Escuelas y Exponentes Manuel Miguel Ruiz Muñoz

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1.

INTRODUCCIÓN A LA GRAFOLOGÍA
La palabra grafología viene de los vocablos griegos graphos (escritura) y logos (tratado).
La escritura es la fotografía de los movimientos cerebrales y al escribir se fija en el papel un
gesto interior. Existe una dinámica y estrecha relación entre el cerebro y los gestos. Cuando se
realizan los movimientos voluntarios e involuntarios en el momento de la escritura, todos los
músculos ejecutan la orden que a través del sistema nervioso imparte el cerebro. La escritura
resultante revela las tendencias conscientes e inconscientes que hay en la psiquis de esa
persona. La Grafología toma a la escritura como un todo, y de este modo interpreta pasando al
consciente el significado inconsciente de los grafismos de quien escribe, revelando así las
características elementales del psiquismo del ser humano. La Grafología es una técnica, además
de una rama o disciplina de la Psicología con carácter científico, que tiene por objeto el estudio
de los diferentes aspectos psicológicos a través de la escritura.
Para la grafología, el análisis grafológico se basa en la interpretación de factores
escriturales, tales como inclinación, dirección, forma, dimensión, velocidad, presión,
continuidad y orden. En esta disciplina cualquier tipo de accidente gráfico como: invasión de
zonas (márgenes), temblores, borrones, tachaduras o enmiendas, fracturas de letras, puntos
fuera de lugar, retoques de letras, mayúsculas sobre alzadas, achiques o agrandamiento de
letras, palabras o letras inconclusas, etc., son elementos que revelan la clave para definir el
conflicto íntimo de ese acto fallido en la escritura.
Cuando a uno le enseñan a leer de pequeño, uno aprende de la misma forma que fue
enseñado. Sin embargo al escribir, no hacemos las letras exactamente igual como nuestra
maestra de primaria nos dijo. Comenzamos con algunos garabatos tiernos y redondeados, para
luego darle nuestra impronta y terminando por adquirir una letra única, personal, absolutamente
individual y que no es igual a la de nadie.
En su forma más específica, la grafología puede obtener un informe psicológico completo y
en profundidad de la persona que se ve sometida a este estudio, analizándose características
intelectuales (agilidad mental, capacidad de síntesis, claridad de ideas, intuición, lógica,
creatividad, etc.), aptitudes para el estudio y trabajo, en lo relativo a capacidades (intensidad
laboral, constancia, diligencia, concentración, memoria, entre otras), como también las
aptitudes que adopta el analizado ante el mismo ( práctica o teórica, grado de orden, detallismo,
puntualidad, capacidad de organización, dotes de mando, iniciativa, decisión, nivel de
aspiraciones, etc.). También con el estudio de todas las características de los niveles de
personalidad; es decir, si la persona es más o menos intro o extrovertida, si se deja llevar por
los sentimientos o si es racional, cómo es su estado de ánimo, la energía interna de que dispone
o la fuerza de su “yo”, su autoestima, si es capaz o no de controlarse, la confianza y conciencia
que tiene de sus propias capacidades, etc.
Además, es posible incluir en el informe grafológico un estudio de las alteraciones de la
personalidad, si las hubiera. En efecto, son detectables mediante la grafología la existencia de
neurosis (pudiéndose especificar si son de angustia, obsesivas, histéricas, depresivas), de
psicosis (como la paranoia, la bipolaridad, la esquizofrenia) o de psicopatías, como tendencias
suicidas y drogodependencias.
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2. APLICACIONES DE LA GRAFOLOGÍA
La grafología consiste en el estudio de las variables y rasgos característicos que presenta
un grafismo y habitualmente de la escritura manuscrita. Ahora bien, una vez identificados los
rasgos y las variables que forman parte de la «fisonomía» de una escritura, la grafología
científica ofrece diversas alternativas que no son otra cosa que las diferentes ramas aplicadas de
esta disciplina.
Estas ramas o aplicaciones principales, así como una descripción de ellas, podrían
resumirse en dos:
- Psicografología. Consiste en las connotaciones y correlaciones que guardan los
diferentes signos y manifestaciones del grafismo con la psicología del sujeto escribiente, esto
es, con su personalidad, motivaciones, valores, emociones, estados de ánimo, trastornos y
desequilibrios...
Dentro de este ámbito las aplicaciones son múltiples: evaluación psicológica (estudio de
los aspectos psicológicos a través de la escritura), selección de personal y recursos humanos,
grafología infantil (que estudia el desarrollo de la habilidad gráfica en correspondencia con la
edad cronológica y el equilibrio psicofísico del niño) y reeducación gráfica.
