2° Año Grupo Base PDF

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APOSTOLADO DE LA CRUZ

Ven Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía
Señor tu Espíritu y todo será creado, y se renovará la faz de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haz que seamos dóciles a tu Espíritu para
gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Ofrecimiento al Verbo Encarnado

PADRE SANTO, por las manos de María te ofrecemos como víctima al Verbo Encarnado, en quien
tienes tus complacencias. Impulsados por la caridad que el Espíritu Santo ha derramado en
nuestros corazones nos ofreceremos constantemente en su unión como hostias vivas y nos
sacrificaremos por tu amor en las ocasiones que se nos presenten, implorando gracias para el
mundo y la Iglesia, especialmente para los sacerdotes.
¡Jesús, Salvador de los hombres, sálvalos, sálvalos!

Plegaria por los Sacerdotes

Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario,
pongas en ellos tu corona de luz en vez de tu corona de espinas.
Que cuando, día por día, te traigan el pan convirtiéndolo en tu cuerpo, ello no se les vuelva rutina
sino diario milagro.
Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos entregas.
Que cuando jóvenes tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos sigan sintiendo que
“Dios alegra su juventud”.
Que, espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y perfectamente
divinos.
Que cuando el desánimo y la flaqueza los agobien en el camino de su calvario, estés Tú, como
Cirineo, para llevarles la Cruz y volvérselas gozo.
¡Y que nunca falte quien dé la vida por ellos, así como Tú la diste por nosotros!
Ángelus
V/. El Angel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra del espíritu Santo.
Dios te salve, María…
V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
V/. El Verbo se hizo carne,
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
V/. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos. Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que nosotros, que por el anuncio del
Angel conocimos la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y su Cruz, lleguemos a la
gloria de la Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. R/. Amén.

Regina Coeli
(para el tiempo de Pascua)

V/. Reina del Cielo, alégrate, aleluya.


R/. Porque el Señor, a quien mereciste engendrar, aleluya.
V/. Resucitó según su palabra, aleluya.
R/. Ruega a Dios por nosotros, aleluya.
V/. Alégrate, Virgen María, aleluya.
R/. Porque resucitó el Señor, aleluya.

Oremos. Oh Dios, que has alegrado al mundo con la Resurrección de tu Hijo, Jesucristo Nuestro
Señor, concédenos por su Madre la Virgen María, llegar al gozo de la eternidad. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor. R/. Amén.

Consagración a la Santísima Virgen María


Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me entrego todo a ti, y en prueba de mi filial afecto te consagro
en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mis manos, mi corazón, en una palabra todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya.
Amén.

Acordaos
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María que no se ha oído decir hasta ahora que alguno que
recurriese a tu patrocinio, implorase tu auxilio o pidiese tu socorro, haya sido abandonado por ti.
No quieras Madre del Verbo Encarnado despreciar mis suplicas, óyeme favorable y haz lo que te
pido. Amén.
SECUENCIA DE TEMAS DE
SEGUNDO AÑO.
Tema 1 Revisión de comunidad
Tema 2 Mi proyecto de vida
Tema 3 Balance y plan de vida
Tema 4 Acceso al Jesús histórico
Tema 5 Jesús, hombre Él también
Tema 6 Las motivaciones de Jesús
Tema 7 El Dios de Jesús
Tema 8 El mensaje central del Reino
Tema 9 Las Bienaventuranzas
Tema 10 Los obstáculos del Reino
Visita a campo
Tema 11 La comunidad en Jesús
Tema 12 La misión de la comunidad
Tema 13 Tu eres el Cristo
Tema 14 Taller de oración II
Tema 15 Jesús, Salvador de los hombres
Tema 16 Jesús, Sacerdote y Víctima
Tema 17 Actitudes de vida en el Apostolado de la Cruz
Tema 18 La Cruz del Apostolado: regalo al mundo
Tema 19 La cruz del cristiano
Tema 20 Concepción Cabrera de Armida
Tema 21 Sacramentos: acontecimientos salvíficos
Tema 22 Bautismo y confirmación
Tema 23 Eucaristía
Tema 24 Espiritualidad del sacramento del matrimonio
Tema 25 Reconciliación y unción de los enfermos
Tema 26 Orden sacerdotal
Tema 27 María
Tema 28 Iglesia
APOSTOLADO DE LA CRUZ Tema 1 2do. Año

Tema 1
REVISIÓN DE COMUNIDAD

Contenido: Objetivo
Reflexión 2
Que los miembros de la comunidad identifiquen, a la luz de la Palabra del Se-
I.- Diálogo 2 ñor, las actitudes que están llamados a vivir para crecer juntos como comuni-
dad de vida cristiana.
II.- Proyecto de comu- 3

Conclusión 3

3
Construir la comunidad...

Los dones del Espíritu Santo tienen su propio se-


llo de garantía: la caridad; son gracias para servir
a los demás, no para servirse a sí mismo. Se
busca el bien de los otros y el compartir con to-
dos lo que se ha recibido para construir la comu-
nión.
La caridad construye el Cuerpo Místico de Cristo en la unidad vi-
tal y responsable que proviene de la variedad de los dones reci-
bidos.
Todo don del Espíritu Santo es auténtico cuando refleja la actitud
Directrices: de Jesús: dar la vida para salvar al mundo; así, cada uno se reali-
• Revisar el caminar za según su capacidad de darse, especialmente en las cosas pe-
de la comunidad en queñas y anónimas.
el año anterior.
• Hacer un plan de
Las gracias o carismas que da el Espíritu Santo construyen la
vida comunitario unidad de vida en el corazón de cada uno y en la convivencia
para vivir en el año. comunitaria. En cada comunidad debe resonar el himno de la ca-
ridad. (I Cor 13, 1-13)
Juan Esquerda Bifet
Pablo Hoy: un nuevo rostro de apóstol
Reflexión
Tema 1
De la carta de San Pablo a los Colosenses 3, 9b-10. 12-17

“Ustedes se despojaron del hombre viejo y su manera de vivir


para revestirse del hombre nuevo, que el Creador va renovando
conforme a su imagen para llevarlo al conocimiento verdadero.
Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios,
por ser sus santos muy queridos; revístanse de sentimientos de
tierna compasión, de bondad, de humildad, de mansedumbre,
de paciencia.
Sopórtense y perdónense unos a otros, si uno tiene motivo de
queja contra otro. Cómo el Señor los perdonó, a su vez, hagan
lo mismo. Pero, por encima de todo, tengan el amor, que es el
vínculo perfecto. Que la paz de Cristo reine en sus corazones;
ustedes fueron llamados a encontrarla, unidos en un mismo
cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.
Que la Palabra de Cristo habite en ustedes con todas su rique-
zas, que sepan aconsejarse unos a otros y enseñarse mutua-
mente con palabras y consejos sabios. Con el corazón agradeci-
do, canten a Dios salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Y
todo lo que puedan decir o hacer, háganlo en el Nombre del Se-
ñor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”

Una comunidad cristiana


se distingue porque
I.– Diálogo sobre el texto
todos los miembros
ponen al servicio de los
demás los dones que el
Hemos caminado como comunidad del Apostolado de la Cruz
Señor les ha dado durante un año , en el cual juntos nos hemos encontrado con
Dios, nos hemos encontrado con nosotros mismos y como her-
manos de comunidad, el Señor nos llama a seguir caminando, a
crecer como comunidad de vida cristiana, unidos en comunión,
en la edificación y en el apoyo mutuo.

Se ha escogido el texto anterior como iluminación para revisar


nuestro caminar comunitario; el Señor nos ha llamado y nos ha
reunido en su Nombre, el texto nos dice que somos “elegidos de
Dios”, eso implica una vocación , un llamado...

• ¿Qué entendemos por vocación al Apostolado de la Cruz?


• ¿Qué te dice la palabra “revestirse de”?
• ¿Qué implica?
• ¿Qué actitudes o acciones me pide?

Compartir cada persona la actitud que le haya llamada la aten-


ción y comentarla con el grupo.
Pág. 2
II.– Proyecto de comunidad

¿Que actitudes necesitamos para construir mejor esta comuni-


Tema 1
dad?

En un silencio orante pensemos aquellas actitudes que nos


muestra el Señor en el texto anterior como retos para vivir a ni-
vel:
• Personal
• Comunitario
• Como Apostolado de la Cruz

En base a las actitudes que descubrimos hagamos nuestro plan


comunitario para vivir el presente año.

Conclusión

Uno de los objetivos de este año es consolidarnos como co-


munidad de vida cristiana; hemos tenido oportunidad de des-
cubrir los dones que el Señor ha otorgado a cada uno de no-
sotros, miembros de esta comunidad, ninguno es mayor o
menor, todos y cada uno son necesarios para la construcción Nos construimos o
de la comunidad, todos son indispensables. realizamos sólo en el
amor, es decir, en la
Lo importante es la disponibilidad de poner al servicio de los santidad, porque Dios es
demás nuestras personas, nuestro tiempo, nuestro interés por amor.
sus vidas y tener la capacidad de comprensión y perdón mu-
tuo, para no entorpecer el crecimiento de la comunidad.

En este año profundizaremos en la vida y actitudes de Jesús


de Nazareth, y en nuestra espiritualidad, ello nos ayudará a
descubrir las actitudes cristianas a las que estamos llamados a
hacer vida y a ponerlas al servicio de los demás.

Juntos, con la ayuda del Espíritu Santo, iremos recorriendo el


camino al que nos llama Dios Padre en el seguimiento de
Jesús, Sacerdote y Víctima.

Celebrar

Terminar recitando a coro el “Salmo de gratitud”, del libro


"Salmos en el dolor y la alegría, de Francisco Cerro Chávez.
Canto sugerido: "Vamos caminando"
Pág. 3
Celebrar
Tema 1
“Salmo de gratitud”

Señor, es asombroso tu amor para con nosotros.


!Cuántas maravillas realizas tú!
Enumerarlas sería algo asombroso.
Sabemos, Señor, que tu amor es auténtico,
Que jamás defraudas a quien acude a ti,
Por eso, como comunidad, te llamamos en este día,
Invocamos tu nombre,
Pues tú eres realmente un amor desbordado.

Cuando te conocimos
Fue todo como una aventura de amor,
Tú te acercaste a nuestras vidas
Y dejaste caer tu gracia como rocío de la mañana.
Ahora, cuando pasa el tiempo,
Tu amor tiene el ímpetu del primer día,
Tiene sabor a novedad continua,
Es increíble para nosotros.

Por eso queremos vivir de ti,


Dios es infinitamente Vencer las tentaciones
mayor que nuestras que nos separan unos de otros,
palabras, pensamientos, Y acogernos a tu gran amor.
afectos y sentimientos,
por ello nuestra mejor
Concédenos, Dios todopoderoso
El gozo de vivir desde ti,
oración es la de adorar,
Sembrando esperanza en los corazones
esperar, admirar, amar...
Para caminar en plenitud de tu amor.
Amén.

Pág. 4
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS
Tema 2
Segundo Año

MI PROYECTO
DE VIDA
(Manual anexo)
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS
Tema 3 2do. Año

Tema 3
BALANCE Y PLAN DE VIDA

Objetivo
Contenido:
Ofrecer al participante la posibilidad de darse cuenta cómo se encuentra en
I. Balance de mi vida 2
cada una de las áreas de su vida, para que después elabore un plan de vida
que le ayude a equilibrar su persona y fijar metas concretas de desarrollo en
II. Plan de vida 2
el área personal, familiar, profesional, social y espiritual.
Conclusión 4

Una influencia positiva

¿Quieres ser una influencia positiva para el mundo?


¡Primero pon en orden tu vida!
Básate en el principio único, de manera que tu conducta sea ín-
tegra y eficaz.
Si así haces, ganarás respeto y serás una influencia poderosa.
Tu conducta influye en otros por el efecto del ejemplo.
El efecto del ejemplo es eficaz porque todos tienen influencia so-
bre todos. La gente poderosa tiene una poderosa influencia.
• Si tu vida funciona, influirás en tu familia.
• Si tu familia funciona, tu familia influirá en la comunidad.
• Si tu comunidad funciona, tu comunidad influirá en el país.
• Si tu país funciona, el efecto del ejemplo se repartirá por el
Directrices:
cosmos.
El plan de vida ayuda al Recuerda que tu influencia empieza en ti y se multiplica hacia
desarrollo personal; es fuera. Por lo tanto, asegúrate de que tu influencia sea a la vez po-
necesario que cuando tente e íntegra.
fijemos nuestros planes
o metas a conseguir ¿Cómo sabrás si esto funciona? Todo crecimiento avanza hacia
seamos realistas y de- fuera de un núcleo fértil y potente.
terminemos aquello que
sí está a nuestro alcan- !Tú eres ese núcleo!
ce. Lao Tsé
1.– Balance de mi vida
Tema 3 En los temas anteriores hemos tenido oportunidad de tener un
panorama general de la realidad de nuestro entorno, de los cam-
bios y los valores que existen en las familias, hemos profundiza-
do en la riqueza de nuestra persona y detectado aquellos valores
principales que nos mueven a actuar.

Ahora realizaremos un “Balance de nuestra Vida” y para ello to-


maremos en cuenta todos los aspectos que descubrimos, tanto
de nuestra persona como de nuestro entorno; este plan de vida
nos permitirá un mayor autoconocimiento y nos dará la pauta
para encontrar aquellas acciones que nos permitirán crecer co-
mo personas.

Para realizar el balance nos imaginaremos que nos acaban de


dar una mala noticia: tenemos muy poco tiempo de vida, es
hora de poner en orden nuestra vida, así que realicemos una re-
visión evaluando nuestra vida en los aspectos personal, familiar,
profesional, social y espiritual (contestar formatos del 1 al 5, que
se anexan)

La felicidad nace de
poner nuestro corazón en
2.– Plan de vida
nuestro trabajo, y de
hacerlo con alegría y
Posteriormente, y bajo la conciencia que Gracias a
entusiasmo. Dios,contamos en este momento con salud y vida, nos fijaremos
nuevas metas en cada una de las áreas de nuestra persona, de
acuerdo con los resultados obtenidos por medio del ejercicio an-
terior.

Elaborar un plan de vida es algo que comúnmente no hacemos


ya que presentamos múltiples pretextos y resistencias (“no tengo
tiempo”, “estoy muy ocupado”, “es algo que se queda en el pa-
pel”, etc.). este bloqueo muchas veces es tan absurdo como el
cuento aquél del hombre que caminando por las arduas brechas
de la selva, portaba una venda en sus ojos que le impedía ver
claramente su paso por el camino, y obviamente, así lo hacía
más difícil y lento. Sin embargo después de recorrer un tramo del
camino de esta manera, y ante la sugerencia de su acompañan-
te, él afirmó que estaba demasiado ocupado para detenerse y
quitarse la venda de los ojos.

“Había un leñador que se agotaba malgastando su tiempo y sus


energías en cortar madera con un hacha embotada, porque no
tenía tiempo, según él, para detenerse a afilar la hoja”.

Pág. 2
.Así pues involucrémonos en el proceso de “afilar la hoja de
nuestras hachas”, a encontrar los elementos de nuestra persona
que pudiera tener “más filo”, que pudiera corregirse, perfeccio-
narse y así alcanzar nuestros objetivos personales de la mejor
Tema 3
manera.

El plan de vida es una herramienta que nos aporta muchos ele-


mentos de conocimiento y crecimiento personal. A través de ella
podemos plasmar en papel muchos de nuestros ideales y moti-
vadores profundos que quizás no los habíamos hecho muy
conscientes y, que una vez clarificados, pueden darle un giro dis-
tinto y positivo a nuestra vida.

De este modo el primer paso es diseñar el plan de lo que quere-


mos alcanzar, para después enfocar las energías hacia la realiza-
ción concreta del mismo, ya que cualquier plan o actividad que
nos marquemos pierde toda su validez si no se pone en prácti-
ca.

Así pues, a través de los formatos adjuntos de Plan de Vida, po-


dremos diseñar nuestro futuro a tres años más, partiendo de la
fecha actual, y después ir definiendo los planes en plazos más
cortos que nos ayuden a encaminar nuestros esfuerzos hacia el
objetivo trazado a tres años.
Sólo por hoy no tendré
Por ejemplo, si deseamos en tres años, tener una casa, en los temor y, especialmente,
plazos más cortos (8 meses, 1 año, dos años) debemos trazar- no tendré temor de ser
nos las metas de ahorrar, revisar opciones, comprar el terreno, feliz, de disfrutar lo
diseñar planos, iniciar la construcción, etc., a fin de que al llegar bello, de amar y de creer
los tres años, podamos contar con la casa que deseábamos. que los que amo, me
aman.
De esta manera, nos visualizaremos a futuro para definir cómo y
dónde nos gustaría estar, y gradualmente, en los plazos marca-
dos a más corto plazo, iremos clarificando los pasos necesarios
para encaminarnos al alcance de los primeros objetivos.

Es natural que en el curso del plan surjan cambios que pudieran


alterar todo el esquema marcado desde el momento presente.
Ante ello, es prudente adoptar una actitud flexible y abierta que
nos permite ir creciendo también con la experiencia de nuevas
situaciones.

Finalmente, es necesario elaborar el ejercicio en nombre del Es-


píritu Santo, para que con su Luz podamos descubrir lo que Dios
quiere de nosotros en las distintas situaciones y tiempos de
nuestra vida. El Espíritu Santo nos guía siempre a la verdad com-
pleta; con su ayuda lograremos conocer todas aquellas áreas
que necesitamos cambiar, sabiendo que contaremos siempre
con su Gracia y su Fuerza para llevarlo a cabo.
Pág. 3
Conclusión
Tema 3
El proceso de desarrollo personal es permanente y siempre bus-
ca nuevas formas de manifestarse; de hecho esa es la señal que
nos indica que vamos caminando. Sin embargo nuestra respues-
ta ante ellas puede ir desde la indiferencia hasta su total aprove-
chamiento. Busquemos siempre estar en una actitud de alerta
para detectar y aprovechar las múltiples ocasiones de crecimien-
to que Dios nos ofrece a través de nuestra vida. Ahora se nos
presenta esta herramienta específica... ¡aprovechémosla!

Celebrar

Terminar con una oración de gratitud al Señor, con el canto


“Hacia lo alto” de Eduardo Ortiz.

Dar me produce más


felicidad que recibir, no
porque sea una
expresión de privación
sino porque, en el acto
de dar, está la expresión
de mi vitalidad.

Pág. 4
BALANCE DE MI VIDA
1.- ÁREA PERSONAL

AHORA QUE SÓLO CUENTO CON UN MES DE VIDA, PUEDO VER MI VIDA EN RE-
TROSPECTIVA...

¿Cómo me sentí en mí desarrollo personal?, ¿Hice algo por mí para crecer como
persona?

¿Participé en eventos o actividades que fortalecieran mi superación personal?

¿Qué cualidades logré acrecentar en mi persona?

¿Qué debilidades nunca puede superar?

LITERATURA: ¿Cuántas libros y obras se quedaron adornando mi librero y nunca


leí?

ARTE Y OFICIOS: ¿Logré desarrollar alguna habilidad para las artes y oficios
(pintar, cantar, tocar instrumento musical, carpintería, etc.)?

ENTRETENIMIENTO: ¿Practiqué alguna actividad o pasatiempo de utilidad que


además me pudo servir como persona?

ESPARCIMIENTO: ¿Disfruté algún tiempo para mí... reflexionando, meditando, es-


cuchando música, en contacto con la naturaleza...?

SALUD: ¿Me sentí satisfecho con mi estado de salud y mi condición física...? ¿Qué
hice de bueno para mantenerme sano?

¿Qué vicios tenía que dañaban mi salud y mi condición física?

¿Qué pensé hacer para mejorar mi salud y mi condición y que por diferentes moti-
vos nunca hice?
2.- ÁREA FAMILIAR.

HACIENDO UN ANÁLISIS DE COMO FUÍ COMO ESPOSO(A), COMO PADRE O MA-


DRE, AMIGO, ¿QUÉ PUEDO DECIR AL RESPECTO...?

Como Esposo(a): Fui...

Como Padre o Madre: Fui...

Con toda mi FAMILIA en general: Fui...

Con mis AMIGOS más cercanos e íntimos: Fui...

¿QUÉ COSAS “ME PUEDE” NO HABER HECHO?, ¿QUÉ SENTIMIENTOS Y COSAS


NO COMUNIQUÉ O NO ARREGLÉ...?
3.- ÁREA PROFESIONAL.

¿Cómo me sentía con los estudios que pude realizar...?

¿Qué puedo decir de mi trabajo, de mi desempeño profesional...?

¿Qué recuerdo dejo entre mis compañeros de trabajo, mi jefe, mis subalternos...?

¿Qué proyectos de crecimiento profesional puede ver cristalizados en mi vida...?

¿Qué proyectos de crecimiento profesional se quedaron en meros planes...?

¿Cuál es el sentimiento que predomina en mi interior respecto a mi imagen como


alguien que emprende un trabajo...? ¿Siento que realmente fui bueno, responsa-
ble, entregado?, o bien ¿fui profesional “a medias”, saqué el trabajo “al vapor” y
sólo para “salir del paso”...?
4. ÁREA SOCIAL.

Desde el punto de vista social, ¿llegué a sentir la necesidad de hacer algo por los
demás?

Si no hice algo por los demás, ¿qué me lo impidió?

¿Qué cosas realmente hice por los demás que me gustaban y de las que me sentí
muy orgulloso(a)?

¿Dejé a medias alguna inquietud que tenía por los demás por no saber cómo, o
en dónde hacerlo?

¿Qué impresión dejé a mis amigos y compañeros o en quienes tuvieron algún tra-
to conmigo?

¿Dañé voluntariamente a alguien o algo de la comunidad?

¿Me interese por la problemática de mi país?, ¿Participe cívicamente en sus deci-


siones?

¿Qué puedo decir del tipo de mis diversiones, del uso de mi tiempo libre?
5.- ÁREA ESPIRITUAL.

¿Quién fue Dios para mí...?

¿Cómo fue mi relación con Dios...?

¿Qué situaciones pudieron haber mejorado en la relación entre Dios y yo...?

Agradezco ahora a Dios los días felices compartidos con mi familia, mis amigos...

¿Me siento preparado para partir...?

¿Qué le pediría a Dios en este momento...?

¿Algún otro comentario...?


BALANCE DE MI VIDA
EVALUACIÓN.

Realizar ahora una evaluación de los elementos analizados usando la siguiente escala y circulan-
do el número que más se acerque a tu sentimiento predominante para cada una de las áreas re-
visadas.

= ME SIENTO MAL, ME FALTÓ MUCHO POR HACER.


= ME SIENTO ALGO MAL, ALEJADO DE LO QUE QUERÍA.
= ME SIENTO BIEN, CASI LOGRANDO LO QUE QUERÍA.
= ME SIENTO BIEN, HICE LO QUE QUERÍA Y DEBÍA HACER.

ÁREA PERSONAL: 1 2 3 4

ÁREA FAMILIAR: 1 2 3 4

ÁREA PROFESIONAL: 1 2 3 4

ÁREA SOCIAL: 1 2 3 4

ÁREA ESPIRITUAL: 1 2 3 4

Ahora escribe las áreas según la puntuación que les asignaste, considerando en primer lugar la
que tenga mayor puntuación (4) y en el último la de menor puntaje (1).





Todas las áreas son importantes, una ve que has detectado las áreas de oportunidad de mejoría
en cada una de ellas, escribe lo que deseas mantener y aquello que quisieras modificar o cam-
biar. Recuerda que tienes la oportunidad de mejorar tu vida.
PLAN DE VIDA
DENTRO DE TRES AÑOS
FECHA ACTUAL

PERSONAL:

FAMILIAR:

PROFESIONAL:

SOCIAL:

ESPIRITUAL:
PLAN DE VIDA
DENTRO DE UN AÑO
FECHA ACTUAL

PERSONAL:

FAMILIAR

PROFESIONAL:

SOCIAL:

ESPIRITUAL:
PLAN DE VIDA
DENTRO DE SEIS MESES
FECHA ACTUAL

PERSONAL:

FAMILIAR

PROFESIONAL:

SOCIAL:

ESPIRITUAL:
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 4 Segundo Año

Tema 4
ACCESO AL JESÚS HISTÓRICO.

Objetivo

Motivar a descubrir mediante la lectura y reflexión de la Sagrada Escritura


y en especial de los evangelios, el hecho histórico de la persona de Jesús
Contenido: de Nazareth.
Ver 2
De los escritos del P. Félix de Jesús Rougier
Juzgar 2

Conclusión 5
“Existimos, y sabemos que existimos.
Hace un siglo no existíamos, y dentro de
un siglo no existiremos. Luego pasa-
Actuar 5 mos... El tiempo nos está empujando.
Pasamos, somos viajeros, vivimos y nos
Celebrar 5 vamos. ¡Ay, cuántos millones no saben
ni de dónde vienen ni a dónde van!…

Nuestro viaje es semejante al de Jesús.


Como fue hombre, fue también viajero en este mundo, en el
cual estuvo 33 años; después volvió al Padre que eternamen-
te lo había engendrado, y ambos mandaron al Espíritu Santo,
su amor consubstancial.

Debemos unirnos a Jesús, atraídos por el Padre, bajo la mo-


ción del Espíritu Santo.
Directrices:
Motivar a los partici- ¿Qué nos falta, pues, para que nuestro viaje sea feliz? Nada.
pantes a conocer a Tenemos a Dios que es lo principal. Unidos a Jesús, Dios y
Jesús mediante la lectu-
ra, reflexión y aplica-
Hombre, vamos al Padre. Todo es cuestión de amor; vamos
ción a la vida de los amando; venimos a este mundo por amor, y en el cielo ama-
mensajes transmitidos por remos constantemente a Dios.
medio de las Sagradas
Escrituras, y en particular,
de los Evangelios. ¡Felices viajeros!... ¡De Dios, en Dios, hacia Dios!
Introducción
Tema 4 Segundo Año
Con el tema de hoy iniciaremos el bloque correspondiente a
“Cristología”, compuesto por una serie de temas que nos facili-
tan el proceso de encuentro, conocimiento y profundización
con la persona de Jesús de Nazareth. (Se recomienda traer su
Biblia)

Idea Central del Tema


La humanidad de Jesús constituye una vida verdaderamente
humana cuyo estudio y seguimiento resume la clave del co-
nocimiento del verdadero Dios, ya que Jesús con sus actos
y palabras aportó el verdadero y único camino para llegar a
Dios.

Ver
¿Cuándo un hecho es histórico? ¿Qué documentos pueden
atestiguar sobre Jesús? ¿Qué significa la palabra Evangelio?
¿Qué debemos buscar al acercarnos a leer la Biblia?
¿Quiénes escribieron los Evangelios? ¿Cómo nos presentan
a Jesús los Evangelios?

¿Puede tenerse una “fe Juzgar


adulta” sin un
c o n o c i m i e n t o
suficientemente amplio I. Jesús de Nazareth en la historia
de la Biblia y su
mensaje?
Jesús de Nazareth tuvo su tiempo, su espacio y su momento;
es un hecho histórico. Un hecho es histórico cuando hay testi-
gos y documentos. De la existencia histórica de Jesús tenemos
noticia, no solo por los documentos cristianos y la Biblia, sino
también por testimonios documentales de los historiadores más
eminentes de la época, por ejemplo, las actas de Pilatos, los es-
critos de Flavio Josefo y las crónicas de Tácito entre otros, ade-
más gracias a minuciosos estudios realizados con modernos
métodos de análisis e investigación, podemos estar seguros
de algunos datos que sin lugar a dudas nos permiten gratificar
que nuestra fe en Jesús no es un mito o una filosofía, sino un
acontecimiento que hecha raíces en el tiempo y en el espacio.

Sin embargo y dejando a un lado los documentos extra-bíblicos


la única fuente documental que tenemos para reconstruir su vi-
da, contactarnos con Él , conocerlo y asimilar su mensaje y ma-
neras de actuar es a través del Evangelio.
Pág. 2
II. Los Evangelios
En labios de Jesús la palabra evangelio es la proclamación es Tema 4
la proclamación de una Buena Nueva : El reino de Dios ha llega- Segundo Año

do al mundo (Lc. 4, 18-21)


El relato de la inserción del hijo de Dios en el mundo es un
hecho histórico único de inmensa riqueza que no podía ser ago-
tada por un solo autor, sino que Dios elige a unos hombres para
que colaboren con El y que por su medio la revelación se hiciera
escritura. Varios autores se dieron a la tarea de transmitir lo que
habían visto y oído desde diferentes ángulos presentan a Jesús
en un evangelio de cuádruple visión, según su posición y sus
destinatarios.

Los Evangelios son documentos que revelan, más que


hechos históricos, testimonios de fe que presentan a Jesús co-
mo el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Su objetivo no es
decirnos qué pasó, sino explicarnos la manera como las prime-
ras comunidades cristianas de la primera mitad del siglo I, inter-
pretaron la vida de Jesús.

En efecto, en los Evangelios encontramos mezclados los


hechos históricos con su interpretación. No tienen un orden
cronológico, antes bien, los evangelistas elaboraron sus escri-
tos ordenando, clasificando y tejiendo breves testimonios escri-
tos y orales, extraídos de su contexto, pero siguiendo un
plan y estilo literario y catequético. Entre los distintos elementos
con los que contaron para redactar su Evangelio, podemos citar:

· Palabras aisladas de Jesús: Mt.7,12. Mc.9,41.


· Discusiones: Jn.7,25-30.
La Palabra de Dios es
· Discursos: Mt. 5 y otros
· Relatos: Conversión de Zaqueo (Lc. 19). una palabra viva, que se
· Diálogos: Jesús con Nicodemo (Jn. 3). adapta a los diversos
· Parábolas. a m b i e n t e s y
circunstancias.
Por esta razón, es muy importante que al acercarnos a escu-
char, leer y/o meditar la Palabra, más que buscar una interpre-
tación literal del texto, busquemos:

Primero, entender el SENTIDO GLOBAL del mensaje,


Considerar el CONTEXTO HISTORICO, CULTURAL y SOCIAL
en el que fue escrito, así como el hecho de que la redacción
fue realizada después de la experiencia de Pascua.
Es importante identificar la INTENCION del autor.
Descubrir el MENSAJE CENTRAL del texto y,
Finalmente buscar HACER PRESENTE a Jesús en nuestra situa-
ción actual y concreta, preguntándonos qué pensaría y cómo
actuaría El ante esta misma realidad.
Pág. 3
Los evangelios, así como el resto de la Sagrada Escritura no se
lee como espectador pasivo –así nada aprovecharás– lee con
Tema 4 Cuarto Año
atención y descubre a Jesús que se dirige a Ti, con su palabra
que es actual, vigente y poderosa, palabra que es:

Viva, como venero que riega la aridez de tu existencia


Maestra, que te enseña a caminar
Alimento, que te fortalece
Luz, que disipa sus obscuridades

Los 3 primeros evangelios, San Mateo, San Lucas y San Marcos


son semejantes al seguir un mismo esquema –hechos y di-
chos– permitiendo una visión de conjunto llamada “sinóptica”
por ello, a esos evangelistas se les llama “sinópticos” el evan-
gelio de Juan por tener otras características se considera aparte.

III.- Necesidad de conocer realmente a Jesús


Por todo lo anterior podemos concluir que ciertamente no con-
tamos con una biografía de Jesús, ya que el orden de narra-
ción de los hechos en los textos evangélicos, no corresponde
al orden histórico y secuencial en el que éstos hechos suce-
dieron, sin embargo, estamos ciertos de la fidelidad de los tes-
timonios de fe, a través de los cuales es posible reconstruir un
esbozo de la personalidad de Jesús y una impresión global de
su modo de proceder.

Ciertamente que para tener una semblanza completa de la per-


sona de Jesús, es necesario profundizar en su ser de per-
La Palabra de Dios nace sona plenamente humana y plenamente divina.
de la vida y desemboca
en la vida. Es necesario primero, tocar las bases de su ser hombre, de su
evolución, y su misión, para después comprender su ser divi-
no, su afiliación con Dios y aprobación última que Dios mismo
dio a sus actos y a su proceder, y que expresamente manifes-
tó a través de su resurrección.

Es verdad que los apóstoles alcanzaron finalmente la fe


en Jesús resucitado. Sin embargo, antes de eso, conocieron
a Jesús según la carne durante tres años. Tuvieron pues,
primero la experiencia de una convivencia con Jesús hom-
bre, simplemente hombre, para después, con la fuerza de los
hechos (de la resurrección del Señor), comprometieran su vida
en un acto de fe definitivo.

Es por todo esto que nuestro proceso catequético partirá


también del conocimiento de Jesús hombre y sus reali-
dades cotidianas, para paulatinamente ir profundizando en
su mensaje y contenido esencial, buscando concluir con el
Pág. 4 acto de fe convencido y comprometido que nos impulse a
proclamarlo como el Cristo, centro de nuestra vida.

Conclusión Tema 4 Segundo Año

Mucho tiempo se ha predicado un Cristo abstracto, dogmático y


acabado. Es necesario pues, que descubramos en Él, la ri- BIBLIOGRAFIA
queza que encierra el que Jesucristo sea verdadero Dios y verda-
• El Mundo, el Reino
dero hombre. y la Iglesia; de
A n t o n i o
Para ello entonces, será imprescindible recorrer el camino que González Roser,
siguieron los apóstoles. Tendremos que partir del conocimiento Edit. Progreso,
México, 1989.
del Jesús histórico, vivir con Él, meternos en su mundo, com-
partir su humanidad y compenetrarnos con su causa, siguiendo • Jesús de Nazaret,
la línea que nos presentan los Evangelios. José Comblin,
Edit. Sal Terrae,
El camino contrario es partir de la idea que tenemos de Dios, 4o. Ed., España
aplicársela a Jesús y desde ahí deducir el hombre que tuvo
que haber sido. Esto resulta menos problemático, pero vacío,
y con el gran peligro de caer en cómodas proyecciones que dis-
tan de la Verdad.

Con este último esquema nos perderíamos también del en-


cuentro con el desconcertante y admirable Dios que se revela
a través del misterio de Jesús de Nazareth.

Actuar
En esta semana leeré el Evangelio de San Lucas.
Haré vida el Evangelio del domingo.
Perdonaré al que me ofenda.

Celebrar
Canto "No muere con los tiempos" de Martín Valverde (Cd. de 2º.
Año) y la oración "Jesucristo."

Pág. 5
“Jesucristo”
Tema 4
Segundo Año Nos gustaría ser cristianos de verdad; descubrirte por primera
vez, después de tantos años que al parecer te seguimos.

Sabemos que tu Evangelio es hiriente, pero nos lo hemos aco-


modado; hemos hecho de él un texto de conformismo y vulga-
ridad. No sirve para defender la propiedad y nuestros privile-
gios.

Pero esto nos empieza a parecer incorrecto. Danos unos ojos


nuevos para verte, tal como eres, danos un corazón nuevo para
amarte plenamente, tu pobreza, tus ideas amenazantes. Danos
el convencimiento de que no te conocemos mientras nos pa-
rezca lógico, mientras sea fácil seguirte.

Envíanos tu Espíritu, para que nos de el sentido cristiano de tu


mensaje; que nos turbe la paz de la rutina, con una embriaguez
de Pentecostés.

Enséñanos a leer el Evangelio de un modo vital, que sea la nor-


ma de nuestra vida práctica, y no sólo una teoría.

Otórganos, Señor, la sinceridad de descubrir la inconsecuencia


de nuestro cristianismo; de predicar el amor y quedarnos dormi-
dos. Si no queremos vivir como cristianos, que al menos tenga-
mos la sinceridad de dejar de llevar tu nombre.

Luis Espinal
“Oraciones a quemarropa”

Pág. 6
Anexo
FALSAS IMÁGENES DE JESUS
Tema 4
Segundo Año
Un día llegó Jesús. a la ciudad) porque quería saber que piensa
la gente acerca de El; al ir caminando por la calle se encontró
con un grupo de muchachas que al verlo se entusiasmaron y se
asombraron; El les preguntó “¿quién soy yo para ustedes?”..
ellas le respondieron: Para nosotras tú eres el hombre más bue-
no que ha existido tu vida es un modelo de ser imitado. Jesús
se dio la vuelta y se fue triste porque se dio cuenta que para ellas
era solo eso.... “un buen hombre”.

Más adelante Jesús encontró un grupo de jóvenes a los que les


hizo la misma pregunta: ¿quién soy yo para ustedes?, ellos le
respondieron: Tu fuiste un revolucionario de tu tiempo, preocu-
pado en revelarte contra todo tipo de injusticias y desigualdades.
Tu vida podría ser comparada con la de un Lucio Cabañas un
Che Guevara, un Pancho Villa o un Zapata y Tu muerte como la
de ellos no pasa de ser una prueba de heroísmo y de amor a tu
pueblo, mientras ellos seguían hablando, Jesús se fue apartando
del grupo porque se dio cuenta que ellos tampoco lo conocían.

Entonces Jesús pensó: iré a la parroquia y seguramente ahí en-


contraré alguien que me conozca. Reunido un grupo de jóvenes
Jesús les preguntó: ¿quién soy yo para ustedes?, cuando ellos
comenzaron a responderle, se dio cuenta de que cuando le decí-
an “tu eres amor” lo identificaban con esa palabra cursi y acara-
melada que las telenovelas y canciones de moda nos han hecho
entender del amor. Jesús era para ellos esa imagen de cabellos
rubios, ojos de color y mejillas sonrosadas que se puede com-
prar en cualquier tienda.... Jesús salió de la parroquia decepcio-
nado y avergonzado de que tuvieran esa imagen de él.

Al pasar frente a la capilla se dio cuenta de algunas gentes que


miraban su imagen crucificado, aunque al principio se alegró,
pronto se dio cuenta de que estas personas como muchas otras
sólo ven en El al Señor de las procesiones de viernes santo, el
Cristo sangrante y flagelado. El señor sufriente y doloroso. Ellos
prefieren quedarse en la agonía de su muerte y no llegan nunca
a la alegría gozosa de su resurrección

En ese instante vio a una señora que entraba de rodillas al tem-


plo con muchas medallitas colgadas y una vela encendida en la
mano, Jesús admirado de su devoción se acercó a ella y le pre-
guntó ¿mujer quién soy yo para ti?.. ella al instante comenzó a
decirle: Señor que bueno que te veo; fíjate que mi hijo se en-
cuentra enfermo y necesito que lo cures; mi marido no tiene tra-
bajo, necesito que saques a mi hijo del vicio, consíguele a mi Pág. 7
hija un buen marido... bla bla bla... Jesús la dejó hablando sola
y se fue triste porque lo buscaba por conveniencia.
Tema 4
Segundo Año
Más adelante miró a un grupo de niños que jugaban en la calle
y pensando que ellos si lo conocían realmente, les preguntó
¿quién soy yo para ustedes?... Pronto uno de ellos se apresuró
a contestar: la catequista nos dijo que tu eres el hijo de Dios, mi
hermano que moriste por mi en la cruz, mi amigo. Otro al ins-
tante dijo: sí, sí lo mismo me dijeron mis papás... Jesús se dio
cuenta que estos niños eran como unas grabadoras que solo
repiten lo que se les ha dicho. Jesús se preguntó a sí mismo:
¿llegarán estos niños a tener algún día un verdadero encuentro
conmigo que transforme sus vidas?

Siguió Jesús caminando por las calles y más adelante encontró


un grupo de personas mayores y pensó, quizá estas personas
como tienen mucha experiencia si me conozcan y les hizo la
misma pregunta: ¿¿quién soy yo para ustedes?.... ellos contes-
taron: tu eres el Dios solemne y lejano, que solo se encuentra
en el templo y que se le habla en rezos y rosarios... Tu vives
solamente en el cielo y habrás de venir a juzgarnos al fin del
mundo.
Jesús se dio cuenta de que todos ellos le tenían más miedo que
amor y además que eran incapaces de verlo y de mirar su ros-
tro en el rostro de sus hermanos los hombres.

En eso llego corriendo por la calle un hombre que gritaba miran-


do a Jesús ¡ yo no creo en Ti y además no quiero creer! A tu
iglesia sólo le interesa pedir dinero y a tus sacerdotes les gusta
predicar muy bonito, pero no viven lo que predican. ¡Dios ha
muerto!, ahora podemos hacer lo que nos de la gana. Jesús le
preguntó: ¿me conoces? El hombre le contestó: nunca te he vis-
to en ningún lado y además ni me interesa y no quiero conocer-
te. Mi Dios es el hombre y todo lo demás no cabe en “mi” me-
dida. Jesús se sintió inmensamente triste porque no encontró a
nadie que lo conociera, mucho menos que lo amara... tomó el
camino de regreso y se fue alejando dejando escrito en una pa-
red con pintura roja la siguiente pregunta:

¿Para ti quien soy yo? ¿Te has encontrado conmigo?

Pág. 8
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 5 Segundo Año

Tema 5
JESÚS, HOMBRE EL TAMBIÉN.

Objetivo
Presentar a la persona de Jesús, descubriendo su plena dimen-
Contenido:
sión humana, y por tanto, su semejanza con nosotros.
Ver 2
¡Ven, Señor Jesús!
Juzgar 2

A veces, el mundo nos parece vacío, sin


Dios. Hay injusticias y Dios calla, ha dejado el
Actuar 7
mundo tan en nuestras manos, que tenemos
Oración Inicial 8 la posibilidad de destruirlo y aún de crucificar
a Dios.
A lo más imaginamos un Dios lejano, más
Anexo 9
allá de las nubes, como una galaxia, por esto, en la soledad
nos tienta tanto el tibio contacto humano...

Conclusión. 7
Señor del misterio, danos a sentir tu presencia en el corazón
de la vida; queremos hallarte en lo profundo de lo cotidiano.
Estás tan cerca que es un error salir en tu búsqueda, lejos. Es-
tás presente entre nosotros, en cada uno; te revelas en todo
esto que fascina o hiere.
Estás presente en nuestra intimidad hecha diálogo, cuando se
enciende el iris del amor interpersonal.
Directrices: Ven, Señor Jesús. Pero en realidad, ya has venido; ya estás vi-
niendo, ya ha empezado la eternidad, ahora sólo nos falta ver.
• Hacer ver que la Entre tanto con los ojos bien abiertos, te buscaremos en todos
humanidad de los rostros humanos, sabemos que te estás revelando siem-
Jesús está siem-
pre ligada a su
pre, en cada sonrisa, en cada problema.
divinidad, nunca Ábrenos, Señor el oído, como una antena expectante, para es-
separada.
cuchar tu latido, repetido en cada ser humano.
Que sepamos encontrarte a Ti, Señor en cada uno de nues-
tros hermanos, sobre todo en los más pobres y oprimidos.
Luis Espinal
«El Dios que camina con nosotros en el sendero de la vida, en
Jesús, que ha compartido todo, menos el pecado, se hace pre-
Tema 5 Segundo Año
sencia desde las entrañas del mundo. Nada de lo humano es
ajeno a Jesús de Nazareth. Todo lo que puede vivir un hombre,
es digno de ser “vivido”, pues lo ha vivido el mismo Dios encar-
nado»

Idea Central del Tema


Jesús es nuestro modelo porque fue un verdadero hombre, “El Hijo
de Dios... trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de
hombre, obró con voluntad de hombre y amó con corazón de hom-
bre.” (Cat. Católico 470).

Ver
¿Qué imagen tenemos de Jesús? ¿Quién es Jesús para mí?¿Qué
rasgos de la persona de Jesús llaman más mi atención? ¿Por
qué? Como cristiano, estoy llamado a transformarme en Jesús.
¿Qué rasgos de Su persona siento que debo trabajarlos más en
mí? ¿Te habías imaginado a Jesús con estas características tan
humanas? ¿Lo habías considerado desde el punto de vista
humano o solo como un Dios muy lejano a nuestra realidad
humana?

Después de la dinámica podemos concluir que la figura de Je-


El Dios que camina con
sús precisamente por su extraordinaria riqueza se presta a toda
nosotros en el sendero de clase de imaginaciones y hasta manipulaciones. De ahí la nece-
la vida, en Jesús que ha sidad que tenemos de conocer quién y cómo fue Jesús de Na-
compartido todo, menos zareth.
el pecado, se hace
presente desde las Juzgar
entrañas del mundo.

I. JESUS VERDADERO HOMBRE


Nuestra profesión de fe dice: “Creo en un solo Dios ...Que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajo del cielo y
por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se
hizo hombre”, es decir encarnar significa hacerse carne, hacer-
se hombre semejante a nosotros en todo excepto en el pecado.

Para los contemporáneos de Jesús el gran escándalo no era


que Jesús fuera hombre, sino que siendo hombre pretendiera
ser Dios (Cf. Jn. 5, 18). Según el evangelio de San Juan, éste es
el motivo de su condena (Jn. 19, 7). Para sus contemporáneos
era evidente que Jesús era hombre, nunca se imaginaron que
Pág. 2
aquel carpintero de Nazareth pudiera ser algo más que un hom-
bre como ellos. De hecho el problema de la fe de sus discípulos
era aceptar que Jesús era verdadero Dios. Tema 5 Segundo Año
Pero posteriormente, al aceptarse su divinidad se hizo a un lado
su humanidad, de forma que resultó más fácil aceptar a Dios que
tuviera apariencia humana pero que no fuera hombre de verdad.
Sin embargo debemos comprender que Jesús es verdadero Dios
–como el Padre y el Espíritu Santo– y verdadero hombre como
cualquiera de nosotros.

II. Niñez de Jesús


En algunas ocasiones olvidamos o dejamos de lado el hecho de
que Jesús creció y vivió como hombre.

• Como niño tuvo necesidad de ser alimentado y vestido.


• Necesidad de ser enseñado por sus padres a caminar,
hablar y leer.
• En la convivencia familiar, aprender a amar, orar, obedecer
y a servir.
• En el taller con José aprende a trabajar.
• En la sinagoga aprende la ley de Moisés. El Dios que camina con
nosotros en el sendero de
Y en todo esto nada de super-hombre, sencillamente un hombre
la vida, en Jesús que ha
que comparte su vida con su pueblo y no hay nada que lo distin-
ga. A nosotros nos cuesta creer esto mientras que el Evangelio compartido todo, menos
con toda sencillez nos dice que “Jesús” iba creciendo en saber, el pecado, se hace
en estatura y en gracia ante Dios y los hombres (Lc. 2,52). presente desde las
entrañas del mundo.
III. Algunos rasgos de la personalidad de Jesús
Vayamos profundizando en la persona de Jesús, elaboremos un
perfil humano de Su persona, basándonos en las citas del Evan-
gelio que, como ya mencionamos, son la única fuente directa
para conocerlo mejor.
• Pasemos a un análisis de citas bíblicas.

Con frecuencia tendemos a “espiritualizar” todas las reacciones


de Jesús, buscando explicarlas bajo un sentido divino (por ejem-
plo, cuando se enoja o se molesta muchas veces lo interpreta-
mos como la “santa ira, dejando a un lado todo el aspecto huma-
no y natural del carácter de Jesús).

Nos escandaliza que como hombre, tuviera sed, hambre (Mc 11,
12), sueño, cansancio y demás necesidades fisiológicas. Sin em-
Pág. 3
bargo, Él realmente tenía sed de agua, de tanto que había suda-
do estaba deshidratado y quería agua (Cf. Jn 4, 6-7), en la barca
Tema 5 Cuarto Año
se había dormido del cansancio (Lc 8,, 23) no para probar la fe
de los discípulos, sino que se durmió porque realmente estaba
cansado y tenía sueño, como en ocasiones nos sucede a noso-
tros.

De igual forma comúnmente nulificamos o le restamos impor-


tancia a otros tantos aspectos humanos de Jesús que nos ofre-
cen un buen perfil de su personalidad y carácter. Entre otros:

• Se conmovió y lloró por la muerte de su amigo Lázaro


(Jn.11, 35), lo que muestra su nivel de sensibilidad ante el
dolor y la ausencia de un ser querido.
• Amaba a Martha, a María, su hermana y a Lázaro, revelan-
do el afecto preferencial que sentía por algunas personas.
• Se rodeaba de niños (Mt. 19, 13-15), lo que hace pensar en
su paciencia y ternura.
• Se llenó de gozo (Lc. 10, 21), lo que nos invita a pensar en
alguien feliz, alegre, que le gusta su trabajo y tiene la capa-
cidad de disfrutarlo.
• Asistía a bodas, a fiestas (Jn. 2, 1-2), lo que nos remite a al-
guien que sabe integrar también los aspectos sociales de
la vida.
• Miró con ira (Mc. 3, 5), lo que indica que no siempre estaba
su carácter “bajo control”.
• Maldijo (Cf. Lc. 6, 24-26 y Mc. 11, 14), lo que muestra se-
Nada de lo humano es guridad, valentía y autenticidad en su manera de ser.
ajeno a Jesús de
• Látigo en mano echó fuera del Templo a los vendedores y
Nazareth. Todo lo que
cambistas (Mc. 11, 15-18) reflejando autoridad, decisión y
puede vivir un hombre, es congruencia entre lo que pensaba, lo que decía y lo que
digno de ser “vivido”, hacía.
pues lo ha vivido el mismo
• Se desesperaba e impacientaba con sus discípulos (Mc 9,
Dios encarnado.
18-19).
• Era muy observador e intuitivo (Mc 9, 33-35 y Mc 12, 41-
44).
• Se compadecía ante la necesidad de la gente (Mc 8, 2-3).
• Era flexible ante los planes que se trazaba (Mc 6, 31-34).

Al mismo tiempo, negamos también la humanidad de Jesús, al


acostumbrarnos a un Jesús “divino”, dulcificado, casi feminoi-
de, que en ocasiones nos presentan algunas estampas o imá-
genes “piadosas”, haciendo a un lado el Jesús tan concreto,
humano y varonil que nos presenta el Evangelio.

Pág. 4
IV. Algunas situaciones de la vida de Jesús
Comúnmente vaciamos de contenido existencial los actos de Je-
Tema 5 Segundo Año
sús para convertirlos en pura “ejemplaridad”:En cuanto al pasaje
de las tentaciones, no podemos aceptar que Jesús fuera tentado
por el demonio; nos escandaliza que fuera tentado realmente, y
nos proponemos como defensores de Jesús tratando de justifi-
car el texto evangélico y explicamos:

A) No es que Jesús fuera verdaderamente tentado, sino que


quiso mostrarnos de qué manera debemos superar las
tentaciones. Ponernos de modelo para superar tentacio-
nes a uno que no fue verdaderamente tentado resulta ser
una enorme contradicción. Pero no, las tentaciones no Desde el día de la
fueron una actuación teatral, en realidad, Jesús fue Encarnación, Jesús
“probado en todo igual que nosotros, excepto en el peca- asume como propios los
do” (Hb. 4, 15). Ahora bien, cuando se dice “excepto en p r o b l e m a s y
el pecado” no se disminuye en nada su ser de hombre. preocupaciones de cada
Simplemente Él optó, con el uso de su libertad, por la al- ser humano.
ternativa de abstenerse de pecar. Libertad, que todos no-
sotros, por el simple hecho de ser seres humanos, conta-
mos, al igual que Jesús.
B) Decimos que Jesús oró “para darnos ejemplo”, y esto es
mentira, Jesús oró porque tenía necesidad filial de encon-
trarse con Su Padre, porque como Hijo quería recibir el
amor de su Padre y decirle que le amaba. Si hubiera que-
rido darnos ejemplo, hubiera orado en las plazas y en
pleno día y no lo hubiera hecho en la montaña durante la
noche (Cf. Lc. 6, 12).
C) Pensamos que Jesús perdonó “para que nosotros apren-
diéramos a perdonar”. Sin embargo si en la cruz
perdonó a los soldados, no fue para darnos cátedra del
perdón, sino que había comprendido que la única mane-
ra de evitar la violencia es asumiéndola, renunciando a la
venganza y perdonando de corazón, por eso pidió al Pa-
dre el perdón para sus verdugos.
D) Creemos que Jesús sufrió “para mostrarnos cómo debe-
mos aceptar el sufrimiento en nuestra vida”. Hubiera
sido una gran hipocresía el que quisiera darnos ejemplo
de cómo sufrir cuando él mismo no sufría. Jesús sufrió
verdaderamente, el dolor que sintió fue real. Basta leer su
agonía en el relato de Marcos (14, 32-36):

“Van a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a sus discípu-


los: “siéntense aquí mientras Yo hago oración”. Toma consigo a
Pedro, Santiago y Juan y comenzó a sentir pavor y angustia (no
un simple miedo, ni cierto malestar). Y les dice: “Mi alma está
Pág. 5
triste hasta el punto de morir (no está fingiendo ni exagera), qué-
dense aquí y estén en vela”.
Tema 5 Segundo Año
Y adelantándose un poco, cayó en tierra (no se puso de rodi-
llas, ni se acomodó en la tierra: cayó) y suplicaba (no es una
simple petición, ni una oración sentimental; eran `ruegos y sú-
plicas con poderoso clamor y lágrimas (Hb 5, 7) que de ser po-
sible, pasara de Él aquella hora (no es un héroe que desprecia
la muerte, es un hombre que pide ser liberado de la muerte). Y
decía “Abbá, Papá; todo es posible para tí, aparta de mí este cá-
liz, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú”

Jesús afirma que para Él es más importante cumplir la voluntad


de su Padre, más que su propia vida; y testifica que está dis-
puesto a obedecer a su Padre hasta el extremo, hasta la muer-
te.”

Para Jesús no fue fácil obedecer, como tampoco lo es para no-


sotros muchas veces. A Jesús le costó servir y dar su vida, lo
mismo nos cuesta a nosotros. Jesús tuvo que vencerse para
perdonar, al igual que nosotros. Jesús tomó la opción -de nuevo
con el uso de su libertad de amar hasta la muerte, manteniendo
su congruencia e integridad hasta el final, la cual es una opción
que también nosotros debemos tomar.

Jesús es nuestro modelo porque fue un verdadero hombre. Si


tendemos a espiritualizarlo y a considerar sólo su aspecto divi-
no, realmente no puede constituirse como modelo para noso-
Jesús no necesita tros dado que no estaría sometido a las mismas condiciones
grandezas humanas
para ser plenamente humanas bajo las que vivimos nosotros; sin embargo si es mo-
mediador; le basta la delo de cómo vivir y sufrir es porque de verdad vivió y sufrió
humildad, la obediencia humanamente.
al Padre y la solidaridad
real y vivencial con los
hombres. Esto nos lleva a pensar que cuando se nos presenta a Jesús co-
mo modelo a imitar, como modelo a seguir, tendemos a mini-
mizar su esfuerzo como hombre: “¡que chiste, si Él era Dios!”;
“no es justo que me pida algo que yo no puedo hacer y que Él
sí lo logró porque era Dios”. Jesús es nuestro modelo porque
es verdadero hombre “probado en todo igual que noso-
tros” (Hb 4, 15).

Jesús es mediador entre Dios y los hombres en cuanto que es


verdadero Dios y verdadero hombre. San Pablo dice a Timoteo
que “hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Je-
sús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate
por todos (1 Tm. 2, 5-6)

Pág. 6
Conclusión
Para lograr una comprensión más amplia de la persona, vida y Tema 5
mensaje de Jesús será conveniente conocer el contexto histórico Segundo Año

que le tocó vivir y ante el cual se pronunció, con sus palabras y


sus obras...

Todo lo anterior nos lleva a comprender que reconociendo la rea-


lidad humana de Jesús es un modelo excelente para imitarle:
Cuando nos pide “Amarse unos a otros como yo los he ama- B I B L I O G R A F I A
do” (Jn. 15, 12), las palabras “como yo” tienen una fuerza extra-
ordinaria. Nos obliga a amar a la manera de Jesús; con desinte- • “Encarnar el Ebvangelio”.
Fernando Torre-Medina,
rés entrañablemente, buscando el bien de otro..., con la intensi- M.Sp.S.; Edit Alba, S.A.,
dad con que nos amó -hasta el extremo- (Jn. 13, 1). así con cada México, 19 p.p. 73-
84.
una de las actitudes existenciales de Jesús: Confiar como Jesús
confió; orar como Jesús oró; perdonar como Jesús perdonó; ser- • BIBLIA
vir como Jesús sirvió; obedecer como Jesús obedeció; ser pobre
como Jesús; ser humilde y sencillo de corazón, como Jesús... en
fin, vivir para Dios y para los hermanos, como Jesús... Si Él pudo
hacerlo, nosotros también podremos lograrlo.

Actuar
Para esta semana se sugiere elegir uno de los rasgos de Jesús
que sienta que debo trabajarlo más en mi persona, a fin de pro-
ponerme vivirlo en esta semana con mi familia, en mi trabajo,
con mis amigos y demás ambientes, con la confianza y certeza
de que Él me estará acompañando en cada una de las situacio-
nes que se me presentan.

Celebrar
Se sugiere el canto “El Galileo. (Cd. 2º. Año).

Pág. 7
Oración inicial:

Tema 5
4
Segundo Año
LLAMADOS A SER COMO JESÚS

Señor, tu eres grande,


Y estás en medio de nosotros
En el misterio de tu pascua.

Haz que te adoremos,


Te reconozcamos Señor,
Y pongamos ante Ti
Nuestros temores, pequeñeces, rigideces.

Haz que nos dejemos iluminar


Por la inmensidad de tu mente,
Por la anchura de tu Corazón
para que conozcamos al hombre,
ese hombre que somos nosotros,
llamados a ser como Tu.

Danos, Señor, que encontremos


En nuestra vida
El camino que nos permita responder
A esta revelación de Dios
Que se nos dio en la Encarnación.

Y que encontramos en la vida día a día,


A fin de que podamos vivirla a fondo
Y ser plenamente nosotros mismos,
Como Tu, Padre, lo has querido
Desde la eternidad
Y sigues queriéndolo con amor incansable,
A fin de que seamos nosotros mismos
En Cristo Jesús, contigo, Padre,
En la gracia y en la fuerza del Espíritu Santo,
Hasta el fin de los tiempos.

Amén

Pág. 8
ANEXO
( CITAS BÍBLICAS)
Tema 5
Citas bíblicas para estudio y análisis del perfil de la personalidad Segundo Año

de Jesús.

Mc 5, 24-34

Jn 13, 1

Jn 8, 15

Jn 13, 13-16

Mc 6, 2-3

Mc 8, 1-2

Jn 11, 32-36

Jn 19, 28

Mt 21, 18-20

Jn 7, 26

Mc 14, 32-33

Mt 22, 15-22

Mt 18, 5

Mt 12, 30

Mt 11, 28-29

Mt 8, 19-20

Pág. 9
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 6 Segundo Año

Tema 6
LAS MOTIVACIONES DE JESÚS

Objetivo
Conscientizarnos acerca de la misión de Jesús y sus motivaciones in-
Contenido:
ternas que lo impulsan a trabajar para glorificar al Padre a través
Ver 2
de la salvación de los hombres.

Juzgar 2 De los escritos de Concepción C. de Armida


Conclusión 7
“Mi Padre, como te he dicho, ve a todas
las cosas en su Verbo, y ésta es la gran ri-
Actuar 7 queza de las almas, la que tomando de Mí
mis méritos infinitos, mi fisonomía y pareci-
Celebrar 7
do, y hasta su transformación en Mí, ten-
gan derecho a que mi Padre, los mire con
Sugerencias. 9 ternura, y las ame con el mismo amor infi-
nito con que me ama a Mí, con el único
amor con que El puede amar, es decir, con el Espíritu Santo
mismo. Y otro de los fines que Yo tengo en las almas al amar-
las así, es que ellas me amen con el mismo amor con el que
amo Yo a mi Padre y con el que mi Padre me ama a Mí, es
decir, con el mismo Espíritu Santo, en esa fusión de amor, de
unidad, santo y divino....

