Apuntes Derecho Penal II
Apuntes Derecho Penal II
Apuntes Derecho Penal II
Fernando Londoño
Pedro Sepúlveda
Clase 1
1
Regla general.
2
Por ejemplo: colgarse del cable, debe definirse si el cable es (a) cosa ajena? y (b) si se sustrae.
3
Todo esto se lleva a cabo en una dimensión intelectual
3. ANTIJURIDICIDAD: el acto debe ser contrario al ordenamiento jurídico.
No basta que el acto sea típico, este debe contravenir el ordenamiento
jurídico en su conjunto. ¿Cómo lo vulnera? ¿Todo hecho típico descrito
como delito y amenazado con pena es contrario al ordenamiento jurídico?
No, por ejemplo la legitima defensa, identifica matar a otro como conducta
indeseable, pero aún así el legislador la admite. ¿Por qué la admite? Ya que
favorece un interés superior4.
4. CULPABIILIDAD: el sujeto puede ser considerado culpable, se puede
responsabilizar del hecho de manera reprochable. ¿Qué sujetos son estos?
Mayores de edad; ¿Quiénes no lo son? Según el artículo 10 n°2 los
menores de 14 años, los que su edad fluctúa entre 14 y 18 años
(responsabilidad penal adolescente), los incapaces o con enfermedad
mental. La libertad es necesaria para reconocer culpabilidad, esto se
excluye por ejemplo en los estados de necesidad, en donde hay una acción
necesaria y en donde el hecho típico anti jurídico es diferente. En este
punto se exige un cumplimiento de la anti juridicidad, supone un
conocimiento del injusto.
5. PUNIBILIDAD: existen hechos responsables exentos de pena. Por ejemplo:
489 CP5, en donde se introducen mayores males con la aplicación del
derecho penal, por lo que este se ecluye de la sanción de un acto de este
tipo.
Cuarto nivel
Como se castiga?
Ejecutivo
4
Esto debe cumplir determinadas condiciones para ser admitido. Por ejemplo el espionaje favorece el
interés público ante el interés privado, por lo que, con las debidas circunstancias que respalden el hecho,
este será privilegiado por el legislador.
5
Hurtos entre parientes consanguíneos en línea recta, parientes consanguíneos en segundo grado, parientes
afines en línea recta, cónyuges = exentos de responsabilidad penal, sujetos a la responsabilidad civil.
SUJETO
Hecho + Norma
Subsunción de imputación
•Abstracta - ideal
•Histórica - ritual
Consecuencias
•Absolución y salidas procesales.
•Imposición y ejecución de la pena
Clase 2
Unidad I. Concepto –Características y Función del Derecho
Tema
Penal
Enrique Cury, Derecho Penal. Parte General. 7ª edición,
Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2005, pp.
pp. 37-42
Lecturas (concepto de derecho penal)
“El derecho penal está constituido por el conjunto de normas que regulan la potestad
punitiva del Estado, asociando a ciertos hechos estrictamente determinados por la ley,
como presupuesto, una pena o una medida de seguridad o corrección como consecuencia,
con el objeto de asegurar el respeto por los valores elementales sobre los cuales descansa
la convivencia humana pacifica.”
Lo primero que se debe mencionarse respecto de las características del Derecho Penal
es que presupone, por sobre todas las cosas, la libertad de los ciudadanos de actuar o no
en conformidad a él, pero sin duda su elemento más distintivo es que la infracción a su
normativa conlleva a la aplicación de una severa sanción penal, que incluso, puede llegar
hasta la privación de los derechos fundamentales como lo son la libertad o la vida. Esta
facultad del Estado para sancionar penalmente es denominada Derecho Penal Subjetivo o
Ius Puniendi6, pero nos hace cuestionarnos que es lo que legitima que este, el Estado,
pueda aplicar una pena y restringir garantías constitucionales.
6Se debe distinguir el derecho penal subjetivo (ius Puniendi) del objetivo (ius poenalis). El primero
consiste en una facultad del Estado de prohibir o mandar ciertos hechos bajo la amenaza e
sancionar la transgresión con una pena. El segundo, en la manifestación de ese poder en el
Derecho Positivo.
¿Cómo determina un Estado que conductas están prohibidas? ¿Cuál es el
fundamento del por qué se debe aplicar la pena? Cury para esto establece el concepto de
“paz social”, pero ¿Cómo establecemos que es lo que atenta contra esta paz social?
Mediante los denominados “bienes jurídicos” (libertad, propiedad, vida, integridad, etc.),
los que serán penalmente protegidos.
Estas teorías son denominadas retribucionista, ya que son fundadas sobre el hecho
de que la pena cumple una función de justicia, es decir, compensar el daño que el
individuo a cometido, de modo que la pena es un fin en sí misma y no un medio para
obtener una utilidad social o individual (caso de la teorías prevencionista). Es posible
encontrarla en tres posibles variantes de acuerdo a su fundamentación:
a. Fundamentación religiosa:
Esta vertiente tiene como base la idea judeocristiana de la culpa, donde el único
motivo por el que existe una pena es la búsqueda de justicia para reparar el daño
causado contra un bien jurídico, es decir, al igual que en las siguientes vertientes pura y
dura retribución.
b. Fundamentación ético-filosófica:
Vertiente que tiene sus orígenes en Kant, quien sostiene que la pena es un imperativo
categórico, es decir, no tiene un fin social, si no que se debe usar solo como un castigo a
quien afecto, previamente, un bien jurídico.
c. Fundamentación jurídica:
Estas teorías, en cualquier de sus tres vertientes fallan porque no explican cual es la
función de la pena, solo establecen que esta será un fin en sí misma, pero sin llegar a
justificarla, más aun, tampoco se detienen a explicar porque el Estado tiene facultad para
determinar que conducta se encuentra prohibida y cual permitida.
