06folklore de Chile-Impreso
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FOLKLORE DE CHILE
FOLKLORE, es el remanente de manifestaciones humanas tradicionales,
transculturizadas o del Folk, que se encuentra en permanente función de
cambios. Estas manifestaciones tienen influencia diferente en los distintos
estratos sociales.
En Chile, casi toda la gente parece preocuparse algo por el folklore, pero
son pocos los que pueden explicar con seguridad en que consiste. Con nuestro
pequeño aporte no pretendemos constituirnos en el alfa y omega de la ciencia
del folklore, pero sí nos importa aclarar algunas dudas que digan relación con
las manifestaciones tradicionales de nuestro Chile.
En nuestro país, casi todos entienden por folklore lo que es canto y
música típica chilena. Sin embargo el verdadero significado de la palabra, es
muy distinto. Este vocablo está compuesto de dos palabras en inglés, que son:
Folk : significa la gente el pueblo.
Lore : Sabiduría, experiencia o bagaje de conocimientos.
Folklore es toda costumbre que se transmite de generación en
generación, adaptada y modelada por el medio ambiente en que vive la gente.
Folklore es la comida, la bebida, el vestuario, las leyendas, las canciones, las
danzas, la mitología; todas las manifestaciones artesanales. Como cerámica,
cestería, tejidos, construcción de casas, talabartería, mueblería, los remedios
caseros, la manera de sentir a los muertos, de celebrar los santos etc., etc. Es
toda la vivencia de un pueblo.
Son las manifestaciones comunes de la gente, especialmente de los
campesinos que satisfacen las necesidades espirituales o materiales que ellos
sienten con lo que les ha enseñado la experiencia o la herencia.
Entonces, si queremos saber cual es el pensamiento que ellos tienen
sobre algunas cosas y acciones que realizan de la misma manera siendo una
manifestación común, para averiguarlo, hay que recurrir al Folklore.
Por eso mismo, el conocimiento del Folklore es la manera más directa
de conocer profundamente a un pueblo; por intermedio de él se puede
averiguar, como es y como piensa el total de la gente en forma natural y
sincera.
Esto es la vital importancia, en el caso de las personas que desarrollan
programas técnicos y culturales con los campesinos. ¿Cómo pueden
desarrollar estos trabajos si no saben como piensa la gente?. Si no saben, que
necesidades materiales o espirituales tienen esa gente.
En Chile hace muchos años que se ha tratado de profundizar sobre esta
materia, pero todo no ha pasado de ser buenas intenciones.
La práctica del Folklore recreativo hará que la gente se divierta y
entretenga mejor, ya que estará haciéndolo de la manera que a todos ellos le
gusta más. También se puede dedicar a las prácticas artesanales, que además
de entretenerlos les produce algún dinero. Una sana entretención, no solo
combate la indiferencia y los vicios si no que, además une la gente en un afán
común, la defensa del trabajo de la agricultura, especialmente a la juventud.
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Folklore de Chile
El hombre es más feliz cuando realiza una actividad que conoce y le sale
natural.
Un pueblo que practica activamente diferentes manifestaciones
folklóricas es un pueblo sano de espíritu y con personalidad, pues no esta
copiando a nadie, sino, haciendo lo que es propio. La gente que quiere imitar
la manera y formas de vida de otros pueblos no es nunca feliz y jamás estará
satisfecha; por que es muy difícil imitar lo que a otros le ale natural y
entonces, no se hace lo de uno, ni se hace bien lo de los demás. Un pueblo
con personalidad, feliz merece respeto, la admiración y cariño de los demás
países. Todo esta tan bonito que todo el mundo lo quiere visitar y conocer. Así
llegan los turistas a comprar cosas y admirarlo todo.
En esa forma, entrara mucho dinero al país, como el caso de España y
otros países que se preocuparon del Folklore y la Artesanía como atracción
turística y lograron superar la mayoría de sus problemas económicos.
En nuestro país, esta riqueza folklórica, aún no somos capaces de
explotarla en forma racional. Como es el caso de las artesanías, que por no
darle la importancia que merece, ha hecho que las generaciones más jóvenes
busquen otras maneras de ganarse el pan y solo los viejos siguen trabajando
en ellas, por lo que finalmente tendrían que llegar a morir.
*-*
¿A QUE LLAMAMOS MUSICA FOLKLORICA?
Para tener una idea clara sobre lo que es música folklórica y su
diferencia fundamental con la música popular chilena. Dos formas musicales
que fácilmente se confunden. Las siguientes definiciones le servirán de
elementos de juicio:
Música popular chilena:
Es aquella compuesta por una o más personas identificables, movidas
por un interés intelectual o comercial, basándose en elementos folklóricos. Los
intérpretes de la música popular chilena, se encargan de poner esta música en
un plano de popularidad, a través de los medios de difusión, como la radio, la
televisión, los discos, etc. Mientras no sea desplazada por nuevos temas o
tendencias esta música se mantiene en el interés y el gusto del público.
Música folklórica:
Es aquella que responde a la necesidad espiritual de una comunidad
determinada. Pudo haber sido compuesta por una persona, pero, con el
tiempo y las modificaciones sufridas de generación en generación ha perdido
sus características originales, interpretando no el sentir de una persona, sino
que de todo un pueblo. Por esta razón, la música folklórica no sufre los
efectos de “las modas” en el gusto del público y permanece con mayor solidez
mientras mejor se identifique con el espíritu del pueblo.
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Folklore de Chile
El Pincullo o Pinkillo:
Después de la quena, es el aerófono más popular del norte de Chile y
del área de influencia andina, de origen andina, de origen quechua y aymará.
Es muy similar a la quena, pero en la abertura superior lleva una boquilla
semejante al clarinete. Consta de siete agujeros y se ejecuta en forma
vertical. En la parte posterior lleva otra abertura para armonización.
Existen diversas variedades, desde los rectos usados en el Norte Grande
hasta los curvos que se usan en las quebradas de San Pedro de Atacama.
La Pusa o Zampoña:
Es quechua y aymará y sigue en preferencia al pincullo, entre los
instrumentos del Area Andina.
En aymará se le llama Siku o Sikuri; en quechua recibe el nombre de
Antara, en el norte de Chile se le llama Pusa o Laca y en español se la bautizo
como Zampoña. Todas son variaciones de la antiquísima flauta de pan,
réplica del órgano que introdujeron las misiones jesuitas en el Altiplano.
Es de diversas formas y tamaños.
