Malaquias 4 PDF

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EL MENSAJE DEL ELÍAS Y EL DÍA DEL SEÑOR GRANDE Y TERRIBLE.

(Malaquías 4)
“Dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No
apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
palabra de verdad”
Bienvenidos hermanos de la iglesia de laodicea a un estudio mas de la Palabra Profética mas segura.
Leeré del Espíritu de Profecía una referencia que se encuentra en:
Joyas de los Testimonios, Tomo 2, pp. 316, 317.- “Los judíos esperaban al Mesías pero Él no vino
como ellos habían predicho que vendría, y si se le aceptaba como el que había sido prometido, sus sabios
maestros se verían obligados a reconocer que habían errado. Estos dirigentes se habían separado de Dios;
y Satanás obró en su mente para inducirlos a rechazar al Salvador. Antes que renunciar a su orgullosa
opinión, cerraban los ojos a todas las evidencias de su carácter mesiánico; y no solo rechazaron el mensaje
de salvación ellos mismos, sino que endurecieron el corazón del pueblo contra Jesús. Su historia debe ser
una solemne advertencia para nosotros.
“Cuando el Señor tiene luz para su pueblo, no es de esperar que Satanás se quede tranquilo sin hacer
esfuerzos para impedirles que la reciban. Él obrará en las mentes para excitar desconfianza, celos e
incredulidad. Tengamos cuidado de no rechazar la luz que Dios envía porque no viene de una manera que
nos agrade. No rechacemos la bendición de Dios por no conocer el tiempo de nuestra visitación. Si hay
quienes no ven ni aceptan la luz ellos mismos, no estorben el camino de los demás. No se diga de este
pueblo altamente favorecido, como se dijo de los judíos cuando les fue predicada la buena nueva del
reino: ‘Vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban impedisteis.’(Lucas 11:52)”
Hermanos, estemos atentos a esta solemne advertencia para no repetir la misma historia del pueblo
judío. No vayamos a rechazar la luz solo porque no venga de la manera como nosotros la esperamos.
Antes de empezar nuestro estudio tendremos una oración: Padre que estas en los cielos alabado sea tu
nombre Señor; en esta hora venimos ante tu presencia porque queremos Padre pedir tu bendición ya que
hemos de abrir tu Santa y bendita Palabra, rogamos que tu Santo Espíritu pueda estar cada uno de los que
escuchan este mensaje dondequiera se encuentren, que podamos hacer caso a los consejos inspirados que
nos muestran claramente que hoy en día Señor tienes un menaje especial para nosotros, pero que ese
mensaje no ha venido conforme como nosotros pensamos, pedimos tu bendición pedimos que tu Santo
Espíritu este con nosotros, en el nombre de Cristo Jesús. Amen.
Nuestro estudio para hoy se titula: El Elías y el día del Señor grande y terrible. Este estudio es
designado para contestar algunas preguntas de suma importancia, que tienen que ver con nuestra
salvación como pueblo de Dios. Hoy analizaremos la profecía del Elías que había de venir, y su mensaje
en conexión con el día grande y terrible del Señor.
Las preguntas básicas que investigaremos en nuestro tema de hoy, son las siguientes:
1.- ¿Tiene que aparecer personalmente Elías, el profeta antiguo?
2.- ¿El profeta Elías estará representado por un grupo de personas o será una sola persona?
3.- ¿Vino ya el profeta Elías predicho en la profecía?
4.- ¿Que significa el día Grande y terrible del Señor?
5.- ¿En que forma el Elías va a restaurar todas las cosas?
Con la ayuda de la Biblia y del Espíritu de Profecía, daremos las respuestas a estas preguntas que
básicamente componen nuestro tema de hoy.
Les invito a abrir la Sagrada Escritura en
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Malaquías 3:1.- “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá
súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros.
He aquí viene, ha dicho el Señor de los ejércitos.”
Aquí se presentan dos personas, el mensajero y el Señor. El mensajero ha de preceder la venida del
Señor. Él ha de preparar el camino, y luego ha de aparecer el Señor. ¿Y quién podría ser este mensajero
sino el que el Señor ha designado?

Vayamos a Malaquías 4:5 para saber quien es este mensajero:


Malaquías 4:5.- y dice: “5He aquí yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, grande
y terrible”
Aquí vemos que a este mensajero de Malaquías 3:1, la Biblia lo llama “Elías.”
Cabe mencionar que algunos hermanos creen que este mensajero Elías se refiere a Juan el Bautista y
que esta profecía ya se cumplió en el tiempo cuando vino Juan el Bautista a preparar el camino para la
primera venida de Cristo. ¿Será esto cierto? ¿Tendrá algo que ver la obra de Juan el Bautista con esta
profecía del Elías? Vamos a ver que nos dice la Biblia.
Leamos en Mateo 11:7-14.- “7Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué
salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre
cubierto de vestiduras delicadas? He aquí los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes
están. 9Pero ¿Qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 10Porque éste es de quien
está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti.
11
De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero
el más pequeño en el reino de los cielos mayor es que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora,
el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. 13Porque todos los profetas y la ley
profetizaron hasta Juan. 14Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.”
En esta ocasión, el Señor Jesús estaba hablando con sus discípulos acerca de Juan el Bautista, y si
vemos la declaración: “He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino
delante de ti,” notamos que esta declaración del versículo 10 es muy semejante a la declaración usada en
Malaquías 3:1.
Además en el versículo 14, de las mismas palabras del Señor Jesús, encontramos que Juan el Bautista
era el Elías que había de venir a preparar el camino para la primera venida de Cristo; es decir, Juan el
Bautista fue el Elías de su tiempo.
Hasta ahora podemos notar que la profecía de Malaquías 3, tuvo un cumplimiento con Juan el Bautista;
pero vamos a ver que la aplicación principal de esta profecía era para un tiempo futuro al del Señor Jesús,
es decir, era para nuestro tiempo.
