Tosi, Carolina-Tabues en Los Libros Álbum
Tosi, Carolina-Tabues en Los Libros Álbum
Tosi, Carolina-Tabues en Los Libros Álbum
UN ANÁLISIS
DISCURSIVO EN TORNO AL TRATAMIENTO DE TEMAS TABÚES EN LIBROS
ÁLBUM PUBLICADOS EN LA ARGENTINA1
RESUMEN
El presente trabajo indaga una serie de mecanismos discursivos puestos en juego en un
género editorial con destinatario infantil, el libro álbum. Postulamos que tales mecanismos
lingüísticos contribuyen no solo a forjar la dimensión estética de los relatos sino también a
presentar tópicos “indecibles” (ANGENOT, 2010) en el ámbito de la niñez y considerados
tabúes en la literatura infantil. En efecto, el análisis revela que ciertos mecanismos, como la
ocurrencia de deícticos y subjetivemas, junto con el estilo de las imágenes, tienden a
configurar el efecto de indeterminación como recurso narrativo y, así, cimentan, espacios
discursivos plurisignificativos y abiertos a múltiples lecturas.
ABSTRACT
The present work explores a series of discursive mechanisms put into play in an editorial
genre with a child recipient, the book album, which contribute not only to forge the aesthetic
dimension of the stories but also to present hitherto "unspeakable" topics (ANGENOT, 2010)
and considered taboos in children's literature. The analysis reveals that certain mechanisms,
such as the occurrence of deictics and subjectivemes and the style of the image, among others,
tend to configure the effect of indetermination as a narrative resource. In this way, they are
cemented, discursive spaces uncertain, plurisignificativos and open to multiple readings.
Carolina Tosi2
1 Agradezco los aportes de la editora Ivana Basset y de las diseñadoras gráficas Alejandra Mosconi y Carolina
Mareque, que me ayudaron a precisar algunos conceptos sobre la ilustración y el diseño de los libros álbum
analizados. Asimismo, agradezco especialmente a Judith Wilhelm por la autorización de la publicación de las
imágenes.
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Conicet - Instituto de Lingüística (FFyL-Universidad de Buenos Aires). Correo eletrónico:
[email protected]. Doctora en Lingüística, magíster en Análisis del Discurso y profesora y licenciada en
Letras por la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Además, realizó un curso de posgrado en Edición en la
Universidad Complutense de Madrid (España). Actualmente, se desempeña como investigadora adjunta en el
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y como jefa de trabajos prácticos en la
cátedra de Corrección de Estilo (Carrera de Edición, FFyL, UBA). Investigadora de proyectos UBACyT y
directora de un proyecto PRIG (FFyL, UBA), es docente en diversos posgrados. Ha escrito numerosos artículos
para revistas científicas nacionales e internacionales, libros, capítulos de libros y actas de congresos sobre
temáticas relativas al discurso pedagógico, la edición y la corrección de textos. Su área de investigación
comprende el Análisis del Discurso, en general, y el enfoque polifónico-argumentativo, en particular.
Específicamente, se centra en el abordaje de géneros editoriales con destinatario infantil, en vinculación con las
políticas ministeriales y editoriales y presentando especial atención a los procesos de edición y corrección.
Según Colleu (2008), para que haya una editorial independiente tiene que existir
independencia económica, es decir contar con un capital propio y no depender de
inversionistas que determinen o presionen sobre la formación del catálogo. Generalmente,
surgen como emprendimientos familiares, o por la asociación entre colegas y apuntan a la
continuidad de la empresa en el tiempo. Para Colleu, la independencia del editor constituye un
aspecto nodal para que pueda convertirse realmente en un creador. Desde esta perspectiva, es
posible postular que la libertad en la construcción del catálogo puede generar una mayor
posibilidad de experimentación. De ahí que en este trabajo postulemos que las editoriales
independientes son los terrenos fértiles para propiciar nuevos géneros –cada editorial suele
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Sin embargo, vale aclarar, tal como señala Comino (2009), que desde hace décadas ha habido escritores
pioneros en traspasar los umbrales de lo prohibido en la LIJ, como Elsa Bornemann, Laura Devetach, Graciela
Montes, Graciela Cabal, Horacio Clemente y Silvia Schujer, entre otros.
4 Sigmar comenzó como una editorial familiar en 1941 y Colihue en los 70.
5 Iamiqué es una editorial especializada en libros de divulgación científica para niños.
Al respecto, es posible señalar que en las últimas décadas han aparecido y se han
consolidado nuevos géneros destinados a niños que, debido a su carácter novedoso y
trasgresor, son difíciles de catalogar tanto por los especialistas en literatura como por los
editores. Aunque la labor sea compleja, consideramos que es necesario emprender la
caracterización de estos géneros, para comprender la renovación del campo de la edición
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Calibroscopio ha recibido importantes distinciones de Alija (Argentina), Banco del Libro (Venezuela),
Conaculta (México), Fundación Cuatro Gatos (Estados Unidos), Fundalectura (Colombia), Feria del Libro de
Bologna (Italia), Internationale Jugendbibliothek (Alemania). Incluso, en 2014, la Fundación Kónex la distinguió
como una de las cinco editoriales de labor destacada en la década.
