Responsabilidad Civil de Los Abogados
Responsabilidad Civil de Los Abogados
Responsabilidad Civil de Los Abogados
Resumen
X
Sumario
Introducción
Sobre esas bases, este artículo analiza la responsabilidad civil de los abogados en
Colombia frente a sus clientes y frente a terceros, desde distintos puntos de vista:
la responsabilidad civil contractual; las obligaciones contractuales implícitas en la
relación abogado-cliente; la responsabilidad civil por no dominar la lexartis; las
obligaciones de resultado; la culpa leve; y la responsabilidad civil extracontractual.
El escrito finaliza con un acápite sobre la tasación de perjuicios causados por
abogados.
Mandato civil
El contrato de mandato está definido en el artículo 2142 del Código Civil como
aquel acuerdo en el que “…una persona confía la gestión de uno o más negocios
a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera”.
Sobre este punto, cabe recordar la clásica diferenciación entre mandato y
representación según Alessandri, Somarriva y Vodanovic: “La representación es
independiente del mandato. Este puede existir sin que haya representación, sin
que el mandatario obre a nombre del mandante, sino en el suyo propio, y a la
inversa, puede haber representación sin mandato, como en el caso de la
representación legal o en la agencia oficiosa (cuasicontrato por el cual el que
administra sin mandato los negocios de alguna persona, se obliga para con ésta, y
la obliga en ciertos casos)12.
Según el artículo 2190 del Código Civil, la revocación del mandante puede ser
expresa o tácita. La tácita es el encargo del mismo negocio a distinta persona.
Igualmente, “Si el primer mandato es general y el segundo especial, subsiste el
primer mandato para los negocios no comprendidos en el segundo” (ibídem).
Esa terminación por revocación o por renuncia sólo se consuma y produce efectos
a partir del momento en que el mandatario tuvo noticia dela revocación (art. 2191,
C.C.) o el mandante de la renuncia, y en tal virtud pudo éste “proveer a los
negocios encomendados”, so pena en este último caso de tener que indemnizar al
mandante los perjuicios que le causa con una renuncia intempestiva (art. 2193,
C.C.). Lo anterior, en la medida en que“… cuando se produce la terminación del
mandato por cualquiera de los dos modos indicados, no por ello desaparecen los
derechos y obligaciones válidamente surgidos mientras el contrato estuvo vigente
ni la responsabilidad consiguiente al incumplimiento de estas últimas”13.
Contrato de obra
Contrato heterogéneo
Esta postura asume que la prestación de servicios profesionales asume a veces el
carácter de mandato, otras el de prestación de servicios y otras el de contrato de
obra, según las circunstancias de cada caso particular17.
Ahora bien, si se contrata a un abogado para celebrar o ejecutar uno o más actos
de comercio por cuenta de otra persona, lo que se configuraría sería un mandato
comercial (art. 1262, C. de Co.). El criterio diferenciador entre el mandato civil y el
mercantil es el objeto del contrato mismo, el cual, tratándose del mandato
comercial, será la ejecución de uno o más actos de comercio que puede ejecutar
cualquier persona, abogado o no.
Contrato laboral
Otra postura ha sido la de enmarcar la relación abogado-cliente en un contrato
laboral, toda vez que allí concurrirían los elementos de toda relación de trabajo: i)
una actividad personal desplegada por el jurista; ii)la continuada subordinación o
dependencia respecto del cliente; y iii) un salario como retribución por un servicio.
El abogado tiene dos tipos de clientes20: el potencial, que es aquél que ha pedido
una opinión, pero con quien no se ha llegado a un acuerdo sobre los pormenores
de la asesoría, patrocinio o representación, y el real, que es aquel con quien el
que se ha acordado verbalmente o por escrito las condiciones de la asesoría,
patrocinio o representación21
Esta distinción es importante debido a que existen situaciones en las que no está
claro si el abogado tiene o no deberes en relación con un clientepotencial22. En la
década de los 80’s, el Tribunal Disciplinario señaló al respecto que “…el solo
ofrecimiento de servicios no compromete alprofesional”23. Sin embargo, en
tiempos más recientes, el Consejo Superior de la Judicatura ha establecido que
los abogados deben guardar siempre su secreto profesional, no solo ante el
cliente real sino también ante el potencial o eventual24.
Lo anterior, por cuanto el artículo 1603 del Código Civil dispone: “…Los contratos
deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos
se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de
la obligación, o que por la ley pertenecen a ella”26.
Una de las más importantes obligaciones implícitas que surge para el abogado
cuando decide atender, representar o asesorar un cliente es la de dominar la
lexartis del oficio (v. g.r., conocer el derecho vigente) para poder llevar a cabo su
encargo de una manera efectiva.
(b) Sea determinante para el éxito del caso y cuyo desconocimiento haga
prácticamente nulas las posibilidades de éxito de la pretensión.