10172-05 Bienes Ocultos
10172-05 Bienes Ocultos
10172-05 Bienes Ocultos
Se precisó que los requisitos para que un bien quede comprendido dentro del
concepto de oculto son: “a) El abandono material por la entidad dueña de él; b)
que el carácter de propiedad pública se haya hecho oscuro; c) Que su
reincorporación al patrimonio público no pueda obtenerse sino mediante los
recursos y acciones en juicio, y d) Que haya ignorancia o desconocimiento del
bien por parte de la Administración. Para que un bien adquiera la calidad de
oculto, no basta que tenga una o mas de las características que la ley ha señalado
para considerarlo como tal, sino que es indispensable que reúna todos los
elementos que aquella ha determinado para que el bien oculto exista legalmente.”
El anterior recuento normativo y jurisprudencial resulta suficiente a la Sala para
afirmar que hay uniformidad jurisprudencial respecto de los requisitos que
establece la ley para que un bien sea declarado oculto y que estos son: a. Que el
bien esté en el patrimonio del Estado con título claro de dominio. b. Que las
autoridades lo ignoren o desconozcan. c. Que su primitivo carácter de propiedad
pública se haya oscurecido, debido, entre otras circunstancias, a su abandono por
parte de la entidad propietaria. d. Que por ello su dominio se haya vuelto litigioso y
que su recuperación para el Estado amerite el adelantamiento de acciones. Nota
de Relatoría: Ver Sentencias del 1 de septiembre de 1919, del 22 de febrero de
1924, del 13 de agosto de 1940, del 10 de marzo de 1943, 434 del 29 de julio de
1960 y S-404 de 1996
Los bienes fiscales no pueden ser usucapidos por los particulares. No cabe
deducir el abandonado del Estado porque no adelanta todo tipo de acciones
tendientes a evitar que terceros utilicen, usufructúen o posean bienes de la
concesión Barco como lo alega el demandante. - En principio porque los
particulares no los pueden adquirir por prescripción adquisitiva. Si bien es cierto
que el Código Civil dispuso que se podría usucapir "el dominio de los bienes
corporales, raíces o muebles, que están en el comercio humano" (art. 2518) y
señaló como imprescriptibles, únicamente a los bienes de de uso público (art.
2519), el Código de Procedimiento Civil, incorporó dentro de esa categoría a los
bienes fiscales (artículo 699), lo cual traduce en que desde su vigencia, 1º de julio
de 1971, no procede la declaración de pertenencia respecto de bienes "de
propiedad de las entidades de derecho público" (conc. art. 413, num. 4º, C.P.C.
Nota de Relatoría: Ver sentencia del 14 de junio de 1988 de la Corte Suprema de
Justicia
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
ANTECEDENTES PROCESALES
I. La demanda
1. Los hechos
La parte actora fundó las anteriores peticiones en los hechos que la Sala
sintetiza así:
5. El punto IV del contrato dispone que: “la Gulf gozará del derecho de hacer
en los terrenos materia del contrato y fuera de ellos todos los estudios,
exploraciones y trabajos que considere necesarios o convenientes para la
determinación de la ruta del oleoducto y sus ramales y para la construcción de
ellos. EN LO TOCANTE A TERRENOS DE PROPIEDAD PARTICULAR, SE
ESTARÁ A LO ESTIPULADO EN EL ORDINAL a) DE LA CLÁUSULA VI”.
6. De la Zona de la concesión descrita al punto III del contrato, se escogería
una Zona definitiva, en un término máximo de 5 años. El territorio excedente,
sobre el suelo y subsuelo, automáticamente volvería a disposición de la Nación,
quedando a favor de la Colombian y de la Gulf únicamente los derechos reales
sobre las vías y demás servidumbres.
- De los bienes revertidos, 429 predios quedaron sin identificar, según consta
en las páginas 6 a 13 de la Escritura Pública No. 3393 del 81 (lotes sujetos a
servidumbre de oleoducto). En igual situación quedó la denominada Estación de
Chicahua.
Sobre tales terrenos por donde pasa el oleoducto, el informe expresa: “Esta
franja se encuentra reducida por invasiones de terceras personas o finqueros
colindantes inclusive desde antes de operar la reversión” (pág. 5).
