El Suicidio Es Cobardía o Valentía
El Suicidio Es Cobardía o Valentía
El Suicidio Es Cobardía o Valentía
El suicidio es un asunto bastante temido en nuestras sociedades occidentales y en muchas otras hasta el punto
de ser considerado un tabú por ciertos sectores de la misma, según Guarnizo (2015, pp. 9) ha sido visto hasta
como un mal estigma, una mala señal y un castigo de los dioses, inclusive algunos de nosotros hemos sucumbido
ante algunos de estos puntos de vista, pero, también están aquellos que creen que el suicidio es un acto de
cobardía ante los problemas que presenta la existencia humana y los que por el contrario piensan que es un acto
de valentía suprema. La pregunta ¿es el suicidio cobardía o valentía? es la que se intentará responder en este
ensayo mediante un análisis de los diferentes casos y contextos en los que el fenómeno se presenta, acudiendo a
los más recientes avances de las ciencias de la conducta en la comprensión del tema.
Durante demasiado tiempo la autoeliminación ha sido vista desde un ángulo vulgar y religioso que ha conducido
a la estigmatización de las personas que han intentado hacerlo y de las familias de aquellos que lo lograron, sin
embargo, pocas veces nos preguntamos seriamente si el suicidio es un paso obligatorio y por lo tanto, inevitable
para ciertos individuos bajo determinadas condiciones socioeconómicas, políticas, ideológicas, morales, orgánicas
o genéticas. Es necesario hacer una reflexión más seria del caso sin pretender abarcar demasiado ya que el tema
puede ser abordado con mucha más amplitud y desde múltiples ángulos. Comenzaré exponiendo un caso histórico
bastante conocido, el de Aníbal Barca el gran general cartaginés, después de la batalla de Zama en la que
finalmente fue vencido, sus oficiales más cercanos le aconsejaron huir antes que caer en manos de los romanos,
el tomo el consejo, pero, fue perseguido sin descanso en cada ciudad y poblado en que se refugiaba. Aníbal
después de aquel día no pudo tener ningún tipo de vida social ya que quedó prácticamente solo y además debía
evitar que le vieran, era un hombre para quien no había esperanza de un proyecto de vida, tampoco de alcanzar
alguna de las metas y objetivos que alguna vez se habría propuesto, todo esto hace pensar en si Anibal veía algún
sentido a su vida después de Zama, ¿Qué hace un hombre ante semejante situación? Sería cazado como un animal
y con el agravante de ser sometido a terribles vejámenes si era capturado ya que una de las políticas de los
romanos para con sus enemigos era precisamente asesinarles públicamente mediante terribles sufrimientos, ¿no
debió terminar con su vida?, ¿Qué sentido tiene evitar la autoeliminación para ser torturado y eliminado por
otros?, ¿Qué valor tiene elegir morir a manos de otros de forma horrible?
Otro caso muy conocido a través de la historia gracias a Mateo 27-3 en la biblia, es el de la autoeliminación de
Judas Iscariote quien después de entregar a Yashúa de Nazaret no pudo lidiar con su propia consciencia, las
circunstancias que rodearon el hecho fueron muy diferentes de las del caso de Anibal, en apariencia no le era
necesario hacerlo, pero ¿Cuál era su estado emocional en ese momento?, ¿le dejó su ánimo alguna elección?,
¿Qué nos hace pensar que podía evitarlo? algunas personas interpretan este hecho como un acto de cobardía, sin
más consideraciones, pero, este punto de vista ignora totalmente que Judas era un hombre, un agente moral, que
tenía conciencia del mal hecho y que la sola idea de haber entregado una vida inocente a semejante suplicio ya
conocido por todos pudo destrozarle emocionalmente hasta tal punto de desesperación que no vio otra
alternativa.
