Piovani, Juan, Rausky, Eugenia y Sant (..) (2010) - Los Estudios de Caso en Las Ciencias Sociales Sobre Sus Origenes, Desarrollo Historico (..)

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VI Jornadas de Sociología de la UNLP. Universidad Nacional de La Plata.

Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Departamento de Sociología, La Plata,
2010.

Los estudios de caso en las


ciencias sociales: sobre sus
orígenes, desarrollo histórico
y sistematización
metodológica.

Piovani, Juan, Rausky, Eugenia y Santos,


Javier.

Cita: Piovani, Juan, Rausky, Eugenia y Santos, Javier (2010). Los estudios
de caso en las ciencias sociales: sobre sus orígenes, desarrollo
histórico y sistematización metodológica. VI Jornadas de Sociología de
la UNLP. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades
y Ciencias de la Educación. Departamento de Sociología, La Plata.

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Los estudios de caso en las ciencias sociales: sobre sus orígenes, desarrollo
histórico y sistematización metodológica.

Piovani, J.I. [email protected]


Rausky E. [email protected]
Santos J. A. [email protected]

Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales / Instituto de Investigaciones


en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP - CONICET). Departamento de Sociología,
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE), UNLP.

Resumen
Referirse a los Estudios de Caso en el ámbito de la investigación social implica enfrentarse a una
cuestión sin consensos acabados desde el punto de vista metodológico. En efecto, las diversas
referencias encontradas en los textos especializados permiten atestiguar acerca del carácter
polisémico de tal expresión. En el mismo sentido, se identifica la existencia de una multiplicidad
de tipologías que, pretendiendo clarificar la cuestión, acaban por aportar a la indeterminación del
concepto. Ante esta situación, nos proponemos reconstruir los orígenes de los Estudios de Caso
en las ciencias sociales, dando cuenta de los procesos implicados en su desarrollo histórico y
sistematización para contribuir a echar luz sobre el actual estado de ambigüedad (usos y sentidos)
de esta estrategia metodológica.

Palabras claves: metodología, investigación social, estudio de casos, desarrollo histórico.

1. Introducción

El resurgimiento experimentado por los abordajes cualitativos en la investigación social a partir


de finales de la década de 1960 implicó, entre otras cosas, una revalorización de los Estudios de
Caso (EC). Desde entonces se multiplicó la publicación de libros y artículos metodológicos
vinculados con esta estrategia investigativa. Sin embargo, en el marco de una concepción
metodológica que no ha alcanzado amplios consensos en torno de sus instrumentos conceptuales
y operativos ―a diferencia de lo que ocurre con estrategias canónicas enmarcadas en los

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llamados “métodos cuantitativos” (Marradi, 2007)―, una de las consecuencias de tal expansión
se ha manifestado en la crecientes ambigüedades acerca de qué debería entenderse por Estudios
de Caso.
Flyvberg (2004) señala que su polisemia ha generado una serie de confusiones y malentendidos,
al punto de no lograrse consenso siquiera en cuanto a si los EC se restringen al estudio de una
muestra N=1 (Lijphart, 1971; Eckstein, 1975) o abarcan algún tipo de abordaje de N>1 (Yin,
1993; Stake, 1998), lo que habilitaría también la posibilidad de estudios de casos comparados.
Como argumenta Bonache (1999) la literatura sobre el tema conduce fácilmente al lector a ciertos
equívocos producto de desacuerdos ―e incluso contradicciones― entre los distintos autores
abocados a reflexionar sobre la temática. Tales confusiones se refieren, principalmente, a tres
áreas: a) su denominación, b) su relación con la metodología cualitativa y cuantitativa y c) su
base teórica.
En relación con la primera cuestión, una de las confusiones más comunes remite a si los EC
constituyen una opción metodológica o simplemente la elección de un objeto de estudio
(Gundermann Kroll, 2001). La primera perspectiva pone el énfasis en el estudio de caso como
medio para alcanzar la comprensión de un problema; la otra destaca ―en cambio― el estudio de
lo particular, su especificidad. Respecto de la segunda cuestión, algunos trabajos identifican a los
EC con los abordajes cualitativos (Feagin, Orum y Sjoberg, 1991), oponiéndolos a los estudios
cuantitativos, mientras que otros consideran que el uso de diversos métodos y técnicas no es
excluyente en este tipo de investigaciones (Yin, 1993). En cuanto al último punto problemático,
algunos autores consideran que para llevar a cabo un EC se debe desarrollar un marco teórico
preliminar, mientras que otros consideran lo contrario: el investigador debe posicionarse como
una tabula rasa para ir adquiriendo comprensión del caso en la medida que se lo investiga.
Si bien no se ha logrado acuerdo alrededor de estas tres cuestiones ―tal como se acaba de
señalar―, en lo que sí parece haberlo es en la caracterización del EC como un tipo de
investigación que requiere de un análisis holístico y en profundidad (Archenti, 2007):
generalmente el estudio tiende a focalizarse en un número acotado de hechos para abordarlos de
manera minuciosa.
Las múltiples formas de comprender y definir al EC han llevado también a desarrollar diferentes
tipologías. Entre las más difundidas se encuentran las elaboradas por Yin (1994) y Stake (1998).
Yin (1994) propone cuatro tipos basándose en una doble distinción: si se trata de un caso único o

