Resumen
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Quistes paradentales
Pueden aparecer granulomas marginales en las zonas anterior o posterior que son
considerados como quistes laterocoronarios, quistes inflamatorios colaterales o
paradentales. Actualmente se acepta que el origen de estos quistes paradentales
es el ligamento periodontal (restos epiteliales de Malassez) del tercer molar.
Quistes radiculares
La infección puede propagarse al ápice dentario y provocar la formación de
granulomas perirradiculares, pero igualmente pueden aparecer quistes
directamente o sobre un granuloma previo. El estímulo delos restos epiteliales
periapicales puede acarrear la aparición de un quiste que rodea la raíz dentaria.
Quistes foliculares o dentígeros y queratoquistes
El tercer molar inferior es el diente que participa con mayor frecuencia en la
formación de quistes foliculares. Cuando el cordal está completamente incluido,
pueden aparecer quistes a expensas del folículo dentario. A menudo pero en otros
casos pueden causar tumefacción intrabucal o facial, dolor, etc
Ameloblastomas y tumores malignos
El tercer molar puede estar implicado en la aparición de ameloblastomas y
tumores malignos, en la mayoría de los casos a expensas de quistes foliculares y
queratoquistes. Los quistes foliculares y pericoronarios del tercer molar y los
quistes primordiales, después de una exéresis incorrecta, pueden recidivar como
ameloblastomas; Cuando el procedimiento quirúrgico es indispensable, deberá
efectuarse con el mínimo traumatismo de los tejidos blandos y del hueso, y con
una prolongada y potente cobertura antibiótica pre y postextracción.
COMPLICACIONES MECÁNICAS
Ulceración yugal o lingual
Cuando el tercer molar se encuentra en linguoversión o en vestíbuloversión,
puede traumatizar la mucosa yugal o lingual y producir una ulceración banal, pero
este microtrauma repetido puede inducir una leucoplasia, que incluso puede llegar
a transformarse en un carcinoma decélulas escamosas. puede ocasionar
sintomatología: dolor, quemazón, etc.
Lesiones en el segundo molar
Cuando el cordal está en mesioversión u horizontal, éste ejerce una presión
importante sobre la cara distal del segundo molar, según sea por encima o por
debajo del cuello dentario, implicará una lisis o caries a nivel del cuello o la corona
dentariao una rizolisis de la raíz distal Debe tenerse la precaución de no confundir
estas lesiones con las sombras, que producen en las radiografías.
Las lesiones en el cuello o corona dentaria pueden conducir a una caries con
afectación dentinaria e incluso pulpar con las complicaciones habituales que esto
puede implicar. La reabsorción radicular del segundo molar se suele observar
preferentemente en hombres jóvenes menores de 30 años (Nitzan y cois).
Desplazamientos dentarios
Los desplazamientos dentarios son producidos por la presión y empuje que
ejercen los terceros molares sobre los otros dientes y en especial en el grupo
incisivo-canino, y que son motivo de apiñamiento dentario anterior (llamado
apiñamiento terciario por Van der Linden. Pueden existir distintos tipos de
movimientos:
- Rotación de los incisivos.
- Malposición de todo el grupo incisal.
- Acabalgamiento de los incisivos.
-Retrusión de los incisivos con respecto a los caninos que están en
vestibuloversión. Estas anomalías incisivo-caninas favorecen la aparición de
caries interproximales y de enfermedad periodontal.
