Sensitometría

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Materia: SISTEMA ZONAL

Autor: Michael Langford


Libro: Fotografía básica
Ed. Omega,
Barcelona, 1986

Capítulo XIII: Sensitometría

Al llegar aquí, casi estamos en disposición de poder combinar la óptica, la cámara,


el material sensible y la iluminación del sujeto, así como hablar de los problemas de la
exposición correcta. Ya hicimos observar anteriormente que la exposición produce unos
cuantos átomos de plata en algunos de los granos de la emulsión, siendo el número de
estos afectados, generalmente proporcional a la cantidad de luz recibida.
Posteriormente, estos átomos forman centros para la acción del revelador, creando plata
en cantidades visibles, también en proporción con la luz original recibida. Por lo tanto,
la emulsión tiene una acción conversora: convierte la dosis de luz de la imagen óptica
en “negrura de plata” en el negativo.
Naturalmente, existen límites al funcionamiento de la emulsión. Un exceso de
exposición crea grandes luces densas, “quemadas”,1 mientras que con una exposición
insuficiente, las sombras aparecen “degradadas” y vacías. También el grado de revelado
afecta a la diferencia entre tonalidades, dando negativos “duros” o “suaves” o “flojos”.
Como fotógrafos, podemos seguir utilizando estos nombres bastante vagos para
designar el efecto combinado de sujeto, emulsión, exposición y revelado en el negativo
definitivo. Sin embargo, si queremos comprender realmente los problemas que implica
determinar la exposición correcta, es útil hacerse primeramente una idea exacta de los
límites del funcionamiento tonal de la emulsión. “Flojo” y “quemado” no son
descripciones lo suficientemente exactas. ¿Qué grado de “flojedad” es permisible, y
cómo puede compensarse en el revelador? Esencialmente, necesitamos poder predecir
qué tipo de negativo (en términos de gradación de las tonalidades) saldrá de las
soluciones reveladoras.
El modo más lógico de reunir esta información es ensayar las emulsiones
dándoles una amplia escala de dosificación de luz rigurosamente controlada,
revelándolas en distintas condiciones asimismo controladas, y midiendo con precisión
las tonalidades o ennegrecimientos que resulten. Este modo científico y analítico de
estudiar el funcionamiento de las emulsiones se llama “sensitometría”.

1
Las voces “grandes luces” y “sombras” se refieren siempre a la reproducción de estas zonas del sujeto.
Definición: “Sensitometría” es el estudio científico de los materiales sensibles a la
luz.
La sensitometría no nos profetizará si nuestras fotografías serán buenas, porque
esto depende en gran proporción de la medición de los valores tonales producidos. Pero
sí forma un medio inteligente de comparar la sensibilidad y funcionamiento tonal de
diferentes emulsiones, descubrir los límites de exposición eficaz, comparar reveladores
y condiciones de revelado, y establecer relación entre las cualidades de un negativo y
las copias.

La curva característica

El primer intento serio hacia la sensitometría lo realizaron dos hombres de ciencia


que eran fotógrafos aficionados: F. Hurter y V. C. Driffield. Ante la ausencia general de
información técnica exacta procedente de los fabricantes de las primeras placas con
revestimiento de gelatina, en 1876 iniciaron una evaluación lógica del funcionamiento
de una emulsión. Una máquina de coser a pedal fue convertida en equipo para aplicar
una serie de exposiciones conocidas de luz al material sensible (fue el primer
“sensitómetro”)
Con ello se iniciaban los métodos para medir el “ennegrecimiento” de los
resultados revelados, y comparando la cantidad de luz inicial frente a estos
“ennegrecimientos”, Hurter y Driffield elaboraron una curva del “rendimiento” de una
emulsión fotográfica, a lo cual dieron el nombre de “curva característica” de la misma.
A partir de esta curva pudieron medir la sensibilidad de una emulsión, su contraste y las
influencias del sujeto y del revelado sobre la misma. Las curvas de “rendimiento” —
representando una variable frente a la otra— son, naturalmente, lo bastante comunes
para cualquier “conversión”. Por ejemplo, el rendimiento general de una estufa de gas
puede expresarse gráficamente representando el gas consumido frente al calor emitido;
el rendimiento de una máquina, por el combustible consumido, frente a la energía
desarrollada, etc. Si hay que presentar información al máximo, las escalas
correspondientes a consumo y producción pueden ampliarse. Imaginemos que
preparamos la curva característica o de rendimiento de una emulsión negativa de
sensibilidad media y contraste normal. La experiencia quedará descrita paso a paso, y
por último veremos qué información práctica podemos deducir del gráfico obtenido.

Fase I. Dosificación controlada de la luz

Cuando se abre el obturador de una cámara, toda una serie de intensidades


luminosas —desde las sombras más oscuras hasta las grandes luces más claras— se
proyectan hacia la superficie de la emulsión. Para dar a nuestra película de ensayo su
escala de dosificaciones controladas de luz, podríamos, por lo tanto, ponerla en una
cámara y fotografiar una escena, habiendo medido primeramente con todo cuidado y
con la ayuda de un exposímetro, la claridad relativa de cada objeto presente en la
escena. Las desventajas de este sistema son las siguientes: a) la dificultad física de hacer
con exactitud tantas mediciones con el el exposímetro; b) se necesita un sujeto que
contenga una escala completa de luminosidades, entre grandes luces extremas y
sombras densas (de preferencia espaciadas uniformemente), si queremos obtener el
máximo de información con nuestra gráfica.
Otro sistema consiste en disponer el material en el laboratorio y exponerlo, lo
mismo que una tira de prueba de papel de ampliación, a una serie de exposiciones
“dobles”. Un modo de hacerlo consiste en utilizar una “rueda de sector” giratoria. En
realidad, es un obturador giratorio situado entre el foco de luz y la emulsión, con
aberturas alargadas, practicadas en su superficie, de modo que diferentes partes de la
película reciban una serie de exposiciones de distinta duración. Aunque este método da
una gran variedad de “exposiciones”, no llega a equipararse a condiciones prácticas, en
el sentido de que la emulsión utilizada en una cámara recibe una escala de diferentes
intensidades de luz durante un período de tiempo común. La tira de ensayo o el
procedimiento de la rueda de sector da una escala de tiempos para una intensidad
común. Por lo tanto, es más exacto (y más cómodo) dar nuestras dosificaciones de luz
por medio del sistema de exposiciones escalonadas, llamado también “cuña”.