- Pericia caligráfica. Se trata de la contribución a las ciencias forenses o judiciales más
importante y habitual de la grafología. Consiste en determinar la autoría de un grafismo
(habitualmente una firma o un texto manuscrito) mediante el cotejo o confrontación entre las
características grafonómicas de la firma o texto cuestionado y las que corresponden al presunto
autor (dubitada e indubitadas respectivamente). Por otro lado no sólo se centran en documentos
manuscritos, sino en el estudio de otra serie de documentos en otros soportes
(documentoscopia).
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3. HISTORIA DE LA GRAFOLOGÍA
Antecedentes históricos de la grafología:
- Existen numerosas referencias y citas antiguas que indican una inquietud latente por la
interpretación de la escritura:
En China y Japón, en el año 1.000 a.C. se practicaba cierta forma de estudio grafológico,
basando el análisis en el espesor, rigidez y flexibilidad de algunas líneas. Kuo Jo-hsu (1060–
1110 a. C.) concedió toda su importancia a la escritura cuando señaló: “la escritura muestra
indefectiblemente si procede de una mente noble o de una persona vulgar”.
Una de las primeras referencias a la importancia de la escritura fue hecha por el filósofo
griego Aristóteles (384-322 a.C.) cuando dijo: “Como el razonamiento revela las concepciones
del alma, así la escritura revela el razonamiento y la concepción”. Anticipó que la escritura
revelaba rasgos del carácter y la personalidad.
Otro importante referente histórico se halla en la obra del historiador romano Cayo Suetonio
Tranquilo (69 –140 a.C.) que, en su famosa obra “Vida de los Césares”, incluyó análisis
grafológico de los principales gobernantes romanos: “No pone un guión y continúa en la línea
siguiente, aunque esto signifique tener que apretujar las letras, sino que se limita a estrecharlas
y a curvar el final de la línea de abajo”.
Fue precisamente el médico renacentista español J. Huarte de San Juan (patrón de la
psicología en España) quien, en su libro publicado en 1575 y traducido a varios idiomas
“Examen de ingenios para las ciencias”, primero reseñó las posibilidades del análisis
grafológico para relacionar tipos de escritura y rasgos de personalidad, así como perfiles
tipológicos y temperamentales afines a distintas profesiones y oficios. Huarte de San Juan
entiende la escritura como un test destinado a la orientación profesional (Gille-Maisani, 1991).
De sus explicaciones se pueden sacar algunas conclusiones:
- En la escritura se descubren las capacidades artísticas e imaginativas, así como las
comúnmente denominadas "de letras".
- De la buena letra no se infiere necesariamente una gran cultura.
- No es fácil "cambiar la letra" para despistar a un posible observador grafólogo.
- La escritura deformada en relación al alfabeto aprendido inicialmente lo es por la fuerza
del subconsciente y es la expresión de la personalidad peculiar de su autor.
- La escritura modélica no es exponente de una personalidad desarrollada.
- El cambio de escritura a efectos grafoterápicos exige mucha paciencia, tiempo y
entrenamiento, hasta suplantar los rasgos "deficientes" por los rasgos "eficientes".
En 1622 Camilo Baldo (profesor de Filosofía de la Universidad de Bolonia, Italia) escribe
su tratado: “Trattato come de una lettera misiva si cognoscano la natura e qualitá dello
scrittore” (“Tratado de cómo, de una carta, se conoce la naturaleza y la cualidad del
escritor”). Comienza a perfilar los primeros hallazgos grafopsicológicos y las posibilidades de
estudio de la escritura personal.
Johann Caspar Lavater fue un teólogo suizo nacido en Zürich el 15 de noviembre de
1741. Su obra más importante publicada en 1775 se denomina "Ensayos sobre Fisionomía para
promover el amor hacia la Humanidad". Define a la fisiognomía como
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la ciencia que descubre el carácter a través de los rasgos, y en esta obra dedica unas ocho
páginas a la relación de la escritura con el carácter del que escribe.
- La figura que por primera vez otorga con sus investigaciones carácter científico a la
grafología es Jean-Hippolyte Michón (considerado padre de la grafología) con la
sistematización del estudio de las variables grafológicas y con la aplicación de un protocolo de
análisis, y también su continuador Jules Crépieux-Jamin, quien emprende una importantísima
labor clasificadora de los tipos de escritura en función de siete categorías (posteriormente ocho)
que él denominó “géneros gráficos” (tamaño, forma, orden, velocidad, dirección, presión y
continuidad).
