Psicología Laboral 2017 Resumen
Psicología Laboral 2017 Resumen
Psicología Laboral 2017 Resumen
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BIBLIOGRAFÍA:
MÉDA, DOMINIQUE: ¿Qué sabemos sobre el trabajo?
Nuestras sociedades son sociedades fundadas sobre el trabajo, como lo escribía
Habermas. El trabajo es el fundamento del orden social y determina
ampliamente el lugar de los individuos en la sociedad; es el principal medio de
subsistencia y ocupa una parte esencial de la vida de los individuos. Trabajar es
una norma, un “hecho social total”. El concepto de trabajo del que disponemos hoy
presenta una doble característica: por un lado, es un conglomerado de etapas de
significación diferentes, se sedimentaron olvidando su carácter histórico y, por otra, se
cree que el trabajo, como concepto de trabajo terminado, enriquecido por nuevas
dimensiones y dotado de todas sus funciones y preexistente a toda historia.
En las sociedades desarrolladas, la producción se volvió en el
principal objeto; el empleo se convirtió en el principal medio para asegurarse un
lugar, una utilidad, derechos y una protección. Hoy, el cuestionamiento es la existencia
de un trabajo que tenga sentido y el de un empleo sin el cual el individuo sería
considerado inútil para el mundo.
los artesanos y la de los mendigos (los cuales pertenecen a la misma categoría, dado
que viven solamente del pedido de la retribución recibida de otros). Las actividades
que hoy llamamos laborales eran destinadas a la servidumbre y las actividades
comerciales eran igualmente condenadas. No es el intercambio lo que da origen al
lazo social; el lazo político es de naturaleza radicalmente diferente de
la del lazo material que obliga a los hombres a usarse entre sí y a subsistir. No
es tampoco del trabajo que nace el lazo social.
¿Dios trabaja?: a lo largo de la dominación del Imperio Romano y hasta el fin de la
Edad Media, la representación de lo que llamaremos más tarde trabajo no encontrará
mayor cambio. La existencia de la esclavitud y de la clase campesina pone
en evidencia que numerosas personas estaban en la obligación de vender sus
servicios e intercambiarlos en contraparte de escasos medios de
supervivencia. El trabajo no determina el orden social, no está en el centro de las
representaciones que la sociedad hace de sí misma, no es considerado todavía como
un medio para derrumbar las barreras sociales e invertir las posiciones adquiridas
por nacimiento. El trabajo no es creador de nada. A lo largo de la Edad media
operarán las transformaciones que llevarán al siglo XVIII a inventar la categoría
trabajo y a reconocer su valor de utilidad.
BIBLIOGRAFÍA:
CASTEL, ROBERT: El ascenso de las incertidumbres. Trabajo,
protecciones, estatuto del individuo. Capítulo : ¿Qué centralidad del
trabajo?
Interrogarse sobre las funciones integradoras del trabajo es un
diagnóstico sobre el devenir y el porvenir de la sociedad asalariada. Es en este
tipo de formación social donde el trabajo, en la forma de empleo asalariado, ocupó una
posición hegemónica. No sólo porque el empleo asalariado era ampliamente
mayoritario, sino también porque era la matriz de una condición social estable
que asociaba al trabajo garantías y derechos. Se pudo hablar de una sociedad salarial a
partir del momento en que las prerrogativas relacionadas en principio con el trabajo
asalariado habían llegado a cubrir contra los principales riesgos sociales.
¿Reactualizar el diagnóstico?
Una hipótesis pesimista propone una salida definitiva de la sociedad salarial; la
hegemonía creciente del capital financiero internacional ataca a los
regímenes de protección del trabajo construidos en el marco de los Estados
Nación; al exigir de las empresas tasas de rentabilidad máxima, los inversores
internacionales imponen también minimizar el costo del trabajo y maximizar su eficacia
productiva , de donde surgen las diminuciones de efectivos y la “innovación” de una
cantidad creciente de tareas en condiciones cada vez más precarias y menos protegidas.
Este mecanismo que convierte al trabajo en la principal variable de ajuste a
tener en cuenta para no quedar invalidado en la competencia internacional, para muchos
parece ineludible.
Las transformaciones tecnológicas parecen tener efectos cada vez más
devastadores sobre la condición salarial; al reemplazar al hombre por máquinas más
productivas, las supresiones masivas de empleos que ellas acarrean distan de ser
compensadas por los empleos que crean; pero también las nuevas herramientas como el
ordenador, llegan a subvertir la naturaleza misma de la relación salarial; el trabajo a
distancia, posibilitado por las redes informáticas permite desterritorializar la
ejecución de las tareas fuera de la empresa y hacerlas ejecutar por trabajadores
“independientes” que puedan responder a medida que aparece la demanda y
garantizar una flexibilidad máxima.
La figura del prestador de servicios que negocia él mismo a su cuenta y riesgo
sus condiciones de empleo reemplaza a la del trabajador asalariado inscripto en sistema
de regulaciones colectivas; también la concepción de la empresa como colectivo de
trabajo se difumina para convertirse en un espacio virtual donde se intercambian
servicios entre prestadores independientes. Llevando al extremo esta lógica, se puede
empezar a soñar con una empresa sin trabajadores.
Se comprueba una desconexión creciente respecto al sistema de
garantías mínimas relacionadas con el trabajo en la sociedad salarial;
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Posdata
La tendencia dominante era relativizar la importancia del trabajo hasta
convertirlo en un valor en vías de desaparición e impugnar el papel central de “gran
integrador” que ocupa en la sociedad moderna. Las críticas al trabajo que minimizan su
función integradora son erróneas.
Se asiste a una extraordinaria sobrevaloración del trabajo sustentada por una
ideología liberal.
La prueba de la escasez de empleos es la persistencia de una desocupación
masiva y de la multiplicación de situaciones de trabajo por debajo del empleo,
actividades de tiempo parcial, precarias, de duración limitada, mal cubiertas por el
derecho del trabajo y la protección social.
Hay no empleo y subempleo, una escasez de lugares disponibles en el
mercado de trabajo susceptible de satisfacer una demanda completa de pleno empleo;
BIBLIOGRAFÍA:
DE LA GARZA TOLEDO, ENRIQUE: Hacia un concepto ampliado de trabajo
Es necesario un concepto ampliado de trabajo, que considere las
dimensiones objetivas y subjetiva; el trabajo es una forma de interacción entre hombres
y entre estos con objetos materiales y simbólicos, que todo trabajo implica construcción
e intercambio de significados.
Se sugiere el concepto de regulación del trabajo ampliado, no
reducido a las codificaciones clásicas de lo obrero patronal, que puedan involucrar a
más de dos agentes y que puedan tomar la forma codificada o no.
Se discute la pertinencia de un concepto ampliado de construcción
social de la ocupación, más abarcador que la de mercado de trabajo, puesto que
puede implicar al no asalariado y a más de dos en el encuentro entre oferta y demanda,
bajo una óptica de actores, es decir, la ocupación es resultado de estructuras, procesos
de dar sentido e interacciones entre varios agentes, sean estos asalariados o no.
Antecedentes
Los conceptos actuales de sociedad de riesgo, de corrosión de carácter o de
nuevo espíritu del capitalismo apuntan a que ha terminado la seguridad en y de
los empleos que habían caracterizado al Fordismo en la etapa del Estado
Benefactor al limitarse el pleno empleo, fragmentarse las biografías y carreras
profesionales y predominar el trabajo frágil, flexible, inseguro, con debilitamiento
de la estructura de la identidad colectiva e individual, con lo cual se da inicio a una
nueva cuestión social, la de la desestructuración laboral, familiar, social y de carácter
que jugaría en contra de la identidad individual y social.
El trabajo se tornaría en un collage de fragmentos de experiencia, que
impediría el arraigo a un grupo social en particular, provocaría la
fragmentación del conocimiento acumulado, la superficialidad de las relaciones
sociales, el desprecio por la antigüedad laboral; el mismo espacio y tiempo
sociales se desestructuran. Pero el capitalismo necesita legitimar la nueva situación
social, se apropia de las críticas de la vida laboral rutinaria del Fordismo y las asimilaría
como necesidad de autocontrol del trabajador y la exaltación del reto del riesgo
permanente.
Al mismo tiempo, las organizaciones tradicionales de los
trabajadores asalariados decayeron en casi todo el mundo, nuevos
movimientos sociales aparecieron a partir de la década de los 80 (nuevo indigenismo,
caceroleros, los sin tierra, etc.).
Existe la necesidad de explicar las fuentes de la identidad y la
acción colectiva entre trabajadores situados en relaciones poco claras
de asalariamiento o bien con la imbricación con clientes, usuarios y de recapitular
acerca de un concepto ampliado de trabajo que no se restrinja al trabajo asalariado. Es
necesario pensar en la potencialidad de constitución de identidades colectivas en los
nuevos trabajadores asalariados.
Existen dos concepciones teóricas relacionadas con el avance del trabajo
asalariado en las sociedades modernas, que llevaron a una visión restringida de este
concepto:
Neoclásica: solo considera al trabajo asalariado, el que se compra y se vende por
salario.
Marxista clásica: el concepto de trabajo no quedaba restringido al asalariado y se
pensó que la clase obrera estaba llamada a cumplir una tarea histórica.
BIBLIOGRAFÍA:
ANTUNES, RICARDO: Diez tesis sobre el trabajo del presente (y el futuro
del trabajo)
1) El siglo XX y la era de la degradación del trabajo en la sociedad del automóvil: el
siglo XX puede ser señalado como el siglo del automóvil; se trataba de una
producción cronometrada, con ritmo controlado, producción
homogénea, la línea de montaje concebida en ritmo seriado, rígido y
parcelado generó una producción en masa, que objetivaba la ampliación del
consumo también en masa, por operarios cuyos salarios también fueron
incrementados. Aunque el trabajo era reglamentado y controlado, su degradación en
la sociedad taylorizada y fordizada estaba estampada en la mecanización,
precarización, manualización, desantropomorfización y alienación. Este fue el
cuadro dominante hasta inicio de los años 70, cuando ocurrió la crisis estructural
del sistema productivo. Esta transformación estructural, que gestó la
empresa flexible o liofilizada, tuvo fuerte impulso después de las victorias
del neoliberalismo, cuando un nuevo recetario, un nuevo diseño ideopolítico se
presentó como alternativa de dominación.
2) La ingeniería de la liofilización en el microcosmos de la producción: la empresa
que constriñe, limita al trabajo vivo, ampliando la maquinaria
tecnocientífica que Marx denominara trabajo muerto; se reduce la fuerzas de
trabajo viva; reterritorializando y desterritorializando el mundo productivo. El
resultado será el desempleo explosivo, precarización estructural del trabajo, rebajas
salariales, pérdidas de derechos. La liofilización organizacional (Juan
Castillo la bautizó con ese nombre) es un proceso en la cual la sustancias vivas son
eliminadas, puesto que el trabajo vivo es crecientemente sustituido por el trabajo
muerto. En esta nueva empresa liofilizada, es necesario un nuevo tipo de trabajo,
antes eran trabajadores, ahora son colaboradores. El nuevo tipo de trabajo es
polivalente multifuncional, con intensificación de ritmos y tiempos. Se amplía el
trabajo inmaterial realizado en las esferas de la comunicación, la publicidad y el
marketing. Se amplían las tercerizaciones, las nociones de espacio y tiempo fueron
metamorfoseadas. El trabajo estable se torna virtual; se está viviendo la erosión del
trabajo contratado y reglamentado que es sustituido por las tercerizaciones, por las
formas de trabajo part time, por las diversas formas de emprendedorismo,
cooperativismo, trabajo voluntario, tercer sector. Las cooperativas patronales
tienen un sentido opuesto al proyecto original de las cooperativas de trabajadores, ya
que buscan destruir los derechos y aumentar las condiciones de precarización. En
este marco de precarización estructural del trabajo es que los capitales globales
están exigiendo a los gobiernos nacionales el desmonte de la legislación
social protectora del trabajo.
3) La era de la informatización y la época de la informalización del trabajo: en la
cúspide tenemos trabajos ultracalificados que actúan en el ámbito informacional y
en la base avanzan la precarización y el desempleo, ambos estructurales. En el
medio, la hibridez, el ultracalificado hoy puede estar desempleado o precarizado
mañana. Ambos están en expansión en el mundo del capital global. En plena era de
la informatización del trabajo, del mundo maquinal y digital, estamos conociendo la
época de la informalización del trabajo, de los tercerizados, precarizados,
subcontratados, flexibilizados trabajadores de tiempo parcial, del subproletariado.
4) El siglo XXI: entre la perennidad y la superfluidad del trabajo: otro movimiento
pendular alcanza a la clase trabajadora: por un lado, cada vez menos hombres y
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mujeres trabajan mucho y en el otro péndulo, cada vez más hombres y mujeres
encuentran menos trabajo y se desparraman en el mundo en busca de cualquier
labor. Se reduce el trabajo taylorista fordista de la era del automóvil, peros e amplía
el universo de la clase que vive del trabajo.
5) La ampliación del trabajo intelectual abstracto y las nuevas formas de valor (las
interconexiones entre trabajo material y trabajo inmaterial): con la conversión del
trabajo vivo y el trabajo muerto a partir del momento en que, por el desarrollo de los
software, la máquina informacional pasa a desempeñar actividades propias de la
inteligencia humana; se transfiere el saber intelectual y cognitivo de la clase obrera
hacia la maquinaria informatizada, con lo cual se acentúa la transformación
del trabajo vivo en trabajo muerto. Se profundiza la creciente imbricación
entre trabajo material e inmaterial, una significativa expansión del trabajo dotado de
dimensión intelectual. El trabajo manual está siendo sustituido por el trabajo
intelectual.
6) Sociedad postindustrial o interpenetración de los sectores en la era de la
finaciarización: la reestructuración productiva global exigió mutaciones tanto en el
plano de la organización socio técnica de la producción y del control del trabajo
como en los procesos de reterritorialización y desterritorialización de la
producción. Es un período marcado por la mundialización y la financiarización de
los capitales, lo que torna obsoleta el tratar de independiente a tres sectores
tradicionales de la economía: industria, agricultura y servicios.
7) Las múltiples transversalidades del trabajo: género, generación y etnia: el mundo
del trabajo vive un aumento significativo del contingente femenino. En la división
sexual del trabajo operada por el capital dentro del espacio fabril, generalmente
las actividades de concepción o las basadas en capital intensivo son llevadas a cabo
por trabajadores hombres, mientras que las dotadas de menos cualificación, más
elementales y fundadas en trabajo intensivo son destinadas a las mujeres
trabajadoras, como también a trabajadores inmigrantes y negros/as. En lo que
concierne al trabajo generacional, los jóvenes y los viejos son excluidos en el
mercado de trabajo. En las últimas décadas hubo una importante inclusión de
los niños en el mercado de trabajo, particularmente en los países de
industrialización intermedia y subordinada.
8) Diseñando la nueva morfología del trabajo: es necesario comprender la nueva
polisemia del trabajo, esa nueva morfología cuyo elemento más visible es el diseño
multifacético que resulta de las fuertes transformaciones que atravesaron al mundo
del capital en las últimas décadas. La nueva morfología comprende desde el
operario industrial y rural clásicos, en relativo proceso de retracción, hasta los
asalariados de servicios, los nuevos contingentes de hombres y mujeres tercerizados,
subcontratados, temporarios. La nueva morfología en la que se puede ver,
simultáneamente, la retracción del operario industrial de base
taylorista – fordista y, por otro lado, la ampliación de las nuevas
modalidades de trabajo que siguen la lógica de la flexibilidad
toyotizada.
9) La desjerarquización de los organismos de representación del trabajo: si la
flexibilidad del trabajo es una exigencia de los capitales a escala cada vez más
global, las respuestas del mundo del trabajo deben configurarse de maneras
crecientemente internacionalizadas, mundializadas, articulando las acciones
nacionales con las internacionales. Se ingresa también en la era de la
mundialización de las luchas sociales, de las fuerzas de trabajo ampliadas
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BIBLIOGRAFÍA:
BRESSER – PEREIRA: El asalto al Estado y al mercado: neoliberalismo y
teoría económica.
El Estado y el mercado son instituciones complementarias; el Estado es el
principal instrumento a través del cual las sociedades democráticas moldean el
capitalismo para poder alcanzar sus objetivos políticos; el mercado es una institución
basada en la competencia que, bajo la regulación del estado, contribuye a la
coordinación de la economía.
La actual crisis económica confirma la necesidad de reconstruir el Estado y
buscar una nueva complementariedad con el mercado.
La oposición Estado y Mercado se transformó en un problema desde los 80 y 90,
cuando el neoliberalismo adquirió hegemonía que este planteo comenzó a parecer
natural y legítimo.
Las sociedades modernas son sociedades capitalistas organizadas
territorialmente en países o Estados nación soberanas.
Neoliberalismo
No es posible pretender aumentar el poder del mercado a expensas del
debilitamiento del Estado, como pretendió irracionalmente el neoliberalismo; esta
ideología se inició un verdadero asalta al Estado democrático y social que había
comenzado a establecerse desde el New Deal en Estados Unidos.
Para el Neoliberalismo, el Estado debía ser mínimo, lo que significa que
Dejará de encargarse de la producción de determinados bienes básicos
relacionados con la infraestructura económica.
Desmontará el Estado social, es decir, el sistema de protección a través del cual
las sociedades modernas buscan corregir la ceguera del mercado en relación con la
justicia social.
Dejará de inducir la inversión productiva y el desarrollo tecnológico y científico
(dejará de liderar una estrategia nacional de desarrollo).
Dejará de regular los mercados y, sobre todo, los mercados financieros, para
que se autorregularan. La propuesta más repetida fue la desregulación de los mercados.
El neoliberalismo fue la ideología hegemónica desde comienzos de la década de
los 80 hasta el inicio del 2000; fue la ideología adoptada y promovida por los gobiernos
estadounidenses a partir de Ronald Reagan. El neoliberalismo es hoy una ideología
muerta.
El neoliberalismo suele definirse como un liberalismo económico radical, como
la ideología del Estado mínimo y de los mercados autorregulados.
El neoliberalismo es la ideología que los sectores más ricos de la sociedad
utilizaron a fines del siglo XX contra los pobres y los trabajadores y contra el Estado
Democrático social; es, por lo tanto, una ideología eminentemente reaccionaria.
Estado
El Estado es la gran construcción institucional de las sociedades.
El Estado como orden jurídico es la realización concreta de la libertad y la razón
humanas; es nuestro instrumento de acción colectiva por excelencia.
Mercado
En ciertos momentos, el mercado se vuelve increíblemente ineficiente, esto es
así en tiempos de crisis; el mercado deja de coordinar para descoordinar, para establecer
el desorden.
El asalto teórico
En los últimos 30 años, una coalición entre ricos inversores y una clase media de
brillantes profesionales financieros utilizó el neoliberalismo como un instrumento
ideológico para su enriquecimiento.