Una cuña escalonada es un trozo de película o cristal neutro (a veces llamado


“gris”), dividido en fajas paralelas, cada una de las cuales transmite un porcentaje
conocido de luz. Una cuña escalonada con 15 escalones, desde lo opaco hasta la
transparencia casi completa, dispuestos de modo que cada uno de ellos transmita
progresivamente la mitad de luz de su inmediata, presentará una escala de
luminosidades comprendida entre 1 y 16,384. Las cuñas escalonadas las expenden los
fabricantes de material fotográfico para fines de ensayo. Exponiendo una de estas cuñas
escalonadas en contacto con la emulsión que queramos ensayar (bajo un foco de luz
adecuado, tal como una ampliadora), nos encontramos en condiciones de dar una
enorme escala de dosificaciones de luz con una sola exposición. Si bien no exponemos
ningún sujeto propiamente dicho en la emulsión, estamos produciendo un efecto más
amplio que el más extenso radio de luminosidades del sujeto puede alcanzar jamás en la
práctica… y bajo condiciones más favorables. (Nota: Estrictamente, la posición de la
luz con la cual se hace la exposición debería ajustarse de tal modo que la emulsión de
prueba, después de revelada, presente resultados después de un tiempo de exposición
aproximadamente igual a la duración probable en su empleo práctico en una cámara,
por ejemplo: 1 segundo o menos. Si se emplea una ampliadora con lámpara de
tungsteno como foco de luz, la curva producida es estrictamente aplicable tan sólo a
exposiciones hechas con luz de tungsteno. La exposición a la luz natural (más azul) dará
resultados ligeramente diferentes, de modo especial si la emulsión no es pancromática.
REVELADO. Para controlar los resultados es esencial regular de modo riguroso la
dilución del revelador, la temperatura, agitación y tiempo del revelado. Estos factores
deben ser lo más semejantes posible a las condiciones normales de trabajo.
EL EJE HORIZONTAL DE LA GRÁFICA. Podemos empezar preparando el gráfico para
la curva característica de nuestra emulsión. La dosificación luminosa relativa (que
llamaremos “exposición”) aplicada a la emulsión se representará sobre un eje
horizontal; el ennegrecimiento resultante, sobre el eje vertical.
Sería inútil calibrar nuestra escala horizontal del gráfico como una progresión
aritmética: 1, 2, 3, 4, 5, 6, etc. La razón está en que nuestra cuña escalonada original dio
una escala de luminosidades relativas dobles que se extendía desde 1 hasta 16,384, y en
una progresión aritmética los dos primeros escalones serían números consecutivos (1 y
2), y los dos últimos tendrían 8,192 unidades que los separaría entre sí (8,192 a 16,384).
Además, el eje necesitaría ser imposiblemente largo. Por lo tanto, sería más acertado
utilizar una progresión múltiple: 1, 2, 4, 8, 16, etc., alcanzando la cifra de 16,384 en
quince escalones, y dando un espaciado igual desde el primero hasta el último escalón.

De todos modos, los números superiores siguen siendo incómodamente altos para
una escala gráfica. Por ello es práctica aceptada representar sobre el eje horizontal los
números en una escala logarítmica de base 10. (Véase el Apéndice B, pág. 441 [del
libro original].) Con esta escala, los números 1, 2, 3, 4, representan 10, 100, 10.000 y
100.000, respectivamente. Cada vez que se dobla la exposición dada por escalones
consecutivos de la cuña, puede marcarse en la escala del gráfico a intervalos de 0,3 (0,3
es el logaritmo de la base diez de 2). El eje horizontal de la curva característica se
conoce, por lo tanto, con la denominación de eje log E.
Fase II. Ennegrecimiento resultante

¿Cómo se mide el “ennegrecimiento” de un negativo revelado? Hurter y


Driffield crearon el principio de comparar la cantidad de luz incidente sobre el depósito
de plata que se esté midiendo, con la cantidad transmitida:

luz incidente
—————— = opacidad
luz transmitida

Por ejemplo: si de 100 unidades de luz que brillan en el escalón de la cuña que va
a medirse se transmiten sólo 10, el escalón en cuestión tiene una “opacidad” de 10. Sin
embargo, dado que la medición de nuestra emulsión revelada se representará en un
gráfico que ya tiene un eje calibrado en log10 tendremos que convertir también las
opacidades en logaritmos. En lugar de llamar a tal escala log 0”, el log10 de la opacidad
tiene su nombre especial: densidad.
Definición: Densidad = log10 opacidad.
En el ejemplo anterior, en el que se transmitían 10 unidades de otras 100 unidades
de luz, la densidad sería 1. Otros ejemplos son los siguientes:

Tabla 13.1
TRANSMISIÓN, OPACIDAD Y DENSIDAD

Luz transmitida
Luz incidente por la emulsión Opacidad Densidad
en la emulsión (transmisión
porcentual)
100 5 20 1,3
100 20 5 0,7
100 50 2 0,3
100 80 1,25 0,09

