Reglas de Apofonia
Reglas de Apofonia
Reglas de Apofonia
Apofonía
R1
En palabras que tienen la misma raíz o en formas distintas de la misma palabra se da
frecuentemente un cambio vocálico heredado de la pronunciación original (indoeuropea).
Este cambio, que seguramente tiene que ver con la sílaba en la que recaía el acento, puede
afectar la cantidad de la vocal o su color. A dicho cambio se le llama apofonía y puede
tener, en relación con la cantidad, tres niveles:
1. el grado fundamental
2. el grado de alargamiento y
3. el llamado “grado cero” o de desaparición de la vocal.
Ejemplos:
1. apofonía vocálica
Antes de entrar en vigor la nueva acentuación en el transcurso del s. III ante, las palabras
latinas se acentuaron siempre en la primera sílaba. Este modo de acentuación motivó
cambios en las vocales breves a, e, o, u, así como en los diptongos æ y au, cuando dichas
vocales o diptongos se encontraban en sílabas centrales de la palabra.
R2
En sílabas abiertas (es decir, en aquellas que terminan en vocal) centrales ă, ĕ, ŏ, ŭ se
transforman en ĭ:
R3
En sílabas abiertas centrales, la vocal breve seguida de r aparece generalmente como e.
R4
En sílabas cerradas (es decir, las que terminan en consonante) centrales, la ă se convirtió
generalmente en ĕ, salvo frente al fonema ng, en cuyo caso se transformó en ĭ (ej.: tăngo >
at-tĭngo):
R5
En toda sílaba central, el diptongo æ se convierte en ī y au se convirtieron en ū:
R6
A mediados del siglo III ante, la ŏ se convirtió en ŭ en sílabas finales delante de las
terminaciones s, m y nt:
filiŏs (cf. la terminación griega –oj) > filiŭs donŏm (cf. gr. –on) > donŭm
agŏnt > agŭnt longiŏr > longiŭs quŏm > cŭm
dedērŏnt > dedērŭnt
R7
La ĭ, al quedar al final de la palabra, se transformó en ĕ:
R8
La mayor parte de los diptongos en sílaba final se transformaron en monoptongos largos:
vir-ŏi (cf. el plural griego –oi 1) > vir-ī vir-ŏis > virīs sib-ei > sib-ī
vir-ōi (cf. el dativo griego –w|, también escrito –wi) cur-ais > cur-īs
ad-eis > ad-īs
1
Pronunciado correctamente como i, no como oi, dado que esta transformación fonética en latín es
contemporánea del itacismo incipiente en griego. Lo mismo se diga de la terminación de dativo plural y
dativo singular: el griego –oij, pronunciado correctamente is coincide con el latín -is, mientras que el griego
–wi coincide fonéticamente con el latín –ō.
R9
La ĕ se asimiló muchas veces a la vocal siguiente:
R 10
ĕl se convirtió frecuentemente en ŏl cuando la l era pronunciada de manera velar; y se
convirtió en ŭl si a la l le seguía otra consonante que no fuera l:
R 11
Ante las consonantes labiales p, b, f y m, la ŭ original se convierte en ĭ, de modo similar a
la pronunciación de la u griega, que se transformó igualmente en i (no en ü):
b. correptio
R 12
Una vocal larga se abrevia delante de otra vocal, sea ésta larga o no (vocalis ante vocalem
corripitur):
R 13
Una vocal larga se abrevia si se encuentra en sílaba final delante de consonante, salvo s:
R 14
En algunas palabras bisílabas yámbicas (u –), la larga final puede abreviarse 3:
2
nehilom viene de la expresión “ne filum”, es decir, “ni un hilo”. En prosa nihil suele tener las dos sílabas
breves; en verso, la segunda puede ser larga.
3
ĭrī, vĭrō). En muchos casos, las cantidades son ambiguas:
Esto no vale para las formas de la declinación (v
amō / amŏ; egō / egŏ; mihī / mihĭ; ubī / ubĭ.
c. alargamiento
R 15
Una vocal breve puede alargarse “por compensación” cuando una s cae delante de una
consonante sonora:
R 16
Delante de nf y ns hay alargamiento de la vocal breve 4:
*El acusativo plural de las declinaciones en –a y en –o fue originalmente –ans y –ons, por
lo que tanto la a como la o devinieron en largas: curăns > curās, servŏns > servōs.