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de casos múltiples, por un lado, y se trata de un diseño de tipo holístico (una sola unidad de
análisis) o de un diseño incrustado (múltiples unidades de análisis). Asimismo, ha propuesto una
distinción entre los EC exploratorios, descriptivos y explicativos (Yin, 1993). Por su parte, Stake
(1998) clasifica a los estudios de caso en tres tipos: instrumental, intrínseco y colectivo. El
estudio instrumental parte de la idea de que se examina un caso con el fin de proveer ideas en
torno a un problema o a fin de perfeccionar una teoría. El caso representa aquí la excusa para
comprender un fenómeno en particular y, en este sentido, sería secundario. En cambio, el estudio
de tipo intrínseco se preocupa por el caso en sí mismo, no porque ilustre alguna característica del
problema que se está investigando sino porque resulta interesante en cuanto caso. Por último, el
EC colectivo se desarrolla cuando se busca estudiar y comparar varios casos. Otras tipologías
ampliamente reconocidas han sido desarrolladas por Lijphart (1971) y Flyvberg (2004).
Teniendo en cuenta la actual situación de dispersión del conocimiento metodológico en torno de
los EC, y la carencia de consensos mínimos ―terminológicos, conceptuales, clasificatorios,
operativos― acerca de ellos, consideramos oportuno y pertinente plantear una indagación socio-
histórica que permita reconstruir los procesos relacionados con su producción y reproducción. En
este sentido, nos proponemos abordar el origen de los EC a partir de la revisión de los usos y
sentidos que ellos adquirieron en su contexto institucional de inicial desarrollo: la Escuela de
Chicago.
En efecto, es muy frecuente asignarle a dicha Escuela la primacía en el desarrollo de los EC
(Archenti, 2007) y de los métodos cualitativos en general, aunque esta última afirmación ha sido
materia de debate (véase por ejemplo Piovani, Rausky y Santos, 2010). Los autores que forjaron
la visión estereotípica de la Escuela de Chicago tendieron a resaltar el lugar privilegiado de sus
contribuciones metodológicas, pero autores “revisionistas” como Platt (1982; 1983; 1985) y
Bulmer (1984), entre otros, han cuestionado que los métodos de investigación chicaguenses
puedan considerarse cualitativos en el sentido actual. Más allá de esto, es amplio el consenso
relativo a la importancia central que los EC adquirieron en el discurso metodológico del período
de entreguerras, al punto de pensárselos habitualmente como el polo antagónico de los métodos
estadísticos en el marco de los incipientes debates metodológicos (cualitativo-cuantitativo) de la
época (Lundberg, 1960).