Los economistas nunca consiguieron separar con claridad ciencia de la
ideología, no resulta sorprendente que los economistas ahora denominados neoclásicos
decidirán cambiar el nombre de la ciencia económica, de economía política a economía.
En la década de 1970, la pérdida del dinamismo de las economías desarrolladas,
la caída de las tasas de ganancia y la estanflación fueron la oportunidad perfecta para
que el neoliberalismo montara su ataque al Estado social; la teoría económica neoclásica
logró, tras años de keynesianismo, recuperar su papel dominante.
Fue el asalto al Estado realizado por el nuevo institucionalismo de Ronald
Coase; en vez de ignorar al Estado, esta corriente decidió recuperar las instituciones; el
institucionalismo sostiene: en el comienzo era mercado, es decir, lo primero eran
individuos produciendo y haciendo intercambios coordinados por el mercado.
El asalto más radical al Estado fue promovido por la teoría de la elección
pública, rechaza la idea de una ética pública, sus principales representantes:
Buchanan y Tullock, conciben al Estado de manera reduccionista, como una
simple organización.
La última corriente que forma parte de este asalto al Estado es la elección
racional, se trata de una corriente amplia y contradictoria, su postulado más general
indica que la acción colectiva de los grandes grupos es ineficiente; como no existe una
acción colectiva más amplia y más general en una sociedad que su Estado, este se
vuelve necesariamente limitado, ineficiente e ineficaz.
El postulado del Homo Economicus, utilizado por los economistas, no es
absurdo cuando se alude a la acción de los agentes económicos que buscan maximizar
sus ganancias en sociedades capitalistas. Utilizar el concepto de homo economicus para
analizar la política es contradictorio con la propia naturaleza de la política y la esfera
pública, mientras la lógica del mercado es la ganancia, la de la política es el interés
público o el bien común.
Palabras finales
Mientras que el liberalismo es una ideología revolucionaria de la clase media
burguesa que luchaba contra una oligarquía y un Estado autocrático; el
neoliberalismo fue una ideología reaccionaria de los ricos contra los pobres y contra
el Estado democrático social.
Desde comienzos de los 80, el neoliberalismo se volvió dominante; el Estado
comenzó a ser visto como un obstáculo. La teoría económica neoclásica, con el modelo
del equilibrio general, la macroeconomía de las expectativas racionales y los modelos
de crecimiento, se transformó en una metaideología y la justificación central de la tesis
fundamental del neoliberalismo: los mercados autorregulados.
A través del Estado, las sociedades vienen buscando regular y modelar el
capitalismo en función de sus valores y sus objetivos políticos; este proceso de
construcción política fue interrumpido y revertido por el neoliberalismo.
BIBLIOGRAFÍA:
NEFFA JULIO: Crisis y Emergencias de Nuevos Modelos productivos
La utilidad de la noción de paradigma o modelo productivo
El concepto de Paradigma Técnico-económico es una combinación más
eficiente de productos y procesos, interrelacionados con innovaciones técnicas,
organizacionales y de gestión empresarial; que promueven un crecimiento de la
productividad de toda, o una parte, de la economía, reducen drásticamente los costos de
numerosos productos y servicios, cambian la estructura de costos relativos y abren de
manera inédita una amplia gama de oportunidades para las inversiones rentables.
Conjunto de nuevos principios de gestión que terminan por convertirse en el sentido
común de los dirigentes de empresas, de los ingenieros, y de los operarios en el curso de
cada fase importante de evolución.
fuerza de trabajo parte de la premisa que es cada vez más difícil asegurar a los
nuevos trabajadores un empleo estable, a tiempo completo y con contratos de
duración indeterminada. El movimiento sindical pierde fuerza,
representatividad y prestigio, al disminuir el número de sus afiliados como
consecuencia de la desocupación, de los costos sociales que implica la afiliación,
y del cambio de los valores culturales precedentes.
Conclusiones
Las medidas de políticas neoliberales que pusieron el acento en la flexibilidad
laboral defensiva (desregulación social, estímulo de la competencia en el mercado de
trabajo), y en la reducción de los costos salariales directos e indirectos, no han dado
buenos resultados macroeconómicos.
La búsqueda de flexibilidad productiva utilizando el progreso en cuanto a la
informática y la telecomunicación por parte de las pequeñas y medianas empresas, está
condicionado al otorgamiento de mayores recursos y la realización de grandes esfuerzos
en la investigación y desarrollo y al acceso en su proximidad a adecuadas
infraestructuras en materia de transportes, vía de comunicación, fuentes de energía,
servicios sociales.
Entre las principales condiciones que deben darse para tener éxito los modelos
productivos alternativos al neoliberal, sería:
o El esfuerzo público y privado en materia de educación, de investigación y desarrollo
y de modernización de las infraestructuras económicas y sociales, para asegurar la
expansión del mercado.
o La coordinación y complemento entre el sector público, las instancias regionales,
locales y empresarias para la educación y formación de los asalariados.
o El paso de la producción masiva a la producción diferenciada de series cortas de
productos heterogéneos.
o La promoción de un trabajo conjunto y cooperativo entre los departamentos de la
empresa instaurando la ingeniería simultánea.
o El establecimiento de relaciones leales de las grandes empresas con los proveedores
y subcontratistas.
o Promoción de la polivalencia en materia de calificaciones, de la flexibilidad
cualitativa y la movilidad del personal.
o El desarrollo del trabajo en equipo.
o La descentralización del poder.
o La reducción del número de mandos medios.
o La aplicación de las técnicas de producción justo a tiempo, en función de la
demanda.
o Participación de los trabajadores con el fin de hacer eficaz el proceso productivo.
BIBLIOGRAFÍA:
NOVICK MARTA: Nuevas Reglas de juego en la Argentina, competitividad
y actores sindicales
Introducción
Analizar la recomposición de las estrategias sindicales en un período de
transición no resulta fácil porque hay comportamientos y situaciones que mantienen una
lógica de carácter “tradicional”, inscriptos en las tradiciones del sindicalismo
argentino; al mismo tiempo que se está en presencia de nuevas
institucionalidades, nuevos temas y nuevos actores.
La lógica de acción se fue construyendo sobre ambivalencias y estrategias
distintas, no siempre coherentes entre sí.
El aanálisis de las estrategias sindicales en la Argentina en el período 1990-
2000: se basa en la perspectiva de los estudios “contextualizados” una
estrategia complementaria a los estudios institucionales tradicionales del sindicalismo al
considerar como eje central de su análisis a la identidad y el peso político del
sindicalismo en cada uno de los escenarios nacionales. Parte de la premisa que las
mismas situaciones que enfrentan las organizaciones sindicales en el mundo, tales como
el aumento de la competitividad en economías abiertas, la introducción de nuevas
tecnologías, la reorganización del trabajo o la descentralización de los
acuerdos colectivos, no significan lo mismo para cada una. La historia previa, la
evolución, el tipo de arreglo institucional dominante, explican las distintas reacciones y
estrategias particulares en la medida que las significa en cada caso de otra manera. En el
caso argentino, cambiaron casi todas las dimensiones que conformaban el sistema
nacional de relaciones laborales.
Los abordajes teóricos: de carácter macrosocial (que priorizan temáticas
vinculadas con la legislación, marcos de representación y reglamentaciones), así como
los de carácter microsocial (que enfatizan los estudios sobre las políticas de
gestión de personal, tales como ingresos, modalidades de contratación, sistema de
remuneraciones, entre otras), son insuficientes de manera aislada para explicar los
cambios habidos en las relaciones laborales en el país.
Las transformaciones se verificaron:
- en el cambio de los institutos legales,
- en los modelos de distribución económica,
- en transformaciones tecnológicas y organizacionales,
- en las modalidades de contratos de empleo, etc.
Esta nueva etapa tiene sus inicios a mitades de los ’70 y comienza a
consolidarse a principios de los ‘90 -por medio de la reestructuración
productiva, la innovación tecnológica y la globalización-y el estado se retira del centro
de la escena: desarticula los institutos laborales típicos de la regulación anterior,
favorece formas de flexibilización de la contratación y de disciplinamiento laboral. la
negociación centralizada pierde validez ante la heterogeneidad de las situaciones
laborales que el proceso de reconversión productiva y/o privatización genera en las
empresas, y queda limitada su significación a nivel nacional. Los gremios líderes de la
época anterior ya no son referencia nacional en materia de niveles salariales o de
condiciones de trabajo. Las relaciones sindicato-empresa sufren una suerte de
“privatización”: el gobierno renuncia a su función equilibradora entre actores sociales
asimétricos. Desde el análisis “contextualizado” se podría plantear que el nuevo modelo
-acompañado de una serie de medidas desreguladoras hacia el mercado de trabajo, la
acción sindical, la negociación colectiva y la seguridad social- tiende a debilitar los ejes
de la identidad sindical, más allá de las medidas económicas.
El contexto social
La apertura de la economía, la reforma del estado, la privatización de empresas
públicas y el crecimiento económico de los primeros años de la década o el
estancamiento en los últimos años, transformaron el escenario social y
económico: Hubo un aumento de la pobreza y de la desigualdad, por incremento del
desempleo y del trabajo precario e informal; Buena parte del porcentaje de desocupados
son “desocupados por exclusión”: un conjunto de trabajadore scon bajas posibilidades
de ingreso en el mercado de trabajo y con tiempos de desocupación considerablemente
altos; aumento del trabajo “informal” o “en negro”.
Las diversas formas de erosión del trabajo asalariado descriptas operan dentro de
los límites de sus “fronteras internas”. Se trata de formas contractuales que acusan una
“pérdida” de garantías, institutos de protección y servicios articulados anteriormente
con el modelo normativo de trabajo asalariado sancionado por la Ley de Contratos de
Trabajo.
Esta “pérdida” es conformada legalmente, ya que fue acompañada por la
emergencia simultánea de lo que se denomina un derecho laboral de “segundo tipo”
para aludir a la devaluación del derecho del trabajo tradicional que suponen esas nuevas
formas contractuales. Parece más o menos obvio que la situación de desempleo,
extendida a vastas capas de la población, induce a aceptar estas formas de inserción
asalariada devaluadas respecto del derecho del trabajo tradicional.
El sindicalismo argentino, nacido y desarrollado al calor del crecimiento, del
pleno empleo, de la industria manufacturera como creadora de riqueza y empleo, es
golpeado por esta realidad económica y social que lo afecta desde dos vertientes:
1) Desde el cambio de la inserción de los asalariados, que dejan de ser trabajadores
plenos para pasar a ser precarios, contratados, con salarios inferiores y no
siempre tributarios de la seguridad social.
2) Porque se encuentran en un escenario con nuevos actores: los desempleados y
los excluidos. Frente a ellos, no tiene una experiencia acumulada que le permita
interactuar, dialogar, no hay puentes ni canales de comunicación, lo que va
construyendo nuevas segmentaciones.
El debilitamiento de la identidad
El análisis de este problema debe ser visto desde dos dimensiones diferentes.
1) Desde las transformaciones económicas mundiales, y en materia tecnológica y
organizacional. Son los cambios que afectaron al sindicalismo a nivel
internacional, con disminución en las tasas de afiliación, pérdida de poder y de
influencia en la vida social.
2) Un conjunto de medidas desregulatorias realizadas desde el Estado, muchas de
las cuales atentan directamente contra los núcleos centrales del movimiento
obrero argentino y que van a afectar las dimensiones caracterizadas como
dadoras de identidad sindical por la cada vez mayor fuerza de la
descentralización de la negociación colectiva y, por los intentos explícitos o
implícitos de cambiar el modelo de estructura sindical que, simultáneamente,
entró en crisis ante la emergencia de nuevos actores, por la distancia que
comenzó a ampliarse entre las cúpulas y sus bases, por los cambios tecnológicos
y organizativos que se introducen en un marco de fuerte heterogeneidad entre las
empresas y los trabajadores, por la aparición de nuevos temas y áreas de
negociación.
La negociación colectiva
La importancia de la negociación colectiva tenía en el “modelo” argentino de
relaciones laborales, a pesar de la ausencia del sector estatal y de otros
grupos (trabajadores rurales, municipales, etc.). El convenio colectivo era el principal
ámbito vinculante entre el sindicato y la empresa y el punto de encuentro de los
dirigentes con sus representados.
Abril/1991: se sanciona la denominada Ley de Convertibilidad que define
una nueva etapa en la vida económica argentina, imponiendo la paridad cambiaria (1
dólar=1 peso) y la prohibición de indexar.
Junio/1991 dictado del Decreto 1334/91 que establece el procedimiento a
seguir para obtener la homologación de acuerdos de aumentos salariales basados en la
productividad. El aumento salarial fundamentado en una mayor productividad implica
que los empresarios no pueden argumentar mayores costos, y evita que el aumento sea
trasladado a los precios. Una nueva regulación de la negociación colectiva -
modificatoria de la anterior autoriza a articular la negociación.
Estas normas, junto con los distintos proyectos de Reforma Laboral presentados
legislativamente (aprobados o no), que conforman un impulso importante dado hacia la
descentralización de las instancias de constitución de las relaciones
laborales, constituyen un elemento clave para el análisis de la construcción social del
nuevo modelo de acumulación y la pérdida de uno de los pilares de la
identidad sindical.
De esto se desprende:
1) Una de las dinámicas más claras del período (1991-1999): la tendencia a
realizar negociaciones en el ámbito de la empresa, lo que implica una nueva función de
los representantes sindicales en la empresa -aunque el firmante “legal” continúe siendo
la entidad con personería gremial- y genera heterogeneidades fuertes porque la
estrategia individual de las firmas adquiere un peso mucho mayor a cuando la
negociación era por rama o actividad.
2) La dinámica negocial no es homogénea para todos los sectores de actividad:
ya no depende de “rondas” de negociación donde todos los actores negociaban de
manera simultánea. Fundamentalmente, se trata de empresas con una fuerte afluencia de
inversión extranjera directa y de empresas privatizadas que, por otro lado, se multiplican
por la forma que adquirió la privatización.
3) Cambio en los contenidos y temas de la negociación: es este quizás el ítem
donde se introdujeron más cambios. El principal tema negociado fue el de la
flexibilidad, en la que se incluyen modalidades de contratación (flexibilidad
externa), cláusulas que posibilitan la utilización de modalidades por tiempo
determinado u otra forma no típica de contratación; cambios en la asignación del tiempo
de trabajo, flexibilidad en la organización del trabajo (movilidad funcional y
/ o polivalencia), flexibilidad en las remuneraciones.
El sector empresario brega por una descentralización total de la negociación y la
posibilidad de negociar a nivel de empresa en forma directa con los trabajadores y los
sindicatos mantienen en el discurso una defensa de la negociación colectiva
centralizada, o cuanto mucho, articulada, y en la práctica aceptan nuevas condiciones y
negocian de modos muy diferentes de los típicos del modelo anterior.
Conclusiones
Desde el punto de vista del sistema de las relaciones laborales, un
primer dato relevante es que ante las transformaciones productivas e institucionales se
ha invertido las relación existe entre relaciones laborales y normas; bajo el modelo
productivo anterior, la dinámica instituido en períodos democráticos era llevada por el
modelo de las relaciones laborales, las normas funcionaban con carácter instituido. Bajo
el modelo productivo actual, los nuevos convenios y las normas han adquirido una
fuerza como instituyente de nuevas prácticas y nuevos discursos.
Los nuevos convenios, impuesto casi centralmente por el sector empresario,
en el marco de las relaciones asimétricas actuales, intentan apropiarse de esas
características creando normas que apunten a la flexibilizar el uso de recursos en el
sistema productivo. Los sindicatos leen en ese carácter instituyente de las nuevas
normas una derrota a las conquistas adquiridas y a su poder de reivindicatoria, pero
algunos también lo visualizan como un único modo de continuar teniendo presencia en
un colectivo obrero diferente, segmentado.
El modelo de las relaciones laborales que se propone, desde los
sectores de punta, el sector moderno y la internacionalización de la economía, requiere
de una contraparte sindical previsible y disciplinada y desde allí se auspicia un nuevo
contrato donde se plasme nuevas prácticas en materia de organización y contenido del
BIBLIOGRAFÍA:
DELFINI – VENTRICI: ¿Qué hay de nuevo en el sindicalismo argentino?
Relaciones laborales y reconfiguración sindical en el kirchnerismo
Resumen
El proceso de gobierno de la última década tuvo como elemento central la
superación de la crisis más importante que atravesó Argentina donde la dinámica
económica posibilitó la creación de empleo y la superación de los altos niveles de
desempleo, que acompañaron el desarrollo argentino desde mediados de la década del
90. La recuperación de los niveles de empleo, la vitalidad de la negociación colectiva y
el incremento de la conflictividad laboral volvieron a colocar al actor sindical en el
centro de la escena política.
Introducción
El proceso de gobierno iniciado en 2003 y culminado en 2012 tuvo
como elemento central la superación de la crisis más importante que atravesó Argentina
donde la dinámica económica posibilitó la creación de empleo y la superación de
los altos niveles de desempleo, que acompañaron el desarrollo argentino desde
mediados de la década del 90. La recuperación de los niveles de empleo, la vitalidad de
la negociación colectiva y el incremento de la conflictividad laboral llevaron a que se
comenzara a hablar de un creciente proceso de revitalización sindical, concepto
fuertemente anclado en las tradiciones académicas anglosajonas en el marco de la crisis
de la representación sindical de los años 80 y que en muchos casos remite a las
experiencias y estrategias novedosas en pos de incrementar los niveles de
representación.
sector de suministro de electricidad, gas y agua, fueron las que dinamizaron el aumento
del PBI.
Cabe mencionar que desde 2008, los sectores que dinamizaron la generación de
empleo hasta entonces (Industria y construcción) comienzan a mostrar signos de claro
debilitamiento, que acompañan al freno que se observa en el crecimiento durante este
periodo, dando como resultado una caída en los niveles de empleo de estos dos sectores,
los cuales son compensados en parte por el incremento del empleo público y en el sector
servicios.
Cuando analizamos las tasas básicas del mercado laboral es posible constatar
una ruptura en los años 2002-2003 de las tendencias neoliberales de los 90. Hubo una
recuperación del salario real a partir de 2003 llegando a alcanzar los
niveles de la década de 1990, aunque esta recuperación estuvo básicamente anclada en
el empleo privado registrado, en tanto que los trabajadores no registrados y del sector
público experimentaron una caída en sus ingresos reales en relación a la década
neoliberal.
Puede observarse la existencia de un proceso segmentado por distintas etapas.