R 17
Antes de ct (< gt) y s (< dt cf. R 21), la vocal de muchos verbos aparece con aumento en el
participio perfecto pasivo 5:
ăgo > āctum cĭngo > cīnctum ĕdo > ēsum (< ĕdtom)
lĕgo > lēctum iŭngo > iūnctum vĭdeo > vīsum (< vĭdtom)
R 18
Una vocal breve entre dos consonantes puede desaparecer: a este fenómeno se le llama
síncopa:
R 19
La ĕ al final de la palabra muchas veces se elide: a este fenómeno se le llama apócope:
4
Es se debe a que la n se pronunció seguramente como una vocal nasal; de ahí que se encuentren las grafías
totiēns y quotiēns alternando con totiēs y quotiēs. En inscripciones antiguas, por ejemplo, se encuentran las
formas COSOL (abreviado COS) y CESOR (abreviado CES), por cōnsul y cēnsor.
5
Constituyen excepciones a esta constante, formas como pĭngo > pĭctum y strĭngo > strĭctum.
R 20
Dos vocales contiguas, o separadas sólo por h o v, frecuentemente se unen en una sola
vocal larga: a este fenómeno se le llama contracción:
2. apofonía consonántica
a. mutación
R 21
dt, tt, ds y ts mutaron, ya antes de la fundación tradicional de Roma 8, en ss y, en su
mayoría, de acuerdo con R 29, se simplificaron:
sĕdēre: sedtom > sessum vidēre: vĭdtom > vĭssum > vīsum
fŏdĕre: fŏdtom > fŏssum pendĕre: pĕndtom > pĕnssum > pēnsum
păti: păttos > păssus vertere: verttom > verssum > versum
cēdere: cedsi > cĕssi suādēre: suādsi > suāssi > suāsi
concutere: concutsi > concussi claudere: claudsi > claussi >clausi
sentire: sentsi > sēnsi mĭttere: mĭtsi > mĭssi > mīsi
b. rotacismo
c. asimilación
R 23
Una consonante frecuentemente puede tomar la cualidad fonética de la siguiente 10, es decir,
asimilarse a ella:
6
nehemo < ne homo: “ni un hombre”, “nadie”.
7
co-oram < cum + ōs.
8
Según Varrón, en el 753 ante; según Fabio Píctor, en el 746. Enfrentamientos consonánticos posteriores sólo
se asimilaron: adtendo > attendo.
9
Cuando una s se conserva inalterada entre vocales, puede tratase o de un barbarismo (Musa, basilica), una
construcción analógica (desum < sum) o del resultado de otra constante apofónica (como en causa < caussa,
según R 29).
ad: ac-cuso, af-firmo, al-ligo, ap-pello, as-signo, at-tingo
in: il-lustro, im-migro, ir-rideo
ob: oc-cupo, of-fendo, op-pono
R 24
Una consonante sonora que cierra una sílaba puede convertirse en su correspondiente sorda,
delante de una consonante sorda 11:
nub-o > nup-si > nup-ta rĕg-o > *rĕg-si > *rĕc-si >rēxi > rēctum
scrib-o >scrip-si > scrip-tum rēgina rēx rēctor
R 25
De manera similar al español, los sonidos nasales n y m se intercambian según sea sonora o
sorda la consonante que las siga:
d. desaparición
R 26
En el caso de acumularse más de dos consonantes seguidas, suele caer una de ellas:
R 27
Grupos consonánticos finales (salvo ps y x) se simplificaron:
partis > parts > pars (gen. partis) milets > miles (gen. militis)
peds > pess > pēs (gen. pĕdis) legents > legens (gen. legentis)
lact > lacc > lac (gen. lactis) ess > es (inf. esse)
R 28
s delante de una consonante sonora desapareció tempranamente dejando un alargamiento
compensatorio (cf. R 15):
caussa > causa haussi > hausi cassus (< cadtus R 21) > casus
R 30
v desaparece frecuentemente entre dos vocales iguales o correspondientes, dando lugar a
contracción:
deleverunt > delērunt oblivisci > oblītus (R 20) provorsus > prōrsus
audivisse > audīsse nevolo > nōlo (R 20) de novo > denuo