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El EC (case study) de los sociólogos de Chicago, que se caracterizaba por la centralidad del
trabajo de campo (fieldwork) en la investigación empírica, el recurso a documentos personales y a
las historias de vida, ejerció una influencia decisiva en las nuevas camadas de expertos que se
formaron en las décadas de 1920 y 1930; pero luego de la Segunda Guerra Mundial decayó frente
a la amplia difusión del Survey, entronizado desde entonces como modo legítimamente científico
de llevar a cabo la investigación social empírica (Hammersley, 1989) en el marco del así llamado
“consenso ortodoxo” de las ciencias sociales (Giddens, 1979). La disolución de este consenso
―hacia fines de los años „60― generó las condiciones intelectuales e institucionales para la
revalorización de los métodos cualitativos, actualizando, reinterpretando y resignificando, entre
otras cosas, los célebres EC de la Escuela de Chicago.
En este sentido, la reconstrucción histórica que proponemos en esta ponencia parte del análisis de
un caso particular ―aunque muy representativo― de los desarrollos metodológicos de la Escuela
de Chicago: el texto Field Studies in Sociology: A student Manual elaborado por Vivien Palmer y
publicado por la editorial de la Universidad de Chicago en 1928. La importancia de este manual,
entre otras cosas, reside que su esfuerzo pionero de sistematización metodológica de la
experiencia de investigación empírica urbana desarrollada en la cátedra que bajo el mismo
nombre dirigían Robert Park y Ernest Burgess.
Se intentará reconstruir los sentidos asociados con los EC presentes en tal texto en tanto este se
reconoce como el intento de sistematización metodológica de las experiencias de investigación
chicaguenses. Con esto, asimismo, se intenta recuperar el lugar que los EC ocuparon en los
debates metodológicos de su tiempo para echar luz ― como contribución original ― sobre la
situación de polisemia, ambigüedad y vaguedad a la que se ha hecho referencia.

2. El Case Study en la Escuela de Chicago: un análisis del Field Studies in Sociology de V.


Palmer.

Si bien no es frecuentemente reconocida como una protagonista destacada en el desarrollo de la


Escuela de Chicago, Vivien Palmer jugó un papel más que relevante en la investigación social
urbana empírica que caracterizaría a la Escuela. Fue contratada por Ernest Burgess desde 1925 a
1930 y su tarea involucró varias funciones, todas ellas ligadas a la solidificación de la
investigación científica sobre la problemática social urbana. Su labor central fue la promoción,

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tutoría y coordinación operativa de las experiencias de investigación de los estudiantes
chicaguenses. Esto implicaba: a) desarrollar, con la asistencia de los estudiantes, una base de
datos amplia sobre múltiples aspectos sociales locales; b) coordinar operativamente la indagación
de campo (organizando a los estudiantes en grupos y procurando el conocimiento entre sí); c)
editar y preparar la síntesis de la experiencias de Estudios de Caso y de datos estadísticos para el
uso de los estudiantes en el Departamento de Sociología de la Universidad; d) supervisar el
proyecto (bajo la dirección general de E. Burgess) que generaría el mapa de las “Áreas Naturales” de la
ciudad de Chicago, base del abordaje empírico de las temáticas sociales urbanas para muchas
investigaciones posteriores; e) conjugar la experiencia de indagación de los investigadores y
estudiantes chicaguenses a través de la elaboración de un manual de métodos de investigación de
campo (Bulmer, 1984: 44).
Este último parece ser el legado más destacado de Palmer: su acción sostenida y sistemática le
permitió la producción del célebre Field Studies in Sociology: A students Manual, publicado en
1928 como cristalización de la experiencia de investigación de la Escuela de Chicago en su
momento de plena hegemonía dentro del campo sociológico institucionalizado de los Estados
Unidos. Este manual, referente metodológico indiscutido de la época, aparece como uno de los
textos especializados más tempranos, y resulta de principal interés para nuestra indagación en
tanto permite conocer el grado de reflexión y conciencia metodológica prevaleciente en ese
tiempo y contexto institucional, en general, y acerca los EC en particular.
El objetivo central del texto era introducir a los estudiantes a la teoría y práctica de los Field
Studies. Sin embargo, también era entendido como un medio destacado para extender una forma
particular de investigar los fenómenos sociales urbanos más allá del propio Departamento de
Sociología de Chicago. La clave para entender este texto es la conexión directa y profunda que
Palmer tenía con el curso Field Studies que impartían R. Park y E. Burgess, y sobre cuyos
fundamentos y lineamientos generales el material metodológico cobraría estructura. Palmer tenía
acceso privilegiado a los contenidos del curso en tanto: trabajaba proveyéndolo de materiales,
organizaba operativamente la investigación de los cursantes, tenía a su cargo la gestión,
organización y presentación de las bases de datos sobre aspectos sociales de la ciudad que se
usaban en las investigaciones y, sobre todo, porque era la encargada de sistematizar las
experiencias de investigación que motorizaran los aprendizajes y aportaban al refinamiento de las
técnicas de investigación.

