Rhema y Logos
Rhema y Logos
Rhema y Logos
La riqueza que expresa el griego es evidente ha medida que profundizamos su estudio.
Existe dos palabras para traducir "palabra" en la Biblia. La primera es "logos", que
comúnmente indica la expresión de un idea completa pero a través del medio escrito.
Contrastando con esto esta la palabra "rhema", que suele referirse a algo dicho o hablado.
Cuando podemos entender esta diferencia hay muchas cosas que amplían su significado,
por ejemplo;
Rom. 10:8-9 "Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la "palabra", en tu boca y en tu corazón. Esta
es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo"
Cuando Pablo dice, cerca de ti está la palabra, no habla de la "Palabra escrita" sino de la
palabra revelada de Dios en nuestras vidas, esto es la palabra dicha.
Muchos de nosotros perdemos el verdadero sentido de un mensaje por no distinguir esta
diferencia.
Ef. 6:16-17 "Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos
de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la
"palabra" de Dios" Es interesante notar que Pablo aquí menciona que la espada del Espíritu
es la "palabra", entendiendo que el vocablo original es "rhema". Dicho de otra forma, en
nuestra lucha contra el adversario se nos recomienda utilizar la palabra dicha o hablada, no
la palabra escrita.
Muchas promesas que Dios nos da son "rhema", palabras frescas, reveladas y en muchos
casos exclusivas para una situación o persona.
En el Nuevo Testamento encontramos que el vocablo "Rhema" se utiliza en los siguientes
versos:
Rhema
Mt. 12:36, 18:16, 27:14
Mr. 9:32, 14:72
Lc. 1:37, 1:38, 2:15, 2:29, 2:50, 3:2, 9:45, 18:34
Hch. 10:37, 28:25
Ro. 10:8
2Co. 13:1
Ef. 6:17
He. 6:5
1P. 1:25
Por otro lado, los versos en los que se menciona el vocablo "logos" son:
"logos"
Mt. 5:37, 28:15
Mr. 4:15
Lc. 4:332, 4:36, 5:15, 7:17, 8:11
Jn. 1:1, 1:14, 4:37, 6:60, 7:36, 8:37, 10:35, 12:38, 12:48, 14:24, 15:25,
17:17, 18:9, 18:32, 21:23
Hch. 6:5, 6:7, 11:22, 12:24, 13:15, 13:26, 13:49, 17:13, 19:20
Ro. 9:6, 9:9
1Co. 1:18, 2:4, 12:8, 14:36, 15:54
2Co. 1:18, 10:10
Ef. 4:29, 6:19
Col. 3:16, 4:6
1Tes. 1:8
2Tes. 3:1
1Ti. 1:15, 3:1, 4:9
2Ti. 2:9, 2:11, 2:17
Tit. 2:5, 3:8
He. 2:2, 4:2, 4:12, 4:13, 5:11, 7:28
1Jn. 1:10, 2:7, 2:14
Ap.19:13
Le sugerimos que revise los versos anteriores en algún momento, encontrará mucha
riqueza.
LOS NOMBRES DE DIOS
Jehová-Elohiym.
El término general en hebreo para Dios es Elohiym. En ocasiones se utiliza con un artículo
determinado, en otras sin él. En total aparece 2555 veces. En 2310 de estos casos se utiliza
como nombre del Dios vivo y verdadero, pero en 245 pasajes es utilizado en sentidos
inferiores.
Aunque es de forma plural, este nombre se utiliza por lo general con un verbo singular
cuando se refiere al verdadero Dios.
Este nombre representaba propiamente a Un solo Ser, que se ha revelado al hombre como
Creador, Gobernante y Señor. Este era Su propio y peculiar titulo, y debiera limitarse a El.
Consiguientemente leemos "En el principio Dios (Elohiym, 430, en plural) creó (en
singular) los cielo y la tierra" (Gn.1:1)
En el caso del hebreo el concepto de figura plural no tiene la misma implicación que en
otros idiomas; si en nuestro idioma plural es sinónimo de número, en el hebreo es sinónimo
de calidad.
Jehová - Shadday.
El nombre Shadday se traduce como Omnipotente o Todopoderoso.
En la LXX se traduce con las palabras Dios, Señor y Todopoderoso (u Omnipotente). En
cinco pasajes hallamos que podríamos traducir como Todosuficiente. Jerónimo adoptó la
palabra Omnipotente, Todopoderoso (u Omnipotente), y otras versiones han seguido sus
huellas.
El título Shadday indica realmente la plenitud y riqueza de la gracia de Dios, y al lector
hebreo le recordaría que todo don bueno y perfecto desciende de Dios-que El nuca se cansa
de derramar Sus misericordias sobre Su pueblo, y que está más que bien dispuesto a darles
a ellos que ellos a recibir. El término está relacionado con una raíz que significa un pecho,
y de ello la idea es similar a la contenido en nuestra palabra exuberancia. Quizá la palabra
dadivoso comunicaría el sentido con mayor precisión.
Jehová - Adonay.
La palabra generalmente traducida "Señor", o "mi Señor", es Adonay. Es una forma
especial de Adown, término que significa "amo", y que se corresponde exactamente con el
griego Kurius.
Jehová - Yahweh.
Es un hecho extraño, con respecto a la palabra Jehová, que los críticos difieran como
difieren acerca de su pronunciación, origen y significado. La primera dificultad a surgido
debido a misterio con el que los judíos siempre han envuelto este nombre sagrado y (según
los judíos) incomunicable; pero podemos reposar satisfechos con la pronunciación
tradicional de esta palabra hasta que haya razones más poderosas que las que se dan por
ahora para su cambio por Yahweh u otras formas. Sea cual fuere la opinión acerca de
Elohim, se esta de acuerdo en que Jehová no es un nombre genérico o de clase, sino un
nombre personal o propio. Maimónides dice que todos los nombres de Dios que aparecen
en las escrituras se derivan de sus nombres de Dios que aparecen en las Escrituras se
derivan de sus obras a excepción de uno y este es Jehová.
El nombre Jehová expresa no cualidades de su persona, ni una faceta de su personalidad,
sino su nombre propio. Jehová es el nombre del Dios único y verdadero. Dice la palabra
"mi Dios", pero nunca "mi Jehová"; se habla del "Dios de Israel", pero no del "Jehová de
Israel", porque no hay otro Jehová, se habla de "el Dios viviente", pero nunca de "Jehová
viviente", porque no se puede concebir de Jehová más que como viviente.
Jehová - tsidkenu.
Justicia nuestra "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en El". (2Co.5:21)
Jehová - m'Kaddesh.
Nuestro santificador "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensiblemente para la venido de nuestro
Señor Jesucristo." (1Tes.5:23)
Jehová - Shalom.
Nuestra paz "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo." (Fil.4:7)
Jehová - Sama.
Dios con nosotros y en nosotros "No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros?" (1Co.3:16)
Jehová - rafa.
Nuestro sanador "Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El
es quien perdona todas iniquidades, El que sana todas tus dolencias." (Salmo 103:2,3)
Jehová - jireh.
Nuestra provisión "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en el, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en el está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."
Jehová - nisi.
Nuestro estandarte "Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Señor Jesucristo." (1Co.15:57)
Jehová - rohi.
Nuestro pastor que nos da seguridad y confianza "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco
y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano." (Juan10:27,28)
Jehová - sabaot.
Nuestro suplidos y dador de victoria "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, Cómo no nos dará también con El todas las cosas?" (Ro.8:32)
Dentro del mundo hebreo el sentido del nombre de algo o alguien es determinante. En
muchos casos, este expresa la realidad o características del mismo, en otros expresa la fe o
esperanza que se depositó en ellos. Se puede ver este principio en la actitud de Dios al
cambiar el nombre de varios personajes bíblicos.
A continuación, desarrollamos algunos detalles mas en torno a este singular tema.
Elohim:
Es usado 2570 veces; se refiere al poder y la fuerza de Dios.
Génesis 1:1
Salmo 19:1
B. El:
Cuatro compuestos de su nombre. Hay dos ocasiones significativas en las que se usó este
nombre en el Antíguo Testamento. Una fue en labios de primer soberano de Jerusalén, y la
otra del primer pecador de la historia.
1. Elyon: el poderoso más poderoso.
El primer soberanos de Jerusalén (Melquisedec) Génesis 14:17-20
El primer pecador de la historia (Satanás) Isaías 14:13,14
Roi: el poderoso que ve. En génesis 16, una iracunda y estéril había echado a su sirvienta
embarazada y arrogante Hagar al desierto. Cuando ya no quedaba ninguna esperanza de
sobrevivir, esta muchacha egipcia y pagana fue visitada y atendida por El Roi mismo: el
Dios poderoso que ve. Génesis 16:13
Shaddai: el que tiene seno. Es usado cuarenta y ocho veces en el Antiguo Testamento. La
palabra hebrea Shad se usa frecuentemente para designar el seno de una madre que
amamanta. Génesis 17:1 Esta revelación de Dios le llegó a Abraham en un momento de
mucha necesidad en su vida. Su pecado al casarse con Hagar indudablemente le estorbó en
su comunión plena y libre con Dios. A parte de eso era un hombre anciano de casi cien
años, humanamente incapaz de engendrar el hijo que esperaba.
Olam: el Dios eterno. Isaías 40 generalmente se considera uno de los más grandes
capítulos del Antiguo Testamento. El profeta empieza prediciendo tanto la primera como la
segunda venida de Cristo, después contrasta el impresionante poder del verdadero Dios con
la miserable impotencia de todos los ídolos. Pero al pueblo de Israel le era difícil aceptarlo,
buscando una explicación a cómo disipar las dudas de Israel, Isaías declara la tremenda
palabra del capítulo 40 versos 28 al 31.
Adonai:
Amo, Señor, Dioses dueño de toda su creación. Malaquías 1:6. El nombre hebreo del
Antiguo Testamento Adonai y su contra parte griega del Nuevo Testamento Kirios describe
la relación entre el amo y el esclavo con una doble implicación:
El amo tiene derecho de exigir la obediencia
El esclavo tiene la obligación de exigir provisión
Jehová:
El nombre más común de Dios. Aparece 6823 veces. El Dios de existencia propia, el Dios
del pacto Génesis 2:4. Este nombre a generado formas compuestas con otras palabras
hebreas, queriendo destacar o realzar algún aspecto especial de Dios:
Jireh: el Señor proveerá. Génesis 22:14,14
Nisi: el Señor es mi estandarte Exodo 17:15
Shalom: El Señor es paz Jueces 6:24
Sabaot: El Señor de las huestes (referencia al Señor como el capitán de los ejércitos
celestiales) Salmo 68:17; 104:4
Maccaddeschcem: el Señor tu santificador: Exodo 31:13
Rohi (Raah): el Señor mi pastor Salmo 23:1
Tsidkenu: el Señor nuestra justicia Jeremías 23:6
Sama: el Señor que está presente Ezequiel 48:35
Rafa: el Señor nuestro sanador Exodo 15:26
LOS NOMBRES DE DIOS (Parte II)
Dentro del mundo hebreo el sentido del nombre de algo o alguien es determinante. En
muchos casos, este expresa la realidad o características del mismo, en otros expresa la fe o
esperanza que se depositó en ellos. Se puede ver este principio en la actitud de Dios al
cambiar el nombre de varios personajes bíblicos.
A continuación, desarrollamos algunos detalles mas en torno a este singular tema.
Elohim:
Es usado 2570 veces; se refiere al poder y la fuerza de Dios.
Génesis 1:1
Salmo 19:1
B. El:
Cuatro compuestos de su nombre. Hay dos ocasiones significativas en las que se usó este
nombre en el Antíguo Testamento. Una fue en labios de primer soberano de Jerusalén, y la
otra del primer pecador de la historia.
1. Elyon: el poderoso más poderoso.
El primer soberanos de Jerusalén (Melquisedec) Génesis 14:17-20
El primer pecador de la historia (Satanás) Isaías 14:13,14
Roi: el poderoso que ve. En génesis 16, una iracunda y estéril había echado a su sirvienta
embarazada y arrogante Hagar al desierto. Cuando ya no quedaba ninguna esperanza de
sobrevivir, esta muchacha egipcia y pagana fue visitada y atendida por El Roi mismo: el
Dios poderoso que ve. Génesis 16:13
Shaddai: el que tiene seno. Es usado cuarenta y ocho veces en el Antiguo Testamento. La
palabra hebrea Shad se usa frecuentemente para designar el seno de una madre que
amamanta. Génesis 17:1 Esta revelación de Dios le llegó a Abraham en un momento de
mucha necesidad en su vida. Su pecado al casarse con Hagar indudablemente le estorbó en
su comunión plena y libre con Dios. A parte de eso era un hombre anciano de casi cien
años, humanamente incapaz de engendrar el hijo que esperaba.
Olam: el Dios eterno. Isaías 40 generalmente se considera uno de los más grandes
capítulos del Antiguo Testamento. El profeta empieza prediciendo tanto la primera como la
segunda venida de Cristo, después contrasta el impresionante poder del verdadero Dios con
la miserable impotencia de todos los ídolos. Pero al pueblo de Israel le era difícil aceptarlo,
buscando una explicación a cómo disipar las dudas de Israel, Isaías declara la tremenda
palabra del capítulo 40 versos 28 al 31.
Adonai:
Amo, Señor, Dioses dueño de toda su creación. Malaquías 1:6. El nombre hebreo del
Antiguo Testamento Adonai y su contra parte griega del Nuevo Testamento Kirios describe
la relación entre el amo y el esclavo con una doble implicación:
El amo tiene derecho de exigir la obediencia
El esclavo tiene la obligación de exigir provisión
Jehová:
El nombre más común de Dios. Aparece 6823 veces. El Dios de existencia propia, el Dios
del pacto Génesis 2:4. Este nombre a generado formas compuestas con otras palabras
hebreas, queriendo destacar o realzar algún aspecto especial de Dios:
Jireh: el Señor proveerá. Génesis 22:14,14
Nisi: el Señor es mi estandarte Exodo 17:15
Shalom: El Señor es paz Jueces 6:24
Sabaot: El Señor de las huestes (referencia al Señor como el capitán de los ejércitos
celestiales) Salmo 68:17; 104:4
Maccaddeschcem: el Señor tu santificador: Exodo 31:13
Rohi (Raah): el Señor mi pastor Salmo 23:1
Tsidkenu: el Señor nuestra justicia Jeremías 23:6
Sama: el Señor que está presente Ezequiel 48:35
Rafa: el Señor nuestro sanador Exodo 15:26
EL DIA DE LA EXPIACION
«Pero en la segunda parte [del tabernáculo],sólo [entraba] el sumo sacerdote una vez al año,
no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo... Pero
estando ya presente Cristo, como sumo sacerdote de los bienes venideros...,por medio de su
propia sangre, entró una vez para siempre en el santuario, habiendo obtenido eterna
redención» (Hebreos 9:7,11,12.)
