Filosofia de 11
Filosofia de 11
Filosofia de 11
ACTIVIDAD 1
LA RELIGION EN GRECIA
Grecia era una civilización que se caracterizaba por que estaba organizada de dioses que
tenía sus genealogías, intrigas, luchas, competencias por la naturaleza y los seres
humanos. Sus dioses principales o dioses olímpicos llamados así por vivir en el monte
olímpico eran Zeus el dios más importante.
LA RELIGION EN ROMA
Roma contaba con dioses griegos a los cuales cambiaban sus nombres:
Zeus= jupiter. Quien era el padre de los dioses
ACTIVIDAD 2
TEMA 3
RELIGIÓN REVELADA
El término religión revelada hace referencia a aquellas religiones que están fundadas
sobre la creencia de una comunicacion activa o pasiva de Dios (u otra entidad
sobrenatural) con pesonas elegidas. Esta transmisión a través de la revelación se
denomina misticismo, y la persona que lo experimenta se denomina místico. El encuentro
de los profetas tendría un fin más concreto, con lo que todos los profetas serían místicos,
pero no todos los místicos serían profetas.
Religiones como el judaísmo, cristianismo y el islam cuentan con libros sagrados que se
ven como revelados o inspirados de manera sobrenatural. La revelación desde una fuente
sobrenatural es mucho menos importante en otras tradiciones religiosas, como el
hinduismo, el taoísmo o el confucianismo
Características
Las religiones reveladas se caracterizan por el fideísmo, es decir, la creencia de que
solamente a través de la fe y la revelación divina es posible conocer los principios
metafísicos, éticos y religiosos que serían inaccesibles a la razón.
TEMA 4
¿somos creación de Dios?
EL HOMBRE, SER MAGICO CREADO POR DIOS. El ser humano, es una de las
creaciones más hermosas de dios. El hombre es un ser lleno de vida, de metas, de
ilusiones y vivencias. El ser humano a simple vista refleja luz, inspira inquietud lo que nos
lleva a estudiarlo de pies a cabeza por el simple hecho de que su mayor característica es
que es racional. Según platón el cuerpo es la cárcel del alma, puesto que el cuerpo
encierra al alma, para poder pensar y racionalizar. Para todos estos diversos estudios se
empleó la antropología quien estudia el comportamiento físico y mental de cada ser
humano. Encontraremos el significado del hombre para dios, como se ha dividido la
antropología para facilitar su estudio y dar respuestas organizadas y entendibles para que
cada lector pueda analizar y entender con más facilidad. También indagaremos sobre las
corrientes, los representantes, la importancia y mi punto de vista, argumentaremos sobre
cada uno de estos, para tener más claro el logro propuesto. Para iniciar comenzaremos
definiendo ¿qué es el hombre?, el hombre es un ser creador por dios, es hijo de dios, es
racional, pensante, interactivo con la humanidad, viene al mundo con buenas intenciones,
pero al conocerlo que es la vida y los varios puntos de vista de cada persona cambia y se
vuelve malo por intuición comunista. A partir de este estudio hacia el hombre, existieron
aportes sobre el pensamiento hacia el hombre, Sócrates dice que el hombre está
conformado por cuerpo y alma, platón dice, que está formado por cuerpo material, alma
espiritual, san Agustín dice que el hombre está dirigido a la búsqueda de la felicidad.
Comprende dos corrientes:
1. La materialista
2. La idealista La antropología se dividió en dos partes para explicar al hombre mejor:
1. La NOETICA concibe al hombre como ser racional
2. La ORETICA concibe al hombre como ser malo y animal. Para finalizar se concluye
afirmando que el estudio del hombre es una técnica muy esencial para descifrar y conocer
más su estado, esencia, finalidad como función aquí en la tierra.
TEMA 5
LA TEOLOGÍA
El término fue acuñado por Platón en su obra “La República”. El filósofo griego lo utilizó
para nombrar al entendimiento de lo divino a partir del uso del raciocinio.
Más adelante Aristóteles adoptó el concepto con dos significados: la teología como la
división central de la filosofía y la teología como nombre del pensamiento propio de la
mitología que antecedió a la filosofía.
Para la teología propia del catolicismo, el objeto de estudio directo es Dios. La razón del
ser humano y las revelaciones hechas por la divinidad son los criterios que permiten a
esta teología alcanzar la verdad. Dado que la Iglesia es su principal comunidad, el
catolicismo delega en ella la potestad para fijar los criterios vinculados a la reflexión de la
teología.