Una primera etapa (2003-2008), vinculada a la recuperación económica que
va generando las condiciones de posibilidad para el incremento de los niveles de
actividad, empleo, caída en la desocupación y en el trabajo no registrado. A partir de
2008, estas tasas comienzan a dar signos de estancamiento y si bien algunas de
estos indicadores mejoran, no lo hacen de manera significativa. Por su parte, los niveles
salariales muestran una clara recuperación desde el año 2003, pero recién en 2012
alcanza el nivel de 2001, aunque hacia 2013 comienza a manifestarse una tendencia
hacia la baja del poder de compra del salario, proceso que se profundiza
con la nueva devaluación de principios de 2014 y su consecuente proceso inflacionario.
las condiciones de trabajo. Se intentaba, por un lado, eliminar los obstáculos que
“distorsionaban” el mercado de trabajo (especialmente por las dificultades para despedir
y el necesario pago de indemnización) y por otro, la regulación más “libre” de los
contratos y del uso de la fuerza de trabajo. A ello se suma el desplazamiento de la
negociación colectiva a nivel de la empresa y el freno a paritarias libres.
Los cambios desarrollados a partir de 2003 en el plano económico y su
correlación en el plano laboral han a una modificación en las tendencias que se venían
manifestando en la década neoliberal. Así, desde algunas perspectivas se sostiene que el
periodo abierto en 2003 avanza en la concreción de un nuevo “régimen de
empleo” en el cual aparecen como pilares centrales la revitalización de la
negociación colectiva y la conflictividad laboral. En este sentido, se apunta
que se incrementa la negociación colectiva por rama o actividad en detrimento de la
negociación desarrollada por empresa. En torno a la conflictividad laboral se sostiene
que ésta es un indicador central para observar la revitalización del actor sindical, que
vuelve a encabezar el escenario del conflicto, del que había sido desplazado por los
movimientos sociales en el ciclo de lucha de los 90.
con personería legal o simplemente inscriptos. Con esta resolución, el tribunal declaró
la inconstitucionalidad del artículo 52 de la Ley de Asociaciones Sindicales, por
considerar que “resulta contrario al principio de libertad sindical sostener que los
gremios que no tienen personería gremial no pueden actuar en el
ámbito de la personería gremial de otros sindicato, porque si esto fuera
así, no tendría sentido alguno la existencia de gremios con simple inscripción” y que “la
libertad sindical debe estar rodeada (...) de un particular marco de protección de los
representantes gremiales que (...) gozarán de las garantías necesarias para el
cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo”.
Se establece, de este modo, la ampliación a todos los delegados de la tutela sindical que
los resguarda contra prácticas antisindicales por parte del empleador, que está impedido
de suspender, despedir o modificar las condiciones de trabajo del representante gremial
sin autorización judicial.
En junio de 2013, la Corte profundizó el cuestionamiento a la LAS, declarando
la inconstitucionalidad del artículo 31 que establece que “son derechos exclusivos de la
asociación sindical con personería gremial: a) Defender y representar ante el Estado y
los empleadores los intereses individuales y colectivos de los trabajadores”, por
entender que es contrario al art. 14 bis de la Constitución Nacional y al Convenio 87 de
la OIT (Considerando 5º).
Estos avances jurisprudenciales, que de hecho fisuraron la estructura legal del
modelo, pueden ser analizados como un indicador de un estado de situación, expresión
de las tensiones políticas al interior de varias organizaciones y de la instalación de la
problemática en la agenda pública. Esta cristalización institucional reimpulsó
fuertemente la discusión, legitimó las posturas contrarias al modelo vigente y abrió las
puertas al debate también en el plano legislativo, con el surgimiento de diversas
propuestas para transformar el sistema sindical, muchas de las cuales se presentaron
como proyectos de ley.
A partir de 2003, se produjo un rejuvenecimiento muy
considerable de las bases sindicales, intrínsecamente relacionado con el
comportamiento del mercado de trabajo desde los noventa a esta parte. El proceso de
recuperación del mercado laboral –con la creación de casi 5 millones de puestos de
trabajoimplicó en muchos sectores, como la industria manufacturera una radical
renovación de la fuerza de trabajo como efecto de la expulsión vertiginosa de
trabajadores en el período de la convertibilidad y la posterior masiva incorporación de
trabajadores mayormente jóvenes desde 2003. El cambio demográfico que implicó la
llegada de una nueva generación introdujo, desde los propios espacios de trabajo,
tensiones políticas en muchas organizaciones. Al interior de varios sindicatos, los
dirigentes se encontraron con serios problemas para fidelizar a sus nuevos miembros en
los esquemas tradicionales. Son trabajadores jóvenes que por tener modalidades
precarias de contratación no son reconocidos por los sindicatos oficiales pero ejercen
una representación gremial de hecho que cuestiona la lógica sindical tradicional. La
presencia fuerte del activismo joven vino a refutar de manera contundente una tesis muy
extendida –en la academia y en las teorías del management- que señalaba que la
inexperiencia, junto con la relación instrumental con el trabajo y la inexistencia de
responsabilidades económicas, convertían a los jóvenes en una fracción de trabajadores
dóciles, más permeables a las exigencias empresariales y distantes del mundo gremial.
Este cambio generacional supuso la irrupción de una nueva subjetividad en
el mundo gremial. Se trata de jóvenes socializados políticamente en el
post-neoliberalismo y, por tanto, marcados en alguna medida por el clima de época
del ciclo de luchas que tuvo su hito en diciembre de 2001. Esta influencia da lugar a
Reflexiones finales
A través de este artículo intentamos caracterizar la especificidad de la
reactivación que experimentaron el Trabajo y las organizaciones sindicales en la década
kirchnerista, dando cuenta de los mayores avances, los retrocesos y limitaciones y las
innovaciones que emergieron de las experiencias del período.
El análisis de la dinámica del proceso económico en el período y su impacto en
términos de empleo nos posibilitó establecer una periodización del contexto macro,
señalando una primera etapa (2003-2008), signada por una fuerte reactivación
económica, que redundó en un crecimiento acelerado de los niveles de actividad y
empleo, con la consiguiente disminución de los índices de desempleo y trabajo no
registrado, que se habían disparado en los años precedentes. En una segunda etapa, a
partir de 2008, estas tasas comienzan a dar signos de estancamiento, siendo lo más
notable la persistencia de la alta incidencia del empleo no registrado. Por su parte, los
salarios muestran una clara recuperación a lo largo de todo el período, pero recién en
2012 logran alcanzar el nivel adquisitivo previo a la crisis de 2001, aunque luego se ven
afectados por una tendencia a la baja desde 2013, agravada por la devaluación de 2014 y
la correspondiente disparada inflacionaria.
En lo que respecta a los principales rasgos de la negociación colectiva,
sostenemos que en términos generales, mantuvo la lógica dominante durante los años
90, y profundizó la actuación de los sindicatos de actividad. Si bien se produjo un
incremento notable en la actividad de la negociación tendieron a sostenerse las viejas
formulaciones de la estructura negocial y los cambios en su contenido se vincularon al
desarrollo de nuevas reglas en materia de legislación laboral. A partir de 2008, el gran
aumento en la negociación se relacionó en gran medida con el proceso inflacionario que
supuso el incremento en la firma de acuerdos salariales entre los sindicatos y la parte
empresaria. Los posicionamientos y las estrategias políticas de las centrales sindicales
se fueron reconfigurando en función de los vaivenes en su relación con los sucesivos
gobiernos kirchneristas. Al inicio del período, la CGT atraviesa un proceso de
reunificación y luego vuelve a fragmentarse desde 2008 en adelante. En ese primer
tramo, el kirchnerismo llevó adelante una política pro-sindical, ubicando al sindicalismo
como actor privilegiado; en tanto conflicto institucionalizado, el conflicto laboral
mediado por los sindicatos se presentaba más compatible con la gobernabilidad que
otras expresiones menos articuladas de la protesta social, fundamentalmente vinculadas
a los movimientos sociales, de gran injerencia en la crisis de fin de siglo. Este
acercamiento se profundiza en 2008, con el acompañamiento de la CGT en el conflicto
con las patronales agropecuarias por la modificación del régimen de retenciones, cuando
la Central respalda fuertemente al gobierno (con la excepción de la pequeña fracción de
la “Azul y blanca”, comandada por el gastronómico Barrionuevo). Sin embargo, esa
articulación comienza a desarmarse a partir de 2011, cuando la CGT ve frenado su
ascenso en el plano político dentro del partido de gobierno. A partir de entonces se
profundizará la balcanización al interior de la central mayoritaria y los sectores
opositores desplegarán una estrategia crecientemente ofensiva contra el gobierno de
Cristina Fernández, que supuso la realización de cinco huelgas generales entre 2011 y
2015. Por su parte, la CTA, entrará también en un proceso de disgregación, disparado
BIBLIOGRAFÍA:
DUBAR, CLAUDE: El trabajo y las identidades profesionales y personales
El término identidad se utilizará en dos sentidos:
Definición de sí, de lo que somos o queremos ser, se trata de la identidad
individual. lo que tenemos de más íntimo y personal y su estudio se considera propia de
la psicología (clínica, social, psicoanalítica).
Definición de nosotros hecha por los otros, en función de la pertenencia a una
categoría principal; identidad colectiva. La identidad proviene de las clasificaciones
sociales de la forma de situar a los individuos (y a las actividades) en categorías y clases
cuyo análisis es propio de las ciencias sociales (sociología, etnología, lingüística)
El trabajo que realizamos, de su lugar en la sociedad y del sentido que se le
atribuye, constituyen una dimensión central de las identidades individuales y colectivas.
Comenzaremos con las definiciones más objetivas y deductivas de las “figuras
de identidad”, para proponer luego una teorización subjetiva e inductiva de las “formas
de identidad” reconstruidas a partir de datos biográficos que exceden la esfera del
trabajo profesional, con el objetivo de poner en el centro de la construcción de la
identidad el “trabajo sobre sí” y las “relaciones con el otro”.
BIBLIOGRAFÍA:
SENNETT, R.: La cultura del nuevo capitalismo. Prefacio e introducción
En los años 60, los jóvenes radicales más serios lanzaron sus dardos contra las
instituciones, en particular las grandes corporaciones y los grandes gobiernos, cuya
magnitud, complejidad y rigidez parecían mantener aherrojados a los individuos.
La Declaración de Port Huron, documento fundacional de la Nueva
Izquierda en 1962, era tan severa con el Socialismo de Estado como con las
corporaciones multinacionales; ambos regímenes parecían prisiones burocráticas.
La historia satisfizo los deseos de los redactores de la Declaración de Port
Huron. Los regímenes socialistas de planes quinquenales y control económico
centralizado desaparecieron. Otro tanto ocurrió con la empresa capitalista que proveía
empleos para toda la vida y suministraba los mismos productos año a año. Lo mismo
sucedió con las instituciones del Estado de bienestar como las encargadas de la salud y
la educación, que se hicieron más flexible en la forma y se redujeron en su escala.
Sólo un determinado tipo de seres humanos es capaz de prosperar en
condiciones sociales de inestabilidad y fragmentariedad; este tipo ideal de hombre
o de mujer tiene que hacer frente a tres desafíos:
1) El tiempo: consiste en la manera de manejar las relaciones a corto plazo y de
manejarse a sí mismo, mientras se pasa de una tarea a otra, de un empleo a otro, de
un lugar a otro.
2) El talento: cómo desarrollar nuevas habilidades, cómo explorar capacidades
potenciales a medida que las demandas de la realidad cambian. El talento es una
cuestión de la cultura; el orden social emergente milita contra el ideal del trabajo
artesanal, contra el aprendizaje para la realización de una sola cosa realmente bien
hecha.
3) La renuncia: cómo desprenderse del pasado.
En la actualidad, la meta de los gobernantes, tal como fue para los radicales de
hace cincuenta años, consiste en desmontar la rígida burocracia.
En los años 70, EEUU dominaba la economía mundial y en los 90, EEUU
encabezaba los cambios institucionales que producían un nuevo tipo de economía.
Los apóstoles del nuevo capitalismo sostienen que su versión de estos tres
temas: trabajo, talento y consumo, añade más libertad a la sociedad moderna, una
libertad fluida, una modernidad líquida; sin embargo, estos cambios no han liberado a la
gente.
BIBLIOGRAFIA:
DEJOURS CHIRSTOPHE: El factor Humano. Introducción
El factor humano es la expresión que designa el comportamiento de los hombres
y mujeres en el trabajo; ésta noción está asociada con la idea de falla, error, de falta
cometida por los operadores.
BIBLIOGRAFIA:
DEJOURS CHIRSTOPHE: Primera parte: análisis crítico de los
presupuestos de la investigación sobre el factor humano: problemas
teóricos.1. El concepto de Tecnología
BIBLIOGRAFIA:
DEJOURS CHIRSTOPHE: Primera parte: análisis crítico de los
presupuestos de la investigación sobre el factor humano: problemas
teóricos.2. De la Tecnología al Concepto de Trabajo
La tarea es aquello que se desea obtener o lo que se debería hacer; la
actividad es, frente a la tarea, aquello que el operador hace realmente para tratar de
alcanzar los objetivos fijados por la tarea. Respecto de la técnica, el trabajo se
caracteriza por el marco social de obligaciones y restricciones que lo precede. La
eficacia es una dimensión central común a la técnica y al trabajo, pero el trabajo siempre
está situado en un contexto económico.
BIBLIOGRAFIA:
DEJOURS CHIRSTOPHE: Primera parte: análisis crítico de los
presupuestos de la investigación sobre el factor humano: problemas
teóricos.3. La Concepción del hombre ¿Modelización individual o
modelización colectiva?. Aportes de la Sociología de la Ética y de la
Psicodinámica del Trabajo.
Las paradojas de la inteligencia práctica
La inteligencia de la práctica implica la idea de astucia y ésta incluye dos
aspectos: la astucia respecto de lo real que introduce la innovación y creación y la
discreción o el espacio privativo o secreto.
La visibilidad y el problema de la confianza
La visibilidad es la condición para el paso del estatus subjetivo de ingenio a la
objetivación de sus hallazgos; la visibilidad es el eslabón teórico inevitable de toda
concepción científica del factor humano. La visibilidad incluye dos niveles: la
visibilidad respecto de los otros en una relación de paridad y visibilidad respecto de la
jerarquía.
Las formas de juicio sobre el trabajo
Actualmente, la psicodinámica del trabajo distingue dos tipos de juicio
sobre el trabajo:
El juicio de utilidad: de utilidad técnica, social o económica de la actividad singular
del ego. Sin evaluación utilitarista, el acto técnico no puede tener que ver tanto con el
tiempo libre como con el trabajo.
El juicio de la belleza: el primer aspecto de éste se refiere a la conformidad del
trabajo, de la producción, de la fabricación o del servicio, con las reglas del arte; le
confiere al ego la pertenencia al colectivo o a la comunidad de pertenencia. El segundo
aspecto es contingente y constituye un juicio agregado y consiste en apreciar la
distinción, la originalidad y el estilo del trabajo.
El reconocimiento
Estos juicios se refieren al trabajo, a la actividad, al hacer y no al ego. Estas
consideraciones permiten comprender cómo el juicio sobre el trabajo puede funcionar,
en el registro de la subjetividad como reconocimiento de los otros. Reconocimiento de
la calidad del propio trabajo, y de la contribución a la gestión y evolución de la
organización del trabajo. El reconocimiento es la forma más específica de
retribución moral – simbólica otorgada a ego en contrapartida por su contribución a la
eficacia de la organización del trabajo.
Arbitraje y cooperación
Cuando las condiciones éticas e intersubjetivas de la visibilidad están reunidas,
entonces es posible abordar una etapa decisiva para toda organización de trabajo, la que
permite regular la tensión entre individualismo y cooperación. Se trata de llega a
arbitrajes cuyo desafío es la coordinación de las actividades e inteligencias singulares en
la cooperación del colectivo de trabajo; la suma de estos arbitrajes culmina en una
evolución de las reglas de trabajo que están en relación dialéctica con la organización
del trabajo prescripto, a la que subvierten para mejorarla. Esta fundamental de los
arbitrajes es una actividad normativa, mediante la cual se producen normas de trabajo
sin las que la cooperación no es posible y ningún colectivo puede existir.
Trabajo y acción
El trabajo no puede captarse únicamente con las categorías clásicas de la
producción (póiesis); implica por una parte también las categorías teóricas de la acción
(praxis), cuyos eslabones intermedios (visibilidad, confianza, juicio, reconocimiento,
arbitraje, discusión, racionalidad comunicacional) son las características observadas en
la “teoría de la acción”.
BIBLIOGRAFÍA:
CLOT – GOLLAC: Gobernar a través de la Psicología
Malestar social, malestar privado
El DSM es un manual que amplía regularmente los criterios de los
trastornos en cuestión, permitiendo la extensión permanente de los diagnósticos,
planteando indicadores que expanden la definición del trastorno psicológico, una
situación de malestar (tener momentos donde nada nos place) se transforma en un
problema de salud mental. Las ventajas de tratar como un trastorno depresivo
a una tristeza normal que responde a una prueba ordinaria de la vida se debe a las
industrias farmacéuticas, a las que transforman a esa tristeza en un trastorno depresivo.
Todo ello lleva a perjudicar la experiencia natural de la tristeza en los individuos
normales y evitar registrar todos los efectos constructivos que puede
tener la tristeza normal.
Mejorar nuestra actitud para disfrutar la vida puede volverse una cuestión de
salud pública y la calidad de vida en el trabajo debería ser el resultado de ese programa
de “bien – estar” generalizado a condición de que la competencia psicosocial en
cuestión sea adquirida por los trabajadores. La aptitud para el conflicto inherente a la
relación salarial no forma parte de la competencia.
resiliencia invita a mirar la mitad llena. Toda la psicología positiva del bien –
estar en el trabajo encuentra aquí sus raíces y pone en evidencia una programación de
fortalecimiento emocional. Es un contramovimiento muy activo en reacción a la
psicopatologización de la vida psíquica que ha marcado la influencia del psicoanálisis;
esta contrarreforma positiva está en las preconizaciones de la OMS. La gestión de la
compasión a través de la escucha, con el retorno de una ortopedia comportamental que
recuerda al behaviorismo.
La psicología positiva iniciada por Seligman busca existir como psicología del
bienestar en el trabajo.
La inteligencia y la competencia emocionales son proclives a estructurar un
campo social que amplía el dominio de lo patológico, mercantiliza la salud emocional,
pero también esboza una ventaja social potencial para aquellos que se dotan de ella.
La expresión sufrimiento y su acogida por una parte y la gestión de este
sufrimiento vía reforzamiento emocional por la otra, ambas conciernen a las capas
sociales menos sometidas del asalariado. El mal – estar expresado de los empleados del
sector de servicios o de las capas medias subordinadas, ponen en efecto enmascarar
otros riesgos de trabajo de las capas más populares.
Se busca hacer visible al suicidio, aumentar su cuidado, la detección de
posibles casos y prevenir las recaídas con el fin de cambiar el trabajo. Esta protección
de los más frágiles no reconduce a las fragilidades del trabajo mismo, “trabajo que
empeora”.
Los suicidios en el trabajo no sólo son un hecho social, sino precisamente un
signo de una cuestión social y política en suspenso. El análisis del trabajo se encuentra
directamente en el corazón de la respuesta a un problema en el que el suicidio no es más
que un síntoma.