La enseñanza de la Escritura acerca del Día
Al repasar rápidamente las ordenanzas divinas acerca de este día, encontramos que sólo
aquel día en todo el año se permitía al sumo sacerdote entrar en el lugar santísimo, y ello
revestido de un vestido blanco peculiar, que difería del de los sacerdotes ordinarios en que
su cinto era también blanco, y no con los colores del Templo, mientras que la mitra del lino
que llevaba aquel día era de la misma forma, pero no de los mismos materiales que la mitra
que llevaba generalmente.
El simple blanco vestido, en distinción a los «vestidos dorados» que generalmente llevaba,
señalaba al hecho de que aquel día el sumo sacerdote aparecía no «como el novio de
Jehová», sino portando en su función oficial el emblema de aquella perfecta pureza que se
buscaba en las expiaciones de aquel día.
Así, en las profecías de Zacarías la remoción de las «Vestiduras sucias» y su revestimiento
con «ropa de gala» denotaban simbólicamente que «hago pasar de ti tu pecado». De manera
similar, los que están de pie más cerca de Dios son siempre descritos como vestidos «de
blanco». Y, debido a que éstos eran enfáticamente «los vestidos santos», «por ello» el sumo
sacerdote tenía que «lavar su cuerpo con agua, y entonces vestirse con ellos», esto es, no
debía simplemente lavarse las manos y los pies, como antes de los servicios normales, sino
bañar todo su cuerpo.
Números 29:7-11
Por Números 29:7-11 vemos que las ofrendas del Día de la Expiación eran realmente
triples: «el holocausto continuo», este es, los sacrificios diarios de la mañana y de la tarde,
con sus obligaciones y libaciones; los sacrificios festivos del día, que consistían, para el
sumo sacerdote y el sacerdocio, en «un carnero para el holocausto», y para el pueblo un
becerro joven, un carnero y siete corderos del primer año (con sus obligaciones) para
holocausto, y en un macho cabrío como sacrificios por el pecado; y, en tercer lugar, y
principalmente, los peculiares sacrificios expiatorios del día, que eran un becerro joven
como ofrenda para expiación por el sumo sacerdote, su casa, y los hijos de Aarón, y otra
ofrenda para expiación por el pueblo, que consistía en dos machos cabríos, uno de los
cuales debía ser inmolado, Y su sangre rociada, según lo prescrito, mientras que el otro
debía ser enviado lejos al desierto, llevando «todas las iniquidades de los hijos de Israel,
todas sus rebeliones y todos sus pecados» que habían sido confesados «sobre él», y puestas
sobre él por el sumo sacerdote.
Antes de seguir adelante, señalaremos lo siguiente en cuanto al orden de estos sacrificios;
primero, el sacrificio matutino ordinario; luego, los sacrificios expiatorios (un becerro, y
uno de los dos machos cabríos, siendo el otro el llamado macho cabrío de escape); luego
los holocaustos festivos de los sacerdotes y del pueblo; y con ellos otra ofrenda por el
pecado; y, finalmente el ordinario sacrificio vespertino, totalizado, como lo observa
Maimónides, quince animales sacrificiales. Según la tradición judía, todos los sacrificios de
aquel día eran llevados a cabo por el mismo sumo sacerdote, naturalmente con la ayuda de
otros, para cuyo propósito se decía que se empleaban más de 500 sacerdotes.
Naturalmente, si el Día de la Expiación caía en sábado, además de todos éstos se tenían que
ofrecer también los sacrificios ordinarios del sábado.
Sobre un principio previamente explicado, el sumo sacerdote compraba con sus propios
fondos el sacrificio ofrecido por él mismo y por su causa, pero el cuerpo sacerdotal
contribuía, a fin de tener ellos parte en la ofrenda, mientras que los sacrificios públicos por
todo el pueblo eran pagados por la tesorería del Templo.
Sólo mientras oficiaba en los servicios claramente expiatorios del día llevaba el sumo
sacerdote sus«vestidos de lino»; en todos los otros se vestía con sus «vestiduras doradas».
Esto le hacía necesario cambiar frecuentemente de vestido,y antes de cada sacrificio se
bañaba todo el cuerpo. todo esto se entenderá mejor con un relato más detallado del orden
del servicio, tal como se da en las Escrituras y por la tradición.
Los deberes del sumo sacerdote
Siete días antes del Día de la Expiación el sumo sacerdote salía de su propia casa en
Jerusalén, y pasaba a residir en sus cámaras en el Templo. Se designaba un sustituto para él,
en caso de que muriera y que quedara levíticamente incapacitado para sus deberes. La
puntillosidad rabínica iba tan lejos como para hacerlo rociar dos veces cenizas de la vaca
alazana, en el tercer día y en el séptimo de su semana de separación, en caso de que, sin
saberlo, se hubiera contaminado con un cuerpo muerto. También durante toda aquella
semana tenía que practicar los varios ritos sacerdotales, como el rociamiento con la sangre,
la combustión del incienso, encender la lámpara, el ofrecimiento del sacrificio diario, etc.
Porque, como ya hemos dicho antes, todos los servicios de aquel día le tocaban al sumo
sacerdote, y no debía cometer error alguno. Algunos de los ancianos del sanedrín eran
designados para cuidarse de que el sumo sacerdote comprendiera totalmente y conociera el
significado del servicio, y, en caso negativo, debía instruirle acerca de él. En la víspera del
Día de la Expiación se ponía ante ellos varios sacrificios, y no podía haber nada que le
fuera extraño acerca de los servicios del día siguiente. Finalmente, lo vinculaban con un
solemne juramento a no cambiar nada en los ritos del día. Esto se debía al temor del
concepto saducéo de que el incienso debía ser encendido antes de que el sumo sacerdote
entrara realmente en el lugar santísimo, mientras que los fariseos mantenían que esto sólo
debía ser hecho dentro del lugar santísimo. La
comida vespertina del sumo sacerdote antes del gran día debía ser parca.
Durante toda la noche debía estar oyendo y exponiendo las Sagradas Escrituras, ocuparse
en otras cosas, para no dormirse. A medianoche se echaban las suertes para quitar las
cenizas y preparar el altar, y para distinguir el Día de la expiación de todos los demás, se
preparaba cuatro fuegos, en lugar de los acostumbrados tres, en el gran altar del holocausto.
El servicio matutino
Los servicios del día comenzaban con el primer resplandor de luz del alba.
Ya se había dado entrada al pueblo en el santuario. Tanto celo tenían que contra cualquier
innovación o alteración que sólo un paño de lino excluía al sumo sacerdote de la vista del
público cuando, cada vez antes de cambiarse los vestidos , se bañaba -no en el lugar
ordinario de los sacerdotes, sino en uno especialmente apartado para su uso-. En total aquel
día se cambiaban los vestidos y se lavaban todo el cuerpo cinco veces, y diez veces las
manos y los pies. Cuando se anunciaba la primera luz del alba de la manera usual, el sumo
sacerdote se quitaba su vestido ordinario (de paisano), se bañaba, se ponía vestiduras
doradas, se lavaba las manos y los pies, y pasaba a ejecutar todas las partes principales del
servicio matutino ordinario. La tradición dice que inmediatamente después de esto ofrecía
ciertas partes de los holocaustos para el día, o sea, el becerro y los siete corderos,
reservando su propio carnero y el del pueblo, así como la ofrenda por el pecado de un
macho cabrío, hasta después de que hubieran sido traídos los especiales sacrificios
expiatorios del día. Pero el texto de Levítico 16:24 milita totalmente contra este punto de
viste, y nuestra que la totalidad de los holocaustos y de las ofrendas festivas por el pecado
eran traídas después de los sacrificios expiatorios. Al considerar la relación entre estos
servicios y sacrificios, esto era, en toda caso, de esperar, por cuanto un holocausto sólo
podía ser aceptable después, no antes de la expiación.
Ofrenda por el pecado
Acabado el servicio de la mañana, el sumo sacerdote se lavaba las manos y los pies, se
quitaba sus vestiduras doradas se bañaba, se ponía los «vestidos de lino», volvía a lavarse
las manos y los pies, y pasaba a la parte peculiar de los servicios del día. El becerro para su
ofrenda por el pecado había sido puesto entre el porche del Templo y el altar. Estaba
situado hacia el sur, pero el sumo sacerdote, que se encontraba mirando al este (esto es, a
los adoradores), volvía la cabeza del sacrificio hacia el oeste (esto es, para que mirara hacia
el santuario). Luego ponía ambas manos sobre la cabeza del becerro, y confesaba como
sigue:
« Ah JEHOVA! He cometido iniquidad; he transgredido; he pecado - yo y mi casa- Oh,
entonces JEHOVA, te ruego,cubre (expía, haya expiación por) las iniquidades, las
transgresiones y los pecados que he cometido, transgredido y pecado delante de Ti, yo y mi
casa, tal como esta escrito en la Ley de Moisés tu siervo:» Porque en este día se hará
expiación por vosotros, y sereís limpios de todos vuestros pecados delante de JEHOVA »
Se observara que en esta solemne confesión aparece tres veces el nombre JEHOVA. Se
pronunciaba otras tres veces en la confesión que el sumo sacerdote hacía sobre el mismo
becerro en representación del cuerpo sacerdotal; era pronunciado por séptima vez cuando
echaba la suerte en cuanto a cuál de los machos cabríos debía ser «para JEHOVA», y de
nuevo lo pronunciaba tres veces en la confesión sobre el llamado «macho cabrío de escape»
que llevaba los pecados del pueblo. Estas diez veces el sumo sacerdote pronunciaba el
nombre inefable de JEHOVA, y, al pronunciarlo él, los que estaban cerca se postraban con
sus rostros al suelo, mientras que la multitud respondía: «Bendito sea el nombre;la gloria de
su reino es para siempre jamas». Anteriormente se daba la práctica de pronunciar
claramente el llamado »Nombre Inefable«, pero después, cuando algunos intentaron
emplearlo con propósitos mágicos, comenzó a ser pronunciado de manera entrecortada, y,
tal como relata uno que había estado entre los sacerdotes en el Templo escuchando con
intensa atención para captar el misterioso nombre, éste quedaba ahogado entre el son de los
instrumentos de los sacerdotes, acompañando a la bendición del pueblo.
Elección del macho cabrío de escape
La primera parte del servicio de expiación, la que tenía que ver con el cuerpo sacerdotal,
había tenido lugar cerca del lugar santo, entre el porche y el altar. La siguiente se llevaba a
cabo cerca del pueblo adorante. En la parte oriental del atrio de los Sacerdotes, esto es,
cerca de los adoradores, y al lado norte del mismo, había una urna, llamada Calpi, en la que
había dos suertes de la misma forma, tamaño y material - en el segundo Templo eran de
oro- ;una llevaba la inscripción «la - JEHOVA», para Jehová, y la otra «la - Azazel», para
Azazel, dejando la expresión sin traducir por ahora. Estos dos machos cabríos eran puestos
de espalda y con sus rostros hacia el santuario (hacia el oeste). El sumo sacerdote estaba
ahora de cara la pueblo, mientras que, de pie entre su sustituto (a su derecha) y el cabeza
del turno de servicio (a su izquierda), agitaba la urna, ponía las dos manos dentro de ella y
sacaba a la vez las dos suertes, poniéndolas sobre las cabezas del macho cabrío.
Popularmente se consideraba un buen augurio si era la suerte de la derecha la que había
recaído «para Jehová».
Sin embargo, los dos machos cabríos debían ser idénticos en cuanto a apariencia, tamaño y
costo; y hasta tal punto se trataba de llevar a cabo la idea de que estos animales constituían
partes de uno y un mismo sacrificios, que se disponía que se comprara al mismo tiempo si
ello era posible. La importancia de esta idea será explicada después.
El macho cabrío mostrado al pueblo
Habiendo designado la suerte a cada uno de los machos cabríos, el sumo sacerdote ataba
una pieza de paño escarlata en forma de lengua a un cuerno del macho cabrío para Azazel,
el llamado «macho cabrío de escape», y otra alrededor de la garganta del macho cabrío para
Jehová, que debía ser inmolado. El macho cabrío que debía ser enviado fuera era ahora
vuelto hacia el pueblo, e se quedaba de cara a ellos, esperando, por así decirlo, hasta que
sus pecados fueran puestos sobre él, para llevarlos él «a una tierra no habitada». Desde
luego, no se podía concebir un tipo más marcado de Cristo, al ser sacado por Pilato y
quedar ante el pueblo, justo antes de ser conducido, llevando la iniquidad del pueblo. Y,
como si para añadir a la significación del rito, dice la tradición que cuando el sacrificio era
plenamente aceptado, la marca escarlata que había llevado el macho cabrío de escape se
volvía blanca, para simbolizar la promesa llena de gracia en Isaías 1:18; pero Añade que
este milagro no tuvo lugar durante cuarenta años antes de la destrucción del Templo!
La confesión de pecado y el sacrificio
Con esta presentación del macho cabrío de escape ante el pueblo comenzaba la tercera
parte, y la más solemne, de los servicios expiatorios del día. El sumo sacerdote volvía de
nuevo hacia el santuario, y por segunda vez ponía las manos sobre el becerro, que seguía
encontrandoce entre el porche y el altar, para confesar sobre él no sólo sus pecados y los de
su casa, como antes, sino también los del cuerpo sacerdotal. La formula empleada era
exactamente la misma que antes, con la adición de las palabras «la simiente de Aarón, tu
santo pueblo», tanto en la confesión como en la petición de expiación. Luego, el sumo
sacerdote inmolaba el becerro, recogía su sangre en un recipiente y lo daba a un asistente
para que lo agitara de continuo para impedir la coagulación. Dirigiéndose al altar del
holocausto, llenaba a continuación el incensario con carbones encendidos, y luego ponía un
puñado de incienso en el plato destinado para ello. Por lo general, todo lo que era traído en
el servicio de Dios tenía que ser llevado en la mano derecha, y el incienso en la izquierda.
Pero en esta ocasión, porque el incensario para el Día de la expiación era mas grande y
pesado que el usual, se la permitía al sumo sacerdote invertir el orden común. Todos los
ojos se fijaban intensamente en el santuario, mientras que, portando con lentitud el
incensario y el incienso, se veía desaparecer la figura del sumo sacerdote en sus blancos
ropajes adentro del lugar santo. Después de esto ya no se podía ver más sus movimientos.