Directrices: !Si los hombres son una parte mía, de mi misma naturaleza
Profundizar en el motiva- humana, de mi carne y de mi sangre, hija mía! !Si uno de mis
dor central por el que Je-
sús vivía y actuaba si- fines, el principal, fue hacer a las almas todas mías, enamo-
guiendo, mediante las dis- rándolas de mi Padre y fusionadas a Mí, entregarlas a ese Pa-
tintas experiencias y eta-
pas de su vida, el proceso dre amado salvadas, para su eterna adoración.
de clarificación y madura-
ción que fue viviendo des-
de su niñez hasta su vida
pública, en cuanto a su
relación con el Padre, el
descubrimiento de su mi- C.C. 57,150– 155
sión y el trabajo concreto
derivado de la realización
de su misión.
Idea Central del Tema
Tema 6 Segundo Año
Jesús, a través de su experiencia de vida, su evolución y su de-
sarrollo como persona, llegó a descubrir cuál era el sentido de
su vida y su motivación central que le impulsaba a actuar de la
manera en que lo hizo.

Ver
¿En qué evangelio se nos narra la infancia de Jesús?. ¿Qué ex-
perimentó Jesús al momento de se bautizado por Juan el Bau-
tista? ¿Podría Jesús guardarse una experiencia así, o debía
compartirla con los demás? ¿Por qué los maestros de la Ley
nunca habían hablado de un Dios así? ¿Cuál es la misión de Je-
sús?. ¿Cuáles son las manifestaciones de la misión de Jesús?
¿En qué consistía la motivación principal de Jesús?.¿Cuáles son
las actitudes de Jesús frente a su Padre?.

Juzgar
I.– Etapas de la vida de Jesús
Niñez y Adolescencia:

Jesús nació bajo el cuidado de sus padres recibiendo una for-


mación integral de una sencilla familia judía de la época. “El ni-
¿Tanto tiempo hace que ño vivía sujeto a ellos... Jesús progresaba en sabiduría, en esta-
estoy con vosotros y no tura y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc. 2, 51-52)
me habéis conocido? El
que me ve a Mí, ve al Bautismo de Jesús:
Padre. (Jn 14,10)
Una de las mejores manera de descubrir las intenciones de Je-
sús es buscar una prueba de sus decisiones y de sus opciones,
y ese hecho lo tenemos al comienzo de los Evangelios: Jesús
tomó la opción de ser bautizado por Juan, y Juan el Bautista era
diferente, fue el único hombre de aquella sociedad que impre-
sionó a Jesús en él se hallaba la voz de Dios advirtiendo a sus
pueblo de un inminente desastre y exigiendo una transforma-
ción interior de todos y cada uno de los individuos, así Jesús se
unió a quienes estaban decididos a hacer algo al respecto, y lo
manifestaban con el gesto público del bautismo.

Los evangelios nos cuentan el bautismo de Jesús de un modo


grandioso, donde experimentó a un Dios que se comunica con
él en tonos nuevos con una enorme ternura y cercanía. Leer Lc.
3, 21-22 y Mc. 1,11.. Jesús experimentó una nueva relación con
Dios, lo siente como su Padre que lo ama y lo acepta. De

Pág. 2
hecho Jesús fue el primero que comenzó a llamar “Papá a Dios,
“Abbá” es decir, “Papacito”, como nadie antes se había atrevido
a hacerlo. Era una expresión tan familiar, tan ordinaria, tan cerca-
na y cariñosa, que para ese tiempo, podía interpretarse como
Tema 6 Segundo Año
una falta de respeto a Yahvé.

Allí comenzó un profundo cambio en él, ese descubrimiento de


un Dios así, y obedeciendo a un impulso interior de alejarse, de
quedarse solo se retira al desierto. (lugar de prueba y encuentro).

Desierto:

En este tiempo de alejamiento, Jesús debía analizar la profundi-


dad de la revelación que había recibido de Dios, era el tiempo de
discernimiento sobre lo que Dios quería de Él. Debía darse tiem-
po para concretar cuál debía ser su respuesta a eso que le había
descubierto el Espíritu de Dios... Ciertamente dar a conocer a
Dios así, cercano, era, además de inusual, contrario de como
hablaban de Él los maestros de la Ley. En resumen, era hablar
de otro Dios.

Pero, cómo responder al llamado de Dios en un mundo profun-


damente inquieto y dividido social, política, y religiosamente ?
¿Con qué autoridad? ¿Con qué poder y con qué medios?...
¿Cómo probar que su mensaje era palabra de Dios? ...En estas
reflexiones, surgen las opciones, que pueden verse como tenta-
ciones: Primero, relacionarse con gente que tenía poder, fama y
En Jesús, Dios se ha
reconocimientos tal vez realizar actos espectaculares o levanta-
mostrado como
mientos violentos, para que de esta manera las cosas fueran
más fáciles o bien por otro lado elegir aquello que abra caminos protagonista personal y
para un “pueblo nuevo” y anunciar a Dios como un Padre cerca- comunitario, que
no para todos. construye con nosotros
nuestra historia común,
Decisión: haciendo posible nuestra
libertad en el amor.
A Través del tiempo de desierto, tiempo de discernimiento, Je-
sús asume con plena claridad y madurez interna el mensaje que
había recibido de su Padre, y haciendo uso de su libertad, decide
compartir y anunciar a la gente el mensaje de Amor que Libera,
que Dios tiene para toda la humanidad.

Anuncio de la Misión:

Lucas sugiere que Jesús se sirvió de un acontecimiento religioso


para dar resonancia a su llamado (Lc.4,16-30). En Nazareth Je-
sús propuso un modo nuevo de leer un texto nuevo de Isaías,
no verlo como un sueño del pasado, sino ponerlo en práctica
hoy mismo. (Lc. 4,18-19).

Pág. 3
De este modo, Jesús:

Tema 6 Cuarto Año




Proclama a un Dios que ama la vida, que salva.
Realiza acciones de servicio que dan vida,
• Visita todos los poblados y aldeas de Judea
• Vive en medio de los marginados y se pone de su la-
do.
• Propone el reinado de Dios sobre Israel y todos los
pueblos.

II.- Algunas manifestaciones de la misión de


Jesús
Ahora bien, Jesús al trabajar en su misión busca:

• Dar a conocer a Papá-Dios, es decir a Dios bueno que aco-


ge, que integra, que rehabilita y ofrece lo mejor a sus hijos,
y “hace brillar al sol sobre buenos y malos” (Mt 5, 45).
• Ofrece al pobre, al enfermo, al marginado, a la mujer, en
una palabra, al pecador, la oportunidad de salvarse, la op-
ción de vida a la que ya habían renunciado por el simple
hecho de haber nacido o vivido en alguno de estos gru-
pos.
Recordemos que en esa época, estas categorías de personas
Nuestra fe en Cristo, nos se consideraban despreciables, pecadoras, contaminadas y por
hace sentirnos en casa, tanto, dignas de condena, ya que se pensaba que su situación
de vida era producto del pecado de ellas mismas o de algún fa-
como hermanos suyos e
miliar. Pertenecer a este grupo de personas era considerado co-
hijos de Dios Padre..
mo un “castigo” divino del que no podrían liberarse, por ello
eran sometidos al desprecio, al rechazo y a la marginación, de-
clarándoles muertos a la vida social y religiosa de entonces. Pe-
ro, ¿por qué hizo todo esto Jesús?, en virtud de una opción: res-
ponder a la misión Dios le recomienda y a una ilimitada compa-
sión por los pobres y oprimidos.
• Promueve y hace presentes los signos del Reino de Dios al
pueblo, por ello, cura a los enfermos, alivia a los agobia-
dos, perdona a los pecadores, se acerca a los enfermos
(que se consideraban impuros), se entrega a los necesita-
dos.
• Invita a cambiar las actitudes, los valores de entonces por
el valor del amor, a abrir los corazones a través de las rela-
ciones con los demás.
• Invita a gente del pueblo a unirse a Él, sin necesidad de
que tuvieran títulos, ni preparación.

Pág. 4
Sin embargo en el momento en que Jesús empieza a aplicar es-
te mensaje de liberación, y empieza a actuar de esta manera cla-
rificada en los puntos anteriores, a más de uno de sus contem-
poráneos desconcertó, ya que su comportamiento y actitudes no Tema 6 Segundo Año
correspondían a la imagen que para algunos “debería ser” el Me-
sías ♣ . El es tan radicalmente libre que rompe los esquemas en
los que querían encerrarlo: El vino nuevo no puede ser servido
en odres viejos” (Mt. 9,17)

JESÚS DESCONCIERTA Y FASCINA


B I B L I O G R A F I A
Efectivamente, el contenido de su mensaje, sus actitudes y los
modos y maneras como actúa desconcierta y fascina a sus con- • Artículo “Jesús
temporáneos y, ¿qué podemos decir de nuestra actual sociedad? Fascinante y
Desconcertante”;
JESÚS DESCONCIERTA Fernando Torre-
Medina M.Sp.S;
• Dudas de Juan Bautista: Le manda preguntar si es de ver- Revista Pentecostés,
dad el Mesías (Mt 11.3). Jesús era irresistible: La respuesta Octubre 1994.
de Mateo al llamado de Jesús: “El se levantó y lo siguió (Mt
9,9).
• Llama a algunos a seguirlo exponiéndose a que lo rechacen • Artículo “La
(Lc 18, 18-23) Lo siguieron “al instante”, Relación de Jesús
“inmediatamente”, “en seguida” (Mt 4, 18-22). con su Padre”, Abel
Uribe G., M.Sp.S;
• “Envía a su casa al que quiere seguirlo” (Lc 8, 38-39). Revista Pentecostés,
• “Habla como quien tiene autoridad (Mc 1, 22). Mayo 1995
• Desconcierta sobre el sentido de justicia de entonces (Lc
18, 9-12) Impresionaba: “Todos quedaron pasmados... • Biblia
(Mc 1, 27).
• Mensaje de las bienaventuranzas (Mt 5, 1-12).
• Antepone el hombre a la ley. (Lc 6, 1-11).
• Cuestiona las tradiciones de sus antepasados
(Mt 15, 2-6; 12)
• Huye cuando lo quieren hacer rey (Jn 8, 15).
• Permanece en silencio ante el interrogatorio de Pilato
(Mc 15, 5)

JESÚS FASCINA

• Jesús era irresistible: La respuesta de Mateo al llamado de


Jesús: “El se levantó y lo siguió (Mt 9,9).
• Lo siguieron “al instante”, “inmediatamente”, “en segui-
da” (Mt 4, 18-22).
• “Habla como quien tiene autoridad (Mc 1, 22).
• Impresionaba: “Todos quedaron pasmados... (Mc 1, 27)
Pág. 5
III.– Motivador central de Jesús
Tema 6 Todo esto que realizaba Jesús, esa libertad que tenía que actuar
Segundo Año y que producía tanto desconcierto como fascinación todo esto,
tenía su fuente en que EL BUSCABA ÚNICAMENTE HACER LO
QUE AGRADABA A SU PADRE (Jn 8, 29), MEDIANTE EL SERVI-
CIO AL HERMANO. En eso consistía su motivación central para
decidir y actuar. Es decir, buscaba agradar al Padre, hacer su
voluntad, salvando al hermano necesitado, entregándose a él y
ofreciéndole alternativas de vida.

Consideramos que antiguamente (antes de Jesús), el agradar a


Dios consistía en cumplir su voluntad a través de las leyes ju-
daicas. En ellas se encontraba el centro de la vida judía y se es-
tipulaba lo que podía o no hacerse de acuerdo al criterio marca-
do por Dios.

Y en cuanto a quiénes estaban autorizados oficialmente para in-


terpretar la ley y vigilar su cumplimiento, eran los fariseos y los
jefes religiosos de entonces solamente.

Jesús, por su parte, cambia radicalmente este esquema centrali-


zando la voluntad de Dios, su Padre, en la necesidad del hom-
bre, antes que en la ley. La persona pues, de acuerdo a su si-
tuación concreta de necesidad (alivio, curación, perdón, etc.)
marcaría la pauta de lo que podía y no hacerse aún por encima
de lo planteado por la ley. En cuanto a la interpretación de esta
voluntad divina, Jesús lo discernía mediante el Espíritu del Pa-
dre que vivía en su interior y con el que mantenía un estrecho
contacto y comunicación a través de la oración. El le ayudaría a
interpretar su voluntad.

IV.– Actitudes de Jesús frente al Padre


Ante el Padre , Jesús adopta dos actitudes fundamentales

• Se abre totalmente ante Su Padre: A través de sus conti-


nuos diálogos con el Padre, Jesús permite que Él le vaya
comunicando la plenitud de su Espíritu (Jn. 1, 32) y le asig-
na su Misión: establecer el Reino de Dios (Lc. 4, 16-22)

• Busca imitarle en su modo de actuar: Jesús se va compe-


netrando de la esencia de Su Padre (Jn. 5, 19-20), apren-
diendo de Él a darse totalmente. Llega a alcanzar una iden-
tificación tal con el Padre, que declara: “Él que me ha visto
a mi, ha visto al Padre” (Jn. 14, 9)

Pág. 6
Conclusión
Descubriendo la esencia de la motivación de Jesús para ejercer Tema 6
su misión, es más sencillo comprender su entrega, su amor al Segundo Año

prójimo, su valentía y libertad para pensar y actuar de manera di-


ferente a lo tradicional.

Conociendo las razones por las que era y actuaba así, es decir,
entendiendo su profundo deseo de agradar al Padre y cumplir Su
voluntad, es más sencillo poderle imitar, ya que de esa manera
podemos hacer nuestras sus motivaciones y podemos también
sentirnos amados profundamente por el Padre.
Cristo vive intensamente
la vida de cada uno de
Actuar nosotros, para hacer de
ella una donación al
Ofreceré con amor mis deberes del día (aseo, comida, etc.)
Visitaré un familiar enfermo. Padre y a los hermanos.
Trataré de perdonar, a quien me hizo sentir herida. (Algún fami-
liar o amigo).

Celebrar
Terminar con una oración de alabanza o gratitud comunitaria.

Pág. 7
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 7 Segundo Año

Tema 7
EL DIOS DE JESÚS

Objetivo
Presentar los rasgos característicos de la persona del Padre, a fin de irlos
identificando y descubriendo en la vida de Jesús, y por tanto, en nuestra
Contenido: propia vida de hijos de Dios.

Ver 2
La vida es un sí
Juzgar 2

Conclusión 8 “Los sentimientos más hondos de Cristo


aparecen en sus diálogos con el Padre. Se-
lló definitivamente, en su corazón y en el
Actuar 8
nuestro, la relación amorosa y oblativa con
Celebrar 8 el Padre y con los hermanos.
En el fondo de su corazón Cristo ha ancla-
do nuestros problemas, miserias y espe-
ranzas. Y Él los traduce en gemidos de
enamorado, dispuesto a dar la vida según
los planes de Dios Amor.
En el seno de su madre María, en el cenáculo, en Getsemaní y
en la cruz, su oración fue siempre un grito filial a la misericor-
dia del Padre por el bien de los hombres.
Ahora, ante el Padre, sus amores continúan siendo los mis-
mos, presentándole su pasión prolongada en nosotros. Toda
Directrices: situación humana , personal y comunitaria ya puede convertir-
• Visualizar las caracterís- se en ofrenda a Dios y en servicio fraterno.
ticas del Dios-amor,
nuestro Padre, obser-
vando la forma en que En el rostro y en el corazón d e Cristo, el Padre ve a cada ser
Jesús las aplicó en su
vida pública. humano, a cada uno de nosotros, como irrepetible. Si Cristo el
• Es importante reflexio-
nar la manera en que el
Hijo de Dios, ha llegado ya al Padre, también nosotros hemos
participante hubiese
experimentado esas
comenzado con él nuestro retorno definitivo al origen y a la
características de Dios
en su vida, mediante un
meta de nuestro ser: Dios-Amor, “
trabajo personal e indi-
vidual, identificar accio- Juan Esquerda Bifet
nes concretas que pu-
dieran ayudar a inte-
grar esos rasgos del
Padre y de Jesús a la
vida cotidiana
Idea Central del Tema
Tema 7 Segundo Año
A partir de su bautismo y de una manera muy particular, Jesús
se siente ante una relación cálida, cercana, amorosa con Dios.
Se siente como un hijo amado ante su Padre.

Con base en esta experiencia de Dios, Jesús decide colaborar


en el proyecto del Padre de dar a conocer la originalidad de este
mensaje y de realizar su consecuente actividad liberadora. Je-
sús opta pues, por comunicar al pueblo la presencia de este
Dios bueno, lo cual significó una novedad tan absoluta, que vi-
no a romper con todos los esquemas, ideas y tradiciones del
mundo judío de entonces.

Antes de describir las características de “Papá-Dios” es decir,


del Padre y Dios de Jesús, veamos la manera en que se enten-
día hasta entonces, la relación entre Dios y su pueblo.

Ver
¿Cómo entendía el pueblo judío su relación con Dios? ¿Cuáles
son las características del Dios del Antiguo Testamento?
¿Cómo entiende Jesús su relación con Dios? ¿Cuáles son las ca-
racterísticas del Dios del Nuevo Testamento?.¿A través de quién
Dios se ha comunicado y se hace visible el Padre? ¿Cómo es mi relación con Dios? ¿Me
manifestado de modo he sentido amado por Dios en mi vida?
imprevisible por medio
de su Hijo Jesucristo. Juzgar
I.– El Dios judío
Inicialmente y según la narración de la creación del mundo, la
tradición judía sostenía que, dada la “imagen y semejanza” del
hombre con Dios, éste no era un Dios totalmente lejano, ni ab-
solutamente desconocido: En algún modo podía ser conocido a
través del mismo hombre. Sin embargo, esta idea fue poco a
poco olvidada.

El judaísmo insistió cada vez más en la trascendencia divina, es


decir, en la distancia entre Dios y el hombre, considerando al
hombre cada vez más malo e indigno, y a Dios cada vez más
lejano e intocable.

De hecho, los códigos de pureza y de santidad (Lv 11-16; 17-


22) y su interpretación rigorista, propia del legalismo fariseo, in-
crementaban la distancia entre Dios y el hombre. Fenómenos
naturales al hombre (Lv 12, 2-4; 14, 16s. 19), enfermedades (Lv

Pág. 2
15, 15) y un número cada vez más grande de acciones cotidia-
nas, eran causa de impurezas, o dicho de otro modo, causaban
la ruptura de la relación con Dios. El israelita vivía en su continuo
sentido de culpa y de indignidad; veía en Dios un Soberano exi-
Tema 7 Segundo Año
gente, puntilloso, vengativo y violento, al cual repugnaba la vida
real del hombre.

II.– La novedad de Jesús: un Dios Amor


Ante este entorno, Jesús ofrece nuevas expectativas a su alrede-
dor. Empieza a proclamar y a hacer presente a un Dios diferente:

DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

• Dios distante, lejano.


• Dios que castiga.
• Dios que actúa como juez.
• Dios dominante.

DIOS DE JESÚS

• Dios que vive en lo íntimo del hombre (Mt. 6, 6).


• Dios misericordioso, que perdona (Mt. 18, 27).
¿Tanto tiempo hace que
• Dios que facilita la ayuda, alienta (Mt. 18, 12-14). estoy con vosotros y no
• Dios que promueve al hombre (Jn. 13, 12-15) me habéis conocido? El
que me ve a Mí, ve al
La visión del Dios-Amor que propone Jesús supera cualquier Padre. (Jn 14,10)
concepción previa que se hubiese tenido al respecto. De hecho
cualquier idea adquirida sobre Dios que provenga del Antiguo
Testamento, sea de la religión o de la filosofía pagana, debe ser
descartada: “A Dios nadie le ha visto jamás; El Hijo único que es-
tá en el seno del Padre, él lo ha contado” (Jn. 1, 18), ya que na-
die antes de Jesús tuvo plena experiencia de la realidad divina.

Además, en todos los casos en los que la idea de Dios ha sido


propuesta en el curso de la historia, ha habido elementos cultura-
les y proyecciones del hombre que la han deformado, ignorando
lo esencial. Por ello, aquello que Dios es, se puede conocer sola-
mente a través de Jesús: “Quien me ve a mí, ve al Padre”
(Jn. 14, 9).

Partiendo de esta concepción, las ideas tradicionales acerca de


Dios, se modifican radicalmente. La fisonomía de Dios que la ex-
periencia de Jesús va trazando, tiene los siguientes rasgos funda-
mentales:
Pág. 3
Un Dios exclusivamente bueno

Tema 7 Cuarto Año


El Dios-Amor es exclusivamente bueno, positivo, sin algún as-
pecto negativo, sin alguna ambigüedad. De este modo lo des-
cribe la primera carta de Juan: “Dios es Luz, en Él no hay tinie-
bla alguna” (1 Jn. 1, 5).

Jesús enseña que Dios es puro amor-vida, no es ambiguo. Por


ello no significa jamás amenaza o peligro, ni puede inspirar mie-
do. Esta es la advertencia que Jesús da a sus discípulos cuando
ellos, embebidos de la tradición judía, tenían miedo ante la ma-
nifestación de la divinidad (Mc 6, 49; Mt. 14, 26s; Jn 6, 19; Cf.
Mc. 4, 41; 9, 6). La presencia y las manifestaciones de Dios son
motivo de seguridad y de alegría, porque siendo amor, desea
solamente potenciar y vivificar al hombre. Esto es posible en
Dios, aún y cuando el hombre se declara enemigo suyo: “... pa-
ra que sean hijos de nuestro Padre celestial, que hace salir su
sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos” (Mt.
5, 45).

Un Dios que busca comunicarse

Si Dios es amor, debe inevitablemente comunicarse. Su deseo


es de hacer a los demás partícipes de su realidad. Dios tiene su
plenitud en el amor, y al buscar comunicar al hombre su ser,
desea que éste también alcance la plenitud en la línea del amor.
“Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. Dios
ama al hombre con todo su ser;. con sus miserias, pero tam-
bién con sus facultades interiores, que al desarrollarlas, pueden
En Jesús, Dios se ha llegar a convertirlo en un “hijo”, es decir, en uno que sea seme-
mostrado como jante a Él.
protagonista personal y
De este modo, el Dios que se revela en Jesús, ofrece amor y vi-
comunitario, que
da a todos los hombres sin distinción, más allá de toda raza, re-
construye con nosotros ligión o comportamiento. De hecho, fue precisamente la acepta-
nuestra historia común, ción de los “pecadores” y de la gente de mala reputación por
haciendo posible nuestra parte de Jesús, lo que provocó el escándalo en su sociedad
libertad en el amor. (Mc. 2, 15-18; Lc. 15, 1s; 19, 1-7). Esta manera de proceder de
Jesús era el reflejo del modo de ser del Padre.

Un Dios que potencia al hombre

Para realizar el proyecto creador, el hombre debe ser capaz de


amar hasta el fin. Es decir, si el proyecto de Dios consiste en el
hecho de que el hombre alcance la condición divina, que es la
plenitud de vida y amor, el paso inicial debe ser que el hombre
posea la fuerza que le permita caminar hacia esta plenitud. En
el Nuevo Testamento se le llama a esta fuerza, “el Espíritu”, que
es la participación de la vida y amor de Dios mismo, que se co-
munica al hombre por medio de Jesús (Jn. 1, 14; 1, 16).
Pág. 4
Sin embargo, el Espíritu de Dios (vida-amor) no es dado indepen-
dientemente de la voluntad del hombre. Este debe estar dispues-
to a recibirlo. Y creado así como ser libre, del hombre mismo de- Tema 7 Segundo Año
penderá su futuro, su destino, según la opción que elija. Se trata
pues de que elija entre el vivir ocupándose del bien de los de-
más, o el vivir egoístamente para sí mismo.

Para hacer frente a esta opción decisiva para su destino, el hom-


bre cuenta, por su misma naturaleza, con la aspiración interior a
la plenitud que suele expresarse como un deseo de felicidad. Sin
embargo, junto al deseo de plenitud, existe también en el hom-
bre la tendencia hacia el egoísmo, hacia el deseo de posesión
exclusiva, de antagonismo y dominio sobre los demás.

La actitud y el comportamiento habitual que la persona manten- Nuestra fe en Cristo, nos


ga con los demás, determinará la opción. A la opción positiva, hace sentirnos en casa,
corresponde el don del Espíritu que le da estabilidad y hace al como hermanos suyos e
hombre capaz de llevar a término el proyecto creador.
hijos de Dios Padre.

Jesús pues, promueve al Dios-amor, que quiere compartir todo


con el hombre, tanto su ser como su actividad, y que le ofrece
Su Espíritu para apoyarlo y motivarlo en la tarea de llegar a ser
pleno.

Un Dios siempre dispuesto a perdonar

El Dios-amor, el Padre, es aquél que no castiga, y que no pro-


mueve el rencor o la venganza, sino que está siempre dispuesto
a perdonar. Así lo manifiesta el evangelio de Mateo (18, 21-22).
La pregunta que Pedro hace a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces
tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? Has-
ta siete veces?”, y Jesús le responde: “No te digo hasta siete ve-
ces, sino hasta setenta veces siete”. El motivo de esta actitud del
Padre viene presentado en la parábola que sigue (Mt. 18, 23-35),
donde se presenta un Dios dispuesto a perdonar aún los errores
más graves del hombre.

El deseo de Dios de restablecer su relación con el hombre cuan-


do éste la ha roto, se presenta de un modo claro en la parábola
del hijo pródigo (Lc. 15, 11-32), que recientemente ya más bien,
ha sido llamada, la parábola del Padre bueno, por ser éste la figu-
ra central de la historia. Como sabemos, en ella se muestra al pa-
dre, figura de Dios, con tal grado de felicidad por el regreso del
hijo, que no deja ni siquiera que éste concluya las palabras de
arrepentimiento que había preparado (Lc. 15, 18-21).

Esta actitud del perdón del Padre, es la que también asume Je-
sús a lo largo de su vida (un ejemplo se encuentra en Lc. 23, 34:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”).
Pág. 5
Para obtener el perdón, se le pide al hombre solamente el reco-
nocimiento de su error, que de un modo u otro, consiste en el
Tema 7 Segundo Año
cometer un daño o injusticia contraria al amor. Hasta que el
hombre no modifique su comportamiento, no hay modo de re-
cibir el amor-perdón de Dios.

Un Dios al servicio del hombre

Si anteriormente decíamos que el proyecto de Dios es que el


hombre alcance la condición divina y se le asemeje, vemos
ahora que para realizar esta obra, Dios se pone al servicio del
hombre. A través de algunos pasajes evangélicos vemos ejem-
plos de esto: “No está el discípulo por encima del maestro. To-
do el que esté bien formado, será como su maestro” (Lc. 6,
40).

La semejanza que Dios desea, se manifiesta cuando, en la per-


sona de Jesús, llama al hombre “amigo” (Lc. 12, 4; Jn. 15, 15-
18). Asimismo, la afirmación de Jesús: “Cualquier cosa que pi-
daís al Padre en mi nombre. Él os la concederá”, significa que
Dios pone su poder al servicio de la comunidad para el cumpli-
miento de su misión, consistente en difundir entre los hombres
la vida y el amor.

Pero la afirmación más clara del servicio de Dios al hombre, se


expresa en la escena del lavatorio de los pies (Jn. 13, 2-17). Je-
sús se hace siervo de sus discípulos para darles de su condi-
ción de “Señor”, es decir, de hombree libre como Él, con lo cual
les demuestra su amor (Jn. 13, 1).

La idea de un Dios al servicio del hombre es diametralmente


opuesta al modo de concebir la relación entre el hombre y el
Cristo vive intensamente Dios típico de las religiones antiguas. Según éstas el hombre
la vida de cada uno de había sido creado para servir a Dios a través del culto y otras
nosotros, para hacer de formas. La idea del Dios-amor que propone Jesús cambia este
ella una donación al concepto: Propone que Dios no quiere al hombre a su servicio,
Padre y a los hermanos. sino al servicio de los demás. “Os doy un mandamiento nuevo
que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado,
así os améis también vosotros los unos a los otros” (Jn 13, 34).
Aún y cuando Jesús mencione su amor por los discípulos, no
les pide a cambio su amor a Él; considera, mas bien, en res-
puesta a su amor, el hecho de que ellos deban amarse unos a
otros.

En resumen, es Dios quien se da al hombre como fuerza de


amor, para que éste, a su vez se dé a su prójimo.

Pág. 6
Un Dios “débil”

Tradicionalmente, cuando hablamos de Dios poderoso y omni-


potente pensamos frecuentemente en la imagen de alguien arro-
Tema 7 Segundo Año
llador que actúa y domina ante todas las cosas, situaciones y
personas.

Sin embargo, esta idea se contrapone radicalmente a la del Dios


bueno que ante su propuesta del amor espera respetuosamente
al hombre a que responda libremente a ese llamado.

Ciertamente Jesús nos muestra que Dios es amor, pero el amor


no forza, no actúa con violencia, no impone una respuesta al “Como el Padre me amó,
hombre. De este modo Dios se expone al rechazo, pero sigue así os he amado yo;
respondiendo con amor. Esta “debilidad” de Dios-amor resulta in- permaneced en mi
comprensible y escandalizante para todos los adversarios de Je- amor...” (Jn 15, 9-13)
sús que habían sido educados en la idea de un Dios omnipoten-
te que desencadenaba todo su poder por sobre las cosas y per-
sonas.

El amor de Dios, pues, es omnipotente, pero su potencia puede


ser activa sólo si el amor es aceptado por el hombre. En eso
consiste la “debilidad” de Dios.

Un Dios de ternura

El Dios-amor revelado por Jesús difiere también del concepto de


un Dios impasible, típico de las religiones antiguas. Si Dios es
amor, no puede permanecer indiferente al destino de los hom-
bres y debe responder ante aquellas situaciones humanas que
se oponen al amor. El mal que aflige a los hombres no le es indi-
ferente. Hay innumerables ejemplos en los evangelios en los que
Jesús, siguiendo el modelo del Padre, se conmueve ante el dolor
(Mt. 20, 34), la marginación (Mc 1, 39-45), la pobreza (Mc 6, 36;
8, 4), y busca generar alternativas de solución a esa realidad.

Constantemente a través del Antiguo Testamento, vemos a un


Dios que hace suya la causa de los pobres, de los marginados,
de aquéllos que son víctimas de la injusticia, y que actúa en su
defensa; de un Dios que toma la parte de aquéllos de los que na-
die se preocupa. Por su parte, Jesús sigue también esta línea del
Dios defensor de los humildes, y lo muestra cuando en la sina-
goga de Nazareth hace pública su misión, aplicando a sí mismo
el texto de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me
ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha en-
viado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los cie-
gos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de
gracia del Señor” (Lc. 4, 16-21).

Pág. 7
Finalmente, la ternura del Dios-amor que se manifiesta en Je-
sús, debe ser también una característica de cada hombre, co-
Tema 7
4 Segundo Año
mo el modelo que nos presenta Lucas en la parábola del buen
samaritano (CF. Lc. 10, 30-35).

Conclusión
A través de todas las características explicadas, nos encontra-
mos pues, ante un Dios que no cesa jamás de amar al hombre
y que no puede contemplar impasible la historia de la humani-
dad sin participar ni comprometerse. Es un Dios dinámico que
actúa en la vida del hombre buscando siempre su colaboración,
sin intervenir de forma unilateral.

Es un Dios que busca, en lo particular, amar con la persona


misma su propio plan de vida y trabajo, apoyándola con su Es-
píritu, en su realización; al mismo tiempo que impulsar la crea-
ción de una nueva sociedad: el reino de Dios, movida por los
valores evangélicos característicos del cristianismo auténtico.

Este es pues, el Dios, el Padre que cautivó a Jesús de tal forma


BIBLIOGRAFIA que toda su vida buscó imitarle y dejarse mover por su esencia:
el amor. Este es también nuestro Dios, nuestro Padre. y nuestro
• El horizonte humano: la reto: hacer nuestros los sentimientos, actitudes y acciones de
propuesta de Jesús, Jesús, dejándonos mover, como Él, por el impulso del amor.
J. Mateos y F.
Camacho Actuar
Ediciones el Almendro

• Biblia En esta semana haré míos los sentimientos, actitudes y accio-


nes de Jesús, dejándome mover, como Él, por impulso del
amor

Celebrar
Terminar la sesión con una oración de gratitud, utilizando el
canto " Dios es Amor" del Cd. 2º. Año.

Pág. 8
Oración inicial:

CONOCER AL PADRE Tema 7 Segundo Año


Jesús, ¡Muéstranos al Padre!
Revélanos al Padre
Y haz que contemplándote, mirándote,
Podamos comprender quién es el verdadero Dios,
Deseo único y último de nuestra vida.

Oh Dios, que llenas nuestra existencia,


Haz que nos saciemos de tu conocimiento,
Del conocimiento de Jesús;
“En aquél día conoceréis
Y tú, María,
Danos parte de tu conocimiento de Jesús que yo estoy en mi
A quien abrazaste y tuviste en tu regazo. Padre, y vosotros en mí y
yo en vosotros”
Concédenos sentir lo que tú sentiste
(Jn 14,20)
No sólo del misterio de la carne de este niño
Sino del conocimiento del Padre
Al que aspiramos todos los hombres,
Al que anhela toda la humanidad,
Que es la nostalgia del hombre perdido y extraviado,
Camino para volver a la verdad y a la paz.

Haz, Jesús, que entremos de verdad en tu escuela,


Que nos preparemos a conocer a Dios
Y estemos dispuestos a conocer quiénes somos no-
sotros,
Cómo debemos vivir
Y cómo debemos amarnos,
Cómo debemos plantear nuestra existencia
Y cómo hemos de hacer nuestras opciones.

Pág. 9
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 8 Segundo Año

Tema 8
EL MENSAJE CENTRAL
DEL REINO DE DIOS.
Objetivo
Buscar que los participantes identifiquen los signos y valores centrales que
debemos vivir para formar parte del Reino de Dios.
Contenido:

Ver 2
Para anunciar el Reino a todos los pueblos
Juzgar 2

Cristo nos revela al Padre y nos introduce


Conclusión 5
en el misterio de la vida trinitaria por el Es-
píritu. Todo pasa por Cristo, que se hace
Actuar 6
camino, verdad y vida. Por el bautismo re-
cibimos la filiación divina, y hechos todos
Celebrar 6 hijos de Dios, todos los pueblos de Améri-
ca Latina hemos sido hechos también her-
manos entre nosotros.
Hemos sido introducidos en el misterio de la comunión trinita-
ria porque Cristo se ha hecho uno con nosotros, asumiendo la
condición de siervo y todo lo que lleva nuestra condición
humana menos el pecado, para transformarla, vivificarla y
hacerla cada vez más humana y divina. De esta manera inclu-
Directrices: so ahora Cristo entra en el corazón de nuestros pueblos, los
Presentar los signos y
valores del Reino de
asume y los transforma.
Dios de forma tal que
puedan identificarlos y Al incorporarnos a él, nos comunica su vida amorosa, como
buscar su aplicación
concreta en la vida coti- la vid a los sarmientos, infundiéndonos su Espíritu, que nos
diana.
hace capaces de perdonar, de amar a Dios sobre todas las co-
sas y a todos los hermanos sin diferencia de razas, naciones
o situaciones económicas. Jesucristo es así la semilla de una
nueva humanidad reconciliada.
Idea Central del Tema
Tema 8 Segundo Año
La misión de Jesús: Anunciar el Reino de Dios. El Reino empie-
za con Él, con su predicación, con su persona, con sus mila-
gros. El reino es Jesús mismo, con Él y en Él se realiza el
“hombre nuevo”.

Ver
¿Qué significa Reino de Dios? ¿Cuáles son los valores del Re-
ino?¿Por qué no se ha establecido plenamente el Reino de Dios
en el mundo?

¿Qué significa nacer de nuevo? ¿En qué situaciones nos senti-


mos instrumentos de Dios para comunicar los signos de Su Re-
ino a los demás?¿Qué signos del reino de Dios observamos en
nuestro entorno?¿Qué es condición esencial para vivir este Re-
ino?

Juzgar
I.- ¿Que significa Reino de Dios?
Cada vez que decimos el Padre Nuestro repetimos: Padre nues-
tro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a no-
Si amas a Dios, en sotros tu reino, pero entendemos claramente lo que decimos?
ninguna parte estarás Tal vez si o tal vez no, pero después de revisar este tema com-
prenderemos de que estamos hablando....
triste, porque, a pesar de
la diaria tragedia, El
El Nuevo Testamento no nos da una respuesta directa a la
llena de júbilo el cuestión de saber qué es el Reino de Dios. En ningún momento
universo. da una definición del mismo. Jesús habla de él como de una
realidad conocida, proclamando su proximidad, sugiriendo algu-
nos de sus aspectos con la ayuda de parábolas, declarando
que está cerca y está lejos. Pero, a pesar de todo ello, el reino
de Dios no se deja encerrar en la definición de un concepto. Por
este motivo buscaremos sólo precisar, mediante los siguientes
apartados, algo de su rico significado.

• Creemos que el Reino de Dios es la misma persona de Je-


sús en la que se nos hace presente la salvación que Dios
nos otorga. Por ello, el mismo Jesús menciona que el
“Reino de Dios ha llegado” (Lc. 17, 21).
• Es un reino escatológico, es decir, que ya está entre noso-
tros pero que aún no tiene su cabal cumplimiento, ya que
tiene su plenitud en la vida eterna.

Pág. 2
• Es un reino que compromete al hombre en su persona, en
sus relaciones con los demás y en su actividad sobre el
mundo. Tema 8
• Es un reino interior y exterior que abarca al hombre de ma- Segundo Año
nera integral, primero exige un cambio interior (conversión)
y segundo porque ese cambio interior deberá traducirse en
acciones concretas en su entorno.
• El participar de este reino implica un cambio en la persona,
no sólo en el modo de vivir sino en el “ser” de la persona
desde su interior. Por eso le pedía Jesús a Nicodemo que
había que nacer de nuevo.

II.– Los signos del Reino


“...A una pregunta de los fariseos sobre cuándo iba a llegar el re-
ino de Dios, respondió Jesús: El reino de Dios no vendrá de for-
ma espectacular, ni se podrá decir está aquí o allí, porque el re-
ino de Dios ya está entre ustedes” (Lc. 17, 20-21).

En efecto el reino de Dios es y empieza con Jesús, Su palabra,


actitudes y acciones son la manifestación de este reino, sus mila-
gros y exorcismos son considerados signos del Reino.
¿Que signos del Reino de
En la Biblia un milagro es un acontecimiento no habitual que ha Dios encontramos en
sido interpretado como desacostumbrado acto de Dios y que a nuestra familia?
causa de su fuerza y su carácter excepcional hace que nos
asombremos y maravillemos; y es en este sentido en el que se
le llama y signo del poder y la providencia de Dios, de su justicia,
su clemencia y su deseo de salvar y liberar.

En los Evangelios de Lucas y Mateo se encuentra un pasaje en


el que Juan Bautista envía desde la prisión a sus discípulos a
preguntar a Jesús si era “el que había de venir”. La respuesta es
clara:

“En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y do-


lencias, y de malos espíritus, y dio vista a muchos ciegos. Y les
respondió: `Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Los
ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los
sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la
Buena Nueva” (Lc. 7, 21-22).

A través de este texto vemos que el anuncio y la proclamación


de la Buena Nueva va unido a los signos que lo acompañan: Je-
sús realiza milagros para el pueblo, cura a los enfermos, practica
exorcismos a los endemoniados, ofrece perdón a los pecadores
y opciones de vida y salvación a los marginados y pobres.

Pág. 3
Corresponde pues a los testigos de entonces y de ahora, con
los signos del reino de Dios que pudiéramos descubrir en nues-
Tema 8 Cuarto Año
tra realidad cotidiana, el saber descifrar con certeza el mensaje
de Dios reflejado a través de ellos. De hecho en particular ve-
mos que a lo largo de la historia incluyendo nuestros días, Dios
se comunica y busca hacerse presente de muchas maneras: en
la naturaleza, en los acontecimientos, en la interioridad de la
persona.

III.– Características del ciudadano del Reino de


Dios
Si se quiere ser parte de este reino y actuar como un integrante
activo de él, tenemos que modificar el pensar y el hacer. El pri-
mer paso para lograr esto, y quizás el más sencillo, es darse
cuenta de cuando la persona es incongruente entre lo que pien-
sa y lo que hace; de que su vida no corresponde a sus valores.
En este caso, la persona está desintegrada y se da un senti-
miento de insatisfacción, de culpa, que le invita a buscar una
“CONVERSIÓN MORAL”, que le lleva a integrarse en toda su per-
sona: en sus pensamientos, en sus valores y en sus acciones.
Esta es la primera fase del proceso.

Sin embargo, y aunque ser congruente es indispensable y rigu-


roso para el bien y la realización de la persona, no basta con vi-
vir esta conversión moral, no basta estar integrado en el pensar
y en el hacer, no basta ser auténtico y honesto. No es suficiente
para el cristiano vivir de acuerdo con lo que piensa y actuar de
acuerdo a sus propios valores.
El Espíritu Santo nos
impulsa a cambiar
El ser cristiano exige más de la persona: Es necesario ser VER-
nuestros criterios DADERO, es decir, pensar y actuar de manera integrada pero
conforme a los valores conforme a la verdad, a los valores objetivos propuestos por Je-
evangélicos. sús, que quizás pudieran variar a los valores propios. Para esto
se requiere vivir una “CONVERSIÓN INTELECTUAL”. Esta es
más difícil que la conversión moral: Reconocer que no estoy ac-
tuando de acuerdo con lo que pienso, tiene un grado de dificul-
tad, pero decir: “estoy en un error”, “mis criterios están equivo-
cados”, es aún más difícil, ya que implica un cambio de menta-
lidad..

Este cambio de mentalidad es un proceso paulatino que se da


con el apoyo del Espíritu Santo, por ello es necesario pedírselo
con humildad constantemente. Pero hacia dónde debo encami-
nar el cambio...? San Pablo nos dice: “Examínenlo todo y qué-
dense con lo bueno” (1 Tes. 5, 21); además advierte: “No se
amolden a este mundo, sino váyanse transformando con la
nueva mentalidad, para ser ustedes capaces de discernir lo que
es la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfec-
Pág. 4 to.” (Rm. 12, 2).
El cambio debe dirigirse hacia el Evangelio, hacia Jesús, hacia
los valores que Él propone en la vivencia del Reino: el es el crite-
rio absoluto. Son cuatro los valores predominantes que pudieran Tema 8 Segundo Año
englobar todas las actitudes y acciones cristianas:

• AMOR: entrega desinteresada al otro a través del servicio.


• JUSTICIA: dar al otro no sólo lo que le corresponde, sino lo
que necesita de acuerdo a la voluntad de Dios.
• VERDAD: ser genuino, auténtico, transparente.
• PAZ: es el estado resultante de la vivencia de los valores an-
teriores. Este estado no es ausencia de pasión, energía o
entusiasmo, no es pasividad amorfa, más bien es vivir en la
confianza, aceptación, y armonía consigo mismo, con Dios
y con los demás, lo cual excluye la turbulencia y el conflicto.
La conversión es un
Estas son las características del Reino de Dios. Esa es la gran proceso continuado que
nueva de Jesús, todo mejorará con ella. nos conduce a la plena
transformación en Cristo.
En concreto, para formar parte de este reino la condición esen-
cial es vivir la CONVERSIÓN:

• Buscar que nuestros criterios sean los de Jesús, y para ello


se requiere haber tenido un encuentro con Él. La conversión
sólo se da cuando abrimos nuestro corazón a Jesús. Sólo el
enamorado está dispuesto a cambiar (citar como ejemplo
los cambios dentro de la relación de noviazgo).

• El Espíritu Santo es el único capaz de cambiar nuestra men-


talidad, de cambiar nuestros criterios por los de Jesús. Dejé-
mosle actuar en nosotros y pidámosle con humildad que
nos transforme.

• Jesús, para poder pensar como Él, haciendo nuestros sus


criterios para la vida.

• Y, finalmente, busquemos interiorizar y preguntarle al Señor:


¿Cómo quieres que piense y actúe en cada situación?

Conclusión
El reino de Dios, será una sociedad en la que no haya división
de las personas en inferiores y superiores. Todo el mundo será
amado y respetado no por su educación, riqueza, linaje, autori-
dad, rango, virtudes u otras cualidades, sino porque, al igual que
cualquier otro es una persona.

Si queremos ser auténticos cristianos tenemos que ubicarnos de-


Pág. 5
ntro del grupo de personas que busquen ante todo, vivir los va-
lores del reino, a pesar de ir en contra de lo que el mundo tenga
Tema 8 Segundo Año
por “valioso”.

Ciertamente que el ser cristiano hoy en día no resulta fácil, -


aunque a Jesús tampoco le resultó fácil enfrentarse al mundo ju-
dío con sus tradiciones y costumbres, ya que le costó la vida.
Ser cristiano implica valor, decisión y mucho amor al Padre y a
su voluntad. valores del reino, a pesar de ir en contra de lo que
el mundo tenga por “valioso”.

No podemos conformarnos con ser cristianos “a medias”, cris-


tianos que de acuerdo a la conveniencia del momento demos o
no “testimonio” de lo que creemos; “a los tibios, los vomita el
Señor”. Jesús mismo ya nos indicó el nivel de determinación
que debemos tener para seguirlo: “Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Por-
que quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda
su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sir-
ve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida...? por-
que quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta gene-
ración adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se aver-
gonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre” (Mc 8, 34-
38).
B I B L I O G R A F I A

• “Evangelio y Reino de
Actuar
Dios”; Yves-Marie
Blanchard y otros; Esta semana buscaré aplicar los valores del reino en las distin-
Edit. Verbo Divino, tas situaciones, familiares, laborales, sociales etc., preguntán-
España, 1995. dome:
• “Encarnar el
Evangelio”; Fernando
¿Qué haría Jesús en esta situación, si estuviera en mi lugar...?
Torre-Medina; Edit.
Alba; 1º Ed., México,
1996.
Celebrar
• Biblia
Canto: "Es hora de Abrir las puertas", de “Jesucristo es pura Vi-
da“ de los Misioneros del Espíritu Santo. (Cd. 2º. Año)

Pág. 6
Oración inicial:

VER POR LOS OJOS DE JESÚS Tema 8


Segundo Año

“¡Ver por los ojos de Jesús, y que Jesús vea por los nuestros!

¡Hablar como hablaba Jesús, y que Jesús hable por nuestros la-
bios!

¡Amar como amaba Jesús, y que Jesús ame por nuestro cora-
zón!

¡Vivir como Jesús en la intimidad de María y de San. José, y ellos


íntimo con nosotros!

¡Amar a la iglesia, nuestra Madre, como Jesús y María la amaron,


y que Ella cuente con nosotros como con sus hijos!

¡Qué hermoso programa de vida!!!

Esta vida de unión supone una grande intimidad con Jesús, un


estrechamiento de corazones especial, una confianza entera,
una fe viva en que todo está perdonado, olvidado, destruido, y
que vivimos con Jesús en una franca atmósfera de amor.

Supone también el olvido completo de nosotros mismos... no


buscarnos ya, despreciar el YO, y tener toda la atención en nues-
tro UNICO AMOR.

¡Ver por los ojos de Jesús!

Profundicen este pensamiento... Es manantial de santidad... El


sólo puede destruir todas nuestras imperfecciones y preservar-
nos de todos los pecados veniales plenamente voluntarios.

Ver al Padre Celestial con los ojos de Jesús.

Ver al Divino Hijo con la inteligencia del Verbo Encarnado.

Ver al Espíritu Santo y serle dóciles como el Hombre-Dios para


cumplir en todo, orillados por el Espíritu Santo, con la Voluntad
del Padre...”

( P. Félix de Jesús Rougier: carta a Roma, 13 de abril de 1929.


J. Padilla, Hacia el Divino Padre, p. 68-69)

Pág. 7
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 9 Segundo Año

Tema 9
LAS BIENAVENTURANZAS

Objetivo
Identificar las bienaventuranzas buscando la actitud central que Jesús re-
salta en cada una de ellas y las formas en que podemos hacerlas vida en
Contenido: nuestra realidad cotidiana.
Ver 2
Yo, el más afortunado
Juzgar 2

A Dios:
Conclusión 7
Pedí fuerza para grandes logros, me hizo
débil para que aprendiera humildemente a
Actuar 7
obedecer...
Celebrar 7
Pedí salud para hacer grandes cosas, me
dio enfermedad para poder hacer cosas
buenas.

Pedí riqueza para poder ser feliz, me dio pobreza para poder
ser sabio.

Pedí poder para obtener las alabanzas del hombre, me dio de-
bilidad para sentir la necesidad de Dios.

Directriz: Pedí todo para disfrutar la vida, me concedió la vida para dis-
Presentar las biena- frutar de todo.
venturanzas como la
síntesis de la ense-
ñanza de Jesús. No recibí nada de lo que pedí, pero me fue otorgado todo lo
que necesité.

Yo, entre todos los hombres, soy el más afortunado.


Idea Central del Tema
Tema 9 Segundo Año
Las Bienaventuranzas son la síntesis de la enseñanza de Jesús.
Nos
presentan las actitudes básicas en el reino (Mt 5, 3-16) superan
a las de la ley (Mt. 5, 17-448). Deben ponerse en práctica sin
pretensiones de vanagloria (Mt. 6, 1-18).Exigen una disposición
de gran confianza en Dios (Mt. 6, 19; 7, 12) y una resuelta deci-
sión, discernimiento y compromiso serio con la voluntad del Pa-
dre (Mt. 7, 13-23).

Ver
¿Cuál era la Ley de Moisés? ¿Cuál es el camino que Jesús pro-
pone para mantener la amistad con Dios? ¿Quiénes son los po-
bres de Espíritu?
¿Por qué se consideran dichosos los que lloran? ¿Qué significa
misericordia? ¿Por qué los limpios de corazón, verán a Dios?
¿Qué recompensa ofrece Dios para los humildes? ¿Quiénes son
llamados hijos de Dios?. ¿A quienes pertenece el reino de los
cielos? ¿Cuáles son las obras de misericordia espirituales y cuá-
les las corporales?

Juzgar
I. Las Bienaventuranzas
Dos siglos antes en el Sinaí, Dios había dado su ley por medio
de Moisés (EX 20). Ahora en otro monte, el Hijo de Dios da la
nueva ley. Jesús mediante este discurso, se define frente a la
ley. Jesús mediante este discurso, se define frente a la ley de
Moisés y marca un nuevo camino a seguir para mantenerse en
amistad con Dios.

“Dichosos los pobres de La primera de las bienaventuranzas resume de algún modo las
espíritu, porque de ellos demás; llama dichosos a los que viven la pobreza, entendida
es el reino de los cielos”
aquí como la actitud religiosa de desprendimiento y dependen-
cia de Dios; Por su parte, Lucas también nos presenta en su
Evangelio las bienaventuranzas, pero él sólo menciona cuatro:
los pobres, los hambrientos, los que lloran y los perseguidos;
mientras que Mateo presenta ocho (a continuación se revisa-
rán). Ambos evangelistas, sin embargo, desarrollan un solo te-
ma: Jesús trae la felicidad a los que el mundo tiene por desdi-
chados.

Las palabras de Jesús tienen un marco solemne: desde un


monte, sentado, cerca de sus discípulos, rodeado de las multi-

Pág. 2
tudes que lo siguen y en actitud de enseñar. Sobre el soporte de
un esquema literario muy conocido en la tradición sapiencial ju-
día (Sal 1, 1; 33, 12; Prov. 3, 3) y utilizado otras veces por Jesús
(Mt. 11, 6; 13, 16; 24, 46) Mateo va señalando las pistas que
Tema 9 Segundo Año
conducen a la verdadera felicidad.

La primera de las bienaventuranzas resume de algún modo las


demás; llama dichosos a los que viven la pobreza, entendida
aquí como la actitud religiosa de desprendimiento y dependencia
de Dios; y al mismo tiempo, invita a adoptar esta misma actitud
a todos aquellos que quieran tener parte en el reino. Nos está ex-
presando cómo debemos ser quienes integramos la Iglesia, para
hacernos dignos de Dios, que nos llamó. Así, las bienaventuran-
zas son como una nueva Ley, que pide un cambio en nuestra
disposición interior antes que en actos exteriores.

Mt 5, 3-19
DICHOSOS LOS POBRES DE ESPÍRITU PORQUE DE ELLOS ES
EL REINO DE LOS CIELOS.

Aquí encontramos un modo de hablar de los judíos del tiempo


de Jesús. Por respeto a Dios no se atreven a nombrarlo y prefie-
ren designarlo con otras palabras: El Cielo, el Poder, la Gloria. El
reino de los cielos significa exactamente: El Reino de Dios. No se
trata de la recompensa que tendremos después de la muerte,
“en el cielo”, sino del Reino de Dios que llega a nosotros en esta “Dichosos los que lloran,
tierra con la proclamación de Jesús. porque Dios los
consolará”
Los pobres son aquellos que viven en abandono total a la volun-
tad de Dios; son aquellos que descubren su valor como perso-
nas en dependencia de Dios, y le asignan el justo valor a las co-
sas y bienes materiales. Es decir, consideran que éstos son va-
liosos sólo en cuanto que están para el servicio del hombre, y no
a la inversa (no el hombre al servicio de ellas).

El ser pobre de espíritu consiste en fincar la felicidad de la perso-


na en la riqueza de su propio ser, mientras éste dependa y se
abandone en Dios. Esto es, que asume una actitud de docilidad
y disponibilidad a la voluntad de Dios, aceptando su propia reali-
dad con paz y confianza, aún y cuando ésta pudiera ser aparen-
temente desfavorable. El pobre de espíritu vive con esta actitud,
y logra ser feliz, al dejarse mover por el ritmo que Dios le va mar-
cando en su vida. Del mismo modo, busca descubrir el mensaje
que Dios desea comunicarle a través de los acontecimientos,
personas y de su propio entorno.

El pobre de espíritu, es feliz con lo que es, con lo que vive y con
lo que tiene. Vive desapegado a las cosas, a los afectos y a las
personas, de tal forma que se siente pleno y satisfecho, indepen-
Pág. 3
dientemente de que cuenta o no con su presencia. En contra-
parte, el “rico” no es el que tiene bienes, riquezas, poder, etc.,
Tema 9 Cuarto Año
sino el que vive apegado a ellos, reteniéndolo para sí mismo y
fincando su “felicidad” en su posesión.

DICHOSOS LOS QUE LLORAN PORQUE DIOS LOS CONSOLA-


RÁ.

Los que esperan en Dios ante las desdichas de la vida, pueden


conservar la alegría porque como ciudadanos del reino, ponen
su confianza en Jesús, y porque, además, son consolados por
los hermanos, que como ellos, esperan también en Jesús. Je-
sús no se dirige a personas fracasadas en espera de su propio
consuelo: En el idioma bíblico “los que lloran” son personas
que sufren y luchan porque esperan una ciudad de justicia (en
el lenguaje bíblico, “justicia” significa estar en gracia de Dios y
conservar su amistad) para todos. Son los que solidariamente,
sufren con el que sufre y se conmueven ante el dolor del her-
mano, buscando alternativas de solución y consuelo.

DICHOSOS LOS HUMILDES PORQUE HEREDARÁN LA TIERRA.

¿Será que Jesús promete a los pobres una recompensa mate-


rial, o bien debemos entenderla en forma figurada o
“espiritual”?. En ningún lugar del Evangelio se distingue lo mate-
rial y lo espiritual. Ni siquiera se nombra lo espiritual como tal en
“Dichosos los humildes, todo Evangelio (esa distinción apareció hasta tiempo después, a
porque heredarán la lo largo de la vida de la Iglesia). Cuando Dios hablaba por boca
tierra” de los profetas, prometía a su pueblo un mundo feliz en el que
verían colmadas todas sus aspiraciones, pero más que eso,
Dios se haría presente y comunicación Su Espíritu a los hom-
bres: “Ellos serán mi pueblo y Yo seré Su Dios”. Es por eso que
Jesús proclama las bienaventuranzas como una letanía en que
las figuras más diversas (como “la tierra”) se refieren a una mis-
ma realidad. El reino de los cielos es, al mismo tiempo, la tierra,
o sea, la tierra de Palestina prometida a los hijos de Abraham.
Los humildes a quienes hace referencia esta bienaventuranza,
se refieren a los que logran ubicar su realidad personal ante la
grandeza de Dios, reconociéndose limitados, finitos y peque-
ños.

DICHOSOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA


PORQUE DIOS LOS SACIARA.

Los que tienen hambre de justicia recibirán a la vez, el pan y la


santidad de Dios, puesto que Justicia significa también en la Bi-
blia; estar en gracia de Dios y cumplir la voluntad de Dios. Estar
en gracia de Dios significa conservar la amistad. Por ello, esta
bienaventuranza hace referencia a todos aquellos que buscan
ser dóciles al impulso del Espíritu y cumplir con vehemencia, la
Pág. 4
voluntad de Dios, a fin de mantenerse en estado de gracia. Por
otro lado, la nueva justicia que propone Jesús va más lejos que
la marcada por la ley antigua. Esta reside en el corazón de la per- Tema 9 Segundo Año
sona, no en el cumplimiento extremo de una serie de lineamien-
tos (Cf. Mt. 5, 20-48).

DICHOSOS LOS MISERICORDIOSOS PORQUE DIOS TENDRÁ MI-


SERICORDIA DE ELLOS.

Misericordia es una de las características distintivas de Dios. Los


que dan misericordia recibirán misericordia como fruto, pero so-
bre todo, vivirán la experiencia de amar como ama Dios. La mi-
sericordia de Dios brota de la fidelidad al amor, la cual fue encar-
nada en Jesús y definida por Él como la ayuda efectiva al dolor
ajeno (Mt. 9, 13; Lc. 6, 36). La perfección de la misericordia con-
siste en el perdón, es decir, borrar en el corazón la ofensa recibi-
da por amor al otro.
“Dichosos los limpios de
corazón, porque ellos
Esta bienaventuranza se refiere a aquellos que tratan de mitigar verán a Dios”
las penalidades humanas, los que se conduelen ante el dolor aje-
no y ayudan a cargar la cruz de los demás.

DICHOSOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN PORQUE ELLOS VERÁN


A DIOS.

Aquí se incluye a quienes están limpios de pecado porque Dios


está en su corazón y tienen la capacidad de amar al prójimo a la
manera de Dios. Son los puros de corazón, es decir, los que lo-
gran transparentar a Dios a través de todos sus actos. Son los
que no se dejan arrastrar por el error y ven el bien dondequiera
que se encuentren.

Son aquellos a quienes todo lo que está a su alrededor les habla


de Dios, los que en su diversas acciones tienen recta intención.
Si pureza de corazón es transparencia, claridad, es natural enton-
ces que el fruto de esta bienaventuranza sea ver a Dios, ya que
nada enturbia y confunde la visión de la persona.

DICHOSOS LOS QUE CONSTRUYEN LA PAZ PORQUE DIOS LOS


LLAMARÁ SUS HIJOS.

