Amadeus
Amadeus
Amadeus
Autoevaluación: 4.5.
Antes de empezar con el texto argumentativo, deseo recalcar un poco acerca de
que es el clasicismo y unos cuantos soportes de que trata esta literatura clásica. El
lema normalmente más utilizado en este periodo literario fue: “El arte por el arte”
que fue cambiado repentinamente durante el despotismo ilustrado a: “Escribir para
enseña.” La razón, la impersonalidad y la moralidad fueron unas de las principales
características generales de este gran movimiento literal.
Retomando el tema que nos interesa, en la película “Amadeus” pienso que es un
trabajo en estado de gracia donde hay buenos momentos que impactan y divierten
al mismo tiempo, como en la escena en la que Mozart le enseña a Salieri su
“Réquiem” mientras que el no da crédito a la música que se imagina en su cabeza
cuando traduce las partituras mentalmente. Mozart parece estar improvisando por
lo fácil que le resulta escribirlas.
Me agrada que la película sea tan carismática y este tan bien tratada con
delicadeza y pasión, tiene tantas cosas que me gustan que es indescriptible hablar
de todas sus virtudes. Una película, de una época, que habla de un músico y
tratando el tema de la ópera. Es capaz de que me emocione y sorprenda con
todos los temas que aborda (como el clasicismo.)
No me esperaba ver a un Mozart como una persona infantil, inmadura y que roza
el retraso mental, y no hablar por su comportamiento y su ya chistosa carcajada.
Esta cualidad sirve magistralmente para justificar la envidia y la profunda ira que
siente el personaje de Salieri hacia Mozart. La admiración mezclada con
incomprensión y odio que Salieri siente por Mozart es la parte fundamental de esta
admirable película.
Es una pena que Salieri no aceptará que en la vida van a ver seres superiores a
nosotros y que bien podemos conformarnos con esa realidad y aceptarla
conscientemente o no. Para que de esa forma podamos continuar con nuestras
vidas, o bien podemos rebelarnos ante ese estereotipo. Seremos capaces de
sentir más envidia de la que instintivamente sentimos y, al fin, viéndonos ante una
inevitable derrota, decidir estropear los planes de Dios... llegar acabar con todo de
la peor manera posible. Matar a esos genios, expulsarlos de este mundo de
personas "normales". Y tal vez si elegimos lo segundo podamos arreglárnosla
para matarlos; pero jamás podremos matar lo que éstos le han heredado al
mundo.