Tarca o Anata:
Nacieron en el altiplano boliviano y su área abarca casi todos los países
de América del sur. Las Tarcas son flautas de madera de una sola pieza, con
boquilla en el extremo superior y con seis perforaciones en la parte media
inferior y abiertas en el extremo inferior. Anatas y Tarcas miden entre 20 a 55
cm. de longitud y son instrumentos de verano, muy usados en las Fiestas de
Carnaval. La palabra anata significa justamente “carnaval”. Las fiestas
mencionadas son acompañadas por cajas y bombos constituyen las Tarcadas.
Lichiguayo:
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Folklore de Chile
El Erkencho o Erkecito:
Se conoce en Chile con el nombre de Pututo y en los Andes peruanos
como Wakawak´ra. Su zona de uso es similar a la del Erke. Consta de una
boquilla de diez a catorce cm. de largo y una bocina o pabellón de asta de
vacuno. En la boquilla lleva una lengüeta.
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Folklore de Chile
Las flautas son de uso común en el Area Andina, pero los ejecutantes
prefieren las quenas y pincullos.
Tienen forma y tamaño como los pitos de las bandas militares, constan
de cinco o seis aberturas para la ubicación de los dedos, y de una abertura
lateral en la embocadura para soplar y emitir el sonido. Se usa en las cofradías
del Norte Grande, en los carnavales y festividades religiosas.
Los pitos o Flautillas son de la misma zona, con embocadura semejante
al pincuyo, pero con uno o dos agujeros en la parte inferior, por lo que son
muy limitadas sus posibilidades musicales. Son fabricados de madera o caña y
se usan en el norte de Chile.
Ocarina:
El uso de la ocarina se ha ido perdiendo en el norte Chileno; pero se
mantiene en Putre, en la zona de Belén , en Aiquina y en el altiplano
boliviano.
Se hace de greda ovoidal, hueca en su interior y con un grosor de no
más de medio centímetro. En uno de sus costados se le hace una boquilla
sobresaliente. En su parte superior lleva dos series de cuatro orificios cada
una, en forma de semicírculo abierto, para los dedos de las manos desde el
índice al meñique. En la parte posterior lleva tres perforaciones, casi entre
distantes entre sí, que son para los dos pulgares, y la del medio para el resto
del aire sobrante al hacer sonar el instrumento. Su longitud varía desde los 15
a los 28 cm. y su diámetro va desde los 5 a los 10 cm. Es tan difícil de hacer
como de ejecutar, por eso se va perdiendo su uso.
Bajones o Bajunes:
Se usaron mucho en el pasado en las misiones jesuitas y ahora están
totalmente extinguidos. Se ha usado en el norte chileno aproximadamente
hasta el Loa y gran parte del Altiplano.
Igual en su construcción a los sikuris, pero de gran tamaño, fueron las
réplicas indígenas de los órganos que los religiosos introdujeron, junto con las
flautas y violines, para atraer el interés de los indígenas hacia la religión
cristiana.
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Folklore de Chile
Clarín Atacameño:
Es un instrumento ritual, perteneciente a la Cultura Atacameña (II
Región, interior provincia den Antofagasta). Es un aerófono, es decir, el
sonido se debe a la vibración de la columna de aire; instrumento de viento
propiamente tal, trompeta natural, tubular, traversa, recta, con embocadura.
Se construye con una caña de aproximadamente 1.50 a 2 metros; se
cubre con la lana de diversos colores. Se toca en forma traverso-diagonal. Se
utiliza en ocasiones rituales (II Región) y es privativa de la Cultura Atacameña:
rito de talátur o del agua, convido a la semilla, etc.
Putu o Pututo:
Instrumento ritual perteneciente a la Cultura Atacameña (valles y oasis
del interior de la provincia de Antofagasta, II Región).
Trompeta natural, tubular, traverso-diagonal, curva, sin embocadura,
construida de un cuerno de vacuno.
Actúa como instrumento solista. Está presente en los grandes rituales
del Talátur o rito del agua de la Cultura Atacameña y en las fiestas de los
Santos Patronos de los pueblos.
Acordeón:
Existen en la zona, como parte de la organografía folklórica, dos tipos
de acordeones: el acordeón piano y el acordeón de botones.
El Acordeón piano consta de un pequeño teclado, que generalmente
llega a las dos y media octavas con tonos y semitonos, para la mano derecha,
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Folklore de Chile
El Charango:
De origen quechua y aymará. En Chile se usa en el Norte Grande hasta
la Provincia de Antofagasta. Es una guitarra pequeña con caja de caparazón
de quirquincho o armadillo americano. Tiene cinco pares de cuerdas
generalmente metálicas. Lo usan las cofradías danzantes del Norte Grande.
La Guitarra:
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Folklore de Chile
El Mandolino:
De origen europeo, se deriva del laúd y se usa en el Norte Grande de
Chile y en Chiloé.
El Mandolino es una especie de guitarra pequeña con caja de resonancia
abombada, al igual que el laúd. En su cubierta tiene una lamina de metal a la
altura de la boca, para proteger el instrumento del continuo roce de la uñeta
sobre las cuerdas. Tiene cuatro cuerdas pareadas.
Se usa en el Norte Grande por bandas de cofradías nortinas en fiestas
de Carnaval.
Caja Challera:
Instrumento vigente, común a varios países del área andina.
Membranófono golpeado en forma directa, con ase y doble parche. Es un
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Folklore de Chile
El Bombo:
Parecido a los bombos militares- por su gran tamaño-, se usa en casi
todas las ceremonias de la zona, ya sea para fiestas paganas o religiosas.
Posee una gran caja de resonancia cilíndrica con dos cueros en sus extremos,
que van atados con cintas de cuero y fijadas con un aro de madera o metal.
Chorimori o Chorromón:
Instrumento ritual perteneciente a la Cultura Atacameña (valles y oasis,
II Región, Provincia de Antofagasta).
Es un idiófono de golpe indirecto, sacudido y suspendido, formado por
objetos duros colocados en hilera sobre un cordón de cuero. Se utiliza como
instrumento de acompañamiento. Junto al putu o pututo y al clarín
atacameño, son utilizados en el ritual del agua o Talátur.
Pandero:
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Folklore de Chile
El Tormento:
Idiófono de percusión, de golpe directo; especie de mesita, la cual el
ejecutante “tañe” con los dedos. A veces suele usarse dedales.
Sirve para acompañar cuecas, tonadas y danzas campesinas del centro y
del norte chico de Chile.
Zona Central
La Guitarra:
Es el más difundidos de nuestros instrumentos musicales, como
también en todos los países de habla hispana; su área de difusión abarca todo
el país a lo largo y ancho de nuestro territorio.
Es de gran difusión y de la más antigua tradición. Su nombre viene del
árabe gitára, como transcripción del griego kithara. La española tenía seis
cuerdas simples. La primitiva, en Chile, tuvo seis cuerdas dobles.