Se refiere a todos aquellos que son reflejo de la paz de


Dios, que en su interior reina la paz y la armonía consigo mis-
mos, con Dios, con los demás y con la naturaleza; y por ello,
son portadores de ella y buscan establecer la mutua armonía y
concordia entre los hombres.

Son todos aquellos que buscan la unidad y la reconciliación; evi-


tan la división y enemistad, pero no por simple conformismo, si-
Pág. 5
no por hacer presente a Dios en medio de ellos. Quien está en
paz no significa que esté ausente de pasión, entusiasmo o ener-
Tema 9 Segundo Año
gía, antes bien, éstos son elementos que se viven más plena-
mente en la persona que vive la paz. Se refiere, más bien, a ex-
cluir sentimientos que generen turbulencia y conflicto interior.

DICHOSOS LOS PERSEGUIDOS POR HACER LA VOLUNTAD DE


DIOS PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.

Son aquellos que por vivir los valores evangélicos y hacerlos


presentes en el mundo en que viven, son perseguidos. esta últi-
ma bienaventuranza ilumina a las demás; las anteriores nos
hablan de las actitudes más propicias para recibir el Reino de
Dios, en tanto que esta última de da un matiz que orienta hacia
la Cruz y la Resurrección (Mt 10, 39). Se refiere a todos aquellos
que, por querer asemejarse más a Cristo en su pasión, son
odiados y perseguidas. La persecución es el signo de los elegi-
dos, es la cruz del cristiano (Jn 15, 18), e implica llegar a una
plena identificación con Cristo y con sus sufrimientos, para así
compartir su resurrección y su gloria.
(IPe 3, 13-17).

Tanto Mateo como Lucas, traen una última bienaventuranza:


“Dichosos ustedes cuando por causa mía los maldigan, los per-
sigan y les levanten calumnias”. Ambos sabían, por experien-
cia, que era imposible anunciar el Evangelio sin sufrir algún tipo
de persecución.

II.– Agentes de las Bienaventuranzas

Al intentar comprender el sentido y la aplicación de las biena-


“Dichosos los humildes,
porque heredarán la venturanzas a la vida, podemos interpretarlas de dos maneras:
tierra” Primero buscando un cierto grupo de personas que globalmen-
te reúnan las características encerradas en cada bienaventuran-
za, para después aplicar la que más se adecua a ellas. Por
ejemplo, si quisiéramos identificar a “los que lloran”, podríamos
pensar en grupos de marginados y/o indígenas, o bien, los
“limpios de corazón”, quizás pudieran referirse a algún grupo de
niños.

Sin embargo, esta forma de entender el mensaje evangélico,


puede llevar el riesgo de distanciarnos en lo individual de la vi-
vencia personal de la actitud propuesta por Jesús en la biena-
venturanza, dado que no estuviésemos identificados con el per-
fil descrito. Por esta razón, una segunda y más recomendable
manera de interpretar esta bella síntesis del cristiano, es aplican-
do las ocho bienaventuranzas a todas las personas que desea-
ran seguir a Jesús, es decir, se trata de que cada uno de noso-
Pág. 6
tros, nos descubramos dichosos y felices, al momento de asu-
mir las distintas actitudes descritas en el discurso, a través de
nuestra cotidianas situaciones y circunstancias de vida. Tema 9 Segundo Año
De este modo, buscaríamos trabajar para hacer presente la felici-
dad querida por Dios para todos sus hijos, obteniendo como re- BIBLIOGRAFIA
sultado nuestra propia felicidad ¿Cómo...? buscando la paz, prac-
ticando la justicia, velando por la dignidad de cada persona, ac- • Notas a pie de página
tuando sin falsedad y con el corazón en la mano, luchando co- d e B i b l i a
ntra el hambre y la opresión, abogando por los derechos de to- Latinoamericana.
dos los hombres, construyendo un ambiente de fraternidad y re- • Reflexiones de P.
Hector Carriedo,
conciliación. Sólo de esta forma, los cristianos podremos ser ver- M.SP.S.
daderos agentes de las bienaventuranzas en nuestro medio, y • “Encontrar a Jesucristo
podremos sentir en nuestra propia vida, la recompensa que el Hoy”; Charles Singer y
Señor nos prometió. Albert Hari; Edit. Verbo
Divino; España, 1993.

Conclusión
Jesús no viene como los demás maestros en religión para recor-
dar los mandamientos antiguos o para añadir nuevos. El es el
anunciador del Reino de Dios. Es cierto que Jesús nos dejó las
enseñanzas que necesitamos para ordenar nuestra vida perso-
nal, pero antes que esto, vino para proclamar que se terminaba
una etapa de la historia y de la religión, y se abría otra. Pueden “Dichosos los
ser felices los que el mundo tiene por desdichados. perseguidos, porque de
ellos es el Reino de los
cielos”
Se termina esa historia sagrada en la que los hombre siempre
estaban esperando y Dios no podía hacer otra cosa que darles
ánimo prometiendo un mundo mejor, invitándolos a trabajar por
la justicia, o a esforzarse por una conducta más sincera. Este era
el tiempo de los profetas. Sin embargo, con Jesús comienzan los
tiempos del Reino de Dios y ahora somos felices porque Dios se
hace presente entre nosotros, Dios ha llegado y se ha quedado
entre nosotros. Ahora sólo hay que descubrir a través de nuestro
entorno, las mil maneras en que se verifica para nosotros lo que
dice el Señor en las bienaventuranzas; recibirán consuelo, obten-
drán misericordia, verán a Dios.

Actuar
En esta semana seré instrumento de paz en mi familia.
Realizaré una obra de misericordia espiritual.
Daré algo de mi ropa, que esté en buen estado.

Celebrar
Terminar haciendo oración con el canto: “Bienaventuranzas” del
Cd. De 2º. Año.
Pág. 7
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 10 Segundo Año

Tema 10
LOS OBSTÁCULOS DEL REINO.

Objetivo
Presentar a los participantes los distintos obstáculos que nos impiden se-
Contenido:
guir fielmente a Jesús, a fin de que una vez que fuesen comprendidos, pu-
diésemos invitarles a reflexionar sobre su posible vivencia a nivel perso-
Ver 2
nal y grupal, y consecuentemente, sobre sus esfuerzos para superarlos.
Juzgar 2

LA GUERRA CONTRA NOSOTROS MISMOS


Conclusión 7

Actuar 7
“Es necesario vivir la guerra más dura y
que es aquella contra nosotros mismos, es
Celebrar 8
necesario llegar a desarmarnos..
Oración Inicial 9 He vivido esta guerra por años y ha sido
terrible, pero ahora estoy desarmado, no
tengo miedo de nada porque el amor aleja
el temor.
Estoy desarmado de la voluntad de tener
razón, de justificarme descalificando a los demás. No estoy
más en guardia, celosamente aferrado a mis riquezas. Acojo y
comparto. No valoro de modo particular mis ideas, mis pro-
yectos; si me vienen presentados unos que son mejores, o
aún, si no son mejores pero son buenos, los acepto sin que-
jarme. He renunciado a comparar. Aquello que es bueno, real,
verdadero es siempre lo mejor para mí.
Directrices:
Buscar que la presenta- He aquí porque no tengo miedo. Si nos desarma, si nos des-
ción del tema aterrice poseemos, si nos abrimos al Dios-Hombre que hace nuevas
a la vida cotidiana, a todas las cosas, entonces el borra todo nuestro pasado y nos
fin de que el grupo lo-
gre ir analizando, sus ofrece un tiempo nuevo en el cual todo es posible.”
propias actitudes a ni-
vel personal, familiar y
comunitario, promo- Atenágonas: Patriarca de la Iglesia Ortodoxa
viendo actitudes abier-
tas y que estimulen la
interiorización.
Idea Central del Tema
Tema 10 Segundo Año
Al igual que en tiempos de la Iglesia primitiva, Jesús también nos
exhorta ahora a reflexionar y a reconocernos afectados de una o
de otra forma, y en mayor o menor medida, por cualquiera de
las debilidades que enseguida enunciaremos, y que constituyen
una serie de impedimentos para escuchar, entender y, conse-
cuentemente, formar parte del Reino.

Sólo así, reconociéndonos implicados en alguna de estas dificul-


tades, estaremos en condiciones de escuchar y penetrar en las
profundidades del evangelio. De hecho Jesús es muy claro
cuando nos dice “No necesitan del médico los sanos, sino los
que están enfermos, no vengo a llamar a los justos sino a los pe-
cadores” Mc.2,17. Es pues necesario reconocernos enfermos
y pecadores para hacer posible la acción salvadora de Jesús en
nuestra vida.

Ver
¿Por qué la soberbia me hace incapaz de participar en el Reino
de Dios? ¿Qué quiere decir rigidez moral? ¿Es mi relación con
Dios una serie de leyes, devociones y ritos? ¿Temes que te con-
sideren fanático religioso? ¿Pones tus preocupaciones en las
manos de Dios o te sientes agobiado por ellas? ¿Cuál es la me-
Tú nos llamas a tener tus
dida de tu corazón?
sentimientos, a ser
compasivos como el
Padre, abiertos a la
Juzgar
ternura, cerrados al
egoísmo. I.– Autosuficiencia (soberbia)
El primer obstáculo para ser parte del Reino que promueve Je-
sús, es considerarse a sí mismo total, suficiente y absoluto, sen-
tirse capaz de todo, de entender y saber. Es ubicarse en una
postura ajena que busca opinar y criticar desde afuera sin buscar
involucrarse ni comprometerse.

Jesús remarca a los discípulos a través de distintos textos, sobre


la necesidad de salir de estas actitudes y situaciones de suficien-
cia (quien ve desde afuera), poniéndose en cambio, en actitud
de reconocida y humilde ignorancia, disponible y atenta a la es-
cucha (involucrarse desde dentro):

“Por qué están discutiendo que no tienen pan? Todavía no en-


tienden y no comprenden?. Tienen el corazón endurecido?, Te-
niendo ojos no ven, teniendo oídos no oyen?” (Mc.8,17).

“Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban


Pág. 2 a los demás, esta parábola: ”Dos hombres subieron al templo
orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su in-
terior de esta manera: ¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy co-
mo los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco
como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diez-
Tema 10 Segundo Año
mo de todas mis ganancias. En cambio, el publicano, mantenién-
dose a distancia, no se atrevía ni alzar los ojos al cielo, sino que
se golpeaba el pecho diciendo: ’¡Oh Dios!¡Ten compasión de mí,
que soy un pecador!’ Os digo que éste bajó a su casa justificado y
aquél no.” (Lc.18, 9-14)

Además de este texto hay otros tantos en el mismo evangelio de


Marcos en los que Jesús hace alusión a la ignorancia de los discí-
pulos. Este se supone es el natural punto de partida de cualquier
catequesis y respuesta al llamado a ser cristianos. Hoy en día po-
demos visualizar este impedimento al momento en que -aun
siendo bautizados, miramos a la Iglesia, a Cristo, desde fuera, en
actitud de suficiencia, preparados para juzgar y criticar cómoda-
mente, sin comprometernos, sin lanzarnos desde dentro, asu-
miendo aun el riesgo de equivocarnos.

Hoy Jesús nos invita, al igual que a sus primeros discípulos, a


asumir esta actitud de humilde ignorancia, de apertura y atención
que nos permita vivir la transición de una actitud de sólo mirar, a
ver y entender, y de sólo escuchar a comprender y compartir ple-
namente su sentido: “Si alguien tiene oídos para entender que oi-
Nosotros, Señor,
ga… Miren bien lo que escuchan” (Mc. 4,23-24).
caminantes de la vida
somos «mordidos» por el
II.– Rigidez egoísmo que nos asfixia,
por el pecado.
Cuando la persona ha dado el paso de superar la actitud anterior,
es decir, de estar desde afuera mirando sin ver y escuchando sin
comprender, a entender desde dentro el sentido del mensaje de
Jesús, pero sigue atándose a las leyes, a las normas, a los con-
vencionalismos y a las costumbres como si fueran lo más impor-
tante y lo único para obtener la salvación, se enfrenta entonces al
segundo impedimento para seguir el llamado fiel de Jesús.

Se trata de una actitud tal de rigidez que impide descubrir la ver-


dadera libertad de los hijos de Dios: “Y sucedió que un sábado
cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a
abrir camino arrancando espigas. Los fariseos decían:

importante y lo único para obtener la salvación, se enfrenta enton-


ces al segundo impedimento para seguir el llamado fiel de Jesús.
Se trata de una actitud tal de rigidez que impide descubrir la ver-
dadera libertad de los hijos de Dios: “Y sucedió que un sábado
cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a
abrir camino arrancando espigas. Los fariseos decían: «Mira, por
qué hacen en sábado lo que no es lícito». El les dice: «Nunca
Pág. 3
han leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los
que le acompañaban sintieron hambre, como entró en la Casa
Tema 10 Cuarto Año
de Dios… y comió los panes de la presencia, que solo a los sa-
cerdotes era lícito comer, y dio también a los que estaban con
él?» Y les dijo el sábado ha sido instituido para el hombre y no el
hombre para el sábado” . (Mc.2,23-27).

A través de éste y otros textos evangélicos (Cfr. Mc. 3,1-5), Jesús


da a entender que quien posee esta actitud de rigidez no ha en-
tendido el misterio del reino. Puesto que este misterio no se re-
vela en las ataduras a las exterioridades legales, Jesús las repro-
cha como un defecto y un error, haciendo notar que en el caso
del pasaje anterior, David era distinto y sabía darse cuenta de lo
que era importante y de lo que era accesorio, habiendo supera-
do el estado de cumplir una mera legalidad exterior.

Jesús también nos invita hoy a reflexionar sobre nuestro tipo de


cristianismo: Si se trata de un simple y aparente cumplimiento a
preceptos, devociones, ritos y normas que no alcanzan a tras-
cender a la vida, o bien, vivimos plena y congruentemente la
consecuencia natural de seguir a Jesús, a través del amor y la
entrega al hermano.

III.– Miedo al “que dirán”


Esta otra actitud que nos impide vivir plenamente como cristia-
nos auténticos es la del miedo a ser criticado por los demás, de
Debemos ser libres, llegar a ser llamados fanáticos. En este caso la situación está in-
libres como el viento vertida, porque son los otros los que amonestan a Jesús: “Se
para volar en la verdad enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él pues decí-
que nos hace libres. an <está fuera de sí>” (Mc.3,20-21). Pensaron que “estaba lo-
co”. Ciertamente alguien que se entrega de esa manera a los de-
más, hasta el punto de no tener tiempo ni para sí mismo debe
estar loco…

Muchas veces queremos vivir el cristianismo a medias, sin invo-


lucrarnos demasiado por miedo a que los demás piensen lo mis-
mo que le dijeron a Jesús. No queremos vernos distintos, ni ex-
traños, buscamos no arriesgarnos demasiado para que los de-
más no crean que somos fanáticos, o que estamos tomando el
compromiso demasiado en serio.

Ciertamente debemos buscar ser equilibrados, prudentes y dis-


cretos, pero tampoco debemos tener miedo de que al vivir el
Evangelio con determinación, los demás nos consideren como
“raros”, fanáticos o locos, ya que ese fue el destino del mismo
Jesús.

Pág. 4
IV.– Demasiadas preocupaciones
Con mucha frecuencia vivimos tan absortos en una interminable
Tema 10 Segundo Año
serie de actividades exteriores, de preocupaciones y angustias re-
lativas al momento presente, que olvidamos donde está la esen-
cia para la que vivimos. Por darle una importancia injustificada a
lo secundario, perdemos de vista lo primordial, dejándolo sofocar
y finalmente sucumbir.

Jesús explica esta actitud mediante la parábola en la que la semi-


lla es comida por los pájaros, es pisada en la calle o ahogada por
las espinas (Cfr. Mc.4,4-7). Posteriormente (Mc. 4,14-19), Jesús
ofrece distintas aplicaciones a este simbolismo: el diablo, las per-
secuciones, los excesivos trabajos y compromisos. Este ultimo
aspecto relacionado con las preocupaciones múltiples y las obli-
gaciones excesivas y angustiosas, es el que se origina en el cora- Vivimos tan absortos en
zón el hombre (los demás son elementos externos a el), por ello nuestras actividades y
el énfasis particular que guarda este impedimento para compren- preocupaciones que
der y penetrar en el mensaje del Evangelio. olvidamos la esencia
para lo que vivimos.
Jesús pues, nos invita hoy a reflexionar sobre esta otra actitud,
alertándonos que al momento de estar inmersos en el continuo
suceso de actividades y preocupaciones exteriores, seremos inca-
paces de superar lo externo y, por tanto, de correr el peligro de
ahogar y obcecar el Espíritu de Dios en nuestro interior.

V.– Corazón estrecho


Con mucha frecuencia vivimos tan absortos en una interminable
serie de actividades exteriores, de preocupaciones y angustias re-
lativas al momento presente, que olvidamos donde está la esen-
cia para la que vivimos. Por darle una importancia injustificada a
lo secundario, perdemos de vista lo primordial, dejándolo sofocar
y finalmente sucumbir.

Jesús explica esta actitud mediante la parábola en la que la semi-


lla es comida por los pájaros, es pisada en la calle o ahogada por
las espinas (Cfr. Mc.4,4-7). Posteriormente (Mc. 4,14-19), Jesús
ofrece distintas aplicaciones a este simbolismo: el diablo, las per-
secuciones, los excesivos trabajos y compromisos. Este ultimo
aspecto relacionado con las preocupaciones múltiples y las obli-
gaciones excesivas y angustiosas, es el que se origina en el cora-
zón el hombre (los demás son elementos externos a el), por ello
el énfasis particular que guarda este impedimento para compren-
der y penetrar en el mensaje del Evangelio.

Jesús pues, nos invita hoy a reflexionar sobre esta otra actitud,
alertándonos que al momento de estar inmersos en el continuo
Pág. 5
suceso de actividades y preocupaciones exteriores, seremos in-
capaces de superar lo externo y, por tanto, de correr el peligro
Tema 10 Segundo Año
de ahogar y obcecar el Espíritu de Dios en nuestro interior.

V.– Corazón estrecho


Como para tranquilizar medianamente la conciencia. Es actuar
bajo la encomienda de “cumplo con no hacer mal a nadie”. En
Esta actitud del corazón estrecho, del corazón que no se abre,
del que da poco y por lo tanto recibe poco, puede sintetizarse
en el siguiente texto del Evangelio: “Con la misma medida con
que midan se les medirá a ustedes y se les añadirá” (Mc. 4,24).

Esta actitud se refiere a un cerrarse en la propia limitación, que a


veces puede transformarse en regla de vida: Hacer lo menos
posible, contentarse apenas con cumplir muy someramente, co-
mo para tranquilizar medianamente la conciencia . Es actuar bajo
la encomienda de “cumplo con no hacer mal a nadie”. En una
palabra, es actuar con mediocridad en el camino del seguimiento
de Jesús.

Hoy también Jesús nos plantea la interrogante interior que nos in-
vita a analizar sobre la verdadera intención de nuestras “obras
cristianas”, y el nivel de generosidad que vaciamos en ellas.

6.– Envidia
Los temores, los Adicional a las anteriores, hay otras actitudes más refinadas que
desánimos, las conviene también considerar: Cuando llegamos a criticar o a
angustias..., nacen de sentir envidia por los designios de Dios. Un ejemplo evangélico
haber buscado otra cosa de esto lo encontramos en la parábola de los trabajadores de la
que no es Dios Amor. viña: “…¿es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero?, ¿o
va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?” Mt. 20,15. Se trata
pues de condenar una actitud en la que pudiéramos sentir una
sensación de incertidumbre o desconcierto ante el misterio de
Dios.

Quizás cuando llegamos a esforzarnos mucho en algún proyecto


sin obtener mucho éxito, y fuera de lo que pudiéramos esperar,
vemos que Dios obra cosas y resultados mejores en personas
que, a nuestro juicio, no se lo merecen, es cuando podemos
caer en este sexto obstáculo para seguir fielmente a Jesús.

VII.– Insensatez
Aunque hay muchas formas de insensatez, los evangelios hacen
mención específica de dos de ellas:

Pág. 6
• Adopta la forma de INCOHERENCIA. Jesús les llama insensa-
tos a los fariseos que purifican el exterior del vaso y no les
importa el interior que está lleno de robo y maldad:
“¡Insensatos! ¿El que ha hecho el exterior no ha hecho tam-
Tema 10 Segundo Año
bién el interior?” (Lc.11,40). Insensatez en este caso, es la
incoherencia que se preocupa solamente de las actitudes ex-
teriores, de la apariencia, descuidando las actitudes interio-
res. En esta actitud es posible estar implicados, ya que es
fácil considerar como importantes aquellas cosas de las que BIBLIOGRAFIA
todo el mundo se preocupa, y descuidar, en cambio, las que
son poco divulgadas o anunciadas, pero que ante Dios son • Biblia
más importantes y graves. • Libro del Card.
Martini
• Otro tipo de insensatez la encontramos en la parábola del ri- • Jesús de Nazareth,
co insensato, que teniendo una gran cosecha piensa organi- Jose Luis Martín
zarse teniendo un granero. El Señor le dice: “¡Insensato, es- Descalzo.
ta noche te van a pedir tu alma!” (Lc.12,20). Aquí se conde-
na la actitud de dar DEMASIADA IMPORTANCIA A LAS CO-
SAS EXTERIORES.

Ciertamente todos debemos realizar una serie de cosas exteriores


en nuestra vida: Nacer, construir, administrar…, ya que eso con-
lleva compromisos y responsabilidades, sin embargo nada es
más importante como estar adherido interiormente al Reino de
Dios. Por ello, todas las situaciones externas deberán ocupar su
justo lugar en la jerarquía y constituirse sólo como un medio no
un fin en sí mismo, que nos conduzca al seguimiento de Jesús.

Conclusión
Como hemos visto todas estas actitudes internas surgen del cora-
zón; por eso Jesús invita ayer, hoy y siempre a una conversión
del corazón y de la mente (recuerden las características del ciuda-
dano del reino de Dios, tema 9) es decir una transmutación de la
“lealtad”.

Hacer del reino de Dios nuestra prioridad en la vida, poner en el


nuestras esperanzas y arriesgarlo todo por él es un reto. (Acudir
a: Mt. 6,16-21, 33 Mt. 15,17-19 y Mc. 7,21-23)

Actuar
En esta semana buscaré el Sacramento de la Reconciliación.
Felicitaré y me alegraré por los logros y éxitos de mis hermanos.
Asistiré a la Eucaristía dominical, no por cumplir con el precepto,
sino para tener un verdadero encuentro con Dios.

Pág. 7
Celebrar
Tema
Tema10
4
Segundo Año
Oración con el canto "Tu me transformas Señor" del cassette de
las Misioneras Guadalupanas. (Cd. 2º. Año).

Pág. 8
Oración inicial:

Salmo de muerte y vida Tema 10


Segundo Año

Señor de la vida,
Tu no quieres
La muerte del pecador,
Sino que cambie de conducta.
Y viva.

Danos la vida
Para ser grano de trigo
Que muere en el surco
Para convertirse
En miles de frutos.

Ayúdanos, buen Dios,


A morir al egoísmo,
A todo aquello
Que nos impide
Acercarnos a Ti...
Y confiar siempre.

Sabemos, Jesús,
Que seguirte a Ti
Es cargar con la cruz
Y seguir hasta el final,
Muriendo al pecado
Para vivir en ti
Y ayudar a nuestros hermanos
A vivir amando.
Amén.

Pág. 9
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 11 Segundo Año

Tema 11
LA COMUNIDAD EN JESÚS.

Objetivo
Contenido:
Dar a conocer las características de la comunidad en la vivió y compartió Je-
sús su mensaje, a fin de identificarlas y hacerlas vida en la propia comuni-
Ver 2
dad.

Juzgar 2
Construir la comunidad en el amor
Conclusión 8 La comunidad es una de las realidades
más hermosas; unos hermanos y herma-
nas que se aman y viven reunidos. Tam-
Actuar 8
bién es una de las cosas más difíciles. A
Celebrar 8 los seres humanos les resulta difícil vivir
juntos; en cuanto estamos juntos nos po-
nemos a reñir. Queremos tener más que
Evaluación de mi co- 9
los otros, nos volvemos agresivos porque
munidad cristiana
un miembro del grupo nos irrita, y surgen
tensiones.
Pocas personas parecen conocer las leyes de una comuni-
dad; se requiere tiempo para que caigan las barreras, aumen-
te la confianza mutua y la comunicación no verbal llegue a ser
más importante que las palabras.
Una comunidad sólo es verdaderamente una comunidad,
cuando la mayoría de sus miembros han pasado del «la co-
Directrices:
munidad para mí» al «yo para la comunidad»; sólo se es co-
Buscar para cada caracte-
rística de la comunidad de munidad cuando la mayoría de los miembros procuran buscar
Jesús, su comprensión y
aplicación concreta a los
de verdad el desarrollo, la paz y la felicidad de todos los de-
distintos entornos que pu- más miembros.
dieran identificarse como
“comunidades de Jesús”, El camino que conduce a la comunidad es el que hay que an-
es decir, aquéllos grupos
donde su eje central esté dar para pasar de morir a sí mismo a renacer en el amor, y
constituido por Jesús: el ese camino es largo. Implica pasar de nuestros propios inter-
matrimonio, la familia, el
grupo de amigos, la comu-
eses a los de la comunidad; pasar de optar por mí a optar por
nidad del Apostolado de la comunidad, pasar del egoísmo al amor.
la Cruz, etc. Jean Vanier: “No temas amar”
Idea Central del Tema
Tema 11 Segundo Año
Jesús al elegir a sus discípulos y formar con ellos una comuni-
dad, tenía la firme intención de integrarlos en un grupo tal que
se constituyera como el semillero, el germen, de donde surgiera
una nueva sociedad regida bajo nuevos criterios, principios y
valores.

Ver
¿Conoces cuáles son las principales características de la comu-
nidad cristiana? ¿Cuál es el fundamento de la comunidad funda-
da por Jesús?
¿Cómo debemos reflejar nuestra adhesión a Cristo? ¿Cómo se
hace presente Jesús, después de su ascensión a los cielos?
¿Cómo es mi relación con Jesús, de dependencia infantil, o ma-
dura y libre?¿Es mi comunidad una comunidad de iguales,
abierta a todos, solidaria y con actitud de servicio?

Juzgar
1.–Características de la comunidad cristiana
Son numerosos los textos evangélicos que directa o indirecta-
La comunidad debe hacer mente hacen mención de la comunidad de Jesús. En ellos es-
suyos los valores de tán descritos comportamientos, actitudes, obstáculos, conflictos
Jesús, sus criterios, sus internos, relaciones de la comunidad con Jesús y en relación
motivaciones. con el Padre. Con base en ellos descubriremos ahora las princi-
pales características que le distinguían como grupo, y a través
de las cuales podremos buscar también visualizarlas y hacerlas
vida en nuestras propias y actuales comunidades cristianas.

COMUNIDAD IDENTIFICADA CON JESUS.

El fundamento de la nueva comunidad creada por Jesús, es la


adhesión a su persona, a su plan y a su programa. Esta ad-
hesión implica hacer propios los valores de Jesús, sus criterios,
sus motivaciones y su estilo de vida. Juan, el evangelista expre-
sa esto mismo en función del amor que puede profesársele a Je-
sús, rigiéndose bajo el entendido de que por el amor se logra al-
canzar la identificación: “Si me aman, guardarán mis manda-
mientos” Jn.14,15.

El amor, y por tanto, la adhesión a Jesús no puede ser impues-


ta. Nace espontáneamente del encuentro entre las inquietudes y
las aspiraciones propias y la persona de Jesús y su proyecto. Es

Pág. 2
decir, uno da su propia adhesión a Jesús y a su proyecto porque
ve en él realizadas sus propias aspiraciones. Encontrarse con Je-
sús significará entonces descubrir en El, en su mensaje y su pro-
yecto, la propia felicidad.
Tema 11 Segundo Año

Quien se encuentra satisfecho consigo mismo y seguro de sus


propios potenciales, quien no desea ningún cambio en su perso-
na ni en su entorno, rechazará dar su adhesión a Jesús; en tanto
que por otro lado, quien busca unirse a El, es el que se siente in-
quieto e inconforme con su propia situación individual y busca sa-
tisfacer la necesidad de alcanzar una mayor plenitud de vida.

Ahora bien, esta adhesión (o amor) a Jesús deberá reflejarse en la


práctica, ya que sabemos que no basta con llamar a Jesús
“Señor, Señor” para ser parte de sus seguidores (Cf. Mt. 7,21; Lc.
6,46). Es necesario cumplir la voluntad del Padre, esto es, hacer
vida el mensaje de Jesús y responder con hechos concretos de
amor, a las exigencias que nos presente nuestra realidad.

COMUNIDAD DEL ESPIRITU.

Todo miembro de la comunidad cristiana, habiendo dado su pro-


pia adhesión a Jesús, participa, como consecuencia, de su Espíri-
tu (Jn. 1,16). Por tanto, el carácter propio de la comunidad que si-
gue a Jesús, es aquél que se mueve en la vida y amor de Dios
que le han sido comunicados.

El Espíritu-vida de Dios es una presencia permanente que substi-


tuye la presencia física de Jesús entre sus discípulos. De hecho,
Jesús mismo reconoce el Espíritu por encima de su presencia his- El alimento de toda vida
tórica cuando menciona a sus discípulos: “…Les conviene que comunitaria es el amor y
yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Parácli- se manifiesta en el
to, pero si me voy, se lo enviaré” Jn. 16,7. servicio desinteresado.

La presencia física de Jesús, con su aplastante superioridad,


habría podido obstaculizar el crecimiento personal de sus discípu-
los, dando lugar a una dependencia infantil. Sin embargo, fue la
identificación interior con El, producida por la comunión en el Espí-
ritu lo que les permitió crecer (Cf. Jn.14,20). Jesús más que un
modelo exterior, quiso ser un impulso vital interior, en la línea del
amor sin límites.

• Es el impulsor de la unidad, aún en medio de la diversidad


de personas, caracteres y capacidades.
• Ayuda a delinear las actitudes de los miembros de la comuni-
dad para asemejarlas más a Jesús.
• Mueve a todos a trabajar en un único compromiso de fondo:
comunicar vida a la humanidad.
Pág. 3
• Inspira y funda la oración de la comunidad, alcanzando sus
beneficios para toda la humanidad.
Tema 11 Cuarto Año
• Inspira los carismas en los distintos miembros de la comuni-
dad, considerando las cualidades personales ya existentes
en cada uno de ellos. El fruto del Espíritu es desarrollar y po-
tenciar estas cualidades, siempre y cuando la persona las
ponga al servicio de los demás.
• Impulsa a realizar la misión, que es la continuación de la
obra iniciada por Jesús: Lleva a actuar a los miembros de la
comunidad por el bien de la humanidad y a penetrar en ella
el modelo de hombre y de sociedad propuestos por Jesús.
• Da fortaleza para sostenerse fiel en las dificultades y en la
persecución (Mc.13,11): Logra que la comunidad no se
desanime o se sienta culpable por no aceptar los valores de
la sociedad injusta que le juzga y condena. El Espíritu le
permite ver que , no obstante el descrédito que tengan los
criterios evangélicos ante la sociedad, en Jesús está la vida
y en el sistema la muerte (Jn. 16, 8-11).

COMUNIDAD DE HOMBRES LIBRES.

La libertad que caracteriza a los seguidores de Jesús se debe al


hecho de que en la nueva comunidad todos poseen el mismo
Espíritu, el cual instaura y rescata, en cada uno, la relación de
hijo respecto de Dios-Padre. Esta relación libre excluye el temor,
ya que el Padre no pide sumisión y obediencia: “No hay temor
Una comunidad que ora en el amor, sino que el amor perfecto excluye el temor… quien
unida se mantiene unida, teme no ha llegado a la plenitud en el amor” 1Jn. 4,18.
por la fuerza del Espíritu
Esta experiencia de Dios como Padre y no ya como Soberano,
Santo. es la que crea la libertad fundamental del cristiano, porque lo libe-
ra de cualquier esclavitud y sumisión. No hay quién esté por en-
cima y quién por abajo: La relación recíproca es la de la amis-
tad.

Esto es afirmado también por Jesús cuando se le reprueba por


qué no sigue la tradición de los maestros espirituales que impo-
nían a sus discípulos rígidas disciplinas.

“Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando,


vienen y le dicen a Jesús <¿Por qué mientras los discípulos de
Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no
ayunan?> Jesús les dijo: ¿Pueden acaso ayunar los invitados a
la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consi-
go al novio, no pueden ayunar…” Mc.2,18-19. Para Jesús, la at-
mósfera de fiesta que debe reinar en su comunidad
(comparación con las bodas), excluye la tristeza del ayuno y el
vínculo que lo une a los suyos no es aquel de la obediencia, sino
Pág. 4 aquel de la amistad.
Jesús no quiere pues, que sus discípulos tengan una relación de
dependencia infantil con respecto a él, sino quiere que sean hom-
bres adultos, autónomos, responsables de su propia vida y sus Tema 11 Segundo Año
propias acciones; quiere mantener con ellos una relación madura
y libre, como la que caracteriza a toda auténtica relación que se
mueve en el amor.

COMUNIDAD DE IGUALES.

La igualdad que se persigue como miembros de una comunidad


cristiana viene ejemplificada por Mateo en la parábola de los traba-
jadores jornaleros de la viña (Mt. 20,1-16). La parábola manifiesta
claramente que todos los llamados a trabajar por una nueva
humanidad (<La viña> es símbolo del reino de Dios) reciben el
mismo salario, independientemente del momento de la llamada y Sólo cuando el Espíritu
de la fatiga de su trabajo. Este salario igual para todos representa Santo transforma
el Espíritu-vida que cada miembro de la comunidad recibe como nuestros corazones
fruto de su propio trabajo, de su esfuerzo, de su propia opción y
podemos amar
dedicación.
verdaderamente a
Jesús mismo establece un vínculo de igualdad con sus discípulos nuestra comunidad.
llamándolos <amigos> (Jn. 15,15) y <hermanos> (Jn.20,17), en-
listándoles una serie de recomendaciones que les motivarían a
mantener la igualdad entre sus seguidores (Mt. 23,8-10).

La igualdad, sin embargo, no se opone a la organización de la co-


munidad, indispensable si se quiere desarrollar cualquier actividad
interna o externa. La organización está basada propiamente en
función de los carismas de los miembros de la comunidad, es de-
cir, de las cualidades particulares y personales que han sido enri-
quecidas por el Espíritu y que han sido puestas al servicio de los
demás. .

De este modo, cada persona, de acuerdo con su carisma recono-


cido por el grupo, podrá desarrollar determinadas funciones y diri-
gir ciertas actividades, de acuerdo a la conveniencia y necesidad
de todos, pero bajo la claridad de que ello no debe conferirle nin-
guna superioridad con respecto a los demás. La diferencia no
crea estratos.

COMUNIDAD ABIERTA A TODOS.

Características típicas de la sociedad judía eran las separaciones y


las marginaciones que existían en su seno y el sentimiento de su-
perioridad en relación con los demás pueblos por considerarse el
<pueblo elegido> por Dios.

Contra este particularismo y exclusivismo, Jesús abre su mensaje


y sus bendiciones a todos los marginados y despreciados: a los
Pág. 5
pobres, a los pecadores, a los enfermos, así como a los no judí-
os, y por tanto, <paganos> (Lc.7,1-10), invitándolos a formar
Tema 11 Segundo Año
parte de su grupo, y con ello, manteniendo una relación de igual-
dad entre toda la humanidad, sin distinción de raza, pueblo o reli-
gión
Mediante muchos pasajes evangélicos vemos esta manera de
Jesús de integrar a todas las personas bajo la categoría de hijos
de Dios amados y, por tanto, hermanos suyos. Sin embargo,
Jesús no sostiene solamente la igualdad entre los hombres, sino
también entre los pueblos. La aceptación de los paganos y su
integración en la nueva sociedad está expresada por Marcos en
el episodio del paralítico (Mc.2,1-13).

En este pasaje, los cuatro portadores (que simbolizan los cuatro


puntos cardinales), representan a la humanidad en su necesidad
de salvación que se acerca a Jesús. El paralítico representa la
misma humanidad que en su condición de muerte-pecado (la pa-
rálisis), tiene la necesidad de ser salvada.

De esta forma, contra el desprecio y la hostilidad del judaísmo en


relación con los pueblos paganos destinados, según la teología
oficial, a estar sometidos a Israel, la obra realizada por Jesús en-
tre ellos (vista a través del paralítico) consiste en cancelar el pasa-
do de injusticia que los paraliza impidiendo así su desarrollo, y
en el comunicarles la vida-Espíritu de Dios que los pone en una
situación tal que puedan alcanzar también su plenitud de perso-
nas.

COMUNIDAD SOLIDARIA.
Solamente aceptando a
los demás podemos La opción de la pobreza de espíritu (Mt. 5,3) que Jesús pone co-
hacer que caigan mo condición indispensable para dar inicio a la nueva sociedad
nuestras propias (reino de Dios), debe ser también la opción que identifique a la
comunidad cristiana: “Si alguien quiere venir en pos de mí que
barreras.
se niegue a sí mismo” (Mt. 16,24), es decir, que renuncie a cual-
quier ambición y apego a bienes materiales, afectos y personas,
considerando todo esto como valioso sólo en cuanto que esté al
servicio del hombre ( no a la inversa: el hombre al servicio de
ellos) y que no constituya el eje central de la vida de la persona.

La felicidad de la persona debe fincarse en la riqueza de su pro-


pio ser, mientras que éste dependa y se abandone en Dios. En
eso consiste la pobreza espiritual: En abandonarse con total do-
cilidad a la voluntad de Dios, aceptando la vida y la propia reali-
dad con paz y confianza. En contraparte, el “rico” no es el que
tiene bienes, riquezas, poder, etc., sino el que vive apegado a
ellos, reteniéndolos para sí mismo y fincando su “felicidad” en su
posesión. Ahora bien, de la actitud de renuncia y pobreza surge
la generosidad, la cual se constituye como otro rasgo distintivo
Pág. 6
de la comunidad de Jesús. Esta debe mostrar su solidaridad en el
compartir generoso y no solamente con los miembros del mismo
grupo, sino también con todos aquellos de fuera que pudieran pa-
decer necesidades.
Tema 11 Segundo Año

El compartir es una manifestación del amor. En el pasaje evangé-


lico del compartir los panes entre la multitud (Mc. 6,34-44) Jesús
promueve la actitud de compartir lo que cada quien trae, dejando
de manifiesto que de esta forma, no sólo alcanza para todos, sino
que hasta resulta una abundancia sobrante que podría satisfacer
las necesidades de más personas. Sin embargo el dar el pan se-
ría un acto incompleto y humillante si no comprendiera también el
don de la persona misma. Aquello que Jesús quiere que se reali-
ce entre los hombres, no es simplemente una beneficencia mate-
rial, sino una recíproca relación de amor que se expresa a través
de la generosidad en el dar. Por ello, en el evangelio de Juan, Je-
sús reprueba a la multitud que se acerca a él buscando sólo la sa- Los pequeños detalles
tisfacción material, sin haber comprendido el amor que les había
son los que persuaden a
manifestado a través de la distribución de los panes: “… ustedes
los demás de que ellos
me buscan no porque hayan visto señales, sino porque comieron
de los panes y se saciaron. Obren no por el alimento perecedero, son importantes para
sino por el alimento que permanece para la vida eterna…” (Jn. nosotros.
6,26-27).

COMUNIDAD DE SERVICIO.

Jesús enuncia el principio fundamental según el cual debía regirse


su comunidad para ubicarse en primer lugar: Debía renunciarse a
cualquier ambición de superioridad: “Si alguno quiere ser el pri-
mero, sea el último de todos y el servidor de todos” (Mc. 9,35).
Es decir, estar más cerca de Jesús se obtiene solamente cuando
se renuncia a toda pretensión de preeminencia y gracias a un
comportamiento de servicio hacia todos los miembros de la co-
munidad.

Para <ser grande> es necesario hacerse <siervo> (Mc.10,43-45),


esto es, se necesita ser solidarios con los oprimidos de toda la
humanidad. Por tanto, siguiendo a Jesús, ningún cristiano debe
exigir un servicio de la comunidad, sino darlo, y además debe es-
tar dispuesto a actuar, con decisión y valentía, por la liberación de
los oprimidos, lo que podría traducirse en términos de luchar por
la felicidad plena de los hermanos, sobretodo de los más necesi-
tados.

Ahora bien, el significado del servicio a los hombres viene especi-


ficado en el evangelio de Juan, en la narración del lavatorio de los
pies (Jn.13,2-17). Aquí el <Señor> se hace <siervo> de sus dis-
cípulos, con lo cual eleva el rango de éstos ubicándoles en cali-
dad de <señores>, es decir, de hombres libres que no dependen
Pág. 7
de nadie. El servicio de Jesús consiste, por tanto, en el dar a los
hombres dignidad y libertad, elevándoles a una condición seme-
Tema
Tema11
4 Segundo Año
jante a la suya.

Siguiendo este ejemplo de Jesús, el servicio que los cristianos


debemos prestar a nuestros semejantes, no debe consistir en
una beneficencia ejercida desde lo alto, humillante para el hom-
bre, -como es el estilo de servicio que se ejerce en nuestra so-
ciedad- sino más bien, se busca que ejerzamos el servicio al es-
tilo de Jesús: Renunciando a cualquier forma de dominio y supe-
rioridad y buscando que en la práctica del servicio de amor, ayu-
demos al hermano a alcanzar su plena dignidad y estatura
humana.

Conclusión
Si bien es cierto que como comunidad seguidora de Jesús debe-
mos buscar acercarnos a las características antes descritas, no
es necesario esperar a que se den plenamente todas las condi-
ciones objetivas para comenzarla. Jesús espera que sus discípu-
los formen sin tardanza un grupo de personas que con su estilo
y manera de ser, logren infundir en el entorno, en el mundo, las
características de la nueva sociedad, del nuevo reino en donde el
Señor se constituya como el eje central.

BIBLIOGRAFIA
Actuar
• “Horizonte Humano Esta semana trabajaremos desde lo pequeño en asemejarnos a
d e J e s ú s ” Jesús: Desde nuestro matrimonio, familia, grupo de amigos,
Juan Mateos, comunidad apostólica, parroquia e Iglesia.
Edit. El Almendro
Así, estaremos en condiciones de responder al llamado de Je-
sús que nos invita a fermentar la masa, a ser la sal de la tierra y
la luz del mundo: “Brille así la luz de ustedes delante de los
hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Pa-
dre que está en los cielos” (Mt. 5,16).

Celebrar
Canto: "Ánimo" del C.C. Espíritu santo, Ven!! de los Misioneros
del Espíritu Santo. (Cd- 2º. Año)

Pág. 8
EVALUACION DE MI COMUNIDAD CRISTIANA
Tema 11 Segundo Año

Después de meditar en tu vida de pareja, circula el número que más se identifique con
la situación actual que vives en tu matrimonio y familia, considerando que el 1 significa
que no vives ningún aspecto de la característica de la comunidad mencionada, en tanto
que el 5 significa que lo vives plenamente.

COMUNIDAD IDENTIFICADA CON JESUS: 1 2 3 4 5

COMUNIDAD DEL ESPIRITU 1 2 3 4 5

COMUNIDAD DE HOMBRES LIBRES 1 2 3 4 5

COMUNIDAD DE IGUALES 1 2 3 4 5

COMUNIDAD ABIERTA A TODOS 1 2 3 4 5

COMUNIDAD SOLIDARIA 1 2 3 4 5

COMUNIDAD DE SERVICIO 1 2 3 4 5

Pág. 9
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 12 Segundo Año

Tema 12
LA MISIÓN DE LA COMUNIDAD

Objetivo
Identificar la misión que como cristianos, seguidores de Jesús, tenemos en-
comendada, a fin de sentirnos motivados a realizarla, asumiendo las activi-
dades y actitudes sugeridas por Jesús y enfrentando los obstáculos que pu-
Contenido: dieran presentarse en la labor del misionero.

Ver 2
Cristianos Levadura
Juzgar 2
Si se anuncia la Buena Nueva por to-
Conclusión 8 das partes en el mundo no es para
que aumente el número de cristia-
Actuar 8
nos, sino para que el mayor número
de personas posible tenga la oportu-
Celebrar 8
nidad de descubrir a Jesucristo y pue-
Oración Inicial 9
dan buscar en El, si lo desean, ale-
gría y luz para vivir.

¿Cómo se establecerá el Reino de Dios comenzado


en Jesús? ¿Cómo se extenderá la esperanza? ¿Con
actos de esplendor? ¿Con un gran número de fieles?

Se establecerá y se extenderá por obra de los amigos


de Jesús, que de forma humilde y sencilla, traigan la
Directriz: mayor felicidad posible a la tierra, que con sus actos y
Clarificarles a los partici- comportamientos hagan que “se levante”, en la masa
pantes en qué consiste la
misión que tenemos enco- humana de la sociedad, la Iglesia y el mundo, el amor
mendada como cristianos,
la cual se logra principal-
y la justicia querida por Dios para todos los seres vi-
mente a través de actitu- vos.
des concretas de servicio,
de generosidad, de inte-
rés y entrega sincera a los
demás.
Idea Central del Tema
Tema 12 Segundo Año
Cuando como cristianos, decidimos dar nuestra adhesión a Je-
sús, seguirlo y compartir con Él sus motivaciones, sentimientos,
criterios y acciones, asumimos también, como parte de nuestra
vida, la línea de trabajo marcada por Jesús, buscamos asociar-
nos a la obra del amor iniciada por Él y nos comprometemos a
continuarla como una misión especial, impulsados por el Espíritu
que Jesús mismo nos comunica (Jn. 20,21-23).
Proclamar la Buena Nueva.

Esta misión se trata de irla cumpliendo, primero, desde nuestra


persona, buscando ser cada vez más semejantes a Jesús en
nuestra vida diaria y en el contacto con nuestra familia, para des-
pués buscar ser testigos del amor de Jesús en el ambiente social
en el que tengamos influencia.

Ver
¿Cuál es la misión que Jesús nos encomienda? ¿Crees que esta
misión corresponde sólo a los sacerdotes, misioneros o religio-
sas?¿Con mis actitudes hacia los demás comunico vida y amor?
¿Qué significa ser Luz del mundo? ¿Me siento juzgada o perse-
guida por mi adhesión a Cristo?.
¿Estoy realmente comprometida con Cristo para llevar a cabo la
¡ No es acercándose cada
vez más al cielo como uno misión de anunciar su Palabra? ¿Con qué actitudes debemos
se hace cristiano ¡ ¡Es presentarnos los discípulos de Cristo?.
volviéndose a la tierra y a
sus habitantes!
Juzgar
I. La Misión
A) Proclamación de la Buena Nueva

La misión de la comunidad de Jesús se nos presenta en los


Evangelios de distintas maneras, sin embargo la más común es
aquélla que se expresa en los términos de <proclamen la buena
nueva a todas las naciones> (Mc. 13,10).

Esto significa que debemos anunciar a toda la humanidad, es


decir, en todo nuestro entorno, la existencia de una nueva mane-
ra de vivir, la cual se basa en amar al hermano al estilo de Dios,
en comprenderlo, con un amor paciente y misericordioso, solida-
rio, tener paciencia y tolerancia con aquello que nos disgusta.
La Buena Nueva es dar
a conocer que con Jesús llega un nuevo reino, el reino de Dios,
en el que debemos, ante todo, buscar rehabilitar al prójimo, edifi-
carlo y reconstruirlo de forma que recupere su dignidad de perso-
Pág. 2 na y de hijo de Dios.
Sin embargo el anuncio de esta “Buena Nueva” no puede ser
hecho solamente con palabras: La comunidad que proclama la
buena noticia debe manifestar, a través de su estilo de vida, la
manera característica en que se mueve este nuevo reino. Por es-
Tema 12 Segundo Año
ta razón no se trata de un mensaje teórico que únicamente se dé
a conocer por medio de convencimientos verbales, sino que debe
involucrar también, y principalmente, el testimonio que el propio
cristiano ofrezca a través de su vida: “No todo el que me diga:
<Señor, Señor> entrará en el Reino de los Cielos, sino el que
haga la voluntad de mi Padre celestial” Mt. 7,21.

Ahora bien, este anuncio y testimonio que, como cristianos, debe-


mos ofrecer a los demás, debe excluir todo tipo de fanatismo, ya
que éste en sí, lleva una carga de violencia, de imposición del pro-
pio pensamiento, y aún de venganza sobre aquellos que no acep-
tan el mensaje, que rompe totalmente con el ejemplo de amor y
libertad que el mismo Jesús nos ofrece.

Una muestra de esto la vemos en el pasaje del joven rico (Mc.


10,17-22) que le pregunta a Jesús sobre lo que es necesario hacer
para vivir la vida eterna. Cuando Jesús le indica en respuesta a su
planteamiento, que es necesario vender todo lo que tiene y donar-
lo a los pobres, el joven se retira entristecido “porque tenía mu-
chos bienes”. En este episodio, vemos que Jesús llama al joven A los cristianos les
corresponde anunciar en la
a seguirlo, pero ante su negativa, Jesús respeta su decisión, no in- tierra donde viven los
siste, no le forza. hombres y las mujeres, lo
que han visto y oído del
Hijo de Dios.
Por esta razón debemos considerar el anuncio de la “buena nue-
va”, de la nueva manera de vivir, como una propuesta que respe-
ta la libertad y determinación de la persona; haciendo a un lado,
con ello, las formas asfixiantes que atropellan la voluntad y violen-
tan la conciencia de los posibles evangelizados.

B) Hacer Discípulos

Después de la proclamación -con palabras y testimonio de vida-


de la buena noticia, la misión continúa, según la formulación de
Mateo, con el <hacer discípulos en todas las naciones> (Mt.
28,19), es decir, se trata de ayudar a formar a otras personas a
que sigan ese nuevo estilo de vida anunciado por Jesús, y bus-
cando <enseñarles a observar todo aquello que Jesús ha manda-
do” (Mt. 28,20). Posteriormente ellos también, a su vez, difundi-
rán y promoverán la buena noticia extendiendo aún más el Reino
a otros sitios.

De esta manera vemos que el objetivo de la misión es que los


hombres alcancen la plenitud de vida a la que estamos llama

dos por ser hijos de Dios. De hecho, en eso consiste la invita-


ción que nos hace el mismo Jesús “…enséñenles a guardar todo Pág. 3
lo que yo les he mandado” Mt. 28,20. Sin embargo, hay mu-
chos obstáculos ya sea individuales o sociales que se oponen a
Tema 12 Cuarto Año
alcanzar esa plenitud y que impiden asimilar el mensaje de Je-
sús. Entre otros, podemos mencionar aquellos sentimientos de
ambición, de odio, de violencia, de egoísmo y de bloqueo a las
necesidades del hermano; situaciones de injusticia y de opre-
sión. Todo esto destruye la solidaridad humana y la posibilidad
de hacer sentir en el hermano la caridad y el amor de Dios.

Por ello, debemos buscar, a través del ejercicio de la misión, pri-


mero tratar de superar estos impedimentos promoviendo la libe-
ración de la persona de su condición de opresión y muerte, para
posteriormente, comunicarle el mensaje de amor que Dios mis-
mo nos hace llegar por medio de Jesús.

Es así que el trabajo de la misión no se limita a buscar la libera-


ción de la persona, sino que, una vez logrado esto, resulta nece-
sario ofrecerle alternativas de vida que le permitan encontrar un
camino de mayor crecimiento.

II. Actividad de los Cristianos


La actividad que caracteriza a la comunidad cristiana está expre-
sada en la frase de Jesús: “Tenemos que trabajar en las obras
del que me ha enviado” (Jn. 9,4). Las obras del Padre podemos
describirlas a través de los siguientes apartados:
Ser testigo es un trabajo
permanente, no una • Dar a conocer a los hombres la LIBERTAD y la DIGNIDAD a
distinción honorífica. las cuales Dios nos llama, y de este modo, comunicarles la
VIDA y el AMOR.
• Ser “luz del mundo” (Mt. 5,14-16), es decir, irradiar en el
mundo la LUZ y el AMOR que proviene de Dios, de tal forma
de dar a conocer a todos, mediante nuestras obras, el ver-
dadero rostro de Dios: Aquél del Padre que da la vida, y
que hace salir el sol sobre buenos y malos y llover sobre
justos e injustos (Mt. 5,45).

Cuando nuestro pensar y sentir lo regimos por este criterio, nues-


tro rostro se transforma, nuestras decisiones y nuestro actuar co-
tidiano se vuelve menos rígido, menos severo, y paulatinamen-
te, vamos reflejando virtudes y actitudes de tolerancia, de pacien-
cia, de respeto, de espíritu reconstructivo que busca edificar al
hermano en la fraternidad y el amor. De este modo es cuando
dejamos entrever a través nuestro, el verdadero rostro de Dios.

• Trabajar por la JUSTICIA del Reino. Se busca la predomi-


nancia del criterio de ofrecer al hermano lo que necesita, y
no rigurosamente lo que le corresponde. En esto varía sus-
tancialmente el sentido de justicia humana y justicia al estilo
Pág. 4 de Dios.
• Buscar reconciliar y unir con caridad, a fin de mantener la
PAZ de Cristo en el entorno. “Trabajar por la paz” (Mt. 5,9)
significa crear las condiciones en nuestras áreas de influen- Tema 12 Segundo Año
cia, donde se viva la armonía, la comprensión, la libertad, la
solidaridad y fraternidad, haciendo a un lado con ello, los
sentimientos de hostilidad, de opresión, de rivalidad y violen-
cia.
• Liberar a los demás de falsos conceptos de Dios, a través del
valor de la VERDAD y al mismo tiempo, revelar la plena digni-
dad del hombre que consiste en ser hijo de Dios. Con esto
el hombre alcanza su plenitud y por tanto, logra ser feliz.

De este modo, trabajando en las obras que agradan al Padre bus-


caremos, como en la parábola de la levadura (Mt. 13,33 ss.) fer- Ser cristiano-testigo es una
mentar toda la masa, es decir, transformar desde dentro y de ma- tarea urgente, ya que ha
de sembrarse sin tregua la
nera callada pero efectiva, los valores del mundo, alcanzando así dicha de una vida
la maduración y plenitud de los hombres. renovada por el Evangelio
en todos los lugares y de
III. Obstáculos para Realizar la Misión todas las maneras.

Jesús, al realizar su obra, tuvo una serie de obstáculos a los que


se tuvo que enfrentar y buscar formas de superarlos. Nosotros,
siguiendo sus pasos al trabajar en la misión de la comunidad cris-
tiana, necesariamente tendremos que estar conscientes de en-
frentar también una serie de contrariedades. De este modo, los
obstáculos encontrados por Jesús y a los que también debemos
enfrentarnos como cristianos en la práctica de la misión, son de
dos tipos:

• Los relacionados con distintas tentaciones para distraerlo de


su misión, y los de oposición y persecución contra su perso-
na.

• En los evangelios hay distintos ejemplos que nos revelan si-


tuaciones en las que Jesús enfrenta dichos obstáculos.

A) Tentaciones:

En particular con respecto a las tentaciones que se le presentaron


a Jesús y a sus discípulos para distraerle de su misión central,
hoy en día también la comunidad cristiana se enfrenta a la riqueza
y al poder, como principales tentaciones ante las cuales debemos
sobreponernos. Veamos algunas citas evangélicas en las que se
reflejan estas situaciones como claves:

• Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba:


<¿De qué discutían en el camino?>. Ellos callaron, pues por
el camino habían discutido entre sí quién era el mayor…”
Pág. 5
Mc. 9,33-34. (Tentación de poder).

Tema 12 Segundo Año


• “Se acercaron a El Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y
le dicen: <Maestro, queremos que nos concedas lo que te
pidamos>. El le dijo: <¿Qué quieren que les conceda?>.
<Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu dere-
cha y otro a tu izquierda>…” Mc. 10, 35-37. (Tentación de
poder).
• “Jesús mirando a su alrededor, dice a sus discípulos:
<¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Re-
ino de Dios!>” Mc. 10,23. (tentación de apego a la rique-
za).

B) La Persecución:

El segundo obstáculo para la misión es la persecución. Para Je-


sús ésta tiene un aspecto positivo: “Bienaventurados los perse-
guidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos” . Mt. 5,10.

La actitud de todos aquellos cristianos que son perseguidos, es


la de no preocuparse, antes al contrario, Jesús les pide que de-
ben alegrarse: “Bienaventurados sean cuando les injurien y les
persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes
por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa
será grande en los cielos” Mt. 5,12.

Los esfuerzos que los cristianos realicemos para difundir el men-


Donde están los cristianos saje a pesar de la oposición que éste pudiera llegar a provocar
deberían retroceder la
mentira y la hipocresía, el
en el medio, genera en nosotros, los cristianos, una maduración
afán de lucro, el desprecio tal en la fe, en el amor y en la capacidad de donación, que hace
de los demás, la envidia, el que con ello, puedan superarse hasta el final, con la ayuda del
olvido del necesitado… Espíritu, los miedos ante las persecuciones y amenazas hasta de
perder la vida: “No tengan miedo de aquellos que matan el
cuerpo, pero no tienen poder de matar la vida” (Mt. 10,28). “…
Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará” (Mc.13,13).

C) Falta de Compromiso:

Existen también otras dificultades u obstáculos que impiden el


cumplimiento de la misión de la comunidad seguidora de Jesús,
entre otras podemos ver como ejemplo, la falta de compromiso,
que en algunos de los Evangelios se encuentra expresado como
<sueño>: “Velen, por tanto, ya que no saben cuándo viene…
no sea que llegue de improviso y les encuentre dormidos” (Mc.
13,35-36); “Permanezcan aquí y velen” (Mc. 14,34).

Por otro lado, esta misma falta de compromiso la podemos des-


cubrir también mediante los siguientes textos: En la parábola de
los talentos (Mt. 25, 14-30) por la falta de responsabilidad para
Pág. 6
dar fruto al momento de aplicar el mensaje; y también en el si-
guiente texto de Marcos: “…Y comenzó a enseñarles que el Hijo
del hombre debía sufrir mucho… hablaba de esto abiertamente.
Pero Pedro, tomándole aparte, se puso a reprenderle. Jesús se
Tema 12 Segundo Año
volvió y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro diciéndole:
<¡Quítate de mi vista Satanás!, porque tus pensamientos no son
los de Dios, sino los de los hombres>”. Mc. 8, 32-33. A través
de este texto vemos cómo Jesús enfrenta satisfactoriamente la
tentación de desistir, es decir, de no responder al compromiso
que implicaba vivir los momentos dolorosos que parecían dejarse
venir.

De este modo, es importante estar alertas y mantenerse fuerte pa-


ra vencer, con ayuda del Espíritu de Dios, los distintos impedi-
mentos que, en resumen, pueden sintetizarse en las distintas ten-
Donde están los cristianos
taciones que pueden desviar a la persona de su misión cristiana, debería verse con mayor
en particular de la tentación del poder, o bien, en la actitud de des- claridad, como si la luz
ánimo por la persecución. Adicional a esto puede mencionarse creciera con actos de
también la ausencia de compromiso o el desgano para cumplirlo generosidad, con las
palabras de perdón, con
fielmente. Todo ello puede dar lugar a un fracaso de la comuni- la paz pacientemente
dad en el ejercicio de su misión, dando lugar a que ésta se encie- buscada, con la atención
rre en sí misma, y renuncie, con ello, a la tarea que le ha sido en- concedida a los más
pobres…
comendada.

