Aseguramiento de Flujo en Sistemas de Producción de Petróleo y Gas
Aseguramiento de Flujo en Sistemas de Producción de Petróleo y Gas
Aseguramiento de Flujo en Sistemas de Producción de Petróleo y Gas
Introducción
El término aseguramiento de flujo fue usado por primera vez por la compañía Petrobras en la década de los
noventa, del portugués Garantia do Fluxo, que literalmente significa garantía del flujo. Dicho término
tradicionalmente se empleaba para las prácticas en aguas profundas relacionadas con la desobstrucción de
pozos, líneas de producción y sistemas de recolección por depósito de parafinas, hidratos e incrustaciones.
Las actividades del aseguramiento de flujo están dirigidas a la implementación de diseños termo-hidráulicos,
evaluación de sistemas de producción/transporte, así como la remediación de posibles problemas que puedan
presentarse en las líneas causando el paro del flujo.
Además de los depósitos sólidos que causan obstrucciones en el sistema de producción, hoy en día esta disciplina
estudia otras problemáticas, las cuales incluyen la corrosión en las tuberías, la erosión de las mismas a causa de
la producción de arenas, así como los problemas de bacheo y emulsiones a causa del flujo multifásico y las
propiedades en los fluidos como se explicará en los siguientes capítulos.
Importancia
Los hidrocarburos han jugado un papel importante en el desarrollo de la industria energética y en la economía
general de los países desde hace ya más de un siglo. En la actualidad y durante los próximos años tanto el
petróleo como el gas seguirán desempeñando un rol importante en la generación de energía independientemente
del desarrollo de otras fuentes alternas como la nuclear o las cada vez más mencionadas energías renovables,
entre las que se incluyen las energías hidroeléctrica, eólica y solar.
La explotación de los yacimientos no convencionales no es una tarea fácil, y es que debido a las condiciones
extremas de presión y temperatura que experimentan los fluidos producidos desde el yacimiento hasta las
instalaciones superficiales, estos presentan cambios físico-químicos complejos que pueden derivar en problemas
serios en la producción, tales como la obstrucción de las líneas de flujo por la formación de depósitos sólidos
orgánicos.
A causa de los altos costos que implica la explotación de los yacimientos no convencionales, cualquier problema
que ponga en riesgo la producción puede acabar con su rentabilidad.
Es por eso que uno de los aspectos que ha cobrado más relevancia en los últimos años es el de garantizar que
el flujo de hidrocarburos se produzca de manera ininterrumpida, orientando parte de la tecnología a la reducción
de fallas y problemas operativos que incrementen los costos de inversión a niveles considerables poniendo en
riesgo la factibilidad económica de los proyectos petroleros en los yacimientos no convencionales.
Es debido a esto que el aseguramiento de flujo ha sido establecido como una parte fundamental del diseño de
sistemas de producción de hidrocarburos, tanto en tierra como en costa fuera.
Problemas típicos del aseguramiento de flujo
Aunque los problemas del aseguramiento de flujo pueden suscitarse en casi todos sistemas de producción de
petróleo y gas, en los últimos años su impacto ha sido más significativo en la explotación de sistemas en aguas
profundas. Esto es debido a la presión hidrostática ejercida por el tirante de agua combinada con la de las
formaciones subsecuentes y los fluidos confinados dentro de ellas. Por otro lado, el mismo lecho marino es
bastante frío, ya que su temperatura puede permanecer entre los 0° y 4°C, lo que provoca una reducción
considerable en la temperatura de las líneas de producción.
Debido tanto a la composición de los fluidos como a las grandes variaciones de presión y temperatura que se
presentan en estos ambientes, es bastante probable que se presenten acumulaciones de depósitos orgánicos e
inorgánicos a lo largo de todo el sistema de producción. Muchas de estas acumulaciones en las tuberías pueden
ser lo suficientemente severas como para impedir el flujo hacia las instalaciones de procesamiento en superficie.
Un diagrama de fases es de suma importancia para comprender los problemas que se enfrentan cuando se lleva
a cabo el transporte de hidrocarburos en tuberías bajo condiciones extremas, poniendo especial atención a los
componentes que se desprenden de los fluidos del yacimiento resultado de los cambios de presión y temperatura.
Entre los componentes que causan mayor problema y que se han estudiado desde los inicios del aseguramiento
de flujo están los asfaltenos, las parafinas y los hidratos.
1. Aspectos termodinámicos
1.1 Introducción
La complejidad del comportamiento termodinámico de los diferentes fluidos que son producidos en un yacimiento
petrolero, sea terrestre o costa afuera, conlleva a una serie de problemas durante su explotación. A medida que
los fluidos viajan a través del sistema de producción, experimentan una serie de cambios de presión, temperatura
y composición que pueden derivar en la formación de diferentes tipos de depósitos que obstaculizan el transporte
de los hidrocarburos a la superficie.
A menudo, los riesgos más altos están asociados con la precipitación de sólidos orgánicos e inorgánicos a lo
largo de estas tuberías. Debido al costo de la infraestructura submarina, generalmente la producción requiere que
los volúmenes producidos de varios pozos sean mezclados. Sin embargo, esto puede crear sistemas complejos
en cuanto a la composición de los fluidos, ya que si los hidrocarburos de varias fuentes resultan incompatibles,
aumenta el riesgo de depósitos y consecuentemente los costos de inversión (CAPEX) y operación (OPEX) se
incrementan. Tanto la dinámica de estos fluidos, así como la formación y depósito de sólidos, impactan
negativamente en el aseguramiento de flujo en los sistemas de producción por lo que su análisis es factor clave
para el desarrollo rentable de proyectos petroleros.
1.2.2.3 Altas presiones: Las condiciones elevadas de presión en el sistema pueden provocar la formación
de hidratos, incluso si la temperatura está muy por arriba del punto de congelación del agua. Por ejemplo, a 1500
libras/ el gas natural llega a formar hidratos por arriba de los 66°F. Dado que las líneas de producción tanto en
tierra como en mar operan a presiones más altas, la prevención contra hidratos debe ser una consideración
primaria durante el diseño de instalaciones.
1.2.3 Problemática
Durante la última década, los hidratos se han convertido en el problema número uno del aseguramiento de flujo,
especialmente en la producción costa afuera, debido a las condiciones de alta presión y bajas temperaturas.
La reducción del diámetro interno (ver Figura 1.1) y el incremento de la rugosidad de las tuberías causan
una restricción o impedimento total al flujo.
Las acumulaciones de hidratos en los barcos de proceso y tanques de almacenamiento, provocan paros,
reducción en la eficiencia operativa y requieren servicios de limpieza que resultan tardados y costosos.
Fallas mecánicas: dado que los hidratos son sólidos con densidades y aspecto similares a las del hielo,
la acumulación de los mismos genera tapones (de 25 a 200 pies) que a grandes velocidades de flujo (60-
270 pie/s), pueden convertirse en riesgos para la integridad mecánica del sistema.
La compresión tan extrema que sufre el gas en el proceso de formación de hidratos, y su posterior impacto puede
fracturar y causar rupturas en elementos tales como válvulas, bridas o accesorios que generan un cambio brusco
en la dirección del flujo (ver Figura 1.2).