Al principio se ejecutaba empleando una especie de uñeta hecha de
madera, marfil o concha llamada plectro, pero a fines del siglo XV empezó su
ejecución digital, costumbre mantenida hasta nuestros días.
La guitarra hasta nuestros días, forma parte en las bandas nortinas de
las cofradías danzantes, en los conjuntos folklóricos campesinos y urbanos, en
los conjuntos chilotes y en la Isla de Pascua donde reemplazó al Ukelele;
además de su uso por los cantores populares y poetas.
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Folklore de Chile
El Arpa:
También conocido como instrumento de música selecta, fue muy
difundido desde la V a la VIII regiones sobre todo en el siglo pasado. Gracias
a la labor de rescate de varios grupos tradicionales en las últimas dos
décadas, su sonido ha vuelto a ser habitual en los escenarios chilenos. De
forma triangular consta de columna, caja de resonancia y arco, donde se
colocan las 35 cuerdas que cuenta este instrumento en el ámbito tradicional.
El Charango:
De origen quechua y aymará. En Chile se usa en el Norte Grande hasta
la Provincia de Antofagasta. Es una guitarra pequeña con caja de caparazón
de quirquincho o armadillo americano. Tiene cinco pares de cuerdas
generalmente metálicas. Lo usan las cofradías danzantes del Norte Grande.
Pandero:
Deriva del pandero español. Es un instrumento urbano; sirve como
membranófono e idiófono de sacudimiento simultáneamente; esto lo
transforma en un instrumento combinado. Posee forma hexagonal; esta
construido de madera y se añade una membrana de cuero.
Las redondelas metálicas colocadas en su parte externa lo transforman
en idiófono de entrechoque.
Se utiliza preferentemente en el acompañamiento de la llamada cueca
centrina, que se interpreta principalmente en quintas de recreo, boites,
ramadas populares, etc.
Cacharaina o Quijada:
Como su nombre lo indica, es una quijada de burro o mula a la que se
le sueltan los molares y premolares. Se ejecuta rozando los dientes con un
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Folklore de Chile
El Tormento:
Idiófono de percusión, de golpe directo; especie de mesita, la cual el
ejecutante “tañe” con los dedos. A veces suele usarse dedales.
Sirve para acompañar cuecas, tonadas y danzas campesinas del centro y
del norte chico de Chile.
La Bandurria:
Casi extinguido en nuestro folklore musical, encontrándose escasos
cultores en la Zona Central del país.
Parecida a la guitarra, la bandurria es menor en tamaño y su caja tiene
forma de pera. Tenía tres cuerdas y en la actualidad tiene doce cuerdas
pareadas. Se toca con uñeta de plástico o hueso.
La Vihuela:
La Vihuela es un derivado de la guitarra española. Tuvo plena vigencia
en los salones y chinganas de la época colonial y de la independencia. Es casi
igual a la guitarra española, pero de caja más estrecha y menos acinturada, lo
que le da una gran sonoridad. Tiene cinco cuerdas dobles.
El Guitarrón:
El guitarrón es también un instrumento folklórico derivado de la guitarra
española y su arca de difusión comprende las provincias de Aconcagua a
Concepción. Tiene una caja de mayor cuerpo; en la boca de la caja lleva
aberturas que en conjunto semejan una flor de margarita. Su diapasón y
clavijero también es mayor, y a que consta de 25 cuerdas agrupadas en 5
ordenes múltiples, más cuatro cuerdas suplementarias llamadas diablitos.
Quedan muy pocos Guitarrones, debido principalmente a las dificultades
provocadas por su ejecución y afinación.
El Mandolino:
De origen europeo, se deriva del laúd y se usa en el Norte Grande de
Chile y en Chiloé.
El Mandolino es una especie de guitarra pequeña con caja de resonancia
abombada, al igual que el laúd. En su cubierta tiene una lamina de metal a la
altura de la boca, para proteger el instrumento del continuo roce de la uñeta
sobre las cuerdas. Tiene cuatro cuerdas pareadas.
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Folklore de Chile
El Requinto:
Instrumento folklórico chileno de gran vigencia durante la Colonia, hoy
casi ha desaparecido. Su área comprende el centro del país.
Tenía doce cuerdas, distribuidas en seis pares dobles. Actualmente tiene
seis cuerdas simples, al igual que la guitarra. Su cuerpo es similar a ella, pero
más pequeña.
La Cítara:
Fue el instrumento más usado por los griegos y es una de las primeras
variante del arpa. Consiste en una caja plana de forma trapezoidal, con
cuerdas extendidas a lo largo de una de sus caras. En Chile se la usó con
diapasón semejante a la guitarra para llevar la melodía y con ménsula
semejante al arpa para acompañamiento; se rozaban sus cuerdas con una
uñeta o plectro colocado el instrumento sobre la rodilla o sobre una mesita. Es
un cordófono, la cual fue actualizada por los colonos alemanes en el sur del
país, que se establecieron a fines del siglo pasado, pero que no fue
incorporada a nuestro folklore musical.
La Lira:
Es un cordófono tan antiguo como la cítara y también deriva del arpa
egipcia o sumeria. Consiste en varias cuerdas tensas colocadas en un marco
Isla de Pascua
TOHERE:
De los instrumentos de percusión, destaca el tronco ahuecado que
ofrece distintos timbre de sonido de acuerdo al lugar donde se percuta
Keho:
Especie de tambor, que se construye haciendo un hoyo en la tierra, y
uno más pequeño en el fondo, donde se coloca una calabaza y encima de ella
una piedra plana. Sobre ésta, el ejecutante golpea con los pies al ritmo del
canto.
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Folklore de Chile
Ukelele:
Instrumento de cuerda llegado desde la Polinesia. Tiene una estructura
similar a la guitarra pero más pequeña, de cuatro cuerdas y con un sonido
más agudo.
Kahuaha:
Quijada de caballo o burro, la que produce un particular sonido al
golpearse la parte superior del objeto.
Guitarra:
Habitualmente es de cuerdas de acero, debido a la influencia
norteamericana en la isla.
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Folklore de Chile
EL FOLKLORE DE CHILE
Zona Norte
Dentro de la zona norte existen una variada gama de expresiones
folklóricas, entre las que destacan:
Instrumentos musicales.
Bailes y Danzas.
Mitos y Leyendas.
1.- Instrumentos Musicales:
Algunos instrumentos musicales de esta zona tienen origen Quechua y
Aymara como ser:
Quena, Kena (aerófono):
Tarka (aerófono):
Flauta cuadrada de madera de una sola pieza con seis orificios y una
boquilla que sirve de embocadura. Sus dimensiones varían entre veinte y
cincuenta centímetros. La Tarka es una flauta vertical que en el sector del
medio lleva los seis agujeros para los dedos.