Para comprobar esto leeremos Mat. 17: 10-13:
Mateo 17:10-13.- “10Entonces los discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, dicen pues los
Escribas que es menester que Elías venga primero? 11Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías
vendrá primero y les restaurará todas las cosas. 12Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino
que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. 13Entonces
los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.”
En este pasaje nuevamente el Señor Jesús aborda el tema del Elías. En el versículo 11 y 12 notamos
algo sumamente importante para ser considerado. El versículo 11 claramente proyecta la venida del Elías
para un tiempo futuro, y no para el momento que Jesús hablaba con sus discípulos, y dice: “a la verdad
Elías vendrá primero y restaurará todas las cosas.” Pero en el versículo 12 Jesús mismo le da a la
profecía una aplicación en tiempo pasado, porque dice: “mas os digo que Elías ya vino y no le

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conocieron” y claramente hasta sus mismos discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el
Bautista.
Con estas referencias podemos notar que la profecía de Malaquías 3:1 tiene una doble aplicación. Una
parte se aplicó para el tiempo de Juan el Bautista y la otra tendría su aplicación en los últimos días. Según
el versículo 11, Dios enviaría al Elías que restauraría todas las cosas; una obra que no se cumplió en el
tiempo de Juan el Bautista.
Otra prueba más, para mostrar que la profecía de Malaquías 3:1 tiene su principal aplicación para los
últimos días, es que este profeta Elías, es enviado antes del “día del Señor grande y terrible” según
Malaquías 4:5; y el día del Señor grande y terrible como veremos mas adelante, se aplica para nuestro
tiempo hoy; no fue para el tiempo de Juan el Bautista.
Aclarado pues el punto de que la profecía es para el tiempo del fin, contestaremos la siguiente pregunta
* ¿Tiene que aparecer personalmente Elías, el profeta antiguo?
Como ya hemos visto, Juan el Bautista predicó con el espíritu y el poder de Elías; es decir, fue el Elías
de su tiempo, y no tuvo que venir Elías Tisbita personalmente. Asi mismo la promesa de que vendría el
profeta Elías antes del día grande y terrible, antes de la segunda venida de Cristo no tiene que ser
necesariamente cumplida en la persona de Elías Tisbita.
Siguiente pregunta:
* ¿Será que el profeta Elías estará representado por un grupo de personas o será una sola persona?
Asi como en el tiempo antiguo Elías Tisbita fue una sola persona, igual como en el tiempo de Cristo,
Juan el Bautista, el Elías de su tiempo, también fue una sola persona; asi también el Elías de nuestro
tiempo tiene que ser una sola persona.
Sin embargo aclararemos una referencia que muestra a muchas personas haciendo la obra del Elías en
el tiempo del fin. Leámosla se encuentra en
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, p. 84.–“He aquí yo envío a mi mensajero Elías…
(Malaquías 4:5,6) Aquí el profeta describe el carácter de la obra. Los que han de preparar el camino para
la segunda venida de Cristo son representados por el fiel Elías, así como Juan vino con el espíritu de Elías
a preparar el camino para la primera venida de Cristo.”
Aquí la inspiración claramente muestra que aquellos que predicarán el ultimó mensaje de
amonestación, son representados por Elías, como si el Elías fuera representado por un grupo de personas.
¿Cómo podemos entender esta referencia? Es sencillo, el Elías de nuestro tiempo tiene que ser una sola
persona; sin embargo esta persona debe preparar a un grupo fiel de obreros para ayudar a su obra y estos
obreros al hacer la obra del Elías, también son representados por el profeta Elías.
Pero para más evidencia de que el último Elías tiene que ser una sola persona, leeremos la referencia
que se encuentra en:
Testimonios para los Ministros, 475.- “La profecía debe cumplirse, el Señor dice: ‘He aquí yo envío
al profeta Elías antes que venga el día grande y terrible del Señor.’ Alguien debe venir con el espíritu y el
poder de Elías, y cuando aparezca los hombres posiblemente le dirán: Eres demasiado piadoso, no
interpretas las Escrituras de la debida manera, déjame decirte como tienes que predicar tu mensaje.”
Evidentemente el Espíritu de profecía en esta cita nos muestra que la obra del Elías comienza con una
sola persona, un mensajero, y después como vimos en la cita anterior de Consejos Sobre el Régimen
Alimenticio, p. 84 la obra finalmente se terminará, con un grupo de personas predicando el mensaje del
Elías.
Entonces surge la pregunta, ¿Será que este último Elías fue representado por la hna. Elena de White?
Para contestar esta pregunta nuevamente citaremos Testimonios para los Ministros, p. 475:

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Testimonios para los Ministros, 475.- “La profecía debe cumplirse, el Señor dice: ‘He aquí yo envío
al profeta Elías antes que venga el día grande y terrible del Señor.’ Alguien debe venir con el espíritu y el
poder de Elías, y cuando aparezca los hombres posiblemente le dirán: Eres demasiado piadoso, no
interpretas las Escrituras de la debida manera, déjame decirte como tienes que predicar tu mensaje.”
Analicemos algunos puntos:
1) El primer punto a recalcar en esta referencia es que ella dice: “Alguien debe venir con el espíritu y
el poder de Elías;” es decir, ella no se esta refiriendo a si misma, sino a otra persona que vendría después
de ella.
2) En la versión original de este mismo libro, es decir en la versión en inglés; en la frase que dice “y
cuando aparezca,” en la versión original se lee: “y cuando él aparezca,” dando a entender que el Elías
prometido que vendría en los últimos días, sería de genero masculino y no femenino.
De estas reflexiones claramente podemos ver que la profecía del Elías no pudo cumplirse en la persona
de Elena de White. Pero entonces surge la siguiente pregunta:
* ¿Vino ya el profeta Elías?
Resumiendo: Ya vimos que el profeta antiguo no va a resucitar y aparecer personalmente, asi como
tampoco resucitó y apareció en el tiempo del Señor Jesús. Vimos también que la obra del último Elías
comienza con una persona y después se extiende a un grupo de personas.
