Eva-Illouz-La-salvación-del-alma (Páginas Simples)
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Eva-Illouz-La-salvación-del-alma (Páginas Simples)
Sea bajo la lorma del análisis introspEctivo, de un tallel lew age de "mente-cuerpo"
o de un programa de reafirÍració personal, la 'terapia" ha Iogrado un nivel lnusual
de legitimidad cultural en Lrua gLan variedad de grupos sociales, organizaciones, i¡s
tjluciones y ento¡nos cuiiurales. Ei discü¡so terapéutico ha atravesado y ha desdibu'
jado las €sleras esiancas de ]a nrodernidad hasta ll€gar a constiiujrse como uno de
los principales códigos con los cuales expresar, conformar y guiar al yo, a tal punto
que la perspectiva ierapéutica s€ ha convertido en uno de los centros de esa enildad
vaga y amorfa conocida con1o civilización occidenial. Sin embargo, ]a sociologia y el
análisis cultural han soslayado el estudio de ese proceso, de modo tai que esta obl'a
vieie a ocu!ar un siiio vacio en la comprensió¡ de nuesira modernjdad.
de Eva ]llouz
"Elobjetivo de este Iibro -señala la autora- es no sólo documentar los diversos
aspecios de la cultura ierapéutica sino también localizar la emergencia de una nueva
est ctura cultural." Pata ello, Illouz analiza el modo en que el lenguaje de ]a ieralia
ha reformulado el nivel más profundo de los sÍmbolos de identidad, en un proceso
que tuvo lugar simultáneamente a través de los canales especializados y formales del
conocimiento científico y a iravés de las indust¡ias culturales [e] cine, la prensa
@ "r"*-,"""
Primora 6di.lón, 2010
@ K.E Edi¡ont
Ch¡tlm 216
CT42TH(P-Eusnos Aies
F6má! GoEál€a 59 Bajo A
28009 Maüid
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b sücitu orisií¡I S,vins the n d.m wúL
T¡hno d€
Thonw anntloÉ, úd tha colh!rc oÍ sé]-l,,.]p
7 Agradecimientos
9 r. Introduccién
L sociología cultural y Io terapéutico
25 La terapia como un nuevo estilo emocional
3o
34 Crírie qrltur¡l y psicologiá
Be 4.1¡ tiranía de l
intimidad
lnt¡midad: un r.fugio cadn vcz más frio
'ar
r'] ¿Más allá dr su votuntadt t¡s psicólogos y el matrimon¡o
róo Lo quc e¡ femi¡ismo y la ps¡coloúa rienen en común
ró5 Intimidad: una nueva imaginación cmocional
y3 lá ¡acionálidad comu¡icariva en ei dornitorio
r78 Hácia la ideologta de la emoción pura
r87 El enfriamie¡to de la pasión
¡94 Conclusión
l.as deudas adopun muchas formas. Algunas son tan grandes que se extien-
rlen mucho más allá de lo que puede ser correctamente expresado en la
so.ción de agradecimientos de un libro. Una deuda de ese tipo me une a
Hon¡elh, quien me inütó a pronu¡ciar las Crnferencias Adorno d€
^rc!
roo4 y me permitió ¡sí presentar Ios argumentos básicos de este libro a¡te
r¡n público a.adénico alemán maravillosámente argumentativo.
Dcsco expres¿r mi agr¿decimiento ha(ia numerosas insrituciones.uyo
.,pyo ha fac¡litado enormementela escritura de este libro: la Fu¡dación
Nrcional de las C¡e¡cias de lsrael, el lnslituto Shain y la Autoridad de
l)csarrollo e Investigación d€ la Universidad Hebrea de Londres.
Doylc Mccarthy, lefftey PraeSer y Charles Smilh leyeron y r€visaron el
libro entero pa rá la University of Cálifornia P¡ess y oÍiecieroD los mejores
Iipos dc críticas: aquellas que son intransigentes en los deláIes, pero bene-
volentcs en la inten€ión.
Gracias a los amigos y .olegas qu€ oliecieron críticas pertinentes y refe-
¡ .nciás bibliográficás iluminadoras: Boas Shamir, Michal Frenkel y Michal
lL¡liis áyudaron a afilar los aigummtos de los capítulos
1 y I. Un agradeci-
Los epigr¿fes son d€ Icm ¡Derr, At the ñin.1\ Iinit* contenpla¡ioú 4 a rutriwt
. Auschwiz atvl its ftalities, reiñpr€sión, Bloomirgtor,lndiana U¡iv*sity
Pre$, 1930, p, xr [rÉd. 6?,. Mrs alw .le la dlpa y h dpi,cióñ: tñta¡i!ü ¡le
!4'do.ián .le una ictiud de l4,i¿¡e,.i¿, Ma&id, Prc-Tettos, 2oo,l y de sigúund
t\!td, tñto.lr.lory b.|ures on ?sy.l¡o¿"¿r{( Nufla YorI, Norton, 1966, p- 20
ll¡ cit¡ corcspond¿ á h edició ¡ ú 6p itol: confden iü .le iniorlucció¡ ol
trtitoAknlisis(p¡tu y ) (1rts-191ó), ol'ras ñtnplerds,Bte¡ós Aires, Amorrorlu,
'
r2 I LA 5Ál rAtlÓ 0r ¡rna 00¡rIa
La.ritica comunitarista
de la mod€rnidad sostiene que la psicologia
erpresa un individualismo ato¡nizado que crea -o, al ñeDos, fomenta- las
mismas enferrnedades que asegurá cua.. Así, mientras que la psicologia
\upuest¿mente lr¿¡a nuestra .re(rcnre diñcúlt¿d pdr¿ ingresar o permd
nec€r eD rela€iones sociales y q,uda ¿ resolverla, fomenta de hecho que
porgamos nuestras necesidades y preterencias por encima de nuestros
compromisoscon los otros. Baio el patrocinio del discurso terapéurico,las
rclaciores sociales son disueltas por un utilitarismo pernicioso que apru€ba
una f.lta de compromiso con las instituciones sociales y legitimá una iden-
lidad narcisista y superficial.l
Autores como Lionel Trilting, Philip Rieff, Christopher ksch y Philip
(iushman han interpretado el ascenso dela visión terapéutica del mundo
.omo un signo del decüve de un dominio autónomo de la cultura yde los
valores.r Gracias al €onsumo y a la prácti€a teraptutica, el yo ha sido rápi-
rlamente integrado a las instituciones de la modemidád, haciendo que la
culturapierda supoderde i.ascendencia y de oposición a la sociedad. La
propia capacidad de seducción dei consuno y de la auroabsorción tera-
p¡utica marcar el declive de cualquier oposición seria a la sociedad y el
igotamiento cultüral geDeral de la civilización occidenr¿]. Ya sin capa.idad
para crear héroes y establecer valores e ideales culturales, el yo se ha retirado
rloltro de su propio caparazón vacio. Al h¡cernos unllamamiento a reri-
r.rrnos dentro de nosotros mismos, ia doctrina terapá¡tica nos ha hecho
,rbandonar los srandes mundos de la ciudadanía y la po[tica, yno puede
froporcionamos u¡ modo inteligible de conectar el yo privado con la
(.d¡ra pública, porqüe ha vaciado al yo de su contenido comünitario y
politico, reemplazándolo por su preocupación narcisista por sí mismo.
crítica más r¿dical d€l discurso .erapéutico -y probabl€menre la más
L¿
oyent€ hasido inspirada porlahistorización delossktemas decono-
nrfl
(imiento Ievada a cabo por Michel Foucault. El abord¿je de Foucautt det
(liscurso terapéutico se interesa menos en restaur¿r comunidades de sen-
tido qu€ en exponer los modos en que el poder es entrelázado vertical
r¡Lnte y horizontalme¡te en el tejido social.Ioucault desencadenó un
a VÉ¿e totroulr. I)n.,r,lrr¿ n¿ tunith: lh. hnth ol th. ptko,: Rop. ,r?tr¡n¡!
!2 Roben B.llá¡, ,.rD¿d l,c¡i¿I Fl¡ors on dligion n, o po, bo.li¡io,{¡ por¡¿ Nueva
York, Eárper án¿ liow. p. 67.
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ro Vec d fafu$ ¿" nis d. (iliflor'l c¿!f|¿ ¡..re d¿ los i¡hhot,\ ¡cti8nlrtr
añ The int rymduot ol .uhu¡!j, Núev3 Yo¡li 8asi. Bool§, ¡r7r lrad. csl_:
t4 intcryrch.nnt de lú.uhwdr, B¿r.e¡ou, (;.dis¡, re8ülr!a Mre,bién
l¡i obseNacions de Riched Bi.nucki cn vi.ro¡¡¡ E. t oN.lly trnr Hutrr
ttu.attudl t¡'t: Ny.ürÍtio . r nnt, ot túttr
\..1s.1. 8¿tot¿
dúi ",
dl.¡^, Bcrld.y, Uriv.^¡ly of(ilil¡rni¡ pr.j!,,eee, fl,. tr,7o.
lllr[0Du((l0t I ¿5
para analizar sital empresa podria incluir elementos tan eclécticos queel
objelo de a¡álisis s. disolveía.
De manera sirn¡lar a las iders religiosas -que en oc¡siones pueden ori-
ginar§€ €n dis¿usiones cspecializad¡s d€ los leólogots, los conceptos ela-
borados en los €spacior espccializrdos y profesionales de los.ieÍtificos
moldean nuestra comprensiór corri€nte de nuestro ambiente sociál y
nalural. Esta observación es cspcciálmente p€rtincnte en lo que respecta
a la cicncia de la psicologl¡ cllnica,queha adoptado la vocación de definir
conceptos (tales cor¡o"intimidadi"sexualidad"o "liderazgo") que son el
punto de contacto entre las institucion6 de cono.imiento especiálizad¡s
y las prácticas culturales corrientes. Al sugerir una cont¡nuid¡d enlre la
psicoloBía "profesional" y lá poF¡lár, cfectúo l¡ misma opcración que los
estudios culturales .u¡ndo sosiienen que la literatura intelectu¡l y la lite-
r¡türa popular son igualmente revclado¡as de lascondiciones socialcs en
las que son p¡oducidas. Dc ma,ern similar, soslen8o qüe la fronlera entr€
elconocimiento psico¡ógico espccializado y la asl lhmada psicologia pop
es porosa, pues tanto €l lenguaie profesional de la psicologla como su
vers¡óo popular abordán el yo utiliza r¡do metáforas y n¡rrativ¿s simitaresl¡
Esto nosiSDifica queesté proponiendo ¡o tener en cuenla lar diferen.ia§
de complejidad de las diversas formas culturales o que h.sa caro omiso de
las diferencias reales que scp¡ran la costos¿ y mei iculosa consulr¡ teraÉu,
tica del asesoramiento rápido y merc ntilizado propio dc ta lireratura y de
los $minarios de autoayuda. Psro aun cuando deb¡mos reconocer las
disconrinuidades entre los diversos r¡tarcos organ¡zrcionalcs€n los que se
desplieSa un lenguare, como sociólogos no podemos áceptar por su valor
nominal las "distiocion6" defendidás por profesionales d€ uñ campo dado.
Tales distinciones {ntr€ el conocimiento formal y el conocimienro infor-
ma¡- deben ser sislemáticanrenrc anali?adas cüestionadás e incluso pu€s,
las €ñtr€ paréntesis siqueremos captar las co¡tinuidadcs culturale§ que
e¡isleñ más aM de lasdiv¡siones socialesdel conocinriento establecidas.
Háy otro motivo, quizá más convin.ent€, que iusliñ(a la operación apa-
renlemente arrogante dc dcsdibujar los límites cntrc cl l€nguaj€ especia-
l¡rádo e inrelecual dc los tcrapcutas y el lcnguaje de la cultura popular.
Comenzando por el propio lreud (véase el c¿pitulo sigrricnle), un número
irnportante de psicólogos profesionales han traspuesto fácil y felizmente
lá front€ra que divide el conGimienro sp€cializado yla cultura popula¡
I han preferido en los hechos ubicars€ en la linca de costura que los une.
l\)r ejcmplo, en cl prcfacio a El prc.eso ¿e .onveúirce cn persoru .rúllbro
tr,uy lcidG, Carl Roscrs. el f.mos fundador d. la psicoloúa humanisr¡,
rnmarca su empresa dc un modo que recuerda a las güías populares de
,ru roaFrda: "Ten8o la sin(era esperanz.a dc que rnuchos lectores si¡ inte-
4, william H. s€wcll, " l'hory, hi\xtry J¡¡ ú'dJ \(i!n.c': cn Lisñ rf Litt¡r:
ssiol theory o rl lo.iil tñ lorrd,¡,,,,(:hi<¡so, Univcrsity ofchi.á8o Pr.$,
r¡rr0Du(ÚÚx ! 3r
,nlirnp .to de los textos en la ácción, y¡ s{a col¡psando la acción bajo los
n.\kx (como en el postestructuralismo), y¡ .onsidcrando la a€.ión como
,l,irspliegue mecanicista dcl significado inrrito en estructuras obietivas
((,trno en cl est ¡ctur¡lismo), ya dcsviando la importáncia de los textos
,,tr¡ro tiles.l.¡ teoria de la ¡ecepción,porcjcmplo,sc(entra cn las divers¿s
cstrategias variables utilizadas por los lcctores p¡m interpretnr una serie
individual y espccífic¡ de textos (un prograna de televisión o r¡n gén€ro
literario)-{r De esta ma,rera, esta teoría supone implicitamrrtc quc los
textos son ¡educlibl€s o subsum idos bajo sus eslrat€gias inlerprctati!¡s, y
siticnen algún impa(to, éste consiste ¿¡ activrrsi8nificados prcexislentes,
reflejando generalmente la posic;ón soci¡l de losa.tores- Il p¡rad¡gma ¿e
la"producción de la cuhurr" ignorr de plaro la cuestión de la nrlac¡ón
entre los textos ysusefectos sociales, ceDl ráldosc cn Ia¡propiacnnr insti-
tu.¡on¡l de tcx¡os y percibiendocl signific¡do como clresultado delpoder
social y ¡a ettruclura o.ganizacional.
Estelibro intenta llevrral núsleo de ¡¡ sociolosiü dela cultura el pro,
blema de la reiación de los lcxtos.on la a.cidn (do'rde"textos" iDcluye
l¡nto los sislemas de conoci¡nienlo expcrtos.omo popülarcs, t'ormrli-
za¿os en géneros visualcsy textu¡les y propaSados a lrav¿s delos medios
nas¡vos de €onlunic¡ción). ¿Pero cónro debemos esrudirr La despre(iada
ct¡estión de ¡a rcl¡ción entrc ¡os textos y la ac€ión? Siguiendo la idea
€enl ral de Durkhei de que la base dc la vid social cs simultáneamente
moral y emocional, enliendo quc el yo cs un e¡rsamb¡e nrsepar¡ble de
cogniciones y emoc¡ones.{ I)e similar, soslcngo qut los ter(tos
'nancra
sc inser¡an ¡ si mismos cn la a.(ión de dos mancrás tu¡rda'nentales: a
lravés de la cognición y a través de l¡s emociones. Tal como lo sostuvo
Paul Ricoeur,los leilos ürtroduceD una dist ncia entrela inn)ediatez de
la experiencia y cl yo, y en csa dislanci.r codific.in l¡ experiencia. l.os
lextos son 'comuni€áción ¡ la distancia y a través de Ia disráncja",¡i y
dentro de esa distancia la comunicación se ve lormalizada, un iema de
códi8os, convenciones y represent¿cionesestables. Pero si los t.xros fue-
ra¡ sólo códisos co¡rselados, no podrían atraernos hacia ellos. Si los
nlateriales culturdles tales como l¡s novcl¿s, hs pclícul.rs, la literat ura de
41 (á¡cn A. Ce¡ulo, c,/n¡l. ¡,¡ nnd: Ii,e.1ia eriolo! olúlh¡. d d.o! ¡ú¡n.
Nueva York, Ro¡rlcd8c, zoo¡.
t, P¡ul Ricftúr. ''1 h. he.mer.úri.al tüD.rion ofdir¡oci¡rn¡n: en L B.-t honrps!
l.d.yrñd.),H¿ dputúi ¿ l¡t ttt"xút \ti!¡..!: Lrtyon l,tnlwq..¡dior d\tl
t,¡crp¿,¡¡io,, C¡mbrügc, Ca¡rl[id8. t¡rivercily ltes, 19¡¡, p. r40, (itldo .n
Bria! srftls ¿ü¡eni,¡./¿r r¡¡. ¡dr: (,, ,,. xr6 ¡,fr¡,. ¡d., ts¡l! i¡¡or., lohn ¡ loplin§
Utrivúsity Pres. ¡99o, p. ro:r h¡¿d. espdtl¡rtirulo.ic Ri.oeur.n: ¡r¡¡lon
Bovo¡ & Gragoirc Ronillú (cd\.t,r,rs6t' Ptl'ld¡únt ¡úorla y.jürrn\ h
l¿.r¡¿r,, Aueno. Air.s, I ¡ Auror¡, te78i.
nrRoou({ dll I 33
,r,x, h movilidarl «rial h¡cia ab¡tio,la ansicdad por e¡cst¡tus)i deben pro
lr ú cir»ar una guia para ricrtas árc¡s carg¡das de .onflictividad de !a co'duct
"¡ i¡l t|or ejcnlplo, ¡a sexualidrd, el anlor o cl ó.ito econón co) y debons€r
rtrrirücionalizadas y puestas rn cúculación en cl ¡narco de rcdcs soci¡les.
r .r¡ J(leri,(¡a est€¡bordajecomo"pragnráti.o"porquerrslieDequelas ide¿s
I l,N signifiüdos puede¡r devenir do¡¡iinaDlcs no sólo curndo son institu-
. !,rLrli7¡dossino taDbién(uando nor a¡rdcn a " haoer tus¡s'l csto.'s, a ar¡e-
t,wrllrtrl.r¡n.\,1',¡r,r¡"rlre.ul.l,xli.nDpoli\,llükú1,¡e8'.p.¿óll,'cil¡
,,rr,,,trnxl.,1l¡((lirirnr.nrr»xl:/'rtj(,r¡l¡,r',M¡drid,s^r¡.,r,,i,r93r,
t6 I L^ IA llrt ¡tr^ il00t t¡
^00[
prácticas y f¡ctiblcs prra lrál¡r con las €xpericncias. IvIás auD, tal como
parafrasea lohn P. Murphyrlrcsumir el pensamiento de lames,
,¡r,. l.r ¡rcrspcctiva freudiana, que al fi¡r yal cabo comenzó como una t€o-
,r', ¡r'¡,li{,r de l¿ mcn¡e,x Lonvülióen m lenSuajeomn;prexnley popu.
lrr r,l y reciclado in€esantemente por la esfera mercantilizada de
'¡'tarfu
1,tr rxlli(,s m sivos? ¿Cómo fue qüe el psicoanálisis -"freudiano, neofreu-
,ll¡ r,, , ) !,oslreudiano - vino ¿ 'tntrelazarse en todos los aspe.tos de la
r h l,r rst¡(lo u ridensc"?r ¿Y qué clasc de proceso eséstcatravésd€lcual ello
,. r r,. Sost.n8o, quiá.or cierta falt¡ de modestia, que sólo las pers
I .Onconc.ptu
Para un.nlasn rn¡il¡r cn I¡ (ultrtrr y cn l¿sen !ionc\, vú.¡$ loel¡rfister,
znrg¡h..ulltrnnhis(rrof. r,l idul ¡¡¡ Fylhololi.¡l ¡il. n\
Anr.ri.¿:.nNaD.IS.hnog)lo.lPfi!.r(d\.),rnr,úl,rr¡,.tr¡¡¡.h!i.d¡,n_.\r
I Inru, vilc Unilchily Prc*, rer7. pI. 17 62.
$ \{ebcf, On chúisña an¿ itstit"tion buillntg: Stl(!¡l pdpús, p. 2¡6 ltr¿d. esp.r
in lnido en [,ñtoñh I st¡e¿ad, !. .d.. Mén o, londo dc (:ultm f¡o¡óñic¡,
fa J0: u¡ 1¡[0vtD0t (urIuP¡t I 4r
20 lil.oltP¡tuns,I/¡¿rr¡,r¡rcol!,cialdctio:Astrtlyi¡tsocintthcotrynhs?únl
rqe¡cúLa to A rtory of tcent Errup¿a, ,rne¡i. Nu€va York, Fr€c ¡r.ss of Glencc,
196,,No663 F lrrrd.esp,:,¡.rt.u.lwalcIan ciói e.nl: un ¿lklioc ¡.or¡,
w.nn co ¡¿f.tc .ird uign\'ón! tuio¡tct6oih15¿utop s,Mrdrid,
^
ftflJD ll¡ r0vl00P (urIUc¡t | 45
,1,. lrs redes sociales, que ha demosrrado quc las red€s p¡of€sional{s son
orrli/¡das para ha.er circular información y conocimicnto a trav¿s d€
rlrnn»es forntales, publicacioncs y redes informales, todos ellos medios
Ír'li/ndos muy eficienlenrente por el Brxpo freudiáno.r" De hecho, ¡a
^pr
r(onía c¡ congresos bianual€s y ma¡tenia una intensa comunicación
"
l¡,r rorrco,dondcsecompartian idcas,resultadosypreguntas.Nosólolos
,,,l.lr.rs ditundian los preceptos del psico¿nálisis, sino que también se les
rrtl¡rbaa los a¡rtiguos pacient$la nrisión ded¡fundirlosen iodo el mundo,
o¡ rrnrcDtando así en nrucho su podery su distribucií,n.r'
I ,r .\ptrlsión de disidentes tan irnponantcs como Alfred Adler y Cad
lrr[(l.nrueslrnqu€,yadesdesusnticios,laorganizaciónestabadetermi
,rr,I¡ ¡ csl¡bleccr La unidad y a relcner el control sobrc la elaboráción de
1,,,1,tr r' ¡n¡yla práclica dcl psicoanálisis.r Paradóiicanlente,estosdisiden-
r' 1r,,,'l)ié¡rdisenrina.on lavisión psicoanalitica o psicológi.a delmundo,
t{.,,iqrtab¡n y distribuí¡n algunas de sus prcmisas fundamentales: que
,l \ , , pi i¡ scr transform¡do y conformado por y a lravés de Ia re¡ación
,,,ri ,rr rcr¿pcuta, que la psiquis csl¡ba compuesta por varias (apas que
,n,.1,r,,1)¡n scr (omprend¡das y dominad¡s y que el lcnsua,e juSaba un
rl ,1,!'\ivo en la produ(ción del yo. Dcbido a que Ios psicólogos son
trrr,rt',kn,s por las clasi6cac¡onesy lascstruclums institucional€sdesu pro-
r, r,,,r,.s posiblc que Do vean lo quc clsociólo8o si ve, esto es, que a pesar
,1, l¡. ! !¡l.nus disput.s quesep¡raron a lung,¡Adlerya R¿nk de treud,
ú.t,¡.ll,r rompar¡ían cor¡ éste muchos supuenos acerca de lo queconstituí¡
,l l r r, ¡ p()l,iado pira .l estudio, el mejor¡mieDto y l¡ trarsformación de
lü l(ri,trr.rs. l.:n los Esl¿dos Unidos,lás dispr¡tas generadas a pártir de la
,,r|ror¡ ,1. L.rrcn Horney y de Erich Fromm no hi.ieron sino contribuir
l
, ri i',,,orrrr visibilidad del psicoanálisisya estable€er mejor.rlsunos
,1, arL,,,rr.pt('s clave. De hecho, estas misnras luchasnyudaron a estable'
. , r r ., , , r ¡olid¡¡ los limites del canrpo social en el que estaban lcniendo
r r
"
\ ," ¡ l rrnvrrsily It s\ ¡933 llrrd. 6p.: s:,¿nlofd ¡i¿ l¿rrld¡oÍ6: Unn Eona
rt, t'nt,nl, tlao ¡nnLrt dl,Bar(lonr, !1r..¡,troo5l-
, \, ,,. f,tr.j(nrdo,uJhd Powelly ¡.¡urcl snrirh- Doe¡r, 'N¡rworks ¡¡d
,,,,tr,trrk rnr'i .n Neil s»clfr y ¡lich d sw.dhü8 (cds.),7/,¿ l,atr¿ú¿ot
!,,,,r,tr,i \k r/o¡J,, ¡tnr.clon. Priñ.¡lon Uriv.rsity Pres! ¡99,r, pp. 168-40¿.
t, \. h,,t),tr rrrn,tnu,q¡úú¡¡del¡scrrevi\t¡dusdcRoaTen,¡uesodeh¡(cr
('ú i rrtri t\no¡¡Jllic¡ ror lrcu¡, k,lvni ¿ b\ lidados Unidospara phdic
l,' r,,,n! i!trr,l( I firo¡n¡li\is (¡¡il¿¡ ¿,/ /,n y'/lnm, p. rru¡).
,. \,11.r r¡r.r\I'ul\¡lo¡nqkpr.sn,ihI¡,¡hnt iL¡.ión d. l,\ toÍr.\
l-1,(rilf ¡i'cn l,r.oN rnlrd. Ii.u(l.ntrndLrttu.esl¡r¡t)li.¡.ion r no
1''tr|,1' r (rkrnlcr rlir¡.o \.¡(ntr.
46 ra 5aLr/Ár Ó DtL Át ¡ il00IRr¡
luga. Est¿s dispul¡s inlcDs¡s y vehem.nles ter rnin¿ro n rctorza ndo -¡ntes
que socávando- cl núc¡eo ct¡llr¡ral y li.oh.r(n.i¡ del Psico¡ ntilisi§ conlo
prácticn pro{esion¿1.