Como conclusión podríamos decir que el apiñamiento incisivo terciario en adultos
jóvenes es un hecho fisiológico resultante de la acción concomitante, simultánea y
sincrónica de varios procesos: la erupción del tercer molar, la reducción de la
longitud de arcada, la acción de los tejidos blandos perfórales, etc
Alteraciones de la articulación temporomandibular
La aparición de patología de la articulación temporomandibular (ATM), que puede
ir desde un simple problema muscular a una grave disfunción discal, se relaciona
con las alteraciones que el tercer molar produce en la oclusión
COMPLICACIONES NERVIOSAS
Suelen aparecer normalmente asociadas a complicaciones infecciosas
aunque pueden presentarse de forma aislada lo que dificultaría su diagnóstico. En
estos casos, a menudo sólo al efectuar la extracción del tercer molar, podremos
demostrar la relación causa-efecto. pero esto no significa que todos los dientes en
inclusión intraósea profunda deban extraerse inmediatamente, sino que primero
debe corregirse todo estado patológico.
Alteraciones sensitivas
Algias faciales
Podemos encontrarnos con todo tipo de dolores bucofaciales:
- Dolor mandibular. irritación del nervio dentario inferior con aparición de dolores
vivos en el ángulo mandibular a la presión de la zona.
- Algias de tipo neurálgico. dolores que simulan una neuralgia facial esencial, con
un dolor permanente de fondo con episodios paroxísticos nocturnos. Estos se
irradian a distintas zonas cervicofaciales: sínfisis, zona laterocervical, zona
preauricular, etc.
- Otalgias. Equivocadamente el paciente consulta al otorrinolaringólogo que no
encuentra patología ótica.
- Algias linguales. dolores linguales en relación con la presencia de un tercer molar
inferior incluido.
- Algias diversas asociadas a trastornos vasomotores y reflejas. Con referencia a
las algias bucofaciales deben tenerse presente distintas consideraciones:
• La extracción del diente puede eliminar el dolor provisional mente, aunque al no
ser ésta la causa, las algias reaparecerán.
• La exodoncia puede transformar un síndrome de algias inter mitentes en un
cuadro de dolor continuo.
• El dolor puede abandonar la rama inferior del nervio trigémino pero fijarse en otra
de sus ramas.
• Algunas neuralgias etiquetadas como esenciales pueden, en algunos casos,
desaparecer tras la extracción de un tercer molar.
Alteraciones de la sensibilidad
- Disminución de la sensibilidad pulpar a los agentes térmicos, en comparación
con el lado que no presenta un tercer molar incluido.
- Trastornos de la sensibilidad mentoniana, que pueden presentarse como un
déficit discreto, una pérdida o disminución de la sensibilidad térmica o como
alteraciones de la sensibilidad táctil.
- Hiperestesia cutánea en la zona de emergencia del nervio suboccipital de Arnold.
Alteraciones motoras
Pueden presentarse trastornos de tipo motor como tics, espasmos labiales, trismo,
parálisis facial ipsilateral y alteraciones motoras oculares como la midriasis
ipsilateral.
Trastornos secretores
Suelen tener un origen vasomotor y están en relación normalmente con las
glándulas salivales; pueden aparecer:
- Sialorrea, hiposialia o asialia.
- Tumefacción de las glándulas salivales, preferentemente de la pa
rótida y/o la submaxilar.
Trastornos trófico cutáneo-mucosos
Se han descrito distintos tipos de estos trastornos:
- Congestión de la encía.
- Hipertermia cutáneo-mucosa.
- Eritemas cutáneos.
- Acné rosácea.
- Herpes en la región del nervio mentoniano.
- Alopecia. En el cuero cabelludo pueden aparecer placas amplias de alopecia.
Trastornos sensoriales
Se han relacionado normalmente con el oído y la visión:
- Hipoacusia.
- Zumbidos de oídos (acúfenos).
- Disminución de la agudeza visual.
COMPLICACIONES DIVERSAS
Caries
Cuando un cordal incluido está en mayor o menor grado en contacto con la
cavidad bucal, tiene una susceptibilidad a la caries muy acusada porque se
acumulan restos de comida y porque es difícil mantener limpia esta zona. tarde o
temprano se forma una caries en la cara oclusal del tercer molar. Los mismos
factores que afectan al tercer molar retenido también aumentan la frecuencia de
caries del segundo molar adyacente.