DENSITÓMETROS. Afortunadamente para el científico fotográfico, no hay ninguna


necesidad de medir por separado la luz incidente y la transmitida, calcular la opacidad y
por último la densidad para cada una de las tonalidades de una emulsión. En lugar de
ello podemos utilizar un dispositivo óptico diseñado especialmente para dar lecturas
directas en valores de densidad. Dicho dispositivo se conoce con el nombre de
“densitómetro”. Se emplea un densitómetro de transmisión para densidades fotográficas
sobre soportes transparentes, y un densitómetro de reflexión para densidades sobre
soportes opacos, tales como las copias fotográficas sobre papel (véase el capítulo
XVIII).
Los densitómetros de transmisión suelen ser de dos clases: a) un sistema de
comparación visual por el cual la luz que atraviesa el negativo se compara con la luz
procedente del mismo origen que pase por una cuña de grises de densidad conocida; b)
una célula fotoeléctrica que mide la luz transmitida a través del negativo desde un foco
de luz de intensidad conocida, y da una lectura directa de la densidad en un
galvanómetro. El densitómetro fotoeléctrico tiene muchísima más capacidad para “leer”
densidades que el tipo visual, debido a la limitación de éste por la sensibilidad del ojo.
Recapitulando:
1) La función de la sensitometría consiste en analizar el rendimiento de una
emulsión desde un punto de vista científico, y presentar sus cualidades de una manera
universalmente comprensible.
2) Con la ayuda de un gráfico de rendimiento (llamado “curva característica”)
de una emulsión, podemos determinar rápidamente los límites de la reproducción tonal
en la misma, la distorsión de tonalidades que podemos esperar, la sensibilidad relativa,
densidad máxima, nivel de velo, etc. Las curvas características permiten también una
comparación exacta entre emulsiones y reveladores.
3) Fases para preparar un gráfico de rendimiento: Se da a la emulsión de ensayo
una serie de exposiciones, de incremento conocido, y se revela bajo condiciones
prescritas.
4) Los depósitos de plata resultantes después del revelado se miden con un
densitómetro, tomándose una lectura de densidad para cada una de las exposiciones
dadas.
5) La exposición relativa, convertida en log10, se traslada a un gráfico en forma
de log E, frente a la densidad.

La curva en sí misma

Imaginemos que las densidades que hemos medido de nuestra emulsión de


ensayo revelada son como sigue:

Tabla 13.2
DATOS DE LA EMULSIÓN DE ENSAYO REVELADO

Escalón en la cuña de Exposición relativa


exposición original (“dosificación de la Log E Densidad medida
luz”)
1 (opaco) 1 0,0 0,05 (velo)
2 2 0,3 0,07
3 4 0,6 0,13
4 8 0,9 0,20
5 16 1,2 0,30
6 32 1,5 0,50
7 64 1,8 0,75
8 128 2,1 1,00
9 256 2,4 1,25
10 512 2,7 1,50
11 1.024 3,0 1,78
12 2.048 3,3 2,05
13 4.096 3,6 2,25
14 8.192 3,9 2,40
15 16.384 4,2 2,45

Por lo tanto señalemos nuestro papel del gráfico con 4,5 divisiones grandes para
que abarquen los necesarios 4,5 a lo largo del eje horizontal log E, y 2,5 divisiones
parecidas para que alcancen 2,5 en el eje de densidad. Cada dosificación luminosa
relativa puede ahora representarse frente a su resultante densidad.
El gráfico resultante presenta un aspecto característica de “escalera mecánica”, en
lugar de la línea recta que habría sido posible esperar. En el centro del gráfico se
encuentra una “porción de línea recta”, pero por debajo y por arriba de éstas vemos un
“talón” y un “dorso” de reducida pendiente. ¿Qué significa esto en términos prácticos?
Como dijimos anteriormente, cuando se expone la emulsión en una cámara, se la
somete, en realidad, a una escala de densidades de luz. La “escala de luminosidades” del
sujeto (es decir: la relación de la iluminación reflejada desde las grandes luces y desde
las sombras) tiene el mínimo de probabilidades de cubrir la escala de ensayo de 16,384
a 1 que se da a la película para fines de la curva. Incluso las escenas iluminadas
brillantemente por el sol, rara vez exceden de 500 : 1 (escala de log 2,7) y en los lugares
donde la iluminación es controlable, como ocurre en el estudio, 20 : 1 (1,3) es la escala
de luminosidades que se encuentra en un sujeto comúnmente.
Siendo así las cosas, cuando aumentamos el nivel general de la exposición, se
puede hacer que las luminosidades del sujeto correspondan a un grupo de valores de log
E en diversas posiciones a lo largo del eje. Por ejemplo, si mediante el uso de la
abertura y el obturador, damos un generoso nivel de exposición, en realidad estamos
procurando que todas las luminosidades del sujeto correspondan a dosificaciones
luminosas del extremo más elevado del eje del log E, o sea que están “sobreexpuestas”.
Y si a causa de aberturas más reducidas o de rápidas velocidades de obturador pueden
igualarse con las dosificaciones bajas de luz, están “subexpuestas”. O pueden muy bien
quedar en algún punto entre ambas. Esto viene a ser, en cierto modo, como los dedos de
la mano de un pianista, capaces de pulsar un grupo de teclas en cualquier punto de un
largo teclado, desde las muy agudas hasta las muy graves.
Bajo las condiciones de revelado que esta película haya recibido, y suponiendo
que nuestra escala 1,3 de luminosidades del sujeto equivale a las dosificaciones
luminosas correspondiente hacia la porción media del eje log E, podemos ver ahora la
lectura esperada del intervalo de densidades del negativo. Si las sombras del sujeto
tienen una densidad de 0,75, las grandes luces del mismo tienen una densidad de 1,85,
dando con ello una escala de densidades de 1,1.
Aunque el conjunto de todo esto es menos que la escala de luminosidades del
sujeto, todas las diferencias de tono del sujeto están representadas proporcionalmente
en términos de diferencias de densidad. Todos los tonos han quedado comprimidos
uniformemente. Sin embargo, tan pronto como empezamos a sobreexponer, la curva
demuestra que no tan sólo todas las densidades se harán mayores, sino que las
tonalidades presentes en las grandes luces del sujeto se verán cada vez menos
separadas. El negativo podría describirse diciendo que aparece “denso con deficiente
separación de las tonalidades en las grandes luces del sujeto”.
Para prevenir el efecto de la subexposición, desplácese el grupo de luminosidades
del sujeto restantes, a lo largo del eje log E hasta que correspondan a niveles bajos de la
dosificación luminosa. Tomando una lectura de las densidades resultantes se verá que el
negativo resultará menos denso en su conjunto, pero esta vez las sombras del sujeto se
reproducirán con creciente compresión de las tonalidades. El negativo queda tenue,
habiéndose perdido detalles en las sombras.
El hecho de que el gráfico de rendimiento tenga forma de curva y no de línea recta
nos advierte de que existen límites a la cantidad en que puede variarse la exposición,
porque totalmente aparte de que el negativo se oscurezca o aclare, existe el peligro de
que se produzca una pérdida en la gradación de las grandes luces o de las sombras.