IV. Actitudes Necesarias para la Misión


A través de los Evangelios, Jesús indica detalladamente las actitu-
des necesarias que los cristianos debemos adoptar para que la
misión refleje con autenticidad, el mensaje central del Reino de
Dios. De este modo, los discípulos debemos presentarnos con
las siguientes actitudes:

• ser sencillos y humildes, dejando cualquier signo de superio-


ridad.
• ser solidarios con los hermanos, lo que puede reflejarse en la
actitud de desapego a los bienes materiales: “Y les ordenó
que además del bastón, no llevaran nada para el camino: Ni
pan, ni alforja, ni dinero en la bolsa…” Mc. 6,8.
• Tener fe y esperanza en los demás y en la actividad que se
está desarrollando, no buscando el propio beneficio:
“Gratuitamente han recibido, denlo gratuitamente” Mt. 10,8.
• Asumir una actitud de gratitud, evitando ser exigentes, cuan-
do se reciba algo del hermano (alojamiento, bienes, servi-
cios, etc.): “Cuando entren en una casa, quédense en ella
hasta que se marchen de allí” Mc. 6,10.
• Ser abiertos y respetuosos ante la cultura y estilo de pensar
de los demás: “En la ciudad en la que entren y les reciban,
coman aquello que les ofrezcan” Lc. 10,8. Ningún tabú Pág. 7
religioso o cultural (relativo al alimento u otro concepto) de-
be crear distancias con aquellos que desean recibir el men-
Tema
Tema12
4 Segundo Año •
saje evangélico.
Estar dispuestos a darse totalmente, a ejemplo de Jesús, ya
que sólo así es posible dar vida y felicidad a otros: “Si el
grano de trigo no cae en tierra y muere, permanece solo,
pero en cambio, si muere, produce mucho fruto” Jn. 12,24.
La vida es fruto del amor y germinará con mayor o menor
intensidad, según sea la calidad del amor.

Como podemos ver, en las instrucciones que Jesús imparte a


sus discípulos para ejercer la misión, les propone todo un com-
portamiento que debe estar movido por un espíritu. No les dice
a los discípulos los medios que deben emplear, ya que éstos
pueden ser diferentes según la época y las costumbres del lugar,
pero marca con toda claridad, las actitudes centrales que pueden
ser adecuadas y actuales en cualquier tiempo y espacio, em-
pleando los medios más eficaces y a nuestro alcance, mientras
que no perdamos de vista lo más importante, que es el Espíritu
que debe mover nuestra acción.

BIBLIOGRAFIA Conclusión
• Biblia
• HORIZONTE HUMANO DE Cuando realizamos nuestra misión como cristianos comprometi-
JESUS, Juan Mateos, Ed. El dos es muy importante tener en claro que el nivel de frutos que
Almendro podemos llegar a obtener, no depende de una exacta y comple-
ta comunicación del mensaje doctrinal, es decir, no se trata de
que nos preocupemos en saber mucho, ni en transmitir prédicas
largas y profundas a los demás. Más que todo eso, aquí lo im-
portante radica en el nivel de donación y entrega que tengamos
a los demás, producto del amor.

Actuar
El amor es el mensaje central.
Esta semana amaré al estilo de Jesús, seré un fiel transmisor
de vida y plenitud para los demás.
Haré una oración de “acción de gracias” a Dios, por amarme sin
límite y
me dejaré inundar por ese amor.

Celebrar
Salmo “En Nombre de Jesús

Pág. 8
Oración inicial:

“SERVIDORES” Tema 12
Segundo Año

Tenemos una función, Señor,


Como siervos en traje de faena:

Que sirven la acogida


Porque hay tanta hambre
Que seca el cuerpo y el espíritu,

Que sirven su presencia


Cuando la pena es densa
Y cuando las palabras
Ya no dicen nada,

Que sirven la esperanza


Poniéndose al lado
De quienes son utilizados
Y exprimidos como frutas.

Que sirven su vida


Porque es todo
Cuanto pueden ofrecer
Para sostener de pie
A los que están agotados,

Que sirven, Señor, la Buena Nueva


Con su humilde y permanente
Servicio.

Si quieres, Señor;
¡Aquí nos tienes: siervos
que no buscan otra cosa
que servir con alegría,
como tú, que pasaste
tu vida en traje de faena!

Pág. 9
Celebrar:

Tema 12 “EN NOMBRE DE JESÚS”

En nombre de Jesús
Quisiera que los corazones
Se los corazones
Se inclinasen a la misericordia
Para inventar el milagro diario
Del amor que une a los humanos
En la solidaridad contra la miseria
Que extiende sus llagas
Por la superficie de la tierra.

En nombre de Jesús
Quisiera que los cuerpos
Se inclinasen a la confianza
Y que, en la incomprensible enfermedad
Que crucifica de forma insoportable,
Sientan que se posa la mano
De Quien con ellos lleva la cruz.

En nombre de Jesús
Quisiera que las inteligencias
Se inclinasen a la apertura
Y que los espíritus
Se dedicasen a dialogar,
Para que entre los humanos,
Reducidos los fosos que los separan,
Brote un soplo de alianza perpetua.

En nombre de Jesús
Quisiera que el mundo entero
Se inclinase a la esperanza
Y que, al final de túneles sombríos,
Los habitantes de la tierra
Vean que se acerca hacia ellos
La silueta luminosa de brazos abiertos
De Quien ha atravesado la muerte.

En nombre de Jesús quisiera….


¡No Señor, yo no “quisiera”!
¡No me conformaré con desear!
¡Yo actuaré! Yo “haré”
que en todas partes,
en nombre de Jesús,
empiecen a germinar
el respeto y la ternura.

Pág. 10
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 13 Segundo Año

Tema 13
TÚ ERES EL CRISTO

Objetivo
Buscar que los participantes tengan un encuentro con Jesús a fin de que a
ejemplo de los primeros apóstoles, puedan considerarlo también como el
Contenido:
Cristo, Rey y Señor de sus vidas, convirtiéndose en testigos de su amor.
Ver 2

Juzgar 2 Seguir a Jesús


Avanzar por la vida creyendo en Cristo es
Conclusión 6
querer imitar y repetir lo que Jesús dijo e
hizo en su tiempo.
Actuar 6 Es vivir en nuestra época, en las dificulta-
des y en los buenos momentos de este
tiempo, dejándose inspirar por la Buena
Nueva de Jesús
Es comprometerse en el mundo de hoy
con la pasión de amor de Jesús. Es mirar a
los hombres que nos rodean con la misma atención que pu-
so Jesús. Caminar detrás de El no es trotar torpemente por las
huellas que han dejado sus pasos, como niños; es avanzar en
la misma dirección que El con la misma confianza en Dios y el
mismo respeto a los hombres.
Seguir a Jesús es difícil; !hay que escoger y escoger es renun-
Directrices: ciar! No es posible seguir su amor y ser egoístas; no es posi-
• Recopilar el mensaje cen- ble seguir su respeto a los hombres y a las mujeres y tener ac-
tral de todos los temas
de cristología que ya se titudes racistas; no se puede seguir su acogida y declarar que
hubiesen revisado me-
diante las sesiones ante-
los hombres no son iguales; no es posible seguir sus biena-
riores, a fin de considerar venturanzas y seguir aferrado a las riquezas.
este tema como el cierre
que resume la respuesta
del cristiano comprometi- Seguir a Jesús es difícil, ¿Pero acaso es posible partir hacia la
do y evangelizado: “Tú
eres el Cristo”. Este es el
luz quedándose cada uno bien acomodado en su sillón?
punto de partida para la
puesta en práctica de la
misión personal y comu-
nitaria a la que hemos
sido llamados como cris-
tianos.
Idea Central del Tema
Tema 13 Segundo Año
Cuando llegamos a experimentar la presencia de Jesús en nues-
tra vida es cuando podemos proclamar con todo el convenci-
miento y la fuerza con la que lo hicieron las primeras comunida-
des cristianas, que Jesús es el Cristo, es el Rey, el Hijo de Dios
vivo.

Ver
¿He experimentado algún encuentro con Jesús en mi vida? ... Si
no he sentido su presencia ¿qué situaciones o aspectos de mi
persona han bloqueado las posibilidades de encontrarme con
Él?... ¿Cómo podría intensificar o acrecentar mis encuentros con
Jesús, de forma de hacerlos permanentes y continuos en mi vi-
da diaria?...¿Cuál podría ser mi aportación personal para que en
mi comunidad de Apostolado de la Cruz, se pudiera hacer sen-
tir más plenamente la presencia de Jesús?

Juzgar
1.– Proclamación de Jesús como el Cristo
La experiencia de toparse con Jesús resucitado y la venida del
¿Dónde se puede ver el Espíritu Santo el día de Pentecostés, fueron para los apóstoles
rostro del Señor Jesús? acontecimientos altamente iluminadores que les hicieron releer y
!En las caras de los
entender todo lo que habían visto y oído durante los años que
anduvieron con Jesús.
hombres ! !Allí es dónde
hay que buscar los
A raíz de esta experiencia pascual fue posible que los discípulos
rasgos de su rostro! proclamaran a Jesús como Señor y Cristo: Primero porque a tra-
vés de su resurrección se dieron cuenta que Dios lo había resca-
tado de la muerte y con ello, aprobaba su palabra, su actitud, su
libertad y sus acciones.
Y segundo, porque descubrieron que Jesús, el Cristo, el Ungido,
había asumido con una incondicional obediencia la voluntad de
Dios y se había entregado plena y voluntariamente al Padre, co-
mo nadie jamás lo había hecho en la historia.

De este modo, después de la Pascua y habiendo descubierto a


Jesús en su plenitud de Hijo de Dios, es cuando los apóstoles se
lanzan al mundo a anunciar la Buena Nueva: Jesús de Nazareth
es el Cristo, el Mesías, el Rey. Es Dios hecho hombre. Y con
ello, todo su mensaje, su misión y su misma muerte adquieren
todo su valor y su sentido trascendente; con ello, toda la viven-
cia compartida con Jesús a lo largo de esos tres años, asume su
fuerza y su importancia.

Pág. 2 En otras palabras, este proceso de convencimiento experimenta-


do por los apóstoles se dio como una respuesta al acontecimien-
to pascual que les hizo descubrir la grandeza de Jesús ante la
nueva dimensión que adquiría con su resurrección, y al haber per-
mitido dejarse tocar el corazón por Cristo. Esto logró reemplazar Tema 13
los sentimientos de miedo, incertidumbre, abandono y desespe- Segundo Año

ranza que experimentaron los discípulos durante la detención y


enjuiciamiento de Jesús; por sentimientos de apertura, acogida y
anuncio del mensaje, que llevó a los discípulos a convertirse en
apóstoles, mártires y santos.

Así pues, basados en la resurrección de Jesús, y considerándolo


ahora como el Cristo y Mesías, los apóstoles empiezan a anunciar
y a proclamar el mensaje evangélico por todas partes y partiendo
de que: “Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación y vana
también nuestra fe” 1Cor.15,14. De esta forma y a manera de
síntesis, los apóstoles dan a conocer la fe cristiana a los pueblos
judíos y paganos, anunciando:

“Ustedes saben lo acontecido en toda Judea, comenzando por la


Galilea, después del bautismo predicado por Juan; esto es, cómo
a Jesús de Nazareth le ungió Dios con el Espíritu Santo y con po-
der y cómo pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimi-
dos por el diablo, porque Dios estaba con Él. Y nosotros somos
testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusa-
lén y de cómo le dieron muerte suspendiéndole de un madero.
Dios le resucitó al tercer día y le dio manifestarse, no a todo el
pueblo, sino a los testigos de antemano elegidos, a nosotros, que Para servir a Cristo: ¿Hay
comimos y bebimos con Él, después de resucitado de entre los otro camino que no sea
muertos”. Hech. 10,37-41. servir a los hombres?

2.– Proclamación personal de Jesús como Cristo


Al igual que con los primeros apóstoles, el Señor nos invita hoy a
conocerlo, acogerlo, seguirlo y, consecuentemente, a convertir-
nos hoy en día y ante nuestro entorno, en testigos de su amor.

Para trabajar en una reflexión personal nos apoyaremos en el tex-


to de los peregrinos de Emaús del capítulo 24 de Lucas:

13-14
“Aquél mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús,
que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí
sobre todo lo que había pasado.
15-24.
Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo
Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban reteni-
dos para que no le conocieran. Él le dijo: <¿De qué discuten en-
tre ustedes mientras van caminando?>. Ellos se pararon con aire
entristecido.
Pág. 3
Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: <¿Eres tú el único re-
sidente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han
Tema 13 Cuarto Año
pasado en ella?>. El les dijo: <¿Qué cosas?>. Ellos le dijeron:
<lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras
y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros
sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le
crucificaron. Nosotros esperábamos que sería Él el que iba a li-
berar a Israel; pero con todas estas cosas, llevamos ya tres días
desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres de las
nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al
sepulcro, y al no hallar el cuerpo, vinieron diciendo que hasta
habían visto una aparición de ángeles, que decían que Él vivía.
Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron
tal como las mujeres habían dicho, pero a Él no le vieron>.

El les dijo: <¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo


lo que dijeron los profetas!. ¿No era necesario que el Cristo pa-
deciera eso y entrara así en su gloria?>. Y, empezando por Moi-
sés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que
había sobre él en todas las Escrituras.

28-31.
Al acercarse al pueblo a donde iban, él les hizo ademán de se-
guir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: <Quédate con
nosotros, porque atardecer y el día ya ha declinado> y entró a
quedarse con ellos. Y sucedió que cuando se puso a la mesa
con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo
Para ver a Cristo no hay
iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron,
más que abrir los ojos y pero El desapareció de su lado.
el corazón a las caras
que vemos cada día. Hay 32.
que buscarlo en los Se dijeron uno al otro: <¿No estaba ardiendo nuestro corazón
lugares cotidianos. dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos ex-
plicaba las Escrituras?>.

33-35.
Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontra-
ron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, que decí-
an: <¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Si-
món!>. Ellos por su parte, contaron lo que había pasado en el
camino y cómo le habían reconocido al partir el pan”.

Analicemos ahora este pasaje bajo el siguiente cuestionamiento


personal.

“NOSOTROS ESPERABAMOS…” (versículos 13-14): Cleofás y su


amigo se alejan de Jerusalén derrotados y decepcionados. Para
ellos con la muerte de Jesús acabó todo. Su esperanza ya no
tiene sentido…
Pág. 4
• ¿En qué situaciones de mi vida me he sentido derrotado,
agobiado, cansado, sin deseos de continuar, sin anhelos,
sin esperanza?…¿Cuáles han sido los sentimientos predomi- Tema 13 Segundo Año
nantes cuando he pasado por esas experiencias?…

LA PEDAGOGIA DE JESUS (15-24): Jesús resucitado se acerca a


ellos y antes de abordarlos con cualquier declaración espectacu-
lar, entra en su problemática y los deja hablar y expresarse. Jesús
da tiempo para que Cleofás y su amigo expresen su desesperan-
za. Es notable que los discípulos conocen perfectamente las Es-
crituras, las palabras de Jesús e incluso el anuncio de la resurrec-
ción, pero no lo han asimilado existencialmente.

• ¿He expresado a alguien mis experiencias desagradables?… Los cristianos decimos


• ¿Me he sentido escuchado en esas ocasiones?… con gozo: “Tu eres Señor,
• ¿Qué tipo de sentimientos han predominado en mí bajo esas nuestra esperanza . Tú
circunstancias?… eres el que nos hace
vivir”.
• En alguna ocasión, ¿he sentido la presencia de Jesús que me
escucha quizás a través de la oración, de un amigo, de otra
persona?…

JESUS HABLA (25-27 y 32): Partiendo de su experiencia de frus-


tración, Jesús le explica, con base en la Escritura, el sentido de su
muerte en cruz. Su corazón arde de emoción ante la perspectiva
de que su esperanza resucite.

• ¿He encontrado alguna respuesta a mis situaciones difíciles,


quizás a través de la oración, en el amigo, en mi realidad, en
los acontecimientos, en la Palabra?…¿Cómo describiría el tipo
de respuesta que he encontrado a mis situaciones difíciles?…
• Podría compartir con los demás si he percibido y descubierto
a Jesús como el que me acompaña, me responde, me orien-
ta y me ilumina?…

JESUS OBRA (28-31): Bajo el gesto de Jesús de acceder a que-


darse con los discípulos y compartir el pan, reconocen su incon-
fundible estilo de compartir la existencia.

• ¿Me he dado cuenta que ante situaciones difíciles, y después


de escuchar la respuesta de Jesús, generalmente la vida
(acontecimientos, actitudes, maneras de pensar) me presen-
ta otras alternativas más positivas?…
• Ante estos posibles cambios o situaciones alternas, ¿qué tipo
de sentimientos son los que invaden mi interior?…
• De acuerdo con ese tipo de sentimientos, ¿puedo descubrir
la presencia del mismo Jesús en esas situaciones de mi vida
Pág. 5
o incluso en otras personas?…

Tema 13 Segundo Año


“ES VERDAD, EL SEÑOR HA RESUCITADO”, EL ES EL CRISTO
(33-35): Todo aquél que tiene un encuentro vital con el Crucifica-
do que resucitó, se convierte en un testigo de la vida, del amor,
de la fe.

Conclusión
Cuando experimentamos la presencia de Jesús en nuestra vida,
es posible proclamar, anunciar y gritar el evangelio con toda la
fuerza y convencimiento como lo hicieron los primeros discípu-
los llegando hasta la santidad y el martirio.

Actuar
De igual modo, hoy el Señor nos invita a hacer vida su mensaje
teniendo la confianza de que si usamos su nombre podremos
“expulsar demonios, hablar lenguas nuevas, tomar serpientes en
las manos, y aunque bebamos veneno, no nos hará daño; im-
pondremos las manos sobre los enfermos y se curarán”. Mc.
16, 17-18.

Esta semana tendré la capacidad de soportar dificultades, con-


trastes, críticas e incluso burlas, y las soportaré con paz , es una
traducción de aquellas palabras: <Aunque beban veneno no les
hará daño>.

Tendré la capacidad de enfrentarme a la complejidad social y


Si uno deja que Jesús
cultural de hoy sin asustarme, sin experimentar sentimientos de
entre en su casa, habrá inferioridad, sino con la certeza de que Dios está siempre con
cambios. Si se le abre la nosotros, verifica el <tomarán serpientes en sus manos>
puerta, si se le invita a
entrar, todo empieza a Me acercaré al hermano con sencillez y humildad, pero con un
moverse en nuestra vida. espíritu restaurador, consolador y edificante, ciertamente que ge-
ne su <curación>. Con caridad, amor y servicio seré capaz de
curar heridas en el hermano, que le ayuden a rescatar su digni-
dad de persona y de hijo de Dios.

Proclamaré a Jesús como Señor de mi vida diciendo: <Señor,


tú eres el Cristo, Tú reinas en mi vida y me das la gracia de pro-
clamar tu Evangelio a mi alrededor >.

Pág. 6
Oración inicial
Tema 13 Segundo Año
CREEMOS EN JESÚS
B I B L I O G R A F I A
Nosotros creemos
¡Señor Jesús,
creemos en ti! • “EL MUNDO, EL REINO
Tú naciste como un niño, entre nosotros, en la tierra. Y LA IGLESIA”; Antonio
Creciste como un muchacho González Roser; No. 3,
Edit. Progreso.
Entre nosotros, en la tierra, • “LA ALEGRIA DEL
EVANGELIO”; Carlo
Trabajaste como un hombre, María Martini, Edit. Sal
Entre nosotros, en la tierra. Terrae, Santander.
• “JESUS DE NAZARET”;
¡Tu eres nuestro Señor! Bruno Forte, Edic.
¡Para ti nuestra admiración! Paulinas

¡Creemos en ti!
Detenido como un malhechor,
Traicionado y torturado,
Rechazado por los tuyos.
Entregado vergonzosamente a la muerte,
Sobre un madero, en la cruz,
Resucitado, levantado por Dios
Del sepulcro de la muerte.
¡Tu eres nuestro Señor!
¡En ti nuestra confianza!

¡Creemos en ti!
Tú trazas los caminos
Donde se cosecha la alegría,
Ofreciéndose en amor
A los habitantes de la tierra.
¡Nosotros te seguimos!
¡Para ti nuestra vida!
Amén

Pág. 7
Celebrar
Tema
Tema13
4
Segundo Año
Alegría
¡Que alegría creer en ti
y poner en ti nuestra confianza:
Jesucristo, Hijo del Dios Vivo,
Muerto y resucitado,
Señor y Salvador!

¡Que alegría ser tan numerosos


y estar tan diseminados
como granos de Buena Nueva,
plantados en los campos
de todo el mundo!

¡Que alegría hacer visible tu amor


a los hombres y mujeres,
que acuden desde siempre
para ser animados en su vida humana!

¡Que alegría seguir tus mandamientos,


que nos envían a compartir el pan de justicia
con los privados de dignidad,
que mendigan hace tiempo su respeto;
a dar esperanza a los que se sienten
condenados al llanto y sufrimiento!

¡Que alegría, Señor,


ser portadores de Evangelio,
encargados solamente de
hacer pública tu pasión
por los habitantes de la tierra!

¡Que alegría, Señor,


ser cristianos!

Pág. 8
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 14 2do. Año

TALLER DE ORACIÓN
COMUNITARIA
Objetivo
Que cada uno de los participantes experimente la riqueza y la fuerza de la ora-
ción comunitaria como lugar de encuentro con Dios y con los hermanos en la fe:
“Donde dos o tres están reunidos en mi nombre ahí estoy yo, dice el Señor.”

Directrices:
• Mostrar como la
La comunidad que ora
oración personal
lleva a la oración
comunitaria y cómo Una comunidad que ora es capaz de todo. Capaz de todo con Dios.
la oración comuni- Es una comunidad fuerte con Dios. Fuerte por la fuerza del número.
taria conduce a la Fuerte por el acuerdo, por la fuerza de la complicidad, de la cohesión,
oración personal.
por la unidad.
• Mostrar que es una
de las dimensiones
importantes de la Ester secreto nos ha sido enseñado por Cristo mismo. Ha sido El quien
oración personal. nos ha revelado como se puede ser «irresistible» con Dios. «Os asegu-
• Mostrar cómo es ro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra pa-
una de las dimensio-
nes fundamentales
ra pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en
de la vida de ora- los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí
ción. estoy yo en medio de ellos.» (Mt 18,19).
Una comunidad que ora, por tanto, está consciente de poder forzar la
mano a Dios, de poder arrebatarle cualquier cosa. No puede decirnos
que no: “Somos muchos, estamos juntos como hermanos, nos ama-
mos. Te presentamos estas intenciones, en las cuales nos hemos
puesto de acuerdo. Y también nuestros corazones están de acuerdo;
no puedes negarnos nada.”

Pero una comunidad que ora, además de ser capaz de todo, es una
comunidad de la cual es lícito esperarse todo, una comunidad que ora-
hes capaz de todas las sorpresas, no se sabe jamás que puede hacer,
Hasta dónde puede llegar. Que cosas puede desencadenar. No se ora
solo para «pedir una gracia, se ora, comunitariamente, para «provocar»
el acontecimiento fundamental: el Espíritu. No olvidemos que, cuando
Jesús nos invitó a una oración insistente, confiada, obstinada, prome-
tió el donde del Espíritu : «… Si vosotros, que sois malos, sabeis dar
cosas buenas a vuestros hijos, cuanto más vuestro Padre Celestial os
dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan» (Lc 11, 13).
APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 15 Segundo Año

Tema 15
NUESTRO LEMA: “JESÚS,
SALVADOR DE LOS HOMBRES”
Objetivo
Que la persona se identifique con este lema: Jesús Salvador de los hom-
bres, sálvalos, sálvalos…puesto que es el lema que ha dado origen a la
Espiritualidad de la Cruz y es expresión sintética de su vida y misión.

Contenido: Mensaje de Salvación


Introducción 2 “Las ansias de salvación o liberación enraizan en
lo más hondo del corazón humano. Todos los
I. Experiencia de Dios 2 pueblos esperan una luz para su situación huma-
na concreta. Pero sólo en Jesús se encuentra la
II. El lema en la vida de 3 luz y la verdad para una visión del mundo y de
Concepción Cabrera de las cosas: «en ningún otro hay salvación » (Hech.
Armida
4, 12)
III. Características del 6
lema
Teorías de salvación y liberación ha habido siempre y en
Conclusión 6 abundancia; pero ninguna de ellas resiste a las embestidas del
tiempo y al desgaste de la historia. Sólo Jesús hace honor a
su nombre: Salvador.

Cuando buscamos luz al margen de Jesús, es como arrojarse


al vacío, sólo El es el «Salvador de todos» que ha venido para
salvar a los pecadores. Nos alucinamos con los éxitos inme-
diatos, sensibles y aparatosos, pero la salvación de Jesús es
pascual: nos hace pasar por el desierto, después de dejar el
exilio, para ir llegando paulatinamente a un encuentro. Hay
Directrices:
que liberarse de muchas seguridades humanas y de muchos
1) Presentar el hecho o
acontecimiento donde ídolos camuflados, el objetivo de configurarse con Cristo no
tuvo origen el lema. admite rebajas.
2) Presentar la impor-
tancia de un lema en la
vida personal. El camino salvífico es camino de bienaventuranzas: transfor-
3) Presentar el dinamis- marlo todo en una nueva posibilidad de darse y de pronunciar
mo que imprimió a Con-
chita Armida y las ca- un sí. La señal de haberse liberado de los ídolos y de haber
racterísticas de fecundi- encontrado a Dios es la actitud de amor a todos, «En esto co-
dad del lema. nocemos que hemos sido trasladados de la muerte a la vida,
en que amamos a los hermanos» (I Jn. 3, 14)”

Juan Esquerda Bifet: La Vida es un sí


Idea Central del Tema
Tema 15 Segundo Año
Las Obras de la Cruz son una proyección más de la acción sal-
vadora de Dios en el mundo, y nosotros, los que pertenece-
mos a ellas estamos llamados a colaborar en la salvación de
nuestros hermanos los hombres, estamos llamados a hacer vi-
da ese grito de intercesión que brotó del corazón enamorado de
Concepción Cabrera de Armida
“JESÚS SALVADOR DE LOS HOMBRES, SÁLVALOS”.

Ver
¿Qué significa un lema? ¿Conoces algún lema, cuál? ¿De dónde
nace nuestro lema? ¿Qué significó este lema en la vida de Con-
cepción Cabrera de Armida? ¿Cuáles son las características del
Lema: “Jesús, Salvador de los Hombres, sálvalos”? ¿Por qué
Jesús regala al mundo la Espiritualidad de la Cruz?.

Juzgar
I. Experiencia de Dios
La persona al recorrer su vida va teniendo experiencias que lo
van definiendo, van marcando su personalidad, con un lema la
Jesús Salvador de los
persona trata de expresar toda esta experiencia de vida en una
hombres, sálvalos,
sola frase; así, el lema sería una expresión de aquello que quie-
sálvalos.
ro alcanzar, definiendo no solo mi hacer sino mi ser.
A medida que el creyente avanza en el camino de la fe va te-
niendo experiencias que van fundamentando su relación con
Dios, estas experiencias se van dando a través de la oración,
de los acontecimientos, personas, etc. Por medio de estas ex-
periencias la persona va encontrando su “lema” en la vida, que
marca a la persona y le permite unificar todo su ser y su queha-
cer a través de esa frase, de alguna manera ese lema se con-
vierte en el hilo conductor que va a determinar todas las deci-
siones y forma de vivir.

El momento de encontrar nuestro lema es Gracia de Dios, no


puede ser programada, es don de Dios, iniciativa de El, hay que
pedirlo humildemente y estar dispuestos a caminar confiados
en El.

El lema, no se explica, más bien explica a la persona, a partir de


ese momento la persona puede leer su historia dando unidad al
pasado y al presente. La experiencia configura a la persona
entera, su afectividad, su razón, su sentido de vida, de alguna
manera es el centro desde donde vive la persona, y unifica lo
Pág. 2
que hasta ese momento se vivía disperso. No se puede explicar
porque es personal con un sentido único para cada quien, tal
vez a nosotros el lema de San Francisco de Asís: “ Mi Dios y mi
todo” no nos diga nada, a El lo llevó a desprenderse de todo lo Tema 15
creado, o más bien a unificar todo lo creado en Dios. Segundo Año

La persona que encuentra su lema para vivir, su misión, tiene un


mejor conocimiento de sí misma y de sus limitaciones, pero las
acepta en paz porque sabe que Dios la acepta así, la ama tal
cuál es, agradece los dones de Dios sabedora de que no mere-
ce nada y de una manera personal, única, concentra su vida en
el seguimiento de Jesús.

II. El lema en la vida de la Sra. Armida


Concepción Cabrera de Armida, “ Conchita” como la llamamos
sus hijos espirituales, era una mujer de su época, casada, madre
de familia, dedicada a sus deberes de esposa y madre, con vida
social, como creyente centraba su fe en la Eucaristía, a la cual
acudía diariamente, tenía una fe profunda y su amor a Jesús cre-
cía cada día.

Conchita Armida toma por primera vez unos ejercicios espiritua-


les, con el P. Plancarte y Labastida, y durante esa semana escu-
cha la voz del Señor que le dice : “Tu misión es salvar al- ¡Tu misión es salvar
mas“ ( Vi 1, 159-160) Ella no comprende la dimensión total de almas!
la frase que le dice el Señor, piensa que se trata de su esposo,
hijos y personas que la rodean, práctica como era, rápidamente
organiza unos ejercicios espirituales para las esposas de los peo-
nes que trabajaban en la Hacienda de Jesús María, y ella perso-
nalmente dio las pláticas de los ejercicios.

Una característica de la vida espiritual de Conchita era un anhelo


inmenso de “ser de Jesús” ella deseaba pertenecer más a Dios y
ese anhelo crece cada día más hasta el fin de sus días; se pue-
de decir que es la síntesis de la vida de Conchita, SER DE JESÚS,
ese ideal, ese amor la lleva al sacrificio, entendido como dona-
ción, como entrega, la lleva a un descentrarse de sí misma para
centrarse más en Dios.

Un amor de esa naturaleza hace que la persona se identifique


con la persona amada, con sus criterios, sus motivaciones e
ideales: Conchita hace suyo el anhelo de Jesús, la salvación de
los hombres, y un día , con sencillez, habiendo visto como los
animales de la hacienda eran marcados con el sello del ganade-
ro, se le ocurre grabarse en su pecho las iniciales de Jesús (JHS),
pide permiso a su director espiritual y un día de entrega especial
al Señor, realiza el acto, no fijándose en sí misma, ni en el acto
que estaba realizando, pues su único motivo era pertenecer
Pág. 3
más a Dios, su objetivo lo realiza a través de un gesto, muy
campirano, en el que ella encontraba mucho significado; El Se-
Tema 15 Cuarto Año
ñor que ve las intenciones del corazón, transforma ese sencillo
acto en momento de gracia; Dios la inunda y cae al suelo pi-
diendo: “Jesús Salvador de los hombres, sálvalos, sálvalos”.
Conchita deja por escrito ese momento veamos lo que ella re-
cuerda de ese momento:

“ Pedí con un impulso divino, que no era mío, la salvación


de los hombres… derribada en tierra por la vehemencia so-
brenatural, de mil sentimientos de santo celo, que se levanta-
ron en mi alma... ¡Oh!, bendita hora que con inmenso ardor
deseó mi corazón mucho tiempo atrás con secreto y extraor-
dinario impulso! Anhelaba mi espíritu ser de Jesús, toda de
Jesús, marcando indeleblemente hasta el cuerpo, para perte-
necerle por completo…un sentimiento nuevo, grande y extra-
ordinario, me embargó…
CC 17, 360-365

A partir de ese momento Nuestro Señor se derrama en gracias


en la vida de Conchita y despega fuertemente su vida espiritual.

Dice Carl Jung que la persona madura se puede definir como


una persona que ama, es libre y trabaja. El amor de Jesús a
Conchita y su amor por El la va haciendo cada día más libre,
en su persona, en sus sentimientos, en su actuar; y como el
amor es fecundo la hace trabajar por la salvación de sus herma-
nos; esa será la consigna en la vida de Conchita, su experien-
Aquel grito de tu cia fundante, SALVAR ALMAS, lo que en un principio ella pen-
corazón… conmovió mis saba que estaba destinada a salvar a su esposo e hijos, va
entrañas, haciendo venir descubriendo que está llamada a colaborar con Jesús en su mi-
al mundo las Obras de la sión y el panorama se va abriendo, nuestro Señor le dice:
Cruz, que son Obras de
salvación “ Aquel grito de tu corazón…conmovió mis entrañas, haciendo
venir al mundo las Obras de la Cruz, que son Obras de salva-
ción. Tu me pedías que salvara a los hombres, y Yo he venido
de nuevo a salvarlos por medio de estas Obras, en tu corazón
millares de almas se unirán a este nuevo empuje de mi bondad
y Mi CORAZÓN tendrá un consuelo… mi Iglesia una ayuda y mi
Padre gloria.”

III. Características del Lema en Conchita Armida


Hemos visto que el lema imprime a la vida todo un dinamismo,
no es una frase estática, sino que se mueve, resuena en todas
las áreas de la vida, las colorea.

Podemos ver las características del itinerario espiritual de Con-


chita basados en su lema
Pág. 4
1) El lema es un don de Dios, es gracia, pero está basado en
los anhelos y deseos de Conchita , Dios toma ese anhelo y lo di-
viniza, lo engrandece. Tema 15 Segundo Año

“Pedí con un Impulso divino,, que no era mío, la salvación de


los hombres…derribada en tierra por la vehemencia sobrena-
tural, de mil sentimientos de santo celo, que se levantaron en
mi alma….” CC17, 360

2) El lema permanece a través de la historia, se incrustra en


nuestras vidas.

“Ahora siento más viva que nunca la presencia de Dios…al


Verbo en mi alma, llenándola, CRECIENDO, diré en ella y he
comenzado a ofrecerlo al Eterno Padre, así como me dijo, en Jesús, Salvador de los
cada respiración, a cada instante por la SALVACIÓN DE LAS hombres, ha sido mi
ALMAS
martirio y mi felicidad. El
está en mi alma aunque
3) El lema sirve de referencia en tiempos de desolación, Conchita
hoy no lo siente y su
pasa por un momento de aridez espiritual, pero sabe que el
Nombre bendito no se
proyecto de Dios triunfará.
borra de mi pecho a
pesar del transcurso del
“Jesús, Salvador de los hombres” Ha sido mi martirio y mi feli- tiempo.
cidad. El está en mi alma aunque hoy no lo sienta y su Nom-
bre bendito no se borra de mi pecho a pesar del transcurso
del tiempo. Esto, en mis ratos amargos de desolación cuando
me parece que Jesús me ha abandonado, es un consuelo pa-
ra mi pobre espíritu ” C.C. 30, 34

4) El lema, don de Dios, que la hace crecer en el amor, hace


que Conchita tenga actitudes de apertura y donación:

“El amor este de obras, que ahora se ha apoderado de mi al-


ma, por favor de Dios, me impele constantemente a darme, a
dar de lo que tengo aunque no sea mío; y extrañada de este
afecto le pregunté al Señor, y El me dio a entender en un ins-
tante, como este afecto es o se obra por la comunicación del
amor divino, de El cuya esencia es el darse” CC 12, 282

5) El lema también es fuente de gratitud: Conchita no se cansará


de agradecer el don a Dios, todo lo refiere agradecida a ese
momento.

6) Es personal, sólo cada uno lo entiende, el plan de Dios cuenta


con nuestras debilidades y cualidades, nos engloba.

7) El lema nos lleva a la práctica, Conchita orará y luchará por la


salvación de todos los hombres.
Pág. 5
8) Siempre es eficaz, como la Palabra del Señor cuando la hace-
mos nuestra, es Dios quien actúa, El dará la salvación por
Tema 15 Segundo Año
el camino de la Cruz del Apostolado, con la creación de las
Obras de la Cruz.

“ Jesús, Jesús, ten compasión de las almas, sálvalas Tu que to-


do lo puedes. Haz que todos seamos lo que tu quieres de noso-
tros.. tu Oasis…tus Misioneros…tu Apostolado…Todo, todo para
tu mayor gloria. Amén (C.C. 20 Abril 1900)

Conclusión
A través de estos testimonios de Conchita, y como hemos visto
en otras personas, podemos ver que una persona se va cons-
truyendo a través de los diversos acontecimientos de la vida,
en la cual no todos tienen la misma importancia, existe una je-
rarquía en esos acontecimientos, contemplando eso vemos co-
mo a partir de una experiencia de amor este lema “Jesús Salva-
dor de los Hombres, sálvalos” pasó a ser la motivación central
de la vida de Concepción Cabrera de Armida

• BIBLIOGRAFIA
Actuar
• El memorial del Esta semana agradeceré a Dios, por el gran regalo que me ha
monograma, hecho de poder conocerlo, amarlo y servirlo dentro del Aposto-
lado de la Cruz.
• T e m a s d e
Espiritualidad Repetiré constantemente “Jesús, salvador de los Hombres, sál-
de la Cruz # 52, valos”.
Ricardo Páez M. Sp. S
Haré todos mis trabajos y mis acciones por Él, con Él y en Él,
• Tercer curso de por la salvación de mi esposo y de mis hijos.
Espirtualidad de la
Cruz, Madrid P.
Cecilio Félez M. Sp.S. Celebrar
Terminar la sesión con una oración de alabanza a Jesús o con
el canto "Clamor" del cassette “ Que resuene” del P. Marcos Al-
ba, M. Sp. S.. Cd. 2º. Año.

Pág. 6
Oración inicial
Tema 15
Salmo para vivir Segundo Año

Señor Jesús,
Amigo en mis caminos

Por haberte conocido,


Gracias, Señor.

¡Jesús, Jesús, ten


Por mirarme siempre, compasión de las almas,
Gracias de corazón. sálvalas Tu que todo lo
puedes!

Por tu vida entregada,


Gracias por tu amor.

Por estar cercano,


Gracias en el dolor.

Por tus pies cansados,


Gracias, te doy, Señor.

Por ser amigo siempre,


Quédate, Señor.

Porque eres ilimitadamente bueno,


Gracias siempre, Señor.

Porque nos quieres,


Aquí tienes mi corazón.

Amén.

Pág. 7
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 16 Segundo Año

Tema 16
JESÚS SACERDOTE Y VÍCTIMA

Objetivo
Que la persona comprenda las características esenciales de Jesús Sacerdo-
te y Víctima: su dimensión contemplativa y su dimensión salvífica.
Contenido:

Ver 2
Mediador para compartir.
Juzgar 2
Cristo vive intensamente la vida de cada
Conclusión 8 uno de nosotros, para hacer de ella una
donación al Padre y a los hermanos. Con
Actuar 8 este objetivo el Verbo se hizo hombre; ex-
perimentando nuestra debilidad, compren-
Celebrar 8
de, desde dentro, la realidad humana. Por
esto es la figura ideal de mediación y de
sacerdocio.
Oración Inicial 9
El sacrificio y el sacerdocio de la antigua
ley eran una preparación, un esbozo muy
pobre de la gran realidad sacerdotal de Cristo.
La grandeza de las ceremonias, la grandiosidad externa del
templo han dejado paso al sacerdocio mediador de Cristo,
que es suficiente y definitivo. Jesús no necesita de grandezas
humanas para ser plenamente mediador; le basta la humildad,
la obediencia al Padre y la solidaridad real y vivencial con los
Directrices: hombres.
Presentar al Jesús que Mediador ya sólo hay uno: Cristo, que se ha dado a sí mismo
seguimos: hacer énfasis como precio para la redención de todos los hombres.
en sus actitudes de do- Cristo es mediador que unifica toda nuestra interioridad según
nación, entrega a los
demás, intercesión y el amor, y es también mediador que unifica las buenas inten-
obediencia filial. ciones y planes de todos los miembros de la comunidad
humana.
Sin Él todo es dispersión, pasiones encontradas, verdades a
medias y bienes que no llenan el corazón.
El horizonte del corazón, de las comunidades y de las nacio-
nes se despeja, cuando se comienza a mirar y a amar a los
hermanos como Cristo mira y ama a todos.
Idea Central del Tema
Tema 16 Segundo Año
El cristiano tiene que hacer de la cruz una espiritualidad. Y la
cruz sólo se hace espiritualidad si se asume en el camino del
seguimiento de Jesús.

El carisma con el cual la Espiritualidad de la Cruz quiere animar


el seguimiento de Jesús es el modo como Jesús asumió la
cruz, como entregó su vida para la salvación de la humanidad.
y aunque esta entrega culminó en el momento de la cruz, sabe-
mos que la oblación de Jesús duró toda su vida. Por eso, si qui-
siéramos resumir en una frase qué significa la Espiritualidad de
la Cruz, diríamos que vivir esta espiritualidad es seguir a Jesús
Sacerdote y Víctima.

Ver
¿Cuál es tu actitud ante el dolor y el sufrimiento?¿Cuál es la dife-
rencia entre Jesús y los sacerdotes del Antiguo Testamento?
¿En qué consiste vivir la Espiritualidad de la Cruz? ¿Qué entien-
des por ser sacerdote? ¿Qué entiendes por ser víctima? ¿Qué
significa ser contemplativo?
¿En qué momento de tu vida haz sentido como Dios va reali-
zando su obra en ti? ¿Tu vivencia dentro del Apostolado de la
Cruz te ha llevado a se más solidario con tu prójimo?

Juzgar
I. Características del Sacerdocio de Jesús
Cristo ha asumido Los primeros cristianos no llamaban a Jesús “sacerdote”, pues-
nuestro pecado y nuestra to que Él no fue sacerdote como los de su tiempo; Jesús tam-
vida como propia, para poco ejerció actividades que en aquel tiempo eran considera-
hacer posible nuestro
das como las prácticas sacerdotales. (Heb. 7, 13-14). Pocas ve-
ces lo encontramos en el templo, y en ocasiones cuando está
«sí», nuestra confianza
en el templo, su modo de hablar provoca conflictos entre los sa-
se apoya en el amor
cerdotes judíos.
misericordioso de Dios.
Sin embargo, con el tiempo los primeros cristianos fueron des-
cubriendo que Jesús era sacerdote pues había conseguido,
aunque por un camino muy distinto, lo que intentaban los sa-
cerdotes antiguos. Fue entonces cuando la comunidad cristiana
comprendió que Jesús había inaugurado un nuevo sacerdocio .

Los sacerdotes del Antiguo Testamento pretendían ser media-


dores entre Dios y el pueblo. Como intermediarios los sacerdo-
tes se encargaban a través de sacrificios externos de conseguir
Pág. 2
el perdón o la salvación para el pueblo. Pero para poder ser me-
diadores, el sacerdote tenía que separarse de su pueblo.

Así, un sacerdote se consagraba con toda una serie de separa- Tema 16


ciones que lo alejaban de su comunidad y lo capacitaban para Segundo Año

poder ser mediador. La verdad es que este sacerdocio sólo era


una imagen muy imperfecta del que había de venir, puesto que
sus sacrificios externos no conseguían en realidad la salvación
por parte de Dios.

Los primeros cristianos, al reflexionar sobre la vida de Jesús y


sobre todo en su entrega total en la cruz, descubrieron que esa
manera de vivir y de entregar la vida nos había conseguido la
salvación. Fue entonces cuando descubrieron que Jesús es el
auténtico sacerdote, más aún, el único sacerdote. Pero por otro
lado, constataron que Jesús nos alcanzó la salvación por un ca-
mino radicalmente distinto al de los antiguos.

Mientras los sacerdotes antiguos se consagraban separándose


del pueblo y de la comunidad para poder entrar en el mundo de
lo sagrado, Jesús inicia su sacerdocio acercándose a la humani-
dad por su encarnación y su vida la vive en continua cercanía a
su pueblo, especialmente cercano a los necesitados.

Otra diferencia que descubrieron los primeros cristianos fue que


mientras los sacerdotes antiguos ofrecían a Dios continuamente
muchos sacrificios externos, (ofrendas de animales, frutos de la
tierra, dinero, etc., Jesús ofrece un solo sacrificio: su vida entre-
gada hasta la cruz.

En el sacerdocio que realiza Jesús la ofrenda es él mismo, por El mejor modo de


eso decimos que Jesús es el sacerdote y la víctima, es decir, se corresponder a Cristo su
ofrece a sí mismo. amor misericordioso es el
de compartir con Él el
Vivir la espiritualidad de la Cruz es seguir a Jesús Sacerdote y amor por los hermanos.
víctima, porque es unirnos a él en la entrega de la propia vida pa-
ra la salvación del mundo. Es decir: debemos gastar y desgastar
nuestras vidas sirviendo a los demás, esto supone una doble
actitud: por un lado, Jesús que contempla a Dios su Padre para
reproducir en él su misericordia y, por otro, una actitud de encar-
nación y solidaridad para realizar esa misericordia como salva-
ción al mundo.

II. Jesús contemplativo


Jesús vive su sacerdocio a lo largo de toda su vida. Todo su ac-
tuar fue sacerdotal, porque toda su vida acercó la salvación a la
humanidad. Sin embargo, destacamos la contemplación como
una actitud primordial en su vivencia sacerdotal.
Pág. 3
Jesús contempla a su Padre y nos lo revela a nosotros. Toda su
práctica, su acción salvadora emana de esta contemplación de
Tema 16 Cuarto Año
Dios: “Yo hago lo que veo de mi Padre”. No viene por cuenta
propia, ni hace las cosas por sí mismo, sino viene en el nombre
de su Padre. Esta actitud contemplativa se refleja en la búsque-
da de momentos explícitos en que Jesús intenta apartarse de
las multitudes para ponerse en contacto con su Padre. Es rele-
vante descubrir cómo en los momentos que parecen más im-
portantes en el ministerio de Jesús es cuando él busca con ma-
yor fuerza estar a solas con su Padre. Pero la contemplación de
Jesús no se reduce a los momentos de oración, sino es una ac-
titud, una manera como Jesús ve toda la vida y realiza su mi-
sión, Jesús siempre está atento, disponible a la voluntad del Pa-
dre para Él y para la humanidad.

Jesús contempla a Dios, su Padre, y reproduce para nosotros


su rostro como un Dios de misericordia. El viene a enseñarnos
no un Dios lejano o ajeno, sino a un Dios que se acerca y escu-
cha el clamor de la humanidad.

La contemplación de Jesús también le hace descubrir todo lo


que se opone al plan de Dios en la historia. Al contemplar esta
oposición a la voluntad salvadora de Dios en la historia, Jesús
sufre en lo más profundo de su ser. La cruz pequeña que apa-
rece en el Corazón de la Cruz del Apostolado refleja este dolor
profundo, interno, más grande aquel de la pasión. Por eso de
esta contemplación brota una fuerza que lo lleva a luchar por
Sólo en Jesús
transformar todo aquello que se opone a la salvación de Dios.
encontramos la garantía
Pero también Jesús es capaz de contemplar la obra de Dios
de poder acercarnos a
que se va realizando en la historia en lo pequeño y sencillo, por
Dios con nuestro ser tan eso anuncia a sus discípulos que hay que saber ver la realidad
limitado. y descubrir cómo el Reino se va desarrollando en el mundo co-
mo el pequeño grano de mostaza que parece insignificante pe-
ro que tiene la capacidad de convertirse en un gran arbusto.

Así seguir a Jesús sacerdote y víctima significa vivir en una acti-


tud contemplativa, es decir, descubrir, al igual que Jesús, cómo
es Dios para reproducir su cercanía y su misericordia para los
demás; siempre atentos, siempre abiertos a las necesidades de
los demás.

Significa también tener la capacidad de ver la historia y descu-


brir todo lo que se opone al plan de Dios y así compartir con Je-
sús el dolor ante tanta oposición al plan salvador de Dios. Pero
por otra parte, vivir la contemplación de Cristo sacerdote tam-
bién es saber descubrir los signos del Reino ya presente en me-
dio de la historia.

Pág. 4
III. Jesús que salva
Una segunda actitud sacerdotal de Jesús es la solidaridad salvífi-
Tema 16 Segundo Año
ca. ya hemos dicho que el corazón en medio de la cruz significa
el amor de Jesús que se acerca al sufrimiento de la humanidad.
Jesús no realiza su sacerdocio alejándose de su pueblo, como
los sacerdotes de aquel tiempo. Jesús se hace mediador, acer-
cándose, haciéndose solidario a la humanidad.

Solidaridad significa: “acercarse al que carga una cruz y compar-


tir con él esta carga”. Vemos pues, que Jesús no ve el sufrimien-
to humano desde lejos, sino que se acerca al sufrimiento del
mundo y lo comparte él mismo. Jesús es compasivo y lleno de
misericordia porque ha contemplado a su Padre, el Dios de la mi-
Desde el día de la
sericordia y no hace otra cosa que lo que ve del Padre. Pero es
misericordioso también, porque ha compartido en todo la condi- encarnación, Jesús
ción humana. Este acercarse al sufrimiento del mundo es tam- asume como propios los
bién una fuente de donde brota la misericordia y la compasión p r o b l e m a s y
de Jesús. preocupaciones de cada
ser humano.
“Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para
ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a
Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo. Pues, habien-
do sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los que se
ven probados”. (Heb. 2, 17-18).

Jesús lleva su solidaridad hasta el extremo. No se conforma con


acercarse a la humanidad tomando carne humana, sino que des-
de su nacimiento en el pesebre de Belén, asume la cruz de los
sufridos del mundo. Su vida es un continuo acercarse, encarnar-
se, solidarizarse a quienes más sufren, hasta morir en una cruz
como un malhechor. Este es el camino que siguió Jesús para
convertirse en Sumo Sacerdote capaz de compadecerse de la
humanidad.

“Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compade-


cerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que no-
sotros, excepto en el pecado”. (Heb. 4,15).

Al igual que la contemplación, también de la solidaridad ha de


brotar la compasión y la misericordia.

No se trata solamente de mirar desde lejos el sufrimiento sino


de acercarse y compartirlo para poder experimentar la misericor-
dia sacerdotal de Jesús.

Por otra parte la solidaridad de Jesús no es sólo un acercarse sin


Pág. 5
más al dolor humano. Decíamos antes que Jesús no se acerca
al sufrimiento humano para hacerse un sufrido más en el mun-
Tema 16 Segundo Año
do, sino que se acerca para salvar. La solidaridad de Jesús es
una solidaridad salvadora. Aquí también existe una diferencia
radical del sacerdocio de Jesús con el de los sacerdotes anti-
guos.

Los sacerdotes del Antiguo Testamento pretendían conseguir


con sus sacrificios la salvación del pueblo, pero en realidad no
alcanzaban nada. En cambio, Jesús si trae salvación a la huma-
nidad. Se acerca, se solidariza para salvar. Ya hemos visto có-
mo durante su vida mostró signos de esta salvación al liberar a
muchos de las cruces inútiles que vivían: dando vista a los cie-
gos, curando a los enfermos, liberando a los oprimidos, expul-
sando a los demonios.

Finalmente cuando Jesús lleva al extremo su amor salvador y


muere en la cruz, es Resucitado por el Padre y así nos alcanza
plenamente la salvación.

Así pues, esta solidaridad de Jesús con los sufridos es una soli-
daridad alegre y esperanzada, porque a través de ella se consi-
gue la liberación y la vida. Jesús nuestro Sacerdote nos llena de
confianza; a través de Él, tenemos la confianza cierta, aún en
medio del sufrimiento, de alcanzar la vida plena.

Conclusión
Vivir la Espiritualidad de la Cruz es vivir como Jesús en una acti-
BIBLIOGRAFÍA tud permanente de solidaridad y acercamiento a la cruz de la
humanidad.
Biblia

Proyecto de estatutos del Vivir la Espiritualidad de la Cruz es compartir desde dentro el su-
Apostolado de la Cruz frimiento de los pobres, de los marginados, de los sufridos y de
números 35, 37, 38 y 39
los enfermos
La cruz nuestra de cada día;
P. Héctor González Alarcón
M. Sp. S. y P. Carlos Fco.
Actuar
Vera M. Sp. S.
Esta semana realizaré mis acciones en unión con Jesús por
aquella persona que sé que está pasando por una necesidad.
Haré mi Ofrecimiento del Verbo conscientemente, uniéndome
con Jesús por la salvación de mis hermanos.
Ayudaré de una manera solidaria a alguien que este pasando
por una necesidad económica.

Pág. 6
Celebrar
Hacer la oración final apoyándose en el canto de “ Hagamos
nuestra la Cruz de Cristo” de Eduardo Ortiz Tirado, del cassette
Tema 16
Segundo Año
“Hacia lo alto”. Cd. 2º. Año.

Pág. 7
Oración inicial
Tema
Tema16
4
Segundo Año
“Jesucristo, hombre libre”
Jesucristo,
Tú, el hombre libre,
que te has entregado
por amor a tus amigos;
Tú que en todo has buscado
la voluntad del Padre,
libre de ti,
libre para el Padre
y para los demás,
danos, te rogamos,
la libertad del corazón.

No la libertad aparente
de poder elegir una cosa u otra,
sino la libertad más profunda,
la que está hecha de sacrificios
y de renuncias ocultas,
la que nace
cuando uno se entrega sin condiciones.

Libre en la libertad del amor


seremos, Señor,
en este tiempo, en nuestra vida mortal,
libres incluso de nuestra libertad,
y, viviendo la renuncia,
gustaremos del alba del Reino que viene.

Prepararemos así,
en el tiempo de los hombres,
la nueva fiesta de la libertad,
que Tú preparas para nosotros en tu gloria

Amén. ¡Aleluya!

Pág. 8
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 17 Segundo Año

Tema 17
ACTITUDES DE VIDA DE LOS MIEMBROS
DEL APOSTOLADO DE LA CRUZ

Objetivo
Que los participantes descubran cuáles son los elementos esenciales de
nuestra espiritualidad, y descubran en ellos el camino de transformación
en Jesús, Sacerdote y Víctima.
Contenido:

Ver 2
El Apostolado de la Cruz, Don de Dios al Mundo
Juzgar 2

Conclusión 8 ENERO 14 DE 1900: Hoy día feliz de muy


gratos recuerdos, puesto que envió el Se-
Actuar 8 ñor al Apostolado de la Cruz al mundo.

Celebrar 8
Hace 6 años que llevo en mi pecho graba-
do el nombre de Jesús mi único amor, y
que sin saber qué fuerza poderosa me im-
Oración Inicial 9
pulsaba ni que santo ardor me consumía,
pedía al Señor la salvación de las almas!!

¡Oh Dios mío! Tú leíste aquello que con la sangre de mi pe-


cho te escribí: “Jesús Salvador de los hombres, sálvalos!”
¡Bendito seas! Mil veces bendita sea tu inmensa bondad,
Directrices: que así compensa los pequeños sacrificios de las criaturas.
• Este tema se basará ¿Quién me había de decir los planes que tenías, y el desen-
en el Capítulo III de volvimiento admirable de tus Obras de la Cruz, que con-
los Estatutos y Regla-
mento del Apostolado templan realizadas mis espantados ojos?
de la Cruz, pedir a los
miembros del grupo No sé qué clase de emoción me embargó en el Oasis al oír
que lleven a la sesión
su libro de estatutos hoy cantar el Te Deum por haber en este día principiado las
Obras de la Cruz, sin saber como, se entiende.
• Los participantes
estudiarán las acti-
tudes de vida y apor- CCA, Apostolado de la Cruz 87-a.
tarán su experiencia
de vida en cada una
de ellas.
Idea Central del Tema
Tema 17 Segundo Año
En este tema conoceremos mejor el Apostolado de la Cruz a
través del estudio de nuestros Estatutos y Reglamento, espe-
cialmente del capítulo III en donde aparecen los elementos fun-
damentales que son los contenidos de la doctrina de la Espiri-
tualidad de la Cruz . A través de esta mirada que daremos a los
Estatutos descubriremos la esencia misma de nuestra Obra, en
que se fundamenta, cuál es su carisma y cómo expresamos en
la vida dicho carisma.

Estos elementos que vamos a estudiar surgen de la Revelación


Bíblica, nuestra Espiritualidad está basada en el Evangelio pero
también está fundamentada en el Magisterio de la Iglesia y la
reflexión teológica que nos va marcando un caminar a través de
los tiempos, y no podría faltar nuestras propias fuentes; es decir
los escritos de nuestra inspiradora, Conchita Cabrera de Armi-
da.

Cada uno de los elementos que vamos a estudiar contiene en


sí toda una riqueza para profundizar, en nuestros estatutos apa-
recen sólo a manera de expresión sintética, a nosotros nos que-
da la tarea de estudiarlos, profundizarlos e ir haciéndolos vida.

El P. Félix de Jesús Rougier, fundador de los Misioneros del Es-


píritu Santo, decía, refiriéndose a las Constituciones de dicha
Congregación que lo estatutos son: “el alma, la sangre, la vida
misma”; hoy tomamos las palabras del P. Félix Rougier para re-
Cristo, porque ama ferirnos a los estatutos del Apostolado de la Cruz,. El P. Félix
hondamente, no se le también decía refiriéndose a los estatutos que: “Para amarlos
escapa ninguna mejor debemos leer, volver a leer, meditar, practicar, es decir
circunstancia. Todos VIVIR nuestros estatutos. !Feliz quién leerá con amor, cada día,
nuestros problemas y
detalles le interesan como siquiera una página de sus Estatutos”.
propios. Tiene corazón
para todos y cada uno en
particular.

Ver
¿En qué momento de nuestra vida Jesús nos participa de su sa-
cerdocio? ¿A qué nos invita nuestra Espiritualidad? ¿Cómo po-
demos hacerlo? ¿Cómo lograrlo? ¿Cuáles son las actitudes de
Jesús Sacerdote y Víctima? ¿Cómo vivir en la práctica las actitu-
des que nos marcan los Estatutos y Reglamento? ¿Qué implica
cada actitud? ¿En qué actitud se resumen todas? ¿Cómo pode-
mos transparentar a Dios a las personas que nos rodean? Te
has preguntado ¿Cuál es la voluntad de Dios para ti? ¿Qué signi-
fica la palabra conversión?.

Pág. 2
Juzgar
I. Transformación en Jesús, Sacerdote y Víctima Tema 17 Segundo Año
En el bautismo Jesús nos participa de su sacerdocio y de su es-
tilo de ser sacerdote, es lo que llamamos nuestro sacerdocio
bautismal. Si Jesús fue Sacerdote a través de un sacerdocio
existencial, es decir, a través de la vida, ya que cada acto de su
vida tenía valor de mediación y de ofrenda, nosotros también
estamos llamados a vivir nuestro sacerdocio bautismal a la ma-
nera de Cristo, dando plenitud a nuestra existencia y haciendo
de ella una ofrenda constante a nuestro Padre Dios en unión con
Jesús, en favor de nuestros hermanos. Veamos entonces lo que
implica el ser sacerdote y el ser víctima.

A) Jesús es Sacerdote:

Jesús establece una mediación entre Dios y los hombres. Un ele-


mento esencial del sacerdocio de Jesús en su relación personal
con el Padre es la fidelidad que vive a través de su obediencia, la
total adhesión a su voluntad, su fidelidad y su docilidad filial que
vive ayudado por los momentos de oración e intimidad que vive
con su Padre. Es ahí dónde descubre la voluntad de su Padre pa-
ra la humanidad : que todos los hombres se salven; toda la vida
de Jesús será una lucha para lograr la salvación de los hombres,
buscando en todo momento la plenitud de vida de las personas.