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Folklore de Chile
Erke (aerófono):
El Erke o Clarín se toca después de las fiestas de Carnaval, en las
celebraciones de Corpus Christi, en el mes de junio. Su uso debe hacerse en el
invierno, pues existe la creencia de que los bramidos del Erke provocan las
heladas y afectan las siembras.
En Chile se usa en las quebradas del río San Pedro de Atacama,
Toconao, Peine, Socaire, Sólor, Séquitor y otros lugares.
Tiene gran semejanza con la Trutruca araucana.
Charango (cordófono):
Guitarrilla, réplica indígena de la guitarra española, cuya longitud total
aproximada alcanza a sesenta centímetros. El mástil es de madera, semejante
al del instrumento europeo, la parte delantera o tapa tienen la forma de ocho,
como la guitarra, la caja de resonancia es de caparazón de quirquincho. Su
encordado lo componen diez cuerdas afinadas en cinco órdenes dobles, por lo
común metálicas.
En Chile se usa en el Norte grande hasta la provincia de Antofagasta.
Ocarina (aerófono):
El uso de la Ocarina se ha ido perdiendo en el norte chileno; pero se
mantiene en Putre, en la zona de Belén en Aiquina y en el altiplano Boliviano.
Su longitud varía de los 15 a 28 centímetros y su diámetro va desde los 5 a los
10 centímetros. Es tan difícil de hacer como de ejecutar, por eso se va
perdiendo su uso.
Caja (membranófono):
Es el instrumento más popular desde el Ecuador hasta los valles
transversales de Chile, comprendiendo regiones altas del Perú, el altiplano
Boliviano y Noroeste Argentino.
Tiene 35 a 50 centímetros de altura. Sus parches son de llama, cabra,
vaca o vizcachas, según la zona de fabricación y se cosen con arquitos hechos
de alambres o varillas de caña que calzan en el aro o marco cilíndrico que le
sirve de caja de resonancia.
Triángulo (idiófono):
En nuestro folklore musical es usado por los conjuntos de bailes en el
norte de Chile por su sonoridad, especialmente en la fiesta de la Virgen de la
Tirana. Es un triángulo de bronce, a veces niquelado y abierto en una de sus
esquinas inferiores. Se percute con una baqueta o palillo del mismo metal. Se
emplea en acompañamiento.
Matraca (idiófono):
La Matraca va montada sobre un mango que lleva una rueda dentada y
que sirve para hacer vibrar una lengüeta de madera delgada que se coloca en
el interior de la caja, adosada a la pared opuesta del instrumento. Suelen
usarse matracas de forma rectangular de unos 5 centímetros de altura, 25 a
30 centímetros de largo y 20 centímetros de ancho.
Para ejecutar el instrumento se le toma del mango y se lo hace girar en
el aire. Se usa aisladamente en las festividades religiosas nortinas.
La Tirana:
Es un pueblo con no más de 200 habitantes situado en la Pampa del
Tamarugal, a más de mil metros de altura, al norte del Salazar de Pintados, en
la provincia de Iquique, Región de Tarapacá.
Todos los años, un 16 de julio llegan aquí más de 200 mil peregrinos,
para adorar a la Virgen mediante cantos y danzas.
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Folklore de Chile
Zona Central
Al igual que en la zona norte, aquí también existen varios tipos de
expresiones folklóricas, como ser:
Instrumentos musicales.
Bailes y Danzas.
Mitos y Leyendas.
1.- Instrumentos Musicales:
Guitarra (cordófono):
En nuestro país el más difundido de los instrumentos musicales como
también en todos los países de habla hispana; su área de difusión abarca todo
el país a lo largo y ancho del territorio.
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Folklore de Chile
Arpa (cordófono):
Es un instrumento folklórico y clásico, difundido durante el siglo pasado.
Se usa entre Aconcagua y Ñuble, en conjuntos folklóricos.
Es casi triangular y consta de tres elementos fundamentales: la caja de
resonancia, la columna y la ménsula o clavijero que mantiene el encordado en
tensión sobre la caja. Tiene entre 33 y 34 cuerdas. Existen en tamaño portátil
confeccionadas por expertos artesanos.
Guitarrón (cordófono):
El Guitarrón Chileno es un multicordófono compuesto que posee entre
18 y 30 cuerdas, agrupadas en cinco órdenes principales sobre el diapasón y
cuatro órdenes monocordales secundarios, fuera de él, llamados diablitos.
Tiene una longitud de cuerdas que oscila entre 46 y 64 centímetros,
forma de guitarra avihuelada, plano especular rectilíneo y puente de tracción,
con alas en forma de volutas, junto a las cuales aparecen característicamente
dos adornos llamados puñales.
Estudios permiten asegurar que el origen de este instrumento es
chileno, producto del ingenio del pueblo chileno.
Sobrevive en Santiago y Colchagua, donde se le ve en los encuentros de
los poetas populares.
Charrango (idiófono):
Es un instrumento ideado tal vez por un campesino chileno. Se usa
desde Colchagua a Valdivia y en Chiloé. Es una tabla de un metro o más de
largo, por treinta y cinco o cuarenta y cinco centímetros de ancho, con un
encordado fijo de alambre acerado muy delgado, que se estira mediante dos
botellas redondas o preferentemente planas que se colocan en ambos
extremos: lograda la tensión necesaria se le colocan dos trocitos de madera
para evitar que se corran las botellas y pierda su armonía.
Pandero (idiófono):
El pandero se fabrica con una armazón hexagonal, a la cual se le
remacha un parche o cuero muy delgado en uno de sus lados. Se le hacen
unos calados en los costados de la armazón donde se le colocan chapas de
latón o bronce, de formas semicóncavas para mayor sonoridad. La cubierta del
parche se unta con pez de castilla o grasa de vacuno para ofrecer resistencia
al pulgar durante el roce y lograr una mejor vibración del instrumento.
Tormento (idiófono):
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Folklore de Chile
Cacharaina (idiófono):
Es una quijada de burro o mula a la que se le sueltan los molares y
premolares. La superficie de la mandíbula se pinta y dibuja con temas
llamativos como flores, hojas, etc...
Su forma de ejecución es similar al Güiro tropical, o sea, rozando los
dientes con un palito para producir el sonido. Pero su forma más frecuente es
tomar la quijada con una mano empuñada en la parte más ancha,
produciendo de esa manera una mejor resonancia de instrumento. En algunas
partes del país es Carretilla, en la Isla de Pascua se le llama Kahuaha.
