La Rebelión Feminista Como Parte de La Historia PDF
La Rebelión Feminista Como Parte de La Historia PDF
La Rebelión Feminista Como Parte de La Historia PDF
55
©Universitat de Barcelona
una ética feminista que, inspirada en ponen en evidencia las inequidades
el proyecto ilustrado, propone el reco- del proyecto ilustrado, que promocio-
nocimiento de la ciudadanía de las nó los principios de libertad, igualdad
mujeres, y la necesidad de construir y fraternidad, -base de la Revolución
una civilización basada en la necesi- Francesa- tos cuales no fueron rei-
dad de "cambiar las estructuras vindicados para el sexo femenino.
sociales para el bien de todos" 1 Como dato, se puede recapitular
La importancia de su obra radica, un hecho histórico de la Revolución
en dibujar la situación de la mujer Francesa de 1789, cu " ido la asam-
inglesa a fines del siglo XVIII, ''sobre blea aprobó los derechos de Hombre
todo, lo que se refiere a la educación y del Ciudadano, evidenciando que la
que las preparaba para una vida de otra parte de la humanidad estaba
sumisión, las enseñaba a mentir y a excluida de estos derechos. Es así
disimular bajo una hipócrita apariencia como Olympe de Gouges denunció la
de virtud y de castidad y las encerraba injusticia del nuevo régimen institui-
en estúpidas y frívolas ocupaciones do, haciendo énfasis en la necesidad
domésticas ... ". De esta manera, la de desarrollar una contrapropuesta
autora se atrevió a denunciar el matri- que incorporara los derechos de ciu-
monio como "prostitución legal'2. dadanía de las mujeres.
El pensamiento de esta visionaria, Lo anterior se constituye en la
confronta las posiciones políticas que principal razón que la llevó a redactar
excluyen a la mujer como ciudadana, "La Declaración Francesa de los
denunciando la diferencia que existía Derechos de la Mujer y la Ciudada-
en la educación de niños y niñas apo- na", hecho que la condujo a la guillo-
yada en la diferencia de sexos. tina por petición de Robespierre adu-
En prospectiva, podemos señalar ciendo que "había olvidado las virtu-
que su obra se constituye en una crí- des de su sexo para mezclase en los
tica a la ética universalista y andro- asuntos de la República" 3.
céntrica, ya que considera a la edu- La historia también registra como
cación como opción viable para justi- pioneras del feminismo a otras tantas
ficar y promocionar la autonomía de escritoras que, mimetizadas bajo
las mujeres, lo cual, según Wollsto- seudónimos varoniles, le dieron rien-
necraft, se logra mediante una forma- da suelta a su creatividad. De esta
ción que fomente en las mujeres el forma, lograron clandestinizar sus
desarrollo de sus capacidades racio- conocimientos en una sociedad en
nales, es decir, una educación para la donde el único saber válido era el
libertad. masculino, siendo el talento literario,
Las discusiones que sobre la con- entre otros, de su exclusividad.
dición femenina hace la pensadora, Algo similar ha de pasar con la
56
©Universitat de Barcelona
francesa Aurore Dupin (1804-1676) según los contextos sociales y gra-
quien se ocultó bajo el seudónimo de dos de organización. En consecuen-
George Sand, y la inglesa Mary Anns cia, cuando las reivindicaciones tras-
Evans, nacida en la misma época cendieron al ámbito colectivo, la
bajo el seudónimo de George Eliot, necesidad de organizarse surgió
quienes salieron a la vida pública como un mecanismo efectivo para
como escritoras con apodos varoni- que las mujeres exigieran los dere-
les para que la sociedad de entonces chos que se les habían negado.
aceptara publicar sus creaciones, De esta forma, se puede aseverar
dejando para la posteridad sus obras, que el "feminismo" como expresión
como testimonio de una sociedad de lucha y de afirmación de nuestros
intolerante. derechos, existe desde el mismo
Estos antecedentes permiten infe- momento en que las mujeres, de una
rir que la creatividad femenina, tanto u otra forma, reclamaron lo que de
artística como literaria, ha sido igno- hecho les pertenecía, puesto que con
rada y que sus protagonistas se sus luchas y actitudes cuestionaron
encuentran perdidas en el laberinto las raíces más profundas de las rela-
de la historia. ciones entre los sexos, apuntando
Sin embargo, las acciones de hacia nuevas formas de entender el
estas pioneras permitieron, al mismo mundo. Sin embargo, como catego-
tiempo, que las mujeres fuesen cons- ría, aparece en un tiempo y contexto
truyendo la autonomía como un valor determinado, en donde el quehacer
necesario que exigía abandonar la mujeril se va dimensionando, y lo
obediencia ciega a normas propues- femenino se va relacionando con
tas desde las estructuras de poder vivencias y nuevas categorías de
masculino. Por ello, se hacía necesa- análisis.