Los disen$s no sólo refor,¡ron el núcleo del Psicoanálisis §ino qu€
también ditundiero niás an¡pliamtnre ¡lEunos elenrentos hiisicos dc su
mensajc. Las disidenci¡s tuyicro¡ cortro efecn) qlie }rrcud conll¡r¡ cn un
pequeño comilú de pcrson¿s que actui¡b.n.o'no S .rrdi¿¡¿s de l¡ fc ori-
sinaty como emisariosdircctos p¡r¡ditundn la Pal¿rbra. K¡rlAbnrharn,
sus
Seren.zi, Rank, Sa.hs, lt nes y Ei!¡¡8on se conlerl¡ri¡¡r en Psicoanalislas
promincntes y ferv¡entes en rus resPcctivos faises, y exP¡ndirian si el
psicoaDálisis a lravés dc las rcdes socitrlcs conniruid¡s Por entonces-
Pero estas obscrv¡cio¡es Scnerales acerc. de l¿ organiz¡.ión d.l Psi-
coanálisis deiao aún sin responder l
PreguDta dc Por quó cstas ideas
fueron adopladas ¡¡n rápidamenle en los E§hdos Unidos.l.a iDvihción
realizada a l-reud a¿ictrrunasconferctrci¡s en h Univcrsidrd Cl¿rkcn r9o9
tue tan impof¡nte p¿ra el psicoanálisis corx) Para ltr cultürr estadouni
dense, que absorbió dc manera ávidr -nunque selclriva- rlStnas dc l¡s
ideasdc Freud.'lal como se¡rld l'et.r G¡y, el vi¡je ¡ los Estados UDidosle
confi¡mó¡ Freud que 'su movimienlocraahor¡un ¡sttnto verd¡der¡ cnte
intern¿cional'lrr Ademas, sus conferencias en h Univcrsidad Cl¡rk' lo hi.ie-
ron rcpenlinamcnte f¡n¡oso :'r Edjth Kurzwi:il explict¡ csto l¡.ónicameDte
invocando Ia propeDsiór¡ cst¡dounidt,rse a d rlcl¿bicnven aacu¡lquier
€osa nucva. Dc todas nraner¡s, dado que ha h bido suli.ienlcs cosas 'nue
vai ¡lasque los esladou n¡dc'rses no lesdier(,n la bic¡lveú ida, deberiamos
investiSarun poco mtislos lnot;vos por los quc la cültúra cshdou¡iclcnse
resukó terreno tan pr()picio para h rc.epcióD de l¡s ideas PsicoaD¡hicas.
ll l1l( cJy, ¡ lrl. fdr .r¡ ¡n,¿, NuLva Y{,1, Nod.n. re¡8, f. r ¡ llri
/id¡¿ $P.:
li.d: h in.vro rü,¿o. llnÍr(l,nrr, lhnl\' rq3q
Ltúl rtdn
¡r (r'/§ol, r/,.Ir. ,lr,¡:¡,n tl a k l'r'.l\\¡tt,| :\
rt{u0: uÍ lltiovlD0p «,LIlt¡AL I 47
, ,¡.r ¡¡r rra¡ llevadas a cabo, por ejemplo, por c¡ movimiento de cura men
ril,, lrtriNiniento Unrna¡ruel (iniciadopor un grupo de medicos y mi¡istros
, t,,.,,trlc\ de Boslon), Nuevo Pensamiento,Ciencia Cristiana y otros gru-
tr , , l( n1 r.rl1cnte afines a visiones d.l mundo €spiritualistas o reügiosas.rd I os
rs C¡rl¡n, ¡rnli !n,¡\i ¡,u n1", nl¡ r n¡n th bnth nl l'!\ nnth.rnü,
I t.!¡.
19 V{t¡s Willi¡nr H. S€sclll.." ¡ h¿oiolturil.r Inr¡iell y llÍnl (edr),
cotr.cf(n
B.\\»tl t .rlúdltú : N.\'tlnnurú nt.:tud) ol!\tul¿ ¿,nl¡t',p.tz.
" l¡s«úl¡rcnci¡rgne frcrd thnrncnr.¡ l¡ Unirús .¡l (.Iül fmrcn lrudúdñ
¡lc\I¡not.on ¿t rnllo (-nt, n,l.r.r[nr rdl,r¿Fn!dr,¡¡r§. S .nrb¿r8o,
dcb o d quc I¡ aúror¡ r rfier. di!.d n(nt.¡dldsyno¡lrnuloddli¡«)
.dit¡dov¡br.l¡bns.{l.l¡s.orl¡r.tr.i¡s.lruduiclit,¡l¡n.nlr'ionl¡rc ciir
d.(:h'k: lN.d.l-[j
Ittu0 uÍ lll¡¡0v¡00r (uL¡urlr r 49
I rlr, r.rl , tr'. I,otnaü, Abraham Bril¡ <)lro medico quc b¡bia sido cnt rcn¡do
!r'lorih
^
c mp¡ió con cl encargo de tradu.ir, organiar y popularizar el
Irr,,,,n l^i\ i¡nto.nlre los méd¡cos como€ntre un público más dmplio.
'l,ll l\lrr(¡, un fanmso psiquiarr¡, se mostró rcceptivo a lá idca dr'la
r ii¡hl,kl rtrhDtil,y cncontróen el psi..,rnálisis nraterial prra v)stonersu
.llrri, rnr d.qucl dcmcmia nocra d resultado de lesiones cerebr¡les o
t,',rl,\t¡siri,,ncs hereditarias.{" wi¡lianl Ianlcs,quizásel psi.ólogo más
'll.nrx",l(. [x l,st¡dos U.idos,concurrióa lasco'tf.rdr.i6de rrcud,yaun
¡Í.rxi{' n.¡r.r,rifestó escépti.o en rclaciór ron algunos aspectos dcl psi-
,,,ir"rltr,\, t.nnbicn sc mostró intercsado cn é1, y con la espcranza de que
r,(fr,x.' \¡rlk¡ rd('l¿nte. Aun cu¡ndo su lcgi¡midad social derivó prin
'rn
,tt{ltrurt. (1. su ¡ccpla.ión entrc los medi.os, t-r.ud a¡ra¡o lambién á
xr',,¡ 11¡r'tbr d. I¡ .tlitc, i[telectualcs y fenrinisr¡s..' Por eicmpb, tinrma
I n,li¡,.!r I r rcl.cl r¡.r¡ y acl ivista polil ic¡ y lider dcl nrovinrienlo an.rrquista-
t r ü uttizacii
del psicoan¿lisis estadoMirld6e
I i,1,,\ llstados UDidos, hsextraordnrárias habilidades organizacionales dc
L',rl sc lorn¡ron inmediaiamenlc visibles. Freud,Iercncziy lon€sr€ma¡'
,,1,^I'r.viámcntcyquchabiaDtcnidoÍtáséxito€¡lreelpútlicolegoque
rr . l, !s ¡iriembros dc la profesión médica: ¿, i,f¿? r.tación de los su.alos
r
'
t ¡ l\r opotolo[ia .le la v;da cotirliana." Pero las .onferenci¡s de Clark
r ú r l n( r Inr iciparon algunos de los temas clave de las ¿ eoiiones irlttoducto-
¡í, ¡'(¡'[,tanto,la reileración tudicalo que Freud ptetendi¡ que tuera visto
l.,s i{leás c¡¡vc quedebian ser comuoicddas a un público general no
',i¡,'
[l(, Lrlvrdo, ya tuerc en los Lst¡dos Unidos o en Viena. Otra razón para
lasconfrrenciasdeClarkes qu€elt §r€Prescntan el primer
''rrri¡rnuen
¡r rrr¡r¡o serio de la cultura estadounidensc €on las ide¡s de F¡eud, El
, r tr, k ! d. Nathan Hale acercr de Ia recepción estadounidense de Freud
rr,r (tue l¡s conferencias de Clark"lanznron el psi.o¡trálisis':6
',nrlÍ
H loa en la v la «ridiono
En primcr lu8ar, ranto las conferencias de Cla¡k como las lzt.io ts i,ú¡o-
dr.¡orias procuran pres€nlár el psicoanálisis y hacer de él un¡.ienciá d.
la interpreiación que simulláne¡mente descifr¡rá s¡ntomas y ot)r8¿rá
signi6cadoa los hechos(oiidiano§.Al mismo ti€rnpo que uritizrn tópicos
que Freud ya había des¿rrolladó et\ Psiropatología .lc la yi.la cotitli n,tas
Le.dones in¡rodrctoias marcan el comienzo de "una nueva ciencia" pre-
scntando lo quea s¡mple vista par€ce un fenómeno ban¡|, no cicntíficoy
miúoscópico: el hpr¡r, lirSra¿ TencDos tan in.orpondas las klcas dc t\eud
qu{ quirá no pod¡mos áp.cci¿r la ha?ána qur signific¡ et hccho dc que
Frcud in6ugurara una nueva ciencia y una nueva forma de imagin¡(ión
social, no con teorf as elaboradasocon casos psiquiátri.oscspcctacuhre$
sino con loque a sus oyer¡tes deben de haberles parecido nim;edadcs,esto
es,con sustituciones no ¡nlcncional€s de palabras, ados de olv¡do uomi-
sión. l:l argumenro de Freud es quc los l¿pr¡r li"S',¿. -.ontusiones y'tes-
6r V¿e, por ei.mplo, ioé 8rún¡q F¡.rul nd n,. ¡olitt' oJ tr.,,@¡¡¡lri(. ()¡ford,
8l¡.lo.ll, ¡eer (un librc nor¿bl.); o l,hilip Ricff F d¡¿ 71ir , ú.1 o[ th¿ nontüt,
Chi.¿8o' Univ{sily ol Chi.¿Bo Prñ, i979 luád, csp: rt ¿¡ ¿n r. r/. m
,,o,cr¡r¿. suenos An s Pridó\, ¡e6ól- ',¿
f¡tu0 ut llit0Yl00l (ulIúeaI I 57
y
d ¡ ¡ 'ir,/, n, n(l rie,d, "-l hird lCl¡rkl L(nE'; er s¿ul Ro«lvwtia,'t h! hiltor¡t
, ,t\\¡ur\ ti Ar¡¿ti¿ [ tsoe): rr¿tu!. Iu"s, an¿ I lill ntc Knlf-Mt¡tü, $ Louis, uo
e
[,
','
I l.nrs., r992, p. 4u.
. I r lú, l(\ ¡¡ylo( .!¡rzd d/ r¡. §ll:'ttu nñti¡Í ol tht »to¿ü¡ ¡.J¿rrn¡ C¡¡¡b¡idEe,
$ r ¡, ¡ ¡.tre.trd Uñive¡sity Pr€s, r99¿ p. :' r ib¿d. esP.: ¡ndxE dd ,u ¡,
o , rrn ¡,, nú de Ia i¿.¡ndad ,,o¿.rra, Bar.loñá, Paidó\
'ee6l.
-
rt l,,,trn.noli.ncr(ontecimieDloscs ur¡ islÚU.t¡ción d.lo.olidi¡ro'l sl¡nl.)'
hr ordina¡y ú lh. unev.nÍullen skÉ.n Nlülhrll(cd.), fl¡d Cnd¡
I
',¡.ll.
r.,,¡ . ( ¡nbridt , M^, Bl¡.lw.U. p. 2@.
h I¡r,,rrx' h¡ rrsúnx'nládo (:hr .s 'e96, cn s,rr¿J r,f ,n. rU: l h. n\*n,r ol'
lirlr ú.
rú¡.,x ¡,r¿rtl,l¡s fuenr6 d.l¡ ¡d.nrid¿d Fxli¡n $qrr¡id¡\d. un.spiriru
.rni un¡.orlcmpl¿.ión rr.rid d(l orro mundo od.lide¡l
'¡rtrd.h.'oi.o.d€
n'I r1n,l n inisN,.iv¡(o d.l¡ .iud¡drnia. [t domirn, d.l o¡loJ, d. l¡s mui(B,
r, ¡¡.oÑidrrdo ur e.nntu diSno p¿r¡ tnm¡r ¿ un yo m¡{uh¡ov¿lios.
I,"..¡!¡ Jrúrc¡¡r.¡ d.l l$¡or o n¡¡ cti.. d( l¡.¡úd¡¡¡tr¡¡ r.Fbli.ln¡
58 ü !¡tvt(lÓt uIt ltlta Ho0tix^
l i¡li, , r .' l,'\ honbrescomo ¡clores cuy¡ idenrid¡d primaria 6taba tuera
,l,l h,ll.¡r. \.gún l.¡ visión de Demos. cl di*urso Psicoanaliti.o refleiaba,
s , r¡,r r r r ,rl',r r ribia adecuadamcnle l¡ csirüciura tri¡ngüar de la familia
Jr*
a ,[,,l,w n nrlrr y ru densa textura enlocional.o tá narratiYa cultural de EdiPo
pudo$rapropi d.r por li cüh ura del,ido a que "encajaba co¡ la esrructu¡a
preexistente dc ld f¿milia invcrnadero. En ese senr¡do, se convirrió en ur
modclo dela fanrilia y un ñodelo para Ia fanriüa, un lenguaje descriptivo
que €siabl€cla la posición delyo en la nuev¡ f'amitia y uD lenguaje pres.ip,
tivo que sugeria cómo debía el yo entendcr su relación con la familia.
Natntiva de sabación
Olra de las contr¡bucioncs pr¡ncipates dc Freud a la cuttura consistió e¡
ofrecer nuevos modos de puesta en intriga detyo al mismo tiempo quese
apoyaba en una nar¡ativa de la personatidad ,nás anliguá y más funda-
mental. En su estudio T¡¿ rcligiotL' arul ro,nantu origins of psychoanalys;s,
Suránne Ki¡schncr sostiene que el psico¡nálisis obruvo muy rápidamente
el reconocimiento, no sólo entre Ios profesionales de la salud men¡alsino
también entr€ e¡público en genera¡, d€bido a que encajaba con l¡s.,visio-
nes culturales const¡tuidas en relación con los atribüros yl¡s capacidades
deseables de la personai¡ Desde Ia perspecriva de Kirschne¡, las narrativas
freudianas del yo estaban en consoDancia con una narratiya antigua y
duraderade la cultura occidental,la narrativa de ¡a salvación, que habla
sido reproc€§ada en las narra¡ivas protesra¡tes del yo y en la verción román-
tica de Ias narralivas bibli€o-religiosas.I-a narariva bíblica tiene cuatro
rasgos caracteristicos.,¡ En primer lugar, es tineal y finita, con un comienzo,
un desarrolo y un final claramente dclimirados. Además, sus aconteci-
mien¡osclaveno son continuos, siDo ¡mpr€visros y produe¡ una diferen-
cia dramática y signifcativa en lasvidas de los protagonistas. tsn segundo
lugar,la oarrativ¡ biblica considera qüe e¡ pr€senre es imperfecto y defi-
ciente,ypor lo tantodirigesu mirada hac¡a€l tuturo: desptiega una direc-
ción escatológi€¡, (:on el rclato que pugna por et mejor final posibte (por
medio del designio diüno). tn tercer lugar, ia narrariva bibtica presenta
u¡ dilcma: dado que Dios es jusro yomnipotente, ¿por qué los virruosos
. r,',r, trnlrhlc\rlolaseculd¡iz¡(ióDdclasn¡r¿1i!¡shibli(¡stuero¡
ti¡rtr tr l r.r tr (r nrov¡ni.ntos fl¡lruml.s: rl pdestanli\ to, clilunrinisnx)
'
r I
,,('tr, r.,1 l" I.' rr.kli.ión Lultrol d.l üunrnrisnu la namtiy¡del¡ ilv¡.ión
.nr l,' ni..r ¿c l¡ lib¿¡b¡ y h autononr,r, qüe krir un fin@¡tr¡ld.l¡s
'/.,1,,¡
tr'¡rnr1t\(ol(¡8i.rypsi.o¡n¡lili.¡.
,' rr,"rr11, r¿l,r/ryr!^,¡/ nM.únot;s¡ sil ?\y.h.arnb9is: l ,lieituntio
rúlnr'!úrht t l'¡!t l irulr1, ,¡.or¡ I,¿$i,¡. l.¿ v.rsió! rcn¡ánti.á dc l¡
N,,rtrinrhl(tr.nlnri,trlD(l.onfll.top.ni\lcnlc.nk l.n.l¡n.iñopu.sl¡s
r.l',, "¡1'nn.nt,,.lrlx) h¡(iJ sú irr.¡n»d1bu{¡ d¿ l¡ \.¡(h¡1.
62 I tÁ \aLva(LoÍ ¡tt ¡Ifa üoottNA
Tanto los sueños como los actos f¿llidos tiener en com ún el "escaso valor
que se les asigna y el he.ho de que les ocurran i personas corrieDies
incluso sanas. l-.eud lleya ¿ cabo así un ¡rovimienro muy import¿nte
conecta ¡a eslera de lo "€olidiano" con el concepto de salud, que muy pronto
se convertirá en un ideal. Y, de man€ra todavía nrás signific¡tivn, relaciona
en unásola caden¿ cliológica la salud y la patologia, establecicndo asi un
cuerpo de conocimientos cuyo objetivo es dirigi.se ,rrro a l¿s person¿
con paiologlas conro alas personassanas. Ésrc es el nrolivo por elquelos
sueños tienen una importaDcia cardinal cn cl edificio culturalde Freud
tal como h ser.la en las ¿ eccioses ¡úroA cturias,los sueños muestr¿D'la
mayor similitud y l¿ mayor relación interna con Ia enfermed¡d nen
pero, por otro lado, son compatibles con un¡ s¡hd completa cn la vida
diur¡¡i,iAsi como lreud sugiere que los acontecimientos corrientes e
la vida dc toda pcrso¡a Dormal son el materi¿l con el que se produce
patología, también muestraque la peNersión sexüalcstá mncho másc
de la normalidad que lo que sus .onteüporáneos pensaban. Simultáuea
mente, ubica la ideDtidad dentro de la esfcra de la vida cotidia.a y
la distinción entre patobglay normalidad.
De ese modo,lreud colocn elprorcto psicoanalítico del yo en l¡
de la vida cotidian¿, pero proccde a quitarle ¡ esa esfcra su famili¿ridád.,4.
presentar las lcves perturbaciorres delivid¿ cotid;ana como contiguas ¡
patologins extremas, genera un cambio import¡ntc enla perccpcióD y en
categorización, tanto de la norr¡alidad como de la desviación. Freud a
que la esfera de li vidá .or¡ienre se ubi(a dc manera contigua a los tr¿stor
nos psiquicos más severos dc la vida cotidiana,yque el desanollo
tanto "norm¿l" co¡no "anormal'l avaDza n por el ¡Disno camino.i"
77 I?,¡¿,.i1¡docrr Ro¡¿gn,¡nirl!rr¡¡l¡¡¡inv¿,!,p.tI9.
73 Por eie,nplo, cn l¡s (-¡,[ n'$tu dr tn\¡nüútt rl ?.i.at1ri¡¡r fhanl
i ¡¡¡lizi ¡l
niño,rúnJ.inoc.nr..tu.oblicn.nl¡.cru1ri.o.r¡rrirnl.nlr\r¡n.oridiin.s
fiar¡ Lr¡ [[0r/aD0x {l]ITUtaL ó1
', l','il ¡jrr¡ r,r¡,r /..r¡ni rr¡ rr/¿¡ o,,.1/r¡, .i|¿do .n Roaze\Frctlr dhit
srflen Scidm¡¡, ¿),fl¿r,e ,. lhks: Qr útg s..id úeory ntld \ütúl t.t¡ns,
Nuev¡ York, Cañbridge Unile6iy Pk$, r9el, p- x¡.
cá,!, Feud: A Ltlc far out ¡rfle. p- ya.
Mi.hel ¡on.aull, D¡.ylrcdnr¡u,r,r I¡. l,t,¡ o[rr./,/&,¡, Nucv¡ y.ir.
rRflr0: L]l t{x0v¡Dot (uLfuraL 65
tr" ',Úr, pos de las cuales debian ser conformadas las narrati
Lrs metas en
, ¡. ,1, li t'.r sonalidád, la misma estruct u ra conceptu¿l dcl psicoanálisis
lrltr,I rl,r,rlribució¡ de un coDte¡ido culturalclaro a estas dos categorías,
,,¡', Lr,,,lr¡do de que no era posible acomod¿.las a.ualquier individuo y
{ , r ¡ l, tt, i.r (onducta. Si el limite enrre l¡ conducta neurótica y la corducta
r¡l¡rl,,ll. r'!.ia irremediablemcnte desdibuiado (lueso de Ia apadción del
t,rr,r',,|,1\i\, bdos Dos tornamos neurólicos de la no€he a la mañana),
rrt,rr,, , t,rkrs los deseos y todas Ias accioncs podían ser signos de una
t,.¡'Irrt I'r',i)l.nráti.a, inmadura, confl ictiva y neurótica.
I \r, ,,,,.,lisis rnuestn algo importa¡rte para la so€io¡ogi¿ de la cultura.
I ú ¡,1¡ i, t)rrdcn scr parliculamente convi¡centes cuando no tienen un
L r n n ' 1,, L l.rr¡ menlc empirico y cuando habaian neg¡tivamente, esto es,
l ni,i lr ¡ , \ il.¡ificado deriva no de aquelo que presc¡iben sino del jüego
'
lrnrúÍ1,',le otosiciones que creátr. La salud ental era significativa no
,¡r¡,, ,r,.r ,r¡r¡¡ cn sí nisma sino por la variedad de neurosis y d¡fun,
,¡rn.,t,rr r r(.úí¿ ¡.o,rr¿rto. Postular la "§alud" cono la metu final de la
t,út,r ¡ ' ,,r , ¡.¡ir d.o,¡rmrio una amplia reserv¿ de distuncioDes. Algunos
¡rx'r¡¡r,llrurales son más derrideanos que otros porque funcionan
'l,rn\ir!1rl(to !irluddc losconrrastes negativosque generan.Deesta
Ír.r¡ r !. l,r r,rlud y la normalid¿d eran poderosas porq& eran categorías
¡, " lli,l l)Í¡)..rlde eier.er un nuevo arte dela memoria Per§on¡l' trans
t¡,,"r1,tr !i,) .le kR dcscos scxtrile§ y ltr idc¡ dc que elinstirrto scxualera un
i\tn, r¡¡ r(nrr¡ld. hs civilizaciones y de s desarollo.'''
r,nrr!¡r irncnrca algunáscríticasfeminist¡sques€l€hanhechoa freud,
r¡, !¡r.rtrlri¿ que lo nuevo y lo atractivo de las id€as de Freud tue su lra-
r¡r¡ú.¡ro,lcl,lé¡ero ysu lcgilima.ión del¡ sexualidad femenina.'Como
1,, rrl1rrrc l¡ aprob¡ción de Freud Por parte de la anarquira feminista
I ll¡r,r ( i,,ki'n¿n y la dra¡naturga y ¡ctivista Lillian H€llman' habla una
iirr¡l¡,1lri\icJ entre las ¡d€as del Psicoanalist¡ y las Políticas deIalibera-
, r,'r r.\uil. Atrn cu ndo más tarde afirmó que el placer y la "civilización.'
"rr
rr Úr¡rtibles, dado que ésta nec€sariamente se impone sob¡e aquél'
l,,,il r[,nl.rl)¡ frecüentcmcnte la libenad resPecto de la rePresión sexual
r l¡ l,Ir¡¡rl¡ del placer.'"r lruler Torrey, €n su libio Frcudiin f¡aud: The
¡n¡\úDtt dlt.¡ oft:rcud's theory ot Añericc though¡ akd cuhu¡e'citacon
,1. irt,r,,l'.r{ nin ¡ lreud por haber alenlado a una mujer a abándonar a §u
$hrl'1,,l,¡r Hora.e Fink. Luego' Freud iustificó así su con-
su psi€oanalista,
út" lti's.il» quc era parlc del bftn delerüo de todo ser humano buscar
h¡r rrl¡r( nin sexual yelamor':''4 Esl¡ aseveració puede §er leída como
nrú ¡hhl¡.'iióndelPoder palriarcal de los PsicoaDalistas (varone§) sobre
r( tú n''lier (nuieres)¡ pero dado el conlexto cultural en el que fue Pro-
nllr, r,rl.,,li{ nc m¡yor sentido como justificación e incluso como aliento
. li n \r¡¡li(hd fcm€nina, aun cuando ello imPlicara el rechazo d€ los
rl,t'¡,,.'r¡\ r!r rnJrivos dc la in\úrucion del malrimonio.
¡ \ hrtrr licudiana dela Psiquis y d€ la libido transformó la§defini€io
I
I¡¡ , Ílr
r¡lcs dc la masculinidad y la feminidad en tanto Produjo una
r¡,|,uIÍ¡¡rxtD dc Ia identidad s€xual. Al ¡firmar que ta Psiqui§ de lo§
rllnú r l.'\ triI¡s cs sexual, al Proponer que proceso§ mentales bá§icos
¡l'Irl,Ío ll.v¡D ¿ l¡ neurosh, al sostenerquet¡nto hombrescomo müieres
rr,r ! ¡ r( ink¡s homosualcs,''r Freud conlribuvó a sexualizár a la§ muje-
r , ¡
lú,,ir,,1n,/!/,,dnd.rl,xr.,NuevaYork,H¡¡ferColli¡s'¡992,P 14.
n.' i¡,!l nL o\ .ralrarrd§ r nosol!ós mnnrost¡ntocomo Pará ñegrr
,,(¡r,l,i¡¡r.nl. ¡tlucuoqucoriSi¡álm€ntécfa aD¡natd nu6l¡a n¡lurál@ Ni
,in,,! ollidr quc la s¡risralrión de la íeli.idad individu¿l ¡o Puede kr
'N,tr cit¡docrRor¡zweiH'
,lr'i,,,,no.hirrivodcnuerlr.ivilización'i!-cud
t r,l hr(, n h¿1l tlg Kn¡Í nnk t: l\. hLtoti¡ ¿xP..litiot to Aúrka (ryo91
"
r, f , ú¡r,,, r.rrr,,.tcr¡ri¡n fr¿rd: h! útu isna¡ t cflad ol l tcrd\ ¡h.óry
1 on
\htnn n¡r\htn tl dttrtt,P.l!4.
r,! In .onBrú.nl. .on k5 ¡rcPi¡s r¡ion€sPcrsnálcad'
' 'trr',f«1.r.i,¡r trrr¿..
l'.r,l.ilr^,r d.lü¡ru.h¡scortadi..tun€sluccxPrc«i¡cercadelleñ¿enu
,,ttri t,,r,t.rnIto,rnuni.irldrun¡¡lJdrc.siil¡enrg§ttcuds(8¿rl.quc ld
72 lA ltLy[(]01 0n lt¡¡ I0Dt i¡
¡l. r rr' ¡n
' ' l',r'l l¡(rur, ^brrmr,r $Ei.re ¡demás qk €slo shbl in{riló en utr
r',r,, r,, rtr,'¡rlr,, ¡hy1...1úr.l¡n'ihv.rd¡drbi.rto,erclcurll¡sD.nrnis
¡, l'. trl'.,1¡\ v ¡( l,\ nl(,los.s ln¡nI¡ ¡ l¡ h,.1.-.ll{rr rüdad.s siD dud¡ no I¡
¡r',tr.',r'n.'lnl.¡lp(¡,\¡¡1n1.¡o\suun,bhl'lurrilM¡l,o,.trdr¡ln¡nJ.p.u¡.
h ¡n.,r ñ1,,n\,,dr¡f,,¡,i., I¡r¡..1t,rr¡d,rd,)q,NucvaYo.L,Norlon,
74 rA lAtlarlo 0tt ¡lllA l!00I l¡
rx,l r r r (,ihh¡rd y (;lo O. C lbbnrd. ¡4t.hn¡¡t dn¿ th..nt ¿¡, chi.¡gú, CIi.aBo
r,"r! itf ¡\.s, 19¡17, f,:t1.
', r'ii,'rinrlnndd¡lh o, !4.$c Vngnri¡ Ri.bter,,,Strnn8ets o¡ a couch:
rrr,l',,tr li u\(ofpsy(lioan¡lyrn in »¿l/¡u¿d,, M¡,',ri en tngrid Horz-t)ávi¿s
r r(r,!hhofcr (!ds.),rlr)or ¡tlni\ i: úrs ol p,rhaa d¡r\i, h nov¿ts,
^,r!¡,
,,,r,r,, tnnr n,¡ /i¡¡,r,'liic¡,Niskn\hafili(h.r Vc¡hB, !ooa, pp. u4.,r¡.
r r¡' lrrlrt ulrs r¡lcs .oDxr St'¿lb.rútl, t ht Hory ol t)t. Edwdrdt. pt.ho
\,i r
tt'r,t!,)\
'
¡a.(Ltú i.,l¿ hnti a).