El Repicao.
La Polka.
La Masurca.
El Aire:
Seguramente de origen español, tuvo asiento en la República Argentina,
Chile, Cuba y Venezuela.
Este baile fue muy popular en Chile por los años 1840. Han dejado
descripciones Blest Gana, Ruiz Aldea, Benjamín Vicuña Mackenna y J. Abel
Rosales.
Quien mejor trata esta danza es el argentino Carlos Vega, en “Danzas y
Canciones Argentinas”, ya que ésta se dispersó de Argentina a Chile.
En los últimos tiempos ha sido retomada. Se baila al tenor de estrofas
que ofrecen diversas variaciones.
El Cuando:
Danza aristocrática europea, importada hacia 1800, que se avecindó en
la Argentina. Llegó a Chile, en 1817, debido casi exclusivamente a la
interpretación que de él hiciera el General José de San Martín y su difusión se
debe a los oficiales del Libertador.
Fue bailado intensamente en la época de los pipiolos (1820). Este baile
tuvo figuración en 1910 en las fiestas del Centenario de la Independencia.
El Cuando se baila entre muchos. Es escobillado y redoblado.
Zona Sur
Así como en las zonas norte y centro del país, esta zona también posee
su propia cultura y costumbres, las cuales algunas son de origen español y
otras, propias de las islas que rodean a la Isla de Chiloé.
Esta zona es muy rica en mitos y leyendas, los cuales dan a las islas ese
toque mágico de misterio y encanto que envuelve hasta los propios habitantes
de estas tierras.
Ahora veremos algunas de las expresiones folklóricas presentes en esta
zona:
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Folklore de Chile
Instrumentos musicales.
Bailes y Danzas.
Mitos y Leyendas.
1.- Instrumentos Musicales:
Guitarra (cordófono):
Es la misma que se utiliza en la zona central, excepto que aquí es de
fabricación casera, se habla en la región de Vihuela.
Violín (cordófono):
Instrumento que se compone de una caja bastante aplanada y de figura
peculiar con dos aberturas en forma de S en la tapa, sobre la cual pasan
cuatro cuerdas sujetas al extremo del mástil y que se hacen vibrar con un
arco. Los cortes laterales semejan una media luna. Generalmente, lleva la
melodía, la que se acompaña por guitarra y bombo.
Suele tener incrustaciones de concheperla y otros materiales.
”Barraquitos”, llamaron a unos antiguos violines de tripas de carnero.
Rabel (cordófono):
Es un pequeño violín, con algunas variantes y se confecciona en la zona
con maderas de alerce y avellano. Tiene tres cuerdas y para tocarlo se coloca
apoyado en la rodilla izquierda y descansando sobre el hombro, frotando sus
cuerdas con el arco curvo que pulsa la mano derecha. Se diferencia del violín
en que su puente se apoya directamente sobre el fondo a través de un orificio
haciéndolo vibrar.
Los Rabeles de Chiloé son íntegramente hijos del medio desde el arco,
la caja y las cuerdas. Muchas veces son realizados por los mismos ejecutantes.
Se toca en fiestas, en velorios o acompaña a los cantores y poetas populares.
Matraca (idiófono):
Es un instrumento compuesto de un tablero y una o más aldabas que al
sacudirlo produce ruido, se usa en algunas capillas para convocar a maitines,
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Folklore de Chile
Zamba-Refalosa:
La refalosa fue una danza que gozó de gran popularidad hacia mediados
del siglo XIX en Buenos Aires, Lima y Santiago. En Chile fue gran competidora
de la zamacueca, decayendo, posteriormente en la segunda mitad del siglo
XIX, dejando libre paso a la primera.
Se bailó desde Coquimbo a Peñaflor. Luego se extendió hasta Cautín
hacia el sur, encontrándose después en Chiloé con características diferentes.
No se sabe a ciencia cierta como llegó a esta última región, ya que no se han
encontrado datos de dicho baile entre las provincias de Cautín a Llanquihue.
En la Zamba-Refalosa -como también se llama- interviene una pareja de
bailarines que realiza un escobillado sencillo, combinado con un zapateo estilo
chilote, presentándose el hombre recio y la mujer liviana.
Sirilla:
Es una de las danzas más antigua de Chiloé, descendiente directa de la
seguidilla española. Aún se la baila en la isla grande y su ágil ritmo en la
guitarra suele ser acompañado de bombo y caja. Su paso arrastrado y a veces
golpeadito, persiste a través de toda la danza con una intención viva de fiesta.
Es un baile de pareja suelta e independiente que comprende tres pies.
Su sencilla coreografía consta de las siguientes figuras:
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Folklore de Chile
1.- Ambos bailarines describen una “S” de ida y regreso, saliendo por la
derecha y regresando a su lugar. La mujer baila con una mano en la cintura y
con la otra toma ligeramente la falda, primero con la derecha y luego con la
izquierda, mientras el hombre apoya sus dos manos tras la cintura.
2.- Bailan al centro en un semicírculo imaginario.
3.- Luego se separan y regresan a su posición original.
4.- Giran en su lugar y cambian de lado...
5.- Y finalmente rematan al centro.
Enseguida se preparan para el segundo pie, que es igual al anterior.
Cueca Chilota:
La principal característica es la ausencia de la cuarteta o copla inicial. El
cantor, en este caso, se limita a repetir los versos de la seguidilla, a manera
de cueca larga hasta completar cuatro o cinco versos.
La interpretación del canto es gritada (“garganteada” en lenguaje
popular), tratando el cantor de sobreponerse a los instrumentos y a la
bulliciosa alegría de los asistentes a la fiesta.
La cueca chilota conserva en general la coreografía que es común a las
cuecas de otras regiones del país, pero se diferencia de éstas en los pasos y
en el zapateo.
Los bailarines se dejan llevar por el bombo, combinando pasitos cortos
en un zapateo redoblado que suele ser variadísimo, marcado con toda la
planta del pie.
La Pincoya
... Al regresar la Huenchula, a casa de sus padres, en donde dejara bajo
sus cuidados a su tierna hija, durmiendo en una lapa; comprobó que debido a
la curiosidad de sus mayores, la niña se había transformado en agua cristalina.
Invadida por el llanto y la desesperación, cogió la vasija y corrió desesperada
hacia la playa, a vaciar suavemente su contenido en las aguas del mar. Y
avanzando hacia el interior, se perdió en las profundidades del océano, en
busca de su esposo el Millalobo. Entre sollozos y llantos, le relató lo
acontecido. Apenas hubo de terminado de pronunciar la última frase de su
historia, vio acercarse hacia ella, una delicada barca semejante a una lapa,
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Folklore de Chile
El Trauco
... Es el espíritu del amor fecundo, creador de la nueva vida, padre de
los hijos naturales. Habita en los bosques cercanos a las casas chilotas.