Gamma

Volvamos a dar un vistazo al tipo de negativo producido en la emulsión cuando la


exposición hace que las luminosidades del sujeto caigan en la porción recta de la curva
característica. La escala de densidades del negativo resultante dependerá de la pendiente
de esta porción recta. Para las mismas luminosidades del sujeto, una pendiente
acentuada indica que en el negativo se formará una gran diferencia de densidades entre
las grandes luces y las sombras. Por lo tanto, dicha pendiente es una guía útil hacia el
contraste de la emulsión. Una curva característica muy pronunciada indica
invariablemente una emulsión de gran contraste.
En lugar de referirnos vagamente a “la pendiente (de la porción recta de la
curva)”, utilizamos una palabra especial, a saber: “gamma”. El valor de gama (que se
escribe γ) es el siguiente:

a) El logaritmo de la escala de luminosidades de la imagen de una cámara


expuesta por completo en la zona de la línea recta, partido por la escala de las
densidades del negativo corespondiente (por ejemplo, un sujeto con 32 : 1 (1,5 log) en
la escala de luminosidades, expuesto en la línea recta da un negativo con 1,2 en la
escala de densidades, gamma = 1,2 / 1,5 = 0,8).
b) La tangente del ángulo agudo formado prolongando la porción recta hacia
abajo hasta coincidir con el eje de log E.
Si la porción de línea recta de la curva característica tiene una pendiente de 45º, su
gamma será: 1 (tg 45º = 1), y con tal que se haya usado para la exposición la porción
recta tan sólo de la curva característica, la escala de densidades del negativo igualará
exactamente a la escala logarítmica de luminosidades de la imagen en la emulsión. En la
práctica, la mayoría de emulsiones de “contraste normal” tienen una gamma con
revelado normal de aproximadamente 0,8, valor que, tratándose de sujetos “corrientes”,
da una escala de densidades en el negativo muy adecuada para las características del
papel de positivado. Las emulsiones que tienen una gamma muy superior a 1,0 pueden
considerarse de contraste moderadamente alto. Las emulsiones para fotocopias “a la
pluma”, pueden tener una gamma de 3 o más.

La gamma alcanzada con una emulsión dada aumenta con el grado de revelado
que se aplique, alcanzando un máximo que depende de la emulsión y del revelador. Por
consiguiente, la gamma es una medida del grado de revelado del material.
Con frecuencia se menciona erróneamente la gamma para indicar el contraste de
un negativo definitivo. No es más que un factor contribuyente. El contraste o escala de
densidades de nuestro negativo definitivo depende de:
a) tipo de sujeto y modo como se ilumina,
b) dispersión de la luz dentro del objetivo y la cámara,
c) si la exposición “cae” totalmente sobre la porción recta de la curva,
parcialmente en el dorso o el talón de la misma,
d) el tipo de emulsión y la gamma a que se revele.
En realidad podríamos obtener un sujeto muy contrastado expuesto sobre una
emulsión revelada a baja gamma, y un sujeto de poco contraste revelado a gamma
elevada: ambos dan aproximadamente la misma escala de densidades en el negativo.
Este control mediante el revelado es útil con frecuencia, cuando no nos es posible
alterar la iluminación del sujeto.
Definición: “Gamma”. Es una medida de la inclinación que presenta la línea recta
de la curva característica. La gamma indica el efecto combinado del tipo de emulsión y
el grado de revelado. Es un factor que contribuye al contraste del negativo definitivo.
Gamma (γ) = ∆tg entre la porción recta y el eje del log E.
LA GAMMA Y LA LONGITUD DE ONDA. La gamma de un gráfico de funcionamiento
de una emulsión varía según el color de la luz predominante. Esto significa que las
fotografías tomadas a través de filtros de color pueden dar, en el revelado, negativos de
una escala de densidades mayor o menor de lo que se esperaba. Los distintos materiales
responden de modos distintos, pero hablando en términos generales, las longitudes de
onda azules dan valores de gamma más bajos, y las fotografías hechas con filtros azules
pueden necesitar más revelado para compensar esta pérdida de contraste de la emulsión.

Exposición correcta

Mirando la forma de la curva característica puede considerarse razonable


suponer que la “exposición correcta” se produce tan sólo cuando todas las
luminosidades del sujeto quedan comprendidas en la porción recta. Sin embargo, para
muchos fines se encuentra en la práctica que es mejor exponer el negativo de modo que
una parte de las luminosidades de las sombras caigan en la parte superior del talón. Un
exposímetro utilizado correctamente ayudará a hacer esto al fotógrafo. Las ventajas de
utilizar una parte de talón y otra de la línea recta son las siguientes:
a) Se necesita dar menos exposición (explotamos al máximo la sensibilidad de
la emulsión).
b) Existe menos riesgo de irradiación en el interior de la emulsión, si la
exposición puede mantenerse dentro de un mínimo.
Contra esto, producimos negativos que tienen una separación de tonalidades
inferior en las sombras de la imagen que en las tonalidades medias y las grandes luces.
Por fortuna, los modernos papeles de positivado están formulados de tal modo que sus
curvas características (véase pág. 368 [del libro original]) presenten la forma de “S”.
Esto hace que las sombras positiven con mayor contraste que las porciones expuestas
con más intensidad del negativo, compensando de este modo las deficiencias de las
sombras.
EL GRADIENTE MEDIO. Como las exposiciones se hacen actualmente de modo que
utilicen porciones de línea recta y de talón de la curva característica, la gamma por sí
sola no es una guía muy exacta de la relación entre la escala de luminosidades del sujeto
y la escala de densidades. Sin embargo, si se traza una línea que una los dos puntos de
la curva correspondiente a límites correctos de exposición de las sombras y las grandes
luces, se pueden delimitar valores de la relación y la tangente para esta línea, del mismo
modo que se emplea la gamma para la porción de línea recta. Dicha línea se conoce con
el nombre de “gradiente medio” y los valores se indican en forma de números Ĝ
[gradiente medio]. Evidentemente, los valores Ĝ tienden normalmente a ser ligeramente
inferiores a los valores de gamma. Véase nota sobre el índice de contraste (pág. 354 [del
libro original]).