BIBLIOGRAFÍA:
FALZÓN, P.: Manual de Ergonomía. Capítulo 1: Naturaleza, objetivos y
conocimientos de ergonomía. Elementos de un análisis cognitivo de la práctica
Definiciones de Ergonomía
La ergonomía es una práctica de transformación (adaptación, diseño) de
situaciones y dispositivos; la ergonomía tiene una finalidad práctica.
La ergonomía es una disciplina científica que se ocupa de la comprensión
fundamental de las interacciones entre los seres humanos y el resto de los componentes
del sistema; es la profesión que aplica principios teóricos, datos y métodos para
optimizar el bienestar de las personas y el rendimiento global del sistema.
Los ergónomos contribuyen a la planificación, concepción y evaluación de las
tareas, trabajos, productos, organizaciones, entornos y sistemas, para hacerlos
compatibles con las necesidades, capacidades y limitaciones de las personas.
Ámbito de especialización
La ergonomía física: se ocupa de las características anatómicas,
antropométricas, fisiológicas y biomecánicas del ser humano en su relación con la
actividad física en temas como las posturas en el trabajo, la manipulación de objetos, los
movimientos repetitivos, los trastornos músculos esqueléticos, las disposiciones de los
puestos de trabajo, la salud y la seguridad.
La ergonomía cognitiva: atiende a los procesos mentales como la percepción,
los razonamientos y las respuestas motrices, en lo que afecta a las interacciones entre las
personas y el resto de componentes de un sistema en aspectos como la carga mental, la
toma de decisiones, el comportamiento experto, la interacción hombre máquina, la
fiabilidad humana, el estrés profesional y la formación relativa a la concepción persona
– sistema.
La ergonomía organizativa: se dedica a la optimización de los sistemas
sociotécnicos, lo que incluye estructuras organizativas, reglas y procesos en cuestión
como la comunicación, la gestión de los recursos colectivos, la concepción de trabajo, el
diseño de los horarios de trabajo, la ergonomía comunitaria, el trabajo cooperativo, las
nuevas formas de trabajo, la cultura de la organización, las organizaciones virtuales, el
teletrabajo y la gestión para la calidad.
Tarea y actividad
La tarea: corresponde a lo prescripto por la organización, es la actividad que se
hace, lo que el sujeto pone en acción para efectuar la tarea. La tarea incluye los
objetivos y los procedimientos.
La actividad: es lo que se hace, es lo que el sujeto pone en juego para efectuar la
tarea. La actividad no se reduce a los comportamientos, a lo visible, también incluye lo
no observable como lo es la actividad intelectual o mental.
La tarea, distinciones complementarias: entre la tarea escrita (oficialmente prescripta) y
la tarea esperada (que se deduce de la observación de la actividad o declaraciones de los
operadores). La distinción entre tarea efectiva para el ergónomo (deducible del análisis
de la actividad), de la tarea efectiva para el operador (que puede describirse a través de
diferentes métodos). La tarea comprendida (se refiere a lo que el operador piensa que se
solicitó para realizarla) y la tarea adaptada (es la tarea definida por el operador a partir
de la tarea comprendida).
La regulación: es un mecanismo de control que compara la salida de un proceso
frente a un resultado deseado y regula el proceso en función de la constatación de las
diferencias. Toda tarea de regulación supone la existencia de un sistema dinámico
compuesto por tres etapas: la identificación de una diferencia entre el estado dado a un
estado deseado, un diagnóstico y una acción. La regulación puede ser de dos tipos: en
bucle corto: en esta regulación aparecen signos precoses que permiten predecir la
evolución del sistema y el bucle largo se da en el caso en que las informaciones sean
tomadas en la salida de los procesos y se refiere a acciones de corrección con un efecto
después de un plazo. Se puede regular el sistema técnico o se puede regular la actividad
humana. Las funciones de la regulación va actuar sobre la actividad y la acción
ergonómica está orientada a eliminar o disminuir los efectos no deseados.
BIBLIOGRAFIA:
BEGUIN, PASCAL: Arqueología del conocimiento. Acerca de la evolución del
concepto de actividad
El concepto de actividad está emergiendo con fuerza en la escena internacional y
en numerosas comunidades.
El trabajo humano
El término ergonomía, desde el punto de vista etimológico, significa leyes del
trabajo.
El trabajo es una actividad no neutra, compromete y transforma a quien la
cumple; cuando se habla de actividad se pone el acento en la persona, en su calidad de
actor humano; la actividad es siempre singular y tiene una finalidad; es importante el
abordaje intrínseco, la comprensión de la estructura interna lo que permite comprender
la naturaleza de los problemas. En su actividad, los trabajadores deben efectuar
compromisos con la salud y sus competencias. Trabajar es producir una respuesta
original.
Conclusión
En el desarrollo del concepto de actividad se reconocen tres tendencias
históricas, cuyos orígenes son heterogéneos:
1) La primera tendencia, situada a nivel internacional y que se ha enfocado a través de
Bronckart y Bruner, reside en un desvanecimiento de los enfoques positivistas.
2) Actualmente se designa en la escena internacional bajo el título de teorías de la
actividad, es un campo incierto y de gran diversidad, donde se plantea la actividad
como función.
3) Los ergónomos de la lengua francesa, donde se pasa de analista del trabajo a
diseñadores. La ergonomía debe encontrar hoy respuestas a las preguntas que hasta
ayer se planteaban los ingenieros.
BIBLIOGRAFÍA:
BEGUIN – CLOT: La acción situada en el desarrollo de la actividad
¿Dónde situar la organización de la acción?
El objetivo de las corrientes de la cognición y de la acción situada consiste en
proveer una teoría de la organización de la acción y no de caracterizar un tipo particular
de acción.
Conein y Jacopin argumentan que en las corrientes de la acción situada, la
organización de la acción es entendida como un sistema emergente in situ de
la dinámica de las interacciones.
Con respecto a lo emergente, se pueden distinguir tres corrientes:
Aproximación Interaccionista: proviene de la sociología. Del plan a la
realización de la acción: el plan es un recurso (cuando es producido antes de la acción)
y juega un rol en la orientación de la acción; en ninguno de los casos, da cuenta de la
acción efectiva, ya que esta emerge de las circunstancias. De la efectuación de la acción
a la construcción en situación: si no se puede dar cuenta de la efectuación de la acción a
partir de saberes preexistentes (planes de la psicología cognitiva computacional o las
normas sociológicas funcionalistas); dos dimensiones darían cuenta de la
Contextualización de la acción por el lenguaje: la indexicabilidad (la significación
de una expresión adquiere sentido en las circunstancias, el lenguaje presenta una fuerte
dependencia contextual que los sujetos aprovechan) y la reflexividad ( significa que
le lenguaje define el marco de acción, el lenguaje no está solamente inscripto en las
situaciones, pero en gran parte lo determina, el lenguaje crea y acompaña una
comprensión compartida de las situaciones singulares).
Aproximación ecológica: el pensamiento práctico. Está más directamente
anclada a la psicología. Gran parte de las tareas están relacionadas con el entorno;
situada significa que una parte de la organización de la acción es asumida por el
entorno. El anclaje de la acción: las representaciones se encuentran disponibles en el
mundo físico, esta corriente se apoya en la psicología ecológica de Gibson. La idea
central es que percibimos el valor funcional de los objetos, su significación práctica:
aquello que conviene hacer, los riesgos u obstáculos y es la noción de “affordance” la
que da cuenta de la percepción y postula mecanismos económicos de tratamiento de la
información. La construcción de la situación: dominar el entorno es una manera de
prepararlo y de estructurarlo, cuanto más preparado está el entorno, más fácil será el
cumplimiento de la tarea.
Aproximación cultural: que refiere a la antropología cognitiva. Artefactos y
cultura: en la aproximación cognitiva es aprehendido como un sistema funcional,
compuesto de hombres y artefactos y sus relaciones; los componentes de un sistema de
estas características se definen por su capacidad de vehiculizar estados de
representaciones; existen características objetivas de la situación que no están
cultural e históricamente situada (ejemplo: la navegación en el mar); pero la situación
está doblemente situada: en el plano de la ejecución de la acción, desde el punto
de vista de la distribución a través de medios informacionales y en el plano del
control de la acción, en el sentido que los fines individuales dependen de la
arquitectura del grupo. Lo dado y lo creado: constituyen una alternativa a la psicología
cognitiva computacional: insistencia en el análisis en situaciones reales, limitación del
rol funcional de los planes; se tiende a reemplazar una psicología del sujeto por una
psicología de la situación. Funcionamiento y desarrollo: el medio tiene un impacto
secundario en el desarrollo del sujeto epistémico alejado de los contenidos específicos
de la acción y se desarrollará sólo. Sujeto y situación, un tema de historia: para Wallon,
BIBLIOGRAFIA:
FALZÓN, P.: Manual de Ergonomía
CLOT, YVES: Capítulo 18: Trabajo y sentido de trabajo
Psicodinámica del trabajo
Para Dejours, el objeto de la psicodinámica del trabajo no es el
trabajo, sino las dinámicas intrasubjetivas e intersubjetivas; ya que la subjetividad se
construye a precio de una actividad sobre la misma, sobre la experiencia vivida y sobre
las determinaciones propias inconscientes; existe una psicología del trabajo
convencional en el que el trabajo aparece como actividad objeto, pero para la
psicodinámica del trabajo no es una psicología del trabajo, sino de sujeto.
Actualmente, el objeto de la psicodinámica del trabajo está constituido por esa
experiencia subjetiva de aceptación y alienación: el sufrimiento reconocido operando
sobre una eventual elaboración psicológica.
Ergonomía y actividad.
El enfoque ergonómico sitúa la actividad en relación a la tarea
del operador. La psicología ergonómica so siempre fue sensible a las dimensiones
subjetivas.
La actividad se la define a través de las operaciones manuales e
intelectuales que el operador pone en juego realmente en cada momento para alcanzar
sus objetivos, no solamente lo prescripto, contemplando la exigencia del contexto, la
tarea efectiva a la que se acerca la actividad; se define a través de la intención
actual del operador protegida contra otras intenciones competitivas.
BIBLIOGRAFIA:
LHULLIER, DOMINIQUE: Introducción a la psicosociología del trabajo
La psicosociología del trabajo no puede ser una psicosociología aplicada
al ámbito del trabajo entendido como un segmento de la vida social; implica una
reevaluación del marco teórico y metodológico de la psicosociología, bajo la óptica de
los conceptos actividad, acción y praxis.
Introducción
La construcción de la psicosociología del trabajo parten de los debates en torno
al de fin del trabajo, crisis del trabajo y la centralidad del trabajo.
Se entiende a trabajo como una acción del hombre sobre su ambiente,
acciones que ponen en juego sus razones y hasta sus posibilidades de existir. El trabajo
no puede ser separado de las demás actividades humanas, individuales, colectivas o
cívicas. Lo que desarticula al trabajo de esas actividades contribuye a su
deshumanización.
Nacida en la década de 1930, la psicosociología ofrece un conjunto de
recursos esenciales entre el campo social, las conductas humanas y la vida psíquica; sus
objetos privilegiados son los sistemas mediadores entre el individuo y la sociedad:
el grupo, la organización y la institución.
La psicosociología no necesariamente atribuye un lugar central al trabajo, a las
actividades del sujeto sobre y en el mundo.
limitar la cuestión del sentido del trabajo y de su reconocimiento. La división del trabajo
es técnica, social, moral y psicológica.
Los juicios de valor sobre determinado trabajo contaminan a la persona que lo
ejerce; los juicios de los otros pesan sobre la propia autoimagen.
Lo que da valor a la actividad es el vínculo del sujeto con las controversias
axiológicas, algo que va más allá de la división técnica, social, moral y psicológica del
trabajo. Las controversias axiológicas, trans-actividades, trans – profesionales, trans –
organizacionales, contribuyen al trabajo de cultura, un trabajo de civilización de lo real
y de humanización.
Conclusión
La psicología del trabajo se beneficia con los aportes de la
psicosociología; la cuestión de la acción es central y su fecundidad se basa en el
papel mediador de la actividad, en la articulación entre vida psíquica, práctica
profesional y funcionamiento organizacional.
BIBLIOGRAFIA:
DESSORS – MOLINIER: Capítulo 1: la Psicodinámica del trabajo
De la Psicopatología del trabajo a la psicodinámica del trabajo
En los años ‟50, los fundadores de la psicopatología del trabajo se
esforzaron por constituir una clínica de las “enfermedades mentales del trabajo” y
lograron identificar con éxito las “incidencias psicopatológicas de la condición de
empleada doméstica”.
Trabajar significa enfrentarse cotidianamente a peligros tales como el miedo, el
aburrimiento, la humillación, la vergüenza, el sentimiento de injusticia, de traicionar las
propias convicciones, etc.; pero hay que admitir que la mayoría de los trabajadores no se
vuelven locos.
Se entiende por psicodinámica del trabajo al análisis dinámico de los
procesos psíquicos movilizados por la confrontación del sujeto con la realidad del
trabajo, el modelo de hombre es el de la teoría psicoanalítica: el sujeto del que se trata
es el de una historia singular, portador de esperanzas y deseos; el sufrimiento preexiste a
su encuentro con la situación de trabajo y vectoriza de alguna forma al sujeto hacia el
mundo, con la esperanza de encontrar algún alivio.
El trabajo no es el empleo, tampoco puede reducirse al trabajo teórico –lo que
se debe hacer-, el trabajo es la actividad - lo que se hace-.
porque está destinada a producir conocimientos sobre lo real del trabajo y volverse
conquista para las personas que se comprometen en el proceso de elaboración.
BIBLIOGRAFIA:
DEJOURS, CHRÍSTOPHE: Capítulo 2: De la Psicopatología a la
psicodinámica del trabajo
tanto constituye el nivel analítico para tratar la eficacia del trabajo; por otra parte, las
contradicciones inherentes a la organización del trabajo suponen un espacio de
discusión estructurado como un espacio público donde el desfasaje entre lo prescripto y
lo real está sometida a acuerdos entre los agentes en el mundo social, es decir la
racionalidad axiológica, el trabajo no se despliega sólo en el mundo objetivo y en
el mundo social, sino también el mundo subjetivo que da cuenta de la racionalidad
subjetiva.
El método y la acción
El método de investigación en la psicodinámica del trabajo es completamente
original y la primera particularidad de este método es el no recurrir a cuestionarios ni
entrevistas, pasa por la implicación de los trabajadores constituidos en colectivos ad
hoc, en la investigación, también los investigadores intervienen como colectivo de
investigación, es decir, un número restringido, conservando por otra parte un lazo
funcional con el colectivo de control (que es el equipo de investigación del laboratorio y
sirve de recurso). El método de investigación está basado en la discusión contradictoria
entre trabajadores y el análisis de la dimensión subjetiva del trabajo o la objetivación de
la subjetividad, que pasa por el sentido que la situación tiene para estos sujetos, la
objetivación de lo vivido exige un trabajo reflexivo de per –elaboración colectiva
llevado por el deseo de reapropiación y la voluntad de emancipación de los trabajadores
involucrados. Es necesario recurrir a la palabra de los trabajadores, ya que es el único
acceso a esta realidad y la palabra funciona para hacer inteligible lo que aún no está
consciente y se constituye en un medio poderoso para pensar la experiencia vivida
subjetivamente, reconoce la autenticidad de la palabra, para analizar la demanda, cual
hace falta para explicitar las condiciones intersubjetivas propicias para la elaboración de
lo vivido subjetivamente en el trabajo, escuchar y entender, comprender lo inédito en la
palabra pronunciada y aquí nos encontramos con tres riesgos:
1) Escuchar el sufrimiento de los demás nos hace penetrar en el drama.
2) La relación que los investigadores tienen con su saber científico establecido, por
ello se implementó el “colectivo de control”.
3) Que los investigadores se comprometan con los trabajadores que participan en la
investigación.
La metodología de la investigación en psicodinámica del trabajo se inscribe en el
modelo de la investigación en la acción. La perelaboración colectiva es el
acceso de la inteligibilidad de lo vivido por los investigadores que transforma la
relación subjetiva de los trabajadores con su situación de trabajo, donde el lugar teórico
de la acción está en el propio trabajo del pensamiento y no es legítimo mantener aquí la
distinción entre pensamiento y acción.
La psicodinámica del trabajo es una disciplina que recurre a la técnica de
interpretación y tiene que ver con las ciencias histórico – hermenéuticas.
El concepto de psicodinámica
El análisis psicodinámico es una expresión que pertenece a la teoría
psicoanalítica y designa el estudio de los movimientos psicoafectivos generados por la
evolución de los conflictos intersubjetivos e intrasubjetivos; el análisis psicodinámico se
despliega a nivel concreto y se refiere al drama vivido, su contenido y su sentido para el
BIBLIOGRAFIA:
LHUILIER, DOMINIQUE: Trabajo de salud y creatividad
Las enfermedades crónicas actualmente constituyen las patologías
dominantes en nuestras sociedades.
Para la OMS: una enfermedad crónica es un problema de salud que necesita
apoyo durante años y está asociada a discapacidades y con la amenaza de
complicaciones graves; esta definición agrupa simultáneamente a:
Las enfermedades no transmisibles (diabetes, cáncer, asma).
Las enfermedades transmisibles (SIDA, hepatitis).
Algunas enfermedades mentales (psicosis)
Las enfermedades que implican deterior anatómico o funcional (ceguera, esclerosis
múltiple.
Metodología de la investigación
Se llevó a cabo una investigación acción; el análisis comparativo del
trabajar con una enfermedad crónica permitió discernir las problemáticas transversales y
específicas propias de las enfermedades infecciosas (hepatitis viral y HIV) de las otras
enfermedades crónicas (cáncer y diabetes) y se tuvo en cuenta los efectos combinados
de la edad (envejecer con enfermedad crónica) y la experiencia (profesional, de la
enfermedad y del tratamiento a lo largo de su evolución). Se trata de explorar lo que la
experiencia de la enfermedad crónica transforma en la relación con el
trabajo, con los otros y en el modo de trabajar; pero también lo que la experiencia de
trabajo trasforma en la vida con una enfermedad crónica y en el trabajo de salud.
Recursos e impedimentos
La comparación del trabajo de salud que realizan las personas afectadas por
diferentes enfermedades crónicas pone en evidencia tres elementos que pueden
facilitarla o contrariarla: el estado de salud percibido, el acceso desigual a
los recursos individuales o colectivos y las representaciones sociales
asociadas a las enfermedades.
La enfermedad amenaza el estilo de vida, es decir, la totalidad de sus relaciones
con el medio y su devenir. La enfermedad es un acontecimiento que se inscribe en la
historia del sujeto y su impacto dependerá de la recepción y las resonancias que suscite.
La enfermedad revela la precariedad vital.
Actividades y salud
La enfermedad crónica constituye una experiencia de
desvinculación que puede engendrar un repliegue sobre sí mismo; puede conducir a
las personas afectadas a una reevaluación de su modo de vida y de su inscripción en el
mundo del trabajo.
que podía antes; alteridad psíquica, porque la identidad de sí se revela ahora inestable,
frágil, precaria.
