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Leyes de Colonización en México del Siglo XIX

La ley de colonización de 1916 estableció normas para promover la colonización de México por parte de mexicanos y extranjeros. Ofrecía exenciones de impuestos y servicios militares por 5-10 años para los colonos, así como la entrega gratuita de tierras, asistencia para proyectos de riego e infraestructura, y apoyo técnico y financiero para el desarrollo de las colonias. El objetivo era poblar zonas despobladas y mejorar la agricultura mediante el establecimiento de nuevos asent

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Leyes de Colonización en México del Siglo XIX

La ley de colonización de 1916 estableció normas para promover la colonización de México por parte de mexicanos y extranjeros. Ofrecía exenciones de impuestos y servicios militares por 5-10 años para los colonos, así como la entrega gratuita de tierras, asistencia para proyectos de riego e infraestructura, y apoyo técnico y financiero para el desarrollo de las colonias. El objetivo era poblar zonas despobladas y mejorar la agricultura mediante el establecimiento de nuevos asent

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Ley de Colonización

A partir de la Independencia, los primeros gobiernos mexicanos se preocuparon


por la colonización del país. El 23 de septiembre de 1822 se autorizó la
colonización de San Antonio, en la Baja California; un año después, Agustín de
Iturbide expidió un decreto para promover la colonización, dando preferencia en la
adjudicación de terrenos a los veteranos de la guerra de Independencia. Uno de
los más importantes decretos relacionados con la colonización fue el que, en
1823, creó la Provincia del Istmo, con capital en Tehuantepec.

Posteriormente, la Ley General de Colonización del 28 de agosto de 1824


facultó a los estados de la federación para disponer de terrenos baldíos y
estableció que la superficie máxima que podía adjudicarse a cada familia sería de
dos leguas cuadradas. Además, se prohibía la venta de esos terrenos a
instituciones eclesiásticas.

La Ley de Colonización del 6 de abril de 1830 fijó normas generales que


limitaron la superficie de tierras que se asignaría a cada colono y señalaba la
importancia de la "promoción de la colonización con elementos nacionales y
extranjeros que mejorarían la técnica agrícola". Asimismo, establecía la posibilidad
de que el gobierno ayudara a los colonos en sus gastos de traslado y de que,
durante un año, les facilitara los elementos necesarios (herramientas, semillas,
créditos) para iniciar la explotación de las tierras. En el periodo de 1830 a 1853 los
diversos gobiernos, fueran federalistas o centralistas, emitieron diversos decretos
relativos a la colonización de tierras baldías.

En 1830, el Congreso Nacional dictó una nueva ley de colonización que


dispuso el reparto de tierras a quienes estuvieran dispuestos a radicar en lugares
deshabitados del país, ya fueran mexicanos o extranjeros
LEY DE COLONIZACIÓN

Enero 19, 1916

Estados Unidos Mexicanos

Consejo Ejecutivo

LEY DE COLONIZACIÓN

El Consejo Ejecutivo de la República, en uso de sus facultades e interpretando la


voluntad del pueblo, decreta:

Art. 1o. Todos los mexicanos tienen derecho a los beneficios de la presente ley,
así como los extranjeros que se nacionalicen, éstos vendrán a la República, si
residieren fuera de ella, con el certificado correspondiente del Agente Consular o
de Inmigración que el Ministerio de Agricultura y Colonización hubiere autorizado
para traer colonos.

Si el solicitante, mexicano o extranjero, reside en la República, deberá ocurrir al


expresado Ministerio o a los agentes autorizados para admitir colonos.

Art. 2o. En todos los casos los solicitantes han de presentar certificados de las
autoridades respectivas que acrediten sus buenas costumbres y la ocupación que
han tenido antes de hacer su solicitud para ser admitidos como colonos.

Art. 3o. Los colonos que se establezcan en la República gozarán por cinco años,
contados desde la fecha de su establecimiento, de las siguientes exenciones: I.
Exención del servicio militar; II. Exención de toda clase de contribuciones, excepto
las municipales. III. Exención personal intransmisible de los derechos de
exportación de los frutos que cosechen; IV. Premios y protección especial para un
nuevo cultivo o industria en el país; V. Exención de los derechos de legalización
de firmas y expedición de pasaportes que los agentes consulares otorguen a los
individuos que vengan a la República con destino a la colonización en virtud, de
contratos celebrados por el Gobierno.

