6268 22386 1 PB PDF
6268 22386 1 PB PDF
6268 22386 1 PB PDF
SERVICIO DE SU MAJESTAD:
JAMES BOND Y LA
CONSTRUCCIÓN DEL ENEMIGO
Western Order at her Majesty Service: James Bond and the
Building up of the Enemy
DOI: http://dx.doi.org/10.12795/RiHC.2018.i11.10
Recibido: 01/10/2018
Aceptado: 23/11/2018
Publicado: 15/12/2018
Como citar este artículo: MORERA HERNÁNDEZ, Coral (2018): “El orden occidental al servicio de su
Majestad: James Bond y la construcción del enemigo”, en Revista Internacional de Historia de la
Comunicación, pp. 177-199. 177
Coral Morera Hernández
Palabras clave: Cine, James Bond, Guerra Fría, comunismo, Spectra, soviético, espías,
propaganda.
Abstract: The following study analyzes the characterization of Spectra in James Bond
films from the first title until 1985. We describe the tools and narrative resources used
on this subject to build up an enemy through a fantasy. The political, historical and
cultural implications of a saga that was created under the backdrop of the Cold War, as
well as its blockbuster, increases the academic interest. The analysis reveals how this
action genre veiled the Soviet bloc by using a truculent narrative and a certain comedy.
Keywords: Cinema, James Bond, Cold War, communism, Spectre, soviet, spies,
propaganda.
Introducción
La saga cinematográfica de James Bond se creó bajo el telón de fondo de la Guerra Fría
y tuvo hasta 1989 el enfrentamiento entre los bloques como núcleo argumental. El
respaldo de taquilla de este género es innegable, lo que favorece que su estudio
académico revista interés, sobre todo cuando ya han pasado casi dos décadas desde la
caída del bloque soviético, y cuando se ha cumplido el centenario de la Revolución
rusa.
Resulta interesante analizar cómo llevaron eso a escena; como una especie de tebeo,
con personajes caricaturizados, poco creíbles, inmersos en organizaciones mafiosas,
que amenazaban con destruir el mundo. Todo ello sin desvincularse de los hechos que
rodearon aquellos momentos y que mantuvieron a los dos bloques durante más de
cuatro décadas al borde del abismo, a saber: la conquista del espacio, la carrera
nuclear y la muerte de espías, entre otros.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 178
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
James Bond ha sido, a través del cine, un protagonista importante en los sucesos
acontecidos durante la Guerra Fría. Tal y como advierte Kinane: “un poderoso
conducto discursivo a través del cual se puede canalizar una comprensión de las
corrientes sociopolíticas de finales del siglo XX y contemporáneas” (2017). En sentido
muy similar, Dodds confirma que “las películas de espías informan y refuerzan
opiniones políticamente hegemónicas de la vida política global” (2005: 266).
Exponemos los títulos analizados en la siguiente tabla:
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 179
Coral Morera Hernández
estelar. Y el cine, como ya ocurriera con la prensa y la radio, se erigía como el arma
más poderosa.
Otro análisis de gran empaque es el realizado por Martín Párraga (2010), esta vez
sobre el cine de terror, que, aunque de forma velada, realizó una campaña
anticomunista digna de interés. Quizá la película que se asemeje más a nuestro análisis
sea La invasión de los ladrones de cuerpos, (Don Siegel, 1956), precisamente por la
ausencia de narración explícita. A pesar de las lecturas antagónicas que se han vertido
sobre el título, la película evidencia una crítica contra el comunismo, y en este sentido
compartimos la propuesta del autor:
La lección que subyace tras la trama argumental se hace, por lo tanto, evidente:
el enemigo puede no venir de la URSS sino de la casa vecina. Lo que es más,
puede no ser un monstruo depravado que se alinea con el enemigo por maldad,
sino una pobre víctima que ha sido poseída por las malvadas fuerzas del
comunismo. Por otra parte, el desenlace de la película ofrece unas conclusiones
aterradoras desde el punto de vista social: si se desencadena una invasión
alienígena/comunista, el Estado pervivirá sin duda; aun a costa de aniquilar a los
sujetos que se hayan visto infectados.
Otro estudio que aborda la temática Guerra Fría y cine es el llevado a cabo por Pelaz
López, desde una cronología muy amplia y enmarcado en la ciencia ficción. Según el
autor, “la ciencia ficción permitía canalizar el miedo latente en la sociedad americana
ante una hipotética invasión soviética” (2013: 119).