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Prefaciado por el mismo E. Burgess, el manual se organiza en tres partes: la primera, “The
scientific investigation of society”, intenta discutir y presentar los argumentos en torno a los
objetivos de la investigación social y sus métodos. En la segunda parte, “Type-study outlines”, se
presentan de forma lineal y con detalle las distintas etapas y decisiones implicadas en la
implementación de las estrategias para abordar distintos objetos de conocimiento. En la tercera
parte, “Technics”, se describe lo que se consideraba como acervo de técnicas para la
investigación social: la observación, la entrevista de investigación, el diario, el mapa de
investigación social, la documentación y el análisis e interpretación de los materiales del caso.
En el corazón de la primera parte del manual, en su segunda sección, titulada “The methods of
sociological research”, se describen los métodos que conformaban el menú de opciones
disponibles para el abordaje empírico en las ciencias sociales. Entre ellos, el Case Stud aparecía
definido al mismo nivel de otros dos métodos destacados de investigación científica:

“Scientific methods change from time to time as a division of knowledge develops, and just now three
outstanding methods are being utilized in sociological research: (i) the case-study method, (ii) the
historical method, and (iii) the statistical method” (Palmer, 1928:19).

En este marco, junto al Método Histórico (asociado con la perspectiva histórica que pone el
énfasis en el valor de las fuentes documentales ―cartas, diarios y autobiografías― en cuanto
facilitadoras del insight sobre los procesos transitados por aquellos que generaron tales
documentos) y al Método Estadístico (con énfasis en la enumeración extensiva y la medición),
los EC eran entendidos refiriendo a dos tipos de investigación sobre un caso: una restringida y
otra ampliada:

The term "case study" is commonly used to describe two different types of investigation: (i) in its
broader sense it is considered as an all-inclusive study of an individual case in which the investigator
brings to focus upon it all his various skills and methods of research; and (ii) in a narrower sense it is
conceived as a distinct method of research, a limited stage in the investigation of a research problem in
which the investigator makes an exhaustive study of a case as an interacting whole, but confines
himself to descriptive statements of the results. (…). In carrying on studies of social groups, however,
the case-study method is seldom used entirely (Palmer, 1928: 19).

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Mientras que la versión ampliada de los EC estaba asociada con el caso singular y con el uso de
múltiples estrategias y técnicas de indagación y análisis del mismo (como concepto ligado a la
elección de un objeto de estudio); la visión restringida estaba centrada en una indagación
específica (en base a una estrategia metodológica especial: el Case-study Method) focalizada en
un análisis exhaustivo / profundo del caso como un todo interactivo, pero entendiendo su aporte
de manera acotada, como meras postulaciones descriptivas de los resultados. Es que esta versión
del EC era reconocida y entendida como limitada en sus alcances, y por tanto muchas veces
supeditada a un rol secundario (exploratorio) en la investigación de los fenómenos sociales:

“Since the principal aim in the case study method is to probe systematically into as many aspects of a
given situation as is possible, it is usually employed in the early, exploratory stages of research. Its
chief value is in the assistance which it gives in uncovering in considerable detail certain processes or
certain movements in a process which have hitherto remained obscure (Palmer, 1928).

