Artículo de Lengua Materna
Artículo de Lengua Materna
Artículo de Lengua Materna
Los procesos de globalización han facilitado el acceso a múltiples lenguajes, en especial al escrito,
a través de los cuales las personas se acercan al conocimiento desde cualquier disciplina o campo
laboral. Es por ello que hoy más que nunca, se espera que el profesional sea eficiente en la
búsqueda, escogencia e interpretación de la información y la utilice en la producción de diferentes
textos o discursos. Saber comunicar se constituye, entonces, en una necesidad imperiosa para la
interacción eficiente.
Hacia la década de los años 50, el lingüísta Noam Chomsky sostuvo que los humanos poseemos
una capacidad innata para adquirir el lenguaje y deducir las reglas a partir de modelos, habló de la
competencia lingüística y de la actuación, cuyas leyes se encuentran en el hablante mediante el
uso de universales lingüísticos y la creatividad, el lenguaje tiene, entonces, como función expresar
el pensamiento.
Veinte años después, Mijaíl Bajtín mostró la relación estrecha entre el individuo y la sociedad a
partir del signo lingüístico y la comunicación mediada por el contexto.
Hacia 1980, con la lingüística textual de Teun Van Dijk, el texto es concebido como unidad de
análisis, se estudian sus propiedades, las tipologías, el discurso, el contexto y las situaciones
comunicativas.
Otros estudiosos de la teoría del lenguaje como comunicación que se podrían citar son:
Bernstein, Halliday y Labor (sociolingüístas); Austin y Searle (filósofos del lenguaje); Piaget,
Vigotsky y Bruner (psicólogos) y Ducrot y Charaudeau (lingüistas).
La primera de ellas, leer, implica más que comprender el significado de un texto, aquí interactúa
un sujeto portador de saberes culturales, intereses, deseos, gustos, etc. y un texto como el
soporte portador de un significado, de una perspectiva cultural, ideológica y estética particulares,
por lo tanto es un proceso significativo y semiótico.
La segunda, escribir, va más allá de una codificación de significados a través de reglas lingüísticas,
es un proceso social e individual en el que se configura un mundo y en el que se ponen en juego
saberes, competencias, intereses y que, a la vez, está determinado por un contexto socio-cultural
y pragmático.
Hoy el término competencia se puede concebir como un tipo de criterio para evaluar las
actuaciones de los sujetos, como un saber hacer en un contexto, lo que implica que el ser
competente es un acto de conciencia y de comprensión respecto a lo que se ejecuta o se realiza
(Perea, F. 2004).
Desde el punto de vista lingüístico, las competencias pueden ser interpretativas, argumentativas y
propositivas, y son la base para acceder a la comprensión de la realidad. Cuando una persona es
competente en un área determinada, se le exige el dominio del lenguaje y los códigos que le
permitirán la comprensión del discurso y los aportes que realizan los que reflexionan en dicho
campo del saber.
Según el investigador Daniel Bogoya (2000), existen tres niveles de competencia. El primer
nivel tiene en cuenta el reconocimiento y la diferenciación de los códigos propios de cada área, lo
que indica que para ser competente en un campo del saber se requiere de la apropiación del
lenguaje específico de este. El segundo nivel tiene que ver con la aplicación de los conocimientos
adquiridos en un contexto disciplinar, en el que los usuarios se apropian y sirven de ellos para
resolver problemas. El tercer nivel hace referencia al proceso metacognitivo, es decir, el nivel de
conciencia de la competencia puesto que se sabe lo que se hace.
De esta forma, adquirir competencias comunicativas exige tanto habilidades para manejar una
lengua como saber filtrar, seleccionar e interpretar la información y leer de forma crítica,
diferenciando lo relevante de lo secundario y lo fiable de lo dudoso o erróneo. Por lo tanto, no
consiste en una teorización acerca de la lengua; no es el conocimiento explícito lo que interesa,
sino la apropiación del lenguaje para la significación, para la comunicación, para el conocimiento y
para el discurso.
La universidad debe afianzar en sus estudiantes la lectura crítica de los textos relacionados con
distintas dimensiones de la vida social y del ámbito científico. Igualmente debe brindarles
elementos para identificar la validez de los mismos, para analizar la realidad, para argumentar
sobre ella e interpretarla.
Con relación a lo virtual, es importante también reconocer la necesidad imperiosa de que nuestros
estudiantes dominen las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) para
procesar la información derivada del conocimiento actual que se genera en cuestión de segundos.
La función del docente será la de propiciar espacios de interacción con el lenguaje propio de la
investigación y de las comunidades científicas. Acercar a los estudiantes a la lectura para conocer y
cuestionar la postura de un autor e indagar sobre nuevos aportes. Escribir para dar cuenta de lo
que se sabe, para sistematizar datos o para realizar un informe de investigación. (Benvegnú,
Galaburri, Pasquale y Dorronzoro, 2001)
BIBLIOGRAFÍA