rio construir desde el ejercicio de Por estas razones, la existencia
nuestra capacidad de elección, nues- de la palabra feminismo no posee
tro desarrollo individual y colectivo. claridad, puesto que existe cierto
En tal sentido se pensó en la edu- consenso en afirmar que su utiliza-
cación como un proyecto que ayuda- ción como categoría, -homologada
ría a la construcción y al merecimien- como sinónimo de reivindicación de
to de la autonomía. En otras pala- la emancipación de las mujeres-
bras, una comunidad que viera en la empezó a generalizarse en Francia a
autonomía la base de la ciudadanía principios de los años ochenta del
para la creación de formas de enten- siglo XIX; pero, según Karen Offen "la
dimiento, producto de un diálogo primera que se declaró feminista en
entre los sexos. Francia fue la defensora del sufragio
Lo anterior permite reflexionar en femenino Hubertine Aucler, quien al
torno a la construcción que fueron menos desde 1882, utilizó el término
haciendo las mujeres sobre el con- en su revista La Citoyene, para des-
cepto de libertad, justicia e igualdad, cribirse así misma y a sus correligio-
avanzando así, en reivindicaciones nalias".4
57
Es importante señalar que el cío de la lucha por la legitimidad del
movimiento sufragista que ganó sufragio femenino- fueron sentencia-
adhesión en mujeres de la clase dos a nueve meses de prisión por el
media y la élite europea y norteame- delito de ''confabulación y excitación
ñcana, retomaron del liberalismo del de la destrucción de propiedades,
siglo XIX los principios fitosóficos de porque se les culpó de ser autores
la libertad, y reivindicaron para su por indLJcción de los motines que rea-
género, el derecho a la participación lizaron las mujeres en la capl-tal
como ciudadanas. Sus luchas estu- inglesa, quienes rompieron «las
vieron orientadas a lograr reformas vidrieras de las calles principales,,".6
en las leyes y en el acceso de las Con esta actitud radical, presio-
mujeres al derecho a la educación. naron al parlamento inglés a escu-
En el desarrollo histórico de las char sus peticiones, no sin antes ser
luchas se evidenció que el derecho al ridiculizadas, estigmatizadas y ser el
voto y el tener acceso a la educación, blanco del "humor" de los guardado-
no eran derechos suficientes. res del orden.
Fue así como en 1918, Pankhurst
1.2. Las sufragistas y los efec- con las sufragistas londinenses logra-
tos de la primera guerra mundial ron "insertar, dentro del derecho con-
en la conciencia femenina. cedido a los hombres, el voto para las
mujeres, con dertos requisitos, no
El siglo XX irrumpe con la radica- exigidos al sexo masculino. Estos
lización de luchas de sectores socia- requisitos previos eran: Ser mayor de
les que avanzaban en la conquista de 30 años, estar casadas, y poseer títu-
derechos desconocidos por los Esta- lo de estudio o alguna propiedad".?
dos. El derecho al sufragio movilizó la Posteriormente en 1928 se suspen-
conciencia de muchas mujeres, dieron estas exigencias y el derecho
arrastrando en su conquista vidas al sufragio se generalizó en condicio-
femeninas. Es el caso de Emile nes de igualdad para ambos sexos.
Davidson quien "murió sacrificada Es así como la primera guerra
bajo las patas del caballo del rey mundial ingresa al escenario históri-
Jorge V, cuando en la carrera de co, y las mujeres europeas y nortea-
Ascot {1910} trató de llamar su aten- mericanas reemplazaron a sus espo-
ción para que se otorgara a la mujer sos, novios, amantes en muchas res-
inglesa el derecho al voto".5 ponsabilidades y como agregado a
En i 912, las sufragistas londinen- las cargas domésticas, hubieron de
ses, con el liderazgo de Emeline Pan- asumir la carga laboral en las fábri-
fihurt, y los esposos Lawrence, pro- cas, de ta que en su mayoría de acti-
pietarios y directores de la revista vidades, habían sido excluidas .
"Votes for women" -periódico al servi- Por ejemplo, las aristócratas ingle-
nacional, Chile, 1996.
5 Arias Londoño Melba, Derechos Humanos de la Mujer, del Niño y del Adoles-
cente, Editorial Impresa!, Bogotá, pág. 37.