1.2.4 Métodos de prevención de hidratos
La remoción del agua dentro del sistema es la forma más efectiva para prevenir la formación de hidratos. Sin
embargo, esto generalmente no resulta práctico ni económico bajo condiciones reales de operación. Por ello, se
emplean otros métodos de mitigación como los que se explican a continuación.
1.2.4.1 Aislamiento térmico: Una buena forma de combatir los problemas por hidratos es mantener la
temperatura de los fluidos por encima de la temperatura de formación, evitando la dispersión de calor hacia el
entorno por medio del aislamiento.
Existe una variedad de métodos de aislamiento térmico en la industria, como los que se refieren a continuación:
1. Cast-in-place: involucra el recubrimiento superficial de las líneas de producción con materiales aislantes
que pueden ser utilizados en capas únicas de algún material homogéneo aislante o en multi-capas siendo
cada capa de un material diferente.
2. Pipe-in-pipe: implica la inserción de la tubería de producción dentro de otra tubería concéntrica. El
espacio anular formado se rellena ya sea parcial o totalmente con material aislante. Estos aislamientos,
que por lo general suelen ser más eficaces que el método cast-in-place, llegan a ser también más
costosos.
3. Arreglo de tuberías en paralelo: las líneas de producción, junto con otras tuberías en las que se hace
fluir agua caliente son acopladas de tal forma que el calor del agua se transfiera hacia los hidrocarburos
con el fin de mantener la temperatura por arriba del punto de formación de hidratos.
1. Directo: la corriente eléctrica fluye axialmente a través de la pared de la tubería y calienta directamente
la línea de flujo.
2. Indirecto: involucra el flujo de la corriente eléctrica por medio de un elemento calentador en la superficie
de la tubería y el posterior calentamiento de la línea de flujo por conducción térmica.
El calentamiento eléctrico puede ser empleado después de un paro operativo para mantener los fluidos dentro de
las líneas a una temperatura por arriba del punto de formación de hidratos. Así también, puede aplicarse como
método de intervención/remediación.
De este modo, los tapones que ya se hayan formado, son derretidos mucho más rápido que aplicando una
despresurización de la línea.
1.2.4.3 Circulación de aceite caliente: este es un método muy común utilizado durante el reinicio de la
producción. En el caso de las aguas profundas, los fluidos que se encuentran dentro de las líneas tienden a
enfriarse producto de la temperatura del lecho marino. Si se llegara a reiniciar la producción con fluidos fríos
dentro de las tuberías existe un gran riesgo de formación de hidratos. Para evitarlo, el aceite caliente es circulado
a través de la línea, tanto para desplazar los fluidos fríos como para calentar las tuberías. El tiempo requerido
para calentar una línea submarina puede estar entre las 5 y 10 horas, dependiendo de la temperatura de descarga
del aceite caliente, los gastos de su circulación y la longitud de la tubería de producción.
1.2.4.4 Despresurización del sistema: con base en la curva de hidratos, se puede alcanzar la región
libre de hidratos si se logra reducir la presión por debajo del punto de formación manteniendo una temperatura
constante.
La despresurización del sistema es un método de mitigación utilizado para disociar tapones de hidratos formados
durante un largo período de cierre.
1.2.4.5 Inhibidores: La forma en la que se aplican los inhibidores de hidratos varía en torno a los fluidos
producidos por el yacimiento. Debido a que los pozos de gas y gasoductos no son aislados con algún
recubrimiento, la inyección de inhibidores termodinámicos se realiza de forma continua para mantener la
temperatura de operación por debajo del punto de formación de hidratos. Por otra parte, en los pozos de aceite y
condensados, su aplicación involucra el uso de inhibidores tanto termodinámicos como de baja dosis (LDHI, por
sus siglas en inglés) después de un paro o durante el reinicio de la producción.
1. Inhibidores termodinámicos
Aunque no existe una regla general, los métodos expuestos anteriormente han sido aplicados por los ingenieros
de diseño ya sea de forma individual o en conjunto tomando en cuenta los siguientes factores:
1.3.2.1 Agua: En algunos estudios recientes, se ha comprobado que la presencia de agua reduce
significativamente la tendencia de depósito de las ceras a través de un cambio en las características de la
transferencia de calor y masa en el flujo multifásico.
1.3.2.2 Paros Operativos: debido a que el depósito de ceras en un proceso lento, generalmente los paros
operativos cortos no influyen de manera drástica, aun cuando la temperatura pueda caer por debajo de la
temperatura de aparición de ceras (WAT, por sus siglas en inglés). Sin embargo, si un sistema de producción en
aguas profundas entra en un período prolongado sin producción, será más fácil que los fluidos reduzcan su
temperatura, aumentando el riesgo de un depósito de parafinas.
1.3.2.3 Mezcla de fluidos: si se llegan a mezclar dos o más fluidos hidrocarburos, el comportamiento de la
fase resultante dependerá tanto del contenido y composición de las parafinas dentro del crudo, así como de la
solvencia de la mezcla. En el caso en el que cada uno de los fluidos mezclados se encuentre por encima de la
WAT se podrá considerar a la mezcla como una fase única y se puede predecir su comportamiento fácilmente
usando un simulador termodinámico.
1.3.3 Problemática
Los problemas por parafinas se dan principalmente por el enfriamiento de los hidrocarburos. A medida que la
temperatura en el sistema decrece, las parafinas que se encuentran en el crudo pueden depositarse y formar
grandes tapones, ocasionando una reducción del diámetro de la tubería e incluso el bloqueo total al flujo de
hidrocarburos. Adicionalmente, los tapones formados de parafinas pueden ocasionar incrementos en la presión
que afectan la integridad mecánica tanto de las líneas como de los sistemas artificiales de producción.
Generalmente, el flujo de hidrocarburos hacia la superficie tiende a ser muy largo en ambientes de aguas
profundas, por lo que es fácil que los fluidos reduzcan su temperatura debido a las condiciones a las que se
encuentra el lecho marino. La formación de parafinas en estos ambientes puede ser tan severa al grado de
taponar grandes tramos de tubería, lo que posteriormente incurre en el gasto de millones de dólares para efectuar
operaciones de remediación.
Existe una variedad de técnicas para la mitigación de depósitos que varían de acuerdo a su efectividad y
practicidad. A continuación se presentan las cuatro categorías principales.
1.3.4.1 Mecánicos
Estas técnicas utilizan dispositivos mecánicos que remueven los depósitos de la pared de la tubería. Su elección
depende del nivel de acceso que se tenga al pozo y/o a la línea de producción, así como de la cantidad y la
dureza de las capas de cera depositadas. Los métodos mecánicos de remediación más comunes se describen a
continuación.
1. Línea de acero. En pozos, algunos raspadores mecánicos son acoplados a la línea de acero para
remover la cera de las tuberías de producción. Existe una variedad de cortadores que pueden ser corridos
por debajo del límite inferior de los depósitos y posteriormente ser expandidos para remover las
obstrucciones corriente abajo.
2. Bombeo mecánico con varillas de remoción. En pozos que operan con bombeo mecánico, esta técnica
emplea raspadores mecánicos acoplados a las varillas de la bimba para remover los depósitos de
parafinas de forma continua.