Con su encarnación Cristo realiza una perfecta mediación entre Jesús da a todos la
solución definitiva, que no
Dios y los hombres, con la unión de las dos naturalezas, la siempre es la que gusta ni
humana y la divina, en la persona de Jesús se logra el lugar de la que convence; ayuda a
encuentro más perfecto entre Dios y el hombre. descubrir el sentido de la
vida y del dolor. Es la
mejor manera de amar y
B) Jesús es Víctima: comprometerse.

La vida de Jesús fue una continua ofrenda. El amor al Padre y a


sus hermanos fue el principal motivador de Jesús y lo llevó hasta
el don total de sí mismo, hasta entregar la vida por sus herma-
nos.

Nosotros también estamos llamados a asumir la vida de esa ma-


nera: por amor a Dios y a nuestros hermanos entregar toda
nuestra vida en servicio y donación a los demás, dejando a un
lado todo egoísmo. Esta es la manera en la que iremos siendo
ofrenda para Dios y para los hermanos; es la forma en la que
realizaremos nuestro sacerdocio bautismal en el mundo.

Nuestra espiritualidad contempla el sacerdocio de Cristo y nos in-


vita a vivir el sacerdocio que Cristo nos comparte desde nuestro
bautismo, siendo lugar de mediación entre Dios y el hombre,
buscando que nuestros hermanos encuentren en nosotros todo Pág. 3
aquello que pueda reflejar el amor misericordioso de Dios Pa-
dre, que toda persona que entre en contacto con nosotros sea
Tema 17 Cuarto Año
más pleno en su existencia, sea mejor persona humana , gra-
cias a nuestra entrega y al servicio desinteresado.

Los Estatutos y Reglamento del Apostolado de la Cruz nos di-


cen que lo lograremos a través de actitudes de vida concretas,
las cuales son una ayuda para lograr la configuración con Cris-
to, Sacerdote y Víctima.

II. Actitudes de Vida como Miembros del


Apostolado de la Cruz
El seguimiento de Jesús implica vivir CON y COMO Jesús; es
decir adoptar sus ideales, asumir su misión, hacerla propia,
hacer nuestro su proyecto de salvación de los hombres. Para
esto es necesario conocer sus sentimientos, sus proyectos,
que actitudes tenía para con las personas que lo rodeaban, cuá-
les acciones realizaba, etc., es descubrir todo aquello que el
Espíritu Santo lo llevó a vivir.

La Espiritualidad de la Cruz nos lleva a transformarnos en Cris-


to, Sacerdote y Víctima y toda nuestra vida será una oportuni-
dad para identificarnos cada día más con el Modelo, con Cristo,
por lo tanto, el apóstol de la Cruz recorrerá el mismo itinerario
de Jesús, irá haciendo propias todas sus actitudes y se dejará
guiar por el Espíritu Santo a la manera cómo Jesús se dejó
guiar.
Uno descubre el amor de Dios
cuando no excluye
absolutamente a nadie de Nuestros estatutos mencionan las actitudes de vida más rele-
este amor. Si uno no sabe
descubrir el amor de Dios vantes de Jesús, y son las actitudes a las cuales estamos lla-
para cada hombre y ayudar mados a hacer vida todos los miembros del Apostolado de la
al hermano a descubrirlo,
difícilmente podrá descubrir
Cruz; es cierto que existen muchas otras actitudes que pode-
la acción del amor en sí mos descubrir en la persona de Jesús y otras que se derivan de
mismo. las que se mencionan aquí; la Persona de Jesús es tan rica
que a medida que nos incorporamos a El , el Espíritu Santo nos
va llevando a descubrir otros aspectos y a profundizar lo que
implica cada una de ellas. Sería muy difícil tratar de hacer vida
todos los aspectos de Jesús, por ello se han escogido aquellas
que son más importantes para los que seguimos a Jesús, Sa-
cerdote y Víctima.

Las actitudes de vida que nos marcan los estatutos son:


• Amor
• Pureza
• Sacrificio
• Obediencia filial
• Oración
• Unión con María
Pág. 4 • Mediación
• Evangelización


Servicio
Conversión Tema 17 Segundo Año

Y podemos resumir todas estas actitudes sacerdotales en tres:


AMOR, PUREZA Y SACRIFICIO, y más aún, podríamos decir
que todo se resume en el AMOR, ya que de ahí brota todo lo de-
más.

Para reflexionar en ello, primero debemos ver cómo las vivió Je-
sús, Sacerdote y Víctima, para después, vivirlas en nuestro pro-
pio tiempo, en nuestro contexto histórico, con el tinte de nuestra
vocación personal, estas actitudes estamos llamados a vivirlas
especialmente en lo cotidiano, es ahí en el cada día, dónde va- Somos instrumentos para
mos siendo ofrenda para los demás, dónde vamos entregando reflejar el amor
c o m p a s i v o y
la riqueza de nuestra Espiritualidad de la Cruz. misericordioso de Dios
Padre a todos nuestros
Amor: El amor es el motor que mueve al hombre, cuando ama- hermanos.
mos a alguien hacemos nuestros sus planes, sus gustos y la
causa o el objetivo por el que lucha se hace nuestro. Jesús
amó al hombre y al Padre hasta el extremo de dar la vida por
la salvación del hombre, nosotros haremos nuestro el amor
de Dios a su Padre y al hombre, luchando por todo aquello
que favorezca su plenitud de vida, tratando de erradicar todo
lo que la obstaculice; es decir, lucharemos por construir la ci-
vilización del amor, tratando de construir un mundo mejor pa-
ra todos.

Pureza: Cuando amamos transparentamos, de alguna manera,


a la persona amada o aquello que amamos: “Quien me ve a
mí, ve al Padre” le contestó Jesús a Felipe “La boca habla de
lo que está lleno el corazón”, a nosotros también se nos nota
el amor, dicen que el amor no se puede ocultar. Pureza es
transparentar a Dios en todo lo que hago, en mi persona, en
mis actitudes, en mis pensamientos. Viviremos en coheren-
cia, en verdad, en rectitud, honestidad y pureza de intención
en nuestro proceso de transformación en Cristo. Es a través
de esas actitudes y acciones que los demás podrán ver a tra-
vés de nosotros el reflejo del amor misericordioso y compasi-
vo de Dios.

Sacrificio: Cuando se ama se está dispuesto a todo, no importan


ni las distancias, ni el esfuerzo que se tenga que hacer, esta-
mos dispuestos a dejar nuestro egoísmo, saliendo de noso-
tros mismos para servir al otro, para luchar por el bien del
otro. Los padres de familia lo sabemos bien, y podemos dar
muchos ejemplos de sacrificios por nuestros hijos que brotan
espontáneamente de nosotros. “Jesús, por el Espíritu Santo
se ofreció inmaculado a Dios”, nosotros en unión con Él nos
Pág. 5
ofrecemos al Padre por la salvación de todos los hombres.
En la práctica esto nos compromete a asumir el esfuerzo, el
Tema 17 Segundo Año
dolor, la persecución, y sobre todo la renuncia a nosotros
mismos por el bien de nuestros hermanos, buscando su sal-
vación, (plenitud de vida), como el mayor de los bienes.

Obediencia: Jesús pasó su vida haciendo la voluntad del Pa-


dre. En ocasiones nos pasamos la vida inventando “la volun-
tad del Padre” y es tan sencilla de descubrir: nuestra
ofrenda en unión con Jesús la viviremos asumiendo la cruz
de cada día, dando cumplimiento a nuestros deberes en los
distintos ámbitos de nuestra vida: personal, familiar, religio-
sa, política, económica y cultural; cumpliendo todo con amor
y dedicación.

Oración: Jesús conocía la voluntad del Padre a través de los lar-


gos ratos de intimidad, de largos ratos que pasaba en ora-
ción. Al abrir nuestra existencia a la acción transformadora
del Espíritu Santo aprenderemos a escuchar la voluntad del
Padre a través de la oración, de su Palabra, en las personas
y acontecimientos que nos rodean.
El cristiano moderno no atañe a la voluntad del Padre todo lo
que acontece en nuestra historia; no todo lo que sucede es
voluntad de Dios, pero en todo nos habla Dios, existen
acontecimientos que nos gritan que esa no es la voluntad de
Dios, que piden nuestra intervención para lograr que los valo-
res del Reino llegue a todos. Una figura que nos puede ilumi-
Quien se ha crucificado nar es la del apóstol de la Cruz con la Biblia en una mano y
con Cristo, hace llevadera el periódico en la otra, atentos a la Palabra de Dios y atentos
la cruz de todos. a los acontecimientos que nos rodean, a los signos de los
tiempos.

Con María: María se unió a la ofrenda sacerdotal de Cristo, al


aceptar amorosamente la voluntad del Padre; y al hacer suya
la misión de su Hijo, por ello se gana el título de corredento-
ra. Nosotros imitaremos a María en su amor incondicional a
la voluntad del Padre, su docilidad al Espíritu Santo y en ser
ofrenda en unión con Jesús.

Mediación:: También nosotros estamos llamados a ser lugar de


encuentro, reconciliación y perdón entre Dios y nuestros
hermanos, Con nuestras actitudes de vida, con cercanía,
apoyo y solidaridad podemos transparentar el amor compa-
sivo y misericordioso de Dios a todos los que nos rodean.

Evangelización:: El carisma principal del Apostolado de la Cruz


es la evangelización, el llevar la Buena Nueva del amor de
Dios a nuestros hermanos; especialmente el mensaje de que
el dolor tiene un valor salvífico. Pero…¿Cómo podemos decir-
le a un enfermo que ofrezca su dolor si en nosotros no en-
Pág. 6
cuentra compasión y consuelo? ¿Cómo decirle a esas perso-
nas que carguen su cruz, si nosotros no estamos dispuestos
a meter el hombro para ayudarles? Sin hechos, el mensaje
suena hueco, dice el documento de Santo Domingo que hoy Tema 17
en día es necesario evangelizar con el testimonio de vida, las Segundo Año

palabras ya no convencen. A través de nuestra vida, a través


de la palabra y del gesto amoroso llevaremos a nuestros
hermanos el mensaje de vocación a la plenitud de vida, dar
al mundo un sentido para vivir, un sentido para luchar y se-
guir adelante, el color propio que le daremos lo dan las actitu-
des principales de Jesús Sacerdote y Víctima: servicio, entre-
ga desinteresada, donación de nosotros mismos. Evangelizar
la cultura con la Espiritualidad de la Cruz es vivir y hacer vivir
esas actitudes de vida.

Servicio: En esta actitud yo resumo todas las demás, porque es


la práctica de todas, todo se resume en las obras, en el ser-
vicio desinteresado, en la donación de nosotros mismos, la Hacer de cada hombre
una persona disponible
mejor ofrenda que podemos dar a Dios Padre, unidos a Je- para el amor, es el
sús es el cansancio cotidiano por haber servido a nuestros objetivo de nuestro
hermanos, gastar y desgastar nuestras vidas a favor de los sacerdocio bautismal..
demás; estamos llamados a renovar cada día nuestra entre-
ga a los demás desde el servicio a semejanza de Jesús, Sa-
cerdote, “que pasó su vida haciendo el bien...”
Jesús fue un trabajador incansable, dedicó su vida a trabajar
por el Reino de Dios y por la salvación de los hombres. No-
sotros buscaremos extender el Reinado del Espíritu Santo lle-
vando a nuestra familia, a nuestro grupo de Apostolado de la
Cruz, a los amigos y a la sociedad, todos los valores del Re-
ino: el amor, la misericordia, la fidelidad, la compasión, el
consuelo, la alegría, libertad, solidaridad, justicia, verdad, etc.

En la Iglesia: Cristo continúa su acción sacerdotal en la Iglesia,


nosotros también estamos llamados a vivir nuestro sacerdo-
cio bautismal unidos a ella. El espíritu de la Cruz se vive co-
munitariamente en dos dimensiones: comunión entre los
miembros de la Obra y comunión con la Iglesia. La santifica-
ción de la Iglesia y de los sacerdotes son objetivos de la Es-
piritualidad de la Cruz, reconocemos a los sacerdotes como
instrumentos vivos de Cristo Sacerdote, por ello, honramos
su Sacerdocio y ofrecemos nuestra ayuda en su labor de ex-
tender el Reinado del Espíritu Santo, ya que ellos son sus
principales promotores. Por lo tanto, estaremos atentos a
sus necesidades pastorales, sirviéndoles con humildad y dis-
creción.

Conversión.: La conversión es un proceso que dura toda la vida,


ya que implica vivir con radicalidad el seguimiento de Jesús,
cada día de nuestra vida estamos llamados a renunciar al pe-
cado, al egoísmo, y a crecer en gracia, dejándonos guiar por
Pág. 7
el Espíritu Santo en la práctica de aquellas virtudes que nos
vayan asemejando cada día más a Jesús.
Tema
Tema17
4 Segundo Año Conclusión
Para vivir las actitudes de vida es necesario: conocerlas, identifi-
carnos con ellas y poco a poco irlas integrando a nuestra vida,
todas estas actitudes de vida las podemos resumir en el amor,
pureza y sacrificio, de alguna forma encierran a todas las de-
más, se nos invita a gastar y desgastar nuestras vidas a favor
de los demás, buscando con ello el bien de nuestros herma-
nos, su salvación integral y así poder dar Gloria al Padre.

Actuar
Práctica para vivir nuestra vocación en la Iglesia:

• Oraré y me sacrificaré por los sacerdotes.


• Los apoyaré en sus labores pastorales.
• Como miembro del Apostolado de la Cruz pondré mi
acción apostólica al servicio de la Iglesia, especialmente
en mi Parroquia.
• Ayudaré a la Iglesia en la transformación de las realida-
des temporales, siendo fermento de la acción salvadora
BIBLIOGRAFIA de Dios en el mundo. (mi familia, mis amistades, etc.).

• Estatutos y reglamento Celebrar


del Apostolado de la
Cruz Canto: "Cantaré para Él" del cassette del mismo nombre. Cd.
• Material del Taller de de 2º. Año.
estatutos de la zona 3
del Apostolado de la
Cruz.

Pág. 8
Oración inicial:
Consagración al Espíritu Santo
Tema 17
Segundo Año

¡Oh, Espíritu Santo! Recibe la consagración perfecta y absoluta


de todo mi ser. Dígnate ser en adelante, en cada uno de los ins-
tantes de mi vida y en cada una de mis acciones, mi Director, mi
Luz, mi Guía y mi Fuerza y el Amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a tus operaciones divinas y quiero


ser siempre dócil a tus inspiraciones.

¡Oh, Espíritu Santo! Transfórmame, con María y en María, en Cris-


to Jesús, para gloria del Padre y salvación del mundo.

Amén

Pág. 9
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 18 Segundo Año

Tema 18
LA CRUZ DEL APOSTOLADO:
REGALO AL MUNDO
Objetivo
Presentar a la Cruz del Apostolado como un itinerario de vida, dónde se
nos revela la misión que tenemos como apóstoles de la Cruz.
Contenido:

Ver 2
De la cuenta de conciencia de Conchita Armida
Juzgar 2
La Cruz- continúa el Señor en tono ardiente
Conclusión 9 y conmovido– salvará el mundo corrompi-
do y hará brillar la luz, en el camino espiri-
Actuar 10
tual tan tristemente relajado y torcido. La
Celebrar 10
cruz hará enfervorizarse a las almas tibias,
y despertará a las pecadoras, que duer-
men en el funesto sueño de sus errores y
extravíos.

La cruz renovará las religiones, fortalecerá a los corazones dé-


biles y formará el escuadrón intrépido de los soldados míos.

¡Muy grande, hija, es la Obra de la Cruz! Ella viene a sacar al


Directrices: hombre de su apatía y al alma de su tibieza, frialdad e indife-
• Resaltar el hecho de que rencia. Viene a poner el fuego a la tierra por medio del Espíritu
los elementos de la Cruz
nos marcan un camino a Santo; viene, en fin, a hacer brillar el Sol, rompiendo las nubes
seguir. de la sensualidad, e implantar el dolor para que reine la paz en
• Hacer ver a los partici- los corazones de buena voluntad«
pantes de que los miem-
bros de la Obra de la
Cruz estamos llamados a
hacer vida la Cruz del
Apostolado. C.C. 15, 328-329
Idea Central del Tema
Tema 18 Segundo Año
En este tema profundizaremos en el contenido espiritual que
nos presenta la Cruz del Apostolado y el itinerario o camino que
nos marca para ir haciendo vida cada uno de sus elementos, ya
que al tomar la Cruz estamos llamados a ser testigos vivos del
símbolo que representa.

Paloma.- Representa la persona del Espíritu Santo.

Cruz grande: que nos representa a todos nosotros.

Corazón: Jesús Resucitado que asume nuestra cruz.

Cruz pequeña del Corazón: que simboliza los sentimientos sa-


cerdotales de Jesús y los dolores internos de su Corazón.

Lanza y las espinas: que simbolizan los sentimientos más pro-


fundos del corazón de Jesús.

La luz y las nubes: La presencia del amor del Padre presente


en la Cruz del Apostolado.
La luz, que baña todo el
escudo, representa la fe, Ver
la verdad, al Padre
eterno. La Luz que se ¿Cuándo conocí la Cruz del Apostolado? ¿Qué significado a teni-
desprende de la Cruz, y do en mi vida? ¿Qué nos toca al recibir la Cruz del Apostolado?
se difunde en ¿Cómo podemos hacer vida esos cinco de la Cruz del Apostola-
multiplicados rayos, do?¿He experimentado un cambio de identidad? ¿He descubier-
significa la esperanza, el to mi misión? ¿He tenido un encuentro real con Jesús Sacerdote
camino, que es Jesús, el y Víctima? ¿Estoy dispuesta a transmitir esta experiencia de sal-
vación?.
Hijo de Dios Encarnado.

Ap. C. 377-378 Juzgar


I.– Encuentro con la Cruz del Apostolado
Para profundizar en la riqueza que encierra la Cruz del Apostola-
do veamos el testimonio del Hermano Marco Antonio Talavera
M. Sp. S. acerca de su encuentro con ella.

“Conocí el emblema de la Cruz del Apostolado porque estaba


colocado en la parte exterior de la Iglesia a donde iba yo a misa.
Me llamaba mucho la atención.

No sabía nada de Espiritualidad de la Cruz ni de Félix o Conchi-


ta; nada. Y son embargo había algo en esta Cruz que me lleva-
ba a Dios, que me daba paz. A veces me detenía a orar unos
Pág. 2 momentos, ante ella, pero nada más...
Por ese tiempo tuve una crisis muy dura; me sentía vacío, harto,
sin ganas de vivir, no le encontraba sentido a nada de lo que
hacía. Tenía un grupo donde me había comprometido con un
apostolado y ahí encontraba consuelo, pero no se quitaba ese Tema 18
doloroso vacío.… Segundo Año

Empecé a acercarme más al templo y de casualidad me llevé un


breve folleto que hablaba de la Cruz del Apostolado; estaba tan
necesitado de Dios, que lo leí rápido. Ese fue mi primer contacto.
Lo que me quedó claro es que ahí estaba Dios y que era una
cruz donde había fuerza para “curar cuerpos y almas”, había vi-
da. ¡Lo que yo andaba buscando! Y la tomé, desde ese momen-
to, como símbolo de mi lucha por darle sentido a mi vida, por
superarme y sanar mis heridas.

Me empecé a llenar de mucha fuerza y esto hizo que me replan-


teara mi estado de vida. Rápida y casualmente conocí a la Con-
gregación de los Misioneros del Espíritu Santo, que tenían como
símbolo mi símbolo de vida. Entonces dije: “Soy de aquí, no hay
más”. Y me lancé en una búsqueda que lleva ya varios años. Y
me lancé en una búsqueda que lleva ya varios años. Y Efectiva-
mente Dios no me ha llevado por otro camino, me sigue atrayen-
do por ahí y aunque a veces no es fácil, porque no le creo o me
resisto a que me libere, Él insiste nuevamente y me convence y
me impulsa. Él ha ido transformando mis cruces solas, sin Cris- No pierdas la paz en
to, vacías, de pecado, en cruces vivas del Apostolado, donde to- ningún acontecimiento
do cobra sentido y donde aparecen las ganas de vivir, la supera- de tu vida. Te necesito en
ción, el servicio, la alegría, el amor. paz para comunicarme.

Creo que Jesús a través de la Cruz del Apostolado me dice como C.C. 60, 397
a Lázaro: “Sal fuera! ¡Deja tus muertes, deja la oscuridad, deja el
olor podrido a pecado! ¡ Te quiero libre!.

Creo que Jesús a través de la Cruz del Apostolado me dice como


a Lázaro: “Sal fuera! ¡Deja tus muertes, deja la oscuridad, deja el
olor podrido a pecado! ¡ Te quiero libre!.

Aún no me acostumbro a vivir como hijo de Dios, como resucita-


do, y me regreso a mi tumba y me encierro y empiezo a morir,
pero Dios, respetuosamente, me vuelve a decir: ¡ Te quiero vivo
y para otros!.

Mi encuentro con la Cruz del Apostolado ha sido el regalo más


grande que hubiera podido recibir. Me gusta traer la cruz al cue-
llo, como recuerdo de que soy un hombre del Apostolado que
está siendo liberado por un Dios que se gloría en que viva feliz y
en que sea realmente el hombre libre que El soñó.

El tener esta experiencia, me ha dado fuerza para tocar la reali-


dad dolorosa y dramática de mucha gente y poder dar una pala-
Pág. 3
bra o simplemente escuchar. De algún modo esa crisis se ha
convertido en fuente de predicación para mí y me da la claridad
Tema 18 Cuarto Año
de que soy muy amado por Dios y de que El siempre tiene una
palabra mayor a la nuestra y a la de nuestros sufrimientos,
¡Siempre!

Del testimonio del relato anterior podemos subrayar cinco ele-


mentos:

1.- Encuentro con Dios.


El Hno. Toño dice en su testimonio que estaba muy necesitado
de Dios y que el folleto de la Cruz del Apostolado le dejó muy
en claro que en esa Cruz estaba Dios presente.

2.- La experiencia fue un hecho de salvación.


La Cruz del Apostolado da un nuevo sentido a la vida del Hno.
Toño, le da fuerza para luchar, descubre una Cruz que da vida
y lo dinamiza.

3.- Cambio de identidad


Al sentir que se llena de vida, de fuerza, se replantea su voca-
ción y al conocer a los Misioneros del Espíritu Santo, decide en-
trar a su Congregación.

4.- De la experiencia se desprende una misión.


La Cruz del Apostolado le indica que Dios tiene una misión para
él: “te quiero vivo y para otros”
“Tu me pedías que salvara
5.- Transmitir la experiencia.
a los hombres y he venido
Cuando alguien encuentra en esta vida algo o a alguien que le
de nuevo a salvarlos, por
hace bien, surge el deseo de compartir esa experiencia y el de-
medio de las Obras de la
seo de que los demás participen del bien que se nos ha dado;
Cruz, en tu corazón; en la Cruz del Apostolado se transforma para el Hno. Toño en fuen-
ellas tendré un consuelo, te de predicación para llevar un mensaje de esperanza a los de-
mi Iglesia una ayuda, mi más: “esta experiencia, me ha dado fuerza para tocar la realidad
Padre gloria y el Espíritu dolorosa y dramática de mucha gente y poder dar una palabra
Santo almas. o simplemente escuchar“.
C.C. 22, 412-413
II.– Conchita Armida y su Encuentro con la Cruz
del Apostolado.
Los mismos cinco elementos que encontramos en el testimo-
nio del Hno. Toño Talavera podemos descubrirlos en Conchita
Armida, como consecuencia de la visión que tuvo de la Cruz
del Apostolado.

1.- Encuentro con Dios.- Conchita conocía a Dios, pero siempre


tuvo un anhelo inmenso de ser más de El, quería pertenecer a
Él por completo, la Cruz del Apostolado será un medio para
Pág. 4 que Conchita conozca y se enamore de Jesús, Sacerdote y
Víctima a quién seguirá hasta el último día de su vida.

2.- Después de la visión Conchita crecerá a pasos agigantados Tema 18


en el camino de santidad y encontrará su plenitud de vida a Segundo Año

partir de esta experiencia. La experiencia no sólo es un hecho de


salvación para ella, sino para todos los que pertenecemos a las
Obras de la Cruz, es un mensaje para toda la Iglesia

3.- Cambio de identidad.- es tal su transformación en Cristo que


Jesús le da el nombre de Cruz de Jesús, Conchita será además
de esposa y madre, incansable apóstol de la Cruz salvadora de
Jesús.

4.- La frase “Tu misión es salvar almas” que Conchita escuchó


en los primeros ejercicios espirituales que tomó y que ella creía
se refería a su familia más cercana, se hará realidad a través de
Siempre he creído que la
fundar las Obras de la Cruz que buscan la salvación de todos los
Cruz del Apostolado es
hombres, y que lo expresan en la oración de intercesión: !Jesús,
Salvador de los hombres, sálvalos! el símbolo de la vida
espiritual de las almas de
5.- Conchita ha transmitido a la Iglesia la Espiritualidad de la la cruz.
Cruz a través de todos sus escritos, lo cual es su carisma princi- C.C. 56, 29
pal, pero en vida ella contagiaba fácilmente con su testimonio a
las personas que la rodeaban. En el momento en que tuvo su
primer encuentro con el P. Félix Rougier, a través del sacramen-
to de la confesión, lo convence tanto de las bondades de la Cruz
que el P. Félix promueve en su Parroquia el Apostolado de la
Cruz, llegando a tener más de mil miembros.

III.– Itinerario Espiritual de la Cruz del Apostola-


do

1.- Encuentro

Hemos tenido ya un encuentro con Dios a través de todas las se-


siones de formación y de los retiros a los que hemos asistido en
este tiempo, el encuentro que se nos pide ahora es el de identifi-
carnos específicamente con Jesús, Sacerdote y Víctima, y a
hacer nuestros sus sentimientos y actitudes de vida.

Sentimientos:

• Amor inmenso al Padre


• Amor al hombre
• Deseo intenso por la salvación de los hombres
Pág. 5
Actitudes:

Tema 18 Segundo Año




Docilidad a la voluntad del Padre
Entrega generosa a los demás
• Donación de sí mismo
• Solidaridad con el hombre

2.- Hecho de salvación

El tomar la Cruz no es sólo un medio para una experiencia sen-


sible o el tener un signo tangible, es mucho más que eso; al
aceptar la Cruz voluntariamente, el Espíritu Santo nos impulsa a
un compromiso radical de vida: opción por el hermano, entrega
total a los demás, hacer de nuestra vida una ofrenda al Padre a
través del servicio a los demás, en síntesis vivir para Dios y pa-
ra los demás, encontrando en ello el sentido de nuestra vida.

3.- Cambio de identidad

Se nos invita a pertenecer a una comunidad, a formar parte de


la Familia de la Cruz. Llevar en el pecho la Cruz del Apostolado
es signo de consagración a Jesucristo, signo de que pertenece-
mos a una comunidad que vive la Espiritualidad de la Cruz, que
sigue a Jesucristo Sacerdote y Víctima y que hace suya la mi-
sión que el Padre nos ha confiado.

El Hno. Toño Talavera en su relato de su encuentro con la Cruz


del Apostolado nos dice:
El gozo del Espíritu Santo
“ Me gusta traer la Cruz al cuello, como recuerdo que soy un
es Jesús, Encarnado,
hombre del Apostolado, que está siendo liberado por un Dios
Jesús redentor y
que se gloría en que viva feliz y en que sea realmente el hom-
Salvador, Glorificador.
bre libre que El soñó”
C.C. 52, 215
4.- Misión

Nuestra misión es la misma que Jesús le pidió a Conchita: la


salvación de los hombres, y ésta tiene que ser a la manera que
Jesús nos lo enseña en la Cruz del Apostolado; abrir mi horizon-
te y hacer mía la cruz grande, la de toda la humanidad, siendo
dóciles al Espíritu Santo que nos mueve a asumir toda realidad
humana y a vivir la solidaridad y el compromiso fraterno con el
hermano que sufre.

La Cruz del Apostolado nos marca un camino a seguir para


transformarnos en Jesús, Sacerdote y Víctima, este camino está
marcado por cada uno de los elementos que la contienen, así
podemos ver que:
Pág. 6
ESPÍRITU SANTO:

Lo primero que ve Conchita, y esto es muy importante, es una


paloma, todos sabemos que el Espíritu Santo significa amor, y Tema 18
precisamente de ahí arranca todo, del amor inmenso de Dios; to- Segundo Año

da la historia de salvación se inicia desde este Dios que quiere


salir de sí mismo porque es amor, y por amor quiere compartir la
vida con el hombre.

Es difícil entender el amor profundo de Dios por el hombre, en-


tender cómo siente en sus entrañas lo que acontece en nuestra
historia como algo propio; es difícil entender a un Dios que palpi-
ta con el palpitar de nuestro corazón. Y es difícil porque nuestro
corazón es mucho más pobre, más limitado, pero aún así El
Yo pienso que perfectas
quiere poner en sintonía ese Corazón grande, el corazón de todo
serían las almas si se
un Dios, con el nuestro.
asemejaran a esa Cruz,
siempre protegidas del
El Espíritu Santo es el director del itinerario espiritual en la Cruz
Espíritu Santo, asimiladas al
del Apostolado, es quien me indica la dimensión en la que debo
Corazón de Jesús, siendo su
vivir; el amor, la vida, la entrega.
mismo Corazón en
sentimientos, amor, dolor,
Hacer vida al Espíritu Santo significa dejarnos guiar por El, permi-
voluntades...salvando
tir que El sea el director de mi vida, dejarnos impregnar por El almas.
quien nos invita constantemente a escuchar a los demás, a
hacer nuestros los problemas de nuestros hermanos, a gastar Ap. C. 38
nuestra vida en servicio a los demás, desinteresadamente, movi-
dos por el amor.

CRUZ GRANDE:

Si Dios es amor, nuestra historia está llena de falta de amor, el


hombre puede ser lo más grande que existe en el universo y a
veces puede ser el salvaje más increíble. Nos complicamos la vi-
da solos, hemos construido una vida llena de sufrimiento, de in-
justicia social, de dolor y muerte. La cruz grande es nuestra rea-
lidad, es nuestra condición humana con sus propias limitacio-
nes.

Hacer vida la Cruz grande implica solidaridad, ver lo que me ro-


dea, agrandar mi horizonte, si no hacemos nuestro el dolor del
otro, si no hacemos nuestra la injusticia que nos rodea, el ham-
bre de otros, la necesidad de encontrar el sentido de la vida de
otros, si no cargamos la historia que nos rodea con todo nuestro
corazón, estaremos viviendo todo menos la Espiritualidad de la
Cruz.

Pág. 7
EN EL CENTRO DE LA CRUZ: UN CORAZÓN:

Tema
Tema18
4 Segundo Año
La cruz grande no es está sola. Conchita Armida, en su expe-
riencia personal, se sentía pobre, limitada, impotente: sin en-
tender muchas cosas, pero a través de su relación con Dios,
descubrió que Dios ha querido clavarse en la cruz de la historia
del hombre, ha querido clavarse en el corazón de la historia.

Es por eso que en la Cruz del Apostolado no aparece un crucifi-


cado, no hay un Dios muerto, sino al contrario, hay un Corazón
vivo y palpitante, el Corazón de Dios que ama al hombre y no
está separado de su realidad, de su acontecer humano.
Hacer vida el Corazón implica tener los mismos sentimientos de
Jesús: un inmenso amor a Dios Padre y al hombre; se trata de
tener un corazón que ame al hombre y no está separado de su
realidad, de su acontecer diario en la historia, es tener un Cora-
zón misericordioso que se conmueve con las miserias huma-
nas y los lleva constantemente ante su Padre Dios.

UN CORAZÓN TRASPASADO:

El Corazón clavado en la Cruz no está cerrado, no es cómo el


nuestro que muchas veces es muy compacto, no se abre.

San Juan el evangelista nos narra como en la Cruz el Corazón


En esa Cruz está el de Jesús es traspasado por la lanza y de su interior brotan san-
Corazón más amante y gre y agua, es decir, según la terminología bíblica, brota la vida.
doloroso, Yo no me Es un corazón abierto para darnos vida, para darse a sí mismo
presento, pero dejo ahí a cada uno de nosotros.
todo mi amor, todo mi
dolor, ambos
Pero no sólo está abierto para darse a sí mismo sino para que
nosotros podamos entrar a su interior, es un corazón abierto a
representados en mi
todos porque el Amor está abierto a todos. El Corazón de la
Corazón, fuente de todo
Cruz del Apostolado significa donación personal y total a todos,
bien, de toda luz, gracia esta vacío de sí mismo para darse a los demás, es la realidad
y misericordia. del amor que se entrega, que se da.
Ap. C. 43a
Conchita también había descubierto todo un Dios le había abier-
to el Corazón, que se le había dado totalmente, y además que
la invitaba a entrar en ese Corazón, para entrar en sintonía con
El y lograr así tener sus mismos sentimientos.

Al estar clavado en la Cruz, no sobrepuesto, indica que ese Co-


razón lleva en sí toda la realidad humana, en ese Corazón está
encarnada nuestra historia, nuestra vida, la de cada uno de no-
sotros.

Hacer vida la lanza es tener un corazón abierto a los demás y


abierto a todos, es tener un corazón vacío de sí mismo para po-
der darse continuamente a los demás y al mismo tiempo per-
Pág. 8
mitir que los demás entren a mi corazón; un corazón que tiene
dos amores, Dios y el prójimo.

LA CRUZ DEL CORAZÓN:


Tema 18 Segundo Año

Ese corazón aparece con una cruz pequeña que brota de su in-
terior, es una cruz muy distinta a la nuestra, muy distinta a nues-
tro vacío existencial, a nuestro dolor y a nuestra injusticia.

Más bien es la cruz que causa nuestra realidad en el Corazón de


Jesús. Es una cruz que siente sobre sí el peso de todo el pecado BIBLIOGRAFIA
del mundo, de todo el dolor, de toda la injusticia, es la cruz que
es fruto del amor, de ese querer darse totalmente al hombre y no • Ponencia del P.
ser acogido, no ser aceptado, de ese querer asumir toda la reali- Fernando Torre
dad humana para que no haya nada que obstaculice la unión del Medina, M. Sp. S. en
el I Congreso
hombre y del Padre.
Internacional de la
Cruz del Apostolado
Es la cruz del sacerdocio de Jesús, quien es solidario con el
hombre, asumiéndolo todo, cargándolo todo, aún el rechazo a • La Cruz del
Dios, y así salva la distancia que pone el pecado entre Dios y no- Apostolado: un regalo
sotros. al mundo, P. Juan
Gutiérrez, M. Sp. S.
Hacer vida la cruz del Corazón es sentir sobre mí el rechazo al
plan de Dios, el peso del pecado, de la injusticia que nos rodea,
de todo el dolor que hay en el mundo, pero todo esto vivido des-
de el amor, que me lleva a tratar de salvar la distancia que pone
el pecado entre Dios y el hombre, siendo en mi persona lugar de
encuentro y reconciliación.

LAS NUBES (GLORIA DE DIOS):

En el Corazón de Dios solamente existe un deseo, que es lo que


significa esa cruz del Corazón de la Cruz del Apostolado: nuestra
felicidad, nuestra salvación, nuestra plenitud de vida.

Por eso todo termina como empezó, con el Amor, y el Amor


quiere lo mejor para el amado, eso es lo que quiere Dios para
nosotros, Hacer vida las nubes, es dar gloria a Dios; San Irineo
decía que la gloria de Dios es la vida del hombre y una vida ple-
na, feliz, buscaremos para nosotros y para nuestros hermanos la
plenitud de vida, luchando por quitar de nuestro mundo todo
aquello que dañe a la dignidad del hombre.

Conclusión
Tomar la Cruz del Apostolado es aceptar el ser una CRUZ VIVA,
y lo seremos en la medida en que demos vida a nuestro derre-
dor, en la medida en que con nuestro contacto podamos hacer
mejores personas a los que nos rodean, podamos ir haciendo
Pág. 9
un mundo mejor para vivir, un mundo donde reine el amor, la
justicia, la verdad y la paz.
Tema 18 Se nos invita, al tomar la Cruz del Apostolado, a una vida de do-
nación, de entrega a los demás, a ser solidarios con nuestros
hermanos, a ser compasivos, y al invitarnos a esto se nos está
invitando a tener una vida en plenitud, a vivir en la plenitud y la
felicidad que da vivir en el amor.

Actuar
Este domingo ofreceré mi misa y mi comunión, especialmente
por aquellas personas más necesitadas de salvación.
Al momento de la consagración, me ofreceré juntamente con Je-
sús con todas las realidades de mi vida para la salvación de los
hombres.
Invitaré a una amiga a pertenecer al Apostolado de la Cruz.

Celebrar
Para terminar nuestra sesión haremos todas juntas el
“Ofrecimiento del Verbo”.

Pág. 10
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 19 Segundo Año

Tema 19
LA CRUZ DEL CRISTIANO

Objetivo
Comprender adecuadamente lo que significa la Cruz cristiana.

Contenido:

Ver 2
Oración por Nuestros Cirineos
Juzgar 2
Te damos gracias, Jesús, porque, dejándo-
Conclusión 5 te ayudar, es como nos ayudas a nosotros
en el camino de nuestra existencia. Te pe-
Actuar 5
dimos por todos los cirineos, que no se
Celebrar 5
cansen nunca de arrimar el hombro, de
echar una mano, de socorrer en el camino.
Oración Inicial 6 Gracias por todos los cirineos que has
puesto en el camino, por nuestros padres
sencillos, por nuestros maestros, por los amigos y la familia,
por la sonrisa de aquella ocasión, por el consejo oportuno.

Gracias por todos aquellos que hacen la vida un poco más


agradable y nuestro planeta un poco más habitable.

Directriz: Gracias Señor por todos aquellos que hacen continuamente el


Presentar a los partici- bien, por los miles de millones de personas anónimas y senci-
pantes los diferentes
tipos de cruces que sur- llas que ayudan a sus hermanos a llevar la cruz.
gen en nuestra vida,
para distinguir aque-
llas cruces que estamos
llamados a asumir co-
Sabemos Señor, que aquél que se acercó a Ti y te ayudó, fue
mo seguidores de Jesús él mismo ayudado por tu bondad y tu amor porque tu, Jesús,
y detectar las cruces que
debemos luchar por eres el gran Cirineo de la historia.
erradicar de nuestra vi-
da y nuestra sociedad.
Idea Central del Tema
Tema 19 Segundo Año
Sabemos que, a la total entrega de sí misma que hace la Sra.,
Concepción Cabrera de Armida a Jesús, Él responde con el don
de las Obras de la Cruz, revelando a través de ellas el misterio
de la Cruz. La Cruz no siempre ha tenido el mismo significado,
ni ha sido entendido su mensaje; ya San Pablo lo dice, la cruz
ha sido “escándalo”, “locura”, para los cristianos, en cambio, es
fuerza de Dios.

A lo largo de los siglos, a partir del suceso histórico de la cruci-


fixión de Jesús, la Iglesia ha ido enriqueciendo y dándole senti-
do a la Cruz de Cristo, pues descubre en ella el instrumento de
salvación que expresa grandemente el Amor infinito de Dios.

Ver
¿Qué significado tiene para ti, la cruz? ¿Estoy llamado a aceptar
toda situación de cruz que se presente en mi vida? ¿Cuál es la
cruz del cristiano? ¿Cuándo la cruz se vuelve cruz de vida?
¿Cuáles son las tres formas de cruz de vida?. ¿Cuándo la cruz
es cruz de muerte? ¿Qué hace el cristiano ante ellas?.

Juzgar
Un cristiano ein cruz
sería un absurdo, una
cistena vacía.
I. El Ayer y el Hoy de la Cruz
En tiempos del imperio romano, la cruz era instrumento de su-
plicio, era vergonzosa manera de morir, por eso hemos men-
cionado que la Cruz es “escándalo y locura”
(I Cor. I,18).

En nuestra cultura, el pueblo latinoamericano ha sido notoria-


mente marcado por una singular devoción al Cristo crucificado,
trayendo como consecuencia una experiencia dolorosa, o bien,
“dolorista” de la Cruz.

La cruz ha sido manipulada, convertida en signo de resigna-


ción que más bien suena a “conformismo”, y hasta se ha misti-
ficado en una falsa espiritualidad (“sufrir y callar para merecer”).
Como con el término “cruz” se asocia sólo el dolor y el sufri-
miento, y siendo éstos algo que tendemos a rechazar como por
instinto, nos resistimos a escuchar hablar de todo lo que se rela-
cione en primera instancia con la Cruz.

No obstante, aunque rechacemos instintivamente la cruz por


asociarla con el dolor y el sufrimiento, es una realidad que nues-
tra vida está llena de situaciones que nos cuestan sacrificio, es-
Pág. 2 fuerzo, renuncia o sufrimiento. Como cristianos, estamos llama-
dos a descubrir que la cruz encierra una riqueza, un significado
profundo, mucho más allá de lo que se ve a primera vista y tam-
bién estamos llamados a descubrir que, según las actitudes con
que se asumen tales realidades, se puede encontrar en ellas un Tema 19
valor de salvación para nosotros y para nuestros hermanos; de Segundo Año

manera tal que podemos decir con San Pablo:

: “...la predicación de la Cruz de Cristo es una necedad para los


que se pierden, más para los que se salvan, (para nosotros) ES
FUERZA DE DIOS” (1 Cor 1, 18).

La Cruz es requisito para seguir a Jesús: “Si alguno quiere venir


en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sí-
game” (Lc 9, 23).

El pensamiento cristiano actual nos presenta dos modalidades


de cruz, con las que nos enfrentamos comúnmente en nuestra
vida, y que según su origen y su sentido, podemos llamar Cruz
de VIDA o Cruz de MUERTE para diferenciarlos.

II. Cruz de Vida


Podríamos agrupar en este concepto aquéllas situaciones de difi-
cultad o sufrimiento que enfrentamos en la vida y que inequívo-
camente traen como fruto un bien, tanto individual como comu- La cruz es el camina para
nitariamente, tanto espiritual como materialmente. transformar toda
dificultad t oda
tribulación en una nueva
Algunas características de la Cruz de Vida son: posibilidad de servir y de
amar.
• favorecen la convivencia entre los seres humanos,
• de alguna manera ayuda a mejorar el nivel de vida de las
personas,
• ayudan a conservar la riqueza de nuestro mundo,
• y favorecen la relación con Dios.

Aunque la Cruz de Vida es una, podríamos decir que se nos pue-


de presentar de tres formas:

A) La cruz que es consecuencia de nuestra naturaleza


humana:

Como seres humanos, somos contingentes, limitados, débiles,


vulnerables, susceptibles de sufrir daños o enfermedades. Po-
dríamos aquí señalar realidades tales como: enfermedades con-
génitas , accidentes, desastres naturales, enfermedad y muerte.
Forman parte de nuestra naturaleza humana, surgen espontá-
neamente, no dependen de nuestra voluntad, son cruces que
no elegimos nosotros, sino que se presentan en la vida de im-
proviso. Pág. 3
B) La cruz voluntaria:

Tema 19 Cuarto Año


Son aquéllas que decidimos tomar libre y voluntariamente para
lograr la realización de un bien personal o comunitario. Pode-
mos citar todas aquellas renuncias o sacrificios que hacemos
con el fin de crecer en nuestra vida espiritual; el esfuerzo coti-
diano con el que se cumplen los deberes de estado, el abando-
no de algún vicio o defecto, etc.

C) La cruz consecuencia de nuestro seguimiento a Je-


sucristo:

Es la Cruz que encontramos en nuestro camino de transforma-


ción en Cristo. Es el resultado del sacrificio, la renuncia, el des-
precio, persecución o cualquier sufrimiento que encontramos al
luchar por hacer presentes los valores del Reino de Dios entre
los hombres; por denunciar las injusticias y todas aquellas situa-
ciones que sabemos no van de acuerdo al plan de Dios de sal-
vación integral para el hombre.

Es fundamental mencionar que la paz interior inevitablemente


es fruto de la Cruz de Vida, como lo es también la alegría que
se experimenta en medio de las dificultades ya que es manifes-
tación de la negación de nosotros mismos a favor de los de-
más. Es haber optado decididamente por seguir a Cristo toman-
do la Cruz diaria de la vida.
Las circunstancias
humanas se pueden III. Cruz de Muerte
convertir en cruz
redentora; basta con Es la cruz por causa del pecado. Surge como consecuencia de
amar a Cristo y vivir en
unión con El. haber optado por vivir situaciones que rompen la armonía de la
relación con Dios, es decir, de cualquier pecado tanto personal
como social. Son situaciones que alejan de la amistad con Dios,
por tanto, NO forman parte de su plan o proyecto de vida para
el hombre.

Consecuencia de esas opciones serán el perder la paz interior,


el daño en las relaciones interpersonales, o en la naturaleza que
nos rodea.

Podemos citar como ejemplos: el sufrimiento y la pérdida de


paz interior que resulta de optar por hacer conscientemente da-
ño a alguien, como en el caso de un aborto; la cruz que brota
de alimentar sentimientos como rencor, amargura, etc. El dolor
que causa el vicio de un miembro de la familia al resto de ella,
la cruz de la pobreza a causa de la injusticia social, la violación
de los derechos humanos, etc.

Pág. 4
Conclusión
La Cruz se presenta en nuestra vida diaria, ya sea como Cruz
Tema 19 Segundo Año
de Vida o Cruz de Muerte. La opción del cristiano, nuestra op-
ción, es asumir aquéllas que son salvadoras uniéndolas a la de
Cristo Jesús y ayudar a nuestros hermanos a cargar las suyas.
BIBLIOGRAFIA
Entendemos que la Cruz que era “escándalo y locura” es real-
mente FUERZA de Dios, instrumento de salvación y máxima ex-
• Biblia
presión de amor.
• “La Cruz” folleto de
Optar por Cristo, es creer en Él. Es confiar en que nos ama y nos los M.Sp.S.
conoce, es descubrirlo como la manifestación palpable de la Mi-
sericordia del Padre para con cada uno de nosotros; por eso, sa-
bemos que aquéllas “cruces” que no dependen de nosotros son
un don “a la medida”; es decir, que en su infinito Amor y Sabidu-
ría, Dios nos da o permite todo aquello que contribuye para
nuestra salvación, y no nos pide asumir algo que esté fuera de
nuestras posibilidades.

Por otra parte, en lo que se refiere a la Cruz de Muerte, Jesucristo


nos deja claro que no acepta esas “cruces” consecuencia de la
injusticia, la mentira, el abuso, la corrupción, etc., porque no son
don de Dios, sino fruto del pecado. El cristiano lejos de permane-
cer al margen de esa realidad, lucha y trabaja por transformarlas,
buscando así la salvación integral de todos los hombres.

Actuar
Identificaré cuáles son las cruces de muerte en mi vida y las
transformaré en cruces de vida.
Esta semana seré Cirineo para alguno de mis hermanos.
Haré una oración de agradecimiento a Dios, por aquellas cruces
que me permiten contribuir a la salvación de los hombres.

Celebrar
Canto “La Noche, el Grito, la Muerte” del cassette “Jesucristo es
Pura Vida” de los M.Sp.S. Cd. de 2º. Año.

Pág. 5
Oración inicial:

Tema 19 Segundo Año


SALMO DE MUERTE Y VIDA

Señor de la vida,
Tú no quieres
La muerte del pecador,
Sino que cambie de conducta
Y viva.

Danos la vida
Para ser grano de trigo
Que muere en el surco
Para convertirse
En miles de frutos.

Ayúdanos, buen Dios,


A morir al egoísmo,
A todo aquello
Que nos impide
Acercarnos a Ti…
Y confiar siempre.

Sabemos, Jesús,
Lo importante es
Que seguirte a Ti
convertirse transparencia Es cargar con la cruz
del crucificado, que Y seguir hasta el final,
transparente, en la Muriendo al pecado
esperanza el gozo
anticipado de la Para vivir en Ti
resurrección. Y ayudar a nuestros hermanos
A vivir amando. Amén.

Pág. 6
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 20 Segundo Año

Tema 20
CONCEPCIÓN CABRERA DE
ARMIDA
Objetivo
Presentar la manera como Concepción Cabrera de Armida encuentra un
camino de respuesta a Dios en su vida cotidiana, y bajo la guía del Espíri-
tu Santo, logra colaborar con Jesús en la salvación de los hombres.

Contenido: De los escritos de Concepción Cabrera de Armida


Ver 2
“Yo no quiero pensar, le dije a Jesús, por
Juzgar 3 qué me amas a mí; Yo estoy tan convenci-
da de que no lo merezco, que no lo podré
Conclusión 13 explicar.

Actuar 13
Yo siempre he creído que todo lo que me
Celebrar 13 has hecho es para otros; yo me he sentido
en tus manos como mero instrumento: a
veces como tijera para cortar, a veces co-
mo vela para encender y a veces como jerga para limpiar y
así, mi Jesús.

Pero que tu quieras a las tijeras, a la vela y a la jerga, así direc-


tamente, no se me había ocurrido.

Directrices:
El tema es un panorama Y viene instantáneamente la respuesta: “Ingrata ?No ves que
general de la vida de Con-
cepción Cabrera de Armida, doy a los otros de lo que se derrama en ti? ?No has visto que
se profundizará en su perso-
na y en el mensaje que nos rebasan en ti mis favores y son para los demás?
ha dejado a lo largo de los
años de formación. Y con esto me quedé con una vergüenza y a la vez con una
Si alguna persona se inter- gratitud sin límites.”
esa en conocer más la vida
de Conchita se recomienda
la lectura del libro “Yo soy
Conchita”
Tema 20 Segundo Año
Idea Central del Tema
Después de revisar a través de las reuniones anteriores la ma-
nera de vivir la Espiritualidad de la Cruz, presentamos ahora los
aspectos generales de la vida y experiencia espiritual de la Sra.
Concepción Cabrera de Armida, a quien todos los que nos nutri-
mos de su espíritu, llamamos cariñosamente “Nuestra Madre”,
no solamente porque es la inspiración de algunas de las Obras
que en la Iglesia viven la Espiritualidad de la Cruz, sino porque
verdaderamente hace con cada uno de nosotros, el papel de
madre.

Conchita atravesó todos los estados de vida que en su camino


de realización se le pueden presentar a una mujer: hija, herma-
na, novia, esposa, nuera, madre, viuda, suegra, abuela, bis-
abuela, y finalmente, por un privilegio pontificio, fue religiosa
consagrada viviendo en su propia casa.

Se casó a los 22 años y su vida de matrimonio duró 16 años y


algunos meses. En este tiempo fue madre de nueve hijos y los
36 años de su vida, los pasó en estado de viudez. Murió en 3
de marzo de 1937.

Fue una mujer de su tiempo y de su tierra: Vivió en la segunda


“Tu misión es la de
mitad del siglo XIX y las primeras décadas del presente siglo. Su
salvar almas”
vida estuvo envuelta en el entorno del campo, de las hacien-
Aut. 1, 51 das, por lo que aprendió a cabalgar, a ordeñar, a administrar su
casa y el rancho, a tocar piano, a bordar, a bailar, a limpiar pi-
sos y a orar. Fue una mujer que vivió en el mundo, aunque no
del mundo. Ningún aspecto de su vida fue obstáculo para amar
a Dios, sino oportunidades para relacionarse con Él, por ello se
dice que vivió la vida ordinaria de manera extraordinaria.

Ver
¿Por qué llamamos a Concepción Cabrera de Armida “Nuestra
Madre”?.
¿Por qué se presenta a Conchita como modelo de vida para la
mujer?
¿Cómo se considera a Conchita dentro de la Iglesia? ¿Qué tiene
de extraordinario la vida de Conchita para ser considerada Sier-
va de Dios?
¿Cuál es la gracia central que Dios concede a Conchita? ¿Cuáles
son las consecuencias de esta gracia central en Conchita?.

Pág. 2
Juzgar
1.– Niñez y adolescencia Tema 20 Segundo Año
Conchita nació en San Luis Potosí, el 8 de Diciembre de 1862,
dentro de una familia cristiana con todos los condicionamientos
sociales y culturales de su tiempo.

Fueron doce hijos, de los cuales ella fue la séptima. Su salud fue
muy frágil desde su nacimiento. Ella escribió:

“Procedió a mi nacimiento una gracia extraordinaria del Señor,


que mi madre pocos años antes de morir me refirió. Faltaban 5 ó
6 meses para mi nacimiento, cuando le vino una enfermedad
que agotando totalmente sus fuerzas iba a acabar con su vida.

El médico llamó a mi padre, y le dijo que para que se salvara mi


madre, tenía que morir yo. Se optó luego por sacrificarme a mí,
para que mi madre quedara con vida (ellos, mis padres, que
eran muy cristianos, no sabían, como yo tampoco sabía hasta
no hace mucho tiempo, que esto no debía ser); pero ¡oh maravi-
lla! O más bien, ¡oh poder y misericordia de Dios!

Comenzaron a dar a mi madre medicinas enérgicas para que yo


naciera antes de tiempo y contra lo natural, le obraron con efecto “Ardía mi pobre alma
contrario, cesando con ellas, hasta la enfermedad. Cierto que to- en deseos de un director
do el tiempo hasta unos días antes de venir yo al mundo, mi ma- que me comprendiera,
dre estuvo en cama, pero me salvé del limbo, de dejar de ver a que me empujara, que
Dios para siempre”. C.C. me aclarara tantas,
dudas, que me uniera
La madre debió permanecer en cama largos meses; después del
con Dios, aunque me
parto no pude criar a Conchita por encontrarse débil y enferma,
sentía indigna de tal
Conchita pasa de unos brazos a otros al cuidado de muchas no-
drizas -muchas de ellas mujeres con mala voluntad, engañando cosa”
a la madre de Conchita pues no tenían leche para alimentar a la Vida 1, 156-157
niña-, hasta que al fin, la mujer del portero de una de las hacien-
das de su madre, se ofrece a amamantarla haciendo a un lado a
su propio hijo, el cual muere a consecuencia de este intercam-
bio. Al llegar al uso de razón, Conchita es consciente de cuánto
debe a esta mujer.

Por otra parte, respecto a su instrucción y educación ella indica


que “los maestros iban a su casa a darles clases de instrucción y
música. En cuanto a la instrucción la tengo muy escasa no por
culpa de mis padres y maestros sino por mi tontera, pereza y
tantos cambios y viajes en la edad de aprender. Yo me dediqué
más a la música porque me encantaba el piano y el canto.”

“De cosas de la casa sí nos enseñó mi madre desde fregar sue-


los hasta bordar, a los doce años ya llevaba yo el gasto de la ca- Pág. 3
sa, y en la hacienda desde ordeñar, hacer pan, cosas de coci-
na, etc. Nunca nos dejaba mi madre en la ociosidad teniendo
Tema 20 Cuarto Año
en esto cuidado especial”

“Ni a mi padre ni a mi madre les gustaban los melindres, de


seis años me subieron a un caballo sola y la primera vez se es-
pantó y me caí. Acto continuo, sin dar importancia a mis lágri-
mas, mi padre mandó que tomara un vaso de agua y otra vez
arriba, así les perdí yo el miedo a los caballos, llegando a tener
hasta vanidad de montar los briosos y que a otros tiraban...”

En este tiempo, “crecí como la hierba de los campos, al natural


y que poco entendí Dios mío, tus gracias y favores...” En sus
“penas de niña” se aislaba a “platicar con los ángeles” encon-
trando así consuelo y plena seguridad de ser escuchada;
“desde muy niña, el campo, los pájaros, la naturaleza y aquella
paz me llevaban el alma a Dios”.

De este modo, su niñez y adolescencia se dan sin ninguna par-


ticularidad: Es la vida de una niña y jovencita de familia acomo-
dada, con poca preparación académica, que vive las distintas
actividades propias del lugar y de la época.

Asimismo se resalta su experiencia de sentir peligro de muerte


en el seno materno y la fragilidad de su salud, lo que influye en
la formación de su personalidad, y como consecuencia, -y al
igual que cualquiera de nosotros- en la caracterización de algu-
“Te dejo hacer en mí, nos conflictos, inseguridades y complejos reflejados en su com-
todo lo que Tú quieras:
portamiento.
me pongo en tus manos
Tiene una imagen desvalorada de sí misma que la remite a
como un poco de blanda
Dios: (ver el texto iluminativo de la portada) “siempre me he
cera; imprime en mí tu sentido en mi casa y fuera de ella, y toda la vida, la mas fea, la
imagen...” más inútil, y la más buena para nada... primero sentía feo, pero
C.C.1, 407
después se lo ofrecía a Dios...”.

Por otra parte siente una inmensa necesidad de Dios, y paulati-


namente va haciendo crecer un relación con Él, hasta sentir una
enorme necesidad de El, “nostalgia de Dios”.

2.– Novia
A los trece años se hizo novia del que más tarde fuera su espo-
so. Francisco Armida. Fue un noviazgo de nueve años y contra-
jo matrimonio con él a los 22 años:

“Tenía trece años y apenas conocía unos cuantos señores. En


esa época y a caballo me conoció el que más tarde había de
ser mi marido, según me contaba: Diré aquí como empezaron
mis relaciones con el que más tarde me casé. El día 16 de ene-
Pág. 4
ro de 1876 me llevaron a un baile de familia y ahí se me declaró
Pancho en toda forma y acto continuo le correspondí.
Tema 20 Segundo Año
Yo nunca había oído hablar de amores, y voy oyendo que sufría
si no lo quería, que sería muy desgraciado si yo no le correspon-
día y cosas por el estilo que me dejaron fría. Yo n me creía capaz
de inspirar cariño, se me conmovió el corazón y se me hizo tan
raro que sufriera aquella persona porque yo no la quisiera que le
dije que sí lo quería pero que no sufriera por tan poco...”

“A mí nunca me inquietó el noviazgo en el sentido de que me


impidiera ser menos de Dios. Se me hacía tan fácil juntar las dos
“Creció el fuego en mi
cosas. Al acostarme ya cuando estaba sola, pensaba en Pancho
corazón en aquel
y después en la Eucaristía que era mi delicia. Todos los días iba
a comulgar y después a verlo pasar. “ entonces, y todo mi
anhelo era pertenecerle a

3.– Esposa Jesús, ser toda de él por


cuantos medios

El 8 de noviembre de 1884, en la Iglesia del Carmen en San Luis estuvieran a mi


Potosí, Conchita contrajo matrimonio con Francisco Armida. alcance...”

Aut. 2, 32
Por lo que respecta a su vida de matrimonio aparecen en sus pa-
labras las limitaciones y condicionamientos de su tiempo. Como
para tantas otras jóvenes de entonces, hay una confusión entre
el desconocimiento de las realidades sexuales y la inocencia, al
grado de que ella habla de su vergüenza y de su desconcierto al
quedarse por primera vez sola con su marido en el carruaje en
el que se dirigían a su hogar, la misma tarde del matrimonio. La
idea de que la fecundidad del matrimonio se realizaba al darse
los esposos las manos en le Iglesia, es otro aspecto de esa mis-
ma confusión.

Un cierto choque entre su pudor físico y espiritual y la intimidad


conyugal, aparece también claro y es perfectamente explicable:
La mentalidad de esa época con un sentido dualista (alma =
bueno; cuerpo = pecado) la sexualidad era casi identificada con
la concupiscencia y el pecado.