6 Diario El Progreso, año VIII, N2 2127, junio 11 de 1912, Barranquilla.
7 Op. Cit. Aras Londoño, pág. 37.
58
sas se pusieron a trabajar en las mis- ejecutados por el sexo masculino.10
mas fábricas en donde las mujeres Así mismo, durante la conflagr-
pobres elaboraban municiones para c1ón mundial, muchas vivieron la
la guerra. El sentimiento patriótico dolorosa expenencia de haber con-
movilizó a este sector social a inte- traído matrimonio con hombres de
grarse en los trabajos manuales y en países enemigos al de su nacionali-
el manejo de maquinarias con las dad. Podría citarse el caso de las
obreras inglesas. Esto propició el francesas quienes 'tuvieron que per-
comentario del periódico El Liberal, manecer meses y meses en las
que en la sesión Crónicas Extran- inmundas barracas de los campa-
jeras expresara: "Las mujeres ingle- mentos de concentración, situados
sas, fue,tes, recias y ágiles, acostum- en su rrusma región por el sólo hecho
bradas a los esfuerzos musculares, de estar casadas con alemanes, aus-
están sustituyendo a los hombres triacos o turcos... Los bienes les fue-
que van a la guerra". s ron confiscados y sufrieron grandes
Sin embargo, la confabulación humillaciones" 11
mundial y sus efectos devastadores, La "recompensa" a los esfuerzos
fueron evidenciados desde 1914, de las mujeres, no fue estimulante.
poco antes que se diese la confronta- Después de las experiencias vividas,
ción entre México y Estados Unidos y la inversión de energía en el mane-
por mujeres americanas, quienes le jo de los estragos y de los horrores de
enviaron un memorial al presidente la guerra, así como en la atención de
Wilson solicitándole su intervención varios frentes, entre otros, el hogar, la
para que no estallase la guerra, argu- prole y el trabajo, el establecimiento,
mentando que "fas mujeres de los en "honor a la tradición", enviaron de
Estados Unidos os piden que salvéis vuelta a las mujeres al "dulce hogar'',
a nuestros maridos, a nuestros hijos cuando los hombres, superados el
del peligro y a nuestros novios de fa conflicto, regresaron a sus países de
conspiración a favor de fa guerra".9 origen. La vida pública, y con ella la
Estos hechos, en los cuales las posición de las mujeres, entendida
mujeres validaban su participación en como su ubicación política en el
el espacio público, motivó a que sus manejo del poder, quedaría aplazada
acciones se considerasen como una para décadas posteriores.
conquista del feminismo, p11esto que, Las experiencias vividas durante
como consecuencia de la guerra, las la guerra fu eron el motor para que
mujeres tuvieron que ejercer labores europeas y norteamericanas pensa-
como cobradoras de tranvía, trabaja- ran en la organización como un
doras de factorías, cocineras, sorda- mecanismo de negociación para con-
doras y otros oficios, que antes eran quistar derechos, hasta ese mamen-
8 "Las mujeres y la Guerra" En: El Liberal, Año VI, No. 1329, Enero 22 de 1926,
barranquilla, 22p.
9 El Nuevo Diario, Año 11, N2 260, junio 2 de 1914, Barranquilla, 1p.
10 El Liberal, Año VII, N2 1417, mayo 13 de 1916, Barranquilla, 3p.
11 Diaño El Comercio, Año IV, Nº i 035, diciembre 15 de 1925, Barranquilla, c.4. 6p.
59
to negados por sistemas legales e trales y el derecho al sufragio conti-
imaginarios sociales que se presen- nuó siendo una de sus banderas.
taban como obstáculo para la legiti- En 1926, las francesas se reunie-
midad de la ciudadanía de las muje- ron en el Congreso Internacional
res. Así mismo, concluyeron que la Feminista, realizado en la Sorbona
visión maternalista en el manejo de de París, al que asistieron delegadas
las cuestiones sociales, no las había de casi todo el mundo, aprobando
beneficiado para el fortalecimiento de como prioridad la exigencia del sufra-
su autonomía. gio femenino.
La década del veinte trajo consigo Es por ello que para la Liga de
cambios, ya que la movilización y la Acción Feminista de Francia, la
lucha de sectores menos desfavore- obtención del derecho al voto no
cidos, - entre ellos las mujeres- con- podía seguir prorrogándose. Para
quistaron espacios, hasta el momen- tales efectos, cada domingo realiza-
to denegados. ban jornadas de protestas repartien-
De esta forma, en 1925, agrupa- do propaganda y pronunciando aren-
ciones femeninas en Francia, deci- gas por todas las localidades de los
dieron emprender una campaña de alrededores de París.
