Chopin Polonesa Heroica
Chopin Polonesa Heroica
Chopin Polonesa Heroica
"Heroica"
No obstante tratarse de una danza popular polaca, Fréderic Chopin no fue el primero en escribir
"polonesas". Antes de él, escribieron piezas "en ritmo de polonesa", Bach, Telemann, Mozart y
Schubert. Y después de él, Mussorgski y Tchaikovski. En simultaneidad con Chopin, también
escribieron polonesas Liszt y Schumann. Pero de todas las "polonesas clásicas", las de Chopin son
las más célebres, tal vez porque Frédéric, además de ser polaco, adquirió a lo largo de su vida
gran destreza en su composición, habida cuenta de que su primera obra, escrita cuando tenía siete
años, fue precisamente una polonesa.
La polonesa en La bemol mayor opus 53, denominada "Heroica" −en modo alguno por Chopin sino
por alguno de sus editores− fue escrita en 1836 y publicada en 1843. La fecha de su composición
puede darse por segura puesto que se conserva una copia autógrafa del 12 de septiembre de
1836, copia que Frédéric ofrendó a una joven Clara Wieck a su paso por Leipzig, y sobre la que
estampó de su puño y letra, las palabras: "de su admirador", como regalo de cumpleaños quizá
porque Clarita cumplía diecisiete años al día siguiente.
Según cuenta la leyenda, en una ocasión en que interpretaba la obra en presencia de unos
amigos, Chopin se detuvo, impetuoso, en el fragmento en octavas de la mano izquierda (3:24),
fascinado por la evocación de los ejércitos que avanzaban hacia Polonia, en pos de su liberación.
Pero la anécdota es dudosa, pues quienes alguna vez le escucharon aseguran que Frédéric
economizaba hasta el extremo los dos "crescendo" en octavas, partiendo de un mezzoforte a
un forte sin demasiada bravura, debido tanto a la fidelidad a su estética como a su debilidad física.
La versión es de uno de los más grandes pianistas del siglo veinte, el maestro ruso Vladimir
Horowitz, nacido en Kiev en 1903 y fallecido en Nueva York en 1989. Su primera presentación
pública fuera de la naciente Unión Soviética fue en Berlín en 1925. Luego tocó en París, Londres y
Nueva York, y de ahí no se movió. Se quedó en Occidente hasta el año 1986, cuando regresó a la
−esta vez− desfalleciente Unión Soviética para dar un recital en el Conservatorio de Moscú, ante
un auditorio repleto de bote en bote.
El video, al parecer, está grabado en una de las salas de concierto del Musikverein, en Viena. Es
posterior al recital en Moscú, y el maestro ruso tendría al menos 84 años.