Patología periodontal
La impactación constante de alimentos entre un tercer molar parcialmente
erupcionado y en mesioversión y el segundo molar puede ocasionar inflamación y
pérdida ósea. Se cree que en estos casos se potencia la flora periodontopatógena.
Esta bolsa periodontal debilita el apoyo óseo del segundo molar, que puede
volverse móvil.
La extracción de un diente en presencia de cualquier inflamación gingival aguda
producirá, por lo menos, un alvéolo infectado y, a lo más, una osteomielitis maxilar
aguda.
Reabsorción del tercer molar
Esto sucede con mayor frecuencia en dientes que no están en comunicación
directa con la cavidad bucal, es decir, que están en inclusión intraósea completa.
A menudo estos dientes están anquilosados, el hueso circundante es muy denso.
Tercer molar incluido en un maxilar desdentado
A menudo están cubiertos de hueso por completo, pero si no es así, esta área
deberá sostener una prótesis dentaria; la compresión de la mucosa entre la corona
y la prótesis producirá dolor. Estos problemas acontecen porque conforme avanza
la reabsorción maxilar, estos dientes incluidos se hacen más superficiales, y
pueden interferir con el ajuste de una prótesis completa, causan dolor por caries o
producen una infección gingival Las complicaciones más frecuentes son:
- Infección local que evoluciona a la formación de una fístula.
- Flemón perimandibular que puede dar una fístula cutánea.
- Abscesos cervicofaciales.
- Fractura patológica.
La extracción de los terceros molares retenidos en personas de edad avanzada
suele ser difícil Para evitar esto, por lo general todo cordal no erupcionado o
incluido debe extraerse junto con el segundo molar cuando éste deba eliminarse,
como preparación a la colocación de una prótesis parcial o completa.
Tercer molar inferior y fracturas de Mandíbula
El tercer molar inferior debilita el ángulo mandibular, en especial si está incluido, lo
que hace que las fracturas iatrogénicas o traumáticas sean relativamente
frecuentes a este nivel. Si un cordal se encuentra en el foco de fractura, él mismo
puede estar fracturado y entonces ser el motivo de que se produzca una infección,
osteítis, etc.
Si el cordal está en la línea de fractura y no se da alguna de las circunstancias
ya nombradas, no procede intentar extraerlo de entrada.
CORRELACIÓN DE LA CLÍNICA CON LA POSICIÓN
DEL TERCER MOLAR
Todos estos datos clínicos expuestos pueden relacionarse con la posición
del cordal:
*Cuando el saco pericoronario del tercer molar está por debajo del cuello
anatómico del segundo molar pueden aparecer trastornos reflejos y patología
referida a la ATM.
*Si el saco pericoronario del tercer molar está en contacto con la corona del
segundo molar, produce principalmente problemas infecciosos.
*Cuando el tercer molar está erupcionado pero está cubierto en mayor o menor
grado por el capuchón de encía, aparecen fundamentalmente problemas del tipo
de pericoronaritis.
*Si el tercer molar está bien erupcionado pero con lesión del rodete gingival,
existirá patología en el fondo de saco retromolar.
*Los cordales heterotópicos pueden localizarse en la apófisis coronoides, en el
reborde basilar o a nivel del cóndilo mandibular, etc. y los accidentes que pueden
provocar pueden ser muy variados.
COMPLICACIONES DEL TERCER MOLAR SUPERIOR
El tercer molar superior suele estar en una posición anormal, casi siempre
vestibulizado, pero sin ningún obstáculo que lo impacte. el tercer molar superior
debemos reconocer que éstos son fundamentalmente al erupcionar; por ello
acontecen a menudo a una edad más avanzada. Destacamos los más frecuentes:
- Pericoronaritis congestiva o supurada.
- Ulceración mecánica de la mucosa yugal del pilar anterior del velo del paladar o
de la región amigdalina.
