Octavio Paz Libertad Bajo Palabra PDF
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[1935 – 1957]
I
BAJO TU CLARA SOMBRA
[1935 - 1944]
Primer día
[1935]
SONETOS
I
INMÓVIL en la luz, pero danzante,
tu movimiento a la quietud que cría
en la cima del vértigo se alía
deteniendo, no al vuelo, sí al instante.
II
El mar, el mar y tú, plural espejo,
el mar de torso perezoso y lento
nadando por el mar, del mar sediento:
el mar que muere y nace en un reflejo.
III
Del verdecido júbilo del cielo
luces recobras que la luna pierde
porque la luz de sí misma recuerde
relámpagos y otoños en tu pelo.
DÍA
JARDÍN
1947
NIÑA
A Laura Elena
PRIMAVERA A LA VISTA
NUEVO ROSTRO
DOS CUERPOS
RELÁMPAGOS o peces
en la noche del mar
y pájaros, relámpagos
en la noche del bosque.
RETÓRICA
1
CANTAN los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan:
todo su entendimiento es su garganta.
2
La forma que se ajusta al movimiento
no es prisión sino piel del pensamiento.
3
La claridad del cristal transparente
no es claridad para mí suficiente:
el agua clara es el agua corriente.
LA RAMA
QUEVEDO
Puerta condenada
[1938-1946]
INSOMNIO
Atado a mi vivir
y desasido de la vida.
1933
LAS PALABRAS
DALES la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
MAR POR LA TARDE
LA CAÍDA
I
ABRE simas en todo lo creado,
abre el tiempo la entraña de lo vivo,
y en la hondura del pulso fugitivo
se precipita el hombre desangrado.
II
Prófugo de mi ser, que me despuebla
la antigua certidumbre de mí mismo,
busco mi sal, mi nombre, mi bautismo,
las aguas que lavaron mi tiniebla.
CREPÚSCULOS DE LA CIUDAD
I
DEVORA el sol final restos ya inciertos;
el cielo roto, hendido, es una fosa;
la luz se atarda en la pared ruinosa;
polvo y salitre soplan sus desiertos.
II
Mudo, tal un peñasco silencioso
desprendido del cielo, cae, espeso,
el cielo desprendido de su peso,
hundiéndose en sí mismo, piedra y pozo;
arde el anochecer en su destrozo,
cruzo entre la ceniza y el bostezo
calles en donde, anónimo y obseso,
fluye el deseo, río sinuoso;
III
A la orilla, de mí ya desprendido,
toco la destrucción que en mí se atreve,
palpo ceniza y nada, lo que llueve
el cielo en su caer obscurecido.
IV
(CIELO)
V
Las horas, su intangible pesadumbre,
su peso que no pesa, su vacío,
abigarrado horror, la sed que expío
frente al espejo y su glacial vislumbre,
PEQUEÑO MONUMENTO
A Alí Chumacero
CUARTO DE HOTEL
I
A LA LUX cenicienta del recuerdo
que quiere redimir lo ya vivido
arde el ayer fantasma. ¿Yo soy ese
que baila al pie del árbol y delira
con nubes que son cuerpos que son olas,
con cuerpos que son nubes que son playas?
¿Soy el que toca el agua y canta el agua,
la nube y vuela, el árbol y echa hojas,
un cuerpo y se despierta y le contesta?
Arde el tiempo fantasma:
arde el ayer, el hoy se quema y el mañana.
Todo lo que soñé dura un minuto
y es un minuto todo lo vivido.
Pero no importan siglos o minutos:
también el tiempo de la estrella es tiempo,
gota de sangre o fuego: parpadeo.
II
Roza mi frente con sus manos frías
el río del pasado y sus memorias
huyen bajo mis párpados de piedra.
No se detiene nunca su carrera
y yo, desde mí mismo, lo despido.
¿Huye de mí el pasado?
¿Huyo con él y aquel que lo despide
es una sombra que me finge, hueca?
Quizá no es él quien huye: yo me alejo
y él no me sigue, ajeno, consumado.
Aquel que fui se queda en la ribera.
No me recuerda nunca ni me busca,
no me contempla ni despide:
contempla, busca a otro fugitivo.
Pero tampoco el otro lo recuerda.
III
ELEGÍA INTERRUMPIDA
LA VIDA SENCILLA
ENVÍO
A Teodoro Cesarman
I
AMANECEMOS piedras.
Nada sino la luz. No hay nada
sino la luz contra la luz.
