Informe DERECHO ROMANO GRUPO 7 LA SUCESIÒN
Informe DERECHO ROMANO GRUPO 7 LA SUCESIÒN
Informe DERECHO ROMANO GRUPO 7 LA SUCESIÒN
La Sucesiòn.-
Se define como "la entrada o continuación de una persona en lugar de otra", del latín
succesio, "acción de suceder, de ocupar un puesto ocupado por otro".
· En sentido amplio:
· En sentido estricto:
La sucesión romana no solo comprendía el patrimonio del difunto, sino que incluía
también los ideales, las simpatías y las antipatías del difunto, el heredero continua la
personalidad entera del difunto y no solo su personalidad patrimonial. El tema de las
sucesiones tiene un especial interés en el derecho romano.-
Clases de sucesiones:
La sucesión universal entre vivos consiste en el hecho de que una persona se ubique
en el lugar de otra, dentro del conjunto de relaciones patrimoniales.
· Sucesión Hereditaria:
La palabra sucesión se define como “la entrada o continuación de una persona en lugar
de otra” , del latin succesio, “acción de suceder, de ocupar un puesto ocupado por otro”.
La sucesión tiene dos conceptos:
Es un término jurídico procedente del latín ab intestato (sin testamento), que se refiere
al procedimiento judicial sobre la herencia y la adjudicación de los bienes del que
muere sin testar o con un testamento nulo, pasando entonces la herencia, por
ministerio de la ley, a los parientes más próximos.
Se aplica en aquellos casos en los que el causante fallece sin testamento o cuando
habiéndolo otorgado, éste es nulo o ha perdido su validez; cuando falta la condición
impuesta al heredero o éste muere antes que el testador o repudia la herencia o es
incapaz de suceder. También se aplica en caso de que el testamento no disponga de
todos los bienes del causante, en cuyo caso la sucesión legítima será sólo de los
bienes de los que no hubiese dispuesto. En estos casos, será la ley quien determine
quiénes tienen derecho a esa herencia.
Roma tiene su punto de partida con la sucesión ab-intesto en Ley de las XII Tablas que
dice en su Tabla V: "Si intestato moritur, tui suus heres necescit, agnatus proximus
familiam habeto, si agnatus nec escit, gentile familiam habeto". Es decir: si muere
intestado un pater familias sin herederos suyos, tome la familia el agnado más próximo,
si no hubiese agnado, a los gentiles.
FORMAS DE TESTAMENTO
El testamentum in comitiis calatis. "El jefe de la familia declaraba ante los comicios a
quien instituía como heredero, aprobando aquéllos su decisión, y por eso el testamento
era prácticamente una ley. Se hacía en tiempos de paz.
Se añadió después una tercera clase de testamento, que se hace por el cobre y la
balanza –quod per aes et libram agitar. El que no había otorgado testamento, si se
encontraba en peligro de muerte –si subita morte urguebatur-, mancipaba su patrimonio
a un amigo, rogándole que dispusiera del mismo en consonancia con las instrucciones
que le señalaba. El amigo, que recibía el patrimonio por el acto mancipatorio, convertía
formalmente en dominus, aún cuando la fe depositada en él le obligaba a cumplir la
voluntad del mancipante. No era heres, pero se le consideraba como heredero –heredis
locum optinebat.
En la época posclásica el testamento puede ser escrito –per scripturam- y oral –per
nuncupationem. Teodosio II y Valentiniano III disponen que el testamento escrito haya
de otorgarse ante siete testigos. Extendido por el testador, de su propio puño, o por un
escribano en su nombre –testamentarius-, ha de presentarlo, abierto o cerrado, a los
siete testigos, que deben ser ciudadanos romanos púberos, y simultáneos rogados,
esto es, llamados expresamente.
Justiniano acoge las normas señaladas, si bien limita la exigencia –propia de la época
clásica, como consustancial al acto mancipatorio- de la unitas actus, esto es, del
cumplimiento del acto sin ninguna interrupción. En efecto, no perjudica a la validez del
testamento una breve interrupción, siempre que venga impuesta por evidente
necesidad. De otra parte, si el testador escribe de su propio puño, y tal hace constar
especialmente en la escritura, no se exige, ni de él, ni de otro por él, firma alguna.
Deben manifestarse los nombres de los herederos, o de la letra del testador, o
dándolos a conocer de viva voz a los testigos, cuando no hubiere podido hacer lo
primero, pero de modo que éstos no dejen de indicar en sus firmas a las personas
llamadas a heredar. No pueden ser testigos los locos, salvo en los momentos de
lucidez, los mudos, los sordos, los pródigos, los impúberes, las mujeres, los improbi et
intestabilis, los esclavos y los extranjeros.
Apertura y Delacion.-
La obligación ineludible de los sucesores, aunque por tratarse de uno solo no fuese
necesaria partición, de formar notarialmente un inventario detallado de los bienes
muebles y una descripción de los inmuebles.
La prohibición que recae en los herederos de no poder disponer a título gratuito hasta
cinco años después de la declaración del fallecimiento.
La herencia se defiere por testamento o por la ley. Podemos decir que la delación o
llamada a heredar puede ser de tres clases:
Adquisicion y efectos
La adquisición de la herencia era diferente según la clase de herederos:
Heredes necesarii. "Son los herederos que adquieren la herencia, automáticamente, sin
necesidad de aceptación y aun en contra de su voluntad. No pueden, por tanto,
repudiar la herencia". Se trata de dos clases de heredes:
Heredes sui et necesarii. "Son los hijos sometidos a la patria potestad del causante en
el momento de su muerte".
Heredes necesarii. "Son los esclavos a los que el testador ha dado la libertad e
instituido herederos".
Heredes voluntarii. "A todas las demás personas se aplica el régimen de la delación y
adición de la herencia. A estas personas se les defiere la herencia y tienen la
posibilidad de aceptarla o no aceptarla. El acto adquisitivo se llama adición". Existen
dos tipos de adición:
La cretio. "Es una declaración formal que expresa la voluntad de aceptar la herencia".
Lo normal es que el testador la imponga fijando, además, un plazo. Esta declaración la
suele realizar el heredero ante testigos. La cretio, reconocida en la sucesión
testamentaria, sirvió para agilizar el trámite de lo que se conoció como usucapio pro
herede, por la cual cualquier tercero que adquiriera y conservara los bienes de la
herencia durante un año, se convertía en dueño absoluto de los bienes.