Jean-Hippolyte Michón, abate, nació en 1806 y fundó en París, en el año 1871, una
Sociedad de Grafología y una revista dedicada a su difusión. Fue hombre de inmensa cultura,
de espíritu intuitivo y sagaz, de vastísimas actividades, entre las cuales descolló este
descubrimiento. Tuvo una admirable discípula y colaboradora en Emilia de Vars. Sin embargo,
como hemos mencionado anteriormente, aun cuando fue él, en efecto, quien descubrió y
sistematizó la mayor parte de las significaciones de los caracteres manuscritos, muchas
inteligencias escogidas y clarividentes habían adivinado antes de Michón la expresión
reveladora de la escritura.
En 1885 aparece Jules Crépieux-Jamin, discípulo de Michón, quien coordinó los
resultados de éste y fijó otras leyes para la clasificación e interpretación de los géneros.
Asimismo relacionó la escritura con la mímica del cuerpo. Sus obras, producto de largas
experiencias, son “Tratado práctico”, “La escritura y el carácter”, “La edad y el sexo en la
escritura”, “Los elementos de la escritura en los canallas” y finalmente el “ABC de la
grafología”. Crépieuix-Jamin era una persona con un profundo sentido de observación, una
excepcional sagacidad y un sentido riguroso del método, del orden y de la claridad distintiva.
En la escritura se consideran siete especies o elementos principales, brillantemente catalogados
en su momento por él. Si bien las investigaciones en el área del grafoanálisis han avanzado
enormemente desde los tiempos de Jamin, sus bases han sido tan sólidas, que aún siguen
teniendo vigencia y resultando de gran valor y utilidad al momento del análisis.
Otro autor de relevancia en la escuela francesa es Edmundo Solange Pellat, quien
estableció las Leyes de la Escritura:
1. El gesto gráfico depende directamente del cerebro.
2. A medida que avanza el escrito la persona se concentra cada vez menos en la acción de
escribir y se va centrando en lo que se escribe. Esto “descuida” de alguna manera los rasgos
de la grafía y nos permite observar los aspectos más inconscientes.
Al principio de las palabras, las frases y los párrafos nos encontramos con el Yo
consciente; al final, con el Yo inconsciente.
3. No se puede trampear o disfrazar el escrito. El grafólogo experto reconocerá los
esfuerzos realizados a tales efectos.
En 1900, Ludwig Klages, filósofo alemán, recogió lo de sus antecesores e inició así su
propia escuela, basada en la esencia de que la escritura es la expresión gráfica del conflicto que
yace en el individuo entre lo mental, por un lado, y los impulsos naturales y síntomas que
resultan de la actividad humana, por el otro. Desarrolló una nueva ciencia de la expresión que
postulaba leyes y principios por los que se regían la grafología, el movimiento expresivo y la
caracterología. Pensaba también que la ley básica de la
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expresión consiste en que cada movimiento físico de carácter expresivo pone de relieve las
tensiones e impulsos de la personalidad. Resaltó la importancia de evaluar intuitivamente el
ritmo de un texto escrito y llegar de ese modo al “nivel morfológico”. Klages fundó la Sociedad
Alemana de Grafología y de este modo se inicia la era científica de esta disciplina. Sus obras
son “Problemas de grafología”, “Fundamentos de la ciencia y el carácter”, “Expresión del
carácter en la escritura”.
Otro maestro, considerado uno de los genios de la grafología moderna, es el suizo doctor Max
Pulver, quien introdujo la psicología en el análisis de la escritura. En 1931 publicó su famosa
obra “El simbolismo del espacio”. Tomando la teoría psicoanalítica de Freud, Pulver
expresaba: “Que el que escribe confecciona su propio retrato”, haciendo referencia a que en la
escritura se refleja la vida consciente e inconsciente de quien escribe. El mayor mérito es haber
encontrado las leyes generales de interpretación que simplifican la labor del grafólogo. Reúne
la intuición de Michón, la construcción sistemática de Crepieux-Jamin y la sensibilidad
simbólica de Klages. Redujo todas las teorías y enseñanzas de la grafología a la fórmula
siguiente: “la escritura es el camino que conduce desde el Yo al Tu; el puente por el que pasa
la comunicación desde el ego al medio”. El doctor Max Pulver incorporó a la Grafología el
estudio de los diversos símbolos que se reflejan en la escritura. Según su teoría, el hombre se
mueve andando entre el cielo y el abismo. Dios, lo espiritual, lo noble tiene que ver que lo alto,
haberse elevado por sobre las pasiones; vale decir, que en la parte alta del espacio gráfico,
ocupado por las prolongaciones superiores de las letras se manifiesta el plano mental, lo
abstracto, el mundo de las ideas, las utopías, lo religioso, todo lo consciente.