3. Corrida de dispositivos de limpieza o “diablos”. La corrida frecuente de diablos es por mucho la
técnica más usada y efectiva para el control de depósitos de cera en líneas de producción. Son
dispositivos en forma de pistones que pueden ser empujados o bombeados por la corriente de producción
a lo largo de la línea de flujo.
4. Tubería flexible. La tubería flexible puede ser desplegada dentro del pozo o tuberías de producción para
limpiar parcial o totalmente la línea de flujo bloqueada. Este método se auxilia de la aplicación de calor,
químicos y cortadores mecánicos o hidráulicos para remover los tapones de cera.
1.3.4.2 Térmicos
Los métodos térmicos pueden ser usados en una variedad de formas para el control y remoción de depósitos
sólidos de parafinas. En primera instancia, si la temperatura de los fluidos y la línea pueden mantenerse por arriba
de la WAT pueden evitarse totalmente los problemas de precipitación. Por otro lado, es factible reducir la tasa de
depósito significativamente minimizando la pérdida de calor al entorno por medio del aislamiento térmico. A
continuación se describen los métodos térmicos más comunes.
1. Aislamiento. Así como en los métodos mecánicos, existe una variedad de sistemas aislantes disponibles
tanto para pozos, como para líneas de producción (incluyendo Risers). Este rango abarca desde
recubrimientos externos sencillos hasta arreglos complejos de tuberías concéntricas (pipe-in-pipe) y
arreglos de tuberías en paralelo. La elección dependerá del rendimiento requerido y su adecuación con
el entorno. Para sistemas relativamente cortos y que transportan fluidos con bajo contenido de parafinas
bastará con un recubrimiento aislante sencillo para mantener la temperatura en las tuberías por arriba de
la WAT. Por el contrario, en los sistemas submarinos con líneas de producción con más de 5 millas,
resultan insuficientes los recubrimientos de una sola capa para prevenir el depósito. Más aún, para los
sistemas en sistemas de aguas profundas que sobrepasan las 20 millas, su aplicación se vuelve inviable
por motivos de costo y rendimiento.
Tipos de arreglos aislantes:
a) Arreglo concéntrico de tuberías, “Pipe-in-pipe (PiP)”
b) Arreglos de tuberías en paralelo:
c) Tuberías aisladas al vacío (VIT)
d) Tuberías flexibles
2. Calentamiento. Mientras que el aislamiento es un método pasivo para prevenir e inhibir la precipitación
de ceras, el calentamiento ofrece un método tanto para prevenir como remover depósitos existentes. La
temperatura de la línea de producción debe ser calentada (en la mayoría de los casos por arriba de los
60°C) para derretir la cera depositada o ablandarla lo suficiente para que la misma corriente del flujo
pueda removerla.
a) Tipos de sistemas de calentamiento
Calentamiento eléctrico: la aplicación de cada uno de los métodos de calentamiento eléctrico
depende tanto de las características del sistema como de los requerimientos de potencia. Estos
métodos generalmente se emplean de forma continua o durante un paro operativo para reducir
lo más posible el enfriamiento del sistema en condiciones estáticas. Los métodos más comunes
son:
Trace heating
1.3.4.3 Químicos
Los aditivos químicos pueden ser usados para remover depósitos ya existentes o para inhibir la tasa de
crecimiento de parafinas. Los aditivos químicos más utilizados en la práctica se describen a continuación.
1. Solventes. Los solventes son usados para remover o suavizar el depósito de capas y tapones
parafínicos. Se bombean generalmente en cantidades relativamente grandes dentro de la línea de flujo o
pozo para hacer contacto con las acumulaciones por un cierto período de tiempo, dependiendo de la
severidad de los mismos.
2. Inhibidores de la tasa de depósito. Involucra la inyección continua de pequeñas cantidades (100-1000
ppm vol/vol) de aditivos químicos para inhibir la tasa de crecimiento de capas de parafinas. Sin embargo,
la efectividad de los mismos depende del tipo de crudo y rara vez llega a ser del 100%. Son utilizados
como un refuerzo para optimizar los requerimientos de intervención y los costos de operación.
3. Dispersantes y surfactantes. Son similares a los modificadores de cristales en cuanto a que inhiben la
tasa de crecimiento de los depósitos. Sin embargo, funcionan envolviendo las partículas de cera con lo
que se previene su aglomeración y se reducen las fuerzas de adhesión para evitar que se peguen a la
pared de las tuberías.
1.4 Asfaltenos
1.4.1 Definición
Su definición actual dada por Mullins (2008), establece que son compuestos orgánicos aromáticos de alto peso
molecular dentro del aceite que son insolubles en n-pentano y n-hexano, pero solubles tanto en benceno como
en tolueno. Su densidad se acerca a los 1.2 g/cm3 , poseen tonalidades oscuras y carecen de un punto de fusión
definido, por lo que al elevar su temperatura dejan un residuo de aspecto carbonoso en lugar de volverse líquidos.
Dentro de los hidrocarburos, los asfaltenos son los compuestos más comunes de todas las fracciones aromáticas,
en los que se incluyen también los ácidos asfalto-génicos y los carbenos. Están constituidos por macromoléculas
heterocíclicas formadas principalmente de carbono e hidrógeno, aunque incluyen otros elementos en menor
proporción como el azufre, nitrógeno y oxígeno.
Si las resinas llegan a separarse de los asfaltenos, se presentará un fenómeno de floculación (agregado) de
moléculas asfálticas y una posterior precipitación de las mismas. Éste fenómeno tiende a ser irreversible, por lo
que las micelas precipitadas difícilmente vuelven a entrar en suspensión.
1.4.2.1 Reducción de presión. Los cambios de presión y temperatura durante la producción primaria de
un yacimiento, pueden ocasionar la precipitación de asfaltenos (De Boer and Leeriooyer, 1995). A medida que la
presión y la temperatura decrecen hasta el punto del sistema donde se alcance la presión de burbuja, las resinas
se vuelven cada vez más solubles en la fase líquida por lo que tienden a separarse de las micelas de asfalteno.
Por debajo de este punto, la probabilidad de precipitación es muy baja.
1.4.2.2 Procesos de recuperación con inyección de CO2 o gas natural. Los gases miscibles
usados en los procesos de recuperación mejorada se disuelven dentro del crudo reduciendo tanto su viscosidad
como su densidad. Este proceso, a pesar de ayudar a que el crudo fluya más fácilmente, causa que las micelas
asfálticas se vuelvan inestables y por consiguiente se separen de las resinas, provocando la floculación de
asfaltenos.
1.4.2.3 Durante una estimulación ácida. Si un aceite que contiene una cantidad importante de
asfaltenos, entra en contacto con una solución ácida durante la estimulación del yacimiento, los asfaltenos pueden
llegar a flocular en el fondo del agujero. Es posible utilizar un bache de diesel o xileno antes del tratamiento ácido
para minimizar su contacto con el crudo. No obstante, las compañías de servicio deben asegurarse que todos los
productos químicos empleados tengan compatibilidad tanto con la formación como con los fluidos del yacimiento.
1.4.2.4 Mezcla de fluidos con diferentes densidades. En algunos casos, si un crudo llega a
mezclarse con otro más ligero en cualquier punto del sistema de producción, las resinas pueden desestabilizarse
y diluirse en la mezcla, ocasionando que los asfaltenos se precipiten.
