Derecho Procesal Constitucional
Derecho Procesal Constitucional
Derecho Procesal Constitucional
CONCEPTO:
El recurso extraordinario actual deriva para Couture, del “recurso de mil y quinientas” que se
trataba de una segunda suplicación ante el rey de España, bajo la fianza de mil quinientas doblas.
Tenía que ventilarse ante la Sala especial del Consejo Supremo.
En diversos pronunciamientos, la Corte Suprema ha dicho que el R.E. por su fin y su naturaleza “es
un remedio excepcional de aplicación restrictiva. “Lo excepcional” surge “de la gravedad de la
función que por esa vía cumple la Corte”, y lo de “aplicación restrictiva” porque las normas del art.
14 de la Ley 48, como todas las atinentes a la competencia de los tribunales federales deben
interpretarse restrictivamente, en atención a la naturaleza excepcional de esa competencia. Es
correcto considerar “excepcional” al recurso extraordinario porque él no es un recurso común, y
porque es excepción al régimen recursivo ordinario.
La propia Corte Suprema declara, “ha sido instituido como el instrumento genérico para el
ejercicio de la función jurisdiccional más alta de esa Corte” mediante él la Corte ratifica su rol de
“custodio e intérprete final de la Constitución”
NATURALEZA:
El R.E.F. se clasifica como recurso y no como acción porque constituye un medio de impugnación
específico, que se promueve en sede judicial, contra actos de autoridad pública (sentencia), con un
trámite procesal previsto por el ordenamiento en vigor (art. 14 Ley 48) y de sustanciación reducida
(plazos reducidos). En cambio la acción procede contra actos de particulares o de autoridad en el
ámbito de sustanciación y efectos más amplios que el recurso y con plazos generalmente más
extendidos.
FINALIDAD. FINES.
Esta fue la meta inicial tal como se dio en la experiencia judicial estadounidense y argentina.
La Corte Suprema Argentina ha puntualizado en varias ocasiones tal objeto histórico. En autos
“Bacci C/ Chade” reconoció que tanto la ley 48 como su antecedente más significativo, la Judiciary
Act de 1.789 (Ley Judicial de los Estados Unidos) se propusieron “asegurar el predominio de la
autoridad de la Nación sobre los estados provinciales”
SEGUNDO FIN DEL R.E.F.: ASEGURAR LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCION NACIONAL SOBRE
AUTORIDADES FEDERALES Y PROVINCIALES.
Al R.E.F. se lo destino no sólo para defender al Estado Federal ante las provincias o los estados
locales sino también para mantener la supremacía constitucional frente a las sentencias de los
propios tribunales federales y frente a las leyes que dicta el Congreso Federal.
Una norma federal, en efecto, como un fallo judicial federal, pueden vulnerar la Constitución
Nacional tanto como una norma o una sentencia provincial. Este fin del R.E.F está perfectamente
enunciado por la Corte Suprema, por ejemplo en el caso “Basombrío”, donde el Tribunal indica
que la jurisdicción extraordinaria de la Corte por el R.E. “comprende esencialmente el control de
constitucionalidad de las normas y actos de autoridades nacionales y locales”
Las transformaciones que se han registrado por el R.E.F. en ésta última década sobre todo en el
desenvolvimientos de las sentencias arbitrarias ha llevado a utilizar “el viejo remedio federal” para
otros roles como son los de la casación general, concebida también en el sentido que cubre no
solo roles de derecho sino también de hecho. Comprende pues, situaciones próximas a la
casación clásica como una casación impura, bien que reservándose para supuestos de defectos
graves en el fallo objetado.
2° CUESTION FEDERAL.
CONCEPTO.
El objeto central de la Litis que se discute en la instancia abierta por el recurso extraordinario,
debe ser una “cuestión federal”, es decir cuando el asunto interesa al orden nacional. Si hay
“cuestión federal” o “caso federal” en juego aquel prosperará. La cuestión federal es la materia
sobre la cual versa el mencionado recurso, sólo procede contra sentencias definitivas en causas
donde se ha discutido una cuestión federal, apócope de la expresión “cuestión de derecho
federal”, que incidentalmente se emplea en otros fallos de la Corte y equivalente con las de
“derecho de carácter federal”, “cuestión de carácter federal, caso federal o punto de derecho
federal.