En la parte baja de la escritura, ocupada por las prolongaciones inferiores de las letras, se
pone de manifiesto todo lo corporal, las necesidades orgánicas, lo biológico, la motricidad, la
libido, los impulsos, lo abismal, lo material, lo concreto, lo instintivo, todo lo inconsciente.
En la parte central, ocupada por óvalos y la zona media de las letras, se ubica la
personalidad, el Yo y todas las vivencias espirituales y materiales teñidas por los afectos y las
emociones.
En Occidente se escribe de izquierda a derecha, por eso para Max Pulver, la parte
izquierda o inicial representa el pasado, uno mismo, el ayer, los recuerdos de la infancia, la
madre, la introversión; y la parte final o derecha simboliza el futuro, los proyectos, el
porvenir, las realizaciones, el padre, la comunicación con los demás, la sociedad, la
extraversión.
Estos cuatro vectores se aplican en cada letra, en cada palabra, en cada línea y en la página del
escrito y deben analizarse en forma conjunta, nunca separadamente.
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4. LA GRAFOLOGÍA EN ESPAÑA
Matilde Ras (1881-1968), discípula de Crépieux-Jamin, introduce la grafología en España,
siendo una figura muy acreditada en España y en Hispanomérica. Antigua profesora de
grafología practica en el Instituto Internacional de Boston en Madrid. Es autora de: “Grafología
(Las grandes revelaciones de la escritura)” “La inteligencia y la cultura en el grafismo”
“Historia de la Escritura y Grafología”, “Los artistas escriben” y “Grafopatología”. En 1946
editó su diario “El Retrato Grafológico” donde hace un estudio en síntesis y la base
indispensable para tratarlo prácticamente todo. Igual que en la pintura existe el arte del retrato,
Matilde Ras hace un estudio de los perfiles vivos y gesticulantes de la fisonomía anímica.
Augusto Vels (1917-2000). Su verdadero nombre era Alfonso Velasco Andreo. Diplomado
en Grafopsicología y Grafopatología por la Universidad Complutense de Madrid, desde 1940 a
1971 obtiene 34 diplomas nacionales y extranjeros de Centros de Enseñanza de psicología y
grafología. En 1986 funda la “Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España” y es
nombrado Presidente de Honor. Fue el fundador en 1986 de la Agrupación de Grafoanalistas
Consultivos y el creador del Método de Grafoanálisis que lleva su nombre. Su primer libro
“Tratado de Grafología” se publica en 1945. Su obra cumbre fue, sin lugar a dudas, "Escritura
y personalidad", de 1961, pero cuenta además con otras obras no menos importantes como "El
lenguaje de la escritura" de 1949; "Cómo ser importante" de 1957; "Diccionario de Grafología
y de términos psicológicos" de 1972; "Grafología estructural y dinámica" de 1994; "Manual de
Grafoanálisis" de 1991; "Rostro y personalidad"; "Test Proyectivos gráficos"; "La Selección
de Personal y el Problema Humano en las Empresas" de 1970, y "Grafología de la “A” a la
“Z” editada poco antes de su fallecimiento.
Mauricio Xandró, Grafólogo nacido en Bilbao, y radicado en Madrid. Es uno de los
escritores más fecundos de la historia grafológica española. Fundador y Presidente de la
Sociedad Española de Grafología El interés de Xandró por la grafología comenzó hacia los
años cuarenta, estudiando las obras de Rochetal y de Crepieux-Jamin. En 1948, realizó un curso
en el Centro Belpost-Tecnopost de Barcelona, siendo su maestro el profesor Augusto Vels.
Como no podía ser de otra manera, pasó de manos de un gran maestro a otro, ya que
complementó, poco más tarde, sus estudios de grafología con Matilde Ras, pionera e
introductora de la grafología en España, de la cual recibió clases particulares. Curioso
insaciable de la Grafología, no ha parado de estudiar, de investigar y de dedicarse a la
divulgación y docencia de la misma por diferentes medios: cursos, conferencias, seminarios
internacionales, colaboraciones en prensa, radio y televisión, etc. Algunas de sus obras son:
“Grafopatología”, “Grafología y Psicología”, “Análisis Grafológico Sencillo”, “Grafología
Elemental”, “Grafología Superior”, “Grafología para todos”.