1.4.2.5 Bombeo neumático. El uso del bombeo neumático puede ser tanto benéfico como perjudicial para
la producción. Si se utiliza un gas hidrocarburo (principalmente metano) con bajo contenido de componentes
intermedios para el bombeo, dicho gas extraerá parte de las fracciones ligeras del crudo. Esto incrementará la
densidad de la fase líquida remanente, lo cual favorecerá que las resinas permanezcan unidas a las micelas
aumentando su estabilidad. Por el contrario, si se utiliza un gas rico en componentes intermedios (butano,
propano, etano, etc.), se disolverán en la fase líquida y reducirán su densidad, lo cual provocará que las resinas
se vuelvan más solubles en el líquido y se separen de las micelas. Si la cantidad separada de resinas es
significativa, los asfaltenos empezarán a flocular.
1.4.3 Problemática
Durante la explotación de hidrocarburos, la precipitación y depósito de asfaltenos puede presentarse en las
vecindades del pozo, tuberías, válvulas, y demás elementos del sistema de producción; la acumulación de estos
depósitos puede causar una interrupción e incluso la restricción total del flujo si se llega a presentar de forma
severa.
En las Figuras 1.12 y 1.13 se pueden observar los puntos en donde es posible encontrar un depósito de
asfaltenos. Los mismos pueden ocurrir por cambios en la presión, temperatura y composición de los fluidos.
A su vez, estos cambios son producidos por una variedad de procesos tales como la producción primaria, la
inyección de gas natural, tratamientos químicos y la producción de fluidos con diferentes densidades.
1.4.4 Métodos de remediación y prevención
Los métodos de remediación y prevención para la formación de depósitos de asfaltenos pueden clasificarse en:
mecánicos, térmicos y químicos. A continuación se describen los más comunes en cada una de estas categorías.
1. Métodos mecánicos. Los métodos mecánicos pueden ser utilizados con frecuencia para remover
depósitos que se hayan formado a través de las líneas de producción en el sistema, sin embargo los
asfaltenos tienden a ser más difíciles de mitigar que las parafinas y otras restricciones al flujo. En aguas
profundas la situación es más complicada debido a que los asfaltenos pueden formarse incluso en la
vecindad del pozo, la cual tiende a ser inaccesible por medio de métodos mecánicos.
a) Corrida de dispositivos de limpieza (diablos) o “pigging”, en ductos. La limpieza de las tuberías
se realiza por medio de la introducción de dispositivos mecánicos (“diablos”) en la corriente de flujo, los
cuales ocupan prácticamente la totalidad del área transversal del ducto (Ver Figura 1.18). Conforme
avanzan con la corriente de flujo, remueven los depósitos sólidos de las paredes de la tubería. Para una
remoción efectiva, debe seleccionarse el tipo de dispositivo apropiado y buscar que el paso del mismo a
través del ducto sea uniforme. Existen diferentes tipos de dispositivos, con diferentes geometrías y
materiales, y pueden ser instrumentados para medir el espesor de la pared, entre otras funciones.
b) Remoción con línea de acero o con tubería flexible, en pozos. En el caso de los pozos, los
depósitos orgánicos en las tuberías de producción pueden ser removidos mediante operaciones
mecánicas con línea de acero o mediante la inyección de productos químicos con tubería flexible. La
remoción con línea de acero puede realizarse si el pozo es de fácil acceso y la frecuencia con la que se
requiere la intervención no es excesiva. Por otra parte, en el caso de la tubería flexible, la limpieza puede
llevarse a cabo siempre y cuando el depósito se encuentre a profundidades accesibles; aunque en la
actualidad, la longitud máxima de una tubería flexible llega a ser de 1 milla (1.61 km), las compañías
están probando nuevas tecnologías para extender su alcance y utilidad.
2. Métodos térmicos. Debido a que el depósito de asfaltenos depende más de la presión que de la
temperatura, los métodos térmicos resultan inefectivos para resolver el problema. A diferencia de los
hidratos y las ceras, mantener el crudo caliente rara vez previene la acumulación de depósitos asfálticos.
Del mismo modo, los asfaltenos no poseen un punto de fusión, por lo que el calor por sí mismo no puede
remover estos depósitos.
3. Métodos químicos. Se utiliza la inyección de inhibidores para la precipitación de asfaltenos como método
preventivo, y de solventes como método de remediación.
1.5 Incrustaciones
1.5.1 Definición
A diferencia de los sólidos orgánicos formados a partir del aceite, el concepto de incrustaciones se le asigna
específicamente a los depósitos formados por la unión iónica de componentes minerales inorgánicos disueltos
en el agua de formación, por ciertos cambios fisicoquímicos y determinadas condiciones de operación. En la
industria petrolera, dentro de las más comunes se encuentran las conformadas por carbonato de calcio (CaCO2),
sulfato de bario (BaSO4), y sulfato de estroncio (SrSO4), aunque algunas pueden ser parcialmente orgánicas,
como los naftenatos o los formados a base de glicol monoetilénico (MEG).
La precipitación del carbonato de calcio ocurre cuando el ion de calcio se combina con el ion de carbonato.
Las incrustaciones de sulfato de calcio se presentan en dos formas diferentes, ya sea en yeso, o anhidrita. El
yeso es el más común en las salmueras de campo y su solubilidad se incrementa con la salinidad por arriba de
los 150,000 mg/L del total de sólidos disueltos.
Dependiendo del tipo de minerales disueltos, los factores referidos afectan de manera diferente su precipitación
e incrustación. Por ejemplo, la formación de carbonatos dentro de un pozo se debe principalmente a la caída de
presión durante la producción, el incremento de pH en el agua debido a la liberación de CO2 durante la producción
y la alta temperatura de fondo.
1.5.3 Problemática
En los campos de aceite y gas, los compuestos inorgánicos disueltos en las salmueras se presentan en forma de
iones. Las combinaciones de estos iones tienen una solubilidad relativamente baja en el agua, por lo que los
sólidos formados pueden precipitarse rápidamente y formar incrustaciones a lo largo de la pared de la tubería en
forma de capas. Adicionalmente, es posible que los minerales incrustados sean cubiertos con depósitos de
parafinas o asfaltenos.
Las incrustaciones pueden presentarse en todo el sistema de producción, desde el yacimiento hasta las
instalaciones en superficie; de esta manera, pueden ocasionar una reducción de la permeabilidad (Figura 1.19)
restringiendo el flujo de fluidos desde el yacimiento al pozo. Asimismo, pueden bloquear el flujo en las tuberías
de producción y ductos, así como en accesorios tales como válvulas de seguridad, estranguladores, mandriles
de bombeo neumático, entre otros (Figura 1.20).
Un problema adicional al bloqueo del flujo, es la corrosión que puede generarse debajo de las incrustaciones por
la actividad bacteriana (Lazar, 1985); esto incrementa el riesgo de fallas en la integridad mecánica del sistema.
Detener la producción por el cierre de líneas y/o trabajos de reparación y mantenimiento para remediar estas
problemáticas, puede ocasionar pérdidas económicas significativas. Por lo tanto, el control y mitigación de las
incrustaciones tiene que ser un objetivo primario en las operaciones de manejo y control del agua de formación.