Sin embargo, aún dentro de esos condicionamientos y de esa


mentalidad, Dios la toma de la mano y con su Luz le hace des-
cubrir, valorar y apreciar el estado matrimonial; podemos ver en
sus escritos la evolución del pensamiento de Conchita respecto
al matrimonio, gracias a lo que Jesús, el Señor le instruye: “El
matrimonio es santo y su fecundidad es sólo un reflejo de la de
Dios”

Francisco Armida fue un hombre muy respetuoso con su espo-


sa:
Pág. 5
a) ¿Quién fue Francisco Armida García?

Tema 20 Segundo Año


Respecto a Pancho, su esposo, escribe: “Yo no se cómo Pan-
cho que era hombre inteligente y pulcro se casó conmigo. En
todas las cosas tenía muy buen gusto, sólo en escogerme a mí
lo perdió. Varias veces se lo pregunté admirada y el pobre me
contestaba que él sabía lo que hacía; ¡qué me había de decir!”

Pancho era “muy bueno, cristiano, honrado, recto, inteligente.


Sensible a cualquier desgracia excelente padre que no tenía
más distracción que sus hijos... Era muy correcto en su vestir,
fino en su trato, un hombre de hogar, muy obsequioso conmi-
go, muy sencillo, respetuoso y delicado. Tenía carácter fuerte y
enérgico que con el tiempo se le endulzó. Me tenía grande con-
fianza y con frecuencia me hablaba de sus negocios tomando
mi opinión aunque nada valía. Era hombre de orden y metódi-
co”.

Referente a los puntos débiles de Francisco, Conchita apunta


cinco principales: “Cuando nos casamos tenía un carácter muy
violento. Era como la pólvora, luego pasaba el fuego y se con-
tentaba apenado. Al cabo de algunos años cambió tanto, que
hasta su mamá y hermanos se admiraban. Yo creo que era la
gracia y continuo limarse el pobre con esta lija y duro pedernal”.

“Era muy presumido”. Por esa razón le molestaba el poco cui-


dado en el vestir de su esposa. Sin embargo, ya para morir, re-
cuerda Conchita: “Me encargó que le pusiera un hábito viejo de
“Quiero que seas como San Francisco y lo enterrara en segunda clase por humildad.
un espejo purísimo, en Cuando arreglamos lo del entierro, ni hubo hábito viejo, sino
nuevo, y no había fosa de segunda sino de primera en el pan-
donde se reproduzca la
teón Tepeyac”.
imagen de tu Jesús
crucificado” Por otro lado revela Conchita el espíritu celoso de Pancho: “Mi
Tesoro pp. 127 esposo era un poco celoso. Cuando más o menos él dudaba
de mí, le hablé muy fuerte y con gran vehemencia. Siempre en
los casos extremos lo he hecho así y he conseguido mi objeto
y que se me respete”. Pero esta característica tan arraigada,
Francisco la fue superando con el tiempo. Años más tarde,
cuando la encontraba escribiendo las cosas de su conciencia,
era otra su actitud: “Nunca leía lo que escribía, a veces me en-
contraba haciendo mis cuentas de conciencia. Son cosas del
espíritu que tú dices y yo no entiendo, me decía”

Conchita menciona también que Pancho “le tenía mucho miedo


a la enfermedad y a la muerte. Le leía el `Kempis´ y a menudo
salía el capítulo de la muerte. Mi esposo creía que yo lo hacía a
propósito”. Sin embargo, posteriormente Conchita revela: “Su
miedo a la muerte se cambió en un perfecto abandono a la vo-
luntad divina”, ya que estando cerca de la muerte, ella escribe
Pág. 6
palabras de Pancho: “Según yo, es el momento que más falta le
hago a mis hijos, pero Dios sabe lo que hace y yo sólo quiero su
voluntad”. Francisco tenía 43 años y ocho hijos. En su lecho de
muerte después de haber bendecido a cada uno de sus hijos, Tema 20
Conchita le dice a su marido: “Yo siempre he procurado darte Segundo Año

gusto y si Dios te lleva, quiero seguir tu voluntad: ¿Qué quieres


de mí...? Que seas toda para Dios y toda para tus hijos”

b) Relaciones de Familia de Conchita.

En este aspecto encontramos la quinta debilidad de Pancho, ya


que cuando Conchita cometía alguna torpeza o hacía algo de
mal gusto y era criticada por sus cuñadas, su marido muchas ve-
ces les daba la razón a ellas.

“El Señor me apretaba fuerte a las humillaciones con mis cuña-


das, a querer aparecer ante ellas como inútil y que cuanto hiciera
no les agradaba. Así lo hice años y años, venciéndome con la
gracia de Dios. Mucho me sirvió este crisol en el que mi marido
muchas veces les daba la razón, para desprenderme de mí mis- Yo siempre he creído que
ma. todo lo que me has hecho
es para otros; yo me he
Cuando hablaba, aunque le costó mucho a mi soberbia al princi-
sentido en tus manos como
pio, siempre alababa a mis cuñadas aún con mi marido y a sus
mero instrumento.
buenos papás. Así, con la gracia de Dios curé mi orgullo. Jamás
le decía a mi esposo lo poco que tuviera que sentir de su familia, C.C.
no por virtud seguro, sino por conservar la paz, aunque todo es-
to se lo ofrecía al Señor. Con el tiempo este modo de ser me
conquistó gran estimación inmerecida de él”.

Conchita resume así su sentimiento de esposa: “Yo fui muy feliz


en mi vida de casada”.

4.- Madre
En los casi 17 años de matrimonio, hasta la muerte de su espo-
so, Conchita fue madre de 9 hijos, a quienes formó humana y
cristianamente. Esta es la relación sintetizada de sus hijos:

• Francisco: Casado con dos hijos. 1885-1982


• Carlos: Murió a los 6 años de tifoidea. 1887-1893
• Manuel: Se ordenó de sacerdotes de la Compañía de
Jesús.1889-1955
• Ma., de la Concepción: Se ordenó de religiosa de la Cruz
1890-1925
• Ignacio: Casado con 8 hijos. 1893-1979
• Pablo: Murió de 18 años de tifoidea. 1895-1913
Pág. 7
• Salvador: Casado sin descendencia. 1896-1975

Tema
Tema20
4 Segundo Año


Guadalupe: casada con dos hijos 1898-1980
Pedro: Murió ahogado en la fuente de su casa de 4 años
1899-1903

En una carta que Conchita escribe a su director espiritual, el


Obispo Maximino Ruiz, ella misma le dice que por encima de
todas las demás cosas su tarea primordial y su ocupación más
importante es la educación de sus hijos. Existen muchos escri-
tos y cartas que Conchita envía a sus hijos, a sus nueras y yer-
nos y a sus amistades, en donde se testimonia su entrega co-
mo madre, sus consejos y orientaciones.

Asimismo, el testimonio de sus mismos hijos es muy revelador.


“Mamá sonreía siempre”. De tal manera era sencilla y natural su
vida que inclusive alguno de sus hijos se expresa diciendo: “Mi
mamá casi no rezaba”. Y en una entrevista realizada con ellos
por el Padre Philipon, reconocido teólogo francés, y en donde él
les explica que su madre había sido una gran santa y una gran
mística, la respuesta de ellos es la siguiente: “Nosotros no sabe-
mos nada ni de santidad ni de mística, pero si sabemos que
mamás como ella, no las hay”.

5.– Viuda
El 17 de septiembre de 1901, después de 17 años de matrimo-
Jesús, Salvador de los nio y teniendo Conchita 37 años de edad, muere su esposo.
hombres, sálvalos,!! Los primeros años de su viudez fueron terribles para Conchita.
Los médicos creyeron que iba a morir. El pensamiento de su
marido la seguía a todas partes. Con la muerte de él, la vida de
Conchita cambió bruscamente ya que se quedó sola al frente
de sus ocho hijos, y cuando el mayor, Francisco, contaba ape-
nas 16 años de edad. Ciertamente que aceptó como voluntad
de Dios su nueva realidad de viuda, sin embargo, ello no le ne-
gó el sentir un profundo dolor por la pérdida definitiva de su es-
poso. Así se constata en muchos de sus escritos:

“... ¡Oh Dios mío!, mi corazón se despedazaba de pena y aún


de remordimientos por haberle guardado los secretos de mi es-
píritu. A la vez que veía más próxima su separación, crecía, se
agigantaba el cariño de mi corazón. Sentía yo que no tenía ca-
beza, ni fe, ni razón, sino tan sólo corazón... ¡Oh gracias del Se-
ñor de lo que eres capaz! Cierto que yo no hacía durante todos
aquellos días, ni podía hacer más oración que ésta: “Hágase tu
voluntad así en la tierra como en el cielo, pero desde aquel mo-
mento sentí la fortaleza del Espíritu Santo para aceptar con sere-
nidad el terrible golpe que venía directo a partirme el corazón, y
arrancar el padre a mis hijos”... ¡Oh noche de soledad, de dolor,
Pág. 8 de sufrimiento!”.
“El llanto de mis hijos que derraman por su padre me traspasa el
alma... Mal del cuerpo y ahora estoy resintiendo la fatiga, pues
ni de día ni de noche me aparté de mi enfermo, asistiéndolo en
todo personalmente hasta su muerte. Tengo enfermos a mis
Tema 20 Segundo Año
hijos, sobre todo al más pequeño... El Señor me ayude con la
Cruz”. El 30 de septiembre de (1901) añade dolorosamente

6.– Escritora
Conchita es una mística de la Iglesia que ha escrito obras innu- Tu me pedías que
merables. Sus textos cuentan con gran oportunidad teológica, a salvara a los hombres, y
pesar de su escasa formación y preparación académica, que no yo he venido de nuevo a
llegó ni siquiera al tercer grado de primaria. salvarlos por medio de
estas Obras, en tu
Dentro de sus escritos, cuenta con 46 obras editadas y 26 obras
corazón. Millones de
inéditas, entre las que se encuentran sus “Cuentas de Concien-
cia” o bien, su diario personal, que lo escribió por obediencia a almas se unirán a este
las indicaciones marcadas por sus directores espirituales desde nuevo empuje de mi
los 31 años de edad, hasta los 74 años, muy poco antes de su bondad y mi corazón
muerte. tendrá un consuelo...mi
Iglesia una ayuda...mi
Solamente dentro de sus cuentas de conciencia logró reunir 66 padre gloria y el Espíritu
tomos, además de que, después de su muerte, se lograron reco- Santo, almas!
pilar 23 tomos de cartas dirigidas a personas de todo tipo y con-
dición. C. C. 22, 412-413

Dentro de la temática que tratan sus escritos, se pueden encon-


trar revelaciones sobre:

• La vida de la Trinidad.
• La generación eterna del Verbo.
• La acción del Espíritu Santo en la Encarnación.
• Presencia del Espíritu Santo en la Iglesia y en las
personas.
• El misterio de la Iglesia.
• El sacerdocio místico del Pueblo de Dios.
• La santidad y misión del sacerdote.
• La simplificación de la vida espiritual en el amor.
• La asociación a la Encarnación Redentora de
Cristo.
• La misión de María en el misterio de la Iglesia.
• La consumación en la unidad de la Trinidad.

Muchos de estos temas fueron nuevamente tratados por la Igle-


sia hasta el Concilio Vaticano II (1965), por lo que se consideran
Pág. 9
reveladores de una importante misión profética.

Tema
Tema20
4 Segundo Año
7.– Experiencia espiritual
Hemos visto como la vida de Conchita Cabrera de Armida es
una vida extremadamente como la de tantas otras personas
que han sido también, como ella, novias, esposas, madres y
viudas. Desde sus directores espirituales hasta los que han si-
do encargados expresamente de examinar su espíritu y sus es-
critos, todos se quedan admirados de las extraordinarias gra-
cias de Dios que ella recibió en su vida.

Realmente, su grandeza se centra en que con todo y los conflic-


tos e inseguridades (conscientes e inconscientes) que sufrió
desde pequeña y que marcaron de manera importante su per-
sonalidad ella pudo ir superándolos con la ayuda del Señor, a
su vez, que Él la eligió asumiéndola integralmente toda su reali-
dad personal (con sus potenciales, debilidades y limitaciones),
logrando así hacerla crecer en su amor y en la perfección espiri-
tual, que más tarde le llevaran a cumplir como misión el anun-
ciar al mundo el misterio de Cristo Sacerdote y Ofrenda, como
único medio de salvación para los hombres.

Presentamos ahora una síntesis de los aspectos más importan-


tes de su proceso de santidad:

• Desde su juventud siente una profunda e incontenible nos-


“Te he querido hacer talgia de Dios, que va creciendo hasta convertirse en una
como un retrato lejano de verdadera necesidad de estar con Él, de vivir en su presen-
María , depositaria de las cia.
gracias del espíritu
Santo, para que por Ella • Se da una unión cada vez más profunda y una entrega
el mundo los reciba, por más completa al Señor en medio de sus deberes de esta-
el reflejo de Ella, en la
do.
encarnación mística, tu
• A partir de 1881 se da una búsqueda continua en su per-
corazón será como
fección. Se apoya en sus directores espirituales para ir
almacén d esas gracias avanzando en su crecimiento.
para bien de los
sacerdotes todos” • En 1889 asiste a sus primeros ejercicios espirituales y es-
cucha en su interior: “Tu Misión es la de Salvar Almas”. En
C.C. 54, 160
ese momento no entendió su significado; pensó que debía
sacrificarse por su marido, por sus hijos y criados, así que
se empeño en cumplir fielmente la encomienda de esa ma-
nera.

• El 14 de Enero de 1984 se graba en su pecho el monogra-


ma JHS, como una forma de manifestar su pertenencia al
Señor. Entonces se olvida de sí y exclama su deseo:
Pág. 10 ¡JESÚS SALVADOR DE LOS HOMBRES, SÁLVALOS, SÁL-
VALOS!

• Desde el mes de noviembre de 1893 el Señor se le mani-


fiesta de muchas formas, de manera que ella lo describe co-
Tema 20 Segundo Año
mo una “persecución del Señor”. Sin embargo, fue a raíz de
la inspiración del monograma -dos meses más tarde- que el
Señor intensifica su llamado: “no me dejaba ni de día ni de
noche, ni en la oración, ni fuera de ella, con aquella persecu-
ción amorosa, con aquella invasión divina... a la manera de
un novio que pretende a una para casarse...”, “Te quiero
mía, lo era ya, pero aún más quiero que lo seas, me repetía;
acércate, quiero hacer contigo unos desposorios, quiero dar-
te mi nombre y prepararte a grandes gracias”. Es así que en
enero 23 de 1894 se dan los “desposorios espirituales con
Cristo”.
“Piensa que tú no sólo
• En respuesta a este encuentro, se refuerza el proceso de eres madre, sino
transformación de Conchita, el cual sigue las distintas eta- también, en mi unión,
pas que se dan en toda relación entre personas que se quie- altar, sacerdote y
ren: víctima” C.C. 54, 252

+ Conocimiento.
+ Atracción.
+ Comunicación.
+ Intimidad.
+ Silencio contemplativo.
+ Promesa de amor eterno.
+ Entrega plena.
+ Fecundidad.

• Como resultado de este proceso, Conchita experimenta una


serie de cambios en su interior.

+ Enamoramiento pleno con Cristo Crucificado.


+ La práctica de virtudes ocultas.
+ “Se suavizó mi carácter”.
+ “Me enseñó a sufrir en silencio penas, contrarieda-
des, dolores, enfermedades, etc.
+ Compañía permanente de Cristo.

• A su vez, en respuesta a estos cambios experimentados en


su persona se da:

+ La vivencia plena de su sacerdocio bautismal, haciendo de su


vida una ofrenda continua en favor de los demás.
Pág. 11
+ Desde aquí podemos entender la transformación que tuvo,
aún del sufrimiento de su misma existencia♣ , en una oportu-
Tema
Tema20
4 Segundo Año
nidad de colaborar con Jesús en la salvación de los demás,
viviendo así el propio sufrimiento, del mismo modo como
Cristo vivió el suyo.

• En 1894 tiene la visión de la Cruz del Apostolado.

• A partir de ese mismo año, vive su vida cotidiana de la ma-


nera más natural, pero de forma transfigurada, es decir con
los firmes propósitos de agradar al Señor con los más in-
significantes detalles, desarrollando una especial sensibili-
dad para no ofenderlo, a través del trato amoroso con su
esposo, sus hijos, sus amistades, su servidumbre, etc.

• El Señor la va transformando y preparando en su interior,


para recibir la gracia central, de su existencia: “La Encarna-
ción Mística”. Es decir, una manera nueva, divina, de amar
a Jesús y de unirse espiritualmente a Él, a la manera del
amor de María, quien tuvo una identificación absoluta con
su Hijo y una íntima asociación con su obra redentora.

• De este modo, el 25 de marzo de 1906, día en que se cele-


braba la Encarnación del Verbo, el Señor le concede vivir
esta gracia especial de unirse a Él místicamente, y asociar-
se íntimamente al amor y gracias de María Madre de Dios.
BIBLIOGRAFIA Jesús le pide “encarnar” en ella de manera especial, para
que con su nuevo testimonio de vida, le ofrezca “hijos es-
• “Concepción pirituales” que acepten vivir a imagen de Cristo.
Cabrera de
Armida: forjadora • Las consecuencias de esta gracia central que vive Conchi-
de una nueva
ta son incontables. Entre otros, podemos mencionar:
familia”
Ma. Guadalupe
Labarthe + Ama al Señor con un amor nuevo.
Cabrera, + Busca comunicar a Cristo en medio de su realidad coti-
R.C.S.C.J. diana, ofreciéndose como madre, que con su ejemplo
• y testimonio de vida, atraiga “hijos espirituales” que
“Tu nombre en mi busquen asemejarse a Cristo.
carne“: P.
Fernando Torre + Se acrecienta y agiganta su amor a la Iglesia, especial-
Medina M. Sp. S. mente a los sacerdotes, por quienes se ofrece constan-
temente.
+ Es llevada a penetrar en los íntimos dolores de Cristo
en su pasión.
+ Comprende los sufrimientos de Nuestra Madre, María,
durante sus años de soledad.
+ Es llamada a convertirse en un espejo de Cristo crucifi-
cado.
Pág. 12
• En la última etapa de su vida, Conchita profundiza en la so-
ledad de María y vive momentos de sequedad o aridez en
su relación con Jesús. Ella entiende que los silencios del Se-
ñor la asocian más íntimamente con la soledad de María y
Tema 20 Segundo Año
con aquel profundo desamparo de Jesús en la Cruz que le
hace exclamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por que me has aban-
donado?”. De hecho, en su lecho de muerte, alguien le pre-
gunta: “Conchita, ¿y sus relaciones con Jesús?, y ella res-
ponde: “... como si nunca nos hubiéramos conocido”.
Tu me pedías que
• Conchita muere el 3 de marzo de 1937 teniendo 74 años de
salvara a los hombres, y
edad.
yo he venido de nuevo a
salvarlos por medio de
Conclusión estas Obras, en tu
corazón. Millones de
A través de todo este recorrido por la vida de Conchita, podemos
almas se unirán a este
vislumbrar que Dios escoge a una mujer seglar, casada, madre y
nuevo empuje de mi
viuda, en otras palabras, a una mujer ordinaria para dar un im-
portante mensaje a su Iglesia, inclusive a sacerdotes y Obispos, bondad y mi corazón
y al mundo de hoy, tomándola con todas sus limitaciones de tendrá un consuelo...mi
persona, con todos sus conflictos e inseguridades conscientes e Iglesia una ayuda...mi
inconscientes, pero también, con toda su docilidad, su entrega y padre gloria y el Espíritu
apertura, para llevarla por lo más altos caminos de perfección Santo, almas!
cristiana... De hecho, pudiera decirse que el mérito mayor de
Conchita fue el “dejarse hacer por el Señor”, frase que repite 276 C. C. 22, 412-413
veces a lo largo de sus escritos.

Sólo así, presentado integralmente a la persona, es posible ver y


entender, de forma alcanzable y realista, el modelo del santo,
quien como alguien igual a cualquiera de nosotros, puede ser y
realista, el modelo del santo, quien como alguien igual a cual-
quiera de nosotros, puede ser elegido de manera particular por el
Señor, para difundir con su testimonio de vida y en su medio de
acción, un importante y actual mensaje evangélico para la Iglesia
y el mundo de hoy.

Actuar
Esta semana viviré conscientemente en la presencia de Dios.
Voy a dejar actuar a Dios en mi vida, dejándome hacer por Él.
Amaré a mis hijos y a mi esposo a la manera de Jesús, en el ser-
vicio.

Celebrar
Hacer Una oración de agradecimiento a Dios por el regalo que
nos ha hecho de poder conocerlo, amarlo y servirlo dentro del
Apostolado de la Cruz.
Pág. 13
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 21 Segundo Año

Tema 21
SACRAMENTOS:
ACONTECIMIENTOS
SALVÍFICOS

Objetivo
Contenido: Conocer a mayor pro-fundidad lo que son los sacramentos, el por qué de los
sa-cramentos y el para qué de los sacramen-tos para nuestro ser de hijos de
Ver 2 Dios en Cristo.

Juzgar 2 Sobre los sacramentos:


Conclusión 8

“Así pasará con nosotros: a medida que


Actuar 8
seamos más fieles, recibiremos más gra-
cias. Si queremos, pues, recibir gracias
Celebrar 8 nuevas, hagamos fructificar las que ya nos
fueron dadas..
Oración Inicial 9
El Espíritu Santo será con nosotros más ge-
neroso, si nos ve más fieles en correspon-
der a sus divinos favores. Utilicemos todos
los tesoros de nuestra vocación, del estado
actual en el cual Dios nos ha puesto y no perdamos nuestro
tiempo en formar planes y deseos inútiles.

En los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación hemos


recibido las gracias suficientes para hacernos santos. En lugar
DIRECTRICES: de pedir más, seamos más fieles y apliquémonos a utilizar las
Presentar la proble- riquezas que poseemos.
mática de la práctica reli-
giosa en el ambiente de Somos ricos con la riqueza misma de Dios, y no podemos
la pequeña comunidad y
presentar los sacra- imaginar siquiera cuán grandes son los tesoros que Dios ha
mentos como las práct- puesto entre nuestras manos para que los multipliquemos por
icas religiosas fun- medio de una perfecta correspondencia a la gracia”
damentales de los cris-
tianos así como una vi-
sión general de su es-
tructura y función. (P. Félix de Jesús Rougier Libro a María, pp. 198-201
J. Padilla, Hacia el Divino Padre, p. 134)
Idea Central del Tema
Tema 21 Segundo Año
Los sacramentos tienen por objetivo perfeccionar a los hom-
bres en la vida cristiana, y ser remedio contra el pecado; esa vi-
da no sólo es personal sino comunitaria; por ello los sacramen-
tos son medios de vida:

1) En cuanto a la propia persona

Promoviendo la vida:
como dádiva del ser: bautismo
Como aumento del ser recibido: confirmación
Como alimento de la vida: eucaristía
Curando la enfermedad:
curación del pecado: reconciliación
Curación de la debilidad: unción de los enfermos

2) En orden a la comunidad

Facultad de propagación natural: matrimonio


Facultad para dirigir a la comunidad: orden sacerdotal

El sacramento no es un Asumiendo esta clasificación de vida podemos dividir los sacra-


gesto ritual ajeno a la mentos en tres partes:
experiencia cristiana que
1.– Sacramentos de iniciación cristiana: bautismo, confirmación
vive el creyente, sino que
y eucaristía.
brota de esa experiencia
y revierte sobre ella para 2.– Sacramentos de curación: reconciliación y unción de los
enriquecerla. enfermos.

3.– Sacramentos para servicio de la comunidad: matrimonio y


orden sacerdotal.

Ver
¿Son los sacramentos un medio adecuado que nos lleva a
Dios, o bien, son fórmulas con las que intentamos, a veces in-
conscientemente, poner a Dios a nuestro servicio? ¿Qué son los
sacramentes? ¿Por qué hay sacramentos? ¿Para qué son los sa-
cramentos?.

Juzgar
I.– Una mirada a nuestra realidad
Primeramente es necesario conscientizarnos de la realidad que
Pág. 2 vivimos respecto a nuestras prácticas sacramentales y religio-
sas. Hoy en día nuestra práctica religiosa tropieza en muchas difi-
cultades, algunas de ellas fundamentales:

• En algunos ambientes se reza menos Tema 21 Segundo Año


• Han disminuido las prácticas de piedad
• Se minusvalora o se rechaza la práctica de los sacramentos
• El pueblo creyente da más importancia, a veces, a otras
prácticas como procesiones, novenas, etc. que a la práctica
sacramental.
• Se da una separación entre la doctrina religiosa y la práctica
religiosa. Con frecuencia se vive la práctica sacramental
(bautizos, bodas, misas, unción de los enfermos, confesio-
nes) de manera rutinaria, movidos por la fuerza de la costum-
bre, por un cierto temor religioso, por tranquilizar la concien-
cia, por asistir a un acto social, o por otros motivadores que
nada tienen que ver con su esencial significado.
• Por otro lado, observamos que se da un fuerte divorcio entre
nuestra formación religiosa, la práctica religiosa y nuestra vi-
da. No hay congruencia entre lo que pensamos, creemos y
hacemos; entre nuestra fe y nuestra vida. Del mismo modo
pensamos que los sacramentos son actos religiosos que se
practican en el templo, pero que nada tienen que ver con la
vida cotidiana del cristiano. Solo a través del
• Erróneamente se ha llegado a pensar que la práctica sacra- simbolismo religioso,
mental tiene por sí misma, una misteriosa capacidad de san- resulta posible al hombre
tificar a las personas. Se cree que con ella se genera un efec- experimentar o decir algo
to mágico y automático de transformación, sin necesidad de de lo que es.
involucrar la disposición interior de la persona. Esto queda
clarificado cuando vemos que muchas personas reciben asi-
duamente los sacramentos y no siempre se distinguen por
su comportamiento estrictamente cristiano.
• Por otra parte, los sacramentos no son comprendidos y vivi-
dos por un importante sector de la población porque, por un
lado necesitan de muchas explicaciones o teorías para ser
entendidos y vividos plenamente. Y por otro lado porque han
dejado de ser un verdadero símbolo sagrado y han degene-
rado en meros actos rituales.

Ahora bien, cuando practicamos los sacramentos realizando una


serie de gestos externos pero vaciados de la experiencia e invo-
lucración interna de la persona, y cuando además, atribuimos un
efecto más o menos mágico y automático a ese gesto extremo
fielmente realizado, es cuando hablamos de que el símbolo
sacramental ha degenerado en un mero rito, sin significado, sin
una real transformación interna que logre tener incidencia en
nuestra vida diaria.
Pág. 3
II.- Los sacramentos: práctica fundamental del
Tema 21 cristiano.
Cuarto Año Por lo comentado anteriormente, en nuestras prácticas religiosas,
incluyendo los sacramentos, podemos caer en una ambigüedad:

¿Son los sacramentos un medio adecuado que nos lleva a Dios,


o bien, son fórmulas con las que intentamos, a veces incons-
cientemente, poner a Dios a nuestro servicio?

¿no serán una manifestación de nuestras neurosis y nuestros


miedos a los que tratamos de enfrentar poniendo a Dios como
escudo?… ¿No vendrán a ser, en fin, la práctica de mecanismos
de magia mediante los cuales intentamos obtener efectos auto-
máticos, tranquilizantes o gratificantes?

Es necesario redescubrir los sacramentos como las prácticas reli-


giosas fundamentales del cristiano, son las prácticas y la expre-
sión cristiana que ocupan el lugar prioritario en nuestra religión,
en nuestra fe. Toda vivencia religiosa se compone de dos ele-
mentos: la doctrina y la práctica.

Gracias a nuestra disposición interior, es posible hacer vida los


sacramentos, y al momento de traducirlos en acciones movidas
por el Espíritu, estos nos ayudan a acrecentar nuestra fe, a forta-
El símbolo hace presente
lecerla y a intensificarla.
al misterio. Transforma
las cosas en revelación III.– El qué, por qué y para qué de los sacramen-
de los divino y de su tos.
presencia activa en el
mundo. a) ¿Qué son los Sacramentos?

Los sacramentos cristianos son los símbolos visibles funda-


mentales de nuestra fe. Estos símbolos, como vimos anterior-
mente están agrupados de la siguiente manera:

Sacramentos de iniciación Cristiana: Bautismo, Confirmación y


Eucaristía.

Sacramentos de Curación: Reconciliación y Unción de los Enfer-


mos.

Sacramentos al servicio de la Comunidad: Matrimonio y Orden


Sacerdotal.

Los símbolos sacramentales tienen su origen y su razón de ser


en Cristo, y son la manifestación del gran símbolo sacramental
que es la Iglesia, la comunidad de los creyentes, que celebra y
Pág. 4
expresa por esos medios las experiencias básicas de su fe.
Esto significa, como ya se mencionaba anteriormente, que los sa-
cramentos no son simples ritos religiosos que comunican auto-
máticamente la gracia de Dios a los hombres. Esto quiere decir Tema 21 Segundo Año
además que los sacramentos no son meros signos que producen
de una manera casi mágica unos determinados efectos salvíficos
y santificantes. Y eso quiere decir también que los sacramentos
no son símbolos individuales, sino esencialmente comunitarios.

Por lo tanto, un sacramento puedo ser administrado según todos


los requisitos que se exigen para su validez, pero no por eso es
un sacramento auténtico, ya que para que esto se de, es necesa-
rio además, que por medio de él, la comunidad cristiana celebre y
exprese simbólicamente las experiencias fundamentales de su fe,
esto es, es necesario que no sólo conozca sino que principalmen- La Iglesia no sólo es un
te haga vida (experiencia) el amar a Dios y al prójimo a través de medio de salvación; es la
todas sus manifestaciones. Sólo así, haciendo vida el sacramento, salvación misma de
es posible que éste exista de manera verdadera y auténtica.
Cristo, es decir, es la
forma corporal de esta
b) ¿Por qué hay sacramentos?
salvación manifestada
En cuanto a por qué razón existen los sacramentos en la Iglesia, en el mundo.
más que pensar que fueron instituidos por una ley divina que así
lo hubiese dispuesto, o porque lo exige una tradición de rituales
sagrados a la que no hay más remedio que someterse, es nece-
sario entender que cuando,
por ejemplo, queremos expresar algún sentimiento de amor vivi-
do entre dos personas, muchas veces además de hacerlo con
palabras, es necesario emplear algunos símbolos visibles como
el abrazo, el beso, etc., que faciliten la manifestación del amor, y
que reflejen un mayor significado y contenido que las simples
palabras.

Del mismo modo, la vida de la fe, de la esperanza y del amor


que caracterizan a la comunidad creyente, no pueden expresar-
se y manifestarse en toda su plenitud solamente con ideas y pa-
labras. Es necesario utilizar también símbolos y esos símbolos
son nuestros sacramentos.

De esta manera cuando, por ejemplo, Jesús se hizo bautizar, no


estaba imponiendo una ley a los creyentes; o cuando celebró la
última cena con su comunidad, tampoco estaba necesariamente
dejando una ley para el futuro. El bautismo de Jesús es el símbo-
lo que refleja su adhesión total a el proyecto y la voluntad del Pa-
dre; del mismo modo, nuestro bautismo y el de cada cristiano es
símbolo que celebra y expresa nuestro destino. Adherirnos de
por vida a Cristo, siguiendo su ejemplo, sus motivaciones y sus
actitudes de vida.
Pág. 5
En el mismo sentido, la cena que celebró Jesús con su comuni-
dad de discípulos y nuestras Eucaristías de hoy en día, son el
Tema 21 Segundo Año
símbolo que expresan la comunión de vida, la solidaridad de
los creyentes entre sí como hermanos y con respecto a Jesús.

La Iglesia es fiel a Jesús cuando celebra los mismo símbolos


sacramentales que realizó Jesús: cuando los creyentes se ad-
hieren al destino de Jesús (bautismo), cuando comulgan con su
vida (Eucaristía), cuando viven plenamente el amor
(matrimonio), cuando perdonan a los demás hermanos
(reconciliación) y los liberan de medios de opresión y de peca-
do (orden sacerdotal), cuando sanan las raíces del mal y del su-
frimiento (unción de los enfermos).

Cuando todo eso no son sólo palabras sino experiencias reales


y concretas vividas cada día con el hermano, entonces es así
que estamos viviendo los sacramentos plenamente, es así
pues, que estamos expresando nuestra fe con los símbolos fun-
damentales de nuestro cristianismo a los que llamamos sacra-
mentos.

c)¿Para qué son los Sacramentos?

Al participar de un sacramento antes que recibir infaliblemente


la gracia o encuentro personal entre Dios y el hombre, es im-
“ Me hizo ver cómo el
prescindible la apertura en libertad por parte de la persona Dios
Espíritu Santo, que El envió nos salva pero no sin nuestro libre compromiso en la tarea.
después de su Asención a
los cielos, vino a confirmar Ya el Concilio Vaticano II marcó, también la importancia de vivir
la Iglesia y las enseñanzas y plenamente los sacramentos: “ Los sacramentos no sólo supo-
doctrina que El había nen la fe (en la persona que los recibe, sino que a la vez la ali-
establecido en sus mentan, la robustecen y la expresan”. Siempre son eficaces
apóstoles; y además todos porque simbolizan y hacen presente la fe y la vida de la comu-
nidad, así también la fortalecen y la avivan.
los misterios, todos los
sacramentos, dándoles a
Sin embargo, para que la gracia de Dios transforme a quien reci-
éstos vida” C.C.13,204 be un sacramento, se necesita fe, actitud de apertura en libertad
y disposición de la persona. Además es imprescindible que la
vivencia de su fe, la traduzca en actitudes y acciones cristianas
concretas que reflejen su real compromiso de seguir a Cristo.
Sólo así es posible trasladar el sacramento del templo a la vida
cotidiana, es decir, sólo así es posible hacer vida el símbolo sa-
cramental, y con ello, hacer que el sacramento mismo logre
cambiar interiormente al hombre, fortalezca su fe, la intensifique
y la acreciente.

Conclusión
No debe haber ruptura entre nuestra vida cotidiana y nuestra vi-
Pág. 6 da sacramental; ya que los sacramentos son la misma vida, to-
da ella empapada del Espíritu Santo, expresada de manera diver-
sa según las circunstancias.

A los sacramentos hay que llevar la vida de todos los días, de Tema 21
esa manera realmente se comienzan los sacramentos, se fragua Segundo Año

algo que podemos celebrar en la liturgia.

Todos los sacramentos actualizan el único favor de Dios: la sal-


vación que llena nuestros vacíos y transforma nuestra condición
humana, divinizándonos.
B I B L I O G R A F I A

Actuar • Biblia.

Estatutos y Reglamento
Haré una oración de agradecimiento a Dios por haberme conce- del Apostolado de la
dido la gracia de nacer en una familia cristiana. Cruz #13 y #85.
Esta semana ofreceré todas mis acciones en unión con Jesús,
por mis padres, mis padrinos y los sacerdotes que me han acer- • Para Comprender los
cado a los sacramentos. Sacramentos Verbo
Divino, Jesús, Espeja,
En agradecimiento a la Misericordia que Dios me manifiesta, per- Navarra
donaré de corazón al que me haya ofendido.
• Símbolos De Libertad,
J.M. Castillo, Sígueme,
Celebrar Salamanca 1981.

Terminar recitando a coro el Salmo a la Iglesia, tomado del libro


Salmos en el dolor y la alegría de Francisco Cerro Chávez.

SALMO A LA IGLESIA

Amo, Señor,
Profundamente a la Iglesia
Fundada pro ti
Sobre el cimiento de nuestra pobreza.

Si, la amo
Con sus fallos y aciertos,
Con sus luces y sombras,
Con sus santos y pecadores.

La siento mía
Pues ella
Me rodea con sus brazos
Y me da continuamente tu amor.

En ella, Iglesia pobre y pecadora,


Me encuentro con Jesús
Y Jesús me da todo. Pág. 7
La Iglesia me acompaña al nacer
Tema
Tema21
4
Segundo Año
Dándome el bautismo,
Se acercó a mí,
Para darme la eucaristía,
Me ofrece su perdón
Antes mis experiencias de pecado.

Me sigue dando la vida


A través de los sacramentos
Y cura mis enfermedades.

Sigue amándome aún en medio de sus pecados,


Que son los míos,
Y la pobreza, que es la mía.
Amén.

Pág. 8
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 22 Segundo Año

Tema 22
SACRAMENTOS DEL BAUTISMO Y
LA CONFIRMACION
Objetivo
Presentar el Bautismo y la Confirmación, que junto con la Eucaristía con-
forman los Sacramentos de iniciación en la vida del cristiano, creando con-
ciencia en su significado, sus compromisos e implicaciones.
Contenido:

Ver 2
De los escritos de San Gregorio Nacianceno
Juzgar 2
El bautismo es el más bello y magnífico de
Conclusión 8 los dones de Dios…

Actuar 8 Lo llamamos don, gracia, unción, ilumina-


ción, vestidura de incorruptibilidad, baño
Celebrar 8
de regeneración ,
sello y todo lo más precioso que hay.
Oración Inicial 9
Don porque es conferido a los que no
aportan nada.

Gracia porque es dado aún a culpables.

Bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua

Unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungi-
dos)
Directrices: Iluminación, porque es luz resplandeciente.
• Enfatizar que al recibir
el Bautismo y la Confir-
mación estamos llama- Vestidura porque cubre nuestra vergüenza.
dos a participar del
camino de Jesús
haciendo de nuestra Baño porque lava.
vida una Pascua, un
caminar hacia la vida
eterna. Sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de
• Enfatizar que estamos Dios.
llamados a hacer vida
los rasgos fundamenta-
les de Jesús, dejándo-
nos guiar por el Espíritu
Santo.
Idea Central del Tema
Tema 22 Segundo Año
A través de temas anteriores hemos revisado el llamado que
Cristo nos hace a seguirlo como cristianos y, en particular, co-
mo miembros de la familia de la Cruz. Revisaremos ahora la
importancia de los sacramentos de iniciación para dar el paso
decisivo a transformar nuestra vida al estilo de la de Jesús.

Ver
¿Cuáles son los sacramentos de iniciación cristiana? ¿Qué es el
bautismo? ¿Qué significa la palabra bautismo? ¿Por qué la vida
del cristiano debe considerarse como un nuevo Éxodo? ¿Qué
significa ser bautizado en el Espíritu?

Juzgar
I. La Iniciación Cristiana
«Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre voso-
tros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Sama-
ria, y hasta los confines de la tierra»
Hech 1,8
“ Mi bautismo: el día que
nací para Jesús” P. «Seréis mis testigos», es la última palabra de Jesús. Su misión
Félix de Jesús Rougier termina, e inicia la de los Apóstoles. Ahora ellos deben llevar a
cumplimiento la misión que les ha sido confiada; deben anun-
ciar el Evangelio por todos los caminos del mundo.

Para realizar esta misión, ellos deben abandonar sus puntos de


vista de hombres e identificarse con los sentimientos de Jesús,
con sus motivaciones, con sus acciones y así entrar en la Pas-
cua del Señor, en el misterio de su muerte y de su resurrección,
a fin de vivir de su Espíritu y de comulgar de su eucaristía.

De modo semejante, cada hombre y mujer que descubre en la


fe la presencia de Jesús, tendrá que realizar una marcha seme-
jante. Vivirán siempre un paso, una Pascua que es a la vez do-
lorosa y plenificante, una conversión continua, un renunciar a sí
mismos para renacer en Cristo.

Esta lenta transfiguración de la existencia puede iniciar con la vi-


da, para aquellos que han nacido en una familia cristiana y han
sido bautizados desde su nacimiento; o bien, puede también
ser el fruto de un encuentro más tardío, de un descubrimiento
de Cristo en una edad más avanzada, como es el caso para el
bautismo de un adulto. Ello siempre supone una iniciación, una
introducción en la comunidad de los testigos del Señor Jesús.
Pág. 2
Tal iniciación requiere de tiempo. Los diversos momentos que
se viven en ella revelan poco a poco los diversos aspectos de la
vida en Cristo. Para un adulto puede implicar varios años el reali-
zar esta integración. Tema 22 Segundo Año

Un niño, bautizado desde su nacimiento, tendrá una iniciación


cristiana durante los años del catecismo. Él tendrá que realizar,
en su libertad naciente, esta íntima conversión necesaria para to-
do discípulo del Señor.

Por ello, la iniciación cristiana comporta siempre los tres sacra-


mentos del bautismo, de la confirmación y de la eucaristía. Ellos
son como tres facetas de un único misterio. Ninguno de los tres
puede comprenderse sin una relación con los otros dos. Todo
está como en germen en el bautismo, pero su plenitud se alcan-
za en las etapas sucesivas.

II. El Bautismo
A) ¿Qué es el Bautismo?

La palabra “bautismo” viene del griego baptizein que quiere decir


«sumergir, inmersión». En los orígenes, en efecto, para bautizar
no se limitaba con el hacer correr un poco de agua sobre la ca- “ Me hizo ver como el
beza. Los bautisterios de los primeros siglos eran piscinas gran- Espíritu Santo, que El envió
des, frecuentemente en forma de cruz. El catecúmeno descen- después de su Ascensión a
los cielos, vino a confirmar
día por un costado a través de una escalera, y era sumergido en la Iglesia y las enseñanzas
el agua, para salir después por el otro costado. Se comprendía y doctrina que El había
mejor cómo el bautismo significa a la vez: establecido en sus
apóstoles, y, además, todos
los misterios, todos los
• Un sumergirse en la muerte y en la resurrección de Cristo. sacramentos, dándoles a
éstos vida”
• Y un paso, hacia otro estilo de vida, semejante al que vivie- C.C. 13, 204
ron los hebreos al cruzar el mar Rojo después de su salida
de Egipto, en la que abandonaron la vida de esclavitud, para
responder a un llamado a la libertad.

El bautismo es el primer sacramento que puede recibir una per-


sona, es la puerta de entrada a la Iglesia y a los otros sacramen-
tos. Partiendo de él se marcan las líneas fundamentales del cre-
cimiento espiritual de la persona, ya que con él se imprime el se-
llo de Cristo y se arranca el compromiso de ser cristiano. El Vati-
cano II nos revela la importancia del bautismo al afirmar que por
él, hemos sido “configurados a Cristo”. Por él el hombre queda
introducido en el misterio de Cristo, haciendo suyas las opciones
fundamentales del Maestro, y tratando de “re-crearlas” en su nue-
va situación histórica (LG 7). De igual manera, los grandes obis-
pos del siglo IV explicaban a los recién bautizados el significado
de su bautismo: “Habéis sido hechos partícipes y consortes de
Cristo; sois ya posesión de Cristo y consagrados a El”. Pág. 3
Cristo, os habéis revestido de Cristo” (Gal. 3,27). De este mo-
do, al decir que los bautizados revestimos a Cristo, estamos
Tema 22 Cuarto Año
afirmando que los rasgos del Señor marcan ya nuestra propia
fisonomía: Debemos revestir la coraza de la fe y de la caridad
(1Tes. 5,8); revestirnos con las armas de la luz (Rom. 13,12), y
en síntesis, revestir al hombre nuevo (Col. 3,10).

B) Significado de Nuestro Bautismo:

Para entender el significado de nuestro bautismo, podríamos re-


visar el testimonio de los primeros cristianos y los aspectos que
principalmente ellos resaltan:

La vida cristiana es un nuevo Éxodo.


Somos bautizados en el Espíritu y el fuego.
Es el nacimiento de un nuevo pueblo.

Profundizaremos ahora en el sentido de cada uno de estos


apartados.

1. EL CAMINO DEL ÉXODO:

El texto cristiano más antiguo que habla del bautismo se en-


cuentra en la primera carta de Pablo a los Corintios. En ella el
Apóstol compara el bautismo con la salida de Egipto en el mo-
mento del éxodo bajo la conducción de Moisés.
“ Ofrecí enviarlo ( al El éxodo, es el acontecimiento fundador. En el crisol del camino
Espíritu Santo) y lo hice,
teniendo en mi Iglesia el por el desierto se ha forjado un nuevo pueblo. De la tierra de es-
primer puesto en todos clavitud, Egipto, hasta llegar a la Tierra Prometida, el camino ha
sus actos, sacramentos y sido largo. Cuarenta años, ¡es el tiempo de la vida de un hom-
acción infalible”
C.C. 40, 192 bre! Este camino se encuentra enmarcado por dos travesías de
aguas: han atravesado el Mar Rojo en la partida; han atravesa-
do el Jordán a la llegada. Entre las dos travesías se encuentra
un largo camino, el tiempo de la «prueba», es decir el tiempo
donde es necesario pasar la prueba de la fidelidad. Dios acom-
paña a su pueblo, guiado por Moisés, dándole de comer y de
beber. La Alianza es pactada en el Sinaí y la Palabra de Dios ha
pasado a ser la regla de conducta para las tribus de Israel.

A raíz de este paso del pueblo judío de la esclavitud a la liber-


tad, surge la celebración de la pascua judía. En ella tiene origen
la pascua cristiana vivida por Jesús a través de su muerte y re-
surrección, la cual constituye ahora el centro del cristianismo.

Pablo no ha dudado en afirmar al hablar de la salida de Egipto:


“estos acontecimientos han sucedido para servirnos de ejem-
plo... fueron escritos para instruirnos, a los que hemos llega-
do a la plenitud de los tiempos” (1 Cor. 10, 1-11).
Pág. 4
Para él, la vida del bautizado debe concebirse como un nuevo
Éxodo. El bautismo, es entonces, una partida. Y el camino que
hemos de tomar es el de la verdadera libertad. Porque, herma- Tema 22 Segundo Año
nos, habéis sido llamados a la libertad (Gal. 5,13). Jesús, como
el nuevo Moisés va a la cabeza del nuevo pueblo de Dios. Para
ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues firmes y no os de-
jéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud (Gal. 5,1).

Del mismo modo, podemos entender nuestra vida, como un


nuevo éxodo, al decir que:

• partiendo del momento en que somos bautizados con el


agua = al igual que el paso del pueblo judío por el Mar “El don permanente del
Espíritu vivificador, gracias
Rojo, a la economía sacramental,
• iniciamos el camino de transformación en Jesús, vivien- que entra en acción después
de la partida de Cristo; es el
do el proceso de su vida, muerte y resurrección = equi- significado fundamental del
valente al tiempo de prueba, a los 40 años de camino episodio de la herida en el
costado de Cristo…. no
por el desierto, dejarán de correr ríos de
agua viva del costado
• para, al momento de nuestra muerte, disfrutar con Jesús traspasado de Cristo, para
de la presencia del Padre por un camino de amor y liber- santificar a los miembros de
tad = equivale al paso del pueblo judío por el Jordán pa- la Iglesia”
P. A. Feuillet
ra llegar y disfrutar de la Tierra Prometida.
• En esta marcha nos acompaña el Espíritu Santo, quien es
la fuente de luz y agua viva = Dios orientó, acompañó y
alimentó al pueblo judío en su travesía por el desierto.
• Esta es una visión dinámica de un bautismo que no debe
ser considerado más como un punto de llegada, como
«un estar en regla», como una simple purificación de los
pecados, o, en el peor de los casos, como un mero
acontecimiento social. El Apóstol san Pedro escribía: el
bautismo que os salva no consiste en quitar la suciedad
del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia
por medio de la Resurrección de Jesucristo... (1 Pe 3,21).
Es decir, se trata de iniciar el camino de transformación
para poder estar en condiciones de disfrutar las delicias
del Reino.

2. EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU Y EL FUEGO:

El bautismo cristiano es diferente al que administraba Juan Bau-


tista. Según el Evangelio, el rito realizado por Juan era un bautis-
mo de conversión para el perdón de los pecados (Mc 1,4). Esto
es, su intención era buscar la purificación de la persona. Sin em-
bargo, con Jesús, el sentido del bautismo cambia: Yo os bautizo
en agua para la conversión; pero aquél que viene detrás de mí
es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él
os bautizará en Espíritu y fuego (Mt. 3,11).
Pág. 5
En efecto, el «bautismo en el Espíritu y en el fuego» significaba
un cambio sustancial en la persona. Jesús mismo les dice
Tema 22 Segundo Año
a los apóstoles: “que oísteis de mí: que Juan bautizó con
agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo de-
ntro de pocos días”. Hacía alusión al don del Espíritu que recibi-
rían el día de Pentecostés. “Y donde está el Espíritu del Señor,
allí está la libertad” (2 Cor. 3,17).

Ser bautizado en el Espíritu, es vivir en una libertad totalmente


nueva. Es terminar con el miedo y el temor y partir por los ca-
minos del mundo para ser testigo de Jesús. Más que una purifi-
cación, se trata de un nuevo nacimiento. Es como un llamado
a otra dimensión de la vida. Así le decía Jesús a Nicodemo:
«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de
Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la
carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asom-
bres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto. El vien-
to sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de dónde
viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.»
Juan 3, 1-9

Revisando el bautismo de Jesús (Mc.1,9-11), es posible descu-


brir la riqueza del bautismo del Espíritu. Los evangelistas desta-
can tres rasgos principales del bautismo de Jesús:

• Obra del Espíritu: Cuando Jesús fue bautizado en el Jor-


dán, "descendió el Espíritu Santo sobre El" (Jn. 3,22). Je-
Considera dónde eres sús es el lugar donde habita el Espíritu, y por tanto, solo
bautizado, de dónde viene El, por medio del bautismo, puede ofrecernos el Espíritu
el bautismo; de la Cruz de
Cristo, de la muerte de Santo.
Cristo. Ahí está todo el
misterio: Él padeció por ti. • Dios ofrece su amor: “Tú eres mi Hijo, el amado, en
En Él eres rescatado, en Él quien tengo mis complacencias" (Mc.1,11). Esta confe-
eres salvado.
San Ambrosio sión del Padre realizada durante el bautismo de Jesús
responde totalmente a la forma en que Jesús vivió y ac-
tuó: sintiendo una intimidad plena con el Padre, manifes-
tando continuamente la presencia y la cercanía de Dios,
en una palabra, revelándose como el Hijo amado incon-
dicionalmente por el Padre.
• Dedicación total a la causa del Reino: A partir de su bau-
tismo, Jesús asume su misión de anunciar y construir el
Reino de Dios. Es entonces que da vida al pasaje anun-
ciado por el profeta: "El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Bue-
na Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los
cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los
oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor".
(Lc.4,18-19).

Del mismo modo que en el bautismo de Jesús, todos los cristia-


Pág. 6
nos al recibir el bautismo, estamos llamados a participar de los
rasgos fundamentales de la experiencia de Jesús:

• Con nuestro bautismo, recibimos el Espíritu de Cristo, ahora Tema 22


somos "templo del Espíritu Santo", El habita en nuestro inter- Segundo Año

ior.
• Con nuestro bautismo, Dios nos manifiesta su amor pleno e
incondicional, nos adopta como sus hijos amados.
• Con nuestro bautismo, Dios nos confiere la misión de dedi-
carnos plenamente a anunciar y difundir los valores del Re-
ino.

De este modo el bautismo en el Nombre de Jesús engendra el


surgimiento de un pueblo nuevo.
Recuerda que has recibido
3. NACIMIENTO DE UN NUEVO PUEBLO: el signo espiritual, el
Espíritu de sabiduría e
inteligencia, el Espíritu de
Este es el compromiso, la encomienda que asumimos al momen- consejo y de fortaleza, el
Espíritu de conocimiento y
to de ser bautizados, de ser incorporados a Cristo, y de recibir, de piedad, el Espíritu de
por este sacramento, el sello de "llevar el nombre de Cristo". Esta temor santo y guarda lo que
es la razón por la cual dentro de la forma que sigue la imposición has recibido. Dios Padre te
ha marcado con tu signo,
del sacramento, se menciona: "Imprimo en tu pecho y en tu fren- Cristo Señor te ha
te el sello de Nuestro Señor Jesucristo". confirmado y ha puesto en
tu corazón la prenda del
Espíritu.
De este modo, hablar del bautismo del Espíritu es hablar de la
Iglesia. Ahora, todas las naciones son llamadas a entrar a este San Ambrosio
pueblo. Todos son invitados: “Porque en un solo Espíritu todos
hemos sido bautizados, para no formar más que un cuerpo, judí-
os y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un so-
lo Espíritu” (1 Cor. 12,13; ver Col 3, 9-11). Otro texto del Apóstol
Pablo ratifica lo anterior con ligeras variaciones: “Pues todos
sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. En efecto, todos los
bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: ya no hay
judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que to-
dos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” (Gál. 3, 26-28.).

• La realidad humana subyacente al sacramento del


bautismo, no es solamente una parte de nuestra exis-
tencia, como es el caso para el matrimonio o para la
reconciliación o el sacramento de los enfermos. En el
bautismo, es toda nuestra existencia la que pasa a ser
sacramento de Cristo
• cuando es animada por el soplo del Espíritu,
• como un partir para un Nuevo Éxodo,
• y cuando tiende hacia el nacimiento de una humani-
dad nueva.

Pág. 7
III. El sacramento de la Confirmación
Tema
Tema22
4 Confirmar, quiere decir: hacer firme. No es la fe la que es con-
Segundo Año firmada, es la persona: “En el bautismo nosotros somos rege-
nerados para vivir; después del bautismo nosotros somos
confirmados para la lucha”. Ciertamente que con el bautismo
recibimos el Espíritu de Cristo que nos da la oportunidad de una
vida nueva, sin embargo, a través de la confirmación, ese mis-
mo Espíritu se manifiesta de manera diferente y especial.

Según el Concilio Vaticano II "por el sacramento de la confirma-


ción, los cristianos nos vinculamos más estrechamente a la Igle-
sia, nos enriquecemos con una fuerza especial del Espíritu San-
to, y con ello, quedamos obligados más estrictamente a difundir
y defender la fe como verdaderos testigos de Cristo por la pala-
bra, juntamente con las obras" (LG 11).

El Concilio habla de "una fuerza especial del Espíritu", es un nue-


vo impulso del Espíritu que desciende sobre los bautizados, con
una finalidad concreta: Ser testigos de Cristo, ser testigos del
evangelio en el mundo. Esta es la clave para vivir este sacra-
mento.

De acuerdo a las palabras de Santo Tomás, el sacramento de la


confirmación "da la fuerza del Espíritu Santo, como se les dio a
los apóstoles en Pentecostés, para que el cristiano confiese con
audacia el nombre de Cristo".

"De la misma manera que Cristo, después de su bautismo y de


la venida del Espíritu Santo, se dirigió a combatir contra el enemi-
go, vosotros también, después del santo bautismo y de la un-
ción mística, revestidos con la armadura del Espíritu Santo,
hacéis frente al poder adverso y lo combatís diciendo: <Todo lo
puedo en aquél que me conforta, Cristo>" . San Cirilo de Jerusa-
lén.

La confirmación nos configura más plenamente con Cristo, que


también fue ungido en su bautismo y enviado para que el mun-
do entero ardiera con la fuerza del Espíritu. La Iglesia pide para
los confirmados: "Que nos haga ante el mundo testigos valien-
tes del Evangelio de Jesucristo". Y la celebración de la liturgia
cierra con un deseo: "Que quienes han participado en tus sacra-
mentos, sean en el mundo buen olor de Cristo". (En cierta forma
se hace referencia simbólicamente a la materia utilizada en la im-
posición del sacramento: El Santo Crisma, es decir, mezcla de
aceite de oliva y de bálsamo con aroma).

A) LA IMPOSICION DE MANOS:

Pág. 8 Desde los primeros días de la Iglesia, es decir desde los Hechos
de los Apóstoles, el rito del bautismo es completado por el rito
de la imposición de las manos para el don del Espíritu. Así lo
hace el diácono Felipe al evangelizar Samaria: Al enterarse los
apóstoles que estaban en Jerusalén, de que Samaria había acep-
Tema 22 Segundo Año
tado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Éstos
bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo;
pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; única-
mente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. En-
tonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. BIBLIOGRAFIA
(Hech. 8, 14-17; cf. 19, 5-6).
• “Pour Vivre les
Este rito ha conocido sin duda muchas maneras de realizarlo si- Sacraments” de
guiendo a las comunidades. En los Hechos, el bautismo de Philip Béguerie y
agua se refiere sobre todo al perdón de los pecados, y el rito de Claude Duchesneau.
la imposición de manos concierne al don del Espíritu Santo. Los
• “Para Comprender los
dos se presentan íntimamente unidos, son don aspectos com- Sacramentos” de
plementarios en la introducción en la comunidad cristiana. Jesús Espeja.

• Biblia.
Conclusión
El vivir nuestro bautismo y confirmación no significa volver a re-
cibir el agua bautismal o el aceite con el que nos ungen, sino
que se trata de asumir un estilo de vida en donde reflejemos
nuestra inserción en Cristo, que seamos portadores de Cristo y
de su Espíritu.

Cuando hacemos vida los sacramentos de iniciación cristiana de-


jamos actuar al Espíritu Santo en nuestra persona, dejando que
El fluya en nuestro interior y haciendo presencia de Cristo en
nuestro ambiente. De esa manera, nos dejamos mover con doci-
lidad, como el pueblo de Israel en el paso del mar Rojo y el de-
sierto, y hacemos nuestros los valores, pensamientos, actitudes
y acciones de Jesús. Del mismo modo, mantenemos actualiza-
das nuestras promesas realizadas el día de nuestro bautismo, y
con ello, los sacramentos pasan a convertirse de meros símbo-
los impuestos en el templo, a actitudes de vida llevadas a nues-
tro entorno, logrando incidir y transformar nuestra fe y nuestra
práctica religiosa en una vivencia cristiana más comprometida.

Actuar
Buscaré mi acta de bautismo, para conocer la fecha en que reci-
bí el gran regalo de ser cristiano y daré gracias a Dios, por mi fa-
milia, mis padres y mis padrinos que me llevaron a bautizar.

En la Eucaristía dominical al momento del Credo, lo haré cons-


cientemente, proclamando mi fe.

Pág. 9
Haré una oración de consagración al Espíritu Santo, pidiéndole
su luz y su guía para saber poner al servicio de mis hermanos
Tema 22 los dones que he recibido.

Celebrar
Canto: "Por eso canto" del cassette "Sencillamente". Cd. 2º. Año.

Oración inicial:

Bautizado en la Pascua de Cristo

Ya que has sido bautizado en la pascua de Cristo,


presta atención a los murmullos de su Espíritu,
que habita en tu corazón.
Ahora él es tu luz
y tu vigilancia interior
y el que hace de ti un vigía en la noche.

Escucha al Espíritu.
sé un verdadero vigía,
y acogerás las fuentes de la vida,
de la paz y el gozo
y discernirás el rostro oculto y luminoso
de los seres y las cosas.

Escucha al Espíritu
sé un verdadero vigía,
y escucharás en el jardín de tu corazón
los discretos pasos del Señor que te busca,
y podrás acceder a su amorosa Alianza
en la novedad de cada mañana.

Escucha el Espíritu
sé un verdadero vigía,
y sabrás desbaratar las mentiras
y las fuerzas del mal,
y descubrirás cada día en el pan compartido
el Rostro del Señor que viene.

Escucha el Espíritu
sé un verdadero vigía,
y tendrás valor para rechazar
la injusticia y el odio
y sabrás luchar contra el absurdo con la fe de Aquél
que venció al pecado.