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 180
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
alíen para hacer frente a algún malvado enloquecido que intenta provocar un
enfrentamiento entre las superpotencias, con el objetivo de que estas se
eliminen entre sí (2016 : 51).
En el mismo sentido se ha postulado González Hevia, quien sostiene: “en su forma más
genérica, el cine de la Guerra Fría da lugar a ciclos sobre agentes del tipo James Bond
que dan por supuesta la maldad de los antagonistas sin caracterizaciones ideológicas ni
referencias históricas precisas” (2013 : 9)1. También habla de “genios malignos” Dodds
(2005), sin atribuirles una ideología concreta.
Parece que en la serie creada por Ian Fleming, que es la base sobre la que se inspira la
saga cinematográfica, tampoco puede confirmarse este hecho a tenor del estudio
realizado por Eco. El semiólogo italiano considera que no es algo evidente, y que si
ocurre, es como parte de la exigencia narrativa:
Fleming no va nunca más allá del racismo ramplón del hombre común, lo que
nos hace sospechar que nuestro autor no caracteriza a sus personajes de tal o
cual manera como consecuencia de una decisión ideológica, sino por pura
exigencia retórica. (…) Es singular que Fleming sea anticomunista con la misma
tranquilidad que es antinazi y antialemán. No es que sea reaccionario en un caso
y demócrata en otro. Simplemente es maniqueo por cuestiones de comodidad
(1966: 91).
Hay bastantes trabajos académicos sobre James Bond, sin embargo, el estudio de la
saga así como de los personajes de la misma se han convertido en variaciones de un
mismo tema. Se han analizado los personajes femeninos en textos francamente
repetitivos; también aspectos relacionados con la masculinidad, y en general, análisis
centrados en los estudios culturales que no revelan elementos nuevos al debate
mucho más allá de los que ya aportó el pionero trabajo de Eco sobre las novelas 2 .
1
Hemos abordado un análisis comparativo entre los hechos históricos y algunos títulos de la saga
localizando referencias históricas precisas en: Morera Hernández, 2018.
2
Citamos aquí los estudios más representativos y originales: Acosta López, 2016; Chapman, 1999; Black,
2001; Bennet, 1983. Dodds (2005), por su parte, justifica el análisis del cine o de la cultura popular como
una forma de acercarse y entender la política. Por último, una revisión exhaustiva de las publicaciones
académicas sobre James Bond puede consultarse en: Kinane, 2017.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 181
Coral Morera Hernández
2 Metodología y objetivos
Proponemos un “comentario textual fílmico” (Carmona, 2000: 45) centrado en el
análisis de la estructura y el significado de la saga objeto de estudio. Coincidimos con
Aumont en que “no existe un análisis universal para analizar films” (Aumont y Marie,
1990: 46) de ahí que planteemos un análisis en términos narrativos de naturaleza
descriptiva, sin caer en lo que podría ser una mera divagación interpretativa.
Abogamos por el análisis de contenido, “el más extendido de los enfoques fílmicos”
(Ibidem: 130), y para ello nos ocupamos de la decodificación de los elementos
narrativos desde un punto de vista icónico y discursivo, es decir, el contenido visual y
textual. Seguimos una metodología que combina las propuestas de distintos autores 3,
ahondando en aquellos elementos que construyen Spectra, dado que en la presente
saga la Guerra Fría se convierte en pretexto para poder abordar el peligro “rojo”. Al no
tratarse de películas de complejidad argumental o estructural, elegimos una vía de
aproximación concreta que nos permita disociar distintos elementos y profundizar
sobre ellos.
Nos ocupamos en primer lugar de la estructura narrativa de las películas que queda
definida en el siguiente esquema:
3
Aumont, 1996; Caparrós Lera y Alegre, 1996; Pelaz López, 2006; Carmona, 2000.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 182
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 183
Coral Morera Hernández
En Moonraker, Hugo Drax mantiene que “La conquista del espacio es el futuro;
estamos hablando de hombres; estamos hablando de tecnología”. “¿Qué se
propone?”, le pregunta Bond. “La muerte de la civilización”, contesta Drax sobre la
“Operación Arca de Noé”. Uno de los esbirros de Kristatos que intenta matar a Bond
en Sólo para sus ojos es un campeón de tiro con arco por Alemania Oriental, quien
además advierte a su sobrina, patinadora profesional, que “nuestros planes han
cambiado: vamos a irnos a vivir a Cuba unos meses”. En Octopussy, un huevo Fabergé
de la familia imperial rusa va a ser subastado. El propietario es un ruso con cuenta en
Suiza. “Puede que lo vendan para obtener divisas para subvencionar operaciones
secretas en el extranjero o pagar sobornos”, le explica “M”, -el jefe del Servicio de
Inteligencia británico-, a Bond.