1.5.4 Prevención y remediación
La formación y mitigación de incrustaciones, especialmente en los sistemas marinos, puede llegar a ser
extremadamente costosa y perjudicial en los proyectos de desarrollo. Dentro de los costos asociados deben
considerarse los correspondientes a las operaciones de estimulación, limpieza, remplazo de los equipos dañados,
y a la subsecuentemente producción diferida.
El primer paso para prevenir y manejar la formación de incrustaciones es identificar dónde y cuándo se formarán;
con tal información pueden evaluarse diferentes soluciones o métodos de remediación para determinar la opción
más rentable.
1.6 Emulsiones
1.6.1 Introducción
Generalmente, una emulsión es definida como un sistema heterogéneo que consiste de al menos un líquido
disperso (fase dispersa) en otro líquido inmiscible (fase continua), en forma de gotas de tamaños coloidales que
varían normalmente de 0.1 a 100 [μm].
En los sistemas de producción de petróleo y gas, el agua y el aceite pueden mezclarse por efectos de la
turbulencia y agitación, y formar emulsiones. Dependiendo de qué fase sea la continua, las emulsiones pueden
ser de aceite en agua (gotas de agua dispersas en una fase continua aceite, w/o) ó de agua en aceite (gotas de
aceite dispersas en una fase continua agua, o/w), siendo éstas últimas las más comunes.
Los mecanismos que controlan la estabilidad de una emulsión son: floculación, cremado
(“creaming”)/sedimentación, y coalescencia/ruptura (ver Figura 1.22).
De acuerdo a estos resultados, para que los sólidos puedan estabilizar una emulsión deben prevalecer las
siguientes condiciones:
Menor tamaño de las partículas sólidas en relación con el de las gotas de la fase dispersa, generalmente
por un orden de magnitud.
Retención de las partículas sólidas en la fase donde se presente una mayor mojabilidad.
Coalescencia limitada debido al trabajo que se requiere para desplazar las partículas sólidas de la
interfase.
La viscosidad y estabilidad de las emulsiones agua-aceite dependen del corte de agua y de qué líquido representa
la fase continua. La viscosidad de una emulsión (w/o) puede incrementarse hasta más de un orden de magnitud
por encima de la viscosidad normal del aceite “en seco” con el aumento en el corte de agua. Otros factores que
afectan la viscosidad y estabilidad son:
Temperatura
Tasa de esfuerzos de corte
Características físicas del aceite, agua y partículas sólidas en suspensión
Corte de agua
1.6.4 Problemática
Si el agua y el aceite llegan a separarse de forma natural en la tubería y no existe una caída de presión grande
corriente abajo del separador, las emulsiones no representarán un problema para la producción. Por el contrario,
si la estabilidad de las emulsiones llega a ser tal que no exista una separación natural, o que los químicos
agregados para desestabilizar las emulsiones no resulten efectivos, la viscosidad resultante tendrá que ser
considerada en el diseño hidráulico del sistema.
En este sentido, desde la perspectiva del aseguramiento de flujo, el manejo de la viscosidad es posiblemente el
reto más grande asociado a la producción de crudos pesados; aun cuando los crudos ligeros también pueden
formar emulsiones, las más estables y que pueden incrementar sustancialmente la viscosidad de la mezcla se
generan con los aceites pesados.
El incremento de la viscosidad causa una mayor fricción con las paredes de la tubería y puede incrementar
significativamente la caída de presión a lo largo de todo el sistema de producción, aumentar los requerimientos
de potencia para el bombeo, y afectar de manera importante los costos de operación y la rentabilidad general de
los proyectos petroleros.
1.6.5.1 Desemulsionantes
La adición de un desemulsionante químico apropiado a muy bajas concentraciones (comúnmente de 1 a 50 ppm)
puede causar una ruptura rápida y prácticamente completa de emulsiones estables de agua-aceite. Esta técnica
de remediación se ha convertido en el método más común para desestabilizar emulsiones, debido a que su
implementación es relativamente económica y pueden llevarse a cabo sin efectuar paros operativos.
Por lo regular, los químicos desemulsionantes están compuestos por un 40 a 60 por ciento de un agente activo
surfactante (polímeros, generalmente no iónicos como los fenoles etoxilados) y un 60 a 40 por ciento de solventes
aromáticos, respectivamente.
1.7.2 Problemática
Por lo regular, los crudos pesados se encuentran en yacimientos con presiones in situ relativamente bajas y son
caracterizados por su densidad y viscosidad altas. Asimismo, como se explicó en la pág. 62, este tipo de
hidrocarburos tienen una tendencia mayor a formar emulsiones estables que los crudos ligeros, lo que puede
generar dificultades para la separación de las fases en las instalaciones de proceso en superficie.
La combinación de estos factores causa que la producción y el transporte de los crudos pesados sea un reto
especial desde la perspectiva del aseguramiento del flujo.
1. Inyección de vapor. Esta técnica ha sido ampliamente aplicada en pozos terrestres relativamente
someros. No obstante, su rendimiento se ve limitado por las pérdidas de calor generadas que en algunos
casos impiden que el vapor llegue con una calidad suficiente para aumentar la temperatura de crudo.
2. Combustión In-Situ. La combustión In-Situ también conocida en inglés como fireflooding, es un método
térmico conformado por pozos múltiples en el que un frente de combustión, iniciado en un pozo de
inyección de aire se propaga hasta un pozo de producción. Durante el proceso de combustión in situ, el
oxígeno reacciona con parte de los hidrocarburos dentro del yacimiento, lo que produce dióxido de
carbono y agua a su vez que libera una cantidad de calor adecuada para reducir la viscosidad del crudo
remanente y facilitar su flujo a través del yacimiento. Es importante mencionar que la cantidad de calor
generado varía con la composición del crudo pesado que sirve como combustible.
Dentro de los métodos más comunes en esta categoría se encuentran los siguientes:
1. Inyección de polímeros. Este método consiste en la inyección de agua con polímeros de alto peso
molecular para reducir la relación de movilidad agua/aceite y la permeabilidad del agua. Comúnmente,
los aditivos de polímeros utilizados son poliacrilamidas parcialmente hidrolizadas (polímeros sintéticos),
y polisacáridos (polímeros biológicos).
2. Inyección de CO2. Debido a la alta solubilidad que tiene este compuesto en el aceite, los procesos de
inyección de CO2 permiten entre otras cosas, incrementar el volumen del crudo y reducir tanto la
viscosidad como la tensión interfacial bajo ciertas condiciones de presión y temperatura. Adicionalmente,
a medida que un crudo que fue saturado con CO2 es puesto en producción, el CO2 es liberado poco a
poco, lo que proporciona un mecanismo de empuje adicional. Por otro lado, como se mencionó en el
subcapítulo 1.4, es importante considerar que la inyección de CO2 puede desestabilizar las resinas
suspendidas en el aceite por lo que se pueden tener problemas por depósito de asfaltenos.
3. Otros métodos. En los últimos años se han propuesto otra variedad de procesos de recuperación
mejorada entre los que destacan la inyección de surfactantes, solventes, y colonias de microbios. No
obstante, estos métodos sólo han sido probados en una cantidad bastante limitada de yacimientos por lo
que no se sabe con certeza su eficacia.
La dilución puede emplearse tanto a nivel del sistema integral de producción o a nivel de las líneas recolectoras
y de exportación superficiales. Dentro de los parámetros a considerar en la selección del diluyente están la
compatibilidad química con el crudo, la disponibilidad y su facilidad de ser reciclado.
