Celula Eucariota
Celula Eucariota
Celula Eucariota
Estructura de un cloroplasto.
Centríolos: Los centríolos son una pareja de estructuras que forman parte
del citoesqueleto de células animales. Semejantes a cilindros huecos, están
rodeados de un material proteico denso llamado material pericentriolar; todos
ellos forman el centrosoma o centro organizador de microtúbulos que permiten
la polimerización de microtúbulos de dímeros de tubulina que forman parte del
citoesqueleto. Los centríolos se posicionan perpendicularmente entre sí. Sus
funciones son participar en la mitosis, durante la cual generan el huso
acromático, y en la citocinesis,59 así como, se postula, intervenir en la
nucleación de microtúbulos.6061
Cilios y flagelos: Se trata de especializaciones de la superficie celular con
motilidad; con una estructura basada en agrupaciones de microtúbulos, ambos
se diferencian en la mayor longitud y menor número de los flagelos, y en la
mayor variabilidad de la estructura molecular de estos últimos. 13
Ciclo vital
Artículo principal: Ciclo celular
Diagrama del ciclo celular: la intefase, en naranja, alberga a las fases G 1, S y G2;
la fase M, en cambio, únicamente consta de la mitosis y citocinesis, si la hubiere.
El ciclo celular es el proceso ordenado y repetitivo en el tiempo mediante el cual
una célula madre crece y se divide en dos células hijas. Las células que no se
están dividiendo se encuentran en una fase conocida como G 0, paralela al ciclo.
La regulación del ciclo celular es esencial para el correcto funcionamiento de las
células sanas, está claramente estructurado en fases 50
Origen
Artículo principal: Origen de la vida
La aparición de la vida, y, por ello, de la célula, probablemente se inició gracias a
la transformación de moléculas inorgánicas en orgánicas bajo unas condiciones
ambientales adecuadas, produciéndose más adelante la interacción de
estas biomoléculas generando entes de mayor complejidad. El experimento de
Miller y Urey, realizado en 1953, demostró que una mezcla de compuestos
orgánicos sencillos puede transformarse en
algunos aminoácidos, glúcidos y lípidos (componentes todos ellos de la materia
viva) bajo unas condiciones ambientales que simulan las presentes
hipotéticamente en la Tierra primigenia (en torno al eón Arcaico).64
Se postula que dichos componentes orgánicos se agruparon generando
estructuras complejas, los coacervados de Oparin, aún acelulares que, en cuanto
alcanzaron la capacidad de autoorganizarse y perpetuarse, dieron lugar a un tipo
de célula primitiva, el progenote de Carl Woese, antecesor de los tipos celulares
actuales.32 Una vez se diversificó este grupo celular, dando lugar a las variantes
procariotas, arqueas y bacterias, pudieron aparecer nuevos tipos de células, más
complejos, por endosimbiosis, esto es, captación permanente de unos tipos
celulares en otros sin una pérdida total de autonomía de aquellos. 65 De este modo,
algunos autores describen un modelo en el cual la primera célula eucariota surgió
por introducción de una arquea en el interior de una bacteria, dando lugar esta
primera a un primitivo núcleo celular. 66 No obstante, la imposibilidad de que una
bacteria pueda efectuar una fagocitosis y, por ello, captar a otro tipo de célula, dio
lugar a otra hipótesis, que sugiere que fue una célula denominada cronocito la que
fagocitó a una bacteria y a una arquea, dando lugar al primer organismo eucariota.
De este modo, y mediante un análisis de secuencias a
nivel genómico de organismos modelo eucariotas, se ha conseguido describir a
este cronocito original como un organismo con citoesqueleto y membrana
plasmática, lo cual sustenta su capacidad fagocítica, y cuyo material genético era
el ARN, lo que puede explicar, si la arquea fagocitada lo poseía en el ADN, la
separación espacial en los eucariotas actuales entre la transcripción (nuclear), y
la traducción (citoplasmática).67
Una dificultad adicional es el hecho de que no se han encontrado organismos
eucariotas primitivamente amitocondriados como exige la hipótesis endosimbionte.
Además, el equipo de María Rivera, de la Universidad de California, comparando
genomas completos de todos los dominios de la vida ha encontrado evidencias de
que los eucariotas contienen dos genomas diferentes, uno más semejante a
bacterias y otro a arqueas, apuntando en este último caso semejanzas a
los metanógenos, en particular en el caso de las histonas.6869 Esto llevó a Bill
Martin y Miklós Müller a plantear la hipótesis de que la célula eucariota surgiera no
por endosimbiosis, sino por fusión quimérica y acoplamiento metabólico de un
metanógeno y una α-proteobacteria simbiontes a través del hidrógeno (hipótesis
del hidrógeno).70 Esta hipótesis atrae hoy en día posiciones muy encontradas, con
detractores como Christian de Duve.71
Harold Morowitz, un físico de la Universidad Yale, ha calculado que las
probabilidades de obtener la bacteria viva más sencilla mediante cambios
al azar es de 1 sobre 1 seguido por 100.000.000.000 de ceros. «Este número es
tan grande —dijo Robert Shapiro— que para escribirlo en forma convencional
necesitaríamos varios centenares de miles de libros en blanco». Presenta la
acusación de que los científicos que han abrazado la evolución química de la vida
pasan por alto la evidencia aumentante y «han optado por aceptarla como verdad
que no puede ser cuestionada, consagrándola así como mitología». 72