propaganda, dirigida especialmente a Un domingo del mes de Julio de
los poderes públicos para que las 1926, escogieron la localidad de
francesas casadas con extranjeros Boulgne para que fuese centro de
no perdieran su nacionalidad. sus protostas. Se concentraron en la
Las norteamericanas, por otro plaza del mercado, llegaron en autos,
lado, desde 1923, se agruparnn en provistas de abundante material de
activas campañas lideradas por las propaganda y en la cinta que sujeta-
Sociedad de Acción Feminista, ba sus Ce. dllos se podía leer ''la
denunciando ante el senado de Was- mujer quiere votar'' 13
hington el derecho de las norteameri- Los periódicos, sorprendidos,
canas casadas a conservar su registraron la noticia, reconociendo la
nacionalidad. Dicha presión surtió valentía de las sufragistas, reseñan-
efectos, puesto que el Senado apro- do que "varías de ellas hicieron uso
bó una ley disponiendo que "las ame- de la palabra desde los bancos de la
ricanas que contrajesen matrimonio plaza pública, explicando el alcance y
con extranjeros podían seguir con- significado de la reivindicación que
servando su nacionalidad de ori- formulaban" 14 ,
gen''l 2. Como consecuencia de estas
Al incrementarse las organizacio- manifestaciones, inusitadas para el
nes femeninas, el debate con rela- momento, la herramienta que se
ción a los obstáculos que atentaban esgrimió contra las sufragistas fue
contra sus derechos como ciudada- ridiculizarlas en su función como
nas, fue una de las discusiones cen- reproductoras, argumentando su
12 Diario El Comercio, Año IV, N2 1052, dic. 15 de 1925, Barraquilla, 6p, c.4.
13 Diario Ef Comercio. Año IV, Nº 1256, agosto 2 de 1926, Barranquilla, 69. c.4.
14 Ibídem
60
incapacidad para ser madres puesto han inscrito este año en la Facultad
que no sabían ''faja r a sus chicos, ni de Derecho de la Universidad de
prepararles la mamadera» 1s. París, preguntándose dicha organiza-
En respuesta al activismo de las ción: ¿dónde irán a parar estas abo-
feministas sufragistas, un grupo de gadas si tal como hoy va sucediendo,
flemáticos británicos fundó el Club se les cierran las puertas de acceso a
denominado "Los conocedores de la esos cargos en vez de abrírselos?".17
mujer''. En una de sus reuniones Así mismo, la declaración también
acordaron considerar que "la mujer, denunciaba los evidentes obstáculos
en todos los tiempos, ha sido una que las universidades colocaban
rémora para la evolución del hombre para que las mujeres no asumieran
y que la marimacho moderna es el carreras iguales o afines a las que
peor enemigo del sexo barbudo" 1s asistía el sexo masculino.
Las feministas europeas, acostum- El ingreso a las universidades y el
bradas a este tipo de reacciones, no derecho a la educación , fueron con-
se fatigaron en sus esfuerzos y conti- quistas con un alto costo emocional
nuaron organizándose para luchar por para las mujeres, porque la herencia
espacios que se resistían al cambio. histórica pesaba sobre las creencias y
Es así como la Acción Social de Muje- las costumbres que las inhabilitaban
res que fue fundada desde 1900 en para que pudiesen desarrollar habili-
Francia, y cuyo objetivo central se dades y destrezas, que la cultura
basaba en "agrupar y dirigir el movi- delegaba solamente a los hombres.
miento femenino y feminista", realizó En otros contextos históricos e
jornadas en 1931 , para realizar discu- intereses diferentes, "las feministas
siones que arrojaran un balance sobre socialistas", entre ellas Clara Zetkin
la situación de las mujeres francesas. (1857-1933), estaban en desacuerdo
Para aquella ocasión concluyó: con las prácticas feministas europe-
"La Acción Social de las Mujeres, as, porque consideraban que aque-
comprobó con mucho dolor que, por llas reivindicaciones formaban parte
un lado, van los hombres desalojan- del estilo de vida de una clase privile-
do a las mujeres de los cargos que giada. Para la líder, la toma del poder
ellas habían conquistado durante la político liberaría a proletarios y prole-
guerra, tanto en la enseñanza como tarias del yugo del capitalismo, lo que
en los ministerios, mientras que, por traería como consecuencia la libera-
otro lado, va aumentando cada día el ción de las mujeres.
número de jóvenes que se inscriben En la década del veinte, la efer-
en la Universidad para ir a la con- vescencia de la revolución rusa se
quista de tales cargos. La Acción vivía con intensidad, y las feministas
Social no previno que mil señoritas se socialistas dejaron como testimonios,
61
las intervenciones y debates que pro- sienes en aquel momento se dieron
piciaron en el partido bolchevique con alrededor de la clase de educación
líderes como Lenin, Trosky, Stalin, que recibía por parte de la institución
entre otros. Una de sus promotoras educativa y sobre los cambios en la
fue Alejandra Kolantay, quien se mos- condición femenina que, poco a poco,
tró en desacuerdo con las posiciones iban dejando atrás los roles impues-
de Zetkin porque consideraba que tos por la cultura decimonónica.