2. Aspectos mecánicos
2.1 Introducción
Aunado a los problemas que se tienen a causa de la complejidad en la composición de los fluidos, tanto la erosión
como la corrosión han sido por muchos años uno de los retos más grandes para el aseguramiento de flujo en
líneas de producción tanto en tierra como costa afuera. Las fallas mecánicas que ocurren en el sistema de
producción a causa de estos problemas pueden derivar en largos paros operativos por reparaciones mayores; en
casos graves, el deterioro de tuberías, líneas de producción y otros elementos del sistema provocan fugas de
hidrocarburos y otros fluidos que ponen en riesgo al personal y al medio ambiente.
2.2 Erosión
La erosión es el desgaste de las rocas, rotura o cambio de lugar de polvo, arena y piedras. Esos acantilados que
nos impresionan, las cuevas, las gargantas, cañones, valles… todo el paisaje natural que admiramos ha sido
formado durante miles de años, si no ha intervenido la mano del hombre.
La hidrodinámica de una mezcla multifásica dentro de una tubería tiene un efecto significativo en una variedad
de fenómenos físicos, que determinan los índices de erosión (masa total perdida de metal/tiempo) dentro del
sistema de producción. La erosión es un proceso complejo, influenciado por una variedad de factores que puede
agravarse si se presentan cambios sutiles en las condiciones de operación del sistema
Entre los mecanismos que pueden causar un riesgo significativo de erosión se encuentran el choque de
partículas, ya sea de líquidos (presentándose como una fase dispersa en un flujo multifásico) o sólidos, siendo
la arena la causa principal de erosión en los sistemas de producción sin embargo, los otros tipos pueden ser igual
de agresivos bajo ciertas condiciones
2.2.1 Vulnerabilidad de los componentes
Se realizó estudios de cómo es que se provoca el daño por erosión en los pozos petroleros. Las partes más
vulnerables dentro de un sistema de producción son aquellas donde:
Por lo regular, los pozos que se encuentran en formaciones poco consolidadas, producen una gran cantidad de
arena y apuntalante al inicio de la producción.
La tasa de erosión por el impacto de partículas es altamente dependiente de la velocidad de impacto. En los
casos donde la erosión represente un gran problema, la velocidad de impacto de las partículas será similar a la
de los fluidos que las trasporten. Por lo tanto, es muy probable que la erosión sea peor cuando el flujo del fluido
ocurra a altas velocidades, como por ejemplo en los pozos de gas.
El impacto que tiene el tamaño de partículas en la erosión se determina mayormente a través de la cantidad que
impactan en una superficie. Las partículas muy pequeñas (10 micras) son transportadas con el fluido y rara vez
golpean las paredes; a medida que crecen en tamaño tienden a continuar su trayectoria e impactar las superficies.
Por otro lado, es bien sabido que las partículas duras causan más erosión que aquellas más suaves. Igualmente,
las partículas con bordes afilados causan más daño que aquellas con bordes redondeados.
Erosión a causa de gotas
El mecanismo de erosión de este tipo es menos conocido y estudiado que la erosión por partículas sólidas. Esta
forma de erosión involucra exclusivamente a los flujos de gas húmedo y flujos multifásicos en los cuales se pueden
formar gotas. Al igual que las partículas sólidas, la tasa de erosión depende del tamaño, la velocidad y frecuencia
de impacto, así como la densidad y viscosidad del líquido y el gas. Debido a que estos valores son desconocidos
en situaciones de campo, resulta muy complicado predecir la tasa de erosión.
Reducción del gasto de producción. Al reducir el gasto de producción se minimiza tanto la tasa de
producción de arena como la velocidad del flujo a través de la tubería. Sin embargo, esto impacta la
rentabilidad de los proyectos.
Diseño del sistema de producción.- El diseño del sistema de tuberías debe realizarse de tal forma
que se mantengan velocidades de flujo aceptables y que se eviten en lo posible cambios bruscos en
la dirección en que viajan los fluidos y las partículas suspendidas en ellos.
Empacamientos de grava en el fondo de los pozos.- La entrada de arenas (mayores de 100 micras)
a los pozos desde formaciones no consolidadas, puede detenerse o reducirse con el uso de filtros y
empaques de grava.. Sin embargo, una de las principales desventajas de este método es el
decremento de la producción debido a la restricción al flujo tanto de los fluidos como de sólidos que
generan dichos empaques en la vecindad del pozo. En los últimos años se han desarrollado
empaques de grava de alta conductividad para reducir la producción de arena sin que afecte
significativamente la afluencia de hidrocarburos al pozo.
Estimación y medición de la producción de arena
Sonda de inserción. Consiste de un elemento fabricado a base de acero inoxidable. A medida que la
arena choca con la sonda, se crean agujeros dentro del elemento, por lo que no puede proporcionar
ningún tipo de indicación sobre la tasa de erosión, sino sólo da aviso de que se ha suscitado alguna
falla debido al choque de partículas contra el mismo.
Sonda Clamp-on. Estos dispositivos detectan las ondas acústicas originadas por el impacto de las
partículas en la pared de la tubería. Son colocados en la parte externa de la misma y comúnmente
por arriba de un codo. Estas sondas de tipo ultrasónicas, pueden distinguir entre el ruido que es
generado por la arena y el que es generado por el flujo. Los monitores acústicos pueden detectar
partículas de hasta aproximadamente 12 micras de tamaño.
2.3 Corrosión
La corrosión constituye uno de los problemas más comunes en el transporte y producción de hidrocarburos en
tuberías. Se define como el deterioro de materiales, más comúnmente de un metal, debido a la interacción química
con su entorno. La corrosión en un sistema de producción es un fenómeno sumamente complejo que involucra
la química de los fluidos producidos, la metalurgia del material de las tuberías y la hidráulica del flujo multifásico.
Durante su proceso de manufactura, los metales almacenan una gran cantidad de energía adicional a la de su
estado natural, por lo que se vuelven inestables en ambientes acuosos. En ciertas condiciones químicas, los
metales pueden regresar a su estado termodinámicamente más estable o de “baja energía”, lo que se interpreta
como un proceso de corrosión. Cada metal tiene una cantidad de energía diferente almacenada y por lo tanto una
tendencia a la corrosión específica.
Corrosión galvánica. Este tipo de corrosión sigue el principio de una celda de corrosión. Se produce
cuando dos metales diferentes se encuentran en un medio conductor llamado electrolito y son unidos
a través de un conductor. Esta condición provoca que se desarrolle una diferencia de potencial entre
ellos. Aquel que tenga una mayor tendencia a la corrosión se volverá anódico y el otro catódico. El
ánodo pierde iones de metal para balancear el flujo de electrones, por lo que se corroerá más
rápidamente de lo que lo haría solo, mientras que la corrosión del cátodo se volverá más lenta.
Corrosión por grietas: la mayoría del metal que se pierde en las tuberías de producción se debe a
la corrosión por grietas. La misma se encuentra casi exclusivamente en sistemas que contienen
oxígeno y puede intensificarse en presencia de cloruro. En las grietas, el metal está en contacto con
un electrolito pero no tiene contacto inmediato con el oxígeno.