Pero ahora, la realidad grave que surge de esta pregunta de si “¿vino ya el profeta Elías?” exige que
dejemos de engañarnos a nosotros mismos o de permitir que otros nos engañen. Si esta pregunta no puede
contestarse con la verdad positiva y clara; entonces será mucho mejor dejarla aquí, y esperar hasta que el
rollo sagrado de la Verdad se desenrolle más; antes que permitir que se conteste con las interpretaciones
privadas de los hombres, las cuales solo confunden y crean perplejidad.
Examinemos pues la palabra profética más segura, la que ahora esta alumbrando nuestro sendero, para
ver si hay respuesta positiva y clara para esta pregunta. Leamos en
Malaquías 4:5.- y dice: “5He aquí yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, grande
y terrible.”
En la luz que esta profecía arroja sobre el tema, ninguno puede escapar a la conclusión de que un
profeta, es decir, una persona, ha de ser enviada antes que venga el día del Señor grande y terrible.
Pero ¿cómo podremos reconocer al Elías prometido? Notemos los siguientes puntos:
a) El Elías prometido sería un profeta “intérprete” según Testimonios para los Ministros, 475 que
nos muestra que al momento de que el Elías “aparezca los hombres posiblemente le dirán: Eres demasiado
piadoso, no interpretas las Escrituras de la debida manera, déjame decirte como tienes que predicar tu
mensaje.” Notemos hermanos, que el Elías será un profeta intérprete, ¿a qué me refiero con esto? Me
refiero a que el Elías será un profeta que interpretará las Profecías de los profetas anteriores a él; en otras
palabras, el Elías no será un profeta que tenga visiones o sueños, sino que será exactamente lo que fue
Juan el Bautista, un intérprete de las profecías escritas por los profeta anteriores a él.
b) La profecía muestra que cuando el Elías llegue, no será bien recibido, de acuerdo a la misma
referencia de Testimonios para los Ministros, 475 que nos dice que “cuando aparezca los hombres
posiblemente le dirán: Eres demasiado piadoso, no interpretas las Escrituras de la debida manera,
déjame decirte como tienes que predicar tu mensaje.” Por consiguiente tenemos que recordar que al
venir el último profeta, le confrontará la más grande oposición, por cuanto sabe Satanás que si pierde
ahora pierde para siempre.
Lo que obstaculizará especialmente la obra del Elías, es que por mucho tiempo se le ha inculcado al
pueblo de Dios, la idea de que no habría otro profeta y que no había necesidad de otro mensajero. Que ya
hay suficiente verdad para llevar al pueblo dentro de las puertas celestiales. Por eso es de esperar que el
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Elías predicho, será denunciado como falso profeta, tal vez aun denominado el anticristo, un vástago, o
solo Dios sabe que otro nombre.
Todo viento de doctrina estará soplando, falsos reavivamientos y reformas habrán llegado a su
culminación, todo cuanto sea posible se estará haciendo para torcer la verdad, y así distraer y desalentar a
los creyentes, a fin de desviar su atención del mensaje del Elías, a cualquier otra cosa.
Además cabe mencionar que por cuanto el adversario no puede eludir o refutar la verdad, hace cuanto
puede para buscar defectos en las personas y calumniar su carácter. No obstante, el mensaje del profeta no
puede juzgarse por el comportamiento de sus profesos creyentes. Recordemos, cómo fue anteriormente
con los otros mensajes. Por ejemplo:
- Los apóstoles no estaban unidos entre si antes de la ascensión de Cristo.
- También las multitudes que seguían a Moisés no eran de ninguna manera ejemplares en su
conducta; de hecho en muchos casos su comportamiento fue terrible.
- Y los santos hombres de Dios quienes escribieron las Escrituras, eran hombres con defectos.
- Aun Moisés mismo, no era hombre sin falta; no obstante no dejó por ello de ser Moisés, y el
mensaje y el movimiento suyos fueron los únicos para su tiempo. Asi mismo independiente de
consideraciones, defectos, fracasos o debilidades personales; el mensaje y el movimiento del Elías
será el único enviado por Dios; el único para temer, amar, defender, y por el cual vivir o morir.
Por lo tanto hermanos, no es seguro que pongamos nuestros ojos en la persona o en el instrumento por
el cual Dios envía el mensaje, porque si nuestros ojos son puestos sobre la persona, seguramente vamos a
ser desviados del camino de la Verdad. Mas bien deberíamos dedicar nuestro tiempo a estudiar el mensaje
que Dios envía a través de esa persona. No repitamos la triste historia de los judíos; recuerden la cita que
leímos al principio de nuestro estudio.
c) La última de las pruebas para poder reconocer al profeta Elías, es que siendo el Elías un profeta
intérprete, y puesto que este profeta es enviado antes que venga el día del Señor grande y terrible,
entonces su mensaje debe traer luz en cuanto a ese gran acontecimiento. Dios lo usará para interpretar
todas las profecías concernientes al día del Señor grande y terrible; es decir lo reconoceremos por el
mensaje que traerá. Si hermanos, mientras Elías estará advirtiendo acerca del día grande y terrible; y a
medida que el rollo de verdad vaya abriéndose y mientras que las profecías vayan revelándose, su obra y
sus interpretaciones del gran día del Señor, lo van a identificar como el profeta Elías prometido.
Y será por esta causa que el diablo se indignará, más que en ningún otro tiempo. Sin embargo la única
seguridad para todos, se hallará precisamente en las enseñanzas del Elías, porque no habrá ninguna otra
voz de autoridad divina a quien uno pueda dirigirse, mas que a la verdad presente, es decir, “al mensaje
del día del Señor grande y terrible.” Cualquier otro mensaje arrastrará a sus victimas ciegos a la perdición.