"no se podía hablar de revolución El nivel de debate evidencia los
mientras no se cambiaran las formas temores de un período de transición,
y actitudes psicológicas y culturales así corno las carga ideológicas de los
que hacían de la mujer una perma- valores del siglo XIX. Es así como en
nente menor de edad, sin poder de 1925, se dio en México el Congreso
decisión en su vida personal". 1a Hispano Americano, al que asistieron
Esta muestra histórica, permite cientos de mujeres de diversas latitu-
inferir que la revolución rusa incorpo- des. Dicho evento se esforzó en
ró criterios teóricos y prácticos, que demostrarle a ta opinión pública que
pusieron en evidencia las condicio- sus objetivos eran culturales, y como
nes de las mujeres, alimentando de obra social benéfica, tenía que ense-
esta manera, corrientes de pensa- ñarle a sus oponentes que el sexo
miento políticos e ideológicos que, de femenino se proponía ''luchar por la
una u otra forma, enriquecieron los felicidad del hogar y la indestructibili-
filones de pensamiento de las diver- dad de la familia, fundada en la virtud
sas corrientes del feminismo en el no solo de la mujer, sino del hombre".19
mundo, en el transcurso de las subsi- El mismo congreso aprobó como
guientes décadas del siglo XX. bandera central la lucha por el dere-
El impacto del debate, y los cam- cho al sufragio, apoyándose en el
bios políticos que se iban dando en et respaldo que la iglesia católica le
mundo, -entre una de sus causas los había dado, declarando en aquel
efectos de la revolución rusa-, tuvo momento dicha institución que
sus repercusiones en la conciencia ''aprobaba que la mujer se preocupa-
social de muchos pueblos, quienes se por la elevación, haciéndose la
sintieron la necesidad de reivindicar verdadera asociada del hombre.
mejores condiciones de vida, que Todo lo que tienda a elevar el nivel
hasta esa década, no figuraban en moral de la mujer, es digno de nues-
las legislaciones como derechos tra aprobación". 20
humanos fundamentales. Como resultado se puede obser-
Las mujeres en América Latina, var que muchas de las luchas feme-
influenciadas por esta ola de transfor- ninas, se vieron impregnadas de
maciones, también sintieron la nece- posiciones moralistas, que en el
sidad de su organización. Las discu- fondo reflejaban el peso que la iglesia
62
católica poseía sobre las costumbres historia- como contribuciones de
y normas del comportamiento social. este sector social, ya que dicha acti-
Sin embargo, no obstante los evi- tud, les permitió fundar proyectos cul-
dentes obstáculos que las mujeres turales en varias ciudades del pa1s,
latinoamericanas han de enfrentar, el porque muchas de ellas, tuvieron la
período histórico vio florecer la creati- oportunidad de educarse en el exte-
vidad y la sensibilidad de poetas rior y tene, contacto con experiencias
como Alfonsina Storni, Gabriela Mis- diferentes a las del estrecho espacio
tral, Delmira Agustina, entre otras, de lo local, lo que les permitió romper
quienes conformaron un movimiento pauiatinamente con las imposiciones
cultural literario reivindicando "el sociales.
deseo, la pasión amorosa de la rela- El derecho a la educación, y con
ción erótica", cuestionando de esta él su vinculación a la fuerza laboral
forma, los cánones morales imperan- en sus diferentes campos, se convir-
tes, expresando a través de sus tió en ejes articuladores de las luchas
escritos "la angustia vital de ser de las mujeres en los años veinte y
mujer". 21 treinta. Las beneméritas de las pro-
vincias presionaron para educarse
1.3. Colombia como parte de por fuera del país, puesto que, a
esta rebelión. excepción de Bogotá, no se habían
fundado colegios de estudios supe-
Los cambios sociales traen consi- riores que llenasen sus expectativas.
go ajustes, resistencias a formas de Recuérdese que el derecho a la edu-
comportamientos, como transforma- caetón superior lo obtuvieron las
ciones en las mentalidades, que tie- colombianas en la década del treinta
nen como consecuencias nuevas durante el gobierno de Alfonso López
actitudes que se oponen a la conser- Puma rejo.