Esta corriente no mira la pena función de la sociedad, sino en función del delincuente,
con el único objetivo de evitar que el mismo reincida. El principal exponente de esta
corriente es Von List quien postula que la pena justa es la pena correcta y la pena
correcta es la que se aplica a la luz de la prevención especial. Von List presente a tres
tipos de delincuentes, estos son:
- Primerizo u ocasional, con este la pena tiene el objetivo de ser una advertencia.
- Habituales o de Estado, pero rescatables con los que el objetivo es la
resocialización.
- Permanentes no resocializables, donde la pena busca inocular con el fin de que
no haga más daño.
Las críticas hechas a esta corriente son dos, primero parte de una premisa equivocada
ya que hay ocasiones en las que la resocialización no será posible o no será necesaria
(como en los delitos ideológicos o pasionales, respectivamente), de modo que no explica la
función de la pena en estos casos. La segunda crítica es que al igual que las teorías
anteriores no responde la pregunta de fondo.
Esta teoría es propia de Roxin, quien siguiendo a Hegel pretende unificar las teorías
anteriores. Postula que para entender la función de la pena es necesario tener en cuenta
sus diversas etapas:
- Conminación legal, donde se debe determinar cuáles son las conductas que
atacan bienes jurídicos, amenazando el accionar de las mismas.
- Resolución judicial, donde se lleva a cabo la ratificación de la amenaza, debe
haber un principio de proporcionalidad entre la norma rota y la sanción
impuesta.
- Ejecución de la pena, esta etapa corresponde con la prevención especial, de
modo que según el tipo de delincuente se aplicara la pena con uno u otro
objetivo.
Teorías de la
Pena
Teorías Teorías
Teorías mixtas
absolutistas relativistas
Fundamentación Corriente
religiosa prevencionista
general
Fundamentación Corriente
ético-filosófica prevencionista
especial
Fundamentacón
jurídica
Clase 3
E. Cury, pp.227-234
(Lex previa)
Cada una de estos tres adjetivos señalados, previa, escrita y estricta es responsable
de que los tres poderes del Estado se encuentren en constante pugna, del siguiente modo:
- En el primero de los sentidos señalados, (no hay delito sin una pena previa), el
principio de reserva implica una prohibición de retroactividad que limita, en
consecuencia, las facultades del legislador obligándolo a actuar con una
pretensión de abstracción, es decir, legislar hacia el futuro.
- En el segundo (no hay delito ni pena sin una ley escrita), significa que solo puede
ser fuente del derecho penal una ley propiamente tal, esto es, aquella que se ha
formado en conformidad a las normas constitucionales sobre la material. Es, por
lo tanto, una limitación dirigida al juez, que no puede buscar más allá de ese
margen estrecho la solución del problema sometido a su decisión.
- Por último, en el tercero (no hay delito ni pena sin una ley estricta), el principio
expresa una prohibición de analogía, estrechamente vinculada al aspecto anterior,
pues si se prohíbe al juez recurrir a cualquier clase de normas que no estén
contenidas en una ley formal, con mayor razón ha de vedársele la creación de ellas
mediante un razonamiento analógico.
Los Decretos con fuerza de Ley son manifestaciones de la potestad normativa del
Poder Ejecutivo que, en virtud de una delegación de facultades realizada por el
Legislativo, regulan materias propias de una ley, generalmente con el objeto de
sistematizar las leyes creadas por el legislador. Estos D.F.L. no son leyes en sentido
estricto y, por consiguiente, no constituyen fuentes del Derecho Penal.
Tampoco son leyes en sentido estricto y, por consiguiente, con constituyen fuente de
la ley Penal los Decretos Leyes, esto es, aquellas normas dictadas por el gobierno de
hecho durante un periodo de crisis constitucional, en el que los órganos del Poder
Legislativo han cesado de funcionar. El problema en este caso es diferente, ya que no se
trata de enjuiciar la constitucionalidad de los Decretos Leyes, porque ellos son,
justamente, el producto de una situación en la que el orden constitucional se ha
derrumbado y la Carta Fundamental no rige, de modo que tampoco es posible vulnerarla.
De acuerdo con lo anterior, le principio ha de ser que los D.L. carecen de existencia en
cuanto a normas, sin embargo, cuando los gobiernos de facto han ostentado el poder por
periodos prolongados la conducta más sana, una vez vuelto el orden constitucional, es
efectuar un examen conjunto de los D.L., descartando sin mas todos aquellos cuyo
desconocimiento no provoque problemas y formalizando los restantes mediante el
procedimiento constitucionalmente establecido.
Las leyes penales en blanco son aquellas que proveen de la pena, pero que no
determinan íntegramente los elementos específicos del supuesto de hecho que se manda o
prohíbe, puesto que el legislador, para indicarlo, se remite a otras disposiciones legales.