BIBLIOGRAFIA:
NEFFA, JULIO CESAR: Los Riesgos Psicosociales en el trabajo,
contribución a su estudio. Segunda Parte: ¿Qué son los Riesgos
psicosociales en el trabajo (RPST), cómo analizarlos y cuáles son las
patologías que provocan?. III. Los factores de Riesgos Psicosociales en el
trabajo y sus patologías
Introducción
Los conceptos con los cuales se fue analizando lo que actualmente se denomina
“Riesgos Psicosociales en el trabajo” (RPST) fueron evolucionando desde la
crisis de los años 1970.
En 1990 fueron verificados y validados empíricamente nuevos modelos: el
enfoque de Dejours de la psicopatología del trabajo primero y posteriormente de la
psicodinámica del trabajo, que pone el acento en las estrategias defensivas, el
sufrimiento y el placer en el trabajo.
Desde los albores del siglo XX se va construyendo una visión más completa y
profunda de las CyMAT, integrada con el aporte de psicólogos, sociólogos, médicos de
trabajo, administradores, economistas y ergónomos; entre los factores de riesgo en el
trabajo se cita la violencia en el trabajo y el acoso moral.
Una definición de los riesgos psicosociales del trabajo se refiere a
los riesgos sobre la salud mental, física y social generados por las condiciones de
empleo y los factores organizacionales y relacionales susceptibles de interactuar con el
funcionamiento psíquico y mental, con impacto sobre la organización o empresa donde
estos se desempeñan.
Los determinantes
Determinantes estructurales: jugarían el papel de variables independientes, serían:
las condiciones de empleo, la organización y el contenido del proceso
de trabajo y las relaciones sociales en el trabajo que son susceptibles de
interactuar sobre el funcionamiento psíquico y mental de los trabajadores con
impactos sobre la salud, psíquica, mental, social e incluso física de los trabajadores.
Determinantes individuales: el trabajador sufre cuando falta el reconocimiento o si
percibe un desequilibrio entre la magnitud e intensidad de las demandas del puesto
de trabajo y su grado de autonomía o latitud decisional.
preexistente, está confrontado a una situación de trabajo cuyas características son fijadas
independientemente de su voluntad. El sufrimiento es un concepto clave de la
psicodinámica del trabajo, pero no se lo asimila al estrés.
La psicodinámica del trabajo busca comprender que es lo que vive el sujeto en
relación con su trabajo y el acento está puesto sobre la capacidad de dar un sentido a la
situación, a defenderse del sufrimiento y a enfrentar los riesgos de enfermedad,
movilizando sus recursos individuales, capacidades cognitivas, afectivas y relacionales,
pero también contando con la cooperación y el apoyo técnico y social que aporta el
colectivo. El trabajo en el enfoque de Dejours es comprendido como una acción
colectiva en cuyo entramado aparece el sufrimiento y que al experimentar ansiedad, los
trabajadores responden desplegando mecanismos defensivos.
Para Dejours, el sufrimiento significa una dimensión intrínsecamente subjetiva
de la vivencia psíquica. Las relaciones entre sufrimiento y trabajo nunca son mecánicas
ni siguen una secuencia lineal de causa efecto; se considera que el sufrimiento es un
emergente penoso de la inversión o involucramiento en el trabajo y tiene relación con la
historia personal de cada sujeto. Cuando el trabajo produce sufrimiento, se produce en
el cruce entre circunstancias actuales y la trayectoria vital del sujeto. La consideración
de los sufrimientos individuales de los trabajadores no puede dejar de lado la existencia
de situaciones colectivas en igual situación, con lo cual las acciones de prevención
centradas sobre los asalariados individuales son insuficientes. Hay que tomar en
consideración el colectivo de trabajo que se ha instaurado en la organización o empresa
donde ellos se desempeñan. El trabajo es una fuente permanente de tensiones.
Entre el conflicto entre el individuo y la organización, tiene un tercer actor que
es el grupo social y colectivo en el que se inserta el trabajador, que no es homogéneo y
admite el análisis por categorías socioprofesionales o subculturales. La negociación es
una herramienta posible y efectiva pero ha encontrado su paradoja en los sufrimientos
reconocidos hoy como violencia laboral, acoso sexual y hostigamiento en el trabajo que
no surgen de la racionalidad económica ni de la lógica del poder dentro de las
organizaciones.
La prevención primaria consiste en controlar o tratar de reducir por
anticipado los factores de riesgo, proporcionando formación e información a los
trabajadores; si dichos dispositivos no se instituyeron o fracasaron, interviene la
prevención secundaria para moderar el impacto de dichos factores de riesgo y
enseñar a los trabajadores como hacer para identificar y gestionar el estrés, o bien
instaurar procedimientos para tratar la violencia, el acoso, la discriminación y asistir de
manera confidencial a los asalariados víctima de los mismos. Una vez constatados los
daños juegan de nuevo un papel determinante las acciones de formación e información
de los managers y de los asalariados acerca de los RPST y de las funciones de los
comités mixtos y sobre todo al reparar los daños ya ocurridos; en esto último consiste la
prevención terciaria.
Además de la evaluación de los factores que protegen al trabajador, es necesario
tener en cuenta la dimensión longitudinal, es decir, la trayectoria laboral y el tipo de
episodios previos y actuales que han impactado de distinta manera, según el ciclo vital
en el que el trabajador se encuentra.
Como ejemplo de causas de sufrimiento y sus impactos sobre la salud
del trabajador y que se relacionan con la organización y el contenido del trabajo y con la
modalidad que adopta la relación salarial, se citan:
La intensificación de la carga física, psíquica y mental del trabajo como resultado
del uso de nuevas tecnologías y nuevas formas de organizar el trabajo que lo hace
más intenso y exigente.
El estrés laboral está condicionado por el locus de control del trabajador, con la
capacidad que tiene para controlar el medio que lo rodea. La resiliencia o fortaleza es la
capacidad de los seres humanos para hacer frente a las adversidades, superarlas y
sobreponerse, generando proyectos de recuperación para modificar la situación.
Entre las principales causas del estrés se citan:
Falta de prevención
Un trabajo individualizado expuesto a frecuentes interrupciones, con
cronogramas difíciles de cumplir debido al contenido de trabajo.
Fuerte exigencias cuantitativas
Dificultades inherentes a la tarea
El estrés tiene consecuencias sobre la salud psíquica y mental de
los trabajadores (físicos: dolores de cabeza, perturbaciones en el sueño y apetito;
emocionales: angustia, ansiedad, tristeza; intelectuales y cognitivos: olvidos, dificultad
para concentrarse; comportamentales: consumo de tabaco, café, alcohol, ansiolíticos) y
consecuencia para las empresas y organizaciones (disminución de la
producción, conflictos interpersonales, falta de cooperación, aumento de peticiones de
cambio de puesto en el trabajo, necesidad de mayor supervisión del personal, aumento
de quejas de los clientes, aumento del ausentismo). Las alternativas para la prevención
se incluyen ejercicios respiratorios, dieta saludable, hacer gimnasia, evitar la ingesta de
excitantes como el tabaco, el café o el alcohol, evitar el estilo agresivo o pasivo,
desarrollar la tolerancia y respeto hacia los demás. Desde la psicodinámica del
trabajo, las intervenciones para prevenir el estrés deben dirigirse con prioridad a
mejorar la organización de las empresas, de la producción del trabajo, así como las
condiciones y el medio ambiente de trabajo, haciendo menos autoritario, paternalista y
despótico el sistema de autoridad y de comunicaciones, aumentando la participación de
los trabajadores en la adopción de decisiones respecto de su trabajo para lo cual hay que
desarrollar la formación e información de los trabajadores. Es necesario implementar
nueva formas de organizar el trabajo, reemplazando la extrema división social y técnica
del trabajo por la rotación de puestos, la ampliación de tareas, el enriquecimiento de su
contenido y promover el trabajo en grupos para estimular la cooperación mutua y la
transmisión de conocimientos y experiencias, brindando apoyo técnico y social de
quienes lo necesitan.
3) El control de las emociones:
Cuando la emoción, la ansiedad y el miedo actúan sobre el estado energético de
los individuos se observa una disminución de la performance porque las emociones
consumen energía; las emociones modifican la representación espacio temporal de los
operadores en su trabajo, restringen su campo perceptivo y exacerban los conflictos
relacionales. La emoción debe distinguirse del estrés pues la emoción corresponde a una
respuesta inmediata, mientras que el estrés es un proceso diferido. El control de las
emociones es un elemento esencial en la construcción de las ideologías defensivas del
oficio. El trabajo emocional es una exigencia psíquica, que consiste en controlar y
“moldear” las emociones ya sea para poder realizar la propia actividad o de las
personas con las cuales se actúan; el trabajo emocional tiene tres características: a)
Demanda contacto cara a cara, b) las expresiones del trabajador producen un estado
emocional en el otro y c) la dimensión emocional forma parte inherente de la tarea y los
empleadores pueden intentar estimularlas o modificarla, a través de la capacitación. Los
cambios en la organización de las empresas, de la producción y de la organización del
proceso de trabajo que provocan sufrimiento y se somatizan posteriormente son
resultados de crisis, quiebras o convocatorias de acreedores, procesos de
deslocalización, fusiones o reestructuraciones empresariales, profundos cambios en los
toma la forma de reglas de trabajo o del oficio construidas por los miembros
de un colectivo para generar la identidad, transmitir una tradición o un saber
hacer y servirse de ellas para compensar las fallas y ausencias en la
organización prescripta del trabajo. Las reglas de oficio para ser eficaces
deben ser inteligibles para la misma profesión y reconocidas por los
colegas. La eficacia de las estrategias defensivas depende de su
dimensión simbólica, que apunta a ocultar o inmovilizar la percepción
del sufrimiento presente en la realidad del trabajo; dada la división sexual del
trabajo, la expresión del sufrimiento es diferente según el género, así como la
forma de protegerse del riesgo mediante estrategias colectivas de defensa,
una estrategia defensiva en este caso sería la virilidad social que para
conducir a que el colectivo rechace o excluya a los desviados, es decir a los
que manifiestan el temor a ser víctimas de riesgos; las estrategias masculinas
de defensa están presentes en todas las situaciones de trabajo donde hay
muchos riesgos; la virilidad social como defensa se la define como el
conjunto de atributos sociales asociados a los varones como elevar el
rendimiento y superar records de producción, manifestar la fuerza, el poder y
el control que se asocian a la dominación sobre los otros; esto genera un
sufrimiento psíquico y / o mental que puede somatizarse y dar lugar a
enfermedades. La construcción de reglas es una actividad
deóntica, es un acuerdo normativo, que los trabajadores
internalizan y toman en cuenta sin darles mayor atención, pero que se
hacen más visibles cuando se transgreden. Hay diferentes tipos de
reglas: técnicas, sociales (relaciones entre trabajadores y con la jerarquía y
los subordinados que manifiestan intereses en común, promueven la
cooperación), de lenguaje (un vocabulario que facilita como comunicación
entre trabajadores del mismo oficio) y reglas éticas sobre lo que se
considera justo o injusto en una situación específica por parte de los
miembros de la profesión. Para Dejours, la cooperación reposa sobre reglas
y puede ser vertical (ascendente o descendente), horizontal y transversal con
clientes y usuarios. Para Clot, a partir de la psicología clínica de la
actividad, desarrolló la idea de que la contribución positiva del trabajo a la
salud mental es máxima cuando el trabajador está inserto en un colectivo de
trabajo y puede allí desarrollar su estilo de trabajo personal. Trabajar de
forma aislada, sin posibilidades de contacto y relación humana con los
compañeros de trabajo, representa un considerable aumento del riesgo,
mientras que el trabajo en equipo permite moderar las exigencias en el
trabajo.
b) Relaciones con la jerarquía: estas relaciones están configuradas según los
estilos de la dirección y los modelos de gestión; los trabajadores se
benefician con el apoyo técnico que los superiores les proporcionan y la
valoración que ellos hacen de su trabajo personal, instaurando adecuados
sistemas de información, comunicación y control e influyen sobre sus
actitudes y comportamientos en caso de conflictos. El estilo de dirección
influye en el ambiente de trabajo o clima laboral y en las relaciones entre los
trabajadores y entre éstos y los jefes. Las relaciones de los
trabajadores con la jerarquía de la empresa u organización están
condicionadas por el estilo de liderazgo. Un aspecto importante para los
trabajadores es el grado de reconocimiento que la jerarquía de la
empresa otorga a los trabajadores por el buen desempeño, ya sea material
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BIBLIOGRAFÍA:
SANTOS, MARTA: Análisis psicológico del trabajo: de los conceptos a los
métodos
La actividad y la subjetividad
Para situar el abordaje sobre la actividad de trabajo preconizada por Clot,
es importante considerar la afiliación a la escuela rusa fundada por Vygotski; esta
afiliación presupone asumir una postura histórico – psicológica.
La propuesta de este autor va en el sentido de una apertura, de un
desdoblamiento de un par conceptual de lo real y de la actividad, por un lado y de lo
prescripto y de la tarea, por otro lado.
Pre – ocupaciones
El sistema de control de velocidad detiene la formación siempre que el
maquinista pasa una señal roja o la velocidad permitida; ante un sistema de pasividad
impuesta, el conductor se encuentra en una especie de inercia para observar, para seguir
la situación sobre la cual no tiene control porque no puede gestionar la velocidad de su
propia formación. Los conductores refieren que esa rutina impuesta conduce a que
su mente se distraiga, “vagabundee” y es posible decir que a la ocupaciones en las
cuales cada uno de los conductores está implicado, se suman sus preocupaciones, que
son otras actividades de carácter personal y es precisamente hacia esas
preocupaciones que el conductor pasa a ocuparse.
En algunas formaciones existe un sistema de velocidad automática o impuesta
(VI) que tiene como función no dejar que la formación sobrepase un valor de velocidad
previamente fijado por el maquinista; determinados maquinistas colocaban la VI a
funcionar, registraban una velocidad, pero continuaban conduciendo de manera manual;
La VI asume nuevas funciones, tiene como función mantener en la cabina de atención
del maquinista, puesto que para jugar en la VI hay que estar siempre atento y se
transforma así de un instrumento técnico a un instrumento psicológico, según
Vigotski se torna en un instrumento de gestión del propio sujeto de la acción y estos
términos teóricos se acostumbran a designar como catacresis; estas catacresis pasan a
formar parte de la profesión y corresponden al conjunto de las herramientas
profesionales que no fueron previstas por la tarea pero son centrales para la actividad y
corresponde al modo a cómo los maquinistas se “deshacen” de sus otras actividades o
de las actividades de los otros.
Existe por un lado la prescripción oficial, la tarea oficial, y por otro lado, un
sistema de obligaciones compartidas por un determinado medio profesional.
Las maneras de realizar la actividad están situadas temporalmente en el tiempo
y asumen un carácter histórico y transitorio y este nivel de prescripción es denominado
por Clot como género profesional que se refiere a las maneras de hacer que
están estabilizadas en un determinado medio, en un momento dado y corresponde al
colectivo de los trabajadores, pero reporta siempre al punto de vista de la historia del
medio profesional, a su tradición, la que confiere un contenido simbólico a la
actividad.
El género profesional no es sólo una especie de pertenencia social, sino también
un recurso para la acción.
Para Clot, define al género profesional como el trabajo de la
organización, donde lo prescripto pasa a dividirse en organización del trabajo
(corresponde a la tarea) y el trabajo de la organización o género profesional (que
corresponde a las obligaciones compartidas por un colectivo en un medio profesional).
El género profesional asume una función psicológica importante: por un
lado, los trabajadores deben respetar este trabajo de la organización, por otro lado éste
se constituye igualmente en un recurso de la propia acción.
En las organizaciones en las que el colectivo de trabajo no consiguió construir
un género profesional, se asiste a una especie de empobrecimiento del trabajo.
Clínica de la actividad
Es importante acordar un papel importante al experto, asumiendo la relación
que se establece con el objeto de estudio y a sus efectos, por los que Clot se refiere a la
clínica de la actividad , por la consideración de la proximidad que el recurso del
análisis del trabajo tiene con el método clínico; esta perspectiva no puede dejar de
considerar las atribuciones de la psicopatología del trabajo, fue a través del
concepto de actividad impedida que Clot integró la idea de conflicto y posibilitó
incorporar lo posible u lo imposible en la actividad, preservando las bases para
comprender el desarrollo y el sufrimiento. Es posible decir que se habla de la clínica de
la actividad y no de análisis de la actividad porque la actividad realizada no es toda la
actividad.
El abordaje de la clínica de la actividad procura comprender la dinámica de
acción de los sujetos, actividad dirigida al objeto de trabajo y hacia los otros.
La estructura de la actividad
La actividad del trabajo es:
Personal: se refiere al conjunto de nuestras actividades
Interpersonal: es una actividad dirigidas para los otros.
Transpersonal: está atravesada por la historia colectiva del trabajo; es el
involucramiento en la reconstrucción de un género profesional.
Impersonal: deviene de la prescripción por la organización del trabajo, de la tarea
que es atribuida al trabajador.
Intervenir, teniendo por base una clínica de la actividad, significa considerar
todas estas dimensiones.
BIBLIOGRAFÍA:
CLOT, YVES: ¿El Trabajo sin seres humanos? Psicología de los entornos de
trabajo y de vida. Segunda Parte: Entornos y sujetos del Trabajo. 6. El hilo
de la actividad
Los caprichos de la prescripción
La Organización Científica del Trabajo, propuesta por Taylor, además de
considerarse como una figura emblemática de la prescripción de las conductas humanas
hasta el punto que a veces el Taylorismo se convierte en sinónimo de prescripción. El
Taylorismo tiende hacia un objetivo de neutralización de todo imprevisto en la
actividad, es particularmente adecuado como terreno para el estudio si se trata de
comprender lo que se denomina los caprichos de la prescripción, porque sin duda existe
una paradoja de lo prescrito.
La Innovación de Taylor consiste en extender a los gestos del hombre las
mismas preocupaciones por la precisión y la economía que en el uso de la máquina.
Al igual que la actividad se ha visto artificialmente reducida por el taylorismo a
un adiestramiento operativo, la subjetividad se ve hoy confundida con la adhesión a la
empresa; la disponibilidad forma parte de las empresas.
BIBLIOGRAFÍA:
CLOT, YVES: ¿El Trabajo sin seres humanos? Psicología de los entornos de
trabajo y de vida. Segunda Parte: Entornos y sujetos del Trabajo. 7. La
eficacia entre el sentido y la eficiencia
Al servicio de la acción
Observando los entornos de trabajo, desde el ángulo de la regulación mediante la
eficiencia, descubrimos, gracias a la trampilla abierta por estos dispositivos anónimos,
ciertos resortes de su plasticidad, además de uno de los principios de su historia. Se
puede seguir la acción a lo largo del tiempo; se busca comprender el juego que existe
entre la génesis de la acción y la de sus instrumentos.