- Las complicaciones infecciosas son excepcionales, lo mismo que las
complicaciones óseas.
- Las complicaciones ganglionares son raras; suelen afectarse los ganglios
genianos y submaxilares.
- Las complicaciones nerviosas: neuralgias bucofaciales, trastornos trófico
cutáneo-mucosos (afectan a la región occipital), etc.
- Síndrome de Sluder. Este síndrome afecta de modo particular el cordal superior.
Se caracteriza por:
• Síndrome doloroso unilateral irradiado hacia arriba y hacia la región frontal, hacia
la zona auricular y algunas veces también hacia el brazo.
• Síndrome vasomotor que produce lagrimeo y rinorrea.
ESTUDIO RADIOLÓGICO
Es imprescindible realizar siempre un estudio radiológico preciso que muestre todo
el tercer molar incluido y las estructuras que le rodean.
Con estas placas radiográficas se hace un estudio detallado de la corona y las
raíces del cordal, del hueso, del conducto dentario inferior, de las relaciones con el
segundo molar y en el tercer molar superior, de su relación con el seno maxilar.
Asimismo, podemos detectar la posible presencia de patología asociada,
Destacamos los siguientes puntos, referidos principalmente al tercer molar inferior:
ACCESO
Para determinar la accesibilidad del tercer molar, debe estudiarse la inclinación de
la línea radioopaca producida por la cresta oblicua externa; el acceso es deficiente
si la línea es vertical, mientras que es excelente si es horizontal.
La accesibilidad del cordal puede también valorarse midiendo la distancia entre el
segundo molar y la rama ascendente de la mandíbula.
POSICIÓN Y PROFUNDIDAD
Se trazan tres líneas imaginarias sobre una radiografía estándar; para facilitar su
estudio, las líneas imaginarias reciben los nombres de colores diferentes y se
llaman "blanca u oclusal", "ámbar o alveolar" y "roja o perpendicular",
respectivamente.
En primer lugar, debemos valorar en la radiografía el eje longitudinal del diente
incluido, como horizontal, vertical o con inclinación mesial o distal; por tanto
etiquetaremos la inclusión de vertical, horizontal, mesioangular o distoangular,
respectivamente Cuando existe una inclusión vertical, la anchura anteroposterior
del tabique interdentario ubicado entre el segundo y tercer molar es similar a la del
existente entre el primero y segundo molar. En segundo lugar pasamos a dibujar
las líneas de Winter:
Línea blanca
Se extiende a lo largo de las superficies oclusales de los molares erupcionados y
se prolonga posteriormente por encima de la región del tercer molar. De inmediato
se hace evidente la inclinación de la inclusión; así, la superficie oclusal del cordal
incluido en posición verticales paralela a la línea "blanca" y cuando la inclusión es
distoangular, la superficie oclusal del diente incluido y la línea "blanca" convergen
por delante del tercer molar.
Línea ámbar
Se traza la segunda línea imaginaria, llamada por conveniencia "ámbar", desde la
superficie del hueso localizado por distal del cordal a la cresta del tabique
interdentario entre el primer y segundo molar. Para evitar errores al trazar la línea,
es indispensable diferenciar la sombra producida por la cresta oblicua externa y la
que resulta del hueso situado por distal del tercer molar. La línea "ámbar" indica la
zona de hueso alveolar que encierra o cubre al tercer molar incluido.
Línea roja
Se utiliza la tercera línea o línea "roja" para medir la profundidad a la que está el
diente incluido en la mandíbula y corresponde a una perpendicular trazada hacia
abajo desde la línea "ámbar" hasta un punto imaginario de aplicación para un
botador. Conforme aumenta la profundidad del diente en el hueso, la línea "roja"
es más larga y más complicada será la extracción.
Cuando se calcula la profundidad de las inclusiones distoangulares, se debe trazar
la línea perpendicular "roja" hacia la unión amelocementaria de la cara distal del
molar incluido.