vación de principios morales que se Estas son las razones por las que
resisten a lo nuevo. se promueven durante esta década
Los pronunciamientos sobre la alusiones radicales contra el feminis-
necesidad de la calificación de la mo, el cual era visto con recelo y
educación femenina se intensifican, temor, puesto que, asociado con la
ya que ello permitiría que el sexo "invasión" femenina en los espacios
femenino desempeñara mejor su masculinos, declaraba a las mujeres
papel como madre. como "enemigas, que reclaman dere-
Tales consideraciones inciden en chos para los cuales no estaba pre-
los nuevos roles que asumen muje- parada".22
res de la élite, que ingresan al esce- No es nada sorprendente que el
nario público como apoyo en obras feminismo también fuese considera-
sociales. Estas labores benéficas y do como producto del declive de una
altruistas, -deben reconocerse por la sociedad, puesto que su manifesta-
63
ción, en vez de ser sinónimo de pros- encargado de fomentar".25
peridad, en su momento, fue consi- En el país se fueron dando tími-
derado como síntoma de decadencia dos cambios, como la vinculación de
ya que ''la misión social de la mujer, las mujeres a oficios que habían sido
se cumplía en el bendecido círculo de privilegio del sexo masculino, desper-
la familia . Sus virtudes modestas, tando un gran alboroto. Las ciudades
pero fecundas, vinieron a reflejarse, pioneras en dar estos primeros pasos
- para honor y salvación de la socie- fueron Bogotá, Medellín y Barranqui-
dad- en los hermanos, en los espo- lla. Sin embargo, han de transcurrir
sos, en los hijos".23 décadas para que se "superase" el
En contraste, se consideraba que estigma social que convertía a las
el feminismo "bien comprendido tenía mujeres estudiadas en seres ridícu-
por objeto conquistar para la mujer los y antiestéticos.
los derechos que en justicia le perte- De esta forma, cuando en 1920 la
necen, y que solo el mal uso de estos barranquillera Beatriz Nieto, se vincu-
derechos traía consecuencias inde- ló a la actividad mercantil con el Bank
seadas, porque producía desacuerdo Of Spanish America Ltda. como
entre los sexos ... ".24 cobradora de letras, despertó la
A raíz de dicho debate, se multi- curiosidad en la ciudadanía. Su osa-
plicaron las propuestas visibles en día fue blanco de comentarios, de la
columnas periodísticas de la época, cual se argumentó que "... no cabe
para bajarle el tono a las reivindica- duda que en Barranquilla el feminis-
ciones femeninas. Entre éstas se mo avanza: de simples encargadas
puede mencionar la de un columnista de un "complot" han ido avanzando
del Diario del Comercio, que en aque- nuestras damitas hasta llegar al
lla ocasión escribió cobre la necesi- puesto de la señorita Nieto, pasando
dad de generar un pacto entre los como corresponsales, ayudantas de
sexos, entregándole a las mujeres contabilistas, todo en contra del sexo
estudio y trabajo, para subsanar el feo, único hasta ayer. Claro que no
desequilibrio existente. Así mismo, sólo tos jóvenes más o menos com-
consideró urgente revisar los progra- petentes pierden con el nombramien-
mas pedagógicos, ya que su deficien- to recaído en doña Beatriz, sino el
cia era abrumadora Aconsejó enton- comercio en general. Porque ¿quién
ces, "ponerse en contacto con los le dice a una mujer de cara de cielo y
más avanzados centros feministas, de aires de princesa, vuelva usted
para importar los mejores sistemas que no hay plata?" 26
de educación, fundar escuelas pro- Los avances en el campo laboral,
pias, bibliotecas, e invadir fuego las y lentamente en el educativo, motiva-
universidades rompiendo prejuicios ron el reconocimiento en la columna
que los mismos hombres se habían "La política y la belleza femenina"; lo
23 Cortés Lee Carlos, "El tipo perfecto de mujer" En: Diario El Comercio, Año IV,
NQ 1237, junio 13 de 1926, Barranquilla, 6p. C.1,2.
24 Diario El Comercio, Nº 128, Op, Cit, 6p., C.3.
25 Ibídem.
26 El Día, No. 1279, diciembre 28 de 1929, Barranquilla, pág 8, col. 4.
64
mismo que de los grandes avances la existencia. Ellas pretenden ser
del feminismo en las diferentes latitu- consideradas por ellos, como seres
des fueron "constituyéndose en independientes, que no necesitan el
baluartes que velaban por su seguri- apoyo masculino, para marchar
dad.. ", puesto que "el feminismo, erguidas por el áspero sendero; a
como doctrina altruista y humanitaria, nosotras nos basta ser amadas... y
avanzaba con paso seguro y rápido. así la senda nos parece suave, como
Y hoy, ya nadie pone en duda la acolchada de plumas". 2a
importancia de la misión social que Los brotes organizativos continua-
debe desempeñar la mujer." 27 ron en diferentes espacios sociales.
La década puso en escena tam- La organización no sólo provino
bién a sectores sociales hasta el desde las mujeres ilustradas, sino
momento ignorados por el poder. Las también de sectores de obreros y
resistencias ideológicas, tanto en obreras que protestaron por las con-
hombres como en mujeres, no eran diciones labo-rales infrahumanas. Es
de extrañar ya que aferrarse a las el caso de María Cano, quien con sus
imágenes del pasado era una reac- arengas y discursos, puso en eviden-
ción común, y también veían al femi- cia las profundas desigualdades
nismo como una expresión cultural entre los sexos, en un contexto inter-
de las mujeres sajonas cuyos ideales nacional en donde las contradiccio-
eran inaplicables a nuestros patrones nes entre feministas socialistas y bur-
culturales, fundamentados en ideales guesas europeas, se presentaba irre-
diferente. conciliable.