Para poder identificar al Elías, debemos entender bien cual es el mensaje que nos trae. Es muy
importante comprender el tiempo, asi como la naturaleza de su mensaje, pues sin este conocimiento
¿cómo podríamos reconocer al Elías cuando este apareciera? Para que no perdamos este aviso, la
inspiración se empeña en localizar el tiempo exacto cuando este profeta Elías vendría.
Leamos Malaquías 4:5.- “He aquí yo os envió al profeta Elías, antes que venga el día grande y terrible
del Señor.”
Aquí claramente vemos que el mensaje del Elías trata acerca del día grande y terrible del Señor. ¿Por
qué? Porque de otra manera este versículo no diría con tanta urgencia que el Elías debe venir antes del día
grande y terrible del Señor.
Ahora respondamos a la pregunta:
* ¿Que significa el día Grande y Terrible del Señor? Leamos en

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Malaquías 3:1-3.- “1He aquí yo envío mi mensajero, el cuál preparará el camino delante de mi, y
vendrá súbitamente a su templo el Señor a quién vosotros buscáis, y el ángel del pacto a quien deseáis
vosotros he aquí viene dice el Señor de los ejércitos. 2¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?...
Porque él es como fuego purificador, y jabón de lavadores… 3Y se sentará para afinar la plata y limpiarla,
porque limpiará a los hijos de Leví los afinará como oro y como plata y traerán al Señor ofrenda en
justicia.”
Este mensajero del pacto, es decir el profeta Elías, preparará el camino, y al preparar el camino, el
Señor vendrá de repente a su templo, a su iglesia. Pero note: Esta venida no puede ser la segunda venida
de Cristo en las nubes del cielo, sino que es una venida que Dios hace súbitamente, de repente, para
purificar a su iglesia. Leamos una referencia que nos ayudará a aclarar que esta venida descrita en
Malaquías no es la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo, sino que es la venida del Señor a su
iglesia para purificarla.
Conflicto de los Siglos, pp. 476, 477.- “Tanto la profecía de Daniel 8:14: ‘Hasta dos mil y trecientas
tardes y mañanas; entonces será purificado el santuario,’ como el mensaje del primer ángel: ‘!Temed a
Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio!’ señalaban al ministerio de Cristo en el lugar
santísimo, al juicio investigador, y no a la venida de Cristo para la redención de su pueblo y la destrucción
de los impíos. El error no estaba en el cómputo de los periodos proféticos, sino en el acontecimiento que
debía verificarse al fin de los 2,300 días. Debido a este error los creyentes habían sufrido un desengaño;
sin embargo se había realizado todo lo predicho por la profecía, y todo lo que alguna garantía bíblica
permitía esperar. En el momento mismo en que estaban lamentando la defraudación de sus esperanzas, se
había realizado el acontecimiento que estaba predicho por el mensaje, y que debía cumplirse antes de que
el Señor pudiese aparecer para recompensar a sus siervos.
“Cristo había venido, no a la tierra, como ellos esperaban, sino, como estaba simbolizado en el
símbolo, al lugar santísimo del templo de Dios en el cielo. El profeta Daniel le representa como viniendo
en ese tiempo al anciano de días: ‘Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes
del cielo venia Uno parecido a un hijo de hombre; y vino’ –no a la tierra, sino –al Anciano de días, y le
trajeron delante de él’ (Daniel 7:13).
“Esta venida esta predicha también por el profeta Malaquías: “Repentinamente vendrá a su Templo el
Señor a quien buscáis: es decir, el ángel del Pacto, en quien os deleitáis, he aquí que vendrá, dice Jehová
de los ejércitos’ (Malaquías 3:1) La venida del Señor a su templo fue repentina de modo inesperado, para
su pueblo. Este no le esperaba allí. Esperaba que vendría a la tierra, ‘en llama de fuego para dar el pago a
los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio.’ (2 Tesalonicenses 1:18)
“Pero el pueblo no estaba aun preparado para ir al encuentro de su Señor. Todavía le quedaba una
obra de preparación que cumplir. Debía serle comunicada una luz que dirigiría su espíritu hacia el
templo de Dios en el cielo; y mientras siguiera allí por fe a su sumo sacerdote en el desempeño de su
ministerio se le revelarían nuevos deberes. Había de darse a la iglesia otro mensaje de aviso e
instrucción.
“El profeta dice: ‘Pero quién será capaz de soportar el día de su advenimiento? ¿Y quién podrá
estar en pie cuando Él apareciere? Porque será como el fuego del acrisolador, y como el jabón de los
bataneros; pues que se sentará como acrisolador y purificador de la plata; y purificará a los hijos de Leví,
y los afinará como el oro y la plata, para que presenten a Jehová ofrenda en justicia’ (Malaquías 3:2,3)
Los que vivan en la tierra cuando cese la intercesión de Cristo en el santuario celestial deberán estar en
pie en la presencia de un Dios santo sin mediador. Sus vestiduras deberán estar sin mácula sus caracteres,
purificados de todo pecado por la sangre de la aspersión. Por la gracia de Dios y sus propios y diligentes
esfuerzos deberán ser vencedores en la lucha con el mal. Mientras se prosigue el juicio investigador en el
cielo, mientras que los pecados de los creyentes arrepentidos son quitados del santuario, debe llevarse a
cabo una obra especial de purificación, de liberación del pecado, entre el pueblo de Dios en la tierra...
“La venida de Cristo como sumo sacerdote al lugar santísimo para la purificación el santuario, de la
que se habla en Daniel 8:14; la venida del hombre al lugar donde está el Anciano de días, tal como esta
presentada en Daniel 7:13; y la venida del Señor a su templo, predicha en Malaquías, son descripciones
6
del mismo acontecimiento representado también por la venida del esposo a las bodas, descrita por Cristo
en la parábola de las diez vírgenes, según Mateo 25.”