El propiciatorio
El velo del lugar santísimo estaba abierto hacia adentro, y el sumo sacerdote se quedaba
solo y separado de todo el pueblo en la terrible oscuridad del lugar santísimo, sólo
iluminado por el rojo resplandor de las ascuas en el incensario del sacerdote. En el primer
Templo el arca de Dios se encontraba allí con el «propiciatorio» cubriéndola; encima de
ella, la presencia visible de Jehová en la nube del Shekiná, y a cada lado las extendidas alas
de los querubines; y el sumo sacerdote colocaba el incensario entre las varas del arca.
Estaba vacío. Y el sumo sacerdote descansaba su incensario sobre una gran piedra llamada
«piedra de fundamento». Con todo cuidado vaciaba ahora el incienso de su mano y lo
echaba sobre los carbones del incensario, tan lejos de el como le fuera posible, y esperaba a
que el incienso llenara el lugar santísimo. Luego retirándose hacia atrás, oraba fuera del
velo de esta manera.
«Que te plazca, oh Señor nuestro Dios, y Dios de nuestros padres, que ni en este día ni en
este año ni nos sobrevenga cautividad. Pero, si nos sobreviene cautividad esta día o este
año, que sea a un lugar en el que la ley es cultivada. Que te plazca , oh Señor nuestro Dios,
y Dios de nuestros padres que no venga escasez a nosotros, ni en este día ni este año. Pero
si nos visita escasez este día o este año, que se deba a la generosidad de nuestros actos de
caridad. Que te plazca ,oh Señor nuestro Dios y Dios de nuestros padres, que sea este año,
año de baratura, de plenitud, de relación y comercio; un año con abundancia de lluvias, de
sol y de rocío; año en el que tu pueblo Israel no necesite de ayuda mutua. Y nos des oído a
las oraciones de los que están para partir de viaje. Y en cuanto a tu pueblo Israel que ningún
enemigo se exalte contra ellos. Que te plazca, oh Señor nuestro Dios, y Dios de nuestros
padres, que las casa de los hombres de Sarón no se conviertan en sepulcros».
El sumo sacerdote no debía prolongar esta oración, no fuera que su prolongada ausencia
llenara al pueblo de temores por su seguridad.
El rociamiento de la sangre
Mientras se efectuaba la ofrenda de incienso en el lugar santísimo, el pueblo se apartaba de
sus cercanías y adoraba en silencio. Al final el pueblo veía al sumo sacerdote saliendo del
santuario, y sabía que el servicio había sido acepto. Rápidamente tomaba del asistente, que
la, había estado agitando de continuo, la sangre del becerro. Volvía entonces a entrar en el
lugar santísimo, y rociaba con su dedo una vez hacia arriba, hacia donde había estado el
propiciatorio, y siete veces hacia abajo, contando mientras lo hacía: «Una vez» (hacia
arriba), «una y una vez» (hacia abajo), «una vez dos veces» y así hasta «una vez y siete
veces», repitiendo siempre la palabra «una vez», que se refería al rociamiento hacia arriba,
a fin de impedir cualquier error. Saliendo del lugar santísimo, el sumo sacerdote depositaba
ahora el cuenco con la sangre delante de el velo. Luego inmolaba el macho cabrío separado
para Jehová, y, entrando en el lugar santísimo por tercera vez, rociaba como antes, una vez
hacia arriba y siete veces hacia abajo en dirección al velo, fuera del lugar santísimo, y luego
hacía lo mismo con la sangre del macho cabrío. Finalmente, derramando la sangre del
becerro en el cuenco que contenía la del macho cabrío, y de nuevo la mezcla de las dos en
el que había contenido la sangre del becerro, a fin de mezclar ambas del toda rociaba cada
uno de los cuernos del altar del incienso, y luego haciendo sitio sobre el altar, siete veces la
cubierta del altar del incienso. Así, rociaba cuarenta y tres veces con la sangre expiatoria,
teniendo cuidado de que su propio vestido no se manchara con la sangre cargada de pecado.
La sangre que se quedaba la derramaba el sumo sacerdote en el lado occidental de lo base
del altar del holocausto.
La conclusión de la purificación
Mediante estas ofendas expiatorias el sumo sacerdote había purificado el santuario en todas
sus partes de la contaminación del sacerdocio y de los adoradores. El lugar santísimo, el
velo, el lugar santo, el altar del incienso y el altar del holocausto estaban ahora purificados
por igual, por lo que respecta al cuerpo sacerdotal y al pueblo; y en su relación con el
santuario quedaban expiados tanto los sacerdotes como los adoradores. Hasta allí donde la
Ley podía darlo, había ahora otra vez libre acceso para todos; o para expresarlo de otra
manera, quedaba otra vez restaurada y asegurada la continuación de la comunión sacrificial
tipológica con Dios. Si no hubiera sido por estos servicios, les hubiera llegado a ser
imposible a los sacerdotes y al pueblo ofrecer sacrificios, y obtener así el perdón de los
pecados, o tener comunión con Dios. Pero las conciencias no estaban aún libres del
sentimiento de culpa y pecado personales. Esto quedaba por hacer por medio del «macho
cabrío de escape». Todo esto parece claramente implicado en las distinciones que se hacen
en levítico 16:33: «Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión;
también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por el pueblo de la
congregación».
El macho cabrío de escape
Por solemnes que hubieran sido los servicios hasta ahora, los adoradores pensarían
principalmente, llenos de maravilla, en el hecho de que el sumo sacerdote hubiera entrado a
la inmediata presencia de Dios, saliendo vivo de allí, y asegurándoles mediante la sangre la
continuación de los privilegios del Antiguo Testamento de los sacrificios y del acceso a
Dios por medio de ellos. Lo que tenía lugar ahora les atañía aún mas cerca, si tal cosa fuera
posible. Ahora iban a serles quitados sus propias culpas personales y pecados, ello en un
rito simbólico, uno que era al mismo tiempo el más misterioso y el más significativo de
todos. Todo esto mientras que el «macho cabrío de escape», con la «lengua de escarlata»
que hablaba de la culpa que iba de llevar, había estado mirando hacia el este, frente al
pueblo, esperando la terrible carga que iba a llevar «a tierra no habitada». Poniendo ambas
manos en la cabeza de este macho cabrío, el sumo sacerdote confesaba ahora y rogaba:
«Ah, JEHOVA!, ellos ha cometido iniquidad; han transgredido; han pecado - tu pueblo la,
casa de Israel- Oh, entonces JEHOVA! cubre (expía), te ruego, sus iniquidades, sus
transgresiones y sus pecados, que malvádamente han cometido, transgredido y pecado
delante de Ti- tu pueblo, la casa de Isreal-. Como esta escrito en la Ley de Moisés, tu
siervo, diciendo: "Porque en este día se hará expiación por vosotros, y series limpios de
todos vuestros pecados delante de JEHOVA"».
Y mientras la postrada multitud adoraba al oír el nombre de Jehová, El sumo sacerdote
volvía su rostro hacia ellos al proclamar la últimas palabras: «Seréis limpios!», Como
declarándoles la absolución y remisión de sus pecados
El macho cabrío enviado al desierto
Luego seguía una extraña escena. Loa sacerdotes conducían al macho cabrío cargando con
sus pecados a través del «Porche de Salomón», y, según lo dice la tradición, a través de la
puerta oriental, que se abría hacía el monte de los Olivos. Aquí un puente sobre las arcadas
salvaba el valle que se interponía, y sobre él llevaban al macho cabrío al monte de los
Olivos, donde uno, especialmente designado para ello, se encargaba de él.
La tradición ordena que sea un extraño, un no israelita, Como para hacer más notable aún el
tipo de Aquel que fue entregado por Israel a los gentiles! La escritura no nos dice nada mas
acerca del destino del macho cabrío que llevaba sobre sí todas las iniquidades de los hijos
de Israel, excepto que «lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto»,
y que «dejara ir al macho cabrío por el desierto». Pero la tradición suplementa esta
información. La distancia entre Jerusalén y el comienzo del «desierto» se calcula en
noventa estadios, haciendo precisamente diez intervalos, cada uno de ellos de media
jornada de sábado del otro. Al final de cada uno de estos intervalos había una estación,
ocupada por una o más personas, designadas para esto, que ofrecían refrigerio al hombre
que llevaba al macho cabrío, y que luego lo acompañaban a la siguientes estación. Con
estos se conseguían dos cosas: algunas personas de confianza acompañaban al macho
cabrío durante todo este viaje, y sin embargo ninguno de ellos caminaba más de un camino
de sábado - esto es, medio camino de ida, y el otro medio de vuelta -. Al final llegaban al
borde del desierto. aquí se detenían, contemplado desde lejos, mientras que el hombre
conducía al macho cabrío, desgarra la mitad de la «lengua de escarlata» y la fijaba en un
acantilado; luego, conduciendo al animal hacia atrás, lo desempeñaba sobre el acantilado.
Había un momento de pausa, y el hombre, ahora contaminado por su contacto con el
portador del pecado, se volvía hacia la última de las diez estaciones, donde pasaba el resto
del día y la noche. pero la llegada del macho cabrío al desierto era inmediatamente
telegrafiada, mediante banderas de estación en estación, hasta que, pocos minutos después,
y musitado de oído en oído, que «el macho cabrío había llevado sobre si todas sus
iniquidades a tierra no habitada».
El significado del rito
¿Cuál era, pues, el significado de un rito del que dependían cuestiones de tanta
importancia? Todo acerca de él parece extraño y misterioso: la suerte que lo designaba, y
ello «para Azazel» el hecho de que aunque era la más grande de todas las ofrendas por el
pecado, ni era la más grande de todas las ofrendas por el pecado, ni era sacrificado, ni su
sangre rociada en el Templo; y la circunstancia de que era realmente sólo parte de un
sacrificio siendo que los dos macho cabríos constituían un sólo sacrificio, siendo uno de
ellos inmolado, y el otro «soltado», no habiendo ningún otro caso análogo de este tipo
excepto en la purificación del leproso, en la que una avecilla era muerta, y la otra mojada
con su sangre y soltada-. Así, estos dos sacrificios -el primero en la remoción de lo que
simbólicamente representaba el pecado inhabitante, el otro de culpa contraída -concordaban
en demandar dos animales, de los que uno era muerto, y el otro «soltado». Este no es el
lugar para discutir la varias posturas que se mantiene acerca del sentido del macho cabrío
de escape. Pero es demoledor de cada una y todas las interpretaciones recibidas que los
pecados del pueblo fueran confesados no sobre el macho cabrío que era muerto, sino en el
que era «soltado en el desierto», y que era este macho cabrío, no el otro, el que «llevaba
sobre si todas la iniquidades» del pueblo. Por lo que respectaba a la conciencia, este macho
cabrío era la verdadera y única ofrenda por el pecado por todas las iniquidades de los hijos
de Israel, y todas sus transgresiones en todos sus pecados», porque sobre él había cargado
el sumo sacerdote los pecados
del pueblo, después de haber «acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y
el altar» mediante la sangre del becerro y del otro no había hecho ni podía hacer más,
porque «no pueden hacer perfecto en cuanto a la conciencia, al que práctica este culto». La
representación simbólica de este perfeccionamiento tenía lugar por medio del macho cabrío
vivo, el cual, cargado con los pecados confesado del pueblo, se los llevaba «al desierto», a
«una tierra no habitada». El único significado de lo que esto parece realmente capaz es que
aunque la culpa confesada era quitada del pueblo y puesta sobre la cabeza del macho cabrio
no era muerto, sino sólo enviado lejos, a «tierra no habitada», del mismo modo, bajo el
Antiguo Pacto, el pecado no quedaba realmente borrado, sino sólo quitado del pueblo, y
echado a un lado hasta que Cristo viniera, no sólo a tomar sobre sí la carga de la
transgresión, sino borrarla y purificarla.
La enseñanza de la Escritura
Así contemplado, no sólo el texto de Levítico 16 sino también el lenguaje de Hebreos 9 y
10, que se refieren principalmente al Día de la Expiación, se vuelve llano, La «sangre»,
tanto del becerro como del macho cabrío que el sumo sacerdote llevaba «una vez al año»
dentro «del velo sagrado», era «ofrecida por sí mismo (incluyendo al cuerpo sacerdotal) y
por los yerros (o más bien, ignorancias) del pueblo». En el lenguaje de Levítico 16:20,
reconciliaba «el lugar santo, y el tabernáculo de la congregación, y el altar», esto es, tal
como ya se ha explicado, posibilitaba la continuación del culto sacrificial por parte de los
sacerdotes y del pueblo. Pero este macho cabrío vivo, «soltado» en el desierto sobre el que,
en el lenguaje exhaustivo de Levítico 16:21, el sumo sacerdote había confesado y puesto
«todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus transgresiones en todos sus
pecados», significaba algo totalmente diferente. Significaba la inherente «debilidad e
indiferencia del mandamiento», significaba que «la ley no llevó nada a la perfección la
misericordia del pacto de Dios la culpa y el pecado eran verdaderamente quitados del
pueblo, que quedaban «cubiertos y en este sentido expiados, o más bien que quedaban a la
vez «cubiertos» y quitados, pero que no fueron realmente llevados y destruidos hasta que
Cristo llegó; que sólo eran llevados a una tierra no habitada, hasta que El los borrara
mediante su propia sangre; que la provisión que el Antiguo Testamento hizo era sólo
preparatoria y temporal, hasta el perdón de los pecados, y con él el espíritu de adopción,
sólo resurrección de «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo». Así, en el sentido
más pleno, era cierto de los «padres» que «no recibieron la promesa, habiendo Dios
provisto para nosotros alguna cosa mejor; para que ellos no fuesen perfeccionados aparte de
nosotros».
Porque «la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros», no podía «hacer perfectos a
los que se acercan», ni tampoco era posible que«la sangre de los toros y de los machos
cabríos no puede quitar los pecados». El macho cabrío «suelto» era cada año un quitador d
pecados que sin embargo nunca los quitaba en el sentido de borrarlos; sólo eran
depositados, por así decirlo, y reservados, hasta que viniera Aquel «a quien Dios puso
como propiciación por medio de la fe en su sangre, para mostrar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados cometidos anteriormente. «Y por eso es
mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para redención de las
transgresiones que había durante el primer pacto los llamados reciban la promesa de la
herencia eterna».