Cuando el legislador se remita a una ley de otra instancia legislativa, pero de la misma
jerarquía se habla de una ley penal en blanco impropia. Mientras que si la remisión se
realiza a una fuente legislativa de menor jerarquía (ordenanza, reglamento, etc.) se está
en presencia de una penal en blanco propia. Al momento de dictar una ley penal en
blanco es necesario cumplir con los siguientes requisitos, con el objeto de limitar el
arbitrio del legislador:
- La ley penal en blanco tiene que describir inmediatamente la acción u omisión que
bajo ciertos presupuestos puede llegar a ser sancionada con una pena, pero
abandonando a la disposición complementaria solo la precisión de las condiciones
en que ello ocurrirá, es decir, bastara con alertar al súbdito sobre el hecho de que
tal o cual acción u omisión puede llegar a estar sancionada con una pena si se la
realiza bajo ciertos presupuestos que se encuentran precisados o llegaran a
estarlo en una norma distinta, de igual o inferior jerarquía.
Un ejemplo de ley penal en blanco impropia es el artículo 472 del Código Penal,
complementado por la Ley 18.010, sobre las operaciones de crédito de dinero.
Art. 472. El que suministrare valores, de cualquiera manera que sea, a un interés
que exceda del máximo que la ley permita estipular, será castigado con presidio o
reclusión menores en cualquiera de sus grados.
¿Cuál es el hecho punible en el artículo 472 del Código Penal? Suministrar valores a
un interés que exceda del máximo que la ley permita estipular, pero si el mismo artículo
no indica que valor corresponderá a el “máximo que la ley permita estipular”, ¿Cómo
saber a qué cifra corresponde esta frase? ¿Por qué el legislador no se ha hecho de cargo
de determinar con certeza el hecho punible?
Pero, aun queda la segunda pregunta ¿Por qué el legislador no se ha hecho de cargo
de determinar con certeza el hecho punible? No lo hace debido a que la materia regulada
por este artículo es propensa a experimentar cambios sucesivos, acelerados e
impredecibles cada períodos de tiempo relativamente breves, de modo que para evitar los
constantes cambios del artículo 472 del Código Penal, el legislador recurre a la Ley
complementaria 18.010.
Un ejemplo de ley penal en blanco propia es la ley 20.000 del 16 de Febrero de 2005,
conocida comúnmente como Ley de Drogas. Esta ley establece una pena de presidio
mayor en sus grados mínimo a medio y multa de cuarenta a cuatrocientas unidades
tributarias mensuales para quienes elaboren, fabriquen, transformen, preparen o
extraigan sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas productoras de dependencia
física o síquica, pero no establece un listado de drogas, tampoco indica parámetros para
establecer que sustancias podrían considerarse como tales y cuáles no. En vez de esto se
limita, en su artículo 63, a indicar que el Poder Ejecutivo, mediante un reglamento
establecerá las sustancias y especies vegetales a que se refiere la Ley 20.000.
Esta ley podría parecer inconstitucional, al no cumplir a cabalidad con las exigencias
del principio de legalidad y es lo sostenido por una parte minoritaria de la doctrina (esto
debido al cuestionable grado de certeza que otorga al ciudadano), pero clasificarla como
tal es difícil ya que la misma presenta la pena y la asocia a cierta conducta, que si bien no
es descrita en detalle (si no que muy vagamente), se encuentra suficientemente
determinada. Respecto de esto es que la Corte Suprema se ha pronunciado indicando que
para que una ley se adapte a lo prescrito por el principio de legalidad bastara con que
esta indique el “núcleo central de lo prohibido”, asociando este a la imposición de un acto
coactivo o pena.
La regla general para toda ley, no solo penal, es que solo dispone, desde su
promulgación, para el futuro y jamás podrá hacer ser aplicada con efecto retroactivo, pero
existe una excepción, dispuesto por el art. 19 N° 3°, inc. séptimo de la Constitución, el
que establece que no solo podrá, si no que deberá aplicarse retroactivamente la ley penal
si esta es más favorable para el reo que aquella a causa de la que fue declarado como tal.
Una ley penal se considerara como más favorable cuando exima al hecho de toda
pena, considere eximentes o atenuantes no consagrados por la ley anterior o suprima
agravantes o cuando impone penas menos rigurosas, etc., pero existen casos en los que
determinar qué ley beneficiara mas al reo se dificulta, ya que la nueva ley cambia la
naturaleza de la pena o que la misma sea más rigurosa, pero considerando mas
atenuantes, etc.
Respecto de los requisitos que debe cumplir una ley más favorable para poder ser
aplicada es, de acuerdo al artículo 18 del Código Penal, que debe encontrarse
promulgada, sin importar que su vigencia se encuentre diferida. Por el otro lado y de
cuadro a la Ley 17.727 el hecho deberá haber sido ejecutado antes de la promulgación de
la Ley, sin importar si se halla dictado sentencia ejecutoriada sobre el mismo o no.
La aplicación retroactiva de la ley más favorable tiene dos limitaciones, en primer
lugar no podrá modificar las consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga
relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas y, en segundo lugar, se entenderá
lo recién dicho aplicado a las inhabilidades.
