CSM - U2 - EA - CEBL Política de Estado en Ciencia y Tecnología

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

CONTEXTO

SOCIOECONÓMICO DE
MÉXICO

Política de Estado en Ciencia y Tecnología

NUTRICION APLICADA
Evidencia de aprendizaje
Docente: Ing. David Ulises Carmona
Alumno: Cesar Manuel Berlin Lopez
Matricula: ES1921005033
Jueves 7 de noviembre de 2019
INDICE

I. Introducción ............................................................................................................... 2
II. Desarrollo.................................................................................................................. 3
II.1. Política de estado en ciencia y tecnología. Periodo desarrollo esstabilizador ................... 3

III. Conclusiones ............................................................................................................. 6


IV. Fuentes de Consulta ................................................................................................. 7
I. Introducción

Los orígenes del desarrollo de la ciencia y la tecnología en México se remontan a la época


colonial, sin embargo, la institucionalización del quehacer científico tiene sus antecedentes
en el siglo XIX. Así, la fundación por Gabino Barreda en 1868 de las Escuelas Nacional
Preparatoria, de Ingeniería y de Jurisprudencia significaron los cimientos de la investigación
científica de la época contemporánea de nuestro país.

No obstante, este primer impulso se vio interrumpido por los acontecimientos de la


Revolución Mexicana y posteriores. De esta forma, la institucionalización de la ciencia y la
tecnología no comienza sino hasta la tercera década del siglo XX durante el periodo
posrevolucionario y una vez pacificado el país. Es entonces cuando se crea la Academia
Nacional de Ciencias en 1930 como un primer ensayo de una institución que congregue a los
científicos del país.

Asimismo, la concesión a la autonomía de la UNAM en 1929 y la llegada al país de


académicos y científicos de la República Española en 1939, son dos catalizadores
importantes de la organización de la investigación científica en México.

En este mismo tenor y con el propósito de vincular a las instituciones de educación superior
y las encargadas de las actividades científicas que funcionaban sin coordinación, el presidente
Lázaro Cárdenas (1934-1940) instituyó el Consejo de Educación Superior y de Investigación
Científica (1935-1938), aunque con un funcionamiento muy acotado debido a las
imprecisiones en relación con sus funciones y el espacio de sus actividades.
El siguiente periodo de la ciencia en México (1940-1960), coincide con el desarrollo de la
industria primaria en el país. Estas transformaciones requirieron capital foráneo, mismo que
vino acompañado de especialistas extranjeros, técnicos y tecnólogos, que habrían de
emplearse en la nueva planta industrial. Sin embargo, esto tuvo dos efectos negativos. El
primero de ellos, fue la preferencia abierta por la ciencia y la tecnología extranjeras, ante la
falta de experiencia de los científicos y técnicos nacionales. Y, por otro lado, la industria no
se ocupó en invertir en desarrollo científico y tecnológico en territorio nacional; las empresas
extranjeras contaban con sus propios recursos en sus países de origen; y, los industriales
nacionales se vieron rebasados o simplemente mostraron desinterés, lo que trajo consigo un
momento de estancamiento en el desarrollo científico y tecnológico del país.

Con este panorama general de lo que ha sido el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en


nuestro país durante los diferentes periodos en los que el país se ha visto afectado por
diferentes factores procedemos a ahondar un poco mas en cómo se encontraban las políticas
de estado de la ciencia y la tecnología en el periodo del Desarrollo Estabilizador.

2
II. Desarrollo

II.1. Política de estado en ciencia y tecnología. Periodo desarrollo


esstabilizador

En los últimos años se ha demostrado a nivel internacional que la tecnología puede ser un
instrumento eficaz en el combate a la pobreza. Sin embargo, en México la política
tecnológica no solo ha estado alejada de las políticas sociales, económicas o industriales, sino
que su desarrollo y aplicación ha sido precario a lo largo de nuestra historia. A manera de
ejemplo, en la época de posguerra (1940-1970), conocida como período de «desarrollo
estabilizador», la estrategia de desarrollo económico de México se basó en la intervención
estatal para promover la industrialización del país, principalmente de las zonas urbanas, y
proteger a los empresarios nacionales de la competencia internacional por medio de
programas de sustitución de importaciones (SI).

