimiento desea imponer el objetivo de ordenar mujeres al ministerio evangélico.

¿Te preocupa esto?


¿Hay algo que puedes o debes hacer al respecto como miembro de iglesia?
Antes de responder a esta pregunta, por favor túrnate el tiempo para leer este libro.
Es imprescindible que lomes una decision correcta en cuanto a este rema en este
tiempo transcendental de nuestra historia. Es mi oración que el Espíritu Santo sea tu
guia y consejero.

S E C R E T S
U N S EA LED

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