Con esta referencia vemos claramente que esta venida del Señor, descrita por Malaquías es la misma
predicha en Daniel 7:13. En otras palabras, está hablando de la venida del Señor a su templo en 1844 para
comenzar el juicio investigador de los muertos. Pero noten hermanos, el juicio no solo será para los
muertos y este es el punto que queremos enfatizar. Como iglesia hemos sido instruidos en cuanto a
cuándo comenzó el juicio de los muertos, pero se pasa por alto el hecho de que cuando el juicio termine
con los muertos, continuará con nosotros, los que estemos vivos, y esa es la parte que mas debería
interesarnos mientras estemos con vida. Leamos la siguiente referencia del Espíritu de profecía en:
Mensajes Selectos, Tomo 1, p. 145.- dice: “En 1844 nuestro Sumo Sacerdote entró en el lugar
santísimo del santuario celestial para comenzar la obra del juicio investigador. Han estado siendo
examinados delante de Dios el caso de los muertos justos. Cuando se complete esa obra, se pronunciará
juicio sobre los vivientes ¡Cuán preciosos, cuán importantes son estos solemnes momentos!...”

De esta referencia claramente vemos que en 1844 empezó el juicio investigador de los muertos pero
que cuando esta obra de enjuiciar a los muertos termine, se pronunciará juicio sobre los vivos. Esta es la
razón por la que los eventos descritos en Malaquías capítulo 3 tienen su aplicación mas directa con el
juicio de los vivos, que con el juicio de los muertos. Este punto es un muy importante para nosotros como
iglesia y deberíamos estar informados de todo al respecto. ¿Cómo se realizará ese juicio sobre los vivos?
¿Estaremos viviendo de tal manera que podamos ser aprobados en ese juicio?
Hermanos, démonos cuenta de una vez y para siempre, que el diablo es más astuto de lo que podemos
imaginar. Él no es particular con lo que usted crea, mientras pueda mantenerlo ignorante de la Verdad
revelada; lejos de los mensajes de Dios para hoy, tales como: el mensaje del Juicio de los vivos –la
purificación de la iglesia, la purificación del santuario. Tristemente Satanás está haciendo tan buen trabajo
ahora como lo hizo en el tiempo de Cristo.
Ahora hagamos la pregunta, ¿acaso no es más importante para la Iglesia, el conocimiento de la
profecía de Malaquías, la purificación de la Iglesia, o el Juicio de los vivos, que el Juicio de los muertos?
Veamos ahora, cómo será la obra del Señor durante el juicio de los vivos.
El Señor va a purificar y a limpiar a su pueblo arrancando los pecadores no arrepentidos de entre ellos.
Pero hacemos la pregunta ¿a quién en particular purificará el Señor?
Malaquías 3:3.- “Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los
afinará como a oro y como a plata, y traerán al Señor ofrenda en justicia.”
Sabemos que los Levitas componían la tribu de la cual venía el sacerdocio, –los ministros del Señor. Y
puesto que esta profecía ha de encontrar su cumplimiento completo en nuestro tiempo, la figura es clara:
Los Levitas, los ministros del Señor en nuestro tiempo, son los que serán purificados.
¿Y que pasará después?
Malaquías 3:4.- “Y será grata al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y
como en los años antiguos.”
Este versículo nos muestra nuevamente que este juicio tiene que ver directamente con los vivos y no
con los muertos, porque los muertos no pueden traer ofrendas al Señor.
También notemos que las ofrendas que ahora se están trayendo al Señor no son agradables a Él, no son
agradables como en tiempos pasados; pero por otro lado, también se nos da la promesa gloriosa, que de
aquí a no mucho tiempo, habrá un ministerio puro, un pueblo puro, –un pueblo sin engaño en sus bocas,
sin mancha o arruga, o cosa semejante (Efe. 5:27). Los que no midan con esta norma no “permanecerán.”

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De allí en adelante no habrá pecadores en su medio, porque “Nunca más,” dice el Señor, “vendrá a ti
incircunciso, ni inmundo.” Isa. 52:1.
Este futuro glorioso es además reiterado por el Espíritu de Profecía. Leeré una referencia de:
Review and Herald, Noviembre 19, 1908.- “. . . Sólo a los que hayan vencido la tentación en la
fortaleza del Todopoderoso se les permitirá tomar parte en proclamarlo [el Mensaje del Tercer Ángel]
cuando éste se intensifique hasta llegar a ser el Fuerte Pregón.”
De estas evidencias podemos ver, que el día grande y terrible del Señor tiene que ver con la
purificación de la iglesia, con el juicio de los vivos; y que el mensaje del Elías debe venir antes de ese
gran día, porque si viniera después ya no seria de utilidad su aviso. El mensaje del Elías debe mostrarnos
como prepararnos para estar listos y poder estar en pie cuando el Señor se manifieste.
Sabemos que la obra del Elías antiguo fue la obra final para el Israel típico apóstata –la Iglesia. De
igual manera, la obra de Juan el Bautista fue hecha en su pueblo, justo antes de la primera venida de
Cristo; asi mismo la obra del Elías de este tiempo, debe ser la obra final antitípica para su templo, es
decir, la obra final para su Iglesia, y esto debe ocurrir antes del día del Señor grande y terrible.
Y ¿cual será esa obra final que Dios hará en favor de su iglesia? Leamos lo dice el Espíritu de Profecía
en.
Joyas de los Testimonios, Tomo 1, pp. 335, 336.- “El verdadero pueblo de Dios que toma a pecho el
espíritu de la obra del Señor y la salvación de las almas, verá siempre el pecado en su verdadero carácter
pecaminoso. Estará siempre departe de los que denuncian claramente los pecados que tan fácilmente
asedian a los hijos de Dios. Especialmente en la obra final que se hace en favor de la Iglesia, en el
tiempo del sellamiento de los ciento cuarenta y cuatro mil que han de subsistir sin defecto delante del
trono de Dios, sentirán muy profundamente los yerros de los que profesan ser hijos de Dios.”

