Spca U3 Adl Paah
Spca U3 Adl Paah
Spca U3 Adl Paah
CIUDADANA
Unidad 3. Participación ciudadana y seguridad pública
El artículo tiene como finalidad presentar un breve análisis del papel que juega la
participación ciudadana en la gestión de la seguridad pública en el Distrito Federal. Para
ello se sostiene que la participación de la ciudadanía es vital en los procesos de seguridad,
pues contribuye a fortalecer una actitud preventiva, de denuncia ciudadana y da mayor
cohesión social frente a las redes delictivas y a la impunidad imperante. Sin plantear suplir
las funciones que legítimamente le corresponden al Estado, se propone una nueva
correlación entre éste y la sociedad civil. Se analizan los antecedentes de la participación
en la materia, el periodo de gestión reciente en el Distrito Federal de 1997 a 2000 y el
funcionamiento de los Comités de Seguridad Pública, con la finalidad de contribuir al
debate sobre la agenda en la materia.
Introducción
Una de las preocupaciones que actualmente se han instalado en el debate público y que
es tema de la agenda gubernamental de muchas ciudades en el país y en el mundo, es la
inseguridad ciudadana y el clima de violencia urbana atribuido al aumento de la
delincuencia. La inseguridad en un entorno urbano cobra especial significado porque es la
demanda número uno de la ciudadanía y ha llamado la atención de organismos
internacionales, instituciones públicas relacionadas con la prevención delictiva y la
administración de justicia, así como de los medios académicos.
Nos enfrentamos además a una delincuencia organizada en redes cada vez más
complejas y poderosas insertas en las grandes mafias globalizadas, en las relaciones que
se configuran a partir de la estructura urbana y en la vida institucional, porque contaminan
a las instancias encargadas de procurar o administrar justicia. Ante estas redes delictivas,
el recurso posible para la ciudadanía es el de anteponer sus propias redes o formas de
cohesión.
Desarrollo
Este trabajo se organiza en tres partes: La primera parte aborda algunos antecedentes
que sentaron las bases de la participación ciudadana en el marco de la política de
Seguridad Pública, haciendo énfasis en el Distrito Federal, con el fin de demostrar la forma
en que la participación ciudadana va conquistando espacios en la gestión que apuntan al
tránsito de una política basada en el castigo y en la represión, a una política que incluya,
además de aspectos punitivos, preventivos y readaptativos. La segunda, caracteriza el
problema de la inseguridad pública en el Distrito Federal, enfatizando la percepción
ciudadana y analizando algunos indicadores que muestran el comportamiento delictivo y
el sesgo impuesto por la cifra negra, para medir la delincuencia durante el periodo 1997-
2000. La tercera parte del trabajo presenta un análisis de la actuación de los Comités
Delegacionales de Seguridad Pública, enfatizando en dos casos representativos en las
delegaciones Benito Juárez y Cuauthémoc, donde la participación ciudadana ha
respondido de distinta manera ante el problema de la inseguridad. Se concluye con
algunas reflexiones finales con las que se pretende contribuir al debate y a la construcción
de la agenda gubernamental del Distrito Federal.
En este panorama, el ascenso tan importante de los índices delictivos explica el por qué la
seguridad pública se convierte en una de las principales demandas de la ciudadanía, por
lo que a lo largo de este sexenio se emprenden algunas medidas que atañen a la seguridad
pública, al principio, en el marco de programas más amplios como el de Renovación Moral
o el de Modernización de la Gestión Pública y Atención al Ciudadano. De otro lado, los
cuerpos policiacos y demás autoridades encargadas de procurar o administrar justicia,
muestran desde entonces una franca crisis de credibilidad ante la ciudadanía, por los que
se inician programas de moralización de los cuerpos policiacos, bajo el argumento de
mejorar su imagen y eficiencia ante la ciudadanía.
d) La participación de la sociedad.
En 1985, con el afán de buscar mayor acercamiento entre la comunidad y los organismos
de seguridad pública, se establecieron formas de colaboración de los propios ciudadanos
mediante la instalación de Consejos Consultivos de Seguridad Pública tanto estatales
como municipales, en las 31 Entidades Federativas, aunque el Distrito Federal quedó
excluido a pesar de la gravedad del problema. En teoría, los representantes de la
comunidad y los encargados de seguridad pública participarían en el diseño y ejecución
de algunos programas de vigilancia, pero en los hechos “es necesario reconocer que estos
órganos no han logrado generar los resultados previstos, por varias razones”.
La Ley de Seguridad Pública del Distrito Federal fue aprobada hasta julio de 1993 como
producto de amplias discusiones y propuestas promovidas por la Comisión de Seguridad
Pública de la Asamblea de Representantes. La Ley estipula que la Delegación Política
funge como entidad rectora y coordinadora de los Programas de Seguridad Pública y que
la junta de vecinos, las asociaciones de residentes, y los comités de manzana, colonia o
escuela, así como las asociaciones empresariales, cámaras de comercio, clubes de
servicio y demás asociaciones sociales, pueden intervenir para constituir el Comité de
Seguridad. Es decir, se recurrió a la estructura vecinal existente desde los años ochenta:
los órganos de colaboración vecinal y ciudadana, pues también estaban concebidos como
esquemas de participación ciudadana para fortalecer el vínculo Estado-Sociedad Civil.
Conclusiones
Evidentemente no se puede generalizar, sino marcar como grandes tendencias los efectos
anteriores, mismos que tienen que analizarse a profundidad con estudios de caso. La
privatización de los espacios públicos,39 la exclusión social y la intolerancia son
elementos, que además de los conocidos problemas de ineficacia y corrupción policiaca,
falta de aplicación de las leyes, contribuyen a desalentar la participación ciudadana. En
general se observa que el grado de consolidación de los comités y el grado de respuesta
ciudadana ante estos llamados a la participación dependen de varios aspectos:
d) Del tipo de actividad económica que se realiza pues zonas comerciales o bancarias
constituyen lugares de operación de los delincuentes, pero como a estas zonas
acude diariamente población flotante (proveniente de otras colonias o delegaciones)
y no son de uso residencial, la acción de los comités no procede.
Bibliografía
Chabat, Jorge (2010). La respuesta del gobierno de Felipe Calderón al
desafío del narcotráfico: entre lo malo y lo peor. Los Grandes Problemas de
México. Colegio de México, pag. 24.