En la columna "Desorientaciones Sin embargo, en sus discursos se
feministas", la articulista muestra los mostraba de acuerdo en revindicar
miedos que acarreaba y los retos que fundamentalmente el derecho a la
imponía la ola feminista proveniente ciudadanía y el voto como derecho
de los países del norte. Al respecto se inaplazable para las colombianas. En
comentaba: uno de sus acalorados discursos, la
"La mujer sajona ambiciona Flor del Trabajo así se expresó:
sobreponerse al hombre y marchar "¿ Con qué derecho se le imponen
adelante, nosotras sólo queremos deberes de ciudadanía a quienes no
igualamos a él, caminar a su lado se les otorga los derechos de ciu-
cogidas de su brazo. Ellas estudian dadanos? No se le admite en las uni-
para rivalizar con el varón y disputar- versidades, donde su esfuerzo pudie-
/es sus puestos de combate en la ra colocarlas en el lugar que pueden
lucha por la vida, y nosotras procura- ocupar. No se les concede siquiera el
mos ilustramos para ser su compa- derecho a pensar, el derecho a dar su
ñera de labores en la dura batalla por opinión, que encerradas en un círculo
27 "La política y la belleza femenina" En: Diario del Comercio. Año IV. No. 1052,
diciembre 15 de 1925, Barranquilla, 6p.C.3.
28 "Desorientaciones feminis-tas" En: Diario El Comercio, Año V, Nº 1605, Abril 17
de 1927, Barranquilla 6p. C.3
29 Citado por Ramírez Socorro, "María Cano Cien Años, un huracán de esperan-
65
de hierro, mudas, han de ser someti- en Diciembre de 1930 en la ciudad de
das cual seres inconscientes, mien- Bogotá. Una de sus ponentes fue _la
tras la opresión y la injusticia pesa en colombiana de ascendencia inglesa
sus hogares".29 Georgina Fletcher, quien invirtió gran-
Otros sectores como el de las des esfuerzos para que el gobierno
sembradoras de café, los trabajado- colombiano y diversas embajadas de
res de las bananeras, en las zonas otros países, le dieran el respaldo
campesinas de Sinú, Montería, Cié- necesario para la realización de dicho
naga Grande, y las obreras de Fabri- evento.
cato, reivindicaron los tres ocho: ocho De esta forma, los periódicos
horas de trabajo, ocho de estudio, registraron el renombrado suceso, y
ocho de descanso. Lo que significaba es así como La Prensa de la ciudad
que el país no había legislado el de Barranquilla realizó el siguiente
derecho a una jornada laboral que no comentario:
violara el derecho de las personas. "... la mujer ha proclamado su
Se puede señalar que muchas de derecho a intervenir en la vida ciu-
estas luchas se deben al ascenso de dadana. Es saludable esta reacción
organizaciones políticas como el Par- femenina y tiene una clara finalidad.
tido Socialista Revolucionario al cual No negaremos que, en otros pafses,
pertenecieron María Cano, Mahecha los efectos del cambio de situación
y Torres Giraldo, cuyos propósitos no de la mujer han conducido demasia-
sólo estuvieron dirigidos a denunciar do lejos. Pero, por lo que hasta ahora
las condiciones infra-humanas de los se puede apreciar en Colombia, la
trabajadores, así mismo, la esclavitud tendencia feminista posee un carác-
en que se encontraban sometidas las ter rotundamente constructivo y
mujeres como sexo. armonioso. Aún no se ha escuchado,
El derecho a la ciudadanía se rei- por ejemplo, la voz lamentable del
vindicó como una necesidad inminen- sufragismo inmoderado, ni las muje-
te, asumido como bandera por acti- res han exigido el ingreso a la admi-
vistas del partido liberal como fueron: nistración pública, para lo cual per-
Ofelia Uribe de Acosta, Matiide de manecen sin preparación por la clau-
Ucrós, Georgina Fletcher, entre otras, sura de las universidades y por la
quienes presionaron al interior del persistencia de detP'1T1inados prejui-
partido liberal para conseguir su cios que hacen terrible y peligrosos
apoyo en la consecución de derechos los bancos de la escuela. Pero, con
como el del voto y el de las capitula- hondo sentido de la realidad y de la
ciones que le impedía a las mujeres práctica, han decidido iniciar una
casadas manejar sus propios bienes vasta organización para reclamar por
y el de ocupar cargos públicos . derecho directo y público a contribuir
Estas propuestas se explicitaron en el engrandecimiento de la patria"30
en el Congreso Femenino realizado El pafs se encontraba a la expec-
66
tativa porque el gobierno no había estaban perdiendo su "candidez inna-
