Reflexión. Eumémides

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REFLEXIÓN

Esquilo, en su obra “La Orestiada” pretende cargar de culpabilidad tanto a Clitemnestra por el
asesinato de su marido como a Orestes, por el asesinato de su madre. Sobre todo, a este
último, lo cual queda representado en la obra a través de Las Euménides.

Los tres grandes tragediógrafos, Esquilo, Sófocles y Eurípides escribieron sobre el mito de
Agamenón. Así, Sófocles escribe “Electra”. Tanto en la obra de Esquilo como en la de Sófocles
de parte del mismo mito, cometiéndose en ambas el mismo matricidio. En la obra de Sófocles,
la protagonista es Electra. En ella se profundiza sobre cómo Electra persuade a su hermano
cuando este tiene un momento de duda previo al asesinato de su madre. En esta obra, una vez
realizado el matricidio, aparecen Cástor y Pólux, hijos de Zeus y hermanos de Clitemnestra.
De esta forma es en la que Sófocles manifiesta que Electra y Orestes han cometido un acto, ya
no solo delictivo, sino además inmoral.

Esquilo en su obra defiende de alguna manera la idea de democracia. En el artículo “La idea de
la justicia en la obra de Esquilo” escrito por Enrique Herreras, se argumenta como en la obra
“Las Euménides” existe un tribunal formado por los hombres más justos del pueblo, donde el
papel de juez estaría otorgándose a Atenea. Por otro lado, la fiscalía serían las propias
Euménides. También en este artículo podemos ver desarrollado como se quiere acabar con el
lema “la sangre se paga con sangre”. Lo que consigue Atenea con este juicio es cortar una
cadena de venganzas. Primero, Clitemnestra asesina a su marido, Agamenón, para vengarse de
él por haber traído tras la guerra a Casandra como concubina. Tras este desencadenante, sus
hijos Electra y Orestes planean los asesinatos de su madre y de su amante. Así, Orestes asesina
primero a Egisto y después a su propia madre para así vengar la muerte de su padre. Cuando
Atenea declara a Orestes expiado de toda culpa por el matricidio cometido y convence a las
Euménides para que dejen de perseguirlo, pone fin a este derrame de sangre.

Aristóteles, en su obra “Poética”, define la anagnórisis como el reconocimiento: “La agnición


es, como el nombre indica, un cambio desde la ignorancia al conocimiento, para amistad o
para odio, de los destinados a la dicha o al infortunio”. En nuestra obra a tratar, como ya
hemos citado anteriormente, la anagnórisis se encuentra en el transcurso del juicio, donde
Orestes se da cuenta de que tiene motivos para temer por su vida. Este filósofo afirma que la
anagnórisis puede desencadenar consecuencias tanto positivas como negativas. En efecto,
cuando Orestes reconoce que ha cometido un error y que este puede traerle nefastas
consecuencias, se desencadenan una serie de acontecimientos. Apolo, acude a la llamada de
su suplicante y lo defiende. Esta obra, respaldada en todo momento por los dioses, no deja
mostrarnos un sistema democrático que no dista tanto de la actualidad. En esta, de alguna
manera también se reconocen los errores o crímenes cometidos ante un tribunal y un juez.

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