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5. PRINCIPALES ESCUELAS GRAFOLÓGICAS
Destacar las principales Escuelas, cuyos trabajos de investigación han dado origen a las
leyes que constituyen los cimientos de esta técnica. Es indudable que si aplicásemos
inflexiblemente estas leyes, sin tener en cuenta la mayor o menor incidencia de los demás
rasgos gráficos, obtendríamos resultados falibles y escasamente coincidentes con la realidad.
Sin embargo, si partimos de las reglas y realizamos una combinación objetiva e inteligente de
sus postulados con las peculiaridades de cada grafía, el éxito en el diagnóstico será permanente
y no esporádico. Las aportaciones de las Escuelas Clásicas constituyen los fundamentos
grafológicos y son los artífices esenciales de los continuos avances de esta ciencia.
▪ ESCUELA MIMICA
Francia es el país donde nace y se desarrolla este movimiento. El abate Michón y
esencialmente sus discípulos y otros muchos grafólogos universales consideraron que el
hombre es un ser gesticulante y que su escritura es fiel reflejo de su mímica. Extraigo de la obra
«Curso Completo de Grafología» del Profesor Mauricio Xandró, algunos párrafos donde se
exponen con claridad los postulados de esta Escuela:
«La Escuela Clásica Francesa se basa elementalmente en la mímica y para sus componentes
el escritor hace micro-gestos al escribir». «Lo contrastaron, como aún se hace modernamente
en algunos casos, por hipnosis». «Así llegaron a la conclusión de que los cuatro movimientos
primarios que hacen el hombre y los animales se ven: en la dirección de las líneas ascendente y
en los gestos hacia arriba, la alegría y la euforia; en los gestos hacia abajo la depresión y el
cansancio. Los movimientos hacia la derecha también son primarios. Hacia adelante vamos
cuando queremos aproximarnos a los demás por afecto o por deseos de agresión. Pero,
asimismo, en la inclinación hacia la izquierda advertimos la prudencia, el recelo y la frustración
afectiva».
A través de estos estudios e investigaciones se fueron configurando las leyes grafológicas
de esta Escuela, por las que se regían los estudiosos de esta técnica. Una de las primeras figuras
fue Edmundo Solange Pellat, doctor y grafólogo, fallecido en 1931, quien hizo una
investigación completísima de las leyes que rigen los movimientos cerebrales al manifestarse
en la escritura. La lectura de las obras de Michón originó que un joven discípulo suyo Jules
Crepieux-Jamin, estudiante de arqueología, se interesase por la técnica grafológica y continuase
con las investigaciones del maestro, perfeccionando su sistema rudimentario y solventando las
dificultades de interpretación y posibles errores que el abate había mantenido. De esta forma
crea su propio método. Este método salta por encima del signo fijo, proclamado por Michón,
desintegrando el automatismo que éste otorgaba al análisis de la escritura, privándole, por
tanto, del sentido dinámico y vital del conjunto. Para Crépieux-Jamin solamente la
combinación de todos los factores de la escritura le da su verdadera expresión y considera la
escritura como una sucesión de gestos reducidos que, por primera vez, había citado E. Hocquart
en 1812.
Crépieux-Jamin trata de definir cada grafía basándose en la consideración de siete géneros:
tamaño, forma, velocidad, presión, dirección, continuidad y orden. Estos géneros, a su vez,
están divididos en especies. (Por ejemplo, dentro del género presión
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están contenidas las especies de ligera, firme, pesada, etc.). Cada especie se subdivide en
modos, que constituyen el signo más pequeño de la escritura.
▪ ESCUELA SIMBOLICA
Nace en Suiza y su principal representante es Max Pulver. El doctor Max Pulver, psicólogo
y grafólogo, nace en 1889 y fallece en 1952. Fue amigo de Jung, contactó con Hemann
Rorschach y fue miembro integrante del Instituto de Psicología aplicada de Zurich. Pronto se
sintió atraído por las corrientes del psicoanálisis y tomando como fuente principal las
aportaciones del caracterólogo Klages, amplió y modernizó las citadas aportaciones con su
teoría centrada en los impulsos del subconsciente. Resaltó la importancia que representan en el
comportamiento humano los contenidos que reposan en el inconsciente colectivo y que el
individuo adquiere por la herencia.
Mantiene que toda persona, por el mero hecho de existir, resulta forzosamente
condicionada por su origen y se mueve y actúa entre símbolos ancestrales (teoría mencionada
anteriormente).