Más información de la curva característica

NIVEL DE VELO. Incluso en ausencia de exposición a la luz, algunos haluros


resultan afectados por el revelado, de modo que dan un fondo o “nivel de velo” de
densidad. Hablando en términos generales, el nivel de velo es mayor cuanto más rápido
es el material fotográfico. Un ligero velo carece de importancia en un negativo, ya que
se positivará como un filtro de densidad neutra al ser expuesto sobre el papel. En
cambio, no puede tolerarse ningún nivel de velo, en absoluto, en el propio papel de
positivado.
RAPIDEZ. El punto en el cual la curva empieza a elevarse por encima del nivel de
velo (el umbral) es una buena indicación de una sensibilidad o “rapidez” general
relativa. Cuanto más próximo está el umbral del extremo inferior de la escala del log E,
menor será la exposición necesaria antes de que empiecen a registrarse las tonalidades,
y más rápida (o sensible) la emulsión. Los modernos sistemas de calibrado de la
sensibilidad —ASA y DIN— se basan en la cantidad de exposición que necesita una
emulsión para dar una densidad de 0,1 por encima del velo, bajo condiciones de
exposición y revelado rigurosamente controladas.
DENSIDAD MÁXIMA. La densidad máxima que será capaz de producir una
emulsión bajo condiciones de revelado específicas, viene indicada por el extremo más
elevado del “dorso” de la curva característica. Más allá de este punto, la curva empieza
a descender (la región de “solarización”). En realidad, si la sobreexposición es
exagerada —por ejemplo, 600 x lo normal, o más— resulta en la película una forma de
imagen solarizada o positiva directa.
Por lo tanto, ya nos es posible “leer” gran cantidad de información a través de los
gráficos de rendimiento que se publican para las distintas emulsiones. Por ejemplo, en la
figura 13.8 podemos ver que la emulsión A es más rápida, tiene un mayor nivel de velo
y da un negro máximo menos denso que la emulsión B. Puesto que las emulsiones
tienen gammas diferentes, el mismo sujeto expuesto adecuadamente en cada emulsión,
quedaría registrado con un contraste mucho más intenso entre las densidades de grandes
luces y de sombras en la emulsión B que en la A. Más adelante, en este mismo capítulo,
podremos ver que es posible sacar todavía más información de las curvas
características.

Recapitulación

1) Después de representar log E contra las densidades resultantes, el gráfico de


rendimiento presenta una característica forma curvada.
2) Las escalas de luminosidades de los sujetos que encontramos en la práctica es
muy improbable igualen a la vasta escala de dosificación de la luz dada para estudiar el
rendimiento de una emulsión de ensayo. Cuando variamos condiciones de intensidad y
tiempo en nuestra cámara estamos haciendo, en efecto, que las tonalidades del sujeto se
correspondan con un grupo de dosificaciones de luz situadas en algún punto del eje del
log E.
3) La curva indica que las tonalidades del sujeto registradas a un nivel general
de exposición demasiado elevado forman densidades negativas con separación de tonos
casi indistinguible en las grandes luces del sujeto. Del mismo modo, un nivel general de
exposición demasiado bajo da por resultado una deficiente separación de tonalidades en
las sombras. La curva predice los resultados que podemos esperar de una
sobrexposición o de una subexposición.
4) Las tonalidades del sujeto expuestas entre los extremos de subexposición y
sobrexposición —es decir, la porción de “línea recta” de la curva— producen en el
negativo diferencias de densidad en la misma relación que las de la escena original. La
relación de la escalas de luminosidades de la imagen (log), representada así en la
emulsión, con la escala de densidades del negativo que produce, se conoce con el
nombre de “gamma”. Geométricamente, la gamma es también la tangente del ángulo
que se forma entre la porción de línea recta prolongada y el eje del log E.
5) La gamma varía con el tipo de emulsión y grado de revelado. Contribuye al
contraste del negativo final, pero no es el único factor que haga sentir su influencia.
6) La mayoría de recursos para medir la exposición tiende a hacer que las
tonalidades de sombra del sujeto coincidan con la parte superior del talón de la curva.
La ligera reducción en la separación de tonalidades en las sombras del sujeto que esto
produce en el negativo se compensa por las características de los papeles de positivado.
La utilización de esta zona de la curva incrementa la rapidez efectiva y disminuye los
peligros de irradiación.
7) La rapidez o sensibilidad relativa de las emulsiones ensayadas bajo
condiciones idénticas puede calibrarse por el punto del log E en que el gráfico empieza
a elevarse apreciablemente por encima del nivel de velo.