Son las que solamente tratan la interpretación de la Constitución Nacional, las leyes federales, los
tratados con las potencias extranjeras, las reglamentaciones y demás normas federales, y los actos
federales de las autoridades nacionales.
Para Imaz y Rey son “las que versan sobre la compatibilidad de una norma o acto, nacionales o
locales, con la Constitución Nacional. Hay aquí una confrontación entre la ley fundamental y una
norma o acto inferior a ella, de cualquier naturaleza que fuere. Estas a su vez pueden ser directas
o indirectas.
RELACION DIRECTA.-
El art. 15 de la Ley 48 dispone “cuando se entable el recurso de apelación que autoriza el artículo
anterior, deberá deducirse la queja con arreglo a lo prescripto en él, de tal modo que su
fundamento aparezca de los autos y tenga una relación directa e inmediata a las cuestiones de
validez de los artículos de la Constitución, leyes, tratados o comisiones en disputa”
El R.E.F. opera cuando media “cuestión federal”, pero no cualquier cuestión federal lo habilitará,
sino únicamente aquella cuyo análisis sea imprescindible para resolver la litis, es decir que tenga
conexión directa, inmediata o estrecha con la cuestión discutida básicamente en el proceso.
La Corte Suprema de Justicia enseña que para el otorgamiento del R.E.F. “es menester que la
cuestión federal oportunamente propuesta al tribunal de la causa se vincule de manera estrecha
con la materia del litigio, en forma tal que su dilucidación sea indispensable para la decisión del
juicio”. La cuestión federal tiene que perfilarse como “un aspecto central del debate judicial, y no
meramente accidental o lateral” cuya solución sea indispensable para sentenciar en el proceso. La
Corte ejemplifica esta directriz indicando que la relación estrecha existe si la solución de la causa
depende necesariamente de la interpretación que se dé de la cláusula cuestionada de la
Constitución o ley especial del Congreso , de tal forma que el pronunciamiento que ella dicte tenga
eficacia para modificar la sentencia recurrida por medio del R.E.F.-
SUFICIENCIA.-
SUSTANCIALIDAD. –
La relación directa entre la materia del pleito y la cuestión federal debe ser probada por quien
interponga el recurso extraordinario. Así lo puntualiza repetida jurisprudencia de la Corte
Suprema.
TRASCENDENCIA.-
A ésta institución se refiere el artículo 280 del C.P.C.N. en tanto prescribe, conforme al texto que
le imprimió la Ley 23.744 que “la Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de ésta
norma, podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando
las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”. A su vez el
artículo 285 del C.P.C.N. y de acuerdo con la modificación que le introdujo la ley citada dispone
que “si la queja fuere por denegación del recurso extraordinario, la Corte podrá rechazar este
recurso, en los supuestos y forma previstos en al artículo 280, párrafo segundo”.-
La potestad que conceden a la C.S. los arts. 280 y 285 del C.P.N. configura una de las
modalidades que puede revestir el rechazo o la declaración de inadmisibilidad del R.E.F. o de la
queja, exteriorizando el ejercicio de una jurisdicción negativa.
Las prescripciones de los tres incisos del art. 14. De la ley 48 contienen la expresa disposición que
el pronunciamiento objetado (sentencia recurrida) por medio del R.E. contenga una resolución
contraria al derecho federal en que se funda el recurrente. Para la Corte Suprema esa resolución
contraria al derecho federal invocada es un requisito indispensable para la viabilidad del R.E. En
efecto aquel art. dice que apelación extraordinaria solo será admisible en los siguientes casos:
1) Cuando el pleito se haya puesto en cuestión de validez de un tratado, y una ley del Congreso o
de una autoridad ejercida en nombre de la Nación, y la decisión haya sido contraria a su
validez.
2) Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de provincia se haya puesto en cuestión bajo
la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los Tratados o Leyes del
Congreso, y la decisión haya sido en favor de la validez de la ley o autoridad de provincia.-
3) Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, o Tratado o Ley del Congreso o
una Comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional, haya sido cuestionada y la
decisión sea contraria la validez del título, derecho, privilegio o exención que se funda en dicha
cláusula y sea materia del litigio.-
La duda, no radica tanto en la oportunidad de plantear la cuestión federal, sino por el contrario, si
alcanza para interponerla su mera “reserva”, o es necesario su concreto planteo. Ha sostenido
nuestro más alto Tribunal, ”para el correcto planteamiento de la cuestión federal, base del R.E.,
se requiere la mención concreta del derecho federal que se estima desconocido y su conexión con
la materia del pleito. Tal requisito no se cumple con la reserva del caso federal que formula el
recurrente para ocurrir en su oportunidad ante la Corte Suprema por vía del R.E.
La propia Corte Suprema señala “la mera reserva no es suficiente para la oportuna introducción de
a la cuestión federal, o bien, que “las cuestiones constitucionales base del recurso extraordinario
deben ser introducidas en forma concreta en la primera oportunidad posible en el curso del
procedimiento, requisito que no puede considerarse cumplido con la mera reserva de plantear la
cuestión federal formulada en el escrito de expresión de agravios.”
La Corte Suprema en todos los casos siempre requiere el planteamiento concreto de la cuestión
federal, pues de ese modo, al resultar debidamente articulada, y en la primera oportunidad
posible, lo que estamos haciendo es brindarle la oportunidad a los tribunales de la causa, que se
avoquen a ella y eventualmente la resuelvan.-
La forma de acceder a la CSJN, es por vía de su competencia originaria y exclusiva, en los casos
que enumera el art. 117 de la C.N., o bien a través de su competencia apelada fijada en el art. 116
de la C.N.
En este último supuesto existen como mecanismos el recurso ordinario de apelación ante la Corte,
que consagran los arts. 254 y 255 del C.P.C.N., y además los preceptos de la ley 24.463 que
establece una vía para aquellos caso atinentes a la seguridad social.
La otra variante está señalada por el R.E.F. que en consagra el art. 14 de la ley 48.
a) Entre quienes admiten expresamente que el recurso extraordinario genera una tercera
instancia Alsina y Epil.
b) En una posición intermedia, Ibañez Frocham puntualiza que cuando la Corte Suprema
casa el fallo por vía del recurso extraordinario “y dirime directamente el pelito, constituye
una nueva instancia, si bien de derecho”. También se convierte en tercera instancia la
Corte, agrega, cuando entra al examen de los hechos so pretexto de arbitrariedad o de
absurdos en la sentencia de segunda instancia.
c) Por su parte Garcia Meroy enseña que el recurso extraordinario no habilita una tercera
instancia de plena apelación, puesto que dicho tramo está circunscripto a la “cuestión
federal” debatida. Sería una tercera instancia reducida o restringida.
CONCEPTO.
El R.E.F. procede:
1) Cuando el pleito se haya puesto en cuestión de validez de un tratado, y una ley del Congreso o
de una autoridad ejercida en nombre de la Nación, y la decisión haya sido contraria a su validez.
2) Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de provincia se haya puesto en cuestión bajo
la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los Tratados o Leyes del Congreso, y
la decisión haya sido en favor de la validez de la ley o autoridad de provincia.-
3)Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, o Tratado o Ley del Congreso o una
Comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional, haya sido cuestionada y la decisión sea
contraria la validez del título, derecho, privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea
materia del litigio.-
ORIGENES.-
La misma Corte Suprema ha señalado que el “el art. 14 de la Ley de jurisdicción y competencia del
año 1863 ha sido tomado de la ley americana del 24 de septiembre de 1789 Judiciary Act, sección
25, capítulo 50.
REGULACION.
El art. 15 de la Ley 48 dispone “cuando se entable el recurso de apelación que autoriza el artículo
anterior, deberá deducirse la queja con arreglo a lo prescripto en él, de tal modo que su
fundamento aparezca de los autos y tenga una relación directa e inmediata a las cuestiones de
validez de los artículos de la Constitución, leyes, tratados o comisiones en disputa”
El R.E.F. opera cuando media “cuestión federal”, pero no cualquier cuestión federal lo habilitará,
sino únicamente aquella cuyo análisis sea imprescindible para resolver la litis, es decir que tenga
conexión directa, inmediata o estrecha con la cuestión discutida básicamente en el proceso.