La parte actora afirmó que con las resoluciones demandadas se violaron las
siguientes normas:
De la ley 27 de 1935
Respecto de la oscuridad del título, afirmó que se parte del supuesto de que
el bien denunciado pertenece a una entidad pública, pero su título de propiedad es
gravemente controvertible, “la norma habla inequívocamente del derecho real de
propiedad y del dueño (la entidad pública) como el requisito adicional que debe
concurrir con el abandono simplemente materia. La oscuridad de la propiedad, por
hechos diferentes al simple abandono material, necesariamente está vinculada al
título de adquisición. El título puede ser oscuro, como lo ha dicho el ...Consejo de
Estado y la Corte Suprema, por incuria de las autoridades, errores de buena fe,
descuidos y otras causas semejantes.”
. Artículo 2, “al aplicarlo al caso sub judice cuando se ha demostrado que los
bienes no están en poder de la Nación, pues han sido abandonados
materialmente por esta”
De la ley 80 de 1931
De la Constitución Política
“Los bienes denunciados como ocultos por la parte actora no llenan los
requisitos antes mencionados ya que:
. No son 429 sino 404 los predios a que se refiere el demandante, no son
cuerpo cierto sino simplemente un derecho de servidumbre de oleoducto que pasa
sobre los citados predios a favor del concesionario, derechos que igualmente
pasaron a favor de la Nación con motivo de la reversión. En otros casos sólo se
detenta la calidad de poseedor ya que el concesionario sólo compro mejoras sobre
la franja de la línea del oleoducto, por cuanto el tercero poseedor no tenía el
respectivo título de propiedad en esa oportunidad, año 1931.
. Parte de los inmuebles rurales son baldíos de la Nación, de manera que
como no salieron del patrimonio no procedía respecto de ellos la reversión. Por
ello se tramitó ante el INCORA la titulación de los mismos a favor de ECOPETROL
de conformidad con las leyes 135 de 1961, 30 de 1988 y el decreto 2275 de 1988.
6. Alegatos de Conclusión
CONSIDERACIONES
a. Los bienes denunciados como ocultos hacen parte del patrimonio del
Estado, en consideración a que - mediante acto administrativo que se presume
legal, que fue protocolizado en escritura pública debidamente registrada - se
produjo la reversión de los bienes comprometidos en la ejecución del contrato para
explorar y explotar petróleo de propiedad nacional, denominado Concesión Barco,
celebrado entre la Nación Colombiana, la Colombian Petroleum Company y la
South American Gulf Oil Company.
c. La ley exige que haya certeza respecto de la titularidad de los bienes del
Estado, toda vez que lo oculto se refiere a que haya un abandono o incuria de la
Nación respecto del ejercicio de sus derechos sobre los bienes, en tanto que los
peticionarios invocan como dudosa la titularidad de la Nación en relación con los
bienes que relacionan. El actor “sustenta la calidad de bienes ocultos en el hecho
de no ser el Estado propietario, si esto es cierto no nos encontraríamos antes la
institución de bienes ocultos sino ante otra muy diferente.”
d) Estando los bienes en cabeza del Estado por virtud de la ley no hay
necesidad de iniciar acciones en juicio para incorporar los bienes al patrimonio del
Estado, precisamente por sustracción de materia.
1
Al respecto cabe consultar a Alfonso M. Barragán, en su texto Derechos Reales. Editorial Temis,
1971, pág. 399.
mejora la situación jurídica del Estado respecto a la propiedad que pueda
tener sobre el bien, pues debe comprobarse que esa entidad es
verdaderamente dueña..”2
2
Así lo precisó la Sala Civil de Única Instancia de la Corte Suprema de Justicia, en sentencia
proferida el 6 de julio de 1936, MP: Eleuterio Serna.
3
De conformidad con esta norma, el interesado debía dirigir un memorial al Ministerio respectivo,
en solicitud de la celebración de un contrato en el cual han de pactarse las condiciones y los
derechos del denunciante en el evento de que el ministerio considere que los bienes no son
ocultos. Dentro de ellos se previó el de acudir a la jurisdicción contencioso administrativo para
intentar la acción en la que el juez habrá de decidir la condición de oculto que tenga el bien.
