La Chica Danesa

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La chica danesa.

Contraste con la teoría de la atribución causal de Bernard Weiner.

Edison Alape.

Doc. Lina Pacheco.

Universidad Cooperativa de Colombia.

Sociales 6.

Psicología.

Villavicencio.

2020.
La teoría de la atribución causal de Weiner (1985) (citado por Vázquez, A. y Manassero, M.A.
(1989)), pretende explicar la conducta humana en cualquier contexto, donde se habla que las
atribuciones causales (una explicación de comportamiento) de un dividuo condicionan sus
expectativas y emociones, condicionando así mismo la acción; la atribución hecha puede ser
externa, que es cuando la causa de la conducta fue dada por un factor externo o fuerza, o puede
ser interna, donde un factor interno personal influye en la conducta.

La teoría también se consolida por la motivación y hace parte de teorías motivacionales


“expectativa x valor”, pues las emociones dirigen la actividad a un fin determinado según el valor
subjetivo que se le dé al objetivo final, habiendo relación entre los pensamientos, pasando por las
atribuciones, las expectativas y las emociones, hasta llegar a la acción. Las atribuciones trabajan
o se enmarcan en tres dimensiones causales según lo explica Moreno, A., Aarón, C. y Cuevas,
M., (s.f): la internabilidad, estabilidad y controlabilidad. La internabilidad alude al locus de
control, el lugar donde se encuentra la causa, puede ser interna o externa al suceso o agente
desencadenante, la estabilidad se refiere a la temporalidad o frecuencia con que se da la causa que
provoca el suceso y la controlabilidad es el grado de control que el agente o suceso en sí mismo,
tiene o ha tenido sobre la causa que ha producido.

A lo largo del resumen de la película se escribe donde se presenta la teoría de Weiner, que
gira entorno a Einar Wegener, una persona que nació como hombre en el pueblo danés de Vejle,
pero empieza a notar que dentro suyo (locus de control interno) existe una mujer y la materializa
como Lili Elbe, lo que lo motivo (emoción) a luchar contra el prejuicio de una sociedad y a
convertirse en una mujer; durante su adultez temprana, en sus cursos de Arte conoce a Gerda
Frederick, quien pasaría a convertirse en su esposa y compañera durante el desarrollo de su
carrera como pintor, alcanzando notoriedad en la sociedad artística por sus paisajes y su
transición a mujer.

La primera vez que se sintió mujer fue cuando sirvió de modelo para su esposa, quien era
retratista e ilustradora, donde utilizó calcetas y ropa femenina, lo que marcó un quiebre en su vida
y lo llevó a descubrir que su cuerpo, de hombre, no era lo que quería ni tampoco sería un
impedimento para despertar en él su verdadera identidad, la de una mujer (se ve la
controlabilidad), que luego fue bautizada como Lili, todo eso ayudado por su esposa que lo vio en
principio como un juego; el apoyo de Gerda, quien se debatía entre salvar su matrimonio y ver
feliz a la persona que amaba (otro locus de control interno, pues su sentimiento de amor hizo que
le ayudara a su esposo), fue incondicional en la incorporación de Lili a la sociedad, siendo
presentada como la prima de Einar cuando algún conocido preguntaba.

El comportamiento y la parte cognitiva de Einar (expectativas y emociones) fue tratado


como una enfermedad por médicos de la época, pues no era algo común e iba a ser rechazado; las
constantes sus apariciones públicas como dama llegaron incluso al punto de ser cortejada por
caballeros, su aire de misterio y sensualidad llamaba mucho la atención. El ansia de ser mujer a
toda costa y explorar su lado femenino fueron una inspiración para su esposa, quien la convirtió
en modelo de sus cuadros y alcanzó el reconocimiento de la época por los retratos y desnudos de
esa llamativa pelirroja desconocida.

Para los médicos fue un caso muy particular, los cuales concluyeron que su identidad era
intersexual, una anomalía orgánica donde un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus
genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer,
en grado variable. En 1930 fue atendida por el sexólogo Magnus Hirschfeld en Berlín, en el
proceso de castración con la extirpación completa de los órganos genitales masculinos, ese
mismo año Gerda al saber que no podría continuar con su matrimonio por el cambio de sexo de
su esposo, contrajo matrimonio con un curador de arte y el Rey Christian X de Dinamarca
autorizó la invalidación de su matrimonio, además la emisión de su pasaporte con foto y nombre
de Lili Elbe.

Posteriormente, fue sujeto a cuatro operaciones más a cargo del Dr. Kurt Warnekros en la
clínica municipal para mujeres de la ciudad alemana de Dresde. La segunda intervención
consistió en un trasplante de ovarios, que fueron tomados de una joven de 26 años de edad. Se los
extirparon rápidamente en una tercera y cuarta operación, debido al rechazo y a otras graves
complicaciones. La quinta operación consistió en un trasplante de útero, y estaba pensada para
permitir a Lili ser madre, sin embargo las cosas no resultaron como se esperaba.

En 1931, Lili falleció debido a las complicaciones de su trasplante de útero. Aunque no


concretó el hecho de ser madre, (se ve la estabilidad y la controlabilidad, todo por llegar a su
objetivo, ser mujer) Lili Elbe rompió los prejuicios de su época y no se detuvo en su intención de
lograr su más grande sueño: ser una mujer.
Referencias:

Moreno, A., Aarón, C. y Cuevas, M., (s.f). El modelo atribucional de Bernard Weiner y el
rendimiento académico en la asignatura de física. Eje Temático: Métodos de aprendizaje.
Análisis del proceso de aprendizaje.

Vázquez, A. y Manassero, M.A. (1989). La teoría de la atribución y el rendimiento escolar.


Educación i Cultura. (UIB) núm. 7.

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