El EC ―en su versión ampliada― aparece vinculado directamente con cuatro técnicas de


recolección de datos (observación1, entrevista de investigación, diarios y mapas de investigación
social) y con una orientación fuertemente inductivista y clasificadora. En efecto, se describe a
este tipo de EC como un proceso en donde tenían lugar las siguientes etapas: 1) selección y
definición del problema, 2) recolección de datos, 3) clasificación y análisis de datos y 4)
formulación de generalización científica. En la recolección de datos es de destacar que el acceso
a documentos personales era considerado clave en tanto que a ellos se los reconocía como
expresiones de los sentidos subjetivos personales, frente a la perspectiva cuantitativa que se
limitaba a los datos externos. En cuanto a la búsqueda de generalización cabe destacar que esta
finalidad era característica de este tipo de indagación en la Escuela de Chicago: se pretendía la
formulación general de conceptos, descripción empírica y desarrollo de “tipos” como
generalización a partir de los datos, más que la verificación de hipótesis testeables. No se
buscaban leyes sino patrones, tipos ideales y gestalts, obtener insights no sólo para definir
variables y realizar posteriores análisis estadísticos sino para profundizar el conocimiento del
caso.
Esta visión del EC (como selección de caso de estudio) podía implicar el uso de varios métodos
y, como tal, reconocía el rol de las estadísticas y de diferentes documentos disponibles para luego
recurrir al Método Histórico que permitía completar la imagen y asegurar el anclaje de lo analizado al

1
El libro de Palmer es notable por la temprana descripción sobre observación participante, un método en el que Chicago fue reconocida como
pionera.

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grupo de pertenencia y a su pasado, entre otras cosas. El énfasis en la complementariedad de los métodos
de investigación era característico de la Escuela de Chicago, hecho que refleja su grado apertura al
servicio de la producción de investigación de alta calidad.

3. Comentarios finales

Las características del Case-study method basado en observaciones, recolección de documentos


personales e historias de vida, así como en una aproximación al comportamiento social desde el
punto de vista subjetivo, fueron las marcas más importantes del trabajo de investigación de la
Escuela de Chicago durante la década de 1920 y es uno de los legados clave de esta Escuela para
la tradición cualitativa en las ciencias sociales.
Al lector moderno, las propuestas de los EC de Chicago podrían parecerles similares a las
actuales, sobre todo en lo referente al uso de la observación directa y al fundamento
interpretativo. Sin embargo, cabe decir que para muchos autores esta apreciación es inadecuada.
Según Platt (1994), aunque alguna forma de observación se desplegara en el marco de los EC de
la década de 1920, ella no era considerada esencialmente como forma de acceso a los
“significados”, sino que se la utilizaba desde una óptica más objetivista. Incluso, el término
“Observador Participante”, introducido a mediados de esa década, no fue ampliamente usado sino
hasta tiempo más tarde, y en sus primeros usos tendía a referir a los participantes nativos (los
“observadores participantes”) en cuanto informantes clave, mas que a la participación directa del
investigador en las situaciones sociales bajo estudio. Para los investigadores de Chicago el eje no
estaba en la manera en que la información se recogía, sino en lo que ella refería. Así, la
Observación Participante era concebida como un medio de provisión de datos observacionales
precisos y sistemáticos, más cercana a la enumeración extendida de tipo estadístico que al acceso
a los significados y a la comprensión en el sentido actual. Lo cierto es que la expresión
“Observación Participante” no fue corriente ni se institucionalizó ―en su sentido moderno―
sino hasta fines de la década de 1940 y principios de la de 1950. Fue entonces ―o incluso más
adelante, en el marco de la disolución del Consenso Ortodoxo― cuando esta estrategia quedó
indisolublemente ligada a las perspectivas interpretativas de acceso privilegiado a los significados
que los sujetos construyen y le asignan a su mundo. En este sentido, mientras que el EC era la