La teología católica, por otra parte, está fundada sobre dos misterios: el Misterio
Cristológico (la vida de Jesucristo, quien nace, muere y resucita) y el Misterio Trinitario (el
reconocimiento de un único Dios en 3 personas distintas que pueden diferenciarse: el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo).
Se pueden establecer algunas clasificaciones dentro de este término, tales como: teología
bíblica y sistemática.
La teología bíblica recibe este nombre porque se basa en el estudio del contenido
doctrinal que hay en la Biblia. Investiga aquellos sucesos narrados en los libros que
forman parte de esta biblioteca en la que los religiosos basan sus creencias, y establece
una interpretación para cada uno de ellos. La crítica textual forma parte de la teología
bíblica y su objetivo fundamental es relacionar los acontecimientos actuales con los
narrados en la Biblia a fin de obtener una claridad sobre la interpretación de los mismos.
Por su parte, la alta crítica se encarga de entender la paternidad literaria de cada uno de
los libros que forman la Biblia, de sus fechas y autores.
La teología sistemática consiste en la parte de la teología más estructurada, la cual se
basa en un método para su realización. Intenta encontrar una claridad lógica sobre los
hechos para comprender los datos que se revelan en las escrituras. En esta clasificación
entran la teología histórica o dogmática (la que estudia las doctrinas, ubicándolas en la
trayectoria de la historia abarcando desde el período apostólico hasta la actualidad y las
consecuencias que determinados hechos han tenido sobre la vida de la Iglesia. Estudia
símbolos, credos y demás doctrinas) y la apologética o ética (la teología en acción, es la
que unifica la doctrina en la vida cotidiana. Estudia el papel del pastor dentro de la vida de
la comunidad).
Volviendo a lo que afirma Kevan sobre esta ciencia podemos decir que él define las
ramas de la teología de la siguiente forma: la bíblica es la que aporta materiales para la
construcción, la histórica los lima y la sistemática es la encargada de levantar el edificio.
Finalmente, la teología práctica es la que determina cómo debe vivirse dentro de ese
edificio.
TEMA 6
Te invito a que continúas leyendo y a que descubras qué filosofía se adapta más a tu
forma de ver la vida.
Para Aristóteles, se requiere de la amistad de los demás “ya que su propósito es vivir
gratamente y compartir reflexiones y pensamientos", como es apropiado en el hombre
virtuoso.
Para Kant la felicidad y la virtud (o bondad) son dos cosas distintas. La felicidad no es
sinónimo a hacer el bien. Asimismo, piensa que la función de nuestra voluntad no debe
ser asegurar nuestra felicidad, en su opción, el instinto sería un guía mucho más eficaz
hacia la felicidad o el bienestar. Para Kant la felicidad es una idea indeterminada lo que
significa que es imposible que existan unas reglas de carácter universal y necesario de un
verdadero principio moral. Opina a su vez que la felicidad es un objetivo empírico de todo
el mundo, en lo cual coincide con Aristóteles el cual afirmó que todo el mundo desea la
felicidad. Sin embargo, en la medida que los principios empíricos se basan en los hechos
y las circunstancias en las que se encuentran las personas, tales principios empíricos no
son verdad necesariamente en todos los casos.
Marx opina que la religión trata de crear fantasías ilusorias dirigidas a los pobres. Para
Marx, es la realidad económica la que impide al ser humano encontrar la verdadera
felicidad en esta vida, y por su parte la religión transmite el mensaje que no hay problema
en sufrir necesidades ya que la verdadera felicidad está en la vida futura, tras la muerte.
Pese a ello, Marx siente cierta empatía, en la medida que es capaz de entender que la
gente que sufre vea en la religión un consuelo, al igual que quien sufre lesiones alivian
sus dolores con analgésicos.
Sin embargo, sí puede acertar Marx cuando afirma que el capitalismo explota muchas de
nuestras debilidades humanas; en la medida en la que el sistema anima a la gente a
relacionar la felicidad con infinitas ganancias materiales, lo cual acaba convirtiendo a
algunos en esclavos del dinero en búsqueda de una falsa sensación de felicidad.