Para las muchachas solteras, constituye una incógnita que les preocupa
y las inquieta. Según opinión de unas, se trata de un horrible y pequeño
monstruo, que espanta y de cuya presencia hay que privarse, a toda costa.
Otras opinan distinto y manifiestan, que si bien es feo, no es tan
desagradable, sino, muy por el contrario, atractivo... Otras en lucha tenaz y
permanente, dicen haberlo eliminado de sus pensamientos, en los que alguna
vez vibró quemando sus entrañas...
Las preocupaciones por el Trauco no sólo la comparten las muchachas,
sino tanto o más que ellas, las madres, que saben muy bien el resultado de
sus fechorías. Ellas toman todas las precauciones del caso, para evitar que sus
hijas, ya “solteras”, viajen solas al monte, en busca de leña o de hojas de
“radal”, para el “caedizo” de las ovejas. Pues generalmente es en el curso de
estas faenas, cuando “agarra”, o con más propiedad “sopla”, con su
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Folklore de Chile
El Caleuche
... El nombre de Caleuche, es muy discutido en su origen; voy a
inclinarme por la derivación caleutun=cambiar de condición y che=gente,
posiblemente elegido, para referirse a los cambios de muertos a vivos, de
afligidos a dichosos o a las muchas transformaciones que puede experimentar
el barco, etc...
El Caleuche es un buque fantasma que recorre los mares y aparece, con
relativa frecuencia, en los canales chilotes. Navega tanto en la superficie,
como en las profundidades; pero jamás lo hace a plena luz del día.
En las noches tranquilas, suele aparecer entre la niebla, mostrando las
características de un gran buque velero. Profusa iluminación multicolor de
brillo extraordinario, realza su presencia. A la distancia, es posible apreciar en
su cubierta, bullanguera agitación y desde su interior vienen armoniosos
acordes de flautas, cuernos, pitos y tambores y de muchos instrumentos
desconocidos. Con la misma velocidad que hizo su aparición, desaparece
borrado por la espesa niebla, que fluye abundante desde sus costados y que
al desvanecerse, casi instantáneamente, no deja huella alguna de la
impresionante visión.
Cuando es perseguido por curiosos, malintencionados, suele
transformarse en una escurridiza foca o en un gran tronco de árbol,
especialmente de ciprés, que navega entre dos aguas o que se recuesta en las
tibias arenas de la playa.
La tripulación del Caleuche, está integrada por dos clases de
navegantes: unos son los brujos, que llegan desde tierra, montados sobre el
muelle lomo de un Caballo Marino. Los otros, son náufragos, cuyos cadáveres
trajo a bordo la Pincoya y que al instante mismo de poner pie en cubierta,
retornaron a la vida; pero ahora, a una vida nueva de felicidad eterna. Estos
dichosos marineros, a pesar de pertenecer al más allá, obtienen permiso de
sus jefes, una vez al año, para hacer breves visitas a sus familiares, que lloran
su muerte; llevándoles consuelo y aún ayuda económica. Aunque, en algunas
ocasiones sus visitas se ven frustradas y no vuelven a repetirlas jamás; esto
suele ocurrir a los difuntos maridos, que regresan a calmar las angustias de
las inconsolables viudas que dejaron tan solas; pero que encuentran muy
dichosas en los brazos de otros hombres.
Cada cierto tiempo, la tripulación del Caleuche, sale a tierra a divertirse,
en casa de gente amiga o de algún individuo, a quien se le ha impuesto la
obligación de festejarlos, con sus propios recursos, como castigo, por haber
cometido un acto calificado por ellos de delictuoso. Es lo que le ocurre a un tal
José Huala, habitante de la localidad de Coñab, quien en una oportunidad, usó
explosivos para pescar en el mar; por este hecho, debió festejar hasta el fin
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Folklore de Chile
La Viuda
... Los jinetes solitarios y su cabalgadura, siempre abrigan el temor de
un encuentro, en algún recodo del camino, con la fatídica Viuda.
En la obscuridad de la noche, de pronto el caballo se encabrita y se
niega a seguir su camino. Sólo continúa adelante, aguijoneado por las filudas
espuelas y rebencazos de su amo; más, a poco de andar, el caballo lanza
fuertes relinchos y se desboca en alborotada carrera; guiado ahora, no por las
riendas que mantiene en las manos su jinete, sino por la magia de la Viuda,
que se encaramó a sus ancas. Ya no se detendrá, ni siquiera frente al próximo
barranco, en donde se precipita, empujado, con fuerza titánica, por la Viuda:
jinete y caballo encontrarán la muerte en el fondo de la quebrada.
Cuando los viajeros nocturnos escasean, por los caminos, la Viuda se
acerca a los poblados en busca de algún peatón trasnochador y en estas
ocasiones se deja ver en alguna ventana iluminada. Los moradores son
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Folklore de Chile
La Fiura
...Pequeño monstruo, en forma de mujer; el mito la muestra
habitualmente, danzando sobre la débil alfombra, de un balanceante “hualve”,
sin temor a que, en cualquier instante se rompa y la trague el pantano.
Detiene su baile, para contemplar su horrible rostro, en el espejo de un charco
y peinar su larga cabellera con un reluciente peine de plata. Contonea,
coqueta, su exuberante busto y corre ágil, haciendo flamear su breve pollera
roja, entre los troncos quemados de los roces, mimetizando sus miembros,
con los semicarbonizados ganchos de los árboles. Se escabulle entre los
matorrales, en busca del fruto de las espinosas “chauras”, que come con
glotonería. El más leve ruido la asusta, adoptando de súbito, caprichosas y
convulsionantes posturas; hace muecas horrendas con feísimo rostro y con
sus ojos chispeantes, casi ocultos por una descomunal nariz; alarga sus brazos
en todas direcciones y mueve nerviosamente los dedos deformes de una
enorme mano, en demanda de una víctima, para “tirarle un mal aire”.
La Fiura, hija única de la Condená, es la mujer del viril Trauco, más esto
no le impide ofrecer su amor a todos los hombres, a quienes impone, como
severa condición, aceptarla con los ojos cerrados. No admite mirada alguna, ni
siquiera la de los animales, sin aplicar al instante su castigo: El osado que se
atrevió a mirarla, quedará torcido en algún lugar de su cuerpo. Si quien la
mira es un niño o un animal, le deforma generalmente las extremidades,
haciéndoles imposible la marcha, los tulle.