No es este el lugar para seguir el argumento más allá. Una vez comprendido, vendrán a la
mente muchos pasajes que manifiestan cómo la remoción del pecado, en el Antiguo
Testamento, es expuesta en la misma ley como habiendo sido completa, ciertamente, por lo
que al individuo concernía, pero no de manera real y con referencia a Dios, Hasta que vino
Aquel que fue la realidad a la que señalaban estos tipos, y que «ahora, en la consumación
de los siglos, ha sido manifestando una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para
quitar de en medio el pecado». Y así los mismos tipos demostraron su propia inadecuación
e insuficiencia, mostrando que eran sólo«sombra de los bienes venideros, no la
representación misma de las cosas». Con esto concuerdan también los términos mediante
los cuales la expiación es designada en el Antiguo Testamento como un «cubrimiento» por
un sustituto, y el propiciatorio como «el lugar del cubrimiento».
El término «la - Azazel»
Después de este es de relativamente poca importancia discutir, hasta allí donde podamos en
estas páginas, la cuestión del significado del término «la - Azazel». Siendo que son
insostenibles tanto la interpretación que hace de ello una designación del macho cabrío
mismo (como « macho cabrío de expiación» en la BAS) como la que lo referí una cierta
localidad en el desierto, quedan dos otros puntos de vista, uno de los cuales considera a
Azazel como una persona, y denotando Satán, mientras que la otra traduciría el término
como«total remoción». Las insuperables dificultades relacionadas con el primero de estos
conceptos se ven ya de entrada. Con referencia al segundo, se puede decir que no sólo se
hace violencia a la gramática hebrea, sino que implica que el macho cabrío que debía ser
para«total remoción» no debía siquiera ser sacrificado, sino realmente«¡soltado!»
La palabra Azazel, que aparece sólo en Levítico 16, se deriva - y en ello hay
consentimiento general- de una raíz que significa «poner a un lado del todo» o «para irse
fuera del todo». Por ello, tanto si traducimos «la - Azazel» como «para el que es totalmente
echado a un lado», esto es, el Cristo que llevó el pecado, o «para ser totalmente separado» o
«puesto totalmente a un lado o afuera», la verdad sigue siendo la misma, como señalamos a
través de la remoción temporal y provisional del pecado por parte del macho cabrío,
«dejado ir» en «la tierra no habitada», hacia la remoción final, real y completa del pecado
por parte del Señor Jesús, como leemos en Isaías 53:6: «Jehová cargó sobre él la iniquidad
de todos nosotros» .
MEDITACIÓN DE LA PALABRA.
Jesús dijo: "Escudriñais las escrituras porque a vosotros os parece que en ellas hallaréis la
Vida eterna" (Jn. 5:39). Una paráfrasis aclara más aún: "Si vosotros escudriñais las
escrituras, os daríais cuenta que Yo soy la Vida Eterna". De otra forma podríamos decir: "si
ustedes estudian las escrituras como presumen hacerlo, me reconocerían me descubrirían".
En meditar no es el conocimiento filosófico, es descubrir a Cristo en la Palabra y que esa
Palabra se haga vida en nosotros. Un significado interesante de meditar es "rumiar". La
vaca es un animal rumiante, y todo el tiempo está dando vueltas a la comida dentro de su
estómago, incluso en horas de la noche.
En el libro de Santiago vemos que: Y como dice la escritura, el Espíritu nos anhela
celosamente para Dios" Cuando habla de la "Escritura", se refiere al Antiguo Testamento;
Jesús predicaba la Escritura y Pablo hablaba de la Escritura. Ambos refiriéndose al Antiguo
Testamento y la verdad es que nunca entenderemos en Nuevo Testamento sino leemos sus
raíces, el Antiguo Testamento. En todo lo que implica nuestra meditación de la Palabra,
vale más la inspiración del Espíritu; es decir, el Espíritu de la letra.
RUMIAR LA PALABRA
1. MEMORIZAR (Aprender versículos y la escritura del texto)
Al memorizar versículos bíblicos, nuestro intelecto que va recibiendo el impacto de la
Palabra. La lectura de esta Palabra es muy provechosa porque quien lee cambia la escritura
de sus pensamientos. Si queremos pensar como Dios, debemos llenar nuestra mente se su
Palabra. "de la abundancia del corazón habla la boca" (Salmos...), si no tenemos la Palabra
guardada, memorizada, lo único que hablaremos será lo opuesto a Dios. La memorización
trae limpieza a nuestra mente, la Palabra provoca higiene mental.
Prejuicio Conclusión
1. Dios no puede No es palabra de Dios engendrar lo que enseñe que Jesús es el unigénito
Hijo de Dios.
2. Dios no existe No creo en la Biblia.
3. Dios no es una Rechazan la Biblia como persona. Revelación de "Yo soy el
que soy.
4. Dios no puede La Biblia es humana. Comunicar su verdad a través de pecadores sin
distorcionarla.
2.4 Si adoptamos como definición de historia un conocimiento del pasado basado en el
testimonio es importante determinar cuan digna de confiar es la veracidad de sus testigos.
LOS PATRIARCAS Y EL PACTO DE DIOS
Pactos a Abraham
Génesis 12:1-5 "Entonces Jehovah dijo a Abram: "Vete de tu tierra, de tu parentela y de la
casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te
maldigan maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra." Abram se fue,
como Jehovah le había dicho, y Lot fue con él. Abram tenía 75 años cuando salió de Harán.
Abram tomó a Sarai su mujer, a Lot su sobrino y todos los bienes que habían acumulado y
a las personas que habían adquirido en Harán; y partieron hacia la tierra de Canaán.
Después llegaron a la tierra de Canaán,"
Análisis
Promesa de Dios :
- Te haré una gran nación
- Te bendeciré y te engrandeceré
- Bendeciré a los que te bendigan
- En ti serán benditas todas las naciones
Responsabilidad :
- Vete de tu tierra
- Vete de tu parentela
- Vete a la tierra que te mostraré
Génesis 15:18-21 "Aquel día Jehovah hizo un pacto con Abram diciendo: --A tus
descendientes daré esta tierra, desde el arroyo de Egipto hasta el gran
río, el río Eufrates; la tierra de los queneos, quenezeos, cadmoneos,
heteos, ferezeos, refaítas, amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos."
Análisis
Promesa de Dios :
- A tus descendientes daré esta tierra
Responsabilidad :
- No se menciona ninguna
Génesis 17:1-16 "Abram tenía 99 años cuando Jehovah se le apareció y le dijo: --Yo soy el
Dios Todopoderoso; camina delante de mí y sé perfecto. Yo cumpliré mi pacto entre yo y
tú, y te multiplicaré en gran manera. Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él
diciendo: --He aquí que mi pacto es contigo: Tú serás padre de muchas naciones. Ya no se
llamará más tu nombre Abram; tu nombre será Abraham, pues te he constituido en padre de
una multitud de naciones. Yo te haré muy fecundo; de ti haré naciones, y reyes saldrán de
ti. Yo establezco mi pacto como pacto perpetuo entre yo y tú, y tu descendencia después de
ti por sus generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. Yo te daré en
posesión perpetua, a ti y a tu descendencia después de ti, la tierra en que resides, toda la
tierra de Canaán. Y yo seré su Dios. Dios dijo de nuevo a Abraham: --Pero tú guardarás mi
pacto, tú y tus descendientes después de ti, a través de sus generaciones. Este será mi pacto
entre yo y vosotros que guardaréis tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre
vosotros será circuncidado. Circuncidaréis vuestros prepucios, y esto será la señal del Pacto
entre yo y vosotros. A los ocho días de nacido será circuncidado todo varón de entre
vosotros, a través de vuestras generaciones; tanto el nacido en casa como el comprado con
dinero a cualquier extranjero que no sea de tu descendencia. Deberá ser circuncidado el
nacido en tu casa y el comprado con tu dinero. Así estará mi pacto en vuestra carne como
pacto perpetuo. El hombre incircunciso, que no haya circuncidado su prepucio, esa persona
será borrada de su pueblo, porque ha violado mi pacto. Dios dijo también a Abraham: --A
Sarai tu mujer no la llamarás más Sarai; Sara será su nombre.
Yo la bendeciré y también te daré de ella un hijo. Sí, yo la bendeciré; ella será madre de
naciones, y de ella procederán reyes de pueblos."
Análisis
Promesa de Dios :
- Serás padre de muchas naciones
- Te multiplicaré en gran manera
- Reyes saldrán de ti
- Estableceré mi pacto con tus descendientes
- Toda la tierra de Canaán para ti y tus descendientes
Responsabilidad :
- Caminar en la voluntad del Señor (ser perfecto)
- Establecer la circuncisión como señal del pacto
Génesis 22:15-18 "El ángel de Jehovah llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y
le dijo: --He jurado por mí mismo, dice Jehovah, que porque has hecho esto y no me has
rehusado tu hijo, tu único, de cierto te bendeciré y en gran manera multiplicaré tu
descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está en la orilla del mar. Tu
descendencia poseerá las ciudades de sus enemigos. En tu descendencia serán benditas
todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz."
Análisis
Promesa de Dios :
- Te bendeciré y te multiplicaré en gran manera
- Tu descendencia será como las estrella y la arena
- Tu descendencia poseerá a sus enemigos
- En ti serán benditas todas las naciones
Responsabilidad :
- Viene como gratificación a la obediencia mostrada
Pacto con Isaac
Génesis 26:24-25 "Y aquella noche se le apareció Jehovah y le dijo: --Yo soy el Dios de tu
padre Abraham; no temas, porque yo estoy contigo. Yo te bendeciré y multiplicaré tu
descendencia por amor de mi siervo Abraham. El edificó allí un altar, invocó el nombre de
Jehovah e instaló allí su tienda.
También allí los siervos de Isaac excavaron un pozo."
Análisis
Promesa de Dios :
- Yo estoy contigo
- Te bendeciré y te multiplicaré
Responsabilidad :
- No se menciona ninguna directa
Pacto con Jacob
Génesis 28:13-22 "Y he aquí que Jehovah estaba en lo alto de ella y dijo: --Yo soy Jehovah,
el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en que estás acostado te la daré a
ti y a tu descendencia. Tus descendientes serán como el polvo de la tierra. Te extenderás al
occidente, al oriente, al norte y al sur, y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las
familias de la tierra. He aquí que yo estoy contigo; yo te guardaré por dondequiera que
vayas y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta que haya hecho lo que te he
dicho. Jacob despertó de su sueño y dijo: --¡Ciertamente Jehovah está presente en este
lugar, y yo no lo sabía! El tuvo miedo y dijo: --¡Cuán temible es este lugar! No es otra cosa
que casa de Dios y puerta del cielo. Jacob se levantó muy de mañana, tomó la piedra que
había puesto como cabecera, la puso como memorial y derramó aceite sobre ella. Y llamó
el nombre de aquel lugar Betel, aunque el nombre antiguo de la ciudad era Luz. Jacob
también hizo un voto diciendo: --Si Dios está conmigo y me guarda en este viaje que
realizo, si me da pan para comer y vestido para vestir, y yo vuelvo en paz a la casa de mi
padre, Jehovah será mi Dios. Esta piedra que he puesto como memorial será una casa de
Dios, y de todo lo que me des, sin falta apartaré el diezmo para ti.
Análisis
Promesa de Dios :
- La tierra que ves te la daré
- Te multiplicaré en gran manera
- Te extenderás en todas las direcciones
- Toda la tierra será bendita por ti y en tu simiente
- Te guardaré donde quiera que fueres
- No te dejaré
Responsabilidad :
- Jehová será mi Dios
- Dar el diezmo
LA CARNE Y EL PECADO
¿Que Es la Carne?
La palabra carne se utiliza tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo. Sin embargo,
su uso en este ultimo tiene mayor importancia teológica y representa un desarrollo más
detallado de la explicación que Dios da acerca del problema del pecado de la humanidad
que el que encontramos en el Antiguo Testamento. Todo está allí, pero en el Nuevo
Testamento se explica con más detalle. Al escribir acerca del uso de la palabra "carne" en el
Antiguo Testamento, RK Herrison dice:
"La teología del Antiguo Testamento acerca de la personalidad humana... es de un orden
dinámico que destaca la unidad psicofisica de la naturaleza del hombre. Aunque esa carne
se consideraba generalmente débil en el Antiguo Testamento, no hay ningún elemento
particular en el pensamiento hebreo que corresponda al concepto que aparece en el Nuevo
de "carne" con principio central de la humanidad caída. A pesar de que la carne era frágil,
no se la consideraba pecaminosa.
En ese mismo volumen, W. A. Elwell escribe sobre el uso de esta palabra en el Nuevo
testamento.
Hay tres formas fundamentales de utilizar la palabra sarx (carne) en el Nuevo Testamento.
En un extremo están los casos en los que no se implica ningún juicio moral, ni el término
tiene connotación negativa alguna. En el otro, aquellos que implican juicio moral negativo
y sarx llega a describir la naturaleza más baja del hombre o se define como pecaminosa.
Tendiendo un puente entre ambos extremos hay una serie de usos en los que sarx no es
pecaminosa en si, pero se inclina en esa dirección.
William Vine enumera trece usos distintos de la palabra Sarx (carne), los cuales encajarían
en la triple clasificación de Elwell. para un estudio histórico casi exhaustivo del término, no
hay nada mejor que el trabajo de Eduard Scheweizer en el Theological Dictionary of the
New Testamente (TDNT) (Diccionario Teológico del Nuevo Testamento) de Kittel.
Scheweizer presenta el significado que tuvo esta palabra durante seis períodos diferentes de
la Historia. Para alguien que desea consultar un estudio profundo y complejo, su trabajo es
excepcional. e El estudio de Scheweizer sobre los diversos usos de la palabra carne en el
Nuevo testamento concuerda con las opiniones de Elwell; de modo que citamos estas
últimas por ser más breves:
La carne se convierte así en la parte más baja del hombre que define, ya sea la propia
incitación al pecado o, por lo menos, la sede de la misma (Romanos 7:28,25; 8:5b,12,13;
Gálatas 5:17, 19,6:8; I Pedro 3:21; 2 Pedro 2:10,18; 1 Juan 2:16) ... Una ampliación de la
presente correlación entre pecado (Judas 23), o donde por extensión la palabra carnal se
convierte en un adjetivo que significa pecaminoso y califica otras ideas. De ahí que uno
pueda tener un cuerpo carnal (Colosenses 2:11) o una mente carnal (Romanos 8:7;
Colosenses 2:18) Respecto a eso resulta significativo que Pablo no diga en ninguna parte
que la carne será resucitada; para él es el cuerpo el que experimentará la resurrección para
novedad de vida (1 Corintios 15:44). Y esto porque para Pablo sarx tenía una connotación
de pecado, mientras que cuerpo era un término más neutral. La carne, la naturaleza caída
del hombre no será resucitada .. Es necesario recordar que también la mente puede
engendrar deseos pecaminosos (Efesios 2:3), y que hay una inmundicia de espíritu, como la
hay de la carne (1 Corintios 7:1)
Ray Stedman define la carne, cuando este término se emplea en un sentido moralmente
negativo, como "el sentido de egocentrismo que hay dentro de nosotros esa deformación de
la naturaleza humana que nos lleva a desear ser nuestro propio dios. Ese ego orgullo, ese yo
sin crucificar que es la sede de la rebeldía y del desafío obstinado ala autoridad.