ACTIVIDAD 3
Realiza un mentefacto sobre el tema 6
TEMA 7
LA CRÍTICA DE LA RELIGION
Entre los siglos xix y xx filósofos emprendieron una dura crítica de la religión
“la religión obstaculiza la realización del ser humano y de la sociedad”
FREUD: Como neurosis colectiva, Freud analiza la religión desde el psicoanálisis. Define
al ser humano como un ser al que la realidad exterior y la cultural le impiden realizar sus
deseos. Dios es pura ilusión del ser humano
SARTRE: Refleja en sus escritos la confusión: “el ser humano no es otra cosa que lo que
él hace, lo que él proyecta” “dios es la mayor amenaza para nuestra libertad”
MARX: La religión como opio del pueblo. La religión inhibe al ser humano de fuerza
liberadora
NIETZCHE: La religión como miedo a creer. Los valores cristianos reprimen los instintos,
es el miedo a crecer como seres humanos “dios ha muerto”
ACTIVIDADES:
1. Era una apacible noche del invierno de 1929 en Holanda. Descartes, gentilhombre, viajero y
militar, estaba trabajando en su escritorio. A su lado, una cálida chimenea chisporroteaba y
humeaba sin parar. Mientras la aldea, al igual que su papagayo Baruch, hacía mucho que dormía,
Descartes estudiaba el gran libro del mundo, descifrando los sistemas cristalinos y los meteoros.
Dejo de nevar y la luz proyectó en la habitación una silueta enorme del papagayo Baruch. Por un
momento, Descartes creyó ver tras la sombra de su compañero… ¡a un Genio Travieso que le
tenía una trampa!
Para Descartes, en aquel momento, su habitación, Holanda y el mundo entero se volvieron
diferentes. ¿Tal vez – se dijo – Baruch, su fiel compañero alado, e incluso su propio cuerpo podían
ser solo quimeras como las artimañas del Genio Travieso?
- ¡Insensato! ¡Insensato! – Piaba Baruch. ¿Tal vez Descartes estaba soñando? ¿Creía que soñaba
o soñaba que estaba soñando?
2. Si el cielo, el aire, la tierra, los colores, las figuras, los sonidos… si mis manos, mis ojos, mis
sentidos no son más que parte de un sueño, ¿de qué puedo estar verdaderamente seguro? ¿Tal
vez un Genio Travieso hace que tenga la sensación del tiempo, del espacio y de los números, pero
nada de eso existe en realidad? ¿Tal vez dos más dos no son cuatro y ese Genio Travieso me
hace equivocar en todos mis cálculos?
Descartes decidió que, para tener alguna certeza, desconfiaría del ardid de todo Genio Travieso.
No permitiría que nadie le impusiera ninguna evidencia, haría como si nada ni nadie fuera real.
Baruch lo miró de reojo. Descartes estaba totalmente solo. Descartes se acordó, entonces, de su
amigo Arquímedes de Siracusa; él aseguraba que para mover la Tierra, sólo bastaba “un punto de
apoyo…”.
Del mismo modo, es necesario que yo descubra una verdad que no admita duda.
Descartes estaba seguro de que, bajo la apariencia de Baruch, el Genio Travieso se las ingeniaría
una y otra vez para hacerlo equivocar y llenar su alma de quimeras. Pero aún sabiéndose víctima
de sus triquiñuelas, estaba bien convencido de existir, puesto que pensaba.
¡Eureka! Pienso, luego existo. ¡Esto sí que es verdad! Entusiasmado, tomó su mejor pluma: tal vez
el Genio Travieso le había creado la ilusión de que tenía un cuerpo, que habitaba en un mundo
concreto, que dos y dos son cuatro… pero, a pesar de eso, Descartes podía afirmar con una
certeza absoluta: ¡Soy un ser que piensa!
Sin embargo, si Descartes era simplemente un ser pensante, ¿Cómo podía entender el mundo en
el que vivía? ¿No sería el mundo tan sólo una ilusión creado por el Genio Travieso? Descartes
cogió de su escritorio una barra de cera. Era suave y dulce como la miel que contenía y estaba
impregnada con el perfume de las flores donde habían libado las ovejas. Estaba dura, fría, y
cuando la golpeó suavemente sobre la mesa, produjo un sonido sordo. La aproximó al fuego que
ardía en la chimenea…
La barra de cera se calentó. Comenzó a fundirse y a perder su forma. Cuando Descartes la tomó
de nuevo y golpeó la mesa con ella, se quemó ligeramente los dedos, pero no escuchó ruido
alguno.
