Avengers
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Avengers
Después de los eventos ocurridos en Avengers: Infinity War, donde la mitad de toda la vida
del universo ha desaparecido, por los deseos del temible Thanos de mantener el equilibro
de la vida, llega la penúltima película de la fase tres de la saga del infinito.
Ésta película, comienza mostrando el sufrimiento de los Vengadores que siguen
vivos, dado que extrañan a sus amigos y familiares que se han desvanecido. El inicio es
bueno, ya que la película se toma el tiempo para explicar cómo ha afectado este
acontecimiento a la vida de los personajes principales, aunque es un tanto predecible en
algunas escenas. Un punto en contra, es que las actuaciones resultan ser demasiado planas,
y esto, es debido a que las historias intrapersonales que se han escrito a lo largo de las 22
películas han sido muy forzadas; así, los actores no pueden transmitir fácilmente emociones
a un público estricto y resultan ser poco creíbles.
Con forme avanza la película, en su segundo tiempo, los héroes encuentran una
forma de solucionar lo que ha pasado con el universo entero. Se dan cuenta de que el
tiempo en el “reino cuántico” es diferente al tiempo de nuestras escalas. La solución la
proporciona Tony Stark, usando una cinta de Möbius, para viajar al pasado, cuya
imposibilidad está dada por la paradoja de los abuelos, usando la misma cinta. Y es aquí,
donde la película comienza a presentar dificultades. Al parecer, a los escritores de la
película, así como a los de Ant-Man y la Avispa (2018) les hizo falta estudiar un poco de
física cuántica. Crean una visión errónea de la física cuántica, usando “partículas de
sanación cuántica” y “partículas cuánticas” para viajar en el tiempo. Y aunque esto sea sólo
ciencia ficción, se olvidan de que son inspiración para muchos niños futuros científicos. A
pesar de todas las paradojas que rompen y construyen para que la trama fluya, logran llegar
a un tercer acto.
Lo que siguió de la película fue absurdo. Un funeral de Tony Stark donde casi nadie
lo lamenta, con actuaciones secas; un nuevo Capitán América, con un actor que poco
transmite, y el resto pasa sin relevancia alguna.
En resumen, una película que costó muchos millones, que en lo único que está
interesada es en vender. El monstruo de Disney se apodera de las pantallas. La película
cumple para los fanáticos, con material que ya se ha mostrado anteriormente. Salas llenas
durante el primer fin de semana de su estreno. Para la empresa del ratón es fantástico lo
que ha sucedido con el récord de tequilla. Para el séptimo arte, es un peligro. Este tipo de
películas está enseñando a las nuevas generaciones que la trama en una cinta no importa,
que la fotografía, el sonido y dirección de arte salen sobrando, y lo único que relevante es
un montón de efectos especiales mal logrados.
La misión del cine de 2019, es romper con estos estereotipos, quebrar estos
modelos, y regresar a lo que es la cinematografía, un arte, un medio para expresar
sentimientos y la realidad del mundo en que vivimos.