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estrategia de abordaje privilegiado de la Escuela de Chicago, su definición, al igual de lo que
afirmáramos en torno de la Observación Participante, no estaba necesariamente asociada a una
perspectiva interpretativa.
Si bien en el marco de las reconstrucciones históricas de la metodología de la investigación social
es muy frecuente encontrar referencias destacadas a la Escuela de Chicago y su desarrollo de los
EC, en particular, y de los métodos cualitativos, en general, sobre esto existe aún un alto grado de
controversia. Los autores que construyeron la perspectiva estereotípica de la Escuela de Chicago
resaltaron el lugar central de sus desarrollos y aportes metodológicos; pero aquellos con
perspectivas críticas/revisionistas han tendido a discutir su lugar en la historia de los enfoques
cualitativos, al menos en el sentido contemporáneo. Sin embargo, existe un consenso extendido
en torno al papel destacado que los EC obtuvieron en el discurso metodológico del período de
entreguerras como clivaje frente a los métodos estadísticos.
El EC Chicaguense, caracterizado por el trabajo de campo (Fieldwork), el uso de documentos
personales y las historias de vida, ejerció una influencia clave sobre las formas de abordar los
fenómenos sociales empíricos por parte de las cohortes de estudiantes que transitaron por el
Departamento de Sociología de Chicago entre 1915 y 1934. Sin embargo, después de la segunda
posguerra el peso relativo de los EC menguaría frente al fuerte avance del Survey, coronado en
esa época como la forma “legítima” del quehacer científico empírico en las disciplinas sociales.
La crisis de este último modelo, hacia finales de la década de 1960, contribuyó al desarrollo de la
perspectiva cualitativa, basada en muchos casos en la actualización, resignificación y
reinterpretación, entre otras cosas, del clásico EC de la Escuela de Chicago.
En este marco, la indagación que propusimos sobre el Field Studies in Sociology: A students
Manual de Palmer (1928), permitió acercarnos a la sistematización de la experiencia de
investigación empírica desplegada en la Escuela de Chicago y a los sentidos asociados con el EC
en ese contexto institucional, dando cuenta de los aspectos del debate metodológico
contemporáneo sobre los EC que ya estaban presentes hacia fines de la década de 1920. En
efecto, un aspecto destacado de la tensión actual sobre los EC es si éstos remiten a una opción
metodológica particular o a la elección de un objeto de estudio, y si la primera puede entenderse
exclusivamente en el marco de abordajes cualitativos o, por el contrario, habilita el uso de
estrategias metodológicas y técnicas múltiples. Mientras que en la actualidad no hay plenos
consensos, en el manual de Palmer se constata una toma de posición. Para los expertos de

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Chicago el EC era tanto la elección de un caso como una opción metodológica, diferenciando las
dos acepciones del término como Case Study (sentido amplio) y Case-study method (sentido
restringido). La versión ampliada estaba asociada con el caso singular y con el uso de múltiples
estrategias y técnicas de indagación y análisis del mismo; mientras que la visión restringida
estaba centrada en una indagación focalizada y exhaustiva del caso como un todo interactivo,
pero entendiendo su aporte de manera acotada (postulaciones descriptivas de los resultados). En este
sentido, la postura chicaguense reconocía para el Case Study su referencia como selección de
caso y su posibilidad de abordaje múltiple (quizás cercana a la versión de Yin, 1993); mientras
que el Case-study method era una perspectiva de abordaje particular quizás más cercana a lo que
hoy entendemos por cualitativo (emparentada con la definición de Feagin, Orum y Sjoberg,
1991).
Finalmente, lo que se destaca como punto de continuidad entre la visión chicaguense y algunos
de los (pocos) consensos actuales en torno del EC, es el reconocimiento de que este tipo de
investigación requiere de un análisis holístico y en profundidad, sea que se trate de un método o
un caso, y que implique un abordaje exclusivamente cualitativo o múltiple.

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