Ensayos

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“ La importancia del Color en la vida del Hombre “

Es indudable que desde que los animales aparecieron en la tierra dotados de


órganos de los sentidos; es la vista uno de más relevantes ya que, gracias a ella,
establecieron una relación con el mundo exterior que les permitió conocer el terreno,
distinguir el peligro, avizorar su caza y por ende su alimento; más es difícil saber
cuáles animales distinguieron el colorido del medio ambiente y no es hasta que el
más racional de los animales aparece que podemos tener la convicción que los
colores influyeran en su vida y decisiones. Este animal es el hombre.

El color es luz, belleza, armonía y delicia de la vista, pero es sobre todo, equilibrio
psíquico, confort y educación.

Podemos imaginar cómo los hombres más antiguos aprendieron por los colores
muchos de los fenómenos naturales. Conocieron el azul del cielo y la oscuridad de
la noche, el verde de los campos, el árido amarrillo de los desiertos, el blanco gélido
de los glaciares y el rojo de la sangre. También estos colores debieron avisarles las
estaciones del año y hasta los cambios de clima según se percibía.

Así los colores de la naturaleza deben haber influido directamente en su desarrollo,


naciendo el gusto y predilección por algunos. La misma naturaleza prodiga en
elementos, fue la que brindo la materia prima para que los colores fueran
manipulados por los hombres, provocando se pintaran, posteriormente la necesidad
de abrigo los motivó a utilizar los colores de su preferencia en las vestimentas y al
paso del tiempo; del conocimiento y perfeccionamiento de esta práctica
establecieron que determinadas vestimentas de color fueran utilizadas en galas,
festejos, tristezas y guerras.

El hogar de nuestros días no solo requiere color para embellecer y animar, sino
color que resuelva las necesidades psicológicas de quienes vivan con él. La
elección del color está basada en factores estadísticos y también en los psíquicos,
culturales, sociales y económicos.

Es así como a través de la historia los colores han influido, en la moda, en los gustos,
en las celebraciones, pero siempre, se han vinculado al estado de ánimo.

Hoy en día se conoce que los colores despiertan sensaciones y sentimientos, así
los hay tranquilizadores como el azul, de limpieza y pureza como el blanco,
pasionales como el rojo, etc.

El color en las artes es el medio más valioso para que una obra transmita las mismas
sensaciones que el artista experimentó frente a la escena o motivo original; usando
el color con buen conocimiento de su naturaleza y efectos y adecuadamente será
posible expresar lo alegre o triste, lo luminoso o sombrío, lo tranquilo o lo exaltado,
etc.

Nada puede decir tanto ni tan bien de la personalidad de un artista, del carácter y
cualidades de su mente creadora como el uso y distribución de sus colores, las
tendencias de estos y sus contrastes y la música que en ellos se contiene.

El color en la arquitectura y decoración se desenvuelve de la misma manera que en


el arte de la pintura, aunque en su actuación va mucho más allá porque su fin
es específico, puede servir para favorecer, destacar, disimular y aun ocultar, para
crear una sensación excitante o tranquila, para significar temperatura, tamaño,
profundidad o peso y como la música, puede ser utilizada deliberadamente para
despertar un sentimiento. El color es la magia que transforma, altera y lo embellece
todo o que, cuando es mal utilizado, puede trastornar, desacomodar y hasta anular
la bella cualidad de los materiales más ricos.

El color, como cualquier otra técnica, tiene también la suya, y está sometido a ciertas
leyes, que conociéndolas será posible dominar el arte de la armonía, conocer los
medios útiles que sirven para evitar la monotonía en un combinación cromática,
estimular la facultad del gusto selectivo y afirmar la sensibilidad.

El nivel intelectual, el gusto de la comunidad, la localización y el clima también


influyen en la elección del esquema y la finalidad o propósito de cada pieza. Pero
entre todos estos factores del color, quizás sea el más importante el psicológico,
¿por qué nos alegra, inquieta, tranquiliza o deprime un determinado conjunto o
combinación cromática?

Los colores del interior deben ser específicamente psicológicos, reposados o


estimulantes porque el color influye sobre el espíritu y el cuerpo, sobre el carácter y
el ánimo e incluso sobre los actos de nuestra vida; el cambio de un esquema de
color afecta simultáneamente a nuestro temperamento y en consecuencia a nuestro
comportamiento.

Debido a que los colores nos afectan psíquicamente es importante mencionar que
uno de los factores importantes en la aplicación de la psicología del color es la
personalidad, ya que cada color refleja características del comportamiento, carácter,
personalidad y temperamento.