^L M.ükúnr8¡tunr, ¡r¡kitr[,¡c¡nin8s: lvrigtry in MrrhAm.rk¡,
r'r lb n lln) nnrnr,
úr, ú!, ,nlxn,/"^, Js,arlr §,N,!..rx,r,t, .
78 I LA !^Lva( ot ott Áttla l{oo!tra
cual los psicólo8os se ib¡n conslitryendo €ad¿ vc, más cn cxpertos. T¡l
como lo senala K¡rhy Pciss en su estudio de ln cosmética en los Esi¿dos
Unidosa comienzos del siglo xx,
De este modo, el simp,e ¡cto dc.olo.ar* hpi¿ labialo base qucdó ¡¡ás
relacionado con lasafirma€iones lerapéuticas de Io quc habia estado en
la década de r93o. Los psicólogos y los cientificos $ciales hicieron su
entrada, advirtiéndo¡es n Ias mujeres que demasiada pintura reflejab¿
una psicodinámica infantil no resuelta, un esfuerzo mnlcolocado pira
atraer al padre y atacar a l¡ madre. Un psiquiatrá llamó al m¡quillaie
"patología femeni¡a'l una fo¡ma de 'narcisismo extremo a lr¡vés del
cual ias muieres te reducia¡ a si misñasa ser un si»tbolode los geni-
tales'l En un art iculo acerca dc los"irnlamientosdebellczá ment¡lmente
sanos'l las hislorias de mujercs corricntes utiliza¡do cosmólicos eran
iluslradas con fologratias de pacientes de instil u.ion.s menlalcs, mos-
trando de qué man€ra anbos grupos obtenian u n envión psicológico á
rravés del maquillaje. En defcnsa de un .añino inrermedntl ¡os psi-
quiatras aconse,aban a cada mujer utilizar «drslas ¡yudas cosméticás
posibles para crear la aparicnci¡ de su yo real."'
, Ll,(l
y la litcratura de autoa),uda sugerian que el retorno d€ los hombr€s
,r,,,idos o hiios- des¿e e¡frente d€ batal¡a podía sertr¿umátim para Ias
¡r'r¡1cs y cxponerlas a"conflictos int€riores" diffciles.l.a respu€sta de la
¡,xhnria cosmética ¡ esta crisis psicológica fue ofrece. ur¡a huida hacia el
lr belleza."'En rcsumeo,las tres indust¡ias culturalB eme¡gen-
',r,'kl,,dc
r-. t,, irrcipales la literatura de autoayuda, el circ y la publicidad, c¡dá u¡a
¡,,r Ús propias razones inrríosecas- tomaror el psicoanálisis pára esla-
l,l,,.r y(odifi.ar su modo de acciónen la€ultura.
'l¡,1
tr¡l(! .conómico e i[stilucional de la ciencia, representanles de una
n r r',' .1. l.¡gu¿jc sancionada por los programas del Eslado e incorporada
' '
,1rrll,Á r ll(lcres pop lares con una autoridad carismáticá tradicion¡l para
(, ix v t".o(rparse por el "alma': Así, su autoridad es eogendrada dentro
rl' u,rxtr (§(cnarios sociales. Los psicólogos no só¡o dibujaron los contor-
,,'r\,',.rr.trn¡liú,(r.r,,.fr¡rwulh:Li.oiot,idcsitlú,815ln,a!n,r¿¡cr,
rr'r,, r¡y,r¡, r9¡ttr ltrad- crp.:,Qt¡:ix¡ifi.a hnl,lat? liorcnir ü los.itñhios
ri¡ r !r o,. rnrrj¡ñ dc Ak¡1, ¡e35lt Michel Eo!.iult,,{rrie¡o8l
,, ¡ ,¡ trr1,1/(r, Ntrcv¡ Yor¡( l,arrhon, ¡97! l{r&1. sp: l¡ d¡9!¿ol%la .Ll sr.t,
^rdoz,
In.r¡1', sr*i) xx¡, re84],
t,,rr'tr lnr"¡iN h¡d(no¡riú¡do'\Lop¡otr'rvéas.l,i.ireBourdieu,
', r¡
t ¡r,)¡r1. n ,l \\ ¡'oh't!¡¡r,<lJr)ltrids.. M^,llaN¡rd Univ€rsily P¡€s,
,, ) r r'.tr1 r\p., lLtrstr¡)r y pod.r snnból'«x'lcn ¿Qx. ri9¡ifrn,¡,¡hri
¡ , r,,r¿r ,/r l¡ L,,/)¡^ /rwxi.r. o:, l¡r.ir¡ d! A«Iv, ¡eN5l.
^k¡1,
8o I tl 5ÁLvl(l0t¡ 0tL ltlta lt0Dt¿lta
nos de una nueva ciencia sino que t¡nrbién a6rmaban que entendian Ia
rclációr entre el individuo y la sociedad, que h¡t íán des.ifrado los misterios
d€ la fe religiosa y de los movimicntos políticos de m¿sas t¡les.o¡»o el fas
cismo, y que podían producir la¡ l¿cnicas y I¡s guias para la plenitud,.:l éxito
y la felicidad sexuat.
l
t,o más inleresantc, sin cmbarSo, no es ex¡raordinarianrente exitosa
búsqueda de poderporparle de los psicólosos, snro e¡hecho d.queeldis,
.urs t€rapéut¡co s€ haya convcrtido cn una fom¡ cultural, quc moldea y
organiza la experiencia,y tambión en un recurso crltur¡l medi¡nte cl cual
se l€ otorg¿ s€ntido al yo y a las relacioncs sociales. los psi.(ílogos se .onvi¡-
tieroD e¡r lesisladores podcrososdev¡rtusdonriniosdela vida kl(ial,porque
ofrecieron 'herramicnlas" simbólicas y categorias con las cL¡¡les¡bordir las
ambigüe¿adcs y las contradiccnrnes de la nmdernidad- Ii$is hcrramicntas
y €stas categorias sinrbólicas combinnban lo vieio y lo Bucvo,lo c¡re pcrmi-
lía l¡nto la innolación.o,¡o la dtintridad cuitural- Sogiero que lo que
h¡zo de los psicólogos árbitros y guias ¿el nlma en tant¡s manifesiacbnes
institucionales es que han lleYado a c¿bo ur "¡r¿brio cullural" masivo l,a
actividad cultural es parlicular,¡entc iúeDsa d¡,rrarrie los "pcriodos de
p€rturbaciór,':"r un iérmino vaSo que nrluye fcnóDe¡ms lnn divrrsos como
elcolapso de los roles sociales tradicionales y la incertidu mbrc ¡especto de
¡os roles, l¿ caíd¿ de p¿trones dc vida er¿blccidos, la multiplicat irin dc valo-
rcs y la intensiñcacnin de Ia ¿nsiedad ycl micdo social, rodo lo cual puede
€xplic.r po¡ qué Ios indiyiduos bus.an modos de explicar el comportamiento
de los otros y de confornar el propio conrportanriento. EI siglo xx se vio
mar.ado por una gran inccrtidunrbre nornuliva. lo que geneñ un trabaio
cultüral e idcológico inte¡rso, p¡rre sigrificativa del cu¡l ha sido prerrogatira
de los psicólogos, ltl menos en el contxto 6r¡dounideDsc.
L3 psico¡o8u luv,' un ((o inJrirucron¿le\tr¿o,dior¡ io.quc ¿ ru vcrorts¿-
nizaria las prácticas culturales cn torno a un núrleo cultural comLln. La
cultura es nás poderosa cuando proporciom lo quc A¡n Swidler Uama una
''linea de acción'que agrcga s¡gnificado alyo.''6 L¡ cultura influye sobre la
ic.ión al con{ornur el yo,las habilidades y las risiones del ¡nundo sob¡e
las cuales la gente pucde construir cstralegiAs d.'vid¡. En l(,s.apílulos
siguientes, exploraré csta ide¡ btisica,rxaminando de qr¡¿ n¡anüa elcódigo
scmiótico freudiano y terapéutico delyo luc apropi¡do por diversas nrsti-
luciones y tue utili?ado paraconfirmar nucvas errategias de ¡cción.
2\¡iti¡ñ¡Z.lizcr,Iirr¿¡¿¡.r¡nr¿oltrrniqrlti,r..ton,l,ri¡.erorUniwniryPress,
roor Itrad..rp.: ¿,,.¡¿.n¡.ió,r ¡r1 I¡¡ ,r,nr;rr,4 Budros Air.s, ¡indodr a_ukura
Ecoún'i.a, ,ooe l, y ?1¡¿ro.inl raiiryafn¡oñer: Ph tto cy, t q.¡r.ts, poor
r.liefr ¿ ohct dtn.úia, Ntqa York, B¡!. ¡kñks, 199,1-
' ¡rro¡n¡ concebidos aqui como marcos cuhr¡raies, reorganizaron las r€la-
r,
, x'rtr\ «)ci¡les y jcrirquicns dentro de ln empres¡ y en última inslancia
¡r,l,lini..on el podcr dentro de €lla.
lo l rgo del sigh xx, bajo l. égida del discurso rer¡p¿utico, la vida
, ^ rn¡t'l sc vio imbuid¿ de las mctáforas y de la racionalidad de la e.o-
,'¡tr
r¡',,,r.ri y .1 la ¡nvcrsa, la cond!¡.ta económica fue sistemáticamente mol-
,1, ,ül.r tor l.r csfera de lasemociones ylos scntimientos- t, racionali^ción
,1, l,r\ $ú(iones crcó su prop¡a rcalidad inversa, que podria sercaracte
,,r.rl.r crrno l¡"cmocion¿liz¡ción de lfl conducta económiü': lste proceso
¡ , , ,lr , ¡ o wlrla trn pro.ev) cultur¡l más amplio que denomino .rpir¡lis¿¡o
6 Ch¡16 Wrighi Mills, lV¡,,¿ a d: ll| An1riúi n¡idtll¿ das¿r, Nuda YDrk'
Oxfod UDivúsity P¡css, 19, ltrad. .sp.: ¿6 ./.n5 ,,.rí¡i¡ ¿x Nor¡¿¡,,á i.d
{ w¡¡c .o¡¡rr), ñldrid. 196r lt wiUia l¡,wh}4c.I¡. úrSnni2atio tÚt,
Nuev¡ York, Doublcd¡n ^Buil¿r
195ó lrrad. csp.: ¡l rorlr¿dr-{",:d!nr,, M¡nco
lirrlo d. CullLu¡ li.onú¡i.i, re68l.
oLt ila a tf0¡10uku5 at ilafia laxfiu¡tlttrt | 85
Iy orros que les siguieron) sugcrian que en elcorso del s¡slo xxlasgrándes
.mp¡esas ej€rcia'r un nuevo ripo de presión sobr€ sus empleados para
''¡d¡ri¡rist.ar"su vida interior y sus emociolres. El estudio semnd de Arli€
llochschild áccrca de las auxili¡resde vtrcb extendió esla línea depcnsa-
,niento al sugerirque hay un fuerte.ontrol emocional( trabajoemocio-
n¡I") cnlas interac€bnes de lis arriliares con los p¡s¡ieros, en tanto éras
ur alenradas aadoptarla ideologia de Ia empresa en lo atinenle al modo
,,nDo deberiú sentirse en disrinrar situaciones.' Hochs.hild sug€ria que
l,¡s mu,eres que trabaiab¡n en el secto¡ dc scrvicios eran las que renian
,,¡xyor probabilidad de convcrtirse en "trat ajadoras ernocionales, esto es,
r¡¡l,¡jadoras que debian repririr sus emociones para vcnder la inragen de
!' compañía. Hn üna v€la similar,el esludio dc Gid.$n ft¡nda a(crca de la
, ulrura de unaempresadealta t€cnologiasostcníaque las enrpresas nroder-
rirs.jercen un"conlrol norln.rlivo'l intentando controlar las"nrenics y los
, , ú.voei'de $s c¡rpleados." Scgún Kunda, las empres¡s contemporáneas
l'.rn ¡mpli¿do y protundizado el ontrol cn el knlido de que ésre se ha
. r lerr(lido desde el campo d€ lo conductual al campo dc lo emocion¡I. Para
, l.r significalivo por otra partc: eD su rico y mati
r Lrn úll imo ejemplo, muy
,kl{' rclaro de la larga historia de los int€nros de control de la ira en los
l''r.ú)s Unidos, Carol y Peter Sl€¡rnssugieren que la emp¡esaeladoüni.
,k.D§ ha suprimido exitosamcnte la ira pcro que esto ¡ su vez amenaza la
'' r¡lividu¡lid¡d" y ]a esponta¡eidad y señala la victorj¡ final de las "buro-
r
n¡ rcla.k'n l)¡srtrDlcdi.d€laentre
ria dc los relatos sociológi.os presupone u
'
ú Vé(se C. D¡ll{ I I¡mphill, Cl¿§, B.ndcr ¡nd lhe !(gú¡.1¡otr oa.nrol ird
srpirssn» irr R.\dutn)n¡r, Er¡(ondu.t ¡¡er.¡lu,t'i.n I'el.r N- Sle¿nt y l¡»
¡¡wis (.ds.), ¡x .rdn,¡rl ,rlnur),./ ,r¡ Urn.,¡Srr¡¡, Nuúvi Y(r,( N.wVtrl'
L,niv.ñily IlLs, ¡rt). lr rr
'9e8,
4AilAfil lt Lt H0ia ta uNt(a 5 87
posición pára a.tuar ral que menace los limites en rct¡ción con e¡ afecto
quc há sido estal,lecido pard él en t¿ interacción. 1...1 Cuando et indivi-
duo se invo¡u.r¡ en exceso cn eltópjco de la convcls¡ción, y tes da ¿
otros Ia imprcsión de que no riene una nredida necesa ri¿ de.io tinio tte
s¡,nisnn en relnitu ro susse in,ientosy sus a«io,,cs 1...1enron.es es
¡us probable que losorros se vcan desplazados desde una imptica.¡ón
.n la conversación hacia um intpticación en etque h abla. Lo que esto
rnsidal Ae ih hoübre nc o lsicl se co,1ve ¡¡á en ta atielnciótt .te o¡ro
,or,¡,re (cursivas mías).r'
D Norbd ui¡s, T/¡¿.i,ilti,8 ptúe*: The hnkry of r¡h¡ús ¡¡d naft Jor\t, n ¡
a,¡d.iri¡i-iion Ir9]91,l¡ad.derdmund leph.ott, Oxr¡¡d, Rllckrve ,¡96s lrra.l.
esp.: El pro.¿\o tlc lR ciriliuri¿ : nflsiltcions tu.iogút.titr,
]/ /,vi1,ri.,trt,¿r,
¡ltádrnl, Fo¡do dr (inl!r,¡ lj«)núni.¡, r!$7i.
Dft H0tt0 ttata$ttu5 H0 0 (afiüu¡lt(aN5 gg
^t
r" ros dudñosde 1as enr¡res¡s §e fleron dcsh¿.i.ndo dc los conrr¡ristas, que h¡sra
dfon.es contolaban elprocso de prcdudón, y aumieron d .ontrol de los
r, ui¿does,de 1os despidosy de las conr.atacion¿s.
r, Irn¡ opinión de I¡ épocá dcja cro en drrci "Muchs ve.es u¡ honbre es nrcapaz
,1..Énnrn u.¡ responebilid¿d. Tiene ¿xito.uándo.s lider¡do, perc no cuando
Inlúr'l N. C. Fowle¡,'lI. úoI l]ow d /r¿l¡ ¡tu tue¿d, Nüeva York, Moffar,yard,
¡¡'r,fP,56 t7, citado en Rei¡rhdd Búdix, Wotk d l¡u¡hotin/i strn n
hhú)r'.t ol dinagdn?i¡ in th. .o!^e ol ind,rri¿L.¡e¡, Nueya yo¡k, Joh,
Wilcy,1956, p. r59ltrad. esp.r Iñhair y aúotiddd¿ la,iltÉ¡ria: LÁ ideoto|tot
tlr l| ¿i ..ntn en.l ono de lo i,¿6tri¡rl¡:a.iótr, Buenos Aires, Eudcbd, 19661.
¡ lrr.d O. clrándler, 7 h. yinbl¿ hd ¡l: I h¿ na¡og.ndl re|oltia¡ in A,¡¿.itat
,x!".r¡.C¡nn
^ id8e, MÁ, Bclknap Press, r9z7 ltrad. csp.: 1¿ ,,!¡o vinút¿
tnt l[io d.lalrnió ü1.1mtrdn. tu trnand,Btr.elo¡a, Edi.iones
90 tA 5¡tyA{ 0[ Drr atll¡
^loDtRta
"Ger€¡tes'es l¿ t¡adtr(ión elegida ¿qui para "ñanagers ', aus$c e¡ otros pasaies
he preaerido :dñin¡tradoreil L¿ p¡nncra es de nso máshalrjt!.len español,
pcro lasegu nda reoge !n ñariz que *tá aurnt€ ¿n "B.renie", aquel que insc¡
laautora.¡ando coner¿ l¡ etera de las orsaDizaciones con la esfúá i¡rim¡,cn t¡
quc utilia ¿ nrenudo el .on.!pro de self administr¿tioD" ("adnrinhtrx.ión del
fo"o nür.io dd yo").lN.del ill
»fl ia a t(0N0tutu5 al lafia (alfiÜfrltall\ I 91
rD¡rito, no tue necesariá otra jufificación para los lídcres industriales. Pero
lis perspectivas de Taylor accrca de la adminjstración sugerían que )os
tr¡casosnoeranelresültadoincvilabledeunaincompetenciainherentee
rnnar¿. Más bien,las causas de los liacrsos debían ser investig¡das y pre-
v.nidas a través del desarrollo de politicas de administra.ión apropiadas.
lilconro lo sugnió Bendix,habia un cambio sutil pero significativo enla
,nr.rgen del trabajado.r de ser una persona a la que h?bia que e¡senarle
, irtud y modales adecuados, se había tomado un objero delescrutinio yla
i¡ t.rrogación cientificos, cuyas ñptitudes y actfudes debían ser evaluad¡s."
li $e proceso,tambi¿n cambió Ia definición de éxitoyde liderazgo: mien
Lr,rs qüe cn el siglo xrx el éxito había sido un sigDo qrc evid€¡cidba po¡ sí
$lo I¿ propiasuperioridadmoral,quedee*modosejutifi cab¡a símisma
.l ¡idcraT-go se tue tornando una ütegori¿ cada lez más €lusiva, una cuali-
,lllquedebía ser probada aDtes queuna cua¡idad queera conferida inevi-
rrblc y tautológicamente. gsto, a su vez, implicaba un nuevo grado de inceF
rkltrmbre respecto dc lo que era u¡ buen gereDte. Comparada con sus
fkdecesoras -las legitimaciones del liderazgo relisiosay daruinista ,Ia
r(oria dc la administración parece h¿ber creado un proceso de es.rutinio
I ( üüstionamiento colectivos, g€nerando asi nuevas fbmas de incertidum-
l,k y de ansiedades, lo que seneró a sü vez nrcvas formas de control orga-
Í¡7i.ional. La nueva ansiedad cultural acerca de la naturaleza del buen
r,rbi,adory l¡ idea de que el despliegue de conocimiento adecuado podia
ryutlar a encontrar solucioÍes par¡ mejorar et rendimiento delos trabaja
,|,'r.s constituyó el telón de fondo para Ia creciente intervención de los
t\i.i¡logos dentro de la empresa.
r Ps(xiLo6l)s rNcREs^N
"\
ll,r(i¡ la dé.ad¿de r92o, el 86 o/o delos asal¡riados estaban empleados en
, ir)(l¡slria.:rTo.lavia más Doiab,e erá el hecho de qDe, como senala
\i.houd3 SheDh¿r la proporción de trabajadores administrativos de las
luera la m¿yor dc todo el rnundo (dieciocho
, rrr¡rcsas estadounidenses
r,.,hrj¡dores admiDistrativos por cada cien r¡abajndores en producción).7
L (xp¿nsión de las emprcsas iba de la mano con la consolidáción de
Resulta interesantc advertir que eslos anA;sis colocan las relaciones inter-
persondes y las emociones en el cent¡o dc la imaginación cullural del lugar
de trabajo. Pero tar¡bién senalan los modos como Iír r,¡rr-..¿,s experim€n-
l: coIno señala e! historiador Daniel Wren, "en general, los te{os de .o-
mier¿os de la década de r95o enfatizaban los s€ntimientos yla colaboncióni{
En la dé.áda de 1960, baio la inf¡uencia de la psicologla -inmensament€
popular- d€ Abraham Maslow, esta tendenci¡ s€ protund¿ó con los nuevos
cnfoques, incluyendoel'humanisno industrial'o'humanismo orgánizá-
cional'l que bus.aba desarticulár las lendencias autoritaria¡ d€ las organi-
raciones e i'rtegrar los objetivos individua¡es y los de la organización, Asf,
cl extráoidinario poderculturai de la ps¡cologla párecehaber residido en
5r capacidad para inscribir Io individual -sus n€€esidades, sus recl¡mos
y sus críticaF dentro de la structura y la cultura mismas de las organ¡za-
,2 ¡r¡nk Dobbin, "Thc sciolosi(¡¡ vi$ oi lhc .conomy'l en lir¿nk Dobbh (.d-),
The ne .eonoñic so.¡olosy: A t.r¡rdr. P¡itrccIon. Prift€ron tintuairl P.N, roo{,
.'r uno, no imporia cuán iustificado pueda eslar el arrebato. Ver a un colega
luerá de cortrol des¡t¡ algo que conmociona a todos. En una ifftan€ia como
r'si, uno quiebra las reglas de la oficina, infringe €l decoro profesional'16"
Un el campo académico feminista, este tipo de domhio imp€rsonal de
\¡ nrismo qü€ cada vez con mayor intensidad ¡€s €s requerido á los hom-
hrcs en la empresa capitalista estadounidens€ ha sido visto a meoudo
.¡mo un atributo típicamente mrscüli¡o,lo cual a su vez.onstituye un¡
,lirriminación conlra las muieres, al ha.€r que su estilo enocional parezca
lr istiri.o y por lo tanto no prof€sional.6' Por numerosas razon€§, rni inter-
I'r rhción de €§tos hál¡azgos es diferente. En primer lugar, desde el siglo x¡x
l¡ brechá entre los géneros respecto d€ las expectativas d€ control emo-
, xnr¡l se ha ido estrechando.6' En segundo lugar --€omo ya he mencio-
IId{F, inadvertidamenle los des.ubrimientos de Mayo traspusieron la
, r'lrura emocioflal de las muieres al lügar de trábajo y la legitimaron.
I i,no susiere la historiadora so€ial St€phanic Coontz, el nuevo abordaie
,1. Iás emociones y del control emocional suavizó cl carácter de los capa-
iú ( ir¡do cn ste..¡i, ,4ñ., i.r,' Íoo¡: a¡n\ttuct¡ñg ¡h. 2o¡h cdtuty motional rt h.
!) ! l.Lhschild, T¿!,¿",¡s¿d t¿a¡l: The.oñnte¡cializdtbí o¡hutuñ feliñg,lack l,
rtu ¡ r@':7-h. NtLl oJ.olpora¡e ndnag,aKundü Eagiiúing dhú¿:
t t\ú.ot ¡úd rotunittuit
i,t o htstluh otpontion.
h" (ift¡r, "lr i o( ¡o sb on tb. iob?",.n Rrdl¡Dt, llr@ de r93r, p. trt.
r| r^n
nh.rin€ lJv""hln8 nd.É[email protected]¡: c.nd€r, po@r úd rlE rheroric of
n.rn'n¿l (ontrul in ñ¡€ric¡. di{ous.i .ñ Carh€rine ,4. I-urz y Lil¡
Ah( ¡.ushod (sds.), ¡/¡'s"¿se ¿nd th¿ politid ol c otion,NádaYork,cá brid8c
lrtriv.rsiy Prus, r9ro, tt 6r-9r.
0 v¿¡* tlchphill, cliss, gend4 and thc Esuhtiotr of cmotional exprcsión
trr llsolún,úry lir! «¡üml In.r¡ur.1 ¡t 4.¡.
ro6 i ta 5atva(l0lr Dtt Át11a ¡t0DttNÁ
taces. De hecho, "l¡s cualidades que los homl,rcs 1...1 Decesitabar para
trabajar en la industriaestadounidense e¡a¡ casi t¡r¡eninasr tacto, trabajo
en equipo, capacidad para aceptar orie¡1ación. Dcbieron conrruiIle nue
vas defiriciones dc la m¿sculinidad que ro dcrivab n directamente del
proceso del tr¿bajo':'r Desde la década de rero cn adelante, los serenre§
debieron revisar, sin advertirlo,las defiDiciones tradicionales de mascu-
Iinidad, e incorporar a su persoDalid¿d los asi llan¡dos ¡tributos feme-
nino,, Idle, como conlrol¿r \u\ emo, iore\ reS,rriv¡s. p¡\rrr ¿rcnrión ¿
las emociones y es.uch¿r a los ot¡os de m¡ner^ comprensiva. El nuevo
tipode masctrlinidadestaba más cerca del tipo de atencióD rohibida h¿cia
las emocioncs propias y dc los otros q¡¡e h¿bia caracterizado al mundo
fernenino, auDque sus descripciones expresab¿n simukáneamente una
ansicdad por rechazir los atributos de la feminidad.rr MieDtras que la
cultura emo€ional victoriana habia dividido a hombres y muieres en torno
al eje de las esferas pública y privada, la empresa del siglo xx tendió a
socavar las defi¡icn,nes hegení,nicas de la feminidád y la nasculinidad
porque, ent.e otr¡s razones,la economía de los scrvicios en losque esta
ban empleados tanto ho bres como ñujercs sc centraba en la persona.
En l¿ décad¡ de 1920,
steph rie coonrz, Tr. io.i¡l oriitu ofI'ti\n.lij¡: A hist.tl rlA»ú'iúút ldnjti¿\,
1600 r9oo, ¡\úevaYorl,Verso,1933, p ll9.