4
El 31 de agosto dos cazas soviéticos derribaron un avión comercial surcoreano causando la muerte
doscientas sesenta y nueve personas. Un mes después se produjo una matanza de marines y
paracaidistas franceses en Beirut. Dos días después, Ronald Reagan ordenó la operación “Urgent Fury”
por la que se invadió la isla antillana de Granada para frenar los avances militares y maniobras soviéticas
en Honduras, Nicaragua y otras partes de Centroamérica.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 184
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
pero necesario; descuida los procedimientos ya que usted no pidió aprobación antes
de eliminar al agente 007”, advierte Gogol. “Ya no me considero un agente de la KGB”,
señala Zorin. “Nosotros le entrenamos, le financiamos, ¡qué sería usted sin nosotros!
¿un experimento biológico? ¿un monstruo fisiológico?”, grita un acompañante de
Gogol. “Volverá con nosotros camarada, nadie abandona jamás la KGB”, concluye
Gogol. Aquí el objetivo es eliminar Silicon Valley y causar una gran destrucción en
Occidente a través de la “Operación Proyecto Hallazgo Principal”.
Estos “malvados enloquecidos” como los definía Pelaz López en párrafos anteriores,
adoptan una actitud que bien puede identificarse con el bloque soviético, o si se
prefiere, con la caricatura del mismo. Estamos ante una organización brutal, temeraria
e imprevisible, capaz de utilizar los métodos más crueles, sobre todo contra sus
propios miembros. El cine antisoviético ha presentado de ordinario a los comunistas
como altamente desconfiados. Desde un ángulo estrictamente histórico, en la URSS,
sobre todo durante determinadas épocas, las fronteras entre el bien y el mal podían
variar en horas: “Un individuo podía ser un soviético como es debido hoy, y al día
siguiente un enemigo del pueblo” (Zubock, 2008: 19). “Hice un curso en Siberia”, dice
Triple XXX; “Sí, tengo entendido que allí van muchos rusos”, le contesta Bond en La
espía que me amó. Además de las campañas de rusificación que incluían la deportación
de habitantes de los países del Este: lituanos, estonios, letones y ucranianos, fueron
muchos los prisioneros de guerra soviéticos trasladados desde los campos de
concentración alemanes a Siberia (Ibídem: 23).
En las películas están muy presentes los métodos empleados contra sus
miembros, siempre en ese tono de caricatura que el presente trabajo persigue
describir. “Si hace preguntas será fusilada y si se niega no saldrá con vida de la
habitación”, le plantea Nº 3, Rosa Klebb, -una exagente soviética que se ha pasado a
Spectra- cuando está reclutando a Tania Romanova en Desde Rusia con amor. En esta
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 185
Coral Morera Hernández
película algunos miembros de Spectra llevan veneno en las puntas de las botas y
calculan el tiempo que tarda en hacer efecto. “Aquí no se toleran los fracasos: conoce
el castigo”, señala Nº 1 a Nº 3. Crean intriga para finalmente terminar matando a Nº 5:
“Doce segundos -dice Nº 1-. Algún día inventaremos un veneno más rápido”. En la
misma línea, Goldfinger gasea a todos sus aliados a quienes debía dinero en la película
del mismo título. En Thunderball Nº 1 está haciendo un recuento de todo el dinero
recaudado por los agentes de Spectra en actividades fraudulentas. Cuando pregunta a
Nº 11, se deja un silencio breve para recrear el miedo del agente de Spectra cuyo
reporte puede no resultar satisfactorio: “Distribución de narcóticos de China roja a
EE.UU, -responde- dos millones trescientos mil dólares”. “Esperábamos una ganancia
mucho mayor”, dice Nº 1. “¿Está bien seguro de que usted y Nº 9 han dado cuenta de
todo lo percibido?” pregunta. Tras acusarles de desfalco añade: “Spectra es una
organización cuya fuerza reside en la absoluta integridad de sus miembros; conozco al
culpable y ya he dispuesto la acción oportuna” y electrocuta in situ a Nº 9. En
Panorama para matar, durante la explicación de Zorin sobre la operación que se va a
llevar a cabo contra Silicon Valley, uno de los asistentes se muestra disconforme. Es
invitado a abandonar la reunión y le tiran directamente por una escotilla del avión.