Escucha al Espíritu,
sé un verdadero vigía,
y escrutarás los signos de los tiempos,
en el seno del pueblo de la esperanza,
cultivarás las semillas del amor
Pág. 10
para acelerar la última venida de Cristo. Amén.
LA PASCUA
De la salida de Egipto a nuestro bautismo – De la esclavitud a la libertad
LA SALIDA DE EGIPTO LA PASCUA DE Jesús NUESTRO BAUTISMO

A. La Pascua es «un pasar»


De la esclavitud a la libertad. Jesús pasa de este mundo a su Padre Liberados del pecado y de la Ley
De Egipto a la Tierra Prometida El pasa de la muerte a la vida Nosotros pasamos del pecado a la vida

B. Es una partir
Hacia la Tierra Prometida El va hacia su Padre y nuestro Padre. Nosotros caminamos hacia el Reino.
Es el comienzo, La vida nueva del Resucitado. Es un Nuevo Nacimiento.
el nacimiento del Pueblo de Dios.
Es una nueva Creación El Primogénito de la Creación Somos una creación nueva

C. Es un largo camino
40 años por el desierto. Jesús va 40 días al desierto.
40 años = la duración de una vida.
El desierto = el tiempo de la prueba, Jesús es tentado por el diablo, Toda nuestra vida es un Éxodo.
donde damos signos de fidelidad. da prueba de su fidelidad. Nosotros debemos dar prueba de nuestra
El desierto es el tiempo de la providencia: Jesús es guiado por el Espíritu. fe.
Dios guía a su Pueblo Su alimento es hacer la voluntad de su Dios está con nosotros, nos da su Espíritu.
Dios da el Pan para el camino Padre. Nosotros tenemos el pan de la Eucaristía.

D. Vivida en una Alianza


Conclusión de la Alianza en el Sinaí. Jesús inaugura la Nueva Alianza Entramos en Alianza con Dios.
Dios entrega su Palabra, la Ley. Jesús es la Palabra Viviente. Caminamos iluminados por la Palabra de
El pueblo se compromete en presencia de El da la Nueva Ley Dios.
Dios. en el Sermón de la Montaña. El bautismo es el compromiso de toda
nuestra vida.

E. La entrada en la Tierra Prometida


Es atravesando el Jordán que indica la me- Jesús, bautizado en el Jordán por El fin de nuestro recorrido
ta del camino Juan, es también bautizado en su muerte. es el bautismo en la muerte,
es la entrada en el Reino
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 23 Segundo Año

Tema 23
LA EUCARISTÍA

Objetivo
Que la persona tome conciencia de la riqueza del sacramento de la Euca-
ristía, y llegue a ser la “ fuente y el culmen” de su vida cristiana.

Contenido: Conchita C. De Armida sobre la Eucaristía


Tras ese tenue velo con que el Verbo hecho carne
Ver 2
se cubre, mi corazón lo adivina... lo siente... lo to-
Juzgar 3
ca... lo contempla, lo acaricia y lo ama, y sólo es
desgraciado porque no le es dado exprimir toda su
Conclusión 7 sangre por defender la verdad de este misterio.
Yo no encuentro la manera de estar más y más
Actuar 7 cerca de Ti... más y más unida con tu sustancia!
Yo quisiera ser tu reflejo en el sacrificio constante... yo tu ima-
Celebrar 7
gen, que te multiplicas siendo uno, para más darte... para más
ser crucificada...
Yo quisiera tener tu propiedad, Hostia de mi vida, de que no
Oración Inicial 8
pasara un solo instante sin inmolarte a favor de las almas...
¿me lo concedes hoy?
Por más que toco en el abismo de mi bajeza... por más que
aprisione mi corazón, rompe este espíritu las ataduras con
que lo aprieto en la tierra de mi nada, y se me escapa y se
lanza hacia ese trono divino que encierra su vida, su centro,
su felicidad, su Verbo.
¿Qué hago, qué debo hacer si no quiere aquietarse en los
charquitos que le rodean, sino que busca el mar sin fondo ni
riberas de su Eucaristía? Hundo a este espíritu en el estrecho
Directrices: pozo del propio conocimiento; pero en este hundimiento toma
Hacer énfasis en las acti- vuelo y se lanza hasta aquella inmensidad de su Dios, única
tudes de vida que deben
brotar de la vivencia de que puede satisfacerle.
la Eucaristía. Invitar a las ¡Oh! ¿Por qué siendo tan pequeña, tan mezquina, tiene mi co-
personas a que descu-
bran la Eucaristía como el
razón miserable esos vuelos, esa sed, ese sofocamiento, diré,
alimento que nos capaci- en todo lo que no es grande, es decir en todo lo que no es
ta para vivir en plenitud Dios?
el proyecto de salvación
del Padre. Lo que pasa ya lo comprendo, Señor: es que la gota se pier-
de entre el mar y la nada en el infinito... es que entra mi alma
al recibir la Eucaristía, en el gozo de su Señor... es que Él me
absorbe y me arrebata dentro de su inmensidad
Idea Central del Tema
Tema 23 Segundo Año
El sacramento de la Eucaristía constituye la tercera etapa del
proceso de iniciación cristiana, ya arrancado con la imposición
del bautismo y confirmación.

La Eucaristía, es la misma presencia de Jesús, es la fuente de


vida para la comunidad cristiana, constituyéndose en el acto
central de los creyentes. Vivir y participar de la eucaristía, im-
plica un cambio sustancial en la vida misma del cristiano: Impli-
ca seguir a Jesús, e identificarse con sus motivaciones, sus
pensamientos, sus criterios y valores.

Cuando recibimos a Jesús en los elementos de pan y vino, nos


estamos comprometiendo con la adhesión a sus sentimientos y
formas de acción, de tal forma que, paulatinamente, y gracias a
nuestra disposición interior, el sacramento logra ir transforman-
do nuestra persona y nuestra vida en fiel reflejo de Cristo.

En esto consiste la gracia central del sacramento, que supera


con creces la idea farisaica de haber “cumplido” con el precepto
sólo por la simple asistencia al rito eucarístico. Es decir, es
muy importante recordar que el sacramento no tiene un efecto
mágico de transformación. Sólo cuando el sacramento sale del
templo y cobra vida y fuerza en nuestra persona, cuando des-
Yo no puedo pensar hoy
cubrimos en él el alimento nutridor para seguir fielmente a Je-
ni meditar más que en el sús, y cuando logra encontrar en nuestro interior la disposición
amor, y sólo en el amor a la entrega generosa, al esfuerzo y al cambio, sólo entonces, la
de la Eucaristía a mi gracia sacramental actúa y la Eucaristía se convierte en símbolo
alma, y de mi alma a la eficaz no sólo del sacrificio de Cristo, sino del sacrificio de la en-
Eucaristía... C.C.A. trega, realizada libre y amorosamente por parte de toda la co-
munidad cristiana, de la Iglesia y de cada uno de nosotros.

Ver
¿Cómo describe el Libro de los Hechos de los Apóstoles a la
primera comunidad cristiana? ¿Descubro en mi comunidad es-
tos elementos?¿Cuál o cuáles, creo que nos hace falta vivir co-
mo comunidad? ¿Por qué el Concilio Vaticano II designa la Eu-
caristía como
“fuente y culmen” de toda la vida de la Iglesia? ¿En qué mo-
mento instituye Jesús la Eucaristía? ¿Soy de los que van a misa
el domingo por cumplir, o por tener un encuentro con Cristo?
¿Por qué la Eucaristía es signo de presencia y permanencia de
Cristo? ¿A qué nos compromete el recibir el Cuerpo y la Sangre
de Cristo?.

Pág. 2
Juzgar
I. Institución de la Eucaristía Tema 23 Segundo Año
Abramos el Libro de los Hechos de los Apóstoles. La primera
descripción de la comunidad cristiana nos es presentada inme-
diatamente después de la narración de Pentecostés:

Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la


comunión, la fracción del pan y a las oraciones (Hech 2,42). La
expresión fracción del pan fue uno de los primeros nombres que
sirvieron para designar a la Eucaristía.

El Vaticano II la ha designado como: fuente y cúlmen de toda la


vida de la Iglesia. La podemos llamar el «sacramento primordial»,
aquél del que derivan los demás, y al cual convergen todos.

Dentro de la amplia riqueza del conocimiento del sacramento de


la Eucaristía, nos limitaremos con indicar dos de sus ejes princi-
pales:

• Es el sacramento del Cuerpo de Cristo.


Porque yo recibí del
• Es el sacramento de la Pascua del Señor. Señor lo que os he
II. Sacramento del Cuerpo de Cristo transmitido: que el Señor
Jesús, la noche en que
fue entregado, tomó pan,
La vigilia de su pasión, tomando el pan en sus manos para darlo y después de dar gracias,
a sus Apóstoles, Jesús dice: Este es mi Cuerpo, que se entrega lo partió y dijo:«Este es
mi cuerpo que se da por
por ustedes; así escribe el Apóstol Pablo en su primera carta a vosotros; haced esto en
los Corintios. En ella, desarrolla más adelante la parábola de la recuerdo mío.»
diversidad de miembros del cuerpo humano. Invita entonces a Asimismo también la
los cristianos, al recibir la Eucaristía, a sentirse solidarios unos de copa después de cenar
diciendo: «Esta copa es
otros, a hacer crecer el sentimiento de fraternidad y apoyo mu- la Nueva Alianza en mi
tuo, teniendo cada uno su lugar en la asamblea de la comuni- sangre. Cuantas veces la
dad. Él agrega: vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miem- bebiereis, hacedlo en
bros cada uno por su parte (1 Cor 12,27). recuerdo mío.» Pues cada
vez que coméis este pan
y bebéis esta copa,
Esta expresión la retoma Pablo en la carta a los Romanos: así anunciáis la muerte del
también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un so- Señor, hasta que venga.
lo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos 1 Cor 11, 23-26
miembros de los otros (Rm 12,5). La misma expresión la encon-
tramos tres veces en la carta a los Efesios, donde él precisa que
Dios ha dado a Cristo el ser Cabeza de su Iglesia, la cual es su
Cuerpo.

Cómo no tener en cuenta este aspecto querido por san Pablo.


Con el mismo realismo y con la misma solemnidad él afirma que
¡Jesús nos da su cuerpo y nosotros, al recibirlo en la forma de
pan y vino, somos transformados en el Cuerpo de Cristo!, y por
ello, nos constituimos como su Iglesia. Pág. 3
Ahora comprendemos por qué san Agustín recomendaba a su
comunidad que respondieran bien Amén, cuando recibieran en
Tema 23 Cuarto Año
sus manos el cuerpo eucarístico. Amén, es una adhesión, es
una aprobación y un compromiso de nuestra fe. Amén, en un
primer sentido significa: «es verdad, es real, es cierto». Pero
san Agustín agregaba después: "recibimos aquello que noso-
tros somos, nos transformamos en aquello que recibimos."

Permanecer en” es una expresión que encontramos frecuente-


mente en los escritos de Juan. La encontramos treinta veces.
Ella indica una unión muy profunda y que adquiere una carácter
permanente y estable. Permaneced en mi amor (Jn. 15,9)...
Permaneced en mi palabra (Jn. 8,31), dice Jesús a sus discípu-
los. La mayor de las veces trata de hacer referencia al tipo de
relación existente entre El y su Padre: Como tú, Padre, en mí y
yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros... (Jn 17,21).

Expresión curiosa utilizada por Juan porque es presentada bajo


la forma de una reciprocidad: Nosotros permaneceremos en
Dios, y Dios permanece en nosotros (1 Jn. 3,24). Ella nos des-
cubre la plenitud de la relación nueva que Dios quiere estable-
cer con el hombre, con cada uno de nosotros, por la venida de
su Hijo, y que llega a experimentarse, en su punto más alto, en
la celebración de la Eucaristía.

“El que come mi carne y Permanecer es signo de duración pero también de una intimi-
bebe mi sangre, dad. Permanecer, es compartir la vida del otro, es acampar con
permanece en mí, y yo él, es caminar al mismo tiempo que él. Así San Juan dice en su
en él.
prólogo que el Verbo se hizo carne y puso su morada entre no-
sotros (Jn 1,14). Para permanecer en medio de nosotros, Je-
Jn 6,56 sús se ha hecho Eucaristía y nos acompaña permanentemente
en nuestro caminar, compartiendo al mismo tiempo con cada
uno de nosotros nuestros problemas, proyectos y planes de vi-
da.

Unidad:

Miembros de un mismo cuerpo, alimentados por un mismo


pan, los cristianos somos llamados a vivir en la unidad. Esta
es la grandeza del movimiento ecuménico. El haber tomado en
serio la oración de Jesús a su Padre: Que todos sean uno. Co-
mo tú, Padre, en mí, y yo en ti. Que ellos también sean uno en
nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado (Jn
17,21).

El sacramento de la Eucaristía es signo de esta unidad. Pero


sabemos bien que la unidad no se da mágicamente, es necesa-
rio construirla siempre y rehacerla en todos los casos de divi-
sión y en todas las fracturas que se lleguen a presentar a lo lar-
go de nuestro caminar.
Pág. 4
Sin embargo, este camino hacia la unidad no tiene sólo como
horizonte, el buscar la unidad de todos los cristianos, sino que
va más allá: Se trata de alcanzar la unidad de toda la familia Tema 23 Segundo Año
humana. De hecho ese es el gran proyecto de Dios: Hacer que
todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo
que
está en la tierra (Ef. 1,10).

En resumen, analizando el sacramento de la Eucaristía en el as-


pecto de ser el Cuerpo de Cristo, debemos entender que al reci-
birlo, estamos llamados a transformarnos nosotros mismos en el
Cuerpo del Señor, y teniéndolo a El como Cabeza, nos constitui-
mos en alguna de sus partes a través del desempeño de algu-
nas tareas específicas de acuerdo a nuestra situación personal, La Iglesia, congregada
siendo con ello, signo vivo de su presencia en nuestro entorno, cada domingo en torno a
de la unidad y fraternidad características del cristiano, y de la cer- la mesa eucarística,
teza de su permanente compañía en nuestro caminar. ofrece la imagen de una
familia unida en el amor,
III. Sacramento de la Pascua del Señor abierta a todos.

Cada vez que comemos este pan y bebemos este cáliz, anun-
ciamos la muerte del Señor hasta que venga (1 Cor. 11,26). Esta
advertencia solemne es dada por Pablo a los Corintios que pare-
ce no habían comprendido bien la dignidad del banquete del Se-
ñor.

En aquellos tiempos no era raro el participar en banquetes ritua-


les, por lo que no tiene nada de extraordinario el que en las nue-
vas comunidades formadas por los discípulos de Jesús de Naza-
reth tuviesen esa costumbre, cuando en su reunión semanal el
primer día de la semana, se encontrasen en torno a una mesa.
En la comunidad de Corinto, parece que los nuevos convertidos
no habían asimilado la diferencia entre el banquete comunitario
cristiano y aquél que practicaban en su antigua religión.

Pablo les reprocha ciertamente su falta de caridad fraterna, por-


que se sentaban a la mesa sin atender o cuidar de los demás:
Mientras que uno se embriagaba, otro se encontraba pasando
hambre… ¡Eso no es comer la Cena del Señor!, dice el apóstol (1
Cor. 11,20). Pero el reproche va seguramente más lejos de la
falta de solidaridad: Porque este cuerpo es «cuerpo entregado
por vosotros» (Lc. 22,19), esta sangre es «sangre de la Alianza
entregada por vosotros y por todos los hombres» (Lc. 22,20 y
Mc 14,24). Comer y beber como memorial del Señor, es vivir su
Pascua.

Es decir, para «transformarse en aquél que se recibe», siguiendo


la bella expresión de san Agustín, no basta con responder Amén
y de vivir en comunión con los hermanos, es necesario también
Pág. 5
transformarse de algún modo para ser ¡«cuerpo entregado» y
«sangre derramada»!. Es necesario entregarse y desgastarse
Tema 23 Segundo Año
en favor de los hermanos; es necesario ofrecerse generosa-
mente al otro en tiempo, capacidades y potenciales, presentán-
dole con nuestras obras y actitudes, un reflejo del rostro de
Cristo que le ayude a ser mejor, a ser feliz y a ser libre; que le
ayude a rescatar su condición de Hijo de Dios, su dignidad y,
en otras palabras, su salvación. Olvidar esto significa olvidar
que anunciamos la muerte del Señor hasta que Él vuelva.

Pero vivir la Pascua de Cristo a través de la Eucaristía, no es so-


lamente recordar su muerte y su entrega plena. Este es sólo el
primer paso, ya que según sabemos, en la Antigua Alianza, la
Pascua significaba el paso de la esclavitud a la liberación. Del
mismo modo, la Pascua de Jesús representa su paso de este
mundo al Padre (Jn. 13,1), es decir, su muerte, pero, ante todo,
su resurrección.

La Eucaristía es entonces, vivir la entrega del Señor en favor de


los hermanos, pero recordando a Cristo vivo, a Cristo resucita-
do y presente entre sus seguidores. Esta es la razón por la que
la Cena del Señor se ha celebrado siempre el primer día de la
semana. Si fuese la conmemoración de la Cena, tendría su lu-
gar en la cena del jueves santo; por otro lado, si quisiera recor-
darse la muerte de Jesús, la Eucaristía debería celebrarse el vier-
En cada Eucaristía, Cristo nes; es por ello que al conmemorar la resurrección de Jesús, la
celebramos el primer día de la semana, el domingo (en latín:
Jesús, por la fuerza del
Dominicus que significa el Día del Señor).
Espíritu; ora en nosotros,
adora en nosotros, alaba
en nosotros, actúa en
Resurrección y Esperanza:
nosotros.
La presencia del Resucitado en medio de los suyos hace brotar
la esperanza. Al igual que los discípulos de Emaús que viven la
experiencia del desánimo, de la desesperanza convertida en
una esperanza gozosa al momento de reconocer al Señor al
partir el pan, del mismo modo, nosotros, al vivir la Eucaristía, vi-
vimos también una Pascua, un paso de la noche a la luz, un pa-
so de la desesperanza a la esperanza, un morir a nuestro egoís-
mo para vivir en la entrega generosa.

Así es como los cristianos debemos comprender la Eucaristía:


No se trata del simple recuerdo de un pasado. Jesús no está en
medio de los discípulos como el recuerdo de un ser querido
que ha desaparecido. No, Jesús está vivo, está presente y nos
está acogiendo y acompañando en nuestro caminar.

La Pascua del Señor no es simplemente realizada otra vez, ella


se realiza hoy y siempre, ya que en Jesús, toda la humanidad
ha efectuado su «paso» en Dios. En Él y en todos los tiempos,
Pág. 6 el hombre muere al mundo antiguo para resucitar a la vida nue-
va. Esto es lo que realiza Dios en el hombre por la entrega de su
Hijo Jesucristo. Este es el verdadero sentido del memorial que el
Señor nos invita a celebrar.

En resumen, concebir la Eucaristía como el sacramento que nos


Tema 23 Segundo Año
hace vivir la Pascua del Señor, implica al recibirlo en las formas
de pan y vino, vivir el sacrificio de su muerte y resurrección; im-
plica «transformarse en aquél que se recibe» siendo ¡«cuerpo en-
tregado» y «sangre derramada»! para poder gozar de la vida en
la resurrección. Es decir, se trata de entregarse y desgastarse en
favor de los hermanos, y sacrificarse y ofrecerse generosamente
al otro en tiempo, capacidades y potenciales, haciéndole sentir,
con nuestras obras, el amor incondicional de Cristo hacia su per-
sona. De este modo, y con la fortaleza de Jesús vivo y presente
en nuestra vida, recobramos la esperanza, la luz y la felicidad.
Haz de tu vida una
Conclusión “misa continuada”,
viviendo la entrega del
A través de este tema, descubrimos que el vivir la Eucaristía ple-
namente, significa vivir el memorial de donación de Jesús a no- Señor en favor de los
sotros. Ello nos compromete a ser signos de ese amor de dona- hermanos.
ción, por medio de actitudes como ser ofrenda, ser cuerpo entre-
gado y sangre derramada.

Actuar
Esta semana haré de mi trabajo algo extraordinario. (En mi casa,
en la oficina, en cualquier ambiente en que me desarrollo).
Seré signo de comunión y fraternidad en mi familia.
Trabajaré con alegría en el servicio a los demás, por la resurrec-
ción de Cristo.
Haré una visita a Jesús Sacramentado.

Celebrar

Salmo “En el centro de nuestra vida” del Card. Martini y el canto


"Pacto de esperanza" de Martín Valverde. Cd. de 2º. Año.

Pág. 7
Oración inicial:

Tema
Tema23
4 Segundo Año
Tu estás siempre conmigo
Te doy gracias, Señor,
Por estos momentos de recogimiento
Que nos das.

Te doy gracias, también,


Aunque sea con voz un poco temblorosa,
Por los momentos de prueba
En los cuales experimento
Que tú estás conmigo.

Y tú, María, concédenos ser fuertes,


Hacer la experiencia de la oración
Y del conocimiento de Dios,
En el reconocimiento y en la prueba.

Así, por medio de nosotros,


Dios se dará a conocer
A los otros hermanos
BIBLIOGRAFIA Y podremos llegar a ser sus testigos.

Jesús, que vas a venir


• Pour Vivre les Sacraments, En medio de nosotros, entre nosotros,
de Philippe Béguerie, y En nosotros, por la Eucaristía,
Claude Duchesneau
• Biblia
Ayúdanos a crecer en el verdadero
• Vaticano II Conocimiento del Padre
Hasta que lo conozcamos como tú
Lo conoces.

Amén.

Pág. 8
Celebrar:

En el centro de nuestra vida Tema 23


Segundo Año

Señor, ayúdanos a vivir siempre


en acción de gracias.

Haz que celebremos la Eucaristía con el corazón puro, con el


ánimo preparado,
en plena obediencia
a cuanto Jesús nos ha mandado
y la Iglesia nos enseña.

Haz que la Eucaristía, sea el centro, el modelo,


la fuerza que plasme toda nuestra vida.
suscita siempre en la Iglesia tus ministros
que presidan con humildad y verdad
la celebración eucarística
y sirvan en la caridad a todos tus hermanos.

Da a todo creyente, a toda familia,


a todo grupo, a toda comunidad,
según la vocación y la misión de ti recibida,
encontrar en la Eucaristía el modelo
y el alimento de la vida cristiana de cada día.

Haz que la eucaristía


diga a todos que no sólo de pan vive el hombre;
que nuestra vida aspire a ir más allá de sí misma
hacia el misterioso reclamo de tu amor;
que lo que verdaderamente cuenta no es la posesión
sino la obediencia a tu designio, la gratitud por tus dones,
el soportar generosamente el dolor,
el acercamiento gratuito a todo hermano.

Que todo creyente y toda comunidad


aprecie el don inestimable de la Eucaristía,
lo acoja como energía secreta de toda la vida;
lo lleve a los enfermos;
lo transforme en obras de caridad,
en encuentros de amistad,
en momentos de alivio y de alegría;
lo proponga al mundo de hoy
como mensaje de esperanza y reconciliación.

Amén.

Pág. 9
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 24 Segundo Año

Tema 24
LA ESPIRITUALIDAD DEL
SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
Objetivo
Que los participantes descubran que el matrimonio es «una íntima comuni-
dad conyugal de vida y de amor»; que encuentra su fuerza en el Espíritu
de Jesucristo.
Contenido:

Ver 3
Vivir en la Esperanza
Juzgar 3
Vivimos en una crisis de la familia y vamos a
Conclusión 7 morir con ella. No hay fórmulas mágicas. No
hay recetas prefabricadas. No hay siquiera
Actuar 7
unas ideas claras y definidas que nos permi-
Celebrar 7
tan afrontar el hoy familiar con toda garantía
de éxito. Hay que aceptar con esperanza, con
fe y amor los riesgos del momento y no caer en la tentación
de pararse desorientado.

Tenemos en Jesús y en su Evangelio la estrella polar que nos


permita seguir en el camino, sólo cuando en verdad nos senti-
mos débiles hacemos posible que pueda brillar la fuerza de
Dios.

Directrices: Jesús nos permite aceptar el reto de la crisis y nos impulsa a


• Hacer ver que el construir siempre el amor, la convivencia, el diálogo, en me-
amor que sostiene al
matrimonio es
dio de la tensión crítica de algo que muere y de algo que resu-
aquél que busca el cita, El murió para resucitar, también nosotros tenemos que
bien del otro.
• Resaltar el hecho de morir cada día para resucitar. Ello nos permite vivir en espe-
que aquellos que se
casan en Cristo,
ranza los dolores del alumbramiento de un nuevo equilibrio fa-
quieren vivir su ma- miliar.
trimonio según las
actitudes de vida de
Jesús.
Angustias y Esperanzas de la Familia Hoy
Instituto Universitario de Matrimonio y Familia
Idea Central del Tema
Tema 24 Segundo Año
El concilio Vaticano II dedica un capítulo de la Constitución Dog-
mática Sobre la Iglesia (GS) a «la dignidad del matrimonio y de
la familia» (46-52). Es una síntesis apretada de la fe cristiana so-
bre esta realidad, pero confesada en la sensibilidad y cultura de
nuestro tiempo; veamos la visión del concilio sobre el matrimo-
nio sintetizada en algunos textos.

• El matrimonio tiene como centro el amor mutuo entre


hombre y mujer: «Mutua entrega de personas» (GS 48).
Se trata de «un amor eminentemente humano, ya que
va de persona a persona con el afecto de la voluntad,
abarca el bien de la persona y por tanto es capaz de en-
riquecer con una dignidad especial las expresiones del
cuerpo y del espíritu y de ennoblecerlas como elemen-
tos y señales específicos de la amistad conyugal» (GS
49).

• El matrimonio es «la íntima comunidad conyugal de vida


y de amor»; «por el afecto conyugal, hombre y mujer ya
no son dos, sino una sola carne» (GS 48), en esa comu-
nidad el ser humano se perfecciona.

En el amor todo es Esa comunidad de amor se desarrolla en dos etapas:


actividad; en lugar de
consistir en que el objeto • «Mutua entrega de dos personas»; con la unión íntima de
venga a mí, soy yo quien
va al objeto y estoy en sí mismas y de sus actividades se ayudan y se sostienen
él. mutuamente. »don recíproco con el que se enriquecen
mutuamente en un clima de gozosa gratitud.» (GS 49)

El matrimonio tiene también otra finalidad: «Está ordenado por


su propia naturaleza a la procreación y educación de la pro-
le» (GS 48) Estos dos aspectos: unión y procreación están ínti-
mamente conectados, los cónyuges se perfeccionan en el amor
y los hijos son fruto de ese amor y crecen y prosperan en ese
clima; se ha visto que el amor conyugal que no tiende a la
transmisión de la vida, fácilmente se ahoga en una concentra-
ción egoísta.

El Concilio aporta una nueva visión sobre el matrimonio:

• El amor humano es lugar en donde se manifiesta el


amor de Dios a favor de los hombres.
• El matrimonio es proyecto de comunidad, donde se re-
fleja la calidad comunitaria de la Iglesia. Así vaticano II
declara que la familia es como una “Iglesia doméstica”.

Pág. 2
Ver
¿Cómo declara el Concilio Vaticano II a la familia? ¿Cuál es la ver-
dad interior del amor? ¿Cómo se manifiesta? ¿Cuál es su proce-
Tema 24 Segundo Año
so, su intención de fondo, cómo nace, cómo vive, qué busca?
¿Qué significa ser una sola carne? ¿Por qué es para toda la vida?
¿Cuáles crees que sean las causas de tantos divorcios? ¿Qué va-
lor o valores les hacen falta a la juventud actual, para poder vivir
plenamente, sin dejarse influir por la sexualidad fuera del matri-
monio?.

Juzgar
I. Comunidad de Amor: Yo-Tú-Nosotros
El amor es necesidad fundamental del ser humano. De niños,
adolescentes, maduros y ancianos, todos llevamos dentro esta
necesidad, y todos tenemos experiencia gozosa del amor, en su
misma entraña, el amor es anhelo y realización de comunidad
entre amante y amado.

A) Dinamismo del Amor:


El amor no se deja
llevar por la ira, sino
Aunque no es posible reducir a fríos conceptos lo que fluye co- que olvida las ofensas
mo vida, hay tres matices en el amor: el que ama se ve lanzado y perdona.
hacia la persona y objeto amados, apuesta por ellos; y desea el
encuentro, la convivencia, la fusión con los destinatarios de su
amor. Así el amante se realiza como persona proyectándose
hacia el otro.

1. Salir hacia…

Según la primera impresión, «amar» es como un abandono en


nuestro asiento. Es fuerza que nos inquieta, desinstala y lanza
sin remedio hacia el amado.. La madre no puede olvidar a su
hijo que ha salido de casa en una mañana fría. El que ama vi-
ve volcado hacia el otro, existiendo para, saliendo de sí mis-
mo, vive en actitud oblativa y esto, obviamente conlleva cierta
renuncia y sacrificio de uno mismo.

El amor es una experiencia que nos permite sufrir en carne


propia la condición del hombre:«alguien fundamentalmente
pobre», que necesita del otro; que avanza por la vida insatis-
fecho y sediento. El que ama de verdad está pidiendo, confie-
sa en voz alta que carece de algo.

2. Amor que da vida:

Pág. 3
El amor es portador de vida. Favorece la persona del ama-
do, amar es buscar que el ser amado permanezca vivo, es
Tema 24 Cuarto Año
descubrir cada día lo nuevo del amado y todo lo que lo bene-
ficia y agrada; es aceptar la persona con sus limitaciones,
con un amor incondicional, es estar pendiente de sus nece-
sidades; el que ama ofrece algo de sí mismo a la otra perso-
na: inteligencia, entusiasmo, creatividad, etc.

3. Amor que desea comunicarse:

El amor se manifiesta y madura en comunidad; por ello, es


natural que el amante y el amado quieran comunicarse, estar
juntos; por ello el amor crea comunidad, “que allí dónde tú
estés, haya un espacio para mí”; cuando lo mío ya no lo
siento solamente mío es cuando el “yo” y el “tú” fructifican
en el “nosotros”. El hombre tiene la vocación comunitaria, ya
en el Génesis 5, 8 aparece: “No es bueno que el hombre es-
té solo”, siempre que respondemos a la comunicación soli-
daria con los otros vencemos el aislamiento que mata.

Todos estos factores determinan el dinamismo del amor.

B) Amor Interpersonal:

El amar a otra persona tiene una dignidad que matiza también


las relaciones y le da las siguientes características:
En el acto amoroso, la
persona sale fuera de sí; 1. Responsable y libre:
es tal vez el máximo
ensayo que la naturaleza
hace para que cada cual En su intimidad la persona humana es responsable y libre;
salga de sí mismo hacia es capaz de tomar en sus manos su propio destino; decide
la otra cosa. No ella
hacia mí, sino yo gravito
sobre su existencia, encauza y da sentido a sus instintos. En
hacia ella. su núcleo más íntimo la persona es inaccesible y ese espa-
cio de intimidad debe respetarse en el matrimonio. Con fre-
cuencia nuestra libertad no respeta la del otro y nuestro de-
seo de posesión no tolera que la intimidad del cónyuge que-
de fuera de nuestro alcance y control.

La persona humana es misteriosa en su intimidad; cuando


nos acercamos a ella se nos revela sólo parcialmente, así, la
mujer será siempre un enigma y novedad para el hombre y
viceversa Esto ayuda a mantener el amor activo y creativo.

2. Afirmación y respeto:

El amor a una persona tiene que respetar su autodetermina-


ción libre, no puede ni debe avasallar, someter por la fuerza
o manipular paralizando el juicio y la elección del otro.

Pág. 4
Afirmar al otro, es tarea de amor, requiere dejarle ser el mis-
mo. La persona que recibe nuestro amor tiene sus conviccio-
nes, puntos de vista y proyectos que deben ser tenidos en Tema 24 Segundo Año
cuenta, esto exige atención, capacidad de sorpresa.

3. Encuentro de libertades;

El matrimonio es encuentro de dos libertades, y esto impone


ciertas condiciones: cuando amo de verdad hago una invita-
ción al otro a que se exprese, y se expresará no porque yo lo
domine desde su libertad. El respeto a esa libertad es factor
decisivo para formar una comunidad de vida, respeto a ideas,
costumbres y ritmo de la otra persona.
El amor humano es
4. Amistad en el amor: lugar en donde se
manifiesta el amor
Cuando se afirma y promueve a la persona, el amor puede de Dios a favor de
fecundar en la amistad. La amistad se establece sólo cuando los hombres.
hay correspondencia, a diferencia del amor que puede ser
unidireccional, en el matrimonio cuando los dos vibran en un
horizonte común y hay intercambio de intimidades y proyec-
tos florece la amistad.

C) El Amor Conyugal:

En el matrimonio, se comparte e integra la sexualidad de los


dos, con un elemento nuevo: fidelidad.

1. Amor y Sexualidad:
Hombre y mujer son dos versiones de persona, no contrarias
sino complementarias; cada uno encuentra en el otro sexo
nueva riqueza, por eso buscan la unión en todos los niveles,
buscando la perfección.

En el sacramento del matrimonio la sexualidad goza de una


dignidad única: pues no se reduce a un erotismo que sólo
busque un legítimo goce momentáneo. El verdadero amor va
más allá; suscita preocupación, respeto, cuidados y desvelos
en favor de la persona amada.

2. Una sola carne:


En el ejercicio de la sexualidad conyugal, hombre y mujer
mutuamente se ofrecen, salen de sí mismos hacia su pareja,
desde las relaciones más triviales hasta el acto conyugal, que
debe ser expresión de una existencia compartida y fermento
para la promoción de la misma. La comunidad de personas
incluye cuerpo y espíritu, dos en una sola carne, alianza del
corazón, comunión de vida entre hombre y mujer, son las ex-
presiones que pueden definir el sacramento del matrimonio. Pág. 5
3. Fecundidad:
La unión entre los cónyuges es siempre fecunda, y esta fe-
Tema 24 Segundo Año
cundidad se vive a tres niveles: primero a nivel pareja, ayu-
dándose a perfeccionar uno al otro, después por la procrea-
ción, y todavía más allá por el compromiso con toda la
humanidad.

4. Para Siempre:
El proyecto del matrimonio tiene una historia y se lleva a ca-
bo en el tiempo, el enamoramiento no dura toda la vida y la
madurez del amor se va fraguando con los años. En la reali-
dad cotidiana los choques son inevitables y las limitaciones
se van haciendo notar; es ahí donde se prueba el amor.
En el amor conyugal la fidelidad no es imposición sino elec-
ción asumida libremente por el hombre y la mujer. Para
mantener la permanencia en el amor es necesario una deci-
sión madura de la voluntad, sólo la libertad de las personas
que se aman garantiza la fidelidad en el amor; la fidelidad no
puede ser impuesta como una carga o exigencia, es opción
desde la libertad; es victoria sobre la veleidad y el tiempo,
gracias al Espíritu que alienta y mantiene el verdadero amor.

II. Espiritualidad del Sacramento del Matrimonio


En el Congreso mundial de la Familia, S.S. Juan Pablo II dijo
que los esposos cristianos tienen como vocación “vivir la ver-
dad interior del amor”, es decir, celebrar el matrimonio en el Es-
píritu de Cristo, es lo mismo que descubrir la verdad del amor
El matrimonio es humano y promoverlo a su perfección.
proyecto de comunidad,
donde se refleja la
calidad comunitaria de la 1. En el Espíritu de Cristo:
Iglesia. Así Vaticano II Los que se casan en la fe de Cristo es porque han tenido la
declara que la familia es experiencia del amor gratuito de Dios y saben que Dios mis-
como una “Iglesia
doméstica”. mo se compromete con ellos, y les prestará continuamente
ayuda para realizar cada día su proyecto comunitario.

Los que se casan en el Señor, quieren realizar su matrimo-


nio conforme a las actitudes fundamentales de Jesús: re-
creando su historia en la comunidad familiar y respirando su
mismo Espíritu que se traducirá en gustar y promover la ver-
dad interior del amor.

2. La Verdad Interior del Amor:


Hemos dicho que quien ama sale de sí mismo y se dedica
al otro en atenciones y cuidados; el amor fructifica en la co-
munidad de personas y esta es la verdad interior del amor.
La conducta de Jesús responde a la verdad interior y al dina-
mismo del amor: salir hacia el otro para afirmarle creando
comunidad con El.
Pág. 6
Jesús nunca buscó su seguridad, habló y actuó por el Reino
de Dios, una fraternidad de hombres libres donde todos pue-
den gozar de sus derechos. Los esposos también deben es-
tar dispuestos a perder seguridades, recursos, incluso a dar la Tema 24
vida por la persona amada. Segundo Año

Jesús se inclinó con amor preferente por los pobres, los mar-
ginados, llevando la buena noticia: todas las personas son
dignas de respeto y de amor; quienes se casan en la fe cris-
tiana tienen que vivir con atención preferente hacia los miem- BIBLIOGRAFIA
bros de la familia más pobres, enfermos, débiles, para pro-
moverlos y sacarlos de su postración. • Doctos. Vaticano II

Por último, cuando ama desinteresadamente y se inclina • Para comprender los


sacramentos, Jesús
hacia el marginado, Jesús está buscando comunidad; vive y Espeja
muere para crear ese nuevo pueblo de hermanos; los que se
casan en el Espíritu de Jesús tendrán que dar, todos los días, • Biblia
algo vivo de lo que hay en ellos para que crezca la comuni-
dad familiar.

Conclusión
En I Cor. 13, 4-7, San Pablo trae algunas cualidades del verdade-
ro amor: es paciente y afable, no tiene envidia, no se jacta ni se
engríe, no es grosero ni busca lo suyo, no se exaspera ni lleva
cuentas del mal, disculpa siempre, se fía siempre, espera siem-
pre… En síntesis, el amor crea comunidad que promueve a las
personas y este es el proyecto de vida cristiana al que se inte-
gran todos los que celebran el sacramento del matrimonio en la
Iglesia.

Actuar
De ahora en adelante, abrazaré a mi esposo y le diré con pala-
bras y acciones “te amo”, lo repetiré constantemente.
Estaré atenta a sus necesidades.
Buscaré el diálogo con mi esposo y mis hijos y los escucharé
atentamente.

Celebrar
Salmo de un Matrimonio seguido del canto "Por nuestro amor"
del cassette "Dios es amor" de Eduardo Ortiz Tirado. Cd. 2º. Año.

Pág. 7
SALMO DE UN MATRIMONIO
Tema
Tema24
4
Segundo Año Señor, nos queremos, nos amamos mucho,
Aún sabiendo que no existe nada
Realizado definitivamente,
Sino que el amor se construye,
Día a día, con silencios y palabras
Y sobre todo, con mucha acogida y perdón.

Cuando nuestro amor fue madurando


Te invitamos a nuestra boda,
Fue tan maravilloso como en Canaá.

El sacramento permanente
De tu presencia entre nosotros,
Nos ha hecho descubrir
A lo largo de nuestra vida conyugal,
Que el agua de nuestra rutina,
Se convierte en vino de novedad.

Cuando nuestro amor


Es verdaderamente donación y entrega,
Cuando nos olvidamos de lo mío,
Y aparece el nosotros,
Cuando tu con tu presencia
Nos conviertes verdaderamente
En comunidad de vida y de amor.

Amén.

Pág. 8
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 25 Segundo Año

Tema 25
SACRAMENTOS DE LA
RECONCILIACIÓN Y UNCIÓN
DE LOS ENFERMOS.
Objetivo
Reconocer a Jesucristo como el Buen Samaritano que se acerca a darnos su
Contenido:
gracia para curarnos de nuestros pecados y de nuestras enfermedades.
Ver 2
El pecado
Juzgar 2
Un día tropecé con el pecado en toda su
Conclusión 8
desnudez. La cuestión de perdonar se
Actuar 8 planteó claramente . El hecho mismo de
perdonar me rebelaba; consentir en olvidar
Celebrar 8
todo, en no guardarme nunca más algo en
Oración Inicial 9 el corazón.

No era que me rebelaran los actos necesarios para llegar a


ello, Dios no me los pedía en ese momento, sólo me mostra-
ba muy claramente hasta dónde quería que llegase y que con-
sintiera en llegar hasta allí.
Directrices:
• Tratar de quitar todo
sentido moralista del
pecado y resaltar la Todo mi ser contestaba que no; el pensamiento del sí me era
idea de que pecado
es rechazar a Dios, es insoportable. Entonces comprendí, casi físicamente, lo que
decir, es darle la es-
palda consciente y era el pecado; decir no a Dios.
libremente.
• Resaltar la necesidad
de conversión al acu-
dir al sacramento de
la reconciliación.
Idea Central del Tema
Tema 25 Segundo Año
Las personas humanas somos como proyectos en vías de per-
feccionamiento. Cada día vamos realizando nuestro proceso de
humanización encarnando nuestra libertad en la historia.

Muchas veces nuestra libertad nos deshumaniza y por otro lado,


la enfermedad física, el desánimo psíquico y la desconfianza
cuando las fuerzas nos fallan, son amenazas inherentes a nues-
tra condición humana.

Pero Dios que no abandona nunca su obra, también está con


nosotros en nuestras dolencias del cuerpo y en nuestros derrum-
bes psíquicos, el Salvador se acerca como un buen samaritano
al herido y le ofrece los sacramentos para su curación.

Ver
¿Qué es el pecado? ¿Por qué el pecado tiene dimensión comu-
nitaria?
¿Por qué hoy los fieles acuden menos al Sacramento de la Re-
conciliación? ¿Qué encontramos en el Sacramento? ¿Cuáles son
las condiciones para el Sacramento? ¿Por qué es necesaria una
verdadera contrición? ¿Cómo se conocía anteriormente el Sacra-
mento de Unción de los enfermos? ¿Cuál es el sentido de este
Abandonar el hogar es la
sacramento?
negación espiritual de
que pertenezco a Dios
con todo mi ser.
Juzgar
I.– El sacramento de la Reconciliación
Hoy en día parece que la práctica del sacramento de la reconci-
liación o penitencia, se encuentra en grave crisis: Se dice que
los cristianos se confiesan menos que antes y proporcionalmen-
te se acercan más a la comunión eucarística. Esto es porque no
acaba de entenderse la riqueza del sacramento, se ve como un
mero formulismo de la Iglesia, no un sacramento dónde encon-
tramos el amor, el perdón y la gracia de Dios .

Otra razón es que se tiene menos conciencia sobre lo que es pe-


cado, no nos sentimos necesitados de la gracia de Dios, y esto
se manifiesta en que muchas ocasiones se da más importancia
al rito de la absolución, como un legalismo, que al proceso de
conversión que debe asumirse al tomar conciencia de la falta
realizada.

a) Necesidad del Sacramento.


Todos los hombres llevamos dentro la posibilidad de error a la
Pág. 2 hora de poner en práctica nuestra libertad. "Si dijéramos que no
tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mis-
mos" (1Jn.,1,8). Sin embargo, el pecado no es una situación del
hombre, producto de algún "defecto de fabrica"; tampoco es la na-
turaleza humana la que está, de por sí, contaminada; el pecado Tema 25
sobreviene más bien, cuando los hombres ejercemos nuestra li- Segundo Año

bertad y optamos por alternativas no adecuadas a nuestro bien.

El Espíritu Santo lo hemos recibido en el bautismo, y de este mo-


do, los cristianos "permanecemos en Cristo" (Jn.15,5), somos

configurados a El (Rom. 6,5), hemos recibido el germen de la ver-


dadera libertad (Gal. 5,1), y en esta nueva experiencia, aparece el
pecado como un "no" a secundar las llamadas del Espíritu, un "no"
a "permanecer en Cristo" (1Jn. 6,5), a considerarnos introducidos
en la nueva vida del Resucitado (Rom. 6,4).

Cuando pecamos rechazamos el favor que Dios nos ha concedi-


do en el bautismo y volvemos a la esclavitud antigua. Es enton-
ces que, más o menos intensamente, todos experimentamos un
sentimiento de culpa al momento de hacer mal las cosas, y, con-
secuentemente, encontramos la posibilidad de enmendar, de
cambiar, de convertirnos, a través del sacramento del perdón.

Mediante este sacramento, obtenemos por la misericordia de


Dios, el perdón de la ofensa hecha a El, y a la vez, nos logramos
reconciliar con la Iglesia, con los hermanos, a quienes también Pecar es volverse sordo a
afectamos por nuestra falta. la voz que me grita “Tu
eres mi hijo muy amado”
El pecado tiene una dimensión comunitaria, ya que es al mismo
tiempo rechazo de Dios y rechazo de la convivencia pacífica con
los demás. Dios y el hombre son inseparables; la ofensa contra
la imagen que afecta las relaciones comunitarias es también ofen-
sa contra el mismo Dios: "Todo el que no ama la justicia no es de
Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano" (1Jn. 3,10); "Si al-
guno dice amo a Dios y aborrece a su hermano, es un mentiro-
so" (1Jn. 4,19).

Criterios sobre el Pecado.

En el Antiguo Testamento, el criterio para juzgar que una acción


era o no pecado estaba basada estrictamente en el cumplimiento
de la ley judaica (los diez mandamientos, entre otras); sin embar-
go, con Jesús, el criterio de valoración cambia, de forma que aho-
ra el punto de referencia es el amor. Para enjuiciar la moralidad
de alguna persona, según Jesús, es decisivo "ser misericordioso
como el Padre" (Lc. 6,36). Esto lo dio a entender a través de sus
parábolas del hijo pródigo, del deudor perdonado que no fue ca-
paz de perdonar, y del buen samaritano. Sólo participando del
amor y misericordia de Dios, es decir, sólo estando en gracia, en
Pág. 3
amistad con El, es posible garantizar la moralidad de la conducta
del hombre.
Tema 25 Cuarto Año
Con Jesús, llegó la ley nueva interiorizada en el corazón del hom-
bre. Ahora lo importante es permanecer en el Espíritu de Cristo,
como los sarmientos permanecen unidos en la vid; y vivir en co-
herencia con la vocación bautismal de configurarnos a Cristo a
través del amor. Sólo desde este sentido de vivir en gracia, en
amistad plena con Jesús, es posible medir la "des-gracia" del pe-
cado.

El Señor no quiere la muerte del pecador y ofrece su perdón al


hombre. El nos asegura que todas las faltas que cometamos
pueden ser perdonadas, a excepción de una: El pecado contra
el Espíritu, es decir, negarse a aceptar el amor de Dios, cegarse y
obstinarse en las propias seguridades egoístas oponiéndose a la
verdadera divinidad. Son los ciegos que por su culpa se conde-
nan a no ver (Jn. 9,39) y se cierran en sí mismos.

Imposición del Sacramento.

Para llevar a cabo su obra de reconciliación, la comunidad cristia-


na recibe unos ministerios de parte del mismo Jesús Resucitado:
"Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados,
les quedarán perdonados; a quienes se los retengan, les queda-
rán retenidos" (Jn. 20,22-23). Jesús termina también diciendo a
Aunque el mismo Dios corre Pedro, "piedra sobre la que edificaré mi Iglesia": "A ti te daré las
en nuestra busca para llaves del reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra, que-
llevarnos a casa, nosotros
dará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra, quedará
debemos de reconocer que
desatado en el cielo" (Mt. 16,19). De este modo, el sacramento
estamos perdidos y hemos de
puede ser recibido entonces por medio de los discípulos y sus
prepararnos para ser
encontrados y conducidos a
sucesores, a través de la confesión individual o colectiva.
casa.
Ahora bien, para hacer realmente vida este sacramento, es nece-
sario que sean cubiertos los siguientes lineamientos en la perso-
na:

• Hacer un verdadero examen de conciencia.


• Vivir un proceso de conversión, fijándose el propósito de no
volver a pecar.
• Confesar las faltas cometidas al sacerdote, resaltando en
ello un auténtico arrepentimiento.
• Recibir la absolución.
• Cumplir con la penitencia asumiendo el compromiso de re-
novar nuestra vida y actitudes, impulsados por el amor a
Dios y el deseo de santificarse.

En este proceso es importante resaltar que no solo hay que arre-


Pág. 4 pentirse de los pecados, sino también hacerse cargo y responsa-
bilizarse de las consecuencias de los mismos hacia los demás
hermanos. Ello supone también que tomemos conciencia de
nuestros pecados de omisión (lo bueno que pudimos haber Tema 25 Segundo Año
hecho y no hicimos) que tienen repercusión directa sobre los de-
más.

Asimismo, es necesario estar consciente que sólo haciendo real-


mente vida este esfuerzo diario, continuo, en convertirse, en en-
mendar el error y emprender una nueva vida; y asumiendo con
profundidad la vocación a la que fuimos llamados a través de
nuestro bautismo, es posible que el sacramento ejerza su gracia
santificante en el cristiano. Sin la auténtica contrición, entendida
ésta como el cambio integral de toda la persona: de su manera
de pensar, juzgar y actuar, el sacramento no pasa de ser un sim-
ple ritual sin sentido y sin incidencia trascendente en la vida de la La confianza y la gratitud
persona. son las mejores virtudes
para la conversión.
II.– Sacramento de la Unción de los enfermos
Otro de los sacramentos llamados de curación, es el sacramento
de la Unción de los enfermos, con el cuál la Iglesia encomienda a
los enfermos al Señor Jesús, paciente y glorificado, para que los
alivie y los salve.

La enfermedad o falta de firmeza es una situación que más o me-


nos sufrimos todas las personas. Cristo, que como buen samari-
tano se acerca y nos ofrece su ayuda por medio de los sacramen-
tos, tampoco nos abandona cuando la salud nos falla y el debilita-
miento nos da miedo. En estas situaciones tiene su sentido la un-
ción de los enfermos.

Tanto la enfermedad en sí misma, como el abandono y la margi-


nación, son siempre un mal. Jesús luchó contra ese mal expul-
sando demonios y curando enfermedades: "Recorría toda Galilea
enseñando en las sinagogas, proclamando la buena nueva del re-
ino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pue-
blo" (Mt.4,23).

Sin embargo las curaciones físicas que Jesús realizó eran signo
de una liberación más integral y profunda; no sólo de una enfer-
medad corporal, sino también del egoísmo y del pecado. En esta
misma perspectiva, el sacramento de la unción tiene también una
eficacia moral: "Si el enfermo hubiera cometido pecados, le serán
perdonados" (St. 5,15).

Concretamente este sacramento logra que el enfermo fortalezca


su espíritu, se sienta amado y aceptado por Dios, y como conse-
cuencia de esto y bajo este clima, es posible que se dé la cura-
ción psico-somática (la salud corporal y espiritual). Este sacra- Pág. 5
mento da vida y salud, mitiga los dolores, alivia las angustias y
da nuevas fuerzas al cuerpo.
Tema 25 Segundo Año
Anteriormente el sacramento de la unción enfatizaba el aspecto
de conceder al enfermo la "extrema unción" para superar la lucha
final (antes de la muerte) y entrar en el mundo del Resucitado; es
decir, preparaba a la persona al "bien morir". Sin embargo con el
Concilio Vaticano II, el sentido del sacramento giró de forma que

su objetivo y su misión ya no estaban en la muerte sino en la vi-


da. Primeramente cambió de nombre: de "extrema unción" por
"unción de los enfermos", ya que se resaltó la necesidad de forta-
lecer al enfermo para que se mantuviera firme y viviera con va-
lentía los dolores de la enfermedad.

Ahora se trata de ofrecer al cristiano la opción de "vivir bien" la


enfermedad y las amenazas de muerte. Inclusive el enfermo
puede recibir varias veces el sacramento mientras se encuentra
en la lucha por vencer la misma enfermedad.

Este sacramento se celebra "para que el Señor paciente y glorifi-


cado, alivie y salve a los enfermos; y para que éstos se asocien
voluntariamente a la pasión y muerte de Cristo, y así contribuyan
al bien del pueblo de Dios" (LG.11). Es decir, no se trata de cura-
ciones mágicas, sino de una profunda experiencia del creyente
que da seguridad y confianza, que salva de la soledad y la de-
“Dios te busca, te ama, sesperación, que reanima psíquica, física y espiritualmente al en-
te quiere en casa, y no fermo.
descansará hasta que
estés con Él” La unción de los enfermos será un símbolo significativo y eficaz
en la medida en que el enfermo tenga una fe viva y se una a la
celebración sacramental en la que la Iglesia confiese su fe y
ofrezca su vida y sus padecimientos a Dios. Sólo así es posible
que se haga presente la gracia del sacramento y logre tener efec-
tos santificantes en el cristiano.

Conclusión
Todos los símbolos sacramentales tienen su sentido para el cris-
tiano al ubicarlos dentro de la vocación bautismal: En la medida
en que busquemos asemejarnos más a Cristo y sentirnos incor-
porados e injertados en Él, podremos entender y participar más
plenamente de los símbolos sacramentales.

Actuar
Buscaré hacer vida los sacramentos en mi ambiente, para que
ejerzan su gracia de transformación interior en mi persona, y con
ello, estaré en condiciones de transformar mi realidad de acuer-
Pág. 6 do a la voluntad y proyecto de Dios.
Viviré comprometidamente la Espiritualidad de la Cruz, ejerciendo
mi ser sacerdotal y presentándome como ofrenda continua al Pa-
dre en unión con Jesús.
Tema 25
Tendré docilidad, disposición y apertura, para manifestar mi fe y Segundo Año

decisión de seguir a Jesús, pidiéndole la gracia y la fuerza nece-


saria para vivir de manera auténtica y comprometida mi tarea pri- BIBLIOGRAFIA
mordial de cristiano y Apóstol de la Cruz.
• Biblia

Celebrar • Para comprender los


sacramentos, de
Terminar rezando el “Salmo de Sanación” y escuchando el canto Jesús Espeja, Ed.
"Dios es amor" del cassette del mismo nombre. Cd. 2º. Año. Verbo Divino.

Pág. 7
Celebrar:

Tema
Tema25
4
Segundo Año
Salmo de sanación
Me has curado, Señor
Me has hecho revivir,
Me has ayudado
A sanar mi corazón

Muchas veces
Cuando camino
Me siento enfermo
Y sin fuerzas.
Cuando me acerco a Ti
Sanas con tu amor
Mis egoísmos de siempre,
Mis cansancios de ayer.

Tu sánanos, Señor,
No nos abandones,
No nos dejes solos;
Ayúdanos a vivir
Entre tus manos.

Queremos que nos cures,


Que podamos coger
La camilla y andar,
Para ayudar a otros
Y vivir en camino
Hacia el amor verdadero,
Hacia la paz del corazón.

Amén.

Pág. 8
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

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“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 26 Segundo Año

Tema 26
EL SACRAMENTO DEL ORDEN

Objetivo
Que los participantes descubran que el ministro ordenado está llamado a
ser signo de unión y comunión en la comunidad eclesial.
Contenido:

Ver 2
Sacerdote de Jesucristo
Juzgar 2
Tremenda grandeza la de la vocación al
Conclusión 4 sacerdocio: un hombre que debe atreverse
a hablar en nombre de Dios, a decir una
Actuar 4 palabra que hiere y que sana, que juzga a
la tierra y le devuelve la vida, que ilumina y
Celebrar 5
libera al hombre…, y todo ello sin juzgar a
nadie; debe atreverse a decir la verdad sin
desanimar y a ser bueno sin cobardía.
Oración I 5

Extraña misión, que invita a partir de la tie-


rra, a vivir en el brillo de la Luz de Dios, que hace de ellos un
hombre público y un hombre de adoración, un hombre de so-
ledad y un hombre de comunión…

El sacerdote de Jesucristo, tendrá que arriesgar la Palabra a


cualquier hora del día y en todas las edades de la vida del
hombre: En las promesas de su nacimiento, en las interrogan-
tes de su adolescencia, en los compromisos, los fracasos, y
Directrices:
las dudas de su madurez, en el último paso, al final del cami-
• Los textos bíblicos no, allí donde se abre la eternidad.
son muy ricos, leer
cada uno de ellos y
hacer un poco de Tendrá que sembrar con dolor y con lágrimas, y será otro el
reflexión comunita- que cosechará… Su fecundidad no será suya, sino de Aquél
ria sobre ellos.
• Dar énfasis a la que lo envió.
gracia conferida a
los sacerdotes y su "Este es mi Cuerpo. Yo te bautizo. Yo te perdono…" todas es-
relación con cada
una de las personas tas palabras de hombre serán siempre el eco de las de Jesu-
de la trinidad. cristo, único Sacramento de la Vida.
Idea Central del Tema
Tema 26 Segundo Año
“Jesús después subió al monte, llamó a los que él quiso, y ellos
se acercaron a él. Y designó a doce para que estuvieran con él
y para enviarlos a predicar” Mc 3, 13-15

En un ambiente solemne, dónde se resalta la iniciativa de Dios,


Jesús elige a los jefes del nuevo pueblo de Dios, que son doce
como los patriarcas y las tribus del antiguo Israel.

A ellos les confía el memorial de su Pascua durante la última ce-


na, en la que instituye la eucaristía y dona a los hombres la Igle-
sia, que nace de la eucaristía y en ella tiene su fundamento:
“Haced esto en memoria mía” Lc. 22, 19.

A este ministerio apostólico se le llama “orden” en referencia a


la expresión “según el orden de Melquisedec” usada en el Sal-
mo 110,4 y en la carta Hebreos 5-7, en referencia al sacerdocio
de Cristo; después, en consonancia con el término usado en la
Carta a los Hebreos se le llamará ministerio “sacerdotal”.

Ver
¿Por qué el Sacramento del Orden, es para la comunidad? ¿Por
qué el sacerdote debe ser signo vivo de Cristo Pastor? ¿Al rezar
Yo soy el Sacerdote
Eterno, y como Yo por la vocaciones sacerdotales, estoy dispuesta a apoyar a mi
procedo del Padre, los hijo si se siente llamado al sacerdocio? ¿Apoyo con mi oración
sacerdotes, hermanos y aportación económica al Seminario y a los Misioneros del Es-
míos, proceden también
de ese Padre amado.
píritu Santo?.

C.C. 49, 340 Juzgar


I.– Al servicio de la comunidad
Desde los orígenes de este sacramentos se ve el sacerdote en
su relación con la comunidad: elegido por ella, es constituido
para ella. “Porque todo sacerdote es elegido de entre los hom-
bres para representar a los hombres ante Dios y ofrecer dones
y sacrificios por los pecados, siendo capaz de mostrarse com-
prensivo con los ignorantes y extraviados; ya que también él
está rodeado de debilidad; por esta razón debe ofrecer sacrifi-
cios por sus pecados, así como lo hace por los de su pueblo. Y
nadie puede arrogarse este honor si no es llamado por Dios…”
Heb. 5, 1- 4

Al sacerdote se le pide que sea experto en humanidad, solidario


con los gozos y los sufrimientos de todos, atento y respetuoso
de la vocación de cada uno y testigo al mismo tiempo del don
Pág. 2
recibido de lo alto, signo vivo del Cristo Pastor que ofrece la vida
por los suyos y los reconcilia con Dios.

La fuerza del sacerdote está justamente en su debilidad, pues lo Tema 26


que le hace creíble es su servicio a la comunidad, a buscar la Segundo Año

unidad, su testimonio de una vida entregada a los demás sin te-


ner que contentar los gustos de nadie.

En una sociedad dónde impera el individualismo, las soledades,


la falta de comunicación y el miedo a los demás, el sacerdote:

Debe ser una existencia ofrecida para la unidad, para la reconci-


liación, con un compromiso de amor exigente y total, una fuente
de vida y alegría para todos.