Tal coño {Hiee N{i.had liinr¡¡el, á .ó icnzos d¿l siglo xx -¿ nrdid¡ que los
Eslndos Unidor prsaLnn dr :¡r trna cconomjn ¡Braria a ser u¡¡ c.o¡omi¿ d€ kx
serviciosyp.sab.n dc una nirolosia d.lo s¿haie a un¡ eistencü urb¡na ,el
dncuM cstidoüniden* de la m¡scuhlid¡d comenzó a preocup se por Io que
cr¡ pcr.ibido .omo una pelisros absrción por pafe de l¿ esterá de ¡o t¡me¡ino
Mienr¡as que .n el pasido los hombres h¡bíán sido sus propios alnas, áhó¡¡ Io!
honbres dc rl¡ss ¡¡€di¡ qrlrenr,ban rl proLl¿üa do cóúo m,nt¿¡er la
ma$uli,ridad en el co¡texro de un trab¿jo de orcllo blan.o orjcteriado por h
Junrisi¿,r ¿ la i¿¡¿rqui. yl. deDcndencia mutu. !n la Duev¡ e.onomí¡,li
mas¡ninidad ú. rcdefinid¿.omo nrísnnpersoual pnra adiptarsca l¡s
o¡g¡¡ia.ioDcs t¡nnalcÉpem10 suiicicntenente¡nri8¡blec,¡irop ¡ trc¡pu
¡e.olaborxr.oñ ot \. vúrse M i.hkl xiñn¡€l. rl¡,,/nr,/ n, ¡nn:Aú1¡ l
¡¡,,ry, Nrcvr lirk,l:r( llc$, r996. ^,
D t|0t|0 ttat!afila1)t t!0úa (0 lutlttttlt 1o7
^I
Flsro sugierc que, c¡da vez en mayor medida (aunque de naDera ¡nper-
fecta),hombres ynujeres tueron convergieñdo hacia un nrodelo €omún
deconducta emocional. Ln Ia em presa .ontemporánea, honbresymuje-
r.s reciben Ios mismos mandamientos emocioüales: "Los seniimientos y
l.rs emociones represent¿n afirmacio¡es de valor de sus coleSas, sus sr¡bor
dinados y ñ
iefe. t...1 l,os gcrenies €ficaces pueden mar.ar la pauta de las
.nociones y man€jar las rcuniones con ¡rayor eficiencia':rd
Es posiblc sostcner tal como lo ha he.ho el trabaio fund¡cional de
K¡thy Ierguson- quc u¡ maDdamiento dcdominio de si en las oiga¡liza
.n)¡es eco¡rómjcas qre no tiene en cuc¡ta al género es el resdtado del
h(rho de que en las estructuras burocráticas grancles y.omplejas los hom
hres y las nujeres son afeminados, esto es,oblisados á maDejar su impo-
rcncia.6,Sin düdá hayuna pizca de ver<lad en esta perspectiva, pero orra
v., se pierden algunos aspectos importantes de Ia transform¿ción cultural
,icldominiodc sinismo. Uno deelloses qkel dominio cnocn nal de sí
rDis¡no ha sido ysigue sicndo eDérgicamentcdei¡ndido por los psicólogos
,,'mo un uodo de darlespoder a lás muieres. Por ejemplo, en un artícuto
,lc r98o.ie la revista femenina Rrdúool secira uldoctor Peter ltriu, director
,nlCcntro para el¡lsrudio del Desa¡rollo Adulro:
l,l enojo, las 1ágrimas, los mecanhmos de defeDsa, las excusas <urlquier
(l¿se de reacción ei¡ocional, en suma, hacen que usred sea v;tá con
nulos oios. Usted deberá cargar con alguna clase de eriqueta negativa:
cxt remada¡¡ente sensible, demasiado emocioñ¿1, feminisra agrcsiva, tipa
¡grcsiva. Todas ellas se rcducirán, al fiD y al cabo, al estereotipo despre-
.i¡tivo dc"comportarse como una mujeal'¡
lrtr luso aunque algunos colum¡istas urgcn ¡ l¿s ¡ruieres a sacar ventaja
,1,. \us habilidades "¡aturales" respecto del m¡nej{, de las emociones, el
'
i sr(nr ns, ¡,r.ri.¿, .m¡, Co¡ ltrrcúB th¿ .aú aút urt, ?üorio,,¡ rr¡¿, pp. lrr 116.
, n
^rr.ñ
u. rv.r,¡r,naÍnrf /¿.¿ to bd a n ti tn»¡: srtyn nl r..ús lot t¿olne.¡d
/'r'¡1 .^ itr ,/,. ¡eeor, ltoDley, Ch¡rtwell Br¿lt Press, rg¡3,p.40.
n k, If l.c¡tunm, ?l¡./¿,,n,¡r¿dn,rxl,i,isr/,r,.dr¡.tr¡ry, Filádelfi¿, lempl.
I rlrdsirt l)r.\r, ¡e3.t.
'
r r ,!!,lsilnt, ll,'w ñ.r({rc'nrtr6l. un{l.r!rnrs¡ilrn &1/¡dot, ¡lono de ¡9so,
,.)8 ra 5lrvÁ(]Ún 0rL atfÁ r00t¡lla
de Lois, por su pertume, por §u tono de vor' Por sus opiniones Al prin-
cipio, ella 1€ discutia. "Le d€cia que elaba equivocado, que no hábla
hecho 10 qu€ él decía o que todo el murdo .omete errores. Al final'
comprendí que, siemPr€ que él lanzaba un anzuelo, vo Io mordia Yo
Folongara¡, de modo que
queria que t€rminaran sus criticas, no que s€
!, w¡lli.nn Ury,Gc¡,i"aA6,nojN¿{Drrri,,gvn/,¿ilf.¿¡¡¡.ort¿,Nucvayo,
lr. ¡m B.ols, roe¡, p. r lr hd. .sp.r ilxp.d., nol C,,,o ,.!o.ia' ún p.row
r
.,, lnnÁ vdlk y ¡¡ichnd D.Ash¡,ore, Thc n,uhif{celed rlf Androgyñy reósesed
I'y dpcD r¡.ld §lf d§s.riuions",c¡ -§o.n¡i l,r/dD¡os/ Qkr?üt6,N. t, ¡e93,
AquÍ dos agentes, úo que ocupa el poder y otro que ¡ecibe ¿»d€nes, pueden
etrnrpin con su volutad m ediante la fattu ¿e ación:ta ernpleadora csiablece
stl autoridad mediate el colltrol de sus emociones neg¿tñas, pero el c,mpteado
l.lmbiétr puede advertn su tuerz¡ no rea.cionando añe un jet¡ tu¡imidante.
ditando una exp.esión de e¡ojo o de protesta, un empte¿do puede
^demás,
.oDvertirse en el gan¿dor sutil en una i¡teracción «,n un jef€ intimidante.
L¡ Do reacción es una nurca de domi¡io sobre si misrno,lo que seirala a su
v.z un pode¡psicológico oculro y sutil que puede de hecho etudirta posi
( i(itr jerárquica y el poder. En la bibliografia psicológica, tas reacciones
¡l,icrtas ¡ lar ofensas delos demás son alentadas repetida yenérgicamente.
l! su famoso manüal para gerenres, isüp¿le st tro! Cót o egocior coll
¡rsonos que arlopran posic,oñe, iflle¡r'&l¿s, wiuiam Ury prol¡sor de ta
lls.üela de Negocios de Harvard advierte: "Cuando reaccionas, esrás
¡ltnpado':siLa defensapública del propio honor, enrendido como cl v¡lor
n'.i¡l conferido alyo por los otro$ siempre es sisremáticamente dcsaten
rr' l&nl( i.k M. khnc¡ I Xar.r S- t,.ok, Ii1^L oü.1 ií.rnú ¡ tl órlaniutio !:
Iri¿,n,¿r,,.1dl't,rdd.rrr,N .v¡V,[,Ith{ttS¡gdFound¡tion,$o4.
r16 ta \aLvaíÓll 0ft aLila (0Dtlt¡a
$, l{rB.Ardiiiy^n¡Swidle¡ Thenewsociologyolknowledgele¡,4,¡!a¡R¿/i¿r,
o/ sn.nr¿gl, N" 20, r99a, p.lor,.
f6 V.¡r. hnnrcl, M¡nl¡od¿ n¡ A nrnd: A atlturdL hinary.
¡. \hd,h¡r rrr,,¡1. ¿r.
^r,r¡¡ú,r¡r,drd,
¡r8 I t¡ !rlYr(l0ll Dtl ^tliA ll00tl¡^
No me¡¡os que las obras tealralcs,los rclatos y los mitos moráles,los siste-
flas d€ €onocimienlo o&ecen prescripciones culturales y modelos de com-
portamiento. De hecho, una dc las razones por las que €l conocimiento
forma parte de la cultura demanera tan intrinsecaes qr¡e muchos sistemas
de conocimiento ofrecen una image¡ de la persona buena o valiosa asl
como una s€rie de reglas a través de Ias cuales üno s€ convertiá €n una
persona tal. tás diferentes teorias elaboradas por los psicólogos populares
que escribie¡on Suias sobre la adninistración convergieron aliede¿lor de la
décáda de 1970 en u¡ modelo cultural que se ha tornado ampliam.nte
omnipresent€ y áutorizado, esto es, el modelo d€ la "comunicacióni t-os
psicólogos tuemn refin¿ndo cada vez más las re8las de la conducta €mo-
cional, refonnulando principalmente las r€glas cogDilivas y lingüísticas de
la interacción para oñ€c€r un modelo d€ sociabilidad basado en la "comu,
nicacióo". Ere modelo explica el conflicto y los problemas como resultado
de una coñr¡nicación emocional y ligüstica imperfectai a la inve¡sa, con-
sid€ra que la comunicáción lingüísticá y emocional adecuada es la llave
para lograr relaciones deseab¡es. Este modelo no surgió ¿x ril¡i,, €ntre los
psi.ólogos. Su fuente s€ halaba en el ide¡l democrático de Dew€y de Ia
"conversación" y la "discusién" como rasgos clave de una ciudadánlá iÍte-
ligenle. Pero los psicólogos le dieron a est€ ideal un uso nuevo en la vida al
¿sociarlo con el mán€jo emocional de si y €on el liderazgo e.onómico.F
Para comprender Ia naturaleza de ste modelo, es necesario re€urrir a la
conc€ptualización de Foucádt de la "sustancia etica': Tál como lo ¡tsumen
Hubert Dreytus y Paul Rabinow,la sustancia etica es lo que hace que un
sujeto se consiituya a si mismo como sujeto moraf,¡ Son las relacion€s que
o,) vcis! c.¡uon l hc politics o[ ma¡agemert ihoughr: A c¿s. study of d]e H¡rv¡rd
hsin€ss school a rhc Humar Bclations sch@¡l 6pfti¿lmenr€ pp. n9¡2o.
v¡ I lücrl L Dreytus yP.'i R¡binow, Mnh.l Fou@uh: Beyon¿ sttu.lúaliñ añ.1
,¡d, ¿¡rtrtr¡i.r
Nucva York, I,¿ñlheon B@ts, ,98a llBd. esp.. Mich.l Fou.dúl: ñá5
rl|i .bl B¡rudmtl¡rú¡o I Id h¡r,.x&¡n¡, $uc os Aües, Nlev¡ Visión. 2oor l.
r2l) r¡ !lLvtfl0[ Dtt ¡t0DtrNl
^tt¡
através d€ los ojos de otro, sugiriendo así qüe uoo adopta el punro de vista
del otro para incrementar las propia.s posibilidades de éxito. Este conoci-
miento de si permite que uno se manipule y s€ controle a si mismo mucho
,nás hábilmente, sin invitar, no obstante, a un ¿bordare cinico o frio hacia
losotro§. De hecho, €l conocimiento de uno mismo es vecino del manda-
miento que ord€na identifiG¡s€ con los otros y escuch¡rlos. En est€ sentido,
en un libro par¡ lideres pu€de leerse "Esr€ libro está diseñado para ayudal
¡ losg€rentes y a miembros del personal a €omprender m€jor por qué ta
Beñte hace las cosás que hace y por qué si€nte del modo como siente. El
objetivo €s desarro¡l¿r l¿ habilidad prra distan.iarse de ¡a situa€ión y pre,
guntar:'¿qué es lo que de verdad eslá pasándo, y.ómo?':,¡ Una publioción
del Instituto para la Edu@ción Financiera añrma de manera simila¡: "II
concepto de si pos€e una poderos¿ influcricia sobre la percepción. El.o,
rpto d¿ sl es u¡suerte de espejo fnenlal que reneja .ómo s€ ve uno a sl
n¡ismo. [... I IDs conceptos de los individuos acerc. de si m¡smos influyen
sobre su p€rcepción d€ los hechos y sobre su p€rcepción de otras personasie
t.a misma publiación sugiere in.luso que "un pr¡mer paso es€¡cial en pos
dc meiorar sus habilidades de per.epción y sus habilidades como comu
nicador es reconocer que otra gente tiene perc€pciones diferentes fde las
Jc uno 1.",¡ Incesant€mente se promueve el muhip€rspecrivkr¡o €omo una
ht'bilidad con Ia cual negociar con los otros, porque "reconocer,, ..tener y
c'npatía"conlás neesidades d€ otros son componentes esenciales del tipo
(lc competencia que es simuháneanerte moral ycstral¿gica profesional-
nltnt€. Con ese fin, uDa técnica recome¡dada frecuentemente por los psi-
rrilogos en sus interacciones con sus pacient€s es también ¡ecomendada
(n las relaciones enire gerentesy empleados: "En momentos de gran coñ
cono-
Pos€er buenás habilidades €omunicativas requier€ un alto nivel de
cimiento de sl. Crmprender su estilo personal de comuniar lo a)'udárá
ez cihdo e, Iañ.s nicher. M.kii! the nesese cLat: Cóññunicd¡ittg lot basn¡.§,
S¿rta Crua c , Crin<ler, Del¡zicn ánd A,ssi¿t6, 1937, p. 3r. Lá cxp¡esió¡
1el.j¡r .n sp.jo" 6 tomad' en pr&tamo, por tupues¡o, dc lá práctiG
psi.@náIticá, dond. 6 ütiliad¿ .oño un dhposil¡w prá.tio p.É .sr cturár
l¡ ¡.l.ción ¿n.thb'6naliado. ,qul, dc lodd torDas no 6 uriliz¡do
p.r¡ ¡um€ntar l¡ .onci€nciá sino n¡ás bien par. promover l. .oopÚación
y l. .fi.iúcia intrp.so¡al.
* tt.y,Maraln§Í@ to ¡da @nnu iat¡ñ suniwl ta.tí.t lot ?@Plc
aú¡l ?rcdu.t. ii t. ,99os,p.26.
Dlt H0NA t(AN0¡llfll\ N0t0 ( 0 11 l,l U 11 I( t1 \ I 123
^l ^
las €slrategias acerca de las que üsted há leido en los últimos capitulos
incr€mentarán su sensibilidad hacia las demás personas Partiendo d€
era báse, üted pu€de pro.eder a desarrollar €mpatia, esto es,la habi-
lidad para proye€tarse en Ia €oncienci¿ de otra persona, para ent€nder
m€ior las motiva.iones de los otrosyreducir la intrusión de la d€scon'
fianz¡ €n lo que ¡esp€cta a formular juicios acerca de su coÍdücta.'E
oo Nl nrd Tmls, "¡rtrcdúction: Why )ou red ro g.l lou¡ mrsg. a.rcrsi t99r-2oo7,
. hr¡r://sw.ñindroo¡s.com/commsklUCommuniqtionlntrc.hrm> (üsitada
, l ra .le ñazo dc ,oor,
r I rNlrbrd williañr I virgini¡ willirñe, AnEú *ilk: S.w'tM eru¡qi.s lot
, Mno,/¡t¡( ¡he honility údt aa ,r¡tr,¡ /o,r ú¿rl,r, Nuda Yort, R¡ndom Hour,
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r,4 N¡orc Aub.rt y vincnr d. <;aúlej¿.,12 @nt .la I ei¿lb@ Pa¡is. s.úit, tee,,
l]' t43 llr¡d. csP-l ¡r ror¡o ,,. Id ¿r.¿ld.ia: ¿¡LI «os a la UiR o d.la lógie ot @sa
¡h rccl{r¿, Paidós, rqer l.
xn Mind lbols, "lnr¡odüct¡on. W¡y you trecd io g.l your mess€ ¡«o$ :
¡n' sc¡nd( 7r. ror,riotr o/¿¡ dh(tú: Tht ?úlondl .o"etla.ñú ol wtk tu the ñN
126 I ta 5¡tva Ólt DtL aIila t400t[¡la
,o7 Véús Artho¡/ ciddcns, Mo¿e ny d¡.1 stll-il. tity setf r¡¡¿ soútry fi nÉ b¡e
,,o¿sh ,8¿, Gúbridge, Poln, Prcs, r99r lrad. esp.: ,rt od.,¡; dnrl e i.knti.ldLl .l¿l
ro. El to y ld so.iendd en ]d ¿po.a .,,,¿,¡/dr¿r¿d, Barc¿lona, Pen insu¡á, ree4l.
to8 l¿Ll¿ll, Monl thü. t'\? 4,h ol@¡?o,ak nú acc^-
1o9 Tal .omo s pñál. €¡ un libro de autoáytrda a.erca dd énto en la empres,,
''¡rient¡6 que las h¡bilidades ¡eceü,ias paÉ al.a¡ar d éxito en el Nivel r
trehciones.on suho¡diñadosl ern rl.tivmenie sen.illas, lasdel Nivcl : lcon
igualesly orrcs ¡iveles m᧠¡llos se ton¡¡n.ada ve¿ nás comFleias'i Fonrana.
So¡,n¡ Jti¡¡! di ,ort, p. r1,
nfL ta a t(0N0tt(ut tt Nait0 taitfiu¡11(at, I 127
'-Á'¡"'r¿ "¡.lr*u*israarrib¿cir¡da'laracionalidades€quiparada
(ual -'lebido a que es
Ln el desplies,ue de la competencia Profesional' l¿
rr.¿n"¿" * ü a"f ** ¿.t interes propio requiere un control emociooal
i",i.,tu,r la que la racion¿lid'd'la comPetenciá Profe-
""¡,.st"."t.¿*
sional v el control de si mismo estár interconectados no
€xduye la cooP€'
€stoy seSur¿
ENriEvIsr DoR^: A Partir de Io que aaba de decirme! I¡o
q* "*, una cualidad
i" J pi*o es una cualidad Positiva o
"rn*lonal"
rc8átiva.
BrLL: Negativa.
§€r emocio¡ral?
unt*rti. ¿Por qué es n€g¡tivo
o"*^, ll.guti,a..-
BILL: Büe¡o, quizás e§ silo una cue§tión de €lec'ión de Palabras HcrEo§
que les damos a las palabras'
tomado la, eeh .. Hay muchas características
manera Positi\á ylt
Una Dalabr¡ si uno quiere decir la caracleristi'a de
si qui€r'
otra p¡abra... o¡ria que uno usrfa lá Palabra 'aPasionado
."ieri.r. ruao uue"o ¿e la palabra 'emocional': Y' eh' uno diria
¡ L
buena Pa¡¡
D¿lábra "emocional no por una razon parlicularmente
'""""o" lto*t v stir- v dar alaridos De modo qtre ésa es -Yo Yo
Io'r.1,
" como una Palabr¿ que está m'is bi€n d'l
p¡"U.:.í*i."al"
lado negativo.
ENrREvrsr^DoR^: )Por qué?
no deberla teñer q¡¡'
BrLL: Hm, €s d€sa8ra¿lable. Uno no d€berla"'Yo
üdiar con esa basuia' No rleberia lener que caminar"'
odio " No Pucdo
*ponu..rando unu p.rsona s€ torna dema§iado €úo€iooal Signiñc¡
6un
* i,,',ir,r., *" l, **, i.n cnrrel¡ rácionálid¿d urr¿b',o¡eE¡d'r¿hbro,
.* Y ellonrrclde s
'o
.il;;.1,;".""',poñer.Pdemo\"rar
.1.1.( l¡lrima. In.ltiqlo xvr'¡,los hombrh Uor¿hd áhurdnlemcnl' PorqÚ'
;;;;L'i;;" *.;,"
*si¿n.or¡zjn. Ddrre de r¿ s¿rer '{nbio:'un
ho¡¡bequ€rro l
ffi;;;?il.'.i;il;;a'sú*nibüd¿d brcr€'d(k'un 6 ttn
- " -"",¿o .^ ¿r"¡o ¿. t¡ .nmo quc €l ho cuvo kmP'r¡menro
i...*. r, *ir'u lc*« cn An;c Mrúnr Buñaulr' p Hb¡tv ot ha!'ttad'
d. lars ttridgeman Nu€vi YorL s! Ma'lins Prcs r99' 46'
tfl tl0t0 0¡t0t¡atit N0¡40 (01¡tuNt(ttt I t33
^l
que uno tiene que andar €on pies de plomo. Es ¡rna imposición sobre
aquellos con quienes uno €stá interactuando tener un temperamento
caliente, porque cuando uno se enoia y empi€za a gritar y a dar alaridos,
está haciendo que las cosss sean desagradables para todos. Y suced€
que debido á que un¡ persona tiene ¡a tendencia a hac€r esq entonces
todos modifican su conducta y caminan con pies de plomo para que
esa p€rsona no se enoie. Imponerle eso a la gente que lo ¡odea a uno es
deronsiderado. Tener una lendencia a enoiarse fácilmente es una impo-
sición. Es... es iniusto.
ENr¡Évrsr^DoM: BieI¡. ¿Usted, en lérminos generales, expresa sus emo-
ciones cn el lugarde traba;o?
BrLL: 'Ii€ndo a hacerlo lo m€nos posible.
ENrREvrsr DoR^: t¡ menos posible. . .
BrLL: ...A vec€s uno s€ pr€ocupa por no mostrar las emociones porque
€s inapropiado
ENrRsvrsraDoRA: ¿Y quécosa cbrla que es la más indeseable en lo que
respect¡ a moslrá¡ sus emocion6 €n el trabáio?
BrLL Es poco profesionáI. Es, si... ¿Por qué? No es relevante para traba-
iar Eh, no s€. Quiero decn .. Es .omo poner¡es un impuesto a los cole
gar de u¡o. S€ría lo mismo qu€ tener mal olor. Es... E u¡a i¡iusticia. Es
muy poco agradable nabajar con esa person¿ porque es emocional.
Porque son emocionales, uno tiene que adaptarse a su ser emocionales.
Y la actitud es: "Do tienen dcrecho a hacerle eso a unoi Eso es Io que
quiero decir cuando digo _poco profesional':
ENrrEvrsr Dor^: Dígame si estoy entend¡éúolo bien. ¿Usted está
diciendo que al mostrar süs emociones está in&ingiendo una regla en
contra de los d€más, conrrá -digamos- el bienestár de los demás?
B ¡LL: SI. f,x¡ctamente, y uno no ti€ne d€recho a h¡cerlo. Es una .u€stión
de molestar a los demás. Hay vec€s en que uno tiene derecho a inftingir
alguna regla, Quiero decir, si és€ es el caso ertonces no serla la palabr¡
adecuada- Pero, disculpe la palabra, es algo asl como "No me gusta ten€r
que aguantarne esta mierda I es lo quc alguien podria decir.
§coar: Supo¡go que diria de mí mismo qu€ cuando ruve ese cnoio
I...1
no §enti que tuüera un control sobre la situációí. No estoy seguro dc
haber respondido a su pregunta.
ENrrEv¡sr^Dor : No, no, la ¡espondió perfectnner¡te. ¿No Ie gust¡ no
lener el control de l¡ situación?
scorr: Sl, si,
axrnrvrsreoorur: ¿Puede decir por qr¡é?
scorr: Creo qüe he aprendido a qüe mc guste re¡er el conr¡ol. Me ad.
miro mí mismo por s¿r efectivo, y ser efecliw sisnifica lener el (ontml.
a
de la situáción y, y... cuando, ya sabe, si me cnoio y obtengo el 75 % do
l¡ rcspuesta que quiero obtener pero si tengo el control puedo haba!
obteÍido el 9() % d€ la respuesra que querla obtener, entonc€s no ma
§mto comq"bue¡o, al menos tuve una lib€ración emocional': No si€nto
que ésa sea una recomp€nsa, la de liberar esa energía, eh, emocion.l,
no es suficientemmte grande. Mientras que lo hago porla reconrpensr
que siento que obtengo al ser efectivo y tener el control, eh... y creo qua
solo el hecho de que no lo hago demasiádo,.. Bien puede ser quc rl
viviem en una cultura donde... Aprendería a hácerlo, de modo quo
incluso en €l momento de enoj¿rme sabrÍa dónde están todas las puar"
tas y cómo hacerlo. Y d€ ese modo podrla tener el control y estar fuer¡
de control d mismo tiempo. Pero cuando ulo no tiene.sa experien.h
es diffcil ha€erlo.
EñrRElsr^Dox :¿Quéesloqu€s€figr¡rau.stedcuandoyoledigoquctrl
y tal p€rsona es emociond, con qué asocia usted la palabra enocionaR
scor¡: Algo bueno y algo malo. Lo bu€no s€rla lá sensibilidad y un¡
cierta hon€stidad. Lo m¡lo serl¡ la debilidad y la imprevisibilidad.
Bl{rREvrsr DoR^: Es d¿bil ser emocional.
scorr: Sí. Nq yo... Yo... Eh... porque Ia garte que... No €reo que s€a
porqüe la gent€ que es emocional sea débil tarfo como porqu€ Ia gente
que es débil tiende ¡ s€r emo.ional. ¿Ve la diferencia? Es la cxpresión de
nuestra cultura, en la que el emocionalismo no premlece. Sólo se le
asign¡ a una personá que carece dc control. {Una persona d¿bill no es...
efectiva en nada porque no puede organiza¡se a sl mi$Ía.
.¿ébi¡"
condensa aqul auibutos tanto sociales como €mociona.les baro Ia
n¡etáfora m,ás general de Ia "autoorganizáción".'D¿bil"y"tume" son mar-
cadores €mocionales y también sociales, y'débil" connota una de§lituciór
psiquica y social.
control emocion¡l
el {¡
tanto y en cuánto señala Ia capacidad para
^si,
dominarse a sí mismo- signi§ca, por extensión meto¡ímica, que uno pue-
(ledominarálosoros,Mientrasqu€muchasc1 turaspremodema5habrÍan
.onsiderado que una €mocionalid¡d tuene'-€specialnente la expr*ión
xbi€rta de eDoio- está r€la€ionada con el ejercicio del pod€r, Scott su8ie.e,
rn conformidad con el discurso terápéuticq que l. emo€ionalidad sin res-
r r¡cciones es el sig'¡o de un yo débil (en lo psi€ológio y por lo tanto en lo
ne Cit¿do cn Roberr A. Nye, Md r l¡tity a rl tnak conet of hoúot in Íodern Fra .e,
Nreva Yo!k, orford Univcmily Press 1993, p. ,.
