El Rol Del Perito en Un Proceso Penal

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El rol del perito en un proceso penal.

Tratado de Derecho Procesal Penal

Quezada Meléndez, José (Quezada, 1994)

La experticia que detenta el perito es lo que hace que las opiniones y conclusiones que él
entrega, en el área de la misma, sean admitidas allí donde a un testigo común y corriente
no se le permite dar opiniones por regla general. Como se puede apreciar, el énfasis de lo
que caracteriza a unperito es el conocimiento especializado y la necesidad de ese
conocimiento para apreciar correctamente un hecho o circunstancia relevante del caso.

(Duce, 2006)

Sin embargo, la especialización del perito no proviene sólo de lo que tradicionalmente se


consideraría un área técnica (ciencia), sino que de disciplinas o cualquier tipo de
actividades que generen conocimiento especializado (artes u oficios). En este sentido, un
artesano, en su

respectivo oficio, podrá ser tan experto como el físico nuclear que detente la mayor
cantidad de doctorados y post-doctorados en su respectiva disciplina. Por otro lado, lo
primero que es necesario precisar es que el rol del testimonio experto en juicio es entregar
la interpretación de una información que exige un conocimiento especializado, con el
objeto de explicitar sus significados en términos comunes y exactos dirigidos a generar
la convicción del juzgador que, de otra manera, no podría generarse. Esta información no
puede ser entregada al juzgador por

cualquier persona, pues se trata de un tipo de conocimiento que se encuentra fuera del
alcance de una «persona promedio». Por lo mismo, el aporte central de los peritos
normalmente se produce en el lenguaje de opiniones que surgen como consecuencia de
la utilización de conocimiento experto para comprender ciertos hechos o fenómenos.

Lewis distingue cuatro tipos o especies de peritajes:

a) Aquél en el que el experto entrega una opinión sobre hechos directamente observados.
Se trata de situaciones en que el perito observa hechos sobre los que declara pero a la vez
aporta opiniones acerca de esos hechos que suponen conocimiento experto, por ejemplo
tratándose de un experto en huellas digitales o balística.
b) Aquél en el que el experto entrega una opinión sobre hechos presentados por terceros,
es decir, que no han sido objeto de percepción directa de su parte. Típicamente se produce
en casos en que el experto es confrontado con hipótesis de diversa índole en donde se le
pida asuma como verdadero ciertos hechos que no ha TENIDO LA OPRTUIDAD DE
PR4ESENCIAR

c) Aquél en que el experto entrega una opinión basada en principios generales de la


disciplina que profesa, aun cuando no estén relacionados necesariamente con hechos
concretos o específicos del caso, como por ejemplo, cuando un perito es convocado a
juicio para relatar acerca de los procedimientos adecuados para obtener conclusiones o
realizar exámenes sobre determinados objetos, todo lo cual se hace para pesar credibilidad
de otras pericias del caso.

d) Aquél en el que el experto declara sobre un hecho que él observó a través del uso de
su conocimiento especializado. Se trata de declaraciones sobre hechos y no opiniones,
pero que sólo podrían ser entregadas por alguien que tiene conocimiento experto que lo
habilita para percibir ciertos hechos, Tal como señalaba, se puede apreciar que el énfasis
central del aporte del perito esta dado por su capacidad de entregar opiniones al tribunal
basadas en su experticia.

Por su parte, (Claus, 2000) distingue tres formas de contribución de un perito en un juicio:

Cuando informa sobre principios generales de la disciplina.

Cuando comprueba hechos que únicamente pueden ser observados, comprendidos o


juzgados exhaustivamente en virtud de conocimientos profesionales especiales.

Cuando extrae conclusiones que únicamente pueden ser averiguadas E VIRTUD DE


CONCOIMEITOS PROFESONALES

Se puede observar que la idea de perito y cuál es su función o contribución

específica en un sistema procesal penal son relativamente sencillas. Siendo

así, ellas deben ser tenidas presente al momento de hacer juicios sobre la

admisibilidad de la prueba de expertos en juicio.


Por otro lado, en el proceso penal inquisitivo e incluso el mixto con tendencia a IO
inquisitivo ha habido una ideología entorno a los peritajes. Esta ideología, empieza con
la consideración que los peritos se les consideran como «auxiliares de la administración
de justicia»; es decir, expertos que ponían Su conocimiento especializado al servicio de
las necesidades de convicción del tribunal, sin considerar para nada los intereses de las
partes o comportándose en forma completamente neutral o imparcial respecto de ellas.

Ello, originaba las siguientes consecuencias:

a) El trabajo de los peritos estaba exclusivamente al servicio de las necesidades de


conocimiento del juez;

b) Su designación quedaba entregada básicamente a dos hipótesis: (

1) casos en los que la ley expresamente indicaba la necesidad de contar con una opinión
experta; y,

(2) en el resto la decisión quedaba entregada fundamentalmente a la decisión discrecional


del propio juez;

c) Otro elemento en esta lógica era que el sistema establecía una suerte de precalificación
de idoneidad de quienes podían ser considerados como peritos (en esta lógica se establecía
un sistema bastante cerrado en el que no cualquiera podía ser objeto de designación como
perito para un caso);

d) En relación a la forrna de rendirse la prueba pericial, ésta era centralmente concebida


como un informe o dictamen escrito.

La prueba era dicho documento y no el perito en si mismo. Ello era lógico y coherente
con el carácter escrito del proceso inquisitivo en nuestro país. Es por eso que más que el
perito la prueba estaba constituida por el «informe pericial» que se entregaba al tribunal
por escrito.

Por otro lado, la lógica descrita cambia de manera radical. Así, en el sistema acusatorio
con tendencia a lo adversarial, los peritos son concebidos como «peritos de confianza de
las partes» y no como «auxiliares del tribunal». Esto quiere decir que son las partes las
que deciden si quieren llevar o no a un perito juicio y a qué perito concreto. Por así decirlo,
los peritos dejan de estar al servicio del juez y pasan a estar al servicio de las teorías del
caso o versiones de quienes los presentan.
Ello es una consecuencia natural del carácter acusatorio del nuevo proceso, de acuerdo al
cual los jueces dejan de tener iniciativa o roles relevantes en relación a la producción de
información y rendición de prueba, la que queda entreaada exclusivamente a las nartes.
(Granados. 2005)

Esto no significa que los peritos son «serviles» a quienes los presentan, sino que la
decisión de presentarlo estará asociada al hecho que lo que el perito está dispuesto a
afirmar en juicio, producto de su mejor ciencia o disciplina, es consistente con la teoría
del caso o la versión de quien Io presenta.

Tampoco significa, que todo perito que las partes intenten presentar a juicio deba ser
admitido por el Juez de Control en la audiencia intermedia, sino que el peritaje debe ser
pertinente, útil y no referirse a hechos públicos, notarios o se que se hubiese obtenido en
forma ilícita.

Este cambio en la forma de concebir al perito impacta de diversas maneras en la


regulación legal de esta prueba. Tal vez si las más significativa es que el sistema pericial
se flexibiliza por completo. Para el nuevo sistema cualquier persona que esté en
condiciones de acreditar experiencia o conocimientos relevantes y especializados en una
determinada ciencia, arte u oficio puede ser presentada por las partes con la intención
que sean admitidas.

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