El efecto del revelado

Hasta aquí hemos venido estudiando las curvas de funcionamiento de las


emulsiones bajo condiciones de revelado. Ahora bien, dando idéntica exposición a
través de una cuña de escalones a varias películas diferentes, pero de una misma
emulsión, puede variarse el grado de revelado para cada una y representarse una
“familia” de curvas características. Esto da buena indicación de los resultados que
pueden esperarse si se prolonga o se reduce el revelado.
Obsérvese cómo aumenta la gamma: en presencia de bromuro soluble (procedente
del revelador o de la emulsión, o de ambos a la vez), las porciones de línea recta
parecen irradiar a partir de un punto común imaginario situado por debajo del eje del
log E. La densidad máxima aumenta rápidamente con el revelado. Las densidades
situadas en el talón de la curva aumentan lentamente, de modo que a medida que avanza
el revelado mejora ligeramente la sensibilidad (es decir, el detalle de las sombras). El
nivel de velo aumenta al mismo ritmo. (Véanse las figuras que acompañan a las láminas
54-56 [del libro original].)
¿Qué significa esto en la práctica? Cuando se ha expuesto un sujeto que presenta
una escala muy amplia de luminosidades, el negativo resultante del revelado normal
puede presentar una escala de densidades demasiado grande (es decir, ser demasiado
“duro” o “contrastado”) para que dé una copia satisfactoria. Si damos algo menos del
revelado normal, las curvas demuestran que las densidades de nuestro negativo se
comprimirán ligeramente a través de todas las tonalidades hasta producir una escala de
densidades reducida, y en este caso más aceptable. Se necesitará un poco más de
exposición (es decir, las dosificaciones de luz se harán equivalentes a valores situados
más a la derecha del eje del log E) para compensar los detalles de las sombras, que se
habrán reducido a causa de revelado escaso.
En caso opuesto —un sujeto que presente una escala de luminosidades tan
limitada que un negativo revelado en condiciones normales presentaría falta de una
adecuada escala de densidades (o sea, “flojo”)— resultará mejorado aumentando el
revelado. Pero esta vez es ventajoso reducir ligeramente la exposición para compensar
la densidad (por lo demás, innecesaria) de los detalles de las sombras, debido a la
intensificación del revelado.
La familia de curvas demuestra también que cuando unos sujetos que presentan
escala normal de luminosidades han sido sobreexpuestos, no es posible compensar
plenamente este hecho mediante un revelado inferior al normal. Ciertamente, el
subrevelado impedirá que el negativo resulte demasiado denso en su conjunto, pero
reducirá enérgicamente la escala de densidades entre las grandes luces y las sombras. El
negativo tendrá un aspecto gris y “flojo”.
Inversamente, un negativo subexpuesto y con revelado prolongado presentará una
acentuada escala de densidades superior a la normal. De modo especial, las grandes
luces del sujeto aparecerán muy densas, y el negativo, en su conjunto, puede resultar
excesivamente contrastado para que al positivar dé una escala satisfactoria de
tonalidades. Por consiguiente, las curvas características nos permiten prever en líneas
generales el efecto que darán —en términos de densidades del negativo— las varias
permutaciones de la escala de luminosidades del sujeto, el nivel de exposición y la
cantidad de revelado.
Para comprobar si el fotógrafo sabe “leer” curvas y relacionarlas con el trabajo
práctico, los cuestionarios de exámenes piden a veces que se indiquen
sensitométricamente los efectos de un cambio en el procedimiento práctico; por
ejemplo, “aumentar el tiempo de exposición en un 50 % y acortar el revelado en un
minuto”. Estas instrucciones se dan a menudo cuando un negativo que es demasiado
contrastado tiene que repetirse. Explíquese, con la ayuda de curvas características, por
qué estos factores aparentemente opuestos producen una mejoría en la calidad del
negativo, en tales circunstancias.
Para contestar a esta pregunta son, en realidad, necesarios dos gráficos:
a) Para indicar la exposición, revelado y escala resultante de densidades en el
negativo original, y
b) Para indicar las modificaciones y sus defectos.
En ausencia de información más detallada, sería razonable suponer que la
emulsión es de contraste normal y que, por lo tanto, bajo condiciones “normales” de
revelado tiene una curva característica con una gamma de 0,8 aproximadamente
(inmediatamente por debajo de la pendiente de 45º). Después de trazada la curva a),
podemos marcar la sección del eje del log E ocupada por la escala de luminosidades del
sujeto.
Supongamos que éste es bastante contrastado, por ejemplo, con grandes luces 100
veces más claras que las sombras. Por lo tanto, la “dosificación de luz” de las sombras
puede situarse en el eje del log E que corresponde a la mitad superior del talón de la
curva, práctica normal para la exposición, según hemos estudiado antes. La
“dosificación de luz” de las grandes luces caerá, por consiguiente, 2 unidades más a la
derecha (2 es el log10 de 100).
Trazando líneas ascendentes desde estos dos puntos hasta que lleguen a encontrar
la curva, y prolongándolas luego horizontalmente hacia la izquierda, podemos obtener
las densidades de sombras y grandes luces, y, por lo tanto, la escala general de
densidades del negativo. En este caso hipotético la escala de densidades es de 1,6.
Ahora tracemos la curva b), que indica las modificaciones en el revelado y la
exposición. Recuérdese que el revelado altera la totalidad de la forma de la curva; el
nivel de exposición altera el lugar que ocupan las luminosidades del sujeto a lo largo
del eje del log E. Por consiguiente, debemos trabajar primeramente la nueva forma de la
curva, con gamma más inferior, densidad máxima y nivel de velo, así como reducida
ligeramente la sensibilidad (un ligero desplazamiento general hacia la derecha). La
cantidad de este cambio tiene que dejarse a nuestra discreción, ya que no podemos decir
cuál será el efecto de una disminución de un minuto en el tiempo de revelado sin
conocer el tiempo normal de revelado o la emulsión.
Después de trazada la nueva curva, puede fijarse la nueva posición de la
luminosidad del sujeto. Como la exposición tiene que aumentarse en el 50 %, podemos
desplazar toda la escala de luminosidades del sujeto en 0,2 unidades a la derecha en el
eje del log E (log10 1,5 = 0,18). La representación de las densidades resultantes
demuestra que el nuevo negativo tendrá una densidad de sombras parecida (0,23), pero
que disminuirá la densidad de las grandes luces del sujeto (1,4), dando una escala de
densidades de 1,17.
Al contestar a la pregunta, explicaríamos, pues, que, según viene demostrado por
las curvas, una reducción en el tiempo del revelado disminuye el contraste del negativo;
pero, aumentando la exposición en un 50 %, no se pierde ninguna cantidad apreciable
de detalle en las sombras por causa de esta reducción del revelado. El efecto colectivo
de estos factores, al parecer contrapuestos, es, por lo tanto, reducir el contraste del
negativo definitivo.

Latitud de exposición

1) Siempre debemos tener presente que la escala de luminosidades de la mayoría


de sujetos es probable que abarque tan sólo una pequeña parte de la enorme escala de
dosificaciones de luz con que ha sido ensayada la emulsión.
2) La mayoría de emulsiones tiene un rendimiento “útil” (el demostrado por la
parte superior del talón y la porción de línea recta de la curva característica) sobre gran
parte de esta escala. Estas dos observaciones 1) y 2) indican que podemos variar el nivel
de exposición del sujeto a ambos lados de la exposición “correcta” y seguir pudiendo
esperar obtener un negativo utilizable. En lugar de tener que ser exactos en un ciento
por ciento al juzgar la exposición correcta, disfrutamos de cierta “latitud de exposición”.
Definición: Latitud de exposición. Alteración del nivel de exposición que seguirá
dando una imagen revelada sin pérdida apreciable de gradación de las tonalidades en las
sombras o en las grandes luces.
Fig. 13.10. Efecto de la escala de luminosidades del sujeto (arriba) y del contraste de la emulsión (abajo)
sobre la latitud de exposición. Su, límite de subexposición de la reproducción tonal útil. So, límite de
sobrexposición. L, latitud de exposición permisible.