Luchar contra ella, es tarea imposible; posee una fuerza y destreza tal,
que cuantos hombres quieran pueden pelear con ella, pero los deja a todos
maltrechos y contusos, cuando no quedan “teldelde” (trémulos). En cambio a
ella, no se logra asestarle un solo golpe: “es como pegarle a la sombra” .
Las deformaciones causadas por la Fiura, son prácticamente incurables;
en casos afortunados, se consigue alivio, utilizando el siguiente tratamiento: al
amanecer se corta una rama de la enredadera llamada “pahueldún”, una vez
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Folklore de Chile
ISLA DE PASCUA
Maea:
Estas eran piedras duras, redondas sonoras y musicales que se
golpeaban rítmicamente y acompañaban los conjuntos de cantos. Estas
piedras eran extraídas del lecho marino, por ser resistentes.
Los cantos antiguos eran acompañados con las manos, golpeando las
palmas. En las danzas estaban los sonidos en forma rimada proferidos por la
garganta; y el ritmo era marcado con un báculo de madera con el cual se
golpeaba el suelo, maza alargada llamada ua, de forma como remo delgado.
Keho:
Tambor primitivo de piedra. Se hacía un hoyo ancho en la tierra, y en el
fondo de éste se hacía otro más pequeño y circular, donde se colocaba una
calabaza vacía cubierta con una piedra laja. Sobre esta piedra, un cantante o
danzante golpeaba con sus pies desnudos fuertemente siguiendo el ritmo de
la música. El efecto obtenido por el retumbar del aire contenido en el hoyo, al
cual la calabaza hacía de caja de resonancia.
Hio (aerófono):
Especie de flauta de caña de bambú con agujeros. Por las referencias
debió tener un sonido lastimero. La palabra hio, tahitiana, significa silbar o
soplar.
Kauaha (idiófono):
Mandíbula de equino desecada en forma natural. Los huesos maxilares
inferiores conservan en los alveólos dentarios todas las piezas sueltas, que no
se salen debido a su forma. Al golpear la quijada, que se coge en la parte
delantera, contra el suelo o contra la palma de la otra mano, produce dos
sonidos.
Ukelele (cordófono):
Este instrumento llegó desde la Polinesia. También recibe el nombre de
guitarra hawaiana. Es similar en su caja a la guitarra, pero mucho más
pequeña y solamente con cuatro cuerdas.
Guitarra (cordófono):
De fabricación isleña, fue muy usada en los tiempos pasados. Ahora, la
mayoría es llevada desde el continente.
Upa-Upa (aerófono):
Se le llama así al acordeón de botones o teclado.
cantos rurales que se diferencian con los cantos actuales de origen Polinésico
en que son de carácter más alegre.
Una de sus manifestaciones es el Sau-Sau, que es un canto y danza
popular pascuense de origen samoano, que se ha convertido en un baile
característico de la Isla. Además se interpretan otros cantos y danzas
populares dedicados a sus dioses, a los espíritus guerreros, a la lluvia y al
amor. Los pascuenses son buenos bailarines y parece que su gran pasión
fuera la música y la danza. Son regionalistas y sólo bailan sus propios bailes
como el popular “Sau-Sau”, el “ Tango Pascuense”, el “Tari-Tarita” y otros
bailes llegados de Tahiti.
Las canciones son interpretadas por conjuntos o algunos cantores
populares de la isla que se agrupan en torno a sus propios instrumentos
musicales, y comienzan a bailar y a cantar, palmoteando con sus manos,
moviendo la cintura y la cabeza al mismo tiempo.
Sau Sau
En las fiestas el sitio de honor corresponde al Sau Sau, de origen
samoano, que los habitantes fijan la fecha de importación en los años ‘40, que
en la isla ha tomado características propias.
Durante la noche se organizan reuniones, en que se efectúa esta danza,
en que las mujeres muestran toda su gracia y soltura, dentro de una movilidad
cadenciosa, que acompañan con el movimiento ondulante de sus manos. En el
Sau Sau, las parejas se unen y apartan con movimientos rápidos de caderas.
En esta danza, los pascuenses, en especial las mujeres, se ponen una
vestimenta de plumas de colores, que conjuntos modernos de danza están
introduciendo.
Ula Ula
Danza de origen tahitiano, se baila en la Isla una reminiscencia del
original, según el doctor Ramón Campbell. “Danzando generalmente en ritmo
de corrido vivo, las parejas acostumbran bailar separados, haciendo ondular
especialmente las caderas en forma lateral, suavemente, y descansando los
pies alternativamente sobre el talón y la punta de los dedos, con rotación de
ellos. Las mujeres acompañan el baile con gráciles movimientos de los brazos,
haciéndolos ondular en forma muy armoniosa, ya a un lado ya hacia el otro,
imitando en muchas ocasiones el acto de peinarse los cabellos con una mano
y contemplarse en un invisible espejo con la otra mano. Todo esto con una
gracia y sugerencia muy femenina y cautivadora. No suele haber en este tipo
de danza movimientos indecentes o provocativos. Se suele alternar el
movimiento bailable con figuras, las cuales las piernas se van flectando
paulatinamente hasta casi tocar las asentaderas con los talones, y tomando
posición de cuclillas sin dejar de ondular rítmicamente y alzarse después en
forma inversa”.
Tamuré
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Folklore de Chile
BOLITAS
Este juego tremendamente atractivo para los niños chilenos, irrumpió
con toda su fuerza en el siglo pasado y a llegado hasta nuestros días
constituyendo un indudable juego folklórico infantil.
Básicamente el juego consiste en hacer chocar entre si, dos o más
bolitas, derivándose de ello una gran variedad de juegos. Uno de ellos es la
Troya. Para jugarlo se dibuja un circulo sobre la tierra y, dentro de él, cada
niño que participa coloca una cantidad de bolitas previamente acordada.
Luego se elige el que va a comenzar, ya sea en el sistema de cachipún,
tirando todos los niños sus bolitas al suelo y, el dueño de la bolita que quedó
más cerca del circulo es el que empieza. El primer jugador lanza una bolita
hacia el círculo, intentando sacar de él el máximo de bolitas junto con la bolita
que lanzó. Si sacando o no bolitas de dentro del circulo, la suya queda
adentro, se dice que se ahogo y debe retirarse del juego. Si por el contrario su
bolita sale del circulo pero no logra sacar ninguna otra, solo pierde su turno y
debe esperar que jueguen todos los demás.