Este periodo hubiera sido ideal para impulsar el desarrollo de la tecnología y su integración
con la política económica, social e industrial de México, especialmente porque los programas
de SI y el sistema de bienestar quasi-universal implementado desde la década de 1940 hasta
la década de 1970 fueron, hasta cierto punto, exitosos.

Sin embargo, las políticas industriales no pudieron encontrar un sector que pudiera competir
fuertemente internacionalmente. Además, aunque el país producía gran parte de la mercancía
que se comercializaba, la tecnología con la que se producían los productos era en su mayoría
importada. A fines de la década de 1970, justo cuando la revolución de las Tecnologías de la
Información y Comunicación estaba en auge en los Estados Unidos de América y los países
más industrializados de Europa y Asia, México iniciaba sus primeros esfuerzos por producir
su propia tecnología. Empero, los programas industriales del Estado eran financiados
principalmente con las ganancias petroleras y préstamos internacionales.

En este contexto, el colapso de los precios del petróleo en 1982, aunado al aumento de la
inflación y las altas tasas de interés de su deuda externa, México enfrentó su crisis económica
más grave desde su nacimiento como estado nación en 1917, con altos niveles de pobreza y
desigualdad económica como los peores efectos, lo cual trajo consigo la creencia de que el
modelo de SI se había agotado. La mayoría de los países en América Latina se encontraban
en una situación similar (Sánchez 2006) por lo que condicionados y alentados por el Fondo

3
Monetario Internacional (FMI), los países latinoamericanos iniciaron un proceso de reforma
estatal que marcaría el final del modelo de SI y comenzase la era del estado liberal-informal.
Buscando reducir los problemas sociales y económicos y ajustarse al nuevo orden global, el
gobierno mexicano recortó el gasto público, eliminó la mayoría de los subsidios estatales,
redujo el tamaño y el alcance del estado al desmantelar o privatizar las empresas del estado
y abrió los sectores económico y financiero.

En el periodo de Desarrollo Estabilizador la política de industrialización se basó


principalmente en tres instrumentos: la protección comercial, subsidios al capital (fiscales,
financieros y al precio de insumos como agua y energía) y el control del precio de los
alimentos para evitar presiones sobre los salarios urbanos. El resultado fue obviamente
impulsar el crecimiento de este sector (en los 60, mientras el PIB total creció a 7% promedio
anual, el PIB industrial lo hizo a 11.5 por ciento). Visto así, la política fue un éxito; sin
embargo, se generaron significativas distorsiones con un costo muy elevado.

Primero, la protección comercial al sector manufacturero actuó, implícitamente, como un


impuesto al sector agrícola (castigado adicionalmente por los controles de precios a los
alimentos y la reforma agraria), el cual expulsó factores de la producción, principalmente
mano de obra que migró a las ciudades. Sin embargo, dado que la expansión de la industria
estaba limitada por el tamaño del mercado interno, dado el sesgo naturalmente anti
exportador de la protección y que este sector, por los subsidios, era relativamente intensivo
en capital, el influjo de mano de obra se empleó mayoritariamente en el sector servicios,
principalmente el comercio, actividad de bajo valor agregado.
Segundo, dado que el mercado relevante para el manufacturero era el interno, existió el
incentivo para que las empresas productoras de bienes de consumo, así como sus proveedores
de insumos se situarán cerca de los principales centros poblacionales, lo que generó un patrón
de desarrollo regional centrado en tres grandes metrópolis (Ciudad de México, Guadalajara
y Monterrey, imanes para la migración rural-urbana). Esto también indujo para que las vías
de comunicación (principalmente carreteras) se construyeran con un diseño troncal centrado
en estas tres ciudades.

Tercero, la tecnología de producción fue mayormente importada y obsoleta. La dependencia


para allegarse tecnologías desarrolladas en el exterior se reflejó en la estructura de la
matrícula universitaria: un fuerte desincentivo para estudiar disciplinas relacionadas con la
ciencia y el desarrollo tecnológico.

Finalmente, la protección a las empresas manufactureras, al enfrentarse a un mercado interno


cautivo, les permitió apropiarse de rentas a costa del bienestar de los consumidores, quienes
enfrentaron precios de los bienes por arriba de los internacionales, así como una menor
calidad y diversidad de estos.