Dtl Nada t(a 0Bt(ü\ Na a (aúfrüfitta¡tt I t37
^l
li r trD¡ ¡ctitud indiferente, una ¿ditud de no ser tomado por el iuego, con
cl,$ictivo de asegurarlos intereses propios. Mienrras quei¿ pe$ona t€ra-
Inlrtic¿ se detienede mancr¡ ercesiva en sus emociones,al mismotiempo
n.lr o(ige ño ser Dovida por eIas.
espiritu terapéutico ofrece el siguientc rompecabezas sociológico:
Asi, cl
¡ronrueve una fonna de sociabilidad basada en la.omunicaciór; alienra
,,,, i¡e¡te i¡dividu¿lismo basado en un interés propio ilusrrado, pero siem
l,r( .on el obietivo de naDtetrer el yo d€ntro de una red de relaciones
vtr irlcs. Elespiritu ter¡péuti.o promueve un eDfoque procedimental para
l¡ l)ropir vida emocional, e¡ ranro opucsto a un¿ vida emocionat espesa
,¡ n,stariiva. La vergüenz¿, elenojo,la culpa,el honor ofendido, la admi,
r,r(n'n son emoctunes definidas porsucoDtenido moral y por ünavisión
n¡\tiDtiva dc las relaciones, y estas emociones han sido convertid¿s cada
\./ más en signos de la inn¡adurez o de la disfunción emocional.
l.o que se ordena en lug¿r de eilo es la capácidad de controlar las emo-
, rnr('s yde dominarlasrcgtas de la ro,a¡r,rira.ión con una amplia varied¿d
,[,otros: ser"e¡¡ocionali como sugiere este adjetivo terapéutico, es per-
Itrrh¡r la su¡vidad esperada de las interacciones sociales. En términos
n ¡ iol(igicos, de todas fomar, ser "emocional" significa simplemente poner
r! f iri r c &nrdi¿u y l.or W¿(t! ¡rt, An hvtat ion to rfl¿\nc Jo.idoSr,, Chi.¡8o,
'
thxlchir oa(lhi.¿Ao ¡lcss, roer,I. r¡r llrud. esp.: U,,a,n,nd.¡ú o l¡ so.ioloin
',/¡¡\¡?,M.
rnl, Siglo xrr, !rxl.
13S I L^ !lt!r(lóx 0¿t Á¡lu tt0ot¡¡it
tran !nri€§go. gsto quiere decir que la condición pEvia para la ,,€omuri¡
cació¡r" o la "coop€raciór¡" cn paraüiic.menr€,la r¿r¡rr¡rió
n de bs onoiol
enrcdos emocionales e
ufia relnción ,ocial. Fn 1a meüda en que las
cioDes ápunl¡n a qua uoo s! apa¡te a 3l mismo an una
relación I
tambiéo apuntar ¿ la Fopia d€pcn¿lencia de los ot¡o$ El
control
nal apunta ásf a un modelo de sociat ilidad €n el cu.l uIIo deh€
la capacidad de ápana$€ a sí mismo d€l elcance de 106 ot¡qr
& modo
pod.r coopcrar meror .on ello6. 8l control €mocional
d.l tipo
por ¡¡ p€¡suasió[ terapéutica ca al mismo tiempo la
-"r." a" un
conyor?tctido lo.np?d0 (r/Del dominio y cl controt de sf mismo) y
¡,
L
/¿ roci¡J (que pone las emocioncs enrre paÉntesis con el obieio d; in8t6i
sar a rcla€iole3 con los otros).
4
Ia tiranh de la intimirlad
lesy se centró cadn v€z más en la pare,a.'Pero ar¡n así bay uoa diferencia
principal enrrc las frmilias del sig¡o xrx y las del siglo xx: .rl matrimonio
victoriano estata explícilamente dedicado a la traDsmisión dc valores
moráles y al má¡¡tcnnniento del orden social, y cn ese aspecto ¡a esfera
domésti.a estaba estrccha y explicitamente entreluzada con el cumpli,
miento de metas y valorcs morales. Estas prescr¡pcioncs morales eran a su
vez repr€s€ntada§ a través de idcntidades marcadas por ol Bénero: satisfa-
ctr las defi niciones de''mas{ulinidad" o'feminidad" implicaba desplegar
Ia .ornpetencia moral relacionada con estos roles denrro de la fámilia (por
eienplo,la modcria,la c¡p¡cidad p¿ra sacrifi.arsc y comprometerse, la
le¡ltad y l¡ confiábilidad).r Si losmatrimonios vicroriinos eran felices,lo
eran no porque un homhr.y trná muierhtrbieráñ rc¡lizádo su"yo interior
auténtico" en la inti,nidad coljdiana compartidá, sino úás bien porque
hombres y mujerijs, que renían roles, identidades de gónero y esferas de ac
ción diferentcs, imbuían asus pensamientosysentimirntos privadosdelos
valores y las accioncs aprob¿dos por su comunidad.l lin tanto yen cuanto
hombr€s y mujeres lucrancapa(es de suscribir estos patrones de morali-
dad ydecarácter,la lclicidad estaria a su alcance, sir¡ importar las pecu-
liaridades y las particularidndes de su consritución ps¡cológica.t Dice la
1 T¿lrÚ rlar.v.n. '(i,nl nruily ¡nd .h¡nge in ,lmtri.¡n hn ily lit¡ l cn Arlene
skolnkt y ]cromc skoürkk (ds.), ¡,ñir r,,rd,irio,, Nu§, yor\,
Harpcr collins cblleSe, ,e9r. pp. ,1o-4ó.
3 Por ejemplo, ún lil,m d. ¡ea7 de Joseph I. Fox, rnul¡do udw h' *tq hrp?itr
,8r¡r..¡ (Filóddfid, l)or¡!rc), r.rlavia c¡pru,¡b¡ l¡ dcñnirió,r quc eri la qunfa
ccrci. l¡adicnnul dll lr¡tri¡nonio: "MJrco Aur.lio r.r¡ri(i.n ún¡ o¡¡ción ¡¿
clave páE l¡ feli. ¡d d.¡ hoñhe, con Ias palabr¡s hnccr lis co\¡s ltrot hdN
para ¿l hombr.": tst¡s coss al¡opi¡da p¡i¡ el honrbr" s¡n los .ódigos
mo¡ús nfonDrl¿s om¡ ridos por los ñic¡rbRñ dr h d¡sc n¡.dia.
a Asi, en r9or. M¡ n¡ u i.r .on .du.¡.idn tcr.irri¡qu¡.s.ribi¡ f¡r¡ cIlr¡¡1i.5 ¡1,,,r
/o¡,'r, (no h¿y nl.i\ rúÍcrenciJs dÉpo¡ibl6) d.,iDu ¡úk,irr,rnrnr.' la fuenre
_d.!
de un márriñonni tcliz com6 dtrn ada h(ho d. qü. rodñ l¿s no.hcs
Eemos por la murua rol.ran.i¡ l¡ úbiduria dc vivn *EúD nu§trc mejo¡e
y
ide¡16. A m¡ mc p¡¡ccc qud ¡o h¡y lund¡ñ€ntor p a¡n rürridonñtelúlan
eshblcs como kx quc d¡ h !.ligió n .tisli.n ¿:
t "Elprim.¡arti.ulodcl¡constitu.ióndebcr,r:üquccu.rl(lui.rp¡Eonaque
dnir¡ ¡¡cDbGin debri¡ f¡cr¡r y aco¡dr qu¿ J l) lüs, dcsn !¡d¿ dc.d.d¡
obsrvará / pricri. ¡ .u ¡dosmentc I¿ corrsD, l¿ ü,snlú¡cnnr y h hh. de
egoisño que pflen.c.n ¡ lo que se @nocc onro cl lie do ddl '.omp¡o,¡ie'.
[..-l Ü *cerod.l¡ felicid¡d conyua¡l eslá conrerido (h cst¡ tnnrul¡: ¡tecb
demosi¡¡rivo y .uroq.riñcio. UD homb( nosó!,dLberl¡ dm¡r sl¡(irámerre a
$ espN, sino qu. rrnrbié¡ dcbc'ia d{nh 9!r l¡ ¡ñú,y dccir*lo nuy a
menudo. t¿ .¡da ver d.bcía úlar disFuero ¿ ..dc, no úna ó dos vdes, siro
€onstantcñert, )'coño utr¡ fri.li(a h¡(i¿.1oúo.ll.goisnonpl¿sl. el ¿moi I
r¡ r[l¡lA 0! r¡ lll¡üllD¡0 ] r43
la ma,r¡i¿ de ¡¿r I,¿Bo¡¡s qu. viven sin af{lo por .l otrq que pN.n corazon€s
frios y muefos, con ceniz¿s¿lli donde debéí¿ haber una ll¡mab¡illanrt y
rsrada, r n¿tr dstruidoJ si ñnñ¿s, cuidardo demashdo d. si misñs y
demasiado p.€o de los d os] Un ¡róniño"8Eduádo€n la úniveBid¿d del
marrimonioi cirado er Edwaid lóhn lrárdr, Hó* to be h¡??y tho th
"tdni¿¿,
7, ed., Nuda Yorl, Scrit ¡c¡.1882, p.7.
6 stephanie Coonu, 7 h. p.i¿ I otitnr.Í pti%¡¿ lil.: A hirlort oÍ Ahcrrai la ilies
1600{900, Nuevá York, Vers, 1933, p.16r.
z [n 19¡6. en San Fr.¡cisco, uno d€ cada cuatro m¿tii¡ronios tc¡ñrirú¡o eñ
dporcio- Michael l(in¡mel. M¿hhoód in A¡Étno: A cubunlhnb% Nuva York,
Fr€e PresE 1996, p. r5r.
* Fnr.e r3oo )¿ 1349 háb¡a cer.¡ de.inco hiios por 6poúi enrre ú7o y r9oo, habia
nrnGde rresj yen,err hab¡a ñe¡os de dos (ián¿).
, Arl.nc Skolni.k y J.omr §lohi.k. inl¡odu..ión ¡ Slol¡¡.k y§kolnicli F¿,¡,
n, r¿,lnio,. pp. ¡.'¡t,
144 I tÁ !¡N4(l0[ 0tL AÚ,tA ¡l0D l¡A
to CliÍo¡d Ceen¿, The inErtt ,¿r¿, {y' d¡l,¡rej, Nueva Yo¡k Basi. tsooks, ,e/r,
? zts ltt^.l. esp.: Lo i dil!tus, ¡arelon¡, ccdúr,2oool.
rerpretd.ón .¡.Iai
n !o¡ ejemplo, alexplior porqué no lolyeú á.asare.or su ñarido' lna
er reo8,
.olabor¡dora de ¿¿didJ ¡ro,¡c.ior¡,¿¡ §.ribr¡."Esrot segur de que miñ¡rido
tue el primúo en Iúlü de nunerd m.lhumor¿.i¡ r imp¡.i.trie ¿n ¿x¡nrn
desuido rGpecio d€ los pequenos g.stos aDihlesy lasconsidencioncs
úe.4rias p a I¡ ieli.id¿d de los esposos. Estoy rsn.a dc que delibeada¡nente
ñe mostó elorro l¡do de s( natnGlea.on sü tot l talt. de rado y su
despieocup¡ción respedo ¿el modo coÚo 60 podi! ¡fe.kr mi a¡noi: ( wly I
vould nor máiry myhusb,nd d9.Jn¡,, Ladia Hort lú¿nn¡,¿s.\lo de r9o3, p. rll.)
LA I tANIA Dt tÁ tNllHtD¡0 t45
hoy, al igual que hace cien años, un¡buena esposa debe ser un ama de
casa competente,aun cuando muclt¿s habilidades que en una época se
requerían hoy estén fuera de mod¿. t...lAsi como sigue siendo básica-
ente una oblisació¡ del esposo ganarse la vida, siSue siendo respon-
sabilidadbásica de l¡ mu,erocuparse de lacasa.'¡
nidos. La columna daba por sentado que el rol aPropi¡do para una esposa
era el de ser un ama de casá adecuada. La columna estába basada €n casos
de la üda re¿l y era @mpilada por Dorothy C¿meron Disnef Conforme
con el muitiperspectivismo defendido por el espíritu Psicológico' el caso
era presentado como una superposición de varios Punto§ de vist¿: el del
marido, et de la esposa y el del psicélogo. Su m€¡§aie poníá las técnic¿§ v
el conocimiento de la psicotogía al servicio de definiciones del matrimonio
de tipo patriarcal, €n tmto legitimaban las relaciones de pod€r entre hom-
bres y mujeres dentro de Ia f¿milia, respons¿bilizardo a las mujeres por lá
üoleÍ.ia y el descuido de los hombres e instruÉndolas Para que enten-
dieian el punto de vista del hombre y, de manera rnás general, obligándo-
las a rendn cuentas por el bienestár del matrimonio. Por ejemPlo' en r9óo
un¿ mujer que se quejaba porque su marido Ie había pegado más de üna
v€2, y que e¡ consecuenciá se había ido a la casa de §u mádre, concurrió ¡
numerosas sesiones de orientación P§icológica, al cabo de la§ cuales, "r€e-
valuando lá relación con Lance, ella pudo percibir sus Propios errores. vio
que sus acciones )'stts actitudes hablan incrementado los s€ntimientos de
inseguridad de Lance, lo habian enaienado y lo habian alentado a €ntu"
rrünarse y comportarse como u¡ matón juvenil. La mujer entendió quc
habla privado a Lance del orgullo de la Patemidad y habia convertido ¡
Susie ua hiia bebé de anbos I €n rivar de su padre'l'? Cláramente, Ia nuev¡
jerga y la nueva perspectiva de Ia psicoloúa era¡ movilizadas para hac€r
r€sponsables a las muier€s de ios éxitos y los ftacaso§ d€l matrimonio, .
ircluso de Ia violercia de sus maridos. Asi, al rnenos iniciálment€, gm¡
párte de la psi.ología popular se hacia eco de lá estructurá patri¿rcá del
poder dent¡o de la f¡milia y la reforzaba, incluso cuando atumaba que sc
proponía reformarla. Como señaló una autora, durante ese periodo "rei-
naba orgullosamente ta misoginia psicoanaiitica"'3 como vocabuldio ps¡-
colósico, usado para justificar la desigualdad entre los géneros e in luso
para menospr€ciar a las mujeres.
tá cultura popular de las décadás de rglo y 1940 parecía ser prrticulár"
mente r€c€ptiv¡ a los elementos rnisógjnos que oPeraban en el psicoa¡á-
lisis.', Los psicoa¡alistas recomendaban a las nujeres "volver a casa y ocu-
17 P¡d r'openoe, "can tnis mairiase be s¡{ed? l cn LdieJ Hd, ¿ lourndl, jtnio
rs Buhle, ¡¿nir¡ú ard i¡5 ¿i.anteit': Ace nry oftttl¡qsle wnh psych@ñat'í',
,r M¡¡yniá h ¡¡¡nham, Mo.i¿l¡ ,o¡,¡¡: ft¿ ¡dr, J.¡, Nuela York, Harper, 197.1,
.irúoenlllen Hcrnra¡, T/¡. r, dreiAúúicaa prcholog/t Politnaltul¡ue i
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'1r
iJ tt$ñnn, rhe rc ¡r n ofAn¡ilrt Psy.l¡oLy: )'olitnal.uttú¿ h the aqe al
r5o I Ll !lt9liró¡ 0rt ll¡l il00rrlr
2r Be. Schulru'¡' ]rr¡. S.E tiet: Th. lret úiÍ, i, Atui@n @h"B ñi.ry Nd
pold6, Nwá Yoú, Fre Pr6q ¡@r, p
,6 E! r97o, .¡ las uni6idad6 est.douiddks'/¡. h.bia
mcnos de Eintc or$, sbÉ
la mú,e..s; doÁ déadas má! iardc, habia más de Jo.ooo curss de .* tipo 6ó10
m.l nivel d. g.ado (i&r¿, F. rz).
t¡ il[¡(lt 0t tt llt]I Dt0 | 151
t6 Willhm H. Sewdl lr, "_Ihe con €p(, oi cúkúé'l er Victoria E. Bonnell y lrnn
Húñr lcdt.), Betind nE dht¡dl tuú: New dir*tióñs iñ th. nudr of sociery abd
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l^ rIlril^ Dr ra rlrIllr Dt0 I r13
i/ vdae Michael walzer, ¿.rod¡r rrl r.vr¡rt¡r¡, Nueva York Basic Bools, 1984
lÍan. dpj fuodo | turolució . Buenos Air.n PúAbb.t,re36l.
ú l¡ner Iowler Nclson."(;ur.nr t,c s in mada8e counelin{,en louñalolHoñe
.l r { lirr¡d Adams, " MÍkn,s ¡1.rri,Er work] .n ¡¿¿li¿i ¡Jd¿! loutnrl, ñaen de
156 I Lr sALy¡uút¡ 0rL ai¡¡ il)Dr lr
Pórgase I
i mismaenprimer lugar, al menos por u¡l tiempo.l¿ socie-
dad ha l¡vad¡r el .erel¡ro de la. mujere, para que cre¿n que siempr€
deberiáo dar prioridad a las neces¡dades de sus n)aridos y de sus hijos
por sobre las propias. La socicdad nu¡ca ha nnpreso en las mujeres,
como si lo ha hecho en Ios hombres,la neesidacl humana de ponerse
a simismas en prim€r lugar.
No estoy defendiendo el egolsmo. Estoy hablando de las cosas básicas
de la vida. Usted es quien debe decidn cuántos hiios quiere tener, qué
clas€ de amigos quiere tener y qué.las€ de relaciones dese¿ mantener
con su famili¡.r,
Este nuevo marco etiológico aludó a s€parar el juicio moral de los con-
flictos de parera, a d€spersonaüzar los problemas y a hac€r que los hombr€s
llevara¡ una parte mayor que antes en la responsbilidad por la distunción
de Ia pareia matrimonial- Iá proposición de que los problemai que asola-
han , las pareias eran r€sultado de ün¡ interacción, antes de que del "mal"
carácter d€ una perso¡ra, simultáneamente redistribuyó la responsábilidad
y desactivó el iuicio moral. Al afirmar que hontbres y ñuieres compartlan
la responsabilidad porlos matrimoniosdesavenidos,lospsicólogos podfan
incrementar €l alcan€e de su clientela y localiTar la causa del probl€m¿ en
la no.ión intangible, pero aun asi obietiva, d€ "interacción".
I¡) nuevo cn las visiones de Popeno€ o de Adams (dos psicólo8os ele-
gidosaquí precisamente porsusopinionesconscrvadoras) era su intento
de entenderlas reacciones de hombres y mujeres entre si como el resul'
radodesus exp€riencias infantiles. Para utilizar€l vocabulario de la psi-
cología, que atribula las disfunciones y el desajust€ ¡ las exp€riencias
inlántil€s defecr uosas, estos psicólogos -asi como muchos otros- conce-
bian la discordia familiar como fiuto de la"personálidad infantil" o de la
"inmadurez", cáracteristicás de muieres pueriles que eran incapaces de
comprender y de satisfacer Ias necesidades de sus maridos, y de hombr6
inmáduros qüe necesitaban crecer y ac€ptar sus nuevas obligaciones y
sus nuevas responsabilidades. Esto pudo no haber ter¡ido un impacto
directo e inmediato en lá áutopercep.ión de los hombres, pero 5l trans-
formó los modos en que las müjeres concebían su relaciór conloshom-
bres y con el matrimonio. Ta¡ como habla ocurrido en €l caso de la
empresa, el hecho mismo dequesediiera ahora que el m¿trimonio estaba
sujeto a ¡eglás y a técnicas de maneio afrdó a socavar las cerlidumbres
morales y normativas qu€ habim sido el bastión del matrimonio tr.di
cional. Al desligar lá moral de las prácli€as sociales,Ia psicologla abrió
Ln los hechos esas prá(ticas par¿ su ev¿luación, su. uesrionamienro y su
critica. Eslo ayudó a su vez a abrir las prácticas maritales a un nuevo
proceso de exame¡ de aquello que constiiula la Personalidad ad€cuadá
para un buen matrimonio.
Para s€r parti.ularmente efectivo, enlon€es, u n nuevo discurso no nece_
sita cambiar dire€tamcnte el contenido d€ las propiar creenciaq debe c¡ear
primero la incertidur¡bre acerca de las propias creencias establecidas y
¡cerca delos modos de hacer las cosas. e inculcar un a actitu,l crítica. E s¡o
es pre.isamentelo qu€ los psicólogos hir¡eron muy hábilmente en relación
(un elñatrimonio. Es así que, en este contexto, el feninismo y la psicolo-
sid seencontrarian ysc l¡sio¡¡rian cn una natriz culturalcomúo,
160 I rA sArl,Ar 0[ 0f r ¡ I ¡1¡ No0r i | ¡
los modos en que l¡s nujeres haD sido pintadas en el al.te o.cidentál, el
escritor,ohn Bcrg€r sugiere:
lás mrrjetes son vistas como personas que tienen obliSaciones hacia
otros y responsabilidad r6pe.lo de ello§, tales que i¡validan, o al menos
compl€mentan, aquelas obligaciones y responsabilidades que tie¡m
para consigo mismas. La identidad feme¡ina es situada en el "entrernc-
dioi El ideal para las mujeres es diferente de ¿quel que tiene la ge e en
general, y ¿mbos no pueden ser logrados al mhmo tiempo porcualquier
muj€r, Cada ñujer debe fracasar incluso sitiene éxito.!¡
61 s{hu]n , I¡. &Ef¡,¿! I¡e g@¡ sltiÍ in Añ[email protected] *iety and N ns,
/. véase David AIF, M¿t¿ ioee, not wat: Th. *rú1 l¿rolutioñ, dk tt|¿tte4.] hktotl,
Nuev. York, Roudédge, 2oo1, p, 169.
/, suzañne R. xi.schrer, T¡e r.l¡gio$ ontl tuitantic angiñs of PsrchoaMlysis:
tidivi¡l atio¡ dñ intela¡ion i, pof-ferlü, ú@'/, Nusa Yo¡t, cmb.id8E
UniveBily Pres, 1996.
En lugar de tener como m€ta desempeñarse con gracia y con buen gusto,
tenga como neta ser u.§ted mismo: "Soy yo, me siento un poco átemo-
rizado y un poco estúpido, pero me gustaria conocer cómo son olra3
experiencias'l Ésa es Ia primera llnea de comünicación: si uno no está en
conta.to consigo mismo, no pued€ estar en contacto con nadie más.
Pero una vez que está al tanb de sus propios pensamientos y de sus
propios sentimientos, deje que su peeja los conozca. Si tiene miedo,
digalo. Quizá, pueden descubrn juntos a qué le tem€ y por qué, y qui?j
su p¿reja pueda áludárlo á encontrar maneras de superar gadualn€nte
esos miedos. Luego, a medida que avanza usted estará actrando de acuer-
do con sus s€ntimientos, y no a pesar de ellos.'r
menre ser realizada anteuna persona digna de que les fueran conñadaslas
revelaciones acerca del yo. Pero ahora la revclación del yo verdadero pae-
ci¿ conllevar problemas especial€s y requerir un cuidado especial "La Parte
más dura de estar cerca de alguien es dar ese paso de descubrirse a u¡o
mismo':,, La intimidad era presentada cono un bien precioso pero difícil
de obtener,.omo una meta que el yo podía lograr sólo de manera dolorosa.
Par¡ citar al autor de un manual matrimonial public¿do €nla década de
1980 -que habría sido aprobado gustosamente por Masters y Iohnson-:
"De lodos tos componentes del matrimonio,la intimidad es piobablernente
la cualidad nlás ansiada,y¡ menudo la más elusivil¡"
Mu€ho más que en el siglo xlx, ia exhibición de los sentimientos y del
yo era considerada un estuerzo liágil e inclüso peligroso, que demand¿ba
un uso consciente de un lenguaje reflexivo. Dei mnmo modo en que los
psicólogos habían promovido Ia idea de que el "conflicto" era inherente a
las relaciones hunanas, aqué[os tomáron también ansiosamente la idea
de un yo yerdadero cuya revelación exigia u¡a pericia yun cuidado tr€-
nrendos. Se tr¡taba de una hipótesis de traba,o cruciat para los psi€ólogos,
porque si revelar el verdadero yo era una tarea diffcil, entonces er¿¡ ne€e-
sariaslaa)rda y las técnicas conocidas por los eryertos. Uno de los moti
vos por los €uales esta pericia se hacia necesaria era que, tal como lo sug;
rieron Masters y IohDson, la sexualidad necesitaba ser liberada, pero sólo
podiaserliberadademaneraapropiada si s€ lograba la igualdad que habla
sido el sello distintivo del movimiento femiDistar
/e rt,n:ciR Kr¡Bsbrun. M.r,cl ?!opk: S¡oyiry rry¿thú iñ th¿ ase o/lircr¿, Nuéva
vrk, B¡ntanr Dooks. r93t, p. !1.
hace a la muie. o que hace para ellá, sino.rlgo que el hombre y la mu,er
hacen juntosco¿ro ig"i?lei':hLcntam€¡te la sexualidad se fueconvi*iendo
en una metáfora cxpandida y doble para elyo (femenino)ypara supoli-
tica. Las mujeres eran liamadas a verse a sí m;smas como iguaies a los
hombres para obtener el pla.er sexual. Y, segitn los autores, el placer sexual
yla intimidad sóto podían ser obtenidos si unaverdadera igualdad apun
talaba la reláción- Esta metá, de todas ibrmas, dcbía ser alcanzada no a
través deuna b(rsqueda hedonist¿del placer sino más bien a trávés de r¡na
atención soste¡ida y controlada de las propias ne.esidades. Volviendo a
Masters y Iohnso¡,
3. MasteE ¿¡ ¡1.. Tr¿ //Brr¿ ¿! nd. A nú ¡ook at \ernlnf .nt1 .o tn¡nEt¡, p. 34.
tA TteaIl¡ Dt ta Ir ¡lrDAD I 171
Angelá McRobbic, lur ¡ike á ,áckie $ory: en ADs.l¡ M.Robbie y ]i¡eh¡ Mrcrb{
're \Ai¡¿n
Gns-), Fd innüfote n¡¿rorl, N{c!r York, Rourledse.¡d (.ga,
,,, Cuinro mis hs h¡blaba ¡ los homb.es y a lds nuier€s, ñás paria qu. los
§entimicntos i,ferior6de in.oñpletird, vactu, dud. de si, odio a uno nisDo
{in lo misnro, no i¡npofabaquiér los expúim$r¡rá,aln cuardo tos
cxpEsmndc núnü¡ hurálñenreopucstá',(llffi. Steinen,The rceohnio
ln úr¡hin:^hrr/l l'r.lt.nr,,, uo(on,¡.irlc, Brown, ree2, p. 5 lt¡d. esp.j ¿r
\nhtnl¡ ¿ú1. ndúnn: n l¡hn eir. ¿¡ rd¡{rnri, B (lona. AmEr¡N¡, r9r5l.