Corrosión por picadura: Es otra forma de corrosión por grietas, donde pequeños rasguños,
defectos o impurezas pueden iniciar un proceso de corrosión. De igual forma, se presentará una
acumulación de cargas positivas en pequeños huecos sobre la superficie del metal. Los iones de
cloro que migran a partir de una solución salina hacia las grietas, junto con la formación de iones de
hidrogeno, actúan como catalizadores causando más disolución de metal.
Corrosión Química
Corrosión a causa de ácido sulfhídrico (H2S).- El deterioro del metal debido al contacto con ácido
sulfhídrico es llamado corrosión amarga. Cuando el gas sulfhídrico se disuelve en agua se convierte
en un ácido débil, por lo que es una fuente potencial de iones de hidrógeno y un agente corrosivo.
Corrosión a causa de dióxido de carbono (CO2).- Al mezclarse el CO2 con el agua, formará ácido
carbónico, lo que a su vez acidificará el fluido en cuestión. La corrosión por CO2 es influenciada
principalmente por la temperatura, el incremento en el valor del pH, y la condición de flujo.
Protección catódica
Recubrimientos protectores
Inhibidores de corrosión
En ambientes altamente corrosivos, los elementos de acero pueden ser protegidos por la acción de algunos
productos químicos inhibidores de corrosión. Estos productos se inyectan con el objetivo de formar una película
protectora sobre las paredes de las tuberías. Sus compuestos activos consisten de cadenas largas de moléculas
orgánicas y algunas veces organofosfanatos, mezclados con solventes y surfactantes.
Entre los factores que influyen en la selección de los inhibidores se encuentran la toxicidad, el impacto ambiental,
la disponibilidad y el costo. Dentro de los más efectivos en ambientes ácidos y de alta temperatura se encuentran
los alcoholes de acetileno y las sales de amonio cuaternario.
Protección catódica
El sistema de protección catódica en ductos es aplicado hoy en día para prevenir tanto la corrosión por oxígeno
como la relacionada con la actividad microbiana.
Protección catódica a través de ánodos galvánicos o de sacrificio (SACP, por sus siglas en inglés)
Por lo regular, los ánodos galvánicos utilizados en la protección catódica están fabricados con aleaciones de
magnesio, zinc o aluminio y son mucho más activos al contacto con el agua de mar que la tuberías de acero.
En una instalación típica de protección catódica ICCP, los ánodos son enterrados bajo tierra en un agujero lleno
de material conductor para asegurar la continuidad eléctrica entre los ánodos a través de la tierra y hacia la
tubería. El circuito es completado mediante la conexión de un cable que pasa a través de un rectificador y va
hacia la tubería. El rectificador garantiza que el sistema de protección catódica no se revierta, causando la
corrosión de las tuberías de producción.
El uso de capas protectoras sobre la superficie de las tuberías evita el contacto directo con los fluidos producidos
e incrementa la vida de los materiales y el equipo. Dichas capas pueden ser ya sea de pintura o un material de
revestimiento, entre los que se incluyen aleaciones metálicas y algunos materiales no metálicos como la fibra de
vidrio, epoxi y caucho usados regularmente en otros elementos como los separadores y tanques de
almacenamiento.
Dispositivos eléctricos
Estas herramientas utilizan una serie de electrodos para tomar mediciones estacionarias de diferencias de
potencial y resistencia de las tuberías. Con base en estas mediciones, se calcula la corriente eléctrica en la
tubería, la densidad radial de corriente y la tasa de corrosión a diferentes profundidades.
3. Aspectos hidrodinámicos
3.1 Introducción
Existen otros tipos de problemáticas relacionadas a los aspectos termodinámicos y mecánicos del aseguramiento
del flujo, que se originan bajo determinadas condiciones de operación por la hidrodinámica del flujo multifásico y
por eventos transitorios
La inestabilidad hidrodinámica puede generarse en cualquier parte del sistema de producción, y se caracteriza
por oscilaciones de gran amplitud en todos los parámetros del flujo. En general, para que se presente deben
existir condiciones propicias para la acumulación y descarga de gas en algún punto del sistema, sea en el
yacimiento, pozo o ductos. En el caso de los pozos productores de aceite y gas, la inestabilidad del flujo es
referida como “cabeceo”, y depende del diseño y geometría del pozo, los gastos de líquido y gas, y el
comportamiento de afluencia del yacimiento. Por otra parte, en los sistemas submarinos llega a suscitarse otro
tipo de inestabilidad denominada bacheo severo, la cual está controlada principalmente por la geometría y diseño
de la infraestructura submarina Riser-ducto, y los gastos de líquido y gas. Tanto el cabeceo como el bacheo
severo son condiciones de flujo indeseables que pueden reducir sustancialmente la producción, poner en riesgo
la integridad mecánica del sistema y derivar en paros operativos prolongados.
En el caso de los flujos monofásicos de líquido, el golpe de ariete es una de las problemáticas reconocidas del
aseguramiento del flujo. Este fenómeno de flujo transitorio ocurre por el cierre súbito de válvulas, lo cual genera
ondas de alta presión que se propagan con la velocidad del sonido a través del sistema y ponen en riesgo la
integridad mecánica de las instalaciones.
2. Debido a que el bache de líquido impide la entrada de la fase gaseosa dentro del tubular ascendente, la
presión detrás del tapón se acumulará por efecto del flujo de gas al mismo tiempo que crece la columna
dentro del Riser. Dependiendo de la relación gas-aceite y de otros parámetros como la presión y
temperatura en el sistema, el bache formado puede llegar a ser incluso un poco más grande que la altura
del Riser mismo.
3. Mientras más y más líquido se acumule en la base, el bache eventualmente alcanzará la parte superior
del Riser y empezará a fluir fuera del mismo. Esto eventualmente disminuirá la columna de líquido y
permitirá la entrada del gas acumulado corriente arriba. La diferencia de presiones entre el separador y
la del gas que se encuentra detrás del bache se incrementa, y como consecuencia el volumen remanente
del tapón es empujado corriente abajo por el gas con velocidades sensiblemente elevadas (15 m/s).
4. Una vez que el remanente del bache y el gas son expulsados fuera del Riser, la presión en la tubería se
reduce. El líquido que no logró llegar a la superficie caerá de regreso hacia la base del Riser y empezará
a acumularse nuevamente en la misma. Esto marca el comienzo del próximo ciclo del bacheo severo.
3.2.3 Problemática
Cuando se presentan ciclos de taponamiento severo puede haber períodos sin producción, seguido de altos flujos
de gas y líquido, lo que conlleva a tener altas presiones y fluctuaciones del flujo que a menudo provocan fallas en
los elementos de proceso como los separadores, ponen en riesgo la integridad mecánica del sistema y reducen
la capacidad de producción general del campo.
2. Bombeo neumático. El bombeo neumático puede implementarse en la base del Riser para mitigar los
problemas de taponamiento, al modificar el patrón de flujo y reducir la carga hidrostática. Conforme se
incremente el gasto de inyección de gas, los tapones serán más pequeños que aquellos formados en el
taponamiento severo.
4. Separación submarina. Es separar el líquido del gas y dejar que fluya a través de diferentes líneas o
Raisers y con esto minimizar la formación de tapones, la separación en el fondo marino se ha convertido
en uno de los métodos que pueden evitar los problemas de taponamiento severo asociados a los sistemas
de producción especialmente en aguas profunda.
