La Resiliencia en El Campo Laboral

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El término resiliencia o persona “resiliente” está muy presente actualmente en los

medios, en artículos de redes sociales etc., ¿Pero sabemos qué es la resiliencia?


¿Sabríamos distinguir a las personas que podrían encajar con el término “resilente¨?
La resiliencia es la capacidad de las personas para recuperarse de periodos de dolor
emocional y situaciones adversas, la capacidad para recuperarse de estos episodios,
pero reconstruyéndose y saliendo favorecido.

Qué importancia tiene esa cualidad en el día a día de las personas en su puesto
de trabajo y en el desempeño del mismo?

Según los estudios, las personas resilientes son aquellas que poseen actitudes
diferenciales como creer mucho en lo que hacen, autoestima alta, positivismo y algo
muy importante en el entorno laboral, la facilidad de adaptación a los cambios. El
ambiente laboral puede ser en muchas ocasiones estresante: viajes, plazos de
entregas exigentes, relaciones interpersonales conflictivas, altos niveles de negatividad
y frustración.

Fomentar la capacidad de ser resilientes significa superar estos desafíos con mayor
naturalidad, con mayor esperanza, adaptándonos mejor a los cambios o situaciones
negativas en el puesto de trabajo y obteniendo siempre el mejor aprendizaje de dichas
experiencias.

Las personas resilientes favorecen a la empresa no solo en la superación en el día a


día, si no en alcanzar un buen clima laboral.

Podríamos reducir en 4 los puntos que una empresa debe promover para lograr
aplicar la resiliencia en sus trabajadores:

. Fijar objetivos alcanzables, para favorecer la autoestima del empleado.


. Aplicar políticas consensuadas entre todo el equipo de trabajo.
. Promover la participación de todos en la toma de decisiones.
. Promover el afecto en las relaciones entre compañeros sin fomentar rivalidades
entre los mismos.

Estas pueden ser algunas de las características a tener en cuenta para practicar la


resiliencia:

1. Se consciente de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un


arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas
resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales
fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden
trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños,
sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.

2. Se creativo. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar
pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El
resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia
dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.

3. Confían en tus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y


limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo
les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que
pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y
no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.

4. Asume las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la


vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las
personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen.
Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para
aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro
dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se
preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?

5. Practica el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta


práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente
presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación.
Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad
y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y
preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e
intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han
perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.

6. Ve la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las


personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los
recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean
optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se
esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas
personas desarrollan un optimismo realista, y están convencidas de que por muy
oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.

7. Rodéate de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que


practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se
rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a
aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear
una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.

8. No intentes controlar siempre las situaciones. Una de las principales fuentes de


tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida.
Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e
inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar
todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten
cómodos aunque no tengan el control.
9. Se flexible ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una
autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la
suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es
necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar
diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una
única solución.

10. Se tenaz en tus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles
no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su
perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra
molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella.
Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y
luchar por lo que se proponen.

11. Afronta la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las


personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y
sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a
mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos
de las situaciones.

12. Busca la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes


pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para
ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda
profesional cuando lo necesitan.

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