Para poder establecer si un cordal incluido está en posición lingual o vestibular, es
necesario hacer una radiografía oclusal. Si la superficie oclusal del tercer molar
está orientada hacia la lengua, se dice que existe una oblicuidad lingual, mientras
que, si la superficie oclusal se dirige hacia la zona yugal, está en desviación
vestibular. La posición lingualizada aumenta la dificultad de la extracción y la
vestibulización
la disminuye.
ESTUDIO DE LAS RAÍCES
Ningún molar tiene características parecidas a las que presenta el tercer molar
inferior, en lo que respecta a número, forma, tamaño, disposición y anomalías de
las raíces. En su conjunto, las raíces del tercer molar pueden asemejarse a un
cono de base superior, que coincide con el cuello dentario. Dentro de este cono
son posibles todas las presentaciones de raíces que Ries Centeno agrupa en
distintos tipos. Son también frecuentes los terceros molares con ambas raíces
unidas o fusionadas formando una única raíz de forma cónica. Es posible
encontrar raíces supernumerarias, con enanismo o gigantismo, que se acoplan a
cualquiera de las raíces. Es posible localizar pequeñas raíces secundarias con
inclinación vestibular o lingual con el uso de una lupa de mano; no obstante estas
pequeñas raíces pueden estar superpuestas y no ser visibles en la placa
radiográfica.
Puede existir una serie de factores que tiendan a inducir a error:
- Técnica radiográfica deficiente. Una mala aplicación de las técnicas radiográficas
puede inducir a interpretaciones incorrectas.
- Insuficiente proyección distal de la película Si ésta no alcanza distalmente a
cubrir toda la anatomía del tercer molar, pueden dejarse de ver problemas que
asientan en la zona radicular.
- Anomalías radiculares no visibles en la radiografía Algunas de ellas,
dilaceraciones hacia vestibular o lingual, curvatura de los ápices, etc., pueden no
estar exactamente reproducidas en la radiografía, por superposición de planos o
distorsiones.
ESTUDIO DE LA CORONA
La corona del tercer molar incluido puede presentar distintas variedades de forma,
tamaño y estado que es preciso conocer. A pesar de que la forma de la corona del
cordal incluido raras veces es motivo de dificultades para su extracción, es más
difícil extraer molares con coronas cuadradas grandes y cúspides prominentes que
los que tienen coronas cónicas pequeñas y cúspides planas. La corona del tercer
molar puede ser tri, tetra o multicuspídea y poseer lóbulos, tubérculos o cúspides
adicionales. Puede, por otra parte, presentar caries, obturaciones, fracturas,
reabsorciones, etc.
La forma de la corona y de las cúspides es muy importante cuando la vía de
extracción del tercer molar queda completamente obstruida por el segundo molar.
Cuando existe torsión del tercer molar, éste presentará una cavidad pulpar más
pequeña u obliterada, y el esmalte perderá su contorno nítido en comparación con
las características de otro molar que se encuentre en posición normal.
ESTUDIO DEL HUESO
La textura del hueso que recubre y/o rodea el tercer molar puede variar entre los
individuos, así como con la edad y los diferentes tipos de hueso del mismo sujeto;
el hueso tiende a hacerse más esclerótico y menos elástico conforme la persona
envejece y es posible establecer con precisión la calidad y cantidad de hueso por
medios radiográficos bien estandarizados en los métodos de exposición y
revelado.
Su estudio anatomorradiológico está referido a la cara del molar que cubre:
Hueso mesial
Es la porción ósea que se encuentra entre la cara distal del segundo molar y la
cara mesial del tercer molar, dispuesta de tal modo que cubre parcial o totalmente
esta última haciéndola accesible o inaccesible al instrumental de extracción. tiene
la forma de una pirámide de base inferior y cuatro caras de las cuales la cara
externa o vestibular y el vértice superior son de interés quirúrgico. En este vértice
podemos encontrar distintos tipos de patología (osteítis, granulomas, quistes, etc.).
