Fase 8 Actividad 1
Fase 8 Actividad 1
Fase 8 Actividad 1
Transferencia de calor
El caso más simple de producción de entropía se da cuando tenemos calor que pasa de un
cuerpo caliente a uno frío. Si tenemos dos focos a temperaturas T1 y T2 y una cierta
cantidad de calor Q pasa del 1 al 2, se produce una disminución de entropía en el primero
y un aumento en el segundo
Para que este proceso sea posible, debe ser T1 > T2, como afirma el enunciado de Clausius.
Normalmente las temperaturas de los focos pueden estar cambiando en el tiempo (por
ejemplo, un café que se va enfriando tiene una temperatura que se acerca exponencialmente
a su valor final). En ese caso debemos considerar el ritmo al que se produce la entropía
estando uno de sus lados a una temperatura T1 y el otro a temperatura T2. Aquí suponemos
el sentido del flujo de calor del medio 1 al 2 y ΔT = T2 − T1. En este caso el ritmo de
producción de entropía
Por ejemplo, a través de una ventana cuyo exterior está a 15°C y cuyo interior a 22°C,
siendo las dimensiones de la ventana 1.60×1.20 m² su espesor 5 mm y su conductividad
térmica 0.96 W/m·K, el ritmo de producción de entropía es
Cambio de fase
siendo Δh la entalpía por unidad de masa del cambio de fase (de fusión o de vaporización,
por ejemplo, para el agua).
Así, en el paso de hielo sólido a agua a 1 atm se produce un aumento de entropía por unidad
de masa (s = S / m):
Vemos que es mucho mayor el aumento en la ebullición que en la fusión. Esto está
asociado con el gran aumento del desorden al pasar de líquido a gas.
Cuando se tiene una sustancia pura, como el agua, que experimenta una variación de su
temperatura, siendo la presión inicial y la final la misma, la variación de la entropía de la
sustancia es, según la definición
El calor específico es, en general, una función de la temperatura y debe ser tenido en cuenta
a la hora de integrar. No obstante, si el rango de variación de la temperatura es pequeño,
usualmente se puede aproximar cp por una constante, su valor medio, y obtener la expresión
Combinado este resultado con el anterior, podemos trazar la gráfica de la entropía por
unidad de masa, como función de la temperatura, para el agua desde el estado de hielo al de
vapor, tomando como referencia el punto de fusión:
Este calor sale del sistema y entra en el ambiente, por lo que la variación de entropía del
baño es
Puede probarse de foma sencilla que, tanto si T1 > T2 como si T1 < T2, esta variación es
siempre positiva, esto es, el sistema siempre adquiere la temperatura del baño.
Gas ideal
Para un gas ideal podemos obtener una expresión válida para una presión y temperatura
arbitrarias. Antes de dar una expresión general consideraremos algunos procesos
característicos:
Puesto que en este caso la energía interna no cambia, este trabajo debe ser compensado por
una cantidad equivalente de calor
Y, dado que el proceso es a temperatura constante, la variación de la entropía del gas vale
Si el gas se expande su entropía aumenta y si se comprime disminuye.
y su incremento
De nuevo, si la temperatura aumenta, también lo hace la entropía del gas y viceversa.
Puesto que cp > cv en este caso el aumento de entropía es mayor que en el caso isócoro, ya
que no solo aumenta la temperatura del gas, sino también el volumen que ocupa.
En términos del volumen, teniendo en cuenta que es a presión constante y se cumple la ley
de Charles
Proceso general
Supongamos ahora una cantidad de gas que va de un estado en el que tiene una presión pA,
una temperatura TA y ocupa un volumen VA a uno en que tienen los valores pB, TB y VB. El
proceso para ir de uno a otro es arbitrario, puede ser cuasiestático o no serlo. El proceso no
importa, ya que la entropía es una función de estado y para hallar su variación podemos
elegir cualquier proceso reversible.
Podemos, por ejemplo, considerar un proceso en el que primero variamos su volumen,
manteniendo su constante su presión pA y posteriormente modificamos su presión a
volumen constante VB. Esto nos da la variación total de entropía
Esta es la expresión general de la variación de entropía de un gas ideal entre dos estados
cualesquiera.