Las leyes temporales con aquellas que se dictan para que rijan durante un periodo de
tiempo determinado en ella misma o mientras subsistan ciertas circunstancias que son
las que determinan su promulgación, como una epidemia o un terremoto. Bajo estas
palabras se explica que la justificación de su aplicación de las leyes temporales es propia
de esas determinadas circunstancias y por lo mismo no tendría sentido aplicarlas cuando
estas circunstancias han cesado o el periodo de tiempo se ha cumplido.
Es una exigencia común y razonable que las leyes penales deban ser precisas, a esto
se le denomina principio de taxatividad o determinación, pero este es un ideal que está
lejos concretarse en los hechos debido a que es inevitable que se produzcan situaciones
en la que no existe precepto expreso al cual el juez pueda echar mano. Para satisfacer
estas situaciones el juez debe acudir a la integración de la ley, mediante la que podrá
establecer una solución para el caso concreto que no posea una, ya sea porque la que
otorgo el legislador es inaplicable o porque sencillamente no ha dado una.
7 Respecto de esto es importante mencionar a Arthur Kauffmann, quien sostiene que toda
aplicación de la ley es una reducción de un principio general abstracto al caso concreto y esto solo
es posible hacerlo por medio de un pensamiento analógico. Pues entre la prescripción de la norma y
la situación que se trata de enjuiciar nunca habrá una igualdad absoluta.
8 Esta idea se ve reforzada si consideramos, como Von List, que el Derecho penal tiene por objeto la
Este hombre ha falsificado una patente, de modo que debería ser sancionado con la
pena establecida para esta conducta. ¿Este hombre lesiono el bien jurídico que el
legislador quiso proteger al redactar el articulo 196 B. de la Ley de Transito? El bien
jurídico protegido por el legislador corresponde a la seguridad que debe tener el Estado
respecto del control de los vehículos que transitan, tanto como la seguridad de los otros
conductores. ¿Es posible sostener que la acción de este hombre, cuya patente es idéntica
en materiales y medidas de seguridad a la tradicional, solo que más pequeña, pone en
tela de juicio este bien jurídico? Claramente no, de modo que no es posible sostener que
este hombre haya cometido delito alguno, lo siguiente es entender que es el delito.
El delito puede ser definido desde dos veredas opuestas, la doctrina objetivista lo
entiende como aquella conducta que afecta un bien jurídico, mientras que la doctrina
subjetivista sostiene que consiste en la infracción de un deber que desemboca en la lesión
de un bien jurídico. La diferencia es producto de que antiguamente los bienes jurídicos
eran exclusivamente materiales, de allí la definición dada por la doctrina objetivista, hoy
vivimos un proceso en el que los bienes jurídicos tienden a idealizarse, como es el caso de
la fe pública o el del peligro de la propiedad, lo que trae como resultado la nueva
definición dada por la doctrina subjetivista.
La culpabilidad está estructurado por tres elementos que se tiene que dar
simultáneamente para que el sujeto sea considerado culpable:
¿Se corresponde con este principio y su estructura una norma que establece que se
debe castigar a los padres por la conducta de los hijos, aun cuando no estaban en
condiciones de evitar tales conductas? Claro que no, ya que los padres al no estar en
condiciones de evitar la mala conducta de sus hijos no son imputables, más aun, es
posible que ni siquiera tengan conciencia de la conducta que llevan a cabo sus hijos como
para poder evitarla, en cualquier caso, basta con la ausencia de una de estas
características para que no se consideren culpables.
Los delitos pueden ser culposos, preterintencionados o dolosos. Son culposos aquellos
que se han producido por la imprudencia del sujeto, mientras que son dolosos aquellos
en donde el sujeto encamino voluntariamente su conducta con el fin de obtener tal
resultado. Pero una situación diferente se da con los preterintencionados, ya que ellos la
intención es dolosa pero no tiene el objetivo de conseguir el fin alcanzado, es decir, son
culposos de resultados. Por un ejemplo una situación en la que un borracho golpea a
otro, evidentemente tenia tal intención y no podría negarse (dolo), pero en ningún
momento pensó que tras el golpe este caería contra el canto de una mesa y moriría, de
modo que no se puede hablar de una intención de matar, sino que solo de la culpa frente
a su muerte.
Unidad III
CAPITULO IV
ESTRUCTURA DEL DELITO
El artículo primero de nuestro Código Penal postula que “delito es toda acción u
omisión voluntaria penada por la ley”, mientras que en forma paralela la doctrina ha
entendido al delito como “una acción u omisión típicamente antijurídica y culpable”. Esta
ultima definición, desarrollada principalmente por Beling y Liszt, tiene la ventaja de
desarrollar e incluir el concepto de tipo, de modo que inevitablemente se ha enraizado en
el derecho continental europeo.
1) Acción u omisión. El delito es, en primer lugar, una acción u omisión. Este
requisito lo exige tanto la doctrina como, expresamente, el artículo primero del Código
Penal.
9
Cury Enrique, “Derecho Penal, Parte General”, pp. 243-250 (concepto general del delito).
frase “penada por la ley”, esto tiene poca implicancia práctica, ya que la exigencia del
elemento tipo se encuentra consagrada en el art. 19, N° 3°, inc. octavo de la C.P.R.
a) Generalidades
De acuerdo con el art. 3° del C.P., “los delitos, atendida su gravedad, se dividen en
crímenes simples delitos y faltas, y se califican de tales según la pena que les está
asignada en la escala general del art. 21”. A su vez, el art. 4° agrega que “la división de los
delitos es aplicable a los cuasidelitos que se califican y penan en los casos especiales que
determine el Código”.