A menudo, la inestabilidad suele confundirse con el bacheo hidrodinámico. Sin embargo, el flujo bache es un
patrón de flujo natural que se presenta en casi todos los pozos con alta relación gas-líquido; a diferencia del
cabeceo, durante el flujo bache la producción se mantiene continua y las oscilaciones son de amplitud pequeña
y alta frecuencia.
Actualmente pueden distinguirse diferentes tipos de inestabilidad de flujo en los pozos petroleros productores de
petróleo y gas, pero la más frecuente se presenta en los pozos que operan con bombeo neumático continuo
(BNC).
3.3.2 Problemática
Disminución sustancial en la producción.
Conificación prematura del agua y/o del gas.
Cierre de pozos.
Separación ineficiente.
Paro de compresores.
Producción diferida.
Durante el flujo inestable pueden presentarse períodos prolongados de producción reducida, o incluso sin
producción, seguidos de picos de producción de gran amplitud. A diferencia del caso correspondiente al flujo
bache, la afluencia del yacimiento al pozo varía con el tiempo durante el cabeceo.
Para desarrollar criterios de estabilidad se consideraron tres componentes: El yacimiento, el pozo y el sistema de
inyección se establecen las ecuaciones de cambio que describen de manera simplificada la hidrodinámica del
flujo en cada uno de estos subsistemas; se linealizan las ecuaciones resultantes y se analiza su respuesta a
perturbaciones infinitesimales, finalmente, se proponen criterios de estabilidad. Pueden mencionarse los
siguientes
El análisis no lineal de estabilidad basado en simulaciones dinámicas permite capturar, estudiar, cuantificar y
predecir de manera más realista los complejos procesos transitorios que ocurren en los sistemas de BNC durante
el flujo inestable. Para tal efecto, se formulan y desarrollan modelos numéricos de flujo multifásico transitorio en
el sistema. Se realiza la simulación de las condiciones de operación de interés y, a partir del análisis de la
evolución temporal de las principales variables del flujo, se determina si el sistema es estable o no
Con base en criterios de estabilidad o mediante simulación dinámica, es posible predecir si un pozo operará de
manera estable o inestable bajo determinadas condiciones de operación. Está información permitirá prevenir
posibles problemas de cabeceo, ya sea en la etapa de diseño del sistema o antes de implementar un cambio
operativo
2. Métodos de mitigación
Estrangular el pozo
Estimular el pozo (incremento del índice de productividad)
Desde el punto de vista físico, el golpe de ariete puede explicarse de la siguiente manera. Durante el cierre de
una válvula, la energía cinética del fluido en movimiento se convierte en energía potencial. La elasticidad del fluido
y de la pared de la tubería produce una onda de presión corriente arriba. Cuando dicha onda alcanza el extremo
opuesto a la válvula, la masa de fluido estará en reposo, pero con un aumento de presión significativo. El líquido
comprimido y las paredes de la tubería empezarán a mover la masa del fluido de regreso y se restablecerá la
presión estática corriente arriba. Esta liberación de energía formará otra onda de presión de regreso hacia la
válvula. Cuando esta onda alcance a la válvula, la tubería empezará a contraerse debido al momentum del fluido.
Esta contracción es transmitida de regreso corriente arriba, lo que reduce la presión en la tubería por debajo de
la presión estática. Estas ondas de presión viajarán de ida y regreso varias veces hasta que la fricción del fluido
amortigüe las ondas de presión, y el sistema alcance una condición de equilibrio.
Normalmente el golpe de ariete es un efecto que dura entre milésimas de segundo y segundos, pero que puede
tener efectos devastadores en la integridad mecánica de las instalaciones.
3.4.2 Problemática
El efecto de golpe de ariete puede causar problemas significativos, desde vibraciones y ruido excesivo, hasta
poner en riesgo la integridad mecánica del sistema
Al realizar los golpes repetitivos (a medida que las ondas de choque viajan de ida y vuelta), esto ocasionara que
haya una ruptura de la tubería.
Cuando se cierra una válvula corriente abajo de una tubería, el flujo corriente arriba de la válvula tratará de seguir
fluyendo, creando un vacío que a su vez incurre en un colapso de la tubería o la implosión de la misma
El aumento cíclico en la presión inducido por un cambio repentino puede desajustar los empacadores, golpear la
tubería y dañar la terminación del pozo.
En los sistemas de producción costa afuera, el cierre repentino de una válvula ubicada en superficie
(especialmente cerca del separador) puede generar un golpe de ariete severo.
1. Acumuladores o cámaras de aire. Son básicamente un tipo de tanques con aire u otro gas comprimido
que sirven de amortiguador para recibir las ondas de presión cuando se presente un golpe de ariete. El
tamaño de la cámara debe ser lo suficientemente grande para compensar el volumen de líquido durante
los períodos de despresurización.
2. Expansores. Son tanques instalados en una tubería de descarga y actúan como una represa que
suprime las ondas de presión. Cuando la presión en la tubería se incrementa, el fluido entra y es
almacenado en el tanque. Durante los períodos de tiempo en que la línea se despresurice, el fluido
almacenado en el tanque regresará a la línea, previniendo cambios rápidos de velocidad.
3. Válvulas check con tobera (Nozzle Check Valve). Son conocidas por eliminar tanto el golpe de ariete
como posibles incrementos riesgosos en la presión. Básicamente, son válvulas check que previenen el
flujo inverso debido a que poseen un movimiento axial del disco.
Conclusiones
El aseguramiento del flujo es una disciplina multidisciplinaria para el diseño y operación de los sistemas
de producción de petróleo y gas, orientada a garantizar la producción ininterrumpida de hidrocarburos,
de una manera segura y económica, durante el tiempo de vida del proyecto de explotación.
En este trabajo escrito se presentó una visión integral de la disciplina del aseguramiento de flujo en los
sistemas de producción de petróleo y gas, a través de la revisión bibliográfica de sus principales aspectos
termodinámicos, mecánicos e hidrodinámicos, así como de sus problemáticas más relevantes y los
métodos de análisis y medidas operativas más comunes para prevenirlas o remediarlas.
En cuanto a los aspectos relacionados al comportamiento termodinámico de los fluidos, se abordaron los
problemas concernientes a la precipitación y depósito de sólidos orgánicos (hidratos, asfaltenos y
parafinas) e inorgánicos. Asimismo, se describieron aquellas relacionadas a la formación de emulsiones,
y a la explotación y transporte de crudos de alta viscosidad.
Aun cuando no representan una obstrucción al flujo, la erosión y corrosión representan un riesgo para la
integridad mecánica del sistema, y pueden derivar en rupturas con consecuencias indeseables para el
personal y el medio ambiente, aunado a cuantiosas pérdidas económicas. Ambas problemáticas fueron
analizadas en el presente trabajo bajo el rubro de aspectos mecánicos del aseguramiento del flujo.
En cuanto a los aspectos hidrodinámicos del flujo mutlifásico, se discutieron los problemas de
inestabilidad de flujo en pozos (cabeceo) y en ductos submarinos (bacheo severo). También se revisaron
los conceptos más relevantes referentes al golpe de ariete en tuberías que transportan fluidos
incompresibles.