Expresiones alternativas
Con ayuda de la ley de los gases ideales podemos expresar la variación de entropía en
términos de la presión y la temperatura, o de la temperatura y el volumen. Tenemos que
También podemos calcular la entropía de un gas ideal sin considerar proceso alguno, sin
más que aplicar la identidad de Gibbs
Si sustituímos aquí las expresiones para la energía interna y la ley de los gases ideales
queda
Entropía absoluta
dividimos por ncv
y hallamos la exponencial
Aunque todos los procesos isentrópicos son adiabáticos, el recíproco no es cierto, por lo
que conviene tener claros los dos conceptos:
Para que un proceso adiabático sea isentrópico debe ser además reversible. En un proceso
adiabático irreversible la entropía del universo aumenta, como en cualquier otro.
Si tenemos la expresión general
es decir, se comprime menos (o se expande más) y se calienta más (o se enfría menos) que
si fuera reversible.
siendo positiva ya que el volumen final es mayor que el inicial (nunca podría darse una
contracción espontánea). Puesto que no hay intercambio de calor con los focos, la entropía
del ambiente no cambia y ésta es toda la variación de la entropía del universo.
Compresión irreversible
Como otro ejemplo de proceso adiabático irreversible, consideremos el caso descrito en un
problema en el que se tiene un cilindro adiabático cerrado por un pistón móvil en el que
existe un gas en equilibrio con el exterior. Se coloca bruscamente una pesa de masa m en lo
alto del cilindro, comprimiendo el gas de manera irreversible. La entropía del sistema
aumentará, por tanto.
queda, sustituyendo
Mezcla de gases
Supongamos que tenemos nk moles de N gases, todos a la misma temperatura T0 y
presión p0, separados por tabiques. Si se retiran los tabiques y los gases se mezclan, se
producirá un aumento de entropía, por tratarse de un proceso irreversible.
Si suponemos que los gases son ideales e inertes (esto es, que no reaccionan ni se ven
afectados por el hecho de mezclarse), la entropía será la suma de las entropías individuales,
como corresponde a una propiedad extensiva
y la variación total
El resultado anterior es independiente de qué gases sean los que se mezclan, pero, ¿qué
ocurre si mezclamos oxígeno con más oxígeno? La fórmula seguiría siendo la misma. Sin
embargo, si se tienen dos volúmenes del mismo gas a la misma presión y temperatura y se
elimina la separación entre ellos, la situación antes de la mezcla y después, es exactamente
la misma y por tanto el aumento de entropía es nulo. Hay aquí una discontinuidad que
parece depender de que uno sepa qué está mezclando. Esta es la conocida como paradoja de
Gibbs y su solución no es trivial.
Reacciones quimicas
Lo que quiere decir esta descomposición en tres sumas es que, para estudiar una reacción a
una cierta presión y temperatura, aprovechamos el que la entropía es una función de estado.
En lugar de calcular la diferencia directamente a dicha p y T, lo que hacemos es
imaginarnos que llevamos los reactivos, sin reaccionar, al estado estándar. Luego
analizamos la reacción en el estado estándar, aprovechando los valores tabulados. Por
último llevamos los productos a las condiciones originales.
Balance de entropía en un Sistema Abierto
Volúmenes de Control
Las relaciones de balance de entropía para los volúmenes de control difieren delas de los
sistemas cerrados en los que se involucra un mecanismo más de intercambio de entropía:
flujo másico a través de las fronteras.
La masa posee tanto entropía como energía y las cantidades de estas dos propiedades
extensivas son proporcionales a la cantidad de masa. Si se toma la dirección positiva de
transferencia de calor hacia el sistema las relaciones generales de balance de entropía
pueden expresarse para los volúmenes de control como:
En régimen transitorio
2
dS ve δQ
dt s e
( )
+ ∑ m s ss −∑ m e se =∫
1 T f
+σ
En régimen estacionario
2
∆ S=∑ ms s s−∑ me s e =∫
s e 1
( δQT ) +σ
f
Referencias bibliográficas
M.J. MORAN y H.N. SHAPIRO, Fundamentos de Termodinámica Técnica,
Barcelona, Reverté, 1993, pp. 231–273.
A. SHAVIT & C. GUTFINGER, Thermodynamics. From concepts to applications,
London, Prentice Hall, 1995, pp. 126–143.