Estos símbolos, si bien son los más representativos de esta Escuela, no por ello son
exclusivos. Es evidente que existen otros muchos a los que el grafólogo debe dar el valor
psicológico adecuado. El papel, por ejemplo, simboliza el tiempo y el espacio de que
disponemos. El texto de la carta simboliza el «yo social» y la firma «el yo íntimo».
Las aportaciones de Max Pulver son consideradas de máximo interés por los grafólogos
contemporáneos. En 1950 fundó la Société Suisse de Grafologie, cuyos miembros han
alcanzado un alto nivel profesional.
▪ ESCUELA RITMICA
De igual forma que la Escuela Francesa considera la mímica, la expresión gráfica como el
factor básico para acceder al estudio grafológico, la Escuela Alemana, siguiendo las
indicaciones y descubrimientos del filósofo, caracterólogo y grafólogo Ludwig Klages (1872-
1956), concede al movimiento, al ritmo de la escritura un valor esencial en su análisis. Klages
considera, asimismo, la forma de vital importancia y centra su método en el nivel morfológico
que se evalúa de acuerdo con el ritmo, pero, a pesar de ello, su sistema está continuamente
salpicado de interpretaciones caracterológicas, debido a la importancia que concedía al estudio
del carácter.
Por otra parte, Klages, que sin lugar a dudas es la figura más representativa del movimiento
grafológico alemán, resalta los aspectos positivos y negativos en la escritura, denominando con
el término «Form Niveaux» el índice de valor supremo que puede contener una grafía. Así, una
escritura, que en su conjunto, es rica, positiva, original, cálida, rítmica y armónica, se considera
que tiene un elevado Formniveaux. En cambio, se diría que es más negativa o con menos
Formniveaux si es banal, torpe, lenta y apegada al modelo caligráfico. Klages siguió en estas
indicaciones la teoría de Crepieux-Jamin, al mantener los conceptos de inferioridad y
superioridad en la escritura.
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Klages fue el pionero de la Grafología alemana y su obra contiene postulados que han ido
ampliando sus numerosos discípulos. Fue el fundador de la Escuela Alemana de Grafología y
escribió entre otros libros «Escritura y Carácter y «Los Fundamentos de la Caracterología».
Dentro del movimiento alemán merece también destacarse la labor realizada por el doctor
Wilhelm Prever, que fue el primero en proclamar que la escritura emanaba del cerebro y resaltó
la estrecha vinculación existente entre psicología y grafología. En el año 1895 publicó una obra
sobre el tema llamada «La Psicología de la Escritura. Otra figura importante fue el médico
psiquiatra Georg Meyer, quien demostró un acusado interés por la Grafología, hasta el punto
que hacia escribir a sus clientes antes de establecer diagnóstico alguno. Mayer publicó un libro
titulado «Las bases científicas de la Grafología».
▪ ESCUELA INTUITIVA-CONTRASTADA
Pocos tratados de Grafología hacen una amplia referencia a este movimiento nacido en
Italia, excepto M. Xandró, que le dedica un fascículo de su Curso Completo de Grafología. Sin
embargo, los estudios e investigaciones realizados por su promotor, Padre Jerónimo Moretti,
constituyen una original e interesante aportación en el terreno grafológico.
Jerónimo Moretti nace en Recanati (Italia), en el año 1879 y muere en Ancona en 1963. Fue
fraile franciscano de los Frailes Menores Conventuales. Dotado de una gran intuición, se dedica
a contrastar y a racionalizar sus espontáneas captaciones y es en la soledad del convento donde
va componiendo su sistema. Quizá el mayor mérito de la obra de Moretti resida en la
originalidad. Tal vez por las exigencias de la vida religiosa o por las dificultades de su tiempo,
vivió y actuó de forma independiente respecto a los grafólogos de su época, si bien se encuentra
en su sistema claras coincidencias con el pensamiento de Crepieux-Jamin y Max Pulver. En
1914 aparece la primera edición de su obra «Tratado de Grafología» que somete a posteriores
revisiones hasta alcanzar en su 7ª edición setenta y tres reglas grafológicas. Para Moretti, el
estudio del signo gráfico tiene una importancia primordial, considerándolo un registro de la
actividad cerebral y neuro-muscular. Para él los signos gráficos tienen distintos valores y
distingue tres categorías: Substanciales-Modificantes y Accidentales. Otro de los méritos de
Moretti se centra en las asombrosas correlaciones que estableció entre la estructura somática y
la grafía de una persona, aspecto que no había sido valorado anteriormente con tanto acierto por
otros autores. Estos enfoques se recogen en su obra “II Corpo Umano Dalla Escritura”, que ha
servido de base a los grafólogos actuales para seguir investigando en este sentido.