5
Minuto 37.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 186
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
6
Los fotogramas incluidos en el presente artículo se publican al amparo del derecho de cita del artículo
32 de la Ley de Propiedad Intelectual, Real Decreto Legislativo 1/1996, 12 de abril:
1. Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o
audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, siempre que se
trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o
juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida
justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra
utilizada.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 187
Coral Morera Hernández
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 188
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
prodigios en todos los campos del conocimiento humano excepto en el crimen”. “La
extorsión es mi negocio”, dice Nº 1 en “Sólo se vive dos veces”. En Diamantes para la
eternidad, Ernst Stavro Blofeld, tiene dobles, algo que sintoniza muy bien con la
imagen de los dictadores a quienes siempre se les ha atribuido -sin que haya datos
fehacientes que lo corroboren- la utilización de dobles. “A las fuerzas nucleares como a
todos los matones, sólo se les puede intimidar con la fuerza”, señala Blofeld.
Kristatos en Sólo para sus ojos, es un griego anglófilo, “nos ayudó el año pasado en una
operación de contrabando; (…) está metido en negocios navieros, seguros,
explotaciones petrolíferas, sabe todo lo que pasa”. Se dedica al contrabando de
heroína “cuando no está demasiado ocupado trabajando para Rusia contra Grecia e
Inglaterra”. Se trata de un agente doble. Uno de sus brazos ejecutores es Lock, quien
7
El mismo tipo de residencia se observa en “La espía que me amó” y en la mansión del comienzo de
Thunderball.
8
1:40’.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 189
Coral Morera Hernández
Maximilian Largo, el protagonista de Nunca digas nunca jamás9, posee el yate más
caro de Bahamas, y un gusto por el lujo y los excesos. Con el dinero que sale de su
casino, atiende obras de caridad para “niños huérfanos”. Bond y él aparecerán en una
escena jugando una partida del juego del mundo “cuyo único objetivo es el poder”,
dice Largo. “Lucharemos por conseguir el poder de las naciones; a medida que crecen
los premios crece el castigo en la misma proporción: como en la vida real”. “¿Cuál es su
última empresa?” le pregunta Bond. “El petróleo”, contesta.
9
La única cinta de la muestra que no fue producida por Eon Productions sino por una productora
independiente. Es además un remake de Thunderball. Eon Productions fue fundada por Albert R.
Broccoli y Harry Saltzman en 1961 con el objetivo de llevar al cine la adaptación de las novelas de Ian
Fleming.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 190
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
psicópatas”. “¿Puede ser Zorin uno de esos niños?”, pregunta Bond, a lo que no
obtiene respuesta. Zorin, además de a la investigación con esteroides se dedica al
petróleo, con una planta que está destruyendo los cangrejos en la Bahía de San
Francisco.
Los brazos ejecutores de Spectra están, si cabe, más caricaturizados que los líderes a
quienes sirven. En Desde Rusia con amor, se trata de un rubio apolíneo soviético
“convicto de asesinato, escapado de prisión y reclutado en Tánger”. “Es de los mejores
que hemos tenido, homicida paranoico, buena materia prima”, señalan en Spectra. En
este mismo título, Nº 3, la agente Rosa Klebb, engrosa también la lista de
colaboradores de Spectra deformados por la saga. En igual sentido advertimos a Irma
Bunt, responsable de la muerte de la única esposa de Bond, y quien señala en Al
servicio secreto de su Majestad: “es tan bonito matar a unos y a otros”.