7 El libro objeto siempre supone el trabajo estético con la materialidad del libro, interviniéndolo con texturas,
sonidos, técnicas de arte diversa, etc. Aquí entra una gran variedad de posibilidades, como los libros pop-up
(libros tridimensionales o desplegables).
8 Los libros con imágenes no cuentan con ningún texto. Aquí surge un debate actual acerca de si los libros que
tienen solo imágenes pueden considerarse también libros álbum, pues las imágenes entran en vinculación con los
paratextos verbales (título, texto de contratapa, epígrafe, dedicatoria, etc.), y producen efectos de sentido
diferentes, como por ejemplo Caperucita roja de Adolfo Serra (ediciones Narval).
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En los libros ilustrados las imágenes funcionan como un apoyo narrativo del texto.
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Los libros de pictogramas consisten en historias, en cuyo texto se sustituyen palabras escritas por dibujos que
simbolizan las cosas a las que refieren. Un ejemplo de pictograma lo constituye la serie “Había una vez” de
Graciela Montes (Loqueleo).
11 En contraposición a la “puesta en texto” a cargo del autor (CHARTIER, 1993).
12Como se demostró en trabajos anteriores (TOSI, 2015 y 2016), los libros de divulgación científica para niños
presentan elementos polifónico-argumentativos que los definen y les asignan especificidad.
13 Las influencias de Angenot han sido Bourdieu, la Escuela de Frankfurt y Bajtín. Es reconocido como el
fundador de la teoría del “discurso social” y se ha basado en el concepto estructuralista posición en texto, de
Genette y Todorov. Actualmente, a través de un proyecto multidisciplinario, estudia el discurso social en un
estado determinado de la sociedad.
14 Sin embargo, Angenot (2010) alerta acerca de que el mercado de los discursos no es un sinónimo del mercado
de la cosa impresa.
15 Nos referimos a autora integral, cuando esta es la responsable del texto y las ilustraciones.
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Vale aclarar que según el DRAE (en línea), “bicho raro” es una expresión coloquial que remite a una
“persona que se sale de lo común por su comportamiento”.
Entre estos indicios, Benveniste menciona los de persona (la relación yo-tú), de
ostensión (este, aquí, etc.), y los que remiten al paradigma de las formas temporales, cuya
forma axial, el presente, coincide con el momento de la enunciación. Por su parte, Kerbrat-
Orecchioni (1986) define a los deícticos como “unidades lingüísticas cuyo funcionamiento
semántico-referencial implica tomar en consideración algunos de los elementos constitutivos
Vale aclarar que el relato se inicia con la expresión “Ella se fue…” (cf. 1). Como
se sabe, según Benveniste, la tercera (en este caso, ella) es una “no persona” por estar referida
a un objeto situado fuera de la alocución Yo / Tú, es decir existe solo por la oposición a la
persona yo del locutor-narrador. Dicho de otro modo, se trata del miembro no marcado de la
correlación de persona y, por ende, su significado queda indeterminado al carecer en el relato
de un contenido referencial preciso. No sabemos quién es ella, solo sabemos que partió y se
llevó “algo” del locutor-narrador. La interpretación se abre a múltiples sentidos que pueda
asignarle el lector: ella puede referirse a una amiga, una pareja, una madre, una hija, una
mascota, etcétera. Asimismo, aparecen casos de deixis temporal (ahora) y de lugar (ahí).
En cuanto a Eloísa y los bichos, los deícticos personales de primera persona del
singular refieren a la locutora-narradora / niña y los del plural abarcan también a su papá. A
modo de ejemplo, reproducimos el inicio (cf. 2) y el final del relato (3). Allí encontramos
pronombres personales (yo, me) y desinencias verbales (soy, llegamos quedaba, olvidamos,
aprendí) que corresponden a los deícticos personales. Por su parte, los deícticos espaciales
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Se aclara que no se consignan los números de páginas en los ejemplos, pues no figuran en los libros.