10
Cury Enrique, “Derecho Penal, Parte General”, pp. 271-274 (ausencia de acción).
casos en los que, sobre la acción del sujeto, ha operado fuerza natural o de un tercero
capaz de modificar el curso causal de un modo que aquel no es capaz de dominar.
Para resolver este tipo de situaciones debe acudirse al siguiente criterio rector: no hay
acción cuando puede afirmarse que el sujeto solo ha tomado parte físicamente en el
hecho, pero sin intervención de su voluntad en la conducción del mismo hacia un fin. Por
el contrario, existe una acción si la voluntad del agente oriento los cursos causales,
aunque lo hiciera para dirigirlos hacia una meta distinta de la que alcanzo (caso de error)
o porque se había formado anormalmente, bajo la presión de circunstancias
extraordinarias (caso de inculpabilidad).
b) Los actos reflejos. Los actos reflejos son respuestas automáticas del sistema
nervioso a cierto estímulos externos que, por consiguiente, la voluntad del sujeto no
puede gobernar, como lo es estornudar o el movimiento de pierna al golpear la rodilla.
I. GENERALIDADES
La ley chilena no se refiere al tipo en parte alguna, sin embargo, el contenido del
concepto es aludido, sin mencionarlo, por numerosos preceptos, incluso algunos de rango
constitucional.
Actualmente se entiende que el tipo “está constituido por la descripción legal del
conjunto de características objetivas y subjetivas que constituyen la materia de la
prohibición para cada delito especifico”.
Según el mismo autor la categoría lógica que diferencia al injusto punible de los otros
injustos, es su adecuación a una de las descripciones que los distintos delitos traza la ley
penal. Beling designo como tipos a tales descripciones, y tipicidad a congruencia entre el
hecho concreto y uno de los tipos y con ello la tipicidad aparece, junto con la
antijuridicidad y la culpabilidad, como la tercera característica especificadora de la
conducta punible.
Para responder estas críticas Beling, en 1930, procedió a una revisión de su teoría
intentado salvar las dificultades señaladas por sus detractores. Las modificaciones
hechas por Beling no tuvieron por objeto ampliarle concepto original para dar cabida en
la los elementos subjetivos, porque esto i8mplicaba sacrificar la objetividad de la
antijuridicidad; por el contrario, procuraron restringirlo por medio de la siguiente
distinción:
11
Cury Enrique, “Derecho Penal, Parte General”, pp. 275-293 (tipo y tipicidad).
- Por una parte se encuentran las figuras delictivas, constituidas por cada una de
las descripciones contenidas en la ley, por otra;
- El tipo del delito o tipo en sentido estricto, que es aquello en que el hecho
esencialmente consiste.
a) Definición
b) La descripción típica
Los elementos normativos del tipos e clasifican, a su vez, en culturales y jurídicos. Los
primeros requieren de una valoración que se realiza relacionándolos con normas
culturales ajenas al derecho, como “honestidad” o “buena fama”. Los segundos exigen
una valoraciones realiza, precisamente, en relación con las normas jurídicas, como
“ilegitimo” o “cosa mueble”.
Es misión del legislador describir el hecho típico con la mayor precisión posible. Con
este objeto, debe incorporar a la descripción cada uno de los componentes específicos que
distinguen el hecho a que se refiere tanto de cualquier otro hecho típico como de los
hechos atípicos en genera.
Sin embargo, en todo tipo se encuentran también ciertos elementos genéricos, que son
comunes a todos hecho amenazado con una pena o, por a lo menos una determinada
categoría, Así ocurre, por ejemplo, con el dolo respecto a los tipos de delitos dolosos, la
culpa en relación a los delitos imprudentes, o a la relación causal en los tipos delitos de
resultado.
aa) Cuando Beling expuso su concepción sobre el tipo, afirmo que este no encerraba
ningún juicio de valor. Es decir, de acuerdo con su punto de vista la verificación de que
un hecho realiza la descripción contenida en un tipo no nos dice anda sorbe su
antijuridicidad, ni tampoco de su culpabilidad. Con esto Beling pretendía asegurar la
independencia de aquella respecto de estas.
bb) La teoría de los elementos negativos del tipo expresa un criterio radicalmente
opuesto al de Beling. De conformidad con ella, la afirmación de la tipicidad supone la de
al antijuridicidad, porque las causales de justificación –es decir, aquellas que excluyen la
antijuridicidad- se entienden incorporadas al tipo, del cual serian elementos negativos
implícitos.
Desde este punto de vista, por consiguiente, lo que es típico es también antijurídico;
la tipicidad es ratio essendi de la antijuridicidad, de la cual constituye el componente
esencial; solo está en general prohibido lo que satisface tanto los presupuestos positivos
como negativos el tipo,
dd) Beling tenía razón, por consiguiente, cuando sostenía que la tipicidad es
independiente de la antijuridicidad, por lo cual la comprobación de aquella no implica la
de esta.