Una vez advertidas esas mezclas de identidad donde no se puede establecer una
nacionalidad concreta, vamos a enumerar los defectos físicos de los personajes. Es
otro aspecto muy significativo en los villanos de las películas de la saga. El Dr. No
carece de manos porque las ha perdido en un experimento radioactivo. Por su parte, el
brazo ejecutor de Goldfinger es un coreano mudo. La primera vez que vemos a Nº 1
observamos que tiene un ojo desfigurado por una enorme cicatriz. Scaramanga, por su
parte, tiene tres pezones. Su ayudante es un hombre con enanismo. Blofeld, en Al
servicio secreto de su Majestad, no tiene lóbulos. Igualmente notable es el físico del
ejecutor “Tiburón”, personaje que aparece en La espía que me amó y Moonraker, de
una altura de dos metros y diecisiete centímetros, con los dientes de acero y sin
diálogo en las películas. En pocas palabras, más parecido a un monstruo que a un
humano.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 191
Coral Morera Hernández
con varias cabezas, garras en vez de manos, pisoteando niños, llevando a otros
infantes ya muertos a cuestas y con más de dos piernas. En definitiva, a personajes no
humanos. Dicha propaganda resultó bastante eficaz en la movilización de la opinión
pública y de los propios soldados. Desgraciadamente, y tal y como advierte la
profesora Ingrid Schulze, “Hitler encontró en la propaganda aliada de la Primera
Guerra Mundial un ejemplo para desarrollar la suya en el III Reich” 10.
La virilidad y la estética de James Bond contrasta con estos antihéroes: hombres que
carecen de atractivo, poco agraciados, -efecto algo menos notable en el caso de Kamal
Khan-, desagradables, y en muchos casos ciertamente asexuados. En algunos títulos
incluso padecen sobrepeso. Frente al despliegue de conquistas y aventuras sexuales de
Bond, los líderes de Spectra no aparecen en actos sexuales ni afectivos, y si lo hacen es
maltratando y sometiendo a las mujeres; algo que también hace Bond, si bien, la
narración lo ensalza y adorna de forma inicua.
Por último, nos ocupamos del atuendo de los líderes de la organización. Se trata de
una chaqueta en forma y color muy similar a las que lucía Stalin, además de mantener
cierto aire maoísta. En algún caso puede incluso retrotraernos a Fu-Manchú y la
amenaza oriental. Este tipo de prenda es usada en los siguientes títulos: Agente 007
contra el Dr. No, Diamantes para la eternidad, Sólo se vive dos veces, Al servicio secreto
de su Majestad y en Moonraker. En esta última, es, sin duda, donde el presente efecto
cobra más fuerza. Hugo Drax luce este tipo de chaqueta, incluida una insignia dorada
en la solapa. La escena en la que el líder de Spectra luce dicha prenda en Al servicio
secreto de su Majestad esconde cierto misterio y es bastante simbólica. Blofeld
aparece en pantalla con una bata de laboratorio que le es retirada por uno de sus
ayudantes. En lugar de quedarse con la ropa que lleva debajo de la bata compuesta
por camisa, chaleco rojo y corbata, se pone encima esta chaqueta de “comandante”.
La duración de la escena, y la parsimonia que emplea el líder de Spectra en terminar de
abotonarse la chaqueta no deja indiferente11. Mientras esto ocurre, Bond escucha con
cierto temor a Blofeld y sus planes. Los títulos analizados muestran a estos personajes
vestidos para el combate, a través de un atuendo que no alberga espacio para adornos
ni filigranas: está sometido a la función. Tal y como indicó Barthes, vestirse es un acto
de significación (2003: 21).
10
Schulze Schneider, I. Catedrática en Historia de la Comunicación Social, en discusión con la autora, 30
de noviembre, 2016.
11
1:01:11. La duración total de la escena asciende a 2 minutos y 10 segundos.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 192
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
Figura n. 5 Fotograma Agente 007 contra el Dr. No. Figura n. 6 Fotograma Al servicio secreto de…
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 193
Coral Morera Hernández
Octopussy arranca con una escena en Cuba, después en Berlín Este y a continuación en
Londres. Una vez descrita la operación en la que Bond debe participar, presenciamos
una escena en el Kremlin, bajo el busto de Lenin. El general Gogol argumenta sobre las
políticas de desarme desarrolladas por la NATO, cuando interviene el general Orlov:
“es una política cobarde, anticuada y falsa”. Queda patente la superioridad soviética a
través de un mapa mundial que se tiñe de rojo. Mientras, van enumerando las fuerzas
en Alemania Oriental con una “ventaja de diez a uno” sobre la NATO. Considera Orlov
que si pusieran en marcha todas sus fuerzas obtendrían una victoria total en sólo cinco
días. “Occidente está en decadencia”, señala. “No veo necesario iniciar una guerra
para satisfacer tu demencia personal y tu sed de conquista”, advierte Gogol. “Por toda
Europa hay cada día manifestaciones pidiendo el desarme nuclear unilateral lo que
invalida la respuesta de la NATO”, según Orlov. “Debemos reservar nuestras energías
para hacer frente a nuestros problemas internos”, dice Gogol. “El socialismo se
implantará en todo el mundo de un modo pacífico camarada presidente”, sentencia
Orlov.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 194
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
Con respecto a Nunca digas nunca jamás, queda definida la trama al comienzo de la
película en un enfrentamiento entre guerrillas en Centroamérica, que son
incorporadas para recrear un simulacro de entrenamiento que permita conocer las
condiciones físicas de Bond. En esta película se advierte que el triunfo soviético sería lo
más parecido a un apocalipsis. La operación aquí pasa por implantar un microchip en el
ojo de un militar para que vea como el presidente de los EE.UU. y obtener información.