Hermanos, ya hemos visto en nuestros temas anteriores acerca de esta purificación, acerca de este
sellamiento que el Señor hará entre su pueblo profeso. Por ejemplo en el Tema de los 144,000 se nos
muestra el sellamiento en las palabras descritas por el profeta Ezequiel en el capítulo 9; por lo tanto el
mensaje del Elías, es el mensaje que debe llegar a tiempo, para preparar al pueblo de Dios para esta
purificación que muy pronto va a ocurrir, antes que Cristo venga en las nubes del cielo.
Continuando con el tema: Leamos
Mateo 17:11.- “11Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías vendrá primero y les restaurará
todas las cosas.
* ¿En que forma el Elías va a restaurar todas las cosas?
Para responder esta pregunta vayamos un poco a la historia y analicemos la obra de Elías sobre el
monte Carmelo. Leeremos en
Profetas y Reyes, pp. 107,108.- dice: “Sin avergonzarse ni aterrorizarse, el profeta permanecía de pie
delante de la multitud, reconociendo plenamente el mandato que había recibido de ejecutar la orden
divina. Iluminaba su rostro una pavorosa solemnidad. Con ansiosa expectación el pueblo aguardaba su
palabra. Mirando primero el altar de Jehová, que estaba derribado, y luego a la multitud, Elías clamó con
los tonos claros de una trompeta: ‘¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová
es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él.’ ”
Al igual que la obra del Elías literal fue una obra de reforma y entre el pueblo de Dios; igualmente la
obra del Elías que será enviado antes del Día del Señor grande y terrible es una obra de reforma entre el
pueblo profeso de Dios. Hoy en día resuena ante nuestros oídos la misma pregunta que el profeta Elías
hizo al pueblo reunido en el monte Carmelo: “¿Hasta cuando claudicareis entre dos pensamientos?”
El Elías de los últimos días restauraría todas las cosas según las profecía, pero ¿que cosas deben ser
restauradas? He aquí algunas de las cosas que necesitan ser restauradas hoy en nuestro tiempo:

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a) La observancia de la reforma pro-salud:
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, p. 26.-“Los adventistas del séptimo día manejan verdades
trascendentales. Hace mas de cuarenta años que el Señor nos dio luces especiales sobre la reforma pro
salud; pero, ¿cómo seguimos en esa luz? ¡Cuántos hay que han rehusado poner su vida en armonía con los
consejos de Dios! Como pueblo debiéramos realizar progresos proporcionales a la luz que hemos
recibido. Es deber nuestro comprender y respetar los principios de la reforma pro salud. En el asunto de la
temperancia, deberíamos dejar muy atrás a todos los demás; sin embargo, hay en nuestras iglesias
miembros a quienes las instrucciones no han faltado, y hasta predicadores, que demuestran poco respeto
por la luz que Dios nos ha dado tocante a este asunto. Comen según sus gustos y trabajan como mejor les
parece.
“Colóquense los maestros y directores de nuestra obra firmemente sobre el terreno bíblico en lo que se
refiere a la reforma pro salud, y den un testimonio definido a los que creen que vivimos en los últimos
tiempos de la historia de este mundo. Debe haber una línea de separación entre los que sirven a Dios y los
que se complacen a si mismos.”
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, p. 36.-“Me fue mostrado que la reforma pro salud es una
parte del mensaje del tercer ángel, y está tan estrechamente relacionada con él como el brazo y la mano lo
están con el cuerpo humano.”
b) Nuestra indumentaria:
Joyas de los Testimonios, Tomo 2, p. 202.- “En todos los asuntos de la indumentaria, debemos ser
estrictamente cuidadosos y seguir muy de cerca las reglas bíblicas. La moda ha sido la diosa que ha regido
el mundo, y con frecuencia se insinúa en la iglesia. La iglesia debe hacer de la Palabra de Dios su norma y
los padres deben pensar inteligentemente acerca de este asunto. Cuando ven a sus hijos inclinados a seguir
las normas mundanas, deben, como Abrahán, ordenar resueltamente su casa tras si. En vez de unirlos con
el mundo, relacionadlos con Dios. Nadie deshonre el santuario de Dios por un atavió ostentoso. Dios y los
ángeles están allí. El santo de Israel ha hablado por medio de su apóstol: ‘El adorno de las cuales no sea
exterior con encrespamiento del cabello, y atavió de oro, ni en compostura de ropas; sino el hombre del
corazón que esta encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacifico, lo cual es de grande
estima delante de Dios’ (1 Ped. 3:3,4)”
c) Nuestra manera de adorar en la iglesia:
Joyas de los Testimonios, Tomo 2, p. 193.- “Ha habido un gran cambio, y no en el mejor sentido,
sino en el peor, en los hábitos y costumbres de la gente con referencia al culto religioso. Las cosas
preciosas y sagradas que nos relacionan con Dios, están perdiendo rápidamente su influencia y son
rebajadas al nivel de las cosas comunes. La reverencia que el pueblo tenia antiguamente por el santuario
donde se encontraba con Dios en servicio sagrado, ha desaparecido mayormente. ... La casa es el
santuario para la familia, y la cámara o el huerto el lugar mas retraído para el culto individual; pero la
iglesia es el santuario para la congregación. Debiera haber reglas respecto al tiempo, el lugar y la manera
de adorar.”
Joyas de los Testimonios, Tomo 2, p. 198.- “Es demasiado cierto que la reverencia por la casa de
Dios ha llegado casi a extinguirse. No se disciernen las cosas y los lugares sagrados, ni se aprecia lo santo
y lo exaltado. ¿No falta en nuestra familia la piedad ferviente? No se deberá a que se arrastra en el polvo
el alto estandarte de la religión? Dos dio a su antiguo pueblo reglas de orden, perfectas y exactas. ¿Ha
cambiado su carácter? ¿No es el Dios grande y poderoso que rige en el cielo de los cielos? ¿No seria
bueno que leyésemos con frecuencia las instrucciones dadas por Dios mismo a los hebreos para que
nosotros, los que tenemos la luz de la gloriosa verdad, imitemos su reverencia por la casa de Dios?