Las bolitas que se utilizan son de cristal, acero, piedra o barro cocido y
pintado. Los niños les dan diferentes nombres según sus tamaños y
características: las de cristal más pequeñas la llaman “ojito de gato” El
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EMBOQUE
Según Oreste Plath el juego del emboque está emparentado con el
juego de las bolitas. El juguete, confeccionado en madera, tiene forma de
campana con un agujero en el centro. De ella sale un cordón delgado y
flexible en cuyo otro extremo está atado un pequeño madero de un calibre
menor que el hoyo de la campana, de manera que pueda calzar en él.
El juego consiste en lanzar al aire la campana y buscar ensartarla,
cuando cae, en la punta del madero.
Algunas veces el juego se realiza individualmente y otra en dúo,
ganando aquel que emboca mayor cantidad de veces ininterrumpidamente.
Actualmente los emboques se confeccionan entorno.
EL TROMPO
Este juguete es de origen antiquísimo y ha perdido vigencia en nuestro
país, principalmente por que su uso ha sido prohibido en los establecimientos
educacionales.
Se trata de un cono de madera en cuya punta va enterrada una púa de
hierro. Partiendo de ella se enrolla un cordel de manera ascendente por el
cono y el otro extremo de la cuerda se enrolla al dedo índice. Luego se lanza
el trompo jalando fuerte la cuerda, de manera que empiece a girar cuando
toque el suelo.
Cuando el trompo está bailando, el jugador puede tomarlo en la mano,
ya sea haciendo ascender la púa por el dedo índice o por el canto de la mano.
Se pueden hacer diversos juegos con el trompo. Uno de ellos es la
Troya y la palomita.
Según el sonido que producen cuando están girando, los trompos
reciben diversos nombres cucarros, cuando el sonido es áspero y plumita o
sedita cuando es silencioso.
EL RODEO
Entre todas las fiestas y juegos típicos de adultos, de nuestro país, el
rodeo es uno de los más emocionantes, alegres y llenos de colorido.
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Folklore de Chile
LA RAYUELA
La rayuela es otro juego de adultos tradicional en nuestro país. Consiste
en lanzar tejos circulares y metálicos hacia una raya trazada con tiza en el
suelo o hacia un lienzo colocada a lo ancho del extremo de la cancha.
Cada jugador tiene dos tejos y el éxito consiste en que caigan sobre la
raya o lienza. Así se producen el “punto bordeado” y “el punto quemado”, una
vez que se completa el número de puntos acordados, el juego se termina.
La rayuela nació en los cuarteles militares. Los soldados la idearon sobre
la base de antiguos juegos españoles. Trazaron canchas en los patios de los
carteles, entreteniéndose durante largas horas. Fue muy conocido sobre todo
en el cuartel de Dragones de la Reina, al fondo del Palacio de Gobierno.
Sin embargo, pronto este juego salió de los cuarteles, adoptándolo el
pueblo entero, en especial los criollos y mestizos, que se encargaron de
mantenerlo durante toda la Colonia.
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Folklore de Chile
CARRERA A LA CHILENA
Aunque las carreras de caballos han sido conocidas desde los más
remotos tiempos, no se sabe con exactitud como empezaron en Chile. Algunos
historiadores consideran que las más antiguas formas de correr eran las
llamadas carreras de resistencia, en las que se probaba el alcance del jinete y
del animal.
Durante La Colonia se puso de moda una variante muy especial, con
características propias y originales.
La carrera a la chilena es la obra de un personaje típico de nuestros
campos, en particular de la zona central; el huaso. Era este un campesino
enriquecido, de origen mestizo, que ha subsistido hasta los tiempos actuales,
y que cultivo una especial dedicación hacia el caballo. Fue él quien creó esta
peculiar versión, que se extendió ampliamente en campos y poblados.
Como quiera que fuese, las carreras eran fiestas de mucha fastuosidad
y, sobretodo, un acontecimiento social. A ellas concurrían hombres y mujeres
de todas las edades y condiciones, clases y razas.
Para realizar la carrera a la chilena, era necesario disponer de una
cancha apropiada. Estuvieron repartidas a lo largo del país y era raro
encontrar un pueblo donde no existiera una. Las más famosas se verificaban
en un llano que distaba como cinco millas de la ciudad y a ellas concurrían
hasta diez mil personas. Los señores iban en grandes carretas entoldadas,
tiradas por bueyes.
Una vez en el lugar de las carreras, formaban una especie de calle con
las carretas, muchas de las cuales estaban pintadas por fuera a semejanza de
casas, y en el interior adornadas con cortinas.
A la hora de la comida, cada familia sacaba sus provisiones y todas se
sentaban en el pasto y comían juntas. Durante estas reuniones, las apuestas
eran habituales. “Así pierden, escribe un historiador, las talegas de monedas,
las vajillas de plata, las manadas enteras de ganados mayores y aún
esclavos”.
A consecuencia de ello, se dictó un bando en 1738 en el que se
suprimían las carreras de caballos en todo el país. Sin embargo, fue imposible
extirpar esta costumbre en un pueblo “tan rumboso y tan de a caballo como
el huaso de Chile”.
En las postrimerías de la Colonia, estas diversiones comenzaron a
perder importancia y a ser reemplazadas por que interpretaban mejor a la
nueva sociedad. A medida que aumentaba la paz y se desarrollaba la
agricultura, crecía la seguridad y se aminoraba el estado de guerra, decrecía la
influencia militar de los gobernadores y aumentaba la administrativa, los
torneos y presentaciones ecuestres comenzaron a declinar. Eran también otros
tiempos.
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LA TABA
Es un juego muy antiguo, tanto que ya los primitivos griegos lo
conocían. Es el juego de azar precursor de los dados. Las tabas sirvieron
también de objeto adivinatorio.
En América el juego de “La taba” se practica mucho entre los gauchos
argentinos, que entre otros nombres lo designan como “tirar el hueso”.
Lo que parece cierto es que desde Argentina pasó a Chile y parece que
primero lo jugaron los Araucanos que lo llamaban “tefan”, y después a los
hombres de la Patria Vieja. En 1942 ya hay disposiciones que prohiben en la
calle la rueda de jugadores de taba.
Para este juego ordinariamente se usa el hueso astrágalo de la pata de
carnero o cordero, pues los del ganado vacuno, “tabones” son demasiado
grandes.
La Taba presenta cuatro caras que se distinguen con los nombres de
hoyo, tripa, carne y culo y se juega tirándola sencillamente al aire, mientras
los dos que hacen la apuesta, cada uno elige la cara que quiere. El que acierta
la posición gana.
Se gana si al caer la taba queda hacia arriba el lado llamado carne, se
pierde si es el culo.
Hay tabas con maulas, trampas. Y estas se llaman tabas cargadas.
Una partida organizada de este juego se llama “tabeada” y el juez que
arbitra la reunión es el “canchero”.
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