La Carne y la Naturaleza de Pecado
La carne con la que luchamos a diario no equivale a ese viejo yo que antes controlaba
nuestra vida, pero que ahora está permanentemente crucificado con Cristo (Gálatas 2:20).
Antes de conocer a Jesús nuestra existencia era dominada por esa naturaleza pecaminosa
heredada de Adán. Estábamos separados de Dios y muertos en lo espiritual. Ese era el viejo
hombre y el "viejo yo"
Jesús se llevó consigo a la cruz a nuestro viejo hombre - yo que murió allí con El. Las
palabras del apóstol Pablo son las siguientes: 'Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con El.. (Romanos 6:6) Pablo pudo exhortar así a los creyentes:
"Poned la mira en las cosas de arriba, no en la de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra
vida esta escondida con Cristo en Dios." (Colosenses 3:2-3)
El viejo yo está muerto y los creyentes somos nuevas personas como consecuencia de la
vida de Cristo morando en nosotros (Romanos 6:5-8; 8:9; 2 Crónicas 4:7-11; Gálatas 2:20;
Colosenses 1:27; 3:1-4). Esto ayuda a explicar por qué el apóstol Juan es tan enfático
cuando dice que los verdaderos creyentes no son ya esclavos del pecado ni lo practican. qué
no? Porque hemos nacido de Dios ( 1 Juan 3:4-19).
Ser "de Dios" (1 Juan 5:19) y ser 'nacido de Dios (1 Juan 5:18) significa que nuestra
naturaleza proviene del Señor. La naturaleza de Dios permanece en nosotros. "La simiente
de Dios permanece en (nosotros) y no (podemos) pecar (practicar el pecado, vv. 7-8),
porque somos nacidos de Dios" (1 Juan 3:9)
El apóstol Pedro nos dice que mediante la fe en la promesa de salvación de Dios en su Hijo,
somos "participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el
mundo a causa da la concupiscencia" (2 Pedro 1:4b). El apóstol Pablo, además de enseñar
esta verdad en sus epístolas, da su propio testimonio al respecto: 'Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amo y se entregó a sí mismo por mí'
(Gálatas 2;20)
El viejo "yo" (el hombre natural) fue crucificado con Cristo, dice Pablo y un "yo" nuevo ha
tomado su lugar. Ese 'yo" es Cristo que ahora vive en mí. Y ya que Cristo vive en mi en la
persona del Espíritu Santo, Dios vive en mí en la persona de su Hijo y el Espíritu (Juan
17:21-23; 14:16-18; Romanos 8:1-17; 2 Corintios 13:5; Gálatas 2:20; 4:6; Efesios 2:19-22;
Colosenses 1:27; 2:6-12) Por lo tanto, ya no soy esclavo del pecado: mi nueva naturaleza
"responde naturalmente a Dios".
Como creyente ya no ando conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (Romanos 8:4).
Ya no estoy "en la carne, sino en el Espíritu" porque el "Espíritu de Dios" el "Espíritu de
Cristo" mora en mí (Romanos 8:9). Esto es verdad aunque no me de cuenta de ello; por esta
razón Pablo dice que cuando comprendo quién soy en el Señor tengo que aceptar el hecho
de que estoy muerto al pecado, pero vivo para Dios en Cristo Jesús (Romanos 6:11). Todo
esto gracias a la obra redentora de Cristo a mi favor ¿Significa esto que el verdadero
creyente tiene resuelto el problema del pecado? ¿Qué no podemos ya pecar o ser tentados a
ello? Desde luego que no. Esto iría en contra tanto de la escritura como de la experiencia de
los cristianos. Aunque soy hijo e Dios todavía vivo en un cuerpo sin redimir. El Señor Jesús
ha comprado mi nuevo cuerpo con su sangre, pero aun no lo he recibido. No lo tendré hasta
el momento de la resurrección, en su gloriosa segunda venida (Filipenses 3:20-21;
Romanos 8:18-25).
Mientras tanto, durante el tiempo que viva en esta tierra, lo haré en un cuerpo al que Pablo
llama "el cuerpo del pecado" (Romanos 8:11); "este cuerpo de muerte" (Romanos 7:24);
"cuerpo mortal" (Romanos 8:11). El apóstol dice que debo aprender a hacer morir por el
Espíritu las obras pecaminosas del cuerpo (Romanos 8:13).
Así que mi problema continuará existiendo mientras siga en este mundo y en este cuerpo;
pero Pablo nos informa que ahora somos capaces de hacer morir las obras de la carne, ya
que nuestro viejo yo en Adán ha sido crucificado con Cristo (Romanos 6:1-23). Podemos
recibir como nuestra la exhortación que Pablo hizo a los creyentes de Roma.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus
concupiscencia; ni tampoco presentéis vuestros miembros como instrumentos de iniquidad,
sino presentados vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia. (Romanos 6:12-13)
Cuando Pablo habla de los miembros de mi cuerpo, es obvio que quiere decir algo más que
el cuerpo material: se refiere a mi mente, mi imaginación, mis emociones, mi voluntad y mi
cuerpo físico. Dios quiere que le rinda todo lo que soy a fin de hacer su voluntad en mi
vida. (romanos 6:12-23; 12:1-2).
Puesto que vivo en mi cuerpo, si El lo posee realmente, me posee por entero a mi.
Sin embargo, hasta que no se rompen las ataduras de la carne no es posible para los
creyentes demonizados obtener una liberación eficaz. Y si esta se produce por lo general,
no es duradera.
La expulsión de un grupo de espíritus malos de la vida de una persona conduce casi
siempre a la entra e otro nuevo grupo, a menos que se que de en medio el pecado al que los
anteriores demonios se habían vinculado. El cristiano debe empezar por hacer morir las
obras e la carne en su vida si quiere llegar a tener victoria en la guerra contra el pecado en
la cual participa; de no ser así, pronto se convertirá en una víctima de guerra.
EN ESPIRITU Y VERDAD
Desde hace un tiempo atrás que estoy recibiendo sus emails los cuales son muy edificantes,
sin embargo quisiera compartir sobre un determinado tema, es referente al texto de JUAN
4:23,24.
En este texto, yo entiendo que cuando se refiere al espíritu se refiere al Corazón ( 1PEDRO
3:4, ROMANOS 2:29)
Cuando dice en verdad, se refiere a la vida Cristiana ( JUAN 14:6). Es decir que hay que
alabar a Dios con nuestra vida de acorde a los mandamientos del Señor.
Según lo que dice en 2CRONICAS 16:9 Dios busca CORAZONES PERFECTOS, no a los
cantan bonito, a los que ayunan, oran, enseñan, o conocen la Biblia. No estoy en contra de
estas actividades espirituales, pero las mismas son inútiles si primero no se adora a Dios
con nuestras vidas.
Por ejemplo:
La Oración puede ser estorbada PR 28:9 1P3:7
El ayuno puede ser estorbado IS 58:3,4
El Conocer la Biblia no es suficiente 1COR 8:1
El cántico con alabanzas puede ser estorbado si primero no se tiene un corazón perfecto
AMOS 5: 23,24 En este pasaje Dios reclama que primero es la Justicia con el prójimo.
La enseñanza puede ser ineficaz cuando no se tiene corazón perfecto RO 2:17-24
Según ISAIAS 59:1,2 El pecado separa nuestra comunión con Dios, la misma es restaurada
por nuestro Señor Jesucristo, pero conforme se expresa en HEBREOS 10:22 ES
NECESARIO ALABAR A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO CON NUESTRAS VIDAS
(SAL 119:7).
EL LIDERAZGO CRISTIANO
A continuación expondremos los requisitos que debe tener el líder cristiano en el sentido de
llevar el reino de Dios a donde vaya, o en cualquier lugar en que se encuentre.
El punto de vista principal que abarca este estudio se basa en dos aspectos fundamentales a
nuestro modo de ver. El primero es que Dios no es glorificado con los dones del Espíritu
cuando no son correctamente utilizados (Mt 7:22.23) (Lc 10:20), es decir que los dones
necesariamente deben ir acompañados con el Fruto del Espíritu (1Cor 13:1-3). Con esto
queremos recalcar que para El Señor Jesús es mas importante amar al Prójimo que mostrar
los dones espirituales.
En Segundo lugar estamos seguros que Dios sí se glorifica con el Fruto del Espíritu (Jn
15:8). Hay una tendencia doctrinaria general hoy en día en el sentido de acentuar el interés
del creyente hacia los dones, lo cual a nuestro parecer no es la visión correcta si primero no
se busca dar el Fruto (Jn 15:16).
Los dones espirituales lo reparte el Espíritu como El quiere (1Cor 12:11). Pero el Fruto del
Espíritu es una obligación como hijos de Dios, (Ro 7:4) (Mt 7:19,20) (Mt 21:43) (Mt 5:16)
(Fil 1:11).
Doctrinariamente, cuando se habla de los Frutos de Espíritu se refiere a Gal 5: 22,23. Y con
respecto a los Dones del Espíritu se refiere a 1Cor 13:7-10.
Por todo lo expuesto hasta aquí, lo que queremos es que el líder cristiano busque
primeramente dar Fruto para Glorificar a Dios, al decir esto necesariamente tenemos que
hablar de que el Cristiano no dará Fruto si primero no limpia su Corazón (1Tim 1:5). Al
buscar limpiar su Corazón estamos hablando de Arrepentimiento, Santidad, en otras
palabras de hacer su vida agradable a Dios.
El ministerio del Cristiano radica fundamentalmente en su Corazón, es decir que cuando el
Creyente trata de agradar a su Padre Celestial haciendo las cosas que son agradables a El,
es cuando sus oraciones son escuchadas y su vida es utilizada por el Señor para su Gloria.
El Señor Jesús dice que Su Padre está con El por que siempre hace las cosas que son
agradables a El ( Jn 8:29).
Dios escuchará nuestras oraciones cuando hacemos las cosas que le son agradables
( Jn3:22).
A continuación mostramos varias citas bíblicas para su estudio correspondiente, de las
cuales podemos ver que la voluntad de Dios para nosotros es hacer nuestras vidas
agradables a El para que pueda utilizarnos para su Reino.
Hech 8:21 Hay que tener el corazón recto delante de Dios para tener parte en su Reino.
2 Cron 16:9 Dios busca en todo el mundo personas con corazón perfecto para mostrar su
poder.
Sal 51: 10,13 David sabía que para que se conviertan los pecadores cuando enseñaba tenía
que tener un corazón Limpio.
Esd 7:9,10 La buena mano de Dios estaba con Esdras por que había preparado su corazón
para estudiar la palabra de Dios y cumplirla , para luego enseñar.
Por todo lo expuesto hasta aquí recalcamos se hace necesario que el líder tenga un corazón
perfecto para que Dios lo utilice eficazmente y tenga éxito en su ministerio (Prov 4:23).
El Cristiano hoy en día es conocido solamente por que no es: Borracho, Ladrón, Adúltero,
Drogadicto, No fuma, No Bebe, No participa en Idolatrías y se contenta solamente con
asistir a la Iglesia. Pero el Señor dice que nos deben conocer por el amor que nos tenemos
entre nosotros (Jn 13:35).
Es evidente que el creyente experimenta un cambio cuando se convierte de verdad al Señor.
(1 Cor 6: 9-11) (2 Cor 5:17). Pero es necesario seguir cambiando espiritualmente en todo
aspecto (He 6:1) (2 Cor 13:9). Nos olvidamos de que Dios quiere que sigamos cambiando
nuestra forma de ser (EF 4:31). (AP 22:11) " El que es Santo, santifíquese todavía"
A continuación proponemos los puntos en los cuales es necesario que el creyente tome en
cuenta inicialmente para mantener su corazón perfecto delante de Dios.
1. Debe estar plenamente convencido de que debe seguir cambiando su manera de ser: (Ro
12:2; Mat 12:34; Jer 13:23; He 10:39; Isaías 50:5). 2. Debe reconocer, confesar, y apartarse
de sus pecados: (Oseas 5:15; 1Jn1:9; Pr 28:13; 2Tim 2:21).
3. Debe amar a su prójimo como a si mismo, empezando por su familia: (1Tim5:4).
4. Debe tener un espíritu apacible: (2Tim2:24,25; Ec 7:9; Mat 11:29; Pr 15:1).
5. Debe leer permanentemente la palabra de Dios y clamar para que le sea revelada: (Sal
119:99; Jer 33:3; Sal 119:130; Jn 14:21,23).
En la visión de la comunidad se muestra como el objetivo fundamental formar un grupo de
Cristianos y que solamente cumplan dos cosas:
· Que amen a Dios y a su prójimo como a si mismos.
· Que muestren el fruto del Espíritu.
Es interesante que la Visión de la comunidad no busca la instrucción ni el conocimiento
como parte fundamental de la doctrina, ni tampoco muestra un adelanto material en la
comunidad como la solución, sino solamente un corazón perfecto delante de Dios, que es el
principio para que Dios empiece Es obrar en bien de la comunidad. (Pr 11:11).
CRISTO ES INMEZCLABLE
(Separando la luz de las tinieblas)
INTRODUCCIÓN
SOBRE LUTERO Y LA SEPARACIÓN BÍBLICA:
La Reforma trajo consigo la separación de la I.C.R. de los que fueron llamados
"protestantes", de entre los cuáles, Lutero fue su mayor ideólogo.
¿Era Lutero un divisionario, un separatista, un rebelde, o bien existe la doctrina de la
separación bíblica?.
Si existe tal doctrina, veremos si aún sigue vigente, y veremos cómo el movimiento
opuesto, o su antítesis, es el denominado ecumenismo.