Art. 4o. Los colonos que se dediquen exclusivamente a la plantación de árboles


quedan exentos de contribuciones por dos años, y solo pagarán los impuestos
municipales.

Los mexicanos residentes en el extranjero y que deseen establecerse en los


lugares libres de la República, tendrán derecho a gozar durante diez años de
todas las exenciones que establece la ley.

Art. 5o. Las colonias se establecerán bajo el régimen municipal, sujetándose para
la elección de sus autoridades y para el establecimiento de impuestos, a las leyes
generales de la República y a las particulares del estado donde se encuentren, y
gozarán de las mismas franquicias que señala la Ley Agraria de 26 de octubre de
1915, así como el de los beneficios que establecen los siguientes artículos de la
presente ley, en los cuales también tiene los pueblos comunidades, según las
reglamentaciones del Ministerio de Agricultura y Colonización.

Art. 6o. En los lugares destinados por el Gobierno Federal para nuevas
poblaciones, se concederá un lote gratis a los colonos mexicanos o extranjeros
nacionalizados que quieran establecerse en ellos como fundadores y que vayan a
dedicarse a la agricultura; debiendo construir su casa habitación en el primer año
de su residencia y se les expedirá el título de propiedad conforme a la Ley General
Agraria de 26 de octubre de 1915 y demás reglamentos que para tales casos
establezca el Ministerio de Agricultura y Colonización.

Art. 7o. A los colonos mexicanos o extranjeros nacionalizados que radiquen en los
lugares que se trata poblar, se les concederán gratis terrenos o lotes necesarios
para sus cultivos, de acuerdo con lo que en este caso consigna la Ley General
Agraria de 26 de octubre de 1915 y las demás reglamentaciones expedidas por el
Ministerio de Agricultura y Colonización.
Art. 8o. El Gobierno por conducto del Ministerio de Agricultura y Colonización y
éste por medio del Banco Agrícola Nacional, irrigará los terrenos que se quieran
colonizar, en las zonas donde sea esto posible; y el importe de las obras
respectivas se les reembolsará concediendo largos plazos a las colonias,
estableciendo una construcción o impuesto de riego de una hectárea de terreno.
Las obras que el gobierno ejecutare pasarán al poder de las colonias al costo
neto, después de cubierto el importe de ellas.

Art. 9o. El Ministerio de Agricultura y Colonización hará concesiones a las colonias


para el aprovechamiento de las aguas de dentro y fuera de los terrenos
colonizados para el servicio, en primer término y para la de agua potable e
irrigación de los terrenos y fuerza motriz, pero siempre que sea para beneficio de
todos los colonos y sin perjuicio de terceros. Hará también concesiones para
construcción de presas, pozos artesianos, canales y otras obras para la irrigación.

El límite para estas concesiones será marcado por las necesidades de la colonia,
de tal manera que no resulte agua o fuerza motriz sobrante con la que pueda
especular la colonia, y quedando el Ministerio de Agricultura y Colonización en
libertad para disponer de los sobrantes en beneficio de los demás pueblos o
colonias agrícolas.

Art. 10o. El Gobierno, por conducto del Banco Agrícola Nacional, podrá ejecutar
obras hidráulicas para beneficio de los colonos en las regiones que lo juzgue
conveniente y dará dichas obras en propiedad, al costo, concediendo largo plazo
para su pago y cobrando sólo el cuatro por ciento de interés anual sobre los
capitales invertidos.

Art. 11o. El Ministerio de Agricultura nombrará peritos agrónomos para que


estudien la calidad de las tierras que vayan a ser cultivadas por los colonos o
indicar a éstos sobre cuáles son los cultivos más adecuados.

Art. 12o. El Ministerio de Agricultura y Colonización nombrará peritos para el


estudio de la explotación de montes y conservación de los mismos en beneficio de
los colonos. Igualmente nombrará ingenieros que hagan el deslinde y
fraccionamientos que el Gobierno ceda gratuitamente a los colonos, así como
harán el trazo de las poblaciones que se traten de colonizar; pero deberán
sujetarse dichos trabajos a lo dispuesto por la Ley General Agraria de 26 de
octubre de 1915 y demás reglamentos expedidos por el mencionado Ministro de
Agricultura y Colonización.

Art. 13o. El Gobierno por conducto del Ministerio de Comunicaciones y Obras


Públicas, procurará unir las colonias que se establezcan con los ferrocarriles
inmediatos, de manera que por este medio prosperen las colonias mencionadas.