Tenemos abundantes razones para conservar un espíritu ferviente y consagrado en el culto de Dios.
Tenemos motivos para ser aun más reflexivos y reverentes en nuestro culto que los judíos. Pero un
enemigo ha estado trabajando para destruir nuestra fe en el carácter sagrado del culto cristiano.”
Estas son solo algunos puntos más sobresalientes de las cosas que el Elías restauraría.
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Hermanos, realmente el engaño dentro de los laodicenses no debería ser noticia para ustedes, porque
bien saben que la Iglesia nunca, en cualquier época, ha sido engañada por alguno, sino por su propio
ministerio, por los que han sido tan altamente estimados como lo eran los miembros del Sanedrín, quienes
mas tarde crucificaron al Señor, los que mantuvieron a la nación engañada hasta que fue demasiado tarde
para recuperarse. Así fue entonces, asi fue antes de entonces, así ha sido siempre, y así es ahora.
Deténgase y medítelo.
Ahora escuche lo que el Señor está por hacer entre su pueblo profeso, su iglesia:
Malaquías 3:5.– “Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y
adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al
huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice el Señor de los ejércitos.”
Estos son sólo algunos de los pecados en la iglesia, en los cuales los hombres están consintiendo.
Hablando de los que llevan el mensaje de hoy y de las condiciones de la iglesia, la Inspiración dice en:
Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 196.- “. . . Se lamentan y afligen sus almas porque en la iglesia
hay orgullo, avaricia, egoísmo y engaño de casi toda clase. El Espíritu de Dios, que inspira la reprensión,
es pisoteado, mientras triunfan los siervos de Satanás. Dios queda deshonrado, y la verdad anulada.”
Pero recuerden hermanos lo que dice en Ezequiel 9:4-6, que recibiremos la marca de liberación sólo si
gemimos y clamamos contra todas estas abominaciones.
Pero aun hay mas; además de esta lista de pecados, Dios llama la atención a otro punto que también es
muy importante y nos esta pidiendo que nos arrepintamos. Pongamos mucha atención y notemos que no
es por casualidad que este punto se encuentra aquí en le mismo capítulo de Malaquías 3, donde también
habla del último mensaje que Dios enviará a su iglesia por medio del profeta Elías:
Malaquías 3:6-9.– “Porque yo el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis.
Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho el Señor de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos
de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos
robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda,
me habéis robado.”
¿De que manera debe ser utilizado al diezmo del Señor? Definitivamente es para que se predique la
verdad, pero veamos estas referencias:
Evangelismo, p. 359.- “Los que trabajan con fervor y sin egoísmo, sean hombres o mujeres, llevan
gavillas al maestro; y las almas convertidas por su trabajo llevan sus diezmos a la tesorería... Deben ser
pagados con el diezmo. El diezmo debería ir para los que trabajan en palabra y doctrina sean estos
hombres o mujeres.”
Según esta cita el diezmo es para pagar a aquellos que trabajan predicando la Palabra de Dios sean
hombres o mujeres. Hablando de la esposas de los ministros la recomendación es que si en la obra del
esposo las esposas trabajan desinteresadamente en la obra del Señor, ellas deberían recibir una paga
adicional al sueldo de su esposo. También leamos otra referencia que se encuentra en
Joyas de los Testimonios, Tomo 2, p. 473.-“Nuestras asociaciones dirigen su mirada a nuestras
escuelas en busca de obreros educados y bien preparados, por lo que debieran prestar a las escuelas el
auxilio mas generoso e inteligente. Ha sido dada clara luz en cuanto a aquellos que ministran en nuestras
escuelas enseñando la Palabra de Dios, explicando las Escrituras, educando a los alumnos en las cosas de
Dios. Deben ser sostenidos con el diezmo. Hace mucho que fue dada esta instrucción y recientemente ha
sido repetida vez tras vez.”

Podemos notar que también los maestros que trabajan en las escuelas explicando las Escrituras,
educando a los alumnos en las cosas de Dios, deben ser sostenidos con el diezmo.
El diezmo debería ser usado exactamente para lo que dice las Escritura: “Traed los diezmos al alfolí y
haya alimento en mi casa.” Ese alimento es alimento espiritual; la Palabra de Dios.
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Pero ahora notemos un punto aun mas serio: Estos versículos de Malaquías 3:6-9 no se esta hablando
solo de que el diezmo no ha sido usado para lo que el Señor lo destinó, como lo muestran las referencias
anteriores, sino que estos versículos muestran un problema mas grande.
Estos versículos no culpan a los miembros individuales de la iglesia, de robar al Señor, sino a toda la
denominación, la “nación toda.” Además, encontrará que el contenido descrito en el capítulo 3 de
Malaquías comienza con el capítulo dos. Ahí notará que el Señor se dirige al ministerio y no a los laicos,
diciendo: “. . . Oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.” Malaquías 2:1. Claramente entonces,
el problema radica en el hecho que aunque los laicos por regla general, regresan fielmente el diezmo y las
ofrendas, sin embargo Dios es robado, ¿por qué? Porque la Denominación está tomando los diezmos y al
mismo tiempo está peleando contra Dios atacando el mensaje del Elías. Es decir, en lugar de aceptar y
promulgar el mensaje de Dios para hoy; es a saber, “el Juicio que esta por venir a los vivos;” la iglesia
esta atacando ese mensaje y esta tratando de impedir por todos los medios posibles, que esta verdad “del
juicio de los vivos” llegue hasta usted y le despierte y le haga consagrar su vida para poder estar en pie
cuando el Señor se manifieste.
Si hermanos, tristemente el dinero de Dios es usado para impedir que esta verdad llegue al pueblo y
sea iluminado con ella –manteniendo a su pueblo en tinieblas y engañado, y aun quitándole el deseo de
investigar por sí mismo el mensaje de la hora. Es por eso que Dios esta haciendo una gran ¡acusación! a
su pueblo, a su iglesia, pero sobre todo al liderazgo.