Estoy seguro de que es la misma barra de cera. Pero ahora ya no tiene la dulzura de la miel, ni
aquel agradable olor a flores, ni conserva la misma forma, ni produce el mismo sonido… estoy
seguro de que se trata de la misma cera, pero mis sentidos me dicen lo contrario… ¿cómo puedo
reconocer la barra anterior en esta cera si es tan distinta?
El eco de las voces de algunos noctámbulos que salían de una taberna cercana atrajo a Descartes
a la ventana.
Estos sombreros y estas capas que veo pasar por la calle bajo lo que creo reconocer a seres
humanos ¿Quién me dice que no cubren a espectros? ¿Y si bajo sus plumas Baruch no fuera más
que un autómata que se mueve por resortes? ¿Cómo prueban las cosas que me rodean otra cosa
que no sea mi propia existencia, la de Descartes, que es quien las mira o las imagina?
Finalmente, Descartes no pudo entender nada que no fuera su propia esencia. Decidió, pues,
acostarse y, de un soplo, apagó la vela.
Cerraré los ojos, me taparé los oídos, anularé mis sentidos y dejaré la mente en blanco. Para llegar
a alguna conclusión, procuraré relacionarme mejor conmigo mismo.
3. - ¡Conmigo mismo! – resopló Baruch, que quería dormir. Descartes se encasquetó su gorro de
dormir, se adentró en su memoria e intentó averiguar qué cosas eran ciertas y evidentes.
Innumerables ideas poblaron su mente: la Tierra, el cielo, los astros, su primera novia que
bizqueaba un poco, los restos de la barra de cera y todo aquello que había ido conociendo a lo
largo de los años. Pero la cuestión era averiguar cuáles de estas cosas eran auténticas.
Creo, por ejemplo, que el Sol es extremadamente pequeño, tal como ayer lo vi brillar en el cielo;
pero la astronomía me enseña que su tamaño supera muchas veces al de la Tierra. ¡Son dos
conceptos que no pueden corresponder al mismo Sol! Estoy seguro de que ambos pareceres
respecto del Sol proceden de alguna parte: hay tanta verdad en el origen de ambos conceptos,
como en los conceptos en sí mismos…
Descartes durmió mucho. Soñó que era un obrero empeñado en la fabricación de una formidable
máquina, producto de sus conocimientos y de los de su papagayo. Las pequeñas piezas que
componían la máquina eran ideas nacidas de su inteligencia. Considerando la forma en que todas
esas ideas encajaban unas con otras, creyó adivinar cuál era la fuente de la idea original, una idea
clara y diferente, que era en sí misma la realidad y la perfección plenas.
Descubrió, entonces, la existencia de algo infinito, eterno, todopoderoso, por lo que él mismo y el
universo entero habían sido creados. Al probar la perfección de su descubrimiento, Descartes sintió
una inmensa alegría. Nunca había sentido nada parecido. A este concepto lo llamó Dios.
¿Cómo es posible que yo que soy un simple mortal, que no lo sé todo y que no puedo saberlo
todo, puedo llegar a comprender lo que es una cosa infinita? ¿Cómo ha surgido en mi mente la
idea de Dios? No he conocido a Dios a través de mis sentidos, es necesario, pues, que este
concepto haya sido depositado en mí por alguien verdaderamente infinito… ¿Habrá sido el propio
Dios quien ha inculcado tal idea cuando me creó, como la firma de todo creador sobre su obra?
Descartes se despertó y examinó la idea de infinito que el mismo Dios había depositado en lo más
profundo de su mente.
Veamos. Dios es infinito. Dios es todopoderoso. Dios posee todas las perfecciones. Es decir, a
Dios nada le falta. Por tanto, ¡Él no puede dejar de existir! De hecho, la existencia en sí misma va
tan unida a la idea de Dios como el valle a la montaña o los tres lados al triángulo… y puesto que
Dios es perfecto, no querrá que yo me equivoque. ¿Cómo es posible, pues, que las cosas de este
mundo me parezcan tan poco fiables?
4. Descartes quiso pasar por la experiencia de apartarse e todas las cosas materiales. Se arrebujó
en su cama, se escondió bajo su almohada, se tapó los oídos, pero le resultó imposible no notar la
presión de sus manos contra la cabeza, sentir el peso de las sábanas o notar el olor a pan recién
hecho que, desde el puesto de un vendedor ambulante, se colaba por su ventana.
Aunque todas esas cosas fueran producto de su imaginación, Descartes no podía ignorarlas.