Las teorías del padre Moretti continúan incrementándose hoy en día por el Padre Nomberto
Torbidoni, amigo, discípulo y colaborador suyo, que dirige actualmente el Instituto Grafológico
Moretti.
▪ ESCUELA INDUCTIVA-ALFABETICA
Esta Escuela centra su investigación en el análisis de las letras aisladas, independientemente
del conjunto de la escritura. Los grafólogos de todas las épocas se
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han interesado por este estudio y han observado la relación existente entre el modo de
realizar una letra y alguna peculariedad caracterológica del autor. Sin embargo, a pesar de la
indiscutible importancia que tiene la aportación de la Escuela Inductiva, no debe concedérsele
un valor determinante, sino que se la debe considerar como un factor más de los que integran el
conjunto gráfico.
En la actualidad existen algunas clasificaciones, aunque escasas, derivadas del estudio de
las letra aisladas. Tal vez el primer intento organizado, aunque superficial e insuficiente, se
deba al francés Rochetal, quien publicó un tratado que, posteriormente, fue plagiado con todo
descaro por un grafólogo español que publicó con su propia firma todos y cada uno de los
conceptos de Rochetal. Algo más tarde, hacia mediados del siglo actual, aparece un diccionario
de Grafología, cuyo autor fue otro francés, el Dr. Carton, en el cual expone los resultados de su
investigación con reconocido acierto, dando un indiscutible avance a la Grafología Alfabética.
Casi simultáneamente, surge en Alemania un grupo de grafólogos que ha llevado a efecto en
colaboración un fichero grafológico que, siguiendo la línea de Crépieux Jamin y Klages, recoge
todas las posibles variaciones que puedan darse tanto en las letras germanas, como latinas. En
este fichero se hallan reflejados, asimismo, cifras, signos de puntuación y subrayados, además
de las ma-yúsculas y minúsculas, tanto germanas como latinas. Pero, tal vez, la figura más
representativa de esta Escuela sea la psicoanalista francesa Roseline Crepy, quien con una
paciencia y meticulosidad dignas de encomio, crea una obra realmente importante, en la que
contempla lo más representativo del estudio sistemático de cada letra. La dimensión de esta
obra es impresionante. El primer libro está dedicado únicamente a las minúsculas y tiene una
extensión de 500 páginas aproximadamente. Lo mismo sucede con el tomo dedicado a las
mayúsculas. Aparte, realiza un estudio muy completo de las cifras. Lo más destacado de la obra
de Roseline Crepy es que expone contenidos del inconsciente colectivo y personal, con lo que
ofrece un enfoque distinto dentro de la Grafología Alfabética.
Por consiguiente, se puede considerar a la Grafología Alfabética como un sistema inductivo
de captación de facetas de la personalidad a través del estudio de una letra o parte de la misma.
No obstante, hay que insistir que hay que considerarla como un factor más integrante del
conjunto gráfico, para otorgarle la fuerza y el valor real que le corresponde.
▪ ESCUELA DEL CONSCIENTE-INCONSCIENTE
Esta Escuela, que estudia en profundidad los contenidos del consciente e inconsciente,
recoge aspectos muy interesantes del estudio de la personalidad, a través de ambos factores,
algunos ya declarados por las principales Escuelas Clásicas. No obstante, es de justicia resaltar
las investigaciones realizadas en este sentido por el Profesor Mauricio Xandró, quien tiene
actualmente en prensa un amplio tratado sobre el tema titulado «Grafología Profunda». Como
avance de lo expuesto en la citada obra tenemos los preceptos expresados en su «Curso
Completo de Grafología», del cual transcribo los siguientes párrafos:
«La Grafología Profunda se basa en la manifestación de los planos de tipo consciente e
inconsciente dentro del gesto escritural.» «Se dice que en el acto de escribir intervienen
elementos conscientes formadores frente a otros que llamaremos inconscientes
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deformadores. Realmente es una lucha que se produce cuando la persona al producir la
escritura desea hacer letras que se entiendan, conscientes, que sigan las normas caligráfi-cas
aprendidas.» Pero la fuerza de las ideas que se expresan, vuelven inconscientes los trazos
escriturales, deformando con ello la ejecución y también dificultando la legibilidad.»
«Podríamos decir, por tanto, siguiendo lo que hemos enunciado, que la escritura espontánea del
hombre es el resultado de la lucha o tensión que se produce a niveles consciente-inconscientes»
.