La cantidad de latitud de que se dispone en la práctica, viene en gran parte


regulada por los factores siguientes:
a) El tipo del sujeto y de la iluminación (escala de luminosidades del sujeto), y
b) El tipo de emulsión y de revelado (forma de la curva característica).

a) Si estamos fotografiando una escena que contenga muchos objetos de


reflectancia parecida bajo una iluminación difusa —tal como un paisaje distante en un
día cubierto—, nuestra relación de luminosidades sombras-grandes luces será
inevitablemente corta. Tal vez, las grandes luces sean tan sólo cuatro veces más claras
que las sombras (una escala de luminosidades de log10, de 0,6). Y sin embargo, un
interior arquitectónico por donde penetre la luz del sol a través de las ventanas, puede
tener grandes luces que en conjunto sean cien veces más luminosas que las sombras
(luminosidad = 2,0).
Si se hacen ambas fotografías sobre el mismo tipo de emulsión, es evidente que
deberemos ir con más cuidado al determinar las graduaciones de exposición en nuestra
cámara para el interior; sólo una ligera variación respecto a la exposición correcta
alineará las grandes luces o las sombras con las porciones de mayor compresión de
tonalidades que se encontrarán a ambos extremos de la curva característica. Pero en el
caso del paisaje, con su escala de luminosidades que ocupará poco más de una cuarta
parte de la escala de log E alcanzada por la fotografía del interior, podemos aceptar
errores mucho más graves de la exposición sin que se produzca la compresión de
tonalidades. De hecho, su latitud de exposición es 25 veces la de la fotografía del
interior.
b) Una emulsión de gran contraste revelada a una gamma elevada registra las
tonalidades del sujeto con espectaculares cambios de densidad. Incluso una escala baja
de luminosidades en el sujeto se aproxima a los extremos de compresión de tonalidades
de su rendimiento; los sujetos contrastados pueden presentar una pérdida completa de
detalles en las grandes luces y las sombras. Una emulsión de menor contraste revelada a
una gamma más baja (especialmente si está formulada para tener un talón y una porción
recta de la curva característica largos) ofrece una amplia latitud de exposición. Por esta
forma de la curva puede verse que una gran porción de dosificaciones de luz a lo largo
del eje log E se reproducirán más o menos proporcionalmente como densidades.
Por lo tanto, podemos esperar una latitud de exposición máxima cuando
pongamos sujetos que presenten una corta escala de luminosidades, de modo particular
con materiales de emulsión de bajo contraste. (Advertencia: Sería absurdo utilizar
iluminación suave y emulsiones de bajo contraste para todos los sujetos con el fin de
ganar latitud. Lo que ganaríamos en libertad de exposición lo perderíamos en negativos
excesivamente flojos, que podrían resultar difíciles de positivarse con éxito.) La latitud
de exposición mínima, que exige cálculos muy cuidadosos de la exposición, se produce
en el caso de sujetos que presenten una amplia escala de tonalidades, o con materiales
de gran contraste, o con ambas cosas a la vez. De modo particular, las fotocopias de
dibujo lineal ofrecen poquísimo margen para errores de exposición.
La latitud de exposición, si bien nos brinda un útil “margen de seguridad” en el
cálculo de la exposición, no debe explotarse como excusa para trabajar
negligentemente. La más inteligente explotación de la sensibilidad de la emulsión y de
las características del negativo más adecuadas para el papel de positivado son resultados
del cuidadoso control de la exposición. Más adelante, en el capítulo XIV, exponemos
otros problemas prácticos de la exposición.

Información por medio de la sensitometría

El estudio científico de la sensitometría y buen conocimiento de las curvas


características nos permiten:
1) Prever la distorsión de tonalidades que es de esperar de una subexposición o
sobrexposición.
2) Comparar emulsiones en términos de gamma, sensibilidad, nivel de velo y
ennegrecimiento máximo.
3) Comparar los efectos que sobre la escala de densidades del negativo ejerce el
hecho de diferir el revelado.
4) Prever los efectos en la escala de densidades de los distintos cambios de
exposición y de revelado.
5) Comparar la latitud permisible de exposición entre emulsiones y sujetos
dispares.
Las curvas sensitométricas permiten también comparar inmediatamente los
efectos de la emulsión y de la superficie de los papeles de positivado (capítulo XVIII).
En fotografía más adelantada, brindan un sencillo método de control de la calidad de las
soluciones reveladoras a granel, de modo especial en el revelado de las fotografías fijas
y cinematográficas en color. Las curvas explican también la necesidad de aplicar ciertos
procedimientos en el duplicado de negativos, determinando factores de filtro y llevando
a cabo algunos procesos de positivado en color.
Obsérvese la cantidad de información que se comunica gráficamente presentando
hechos concentrados en una forma comprensible internacionalmente, y acabando con
ambigüedades tales como “duro”, “suave”, “denso” y “quemado”. Los prospectos
publicados por los fabricantes de material fotográfico y relativos a cada una de sus
emulsiones llevan por lo menos dos gráficos clave: la sensibilidad espectral y la curva
característica. Entre ellos, ofrecen la mayor parte de la información importante que
necesitamos saber para comparar el funcionamiento práctico.

EJEMPLO 1. Al hacer la fotocopia de un diagrama en blanco y negro, deberíamos


probablemente escoger una emulsión de gamma elevada y talón corto. Esto nos dará
una diferencia máxima de densidad entre las sombras y las grandes luces del sujeto (las
líneas negras y el papel blanco). Con ello vemos que el material adecuado debe ser
relativamente lento, pero esto no tiene importancia en fotocopia. El nivel de exposición
debe ser exacto para evitar reproducir todo el diagrama en el talón o el hombro distante
de la curva. Por último, una emulsión sólo sensible al azul facilitará los trabajos del
laboratorio.

EJEMPLO 2. Para fotografía comercial en general, una emulsión más rápida, de


bajo contraste, y talón y porción recta largos, resultará más adecuada. Esta emulsión
registrará bien los sujetos que posean una amplia escala de luminosidades sin ninguna
súbita distorsión de tonalidades, y brindará una amplia latitud de exposición. Al mismo
tiempo, la emulsión podrá ser revelada a una variedad razonablemente grande de
valores de gamma. Esto nos permite introducir compensaciones cuando tal emulsión
deba usarse en trabajos donde nos encontremos con que la iluminación es más
contrastada, o menos, de los que esperábamos. La sensibilidad espectral pancromática
es un evidente beneficio para estos materiales destinados a trabajos fotográficos en
general. En tal caso, la reproducción de los colores puede alterarse según se desee,
mediante filtrado.