¡74 I r^ !^ll¡^(l0x 0{l ¡trl r00r¡tr
€onflicto como inevitable- podian ofre€er tacnic¿s para sup€¡ar los pro.
blemas implic.dos por la individualización dc l.s rel¡ciolrcs íntim6 a los
cual€sellos mismoshabián conrribuidoamplianrente. Est srecnicasseía¡
halladas en e¡ modelo de la comunicación. Lo que hacÍ¡ lan poderoso ct
modelo de la comunicación era que firndi¡ descrip.¡ón y prescripción,
diasnosis y €ura. Tal como la definia un articulo pubü.ado en Re¿üoot, "la
comunicación es el elemento vital de cualqu¡er relai:ión, y.ualquiq re¡ación
amorcsa requiere concretamente de lácomunicación §i va ¡florecer':'' lá
comunicación d€b€ría ser entendida aqui como un "modelo de" y un
"modelopara'lqu€almismo riempodescribe rela€ionesy ¡as prescribe.Trl
.omo se *ñalaba en una guía matrinonial populár: "tsI¡¡odo como uno
alc¡¡za una unión en última instan.ia cs a través de la habiiidad de
comunicarse':e' t,a incompatibilidad sexu¡l, el enojo,las peleas por diÍero,
una distribución d€siM de las tareas domésticas,la incomprribilidad de
personalidades, las emcioncs secretas y los hechos de la infancia: todos
ellos puedeñ ser subsumidos y entendidos lúo un modelo úni€o y ábar-
cador. Por eiemplo, en un articulo a.erca de los mairimonios que sc arrui-
nan porprob¡em¡sded'nero,ésteeselcorscjo quedan dos t¡rr¿p€utas:"1"a
meior manera dc resolver estos problernas, aunque suene I r¡sic, es senrarsé
y háblar sobre ello':,r De est¡ m¡nera,la intimidad es cquiparada con la
.onverMción y con lacornunicación verbal.'lbña¡é un ejcmplo de Ro,rfl,
rry'a de Lynnc Sharon Schw¡rtz, una novcla quc tue muy popularcuando
se publicó, en 1976.El tema de¡i novela es ¡a vida marrinonial. Etmomenro
e, Nitnañiel Brandor "lf you «,uld helr wh¡r l.¡nnor say: Thc hrsh¡nd/wife
communicátion *orkshop lcñ ¡¿116,0lr abrildc re3r, p. 94.
e! Dale R. Olen, ¡.orpia8 .olitt: IaatninS how tor both an wú n ¡! *.et yout
r¿la¡ioror,p, Milwrule, Ioda (iommunical¡ons, r99r, p. ó.
e¡ Abigailce¡d, "whcn Doney coñ* bdwee¡ coupleilen ¡¿d¿ddt, c!-"ro de ie85,
94 t.yn¡¿ Sharon Schw¡rta ¡d¿Sl, rr4r, Nuev. York.l lirp.r.trd ¡l('q re3r p.ll9.
rA Illrxi¡ 0r rA [i¡lll 0^0 | 175
97 l,ori H. Gordo¡ ) lon l¡an dsen, Passge b níit"Mf: K.f .oh@ph and skilh hon
rhe P.n' PtusÍtnn whnh hds hetpetl nñt\antls ol co,pte' ftkitdte,¡¿n /o,¿, Nueva
\'ork, Fi.esid. Simo¡ ¡nd S.htrstr r99r, p. n4.
93 Cilá.lo eñ k¡hn Sr.¡dñ¿n Ric?. A dnaie of ote\ owr: p,ychotLúa», .tldic¡ion,
ntulnp.úúEene olú ¿elJenden ¡ New Brunswi.k N,,Tra¡sa.iion publishes,
"Solucionar las cosas", tal como dicen num€rosás guías ¿cerc¡ del árito
matrimonial, significa tener una metodologla para hablar, explicar, verba-
lizar emocion€s y netoci.r o lleg¿r a un comprcmiso a.erca de l¡s propias
n€(esidades Esa metodologia se basa eo una ideologia de las.mo.ioncs
que s€para a éstas de sus coDtextos iñmediatos. Esto sugiere a $¡ ve¿ un¡
observa€ión paradóiica: las emociones se convierten en objetos a scr inter-
cambiados en una interacción, pero son intercambiadas en un lenguaie
que es tanto neutral como muy subjetivista. El lenguaie €s n€uEal poqu.
sr supone que uno debe prestar aren€ión al cont€nido obietivo y denotativo
d€ lm¡ or-áción e intentar neutr¿lüar las malas interpretaciones subj€tivar
y las emociones qu€ pucdet¡ estar al acecho e¡ el procesoi cs subictivif¡
porque su iustiñcación pára llevar a crbo ur. solicirud o para experimsn-
ter una necesid¡d se b¡sa en riltima instanciá en los propios sentimi.nto6
y necesidades subictivos, los que nunca ¡equi€ren otra
iustificación que el
hecho de que mn cxperimentados lror el suieto.
R acionalizació n cogni t hn
la raeioializadón cwitiva s€ r€lacior¡a estrechamente con la racionaliz¡'
ción rzlorativa. Para Weben la racionaliración €ognitiva s. caract riza Por
un intento & comprandcr la realidad a través de "conceptos €ada vez más
precisoc y abstractosid Un eier¡tplo:
Cuantifcación de li eno.ión
La objetivación de ¡a emoción lleva a ver que las emociones son entidades
fiias, y que er¡ tanto tales püeden ser cuantificadas, promedi¡das y equü-
bradas. Uno de ¡os clichés más comunes de la cultura popu¡ar es qu€ l¡5
relaciones debelan ser equiübrádás. Por eiemplq establ€ci€ndo los nive-
les de i¡timidad en un¡ esrrla de cero a die¿, el doctor PopeDoe cxplica €l
pro<eso mediante el cual un¡ pareia s€ polariza.
Una vez que las m€táfo¡as numéricas son utiliadas para caractcrizar la'§
personaliüdes y las relaciones, "equilibrar" las €mociones es algo similar
a atablecer un "medio" o promedio en una escala numénca. l¡s números
son meáforas para la idea de que es posible promedia lrs emocion€§ y
lai caracteísticas de la p€rsonalidád. "La raán sin sentimiento es tan poco
atr¡ctiva y tan poco saludable como el sentimi€nto sin raán. De alSuna
manera tien€ que haber un equilibrio.""' La idea d€ "equilibrio" está lnli'
márnent€ r€lacionada con la epistemologia y los intereses profesionales de
Ios psicólogos, dado que I€s permite .onceptualizar uDa amplia variedad
de formas d€ la intiñidad y de pe*onalidades como problemáticas. Al
postu¡ar €l equilibrio como el ideáI, el c.lor y la Éialdad, lá p¡sividad y la
actividad, la següridad y la timidez, la exuber¡ncia y el borcmiento de sl
pueden todos lornarse igualmente problemáticos, ampliando asi el alcance
lll medio all¡búl ic¡, pronov o dc nrnera abu»dante por el discurso ler¡ -
péutico popul¿r, ponc cn moviInic¡lto u¡ proceso d. obi.tiva.nín dc l¡s
emocione§. Íh $te proceso,hscnx,cionesson €xtc¡ ntüizad¿s en elsc¡rtido
dt que se sep¡r¡n de la subicii!idid del h¿tl¿ntc, con el obieto d( tonrrr
elcontrol sobrc cll¡s ytransfornr 11¡s. El alf¡bclismo pcrmitc qu. una
emoción se convicrla en un objcto cor el proposito de fá.ilitar las tran
sacciones intlrpersonales. Por cj.nrplo, un cucrn,n¡rñ publicndo por
{edüool quc prd,a a las mlrieres qüc cvaluarun nN vidas seruales y eDú
cionales lur adopt¡do más tard( pordos ter¡peur¡s (ono(idos:
7 ,rt Coody y l.n r/vhn, "Tl¡c @r*qúcn«a of liLr¡.y:.n t*t Goody (.d.),
Lil¿ er h tn lnbÚl ni.ri.t Nw¡ Yoú, C¡Dbridg. UniEity pr..§ reós,
n8 Watld ,. Ong,'Pr¡lL rp¿e, .nd dcuE : .n t).vid CNtey I p¿út H.rr (.d..),
Coññudhntiod ii
hb¡ory: re.h¡olo8, ú/¡ura sicrl, Nu.k Yor¡! LonS¡¡.!,
199¡, p no llr.d. *p: "Lo imp¡k, .l 6peio y to cotu¡uido", .n W¡trcr ,, O¡&
Otulid.¿ y Nntutu rÉ@log¡B d. l¿ pdi¿úd. Manco, rondo d. G¡trur¿
[dróDic1 ¡98¡ pp. n7¡3ó].
ll Ilt^n¡ 0( rr trItStDr0 I ¡87
que sus signifiados pu€den ser separados de sus autores y de sus conter-
tos. De maner¡ s¡milar, cuando las eñociones s€ encierran en el lenguaje
se origina la idca de la "emocióo pura", la idea de que las emociones son
enridad6 discrclas definidás, de ak¡¡na manera encerradas y atr¡padas
dmlro del yo, que puÉdm ser manipuladas y modifi(ad¡s m.d¡.nt. un
trabaio de ¡propiáción.
L¡ nueva disciplina emocional incu¡c¡da por el €spíritu t€rap¿utico
convi.rie a las cmociones en obietos cogn¡tivamenlc aprehersibl.s, que
puedcn s€r ¡nanipuládos de ñodo de lleg¿r a una forma ab¡rcádora de
racionalidad a la que llaúo racionalidad comunicrtiva. El control de las
emo.ion6,la clarincación de los propios v¡lores y Iás pmpiás met.s y la
obietivá.ión dc lá! emociones constituy.n indicios d€ un prc.€so más
áfnplio dc ra.ionaliza.ión d€ las relacionG lntima§
MArrHEw: Dicho sea de paso, no creo que ella práctique ese ideal, elta
entiende que la comu¡icación podía se. negativa, cr€o que en absrracto
ella 10 acepta, pero en la práctica creo que ella rien€ algunos problemas
para lidiar con la comünicación negariva. Fuera de elo, sí, en
términos
generales...
ENrREvrsr DoR :Situvieraqu€explicarteaalguienqu¿escomunicars€,
qué h.ce la gent€ cua¡do se comunica, qué les pása por dentro,
acercá
de qué dase de cosas hablan, qué es to que hacen luego,
¿cómo *ptica-
esto sin que te enojes?': Y yo pensé acerca de ello, quizá tu€ hace un aro
o dos, y dije "Probablenente no, de modo que tus opciones son o bien
no decirlo o decirlo sabiendo que rne roy a enoja¡ pero és€ es el precio
qu€ tendrás qu€ pag¿¡. Entonc€s,luego de enojarme, intentaré modifi-
carmi condu€ta'l últimamenrehemos vuelto a ello,lo.üal Ia deprimió
un poco, y esta vez pude ver la relación, era nuy sólida pero había
muchos conflictos en ella, e intenté pensar. Tomando este mod€lo y
llevándolo un pasoInás ¡llá,podíaencontrarunama¡€ra de lidiarcon
cualquicr instante si ia reacción a la comuicación )a no tuera produc-
tiva. Iinalmente propuse que pusiéramos una pizarra. Que, en lugar de
verbalizaa nos es€ribiéramos mensaies. Puede ser reál o puede ser ma
caricatu¡a, pero, igual que e]correo elecirónico, podemos ab r un
archivo cuar¡do estamos listos para lidiar con ello y no en el momento:
pensar en ello y refexionar. Pensé acerca de esto en una clase..., pens€
que estábamos teniendo un conflicto ju§to alli donde no se trata de sacar
es lit€ralnente como tomé ua vieja idea de un
lo peor del otro... Asi
ejemplo sociológico y p€nsé acerca de usarlo como üna suerte de pa¡a-
golpes. Hemos hecho esto por un tiempq ro creo que resuelva todos
los temas pero creo que al menos ha expandido nuestro repertorio.
ENrREvrsr^DoRA: ¿Qué es 1o que lucen las notas en la pizarra?
M^r r}rEw: Me perrniten u¡ proceso de comunicacióu sin que el otro
csté fiente a ml al mismo tiempo. De rnodo que rne dan Ia libertad para
ok sin qu€ me hablen en Ia cara, tiene una suerte de valor simbólico de
ser escritos, puesto que ambos escribimos y ésta es üna conducta adulta
y no una conducta infantil, es una conducta "educativ¿1 Hay un modo
en el que captura pane de la cultura del grupo y de alguna manera reduce
parte de las ca¡acterisiticas reactivas impulsii"s infantiles. Sé que lo usr-
remor por un liempo. pero creo que e\ un¿ experienci¿ inlere5¿nle por
que .uando uno de los dos siente que no tiere voz, está este oEo canal.
rNrREvrsr DoR : ¿Por qué oír la voz del otro ¡epiesenta ü¡ estorbo?
M^r'rHr.w: Porque crm qu€ nos recuerda a otros modelos infantiles,
¡nás aotiguos, que sor muy d€saprobadores, impotentes, etc. No puedo
hábhr por ela, pe¡o es cie¡tamerte u¡a pa¡te de mí. Creo que tui extraor-
dinarianente .oDtrolado por mi madre, y c.eo que cuando oigo un tono
iluc suena maternal escücho a mi esposa decir cosas que jamás le oí decir
tu sr¡ hiio, nunca, en todos estos años en que heños vivido juntos. A
que 1o estoy equivocado y que ela tiene razón, rilo que €l mecanismo
es diferente, parte de su maner¿ iniusta de peleá¡ es que ella usa su manto
d€ terapeuta como si Pudiera ser terapeula en su Propia .asa, y ella trae
ese discurso en medio de nt¡estro co¡flicto.
para pelear con su esposa es por el modo en que cáda u¡o de ellos pelea y
cxpresa su enojo. Lo qüe está en juego en sus disputas es el estiloemocio-
nal de cada uq sostenido conscienleme¡te y dis.utido explicitamente.
listo sugiere qu€ el modelo de comunicación es una coSnicién cultural
t ;en distintiva y bien esBble.ida, al menos €ntre los miembros de las cla'
És medias. En cuano lugár, el entrevhtado y su esposá domi¡an la rerS¡
y la te.¡ica terapéuticas. Pem €sa familiaridad, lejos de afrdarlos a eviiár
cl confliclo, parcce incrementar las posibilidádes de que knSa lugar, Puesto
quc la reflenvidad crea incesantes curv.s de necesidades a ser satisfechás,
nrodelos accrca de rózo ¡l¿ü ería se¡ o¡ienuda la conunit ¡.id¡,, y exirema
lis ñormas evaluativas con las cuales son aprobadas, analizadas y Por tanto
.rit icadas las relaciones. tá opinión de Ia pareia de que stls conflictos ema-
nrn de sus experiencias infantiles les qnda a ambos a explicar ya reiñc.r
str\ conflictos. Además, el he.ho mismo de qüe la esposa de Matthew posea
run n¡odelo <le resrnuciórr de conflicbs bieD articulado con cl que Él no
192 LA IAM( O[ 0tr ¡tü¡ Í00t¡]i¡
,nis denso de objetos e ideas que han sido producidos para otorgarle sen-
I itlo ¡ ese mundo, por asi deci¡ tuera de nuestra erperien€ii. Pam Sirnmel,
(í¡ñdo creanos una cuhura objetiva vasta y compl€ja, como sin duda es
l,r nu estra, perdemos ]a unidad necesaria pará que táles objetos mantengan
su significado. Arditi sostiene que, según Silnmel, para que nuestra expe-
,irncin mantenga existencialmente su significado debe haber una gran
tongruencia entre el objeto y el sujeto d€ ¡uestra experiencia. Asi, pára
,r, Gcncvieve Lloyd, fr. ,¿, o/ t ¡so¡: "Male" aúl "leaala" in r{6tún philÚopht,
Minneapolú,U¡iv.rny of Minncsl¡ Pres, ¡99.r.
5
El su.foimiento triunf ante
Friedrich NiotzsclE
r¡s €pignLs sr d. (atc Harison, Thc 3¡at1ü rurizae ,thndrcs, Orion, 2@t,
p.7ii Friedrich Nideh¿, Ti,¿ s¿n¿dlogy of tnotdl',.r'rhe bnth ol nog,tlt dñd Th.
S¿flüloü of ñótuk,rt¿d- rle F-colíIi¡g, Nueva York Doúblcday, ¡116, p. re1 ltrad.
csp.: Ln sen alogtd de lo ornl,Madrid, AliaE¡ Edirorial, ¡9eoI / MichelFoMuh,
cntrcúra con ¡.ucetE F¡¡ar "fhc hislo¡y of smatiry: €n Pow¡l&¡or,¡¿ds¿:
s.Lt¡c.] ¡n¡cúiM otu! othd ni,i,ts r9zi,9z, €d. y rrad. d. Colin Gordon,
Núd¡ York. Panlh@n Books ,e8o, P. ,9r lla tÉdu«ión or€spondt ¡ la .dición
cr.spañol: Mi.toli'na dcl potlú, M.drid, Edi.ion6 de h piqúda, t9r, ¡ 1621.
198 I I^ 5^Lv¡ ÚN D lLltt t0Dttrt
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h aút ioú ¡kl its pdnl./o!trs. crn,lúidse, M^, M 11 pre$, 2oor. p. rer.
200 I LA 5ALj/A(lÓl{ 0tt AIIiA ll0Dt¡11¡
Autoririad profuional
A fines de la décaü de 1960 ]a autoridad del psicólogo se tomó domina¡te
debido a que encontró muy poca resistmcia en los escenarios cultural y
político. Durante esa década, las ideologias politicas que más probable-
¡/ Iohn Meyq, "Ihe *ll and life coue: Institútionáli¿ation and ils effects",., AasE
E. sorerseú, Frarz E.wei¡dr y Lornie tt. Sheúod (eds.), H¡r¡ dh tl*lop eñt
¿ñd ¡he llfe @uBe: Mtti¿ktipt ,¿ry ¡¿r$¿.tiEJ, Hilhdale, N,. ¡¡wren.é Edbauú,
208 | L¡ laLy^fr0N 0t| at¡A il0DteIi
r m icLi M.Ce, S.4rH.¡& L¡.-: Lrakeo!ú nltú. itt A,úeti.an l¡A Nuev¿ York
Oxford Un¡ve¡sity Press. 2oor, p. ¡
r '.
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nfcrpntt, tgao tsjo,Brrkc,y,Univ.Eity ol'(:ilifo¡ni¿ lte$, 1995, p,24r U¡
.i.mplo .r¿ pr€ocup¡ción por l, elud mcnril fúe cl h€cho de q¡e alguras
de
JScn.iastu.lcr¡lc\.o¡ro li Adnrinülr¡ción ¿e Vctcrinoscruvieran úsioes
por ¿dopl¡rnnevo: pi{r,rr.nn.'\ § \,rlu¡ nrcil, .
2ro M 5Atj/A(lÓn DIl AúiA li0Drtur^
dólar€s, en 1967 era d€ 165 millones, lo que sugier€ que la salud y los ser-
vi€ios psi€ológicos er¿n consider¿dos un \alor universalmente aplicable.s
Otro ejemplo del creciente predominio del lenguaje psicológico y de la
salud mental es d hecho de que en la década de 1960 el Instituto Nacional
de Salud Mental gastara más dinero en los estudios psicológicos de la
co¡ducta que en la investigación médica corwencionat acerca de la biolo-
gía d€ la enfermedad m€ntal.'a La institucionalización d€ la perspectiva
terapéutica en el aparato del Estado se manifestaba ademár en la creciente
legitimidad de los modos psicológicos de conoc€r y estab¡ecer la i€rdad.
Tal como infoma Nolan, entre r96E y 1983 el número de psicólogos clini-
cos semültiplicó por tre§. "EI increñento monumortal en lá psicologizá-
ción de Ia vida moderí¿ es también evid€nte en d hecho de que €n los
Estados Unidos hay más terapeuras que bibliotecarios, que bomberos o
que carteros, y el doble de psicólogos que farmacéuticos o dentistas." En
re66, habia "2'.ooo psicólogos trabajando en los Estados Unidos, y más
de uquinto de ellos poseía un título de doctoradoi Durmte el período
rnenciooado, se calcula que un promedio de ro rnillones de estadouniden-
ses por áño büs€aban á}l¡da teráptutica-'5 Este incremento espectacular
estaba estrecham€rte conectado con la l€gitimidad de la que gozaba la
psicologla €n el aparato estatal estadounidense.
Nolan sostiene que €l Estado ha confiado cada vez más en los códigos,
en el simbolismoyen eldiscurso moral del espiritu terapéutico para de§-
plegar diversos programas de rehabilitación para grupos so{iales taies como
los pobres, los p¡esos, los delincuentes y las victimas que afirmaban pade-
c€r heridas €mocionales. Pm ejemplo, mientras que ¿ lo largo de la primera
mitad del siglo xx €l núm€ro de casos de personas €on heridas emo€iona-
Ies permaneció constante y sin cambios,luego de la dé€ada de 19óo "el
número de casos relacionados con personas que afirmaban padecer daños
emocionales se elevó a una tasa extraordir¡aritl'i De hecho, los organismos
de justicia comenzáron a reconocer cada vez más la n¿turaleza ind€pen-
diente de las emociones y de los danos emocionales, td como lo evidencian
el ¡úmero creciente de o(p€rtos psi€oiógicos llamados a testiñcar en apo)o
de víctimas dañadas emocionalmente y el hecho de que los autores de
delitos tueran tratados cada vez con mayor frecuencia por terapeutas. Nola¡
.onpañiás lármac¡üticas
17 rl,¡/,,1,, 247. l,os atrtores a6rman qüe álgunas in.lus
.otrtrihuy.ron dir..l.mentcal dGarollo dd DsM.
rt,l /r \¡Lr^ll)t Dll^lll^ ¡lu0l¡rli
l, liD HacknB, 1,. Jo.¡d¡ .o,J nrdion oJ ehat?,CanbtnJge, MA, Ha.v¿rd University
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44 rro¡ üyermnn, c,¡/¡ú¡d¡ rrd, sk!út and th? lorñatio¡ ol AlrnarAñúicdn
"na:
n¡. liry,(i¡trrlfid8.,C¡mhrid8c press,
Univ$siry roo!,
2r8 t¡ !uv¡fl0t Dtl A t¡ li0Dt ii
sus identidades o sus interes€s a otros.a' Las fem inist¿s, los psicólogos,
'nas,
el Estado y sus eiércitos de trabajadores so.ial€s, los académicos que traba-
i¿n en el campo de ¡¡ salud mental, Ias compañias de $guros médicos y las
compañías farmacéutic¡s han 'traducido l¡ narrativa teraÉuti(¿ debido
i q¡re todos sos áciore\ po¡ diferentes nzones, lienen u¡ fuerte üterés en
la pronoción y en lá expansió¡ de una narrativa del yo definida por la
patologia,yporlo laDlo promueven de he€ho una narrativa de la mfe¡me-
dad. tá doctrinn t€rapéutica funciona como una "zona comer€iaf'culturál
¡mpliada ("zona €omcrcial 'es un gko sobre una expresión del historiador
d€ la cier¡cia Peter G¡lison, que señala que los distintos grupos con diferen-
tes iDteres€s y modos de pensar k ¿edica¡ al inlerc¡mbio de conocimiento
y de simbolos aun cu¡ndo difiera¡ en cuanto al sigoificado de aquello que
cstán intercanbiando).+
Estos dife¡entes actor€s han convergido €n la creáción de un ámbito dc
¡€cióD en el cual la srlud mentaly emo€ionalesla principal mercancia que
.ircula, unámbiro quc marcaasuvezloslimitcsde un"campoemocional'l
csto es,lnaesfer¡ de !avida so.ial en la que el Estado, la academia, distin-
tos segmentos de las industrias culturales, grupos de p¡ofesionáles acredi
lados por el tsstado y por las univ€rsidades y el gran mercado de los nedi-
camentos y l¡ cultura popular se han €ruzádo y han creado un dominio de
¡cción con su propio lenguaje, sus propias reglas, sus propios obietos y sus
propios limires. tá rivalidad entre diferenrcs €s{uclas psicológicás, o in€luso
la riválidad entre la psiquiatriayla psico)ogia, no deberían eclipsar ¡o qu€
cn ütima instancia es su ¡cuerdo en torno de la definición de la vida eño-
cional cono algo que debe ser manejado y coDtrolado y en torno a su
regulación baio €l ide¡l -{n incesante expansión- d€ una salud canáIizada
por el Estado y por el mercado. Una gran vari€dad de actores so.iales e
instituciondes compiten entre sí para definir Ia autorrealización, la salud
o la patología, haciendo de la slud emo.:ionál una nueva mercancía que
se produce, circula y se recicla en terrenos sociales y económi.os que tom¡n
La nanatiw teraPéutica
Tal como ya se ha advertido,la doclrina terapéutica ha transformado en
una enfermedad lo que antes era clasificado como un problema rnoral, y
puede asf ser enlendida como parte del fenóm€no más amplio de la medi-
calización de la vida social. En efecto, el discu¡so tempéutico ha llevado a
cabo un registro cultural masivo de aquello que previámente era definido
mmo conducta inmoral, transformándola en lo q¡re Ma¡iána Valverde ha
denominado una "enfermedad de la voluntad'l una enfermedad que hace
peligrar la capacidad del ,o para controlar sus acciones y p¿ra cáñbiárlas-s
Con el requerimiento de que al.ancemos nuestro yo más "complelo" o
'autorrealizado", no se nos ha brindado nin8una indicación pará ¡Fdar-
ros a determinar qué diferenciaba a un 1o completo de uno incompl€lo.
Si el "yo real" se €ncuentra en constante evolución y si, tal como plantea
Madow, "las necesidades,los sentimientos, los valorcs,las metas yla con-
ducta de cadá persona cambian junto con la €dad y Ia experien€ia",5" enton-
ces es imposible establece¡ qú es €n realidad el Io autorrealizado. A la
inversá, y simétricamente, cualquier conducta podria ser clasilicada (y
€oncebida) mmo"contraproducent4"neurótica'o"iosalübre':Dehecho,
cüando se €xamina el supuesto que subyace a la mayoría de los lextos que
s/ Mi.hel !oü.ault, "Th¿ care oa the sll", en d¡¡olr, dlyxd lity, !o1,3: The care
¡, ¡hc el, chi.a8o, univesiry of chicaso Pres, ree¿ ftrdd. esp; Hi'o¡,'a
tl. L1 súrclidad,\ol- r: El d¡¡dado d¿ d, M¡drid, Siglo xxr de €splna, 2006l,
th ( i rol Bohvin, "The bi8 chill: en ¡¿.11,o¿t, fcbrcrc dc ,e3r, p- ro2.
224 I IA 5Att/A( 0'l Dtt At A 00ftlA
satisfecha§. ¿Y cómo sabe uno que las propias nec6idades no han sido sa-
tisfechas en la infanc¡a? Simplemente, observando su situación acrual. La
naturaleza de la tautologia es obvi¿: cualquier aprieto del pres€nte seña1a
una herida del pasdo (que puede ir desde el maltrato ffsico gr¿ve a Ia falta
de amor o la negligencia benigna). La falta de amor en el pisado puede
oranifestarse de dos modos igualmente opuestos: o bien uno tiene "niedo
a intim idad" o uno "compensa la fálta de amor convirtiéndose en alguien
la
que sólo da amor':6¡Amar demasiado y no amar lo suficiente s€ convie¡ten
rsi en sintomas de la misma patologia. El quid del razonamiento que yace
detrás de estas afirma.io¡es siSue otra vez el razonamiento del psicólogo:
por definición, un aInor saludable no la¡tima ni es dolorosoi si cualquier
cosa lastima o salc fl1al, entonces es ¡ecesa¡iament€ indicio de üna defi-
.ieDc;a psicolósica de Ia persona qüe am¡, una deficiencia cuyo signiÁcado
pueden ser dos hechos opu€stos: amar demasiado o no amar to suficiente.