aprobado la realización de dicho ta''. Un columnista del Diario La Pren-
Congreso. Para tal propósito, el par- sa así se expresó:
lamento expidió la Ley 11 de 1930 la "Oír tratar, por labios de una
que fue sancionada por el presiclente dama, ante una concurrencia nutrida,
Enrique Olaya Herrera, a través de la en la que abundan las niñas inocen-
cual se asociaba el mencionado tes y las señoras pudorosas, al lado
evento. de mozalbetes y los hombres más
El 30 de--·Jiciembre de 1930, día atrevidos, oír tratar puntos tan esca-
señalado para la apertura del Con- brosos como son las enfermedades
greso, las instalaciones del teatro venéreas, el certificado prenupcial y
Colón en Bogotá fueron el escenario las infidelidades conyugales, los dis-
de los acontecimientos. Para la mujer pensarios para la clase media, la
común, dicho evento pasó inadverti- investigación de la paternidad, la
do, pero para otras fue el suceso más escuela de eugenesia, la educación
importante porque "marcó la revolu- sexual'~ 31
ción feminista en nuestro país". Ante et escándalo, la opinión
Las discusiones estuvieron bas- pública se dividió, ya que se denunció
tante acaloradas, ya que los acuer- el incremento de las enfermedades
dos, consensos y negativas a las venéreas transmitidas por sus mari-
diferentes propuestas, estuvieron en dos en mujeres casadas. De ahí que
el orden del día. De estas últimas se se impulsó la propuesta que las muje-
pueden señalar: la demanda de la res próximas a casarse solicitaran a
ciudadanía automática para las ciu- sus futuros esposos el certificado
dadanas de la Gran Colombia, que prenupcial. De esta manera se puso
las mujeres colombianas pudiesen al descubierto la clandestina vida
ingresar en las universidades, -para sexüal masculina, lo que, para la
tener acceso a la educación superior época, era intolerante.
y así obtener título y ejercer su profe- El balance de dicho Congreso
sión-, la anulación de las capitulacio- dejó beneficios en muchas concien-
nes matrimoniales, cuya defensora cias fe meninas porque fue pionero en
Ofelia Uribe se opuso a que las muje- la apertura de espacios que coadyu-
res se les siguiera considerando vasen a la transformación de las cos-
como menores de edad. También se tumbres, leyes y prejuicios que some-
aprobó en el Congreso, la existencia tían a las mujeres. El discutir temas
de leyes que protegiera a la niñez, así que eran vedados por las costum-
como la discusión de los problemas bres, presionó para que se diese el
de higiene y de educación sexual. resquebrajamiento moral de la socie-
Los temas expuestos causaron dad pacata de aquel entonces.
escándalo, puesto que para el país El régimen de capitulaciones matri-
este debate se consideraba inadmisi- moniales, a pesar de sus opositores,
ble para la moralidad de la época, ya fue aprobado con la Ley 32 de 1932.
que ello significaba que las mujeres Las colombianas ya se acercaban a la
31 Ibídem
67
"mayoría de edad", sin embargo, falta- vida pública comparada con los tiem-
ba mucho camino por recorrer, por- pos anteriores. La ruptura con las
que empezando por el derecho al costumbres, de una u otra forma,
voto, apenas lo ejerció para 1957. empujaba los cambios en la mentali-
Por su parte, como resultado de dad de la sociedad.
estas luchas, en la década del 20 se Las transformaciones apenas se
acuñó el término "mujer moderna", iniciaban, la legitimidad de otros dere-
asociado al producto de las denun- chos sería un largo camino por reco-
cias feministas. rrer iniciado por el feminismo en tíem-
En otros términos, la "mujer pos pasados. Los principios de igual-
moderna", cambió su apariencia físi- dad, libertad y fraternidad -legado de
ca, puesto que empezó a fumar públi- la lustración-, las feministas lo han
ca-mente, y tas mujeres de la élite llenado de contenido, puesto que han
manejaron su propio automóvil. Así deconstruido el imaginario colectivo
mismo, la moda se transformó por- de una sociedad que sólo le ofrecía a
que subió el largo de la falda y el de las mujeres, "el hogar'' como el único
la manga, también se profundiza el refugio para sus realizaciones. De
escote de los vestidos, conmocionan- esta manera, es importante señalar
do a los moralistas. que el feminismo. "una herencia sin
En otros términos, las mujeres testamento", ha permanecido vivo,
logran una mayor participación en la llenando de contenido la historia.
68