El Retorno Del Rey y La Fe de Tolkien - J Segovia
El Retorno Del Rey y La Fe de Tolkien - J Segovia
El Retorno Del Rey y La Fe de Tolkien - J Segovia
Nadie podía sospechar sin embargo hace tan sólo unos años, que la admiración que
muchos sentíamos por El Señor de los Anillos desde la adolescencia, llegaría a ser un
fenómeno social de las dimensiones que ha llegado a tener esta trilogía, gracias a su
adaptación al cine por un director casi desconocido, el neozelandés Peter Jackson. La
extraordinaria acogida que ha recibido estos días la tercera, y última parte de esta serie
de películas, El retorno del Rey, nos lleva a preguntarnos una vez más ¿cuál es el
secreto de El Señor de los Anillos?, ¿cómo explicar su todavía asombrosa atracción? y
¿donde encontrarnos la fe de Tolkien en esta fantástica historia?
Para poder entender El Señor de los Anillos tenemos que comprender que esta novela es
para Tolkien macho más que una historia. Su obsesión por esta obra viene de la
profunda conciencia que tiene el autor de sentirse parte de esta historia. Esta ficción es
para él mucho mas que la integración de la poesía épica y la saga heroica en la novela
moderna. Tolkien entiende que las leyendas y los mitos encierran una verdad que sólo
puede captarse de ese modo. Eso es lo que explica su continua repetición ya que su
mensaje no puede ser aprehendido de una sola vez. Son historias con las que tenemos
que crecr, ya que abordan toda una visión del mundo y de la vida que implica una idea
de búsqueda. El Señor de los Anillos supone por eso una búsqueda no sólo en su
redacción, que le llevó prácticamente toda su vida, sino también para su lectura. Es un
viaje que nos lleva a la búsqueda misma del sentido de nuestra vida.
Todos sabemos en el fondo de nuestro corazón que nuestra vida no es simplemente una
realidad biológica que nos lleva mecánicamente de la cuna a la tumba. Todos buscamos
algo, porque nuestra imaginación siempre nos lleva más allá de los límites de lo
conocido y lo evidente. Deseamos el infinito, anhelarnos la restauración y realización
venideras de un paraíso perdido, por el que no podemos dejar de sentir una continua
nostalgia. El Señor de los Anillos construye asi un puente maravilloso entre los
paisajes fantásticos del ensueño nórdico con nuestra era, la Edad de los Hombres. Su
trilogía empieza y acaba en la Comarca, un arquetipo de la Inglaterra rural que Tolkien
amaba. Desde allí empieza una búsqueda, no para encontrar un tesoro, sino para
perderlo. El anillo de invisibilidad adquirido por Bilbo en El Hobbít, es el Anillo de
Poder forjado por el Señor Oscuro en los fuegos del Monte del Destino. Su capacidad
de corrupción es tal que alcanzará a toda la Tierra Media, a menos que sea destruido en
el lugar donde fue creado. Frodo emprende así su búsqueda, como Portador del Anillo,
ayudado por su sirviente Sam y sus amigos Merry y Pippin
El Retorno del Rey lleva a esta historia al climax con la destrucción del Señor Oscuro y
la coronación de Aragorn como rey de los hombres. Esto es plasmado con
extraordinario, poder en el final de esta serie de películas que ha hecho Jackson. Es
cierto que hay una dimensión en la novela que el director ignora, que muestra como la
corrupción ha alcanzado a la Comarca, por lo que la trilogía acaba en el libro con una
especie de anticlimax, ya que su restauración es todavía una tarea pendiente al terminar
la obra. El cine pierde asi esa faceta escatológica por la que la salvación es una misión
ya cumplida, pero aún no consumada, como espera la fe cristiana que Tolkien mantenía
con su fervor de converso a la religión católica romana. Pero por lo demás la película es
un magnifico reflejo del drama literario que Jackson ejecuta como una verdadera
sinfonía