Por otra parte, en los libros se registró el uso específico de un tipo de subjetivema,
que Kerbrat-Orecchioni (1986) denomina “evaluativo no axiológico”. Según la autora, este
implica una evaluación cualitativa o cuantitativa del objeto, sin enunciar un juicio de valor ni
un compromiso afectivo del locutor. Su uso es relativo a la idea que tiene el hablante de la
norma de evaluación para la categoría de objetos, como “Esta casa es grande” o “Este camino
es largo”. En el caso de Eloísa, la niña caracteriza los recreos y la espera del papá como
largos o tan largos (cf. 6), mientras que luego, cuando ya logra integrarse al grupo de su
grado, los días pasaban más rápido (cf. 7 e imagen B). Por su parte, en Cuando estamos
juntas, la narradora señala que las mañanas son cortas cuando está con su mamá (f. 8 e
imagen C); los días son largos cuando está sin ella (cf. 8); y cuando la mamá está privada de
su libertad las horas pasan lentas (cf. 9). Si bien cada momento –el recreo, la espera, las
mañanas, los días– tienen una determinada duración, la locutora-narradora le asigna una
evaluación cualitativa/cuantitativa. No obstante, en algunos casos, es la imagen la que le
transfiere al adjetivo un valor axiológico, en términos de bueno/malo. Por ejemplo, la imagen
B expone la alegría Eloísa con sus compañeros “bichos” y así ubica la valoración en el eje de
lo positivo o bueno. Asimismo, la imagen C muestra que las mañanas que comparten madre e
hija en Cuando estamos juntas son agradables (son evaluadas desde un punto de vista positivo
o bueno), aunque, por ello, efímeras (basado en la idea de que lo bueno pasa rápido). En ese
punto, postulamos que se produce un desplazamiento semántico, en la medida en que la
imagen expande y agrega sentidos.
(6) (Era difícil que) Los recreos fueran tan largos casi tan largos como la espera.
(7) los días pasaban más rápido.
En cada caso, las imágenes expanden el texto y elaboran nuevos sentidos. Las
ilustraciones mostrarían qué imagina la locutora-narradora (imagina a su mamá en el trabajo
en 10) y/o materializarían el contenido de esos decires aludidos (representa qué cuentan
madre e hija en 11). Las imágenes remiten, entonces, a esos discursos aludidos. Muestran lo
que el texto no dice. De alguna manera, las imágenes evocan pensamientos, voces, discursos.
Por ejemplo, en la imagen D la imagen expande el siguiente texto: “Ahora, es la abuela la que
me cuenta”.
Llegados a esta instancia, vale mencionar que para Chiuminatto Orrego (2011, p.
64) desde un punto de vista lógico-semántico, las relaciones entre texto e imagen en un libro
álbum pueden ser de expansión, lo cual implica una elaboración, esto es cuando uno de los
elementos da una descripción más detallada del otro, que es lo que se produce aquí 18. La
imagen aporta, así, nuevos significados.
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Según el autor, las relaciones entre texto e imagen pueden ser de expansión o de proyección. La expansión se
puede dar a través de elaboración, cuando uno de los elementos da una descripción más detallada del otro;
extensión cuando uno de los elementos entrega información adicional o complementaria de lo que ya se ha
dicho; y amplificación o realce cuando el texto o la imagen se califican uno a otro en términos circunstanciales
de razón, propósito, tiempo. Finalmente, los procesos de proyección se refieren a mecanismos de cita o
(12) Como antes, tenemos mucho para contarnos: cosas nuevas, cosas distintas.
reproducción que se pueden establecer entre la imagen y el texto, o viceversa. Para ampliar el tema, consular
Chiuminatto Orrego (2011).
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“La relación entre la metaimagen y el resto de la imagen en que está incluida es hasta cierto punto similar a la
relación entre la imagen y la realidad que la rodea. Más exactamente: la relación metaimagen-imagen significa la
relación imagen mundo real” (ALESSANDRIA, 1996, p. 87, citado en BAJOUR, 2016, p. 39).
(13) Volvíamos a casa sin hablar con nadie y alguna vez nos perdimos en la
ciudad. Pero así aprendimos a conocerla.
(14) Es verdad que no nací aquí, pero en este lugar aprendí a vivir.
(15) Un hueco puede parecer un lugar desolador y sin embargo cada día me doy
una vuelta por ahí, porque es un sitio cálido, inspirador, un sitio reparador y sobre
todo seguro.
Es que hay huecos y huecos y creo que el mío me acompañará siempre porque sin
este hueco, ya no soy yo.
HANÁN DÍAZ, F. Leer y mirar el libro álbum: ¿un género en construcción? Bogotá, Grupo
Editorial Norma, 2007.
SARDI, V. Estéticas para la infancia. El libro álbum como género de ruptura. Boletín de Arte.
Año 13 N° 13. Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano. Facultad de Bellas Artes
- Universidad Nacional de La Plata, p.1-17, 2013.
SORIANO, M. La literatura para niños y jóvenes. Guía de exploración de sus grandes temas.
Traducción, adaptación y notas de Graciela Montes. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 2005.
CORPUS