Cada individuo como la palabra lo índica es único y diferente a los demás, podemos
tener características en común, más nunca podremos ser idénticos uno del otro, lo
que marca la diferencia son los rasgos particulares de cada persona, que se forman
por diferentes factores como el sexo, edad, cultura, etcétera, dando pie a la
formación de un carácter, influyendo en este el temperamento, que son las
reacciones innatas que cada persona presenta ante las diferentes situaciones. Los
factores anteriores concluyen en la personalidad, siendo esta irrepetible e
inigualable para cada individuo.

Los colores forman parte de nuestra vida cotidiana desde que nacemos hasta que
morimos, encontrándolos en los edificios y decoraciones de estos, en la naturaleza,
en las cosas que utilizamos, en las personas, la moda e incluso en las expresiones
coloquiales. Es tal la importancia que tienen en nuestra vida que se han dedicado
años de estudio a la explicación coherente y justificada del efecto que tienen sobre
las personas, aprovechándose en ocasiones de estas cualidades del color, para
casos como la publicidad, el diseño y el arte.
“Warhol, su personaje fue su verdadera obra”

Andy Warhol fue desde el principio un hombre lleno de contradicciones y al que


rodeó la polémica. Se cuestiona su obra cinematográfica, considerada por muchos
como pionera y una gran influencia en el cine posterior mientras que otros la
califican como experimentos sin sentido, pretenciosos e impactantes pero muy
vacíos. Sus trabajos en pintura han llegado a ser calificados como una broma de
mal gusto por sus críticos mientras que gente de todo el mundo compra sus famosas
láminas por miles. ¿Es pues Andy Warhol un artista significativo o un producto de
marketing? No podría contestar a eso, pero en mi opinión y en la de muchos, la
verdadera obra de Warhol fue su propio personaje.

Tras una primera etapa en la que trabajó como ilustrador de zapatos y realizando
todo tipo de campañas publicitarias, en los años sesenta Warhol comienza a
hacerse un nombre y también a crear a su propio personaje. Tomando como
referencia a los artistas del movimiento conocido como Pop-Art que había
comenzado en Inglaterra en los años cincuenta, Andy comienza a tomar elementos
propios de la cultura americana, como las famosas latas de sopa o los botellines de
Coca-Cola y los hace aparecer en sus cuadros. Pronto se suman otros elementos
como el billete de dólar o actores y actrices leyendas del momento. Esta es quizás
la imagen más frívola del artista, la que ha quedado en la mente de todos y la que
mejor se le daba representar. Pero también hay otra cara del pintor, la que mostró
en cuadros en los que plasmó peleas callejeras, suicidios y hasta la silla eléctrica,
quizás la unión entre este mundo más duro y oscuro y los iconos pop que lo
encumbraron a la fama.

En este momento de su vida, Warhol comienza a crearse su propia leyenda. Un


personaje frívolo, incluso superficial, siempre rodeado de músicos, actores y
bohemios en fiestas en las que el alcohol, las drogas y el libertinaje eran habituales.
Eran los años sesenta, la época de la revolución hippy y del levantamiento contra
todo lo que fuera la moral reinante. Las fiesta de Warhol en The Factory, su estudio
de Nueva York, eran prácticamente diarias y todo aquel que deseaba tener un
nombre en el mundillo underground estaba allí. Los que conocen a Warhol afirman
que sin embargo, este era una persona muy religiosa y que a menudo, tras las largas
fiestas y bacanales, acudía a los servicios religiosos de la iglesia católica bizantina,
confesión a la que pertenecía.

A pesar de estar siempre en el ojo del huracán y permanentemente expuesto en los


medios, Andy Warhol fue capaz de cubrir con un opaco manto su vida privada. De
su gran religiosidad apenas se supo nada hasta su muerte y lo mismo ocurría con
su sexualidad. Era capaz de ser un gran militante de la causa homosexual, su cine
es un alegato reivindicativo de este movimiento y la mayor parte de sus películas se
estrenaron en cines X homosexuales. Pero sin embargo, su imagen pública era
totalmente reservada y le gustaba crear sobre él un halo de asexualidad, como si
estuviera por encima de los humanos deseos carnales. En las entrevistas no
contestaba más que con monosílabos y dejaba que fueran amigos y representantes
los que respondieran por él, a veces con la verdad y a veces con historias
inventadas. Curiosamente, alguien que era el terror de cualquier periodista por el
muro que tenía levantado ante sí, fue en 1969 el creador de la famosa revista
Interview.

No son pocos los que creen que esta manera de comportarse por parte de Warhol
es causa directa del rechazo que sufrió en los círculos culturales y artísticos de
Nueva York en sus inicios. Su evidente homosexualidad y su amaneramiento fueron
comentados como motivo de rechazo por parte de esta élite que se negaba a abrirle
las puertas. Warhol no se desanimó y creó su propio círculo en el que incluyó a
todos los excluidos y, gracias a sus grandes conocimientos sobre cómo funcionaban
la fama y los medios, convirtió a muchos de ellos en figuras muy conocidas. El caso
más famoso es el de la Velvet Underground, grupo del fallecido Lou Reed, del cual
fue mánager y productor durante un tiempo.