4
Los antecedentes históricos de esta figura están referidos por el Consejo de Estado en sentencia
del 13 de agosto de 1940, CP: Guillermo Peñaranda, anales tomo XLII, año XXII, PÁG. 644.
establecimientos, se sujetará a estos administradores o superiores a juicio
criminal a que haya lugar”
“la esencia del bien oculto está ‘en que se haya hecho oscuro su carácter
primitivo de propiedad nacional’. Sin exigirse esta condición, sin cumplirse
ese requisito, no puede considerarse que haya bien oculto. Cuando la ley
habla de maliciosa usurpación, incuria de las autoridades u otra causa
semejante, indica y señala por vía de ejemplo, algunas de las circunstancias
que pueden contribuir a hacer oscuro el carácter primitivo de propiedad
nacional que tenga el bien. Mas no quiere esto decir que siempre que
concurra en relación con un bien público incuria por parte de las autoridades,
para reclamarlo oportuna y eficazmente, ese abandono y ese descuido
constituyan por si solos, un bien oculto, si por otra parte son claros y
conocidos los derechos del Estado.
“desde que la las mismas autoridades declaran por conducto de sus órganos
correspondientes que los bienes denunciados como ocultos no pertenecen a
la Nación, si un denunciante asegura que sí lo son, esas mismas
autoridades no podrán rechazar de plano el denuncio encaminado a
demostrar que los bienes que el Estado reputa ajenos son bienes ocultos de
propiedad nacional; tanto mas cuando que las autoridades administrativas
carecen de la facultad de decidir nada sobre el dominio o propiedad de los
bienes correspondiendo esta función al Poder Judicial exclusivamente”.
6
CP: Guillermo Peñaranda.
significación jurídica.” Afirmó también el Consejo que el Código Fiscal de 1912,
reflejó la intención de legislador que se inspiró en la necesidad de “acabar con la
corruptela de denunciar como ocultos los bienes del Estado que se encuentren
simplemente abandonados por incuria de los empleados encargados de velar por
su manejo o conservación. Ahora se exige que el carácter de propiedad nacional
se haya hecho litigioso hasta el punto de necesitarse ejercer acciones judiciales
para que el bien vuelva al patrimonio efectivo del Estado.”
Luego de señalar las condiciones que debía reunir un bien oculto concluyó
que en caso analizado no se cumplieron porque “1°….la situación jurídica de
donde el denunciante hace derivar los derechos de la Nación, era conocida de
antemano por el Estado …luego el bien no era oculto o ignorado y por este
aspecto falta la primera condición para tenerlo o apreciarlo como tal; 2° No hay
abandono material del bien por la entidad pública dueña de él…porque no se ha
cumplido el plazo para que termine la concesión y sólo en la fecha de vencimiento
“corresponde a la Nación hacer efectivos los derecho que emanan de la
expiración del término”, y porque la tolerancia al estado de cosas y la
manifestación del Gobierno de que no demandará la anulación del contrato, “no
puede tomarse como abandono del bien.” Precisó: “Si en lenguaje jurídico se
entiende por abandono del bien el acto de despojarse de una cosa con ánimo de
renunciar a su dominio, mal puede estimarse que en el caso se esté en presencia
de un abandono de tal naturaleza, desde luego que aún no ha vencido el término
de la concesión y no ha llegado por tanto, la oportunidad de que el Gobierno
exprese su voluntad en relación con el cumplimiento del contrato y los derecho.”
“En verdad la ley no dijo que para que un bien tuviera el carácter de oculto
debía ser oculto; en primer término, seguramente por no incurrir en tamaña
redundancia. Oculto, conforme al diccionario es lo escondido, ignorado, que
no se da a conocer, ni se deja ver ni sentir. Mal puede decirse que un bien
que se conoce, que no se ignora, sea oculto. El legislador no podía incurrir
en semejante contrasentido. Si así no fuera, otra sería la denominación que
le hubiera dado la ley a la institución, verbigracia: ‘bienes abandonados’;
bienes de la Nación, de los Departamentos o de los Municipios, cuyos
dominio se ha hecho dudoso, pero en ningún caso se habrían llamado
bienes ocultos o los bienes conocidos.”
En el caso que se estudia ¿ha habido abandono por parte del Estado del
subsuelo petrolífero de los terrenos de la Llana, que han sido declarados
bienes ocultos por el Ministerio de Minas y Petróleos?
Se precisó que los requisitos para que un bien quede comprendido dentro
del concepto de oculto son: “a) El abandono material por la entidad dueña de él;
b) que el carácter de propiedad pública se haya hecho oscuro; c) Que su
reincorporación al patrimonio público no pueda obtenerse sino mediante los
recursos y acciones en juicio, y d) Que haya ignorancia o desconocimiento del
bien por parte de la Administración. Para que un bien adquiera la calidad de
oculto, no basta que tenga una o mas de las características que la ley ha
señalado para considerarlo como tal, sino que es indispensable que reúna
todos los elementos que aquella ha determinado para que el bien oculto
exista legalmente.” 8 (Destaca la Sala)
8
Anales de Consejo de Estado, tomo 51, 1943, págs. 191 ss.