Se advierte cómo Spectra manipula los misiles estadounidenses y éstos pasan por
encima de las cabezas de los niños. La escena final de la película tiene un doble
mensaje. Bond advierte que nunca más volverá a ejercer como agente secreto -de
hecho fue la última película que protagonizó Sean Connery- y advierten: “si no vuelve
Bond está en peligro el mundo civilizado”.
6 Resultados
Nos encontramos ante una saga que no sólo participó de forma activa de las
circunstancias históricas del momento sino que también supo construir con gran
habilidad un enemigo desde una narración bastante bien ejecutada tanto estética
como ideológicamente. Advierte Caparrós de la dificultad de distinguir en las películas
de ficción entre “propaganda deliberada” y el denominado “testimonio inconsciente”
(Caparrós Lera y Alegre, 1996: 7). No parece que sea el caso de los títulos que nos
ocupan. Nos hallamos ante una saga producida para el entretenimiento en toda la
extensión del término, por tanto, nuestro objeto de estudio es un producto de
consumo altamente rentable desde el punto de vista económico e ideológico. Este
entretenimiento es el que permite enmascarar, quizá, la semántica ideológica de la
saga en el espacio textual, a través de claves paródicas en muchos aspectos, y afectivo-
sexuales en otros.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 195
Coral Morera Hernández
En el cine de ficción hay, por tanto, unos esquemas fijos, una estructura básica.
En el presente caso hay además un modelo común: un héroe que salva al mundo de
los hostiles. Se trata de una narrativa muy convencional desde el punto de vista visual
y discursivo, que sin embargo, y gracias al entretenimiento, oculta el objetivo
ideológico, consiguiendo una representación de la realidad, una unanimidad, una
verdad no discutible; en definitiva, una conformidad. Esta saga nació en plena Guerra
Fría, y nuestro análisis confirma que responde a una postura ideológica, enmascarada,
pero bien definida.
7 Conclusiones
En la mayoría de los títulos que tienen como contexto histórico y núcleo argumental a
la Guerra Fría, exceptuando los títulos de terror o ciencia ficción, se desarrolla una
descripción explícita y crítica, no precisamente favorable, sobre el bloque soviético. Lo
que hasta ahora no se había sometido a revisión académica era el hecho de que una
saga tan representativa y exitosa como la de James Bond, perteneciente al género de
acción, llevara a cabo una caricatura del Este, hasta cierto punto, tan subliminal. Las
altas dosis de entretenimiento, la utilización de personajes de gran atractivo, el
liderazgo del propio James Bond, sobre todo en el caso de Sean Connery, los
personajes femeninos, explotados física y psicológicamente hasta el extremo, y unos
efectos especiales más que sobresalientes, han permitido quizá, que la caracterización
ideológica pasara inadvertida.
En el cine de James Bond hasta 1989 la representación de la URSS como amenaza para
la Guerra Fría es casi una obviedad. El hecho de que los conflictos se sostengan
narrativamente a través de Spectra no descubre nada nuevo; lo que sí es relevante son
los elementos hallados en los títulos de la muestra que confirman la naturaleza
soviética de la organización criminal, es decir, una caracterización ideológica concreta.
Un género de acción y de tanto respaldo permitió, no sólo presentar un espectáculo
simplista entre el mundo libre y el totalitarismo, entre democracia y tiranía, sino que
incluyó una sofisticada combinación de recursos en aras de llevar a cabo una
ocultación del sistema soviético. El maniqueísmo de la trama, los gestos arrogantes del
otrora imperio colonial, así como la caricatura de los nativos, especialmente en el
Caribe y Asia, son otros de los resultados conclusivos.