La tierra:
palma de una mano de piedra.
El agua callada
en su tumba calcárea.
El agua encarcelada,
húmeda lengua humilde
que no dice nada.
II
¿Qué tierra es ésta?
¿Qué violencias germinan
bajo su pétrea cascara,
qué obstinación de fuego ya frío,
años y años como saliva que se acumula
y se endurece y se aguza en púas?
III
Entre la piedra y la flor, el hombre:
el nacimiento que nos lleva a la muerte,
la muerte que nos lleva al nacimiento.
El hombre,
sobre la piedra lluvia persistente
y río entre llamas
y flor que vence al huracán
y pájaro semejante al breve relámpago:
el hombre entre sus frutos y sus obras.
El henequén,
verde lección de geometría
sobre la tierra blanca y ocre.
Agricultura, comercio, industria, lenguaje.
Es una planta vivaz y es una fibra,
es una acción en la Bolsa y es un signo.
Es tiempo humano,
tiempo que se acumula,
tiempo que se dilapida.
La sed y la planta,
la planta y el hombre,
el hombre, sus trabajos y sus días.
IV
El dinero y su rueda,
el dinero y sus números huecos,
el dinero y su rebaño de espectros.
Alegría y pena
ni se compran ni se venden.
VIRGEN
I
ELLA cierra los ojos y en su adentro
está desnuda y niña al pie del árbol.
Reposan a su sombra el tigre, el toro.
Tres corderos de bruma le da al tigre,
tres palomas al toro, sangre y plumas.
Ni plegarias de humo quiere el tigre
ni palomas el toro: a ti te quieren.
Y vuelan las palomas, vuela el toro,
y ella también, desnuda vía láctea,
vuela en un cielo visceral, oscuro.
Un maligno puñal ojos de gato
y amarillentas alas de petate
la sigue entre los aires. Y ella lucha
y vence a la serpiente, vence al águila,
y sobre el cuerno de la luna asciende...
II
Por los espacios gira la doncella.
Nubes errantes, torbellinos, aire.
El cielo es una boca que bosteza,
boca de tiburón en donde ríen,
afilados relámpagos, los astros.
Vestida de azucena ella se acerca
y le arranca los dientes al dormido.
III
Rocas y mar. El sol envejecido
quema las piedras que la mar amarga.
Cielo de piedra, mar de piedra. Nadie.
Arrodillada cava las arenas,
cava la piedra con las uñas rotas.
¿A qué desenterrar del polvo estatuas?
La boca de los muertos está muerta.
Sobre la alfombra junta las figuras
de su rompecabezas infinito.
Y siempre falta una, sólo una,
y nadie sabe dónde está, secreta.
En la sala platican las visitas.
El viento gime en el jardín en sombras.
Está enterrada al pie del árbol. ¿Quién?
La llave, ¡apalabra, la sortija...
Pero es muy tarde ya, todos se han ido,
su madre sola al pie de la escalera
es una llama que se desvanece
y crece la marea de lo obscuro
y borra los peldaños uno a uno
y se aleja el jardín y ella se aleja
en la noche embarcada...
IV
Al pie del árbol otra vez. No hay nada:
latas, botellas rotas, un cuchillo,
los restos de un domingo ya oxidado.
Muge el toro sansón, herido y solo
por los sinfines de la noche en ruinas
y por los prados amarillos rondan
el león calvo, el tigre despintado.
Ella se aleja del jardín desierto
y por calles lluviosas llega a casa.
Llama, mas nadie le contesta; avanza
y no hay nadie detrás de cada puerta
y va de nadie a puerta hasta que llega
a la última puerta, la tapiada,
la que el padre cerraba cada noche.
Busca la llave pero se ha perdido,
la golpea, la araña, la golpea,
durante siglos la golpea
y la puerta es más alta a cada siglo
y más cerrada y puerta a cada golpe.
Ella ya no la alcanza y sólo aguarda
sentada en su sillita que alguien abra:
Señor, abre las puertas de tu nube,
abre tus cicatrices mal cerradas,
llueve sobre mis senos arrugados,
llueve sobre los huesos y las piedras,
que tu semilla rompa ¡a corteza,
la costra de mi sangre endurecida.
Devuélveme a la noche del Principio,
de tu costado desprendida sea
planeta opaco que tu luz enciende.