Comencemos por decir que la I.C.R. surge de una proposición política del Imperio Romano
a la Iglesia de Cristo, para constituirla en órgano de religión oficial del estado. La iglesia
fijó sus miras, más que en la conveniencia espiritual, en la posibilidad de evitar la terrible
persecución a la que implacablemente se hallaba expuesta. Y esto, junto al pujante deseo de
la iglesia en Roma de constituirse en el centro de los dictados doctrinales de toda la Iglesia
Universal, favoreció la corrupción de sus estructuras y la adulteración de su doctrina.
CRISTIANISMO PROSCRITO:
I. Algunas consideraciones sobre las persecuciones a los cristianos: ¿Le es posible al
Cristianismo no padecer persecución en algún momento de la Historia?. Según las Sagradas
Escrituras, no es posible, pues afirman: "Y en verdad, todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos." (2TIM. 3:12)
Esta afirmación del apóstol Pablo es absoluta, sin parcialidad: es para todo cristiano y en
todo tiempo, pues usa el tiempo presente con una consecuencia futura, dándole a la oración
una vigencia permanente. Y de este modo, solo nos deja dos opciones: o vivimos
piadosamente en Cristo Jesús, y seremos proscritos; o no viviremos piadosamente en Cristo
Jesús, sino que buscaremos agradar a los hombres, hasta convertirnos en apóstatas.
Rebuscando en toda la Historia, podemos confirmar que el cristiano verdadero siempre ha
padecido persecución por la justicia, salvo el caso expuesto en el que la iglesia se
institucionaliza y sirve a los poderes políticos, abandonando la búsqueda del reino de Dios
y su justicia. Entonces, cabe que nos preguntemos, ¿hoy no somos perseguidos?, ¿hay
verdadera libertad religiosa, o se está preparando la apostasía en medio de la iglesia, de
modo que ésta no sabe ver cómo la serpiente antigua está volviendo a engullirla, y por eso
nos sentimos libres, y no perseguidos?. ¿No nos estarán engañando, creando un falso
modelo de libertad religiosa (un sucedáneo), de manera que los que no aceptemos ése
modelo seamos acusados de estar contra Dios y los hombres?. Si es así, veamos cómo
funciona el engaño actual para poder estar apercibidos de los peligros que nos acechan.
II. ¿Son las sectas el mayor peligro para la conservación de la sana doctrina entre el pueblo
de Dios?
Diccionario en mano, la definición de secta tiene una acepción que define el término como
un grupo religioso minoritario; pero la definición más temida del vocablo es aquella que
describe a ciertos grupos religiosos como un conjunto de peculiaridades de sus líderes y sus
doctrinas que la convierten en un apelativo de alerta como cosa peligrosa.
No obstante, cualquiera entablaría una lid dialéctica contra el que pretendiese argumentar
que los grupos religiosos minoritarios, denominados por ello sectas, no son las verdaderas
organizaciones que entrañan un certero peligro para la sana doctrina religiosa.
Curiosamente, aquellas religiones influyentes, de arraigado e histórico fundamento, cuya
filiación es mayoritaria en el mundo, éstas son las que ofrecen un verdadero peligro. Como
evangélico celoso de la sana doctrina, siento la necesidad de estar apercibido de la
evolución de las diferentes denominaciones evangélicas, ya que milito en una de ellas.
III. ¿Cuál es el propósito de las persecuciones religiosas?
Las persecuciones religiosas solo vienen provocadas por una inminente amenaza a los
principios que sustentan al Poder, o al Estado. Las minorías serán siempre perseguidas,
porque no sirven a los propósitos de Estado, y comúnmente siguen principios o doctrinas
que lo disgregan o debilitan. Pero lo que realmente importa al Estado es el ejercicio del
mismo poder o dogma por el cuál las religiones crean adeptos, por lo que históricamente se
han visto asociadas al mismo las religiones mayoritarias, las cuáles fueron asimiladas por
los políticos.
IV. La actual tolerancia religiosa, ¿no estará gestando una nueva forma de persecución?
La I.C.R., el Protestantismo (y entre ellos las diferentes denominaciones evangélicas), el
Budismo y el Islamismo, como religiones dominantes, ¿no serán éstas las religiones que
llegarán a convertirse en amenaza para la sana doctrina del Cristianismo Verdadero?.
¿Cómo, pues, se cumplirían las palabras del Maestro con las que nos advierte de que
miremos que nadie nos engañe?: "Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y
mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aún a los
escogidos." (MAT 24:24). Jesús estaba diciendo con ello que estarían entre nosotros, sin ser
de los nuestros.
Testigos de Jehová, Adventismo, Mormonismo (y otros grupos sectarios aún menos
influyentes) no son una amenaza, a largo plazo, para el Cristianismo Verdadero. Si
observamos atentamente los acontecimientos que se están desarrollando en todo el mundo,
hoy en día, en torno a las religiones mayoritarias, las cuáles no son tenidas como sectas,
veremos cómo serán estas religiones las que ahogarán el Cristianismo Verdadero.
V. La secularización como religión: instrumento destructor de la Verdad usado por los
humanistas.
En una sociedad que se halla cada vez más secularizada, se identifica más la idea de secta
con organizaciones que constituyen una defensa de lo que sería la Conducta Antisocial. En
este contexto, sociólogos, psicólogos clínicos y médicos especialistas han aportado al
campo del conocimiento científico definiciones académicas de lo que constituye o no una
secta, acompañados de criterios rigurosos para su clasificación, porque la tendencia hoy es
la de diferenciar a éstos de aquellos cuya motivación está dentro de la clasificación de
Disidencia Ideológica. Los ideólogos sociales nos educan, orientándonos a la aceptación
igualitaria de toda creencia religiosa como algo válido, cuya verdad es de identidad
personal y opcional.
Esto comporta que la tendencia social ya se haya marcado hacia la extinción de la
diferenciación de creencias religiosas. He ahí la gran secularización. Por ello, a los que
deseamos seguir la Verdadera Verdad, no debería preocuparnos el ingrediente de la
Conducta Antisocial (o la peligrosidad social), pues ya se ocupa de ello el sector secular de
la sociedad, el cuál es mayoritario. Sin embargo, ¿qué ocurrirá con la Verdad, como
término de valores absolutos?. La Verdad Absoluta, tanto para los filósofos seculares como
para los religiosos, está siempre asociada, por definición, a la idea de un Ser Supremo.
VI. Conducta Antisocial del Cristianismo Verdadero.
En efecto, para los cristianos, la Verdad es una persona: Jesucristo, no un concepto. La
verdad, como concepto filosófico tiene más de 1000 definiciones diferentes bien
clasificadas. El creciente secularismo social ha hecho de la definición Verdad Absoluta
algo solo existente en el lenguaje cristiano, pues el relativismo filosófico comúnmente
aceptado ha dado al término una dimensión de intolerancia irracional. Luego es fácil
entender que existe una lucha creciente por llegar a declarar al Cristianismo Verdadero
como intolerante, y, consiguientemente, antisocial. De hecho, si el mundo actual no nos
tachase de intolerantes y antisociales, cabría decir que deberíamos revisar nuestra teología y
fidelidad al que nos salvó.
Constituye una Conducta Antisocial afirmar que Jesucristo es el Único Dios Verdadero y
de Verdad en una sociedad donde todas las religiones gozarán del derecho a no ser
llamadas sectas, en pro del único objetivo social de la convivencia en tolerancia. Pero esta
tolerancia es hacia el pecado, no hacia el individuo. Porque la verdadera intolerancia se
halla en que el mundo modela patrones humanos y los impone mediante la manipulación
ideológica, no permitiendo que el verdadero modelo o patrón diseñado por Dios, el
Creador, pueda ser defendido.
VII. Intelectuales abriendo camino hacia la extinción de la Ortodoxia Doctrinal.
El profesor Jorge Erdely G. presentó su Ponencia sobre Sectas Destructivas, Definiciones y
Metodología de Análisis en la Escuela Nacional de Antropología e Historia el 25 de
septiembre de 1997 a las 6:00 p.m.. En ella ofrecía lo que él mismo llamó Una Alternativa
Viable, expresándose al fin de la ponencia del modo siguiente:
"Retomando el punto acerca de la preocupación por promover un término neutral sin carga
negativa, con el fin de disminuir la intolerancia que se genera al catalogar determinadas
agrupaciones como sectas, el calificativo secta destructiva puede servir para distinguir a las
organizaciones religiosas delictivas, indistintamente de su doctrina, de las que son vistas
como heterodoxas en cuanto a creencias, pero que no constituyen un peligro para la
sociedad. Nuevos Movimientos Religiosos para catalogar a los últimos y Sectas
Destructivas para distinguir a los primeros puede ser una alternativa viable en el campo
sociológico y médico, mientras que en el ámbito académico teológico se deben hacer
puntualmente las distinciones." La heterodoxia confesional no es equivalente a conducta
antisocial o delictiva. Al usar una definición teológica es correcto aclarar siempre el
enfoque religioso de dicha definición, sus propósitos y limitaciones."
Estos son los vientos que soplan hoy. Se reduce a la mínima expresión a la Ortodoxia1
doctrinal, supeditándola a la, más que convivencia, "connivencia" 6 de los líderes religiosos
con la heterodoxia2 confesional, en pro de la aceptación tolerable basada en que ésta última
no constituya un peligro para la sociedad. Paulatinamente se van acortando las distancias
doctrinales que se basaban en la pureza original de las creencias. Ya carece de importancia
la doctrina, solo importan las estructuras con el fin de llevarlas a su secularización.
Esto nos lleva a plantearnos que, por antonomasia3, será declarada como peligrosa social
toda creencia que abogue por la ortodoxia doctrinal. En este caso, ¿cómo se coloca el
Cristianismo Verdadero?: LITERALMENTE PROSCRITO Y PERSEGUIDO.
VIII. Las religiones mayoritarias siguen un camino paralelo a los humanistas seculares.
Las noticias que nos llegan desde los diversos medios de comunicación hablan de
ortodoxos, católicos, protestantes (y evangélicos), musulmanes y budistas que se sientan a
la misma mesa. La Iglesia Anglicana se somete al Papa; las diversas religiones con su
origen en el Cristianismo se reconocen mútuamente sus diferentes fórmulas bautismales
(incluso el bautismo antibíblico de los niños); la Federación Luterana Mundial suscribe una
declaración conjuntamente con la I.C.R. en la que aceptan que la salvación es por fe
mediante las obras; I.C.R. y Musulmanes se acercan cada vez más, mientras que muchos de
los fieles católicos europeos simpatizan con, y brazan, las doctrinas netamente Budistas.
Los veteranos que recuerdan la raíz de nuestras mutuas diferencias afirman que se trata solo
de un acercamiento hacia el respeto y la convivencia pacífica hacia aquellos más alejados
en el origen doctrinal, y que, en cuanto a los que entran dentro del cristianismo más amplio,
se trata de un progreso hacia una declaración de mínimos que permita hacer realidad en un
futuro próximo las exigencias del Evangelio, en cuanto a la premisa de la unidad universal
o ecumenismo4. Pero aunque este papa de la I.C.R. advierta en contra del sincretismo
religioso que supone el que católicos acepten y asimilen doctrinas budistas junto con las
propias del catolicismo, y aunque los ortodoxos no se sometan todavía al obispo primado
de Roma, y aunque todavía los luteranos no hayan afirmado que la salvación se alcanza por
las obras, y aunque todavía los evangélicos no bauticemos a los recién nacidos, ¿cuánto
tardaremos en ver hechas realidad éstas y otras cosas peores cuando desaparezcan los
líderes actuales dejando a sus seguidores sumidos en una situación en la que todos se
llaman literalmente "hermanos"?. ¡Estos líderes ya han sentado cátedra sobre la cuestión de
fondo: LO ÚNICO QUE LES IMPORTA ES LA PAZ DEL MUNDO, NO COMO DIOS
LA DA, SINO COMO LA DA EL MUNDO; JUNTO CON OTRA PREMISA QUE NO
ES LA DE LA UNIDAD DEL ESPÍRITU, SINO LA DE AUNAR UN PODER
DIMANANTE DEL NÚMERO DE SEGUIDORES!. Esto no es unidad de fe, sino
unificación aritmética con fines de señorío, o poder de este mundo.
Habiéndonos configurado una panorámica del actual momento histórico, en el cuál estamos
advirtiendo la concentración mundial del poder político-económico, así como del religioso,
con absoluta coincidencia con lo profetizado sobre la aparición del anticristo en la Biblia,
veamos cómo debemos situarnos, a la luz de las Escrituras, respecto a todas estas cosas.
¿LE ES LÍCITO AL CRISTIANO MEZCLAR LO SANTO CON LO PROFANO?
LA GREY DE DIOS Y LA GREY DEL MUNDO -DOS CAMINOS; DOS DESTINOS-:
Aún el mismo Cristo de Dios que habría de rasgar el velo del templo con su sacrificio, para
que ya no deba estar separado el pueblo del Lugar Santísimo, dijo: "No deis lo santo a los
perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las hollen con sus patas, y
volviéndose os despedacen." (MAT. 7:6)
Cuando los cristianos se conforman al mundo, éste acaba por volverse en contra, después
de pisotear la santa doctrina, despedazándoles, si es que antes no apostatan de la fe.
I. "Las naciones hablan de paz, mientras se preparan para la guerra". (Herman Hesse)
El día de la batalla del Señor, grande y temible.
El mundo de hoy oye las cosas de Dios, pero no para aceptarlas o someterse a ellas, sino
que en su corazón solo piensan en unirse contra Él, aunque hablen de "respeto" y
"tolerancia" hacia nuestras creencias basadas en la Palabra de Dios revelada, pues en los
hombres de estos postreros días se cumple la profecía de Sofonías: "Por tanto, esperadme -
declara el Señor - hasta el día en que me levante como testigo, porque mi decisión es reunir
a las naciones, juntar a los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación, todo el ardor
de mi ira; porque por el fuego de mi celo toda la tierra será consumida." (SOF. 3:8)
Encontramos referencias paralelas en cuanto a:
-Reunir las naciones: Joel 3:2; Zacarías 14:2.
-Juntar los reinos: Salmos 69:24, 79:6; Jeremías 10:25.
Según el significado del apelativo "nación", los cristianos somos una descendencia o linaje,
o nación santa; y según la significación del término "reino", como estructura de poder y
dominio, o hegemonía, los cristianos somos un reino. Y ambos términos se asocian a una
circunscripción de mutua dependencia; es decir: pertenecemos a una tierra y nos pertenece
una tierra; en otras palabras: somos herederos de la Tierra. Las otras religiones también son
reinos y naciones que, según los citados pasajes paralelos de Sofonías 3:8, no conocen al
Señor, ni invocan Su nombre, por lo cuál el fuego del celo del Señor los consumirá.