La Corte Suprema de Justicia enseña que para el otorgamiento del R.E.F. “es menester que la
cuestión federal oportunamente propuesta al tribunal de la causa se vincule de manera estrecha
con la materia del litigio, en forma tal que su dilucidación sea indispensable para la decisión del
juicio”. La cuestión federal tiene que perfilarse como “un aspecto central del debate judicial, y no
meramente accidental o lateral” cuya solución sea indispensable para sentenciar en el proceso. La
Corte ejemplifica esta directriz indicando que la relación estrecha existe si la solución de la causa
depende necesariamente de la interpretación que se dé de la cláusula cuestionada de la
Constitución o ley especial del Congreso, de tal forma que el pronunciamiento que ella dicte tenga
eficacia para modificar la sentencia recurrida por medio del R.E.F.-
Art. 16. En los recursos de que trata los dos artículos anteriores, cuando la Corte Suprema
revoque, hará un declaratoria sobre el punto disputado y devolverá la causa para que sea
nuevamente juzgada.; o bien resolverá sobre el fondo, y aún podrá ordenar la ejecución
especialmente si la causa hubiese sido una vez devuelta por idéntica razón.-
CONCEPTO.
La Corte Suprema ha elaborado un ámbito excepcional de acción del recurso extraordinario que es
el de las sentencias arbitrarias. La sentencia arbitraria tiende a asumir la condición de cuestión
federal, configurando a ésta, presentándose como materia del R.E.F.
“La sentencia arbitraria origina cuestión federal que habilita la intervención del alto tribunal”, por
medio del recurso extraordinario. La cuestión federal, en su consecuencia, surge de la sentencia
arbitraria, aunque lo decidido en esa sentencia trate de temas de derecho no federal”
El recurso extraordinario por arbitrariedad reviste carácter excepcional y abre una tercera
instancia ordinaria donde puedan discutirse decisiones que se estimen equivocadas, no pretende
asimismo sustituir el criterio propio de los jueces de la causa por el de la Corte Suprema.
ORIGEN JURISPRUDENCIAL.-
El Caso “Rey c / Rocha” del año 1.909, hace nacer la noción de sentencia arbitraria, descubriendo
en los mencionados autos la primera definición precisa de lo que es sentencia arbitraria. Aunque
en este caso concreto la Corte no revocó el fallo, por estimar improcedente el recurso
extraordinario, dijo de todo modos que “el requisito constitucional de que nadie puede ser
privado de su propiedad, sino en virtud de sentencia fundada en ley, da lugar a recursos ante esta
Corte en los casos extraordinarios de sentencias arbitrarias, desprovistas de todo apoyo legal,
fundadas tan sólo en la voluntad de los jueces.
Son arbitrarias las resoluciones judiciales que reforman, derogan, inaplican, mutilan, alteran o
crean intencionalmente un texto legal.
Son fallos que carecen de fundamento normativo, puesto que las sentencias judiciales “deben
expresar el derecho que rige el caso”.-
Son arbitrarios los fallos que se evaden de los precedentes de la Corte sin aportar nuevo
fundamentos que justifiquen modificar aquel criterio emitido en su carácter de intérprete final de
la Constitución y de las leyes dictadas en su consecuencia, especialmente si una parte invocó tal
jurisprudencia.-
Es el caso de los fallos que invocan una norma que es extraña a la Litis.
Una sentencia que se basa en una norma que no debía aplicarse al litigio, por razones
“cronológicas” (no regía la cuestión debatida porque estaba derogada o no había entrado todavía
en vigencia) incurre en ausencia de fundamentación normativa válida.
Similar a los fallos que aplican una norma impertinente, el juez cita jurisprudencia para avalar su
decisión, pero tal antecedente no responde básicamente al problema debatido en autos.
Es la sentencia arbitraria que puede emplear la norma pertinente, pero que la interpreta o aplica
mal. La interpretación puede ser errónea, impropia, injusta, irrazonable.
CONCEPTO Y ORIGENES.
El concepto de gravedad institucional h asido construido pretorianamente por la Corte Suprema.