Spectra es una comunidad siniestra y claustrofóbica que guarda gran similitud con los
principios estalinistas: una organización superior al individuo, un servicio de espionaje
implacable y extraordinario, y una represión brutal contra la disidencia. La
construcción del enemigo, Spectra, es realizada de manera magistral desde distintos
ángulos para enmascarar la amenaza comunista. En primer lugar, la representación de
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 196
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
la psicología humana a través de personas que no son tal, más bien se trata de entes,
números, robots perversos, seres pasivos, obedientes, sin identidad, con pensamientos
lineales, a veces psicópatas, que reprimen sus sentimientos y cuyo único objetivo es el
mal.
Por otra parte, los avances tecnológicos sorprenden a un Bond que adopta una actitud
de miedo por el propio avance, y por estar en las peores manos: Spectra comete
crímenes contra la humanidad. Por último, la ideología perversa, bien representada a
través de muchos elementos y de las dosis adecuadas de conspiración y paranoia, algo,
por otra parte, inherente a la Guerra Fría.
Parece acertado advertir que los elementos de esta fantasía sobre la malvada e irreal
Spectra, y su identificación con el comunismo, están ahí. La saga cinematográfica de
James Bond retrató la hipérbole del espía y estableció que el único que tenía licencia
para matar era el agente británico. También reflejó el conflicto geopolítico e ideológico
que se libró en la Guerra Fría. Más allá de los antagonismos y hostilidades entre el Este
y el Oeste que tienen presencia y guardan similitud con el ciclo histórico, en el cine de
James Bond, de una manera ciertamente truculenta, se construye un enemigo
criminal, delincuente y execrable. El agente 007 jugó un papel crucial en la batalla de la
imagen que se libró para hacer triunfar el modelo occidental sobre el soviético.
Referencias bibliográficas
ACOSTA LÓPEZ, A. (2016): “Desde Rusia con amor: El contexto geopolítico en los
Balcanes de la Guerra Fría en James Bond” en Filmhistoria online, nº 2, pp. 41-55.
DEMM, E. (ed.) (1988): Der erste Weltkrieg in der internationalen Karikatur, Hannover,
Fackelträger.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 197
Coral Morera Hernández
CHAPMAN, J. (1999): Licence to Thrill: A Cultural History of the James Bond Films,
London, I. B. Tauris.
DARRACOTT, M. J. (1974): The First World War in Posters, Nueva York, Dover
Publications Inc.
DODDS, Klaus, (2005): “Screening Geopolitics: James Bond and the Early Cold War films
(1962–1967)” en Journal Geopolitics, nº 10, pp. 266-289,
http://dx.doi.org/10.1080/14650040590946584
GONZÁLEZ HEVIA, L. (2013): “El cine sobre la "Guerra Fría" en el siglo XXI: una
aproximación ontológica pluralista” en La balsa de piedra: revista de teoría y
geoestrategia iberoamericana y mediterránea, nº 5 (octubre-diciembre), pp. 1-13.
MORERA HERNÁNDEZ, C. (2018): “El cine que vivimos peligrosamente: James Bond y la
Guerra Fría” en: MIGUEL BORRAS, M. (2018): ¿Qué es el cine? IX Congreso
Internacional de Análisis Textual. Universidad de Valladolid, pp. 915-924.
PÉLAZ LÓPEZ, J. V. (2016): “La Guerra Fría: el cine y la batalla de los espías”, en Velasco
Molpeceres, A. M. y Reguero Sanz, I. (Coords.) La historia a través de los mass media:
prensa, cine y moda (siglos XX y XXI), Madrid, Creaciones Vincent Gabrielle, pp. 47-57.
― (2013): “La gran invasión. El cine de ciencia ficción de la Guerra Fría al "choque
de civilizaciones"”, en de las Heras Herrero, B. El siglo XXI visto desde el cine: la
predicción de nuestro presente en la pantalla, Madrid, Ocho y medio. Libros de
cine, pp. 115-138.
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 198
El orden occidental al servicio de su Majestad: James Bond y la construcción del enemigo
Revista internacional de Historia de la Comunicación, Nº11, Vol.1, año 2018, pp. 177-199 199