Hueso vestibular
Es el hueso que cubre la cara vestibular del tercer molar incluido, representa una
amplia zona de hueso comprendida entre el molar y la cortical externa, es
sumamente sólido y resistente, y de distinto espesor dependiendo del tipo de
inclusión del cordal; su eliminación exige el uso de fresa quirúrgica
Hueso distal
Es la porción de hueso que cubre la cara distal del tercer molar; mediante el
estudio radiológico es posible determinar su forma, dimensión, extensión y
consistencia, todo ello de gran interés para la cirugía de la zona. El hueso distal es
de una arquitectura sólida y se describe como una ancha planicie deprimida en su
centro.
Hueso lingual
Es el hueso que cubre la cara lingual del tercer molar; tiene una consistencia débil
por su escaso espesor y poca resistencia, por lo que es fácilque se fracture. En
ocasiones, como consecuencia de procesos patológicos, el hueso lingual ha
desaparecido, y ha sido reemplazado por el saco pericoronario o por tejido de
granulación. Este adelgazamiento o fragilidad del hueso lingual explica la alta
frecuencia de complicaciones en esta zona: fractura ósea, lesión del nervio lingual,
desplazamiento de raíces o del tercer molar al suelo de la boca por debajo de la
inserción del músculo milohioideo, etc.
Hueso oclusal
Es la porción ósea que cubre la cara oclusal del cordal incluido en mayor o menor
grado, dependiendo del tipo de inclusión. Su forma, consistencia y extensión
pueden ser estudiadas radiográficamente. Está formado por dos corticales de
hueso compacto que contienen una cantidad variable de hueso esponjoso.
Hueso basal
Es la porción ósea situada por debajo del tercer molar; su consistencia y extensión
son variables según el tipo de inclusión. Está constituido por hueso esponjoso de
trama amplia y suele ser asiento de diversos procesos dependientes de
infecciones del saco pericoronario o de problemas apicales del cordal.
Hueso interradicular
El tabique óseo interradicular, denominado "septum" por Winter; es la porción de
hueso situado entre las raíces del tercer molar incluido. Es hueso esponjoso, de
forma variable en relación directa con la posición y disposición de sus raíces y
representa un sólido anclaje del cordal que es preciso considerar al planear su
extracción.
EL SEGUNDO MOLAR
Es muy importante estudiar la posición y disposición radicular del segundo molar
pues estas características pueden dificultar la extracción del tercer molar incluido.
La inclinación distal del eje longitudinal del segundo molar puede crear o
incrementar la retención del cordal incluido. Si el segundo molar sólo tiene una
raíz cónica, es posible luxarlo con facilidad durante la extracción del tercer molar
utilizando un botador aplicado en su cara mesial.
CONDUCTO DENTARIO INFERIOR
El conducto dentario inferior aloja el paquete vásculo-nervioso dentario inferior; se
inicia en la cara interna de la mandíbula en el agujero mandibular (limitado por
delante por la espina de Spix) y recorre el hueso hasta la altura de los premolares
inferiores, es decir, hasta el agujero mentoniano. El conducto dentario inferior está
protegido por una cortical, que le es propia, y que en la radiografía se identifica
como dos líneas radioopacas Sicher y Dubrul han señalado tres tipos de relación
del conducto dentario inferior con las raíces de los molares inferiores:
- El conducto está en contacto con el fondo del alvéolo del tercer molar.
- Existe una franca distancia entre el conducto y los ápices de los molares
inferiores.
- Todos los molares inferiores se relacionan con el conducto.
SENO MAXILAR
En el tercer molar superior es importante valorar sus relaciones con el segundo
molar y en especial con el seno maxilar. El suelo del seno maxilar es el proceso
alveolar, y su punto más declive está situado en el adulto a nivel de los ápices del
primer y segundo molar.