Limitaciones de las curvas sensitométricas

Ninguna curva de funcionamiento predice por completo los resultados de la


fotografía práctica. Todas ellas son resultados de ensayos de laboratorio que
inevitablemente difieren de los sujetos de multitud de colores captados por una gran
variedad de objetivos y bajo todas clases de condiciones variables en que se encuentra
el fotógrafo en la práctica. Las curvas pueden indicar escala de tonalidades, pero no
dirán qué efecto causará la escala de tonalidades en la persona que observa la fotografía.
Las grandes luces pueden tener más importancia en el caso de algunos sujetos, mientras
que en otros pueden tenerla las sombras. El fotógrafo es quien debe decidir, en última
instancia, si la escena que va a fotografiar necesita estéticamente que predominen las
tonalidades oscuras o las claras. Las curvas ofrecen también poca información en lo que
se refiere a resolución y granulación, si bien esto se deduce con frecuencia de la
sensibilidad y el contraste de la emulsión. El equipo de ampliación, e incluso las
condiciones en que deba observarse la copia positiva final, influyen en las
características “mejores” que es posible obtener en un negativo.

Resumen del capítulo. Sensitometría

(Se encontrarán resúmenes más detallados en las páginas 275 y 285 [del libro
original].)
1) La sensitometría, fundada por Hurter y Driffield, está centrada en la
evaluación científica del rendimiento tonal y la rapidez de una emulsión.
2) La representación de cantidades controladas de luz frente al depósito de plata
producido según condiciones de revelado determinadas (log E frente a D), forma un
gráfico de rendimiento con una curva característica.
3) La forma de la curva indica que:
a) La reproducción de las tonalidades ya no es proporcional cuando se da a
los detalles del sujeto un nivel de exposición demasiado alto o demasiado
bajo.
b) Utilizando parte del talón de la curva para exponer el sujeto, se necesita
menos exposición y se reduce el riesgo de irradiación en las grandes luces.
Subsiguientemente, el papel de positivado debe compensar la reducida
separación de las tonalidades en los detalles de las sombras.
c) El contraste del negativo final viene regulado en gran proporción por la
escala de luminosidades del sujeto y por la gamma, cuando la exposición
se encuentra situada toda ella en la porción de línea recta de la curva
característica; y por la luminosidad del sujeto y por Ĝ cuando se utiliza
parte del talón.
d) El nivel de velo aumenta al aumentar la sensibilidad de la emulsión y el
revelado, hasta que en casos extremos los detalles de las sombras
profundas quedan anulados.
e) La sensibilidad relativa a la luz viene indicada por la posición a lo largo
del eje del log E en que la densidad aumenta apreciablemente por encima
del velo.
f) La densidad máxima aumenta con el revelado, alcanzando un nivel
particularmente alto en las emulsiones de gran contraste.
g) La latitud de exposición es mayor con las emulsiones de largo talón y bajo
contraste, intensificándose todavía más cuando la escala de luminosidades
del sujeto es asimismo reducida.
4) El efecto que tiene un aumento del revelado es aumentar la gamma y la
densidad máxima, incrementando ligeramente el detalle de las sombras (y por lo tanto la
sensibilidad) y el nivel de velo.
5) Una exposición ligeramente reducida y un aumento del revelado tienen el
efecto combinado de ensanchar la escala de densidades del negativo, y con frecuencia
puede mejorar la reproducción de un sujeto de poco contraste. El procedimiento inverso
puede hacer que un sujeto que presente una amplia escala de luminosidades se sitúe
dentro de la capacidad de reproducción de la emulsión.
6) La subexposición no puede compensarse eficazmente mediante un revelado
alargado, debido al efecto proporcionalmente mayor que éste tiene sobre las densidades
más altas. El resultado suele ser que las grandes luces aparecen densas con pocos más
detalles en las sombras. Inversamente, una reducción del revelado para compensar una
sobrexposición, da densidades máximas grises y bajo contraste en el conjunto del
negativo.
7) La sensitometría no puede dar respuestas mientras en éstas vengan implicados
valores estéticos y preferencias personales. Constituye, en cambio, una base aceptada
generalmente sobre la cual sirve para comparar emulsiones entre sí, y relacionar
analíticamente el sujeto, el nivel de exposición, el tipo de emulsión, el revelado y la
escala de densidades del negativo definitivo

Cuestionario

1) Estúdiense las curvas características que vienen indicadas en la figura 13.12.


a) ¿Cuál es la película más rápida?
b) ¿Cuál es la más contrastada?
c) ¿Cuál sería más indicada para retratos?
d) ¿Estaría indicada alguna de estas películas para la fotocopia de originales a
pluma?
e) ¿Cuál es la gamma de la curva B?
f) ¿Cuál es el valor del velo de las tres películas?
2) Defínase la expresión “latitud de exposición”. Formúlese un comentario sobre
este tema: “La latitud de exposición depende igualmente de la emulsión y de la
naturaleza del sujeto”.
3) ¿Qué es la curva característica de una emulsión fotográfica? Dibújense en el
mismo diagrama unas curvas características típicas para los siguientes materiales:
a) Una placa para reproducciones; y
b) Una placa rápida, para retratos.
Indíquense las diferencias principales entre ambas curvas.
Fig. 13.13.

4) En la figura 13.13 se reproduce la curva característica y el espectrograma de


cuña para cada una de las dos emulsiones.
a) Enumérense las diferencias prácticas que sería de esperar encontrar entre
negativos hechos bajo condiciones apropiadas de exposición, con la
emulsión A y con la emulsión B.
b) Trácese la curva de transmisión del filtro más indicado para usarlo como
luz de seguridad al manipular la emulsión B.
5) Se da revelado idéntico a dos negativos: uno de ellos subexpuesto, y otro
sobreexpuesto. Demuéstrese en una curva característica las diferencias entre
ambos negativos.
6) Escríbase un breve ensayo titulado “¿Es útil la sensitometría en fotografía
práctica?”. En este trabajo deben estudiarse las ventajas y limitaciones de los
análisis sensitométricos desde el punto de vista del fotógrafo comercial.
7) Ilústrese con un diagrama la diferencia entre gamma y G (gradiente medio).

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