La faz objetiva de todo tipo está construida básicamente sobre la faz objetiva de la
correspondiente acción. Pero aunque el hecho típico puede constar solo de una acción
típica, es corriente que su descripción enlace a la acción con un resultado, porque el
legislador estima que tanto el desvalor de este como dl de aquella ha de ser materia de la
prohibición. Por ende, las categorías del tipo son tres: la acción, el resultado y el nexo
causal que, al vincular ambos términos, los reúne en la unidad del hecho típico.
Regularmente se incluyen otros elementos como el sujeto activo, el sujeto pasivo, el
objeto material, el lugar y los medios de comisión, pero estos no son categorías típicas, si
no que constituyen modalidades de la acción que contribuyen a su caracterización típica.
Las modalidades de la acción son numerosas. Con todo, de una manera general puede
afirmarse que las más importantes para la tipificación son las siguientes:
II. EL RESULTADO
Aunque lo decisivo para la construcción del tipo es la acción, hay casos en que el
resultado es confúndanle de la descripción. En estas ocasiones el tipo alude
expresamente al resultado, entendido como aquel cambio del mundo exterior, causado
por una acción, en el que se concreta la lesión o puesta en peligro del bien jurídico
tutelado.
“es causa de un resultado juridicopenalmente relevante toda condición que no puede ser
suprimida mentalmente sin que desaparezca el resultado”.
Por consiguiente, nos e realiza ninguna selección entre las innumerables condiciones
de cualquier resultado, sino que por el contrario se consideran equivalentes (o sea, de
igual valor) todas las condiciones, y a ese juicio de equivalencia le debe su nombre la
teoría de la equivalencia.
12
Roxin Claus, “Derecho Penal, Parte General”, pp. 345-362 (causalidad).
objetivo, sino que han de añadirse otros criterios de imputación. Más aun, actualmente se
reconocer dos críticas a esta teoría:
1. Introducción
2. Creación de un riesgo no permitido
a) La exclusión de la imputación en caso de disminución del riesgo
b) La exclusión de la imputación si falta la creación del peligro
c) Creación de peligro y cursos causales hipotéticos
d) La exclusión de la imputación en los casos de riesgo permitido
3. Realización del riesgo no permitido
a) La exclusión de la imputación si falta la realización del peligro
b) La exclusión de la imputación si falta la realización del riesgo no permitido
c) La exclusión de la imputación en caso de resultados que no están cubiertos
por el fin de protección de la norma de cuidado
d) Conducta alternativa conforme a Derecho y teoría del incremento del riesgo
“La imputación al tipo objetivo presupone la realización de un peligro creado por el autor
y no cubierto por un riesgo permitido dentro del alcance del tipo” (41)
13
Roxin Claus, “Derecho Penal, Parte General”, pp. 362-384 (imputación objetiva).
1.3.1.- Atención: la Caso incitación a caminata Inclusión
valoración ex ante conociendo que asesino
comprende aquello está al acecho (46)
conocido por el agente
1.4.- Creación de riesgos y Inclusión (por regla
cursos causales general)
hipotéticos
1.4.1.-Regla general: Casos de condenado a Inclusión
Intensificación del riesgo muerte o enfermos
(adelantamiento o moribundos (49) (ver
sustitución de riesgos) desarrollo en 48, 49, 51 y
52)
i.- Sustitución de una Se mata de un disparo a Inclusión
causalidad natural por quien está cayendo de la
una acción autónoma montaña (52)
ii.- Modificación de Caso de desviación Exclusión
causalidad natural, sin (irrelevante) de locomotora
empeorar la situación de la (51 f)
víctima
1.5.- Riesgos permitidos Mera conducción Exclusión
automovilística;
actividades deportivas, etc.
(56-57)
1.5.1.- Asunción de (ver 57) Ejemplos vistos en Inclusión (la porosidad del
actividades generalmente clase: conducción en modelo…: problemas a
permitidas, pero con estado de ebriedad o con tratar en el plano de la
infracción de lex artis o vehículo carente de frenos; culpa)
normas de cuidado intervenciones quirúrgicas
en condiciones insalubres,
etc...
2.- Realización del riesgo (ver tratamiento general en
no permitido (en apartados 63-67)
consonancia con el
sentido de protección de
la norma)
2.1.- Si falta la realización Caso de muerte por Exclusión
del peligro incendio en hospital, tras
internación por lesión (59)
2.2.- Hay realización del Pero… caso de muerte por Inclusión
peligro en inherentes o infección post lesión (60)
esperables
(supone verificar
previamente si hay
inherencia)
2.3.- Inevitabilidad del Caso pelos de cabra (64) Exclusión
resultado
2.4.-Resultados Caso de colisión de dos Exclusión
incongruentes con el ciclistas, de noche, sin
sentido de protección de la luces (68)
norma de cuidado
subyacente al tipo penal
3.- “Teoría del incremento Caso de incorrecta Inclusión (en opinión de
del riesgo”: hipótesis de maniobra de Roxin)
conductas alternativas adelantamiento a ciclista Exclusión (para tesis
conforme a derecho ebrio que pierde el control mayoritaria en derecho
respecto de las que no se (72) comparado). En Chile,
pueda afirmar que “con doctrina mayoritariamente
toda seguridad” habrían favorable a la exclusión;
evitado el resultado no así cierta
jurisprudencia.
Clase 9
Unidad III. Teoría del Delito. Tipicidad Subjetiva: dolo
Tema
Mario Garrido, Derecho Penal, T.II, 4ª edición, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago, 2007, pp. 95-108.