La pneumatización del seno maxilar puede aumentar en la edad adulta cuando se
pierden los molares superiores de forma prematura. Estas condiciones anatómicas
de contigüidad explican la gran facilidad con que la patología del tercer molar
superior puede provocar problemas sinusales, tales como:
introducción de restos radiculares del cordal o de todo el diente en el
seno maxilar, etc.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en una correcta historia clínica y un minucioso examen
clínico y radiológico. Anotando todos los datos que estos estudios nos aportarán,
suele ser muy fácil establecer un correcto diagnóstico, lo cual es primordial para
efectuar el tratamiento más pertinente en cada caso particular.
HISTORIA CLÍNICA
Es preciso comenzar el estudio del paciente con una correcta anamnesis,
investigando todos los antecedentes que puedan ser de interés, sin descuidar
todos los signos y síntomas del proceso o enfermedad actual.
EXAMEN CLÍNICO
- Examen general. Buscaremos signos y síntomas sistémicos; así, empezaremos
con el registro de la temperatura axilar, tensión arterial, pulso y frecuencia
respiratoria, etc.
- Examen regional. Investigaremos la presencia de tumefacción extrabucal,
adenopatías cervicales, trismo, disfagia, etc.
- Examen local. Examinaremos la región del tercer molar, buscando la presencia
de tumefacción, dolor, supuración, ulceración, etc.
EXAMEN RADIOLÓGICO
El estudio radiológico es imprescindible y para ello haremos las siguientes placas
radiográficas:
- Ortopantomografía
- Radiografía periapical intrabucal del tercer molar o de la región donde pueda
estar ubicado
- Radiografía oclusal de la zona del tercer molar. Se realiza sólo cuando nos
interesa conocer la inclinación hacia lingual o vestibular del cordal o el estado del
hueso de estas zonas.
- Radiografías extrabucales del tipo de la proyección lateral de cráneo desenfilada
de maxilares.
Al realizar o interpretar las radiografías debe tenerse presente:
- El área de estudio debe aparecer en el centro de la radiografía y deben
obtenerse al menos 2 proyecciones distintas.
- Los puntos de contacto deben aparecer abiertos, lo que indica que el centro del
rayo ha pasado en ángulo recto a través del área de exposición.
- Puede existir cierta superposición de las cúspides de los dientes anteriores.
- Deben verse los tejidos blandos existentes en la zona.
- Todas las interpretaciones radiográficas tienen que apoyarse en hallazgos
clínicos.
La radiovisiografía nos permite exprimir al máximo el estudio radiográfico
mediante los programas informáticos que facilitan colorear el nervio dentario
inferior.
TRATAMIENTO DEL TERCER MOLAR INCLUIDO
Tras un minucioso diagnóstico diferencial y una vez establecido el diagnóstico
definitivo se puede planear o efectuar el tratamiento, sin demora porque la espera
sólo prolonga la duración de la sintomatología y permite las complicaciones
TRATAMIENTO DE LAS COMPLICACIONES ORIGINADAS POR EL TERCER
MOLAR
El tratamiento etiológico consistirá normalmente en la extracción del tercer molar.
La pericoronaritis suele ser el problema más frecuente; en este caso se debe
retrasar la extracción del cordal hasta controlar la infección aguda; para ello se
indica antibioticoterapia y analgésicos-antiinflamatorios junto con medidas
higiénicas locales como enjuagues con antisépticos.
La extracción de un diente con una infección activa predispone a las osteítis y
osteomielitis agudas, en particular si el enfermo tiene gingivitis ulcerativa aguda o
periodontitis aguda.
La extracción de un tercer molar incluido con infección pericoronaria es seguida
por una incidencia importante de alveolitis o "alvéolo seco", por lo que
recomendamos retrasar la extracción por lo menos dos semanas después de que
haya desaparecido todo signo clínico de inflamación.