Art. 14o. El Gobierno se compromete a construir y a proporcionar todos los


edificios del servicio público que conceptúe necesarios para el servicio de los
colonos.

Art. 15o. El Gobierno por conducto del Ministerio de Agricultura y Colonización,


establecerá instructores agrícolas para las colonias, que a su juicio necesiten de
esta clase de protección.

Art. 16o. El Gobierno, por conducto del Ministerio de Agricultura y Colonización


establecerá y proveerá los terrenos que crea necesarios para mantener una
existencia de animales domésticos y aves de corral de buena clase, tendrá
además sementales de raza para venderlos a los colonos y con el fin de procurar
su mejoramiento, emprenderá estos trabajos en las colonias que lo juzgue
conveniente.

Art. 17o. El Gobierno, por medio del Ministerio de Agricultura y Colonización, y


éste por conducto del Banco Nacional, establecerá en las colonias que crea
conveniente, las industrias que juzgue necesarias para vender al costo a los
colonos, los materiales indispensables para que construyan sus casas y cercados.

Por conducto del mismo Banco establecerá en las colonias que lo juzgue
necesario, almacenes de implementos agrícolas y semillas de todas clases, para
su venta a los colonos.
Art. 18o. El Gobierno por medio del Ministerio de Agricultura y Colonización y éste,
por conducto del Banco Agrícola Nacional, ayudará a las colonias que lo juzgue
indispensable, con las cantidades que crea necesarias para establecer almacenes
cooperativos para la vida y trabajo de los colonos y para industrias agrícolas.

El Banco Agrícola Nacional sólo cobrará el cuatro por ciento anual de interés
sobre los capitales que preste para tales obras y concederá largos plazos para el
pago de los mismos.

Art. 19o. El Gobierno concederá a los colonos exención por diez años de los
derechos de importación e interiores, a los víveres a donde no los hubiere,
instrumentos de labranza, herramientas, máquinas, enseres, materiales de
construcción para habitaciones, muebles de uso y animales de cría o de raza con
destino a los colonos. El Ministerio de Hacienda y Crédito Público, de acuerdo con
el de Agricultura y Colonización, determinará qué objetos y qué cantidad, además
de los enumerados, quedarán libres de derechos y el término de la exención.

Art. 20o. El Gobierno ayudará a los colonos en proporcionarles transportes libres


hasta el lugar de sus residencias, en los ferrocarriles y líneas de transportes, pero
por una sola vez, ayudará también y hasta donde lo estime necesario a agentes
de propaganda, para traer colonos y muy especialmente, ayudará a aquellos
agentes que se ocupen de traer a los mexicanos expatriados en los Estados
Unidos, pero de conformidad con el Gobierno Federal.

Art. 21o. El Gobierno, por conducto del Ministerio de Justicia y del Trabajo, dictará
leyes especiales para proteger o evitar que sean enajenables los edificios y
maquinarias destinados a la industria agrícola, implementos y maquinarias
agrícolas y muebles de los colonos.

Art. 22o. El Gobierno, por medio del Ministerio de Agricultura y Colonización y éste
por conducto del Banco Nacional Agrícola, proporcionará a los colonos, elementos
para cultivar tierras, tales como aperos, instrumentos de labranza y semillas,
cobrando a los colonos el valor de éstos, al precio de costo y les concederá largos
plazos para su pago, cobrando sólo el cinco por ciento de interés anual sobre el
valor de las cantidades invertidas.

También se les proporcionarán los dineros que juzgue necesarios para el fomento
de sus siembras y cosechas, cobrando el mismo interés.

Art. 23o. Los colonos extranjeros deberán ser escogidos dentro de aquellas
nacionalidades donde la agricultura esté más adelantada y sus ciudadanos sean
verdaderos productores y que al venir a colonizar la República se dediquen al
progreso de las nuevas poblaciones y que sirvan como mejoramiento a la
agricultura nacional.

Art. 24o. El Gobierno podrá autorizar la formación de asociaciones cooperativas


para que colonicen determinada zona libre de la República, pero de ninguna
manera podrá otorgar concesiones que constituyan un monopolio.

Art. 25o. El Gobierno, por medio del Ministerio de Agricultura y Colonización,


establecerá agentes de inmigración en los lugares del extranjero que juzgue más
convenientes, que se encarguen de contratar colonos en los términos de la
presente ley.

Art. 26o. Sólo el Ministerio de Agricultura y Colonización es el competente para


celebrar contratos con los que pretendan colonizar las regiones libres de la
República.

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