III
SEMILLAS PARA UN HIMNO
[1943-1955]
El girasol
[1943-1948]
TUS OJOS
FÁBULA
A Alvaro Mutis
MANANTIAL
PIEDRA NATIVA
A Roger Munier
PRIMAVERA Y MUCHACHA
LECCIÓN DE COSAS
ANIMACIÓN
SOBRE el estante,
entre un músico Tang y un jarro de Oaxaca,
incandescente y vivaz,
con chispeantes ojos de papel de plata,
nos mira ir y venir
la pequeña calavera de azúcar.
MASCARA DE TLÁLOC
GRABADA EN CUARZO TRANSPARENTE
Aguas petrificadas.
El viejo Tláloc duerme, dentro,
soñando temporales.
LO MISMO
DIOSA AZTECA
NIÑO Y TROMPO
Cada vez que lo lanza
cae, justo,
en el centro del mundo.
OBJETOS
EN UXMAL
LA PIEDRA DE LOS DÍAS
EL SOL es tiempo;
el tiempo, sol de piedra;
la piedra, sangre.
MEDIODÍA
La luz no parpadea,
el tiempo se vacía de minutos,
se ha detenido un pájaro en el aire.
MAS TARDE
Se despeña la luz,
despiertan las columnas
y, sin moverse, bailan.
PLENO SOL
La hora es transparente:
vemos, si es invisible el pájaro,
el color de su canto.
RELIEVES
PIEDRAS SUELTAS
DAMA
CAMPANAS EN LA NOCHE
Olas de sombra
mojan mi pensamiento
-y no lo apagan.
ANTE LA PUERTA
VISIÓN
PAISAJE
ANALFABETO
Ñapóles. 1948
A José Bianco
Venecia, 1948
FUENTE
Aviñón,1950.
REPASO NOCTURNO
París, 1950
MUTRA
Delhi, 1952
Tokio, 1952
EL RÍO
Ginebra, 1953
EL CÁNTARO ROTO
México, 1955
PIEDRA DE SOL
NOTAS
CREPÚSCULOS DE LA CIUDAD (II)
Hasta hace unos pocos años las agencias funerarias de la ciudad de México tenían sus negocios en
la Avenida Hidalgo, al lado del Parque de la Alameda, en el tramo que va del Correo a la iglesia y
plazuela de San Juan de Dios. Frente a la iglesia había un pequeño mercado de flores, especializado
en coronas y ofrendas fúnebres. El barrio era céntrico y aislado a un tiempo. Desde el anochecer las
prostitutas recorrían la Avenida Hidalgo y las callejas contiguas. Uno de sus lugares favoritos era el
espacio ocupado por las funerarias, iluminado por la luz eléctrica de los escaparates donde se
exhibían los ataúdes.
En 1937 abandoné, al mismo tiempo, la casa familiar, los estudios universitarios y la ciudad de
México. Fue mi primera salida. Viví durante algunos meses en Mérida (Yucatán) y allá escribí la
primera versión de «Entre la piedra y la flor». Me impresionó mucho la miseria de los campesinos
mayas, atados al cultivo del henequén y a las vicisitudes del comercio mundial del sisal. Cierto, el
Gobierno había repartido la tierra entre los trabajadores pero la condición de éstos no había
mejorado: por una parte, eran (y son) las víctimas de la burocracia gremial y gubernamental que ha
substituido a los antiguos latifundistas; por la otra, seguían dependiendo de las oscilaciones del
mercado internacional. Quise mostrar la relación que, como un verdadero nudo estrangulador, ataba
la vida concreta de los campesinos a la estructura impersonal, abstracta, de la economía capitalista.
Una comunidad de hombres y mujeres dedicada a la satisfacción de necesidades materiales básicas
y al cumplimiento de ritos y preceptos tradicionales, sometida a un remoto mecanismo. Ese
mecanismo los trituraba pero ellos ignoraban no sólo su funcionamiento sino su existencia misma.
«Entre la piedra y la flor» se editó varias veces. En 1976, al preparar esta edición, lo releí y percibí
sus insuficiencias, ingenuidades y torpezas. Sentí la tentación de desecharlo; después de mucho
pensarlo, más por fidelidad al tema que a mí mismo, decidí rehacer el texto enteramente. El
resultado fue el poema que ahora presento -no sin dudas: tal vez habría sido mejor destruir un
intento tantas veces fallido.