Primero en ocasión del recurso extraordinario. Es un instituto peculiar no bien definido, puede
operar al menos de cinco maneras diferentes:
El derecho judicial argentino ha elaborado una verdadera norma ( especie de art. 14 bis, ley 48)
que podemos definir: “A criterio discrecional de la Corte Suprema, con observancia o no de los
requisitos de admisión formal, procederá también el recurso extraordinario cuando-cualquiera sea
la índole del litigio- la decisión cuestionada involucre un asunto de interés institucional.
Esta norma obedece a la siguientes pautas: operatividad de la gravedad institucional como nueva
causal del recurso extraordinario, y como mecanismo de ablandamiento de los requisitos formales
de admisión del recurso, y plena discrecionalidad de la Corte Suprema en la aceptación o rechazo
de dicha gravedad institucional, en los casos concretos.
REQUISITOS.
La aplicación de ésta doctrina es cuando en la Litis bajo examen el asunto discutido compromete
las instituciones básicas de la Nación, las instituciones fundamentales del país o las “bases misma
del Estado”, o la recta administración de justicia”, incluyendo el principio de división de poderes.
CONCEPTO
La “apelación per saltum” ha ocupado su lugar en el derecho argentino, primero por varias
iniciativas legislativas, como el proyecto de la cuestión designada por el Ministro de Justicia en los
años ochenta, cuyo texto decía: “ Cuando excepcionalmente un caso pendiente de resolución
recaiga revista un interés general o público y gravedad institucional, la Corte Suprema, de oficio,
podrá prescindir del requisito de procedencia formal del recurso, a los efectos de un inmediato
pronunciamiento, si la resolución no admite demora alguna”.
El caso “Margarita Belen” la Corte Suprema entró a meritar sobre la apelación per saltum y lo
hace con distintos votos, la mayoría lo juzgó según el art. 116 y 117 de la C.N., no podían
prescindir de sus términos y por ende ni por competencia originaria y exclusiva ni por vía de
apelación ordinaria y extraordinaria reguladas por la ley podía conocer per saltum.
El caso “Dromi”, más conocido como el caso Aerolíneas Argentinas, en él se discutía el proceso de
privatización de la empresa. Es el caso que admitió explícitamente el instituto del per saltum, en
materia de recurso extraordinario.
Este caso es una acción de amparo interpuesta por el diputado nacional Dromi. Iniciadas las
actuaciones tramitadas en un juzgado de primera instancia, Dromi hizo dos presentaciones ante la
Corte Suprema . La primera solicitó la avocación al alto tribunal fundándose en tres motivos
sustanciales: existencia de gravedad institucional, conflicto de poderes, ante la invasión por parte
de la justicia de atribuciones reservadas del Poder Ejecutivo; y empleo de la ley 23.774 de writ of
certiorari en forma contraria, es decir si ésta ley faculta a la Corte Suprema a desestimar el planteo
del recurso extraordinario sin intrascendencia, eso significa que le otorga la facultad de avocarse a
atender las causa donde hubiese trascendencia. Luego a ésta presentación y habiéndose dictado
sentencia admisoria del amparo en el juzgado de primera instancia, Dromi planteó el recurso de
apelación ante la Corte Suprema, sin especificar si era una apelación ordinaria o extraordinaria
ante la Corte, o si se trataba de la apelación contra una sentencia de amparo dictada ante la
primera instancia (art. 15 de la Ley de Amparo 16986).
Ante esos planteos la Corte dictó un auto primero suspendiendo los efectos de la sentencia
apelada, posteriormente emitió sentencia sobre el fondo del asunto, aceptando por mayoría la
articulación del per saltum y revocando el fallo apelado.-
REQUISITOS DE PROCEDENCIA.
Se indica en el considerando 10 de Dromi, cosa que implicaría la no operatividad del per saltum,
por la Corte Suprema nacional, en actuaciones tramitadas ante jueces de provincia.
La directriz dada por la Corte Suprema exige la existencia de temas de derecho federal y gravedad
o interés institucional en su “sentido más fuerte”, subraya la Corte doctrina que exime de
cumplimiento de los recaudos formales en la viabilidad, interposición y diligenciamiento del
recurso extraordinario. Esa gravedad institucional debe ser “inequívoca” y “extraordinaria” y
aparecer como manifiesta evidencia.
