PRÓLOGO

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PRÓLOGO

A nivel mundial las limitaciones físicas debidas en particular a procesos óseos


como lo son las fracturas son de mucha importancia, debido a que estas
representan una disminución considerable de la calidad de vida en las personas,
además de su recuperación, algunas veces complicada debido a factores
personales, ambientales o incluso hasta familiares agregados al padecimiento de
fondo, retardando así la recuperación de los pacientes, dicho lo anterior a
continuación desarrollamos información al respecto de este tema.
Antes de iniciar con datos y estadísticas conozcamos lo que es una fractura, una
fractura es una pérdida de la solución de continuidad de un hueso, en su
estructura organizacional interna o externa, debido a diversos factores, de los
cuales los principales son; traumatismos, accidentes, prácticas deportivas e
incluso degenerativo como lo es el caso de la enfermedad llamada osteoporosis,
dicho padecimiento genera dolor intenso en la persona que la presenta.
Esta patología la encontramos presente en el tejido óseo, el cual está dispuesto
por nuestro organismo con diversas actividades, dándole sostén, locomoción,
fuerza é incluso protección especializada a los órganos vitales, hallando así pues
diversas formas o disposiciones óseas, como lo son, huesos largos, cortos, planos
o irregulares, dictada su morfología por las características propias de cada uno,
dando un total de 206 piezas en un adulto, dónde, incluso se forman estructuras
especializadas como lo son las articulaciones móviles, la bóveda craneana y el
macizo facial, sin dejar de lado la creación de nuevas células sanguíneas
mediante la médula ósea alojada al interior del cuerpo de los huesos largos y
algunos planos en su centro esponjoso.
A nivel mundial los datos que hay sobre este problema son diversos, más sin
embargo en nuestro país en general tenemos que representa el octavo lugar en
defunciones causadas por accidentes en américa latina, así como el duodécimo
lugar en pérdida de años laborales, ahora sí, hablando en cifras nacionales en
México los accidentes representan el séptimo lugar como causa de defunción,
siendo muy considerable el quinto lugar que ocupan los accidentes de tránsito
involucrando pacientes desde los 15 a los 29 años, motivo por el cual se ve más
alterada la cantidad de años laborales perdidos abarcando un 12% del total.
A nivel estado se tienen cifras donde hasta un 86% del total de los accidentados
presentan alguna lesión ósea, contrastando casi en similitud con las estadísticas
locales de Gómez Palacio de un 67% de pacientes atendidos por este
padecimiento.
Como mecanismo principal de lesión tenemos los siguientes; tensión, compresión,
flexión, torsión y cizallamiento, cada uno involucrando fuerzas en sentidos e
intensidad distintas, de lo anterior resultan diversas características en particular
que destacar, el lugar de ocurrencia, es decir el sitio anatómico que se encuentra
lesionado, la movilidad de la articulación puede verse afectada por la destrucción
de la superficie articular propiamente o por el trazo de la fractura aún estando lejos
de dicho sitio pero relacionado con el mismo y último lugar tenemos a los
fragmentos producidos por tal lesión.
En su esfuerzo por reparar al hueso fracturado el cuerpo humano hábilmente se
preocupa por producir células y matriz mineral que sirva como materiales de
construcción en los sitios necesarios, llevado a cabo en cuatro etapas, proceso de
inflamación donde se presentan los daños mas significativos, formación de callo
suave mediado por las células jóvenes del tejido conectivo, formación del callo
duro iniciado por la alta actividad de células productoras de matriz ósea
mineralizada y su depósito, por ultimo como paso crucial tenemos la remodelación
ósea, donde se lleva a cabo una importante remodelación del bosquejo de hueso
que se creo en la formación del callo duro, dando así su configuración original.
No podemos seguir adelante no sin antes hablar de los diferentes tipos de
fracturas producidos, siendo estos algunos mas complicados de abordar que
otros, hay que destacar la presencia de las fracturas abiertas las cuales involucran
alto potencial infeccioso debido a la exposición del plano óseo, de las cerradas
tendremos en consideración a las espirales, pero, especialmente a las de tipo
conminuta, ya que por la cantidad de fragmentos algunas veces se dificulta mucho
su resolución óptima.
Como es posible sospechar o reconocer la presencia de una posible fractura en
una persona, sin tener a la mano estudios de gabinete, sencillo, mediante el
empleo de la exploración clínica, la cual, en nuestros días, dicho sea de paso, ha
perdido peso en la valoración médica contra estudios de gabinete o laboratorio,
datos tales como lo son dolor, limitación en la movilidad, deformidad en una región
anatómica, presencia de hematoma, crepitación de fragmentos óseos, son datos,
los cuales nos deberían de hacer sospechar en un alto porcentaje de una posible
lesión ósea, no sin antes tener el antecedente del factor desencadenante. Así
como saber discernir entre los diagnósticos diferenciales como lo pudieran ser una
luxación o un esguince, que, aunque también involucran estructuras del aparato
musculoesquelético no son propiamente fracturas.
Ante estos hechos tenemos que tocar las posibles complicaciones, unas de peligro
inmediato el momento de suscitarse el trauma principal, mencionamos algunas
como por ejemplo choque traumático, lesiones neurológicas o lesiones vasculares,
sin demeritar tampoco las posibles complicaciones crónicas, las cuales podemos
decir que serían retraso o defecto en la consolidación, rigidez articular, o bien, mas
de cuidado una osteomielitis u osteítis.
Seria un error muy grande de mi parte no hablar de las opciones terapéuticas que
se pueden llevar a cabo en los pacientes, tenemos opciones no farmacológicas
como la simple pero a la vez correcta inmovilización de la extremidad afectada, la
cual es primordial no tanto en el recuperación de la fractura, sino, más bien en
evitar agravamiento del daño ya ocasionado al tejido, no basta con querer ayudar,
es necesario tener el conocimiento para así, no ocasionar más daño al paciente,
dentro del catalogo farmacológico hay variados esquemas analgésicos, los cuales
corresponderán al médico suministrarlos adecuadamente, sin embargo, la piedra
angular de la recuperación de estos pacientes está dada por la opción quirúrgica,
esta es, al menos para un servidor, la opción mas controlada en la que se pueden
asegurar mejores resultados, ya que se tiene contacto directo con las estructuras
lastimadas y así se logra identificar desde un inicio su pronóstico; Técnicas,
materiales, aparatos hay muchos, el cuidado, empeño y apoyo dado a cada
paciente es mas importante que cualquier método empleado en su tratamiento, al
igual que la opción de acudir a terapia física y rehabilitación precoz, no está
demás decir que una adecuada prevención de accidentes de cualquier índole
repercutirá de forma directa sobre estos padecimientos y sus complicaciones.

Atentamente:

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Dr. Gabriel Martínez Arteaga
Médico Traumatólogo y Ortopedista
CP. 3270640

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