La eficiencia es una regulación de la acción y no una propiedad del instrumento;
a lo largo de la actividad, no dejamos de apreciar múltiples recreaciones de memoria
que provocan la génesis de nuevas acciones. Una acción es en tan más eficiente en
cuanto permite alcanzar a un menor coste el mismo nivel de eficacia, es decir, los
objetivos buscados economizando los esfuerzos consentidos para lograrlos; la acción
eficiente no es ajena a lo inesperado y esta sea quizá la mayor enseñanza.
de trabajo y al discurso de los otros sobre este objeto, parece urdido en una morfología
retórica que abre una ventana a lo inesperado e impredecible. Este género discursivo
posee además de ambigüedad y ambivalencia, una actividad a menudo anónima en la
que el hombre debe aprender a manejar; proporciona un acceso a las herramientas
simbólicas de este manejo mediante el cual quienes trabajan tratan de dar un sentido a
sus vidas.
BIBLIOGRAFÍA:
CLOT, YVES: ¿El Trabajo sin seres humanos? Psicología de los entornos de
trabajo y de vida. Segunda Parte: Entornos y sujetos del Trabajo. 8. El
Trabajo entre actividad y subjetividad
Hasta qué punto la actividad lingüística da fe de la producción de sentido no
eliminable de la que el trabajo es escenario; nos centramos la atención sobre una cadena
metafórica transversal a todos los entornos de trabajo, existe una teoría natural del
sujeto divulgada mediante el género discursivo propio del trabajo; esta
conceptualización tácita, activa en el lenguaje ordinario, transpira en la recurrencia de
metáforas de la navegación que circula por los lugares de trabajo.
El reverso de la acción
Negarse a asumir la responsabilidad de las disfunciones de la organización es un
motivo que da forma a la acción, mientras que el impulso decisivo da sentido a la
actividad. Entre el reverso y el anverso de la acción se juega su sentido para los sujetos,
su marcha y su estilo.
públicos ya dados por las formas simbólicas; la subjetividad es una apropiación de las
normas colectivas que los agentes ponen a su mutua disposición.
¿Qué sujeto?
La actividad de los sujetos se vuelve amorfa si se considera únicamente una
mediación de las interacciones y no se desustancializa al individuo y a la sociedad.
Un análisis demasiado amorfo de lo social explicaba la negación de lo subjetivo.
Poca subjetividad nos aleja de lo social, pero mucha nos acerca a él y, al revés, poco
social, nos separa de lo subjetivo.
Para Bajtin, la actividad del sujeto se orienta no sólo hacia el objeto, sino
simultáneamente hacia la actividad del otro relativa a ese objeto; nunca es sustancial,
sino estructuralmente opuesta a sí misma, como la actividad social. Una sola intención
encarna más de una incitación vital, más de una ida posible; esta indexicabilidad es
esencial y es un aspecto constitutivo de su significado real; la intención es polifónica o
polisémica.
BIBLIOGRAFÍA:
CLOT, YVES: ¿El Trabajo sin seres humanos? Psicología de los entornos de
trabajo y de vida. Segunda Parte: Entornos y sujetos del Trabajo. 9.
Psicología Escrita y psicología no Escrita
La psicología puede ser un territorio de un redescubrimiento de las concepciones
realistas del sujeto y descifrar las fuerzas de éstos conceptos espontáneos en quienes
trabajan no sirve como conceptualización.
La experiencia del trabajo, según Oddone, se adquiere estableciendo la
conjunción entre organización formal y organización real.
Podemos preguntarnos si la unidad de la psicología del trabajo no es más que
una ficción reguladora, si los progresos teóricos que puede esperar no están
intrínsecamente ligados al reconocimiento por su parte de que existe un pensamiento
que se alimenta en un lugar distinto del discurso y los conceptos.
La inteligencia de las situaciones no se adapta a la inteligencia conceptual.
El principio extópico
La psicología del trabajo es una disciplina con su historia y sus conceptos; no
sólo es una actividad teórica, sino que también trata de construir entornos sociales de
análisis y acciones como instrumentos de investigación. El investigador se encuentra en
la encrucijada de una doble experimentación dialógica, con los protagonistas del
trabajo, por una parte, con la comunidad científica, por otra; es entorno de investigación
y acción se presenta como una zona común de desarrollo para competencias
heterogéneas que se especifican mutuamente.
Esta zona es una práctica que posee sus reglas.
una grabación de video; se trata de una práctica de coanálisis del trabajo en el curso de
la cual uno o varios sujetos redescubren su propia experiencia con ocasión de un
intercambio pautado con un interlocutor exterior ergónomo o psicólogo del trabajo.
Pero la formalización de la experiencia profesional puede transitar también canales
distintos de la autoconfrontación en la situación de trabajo.
Los dispositivos que se disponen se conciben como un tercer entorno entre la
comunidad de trabajo y la comunidad científica y su vocación es definida como un
espacio de recogida de la experiencia de trabajo, donde emerge un nuevo entorno
clínico; en él se puede experimentar la elaboración de zonas de desarrollo potencial de
la experiencia mediante los conceptos y de los conceptos de la experiencia en un marco
dialógico pautado.
Se exponen cuatro ámbitos de experiencia profesional para los que se exigen
consignas precisas:
El ámbito de las relaciones con la tarea propiamente dicha
El ámbito de las relaciones entre iguales dentro de los colectivos
El ámbito de las relaciones con la línea jerárquica
El ámbito de las relaciones con organizaciones formales o informales del mundo
del trabajo
La actividad puede considerarse la unidad mínima del intercambio social,
dirigida a la vez hacia el objeto como acción realizadora y hacia la actividad de otros
relativa a ese objeto. Esta tríada viva del actuar es el objeto del coanálisis practicado; los
materiales recogidos son retomados por el sujeto en cuestión y comentados por él por
escrito.
BIBLIOGRAFÍA:
CLOT, YVES: La formación por el análisis del trabajo en pos de una
tercera vía
La formación del trabajo han sido por mucho tiempo realidades
extrañas entre sí. La experiencia profesional figuraba como un obstáculo para los
caminos del conocimiento y las dificultades de la modernización industrial atribuían a el
“bajo nivel de calificación” personal. En los años 1980 surgen los
métodos de educabilidad cognitiva que estaban centrados por poner a los
trabajadores en estado de “aprender a aprender”, privilegiaron en la formación las
técnicas de entrenamiento en el razonamiento lógico o en la mejora de las relaciones a
fin de favorecer la movilización de los subjetivo. Estos métodos fueron objetos de
grandes críticas, le reprocharon ser métodos de aprendizaje sin contenido, que
preparaban a competencias sin contenido.
El análisis del trabajo aparece en primer plano en la formación
profesional, las maneras de aprender se acercaron a las maneras de hacer; la
experiencia profesional se transformó en una ventaja para la formación y la validación
de las adquisiciones profesionales se legitimó.
El abordaje epistemológico
Las actividades no son solamente esquemas operatorios invariantes, subyacentes
a la acción.
La intersubjetividad del intercambio reglado con un investigador
empuja al sujeto a manifestar dimensiones ignoradas de sí mismo de su propia
experiencia.
En la perspectiva etnometodológica, inspiradas en los trabajos de Mead, la
competencia es el resultado de una habilitación intersubjetiva y social, lo que permite
pasar d una afirmación de objetividad a la toma de conciencia de la implicación de las
subjetividades en todo acto de evaluación.
Se propone una vía nueva, en oposición a un abordaje de la actividad como
invariante operatoria, donde se concibe a la experiencia como historia y su análisis se
transforma en historia, esta vía implica en pensar que el intercambio intersubjetivo pone
en movimiento la actividad existente; inscribe las huellas de este intercambio en una
historia personal que tiene su propio curso, distinto de tal o cual intercambio, hecho a la
vez de operacionalidad y de potencialidades, aún no llevadas a cabo.
BIBLIOGRAFÍA:
MENCACCI – SCHWARTZ: Diálogo 1: Trayectorias y usos de sí
El oficio de filósofo
Uno de los modos de abordar la ergología es hacer un abordaje histórico,
bajo la modalidad de trayectoria, lo que permite comprender cómo fue llevado
progresivamente a construir un cierto número de conceptos, a desarrollar temáticas
relativamente nuevas, a crear una perspectiva o un enfoque.
Renormalizar
Renormalizar es crear normas con astucia. Para que el trabajo pueda operar
en condiciones económicamente satisfactorias es preciso que haya una presión de la
persona sobre ella misma, lo que se llama “uso de sí por sí”, se desarrolla una
experiencia, una predisposición a responder.
Aprendizaje e Imprentissage
Formar supone colocar la disposición y en circulación de saberes de
diferentes tipos (codificados) y los saberes adquiridos en relación a situaciones
concretas de trabajo y vida. La disponibilidad para el intercambio de saberes, para su
interfecundación, es necesaria una sensibilidad para ese universo de valores que
determina sobre las renormalizaciones de los operadores. Esa sensibilidad no se
enseña, eso se pone a prueba en una relación de duración prolongada con las personas
que se comprometen en un proceso de formación; eso no se aprende, se
impregna. No pasa por informaciones.
La resistencia es el establecimiento de relaciones de poder entre nosotros; se
rechaza incorporar en profundidad esa mirada sobre el otro. Si el otro está atravesado
por dramáticas del uso de sí mismo que se orientan por valores, si está implicado en
valores, la negativa del Imprentissage hace considerar que esos valores no son tenidos
en cuenta, que son inferiores a los nuestros.
BIBLIOGRAFÍA:
LHUILIER, DOMINIQUE: La intervención en Psicosociología del Trabajo
La clínica del trabajo se inscribe y se desarrolla en apoyo de la
investigación acción.
No hay acción sin movilización de conceptos, sin construcción de dispositivos,
que estén ligados a marcos teóricos. La psicosociología del trabajo parte de una
concepción sujeto y trabajo, en el seno de la clínica del trabajo.
Conclusión
La psicosociología del trabajo se beneficia de las contribuciones y trabajos
anteriores y actuales propios de la psicosociología, realizados tanto por investigadores
como por profesionales, numerosos en este dominio. La psicosociología trabajos
sobre la teoría de la intervención.
En el diálogo con otras perspectivas teóricas y metodológicas en
clínica del trabajo donde se precisan y se desarrollan las vías de transformación de los
ambientes de trabajo y de subjetivación.
BIBLIOGRAFÍA:
PUJOL – DALL’ ASTA: Trabajo, actividad y subjetividad. Debates abiertos.
De memoria y saberes compartidos. Análisis clínico del trabajo en la
formación intergeneracional de operadores industriales
Introducción
El propósito de esta comunicación consiste en compartir una intervención
realizada por el Programa de Calidad de Empleo2 (PCE) en la Dirección General de
Fabricaciones Militares, una empresa estatal creada durante la década del ´40, que en la
actualidad se encuentra en un proceso de recuperación y reactivación.
Durante los años ´90 la empresa fue objeto de desmantelamiento y privatización,
con un proceso de desvinculación masiva de trabajadores. Producto de dicha política,
las distintas dependencias de la firma presentan en la actualidad una importante brecha
generacional, con trabajadores de antigüedad que trabajan junto a jóvenes que
ingresaron en los últimos cinco años. Tal situación dificultó la natural trasmisión de
saberes entre los trabajadores y pone en riesgo la organización, por la posible pérdida de
conocimientos clave ante la desvinculación de trabajadores expertos próximos a
jubilarse.
Se expresa entonces por parte de la dirección de la empresa una demanda de
capacitación hacia el equipo del PCE, demanda que fue sometida a discusión y
redefinida en términos clínicos generándose así el proyecto denominado “Transferencia
Intergeneracional de Conocimientos” (TIC), orientado a satisfacer dos objetivos
centrales: promover el intercambio y la co-construcción de saberes entre ambas
generaciones, cada una desde su propia visión del quehacer y contribuyendo con sus
propios saberes, y recuperar y codificar los saberes para incorporarlos al acervo de
conocimiento de la organización.
La clínica de la actividad puede obrar en esta comunicación como clave de
lectura del caso y constituyó la materia prima o matriz de la estrategia de intervención
implementada. La experiencia vivida por los profesionales y los trabajadores constituye
un recurso para dar cuenta aquí de los avatares de la intervención en ámbitos públicos,
de cómo la historia de las instituciones atraviesa oficios y de la implicancia del hablar
del propio quehacer en los procesos de subjetivación.
del fortalecimiento de las instituciones del mercado de trabajo, permitió reducir los altos
niveles de desocupación y precarización alcanzados en la década anterior. Estas
políticas reivindican la creación de “trabajo decente”, en un encuadre que apunta a la
integración económica con progreso social a través de la recuperación del mercado
interno como dinamizador de la economía.
Un acontecimiento marca la historia de DGFM: la explosión de la fábrica de Río
Tercero, en 1995, en el contexto de las sospechas de tráfico de armas por parte del
gobierno de Carlos Menem. Como consecuencia de este hecho, se removió la cúpula
militar que gobernaba la institución hasta entonces y se designó un interventor civil, que
respondía al Ministerio de Planificación General, Inversión Pública y Servicios de la
Nación.
A fines de 2010 asumió una nueva intervención que está llevando adelante un
plan estratégico con el objetivo de reactivar el proyecto institucional del organismo. En
este contexto se produce la demanda de intervención al equipo del PCE para facilitar la
implementación de las nuevas políticas de desarrollo de recursos humanos.
En este marco, se firmó un convenio entre la Universidad Nacional de Córdoba
y DGFM y se iniciaron las actividades de cooperación. Se realizó un diagnóstico
participativo con el fin de reconstruir la situación de la sede central y de las fábricas que
se encuentran en distintos puntos del país, lo que implicó relevar información de todos
los niveles y analizar las características de la organización del trabajo, de las
condiciones de salud y medio ambiente de trabajo y de la formación y desarrollo del
personal, entre otros aspectos. Asimismo, se propusieron acciones en distintos niveles
de la organización destinadas a informar sobre el proceso de transformación que
atraviesa la institución, las condiciones en que se desarrollan y los desafíos que suponen
para los distintos actores, a la vez que se recogieron las consideraciones y puntos de
vista de los diferentes grupos sobre este proceso, lo que posibilitó iniciar diálogos e
intercambios significativos sobre el pasado, presente y futuro de la empresa.
En las acciones diagnósticas realizadas con los distintos niveles de la empresa
pudo identificarse –entre otras- la problemática de la existencia de una brecha
generacional significativa entre los trabajadores operativos, que incidía en el flujo de
formación de los aprendices en los puestos de trabajo, que son operarios recientemente
incorporados. Esto fundamentó el pedido de acciones de capacitación por parte de la
empresa, y la posibilidad de redefinir conjuntamente esas demandas en términos de una
intervención de corte clínico.
de las ellas reuniones con actores claves (director y sub-director de la fábrica, asesores
de la intervención, referentes técnicos) para presentar la propuesta de trabajo y
seleccionar de manera conjunta los procesos productivos que se consideraban críticos y
que era necesario abordar.
Durante el desarrollo de las diferentes actividades orientadas al análisis del
trabajo pudimos apreciar, como en otras oportunidades, la importancia que el trabajo
sigue teniendo en la vida de las personas y el interés de muchos de los trabajadores,
sobre todo aquellos con experiencia, por trasmitir lo que saben, trucos de oficio,
pequeños descubrimientos o invenciones, soluciones eficaces.
Las actividades emprendidas permitieron capturar no solo saberes, destrezas y
habilidades que los diferentes miembros despliegan al realizar sus tareas. También
sentimientos, afectos y recuerdos de vida que tienen que ver con el hacer, con el
producir con otros mucho más que productos y servicios. A partir del análisis de la
brecha entre la tarea prescripta y la real, emergen en el discurso las peripecias que los
trabajadores realizan para salvar las carencias y lograr dar respuesta a los encargos, los
atajos, fracasos y éxitos logrados.
En el relato de los trabajadores se identificaron además iniciativas desplegadas
en tiempos anteriores, en los momentos de fuertes crisis, que les permitieron asegurar su
supervivencia, el despliegue de estrategias para sostener su actividad, su lugar de
trabajo, su puesto y su identidad.
También se recuerdan hechos dolorosos y en estas fábricas no son escasos, ya
que fabricar explosivos no es tarea cómoda.
A partir de las diferentes instancias realizadas con los trabajadores de los
sectores abordados, se produjo la documentación necesaria. En primer lugar
construimos junto a los participantes un mapa funcional de cada ocupación, es decir, un
esquema del contenido del puesto de trabajo: el propósito clave de la actividad, las
funciones que desarrolla en dicho puesto el trabajador, las rutinas o tareas concretas.
Este mapa sirvió en primer término para documentar todos los acuerdos alcanzados por
el grupo en relación al alcance de cada puesto, pero además fue un insumo clave para la
realización de un diseño curricular destinado a la formación profesional de quienes
eventualmente ocupen ese puesto de trabajo. El diseño curricular prevé módulos de
formación por competencias y sirve para organizar un proceso sistemático de
aprendizajes para el desempeño en el área de incumbencia correspondiente. Además,
considera los elementos que deben ser tenidos en cuenta para futuros procesos de
capacitación en el puesto de trabajo: el contexto y las condiciones de formación, el
perfil de los destinatarios de la formación, las estrategias y actividades de formación y
el modo de evaluarlas, entre otros recursos. Por último, avanzamos sobre la primera
versión de un manual de formación para el aprendiz, que combina no sólo contenidos
escritos, ejercicios prácticos, sino también el uso de los registros audiovisuales. Todos
estos documentos fueron validados con el grupo de trabajadores y representantes de la
organización.
Repensar la formación
A juicio de esta experiencia, el análisis del trabajo constituye una herramienta
metodológica relevante al momento de iniciar acciones de desarrollo profesional. Sin
embargo, los encuentros realizados en la fábrica demuestran que su implementación no
está exenta de complicaciones.
Se les solicitaba a los trabajadores poner a disposición del colectivo sus saberes,
lo que muchos sintieron como una amenaza más. Esto se inscribe en una historia, sobre
todo durante los años noventa, de despidos, ajustes y corrupción, con mucho
sufrimiento por parte de los trabajadores.
El proceso de intervención en general y el proyecto de transferencia
intergeneracional del conocimiento en particular, no hacen más que interpelar un
sistema de actividad que, por los avatares de su historia, configuró una trama de
acuerdos y prácticas de supervivencia que coarta en la actualidad el logro de objetivos
organizacionales.
La dificultad de los responsables de la fábrica y de la intervención para definir
los roles se relaciona con esta etapa de reconstrucción, que mira con nostalgia el pasado
y con incertidumbre el futuro.
Las dificultades y retrasos a la hora de definir los roles nos hacía pensar que
sería muy complicado sostener el proyecto. Sin embargo y para nuestra sorpresa, los
trabajadores con mayor antigüedad captaron rápidamente la intención del proyecto y
nos plantearon que les parecía sumamente necesario.