(dolo, concepto, estructura y clases de dolo)
E. Cury, pp. 309-315
Lecturas
(teoría del error)
M. Garrido, pp. 108-111
(elementos subjetivos del tipo)
A. El dolo y su concepto
El dolo es la conciencia o conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo de
un delito. El sujeto sabe lo que va a hacer y quiere hacerlo persiguiendo su
finalidad. (elementos CONOCIMIENTO y VOLUNTAD de realizar).
Garrido plantea que el dolo se diferencia de criminalidad, antijuridicidad de
ilicitud y de valorización de la acción; para este autor sólo la voluntad de acción
orientada a la realización del tipo penal es dolo.
Contrario a Garrido encontramos las teorías causalistas, naturalista y valorativa,
que ubican el dolo en la culpabilidad, otorgándole un elemento valorativo, en
donde evidencian una voluntad mala con conciencia de antijuridicidad.
¿Cuál es la amplitud del conocimiento que requiere una conducta dolosa? Es un
aspecto discutido doctrinariamente, Garrido plantea que son suficientes los
conocimientos de los elementos objetivos positivos (acción, resultado, vinculación
causal).
14
Mario Garrido, Derecho Penal, T.II, 4ª edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2007, pp. 95-108.
15
Estos componentes no son copulativos, los elementos subjetivos no siempre son necesarios.
B. Elementos o momentos del dolo
En su gestación concurrirán dos momentos copulativos, que son el intelectual y
el volitivo.
i.Elemento cognoscitivo (intelectual)
es el conocimiento del tipo objetivo, es decir, de los elementos objetivos del tipo,
no del derecho, ni de la antijuridicidad. El sujeto debe conocer las características
materiales descriptivas y normativas, esto comprende la acción, el curso causal y
los efectos. Los elementos normativos y la valorización debe ser según situaciones
concretas. El conocimiento es fundamental, s por esto que debe ser REAL,
CIERTO y ACTUAL.
C. Clasificaciones de dolo
16
E. Cury, pp. 309-315 (teoría del error).
C. Efecto general del error de tipo excluyente de dolo
D. Error sobre el sujeto pasivo
E. Error sobre el curso causal
F. Error sobre el tiempo y el lugar
G. Error de tipo evitable e inevitable
H. Ignorancia y error
17
M. Garrido, pp. 108-111 (elementos subjetivos del tipo)
Clase 10
En principio las exigencias objetivas de la conducta culposa son las mismas que las
del delito doloso, razón por la cual no se hace ninguna distinción al momento de tratarse
la tipicidad objetiva. Es dudoso, sin embargo, que las diferencias entre ambos tipos de
delitos radiquen en el plano subjetivo. En ese plano la diferencia se expresa mas en
términos de dolo / ausencia de dolo que en términos de dolo / culpa. Lo constitutivo de la
culpa en términos positivos es la infracción de un deber de cuidado que se aprecia de un
modo fundamentalmente objetivo, es decir, comprando la conducta del sujeto con una
medida de cuidado exigible definida con independencia de sus representaciones y
propósitos.
18
Hernández Héctor, Documento interno sobre la culpa.
Para la concreción de los deberes de cuidado externo resultan fundamentales las
prescripciones estatales que regulen la actividad desde el punto de vista de la reducción
de daños. Además de las prescripciones estatales también toman importancia las reglas
técnicas o éticas tendientes a la reducción de riesgos, la lex artis, las provenientes de
fuentes normativas no estatales, etc. Aunque todas ellas no son más que una orientación
inicial, pues siempre el deber de cuidado debe establecerse sobre la base de las
circunstancias del caso concreto no previstas necesariamente por la norma. Esto es lo
que explica que la infracción del reglamento de tránsito no implique per se infracción del
deber de cuidado respecto de un riesgo determinado, lo que es confirmado por el art. 492,
el que distingue entre “infracción de los reglamentos” y la “mera imprudencia y
negligencia” (la misma distinción es aplicable a la lex artis)
En general los autores que favorecen un criterio generalizador asumen que este debe
aplicarse teniendo en consideración las circunstancias de la situación concreta, lo que
incluye también, entre otros elementos, la posesión o ausencia de conocimientos
especiales por parte del sujeto, de modo que no se hace posible exigir lo mismo a un lego
que a un profesional. Con esto, la diferencia fundamental con el criterio individualizador
se reduce a si se deben o no consideran las características o capacidades innatas al
sujeto.
b) Principio de confianza: los sujetos pueden contar con que el resto se comportara
correctamente, de modo que no le son imputables las consecuencias indeseables de su
conducta que se basan exclusivamente en la defraudación de dicha confianza.
5. Culpa y resultado
Por regla general los delitos culposos son delitos de resultado que solo se castigan
cuando efectivamente se verifica dicho resultado, al punto de que para muchos esta
exigencia parece ser un presupuesto conceptual del mismo. Sin embargo, esto no es así,
desde luego porque el derecho vigente conoce delitos imprudentes de mera actividad.