Exegéticamente, la Santa Escritura nos está advirtiendo, en un pasaje sin otro precedente
bíblico, sino en éste del libro del profeta Sofonías, de que Dios va a permitir que se junten
todas las religiones del Orbe, como ya dicen políticos y religiosos, en un "Novus Ordo
Seclorum" (Nuevo Orden Mundial). En cuanto a la llamada "Globalización", se refiere a la
unificación de los mercados y las políticas económicas y sociales en el mundo. Los grandes
bancos se unen, se unen las multinacionales, se unen las monedas, se unen las religiones, se
unen las naciones en busca de un único reinado universal de poder político-económico-
religioso, porque Dios decidió reunirlas y ya se está acercando el día de Su ira contra ellas.
II. ¿No podéis discernir las señales de los tiempos?
Algunos parecen no ver esta verdad bíblica, pero contra ellos se oye la voz del Maestro
diciendo a las multitudes: "Cuando veis una nube que se levanta en el poniente, al instante
decís: "Viene un aguacero", y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: "Va a
hacer calor", y así pasa. ¡Hipócritas! Sabéis examinar el aspecto de la tierra y del cielo;
entonces, ¿por qué no examináis este tiempo presente?"". (LUC 12:54-56)
Y a los fariseos y los saduceos que se acercaron a Jesús para ponerle a prueba, pidiéndole
que les mostrara una señal del cielo, les respondió: ""Al caer la tarde decís: "Hará buen
tiempo, porque el cielo está rojizo." Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el
cielo está rojizo y amenazador." ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis
discernir las señales de los tiempos? "". (MAT 16:1-3) Jesús está indicando que si el
corazón es guiado por la justicia, podemos reconocer las señales de Dios sin que se precisen
más pruebas que las que el Señor ya ha dado. No menospreciemos las profecías y
reconozcamos este tiempo presente.
Según LBLA, en Lucas 17:20 nos dice: "Habiéndole preguntado los fariseos cuándo
vendría el reino de Dios, Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales
visibles"; mientras que en la RV’60 traduce: "El reino de Dios no vendrá con advertencia".
Por ello podemos entender que solo el libro de Sofonías hable de la Globalización con un
sentido y propósito claros.
En el mismo libro de Lucas (21:29-32), nos dice: "Y les refirió una parábola: Mirad la
higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan las hojas, al verlo, sabéis por vosotros
mismos que el verano ya está cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios
está cerca. En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda."
La parábola nos habla de la "higuera", la cuál es el pueblo de Israel; y de "todos los
árboles", los cuáles son todas las demás naciones reunidas en torno a Israel, en un mismo
tiempo. Y éstas son palabras fieles que se cumplirán inexorablemente, como podemos
apreciar en el énfasis de Jesús a continuación, en los versículos 33 al 36:
"El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Estad alertas, no sea que vuestro
corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel
día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo; porque vendrá sobre todos los que
habitan sobre la faz de toda la tierra. Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis
fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante
del Hijo del Hombre."
III. ¿Quién es Cristiano, y cuál su origen?. ¿Cómo identificamos ambas cosas?
El cristianismo no se deriva de religión alguna, sino que es la única creencia cuyas raíces
son genuinamente5 Divinas y del Dios Único, y todas las religiones son del diablo y de los
hombres. No es por tanto Cristiano aquél cuya religión tiene un cierto origen, sino aquél
cuya raíz doctrinal tiene su origen en la Palabra de Dios el Creador, cuyo linaje de su fe es
el de Abraham, y cuyo linaje en el Espíritu es por adopción inmerecida mediante la fe en el
Cristo de Dios resucitado. Por tanto, el origen de todo cristiano verdadero, está en Dios
mismo, y no en un hombre o sistema humano de creencias, o aparato religioso, o institución
humana, sino que éste es nacido del Espíritu Santo de Dios. "Todo aquel que cree que Jesús
es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al Hijo nacido de El."
(1JUAN 5:1). "Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una
que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece."
(1PEDRO 1:23). JUAN 3:5: "Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no
nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios."
JUAN 3:6: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es."
Orígenes de la I.C.R.: Sincretismo del Cristianismo con el Imperio Romano de la mano del
emperador Constantino, cuya religión era ya un sincretismo de las cosmogonías y ritos
asimilados de las culturas de los pueblos conquistados por el Imperio.
Orígenes del Islam: Sincretismo propugnado por Mahoma de las tendencias religiosas de la
región del Próximo Oriente, las cuales eran: los grupos monoteístas árabes (descendientes
de la fe de Abraham), ismaelitas por su linaje; el judaismo rabínico, del cuál tomó los
preceptos y estatutos que el Dios de Isaac dió por su siervo Moises al pueblo Hebreo; el
cristianismo nestoriano o monofisita, herético por su concepto sobre la divinidad de
Jesucristo; y el Zoroastrismo, el cuál es otra religión sincretista derivada de las mitologías
de origen indoeuropeas en Irán.
Orígenes del Budismo: Sincretismo propugnado por Siddharta Gotama, conocido por el
Budda (o el "despierto"), el cuál desarrolló su doctrina a partir de una supuesta
"iluminación" alcanzada por medio de la práctica de las religiones búdicas anteriores y la
meditación trascendental y el animismo, panteísmo e hinduísmo de su región asiática.
Y aún cuando algunos de los elegidos se extraviasen, teniendo un orígen genuino, su
extravío será por mezclarse con las cosas profanas.
El cristianismo no es una religión, sino una forma de vivir, un modo de conducta que
concuerda con el carácter del Santo Creador de todas las cosas, revelado en la persona de su
Hijo Jesucristo. Cristo no es contradictorio: "¿Acaso una fuente por la misma abertura echa
agua dulce y amarga?. (SAN 3:11)
CRISTO ES INMEZCLABLE
DOCTRINA DE LA SEPARACIÓN BÍBLICA:
I. Separación bíblica de Israel.
Dios no dejó al pueblo de Israel que se mezclase con otras naciones, habiéndoles dado por
medio de Moisés la ordenanza de conquistar la tierra prometida y de destruir sus ídolos: "Y
el Señor tu Dios echará estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con
ellas rápidamente, no sea que las bestias del campo lleguen a ser demasiado numerosas para
ti."
"Pero el Señor tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas gran confusión
hasta que perezcan."
"Y entregará en tus manos a sus reyes de modo que harás perecer sus nombres de debajo
del cielo; ningún hombre podrá hacerte frente hasta que tú los hayas destruido." "Las
esculturas de sus dioses quemarás a fuego; no codiciarás la plata o el oro que las recubren,
ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al Señor
tu Dios." "Y no traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema como ella;
ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema." "Todos los mandamientos
que yo os ordeno hoy, tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os
multipliquéis, y entréis y toméis posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros
padres." (DEU 7:22-8:1)
Sin embargo, el SAL 106:34-36 nos habla de una ceremonia de arrepentimiento que
presenta los constantes pecados cometidos por el pueblo de Israel contra su Esposo, en
forma de idolatría, entendida como prostitución, fornicación, adulterio o infidelidad a
Jehová: "No destruyeron a los pueblos, como el Señor les había mandado, sino que se
mezclaron con las naciones, aprendieron sus costumbres, y sirvieron a sus ídolos que se
convirtieron en lazo para ellos." (Ver Jue. 2:1-3; 3:5-6)
Y el Señor les respondió así: "En cuanto a vosotros, casa de Israel" - así dice el Señor Dios-
"vaya cada uno a servir a sus ídolos; pero más tarde ciertamente me escucharéis y no
profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos." (EZE
20:39)
II. Separación bíblica de la Iglesia de Cristo.
Del mismo modo, el Señor nos dio a los Cristianos la comisión de "conquistar la tierra"
mediante el poder y la potestad que Él ganó para nosotros de antemano, e igualmente no
nos es lícito mezclarnos con aquellos que llamándose hermanos hacen las cosas del mundo:
"En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; no me
refería a la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los idólatras,
porque entonces tendríais que salir del mundo. Sino que en efecto os escribí que no
anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o
avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis. Pues
¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro de la
iglesia? Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsad de entre vosotros al malvado."
(1CO 5:9-13) (EFE 5:5) "Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o
avaro que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios."
III. Separación natural del orden físico y moral en la Creación, dado por cabeza al hombre.
Dios nos llama a la integridad, y así lo prescribió en LEV 19:19 "Mis estatutos guardaréis.
No ayuntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de
semilla, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material.".
Este versículo pertenece al grupo de ordenanzas del Levítico que habla al pueblo de Israel
sobre aquellas cosas cuya observancia le era necesaria para mantener su comunión con
Dios con respecto al orden social para mantener sagrado el orden físico y moral del mundo,
y la sección que le sucede de inmediato habla sobre el castigo contra la desobediencia.
Según los comentaristas bíblicos, lo que Dios está diciendo aquí al pueblo es que aquellas
cosas, que por creación estaban separadas, tenían que permanecer así. No se permitía el
cruce de diversas clases de animales. No se podían sembrar juntas diversas clases de
semilla. No se podía hacer un paño de mezcla de lino y lana. Los versículos paralelos del
libro de Deuteronomio, cap. 22, vers. 9 al 11 nos hablan así: "No sembrarás tu viña con dos
clases de semilla, no sea que todo el fruto de la semilla que hayas sembrado y el producto
de la viña queden inservibles."
"No ararás con buey y asno juntos."
"No vestirás ropa de material mezclado de lana y lino."
Aparte del hecho de que algunos ritos mágicos antiguos empleaban la mezcla de elementos
distintos, por el contexto en el que se hallan éstos estatutos se puede entender cláramente
que el objetivo es inculcar en el pueblo elegido una costumbre que llevase al interior del
corazón una señal del exterior por el uso práctico; es decir, aunque nos hable de cosas
materiales, se sobreentiende el contenido espiritual de los elementos tomados por Dios:
? No ayuntar dos clases de animales domésticos habla de la pureza del linaje, reflejada aún
en los animales sojuzgados en la casa de Israel.
? No arar con asno y buey júntamente nos habla de la necesidad de no hacer un uso
impropio o abusivo, ni que se expusiese a degeneración o a mal a las criaturas o las cosas
que Dios entregaba en mano de sus escogidos.
? Y de tal modo, no hacer mezclas de semillas en la siembra, confiriere un orden de pureza
original a los frutos del pueblo santo. Hasta aquí, todo esto constituye un anuncio de
restauración de la Tierra por medio del pueblo elegido, al que se le dio conservar la raíz
pura de las cosas creadas y que en su simiente fueran restauradas todas las cosas.
? Pero el no hacer vestidos de lana y de lino nos habla del hombre santo mismo, al cuál no
le es lícito revestirse de identidades cuyos orígenes sean tan dispares como la
contraposición animal-vegetal (lana-lino), cuyas naturalezas deben permanecer
diferenciadas y separadas. De igual modo, el hombre santo no debe vestirse de luz y
tinieblas; esto es: debe permanecer en santo orden moral, desde el interior de su mente o
corazón, pues de él emanan las acciones y las palabras (ya sean malas o buenas) que son la
verdadera vestidura, la imagen, el testimonio, la apariencia, lo que los hombres ven, el
reflejo exterior de la integridad, sencillez y humildad interior.
Por causa de Aquél que ordena que las cosas permanezcan íntegras en la naturaleza con que
Dios las creó, debemos mantenernos separados de aquellos cuyo fin es el extravío: "Mirad
que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de
los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo." (COL
2:8)
Dios nos manda integridad. El cristiano ha de ser de una pieza, sin doblez ni sombra de
mudanza, sin mezcla con los principios elementales del mundo.
IV. Separación bíblica de la Iglesia y el Estado.
La iglesia de Dios, cuyo fundamento es Jesucristo de Nazaret, no debe constituirse en un
reino distinto de Aquél que es su Rey: "Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si
mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera
entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí." (JUAN 18:36). Y Él mismo
enseñó a los discípulos que orasen así: "Y El les dijo: Cuando oréis, decid: ""Padre,
santificado sea tu nombre. Venga tu reino""." (LUCAS 11:2). Se aprecia claramente en los
evangelios que aún no se ha instaurado el reino de Dios y su Mesías en la tierra, por cuanto
Cristo lo anunciaba diciendo que con Él se había acercado el reino a los hombres, no que
hubiese venido.
La iglesia, como Cuerpo, no puede ejercer señorío, o poder político, por cuanto a ésta no se
le insta a la conquista del mundo por medios mundanos o temporales, sino que se aprecia
en todo el Nuevo Testamento una separación escrupulosa entre las autoridades y la Iglesia,
siendo el mismo Jesús el que estableció la diferencia:
"Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo: Sabéis que los que son reconocidos como
gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad
sobre ellos.
Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande
será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de
todos.
Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida
en rescate por muchos." (MARCOS 10:42-45) (Y Mateo 20:25, y Lucas 22:25)
Así mismo, nuestro reino tampoco es de este mundo: "Vosotros sois los que habéis
permanecido conmigo en mis pruebas; y así como mi Padre me ha otorgado un reino, yo os
otorgo que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os sentaréis en tronos juzgando a las
doce tribus de Israel." (LUC 22:30).
Dios mismo pone a las autoridades gobernantes sobre la tierra, según nos dice Pablo:
"Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de
Dios, y las que existen, por Dios son constituidas." (ROMANOS 13:1). Aunque algunos no
entiendan que el soberano Rey de reyes pueda poner autoridades malignas, lo cierto es que
Dios hace que se cumpla su Palabra, y Él no debe rendir cuentas a los hombres: "Si Él
arrebatara algo, ¿quién le estorbaría? Quién podrá decirle: ""¿Qué haces?"". " (JOB 9:12).
Por todo ello, Dios ha decretado que el señorío de la Iglesia y de su Rey no sea para este
tiempo. Este es el tiempo en que gobierna el príncipe de las tinieblas, y toda la Palabra de
Dios se ha de cumplir, y no podemos persuadirnos de que el mundo llegue a convertirse en
el reino de paz, antes de que Dios remueva todas las cosas.
"Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo,
y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella
serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué
clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad, esperando y
apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los
elementos se fundirán con intenso calor! Pero, según su promesa, nosotros esperamos
nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Por tanto, amados, puesto que aguardáis estas cosas, procurad con diligencia ser hallados
por El en paz, sin mancha e irreprensibles." (2PEDRO 3:10-14).
Los que esperamos "nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia", debemos
estar apercibidos de las señales que acompañan a "la venida del día de Dios", y procurando
diligentemente "ser hallados por Él en paz, sin mancha e irreprensibles", sin juntar lo que
Dios separó.