4
De ahí en adelante se presentan ciertos cambios que generan beneficios a corto y mediano
plazo. En materia educativa, en esta etapa los estudios de investigación avanzada no existían
formalmente o se encontraban en una etapa de incipiente institucionalidad. Por ello, fue
importante la creación de la figura de personal académico de tiempo completo en 1954 y la
implementación del Programa de Formación de Profesores e Investigadores en 1966, que se
convertirían en la base de la formación de nuevas generaciones de científicos e
investigadores.

En el año de 1942, se creó la Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investigación


(CICIC), cuyos objetivos estaban limitados a impulsar la investigación de las ciencias exactas
(matemática y física) y ciencias naturales (biología y química). Más tarde, esta Comisión fue
reemplazada por el Instituto Nacional de Investigación Científica, organismo que operó
también de forma limitada durante casi diez años, dedicado esencialmente a brindar apoyos
en forma de becas de estudios avanzados. Su mayor acierto fue promover la creación del
actual CONACYT a través de la elaboración del Programa Nacional de Investigación
Científica.
La Ley de Propiedad Industrial (1942), así como la Ley de Normas y Pesas y Medidas
(1961) pueden considerarse las primeras leyes de importancia relativas al tema, no obstante,
las actividades científicas y de investigación continuaban como esfuerzos aislados al carecer
nuestro país de un ordenamiento legal que las articulara y definiera el rumbo de las políticas
en la materia.

Todavía durante las décadas de 1950 y 1960 las políticas de apoyo a la ciencia y tecnología
resultaban insuficientes y se orientaban particularmente a la investigación básica, además de
que la investigación permanecía desvinculada al sector productivo. Éstas eran las principales
debilidades en el campo de la ciencia y tecnología en nuestro país y reclamaban un marco
legal adecuado.

En 1970 se expidió la Ley que crea el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y que, como
su nombre lo indica crea un nuevo organismo que reemplazó al Instituto Nacional de
Investigación Científica (INIC). El CONACYT surge como un organismo descentralizado
de la administración pública federal, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y
encargado de colaborar con el gobierno federal en la elaboración, aplicación, ejecución y
evaluación de la política nacional en materia de ciencia y tecnología.

Durante los primeros años de funcionamiento del CONACYT, llevó a cabo distintas acciones
como son el Programa de Inventario de Recursos, el Programa de Diagnóstico Científico, el
Programa de Diagnóstico Tecnológico y el Programa de estudios sobre Educación. Sin
embargo, en esta misma etapa de puesta en marcha del CONACYT, se genera un
distanciamiento de este organismo con la comunidad científica debido a discrepancias en las

5
políticas planteadas, mismas que se consideraron de corto plazo y excluyentes al definir áreas
de investigación prioritarias.

Mientras tanto, desde 1940 hasta mediados de la década de los años setenta, la política
industrial se había caracterizado por su proteccionismo dentro del modelo económico de
sustitución de importaciones y con el que México alcanza un crecimiento medianamente
estable. En este entorno, en 1972 se expidió la Ley sobre Registro de la Transferencia de
Tecnología y el Uso y Explotación de Patentes y Marcas. Finalmente, este modelo de
economía cerrada fracasa en 1976 debido a que las empresas no fueron de todo eficaces y
mantenían un gran rezago tecnológico, situación que obligó al gobierno a virar el rumbo en
sus políticas económicas y, por ende, las relacionadas al desarrollo del sector científico-
tecnológico.

Este mismo año, el gobierno federal puso en marcha el primer programa nacional para la
promoción de la ciencia y la tecnología. En 1977, el gobierno solicitó al CONACYT elaborar
y coordinar el Programa Nacional de Ciencia y Tecnología (PRONACYT), que constituye el
primer programa en la materia ligado al Programa de Desarrollo sexenal. A ese programa, le
siguieron los programas de 1978, 1984, 1990, 1995, y el vigente de 2001.

III. Conclusiones

Se ve claramente como a pesar de que en ese periodo hubo muchas políticas atinadas en el
sector de la ciencia y la tecnología, el desarrollo general de las políticas de estos rubros en
nuestro país no ha atinado a definir sus objetivos.

Al principio, bajo los gobiernos posrevolucionarios se enfatizó la importancia de los modelos


económicos en donde la industrialización por sustitución de importaciones era bien vista.