"Gándo estar eDamorado significa sufria e¡tonces estamos amando dema-
si¡do. [...] Cuando nuesta .elación pone en peli8ro nuesrro bienestar
emocional, [...] delinitiva¡¡ente estamos amando demásiado."óa De es€
¡nodo,la intimidad yla salud se equiparan y se tornan €quivalentes.
ó7 Marsú€t s. M¡hl$, "On dre cur.enr slárus of rh. infantile ndrosiil en .lour¡ol
of th¿ A"lerican Pty.h.ihdlyne,4socü¡ io,. N o 2J, t97 5, p¡ j27 lll, cir¡do cn
suam. l(nrhn.r, 7?,¿ ¿i¡¡o tt ú,¿ @nú,¡ic oriliñt ol psrch@tu1¡sn:
h,llivnlna¡iú ¡n.l int Antkt i¿ pd-FExd;d, tl'@,r,, Núqa Yorl, C¡mbrid8e
UniEñiry Pdr, ¡996, ¡ 4r.
6$ AIo¡ Ná¡i y H.im Om.( "D.mori( ¡rd rr¿Bic n¿r¿riE in Fychothcrapyl
¿n Ami¿ Licblkh, l)á¡ P. M.Adams y RüheU€n ¡,.rlson (cds -), Hraln\ plots:
't
h¿ nnrnti* I'ns oÍ psr¿t.therdpl, W¡shingron Dc, Amrican Psy.holosical
Asocialion. !oo4,If, re 48.l,.ro c¿mbiaré un lanlo lost¿rminos de ru
.,úd.r(n,¡.'.n J.l.,,tur.,n-ritur n¡ nrrrrlivo d(mon,¡(¡
128 I tÁ §atvA(lón 0rr ttl,rA tt0D¡xra
nidad. En €s€ s€ntido, una €slructura esquemálica €s viÍu¡I, esto es, puede
ser realizada en una gama de situaciones potencialmente amplias e ind.-
terminadás.'lá acción cu¡¡¡rál pone a los textos en prácti.á.h ¿P€ro €ómo
lo hace? Ls
lextos rer¡péuticos han si¿o raducidos a la prá.tica porque
desde el comienzo er¡n textos ¡¿pl¿s¿rt¿dos. Estas represcntaciones, que
comenzaron en la sala de consulta del psicoánalista, ¡ucgo s€ efendieron
considerablemente cuando se agregaron nu€vos terrenos,los más conspi-
cuos de los cuales tueron cl grupo de apoyo y €l r¿n sl¡o| televisivo.
7: 'Canl ger d€r ,our .x'l Opr¿rr wi,lt¿l s¡,op. :8 de map. dc ¡eet
tL sUfR tl¡I0 IfiU¡t¡ t I 231
Antes del Libro lun libro aütobiográfico quc se suponia que ella iba a
es.ribirl, Oprah 6tába emo.ionalmente á lá deriv¡ en las aguas turbias
y sofocantes de la duda ¡especto de si misma. [...] t-o que importa €s
cómo se sentia por d€ntro, en los rincones m¡is profundos de su alma.
Y allí, ella nun.a se sentra lo suficient€ment€ bien. Todo fiuyc desde alll:
su lucha perpetua con la obesidad ("Los Ki¡os representaban el peso de
mi vida"), su adoles@ncia sexualmente acliva ("No €ra porque me gus-
tara ir por ahí teniendo sexo. Era porqt¡e u¡a vez que empezaba no que-
lá que los otros chicos se enoiaran conmigo"), su disposición para que-
dár en ridlc'¡lo por un hombre en el nombr€ del amor ('lba d€ relación
en relación, y en todas era maltratada porque s€ntía que era lo que merc-
clt'). "Sé que parece que lo tengo todo'l di€e oprah, echándol€ una
miradá a su complejo de cine y tel€visión de 2ooo metros cuadr¡dos
rnuy cerca del cent¡o de Chicago, una propiedad valuada en 20 milloncs
de dóláres. "Y la genle piens¡ que porque üna está en la televisión tiene
al mundo en un puno Pe.o yo he lüchádo con Mr propia consideració¡
deml mismadurante muchos, muchosaños.Y re€ién estoy Uegando ¡
un acuerdo razonable.ñ
7t L. R¡ndolph, "Opr¡lt opens up abolt her weiBhl, h.rweddinS, aDd why sb.
wiihhcld thc bmki cn ¡iár,/, cruüre d. r99r, p. rro.
rr !llrxrx ltr0 t urf^itr 2j3
deshecho en medio del éúto mundano. para romar orro eiempto, una actriz
tan ioven y exitosa como Brooke Shietds puede escribir una autobiografia
cuyo interés reside casi exclusivamenre en su propio r€tato de su depresión
posparto.ñ El valor de táles relaros descans en €l hecho de que, €n la
üsión
del mundo terap¿utica, incluso las üdas €xitosás todavla están en proceso,
y cl a.to rñismo de coniar su historia es un aspecro de ese pro€eso €n qu€
cl yo se hace a sí mismo. De manerá similar, ta autobiograffa de
lan€ Fon;az
€s narrada @rno el desplie8Úe de un dráma emocionat y psicotógico qüe
comienra co. una infancia i¡feliz marcada por un padre liio y distante
que, en su historia, se convierre en la causa oculta pero real de §u§
rres
mat¡imonios idénricamente fracasados. Et libro de Fonda es s¿rcásticarnenre
reseñado por Maureen Dowd, columnista del N.,, yo* fil¿er, de un modo
qu€ subr¡)a la sobreutiliz¡ción de la forma rerapeutica:
/ó añok. Shiel&, Do,, .¡¿¿ thc tuin: My joümer thtorsh porpdrun &pesior,
Nu€va YorI, ¡ lyperioñ ¡,rcs. 2oor,
t-7 lúe t:on¿n, My life e IarNuev¡ york, R.ndoñ HouÉ, ¡o, lrá.1. .sp:
It ¿úoriÍ¡r, M¡lrid, Temñ rl. Hon 2@5l.
' "Mi vid¿ hasr, ¡q!í" es l. lrádu.c¡ón ¡irer¿l del ¡tu¡o orisin it, ú nft e fat.
JN.dcl lil
/8 Man¡ccn Dowd, " l hr nrlcs of, tt¡linCl ., N.r yort Ir" cs Boot Rcti¿w-
4d( rbril.j.:oo5, ¡r. I L
234 t¡ lÁtva(l0tl DtL atllÁ f0Dtllla
UNA N^RT^TIV^ EN
^CC¡óN
3i Chrisrin¡ Hof Som,¡cB y S s¡tct. ohe natian uidr thúapl: Hot tha het?inS
n¡t@ b ¿totli,a r[ ^tty
relianr.Nücv¡ yor¡q s¿inr-Ma.rin.s pes§ 1tur_
¡rr l'.ul DiM¡8Bio, (¡'lture and.ogúnion: o ¡,,¿¿,{.riryolso.tol,s/, N. rr,
238 I lA \AtlA(lrlx 0tL aIl4a r{0Dte[¡
que dicta de qué manera las historias privadas pueden ser compartidas, la
lnotiva.iónpara cortarlas en público y cuáles el modo en que el público
deberia interpretarl¿s. Si vemos al grupo de apoyo como un marco cultu
ral en el qücuro represenra / ¿dquicre unaider¡tidad úarrativa, ento¡€cs
resulta obvio que el grupo de apoyo es una forma cultural en el sentido
que Simmel ie da al concepto, esto es, el de la forma cuhurat como una
maoera de organizar la experiencia social,de negociarla distancia entre el
linites eDtre el yo privado y el yo pírblico.
yo y los otros y ¿le tr¡zar los
Lo que hace dc la autoesrina, del alcohol o del hecho de ser un sobrryi
viente del Holocauslo de tcrcera gcneració¡ problemas á ser e¡puefos,
narrados y comparlidos e¡r cl conte\to de ün grupo de apoyo es el interiuego
estrecho cnrre rres calegorias de narrativas: una ,¡arrd,ild tenpAii.a gen&ica,
que concibe al yo conro una entidad necesitada de desan olio y/o de repara-
ción, y que emplaza a1 yo a volver a moldear el presente a trarés del ejercicio
delamemoriar una ¡¿rra¡iy¡ re,¡á.i.a, compartida por todos los miembros
del srupo de apo\o (la obesidad, cl alcohol, ci divorcio,la ansiedad social,
etc.),qüeconstiluye el Écniro y l¿ experiencia presumibleme¡te compartida
por todos losmicmbros dc u¡ g.upo de af.oto; y finalrnente u1a twnri%
persoial y petsoflal¡zada para cada miembro. Los grupos de npoyo estmclü-
ran los encuenhos y la narració¡ de lashistorias a través de estas tres cate-
gorías de nar¡ativa. lncl$o ¡ne a¡riesgaria ¡ decir que la narrativa terapéu
ti@ püdo propagar* a lo )¡rgo de l¿ socied¡d coDo una serie de técnicas
para presentü y represent¿r el yo porque combnraba una narr¿tiva te¡aÉu
ticn estandarizada -aplicable á hombrcs y mujcrcs, a jóvcnes y a adultos, a
personas "normalmente neuróticas" y a personas patológic¿mente disfun'
.ionales con una narrativa muy ¡rdividualizadaypersonalizada,adaptada
¿ las circunst¡nciar de la yida de Ia persona que la utilizaba.
Mientras que muchos Srupos de apoyo han permanecido t'uerá del án
bito del mcrcado y se han dcsárro[ádo en los i¡tersticios de la sociedad
civil, la forma del grupo dc ¡poyo seha tornado cada vez ás mer.artili-
zada. Me g staría c.cntrarmc aqui en una prácticá que contiene afinidades
con cl srupo de apoyo sin scr equivalente a éli nrc refiero al tallercon fines
de lucro que dura desde ünaspocas horas hastavarios dias. Estos talleres
son generalmente co.ducidos por personas que, al igual que los coordi
nadores de los grupos de apoyo, afinnan haberee beneficiado de las técni
c¡s que o6ecen. Tienen un carácter co erci¿l más clannente definido, e
ilustran bie¡ la inserción de la lerapiaen elmercado ysu mercantiliración.
Mienlras que los grupos de apoyo emanan de la sociedad civil, estos tale-
rcs inte¡tan co¡nercializarl¡ narrativa terapéutica y envasarla en una fór-
mul¿ esrandarizidi, brcvc y reciclable.
24O I r^ l^rrA{rÓ[ 0r! tL¡r fi00¿¡¡^
Aun cu¡ndo cste lallcr contenga a person¿s cuy¡s vidas han sido trastor-
D¡d¡s,la csructura narrativaque pone ¿ su servicio es ¿.tivada €scn.ial-
lste paso, que ofrece una explicac;ón pa.a el propio descontento, casi
simultáneamcnte es acompañado por la afirma.ión de que dich¿ qüeja
sirve ¿ propósitos ocultosytiene beneficios ocultosi el supuesto del bene'
ficio oculto y secundario del sufrimicnro hace posibl
alindividuoamcaNbio.
El lider les los participanies que piensen intensamente en P€rso
pide a
nas con las quetienen una reláción dificil,ya sean compañeros de hbajo,
jefes o párientcs cerca¡os. Una vez más, aqui la puest¿ en inrriga del )o es
activada por el ¿nfasis puesto en una distunción. Además,es probabie que
el ideal mismo de autorrealización o de una "condición extraordinada"
genere una sensá.i(iD de (risis perperua.
tL 5UrRt {I0 Tt UrifAltIt 245
96 tred Alford, M¡r.,*ñ,¡: s¡.¡nt¿\ tli tr¡ Utút. nnt trr.¡to¿,¡¿l ,i ,L?ar ¡".w
Haven, Yale Un¡v.6ily Prc$. re33, pp. ¡¡ rr.
rr lurR |lt 0 rnrL]Nr^llrr I 249
ysi es hecho B)r uno misno, enturcer puedc ser dcshccho,lo quea su ve,
legitima y pcrpchl la eJst€n.ia mismr de la institución tcrapéutica- De
hecho,Io qúc es veÍd¡dcr¡ñenl( irrcrcsirDte ncerca de l¿s narrativas tera-
p¿ulic¡ses quc l.r ¡rurrativa .r.err¡¡ dclyo scco¡yierte rápid¡nrcntee¡ una
'harralivn err a(.nni : Dna narritivtr ¡cer.a del proceso dc.oDprensión
de los profios pr)bl.nras. ¡cerca de¡tr¡b¡io.on elkls y de su supera.ión.
Lcjos de ser in.:¡ pa..s de .oni¡rir .ohcrcnci¿ ¡ una vid, d,rda,l¡s narrati
vas terapéutic.rs pr¡&en ser resporsrl,ilizadas de otorAñ ¿cnt¡sn¡¿o inte
rés ¿ la propi¡ vidir, dc ata¡ dc nr¡n.L¡ dernisindo ¡just¿d¡ c¡ prcsent€,el
prsado yclli¡turo cD un¿ n¡.r¡liv¡ 0uidu de la heridi psíq!¡ica y det cam-
t,io llevado¡(.¡l)o por uno nl isnro. l.ts con secuencias so.ialcs y e.oDónrj-
!¡s dc lales trirr¡riv¡s snr pref.rencin dc BéDero o andróginas sonanaliza
das en el siSn ie rc (¡pfulo.
6
áUna nuem estratificación
emocional?
En u¡a carta escrita a sü fuhtra esposá Martlu BerDays erl ú83, á¡¡tÉs del
nacimiento del psicoanálisis, Freud discutla 1as dife¡encias énr¡e los pl¡-
cer€s de'lás masai" y los de las clases medias y lar clases proÉetaria§. AII
es€ribla:
cer d€rivado d€l álcohol. ¿Por qué no nos €narndrárnos de un! p€¡so¡a
diferente cada m€s? Porque €o¡ cada separación desgarra¡iamos uri
peda¿o d€ nuestro corezór. I...1 Nuesrro plan de vida preeupone que
estunos protegidos fi€nte a las formas más extremas de miseria 1...1.
I,os pobres, las rnasas, no podrfan so. brevivk § no fuera po¡ su insensi-
rSi8m{nd Freud, L.n"i of.§A,r,d F¡¿rd, cd. dc lrnsi L ¡reüd, rad. de T¡nia
y lam6 Stern, Nueu York, B¿sic Bool§, 1925, pp. ro ,1.
2 Pie.re Boúrdieu, D¡¡i,.¡ior: A soeidl úi¡ique ol the jutlsent ,r o/¿¿r¿, cambridse,
M¡, H¿ñ?rd University P¡e$, 1934 [l rad. esp.: l, ¡l¡ln .üfl] .rn¿rior / ¿I"r¿s
Jo.idl.r d¿¡grs,,, Madrid, Taur¡s, 19331,
i Sigmund rrcud,"Leclure xxu: Soñe dlolghts o¡ d.v.lopment a¡d tgÉsio,
aefi,olosy",de Iñno¡lucfo/l lecttar, en lm¿s st'achey (ed. r trad.), The stn dard
..hiot o[ ú .oñipt¿k p\td¡o]arn¡t eatks al siEiuoü1Frerd, r.o¡dres, Hosarrh
¿L]uA fútya ÚrRÁItft(atldN ioflot¡AL? I 253
prina de sus vidas las dos chicas se irvolucran €n un juego sexual. Pero
cada una de elas -nos dice- se desarrollará d€ manera bastánte diferénr¿:
Ia hija del portero, que no piensa demasiado en jusar con sus genital€s, no
padecerá daños y quizá se onüerta er una actriz ¿ritosa, * case con alguien
de mejor condición social y termi¡e sierdo una aristócmta. En contraste
con ellq la hiia del propietario, a qui€n de muyjoven le fueron inculcados
los ideales de la pureza fem€nina y la abstine"ci¡, verá su actividad ser-ual
infantil.omo algo incomparible con tal€s ideales. Se sentirá atormentada
por la culpa, se retugia¡á en la neurosis y no se casará. Dados los preiuicios
de Freud y de sus contemponíneos, podemos presumir que la hija del pro-
pietario llevará la vida solitaria y aburrida de una soitero¡a. Asi, freud
sugiere que el destino social de estas dos chicas se entrel¿za con su desarro-
Ilo psiquico y que su (o la falta de ella) der€rminará su trayectoria
"€urosis
so€ial. De todas formas,la id€a aqul propuesta por Freud difiere de la que
expresaba en su carta a Martha. Freud sugiere ot¡a vez qu€ los miemb¡os
de diferentes clases tienen acceso a ¡ecursos emocionales diferenres, pero
aq¡f la po¡ asi deci¡, me,or equipada en lo €mocional, debido
clas€ baja €srá,
precisamente a que su falta de inhibición sexual evitará €l surgimiento de
la ¡eurosis y aludará luego a Ia hija del porte¡o a ascender socialmente.a
En €stos dos te<tos, Freud lleva a cabo una afirmación compleja acer@
de las relaciones entre las tr¿yectorias sociales y las psíquicas.
Apunta a las
conexiones re€fprocas entre las emocion€s y Ia posición social, porqu€
sostiene que si Ia clase determi¡a las emociones, entoÍces las emociones
puedetrjusar un rol invisible pero poderoso en la movilidad social. Al
suge¡ir qüe el espiritu económico de las enociones, engendrado dentro
de l¿ esfe¡a capitalista de trabajo, es incompatible con un desa o o per
sonal y €mocioral exitoso, Freud cuenta implícitamente con uD modelo
cn el cual ci des¡rrollo psiqis¿ puelte tnstntnat e irúer¡ir lá supremacia
jerárquica tradicion¿l del dinero y el prestigio social.
Iás observaciones d€ Freud tie¡en importantes consecuencias para
nuestra comprensión de la relación €ntre la cultura,las emociones yla
clase social. En primer luga¡ Fr€ud sügiere que la esfer¿ priváda de la cla*
media no está sellada respecto del mercado. Ni es una zona de emociones
¡r.eñ, 196r, vol. 16, pp.152-r5J llrad- esp.:"22, Confcrcncia: Algunas perspecrivas
sobB el d€s¡úollo y la Esresió n-Eriolo9t{,.n CoúeÉncios de in¡tud ción ol
psnúflálins Oote r |) (te15 1916), obms t:oñpbtds,B\eñós Ai.€s, Amo¡rcrtu,
4 Agrad€zco a iosc Bru¡ner lÚr háber llañ¡do mi ¡tcnción sol)re estos dos l.xros
254 L LA rlti/[(]0n 0lL ¡tna tr0Dtrlt^
MP¡TENC¡A EMOCIONAI,
porciona¡ lás herramientas con las qu€ se podia¡ reclutar personas y el¡¡.
Iu¿i su desempeno en las empresas.
En la década de re4o, el campo de la explora€ión de la p€¡sonalidad
atrav€só una importante fasc de desa ollo .on el uso de los "arquetipor'
iungianos. Sobre la bas€ de su interpretación de los arquetipos de lung,
Kat¡erine C. Briggs e Isabel Myers desarrollaron €l famoso Indicador d.
Myerc Brigg§, que incluia categorias tales como "sensorial" e "intuitivoi
postoio¡mente utilizadas ampliamote para la evalución de la person.-
lidad y Ia colocación laboral.' Otro ejeñplo de la inflüe¡cia de la psico-
logla c¡lnica sobre los tests de person¿tid¿d fue el Inventario Multifásico
de la P€rsonalidad de Minnesota (MM"r, por su sigla en inglér, cr€ado
inicialmente para diagnosticár patologias clinicrs y traspl¿ntado más tardc
de su contexto clinico inici¡lal lugar de trabajo. Este test se basaba en cl
supuesto de que elegir entre enunciados verdaderos o falsos a partir de u¡t
cierto ntixnero de p¡oposiciones, tales como "Prefiero que mi jefe tengs
buen carácter y que sea ir.oherente a que s€a Bo¡daz pero lógico I reve-
Iar{a la prcpia personalidad.
A través de una categorización y una clasificación de inspi¡¿ción psico"
Iógica, el comportamiento emocional se impuso como criterio central sobre
ú Katherin€ C. Briggs e Isbel MyeB, My¿* Btiggt Type lndj.¿¡,., Palo,Alto, c^,
C¡nsultin8 Psychologüts Pr€ss, 1976.
r Aú¡ie Múrphy Paul, c!¡r o/ personaliry: How peÉonality /¿ns dre kadi¡g ts ¡o
ñieducdte our .ltiklr.,l, ñinandge out con?nnies, od tnisünd{sto .! ou*elw!,
ñueváYork, Fre¿ Pre$, 2oo4
¿utia t¡lJtva [5frat t (a(]Ó[ tlt0UollAI? | 257
AL Y SUS ANI}CED¡ÑT¡S
llstc articulo adelrDtala nica cent r rrl que subvrcc I h ¡oci(in Posl'ri(¡r
de
rtr]\n¡(Ir¡n, I' il {,r h "rl)d¡ r¡¡ rrnrl'lrf &n¡oot' nrrr^¡¡' Ds5 f rri'
rr Cl¡ (l. Srei¡ti, n l¡n't nr! ., "¡n.u¡ l'tu tu '1¡'ir'' ri l'¡!'r'r n' "¡'on rJtr¡
.
lo§ m€ca_
Dado que la socioloSía se ha mostrado muy pr€ocupáda Por
y de €xclusión social"" el concePto de inteliSencia
nismos d; reproducción
debeda ser
emocional debería ser un inütádo bienvenido: aParentemente'
una áyuda en la conslrucción de modelos más comp§os de
€slratificación
sociai, arud¿ndonos asl a introducir otra variabte
que Puede o no exPlic¡¡
y predeiir la moülidad social. Además, la noción de inteligencia emocio"
n,l oodrt¡ofrecerL'naalternariv¿alconcepto muvcriri(¿do-dera(por
su sigla en inglés.coeficienr€irrtelectuall. De hecho' 16 medi(ionet ertán-
sociólogos'
d¿r iel coeficiente intelectualhan sido muy criticadas Por los
y el mtorno
con el argumento de que reflejan la compete¡cia cognitiva
social deLs clases medi¿svahas,produciendo asi una sutil discriminación
con-
contra aquellos cuya socialiración excluye las habiüdad€s cogritivas
sideráda; en bs i€sts de ¡a. Un €iemPlo de las ma¡eras m que Ia noción
como un'
de inteligencia €mocional ha sido tom¡da en la cultu¡a Popülar
vers'
alternatia bienvenida a las nociones estándar de inteligencia Pued'
en €l programa de OPrah Winftey acer.a de la inteligencia emocional' en
el que la condt ctora promovió el concePto de manera entusiasta:
que
¿Y no esentusiasmante sab€r que uno es más inteliSente de lo 'refe?
tr¿baio
iorque el éxito en la vida' en Iás relaciones, con tu familia v en el
con lot
no está relacionado con cuán bien Ie tue a uno en el colegio'
resultádos de los tests, y ni siquiera con un alto coeñciente intelectu¿l'
que uno tienc
S€ relácioná con alSo comptetame¡te difer€nte, y es atgo
el po<ter de cambiar. Se llama ini€ligencia emocional ll l¡ mejor d'
que es alSo
todo: a diferencia del resultado del coeficjente intele€tual'
fijo y establecido, uno Puede meiorar el resultado de su inteliS€nci¡
emocional y tornarse más i¡teligente emocionalme¡te'"
, r N.il ,. S,n.!en 'l hc r¡rn ral ¡nd tho anbivalent in lhe $cidl scicncei,
r rallia¡)d.tri,rx //¡a E.r N'r,1993.pp.r.r(.
264 I L^ 5^tr¡flOt 0tt uta tto0tt¡^
blemás. En conlrasle con ello, p¡r¡ Ios sociólo8os ctrlturalcs las situaciones
socia¡es son consiruidas y afmntadas a través del conocimicnto tácito que
tr¡en apareiadoi dicho conocimienlo tácito nos hace op¡ar por respuestar
€mocionales menos explicit¡s fundadas en un cono€imi.nlo práclico,
habitual. Tal coño los pianistás cuando interpretan uria sonata diflcil,
.nftentamo6 l¡s siruácionel utiliza ndo reglas qu. hcmos inlernali?¡do pcr-
f.damcnte, no mediante la refl€xión y la cont€mplación dc difcro¡tes cut-
sos de ación. Los pianistas o los actor6 sociales que sc lorn¿n demasiado
intensañente conscientes d€ si mismos y de las reglás que ulilizan, desus
movimientos corporales o emociorales, inlerpretán su rol vrcial de manera
lorpe, sin la fluidez que distingue ¡l viluosismo del ¡prendizaje de memo
ria. En pocas palabrrs, la .oncienciá menlal d. la¡ propias €mocion s no
es siempre posible, ni tampoco des¡:¿ble. l¿ idea y el ideal mismos dc la
inteligencra emocional emanan de l¡ ideologia de los psicólo8os que han
reifi.ado la vid¡ emocional al construir € institucionáliz¡r l¡ dittindón
entre respuestas cmo.ionales competentes e incomp€tentes.