En los años setenta Warhol deja de ser el artista rompedor y comienza su época
más tranquila y también más comercial. Durante esta década adapta su estilo para
que encaje mejor en las galerías de arte. Aunque muchos pueden decir que fue una
evolución lógica en la carrera de un pintor, lo cierto es que es fácil ver que fue un
movimiento comercial. Warhol se dedicaba a rondar a todo tipo de famosos y los
famosos a él en el famoso Estudio 54. Cualquier personaje conocido del cine, la
música o incluso de la política era un buen objetivo para sus pinceles. Le daba al
público lo que quería ver. En esta época no duda incluso en diseñar pinturas para
coches en lo que muchos consideran un comercialismo extremo. Ya a finales de
esta década casi toda la crítica está de acuerdo: Warhol se ha convertido en un
pintor superficial y comercial que no aporta nada artísticamente hablando.

En los ochenta decide dar un giro a su carrera y comienza a interesarse por los
nuevos artistas y movimientos que surgen en toda Europa. Sin embargo, para
muchos es tan solo otro inteligente movimiento comercial más que una evolución
artística. En lugar de apoyarse en famosos y estrellas, ahora Warhol se une a los
incipientes artistas en otra de sus famosas simbiosis: el aporta su fama y su apoyo
y ellos su credibilidad y sus ideas renovadas. Continúa pintando a celebridades,
pero también realiza sus propias versiones de cuadros clásicos.

Warhol fallece en 1987 a consecuencia de complicaciones postoperatorias tras una


intervención de vesícula. Todas sus propiedades fueron legadas a su familia que
descubrió que escondía una fortuna aún mayor de la esperada debido a sus
inteligentes inversiones financieras. Otro punto que demuestra la personalidad de
Warhol, tan interesado en los negocios y el dinero como en el arte, incluso más
según sus detractores. Parte de ese dinero se ha invertido en la Fundación Andy
Warhol Para Las Artes Visuales, dedicada al apoyo a artistas rompedores y a la
difusión de su obra. Una prueba más de la necesidad de Andy Warhol de pasar a la
historia y no ser olvidado

Nos encontramos pues con una persona muy religiosa que compaginaba sus visitas
a la iglesia con su participación en las que eran consideradas las fiestas más
salvajes de la época y con la filmación de películas calificadas como de alto voltaje
sexual. Un hombre que al ver frustrados sus intentos de penetrar en los círculos
intelectuales de Nueva York crea su propio círculo underground y sabe venderlo a
los medios como la alternativa cultural. Un artista que se rodea de otros artistas en
relaciones simbióticas en las que unos se alimentaban de los otros.
Paladín del movimiento gay y, sin embargo, capaz de quedar con el mismísimo
Ronald Reagan para charlar y para retratarlo. Un hombre que decía pintar los iconos
populares, pero que no duda en retratar a un jovencísimo Miguel Bosé para la
portada de un disco y aparecer en uno de sus video-clips a pesar de reconocer en
privado que de él solo sabe que es el hijo de un torero, todo ello por una gran
cantidad de dinero.

Contradictorio en sí mismo y más querido por el público en general que por la crítica,
Warhol posiblemente hubiera pasado desapercibido si su obra no hubiera estado
sostenida por su personaje, el cual fue en mi opinión y en la de muchos, el auténtico
soporte de su fama junto con su gran capacidad para ver el talento ajeno y, eso sí,
su generosidad a la hora de apoyar y patrocinar a sus amigos.
La pena de muerte
“Los sucesivos hechos delictivos avanzan sobre la sociedad. Todos registrados por
los medios de comunicación dan lugar al renacer de la opinión pública a favor de la
legislación de la pena de muerte. Esta pena capital existe desde hace varias
décadas en países donde sus comunidades concuerdan en considerar que se trata
de un castigo acorde al daño provocado. Son muchos los sentimientos que afloran
en la sociedad que avanza a favor de la pena capital: la sed de venganza, justicia
por el daño provocado, el enojo y el dolor no les permite darse cuenta que la pena
de muerte posee varios factores negativos y suficientes para pensar que no debería
formar parte de la Constitución. Muchos pueden defenderla, sin embargo es preciso
considerar factores que se contraponen a su aplicación.

El crimen pudo haber sido demostrado y por ello ser juzgado el delincuente. El
delincuente cometió un crimen, la sociedad lo juzga a partir de señores formados
para ello “los jueces”. Si el criminal es ejecutado debido a la aplicación de la pena
de muerte, el tribunal toma una actitud que lo convierte también en un criminal. Sin
dudas es una actitud con contradicciones, ya que el tribunal está sugiriendo
implícitamente que ejecutar al prójimo es un hecho lícito como solución de
problemas sociales, los cuales no se resuelven a partir de la ejecución de personas.
De hecho con esta actitud parecería que regresamos a la prehistoria.