Por delito preterintencional se entiende una situación en la que el agente, con dolo de
cometer un delito determinado, termina cometiendo uno más grave no abarcado por su
dolo, esto es, “mas allá de su intención” (praeter intentionem). Consecuencialmente, si el
hecho más grave no está abarcado por el dolo del agente simplemente no procede que se
le haga responsable por él a titulo doloso, subsistiendo solo la posibilidad de una
imputación a titulo de culpa si se reúnen en la especie los requisitos precedentes
indicados. En caso afirmativo se verificara un concurso ideal heterogéneo entre un delito
doloso y un cuasidelito, concurso que debe ser tratado en principio conforme a lo previsto
en el art. 75; en caso contrario solo cabe sancionar por el delito doloso.
La exigencia de que los cuasidelitos estén “expresamente penados” por la ley solo
significa que la punibilidad de la realización culposa debe fluir de la ley, no que esta deba
calificar expresamente el hecho punible como cuasidelito o delito culposo.
Como se entiende a partir del artículo citado el caso fortuito solo protege al que causa
un accidente en el ejercicio de un acto licito, contrario sensu, aquel que ejecuta un acto
ilícito responderá penalmente por todos los males que ocasione con el mismo.
Clase 11
Unidad III. Teoría del Delito. Antijuridicidad (1).
Tema
14. GENERALIDADES 19
La antijuridicidad es una sola para el ordenamiento jurídico, de modo que aquello que
para los efectos penales es antijurídica, lo es también para el derecho civil, comercial,
etc., sin perjuicio de que existan muchos actos antijurídicos que no estén tipificados por
la ley penal. Debe recordarse que por el principio de legalidad solo lo que una ley describe
como delito es típico, y únicamente los actos típicos son los que deben ser apreciados en
su antijuridicidad. Las acciones contrarias a derecho que no sean recogidas por un tipo
penal carecen de interés para los efectos delictivos.
La teoría de la antijuridicidad tiene por objeto determinar en qué casos y por qué
razones el ordenamiento jurídico permite la ejecución de un comportamiento típico.
19
Garrido Mario, “Derecho Penal”, pp. 131-134.
No son conceptos sinónimos. Antijuridicidad es la característica de un hecho de ser
contrario a derecho; el injusto es precisamente el evento antijurídico. La antijuridicidad es
un juicio de valor que establece la posible relación de contradicción entre el ordenamiento
jurídico y un comportamiento; el injusto es ese comportamiento ya valorado como
antijurídico.
El consentimiento para que pueda alzarse como justificante debe cumplir un conjunto
de condiciones que se vinculan con el bien jurídico lesionado por el hecho típico.
Los bienes que quedan fuera de la disponibilidad son aquellos que tiene n relación
con el Estado o con la sociedad en su conjunto, aquellos que no tienen un sujeto
determinado como la seguridad o la salud pública. Se consideran como bienes disponibles
20
Garrido Mario, “Derecho Penal”, pp. 160-180.
la propiedad y el patrimonio en general; hay otros bienes que aunque se encuentran muy
vinculados al individuo no son disponibles como la propia vida, la integridad corporal o la
salud.
c) El consentimiento presunto
La doctrina europea ha dado valor al consentimiento cuando quien debe otorgarlo está
impedido de hacerlo o no es posible reclamárselo. Se estima que en estas hipótesis ha de
estarse a lo que un tercero haría razonablemente si enfrentara una situación análoga; si
se concluye que daría su consentimiento este deberá presumirse.
Etcheverry definió la legítima defensa “como la reacción necesaria contra una agresión
injusta, actual y no provocada”. En el Código Penal la legítima defensa ha sido reglada
como una causal eximente de responsabilidad en el art. 10 N° 4°, 5° y 6°, disposiciones
que aluden a la legítima defensa propia, de pariente y extraño, respectivamente.
Se requieren, conforme al señalado por el art. |9 N° 4°, tres condiciones para que la
defensa se califique de legítima: a) agresión ilegitima; b) necesidad racional del medio
empleado para repelerla y c) falta de provocación suficiente de parte del que se defiende.
28.3. QUE BIENES SON LOS QUE PUEDEN SER OBJETO DE DEFENSA
El art. 10 M° 4° señala que se encuentra exento de responsabilidad del “el que obra en
defensa de su persona o derechos, siempre que concurran las circunstancias…”. El
precepto permite concluir que se refiere a cualquier derecho, siempre que esté ligado a la
persona, como la propiedad, la libertad sexual, el honor, etc., sean propios, de parientes o
de extraños.
Creemos que la agresión dice relación únicamente con los comportamientos activos, y
no con los omisivos; además tiene que ser dolosos, dirigidos a poner en peligro o lesionar
a una persona o sus derechos. Esto debido a que etimológicamente la expresión agresión
presupone una actividad dirigida a lesionar. De modo que no deberían considerarse como
agresiones situaciones tales como ala del guardavía que se niega a accionar el complejo
sistema que cambiaria la aguja o de la madre que se niega a amamantar al recién nacido.
La agresión solo puede corresponder a una actividad del hombre para dar lugar a una
defensa legítima y debe cumplir con ciertas características: ser real, actual o inminente,
ilegitima y no haber sido provocada.
1) La agresión debe haber sido tal, no puede halarse de densa por ataques
imaginarios o meramente temidos, pero no ocurridos.
El N° 4° del art. 10, circunstancia 2a exige que exista “necesidad racional del medio
empleado para impedirla o repelerla” (a la agresión). No se requiere proporcionalidad entre
el taque y la reacción; o entre el daño que se causa y el que se evita.
a) Defensa de parientes
b) Defensa de extraños