RATAMIENTO DEL TERCER MOLAR INCLUIDO
Ante la presencia de un cordal incluido tenemos varias opciones terapéuticas:
Conducta expectante
Es decir abstención, que siempre significa control del paciente con el fin de
prevenir posibles complicaciones. Normalmente se decide la conducta expectante
mientras no hay sintomatología, como en los terceros molares profundamente
incluidos (inclusión intraósea profunda), que no producen síntomas o cuando no
se comunican con la cavidad bucal; no obstante, siempre existe la posibilidad de
que después sobrevenga un estado patológico.
Trasplante
En casos muy contados, si hacemos la extracción del primer o segundo molar
podemos optar por colocar en el alvéolo remanente el germen del tercer molar.
Para realizar esta técnica debemos ser muy escrupulosos en la selección del
paciente. Exéresis del capuchón mucoso
La exéresis del capuchón mucoso quiere solucionar los repetidose pisodios de
pericoronaritis, que origina su presencia. Suele ser muy raro que se consiga una
correcta inserción epitelial en todo el cuello dentario, es decir, la zona gingival
posterior ya se presenta como una clara fuente de futuros problemas. Además
esta maniobra en numerosas ocasiones es incluso técnicamente imposible de
realizar adecuadamente. El capuchón que cubre el tercer cordal en erupción tiene
que ser eliminado en base a dos criterios esenciales:
- Forma y límites del capuchón. Sólo debe hacerse la exéresis de los
capuchones que cubren en forma de lengüeta el molar en erupción.
- Posición del tercer molar en erupción. Debe estar en posición vertical y su corona
a la misma altura que la del segundo molar.
Esta maniobra de "décapuchonage" que en teoría parece tan adecuada, no
consigue evitar sucesivos problemas e incluso muchas veces puede originar
complicaciones infecciosas importantes. Por ello no es una terapéutica que
recomendemos aplicar ante un tercer molar en inclusión submucosa, aunque en
casos excepcionales la podremos indicar, si este cordal va a tener una función de
pilar de una prótesis, lo cual exigirá además un tratamiento ortodóncico para
mesializarlo.
Cauterización
Consiste en la colocación de substancias cáusticas en el capuchón mucoso con el
fin de aliviar el dolor y acelerar la resolución de la pericoronaritis crónica, a la
espera de una erupción correcta del tercer molar o de ir consiguiendo la
desaparición del capuchón mucoso.
Las preferencias personales de cada autor determinan el tipo de solución cáustica
usada con este fin: las más frecuentes son la de ácido crómico, fenol, ácido
tricloroacético, solución amoniacal de nitrato de plata de Howe, o cristales de
nitrato de plata fundidos sobre el extremo de una sonda de plata. Sea cual sea el
tipo de cáustico usado, debemos tener a nuestra disposición otros compuestos
para controlar su efecto.
Exodoncia quirúrgica
La extracción del cordal incluido cuando existe patología es el tratamiento
etiológico del cuadro y por tanto es la conducta de elección, con algunas
excepciones: pacientes cuyo estado de salud general es tan precario que tal
procedimiento quirúrgico no sería conveniente; pacientes de edad avanzada para
los que, en presencia de un molar asintomático, esta intervención resultaría
innecesaria o no aconsejable.
No es común que los terceros molares adopten una oclusión adecuada y en
cambio frecuentemente son foco de todo tipo de complicaciones. Es más fácil
extraer un cordal en un individuo joven, puesto que tolera mejor la intervención
quirúrgica,
la cirugía es menos extensa que en el adulto, se recupera más rápidamente y la
posibilidad de complicaciones por la cirugía es muy pequeña.
Cuando el tercer molar superior está incluido, también debe extraerse; en otras
muchas ocasiones está sobre erupcionado y produce traumatismo yugal y del
capuchón mucoso del tercer molar inferior; en estos casos también es preferible
efectuar su exodoncia, especialmente cuando el cordal inferior también va a ser
extraído.