9
CP Andrés Augusto Fernández M, anales t. 62, 1958 a 1960, Págs. 188 ss.
10
CP Daniel Suárez, Actor: Jesús Pérez González y otros.
“Con anterioridad a la suscripción del contrato general de Martínez Landínez
con la Nación, el Artículo 28 del Código Fiscal definía los bienes ocultos
como ‘aquellos respecto de los cuales se haya hecho oscuro su carácter
primitivo de propiedad nacional, sea por actos de maliciosa usurpación, por
incuria de las autoridades, o por otra causa semejante’. Cabe resaltar, cómo
el Estado, ni en vigencia de la Constitución de 1886, ni posteriormente,
abandonó o ha abandonado el subsuelo pretrolífero de los terrenos en
cuestión. Recuerda la Sala que al estado no le obliga ejercer actos de
posesión material sobre sus propios bienes en razón a que precisamente por
ser su dueño, sea así mismo su legítimo poseedor, de tal forma que no
pueden los particulares disputarse ese dominio por simples actos de
posesión.
…
el subsuelo de Santiago de Atalayas y Pueblo Viejo Cusiana nunca salió del
dominio eminente del Estado y, por consiguiente, no era posible controversia
alguna sobre la propiedad de dicho subsuelo porque no podía constituir un
bien oculto.
a. Que el bien esté en el patrimonio del Estado con título claro de dominio.
Los nombres, linderos y cabida de los predios son: Zona Industrial ubicado
en zona rural, vereda La cuatro; Barrio Barco, ubicado en la zona urbana de Tibú;
Refinería, ubicado en zona rural, vereda Refinería J 19; Campo de Rio de Oro,
ubicado en zona Rural Inspección de La Pista - Rio de Oro; Aeropuerto Tibú,
ubicado en zona urbana (fols. 85 ss c. ppal).
11
Eustorgio Sarria y Mauricio Sarria, Derecho Administrativo, Sexta Edición, Publicaciones EIDA,
Bogotá, 1974, pág. 320.
De la norma anterior y de la precitada cláusula de reversión del contrato de
concesión Barco que, como se indicó, fue aprobada e incorporada a la ley 80 de
1931, se desprende que la reversión estaba dispuesta para que opera ipso facto,
esto es, sin que fuese necesario el cumplimiento de procedimientos o trámites
administrativos o judiciales adicionales.
Lo anterior quiere decir que son de propiedad del Estado, en forma clara e
indiscutible, no sólo los bienes contenidos en la resolución que declaró cumplidos
12
MP: Hernando Herrera Vergara.
los hechos que condicionaban la reversión y en el acta de recibo de los mismos,
sino todos los demás afectos a dicha concesión.
En síntesis:
c. Hay claridad respecto de los derechos que detenta el Estado sobre los
bienes denunciados, no hay oscuridad fundada en irregularidades de la reversión,
ni en la omisión de trámites de titularización y registro.
El demandante adujo para sustentar este requisito que algunos bienes objeto
de reversión son explotados por terceros; que otros no están a cargo de Ecopetrol
porque se han necesitado trámites y gestiones ante el municipio de Tibú y el
Incora para trasladarlos al patrimonio de Ecopetrol; que respecto de algunos
Ecopetrol ha tenido que comprar mejoras realizadas por colonos y que en relación
con otros Ecopetrol, con posterioridad a la denuncia, ha realizado procedimientos
tendientes a su recuperación.
13
Esta norma fue declarada exequible por la Corte en sentencia proferida el 16 de noviembre de
1978.
Al respecto la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, en
sentencia proferida el 14 de junio de 1988 dijo:
Ahora bien, tal como quedó concebida la parte final del numeral 4º del
artículo 413 del Código de Procedimiento Civil, al expresar que no procede la
declaración de pertenencia respecto de bienes ‘de propiedad de las
entidades de derecho público’, comprende en ella a los bienes
pertenecientes a los establecimientos públicos, que por ser éstos
desmembraciones de la administración pública, innegablemente forman parte
de la administración y, por tal virtud, sus actividades están sometidas, según
las leyes y la doctrina más aceptable, al derecho público". 14
1.3 CONCLUSIÓN
3. Consideración final
FALLA
2. Sin costas.