Otro caso conocido de autoeliminación es el famoso harakiri que realizaban los guerreros zamurai cuando según
sus propios estándares morales estos habían sido deshonrados, su moral les dictaba que no merecían seguir
viviendo y procedían en consecuencia. Pero, también tenemos los casos de autoeliminación en que las causas
tienen que ver directamente con las condiciones paupérrimas en que viven ciertas personas por negligencia y
corrupción de los estados, Guarnizo (2015. pp. 24) menciona que los estados también son responsables de esta
práctica ¿deberían seguir sufriendo hasta que llegue el fin de alguna otra forma? También se dan los casos en que
las convicciones religiosas de ciertos grupos llevan a creer que el inmolarse, terminando de paso con la vida de
algunos infieles es un acto heroico que tiene gran recompensa celestial ¿es la cobardía la que motiva este tipo de
actos? No parece ser así; otros son llevados a ello debido al abandono, maltrato o desamor y también están
aquellos cuya conducta suicida se debe a problemas genéticos, lo cual, significa que prácticamente no son
responsables de su tendencia suicida ¿cabe aquí preguntarse si su actitud es valiente o cobarde? Pienso que no.
A partir de los distintos casos, excepto por el de bases genéticas, se evidencia que las causas detonantes de la
autoeliminación tiene que ver con la situación del individuo respecto a otras personas en determinada interacción
social y también con los estándares morales de la cultura en la que se desenvuelven, por ejemplo, en el caso de
Anibal, fueron los romanos y su acoso quienes le indujeron a tal acto; en el caso de Judas la pena moral que le
causó el haber entregado a Yashua; en el caso de los guerreros zamurai, la vergüenza ante quienes comparten sus
convicciones morales; en el caso de aquellos que se ven atrapados ante las condiciones socioeconómicas
desfavorables es el hecho de no lograr conseguir ciertas condiciones mínimas alcanzadas por otros, lo cual le lleva
a pensar que ya no tiene un lugar en la sociedad en que vive; en el caso del desamor, la falta de la otra persona;
en el caso del mal trato son los otros quienes atentan contra tu integridad y en el caso del suicida religioso el llegar
a ser considerado un héroe por su grupo, su dios y por la causa que comparte con ellos. En general, la
autoeliminación parece estar relacionada inherentemente con la situación social del individuo respecto del grupo
u otras personas y la posición moral del individuo respecto a los estándares morales que el grupo exige, de tal
manera que si el individuo no ve satisfechas mínimamente sus expectativas frente a estas facetas buscará terminar
con su vida, esto nos indica que se lleva razón al decir que el grupo es responsable del fenómeno de la
autoeliminación cuando no genera las condiciones para que el individuo alcance un mínimo de satisfacción en
estas dos dimensiones.
No todos los casos de autoeliminación ocurrieron u ocurrirán bajo las mismas circunstancias, los motivos que
desencadenan el suceso son diferentes, pero, hay un elemento común, el cual es una carga emocional que
conduce a estados de depresión profundos o euforia en el caso del suicida religioso que son el gatillo para tomar
la decisión final. Según Guarnizo (2015. pp. 24) la depresión es una de las detonantes y debe ser tomada muy en
serio. Cuando las personas entran en un estado depresivo ocurren manifestaciones orgánicas que van
desactivando el cerebro por secciones hasta apagarlo por completo (Guarnizo, 2015. Pp. 43), por lo tanto, desde
lo orgánico la persona puede verse obligada a la autoeliminación y es aquí donde cabe preguntarse si el calificar
el suicidio como valentía o cobardía tiene sentido realmente ya que esto no es una cuestión de libre elección ¿Qué
debe hacer una persona cuando por más que intente cambiar de actitud y su estado anímico no puede?, ¿debe
seguir sufriendo y morir por alguna consecuencia de su estado depresivo, qué justificaría tal elección como la
correcta?
El suicidio es un evento terrible, pero, en la mayoría de los casos expuestos no parece que pueda ser calificado
como valentía o cobardía ya que no parece ser un acto de libre elección, sino la consecuencia de un estado
orgánico depresivo donde la persona no parece tener otra alternativa para anular la angustia en que se encuentra,
además, los términos valentía y cobardía no parecen estar claramente definidos. Lo que si puede decirse con
seguridad es que en los casos expuestos es el estado y grupo social quien debe asegurar que los individuos
alcancen las condiciones morales, sociales y afectivas necesarias para evitar este mal.
LITERATURA CITADA
Guarnizo, G. A. Valentía o cobardía, suicidio, cómo enfrentarlo. Universidad Surcolombiana. 2015. Pág. 9, 24, 43.
Reina. C & C De Valera. Las sagradas escrituras. Sociedades bíblicas unidas. 1960.