¡Qué cosa más extraña! Yo, un ser pensante, no consigo desprenderme por completo de este
cuerpo al que considero mío. ¡Parece, incluso, que este aroma a pan recién hecho hace nacer en
mi alma una cierta alegría!
Descartes recordó que en una batalla había visto que algunos soldados a los que se les había
amputado un brazo o una pierna aún sentían dolor del miembro que ya no tenían.
Descartes conocía fantasías semejantes: mientras dormía, la máquina con la que soñaba le había
parecido tan real como todo lo que ahora lo rodeaba. Decididamente, no podía fiarse de los
sentidos.
Mejor empiezo a considerar como cosas distintas el ser pensante que soy y este cuerpo que puede
engañarme…
Al levantarse de la cama, pisó a Baruch, que se paseaba por la habitación, y este se defendió con
un fuerte picotazo. ¡Arrgh!
Descartes comprendió, entonces, que él no habitaba en su cuerpo como un piloto que conduce una
nave y ve que algo se estropea en su navío. Por el contrario, estaba tan unido a su cuerpo que,
herido de un píe, todo él había sentido intensamente el dolor. Por eso, sabía que debía hacer todo
lo posible para desprenderse de la bestezuela que permanecía enganchada a su píe.
5. Reflexionando sobre su meñique picoteado, Descartes supo que sus sentidos le permitían
distinguir lo verdadero de lo falso. De hecho, podía utilizar varios de ellos para examinar una
misma cosa y luego combinar, gracias a su memoria, los conocimientos adquiridos con los
actuales.
Si Baruch aparecía y desaparecía a menudo tal como hacen la imágenes cuando duermo,
entonces será una imagen formada en mi cerebro, más que un auténtico papagayo. Pero ahora sé
que no estoy soñando, ya que mis sueños jamás se han encadenado unos con otros como el
discurrir de mi vida cuando estoy despierto.
Baruch iba y venía tranquilamente ante su maestro y Descartes pudo disfrutar de esta hermosa
mañana. Escuchando el ruido de la calle, gozando de la calidez del sol, uniendo sus sentidos, su
memoria y su entendimiento, Descartes no fue capaz de encontrar cosa alguna que no encajara
con el resto y nunca más dudó de que fueran reales.
Tomado de: MONGIN, Jean Paul (2014), El genio Travieso de Descartes, Panamericana: Bogotá.
B. TALLER DE LECTURA CRÍTICA: Las preguntas están ordenadas en bloques, según los cinco
puntos colocados en el texto. Los asteriscos son para separar las preguntas de acuerdo a los
bloques que pertenecen en el cuento.
1. Bloque uno:
Sentido local:
¿Qué estaba haciendo Descartes al inicio del cuento?
¿Cómo se llama aquel que trata de engañar a Descartes?
¿Cómo se llama el papagayo de Descartes?
¿En qué momento empezó a soñar Descartes?
Competencia interpretativa:
¿Qué es una verdad absoluta?
Competencia Argumentativa:
¿Por qué los sentidos me pueden engañar?
Competencia Propositiva:
¿En qué momento me pueden engañar los sentidos?
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2. Bloque dos:
Sentido local:
¿Qué problemática enfrenta Descartes con la barra de Cera?
¿De qué es la barra de cera?
¿De qué es lo único que puede estar seguro Descartes?
Competencia Interpretativa:
¿Cómo buscó Descartes la verdad o la certeza?
¿Qué quiere decir la expresión: Pienso luego existo?
Competencia argumentativa:
¿Cuál es la razón que Descartes querría que nadie le impusiera evidencias?
¿Por qué Descartes se alegró de saber que él era un ser pensante?
Competencia propositiva:
Si esto es un sueño ¿De qué puedo estar verdaderamente seguro?
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3. Bloque tres:
Sentido local:
¿Qué significa los términos de: Cierto y evidente?
¿Cuál es el dilema que se tiene con el sol?
¿Cómo prueba Descartes la existencia de Dios?
*******************************************************************************************************
4. Bloque cuatro:
Competencia Interpretativa:
¿Cuál es la diferencia entre el alma y cuerpo según Descartes?
¿Qué significa que los soldados amputados, podían sentir sus brazos inexistentes? ¿Qué se
prueba con eso?
Competencia Argumentativa:
¿Por qué cree Descartes que todas las cosas pueden ser producto de la imaginación?
¿Por qué dice Descartes que el cuerpo me puede engañar?
Competencia Propositiva:
¿Qué otras evidencias hay que el alma y cuerpo sean diferentes?