Ya en los ochenta, la influencia neoliberal en México llegó para quedarse. Como


consecuencia, los principios que dieron origen al CONACyT se desvirtuaron en aras de un
modelo sometido al gran capital, en donde se ha beneficiado preferentemente a empresas
transnacionales.

La ciencia básica ha sufrido esta confusión, traducida en menos apoyos. Para paliar lo
anterior, en 1984 se crea el Sistema Nacional de Investigadores, con lo que en realidad se
produjo el establecimiento del control de grupos de científicos que se han dedicado a
establecer un proteccionismo sui géneris.

6
Por lo anterior, el comportamiento de los indicadores de ciencia y tecnología ha sido errático
y, sobre todo, no han promovido el esperado bienestar social y económico.

En el contexto del país en ruinas descrito, en donde afuera de la ciencia, también cada
miembro de la sociedad “jala” para su lado sin una idea social que dé coherencia, pertinencia
o, al menos, una mínima lógica del tan mencionado bien común de los ideólogos del partido
en el poder, diversos grupos, entre los que sobresale el gremio científico, acuden al
proteccionismo para sobrevivir.

El término se ha aplicado a actividades específicas entre países. Se entiende por


proteccionismo al sistema que protege, por ejemplo, a la agricultura, el comercio o la
industria de un país frente a la competencia de otro, que por supuesto es más eficiente que el
que decide protegerse; se trata entonces de un acto soberano.

Desde luego, encuentro atractivo la idea de extender el concepto hacia las actividades
llevadas a cabo dentro de una nación que, aunque legítimas en principio y por supuesto
entendida como una práctica justa para unos, es muy injusta para el resto. Tiene por objeto
el beneficio de un grupo de personas que, cuando es numeroso, se convierte en causa y
cuando son pocos, en una felonía

IV. Fuentes de Consulta

Cabranes Méndez, Flora, Domínguez Aguilar, Mauricio, & Ortiz Pech, Rafael. (2019). Del
milagro mexicano a la globalización neoliberal y su materialización en la ciudad de Mérida,
México. Península, 14(1), 51-79. Recuperado en 31 de octubre de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
57662019000100051&lng=es&tlng=es.

Cordera, Rolando. (2015). La "Gran Transformación" del Milagro Mexicano. A 20 años del
TLCAN: de la adopción a la adaptación. Problemas del desarrollo, 46(180), 11-25.
Recuperado en 31 de octubre de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0301-
70362015000100002&lng=es&tlng=es.

Gazol Sánchez, Antonio. (2007). Un nuevo tipo de proteccionismo (o el retorno del permiso
previo). Economía UNAM, 4(12), 7-22. Recuperado en 31 de octubre de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-
952X2007000300001&lng=es&tlng=es.

7
González Orea, Tayra (2014). María Eugenia Romero Sotelo (coord.), Fundamentos de la
política económica en México. 1910-2010, México, Universidad Nacional Autónoma de
México/Colegio Nacional de Economistas/Federación de Colegios de Economistas, 2012,
531 pp.. América Latina en la Historia Económica. Revista de Investigación, 21(2),
undefined-undefined. [fecha de Consulta 31 de Octubre de 2019]. ISSN: 1405-2253.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=2791/279130551009
Ibarra, David. (2012). México: una economía endeble. Economía UNAM, 9(26), 96-101.
Recuperado en 31 de octubre de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-
952X2012000200005&lng=es&tlng=es.

Monserrat Huerta, Heliana, & Chávez Presa, María Flor (2003). Tres modelos de política
económica en México durante los últimos sesenta años. Análisis Económico, XVIII(37),
undefined-undefined. [fecha de Consulta 31 de Octubre de 2019]. ISSN: 0185-3937.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=413/41303703

Torres, Felipe, & Rojas, Agustín. (2015). Política económica y política social en México:
desequilibrio y saldos. Problemas del desarrollo, 46(182), 41-
66. https://dx.doi.org/10.1016/j.rpd.2015.06.001
Soto Reyes Garmendia, Ernesto. (2016). La revolución pasiva: motor del Estado Mexicano
(1920-1940). Polis, 12(2), 13-37. Recuperado en 05 de noviembre de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
23332016000200013&lng=es&tlng=es.

También podría gustarte