Ahora veamos que es lo que Dios quiere que hagan los laicos:
Malaquías 3:10 – “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde.”
Y ahora nos hacemos la pregunta ¿Qué es el alfolí? ¿Dónde esta el alfolí de Dios hoy en nuestro
tiempo? –La respuesta es: Donde está la Verdad de Dios para hoy, de donde se distribuye el “alimento a
tiempo,” ahí esta el alfolí.
La declaración, “Traed todos los diezmos al alfolí,” implica que algunos ya lo están trayendo, pero no
todos. Esto, junto con la acusación que toda la nación está robando a Dios, positivamente muestra que los
diezmos ahora son traídos, no al alfolí de Dios, sino a alguna otra casa. Para repetir, el alfolí de Dios
siempre ha sido y siempre será, donde está la “Verdad Presente,” el lugar del cual el “alimento a tiempo”
es distribuido, al tiempo que los diezmos son regresados.
Puesto que el mensaje viejo, el “Juicio de los muertos,” está fuera pasando a la historia, se ve
claramente que puesto que la Denominación como un cuerpo ha rechazado y está peleando el mensaje de
la hora, pero todavía está recogiendo los diezmos del pueblo, en verdad está robando a Dios.
Por lo tanto, se le pide a su pueblo enviar sus diezmos al “alfolí” de donde la Verdad Presente es
distribuida, porque es la Verdad Presente lo que el rebaño necesita ahora. Y para confirmar esto, leamos la
referencia que se encuentra en
Primeros Escritos, p. 63.- “Son muchas las preciosas verdades que contiene la Palabra de Dios, pero
es ‘la verdad presente’ lo que el rebaño necesita.”
Ahora mis queridos hermanos, hagámonos honestamente las siguientes preguntas:
Ya que soy responsable por la luz que ahora está brillando sobre mi camino, y puesto que tengo que
ayudar a darla a mis hermanos, ¿debería yo pagar mi diezmo a la Denominación para que el ministerio
tenga más dinero para pelear contra el mensaje y contra mis esfuerzos personales para alcanzar al pueblo,
y de esta manera, trabajando con propósitos opuestos, sólo ayudándoles a mantener al pueblo en
tinieblas?, o ¿debería yo pagarlo, al “alfolí” de la Verdad Presente, donde naturalmente debería ir para
promover el avance de la reforma que escudriña el corazón, y así rescatar a mis hermanos adventistas del
séptimo día, -la iglesia de Laodicea, de la ruina eterna?
Y como nuestra condición laodicense nos dice que no estamos preparados para encontrarnos con el
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Señor, entonces ¿cómo puede la iglesia preparar adecuadamente a los paganos? En vista de todos estos
hechos, ¿deberían ir mis diezmos a la Denominación Adventista del Séptimo Día en favor de los paganos,
o deben ir para el mensaje del sellamiento en favor de mis hermanos? ¿Y si no me atrevo a colocar mis
diezmos para el apoyo de lo que yo creo ser la Verdad Presente, entonces cómo será apoyada la verdad
presente y donde más concienzudamente puedo colocar mis diezmos?
Recuerden nuestra explicación en los temas anteriores de que el juicio para los vivos comienza en la
iglesia (1 Ped. 4:17); por lo tanto el mensaje de Elías primero es para la iglesia y después irá a todo el
mundo, el mundo tendrá su oportunidad durante el fuerte pregón.
“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su Señor sobre su casa para que les dé el
alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su Señor venga, le halle haciendo así.”
Mateo 24:45-46.
Para finalizar nuestro estudio haremos un pequeño resumen
1.- ¿Tiene que aparecer personalmente Elías, el profeta antiguo? Hoy aprendimos que no. Sino que
Dios enviaría a una persona, un hombre, para traernos el mensaje del Elías.
2.- ¿El profeta Elías estará representado por un grupo de personas o será una sola persona? Hoy
aprendimos que será una sola persona, y ésta preparará a un grupo de personas que ayudaran a la obra
llevando adelante el mensaje del Elías.
3.- ¿Vino ya el profeta Elías predicho en la profecía? De acuerdo a las pruebas que hemos visto hoy en
nuestro tema, podemos comprobar que el Elías ya vino y su mensaje se esta predicando por todo el pueblo
adventista hoy día.
4.- ¿Que significa el día Grande y terrible del Señor? Ese día, es el día del juicio de los vivos, será
grande para quien reciba el sello de la aprobación, pero terrible para quien no reciba el sello y perezca.
5.- ¿En que forma el Elías va a restaurar todas las cosas? Dios por medio del mensaje del Elías, hará en
nosotros una reforma y un reavivamiento que culminará con la purificación de la iglesia.
Puesto que las Escrituras claramente describen a Elías y su obra, nadie que humildemente investigue
sobre él y su obra, necesita suponer o estar en tinieblas con respecto a su identidad y su misión, porque es
su deber dado por Dios de publicar verdades a tiempo oportuno como le fueron reveladas de las profecías.
Así que todos los que estén dispuestos y sean obedientes, no tendrán dificultad en reconocerle a él y a su
mensaje (Juan 7:17). Sabrán que cualquiera que venga con un mensaje, que no sea el del Señor grande y
terrible, no es el Elías prometido.
Por lo tanto, si alguien reclamara ser el Elías, mientras que llevara otro mensaje que no fuera del día
del Señor grande y terrible, será ello positiva prueba de por sí, que semejante persona no es de ninguna
manera profeta de Dios, sino es un impostor manifiesto.
Y es por esto que les hago esta solemne declaración:
Desde ahora, querido hermano, querida hermana, no permita que otros escudriñen el tema por usted,
sino que investigue por usted mismo, luego de escuchar todas las evidencias usted mismo; vaya de
rodillas a Dios, y sólo, en su cuarto de oración, y con la ayuda del Espíritu Santo, usted puede determinar,
si el Elías ya ha venido o si todavía debemos esperar su venida.
Que el Señor les bendiga ricamente, Amén

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