Reflexiones finales
La demanda inicial de la organización consistía en una transferencia de
conocimientos de los trabajadores con mayor antigüedad a los más jóvenes. Sin
embargo, nosotros pensamos que más que una transferencia de saberes se trata de una
creación conjunta de conocimientos necesarios para el efectivo desempeño. Los
trabajadores de ambas generaciones, a partir de las consignas del proyecto, no
efectuaron un pasaje automático y mecánico de viejas recetas de acción, sino que
realizaron una reflexión conjunta de sus experiencias, sumando nuevas obligaciones y
prácticas a su repertorio profesional en función de las posibilidades y oportunidades que
les permite el escenario actual.
La intervención formó parte de un proyecto de recuperación del Estado que
siempre operó como marco, como idea fuerza, siendo la metodología de análisis de la
actividad un paso necesario para el proceso de reconstrucción.
BIBLIOGRAFÍA:
PUJOL – DALL’ ASTA – BARNES: La Construcción de saberes en el
Desarrollo ocupacional en trabajadores textiles
Introducción
Se trata de artesanos textiles pertenecientes a la “Cadena de Valor Textil
Artesanal en el corredor Punilla, Traslasierra”, una experiencia de extensión del INTI
cuyo objetivo consiste en transformar una cadena de unidades productivas
familiares en subsistencia, con antecedentes de débil articulación horizontal –
vertical, en una cadena de valor para la producción de textiles artesanales, emulando la
figura de “fábrica de cielo abierto”.
El proyecto de INTI parte de la necesidad de algunas artesanas textiles que
solicitaron asistencia técnica para mejorar la calidad de sus tejidos, cuestión que fue
resuelta a través de la selección de la materia prima, la revisión de los procesos de
hilado artesanal y el rediseño de los bienes de uso (de acuerdo a un diagnóstico técnico
inicial).
En el año 2005, el equipo de investigación de la Cátedra de Psicología Laboral
ingresa a cooperar con INTI a través de actividades de extensión e investigación; la
intervención permitió conocer y comprender las distintas etapas que atraviesan los
trabajadores textiles en el desarrollo de su oficio.
En análisis del proceso de desarrollo ocupacional exige de la articulación de un
conjunto de aportes que superan las restricciones del paradigma clásico de “falla
humana”.
La acción tiene sentido, un sentido nunca cerrado ni definitivamente fijo,
construido por el sujeto, en el momento o después, por sus pares en el seno de las
interacciones, por un superior en las relaciones jerárquicas, por un colectivo en las
reuniones. El sentido de la acción se elabora a través de aquello que los actores dicen y
se dicen.
La teoría de la acción situada enfatiza la necesidad de realizar un análisis del
trabajo mismo en tanto organización, localmente o interactivamente producido, como
secuencia de actividades ordenadas. En este enfoque, el cumplimiento de un trabajo
pasa por la organización concreta de cursos de acción situada, es decir, por la
producción local de un orden observable por el ordenamiento de una secuencia de
actividad, que haga honor a las exigencias de sentido, de coherencia, de pertenencia.
Las condiciones de la organización y coordinación del trabajo no están
determinadas de antemano, demandan siempre ser específicas, in situ y localmente, por
las operaciones de los agentes comprometidos en el cumplimiento de la actividad. Esta
organización y coordinación toma apoyo sobre una visibilidad mutua de las situaciones,
de los gestos y de las operaciones en el espacio de trabajo.
Las cosas y personas, los eventos y las situaciones, adquieren sus
determinaciones singulares localmente y a los fines prácticos, en un proceso continuo de
orientación de la actividad, de organización de las perspectivas, de estructuración del
entorno.
Método
Desde jóvenes se vieron en la necesidad de tejer para satisfacer necesidades
básicas de esposos e hijos; el comienzo de las prácticas de tejido e hilado en estas
artesanas estuvieron ligadas a la vida doméstica.
A partir de la experiencia de la cadena, las artesanas comprendieron la
convivencia de hilar su propia lana, esta actividad es aprendida en primera instancia en
Resultados
La dimensión tecnológica juega un rol central en el desarrollo ocupacional; la
emergencia de un nuevo contexto que posibilita la reactualización de saberes, incluye la
disponibilidad de nuevas tecnologías y su incorporación a la dimensión técnica del
quehacer.
A través del contacto con los pares y los técnicos del INTI pueden acceder a
innovaciones en relación a las técnicas de hilado pudiendo obtener así, diferentes
insumos que diferencian sus productos en el mercado. Tales aprendizajes, en donde
circulan conocimientos tácitos sobre el oficio, se efectivizan gracias a la organización
grupal de producción (talleres), a las conductas semanales con los técnicos y a los
diferentes espacios grupales que se desarrollan durante el año.
Antes de la llegada del INTI, las hiladoras hilaban lana rústica de campo, por lo
que la calidad de las prendas no eran las mejores del mercado; gracias a la provisión de
lana, los artesanos lograron diferenciarse por su calidad y originalidad. Trabajar con este
nuevo tipo de lana, demandó la incorporación de un nuevo instrumento de hilado y del
aprendizaje y entrenamiento para su utilización.
Un factor que ha facilitado los intercambios dentro de la cadena es la
construcción de un lenguaje común en torno al oficio, las técnicas, los productos.
En las interacciones dentro de los talleres de la cadena, se ponen en común los aciertos
y errores, se experimenta; un ejemplo de la adquisición de aprendizajes y conocimientos
colectivos mediante el constante ensayo, es el teñido.
El incremento en el dominio de las técnicas ha posibilitado la construcción de
defensas contra la prescripción y la producción de quiebres en las rutinas que propician
la innovación y esto contribuye a una mayor autovaloración de los propios saberes
frente a las prescripciones de técnicas y requerimientos de calidad que ingresan a la
cadena de mano de los extensionistas y diseñadores externos.
Se debe destacar la importancia del lenguaje, estableciendo mediaciones entre lo
que las herramientas pueden ofrecer, lo que uno mismo sabe, lo que los otros me
aportan y aquello que con los otros construyo.
Los trabajadores desarrollan su saber – hacer operando nuevas herramientas y
desplegando nuevas técnicas, pero también “hablando” de ello, produciendo lenguaje en
torno a su hacer, categorizando su propia práctica.
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Existe distintos factores que median en diferentes prácticas de trabajo que van
formando configuraciones de aprendizaje en distintos planos de la cadena: el espacio
doméstico, el espacio del grupo taller de pares y las reuniones más amplias
(intergrupales) que involucran a todos los miembros /artesanas, técnicos,
extensionistas). La organización del trabajo constituye el elemento determinante de
estas diferentes configuraciones.
Un primer plano microsocial: el espacio doméstico, donde las artesanas
aprenden en un entorno que involucra de manera directa a las herramientas de trabajo y
también a los “otros” en ese espacio (esposo e hijos) en la organización de la jornada
laboral. En el espacio doméstico aparece una orientación a autogestionar la ocupación y
conducir la propia jornada laboral; taller individual dentro del hogar está atravesando
por normativas del espacio global de la cadena que demanda el desarrollo de
capacidades personales organizativas.
En el plano del taller grupal, la organización del trabajo prioriza la asignación de
capacidades extra técnicas, como las de administración (de insumos y algunos recursos),
comerciales y de relacionamiento institucional en determinados miembros (los llamados
referentes).
La mayoría de las modalidades organizativas internas de los talleres han surgido
de manera espontánea en uno de los grupos y han sido homologados en el resto de los
talleres, lo que han permitido la institucionalización de roles y normas.
La cadena en su totalidad, se han consolidado mecanismos y dispositivos
institucionales que dan cuenta del éxito de la experiencia no sólo en términos
económicos y productivos (como los préstamos de materia prima e insumos,
mecanismos de fijación de precios), sino también en términos sociales y culturales.
Es posible tipificar una secuencia en el desarrollo ocupacional actual de las
artesanas textiles: tejer – hilar – teñir – vender – diseñar – coordinar.; ésta última
actividad de la secuencia debería relacionarse con la dirección o gobierno de la cadena.
El despliegue de las capacidades de dirección y de gobierno para el desarrollo de
la sustentabilidad de la cadena constituyen el logro de un máximo nivel de
profesionalidad en el quehacer, en la medida en que exigen el logro de un alto nivel de
autonomía.
El desarrollo ocupacional de las artesanas se han profesionalizado cuanto al
saber hacer relativo a los procesos de hilado, tejido, tintura e incluso saberes
relacionados a lo comercial, la administración de insumos básicos y la organización del
trabajo en el espacio doméstico y de taller grupal.
Discusión y Conclusiones
Desde el punto de vista del desarrollo ocupacional, el colectivo del
trabajo de la cadena ha adquirido un entramado de técnicas o una memoria
transgeneracional que da consistencia a las actividades en términos de manera de
ser y de comportarse de manera implícita organizan las actividades dentro de la cadena,
pero sólo a nivel interno en los distintos talleres.
Desde el punto de vista de adquisición de competencias, la secuencia
remite a saber hacer, saber- organizar y saber – gestionar; como las tres
áreas de competencias exigidas por el oficio que se despliega progresivamente primero
a nivel de actividad y luego, a lo largo de la trayectoria de desarrollo de la ocupación.
Resulta importante resaltar que la experiencia de la cadena de valor tiene un
origen eminentemente tecnológico y comunitario y que estos elementos constituyen su
principal potencia en lo relativo al aprendizaje y al desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA:
JACINTO – WOLF – BESSEGA – LONGO: Jóvenes, precariedades y sentidos
de trabajo
La inserción de los jóvenes en el mercado de trabajo hace ya más
de 20 años que significa un “problema”.
Los datos estadísticos permiten vincular la precariedad con tramos
etarios, con niveles educativos y socio-económicos. Los numerosos estudios sobre el
tema coinciden en que el deterioro de la inserción laboral juvenil es más el resultado del
empeoramiento general de los mercados de trabajo que de una cuestión específicamente
juvenil.
Los jóvenes están sobre-representados tanto respecto a la desocupación y
subocupación, como respecto a las deterioradas condiciones de trabajo, los bajos
ingresos y sin acceso a beneficios sociales. Sin embargo, los estudios basados en datos
cuantitativos también muestran muchas heterogeneidades en la calidad de la
inserción: mayores niveles educativos, pertenencia o no a hogares pobres, el sexo y el
sub-tramo etario (adolescentes, jóvenes plenos y jóvenes adultos) evidencian diferencias
de oportunidades de inserción a empleos de calidad. Los condicionantes estructurales de
esta situación en el marco de las transformaciones y la crisis argentina en las últimas
décadas han sido profusamente tratados.
Los jóvenes son claramente el grupo que padece mayores déficits de
“trabajo decente”. Existen claras evidencias, producto de las transformaciones y
crisis de los mercados de trabajo desde principios de los noventa.
particular de la trayectoria en el que se pondera el salario como recurso que les permite
adquirir o lograr ciertos objetivos inmediatos.
d) Las relaciones sociales: espacio de intercambio y reconocimiento.
Muchos jóvenes valoran el clima de trabajo, el trato personal, las relaciones con los
demás empleados como elementos que definen un buen trabajo. La identificación con su
grupo de pares a partir de expectativas, códigos y valores comunes, les permiten
proyectarse en una dirección. El trabajo y sus relaciones representan un espacio más de
reconocimiento y vinculación con los demás.
e) Organización del tiempo: compatibilización con otras actividades.
Otro aspecto que aparece como relevante es la posibilidad de compatibilizar los horarios
de trabajo con los de otras actividades no laborales.
f) El trabajo independiente como valor principal: es interesante marcar que la
aspiración de muchos de los jóvenes que trabajan en relación de dependencia, aún en
condiciones protegidas, es llegar a tener un trabajo por cuenta propia o un
pequeño emprendimiento, actividad para la que reconocen haber aprendido a través de
sucesivos empleos. En estos casos, se trasluce que lo que se valora del trabajo es la
autonomía.
Conclusiones
Entre las grandes virtudes de los mercados de trabajo estables de antaño, se
cuentan tanto la presencia de mecanismos de socialización laboral como que ayudaron a
elaborar la sensación de continuidad que resultaba en bases sólidas para la construcción
de “carreras profesionales” y más aún de las identidades.
Claude Dubar diría que las sociedades actuales impulsan a los jóvenes (a todos
en realidad...) a dotarse de un discurso sobre ellos mismos, sus competencias y su
proyecto, sobre su experiencia pasada y perspectivas futuras, y a expresar mediante el
discurso la articulación de todos estos elementos. Esta puesta en escena de sí, que
pretende ser coherente, legítima y satisfactoria... es decisiva para el acceso al
reconocimiento social, implicando la estima de sí, la cooperación con los otros, y la
inscripción en la vida social (empleo y ciudadanía especialmente).
BIBLIOGRAFÍA:
PERELMAN, M.: La construcción de la idea de trabajo digno en los cirujas
de la ciudad de Buenos Aires
Resumen
El objetivo de este trabajo es analizar cómo algunas personas que comenzaron a
cirujear a mediados de la década de 1990 en la ciudad de Buenos Aires construyeron esa
actividad como una forma legítima de ganarse la vida. El foco está puesto en
comprender la forma en que algunos cirujas se construyeron como sujetos que realizan
una actividad digna, en los sentidos que ella fue adquiriendo y en las prácticas y
discursos que posibilitaron que ello ocurriera.
El artículo se centra en la construcción de modos legítimos y razonables de
hacerlo a partir de dos niveles diferentes relacionados, que también se tienen en cuenta.
Por un lado, el de la construcción de los ideales (hegemónicos) de ser trabajador. Por
otro lado, en las maneras en que los sujetos re-construyen sus experiencias, crean
relaciones, generan imaginarios, explicaciones, justificaciones sobre la actividad
que realizan y las maneras en que estos van cambiando.
Introducción
El 6 de noviembre de 2002, en un contexto de fuerte crecimiento y visibilización
del cirujeo (recolección informal de residuos), se desarrolló en la ciudad de Buenos
Aires una audiencia pública en la que se debatía su (des)penalización.
No podía ser considerada trabajo y que, por lo tanto, no estaba en juego el derecho al trabajo 2;
por otro lado, argumentaba que existen formas de trabajo espontáneas y naturales, y que
el cirujeo no era una de ellas.
Muchos de ellos construían esta actividad como una forma digna de ganarse la
vida.
No existía una sola noción de lo que significaba ser ciruja o el hecho de estar
realizando la actividad. Al indagar en las significaciones que adquiría ésta para quienes
la realizaban, encontraba que muchos referían al orgullo de ser cirujas, mientras otros
señalaban que lo hacían porque “no les quedaba otra”.
Analizar las diferentes trayectorias contextualizadas de las
personas, sus relaciones cotidianas, me permitió identificar otras formas (normalizadas
dentro de una configuración social y en concordancia con sus trayectorias laborales,
sociales y familiares) en que los individuos de carne y hueso se vinculan en sus
relaciones con los otros.
El momento de la realización de la tarea daban cuenta de las maneras
diferenciales de experimentar el hecho de ser ciruja y de los modos en que muchos
resignificaron la actividad desde una vergüenza inicial, de verse haciendo “algo no
deseable”, ilegal y relacionado con la delincuencia, a conceptualizarla como una
actividad digna.
No todos los cirujas poseen la idea de dignificación asociada a la noción de
cirujeo como trabajo.
Son dos los niveles diferentes e interrelacionados los que deben abordarse. Por
un lado, el de la construcción de los ideales (hegemónicos) de ser
trabajador. Por otro lado, y en relación con estos, en el de los discursos y
prácticas que construyen al cirujeo y las maneras en que los sujetos
(re)construyen sus experiencias, crean relaciones, generan imaginarios, explicaciones,
justificaciones sobre la actividad que realizan y las maneras en que estos van
cambiando. El artículo se centra en este segundo nivel.
Para los cirujas, configurarse a sí mismos como personas que están haciendo
algo digno –pensándose de manera relacional, ya que la noción de trabajo y de dignidad
se construye desde las percepciones de los cartoneros y de los no cartoneros les permite
cuestionar los imaginarios hegemónicos en torno a ser trabajador al tiempo que apelan
al trabajo.
Existe un proceso de reacomodamiento en torno a valores morales, en el cual
surgen una serie de sentimientos que, a priori, pueden ser vistos como contradictorios,
como son la dignidad y la vergüenza. El hecho de constituirse como sujetos dignos que
se ganan la vida legítimamente surge de la noción de ser trabajador. Así esta parece
tener un mana que hace que la dignidad sea directamente conferida por el hecho de ser
trabajador. Este “poder mágico” pone al ciruja en el ámbito de lo “sagrado”, donde
permanece protegido de los tabúes en tanto estos funcionan como mecanismos
protectores de las categorías distintivas del universo.
Conclusiones
En este artículo me centré en la manera en que los nuevos cirujas, personas para
quienes realizar la tarea significó una ruptura en sus trayectorias laborales y sociales y
que construyen la actividad como una forma legítima de ganarse la vida. Hice hincapié
en dos niveles diferentes pero relacionados. Por un lado, en el de la construcción de los
ideales (hegemónicos) de ser trabajador. Por otro, y en relación con estos, en el de los
discursos y prácticas que construyen al cirujeo y las maneras en que los sujetos
(re)construyen sus experiencias, crean relaciones, generan imaginarios, explicaciones,
justificaciones sobre la actividad que realizan y las maneras en que estos van
cambiando.
Me centré en las nociones legitimantes que habilitan
el cirujeo y las (diversas) formas en que éste se concibe. Esto me permitió dar cuenta de
que las transformaciones ocurridas en el mundo del trabajo, como el crecimiento del
desempleo y subempleo, el deterioro de las condiciones materiales de vida y el aumento
de la pobreza e indigencia, el “hambre”, si bien son condiciones (que pueden surgir
como legitimantes), no explican por sí mismas el incremento de la cantidad de personas
viviendo del cirujeo.
El ingreso al cirujeo se enmarca dentro de parámetros morales relacionados con
la dignidad de la actividad que los sujetos les otorgan y que luego servirá de base para
legitimar la manera de acceder a los medios de subsistencia.
El condicionamiento legitimante se refiere a dos dimensiones. Una es la
personal, la cual remite a las trayectorias personales y familiares. Esto es
particularmente claro en las formas en que se ingresa a la actividad. Otra remite a los
discursos sociales legitimantes más amplios. Aquí, uno de los vectores centrales es la
idea de trabajo en términos abstractos, que abre un espacio de disputa en torno a los
sentidos de las actividades experiencialmente vividas (que se enmarcaría en la
dimensión personal).
El ingreso a la actividad es posible en función de algo que, por lo menos, no es
moralmente reprochable.
En los nuevos cirujas, la construcción de la actividad como una forma legítima,
digna de ganarse la vida, implica una reconstrucción de los sentidos sociales y los
juicios personales que han tenido con respecto a la actividad. Para los que fueron
trabajadores formales o tienen un largo derrotero en actividades que pendulan entre lo
formal y lo informal, el hecho de no tener trabajo en la actualidad y, más aún, el de ser
cirujas, aparece como un estigma vergonzante.