Quienes se encuentran a favor de la pena de muerte insisten en que es el mejor


modo de intimidar, pero no consideran la insensibilidad de los criminales sobretodo
los de alta peligrosidad que carecen de moral. El delincuente sabe que la muerte es
uno de los riegos potenciales que corren cuando delinquen y matan. Sin embargo
nada les intimidan como piensan las personas con buenos sentimientos y moral.

Los crimines pasionales existen y en ese momento el criminal se enceguece con


una conducta inconsciente, ya que no piensa en las consecuencias.
La pena de muerte es temida por personas de bien que al ser pacíficas, morales y
honestas puedan verse involucrados en un crimen de forma circunstancial, tal como
les puede suceder a los delincuentes ocasionales. Este crimen ocasional causado
por circunstancia de la vida puede llevarles a ser ejecutados. La pena de muerte es
un fracaso porque no protege al inocente, no respeta la civilización ni tiene
capacidad de detener el accionar de los criminales (Edmund Brown)

La pena de muerte no es un acto ejemplificador. Muestra de ello son los crímenes


q aún subsisten en los países donde es aplicada. Este castigo por cierto inhumano
existe en varios de los estados de Estados Unidos sin poder demostrar la reducción
de los índices de crímenes. Los sicarios son un ejemplo de falta de esperanza e
insensatez, ya que la mayoría de ellos carece de esperanza de vida más allá de los
30 años, ninguno piensa en la vejez como posibilidad de vida. Con tales
pensamientos es imposible creer que les puede intimidar la aplicación de la pena
de muerte. Sin darle valor a la vida es imposible pensar que dejarían de ser
criminales a sueldo.

Asimismo dada la imposibilidad de ser aplicada a menores de 18 años se corre el


riesgo de que los sicarios contraten a los menores de edad para cometer los
crímenes. En definitiva no existiría posibilidad de condenar a muerte a los
verdaderos responsables e ideólogos.
No es posible dejar de lado la gran posibilidad de una investigación ineficiente por
parte de los jueces, quienes sancionan y dictan la pena de muerte, a veces, tal como
ya ha sucedido erróneamente sancionando como culpable a quien en realidad era
inocente. La infraestructura judicial puede ser mejor o peor dependiendo de cada
país, sin embargo ninguno de ellos se encuentra exento de cometer errores, ya que
los jueces son seres humanos que como tales los pueden cometer.

En el año 1974 en un pub de Birminham explotó una bomba causando la muerte de


21 personas. Este hecho fue investigado por la justicia londinense, la cual condenó
a 6 irlandeses por sospechados como miembros del IRA. Condenados a cadena
perpetua, la justicia de Londres reconoció su error recién al comenzar el año 1991.
Durante todo este tiempo, los condenados sufrieron torturas de todo tipo, sin que la
justicia londinense pueda aún dar con los verdaderos responsables de aquel ataque.
Si a estos seis sospechosos irlandeses se les hubiese aplicado la pena de muerte
considerándola como castigo justo por el aberrante hecho que supuestamente
habían cometido, no existiría posibilidad de que los jueces retrocedan reconociendo
su error.
Si un imputado puede ser condenado erróneamente a la pena de muerte en un país
con una infraestructura jurídica y criminalística sólida, en países sin esta
característica ocurrirían hechos peores.

Asimismo en el pensamiento de la pena de muerte como el castigo justo al criminal


prevalece un sentimiento de venganza por sobre el objetivo de evitar que continúen
los asesinatos.
Así como matar a quien mata, se podría pensar en otorgarle proporcionalidad a la
pena en cuanto a delitos cometidos contra el medio ambiente, violar a quien violó,
quemar la casa de un piromaníaco y en definitiva se estaría aplicando en nuestra
época la ley del Talión. De todos modos no significa tolerar ni aceptar los hechos
criminales sino mantener en alto los propios valores que se sobreponen a los del
condenado. La venganza llevada a cabo por el estado es repudiable.

Las causas de la criminalidad no se reducen con la pena de muerte. Los problemas


que deberían ser extirpados de raíz son la desigualdad social, la injusticia social, las
tierras que no son trabajadas pero que perteneciendo a una elite no permiten que
el campesino pueda cultivarlas y trabajar en ellas. El estamento gubernamental
presenta un desidia que de continuar de este modo será imposible que se pueda
reducir la criminalidad del modo que la sociedad lo necesita. La pena de muerte
puede ser una decisión amenazante para el delincuente, pero de ningún modo
extirpará de raíz las causas por las que se comenten los crímenes”

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