Artículo 257 bis: Procederá el recurso extraordinario ante la Corte Suprema prescindiendo del
recaudo del tribunal superior, en aquellas causas de competencia federal en las que se acredite
que entrañen cuestiones de notoria gravedad institucional, cuya solución definitiva y expedita sea
necesaria, y que el recurso constituye el único remedio eficaz para la protección del derecho
federal comprometido, a los fines de evitar perjuicios de imposible o insuficiente reparación
ulterior. Existirá gravedad institucional en aquellas cuestiones sometidas a juicio que excedan el
interés de las partes en la causa, proyectándose sobre el general o público, de modo tal que por su
trascendencia queden comprometidas las instituciones básicas del sistema republicano de
gobierno o los principios y garantías consagrados por la Constitución Nacional y los Tratados
Internacionales por ella incorporados. La Corte habilitará la instancia con alcances restringidos y
de marcada excepcionalidad. Sólo serán susceptibles del recurso extraordinario por salto de
instancia las sentencias definitivas de primera instancia, las resoluciones equiparables a ellas en
sus efectos y aquellas dictadas a título de medidas cautelares. No procederá el recurso en causas
de materia penal.
FORMA, PLAZO, TRAMITE Y EFECTOS Artículo 257 ter: El recurso extraordinario por salto de
instancia deberá interponerse directamente ante la Corte Suprema mediante escrito fundado y
autónomo, dentro de los diez (10) días de notificada la resolución impugnada. La Corte Suprema
podrá rechazar el recurso sin más trámite si no se observaren prima facie los requisitos para su
procedencia, en cuyo caso proseguirá la causa según su estado y por el procedimiento que
corresponda. El auto por el cual el Alto Tribunal declare la admisibilidad del recurso tendrá efectos
suspensivos respecto de la resolución recurrida. Del escrito presentado se dará traslado a las
partes interesadas por el plazo de cinco (5) días notificándolas personalmente o por cédula.
Contestado el traslado o vencido el plazo para hacerlo, la Corte Suprema decidirá sobre la
procedencia del recurso. Si lo estimare necesario para mejor proveer, podrá requerir al Tribunal
contra cuya resolución se haya deducido el mismo, la remisión del expediente en forma urgente.
Como principio, el per saltum parece estar pensado para omitir la intervención de la Cámara
(Federal y Nacional) de apelaciones: de lo resuelto por un juzgado de primera instancia, se irá
directamente a la Corte Suprema Justicia de la Nación (Caso Dromi).
El saltum de un juzgado o cámara provincial de la Corte Suprema Federal no sería factible, en
principio, al funcionar únicamente en la esfera del Poder Judicial de la Nación, atento al consid. 10
de “Dromi”
b) TIEMPO.
Aparentemente, el término para interponer el per saltum no excede el previsto en el art. 257 del
CP.C.N. (Considerando 1 de “Dromi”) para articular el recurso extraordinario. El per saltum es el
mismo recurso extraordinario federal, pero omitiendo las instancias previas a la Corte.
c) TRASLADO:
En “Dromi” se corrió traslado del escrito de petición de per saltum, en resguardo a la igualdad de
las partes, habría que tomar aquella decisión como pauta regular. Para quienes admiten la
articulación del recurso extraordinario per saltum ante el juez de primera instancia, sería este
magistrado quien debería correr tal traslado.
El per saltum funciona como una especie de avocación, optativa para la Corte; de ahí que el
presentante de un recurso extraordinario per satum no tendría ningún derecho subjetivo a que la
Corte deba conocer en él, y si el alto tribunal no desea hacerlo, de nada podría (jurídicamente)
quejarse.
En “Dromi”, la Corte decidió “suspender la ejecución de los efectos de la sentencia apelada”, antes
de expedirse sobre la admisión formal del per saltum. Invocó gravedad institucional y posibilidad
de perjuicio irreparable.
Parece inferir que la Corte puede suspender la ejecución de la sentencia objetada, de darse a
aquellos extremos.