«En estas investigaciones he llegado a suponer que en el consciente se encuentra también la
IMAGEN .IDEAL DEL YO o el YO IDEAL. Mientras que en el nivel inconsciente está
reflejada nuestra realidad actual.» «En la escritura se entremezclan el CONSCIENTE (YO
IDEAL) Y el (YO REAL) INCONSCIENTE.» «Si para captar esta LEY utilizamos una
cuartilla o página escrita, diríamos que la parte superior de la izquierda es la más rica en
contenidos conscientes, mientras que la parte inferior derecha, por el contrario, está mucho más
saturada de contenidos inconscientes.»
«Siempre en los primeros movimientos o impulsos, de página, como ya hemos visto
anteriormente, de línea, palabra, letra y aun el mismo trazo, aparece más señalado el YO
IDEAL, porque el sujeto tiene más dominio sobre esos gestos iniciales, controlando mejor el
útil de escribir».
Mauricio Xandró, figura destacada de esta Escuela nació en Bilbao el 30 de Octubre de
1924. Ha realizado una fructífera labor en favor de esta ciencia y es uno de los grafólogos más
prestigiosos del momento actual. De su prolija obra merece destacarse los títulos de
«Grafología Elemental). «Grafología para Todos», «Grafología Superior», «Los Complejos de
Inferioridad en la Escritura)), «Tests Gráficos de Personalidad». Es fundador de la Sociedad
Española de Grafología.
▪ ESCUELA EMOCIONAL
Esta Escuela se desarrolla en Argentina, país al que emigró su principal representante Curt
Augusto Honroth, nacido en Alemania. Honroth desarrolló las teorías de Rafael Schermann,
grafólogo vienés, del que hablaremos más adelante. Tanto Schermann como Honroth
mantenían que, igual que se detectan en el gesto gráfico contenidos del inconsciente colectivo,
pueden verse también aspectos del inconsciente personal de cada individuo.
Rafael Shermann, iniciador del movimiento emocional, comenzó a ser conocido hacia el
año 1912, siendo su obra principal «La escritura no miente». Era agente de una compañía de
seguros y, según se deduce de sus actuaciones, tenía facultades paranormales. Captaba las
ondas humanas y era considerado, en numerosas ocasiones, como un perturbado. Tal vez por
eso no se tomaron muy en serio sus aportaciones. Desde pequeño empezó a interesarse por las
escrituras de las personas. El primer material de investigación lo obtuvo observando las letras
de los papeles que su padre tiraba a la papelera. De estas observaciones dedujo que no escribía
igual una persona dócil que otra rebelde y que la escritura de una niña jorobada contenía rasgos
poco comunes. Fue recopilando grafías y formó su propio método sobre una base intuitiva.
Posteriormente, leyó las obras escritas en alemán sobre Grafología, que entonces eran muy
escasas. Las que más le ayudaron fueron las de Klages y, poco a poco, fue
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completando sus investigaciones iniciales. Schermann hizo comparaciones entre los trazos
de un escritor y los movimientos y características físicas del mismo, llegando a resultados
sorprendentes. Una vez fue llamado a declarar en un juicio y pudo reproducir delante del juez
cómo andaba y cuáles eran los movimientos del acusado sin tenerle delante, sólo por la
observación de un texto escrito que le facilitaron.
Curt August Honroth es la figura más representativa de esta Escuela. Se basó en los
conocimientos de Shermann, pero hizo una obra de contenido mucho más científico,
perfeccionando las aportaciones de éste. Honroth estudió detenidamente las alteraciones
gráficas que equivalen o representan alteraciones emocionales del autor. A estas alteraciones o
anomalías gráficas las denominó «lapsus cálami» que viene a coincidir con el «lapsus linguae»
de Freud. Esta teoría explica que no se escribe de igual forma algo que es verdad que lo que es
mentira, el nombre de personas que amamos que el de las que odiamos, lo agradable y lo
desagradable. En su obra «Grafología Emocional» expone dos conceptos principales:
Palabra Refleja. Es aquella que está escrita de forma distinta a la común o habitual y su
expresión gráfica destaca del conjunto. Estas palabras detectan una emoción inconsciente del
autor.
Palabra Estímulo. Se dictan al escribiente para provocar en él una emoción. Esta emoción
se transmitirá a través de la escritura, dando lugar a la palabra refleja.
Honroth ha dejado un número importante de trabajos, unos realizados en solitario y otros en
colaboración con otros especialistas como el doctor Ribera y el profesor Zarza. La Grafología
Emocional supone una aportación realmente nueva dentro de la Grafología Clásica y es
frecuentemente utilizada en la Grafología Infantil, Médica, Judicial y Caracterológica.

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