PIEDRA DE SOL
En la primera edición de «Piedra de sol» (1957) se incluía la siguientenota:
En la portada de este libro aparece la cifra 584 escrita con el sistema maya de numeración;
asimismo, los signos mexicanos correspondientes al día 4 Olín (Movimiento) y al día 4 Ehécatl
(Viento) figuran al principio y al fin del poema. Quizá no es inútil señalar que "Piedra de sol" está
compuesto por 584 endecasílabos (los seis últimos no cuentan porque son idénticos a los seis
primeros). Este número de versos es igual al de la revolución sinódica del planeta Venus, que es de
584 días. Los antiguos mexicanos llevaban la cuenta del ciclo venusino a partir del día 4 Olín; el día
4 Ehécatl, 584 días después, señalaba la conjunción de Venus y el Sol, fin de un ciclo y comienzo de
otro.
»E1 planeta Venus aparece como Estrella de la Mañana (Phosphorus) y como Estrella de la Tarde
(Vesperus). Esta dualidad, Lucifer y Vésper, no ha dejado de impresionar a los hombres de todas las
civilizaciones, que han visto en ella un símbolo, una cifra o una manifestación de la ambigüedad
esencial del universo. Así, Ehécatl, divinidad del viento, era una de las manifestaciones de
Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, que concentra las dos vertientes de la vida. Asociada a la
luna, a la humedad, al agua, a la vegetación naciente, a la muerte y resurrección de la naturaleza,
para los antiguos mediterráneos el planeta Venus era un nudo de imágenes y fuerzas ambivalentes:
Istar, la Dama del Sol, la Piedra Cónica, la Piedra sin Labrar (que recuerda el "pedazo de madera sin
pulir" del taoísmo), Afrodita, la cuádruple Venus de Cicerón, la doble diosa de Pausanias...»
LIBERTAD BAJO PALABRA
(1935-1957)
I. BAJO TU CLARA SOMBRA (1935-1944).............................. 9
Primer día........................................................................ 11
1 Sonetos I, II y III.................................................. 11
Asueto............................................................................. 13
2 Día........................................................................ 13
3 Jardín.................................................................... 13
4 Mediodía............................................................... 14
5 Arcos..................................................................... 15
6 Niña....................................................................... 16
7 Primavera a la vista.............................................. 16
Condición de nube.......................................................... 18
8 Nuevo rostro......................................................... 18
9 Dos cuerpos.......................................................... 18
10 Vida entrevista...................................................... 19
11 Retórica................................................................. 19
12 La rama................................................................. 20
13 Espiral................................................................... 20
14 Epitafio para un poeta......................................... 21
II. CALAMIDADES Y MILAGROS (1937-1947)........................... 23
Puerta condenada............................................................ 25
15 Insomnio............................................................... 25
16 Las palabras.......................................................... 25
17 Mar por la tarde................................................... 26
18 La caída................................................................ 27
19 Crepúsculos de la ciudad...................................... 28
20 Pequeño monumento........................................ 30
21 Seven P. M....................................................... 31
22 La calle............................................................. 32
23 Cuarto de hotel.................................................. 33
24 Elegía interrumpida.......................................... 34
25 La vida sencilla................................................. 36
Calamidades y milagros.............................................. 38
26 Entre la piedra y la flor................................... 38
27 Virgen............................................................... 44
III. SEMILLAS PARA UN HIMNO (1943-1955)........................ 47
El girasol......................................................................... 49
28 Tus ojos............................................................. 49
29 Escrito con tinta verde ..................................... 49
Semillas para un himno.............................................. 51
30 El día abre la mano... ....................................... 51
31 Al alba busca su nombre lo naciente... ............ 51
32 Fábula............................................................... 51
33 A la española el día entra pisando fuerte... ..... 52
34 Manantial.......................................................... 53
35 Espacioso cielo de verano... ............................. 53
36 Piedra nativa..................................................... 54
37 Primavera y muchacha...................................... 55
Piedras sueltas.......................................................... 56
38 Lección de cosas............................................... 56
39 En Uxmal .......................................................... 58
40 Piedras sueltas ................................................... 59
IV. LA ESTACIÓN VIOLENTA (1948-1957)........................ 61
41 Himno entre ruinas........................................... 63
42 Máscaras del alba............................................. 65
43 Fuente............................................................... 67
44 Repaso nocturno............................................... 70
45 Mutra................................................................ 72
46 ¿No hay salida? ................................................ 76
47 El río................................................................. 78
48 El cántaro roto................................................. 81
49 Piedra de sol..................................................... 85
Notas............................................................... 101