Todo esto no es fruto de la capacidad humana, pues viene de


Dios. Así lo expresa la liturgia de la ordenación , que siempre se
sitúa dentro de la celebración eucarística, en la que la Iglesia na-
ce y se expresa de la forma más elevada.

II.- Liturgia del Orden Sacerdotal


Dentro del marco eucarístico, viene por parte del Obispo, el mo-
mento de la llamada, es la voz del Señor que elige a su siervo, a Mi Padre mira en Mí,
este momento le sigue la invocación en dónde toda la Iglesia su- Sacerdote Eterno, a
plica por el don que está a punto de concedérsele: la consagra- todos los sacerdotes,
viendo a un solo
ción de nuevos ministros. Sacerdote, Yo, el que lo
glorifica.
La transmisión del carisma del ministerio del Orden se realiza a
través de la imposición de manos y la oración de consagración C.C. 57, 143
de los obispos.

El sacramento del Orden comprende en la sucesión apostólica


los tres grados del episcopado, del presbiterado y del diaconado.
El episcopado (los obispos) , tiene la plenitud del sacramento del
Orden y hace del Obispo el signo y ministro de la unidad de la
Iglesia local.

El presbiterado constituye a los sacerdotes en “cooperadores del


obispo”, unidos en torno al Pastor de la Iglesia local y llamados a
ejercer el ministerio de unidad en el ámbito a ellos confiado.

El diaconado, a su vez, incorpora el ministerio en ayuda del obis-


po y constituye al diácono en signo e instrumento del servicio de
la palabra y de la caridad en la comunidad a la que es enviado.

III.– El sacramento del Orden y la Trinidad


La relación del sacramento del orden con la Trinidad queda de
manifiesto en la oración que se hace en la ordenación, que es
Pág. 3
sobre todo una invocación dirigida al Padre para que tome po-
sesión del ordenado- por medio del significado de la imposición
Tema 26 Cuarto Año
de las manos por el obispo ordenante– le llene con el don del
Espíritu, le configure con Cristo sacerdote y haga de él un signo
de su amor en la vida de la comunidad.

En relación con el Hijo Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote de


la nueva alianza, la ordenación configura al ordenando con Cris-
to, jefe de la Iglesia, para que pueda actuar en su persona para
el crecimiento de la Iglesia en unidad por medio del anuncio de
la Palabra de Dios, la presidencia de la liturgia y la responsabili-
dad de pastor de la comunidad.

Este vínculo con Cristo que ordena al servicio de Dios y de la


Iglesia, es tan profundo y definitivo gracias a la fidelidad del Se-
ñor, que se le da el nombre de “carácter”. Por eso el ministro
está llamado a ser con toda su existencia memoria viva del Sal-
vador viviendo el seguimiento de Jesús, como condición decisi-
va de credibilidad en su servicio de comunión.

Se invoca al Espíritu Santo en la liturgia de la ordenación para


que haga del ordenando el signo y el servidor de la comunión
eclesial y le haga capaz de discernir y coordinar los carismas en
vista de la utilidad común.

BIBLIOGRAFIA Esta relación con el Espíritu debe también ser vivida con docili-
dad de corazón, con atención para percibir sus signos y dones
• Biblia cuando y dónde se hagan presentes y con la incesante invoca-
ción de la gracia de luz y amor que sólo el Espíritu Santo puede
• Introducción a los
sacramentos, Bruno derramar en nuestras corazones
Forte.
Conclusión
Al igual que el sacramento del matrimonio es un sacramento al
servicio de la comunidad, la Trinidad penetra a través de estos
sacramentos en la historia de los hombres y suscita vínculos de
unidad entre ellos y Dios.

En la Obra de la Cruz tenemos un especial interés y cariño por


todos lo sacerdotes, nosotros podemos ayudar a su misión
pastoral a través de la oración, el sacrificio por ellos y prestán-
doles ayuda en los diferentes ámbitos de trabajo en nuestras
respectivas parroquias.

Actuar
Me propondré hacer diariamente la oración por los sacerdotes,
pidiéndole a Dios por su multiplicación y santificación. (Anexo).

Pág. 4 Apoyaré al Seminario con mi oración y aportación económica.


No permitiré que se hable mal del sacerdote o se le critique.

Pediré la luz del Espíritu Santo para que nuestro Asesor, siendo Tema 26 Segundo Año
fiel a su vocación nos lleve a Cristo Sacerdote y Víctima y en to-
do momento nos muestre el rostro misericordioso del Padre.

Celebrar
Terminar diciendo a coro la oración que se anexa por los sacer-
dotes.

Oración : En el Apostolado de la
Cruz oramos y nos
sacrificamos por todos
Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes, los sacerdotes.
Que cuando estén clavados
En la cruz del confesionario
Pongas en ellos tu corona de luz
En vez de tu corona de espinas.

Que cuando día a día


Traigan el pan
Convirtiéndolo en tu cuerpo
Ello no se les vuelva rutina
Sino diario milagro.

Que su trato con las almas


Sea para dejar en ellas
El amor que tu nos entregas.

Que cuando jóvenes tengan la fortaleza


De tus últimos tres años
Y cuando viejos
Sigan sintiendo que Dios
Alegra su juventud.

Que espíritu viviente


En carne y hueso
Sean como tú,
Profundamente humanos
Y perfectamente divinos.

Que cuando el desánimo y la flaqueza


Los agobien en el camino de su calvario
Estés tu como cirineo
Para llevarles la cruz
Y volvérselas gozo.

Pág. 5
Y que nunca falte
Quién de la vida por ellos
Tema 26
Segundo Año
Así como tu la diste
Por nosotros.

Señor, danos sacerdotes,


Señor danos muchos sacerdotes,
Señor, danos muchos y muy santos sacerdotes.

CELEBRAR:

Danos Señor; ministros de la unidad


Que sean reflejo fiel de tu amor eterno,
Capaces de comenzar siempre de nuevo
En el servicio de la comunión
Y de darse sin reservas
Por el crecimiento de tu pueblo
En la fe profunda,
En la esperanza viva
Y en la caridad activa.

Configúralos con tu Hijo Jesucristo


Par que sean acogedores con todos,
Y servidores de todos los hombres,
Anunciadores humildes,
Orgullosos de la Palabra de la vida,
Profetas del Reino futuro,
Sacerdotes del único sacrificio,
Pastores y guías transparentes
De los peregrinos en marcha
Hacia la patria de tu promesa.

Llénales de tu Espíritu, Padre,


Y haz que vivan dóciles a él
En la novedad del corazón y de la vida,
Para que transmitan de forma creíble a todos
El don de la reconciliación y del gozo
Y susciten entre los hombres
Vínculos de justicia
Y pactos auténticos de paz.

Pág. 6
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 27 Segundo Año

Tema 27
María: Modelo del Creyente

Objetivo
Apreciar la figura de María como modelo e inspiración de nuestro segui-
miento a Jesús e identificarla como el modelo perfecto del cristiano.
Contenido:

Ver 2
María, la obediencia a la fe.
Juzgar 2
Madre, obediente a la fe, caminante en la
Conclusión 8 noche, seducida por el amor de Dios, en-
cantada con sus planes, aunque a veces
Actuar 8
no se comprenda.
Celebrar 8
Tú guardabas todas las cosas en tu cora-
Oración Inicial 9 zón porque a veces, como nosotros, no
entendías casi nada.

Sabías de un hijo perdido, de persecuciones, de aceptar los


"líos" en que Dios te metía. Tu vida fue un sí desde la Encarna-
ción, Nazareth y Belén, hasta el monte de la Cruz; un sí sin
condiciones y mantenido en la noche oscura de la fe.

Directrices: Tu crecías en la fe, vivías en la esperanza, te lanzaste por los


• Presentar la caminos polvorientos del amor. Tú, Madre de todos los cami-
imagen de María,
no a la medida de nantes, mujer encantadora, viviste la sencillez de hacer extra-
nuestros gustos y ordinario todo lo ordinario.
expectativas sino a
la luz de los textos
bíblicos.
• Purificar la Tú has sido siempre para el santo y el pecador la ternura en
devoción a María,
basarla no en los momentos de cansancio. En Ti hemos aprendido a vivir la
rezos, sino en la fe porque tu sabes a nuestra tierra y en Ti todo es más fácil y
imitación de sus
virtudes. mejor.
Idea Central del Tema
Tema 27 Segundo Año
Cuando evocamos el nombre y la figura de la Virgen María re-
movemos las fibras más hondas de nuestro ser. María es la Ma-
dre, la mujer, el rostro materno de Dios, la educadora por exce-
lencia de nuestra fe, la realización más alta del evangelio.

Mucho hay que decir de María, sobre sus virtudes, sobre su re-
lación con la Trinidad; pero en este tema queremos acercarnos
a María como LA CREYENTE; a través de algunos textos bíbli-
cos analizaremos las actitudes de María que nos hacen verla co-
mo nuestro modelo a imitar. María fue la primera y más perfecta
discípula de Jesucristo, por ello es modelo para los que quere-
mos seguir a Jesús; ella, con sus actitudes de verdadera adora-
dora de Dios nos ilustra lo que debe ser la verdadera fe en Je-
sucristo.

Ver
¿Por qué es María modelo del creyente? ¿Cómo ejerce María su
libertad?
¿Me abandono como María en las manos de Dios, entregándole
mi libertad? ¿Acepto la voluntad de Dios en mi vida? ¿A ejem-
plo de María, escucho, medito y guardo en mi corazón la Pala-
bra de Dios? ¿Agradezco a Dios todas las maravillas que ha rea-
María discierne el anuncio, lizado en mi vida?
los signos que Dios le ¿El tener a Cristo en mi vida me lanza al servicio en mis herma-
muestra y desde la nos?
libertad, pregunta, piensa
y decide, confiada en un Juzgar
Dios que sabe que la ama
y la protege.
I.- La Anunciación
“En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una jo-
ven virgen que vivía en una ciudad de Galilea llamada Nazareth,
y que era prometida de José, de la familia de David. Y el nom-
bre de la virgen era María.

Entró el ángel a su presencia y le dijo: “Alégrate, llena de gra-


cia; el Señor está contigo” Estas palabras la impresionaron mu-
chísimo y se preguntaba que quería decir ese saludo. Pero el
ángel le dijo: “ No temas María porque has encontrado el favor
de Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo, al que
pondrás el nombre de Jesús. Será grande y con razón lo llama-
rán: Hijo del Altísimo. Dios le dará el trono de David, su antepa-
sado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reinado
no terminará jamás.”

Pág. 2 María entonces dijo al ángel: ¿ Cómo podré ser madre si no ten-
go relación con ningún hombre?

Contestó el ángel: “ El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Po-


der del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Tema 27
Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pa- Segundo Año

riente Isabel: en su vejez ha quedado esperando un hijo, y la que


no podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del emba-
razo; porque para Dios nada es imposible.
Dijo María: “ Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que
has dicho” Después de estas palabras el ángel se retiró. Lc. 1,
26-56

Veamos el bloque de sus relaciones con Dios:

• “Alégrate, llena de gracia. El Señor está contigo” V. 28 “


No temas María, que Dios te ha concedido su favor” v.
30 , indican su relación con el Padre, una relación que
comporta alegría, la relación de María con el Padre es la de
una persona colmada de favores gratuitos, favores que el
Padre derramaría después en toda la humanidad a través
de Jesús.

• “ Mira, vas a concebir en tu seno y a dar a luz un hijo, y le


pondrás por nombre Jesús” v. 31, este versículo expresa
su relación con Jesús, desde la plenitud de la participación Encontramos los principales
maternal; por lo tanto expresa relación de responsabilidad rasgos de María en los textos
inicial del destino de Jesús, pero también relación subordi- de la Anunciación y la
nada a la autonomía del Hijo, ya que se le anuncia su mi- Visitación, donde María se
sión: “ será grande y le llamarán…” v. 35 muestra como una mujer
creyente que escucha, medita
• “ El Espíritu Santo bajará sobre ti, y la fuerza del Altísimo te y escudriña la palabra de
cubrirá con su sombra” v. 35a . En su relación con el Espí- Dios.
ritu Santo se le anuncia una acción creadora y protectora,
el poder del Espíritu la envolverá, la protegerá como prote-
gía la nube la tienda de la Alianza en el desierto. Significa
que María es protegida, sostenida y arropada por la fuerza
de Dios.

Para conocer los sentimientos y actitudes de María, analicemos


los siguientes textos:

• “ Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose que


saludo era aquél” V 29 María se siente conmocionada por
el sentido del misterio de Dios, misterio que se le anuncia
en parte; ella puede experimentar que la realidad de Dios
la sobrepasa por completo, sin embargo podemos atisbar
su fuerte personalidad por el hecho de que mantiene la
calma y es capaz de preguntar, desde un cuestionamien-
to interior donde desea entender: busca claridad, luz para
entender la palabra de Dios. Pág. 3
• “ María dijo al ángel: ¿ cómo podré ser madre si no tengo
Tema 27 Cuarto Año
relación con ningún hombre?” v. 34. María usa su capa-
cidad de discernimiento, quiere comprender la relación
que existe entre su situación, su proyecto de boda con
José, sus planes y los planes de Dios. El misterio de la
palabra de Dios no la anula, la hace vigilante, libre y deci-
dida delante del Señor.

• “ Dijo María: Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí


lo que has dicho” v38 Aunque su conciencia, su perso-
na, es indagadora, pregunta para entender, pero al mis-
mo tiempo es libre, sometida y confiada. María entiende
su persona desde la sumisión plena; ella escucha, medi-
ta y escudriña la palabra de Dios con oído de discípula, y
la acoge con fe.

María nos muestra el camino a todos los seguidores de Jesús, y


es precisamente desde la libertad con la que fuimos creados
por Dios dónde nos muestra el camino, el hombre de hoy bus-
ca desesperadamente la “libertad”; una libertad que al no ser
entendida viene a resultar demasiado frágil, provocando en el
hombre contemporáneo desajustes emocionales, depresiones
y hasta actitudes autodestructivas.

Analicemos a María como la criatura libre:


la verdadera devoción a
María será el imitarla en sus • María es libre, porque Dios mismo la interpela y la llama
virtudes y actitudes de vida. a responder libremente. Ella no está atada a un designio
preconcebido o inevitable, María es libre, dialoga sobre
lo que puede suceder. En el diálogo no encontramos pa-
labras como: “debes” “te impongo” “ está decidido” por
parte del ángel, sino que el diálogo es orientado a espe-
rar la respuesta personal y libre.

• La libertad de María está fundamentada en una equilibra-


da conciencia de sí misma, no se deja arrastrar por la
fuerza del anuncio, discierne y pregunta.

• Es una libertad humilde, conoce su dependencia con


Dios “ Yo soy la servidora del Señor”

• Pero sobre todo, es una libertad atrevida y capaz de con-


fiar, es libre para abandonarse en Dios y entrega su liber-
tad. María acepta en el corazón de la libertad, es cierto
que muchas cosas no las entendía, pero la fe la hace
acoger el misterio y confiada se abandona a Dios y a su
proyecto.
Pág. 4
• Su respuesta de fe: “hágase en mí lo que has dicho” in-
cluía una perfecta cooperación con la gracia de Dios, que
previene y ayuda, y una perfecta disponibilidad a la ac- Tema 27 Segundo Año
ción del Espíritu Santo, que perfecciona continuamente la
fe con sus dones. ( cfr R.M. # 13)

II.- La Visitación
Otro de los textos que queremos analizar es el de la visita de Ma-
ría a su prima Isabel; el texto es largo te pedimos leas en el gru-
po, Lucas 1, 39-56
María nos lleva a destacar
• “ María se puso en camino y fue a toda prisa a la monta- determinados aspectos de la
ña…” v. 39, dice San Ambrosio que es “ a toda prisa” por- fe, ayudándonos a
que la gracia del Espíritu Santo no conoce demora, ella comprender que necesitamos
que había sido colmada de Espíritu Santo tiene prisa por para el seguimiento a Jesús.
practicar el ministerio de la caridad.

• “Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”, v. 40, po-


demos contemplar el saludo desde un punto de vista psi-
cológico, sobre todo por las palabras de bienvenida de
Isabel. “Bendita tú entre todas las mujeres y bendito el fru-
to de tu vientre” v. 42. María no había revelado a nadie su
secreto, lo guardaba en su corazón, porque era inaudito,
increíble; el saludo de Isabel la libera de la tensión y por
ello, al sentirse comprendida irrumpe en su canto de ala-
banza: El MAGNIFICAT. Se siente apreciada, aceptada y
escuchada en su situación, no juzgada ni criticada. Este
saludo es un perfecto ejemplo de experiencia de encuen-
tro y de relación humana.

• “ Al oír Isabel el saludo de María, el niño saltó de alegría


en mis entrañas” v44 María irradia, contagia la alegría de
su interior, es la misma presencia de María que nosotros,
el pueblo cristiano sentimos como “Causa de nuestra ale-
gría”

Con el himno del Magnificat, María no solamente alaba, bendice


y agradece a Dios, sino que intercede y pide por los hombres,
por ello su canto de acción de gracias se ha convertido en la ora-
ción de la Iglesia de todos los tiempos.

En la oración del Magnificat podemos contemplar varios puntos:

1.- El culmen de la libertad humana:

“dichosa tú por haber creído”.v. 45. Esta bienaventuranza,


que interesa a toda la humanidad, designa el culmen de la li-
Pág. 5
bertad humana: es dichoso y feliz y realiza el designio de
Dios quien alcanza la plenitud de su vocación. Así, podemos
Tema 27 Segundo Año
decir que la libertad humana está hecha para la fe, en ella
obtiene su perfección y culminación.

Solo Dios es merecedor de un abandono y una confianza


sin condiciones ni límites, en El la libertad humana puede ex-
presar por completo su voluntad de entrega.

El hombre se salva, no simplemente obedeciendo a una ley


interior; sino amando, entregándose y creyendo en Dios. Por
ello María es figura de la vocación humana a la felicidad.

2.- Oración de alabanza:

“Celebra todo mi ser la grandeza del Señor” v. 46. San Am-


brosio nos dice que en nosotros debe estar el alma de María
para glorificar a Dios. El agradecimiento es la primera expre-
sión de fe, al contrario de la crítica , el lamento, la amargura,
o el derrotismo; que son actitudes de falta de fe. Debemos
alabar por todo lo que Dios ha hecho en nosotros y en el
mundo, reconocer agraciados y saber agradecer tomando
conciencia que la misericordia divina se extiende “de gene-
ración en generación”.

BIBLIOGRAFIA 3.- Los ojos de la fe


• Biblia “ hizo grandes cosas para mí” v. 49 La fe hace descubrir
• Fuentes bíblicas,
Antonio González realidades grandes en cosas pequeñas, mientras que la po-
Rosser ca fe nunca está satisfecha, siempre quiere ver más, la fe
• Una libertad que se verdadera reconoce en los más insignificantes signos el po-
entrega, Card. Carlo der de Dios. “su misericordia de generación en generación”,
María Martini el Señor sigue actuando, y sólo la fe puede hacernos cons-
• El mundo, el Reino y cientes de su cercanía y su presencia.
la Iglesia, A.
González Roser
• Con Cristo Jesús, en Conclusión
favor de los hombres
P. Manuel Rubín de Hemos contemplado a María a través de dos textos bíblicos, su-
Celis M. Sp. S.
ficientes para descubrir en ella sus principales actitudes y virtu-
des, todos estos rasgos nos muestran la fe de María. Estas ma-
nifestaciones de fe de María son el fruto de una fe cultivada en
la vida diaria, desde la oración. Una vida impregnada por la fe,
orientada y sostenida por ella, que lleva a una entrega cotidiana,
a una justicia diaria, a un amor perseverante y creciente. El “si”
de María en la Anunciación es un SI permanente, toda su vida
será eco de sus palabras “hágase en mi…”

Actuar
Pág. 6 En mi oración pediré a la Sma. Virgen que interceda por mí, pa-
ra que aumente mi fe y pueda decir como ella, hágase su volun-
tad.
Que mi vida sea un continuo “sí” a la voluntad de Dios.
Como María, agradeceré a Dios por todas las maravillas que ha Tema 27
hecho en mi vida. Segundo Año

Esta semana visitaré a un enfermo, llevándole un mensaje de es-


peranza.

Celebrar
Decir a una sola voz el Magnificat.

Donde están los cristianos


debería verse con mayor
claridad, como si la luz
creciera con actos de
generosidad, con las
palabras de perdón, con
la paz pacientemente
buscada, con la atención
concedida a los más
pobres…

Pág. 7
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


APOSTOLADO DE LA CRUZ
SEÑORAS Tema 28 Segundo Año

Tema 28
IGLESIA: SACRAMENTO DE
SALVACIÓN.
Objetivo
Que la persona descubra a la Iglesia, como el sacramento de la persona de
Cristo, portadora de la salvación que Cristo nos da.

De los escritos de Concepción Cabrera de Armida.


Contenido:
“La Iglesia es le depositaria de todas las gracias del Espíritu Santo,
Ver 2
ahí ha fijado su morada, y la ama con entrañable amor; sólo por ahí
se entra al cielo. El sella todas sus ceremonias y faltando este sello
Juzgar 2 divino no habría nada cabal, ni posible salvación. En la Iglesia es
donde se da constante alabanza a la Trinidad Santísima; ahí tiene el
Conclusión 8
Padre Eterno sentadas sus miradas; el Hijo su sacratísima Humani-
Actuar 8 dad junto con la Divinidad y su sacrificio constante en la Eucaristía.”
“¡Qué bello se presenta este conjunto-unidad, esta Trinidad beatísima
Celebrar 8 en su divina comunicación con la Iglesia. Ahí veo yo ahora su inmen-
so amor que despliega un Dios para con sus criaturas de una mane-
Oración Inicial 9 ra admirable!”
“¡Ah! yo confieso que jamás había entendido esto con tan clara luz,
ni tampoco agradecido esa cadena no interrumpida de beneficios
que desde el bautismo hasta el sepulcro nos proporciona la Iglesia
santa... Qué cuenta tendremos que dar al Señor por tantas gracias y
tantos medios de santificación que su eterna bondad nos ha puesto
en su Iglesia” Concepción Cabrera de Armida

HE MANIFESTADO TU NOMBRE A LOS HOMBRES


Directrices:
Padre, ha llegado la hora.
• Hacer ver a la Igle- Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti.
sia como servidora y que según el poder que le has dado sobre toda carne,
de la humanidad,
como camino para dé también vida eterna a todos los que tú le has dado.
llegar a Jesús, y Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
por Él, al Padre, en y al que tu has enviado, Jesucristo.
el Espíritu Santo.
Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me
encomendaste realizar.
He manifestado tu Nombre a los hombres.
Ellos han reconocido que todo lo que me has dado viene de ti.
Jn. 17, 1-8
Idea Central del Tema
Tema 28 Segundo Año
La Iglesia es en Cristo como un sacramento, signo de la unión
íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano. L. G.
1.
La Iglesia es sacramento de salvación en el mundo.

Ver
¿Qué es un signo? ¿Por qué Jesús es sacramento del Padre?
¿Por qué la Iglesia es sacramento de Cristo?

Juzgar
I.- Una mirada a Jesucristo
En primer lugar, dirijamos nuestra mirada a Jesús. Digamos que
Él es sacramento del encuentro de Dios y del hombre, nosotros
afirmamos que Él es el signo de este encuentro, y más aún que
Él realiza aquello que significa.

1.- DIVERSAS CLASES DE SIGNOS

Como ya hemos visto anteriormente, la mayor parte de los sig-


La Iglesia es en Cristo
nos que nosotros utilizamos han sido creados por el hombre,
los llamamos «convencionales». Por ejemplo: el color rojo que
como un sacramento, o
significa alto. Es necesario conocer un código para conocer su
signo e instrumento de la
significado. De igual modo, las palabras de nuestro lenguaje
unión íntima con Dios y son signos convencionales y un niño debe aprender su lengua
de la unidad de todo el para saber que quieren decir los vocablos como «puerta» o
género humano. «niño».
L..G. 1
Estos signos no son siempre eficaces. Una prueba de ello lo te-
nemos todos los días, cuando vemos a un automovilista pasar-
se un alto. La eficacia no puede venir del signo, sino de la vo-
luntad de aquellos que le obedecen.

También hay signos que nacen por ellos mismo y que la expe-
riencia ha aprendido a descifrar. El humo que indica al fuego.
Igualmente, en las relaciones humanas. Ellos se manifiestan ca-
si de una manera natural; el signo nace de la misma emoción
con que se vive algo. La risa indica la alegría, y las lágrimas el
dolor. Concluyendo, podemos decir que hay una multiplicidad
de signos en el mundo en el que vivimos.

Pero profundicemos un poco más Un hijo que es abrazado por


su mamá no tiene necesidad de descubrir el sentido de este
gesto, ha nacido del amor y es comprendido de este modo. En
Pág. 2 este caso el signo se realiza a través de una acción. No se con-
tenta con manifestar el amor, él lo hace vida.

2.- JESÚS, PRESENCIA DE DIOS.


Tema 28
Jesús no es solamente un hombre que significa Dios, él hace Segundo Año

presente a Dios. Cuando nosotros decimos que él es sacramen-


to, signo eficaz de salvación y del Reino, nosotros no entende-
mos solamente que él anuncia esta salvación y este Reino o que
él indica el camino. En él se realiza. Él es el Emmanuel, Dios-
con-nosotros-, Él es presencia del Reino.

Es por ello que Jesús no solamente revela a Dios por sus pala-
bras y su enseñanza, sino por la totalidad de su vida y de su
misterio. Por Cristo, Dios se da al mundo. Jesús es Palabra Vi-
viente de Dios, Él es Palabra encarnada, Verbo hecho carne,
Imagen del Padre. Las palabras pronunciadas por Jesús no son
la parte más importante de su mensaje. Su presencia en medio
de nosotros es más elocuente, su manera de actuar igualmente.
Donde el actúa, la realidad que Él significa manifiesta su presen-
cia. Este el modo como nosotros podemos decir que Jesús es
signo eficaz.

3.- JÉSUS, VUELTO HACIA SU PADRE

Quién es significado es siempre más importante que el signo. La Iglesia no sólo


Cuando una madre abraza su hijo, es el amor quien tiene más comunica la vida divina
valor que el gesto que lo acompaña. al hombre, sino que
Igualmente, Jesús dice de Él que no es principio, Él es el camino. además difunde sobre el
Para ir al Padre es necesario ir por Él. Podemos decir que Jesús universo su luz.
está constantemente ante su Padre.
L.G. 40
El evangelio de Juan gusta en poner de relieve este comporta-
miento de Jesús: Las palabras que os digo, no las digo por mi
cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las
obras, y, Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre
que me ha enviado (Jn. 14, 10.24).

La escena más significativa al respecto es aquella donde Juan


narra la manifestación de Jesús a María Magdalena después de la
resurrección; Jesús separa de sí mismo a María, Él rechaza que
ella lo retenga de algún modo prisionero, el se dirige hacia el Pa-
dre: No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero ve-
te donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Pa-
dre, a mi Dios y vuestro Dios. (Jn. 20,17).

Es Jesús mismo quien dice: El Padre es más grande que yo (Jn.


14,28). Este abajamiento de Cristo, este modo de estar ante el
Padre, es una parte importante de su misterio. Esta actitud es
verdaderamente aquella que nos permite decir que él es un ver-
dadero sacramento de Dios.
Pág. 3
(Ver la tabla que se encuentra en la siguiente página. Donde a
partir de los textos, u otros semejantes que podemos encontrar
Tema 28 Cuarto Año
en el Evangelio de Juan, podemos notar como Jesús habla de
la relación que lo une a su Padre. Así podemos comprender
mejor cómo Jesús es el «sacramento» de Dios. El revela las
obras de su Padre, Él no busca su gloria.).

4.- JESÚS, EL SERVIDOR

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único (Jn.
3,16). Jesús no vive para sí mismo, sino para que el mundo sea
salvado. El afirma: Yo he venido para que tengan vida y la ten-
gan en abundancia (Jn. 10,10).

Cristo no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se


despojó de sí mismo tomando condición de siervo (Fil. 2, 6-
7).Él es siervo de Dios, ante todo, pero al mismo tiempo siervo
de sus hermanos para darles la vida revelándoles al Padre.

El mundo tiene necesidad de que Dios se manifieste, que la ac-


ción de Dios llegue a ser visible, que ella tome forma en las rea-
lidades de nuestra vida. He aquí lo que realiza todo sacramento.

Al contemplar a Jesucristo podemos retener estos tres elemen-


tos:

• Jesús es sacramento porque Él es presencia efectiva de


La iglesia es el proyecto Dios en la vida del mundo. Por ello, él es verdaderamente
visible del amor de Dios un signo eficaz.
hacia la humanidad.
• Jesús es sacramento porque él indica siempre a su Padre
Pablo VI como la fuente de su actuar, como el término de su cami-
no. Por ello, Él es anuncio del Evangelio.

• Jesús es sacramento porque Él está al servicio de la vida


del mundo. Por ello, Él es presencia de salvación.

Jesús y su Padre
Porque aquel a quien Dios ha enviado
habla las palabras de Dios,
porque da el Espíritu sin medida.
El Padre ama al Hijo
y ha puesto todo en su mano
Jn. 3,34-35

Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado


y llevar a cabo su obra.
Jn. 4,34
Pág. 4
En verdad, en verdad os digo:
el Hijo no puede hacer nada por su cuenta,
sino lo que ve hacer al Padre: Tema 28
Segundo Año
lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo.
Porque el Padre quiere al Hijo
y le muestra todo lo que él hace.
Y le mostrará obras aún mayores que éstas
para que os asombréis.
Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida,
así también el Hijo da la vida a los que quiere.
Jn. 5, 19-22

Yo no puedo hacer nada por mi cuenta;


juzgo según lo que oigo;
y mi juicio es justo,
porque no busco mi voluntad,
sino la voluntad del que me ha enviado.
Jn. 5,30

Mi doctrina no es mía,
sino del que me ha enviado.
El que habla por su cuenta,
busca su propia gloria;
pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz
Jn. 7, 16-18

Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta;


el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Jn. 14,10

Esta palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha


enviado.
Jn. 14,24

II.- La Iglesia: Sacramento de Cristo


La visibilidad de Dios en Jesús de Nazareth ha sido durante su
vida mortal. Para los hombres de nuestra época, Jesús está junto
a Dios. No le podemos ver ni tocar. Esta es la misión de la Igle-
sia: hacer presente a Cristo, de asegurar la continuidad de su vi-
sibilidad en el desarrollo de la historia. Es por esto, dice el Conci-
lio: Porque Cristo levantado en alto sobre la tierra atrajo hacia Sí a
todos los hombres (cf. J., 12,32); resucitando de entre los muer-
tos (cf. Rom., 6,9) envió a su Espíritu vivificador sobre sus discí-
pulos y por El constituyó a su Cuerpo que es la Iglesia, como Sa-
cramento universal de salvación (LG 48).
Que la Iglesia sea sacramento, ¿qué significa? Pág. 5
Cristo es para el mundo el sacramento de Dios, del mismo
modo la Iglesia es para el mundo el sacramento de Cristo. Por
Tema 28 Segundo Año
esta profunda analogía se asimila al Misterio del Verbo encar-
nado. Pues como la naturaleza asumida sirve al Verbo divino
como órgano de salvación a El indisolublemente unido, de for-
ma semejante a la unión social de la Iglesia sirve al Espíritu de
Cristo, que la vivifica, para el incremento del cuerpo (cf. f.,
4,16). (LG 8).
Los tres elementos que hemos presentado al contemplar a Cris-
to-sacramento, debemos encontrarlos en nuestra manera de
contemplar a la Iglesia.

1) IGLESIA, PRESENCIA DE CRISTO

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas


en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y ense-
ñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí
que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mun-
do (Mt. 28,20). Es así como Jesús resucitado se dirige a sus
Apóstoles. Antes ya les había dicho: Porque donde están dos
o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos
(Mt 18,20).

PARTE DE LA HUMANIDAD
La Iglesia no es el mundo entero, pero ella está en el mundo;
La Iglesia es asumida por más aún, ella está hecha de la carne del mundo. Ella no es la
Cristo como instrumento
humanidad entera, pero ella es humana, en todo el sentido de
la palabra. Ella está formada por hombres que viven en el uni-
de redención universal.
verso participando de la Historia, con su existencia y sus pro-
L.G. 9 yectos, sus alegrías y sus tristezas, sus sufrimientos y sus de-
cepciones, sus solidaridades y sus luchas.

Ella es: La comunidad cristiana está integrada por hombres


que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su
peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nue-
va de la salvación para comunicarla a todos. (GS 1)
Es por ello que nosotros decimos que ella es Sacramento de
Salvación para el mundo.

salvación
El acontecimiento fundador de la Tradición bíblica es la salida
de Egipto del pueblo conducido por Moisés. Es la partida, es el
Éxodo, es considerado como una liberación, un paso de la es-
clavitud a la libertad. Ha pasado a ser la tipificación de la acción
de Dios. Ella es imagen de salvación.
Pág. 6
El Dios de la Biblia es por tanto considerado siempre como sal-
vador. Él es el Dios que hace libre.

Frente a la Historia, Jesús es el hombre libre y nosotros testimo- Tema 28 Segundo Año
niamos que el Espíritu que él nos ha dado es fuente de libertad
verdadera. Por tanto esta es la salvación: liberarse de los ídolos,
de aquellos que hace el dinero, el poder, la violencia, la fama, la
dominación, y sin duda ante todo liberarse de sí mismo y de es-
te mundo cerrado que sin cesar nos aprisiona.

El Cuerpo de Cristo es el lugar donde el Espíritu nos llama para


conducirnos por los caminos de la libertad.

Pero, en la mañana de Pentecostés, después de haber curado al


paralítico en el nombre de Jesús, proclamaba: No hay bajo el La unidad de la Iglesia
cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros deba- ya está comenzada,
mos salvarnos (Hech 4,12) Del mismo modo que Jesús no se porque reúne a hombres
contentaba con hablar del Padre sino que Él es presencia de
de toda nación, raza,
Dios en medio de los hombres, la Iglesia no se puede contentar
pueblo y lengua.
con contar la vida de Jesús y de transmitir sus enseñanzas, ella
debe ser lugar donde sea reconocida y acogida la presencia del
Resucitado. Entonces ella será signo eficaz, sacramento de Cris-
to.

No es suficiente que ella revele el rostro de Dios con sus pala-


bras, ella lo debe hacer, como Jesús, por su ser mismo. En ella
es Cristo mismo quien se da. Ella no es solamente el anuncio del
Reino, ella es ya el lugar donde se realiza el Reino. La eficacia de
la Iglesia no viene de ella misma sino del Espíritu que le ha sido
dado.

2) IGLESIA, TESTIGO DE JESÚS

La Iglesia no es fin, ella es un camino. Ella tiene como misión el


señalar a Jesucristo como el salvador del mundo, que es Él
quien la salva de su propio pecado. Ella conduce a los hombres
hacia Cristo quien los lleva hacia el Padre. Ella es el cuerpo del
que Cristo es la Cabeza.

Como Jesús, la Iglesia no dice sus propias palabras, sino las Pa-
labras de Cristo que es quien la envía. Ella no realiza sus obras,
sino las obras de su Señor. Esto obliga a la Iglesia a estar siem-
pre unida a quien es la Cabeza del Cuerpo. Medio de Salvación,
ella es ante todo signo de esta Salvación para el mundo. En ella
se realiza en parte el Reino y por tanto ella no debe confundirse
con el Reino. Ella es al mismo tiempo salvada y por salvar. En
ella hay santidad, la que le da Dios; pero, en ella hay también pe-
cado porque ella está formada por hombres pecadores. Pág. 7
Esta ha sido siempre la grandeza del pueblo de la Alianza el
proclamar una Palabra que la juzga y juzga al mundo. Y, en
Tema
Tema28
4 Segundo Año
efecto, el Evangelio que nosotros anunciamos denuncia ante to-
do nuestro pecado y el pecado de todo hombre. Nosotros lleva-
mos esta Palabra, aún cuando somos incapaces de escucharla
y de ponerla en práctica. Al interior de nuestra debilidad, conti-
nuamos a confesar a Jesucristo como la fuente de toda fuerza,
de toda justicia, de toda verdad. La Iglesia no es sino el sacra-
mento de Jesucristo.

3) IGLESIA, SERVIDORA DEL MUNDO

La Iglesia no vive para sí misma. Ella no tiene sentido sino en


cuanto que es testigo de la Buena Nueva. Ella es enviada por
Dios al mundo, como el Hijo es enviado por el Padre.

Para realizar su misión ella debe hacerse servidora, como el Se-


ñor se ha hecho servidor. Y del mismo modo que Jesús ha sido
siervo de su Padre y así de sus hermanos, igualmente la Iglesia
no puede servir a Dios que poniéndose al servicio de los hom-
bres.

Los laicos, que


Conclusión
desempeñan parte activa
Para concluir este tema hagamos una síntesis de todo lo que vi-
en toda la vida de la
mos:
Iglesia, no solamente
están obligados a • Jesucristo es sacramento del Padre en cuanto a que
cristianizar el mundo, revela a Dios a través de sus palabras, de su ense-
sino que además su ñanza y además lo revela con su vida, su manera
vocación es ser testigos de actuar.
de Cristo en todo
momento. • Jesús es sacramento porque El indica siempre a su
Padre como la fuente de su actuar.
L.G. 43

• Jesús es sacramento porque está al servicio de la


vida del mundo, en ese sentido, su presencia es sal-
vación.
• La Iglesia, es sacramento de Cristo porque:
• La Iglesia es presencia de Cristo
• la Iglesia es parte de la humanidad, está al servicio
de ella
• la Iglesia es salvación , debe ser el lugar donde es
reconocida y acogida la presencia del Salvador, así
será signo eficaz , sacramento de Cristo.
• la Iglesia es un camino, conduce a todos los hom-
bres hacia Cristo, quien los lleva al Padre.
Pág. 8
Actuar
Valoraré mis acciones diarias, como medio de santificación, to- Tema 28
mando la cruz de cada día con alegría. Segundo Año

Seré fermento en mi familia y en el mundo con mi actitud de ser-


vicio.
Me comprometeré en la Sociedad de padres de familia del cole-
gio de mis hijos, en la junta de colonos o en alguna acción social
o política. BIBLIOGRAFIA
Daré testimonio de vida, a través de la congruencia de fe y vida
ante mis amigas. • Pour vivre les
sacraments, Philippe
Béguerie, Claude
Celebrar Duchesneau
• Cristo y La Iglesia:
Terminar diciendo a dos coros: el salmo "Bienaventurada eres tu signos de salvación,
René latourelle
Iglesia, por tu santidad" y escuchando el canto "Junto a Él" . Cd. • Vaticano II
2º. Año. • Biblia

Pág. 9
Celebrar:

Tema 28 ¡ Bienaventurada eres tu Iglesia por tu santidad!

Señor,
tu nos llamas,
a ser santos e “irreprochables ante él, por el amor”
el bautismo no es un lujo,
es un deber de plasmar
con la vida
los mismos sentimientos de Jesús.

Sabemos, Señor,
que ser santo
no es fácil ni algo hecho de pronto.
Sabemos que se teje día a día
sin renunciar nunca
a vivir unido a ti
como el sarmiento a la vid.

Santidad, Señor, es decir Jesús,


es decir gracia,
es vivir la donación
desde la amistad y el amor.
Sin ti, Espíritu Santo,
nada podemos hacer,
nada podemos construir con seguridad.

El edificio de la santidad
se nos viene abajo
si tú, Dios nuestro,
no acompañas hasta el final
nuestros pies cansados.

Señor,
nos llamas a la santidad,
a ser Jesús de todo corazón
en medio de este mundo
que necesita de santos
más que el aire que respira.

Amén

Pág. 10
Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato para Análisis de Tema Semanal”

Grupo: Tema:

• Después de haber estudiado el tema que corresponde a esta semana, y antes de asistir a tu sesión
semanal, contesta con tus propias palabras lo siguiente:

1. Contenido del Tema (Teoría)

Idea central del Tema:

Los cinco conceptos más relevantes del tema:

La frase de impacto:
2. Comprensión del Tema (Asimilación)

Dudas sobre el contenido:

Inquietudes: ¿Qué suscitó en mí, a qué me invita?


Apostolado de la Cruz, Señoras Fecha: / /

Sección Conchita

“Formato de Avance en mi Compromiso Semanal”

Grupo: Tema:

• En base a tu vivencia durante la semana que hoy termina, contesta sinceramente las siguientes
preguntas:

Mi Encuentro con Jesús

1.¿Cómo fue mi oración personal?

2.¿Cómo fue mi asistencia a la Eucaristía? Diaria Dominical Esporádica

3.¿Cómo demostré mi Atención amorosa a Dios?

4.¿De qué manera me dejé iluminar por su Palabra?

5.¿Qué defecto estoy tratando de quitarme?

6.¿En qué virtud estoy trabajando?

Mi Encuentro con mis Hermanos

1.¿Qué Obra de Misericordia realicé esta semana?

2.¿Para quién fui Luz y por qué?

3. Fui oscuridad para alguien. ¿Por qué?

Vida Diaria (Práctica)

1. ¿Cómo llevé a la práctica lo aprendido la clase anterior?

2. ¿Qué obstáculos se me presentaron?

3. Concretamente ¿cómo los estoy superando?


Apostolado de la Cruz
Manual de cantos

Sección Conchita 2006-2007


3

Apostolado de la Cruz
Sección Conchita
Cantos Formación 2do. Año

1.-Vamos caminando
2.-Autoexilio
3.-No muere con los tiempos
4.-El Galileo
5.-Dios es Amor
6.-Es hora de abrir las puertas
7.-Bienaventuranzas
8.-Tu me transformas
9.-Ánimo
10. Alabanzas al Señor
11. Clamor
12. Hagamos nuestra la Cruz de Cristo
13. Cantaré para Él
14. Por eso canto
15. Pacto de esperanza
16. Por nuestro amor
17. Tu nombre en mi pecho
18. Parábola de un vuelo
19. Bienaventurada
20. Junto a Él
4

1. Vamos caminando

Vamos caminando a la casa del Señor,


juntos como hermanos,
en un gran lazo de amor,
porque Cristo ha demostrado con sus obras la verdad,
porque solo un buen apóstol sentirá felicidad,
porque el mundo necesita más amor y libertad,
es por eso que venimos a cantar.

Vamos caminando a la casa del Señor,


juntos como hermanos,
en un gran lazo de amor,
porque Cristo ha demostrado con sus obras la verdad,
porque solo un buen apóstol sentirá felicidad,

Es por eso que venimos a cantar... a Dios.


5

4. El Galileo
Por la mañana cerca del mar apareció un joven galileo,
nadie podía imaginar que otro pudiese amar, así como él amaba,
era sencillo al conversar, llenaba el corazón de quien lo escuchaba.

Y su nombre era Jesús de Nazareth y su fama se extendió,


todos querían ver al profeta que tenía tanto amor y amaba al pecador.

En esas playas, en ese mar, en ese río, en casa de Zaqueo,


en los caminos bajo aquel sol,
el pueblo iba a buscar la luz de su doctrina,
su expresiones, su claridad, henchían el corazón de una fuerza divina.

Y su nombre era Jesús...

En esos valles, en ese hogar, en ese pozo, en casa de Simón,


en ese monte al atardecer el pueblo vio nacer las bienaventuranzas,
con su paciencia al perdonar, al pueblo el corazón llenaba de esperanza.

Y su nombre era Jesús...

Cierto día al tribunal alguien llevó al joven galileo,


nadie sabía cuál era el mal, qué crimen cometió, cuál era su pecado,
su claridad al denunciar minó la posición de los privilegiados.

Y mataron a Jesús de Nazareth ,


y en medio de ladrones, El murió en la Cruz,
pero el mundo no conoce ese Jesús,
que amaba al pecador.
6

5. Dios es Amor

Dios es amor... en tus ojos puedo verlo,


Dios es amor... tu sonrisa me lo enseña,
Dios es amor...que en tu vida El es para mi,
Dios es amor... cuando ríes, cuando lloras,
Dios es amor... cuando hablas, cuando callas,
Dios es amor... que en mi vida El es para ti,

Dos caminos hoy se han unido,


nuestras manos juntos llenar,
grabaré tu vida en la mía,
y una sola vida será,
y el amor de Dios nos daremos,
ese mismo amor que El nos dio,
y el Señor Jesús junto a nosotros dos,
de su vida El nos llenará,
y el amor de Dios compartiremos,
ese mismo amor que El nos dio,
y con nuestro Dios entre nosotros dos,
dejaremos que brille su luz,

Dios es amor... caminamos siempre juntos,


Dios es amor... en nosotros podrán verlo,
Dios es amor... y en nosotros siempre vivirá,
Dios es amor...en las buenas y en problemas,
Dios es amor...en riqueza y en pobreza,
Dios es amor... y de rosa nuestra vida pintará,

Dios es amor... (3)


7

6. Es hora de abrir

Hace dos mi años ya que estás entre nosotros,


hace dos mil años que te vimos caminar,
y trajiste tu reino de vida, de justicia, de amor y de paz,
de servicio, verdad y alegría, de esperanza y de fraternidad.
con tu vida el perdón enseñase, con los pobres partiste tu pan,
liberaste al que estaba oprimido, devolviste el bien por el mal.
Hace dos mil años que todo esto conocemos,
pero muchas cosas aún siguen sin cambiar.

Y es que los cristianos que decimos conocerte,


debemos pensar y humildemente confesar,
que creemos nomás de palabra, pero no te dejamos entrar,
preferimos seguir como estamos, nos da miedo tener que cambiar,
y pensamos que son combinables tu evangelio y la pasividad,
y dejamos que existan los pobres, sin vestido, sin techo, sin pan.
Hace dos mil años que Tú tocas nuestra puerta,
Hace dos mil años y hoy sigues queriendo entrar.

Es hora de abrir las puertas, es hora de dejarlo entrar,


es hora de dejar que venga nuestras vidas a cambiar,
es hora de que este pueblo se decida a caminar,
en justicia, amor y vida, como Jesús supo andar.

Tú nos aclaraste que la puerta es estrecha,


que hace falta esfuerzo para el reino conquistar,
y nosotros bajamos el precio, y la puerta logramos ampliar,
y cualquiera se dice cristiano, todo queda en un rito nomás,
y tu Iglesia olvidando su origen, se llenó de ambición y poder,
y perdemos de vista tu Reino, tu mensaje hemos puesto al revés.
Todos anhelamos ya un cambio en nuestro mundo,
pero tu evangelio está aún sin estrenar.

El tercer milenio a iniciar nos disponemos,


con una memoria nueva de tu encarnación,
y otra vez, recordando tu historia, nuestro mundo queremos cambiar,
buenas nuevas llevar a los pobres, al cautivo anunciar libertad,
asumimos tu causa de nuevo y queremos luchar por construir,
una Iglesia al lado del pobre, servidora, sencilla y así
veremos los brotes de una nueva primavera
y a un pueblo trayendo justicia, vida y libertad.
8

7. Bienaventuranzas

A ti, que no tienes pan,


que no ansías ser más que tus hermanos,
a ti, que no pusiste en esta tierra tu tesoro.

A ti, que devuelves bien por mal,


que construyes aún en el desastre,
a ti, que buscas la paz y no la guerra.

A ti que en esta vida lloras,


por tantas cosas que quisieras cambiar,
a ti te repite hombre las palabras el Señor.

Alégrate, regocíjate,
pues tuyo es el Reino de los cielos,
sí por mi causa te desprecia el mundo,
alégrate y regocíjate.

A ti que perdonas siempre


a aquel que no lo merece,
a ti, que eres recto y noble,
cuando ves que se te abaja.

A ti que desprecia el mundo,


porque no sigues la regla que ha marcado,
a ti, que te enfrentas con él
para así poder salvarlo.

A ti que eres calumniado,


que eres torturado y ultrajado
por mi causa,
a ti, te repite hombre las palabras el Señor.

Alégrate, regocíjate...
9

8.Tu me transformas, Señor

Si no soy capaz de dar mi vida por amor,


si no puedo yo entregarme todo a los demás,
si al abrir los labios no predico la verdad,
soy hoja en el viento, nada soy,
si no puedo dar más que a mi propio corazón,
sintiendo pleno la palabra caridad,
si cuando he caído no hago nada por cambiar,
soy grano de arena, nada soy, oh, oh, oh.

Tu me transformas Señor,
a cada instante, por ti yo puedo cambiar
para salvarme, dame tu mano y verás,
dame esperanza, como la lluvia a la flor,
tú me haces falta.

Sólo yo ya lo ves, tengo un nuevo corazón,


tú tienes tantas formas de amar,
ahora junto a ti, yo venzo al odio con perdón,
soy fermento nuevo, de una gran maza de pan,
se que has operado, el cambio en mi alma para amar,
gracias por amarme, tuyo soy
ahora se que debo amar más al pecador,
que el cielo se gana día a día en los demás,
que yo he de salvarme con mi gran comunidad,
que puedo entregarme, tuyo soy oh, oh, oh.

Tu me transformas, Señor...

Pues como yo ya no ves una nueva humanidad,


tú tienes tantas formas de amar,
tú tienes tantos modos de amar, de amar.
10

9. Animo
Así como el viento que sopla en libertad,
que no sabes de donde viene
ni tampoco a donde va,
así el espíritu de Dios que nos anima,
para crear un mundo más humano
que alegría ver a todos los hermanos
estrechando firmes todas nuestras manos.

Ánimo, levántate,
no dejes que nada te lo impida,
no hay razón para el temor
el Espíritu de Dios está en ti.

Así como el agua que a la tierra vida da,


en la noche sin darte cuenta
la semilla germinará,
así el Espíritu de Dios que nos anima
para servir a todos los hermanos
para llevar y compartir nuestra esperanza
la alegría que hoy muchos alcanzan.

Ánimo, levántate...

Con cuanta ternura nos amo el Señor,


y no somos nunca esclavos más
Animo... levántate y anímate
Animo, que nadie te lo impida
Animo... ya no temas más
el Espíritu de Dios esta en ti.
11

10. Alabanzas al Señor


Este es el día y el lugar,
Dios está aquí y te quiere hablar,
abre las puertas, escúchalo,
y déjalo entrar.
este es el día y el lugar,
Dios está aquí y te quiere amar,
dale tu vida y tu corazón,
y empieza a cantar.

Alabanzas al Señor,
por sus obras, por sus dones,
alabanzas al Señor,
por la vida y su palabra,
y da gracias al Señor nuestro Dios,
por su amor,

Alabanzas al Señor,
por la vida y su palabra
y da gracias al Señor nuestro Dios,
por su amor.

Olvida ya tus penas,


el las quiere cargar,
olvida tu pecado, pues el ya lo olvido,
si ya sientes paz, nada temas ya,
dale tu vida y corazón,
y vamos a cantar

Alabanzas al Señor... (3)


12

11. Clamor

Que resuene este clamor


por el mundo: ¡Jesús, Salvador
de los hombres, sálvalos! ¡ Jesús,
Salvador de los hombres, sálvalos!
¡Sí, sálvalos!

Y para salvarlos cuenta con nosotros


manda lo que quieras mandar,
porque nuestro gozo más grande
será hacer tu voluntad.

Movidos por tu Espíritu


seremos contigo ofrenda
continua de amor,
que toda nuestra vida
te repita este grito:
¡Salva a los hombres, Señor!

A nuestro mundo llevaremos la esperanza,


su cruz anunciamos con fe;
y damos por Cristo, con él y en él,
toda gloria a ti, Padre fiel.

¡Sí, sálvalos!
13

12. Hagamos nuestra la Cruz de Cristo

Hagamos nuestra la cruz de Cristo


con nuevo amor, con un fervor
hoy más intenso.

Que nuestra vida sea un lugar


dónde El pueda salvar,
hagamos nuestro hoy su corazón... (se repite)

En la alegría, en la tristeza
en lo más hondo del dolor, en el amor;
en todos nuestros momentos
hagamos nuestro su corazón... (se repite)

Hagamos nuestra la cruz de Cristo


con nuevo amor, con un fervor
hoy más intenso.
14

13. Cantaré para Él

Que soy diferente... a ti,


que soy algo raro... también,
que vivo pensando que no,
tengo que preocuparme... también es verdad,
los ojos del mundo así son,
no creen que mi vida está bien,
no saben que hay algo muy dentro de mi,
no saben que hay alguien que me hace feliz,
por que preocuparme si Dios
me cuida y me llena de amor,
yo soy diferente, yo soy el Señor,
ya no soy el mundo, yo soy de mi Dios,

Cantaré para él,


aunque el de mi vida se llegue a burlar el mundo,
cantaré para él,
aunque él sin aplausos y sin dinero quede,
cantaré para él,
Él vive y mi vida llenó
que soy aburrido... pues no,
que viviré sólo... jamás,
que no encuentro formas
de hacer divertida mi vida... eso no es verdad
los ojos del mundo así son
no creen que mi vida está bien,
no saben que hay algo que vibra en mi ser,
con él a mi lado yo puedo reír,
y vivo contento, pues Dios es alguien que no acabará,
lo tengo en mi vida, su mano me da,
si tengo problemas él me ayudará...
y cantaré para él, aunque él de mi vida,
se llegue a burlar el mundo.
15

14. Por eso canto

En Dios confío y no temo


En su mano siempre amiga
Yo soy grito y desespero
El es paz y es mi esperanza.

En Dios confío y no temo,


Es mi seguro, es mi respaldo,
El es mi luz, el es mi guía,
Toda mi vida el la lleva.

Por eso canto a mi Dios


Por eso canto a su amor
Por eso canto a la vida que el me dio
Y a su bondad y comprensión. (2)

En Dios confío y no temo


El me lleva en sus caminos
Yo le pido y el escucha
Yo recibo y el me da.

Por eso canto a mi Dios


Por eso canto a su amor
Por eso canto a la vida que el me dio
Y a su bondad y comprensión. (3)
16

15. Pacto de Esperanza

Me sorprende Señor
Hallarte tan pequeño en un humilde pan
Que mi boca puede triturar
Y poder tener dentro de mi
A un amigo de verdad.

Me sorprende Señor,
Que siendo tu el más grande,
Puedas estar ahí,
Demostrando toda tu humildad,
Demostrando cuanto eres capaz de amar.

Hoy me alegra Señor,


Saberme convidado a tu celebración
Sentado aquí en tu mesa
Y de corazón sellar contigo el pacto
De esperanza,
De llevar a los demás tu pan de vida
Y llenar el corazón que triste esta. (2)
17

16. Por nuestro amor

Desde la alborada pienso en ella,


hace mi mañana sonreír,
quiero caminar con ella hasta el final,
ser su compañero, ser su gran amor.

Cada que la miro soy feliz,


sus ojos reflejan el amor,
ese amor que tu mi Dios,
sembraste entre ella y yo,
que hoy florece y fruto da en mi corazón.

Oh mi Señor, ayúdame
a darlo todo sin esperar recibir
a confiar, a compartir.
ayúdame a ser reflejo de tu gran amor
Oh mi Señor, Ayúdame.

Es mi dulce amor, compañía


su presencia mi seguridad
quiero iluminar el mundo con mi amor,
ser su alegría darle mi calor.

Es su forma de mirar mi amiga,


sus anhelos, su firme ideal,
tus valores quiero de ti mi Dios,
lo que me hace amarlo cada día más.

Oh mi señor, ayúdame
a ser apoyo y comprensión para el
y a no olvidar que humano es
Ayúdame a serte fiel testimonio de tu gran amor
y amarle así, tal como es...

Oh mi Señor, Ayúdanos,
solo a buscar tu reino a cada paso,
de nuestro andar.

Oh mi Señor, ayúdanos,
solo a esperar en ti y en tu palabra,
que es nuestra verdad

Por nuestro amor, gracias señor. (3)


18

17. Tu Nombre en mi Pecho

Mi alma anhela
pertenecer a Cristo
llevar su nombre
grabado en mi pecho.

Y así sabiéndome suyo


gritar desde el fondo
de mi alma

“Jesús, Salvador de los hombres


Sálvalos, Sálvalos”

“Jesús, Salvador de los hombres


Sálvalos, Sálvalos”

Mi alma anhela...
19

18. Parábola de un vuelo

Un día descubrió que debía volar


En un vuelo tan alto hacia la libertad;
No importó dejar casa ni ciudad,
Sólo le importaba su felicidad.

Muchos le dijeron; tienes que dejar


Todas esas cosas que te harán llorar.
No importa, les dijo, tengo que probar,
Déjenme intentarlo, creo que es tiempo ya.

Extendió las alas y empezó a viajar,


Encontró nevadas, mucha tempestad,
Noches tan oscuras tuvo que pasar
Pero no importaba, él quería llegar.

Un día a lo lejos descubrió una luz,


Despedía reflejos en forma de cruz,
Se acercó hacia ella y alguien lo llamó
Y aunque tuvo miedo, la voz escuchó.

Si tú andas en busca de felicidad


Sólo en está cruz la encontrarás;
Tómala y camina, de tu mano me voy,
No temas que pase, que contigo estoy.

Le tomó la mano,
Con El caminó,
Y cuando caía, el lo levantó.
No Hubo más tristezas,
No hubo más dolor.
Pues los dos vibraban en un mismo amor.
20

19. Bienaventurada

Alégrate María,
en ti descansa sus ojos el Señor,
y me ha enviado a decirte
si quieres ser madre de Dios.

Alégrate María,
de Ti nacerá el Salvador,
alégrate María,
mujer preferida de Dios.

No entiendo tus palabras,


soy virgen mi Señor,
mas hágase como tú dices,
yo soy la esclava de mi Dios.

Un viento de lo alto,
pronto sentirás,
y el don del Espíritu Santo
hará el milagro realidad.

Exulta mi alma en gracias al Señor,


en mi humildad Él se ha fijado,
“feliz tú” todos me dirán.
21

20. Junto a El

Toma mi vida y todo lo que soy


dame hoy tu mano y llévame hacia El
hacia que nos unió
y así siempre nos pensó
al Señor que nos amó
y a amar nos enseñó

Junto a El iremos siempre


junto a El que es la verdad
junto a El caminaremos
porque sólo El vida da.
junto a El que nos promete
que nada nos faltará
junto a El fruto daremos
porque sólo El vida da

Junto a El iremos siempre...

Junto a El, Junto a El, Junto a El


Tú y yo, Tú y yo, Tú y yo.

Tu mi amigo, fiel reflejo


de luz y bendición
tu la fuerza y tú dulce canción
juntos caminando el sendero del amor
juntos caminando hacia El
hacia El que nos unió
y así siempre nos pensó
al Señor que nos amó
y a amar nos enseño.

Junto a El iremos siempre...


22

Himno a la Santa Cruz

Alza tu frente pueblo cristiano,


¿por qué desmayas ante la cruz?
Aquí la tienes, esta es tu mano,
¡ánimo firme! ¡viva la cruz!

Apostolado de la Cruz Santa,


Tu voz levanta, contra luzbel
Apostolado, santa esperanza,
Contigo alcanza el pueblo fiel

Alza tu frente pueblo cristiano,


¿por qué desmayas ante la cruz?
Aquí la tienes, esta es tu mano,
¡ánimo firme! ¡viva la cruz!

Entre las luchas que a veces tengas


Sigue adelante, no te detengas,
Fija la vista en tu Jesús,
Que dio la vida por ti en la cruz.

Alza tu frente pueblo cristiano,


¿por qué desmayas ante la cruz?
Aquí la tienes, esta es tu mano,
¡ánimo firme! ¡viva la cruz!

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