Manejando Mis Emociones - Coalición Por El Evangelio
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V I DA C R I S T I A N A
¿Quién no se ha levantado por la mañana con el pie izquierdo?, ¿con mal humor
o con ánimo irritable? ¿Qué tal de la otra forma? Con un estado de ánimo muy
positivo, con ganas de vivir y de luchar, queriendo gozar de la vida y hacer
felices a los demás. Muchas veces nos sentimos alegres, llenas de gozo, y otras
veces muy tristes, desanimadas, o peor aún, con ira y enojo.
Como mujer, creo que por nuestra naturaleza femenina y por los cambios
físicos y hormonales que tienen lugar en las diferentes etapas de nuestra vida –
pubertad, embarazo, menopausia etc.– sufrimos quizás más que los hombres
estos cambios en nuestro cuerpo que afectan a nuestras emociones y
relaciones. Somos por naturaleza seres emocionales, y eso no es malo en sí
mismo, Dios nos ha creado con emociones, y ellas son parte de nuestro ser. A la
vez, debemos tener cuidado con no dejarnos llevar por nuestras emociones,
porque si dejamos que ellas nos gobiernen, nos llevarán a tomar decisiones con
consecuencias irreversibles en algunos casos de las que nos arrepentiremos
toda la vida. Bien nos dice la Escritura que “la ira del hombre no obra la justicia
de Dios”, Santiago 1:20.
Emociones en control
Muchas veces durante alguna predicación o tiempo de alabanza, nos sentimos
tan eufóricos y agradecidos a Dios que le prometemos servirle toda la vida, en
todas las áreas, y con todo nuestro corazón. Pero cuando viene un problema o
alguna dificultad, pronto nos olvidamos de nuestra promesa.
Por desgracia, he oído a muchos jóvenes decir que tal chico o chica era la mujer
u hombre de su vida porque lo sentían así, se lo dictaba su corazón, y “sabían”
que era la persona que Dios le había preparado, aun a sabiendas de que era un
no creyente. Las emociones nos pueden engañar, por eso debemos siempre
juzgarlas a la luz de la Palabra de Dios. Creyentes incluso, han dicho que como
no sentían la necesidad de orar o de ir a escuchar la Palabra de Dios, no lo
hacían porque sería hipocresía. ¡Qué engaño!
Hija y sierva de Dios por pura gracia. Esposa del pastor Luis Cano desde 1985,
madre de Bequi y Débora. Junto a su esposo sirve en la “Iglesia Cristiana
Evangélica” de Ciudad Real, España. También es maestra de inglés en un
colegio público de infantil y primaria. Desde hace 30 años participa
activamente en la “Asociación de Campamentos Cristianos Castilla La Mancha”
para niños y adolescentes.
ETIQUETAS
DOMINIO PROPIO • EMOCIONES • FRUTO DEL ESPÍRITU • MADUREZ
Esto es más que una cuestión teórica diseñada para la especulación, pues toca
una de las experiencias más inquietantes de la vida, emocional y
espiritualmente hablando: la pérdida de un niño.
2. Hay textos que afirman o implican que los niños no distinguen la bondad de
la maldad, y por lo tanto, carecen de capacidad para tomar informadas
decisiones morales. De acuerdo a Deuteronomio 1:39, se dice que ellos “no
tienen conocimiento del bien o del mal”. Sin embargo, esto en sí no garantiza la
salvación de los infantes, puesto que todavía podrían ser considerados
responsables por el pecado de Adán.
6. Nosotros tenemos lo que pareciera ser una clara evidencia bíblica de que al
menos algunos bebés son regenerados en el vientre, y si ellos hubiesen muerto
durante su niñez, hubieran sido salvos. Esto proporciona al menos una base
teórica para examinar si lo mismo pudiera ser cierto para todos los niños que
mueren en la infancia. Como Ronald Nash señala: “Si este tipo de cosas sucede,
aunque sea una vez, ciertamente pudiera ocurrir en otros casos”. Textos que
apoyan esta teoría incluyen Jeremías 1:5 y Lucas 1:15.
7. Algunos han apelado a Mateo 19:13-15 (también a Marcos 10:13-16; Lucas 18:
15-17) donde Jesús declara: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo
impidan, porque de ellos es el reino de los cielos”. ¿Está Él diciendo
simplemente que si uno desea ser salvo, uno debe ser tan confiado como un
niño (es decir, carente de escepticismo y arrogancia)? En otras palabras, ¿está
Jesús simplemente describiendo el tipo de personas que entran en el reino?
O ¿está diciendo que estos mismos niños han sido beneficiarios de su gracia
salvadora? Si esto último fuera cierto, entonces Jesús estaría implicando que
sabía que esos niños que estaba recibiendo morirían durante su infancia. ¿Es
eso creíble?
Yo solo puedo hablar por mí mismo, pero el primero, tercero, cuarto, quinto, y
octavo punto me parecen que son lo suficientemente convincentes. Por lo
tanto, yo creo en la salvación de los que mueren en la infancia. Afirmo su
salvación. Pero no porque sean inocentes ni porque sean merecedores del
perdón, sino solo porque Dios soberanamente los ha escogido para darles vida
eterna, regenerar sus almas, y otorgarles los beneficios de la salvación por
medio de la sangre de Cristo, aun sin una fe consciente.
Nota del editor: Este artículo ha sido adaptado y abreviado de Tough Topics:
Biblical Answers to 25 Challenging Questions [“Temas difíciles: Respuestas
bíblicas a 25 preguntas provocadoras”] (Crossway, 2013).
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CIELO • NIÑOS • PREGUNTAS DIFÍCILES • SALVACIÓN