Esto se relaciona.on otro punto cruciali cn esta situación social par-
licular -una situación en la cuál u¡ hombre casado controla a una muier
soltera-, dectuar su demand. de manÉr¡.lusiva anles que aclarar expll
c¡lam€nte süs emociones es l¡ respuesta cmo<ional u¿r competeni€, pu€s
p€rmite que la mujer reieng¡ el .ontrol de la riluación. De hecho, tal .omo
sugiere el eremplo, a m€nudo m¿nteneños el control de hs situacion.s
ocultando l¡§ emocion€s, tanto a nosotrcs m¡sños como a otros, ántc6
qu€ exhibiéndolas. Dado que el poder y el control son dimensiones tur-
damentales de las interacciones soci¡les, y dado que dependen dc man r¡
crucial del hecho dc csconder las emociones (esconderlas de otros pcro
rambién a rnenudode üno mismo),esto implica qu€ la rellerividád yl.
exhib¡ciór' verbál de las emociones defendides por los psicólogos y por
los expedos €n inleligencia emocionál pueden m tlltima inslancia P.r-
turbar unamnnipulación más sutil ymás eticiente d€ las relacioncs y las
s¡tuaciones sociales. Pará ser más prec¡sos: l¡ muier del caso mencionado
cstá arrapada en el doble vinculo en el que la ha.¡locado su amantc. Su
solicitud indirecta rccon.ilia eleg¡ntemcnlc dos reqüsitos contradiclorioc
el de retener el control moslrándos€ dislant€ d€ los problemas inherent6
a la situación,y cl de €stablecer su lerritorio amo¡oso. Asi, est€ ejemplo
no ilustra la incompetcnciade l¡ muicri más bien, muestra que los acto-
res operan a menudo en las s¡tü¡ciones.on demandas contr¡dictorias.
navegando irreflexivamenteen ellase improvisando r€sPuestas. l.¡ ¡mbi-
güedad emocioná|,la ambivalencia y la f¿lla dc claridad $n ahamentc
rofrpst¿ ?r, porque $n modos de afio¡tar üluacio¡€s so.ialcs quc .on'
¿urt llrty^ MtlIlft(t(l0r Iio(¡orlu | 265
nál en sus muchas formas. Lo que podemos decir' de todos modos, es que
el valor de Ia inteligencia emocionál -<onsiderándota tal coño la describe
esta d.finiciórF cs una no{ión ditundida e incluso domin¡nte Porque s€
. "La Füer¿a Aérea de los Estados Unidos utilizó el Ea-r* pára sel€€.ionar
reclutadores (el p€rsonal de recursos humános de avanz¿dá de Ia Fuerr¡
Aérea) y descubrió que los reclut¡dores más exitosos tenlan resultado.
mucho más altos en las competencias de inleligencia emocional de Afir-
maciór Personal, Empatla, Felicidad y Autoconci€ncia Emociona¡, L¡
Fuerza A¿rea descubrió también que utilizando lests de inteligencia
emocion¡l pare sel€c.ionar reclutadores aquéüos multiplicaban por trcs
su capacided para prededr .uál€s s€rían 106 reclutás exiiosos. lá ganan-
cia inmediata fue un ahorro de 3 millones de dóláres aruales. Ester
ganan€ias provocaroD que la Oficina de Contadüla del Cobierno enviara
un infome al Cong¡eso, que llevó a una solicitüd de que la Secretarl.
de Defen¡a les ordenara a todas las rámas de las fuerzas á¡madis qu.
adoptar¡n este procedimiento en el rcclutamiento y Ia s€le.6ión.',
' "Socios experim€ntados dc una empresa consultora multinacion¡l fu!-
ron €valuados en competencias de inteligercia €mocional y m€dianta
ouos tres tests. Aque¡los socios que tuvieron r6ultado6 por encima dcl
promedio en nuelE o más de las veint€ compeienci¿s gener¿ron r-2oo.ooo
dólares más en beneficios de sus cuentas que los otros socios, esto.s,
un i¡crem€nto del rl9%."P
. "Un análisis d€ miás de tres.i€ntos ei€cutivos de primer nivel pcrtcn.-
cientes a quince compañlas global€s mostró que s€is compelencias fllo-
culturas)6
casi idénticos en las lres
.'Un gupodeasemresñnancierosdeAmeri.anExpressculosgerenl€§
habfan asistido al proSrafna de capacitación en Inteligen.ia Emocional
fueron comparados con un ntmem idéntim de asesores cuyos 8er€nt s
no habian asistido al prog¡ama. Dumnte el año polerior a la caPacitá_
ción, Ios as¿sore3 de los Serentes capacitados hi€ieron crecer su factü'
ración en un 18,r , contra un 16,2% de aqu€[os cu)os g€rentes no habian
realizado la capacita€ión."Y
. "Los cobrador€s de deud¡s más exitosos de una gran agencia de cobran_
zas tuvieron un cumplimi€oto de metas promedio del ló37o a lo largo
d€ un período de tres meses- Se los comparó con un gruPo de cobrado'
obtenido ün porcentaje de 80% en el m¡mo perfodo.
res que s{5lo habian
t,os cobradores más exitosos tuvieron resultados significativamente má.§
cia del campo emPresarial h.r dado origen a lo que Boürdieu denom¡na
{'
nuevas lbnnas dc capital simbóli.o, qrrc son utilizadás en campos de lucha
Si, tal como sugiere llourdicu,ios c¡mposse mantienen a símismosatravés
del ¡necanisuo del hal,itus o del "mecan¡mo estruchrrante que opera desde
dcntro dc los ageDtes'} entonccs podemos sugerir que un cierto habiius
cmocional§ cada vcz másun Prerreqrisiro Para ingresdvjugar en más v
más canpos. Sobrep¡sando !as forDras tradicionales de caPital culiural, l¡les
como la degustnción de vjno o la faniliaridád con¡a¿lta cultura, el cnpital
emocional parcce nrovilizarlos asPecios menos reflexivos del habilüs Existe
bajo la forma de disposiciones corporales y rnertales dur¿deras l v es la
párte más tncarnada" del capit¡l cuhural.r¡ El habirns se enaen-
'mocional
tra entoncesen la inter§€c.ión detres dom¡rios dc la experiencia social: la
inieraccional, la corporal y la lingúistica. Reileja y §e¡ala la propia posiciór
declaseen elas trescqtntiuas Elhabitus emocionalcontbrm¿ los modos
como l¡s propias emociones son expresadas corporal v verbalmente y üti-
lizadasa vez p¿ra negoc;ár interacciones sociale§
Aun cu¿ndo el enfoque dc Rand¿ll Collins dificre §u§taicialmente del
de Bourdieu, algunas de
s inl uiciones quizá Pucde¡r aFdar a expticar la
4tr Prctu lotrr.ii.¡, ¿¡.dlnr" r,¡¡iil,fu,^ C¡Inbrid8e Poiitv Pre$,2ooo P' 166
rr.l. csir.: M.,lnd.o,.s idu/i,,,J, R¡r ..¡.na
l
19991'
r/ I )0 rülú l¡nnN, dr la med id¡ flr que d caFir,rl .uhuml ¡l ncnos .n cl scnrrdo
(¡u.lcd¡ Bourl¡eu .i8nifi.¡eli..úyr¡un.o.puscsrdr(Rlodereaciones
rrrArirn\ i(l(nrilnr!lJ\ ..r o.¡r.r.ollurx':hnnrlis.n.i.¡únn)cn¡n¡lnociljñc¡
.onx, trri¡ rrl'(\t)rl n' ¡r1 L,rt,irrl ruLtúr¡1.
274 I tA 5At\lA(1Ú¡ 0tt ¡Lti¡ ¡()DI¡Nt
cierto grupo social, que los hombres -o al menos los hombres que Dsted
conoce deben tener una . ierta manerr de erpre",:¡ st¡\ emo. iones
¿EDtendi bien?
EyaL: Absolutamente. Definitivamente. Es Parle de lo§ "exámenes de
ingreso : Déieme darle un ejemplo. Mi esposa, Lior¡, es Psicóloga clínica,
Tiene una herm¡na que vive en lerusalén. Su marido es un¿ suerte de
redneck.. Vieíe de M Mos¡av fasentamie¡to rurall. Y cs un ¡ro§hnv¿il
típico. Carece de cualquier tipo de expresividad emocional. No tienc
emociores. Y nosotros los tr€s: mi esposa, la herman¿ de mi esposa
yyG nos bürlamos de él precisamente Por ello, por el hecho de que
no tiene seDtimientos. Nunca echa de menos ¡ada, nuncn extraiá
nad¿ynuncaestádeprimido.No conoce el concepto"estar dcprinido'l
¿Dónde has visto algo asi? De modo que ése er el .riterio Cuafldo
salía con mujeres, si elta no sabía 10 quc quería decn"esrar deprimido"
(no me refiero a una gran dePresión clini.a, sino a unn depresión
normal), entonces no me interesaba. No er¡ una candidata posible
De ninguna mariera.
54 A¡drew Saye', ?Ir ,rdr¡l r¡¡r,rrdr.. 4i i¡$, Nüevr York, Gnlb¡idse Unircisiry
rufl r/utyÁ t5l¡aTtf l(ltldN tx0r 0¡rt, I 2g3
acerca de sus sentinrientos" era más importante que "tener uno que lleva
cHR¡ s1 aN: llla s¡ca el tenra, rlguien di¡, hoy eso cr .l tr¡b¡i(ii o 'ero
r
lr,¡'§ (l.l.ulti\o rl. uD¡ f.¡nn l ¡¡ rr'fl.\i!¡ v eo nrun ic¡l i!¡ .oDrún (1u.
ticn(le ¡ {r v./ ¡ (lilunrntr k)s rolcs y lI\ iderrtxit¡dfs de gú¡cro."'
I'.¡r¡ ilu\ir¡r.'t. pu¡k¡, r().y n cil.rr x sh¡r(nr. un¡ P¡otartr¡ de s..un-
d.¡ri¡ ¡c r8 ¡¡l(\, r)hem r li..t.i¿d¡ $ litenluni:
o:(,,r.r¡ro,tri.ro¡..ir.tL.n,,h¡rr¡uLltr'dili¡cn,isnup.,ni!.\.¡l¡r.lyo
rrn¡i¡tiv.).l r¡dom¡nir,¡ 1lrm.n n,n.nn.d.l.h. .rIi.r¿l]¡.(hodcqtrc.l
ro«,ror¡rtro urLltr ¡nlh¡i'n.i\ f,rn.iisqú¿n,rr(r¡dl.godonr.'ti(n P.r)
(ll,e,hd ¡r (tu..l\. uf,n. r nle6(lqqEldn.
¡(l drrl,l.l., r,r.l.trrrrt dr¡ i,,.¡ h.n.ri fnv¡d¡, fn..lr "¡.!(l.Lur,l!l )I')
.l ilsll.u" tr ( i. !.n ¡j nr nr. r"¡igd hnrn i,),l.lr t,r^o'irlnl.ni. «nr..l)ido.n
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Jl't{úr ¡rl.L,ii'J".,n.'tr,,'L,fr.!nnl,,1... r,.¡n..n"rd
¿9O LA tAlVAUrlN 0tr ll00rm¡a
^rl{Á
ENrREvrsr^DoR^r No lo sabian.
p^ur.: Bueno, sabían que mc est¡ba pasuudo ¡lgo, pero nunca hablLr
hablado realmente con ellos. Dc modo quc hablé coD ellos, y eso tut
muy bueno para ser capaz dc recooocer que algo estaba pasando, y
enlonces pude hacer alguDos cambios sütiles en mi oricDt¡ción en l
cEoRcE: lstuve c¡sado h¡ce pocos a¡ros y rc¡i¿ un hi] srrc que etabn
aprendicndo que scrii bijo unico, ysu mülrc era comtlctanlenre dife-
r.r,t¡¡ rn m"Jrc...r omp.,r,d, .on l. n rrr..(unx..,Jrnrprirrer,r
csirosa para crid ¡ lo5 hijos. Quiero (l€cir quc eltl Ic dej¿I,¡ h:rccr uD
montón de cos¡s dif¡rentcs que yo no aprobaba, como... H¿btar por
telélono ¡oda l¡ no.he, .lc inoJo quc dcspués de octro ¡ños con clla a
¡ri ya n.r mcimporr¡b¿ clreléiono,I¡ s¡be, porqu. sonabr tod¡ ta Dochc.
Yi) ya no crco e¡ eso.
rN uEvrs1nDotrar ;r.l tcl¿f¡no le lnolcstab¡?
ct.oRCr:Oh,si,si.
|Nr RE!rsr,rDoRA: )Y usied l. diio?
cEorcr:Oh,si. Sí. Sc lo diie aély¡etta.
rNr nFv,snDotrAr ;Qu¿ le dij(, ¿ cU¡?
GroncE: Buc¡o, ¡o b s¡. itueno t.tr{:o L¡n... Tcn€o un... n.. A ve.es
pucdo ser un po.o m¿lo. Sc io dije rn:is de !¡ra vcz. y cn ocho anos c¡
quc cstuvirnos iunros siL'¡rrprc iuviños p¡oblemas con el reiéfoto, quc
sonab¡ tod¡ la noche, ydesfu¿s,.u¡ndo clchi.o.reció. po.que cuando
lo conoci tenÍ¡ rr ¡nos... Nos scp¿ramos h¡cc dos ános... )rl ya era un
c¡oRc r: Ilueüo. nos set¡.t¡ urcs. \'o... ),o... yo soy cl ! uc... de modo qu._..
en csc proceso... ¿sa f¡e un¡ d.]¡s ¡¡zo¡cs por l¡ quc nos separanros.
l..r l,ose lri¡ punlo sc¡ai¡do i nlcri(nr enlc, c\to es, q ue nucst r \
ilLrsl r¿ cl
r(s re(1s .uroc i1rr.r les n)¡r r Drenudo r.§pu§st¡s in(lürclasJ sitl¡aci(rx\
qu! presenr.ur requi\itos .oñtradi.rorios (l¡ conrr¡(lic.ianr, iqui, rcsnlr
en nr¡ntencr l¡ propid dignithd y nrccsitar exprcsar l¡ iuri,r). Tamhnt'r
ihrt ra quc .x¡uelh q uc s .rd¡ prativo f'¡r¡ prorcgcrsc.r unn
'rnonrismode
i\i,,i,r,1r¡rñr"I,,tr,1.*r¡.,.'JJt,.rrn,'I',rn(n.onrrrrunr|,reiJ,vLIIk'
un¡, de los lug¡rc5 ()!ialcs .n los qu( la desigu¡ldid puede s.r visibl.6
la eslern dc l¡ intimid¡d,o l¡.¡p¡cid¡d pnri.stablccer vinculos dur¡tlr
ros b¡sádos cn la .onfi¡n7.-l\)r Llllinn). si fi¡cra De..sirio ntrdir ¡ $1,'1
hombres según es.¡l¡s d. inr.ligeD.i¡ .mo.ional. inrrodu.irÍamos olnr
diDr.nsnin cI l¡.n¡l sin ([rd¡ los rr'sulhdos s.ri¡n pobrcs. Ul¡li,?.r lx
int(ligcn(i.r rnro( nn)rl conl,) un dispo\itivo d. clasiñ.¡ción c¡regorizxrl,¡
a krs honrbrcs n cgr o' con h l,ose lrii conx, eDnrcn, n¡ln¡eDr. po.o itrr (
1i$rrtcsc incttos.l)enlli(tuc.n los hc.hosl. no.ió,r dc inteligcn.iJ cnn'
crnr¡l l.u&1. profun(lir¿r t¡ (x.lusn,n dcbs ho¡rbresdc.lase rril)ai.r(lrnr.
¿l olr.cer orr¡ nredid¡ de su iD(o¡rfcrcncia so.i.tl. Al uliliz¡¡ y rdopl¡r l.r
no(i(in de inr.ligetr.i¡ enxlcion¡1, (slrmos dcñnicndo dc hccho «nrtt
''rornpttenc ia 'algo quc nu.nms innilr¡cioncs yah¡n detlnrrn¡ con¡r.r¡I
l-r
,t)t
rnr.i| ult,.nl,..ir.
,,, \'(i\!.1\ f,Ni'1,J(
i \\.lll,nin.rl,.1¡(,riilql(/n¡,.n,r, ú.,:lr,,rrdl!,,,rd¡¡l\rr//n,rl¡(¡:,
r'.(1.¡.1,).11n.1.'-trr.(rnrüLJg.,sI f¡¡$,1»6 lr.rd.('f.: ¡d¡,.¡//dr./
ht.rrt tnn\t. ltr. n111 \!¡rr¡rn?,xr /iI lo¡ro,y'¡,rtuJnrir.J,¡r¿r.do.r,
7
Conclusión:
EI pragmatismo institucional
en el estudio de la cultua
Pero la metáforn del¡nap¡ !a un paso más allá: una r(z crcados y pues
tos a disposición p ra su uso.los mrp¡s modifican los nrodos en qu€ la
gente se mucve en clespácio y en úilima insl¡ncia-cn rlterritorio ori-
ginalmenie cartogriliado por.l máp¡. Al igual que los nrap¡s geoSráticos,
los mapas cullurales orientan ¿l yo dcntro dcl intrinc¡do terreno de lar
rel.cioncs$cialcs,que a su veir son transform¿dtrs por l.rs práctic¡r $ci¿
lesque eilos mismos han ayud¡do a orienta¡y organizar. 'lil como cscribe
en otro co¡rlexto M¡rshall Sirhlins, "k,s hechos son ordcr¡dos por la cul-
tur¡, I... I l y I en ese proceso l¡ c ultura cs reord,rn da l Ln historia narrada
(n esrelibro noer \o1ú h J(.1ü.vádo pn'E,t''ivod( u', nucv,, mdpc pr(,vrsro
porel lcnguaje de la psicolosíi, sino tJmbién la historia dc c.)mo esc Napa
modificó las relá€io'tessocialcs. l¡s contomos dcrstenucvo¡napa(onen
zaron a ser trazados eon el surgimie¡lo del psicoanílisis y de la enrpresa
freudiana; elcarisma de Frcud fue cl inrpulso quc cxpli.a la velocidad
inicial y l¡ l¡era de l¡s redcs $cialesque ayudiron a difr¡ndir e¡psicoa-
nálisis. La contnbucióI másdisrnrtiv¡ dc lreud a l¡ cullurn esradounidensc
h¡ sido l¡ dc formül¡r un lensuajey proporcion¡r Narcos de signitic¿do
que coloc¡ron la vida diaria, h salud nrmtaly h normalidaden clcentro
mismo dc l.l idenridad de Ios hoDrbres y l¿s mujercs mode ,s. L¿ disciphu
inc¡pienlc del psicoaná¡isis se apoderó rápidamrntedel¡ cultur¡ estadou-
nide¡se por.tue otrecia recctas, planes de accnin, metáforas y palrones
narrativos quc ¡),¡,¡dnron a los hombres y a las nrujeres nn'dernos a arrc-
g¡árselascon Ia compleiidad.re.iente y ld incerridumbrc noína!¡va de las
vidas modernas, más notablcmcnte en cl lugar dc traba¡, y en la fa'nilia.
¡ V¡¡E Swid¡.i ,¡lt ol id¡. Ilnv .!l¡,,e ,¡,rki, (:hi.ago, t,n iv.^n y
of Ch ^nn Press, :oor.
i.¡So
1 M.sh¿lls¡hlins. t!¡n,,i?l ,,.r¡¡¡,r.^ ¿rl ,,r,r¡¡i.r/ ¡.¡/i,i¿r, AnD Arbo¡,
Uniycrsily ol Mi.hi8¡D Pre§, ¡93r, p. 3.
T
(0r(Lu! 0[ I 3l)3
L¡s metáfor¡s ylas narrativas de lireud Podían ser usadas dc manera prag-
mática, eslo es, como una manera dc rc§olver Problemas prácticos en la
vidacotid;ana. Mie'rrrasqueel signitic¡do moldc¡ laa.ción no ¡odos los
significados so¡ jgr¡les en su c¡Pacid¡d para a.ol¡rlos marcos interPre
t¡tivos dc las person¡s y ayuürl¡s a navegar en su enlorno social. l'rra
que los significados scan duraderos, deben estar cn consonáncia con los
p.rronc\culrur¿lc\cxisrcnrc'.rcclura' rl yodemancra mu) vigordsrY \er
simuháne¡mente insr ii¡rcionalizados y ulilizados como un lmbolo prác'
tico de valor en lá vida cotidiana. Dcnonlino este abordaje a la cultura
"pragmatismo instirucional'l tal como es ilustrado Por los tres obietivos
principales con los que esPero haber cumpiido en cste libro. Mi primer
objelivo ha sido docunenta¡ la emergencia de utra nueta cstructüra cul
türal. Mientras que los sociólo8os de ln cultura á§umen tradi€ion¿lmente
lá presencia deunaeslructura como ün orsanizador invisible pero pode-
roso de la ac€ión, yo me he prcguntado en cambio cómo ñ,c que se cons-
tiiuyó esta estrucrur¡ cultur¡I. Tal como he do.umentado a lo largo del
libro, el cuerpo de conocimiento§ de la psicologia Penetró ráPidamente
I¿s instiluciones cenlrrles de ln sociedad eradounidensc (el ejército,la
fanilia,cl Lslado,los medios de comDnicnción masiva yla sociedad civil)'
Ésra saturación dc la psicologi¡ en la sociedad e§tadounidensc no fue
producto de una ¡cción concc¡rádá! más bien' fue Prodrcto de ló8icas
<liferentes, ¿si,r¿¡ri.¿t y ¡r nú|to au¡ó,toDns q)e fnncion,ron eo
'ada
campo en elquela psicologia fuc incorPo¡ada. Era natural que un cuerPo
de conocimientos qr. ¿seguraba ayudar a controlár y predecir "el factor
hum¿no" fucse propusnado y utilizado Por las empresas que busc¡b¿n
nucvos modos de gobernar a los trábajadores. debido a que la
^demá§'
lcgitimidad cstatai derivaba principalmente de su capacidad de ascgurar
el bienestar de los ciudadanos, el Estado estaba ansioso Por adopta rr
€uerpo de cono.imienlos cuyo Propósilo era aliviar el suftimiento humano
y contrib ir a la sahrd mental general Por úhimo, y debido a que la fam i-
lia habia convertido en una unidad §ocinlemocional'ydebido a que los
se
rolesdc loshombresy de las ¡rujereseD cta c§re., sc habian democrarizado
cadavez ntás,la psicologi¡ju8ó uD rolinlPortanle ai ofr€cer modelos para
áyudar a süper¿r el .¡ráclcr (¿da vcz más conlic¡ivo del matrimonio
moderno. l:Ir nedio de las i¡rstitucioncs degran escala quc adoPtaron la
psicolosia como sü principal discur§o legitimador v 1a microrreprcsenta'
.ión del yo, las industri¿s med¡áticas han iusado un rol esen€ial en la
codifica.ióD,la legitimación y la diseDtinl}ción dc la v¡ia)n del mundo de
lr psico¡ogí¡ y en l.r provisión de una Plataforma Par¿ la rcprcsenl¡cióD
d(l yo tcr¡p¡ulico. l.os li¡cron crucialcs er tanb nrcdi¡ror¡ (nt'e
'ncdios
T.
3O4 l¡ 5At!¡t 0ft Dt( ¡t¡1a 1100tRx¡
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5 Ti othywilson,"Do¡lrhi¡ttti.e,it\¡llrishtl.n¡ .nxf,oña¡,.n¡l¿
Arirua ro dc diciembrc de 2oo5, p.6,
6 I. W. Schoole¡ y-L Y lin8stleFkhooler, Vúbal ov*lüdowin8 of visuil
me¡nori.s: Soñe rhnrSs !c bcne¡ left unsiid l e¡ CbSni¡iy¿ Prd,oloSl, N" D,
altratar el suÉimieñro como u sinroma del odio enlre los dioses y como
un signo de una culp¿ secrcta,la reliSión ha venido ¿ s¿tisfac€¡ una
neccsidad psicológica nruygeneral. Mry rara vez el afortunado está satis'
fecho con el hecho de ser afortun¿do. Más allá dc elb,necesita saber que
riene de¡¿cl¡o a ser ¡forrunldo. Quiere sabcr que ¿l lo "mcrecc"y, por
sobre todo, que lo mercce en comparación con otros. Desea que se lc
permit¡ aeú que el mcnos afortunado también experimenta simple-
m€nle lo que debe. La buena fortun¡quiere asi"legitiñ¡r"h fortuna.''
ádividad ideóló8ica, 68
I-
lxorr! Ari¡tlfll0 I 3r3
Ienguaje, 12, ¡ro, r6,,i de la psi.olosia, "modclo P ¡' ) "moddo d€", $8ún
n7; teraPéuricoi 14¡ n7i rl9 su uliliT¡ción por CliÍl¡¡d Gee¡tz,
Libé te d. li eode?end¿neia
modelo de 1¡ comnnica.ió¡, 32, n9i1o,
121, 1)4 17 5, 19r, 24\ 247, 3o.
I ileratu ra de auloayud¡, 74-7t, , or rol, Mod. únan:1he bst et
roti06j ru.r¡r,165, 176,,3r. zo9
modernidad, criti.a de la. rl
lüg.r dc trab¡jo,99, ro3, n6{r3, qr,2ó7,
136 233,3oo ro2,lo4-lo5 mo¡alid¡d, n9,2r,r42. úr, r7l, 86-237,
Mdri,s,/¡. rrarag. d¡¿nr (Ei.he.), r2r novimie¡Io de du!¡ m¿ntal, 47, 2oil
novimi.nto Emnr¡nel. 47
mahrato infantil, 2rr-u6
man€jo: de si, rr r, rrr, :16; emocio¡ al, n3 Mujeí.s que anan .leñú;a.lo
matrimonio, 29, r42r43, r5lr59, ró2ió1, nafnfjv^, ali 24-a26i 27/i 194-291;
165 166, 174 175, zn, 246, 294-291, 3o3 delyo,7ó, r39,2oz; de l¡ auton rda,
63, 212, 226, 23; de la enfermcd.d
Misloq lo, 63, 1o1, 2o5 206, yla condición dr vidinra,2rs rrgi
^brahañ, de la peño'alidad, 67 63,70,243i
M¡sters, Willi¿m l{owell, 166.r7r de la psicologia, 6ridemónic4
Mayen lohn, 2r9. ¿6r,263,266 z2l' 223i en a..iór,249;
Mayo, llton, ro, 94 roo,rorro5, n3, r49 iudcocristiana, 2n; ¡bdelos
Mclnlyr., 243 de, t4-rr te.ap{iica, r4o, 2or, 2ú,
^laisdan 219 132, 214 2a6, zJA 49, 241 1421
246, :ro7; Psicoló8ica, 6i
medi.in¡ (€r los Estados Unidos),47 necesidad¿s, ¡7!r73, r75, r77, r9)
medios m ¡sivos, 3ol-3 04
nre(ado del.onsunidor, :o3
nrercantilización: de Ia emoción, 36j New Age, r¿ 2or, z4r 241
p.ronalidad,,!2¡, !r-16, 23,1r,34 tt, Bcionalid.d, 32-3J. 36, 33, 99, ro3, 1o9,
54, 56-58, 60-62, 6,{, 70 71, 30, 36, 98, ¡3t rrli r94 !36; comunicaliE, rz, r87
roo, ¡o2{ol, n,r r2rr27, r9t, r99, 2o4, ¡,.ion¡¡iza.ió¡, 179 13r, ¡81{84 19á96,
206 - 2ó ¡, z1\- 214, 2ú, 2r7, 244, 27 J, 3o4; .o8úitih, 13¡i válor.tiE, r8o
179¡ 231, 139, 29r, 3oo, lo4i
.nprMiáI, r2r rru le¡snaje d.l¡,
¡6i moder¡a. 7¡, ¡24 l.$s de, 2ri ¡¿dl,oot (r.üsh), ro, ¡o7ro3, 1r3, 168,
rcflcxi\ a, \ 26. V éa 4 ta ¡ n bi ¿n r74 {75, r3r, 134¡35, 2 21, 2t7
nar.rivs de la FBodáüdad
P./roñ Pl¡.¿ (Mcrilioút, út rene vidad, ¡!6 r27, r9n ¡9r,í+,3ó
pod.r, »! r+ rlli36i patriücal,7r r€la.¡ón de los texlos con l¡ ¡cción,
.t2 ¡¡
Pore§ructuralisnñ, rr, 176 eli\iot5 and toiiantn úiqnÉ of
pryl,o¿,¿iF¡, Tr. (K¡Mhre.). óo
p.á.licá: dc si mismc,2o; Gial, rt9, rcprcsntación,2!3 ¿lo,216i213-119r
sufri¡)icnlo,,lr 6r, xrr'¡ró. :r8, 1xo, 21!, Weher.l\1¡x,40 4r,r1, 8, t4r, r79 r3o.
1:5 r17, ¡:r,:3tr ¿16, 14r, !,1t,113, rsrj r¡1. rr4..1o4.1o3
!9l.nf}']or.ro7loll Wi¡ron,'l ¡¡or¡¡r', t65, ]ü6
J16 I r¡ !arvai ór Dfl ar¡Á dorrr¡