CONCLUSIÓN
PRINCIPIOS BÍBLICOS FUNDAMENTALES CONTRARIOS AL ECUMENISMO:
No nos es lícito cooperar en las causas de aquellas personas que persiguen propósitos
contrarios a Dios. II Crónicas 19.2: "Y salió a su encuentro el vidente Jehú, hijo de Hananí,
y dijo al rey Josafat: ¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al Señor, y con esto
traer sobre ti la ira del Señor?"
Debemos apartarnos de los que contradicen el único y verdadero evangelio. Gálatas 1. 6-9:
" Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de
Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que
hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun
nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos
anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os
anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema."
Debemos probar la los fundamentos teológicos de los que intenten unirse a nosotros antes
de mezclarnos con ellos en propósitos o asuntos espirituales. I Juan 4.1: "Amados, no creáis
a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos
profetas han salido al mundo."
No debemos aliarnos con los que no creen, o en algún modo niegan o tuercen la sana
doctrina. II Corintios 6.14: "No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues
¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?"
No debemos enfatizar la unidad con los que de algún modo no comparten los fundamentos
de nuestra fe, a expensas de la pureza doctrinal, sino más bien hemos de contender con
ellos. Judas 3:"Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra
común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender
ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos."
Hemos de separarnos de aquellos con apariencia de piedad, pero que no siguen la sana
doctrina. II Timoteo 3.5: "teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a
los tales evita."
No debemos alentar o dar cooperación a las personas cuya doctrina no es sana. II Juan
10,11: "Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza, no le recibáis en casa, ni le
saludéis, pues el que le saluda participa en sus malas obras."
Diccionario:
1 Ortodoxia.- Conformidad con la doctrina fundamental de cualquier religión, secta o
sistema. Rectitud dogmática o conformidad con el dogma.
2 Heterodoxia.- Disconformidad con la doctrina fundamental de cualquier religión, secta o
sistema. Falta de rectitud dogmática o disconformidad con el dogma.
3 Por antonomasia.- m. adv. que, además de su significación propia, se usa para denotar
que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, con
preferencia a todos los demás a quienes el dicho nombre comprende. Ortodoxo cristiano =
proscrito, perseguido.
4 Ecumenismo.- Desde 1846, y sobre todo la primera década del siglo XIX, el
protestantismo fijó su objetivo en la unión de las Iglesias Cristianas, buscando que se
conozcan entre sí, dialoguen y logren acuerdos teológicos y prácticos.
5 Genuino.- Puro, propio, natural, legítimo (referido a pertenencia legal por herencia u
originalidad de la ascendiente), cierto y verdadero en cualquier línea.
6 Connivencia.- Confabulación o tolerancia del superior acerca de las transgresiones del
subordinado.
Abraham
Dios ahora quería una nueva raza, la raza llamada. El hizo un llamamiento, y esto es algo
muy significativo. Vemos que el evangelio de Mateo comienza
diciendo que Jesucristo es el Hijo de Abraham; El es por lo tanto un descendiente de la raza
llamada.
Responder al llamamiento implica salir de una situación y entrar en otra. Abraham tenía
que dejar la situación de idolatría de Ur de los caldeos y
entrar en otra situación. Por lo tanto, tenía que cruzar el gran río Eufrates. Dios parecía
decir: "sal, sal y cruza el gran río, deja la
situación vieja; quiero que seas el padre de una nueva raza, una raza llamada". El cruzó el
río y llegó a ser un hebreo, que quiere decir "el que
atraviesa un río". ¡Aleluya! Hoy, nosotros también fuimos llamados, cruzamos el río y
somos por lo tanto, la ekklesia, la asamblea de los llamados.
Fuimos llamados y respondimos al llamamiento saliendo de "Ur de los caldeos",
atravesamos el río para ir a tierra de Canaán. Esta asamblea
(congregación) es la iglesia.
La Fe Crece
Abraham continuó viviendo en Harán con sus parientes, sin embargo Dios no quería a su
parentela ni que él continuase en Harán. Puesto que la fe de
Abraham era pequeña, Dios tuvo que esperar hasta la muerte de Taré, su padre, para
aparecerle nuevamente y hablarle. En este segundo llamamiento la
fe de Abraham ya había crecido más un poco, y por fin llegó a Canaán (Génesis 12:5).
Canaán era el objetivo, el lugar donde Abraham debería llegar; sin embargo, como vimos,
él no fue directamente ala buena tierra, sino que paró a mitad
de camino, en Harán. Por eso, Dios le habló varias veces y este hablar reforzó y aumentó su
fe. Hoy, también, muchos paran a mitad de camino; por
ejemplo, muchos amados hermanos sienten que donde están no es el lugar correcto y tienen
el deseo de salir, sin saber hacia dónde ir quedándose a
mitad de camino, en Harán. Sin embargo, Dios quiere llevarlos hasta "Canaán", la iglesia.
Este es el llamamiento de Dios.
Gálatas 3:6 dice: "Así, Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia". El creyó a
Dios. Romanos 4:9b dice que " a Abraham le fue contada
la fe por justicia". La fe de Abraham vino del oír la palabra de Dios. Del mismo modo,
nosotros, cristianos, tenemos fe a través de la palabra de Dios.
La Descendencia
Dios prometió a Abraham una descendencia y que ésta sería una gran nación.
Ella sería tan numerosa como la arena del mar y las estrellas del cielo.
Aquí podemos ver dos aspectos de la descendencia. El primero, la arena del mar, se refiere
a una descendencia terrenal, que vino por medio de Isaac y
Jacob, es decir, la nación de Israel.
El segundo, como las estrellas del cielo, se refiere a algo celestial, es decir, la iglesia en el
Nuevo Testamento. Todos los cristianos hoy forman
parte de la descendencia celestial de Abraham, somos la iglesia, los hijos de Abraham.
Podemos decir que cuando Abraham fue llamado, fuimos también
llamados en él.
El llamamiento de Dios a nosotros es según Su propósito. Romanos 8:28,29 dice: "a los que
conforme a su propósito son llamados. Porque a los que
antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su
Hijo". Dios nos llamó porque nos había predestinado. El nos
predestinó no solamente para ser salvos de la condenación eterna, sino para ser
"conformados" a la imagen de Su Hijo. La palabra conformados implica la
existencia de un molde o una forma, donde algo es colocado allí para que tome aquel
formato. Como por ejemplo, un molde para torta en la cual se
coloca la masa y ésta adquiera la forma del molde. Dependiendo del caso, usted debe
presionar la masa, cortar los excesos y amasarla hasta que ella
adquiera la forma deseada. En nuestra vida cristiana sucede lo mismo, debemos ser
conformados a la imagen de Su Hijo. Algunas veces este proceso,
exige un poco de "presión", de "corte", para que adquiramos la forma deseada. Romanos
8:28 dice: "Todas las cosas ayudan a bien a aquellos que
aman a Dios". En este versículo las palabras "todas las cosas ayudan a bien" significan que
cooperan para que seamos moldeados y conformados. Algunas
veces, no son cosas aparentemente buenas para nosotros, pero buenas para "amasarnos" y
“cortarnos" a fin de que tengamos la imagen del Hijo de Dios.
En el ejemplo de Abraham podemos ver como todas las cosas cooperan para el bien de
aquellos que aman a Dios, de aquellos que son llamados según Su
propósito. Abraham tenía un sobrino llamado Lot, y después de una discusión, Abraham
permitió que Lot escogiese hacia dónde ir, separándose entonces de
él. Aparentemente Abraham perdió mucho, pues Lot eligió las llanuras, un lugar bueno para
el pasto y para la agricultura. Abraham, de su parte,
permaneció en la región montañosa. Entretanto, con esto, vemos que Abraham puso subir
las montañas, ver todo lo que Dios le había prometido, (Génesis
13:14,15); y así fue guardado de descender hacia Sodoma y Gomorra. Gracias al Señor,
todas las cosas ayudan para nuestro bien.
Efesios 4:1 dice: "Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de
vuestra vocación con que fuisteis llamados". Vemos cuán Grande
gracia es ser llamado. En el caso de Abraham Dios preparó todo, hizo de él una gran nación
y lo llevó al monte para ver toda la tierra que El le daría
(Génesis 13:14,15). De la misma manera que nuestro llamamiento es una gran gracia y
debemos tener tal digno de Abraham.
De acuerdo con Efesios 4:2, un andar digno es andar "con toda humildad y mansedumbre
soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor". Estos
items son virtudes humanas que fueron elevadas por el Señor Jesús. Nuestra paciencia no
dura mucho, ella tiene un límite. En el matrimonio esto es
fácilmente visto cuando, por ejemplo, el marido tiene un mal temperamento, y la esposa lo
soporta por un buen tiempo. Sin embargo, llega un día en que
ella no aguanta más, pierde la paciencia. Sin embargo, cuando experimentamos la paciencia
que fue elevada por el Señor Jesús, la situación es diferente.
Esto sucede porque el Señor Jesús vivió una vida humana perfecta, experimentando todas
las virtudes humanas y El está en nosotros. Nosotros
podemos poseer todas esas virtudes de Cristo que están disponibles en nuestro interior.
Entonces podemos ser pacientes, humildes, mansos y
soportarnos los unos a los otros.
"Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:3). Debemos
mantener la unidad, con todo, sólo viviendo y andando
con estas virtudes humanas elevadas es que podemos guardar la unidad.
Ser humilde es siempre dar un paso hacia atrás. Si cada uno considera a los demás
superiores a sí mismo no habrá contiendas. Seremos perfectamente uno.
Ser manso es no ser duro, violento; pero más bien, flexibles, maleables. Cuando dos cosas
duras se chocan siempre sucede un gran desastre. Seamos un
poco más blandos. Ser paciente es ser con más calma, más lento. No vayamos demasiado
rápido. Soportar los unos a los otros es ser, amplio, tolerante;
no ser estricto. Seamos un poco más flexibles. Nuestro andar debe tener estas cuatro
virtudes humanas, y este es el andar de modo digno de nuestro
llamamiento. Fuimos llamados para estar juntos y tal tipo de andar nos mantiene en la
unidad. Esto es ekklesia.
Es muy bueno saber que somos la "ekklesia", o la congregación de los llamados. Somos
aquellos que fueron llamados hacia fuera de "Ur de los
caldeos", hacia fuera del mundo, cruzamos el río y llegamos a ser los hebreos. En esta
salida, al inicio, nuestra fe era aún pequeña y paramos
muchas veces a mitad de camino. Pero gracias al Señor El siempre viene a darnos Su
palabra reforzando nuestra fe, y por el fin llevándonos hasta
"Canaán", la iglesia. La Iglesia es la congregación de los que fueron llamados hacia afuera.
Fuimos también llamados para ser conformados a la
imagen de Su Hijo por medio de todas las cosas que ayudan para nuestro bien. Una vez que
hayamos sido llamados, debemos andar de modo digno de ese
llamamiento para mantener la Unidad. Esto es la ekklesia.
La Arqueología Bíblica
La arqueología es una disciplina que busca recobrar la información sobre el pasado, acerca
de culturas anteriores a la actual. Por ello trabaja por medio del descubrimiento, el registro,
el estudio sistemático y la interpretación de los materiales existentes que dejaron las
culturas ancestrales. Estos materiales consisten en variados tipos de documentos escritos,
objetos de la vida cotidiana y testimonios no escritos de aquellos tiempos.
La arqueología abarca, básicamente, dos actividades:
- el descubrimiento
- la interpretación.
La mayoría de los principales arqueólogos que trabajan en asuntos bíblicos coinciden en
señalar que el propósito principal no es demostrar, ni probar, ni defender la Biblia y sus
enseñanzas, sino entenderla mejor. El aporte de la arqueología al estudio de la Biblia es que
arroja luz sobre el escenario histórico y cultural en que tienen lugar los sucesos que indican
la intervención de Dios, al desenvolverse sus planes para la redención del hombre. De
modo que el propósito principal de la arqueología, en los estudios bíblicos, no es la
confirmación sino la iluminación. El objeto es entender la Biblia, no defenderla.
1. La Biblia no es un libro de mitos y leyendas. No se centra en una serie de enseñanzas
morales, espirituales y litúrgicas. Es el relato de un pueblo y personas concretas que
vivieron en momentos históricos concretos. Con relación a esto, es importante señalar cómo
la arqueología o sólo corrobora el dato bíblico, sino que lo completa y aclara. Una crónica
babilónica del Museo Británico no sólo confirma el relato de que Nabucodonosor tomó por
primera vez Jerusalén en 597 a.C. (2 Reyes 24.8- 17), sino que del día de la conquista: 16
de marzo de ese año.
Por lo tanto, una de las grandes ayudas de la arqueología ha sido el colocar los relatos de la
historia del pueblo de Dios en los distintos contextos históricos a los que pertenecen. Nos
ayuda a ver la historia bíblica como parte de la historia universal.
2. En relación con lo anterior, la arqueología nos ayuda a ser más cuidadosos con nuestras
afirmaciones y conclusiones al estudiar el texto bíblico.
Es ya muy conocido el ejemplo de los dos primeros capítulos del Génesis. Hasta mediados
del siglo pasado la opinión común era que el mundo fue creado 6000 ó 4000 años antes de
Cristo. En la actualidad, prácticamente nadie apoya esas fechas. Los estudios
contemporáneos han encontrado fósiles humanos con una vejez de un millón de años. Las
excavaciones arqueológicas comprueban la existencia de Jericó desde 7000 a.C.
Por otro lado, los descubrimientos arqueológicos impiden que saquemos conclusiones
precipitadas en la lectura de algunos datos históricos. Por ejemplo, en Génesis 21.34 y 26.1
la referencia a los filisteos es, sin duda, una alusión anacrónica de esta gente que se
estableció en la costa sur de Palestina unos cinco o seis siglos más tarde. En la época
patriarcal, los filisteos no habían emigrado de su lugar de origen: la isla de Creta.
La arqueología también nos ayuda a conocer el significado de palabras y expresiones que
hasta ahora habían permanecido oscuras o mal traducidas en nuestras traducciones y
versiones. Por ejemplo, la Reina-Valera de 1960 dice en 1 Reyes 10:28: "Y traían caballos
y lienzos a Salomón." Sin embargo, dice Edwin Yamauchi: "El comercio de Salomón con
otras regiones ha estado oscurecido por una mala traducción en la mayoría de las versiones.
La palabra que se tradujo en nuestras versiones por "lienzos" realmente significa "de
Cilicia". Una versión más contemporánea dice así: "Los caballos de Salomón provenian de
Cilicia" (NBE).