BIBLIOGRAFÍA:
PUJOL,- DALL´ASTA: Trabajo, actividad y subjetividad. Debates abiertos.
SUAYA, DULCE: Historia vital del trabajo (HVT). Dispositivo psicosocial de
intervención en la clínica de la salud mental
Las historias narradas por los usuarios de los Hospitales de Salud
Mental me posibilitaron reconocer aspectos silenciados de la vida cotidiana de
los residentes en estas Instituciones, transmutar el código y la apropiación de lo narrado.
Contexto histórico
Transcurrían los años noventa y nos encontrábamos en la práctica
hospitalaria con una distancia entre la demanda de atención que la población formulaba
y nuestras herramientas clínicas que no alcanzaban a responder–a reducir el sufrimiento
psíquico de quienes acudían en búsqueda de asistencia.
La destrucción de puestos de trabajo y las altas tasas de desocupación
conllevaron un incremento de la explotación: reducción de salarios, aumento de la
jornada laboral, humillación, asedio. Escenarios tormentosos para los trabajadores. La
falta de trabajo afectaba la vida psíquica hasta comprometer la vida misma en el acto
suicida.
Tres ejes, que conceptualmente han configurado el esqueleto básico sobre el
que se apoya el edificio del HVT: Memoria, Historia, Trabajo.
Memoria
Asumimos como concepto que la memoria no es un estamento estable o
inmodificable, ni tampoco la conservación de algún modo de ser anterior; sino que la
memoria se produce en acto, es potencia, es posibilidad de alguna realización.
Memoria e historia se conjugan para elucidar la idea de pasado personal como
relato ficcional que produce un sentido.
Memoria en HVT
El principio directriz de la puesta en práctica del dispositivo HVT consiste en
proponer al sujeto que relate su trayectoria laboral, entendiendo que
dicho relato pone en juego una particular actividad de la memoria.
Historia en HVT
El dispositivo HVT, al convocar al sujeto a narrar la trayectoria
laboral, apuesta a que en el desliz del decir se produzca el encuentro con un pasado
presentificado. La terapéutica del dispositivo descubre en las palabras del sujeto
acontecimientos que ellas mismas están ocultando y que se convierte – a la vez ausente
y presente- en un pasado. La historia parte ingenuamente de lo cotidiano, y alcanza a
deducir “las conclusiones más extrañas”. La historia es una forma de esta “extrañeza”,
pues no es ni un dato inmediato, ni un a priori, es un producto en acto.
En la aplicación del dispositivo se considera que el sujeto que relata construye
de un modo singular su historia.
Otro de los ejes que fundamentan nuestro marco teórico es el del trabajo. En la
creación del dispositivo HVT está implícita la concepción de Freud respecto de que la
relación del sujeto al trabajo es una relación libidinal, siendo el objeto “trabajo” el que
constituye una parte fundamental en la estructuración de la identidad del sujeto.
Trabajo en HVT
El sujeto desocupado o el sujeto internado en un hospital participan del
engranaje social y sufren sus efectos, tal como el trabajador activo. El dispositivo HVT
se plantea recuperar la experiencia como una instancia valorada y valiosa para el sujeto
y su comunidad, donde la palabra y el relato restituyen esa autoridad que permite la
transmisión de generación en generación, o sea la construcción de sentido histórico, que
hace lazo social. De allí que tomemos la categoría trabajo como tercer eje de nuestro
análisis. Nuestro dispositivo aporta a la reflexión sobre la relación trabajo y salud
mental, el concepto de Trabajo Valor como productor de subjetividad.
Al quedarse sin trabajo -no sin empleo-, el sujeto pierde la inscripción de
pertenencia a un colectivo en el que se reconoce como ser social. En este sentido, el
trabajo como constitutivo de la subjetividad humana no es, tal como pretendió reducirlo
la sociedad capitalista, ni el empleo, ni la ocupación, ni la labor. Por el contrario, hace
lazo social, es creación, es elaboración creativa.
Fue posible pensar que las frecuentes reinternaciones – la puerta giratoria- era
una de las consecuencias del alta que contemplaba la cura, pero cuyo egreso no era
deseado por el sujeto.
Se nos hizo necesario incluir el protagonismo del usuario en la decisión de
egreso y por ello creamos lo que denominamos Clínica de la Externación, diferente del
Alta y Egreso, que fue ubicada en el tiempo y espacio de Pre-alta.
Al dispositivo HVT se agregan, entonces, algunas de dichas estrategias que
posibilitan al demandante construir el perfil de interés y el proyecto de vida.
Estructura y metodología
Dimensiones Subjetivas
El valor de esta propuesta asume varias dimensiones subjetivas. Destacamos dos
ejes centrales de nuestro constructo:
1. Dimensión temporal: la posición del Yo en la escena relatada: tiempo de
relato (Yo que habla / Yo hablado).
2. Dimensión topológica: la posición de la escena relatada en el espacio de
memoria (recuerdo, reminiscencia, rememoración).
El relato de la HVT remueve el espacio de memoria produciendo recuerdo. La
reminiscencia otorga un cariz nostálgico a la escena evocada y la rememoración
actualiza ese pasado presentificándolo.
BIBLIOGRAFÍA:
WLOSKO, MIRIAM: Las cosas del cuidar: Relaciones de género, trabajo y
enfermería
En este artículo se intenta una aproximación al campo abierto por el debate entre
la sociología de las relaciones sociales del sexo y la psicodinámica del trabajo; se
centran en el análisis en la población laboral enfermera.
Se trata de hacer jugar algunos conceptos a fin de analizar en qué medida las
problemáticas vinculadas a la dinámica del reconocimiento en el trabajo, la vivencia de
falta de valoración de la profesión, las dificultades para construir colectivos de trabajo y
las modalidades específicas que adquiere la conflictividad en este grupo laboral pueden
ser interpretadas a partir de categorías analíticas sexuadas.
Para comprender las vicisitudes laborales de las enfermeras es preciso no solo
por la composición predominantemente femenina de la fuerza laboral, sino porque la
enfermería constituye un paradigma de trabajo de care (cuidado), situación que ha
facilitado y facilita el deslizamiento de los saberes específicos de la profesión a la esfera
de lo natural sexuado en función de los estereotipos de género.
BIBLIOGRAFÍA:
PUJOL,- DALL´ASTA- GUTIERREZ: A contramano. Conflictividad y cambio
en la gestión de recurso humanos en una empresa estatal de transporte
público
Presentación
Las experiencias que presentamos en esta colección fueron protagonizadas por
un equipo de docentes investigadores en el marco del Programa de Asistencia Técnica y
Transferencia en Calidad de Empleo y Desarrollo Ocupacional (PCE), de la Facultad de
Psicología de la UNC, un espacio que permite enriquecer los marcos conceptuales que
guían la acción extensionista y poner a pruebas las estrategias de intervención,
metodologías y técnicas, en situación de cooperación con otras instituciones.
Entendemos que el conocimiento se caracteriza por generarse en contextos en
los que adquiere valor social; son los problemas y necesidades sociales los que
“traccionan” la producción de saberes y el desarrollo de tecnologías. El saber se
produce en co – operación y el programa fortalece las prácticas de investigación
al tiempo que se vale de ellas.
Cada encuentro con la comunidad constituye una experiencia única marcada por
la diversidad y heterogeneidad de conocimiento que se genera.
Las intervenciones demandan la conformación de equipos temporarios o
redes que desaparecen o se reconfiguran al cabo de un tiempo cuando el problema ha
sido resuelto, cuando se ha redefinido y emergen nuevas necesidades, o bien cuando los
contratos comunicativos o la confianza que exige la cooperación se han fragilizado.
Las experiencias pueden ser concebidas como el resultado de una actividad
material o simbólica y hace referencia al conjunto de conocimientos y habilidades
adquiridas a través de esa vía en un espacio y tiempo determinado. La experiencia
decanta de un proceso reflexivo tamizado por el tiempo.
Se presentan relatos de prácticas, versiones de hechos vividos tamizadas
por la memoria y reflexión grupal; ellos sintetizan en territorios originales, singulares,
fuente de múltiples aprendizajes; se comparte el juego de lecturas e interpretaciones
entre docentes, extensionistas, investigadores, alumnos y graduados preocupados por la
acción universitaria en la comunidad.
La versión por el relato se vincula en cada experiencia del equipo lo conceptual
se articula con lo político. Trabajo, aprendizaje y desarrollo son las categorías
que sustentan los lazos de cooperación que establecemos con la comunidad.
profesional y salud laboral cuya necesidad se había relevado y esto motivó una
convocatoria a la Universidad en la búsqueda de saberes especializados en la
temática.
La expectativa de la empresa apuntaba a la selección de nuevos choferes y el
equipo de intervención de la Universidad propuso tres ejes:
1) Selección y promoción: a través de mecanismos, procedimientos e
instrumentos para profesionalizar el ingreso de personal a la empresa, fijar
los requerimientos de calificación mínimos exigidos para los puestos de
trabajo y estandarizar las competencias técnicas y sociales necesarias para el
desempeño.
2) Capacitación y desarrollo del personal: se orientó a la determinación de
prioridades en torno a la calificación y capacitación, para diseñar y evaluar
las actividades sobre la base. Se estimó el capital humano de la organización,
con el fin de conocer las principales características socio profesionales.
3) Mejoramiento de CyMAT: se detecta riesgos laborales, se caracteriza los
tipos de riesgos y problemáticas recurrentes y se implementa tableros de
mando para la gestión de CyMAT (Condiciones y medio ambiente de
trabajo)..
La puesta en marcha de este plan de trabajo fue acompañada por una rutina de
reuniones de coordinación con miembros del Directorio con una frecuencia quincenal.
Mujeres al volante
En cuanto a los trolebuses, tienen puntas de líneas propias, talleres propios,
personal propio, lo que determina que se constituye un segmento aparte de la empresa.
Aunque los trolebuses prestan servicio en la ciudad de Córdoba desde 1989 y, pasaron a
estar a cargo de TAMSE en el año 2005.
El equipo clasificó los currículos y seleccionó a la población apta para ingresar a
una capacitación destinada a enseñarles como conducir unidades de trolebuses, que
estaría a cargo de operadoras con experiencia; esta capacitación en un coche
escuela constituyó la segunda instancia del proceso de selección y, el tercer y último
momento, se realizaba una entrevista individual a posteriori.
Tanto los postulantes a conductor de ómnibus como las mujeres entrevistadas
conformaron una población del mismo rango de edad y con igual nivel educativo.
Se notó una diferencia en el comportamiento de las mujeres, quienes durante la
entrevista tuvieron un despliegue asertivo, seguro y más cómodo que los varones.
diferenciales, lo que obligó a los empleados a desplazarse desde las áreas habituales de
trabajo hacia esta zona clave; la capacitación se convirtió para algunos empleados en la
primera ocasión de conocer a la sede y a compañeros.
En el momento de la presentación, cada uno de los participantes
exponían sus actividades como si fueran las centrales (el área contable sin
dinero la empresa se paralizaría,, el área de tráfico decía que sin coche en circulación no
había empresa, el área de recursos humanos enfatizaba que sin personas ocupadas nada
marcharía).
El espacio de capacitación, organizado en la modalidad de taller, promovió una
fuerte implicación de los participantes y reveló los distintos modos de pensar,
dependiendo del contexto de actividad en el que el individuo se desarrolla.
Final de recorrido
El horizonte de la intervención que se lleva a cabo el Programa de Calidad de
Empleo (PCE) implicaba el inicio de una nueva tradición en la empresa TAMSE en
materia de gestión de recursos humanos. No se produjeron hitos significativos
en materia de aprendizaje organizacional.
En materia de selección, la intervención posibilitó la
recuperación de una instancia pública de acceso al empleo a la vez se
ajustaron los mecanismos para evitar que la incorporación de personas se realizara de
manera arbitraria, con fuerte injerencia de los diferentes estamentos corporativos:
sindicatos, cuadros técnicos en jefaturas, punteros políticos y clanes familiares, entre
otros.
Se instalaron nuevas maneras de hacer en la vida cotidiana de los trabajadores de
la empresa, ellos colaboraron en las definiciones, evaluaron los impactos, cuestionaron
el trabajo del equipo.
BIBLIOGRAFÍA:
PUJOL, ANDREA: Colectivo de trabajo, actividad y subjetividad, una
mirada clínica.
Introducción
Este texto presenta resultados de una investigación sobre calidad de empleo
desarrollada en la Universidad Nacional de Córdoba, en la que pusimos en foco en las
condiciones ofrecidas por la organización del trabajo para la acción colectiva.
La preocupación que orienta esta investigación se inscribe en las reflexiones e
inferencias construidas en los estudios previos de este equipo sobre calidad del empleo,
desplegados en tres sectores productivos industriales de la ciudad de Córdoba.
En este marco, el colectivo de trabajo se constituye en una instancia de
mediación y soporte de los procesos de subjetivación y también en un lugar de
articulación de la acción. La organización del trabajo interpela los procesos de
subjetivación y acción colectiva y propicia en mayor o menor medida la configuración
de un trabajo de calidad, que satisfaga necesidades y que posibilite el desarrollo de los
trabajadores.
1) En el sector informático (TIC), en donde el trabajo se organiza por proyectos
configurados en torno a objetivos de producción, las actividades favorecen el
aprendizaje permanente y promueven el despliegue de capacidades y la asunción de
desafíos; pero esto también implica niveles de exigencia cognitiva muy altos, que
se canalizan en jornadas de trabajo desreguladas, sin límites horarios ni
descansos prefijados, que en muchos casos se desarrollan fuera del lugar de trabajo
y en condiciones ergonómicas no controladas. Esta organización del trabajo
promueve procesos de individualización, e inhibe la conformación de un
colectivo de trabajo solidario que pueda organizarse progresivamente para la acción
en defensa de sus intereses.
2) En el sector automotriz, la organización del trabajo se encuentra burocratizada
a causa de prescripciones muy arraigadas, lo que constituye un límite para el
desarrollo de los trabajadores. Si bien en este sector hay sindicatos, se observa
que no son ya capaces de representar a los trabajadores, quienes
muestran cierta indiferencia a la participación; mientras se expresa además una
importante sobrecarga psíquica en los mandos medios.
3) En el sector de alimentos y bebidas, se observó que los trabajadores
naturalizan las condiciones de trabajo por el miedo a perder sus
puestos, en condiciones que regularmente afectan la salud y que además no
ofrecen posibilidades significativas de desarrollo.
Estas inferencias, entre otras, permiten enfatizar que el análisis de las tensiones
que se producen entre la organización del trabajo, los procesos de subjetivación y la
dinámica colectiva, constituyen dimensiones sobre las que es preciso profundizar para
comprender las características que asume el trabajo contemporáneo.
c) La inclusión de una mirada evolutiva del sujeto, que puede verse facilitada por la
evocación reconstructiva que implica la entrevista de trayectoria
Lo colectivo en la actividad
Conocer cómo lo colectivo se hace presente en la actividad de trabajo desde la
mirada de cada trabajador resultó sumamente fértil desde el punto de vista de la
comprensión del fenómeno.
El sector de alimentos y bebidas se encuentra altamente automatizado, lo
que incide de manera notable en el registro subjetivo de los trabajadores, quienes
reconocen que la actividad se encuentra configurada por una
espacialidad y un ritmo que irrumpe en la cantidad y calidad de interacciones con
los pares y que impide la cooperación reflexiva. En estas condiciones las
posibilidades de encuentro son escasas y se concretan en dos instancias
puntuales: a) en reuniones breves de intercambio, quince minutos antes del comienzo
del turno, instancia en la cual el grupo inmediato se aboca a comentar y analizar las
características puntuales que presenta el proceso de trabajo antes del comienzo de la
jornada y b) las reuniones de optimización de procesos , las cuales son propuestas por
la empresa , pero paradojalmente no rescatan las sugerencias efectuadas por los
trabajadores, siendo utilizadas en muchas oportunidades como dispositivos de control
que permiten a los cuadros gerenciales conocer qué piensa cada uno.
En el sector automotriz, en la línea de montaje la coordinación de
acciones es clave para la actividad, y de modo similar al sector de alimentos, el
peso de las coordinaciones colectivas se encuentra fuertemente ligado a los cambios de
turno, dado que la cadencia y ritmo del proceso deja poco espacio para
comportamientos que quiebren las rutinas. Sin embargo, hay sectores de las empresas
que están organizados en torno al trabajo individual y en donde la acción es autónoma y
casi en situación de aislamiento social.
Las empresas del sector TIC, disponen de formas flexibles de
organización del trabajo, autorreguladas, que demandan a los
trabajadores nuevas exigencias. Estas estrategias productivas y de gestión,
generan en algunas organizaciones importantes contradicciones entre la negociación
individual de los contratos, la necesidad de un sistema de remuneraciones equitativo y
la organización del trabajo por equipos de proyecto.
Conclusiones
Lo colectivo en la actividad de trabajo refiere a la conquista del poder de
actuar sobre las situaciones, a la capacidad de incidir en la organización del trabajo y
con ello en la calidad del mismo. Lo colectivo en este plano, refiere a una
cooperación significativa, orientada a la deliberación y a la construcción de un
marco de regulación para el comportamiento. En el caso que nos ocupa, esto no resulta
posible porque un sistema de actividad altamente automatizado y codificado desde
fuera, no brinda espacio para la implicación efectiva. Esto se expresa en las entrevistas
de los trabajadores de los sectores manufactureros (alimentos y automotriz) cuando
refieren al modo de organización de la actividad y a las instancias –escasas,
esporádicas- en las que es posible la deliberación. En contrapartida, en los trabajadores
del sector de software la flexibilidad de la organización del trabajo posibilita la
construcción de criterios y respuestas colectivas ante numerosas situaciones no previstas
en las rutinas, lo que es fuente de placer y oportunidad de desarrollo para los
trabajadores.
En el nivel de análisis institucional, todos los trabajadores, sin importar
el sector, comparten una misma realidad: lo colectivo estructura el discurso de
las empresas y se expresa en la apelación a los equipos, a la cooperación
y al aprendizaje, pero discurre en contradicción con dos factores: la existencia de (i)
condiciones de trabajo y (ii) un estilo de gestión, generadores de inestabilidad,
incertidumbre y temor. Cuando la jerarquía avala la discusión y debate sobre la
organización del trabajo -habilitando la discusión sobre el trabajo real- surgen
experiencias satisfactorias para los trabajadores, pero bajo condiciones que niegan la
civilidad del trabajo esto no es posible. En el trabajo de manufactura, esto parece ligarse
a fenómenos de intensificación, precariedad de contratos y estilos poco saludables de
gestión. En el sector software, si bien las condiciones contractuales son mejores, la
intensificación viene dada por la presión que implica alcanzar los objetivos de cada
proyecto, por una jornada de trabajo (des) o (auto) regulada y por un estilo de
management que a través de contratos idiosincráticos promueve la competencia y el
estrés.